Apuntes Clase 2 - Macizos de Flores

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CLUB DE JARDINES DE CHILE

Apuntes taller Usando el color en los macizos


Profesora: Loreto Carbonell

Clase 2

MACIZOS DE FLORES

Consideraciones generales:

La estructura del jardín se compone de espacios que incluyen elementos verticales


denominados como masas y elementos horizontales denominados como claros.

Las masas corresponden a grupos de plantas que aportan alturas y por tanto se leen como
elementos verticales.

Los claros correspondes a espacios de pasto, agua o vegetación muy baja que presentan una clara
horizontalidad y por tanto se leen como claros.

Un jardín bien logrado es el que consigue un equilibrio entre las masas y claros.

Un jardín, casi inevitablemente, está limitado con más o menos fuerza por los árboles
lejanos o la arquitectura circundante o por los muros medianeros; por otro lado, la casa vista desde el
jardín, aparece como un solo volumen. El juego entre el espacio del jardín y el volumen admite una
enorme variación y determina la forma en que lo percibimos, tanto en su composición global, como
en sus detalles.

Por muy fascinante que sea un jardín por sus plantas, su carácter se determina
principalmente por sus espacios y por la forma en que están contenidos.

Las plantas tienen características específicas que se refieren a color, altura, forma,
textura, brillo, etc., todas estas cualidades serán traspasadas a la estructura que actúa como límite
de los espacios, haciendo que éstos sean de calidad, lo que otorgará espacios no solo cómodos y
prácticos, sino también agradables.

Un jardín en la ciudad tiene su espacio determinado por la proximidad de los muros


medianeros y sus vecinos, teniéndose la sensación de que no se puede alterar, pero un pequeño
grupo de plantas o algunos elementos decorativos, a veces tan sencillos como 4 macetas es sus
esquinas, logran demarcar y definir un espacio.

Todos éstos y otros elementos, introducirán una sensación de distancia o de


amplitud, creando sorpresas o una sensación de intimidad. El uso pensado de estos elementos
estructurales u ornamentales en el jardín, es lo que produce transformaciones radicales en él.

Por otra parte, si el terreno es grande, puede hacerse un camino serpenteante que va
abriendo distintas panorámicas, cada una de ellas oculta, hasta que se llega a la curva siguiente.
Manipular la forma del terreno es lo que nos permite la creación de románticos rincones secretos o
abrir súbitamente amplias panorámicas.

Cuando se establecen los conceptos y actividades a desarrollar en el jardín, la


vegetación tendrá como función principal la de dar apoyo a cada una de estas actividades, por lo que

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la primera característica de las plantas que se toma en cuenta es su forma y se distribuyen en el
espacio creando una estructura a la que se le añaden las masas y/o claros complementarios.
Por lo tanto, lo primero que hacemos al ver una planta es asociarla a su forma y así
definir su ubicación con respecto de la actividad que va a acompañar:

Piramidal : Taxus, Sequoias, Piceas, Abies, Cedros, Larix,


Liquidambar, etc.
Columnar : Álamos, Cipreses, etc.
Ovalada : Fresno, Tilo, Olmo, Tulipero, et.
Redonda : Haya, Castaños, Encinas, etc.
Irregular : Acer japónico, Paulonia, Laburno, Árbol de Judea, etc.
Pendular : Pimiento, Abedul, Sauce, etc.

Los elementos que cierran un espacio como árboles, muros, macetas, etc., son
fundamentales para determinar la sensación de espacio: una superficie pequeña rodeada de árboles
o edificios altos, puede resultar agobiante. De igual modo, una superficie grande rodeada de un
macizo o valla de poca altura, no dará sensación alguna de separación.

Para lograr un espacio cómodo o en equilibrio: los claros o espacios horizontales


deben ser iguales o hasta tres veces, la altura de las masas o elementos verticales. Si es igual o
menor al elemento vertical se lee como un pasillo, si es mayor a tres veces la altura del elemento
vertical, el espacio se lee como abierto.

Al ejecutar un macizo de flores se debe tener en cuenta 3 aspectos:

1.- Tamaño y espacio


2.- Contraste y armonía de colores
3.- Necesidades individuales y estacionales

1.- Tamaño y espacio se refiere al porte definitivo de las plantas y a su ubicación dentro del
macizo.

Un macizo apoyado en un muro o arbustos: tiene una sola cara, por lo que se dispondrán las
plantas más altas al fondo, las de tamaño intermedio (0.3 a 1.00 m) al centro y las más bajas en el
borde. Siempre introduciendo algunas plantas con forma o flor distinta, entre las plantas más bajas y
las intermedias, para romper la monotonía.

En el caso de los macizos con dos caras, las plantas altas se sitúan al centro y se va
escalonando hacia ambos lados.

Dependiendo del espacio, un buen macizo puede tener un ancho que fluctúe entre 2,50 a
4,00 con un largo indefinido, y debe incluir un mínimo de 7 a 10 especies. Cuando no se tiene el
espacio suficiente, se usan enredaderas de fondo, en vez de arbustos.
Cada una de estas especies se representará con 5 a 7 ejemplares como mínimo, para obtener
masas de color que se expresen como masas.
Los números impares son más fáciles de trabajar y nunca deben ser plantados en línea recta.

2.- Contraste y armonía de colores: los colores estridentes muy juntos, resultan demasiado
llamativos, se pueden usar plantas de floración más tardía entre las de colores contrastantes,
proporcionando una barrera verde que suavice el impacto, o plantas de follaje plateado, o también
algunas plantas de los mismos colores, pero muy pálidas o blancas.

Es importante tomar en cuenta la gran diversidad de formas de las flores, por ejemplo la
amapola oriental, que es una gran flor (12 a 15 cm de diámetro) de colores muy llamativos y de pocos
pétalos, otras con una gran vara floral como el Delphinium, otras como margaritas, hasta la ilusión
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perenne con diminutas flores blancas, que produce un efecto puntillista como delicada neblina; estas
diferencias tanto de flores como de hojas son los que llamamos textura, los macizos deben incluir un
mínimo de tres formas diferentes, de manera de otorgar dinamismo al conjunto.

3.- Necesidades de cultivo y estacionales: al agrupar diferentes plantas se debe tener en cuenta
que sus requerimientos de cultivo sean similares, en caso contrario hacer las enmiendas
correspondientes. También es importante el que algunas plantas una vez que terminan de florecer,
toman un feo aspecto o muere la parte aérea, por lo que se debe plantar en un segundo plano
dejando adelante una planta que la tape en la fecha correspondiente.

Las posibilidades al ejecutar un macizo son muchas:

a.- De un solo color con infinidad de texturas


b.- De dos colores sin variar la textura
c.- De tres colores y variando la textura
d.- De múltiples colores y texturas
e.- Mixtos, con arbustos y flores
f.- Por fecha de floración: primavera – verano – otoño
g.- Para flores cortadas
h.- Macizos permanentes
i.- Todas las posibles combinaciones entre éstos

Se debe destacar que la gran mayoría de las herbáceas necesitan de bastantes cuidados,
algunas se deben separar anualmente, o tutorarlas, o recortarlas drásticamente tras su floración, etc.,
por lo que es importante planificar los macizos con respecto de la vista desde la casa, quizás dejando
en primer plano los macizos permanentes y sus combinaciones, y un poco más lejos aquellos de
mayor mantención.
No hay que olvidar que la forma y textura de las plantas son características más bien estables,
mientras que la floración y su colorido es transitorio.

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