Ensayo Tema de Tesis

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Asistencia, recurrencia y concurrencia a dos lugares de

encuentro sexual para hombres que tienen sexo con


hombres de la zona del Metro Salto del Agua en la Ciudad
de México durante la pandemia por Covid-19
Gerardo Alberto Hernández Aguilar

Introducción:
El siguiente ensayo presenta los resultados iniciales del proyecto de investigación titulado: “Asistencia,
recurrencia y concurrencia a dos lugares de encuentro sexual para hombres que tienen sexo con hombres de la
zona del Metro Salto del Agua en la Ciudad de México durante la pandemia por Covid-19”, que se desarrolla en
el marco del proyecto: “Habitar la ciudad en la pandemia y la post pandemia. Miradas y memorias desde la casa,
el vecindario y otros territorios”, coordinado por la Dra. María Ana Portal Ariosa.
El objetivo principal de este ensayo es mostrar algunos de los motivos por los cuales los asistentes de lugares de
encuentro sexual para hombres que tienen sexo con hombres (LESHSH) continúan asistiendo a ellos durante el
periodo de pandemia, pese a las indicaciones sanitarias de evitar lugares concurridos por el riesgo a la salud que
esto conlleva. Los datos que se presentan son resultado del primer trabajo de campo realizado durante tres meses
en dos espacios de investigación: el hotel Mazatlán y las cabinas Funny Love. Dado el contexto actual de
pandemia, el trabajo de investigación se realizó de manera online, realizando entrevistas por medio de Whatsapp
para evitar el contacto con personas, dadas las indicaciones sanitarias y respetando la privacidad de los
informantes y utilizando las redes sociales TikTok, Twitter y Facebook como un medio para contactar nuevas
personas y conocer los espacios por medio de videos, opiniones y comentarios.
Para poder adentrarme en dicho tema, en una primera parte, realizo un acercamiento al concepto de LESHSH a
través de un breve resumen sobre lo que es un lugar de encuentro sexual para hombres que tienen sexo con otros
hombres (LESHSH), acompañado de una propuesta de clasificación de estos según su origen y uso como
LESHSH en la Ciudad de México.
En una segunda parte realizo una descripción de la zona del metro Salto del Agua, en la cual se sitúan los dos
LESHSH en los cuales se concentra esta investigación: hotel Mazatlán y cabinas Funny Love, realizando una
descripción etnográfica muy breve por cuestiones de extensión, tratando de reconstruir por medio de la memoria
de los informantes las dinámicas que se realizan en el interior de ellos, las prácticas y sus concepciones acerca
de los LESHSH.
Por último, en la tercera parte se profundiza en el uso de los LESHSH durante la pandemia y la post pandemia
(como concepto inestable), enumerando los motivos encontrados que generan la asistencia, recurrencia y
concurrencia a los LESHSH durante la actual situación sanitaria, además de abordar un poco las concepciones
de salud y seguridad de los usuarios que interactúan en la asistencia durante pandemia.
A manera de contextualizar brevemente el momento histórico en el que se sitúa esta investigación, es importante
recordar tres fechas importantes que intervienen directamente en la asistencia y el uso de los LESHSH durante
la pandemia:

1. En el año 1999 se aprueba el artículo 281 bis (hoy 206) del código penal del entonces Distrito Federal
el cual tipifica como delito la discriminación por diversos motivos, incluyendo la orientación sexual, lo
cual ha generado mayor seguridad de desarrollo y libertad de las personas de la diversidad sexual en la
Ciudad de México sin necesidad de ocultamiento y garantizando el acceso a servicios y espacios.

2. La declaratoria de la Ciudad de México como Ciudad Amigable LGBTTTI realizada el 23 de


noviembre de 2015 (Irys, 2015), que ha sido entendida no sólo como una declaratoria que busca hacer
saber “que la Ciudad de México es incluyente y apoya a la comunidad lésbico, gay, bisexual, travesti,
transexual, transgénero e intersexual”, sino también como la incursión oficial e institucional en el
turismo rosa o de la diversidad sexual, entendiéndose este concepto como una estrategia internacional
que busca la atracción de un segmento de turistas pertenecientes a estas poblaciones con el fin de

obtener derramas económicas y prestigio internacional (Salinas, 2020).

3. El 29 de marzo de 2020 se ordenó la suspensión inmediata de las actividades no esenciales como una
de las medidas para evitar la propagación del virus Sars Cov 2, causante de la enfermedad de Covid 19,
además se hace un llamado a la población mexicana para evitar acudir a reuniones y llevar aislamiento
domiciliario en medida de lo posible.

Es importante mencionar que en la Ciudad de México, según datos de la encuesta LGBT+ Orgullo 2021,
elaborada por la consultora Ipsos, el 11 por ciento de la población se asume como no heterosexual (El
Financiero, 2020). La Ciudad de México es la entidad federativa del país que más garantías constitucionales ha
reconocido hacia las poblaciones de la diversidad sexual, y ha buscado la construcción de una identidad gay
(Woolfolk, 2016) que colabore en la generación de una derrama económica constante no sólo de turistas, sino de
la población local, que se suma al turismo rosa antes mencionado.
Sobre los lugares de encuentro sexual para hombres que
tienen sexo con otros hombres (LESHSH):
Los LESHSH son espacios utilizados por hombres que buscan principalmente concretar un encuentro de tipo
sexual con otro hombre generalmente desconocido y sin que exista forzosamente algún intercambio de tipo
económico o afectivo. Muchas veces se piensa en estos espacios como lugares de encuentro sexual para
hombres homosexuales, pero de esa manera se invisibilizan otras expresiones de la diversidad sexual masculina
como la bisexualidad, pansexualidad o heteroflexibilidad, entre otras, que también recurren a dichos espacios.
Es por eso que para este abordaje se emplea el término hombres que tienen sexo con hombres (HSH) como
alternativa para referirse a las prácticas homoeróticas masculinas.
Mediante un conteo superficial realizado por medio de perfiles de estos lugares en las redes sociales y por
sondeo al grupo de entrevistados, se asume que existen más de 80 LESHSH conocidos en la Ciudad de México.
No se está cerca de tener un número real ya que algunos de los LESHSH funcionan de manera local en
determinadas colonias o barrios, sin ser visibles para personas ajenas al grupo que se reúne ahí, a menos que
exista alguna invitación personal para asistir y conocerlo.
Cada uno de los LESHSH situados en la Ciudad de México tiene una personalidad propia y son muy diferentes
entre ellos. Cubren distintas necesidades relacionadas con la recreación, el esparcimiento y el disfrute sexual,
pero también conservan similitudes básicas con base en las cuales he propuesto la siguiente clasificación
tomando en cuenta su proceso de creación que sirve para categorizar de manera amplia dichos espacios:
Los LESHSH se pueden clasificar principalmente en tres tipos:

1. Lugares de apropiación (o cruising): que se refiere a cualquier tipo de lugar utilizado para mantener
relaciones sexuales de manera clandestina, ya que son espacios con un uso general distinto al sexual.
Algunos ejemplos de este tipo de LESHSH son: el último vagón del metro, algunos parques públicos
sin buena iluminación, lugares abandonados o con poco tránsito de gente como construcciones o
edificios en ruinas, entre otros lugares creados con un fin distinto al encuentro sexual. El uso de este
tipo de LESHSH es generalmente el más riesgoso de los tres en las categorías que propongo, ya que al
ser lugares públicos y al aire libre, cualquier persona puede acceder a ellos sin ningún tipo de filtro.
Esta falta de filtros de acceso es muchas veces utilizado para asaltar, extorsionar o ejercer cualquier
tipo de violencia en contra de los usuarios, no sólo por delincuentes o civiles, sino también por
personal de seguridad, incluyendo la seguridad pública, quienes saben de su existencia y lo utilizan
para solicitar sobornos a los usuarios a cambio de no arrestarlos por el uso “indebido” de los espacios.
Si bien es común para los usuarios y conocedores pensar en estos lugares como algo clandestino, es
importante replantearse el concepto de clandestinidad, ya que hace referencia a algo secreto u oculto y
muchos de los LESHSH de cruising son altamente conocidos más allá de los usuarios, aunque no
siempre se habla directamente de ellos y mucho menos por parte de las autoridades o instituciones.
Incluso hay artículos escritos sobre estos lugares en medios de gran difusión, como las revistas de gran
circulación Time Out (2017) y Dónde ir (2021), blogs especializados en recomendar y abordar los
LESHSH, videos de YouTube y tweets sobre el tema, donde se habla de los lugares, se dan direcciones
y recomendaciones para asistir.

2. Lugares de transición: son espacios que se diferencian de los lugares de apropiación o cruising, por ser
totalmente permisibles y conscientes de su uso con fines sexuales, además de otros usos como consumo
de sustancias y alcohol, los lugares de transición son lugares que fueron inicialmente creados con
múltiples usos distintos al encuentro sexual, pero la utilización constante de sus instalaciones como
lugares de LESHSH, ha generado su transición para cubrir las necesidades eróticas HSH, aunque
muchos aún mantengan la facha de su anterior giro comercial y traten de “disimular” su uso como
LESHSH por diversos motivos como evitar problemas con los permisos de uso de espacio público que
tienen o problemas vecinales, entre otros. Sin embargo en la práctica pueden modificar sus espacios
internos, dinámicas y precios para atender a la clientela HSH que acude en busca de encuentros
sexuales. Ejemplos de lugares con esta clasificación son algunos hoteles específicos donde se permite
plenamente rondar por los pasillos e intercambiar cuartos con los otros huéspedes a fin de tener
encuentros sexuales, tal como el hotel Mazatlán en el cual hemos realizado investigación, cines para
adultos que permiten el uso de las salas, baños y pasillos como espacios sexuales, baños de vapor,
cibercafés, cuartos oscuros de antros, entre otros.
Lugares de creación: que son lugares pensados completamente desde su origen para atender el creciente
mercado sexual de HSH o una variante del mercado rosa, entendiéndose esto último como el conjunto de
estrategias de mercadotecnia proyectadas específicamente sobre las personas de la diversidad sexual
(Hernández, 2020). Estos lugares pueden presentarse muchas veces con otra fachada como baños de vapor,
cabinas o sex shops, pero cuentan con más aditamentos para los distintos tipos de encuentros sexuales y no
tienen reparo en anunciar que están pensados en atender el mercado sexual de HSH. Generalmente son los más
seguros para los clientes que acuden, ya que son más transparentes que los lugares de transición y tienen
protocolos específicos de funcionamiento que cubren las necesidades y problemáticas que pueden surgir por el
uso sexual de ellos. Ejemplos de estos lugares son las cabinas Funny Love en el Centro Histórico, que será
abordado más adelante. Sodome Bath House en la colonia Anzures y el Club Tom’s en la colonia Hipódromo.

3. Sin importar el tipo de LESHSH del que se hable, es importante mencionar que los usos de estos van
más allá de solamente las prácticas sexuales, y son tan variados como el enfoque y la tolerancia que en
ellos existan, considerando que algunos de estos espacios tienen reglamentos explícitos sobre lo que no
se puede hacer o hasta códigos de vestimenta para ingresar. También es importante observar el papel
del creciente mercado rosa en México (Cocco, 2018), que ha generado la aparición de cada vez más
negocios pensados en cubrir alguna necesidad de las poblaciones de la diversidad sexual como los
LESHSH y ha originado también competencia entre ellos en precios, calidad e inovación; asimismo, la
declaración de la Ciudad de México como Amigable LGBTTI ha ocasionado cambios en las
percepciones de la diversidad sexual, tanto al interior como al exterior de estas poblaciones, y en la
forma de vivir y ejercer la sexualidad diversa.
Con esto en mente, los lugares de encuentro específicos que abordo en la investigación son dos y se encuentran
en un mismo espacio geográfico que es la zona del metro Salto del Agua. Este espacio se identifica por rodear
las estaciones de metro con este nombre, la de la línea 1 con direcciones Pantitlán- Observatorio y la de la línea
9 con direcciones Garibaldi- Constitución de 1917. Los límites de esta zona no están definidos oficialmente,
sino que forman parte de un imaginario social construido por las personas que conocen, viven, laboran o
transitan la zona y lo definen de acuerdo a sus necesidades. En este sitio se encuentran la famosa plaza de la
computación Meave, el antiguo cine Teresa, ahora utilizado para venta de artículos telefónicos y digitales, el
Hotel Virreyes en los límites del Eje central e Izazaga, la capilla de La inmaculada Concepción que fracciona
José María Izazaga y el famoso mercado San Juan, sobre la calle de López.
Para los intereses de este trabajo, la zona de Salto del Agua estará delimitada por las calles Simón Bolívar,
Doctor Andrade, República del Salvador y la avenida Fray Servando Teresa de Mier, cuadrante en el que se
localizan 6 LESHSH que son: los baños San Juan, cabinas Isabel, club Antifaz, baños Señorial, hotel Mazatlán y
cabinas Funny Love. Para este proyecto, se han seleccionado únicamente los dos finales por cuestiones de
tiempo para realizar la investigación y por las diferencias que existen entre ellos.

Hotel Mazatlán.
El hotel Mazatlán se encuentra ubicado en el número 29 del callejón Igualdad de la colonia Centro,
zona B. De acuerdo a la información proporcionada por algunos informantes y el video del influencer
“Caza chacales” (2021) en youtube, los orígenes de este hotel como LESHSH se remontan a la
década de los 90 y tiene relación con el desaparecido antro “Butterfly” que se encontraba cruzando la
avenida Izazaga. Según comentan, este espacio ya era un hotel de uso regular, pero comenzó a ser
utilizado por los asistentes al antro, algunos para travestirse en él, para ingresar al antro o como el
lugar en el cual descansar después de la fiesta. Poco a poco comenzó a saberse que en ese hotel
asistían muchos hombres después de la fiesta y que se podían tener relaciones sexuales entrando a
la habitación de alguien que se contactara ahí mismo, mientras se paga en la recepción o se recorre
el pasillo hacia la habitación. La dinámica interna fue evolucionando hasta convertirse en un lugar
únicamente para encuentros sexuales, por lo que lo considero un LESHSH de transición ya que su
uso actual es solo de encuentros sexuales y si alguna mujer o pareja heterosexual solicita habitación
les son negadas bajo el argumento de no tener cupo disponible.
En palabras de los informantes, la zona que rodea el hotel Mazatlán es bastante peligrosa, se
mencionan casos de violencias de tipo homofóbico perpetradas contra los usuarios del hotel, ya sea
antes de entrar, al salir o bien al estar afuera del lugar esperando que se desocupe una habitación
para ocuparla, ya que es muy común que se llene el lugar y se tenga que esperar afuera. Los
usuarios del hotel Mazatlán recomiendan no llegar caminando, sino en taxi o Uber, pero si por alguna
razón es así, hacerlo mientras haya iluminación o en compañía de alguien para evitar algún conflicto.
Incluso el personal del lugar sabe de las violencias a las que se exponen los clientes, pero no brindan
mayor apoyo y han ignorado esta situación cuando les han sido informadas.
La dinámica al interior del hotel Mazatlán para concretar un encuentro sexual, consiste en alquilar
una habitación, ya sea por un periodo mínimo de 5 horas, por toda una noche o por algunos días
(hay quienes acuden del viernes al domingo), el precio, comentan, depende del humor del encargado
pero es en promedio $250 por 5 horas y $350 por toda la noche.
Los usuarios recomiendan ir preparado con todo lo que se va a utilizar durante la estancia como
alimentos, bebidas alcohólicas, condones, implementos para las relaciones sexuales, bocinas,
drogas, etcétera. El hotel es completamente permisivo en el uso de las instalaciones y hay quienes
durante la pandemia lo han utilizado como antro, para poner música, bailar y beber alcohol en grupos
pequeños para evitar contacto con muchas personas como sucedería en un antro establecido.
También es famoso el hotel Mazatlán porque se puede utilizar como “picadero” es decir, que se
puede consumir drogas y llevar un “viaje” encerrado en la habitación alquilada. Una vez en la
habitación, se vuelve muy complicado salir, por lo peligroso de la zona y porque la administración no
permite reingresar, al salir se quita la llave y se pierde la habitación, además el hotel no tiene venta
de alimento y bebidas, por lo que los usuarios recomiendan acudir preparados.
En el hotel se puede notar el mobiliario viejo y deteriorado, y que casi todas las habitaciones tienen
ventanas con cortinas que se pueden abrir para permitir observar al interior de las habitaciones, para
la dinámica sexual se puede permanecer en la habitación con la puerta o la ventana abiertas
esperando que alguien llegue a la habitación para concretar un encuentro o salir de la recámara y
caminar por los pasillos (pese a la prohibición escrita en los mismos para hacerlo), conocer a
personas con las cuales entablar alguna plática y posteriormente, si se desea, una relación sexual.
La dinámica se puede considerar como discreta ya que no es común mostrar o mantener contacto
físico o sexual en las áreas comunes como pasillos o escaleras, solo pláticas y miradas; todo lo
sexual se reduce a lo privado de la habitación, aunque esta se mantenga con la ventana abierta.
Los días de mayor ocupación es de viernes a domingo, casi las 24 horas del día, ya que a veces hay
que esperar por una habitación. Aunque los asistentes son muy diferentes entre sí, es notorio que la
mayoría pasan de los 30 años, posiblemente por el tema económico. La asistencia a este lugar es
totalmente masculina, sin la presencia de hombres con ropa “femenina” o mujeres cisgénero,
transexuales o transgénero.

Cabinas Funny Love


Se encuentran ubicadas sobre el Eje Central Lázaro Cárdenas, en el número 88, 2do piso. Es
importante mencionar que en este mismo edificio, en el piso 1 hay otras cabinas del mismo nombre y
de la misma empresa pero pensada en parejas heterosexuales.
Las cabinas, forman parte de una Sex shop en donde se ofertan distintos productos relacionados con
el erotismo como juguetes sexuales, lencería, estimulantes, etcétera. En la parte trasera de la sex
shop se encuentra el acceso a las cabinas que tiene un costo de $80 e incluye una cerveza o una
botella de agua.
Las cabinas Funny love están divididas en 5 espacios principales que son: guardarropa, pasillos,
cabinas, bar y cuarto oscuro. Cada uno de estos lugares tiene su propio uso y dinámica pero sin
aislarse de los otros. En el guardarropa se reciben mochilas y bolsas que están prohibidos pasar, es
el lugar que delimita la entrada y la salida y tiene mayor iluminación. Inmediatamente pasando esta
parte se encuentran los pasillos, que sirven para mantener intercambios visuales y tocamientos leves
con el fin de atraer un encuentro sexual que generalmente es concretado en las cabinas. Las cabinas
se usan para concretar la relación sexual en privado. Existe también el bar en donde se venden
bebidas alcohólicas y cuenta con wifi y sillones para pasar un rato platicando, ahí se juntan grupos de
amigos. Por último, se encuentra el cuarto oscuro que es un espacio para practicar el sexo grupal y
anónimo ya que es muy difícil definir rostros y cuerpos de las personas de manera visual por la falta
de luz.
Los lugares pensados para el sexo como cabinas, pasillos y cuarto oscuro tienen luz tenue y a
excepción del cuarto oscuro, cuentan con luz neón roja, las cabinas tienen en su interior pantallas
donde se proyectan películas porno gay y el famoso “glory hole” que son orificios en las paredes de
la cabina donde la persona contigua puede introducir alguna parte de su cuerpo para ser tocada o
estimulada de cualquier forma.
Los usuarios entrevistados indican que las cabinas Funny Love les parecen bastante seguras,
económicas y agradables ya que siempre está limpio y hay bastante gente con la cual interactuar,
además el lugar siempre atrae gente por medio de sus redes sociales y grupos de whatsapp con los
que se mantiene en comunicación con usuarios y público nuevo, además se llevan a cabo dinámicas
como presentaciones de strippers y regalar cortesías con el fin de volverse más atractivos para la
gente.
El club es algo joven ya que fue inaugurado en el año 2018, la imagen que proyecta es
completamente fresca y de transparencia sobre su giro y su mercado, además de brindar alternativas
para sus usuarios con el fin de facilitar el acceso y disfrute sexual al interior como contar con bidé y
una regadera en los baños para el lavado íntimo, detalles que son agradecidos y muy mencionados
por los usuarios en la redes sociales. Por estas características, las cabinas Funny Love entran en la
categoría de LESHSH de creación completamente pensado en las necesidades del mercado rosa.
Las cabinas Funny Love se encuentran en un edificio utilizado como bodegas de venta al mayoreo
de artículos para telefonía celular y sobre la misma calle donde abundan este tipo de negocios,
además de muchos otros de diversos giros. Es muy destacable la zona altamente comercial en la
que se ubica y la alta afluencia de gente que hay casi todo el tiempo. Tienen un horario de 11 de la
mañana a las 10 de la noche y los días con más asistencia de gente son los fines de semana y los
miércoles, aunque todos los días hay bastante movimiento. En este lugar se prohíbe el consumo de
sustancias diferentes al alcohol o agua y los asistentes son en su mayoría entre los 20 y 35 años,
posiblemente por el costo accesible y la zona céntrica de ubicación.

Asistir en pandemia a un LESHSH


La actual crisis sanitaria que se vive a nivel mundial ha representado un gran reto, posiblemente para todas las
personas del mundo sin importar su ocupación, y esto incluye a los prestadores de servicios como los dueños de
los LESHSH. La pandemia es una de las situaciones actuales ante las que estos establecimientos deben
prepararse para brindar un mejor servicio a sus clientes, además de enfrentar los nuevos retos presentes en la
seguridad, bienestar y salud de los mismos. También ha afectado a los usuarios quienes no solo han dejado de
asistir a lugares, sino que han buscado alternativas donde se les brinde mayor seguridad sanitaria, tomado
alternativas propias para cuidar su salud en el interior de estos espacios o bien han sido contagiados de COVID-
19.
La situación con los LESHSH es que muchos de ellos permanecieron abiertos durante la pandemia a pesar de
los llamados a la ciudadanía de mantenerse en casa y suspender actividades no esenciales (Chilango, 2020). Lo
anterior puede representar un riesgo para los usuarios pero también un beneficio para ellos al ser utilizados
como espacios seguros y de esparcimiento ante el cierre de muchas otras actividades recreativas.
Por medio de las entrevistas que se han realizado a aproximadamente 9 usuarios de hotel Mazatlán y cabinas
Funny Love he detectado que el principal motivo para seguir asistiendo a LESHSH ha sido que muchos de ellos
continuaron abiertos. Esto debido a que son lugares que no están correctamente regulados dentro de los marcos
jurídicos de espacios públicos de la Ciudad de México. Es decir, en el caso del hotel Mazatlán al tener un
registro como hotel, tenía la posibilidad de operar con un aforo limitado, sin embargo este registro no cubre de
manera correcta las dinámicas que suceden al interior del establecimiento. Así mismo en el caso de las cabinas
Funny Love, es un espacio registrado como tienda de artículos para adultos y las cabinas en su interior
prácticamente no existen, por lo que hay un vacío respecto a las restricciones de uso. La falta de regulación de
LESHSH ha generado extorsiones y corrupción de parte de las autoridades para permitir su funcionamiento,
abusos y malos tratos por parte del personal de los establecimientos hacia la clientela, inseguridad al interior y
exterior para los usuarios, pero también sensación de seguridad en el desenvolvimiento de la sexualidad de
quienes asisten. Sería importante revisar más a detalle los pros y contras de una posible regulación de estos
espacios y los efectos que generarían sobre los usuarios.
El segundo motivo por el que los asistentes acuden es porque consideran los LESHSH como espacios seguros y
de encuentros entre iguales, no solamente de tipo sexual. Es decir que en palabras de un informante “se puede
estar ahí sin tener el riesgo de algún ataque por homofobia si en algún momento te comienzas a comportar de la
manera en que te gusta, aunque ésta sea considerada inapropiada por otros”:
El tercer motivo que he encontrado es la necesidad de buscar alternativas ante el estrés y los problemas
emocionales generados por la pandemia, ya que en los LESHSH a pesar de que su principal atractivo es el
encuentro sexual, no es obligatorio participar en ellos y hay quienes usan los lugares para convivir con amigos,
conocer gente nueva y durante la pandemia, escapar del confinamiento que se tiene en la casa.
El último motivo hace referencia a que no todas las personas, en este caso HSH, tuvieron la posibilidad de
guardar aislamiento ya que se veían obligados a salir por motivos laborales o personales. El salir del domicilio
para acudir a un LESHSH no significaba solo ir a éste, sino hacerlo dentro de la serie de actividades que se
tenían que realizar de manera obligatoria fuera de la casa.
El mantener contacto con usuarios de LESHSH y conocer acerca de sus experiencias me ha permitido cuestionar
las concepciones simbólicas acerca de la sexualidad y el placer (Lindon, 2020), presentes en la forma en cómo
los usuarios visualizan sus propias orientaciones y preferencias sexuales a veces con culpa y otras con gusto, las
diversas emociones que se generan con la asistencia a un LESHSH durante la pandemia como cargos de
conciencia o sensaciones de liberación,así como cuestionar las construcciones de género y el ejercicio de las
masculinidades en las dinámicas de acercamiento y establecimiento de los encuentros sexuales que se realizan
en el interior de los LESHSH. Por ejemplo, son concebidos por sus usuarios como lugares de permisividad y
libertad, pero también de tensiones entre las masculinidades y las sexualidades (Moral de la Rubia, 2016). Son
percibidos también como espacios que pueden llegar a ser violentos, donde los límites entre una invitación y el
acoso pueden variar de una persona a otra, donde existe objetización de los individuos que borran su
humanidad, pero también como espacios de convivencia horizontal, de comunidad y de solidaridad.
Otro punto importante observado es el referente a la salud y la seguridad presentes en lugares de encuentro,
donde la libertad moral y la no restricción son un factor que contribuye a diversos comportamientos y dinámicas
como el consumo de sustancias, los encuentros sexuales sin vínculos afectivos y otras prácticas sexuales no
normativas y transgresoras como el bareback (prácticas sexuales penetrativas sin uso de condón o alguna otra
medida para la prevención de infecciones de transmisión sexual ITS) (Rodríguez, 2011), Chemsex (uso de
drogas y sustancias estimulantes durante el acto sexual), entre otros. Se ha indagado sobre el riesgo de acudir a
lugares concebidos por los mismos usuarios como peligrosos, ya sea por falta de higiene o seguridad interna y al
exterior, y en estos momentos, el uso de ellos en un contexto de pandemia mundial, sin dejar de revisar la
importancia de la salud emocional en el cambio de las dinámicas de vida generado por la pandemia (Tizón,
2020) y que encuentran un escape en la asistencia a LESHSH, por lo que es importante realizar estudios a
profundidad retomando las voces de quienes acuden a ellos con el fin de comprender y buscar alternativas que
mejoren la experiencia o le resten peligrosidad.

Conclusiones
Los hallazgos hasta el momento hacen referencia al uso múltiple de los LESHSH que va más allá de lo erótico y
lo sexual, los usuarios continúan yendo a estos lugares porque los consideran libres de discriminación y además
tienen espacios para convivir, compartir, conocer gente, forjar amistades, alejarse de la cotidianidad y durante la
pandemia fueron alternativas de confianza. Los LESHS, tal y como lo menciono en el texto, permanecieron en
funcionamiento por la falta de regulación en materia legal, que sería necesario analizar en su propio espacio para
determinar la viabilidad y si existe o no una necesidad de ordenamiento para ellos, e indagar qué ventajas y
desventajas atraería para clientes, dueños y vecinos.
Como siguiente paso en esta investigación me propongo analizar los cambios que han tenido los LESHS en su
funcionamiento y los que han ocurrido en las dinámicas de asistencia por parte de los usuarios, así mismo
conocer los efectos y consecuencias que se generan por acudir durante las distintas etapas de la emergencia
sanitaria.
Por último, con las experiencias recibidas y la información obtenida al finalizar el proyecto, me planteo la
realización de una guía de seguridad para usuarios de LESHSH, con el fin de redituar un poco de lo obtenido
para este trabajo. Una vez concluido el trabajo, pretendo presentar esta guía a activistas, asociaciones e
instituciones especializadas, con el fin de promoverla y otorgar nuevas herramientas que sirvan para afrontar los
nuevos retos de ser usuario de LESHSH en la Ciudad de México

Referencias

● Chilango, (2020). C.A: el club clandestino que no respetó la pandemia, Chilango, recuperado de
https://www.chilango.com/ocio/club-clandestino-abierto-en-pandemia/ el 25 de enero de 2022

● Cocco, L. V. (2018). La creciente comunidad LGBT, un ignorado y relevante segmento del mercado
(Doctoral dissertation, Universidad de El Salvador).

● Hernández, L. N. R., Quezada, A. S. Á., & Vázquez, H. E. L. Características del pink marketing y
su efectividad en el turismo gay de Puerto Vallarta.

● Irys, S. (2015). Cronología mínima de la historia LGBTTTI en la Ciudad de México. Copred,


recuperado de:
https://copred.cdmx.gob.mx/storage/app/uploads/public/58f/920/529/58f9205295d1c227162062.pd
f el 24 de enero de 2022

● Lindón, A. La dimensión imaginaria de la vida cotidiana: la aventura del viaje placentero en la


Ciudad de México. Cultura y Representaciones Sociales, 15(29), 177-201.
● Moral de la Rubia, J., & Ramos Basurto, S. (2016). Machismo, victimización y perpetración en
mujeres y hombres mexicanos. Estudios sobre las culturas contemporáneas, 21(43).

● Rodríguez, R. Á., & Martínez, M. M. (2011). Barebacking: condiciones de poder y prácticas de


resistencia en la biopolítica de la Salud Sexual. Athenea digital, 27-49.

● Salinas, M. J. M., & Torres-Rangel, C. (2020). La tolerancia en el destino turístico, un factor de


competitividad en el desarrollo del Turismo de la comunidad

● Tizón, J. L. (2020). Salud emocional en tiempos de crisis: reflexiones desde una pandemia. Salud
emocional en tiempos de crisis, 1-182.

● Woolfolk, L., Noriega, G. N., & Ponce, P. (2016). Sexualidad, desarrollo, políticas públicas y
turismo LGBTTTI en México. TURYDES: Revista sobre Turismo y Desarrollo local sostenible,
9(21), 33.

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