Manual de Seguridad Dinamica Capitulo 1
Manual de Seguridad Dinamica Capitulo 1
Manual de Seguridad Dinamica Capitulo 1
Seguridad Dinámica e
Inteligencia Penitenciaria
Manual de
SEGURIDAD DINÁMICA E INTELIGENCIA PENITENCIARIA
NACIONES UNIDAS
Nueva York, 2015
© Naciones Unidas, Diciembre de 2015. Todos los derechos reservados. Esta publicación
no ha sido editada oficialmente. Producción editorial: Inglés, Publicaciones y Sección
bibliotecaria, Oficina de las Naciones Unidas en Viena.
© Naciones Unidas, Agosto de 2016 para la publicación en español. Todos los derechos
reservados. La impresión de la presente publicación ha sido elaborada a través del
Proyecto PANZ59 “Consolidando los avances de la reforma penitenciaria en Panamá”
de la Oficina Regional de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para
Centroamérica y el Caribe en Panamá (UNODC ROPAN). Traducción no oficial.
La traducción para el español de la presente publicación fue elaborada por el Servicio
Penitenciario Federal de la República Argentina. Las denominaciones empleadas y
la presentación del material en esta publicación no implican la expresión de ninguna
opinión por parte de la Secretaría de las Naciones Unidas sobre la condición jurídica de
países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto la delimitación de
sus fronteras o límites.
Reconocimientos
Este Manual fue preparado para la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el
Delito (UNODC) por el Prof. Dr. Shane Bryan, consultor en reforma penitenciaria y
justicia penal. Wayne Bastin (Regional Fusion and Law Enforcement Centre for Safety
and Security at Sea) y John Wilcox (UNODC) hicieron una importante contribución
al desarrollo del Manual, redactando materiales para su inclusión en los capítulos sobre
inteligencia penitenciaria y proporcionando valiosos comentarios sobre los borradores
del Manual.
Contribuyeron a lo largo del desarrollo del Manual las siguientes personas: Piera
Barzano, Shanaka Jayasekara, Joanne Jousif y Philipp Meissner (UNODC). Algunos
de los materiales incluidos en el Manual se basan en un trabajo anterior producido por
Tomris Atabay y Danny McAllister. El Manual ha sido revisado por Loraine Rossati.
iii
Contenido
Reconocimientos ..................................................................................................................... iii
Introducción ....................................................................................................................................... 1
Para quiénes fue hecho este manual ................................................................................... 1
Lo que cubre el manual ................................................................................................. 1
¿Por qué un manual? .......................................................................................................... 3
Tratar a todos los reclusos de manera humana ..................................................................4
Medidas menos restrictivas necesarias ...............................................................................6
Cómo equilibrar los tipos de medidas de seguridad ........................................................... 7
Medidas especiales de máxima seguridad ......................................................................... 8
La importancia de la inteligencia penitenciaria..................................................................9
Cómo aplicar el manual ......................................................................................................9
Anexos
1. Documento de Información de Seguridad: plantilla y guía para completarlo ................. 77
2. Informe de Inteligencia: plantilla y guía para completarlo .............................................. 85
vi
Introducción
Para quiénes fue hecho este manual
Este manual integra un conjunto de herramientas que elaboró la Oficina de las Naciones
Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) para colaborar con los diferentes países
en la implementación de la ley y el desarrollo de la reforma de la justicia penal. Está
diseñado para su utilización por parte de todos los actores involucrados en el sistema
penitenciario, incluidos quienes formulan políticas, los legisladores, los administradores
penitenciarios, los funcionarios de inteligencia penitenciaria y el personal penitenciario.
También puede resultar útil para integrantes de otros organismos encargados de hacer
cumplir la ley, organizaciones no gubernamentales y otras personas que tengan interés
o participen activamente en el campo de la justicia penal y la reforma penitenciaria. Se
puede utilizar en una gran variedad de contextos, tanto como documento de referencia
o como herramienta de capacitación.
1
2 MANUAL DE SEGURIDAD DINÁMICA E INTELIGENCIA PENITENCIARIA
En el capítulo 3, se define qué se entiende por inteligencia, antes de pasar a explicar los
fundamentos de la recopilación de información de inteligencia en los establecimientos
penitenciarios. Así, se describen los tipos de información de inteligencia y se brindan
definiciones de los términos claves que utilizan quienes practican actividades de
inteligencia. Del mismo modo, se analizan la organización y las políticas que se
requieren para que la aplicación de las actividades de inteligencia en los establecimientos
penitenciarios resulte efectiva. A continuación, se detalla el rol y la función de la Unidad
de Inteligencia Penitenciaria. Se destaca, además, la necesidad de contar con mecanismos
de salvaguardia efectivos. Se analizan cuestiones de coordinación interna y externa y se
subraya la importancia del trabajo conjunto entre diversos organismos. Por otra parte,
se examinan el rol y los beneficios de contar con funcionarios de inteligencia policial
en los establecimientos penitenciarios. El uso de reclusos informantes y de medidas de
vigilancia encubierta implica encontrar un cauto equilibrio entre los derechos de los
reclusos y la necesidad de investigar la criminalidad, lo cual se considera al final del
capítulo.
En el manual, se tienen en cuenta los desafíos a los que se enfrentan los directores de
los establecimientos penitenciarios para poder administrar establecimientos seguros,
así como la importancia de la información de inteligencia de buena calidad para
garantizar la seguridad y el ordenamiento adecuado de un establecimiento, y para que
los reclusos no tengan la posibilidad de dirigir actividades delictivas que se concreten
fuera de prisión. El objetivo de este manual es complementar las demás publicaciones
de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el
Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas
(DOMP) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
INTRODUCCIÓN 3
Humanos (ACNUDH) que describen con mayor detalle temas específicos y grupos de
reclusos2. Se debe destacar que este manual no cubre específicamente las operaciones y
la gestión de la seguridad penitenciaria y que, en tal sentido, no procura ser un manual
de seguridad.
La seguridad penitenciaria se refiere no solo a los medios por los cuales se pueden
prevenir las fugas, sino también a las medidas necesarias para evitar que los reclusos
de alto riesgo dirijan actividades delictivas desde prisión para que se concreten en el
medio libre. Entre ellas, pueden mencionarse actividades relacionadas con el crimen
organizado, el liderazgo de bandas o grupos terroristas, la dirección de acciones
vinculadas con el narcotráfico, y el intento de intimidar o corromper a testigos, jueces,
abogados o miembros del jurado.
2
UNODC: Manual para administradores penitenciarios; Manual para la gestión de archivos de prisioneros;
Manual sobre reclusos con necesidades especiales; Manual sobre mujeres y encarcelamiento. DOMP: Manual de la
gestión de los incidentes en la prisión. ACNUDH: Los derechos humanos y las prisiones (Manual de capacitación en
derechos humanos para funcionarios de prisiones; Recopilación de instrumentos internacionales de derechos humanos
relacionados con la administración de justicia; Guía para el instructor en derechos humanos para funcionarios de
prisiones; Manual de bolsillo de normas internacionales de derechos humanos para funcionarios de prisiones). Véase
también en el Centro Internacional de Estudios Penitenciarios (ICPS): La administración penitenciaria en el contexto
de los derechos humanos (segunda edición).
4 MANUAL DE SEGURIDAD DINÁMICA E INTELIGENCIA PENITENCIARIA
“Es imprescindible contar con cárceles seguras para lograr que nuestro sistema de justicia se constituya en
un arma efectiva contra el delito. Cuando los reclusos, ya sea que estén condenados o procesados, quedan
bajo nuestra custodia, deben saber, al igual que el público, que no saldrán de ese lugar hasta que se los libere
legalmente…
La contribución directa que pueden hacer nuestras cárceles para la reducción permanente de la tasa delictiva
en el país también reside en la forma en que allí se trata a los reclusos. Sin embargo, no podemos destacar
como corresponde la importancia del profesionalismo y del respeto de los derechos humanos”.
- Nelson R. Mandela (En diálogo con el Departamento de Servicios Correccionales de Sudáfrica, 1998)
Artículo 10
Toda persona privada de libertad será tratada humanamente y con el respeto debido a la dignidad inherente
al ser humano.
3Artículo 10 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; Reglas 1 y 5(1) de las Reglas Mínimas
de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Mandela); Principios 1 y 6 del Conjunto de
Principios para la protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de detención o prisión; Reglas 1 y
72.1 de las Reglas Penitenciarias Europeas; Principio I de los Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de
las Personas Privadas de Libertad en las Américas; Recomendaciones 1 a 3 de la Declaración de Kampala sobre las
condiciones penitenciarias en África; párr. 3 de la Recomendación CM/Rec(2014)3 del Comité de Ministros a los
Estados miembros relativa a los delincuentes peligrosos, Adoptada por el Comité de Ministros el 19 de febrero de 2014
en la 1192ª sesión de los Delegados de Ministros.
4Artículos 2 y 16 de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes (CAT); Artículo 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; Artículo 5 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos; Regla 1 de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los
Reclusos (Reglas Mandela).
INTRODUCCIÓN 5
Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Mandela)
Regla 1
Todos los reclusos serán tratados con el respeto que merecen su dignidad y valor intrínsecos en cuanto seres
humanos. Ningún recluso será sometido a tortura ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradan
tes, contra los cuales se habrá de proteger a todos los reclusos, y no podrá invocarse ninguna circunstancia
como justificación en contrario. Se velará en todo momento por la seguridad de los reclusos, el personal, los
proveedores de servicios y los visitantes.
Regla 36
La disciplina y el orden se mantendrán sin imponer más restricciones de las necesarias para garantizar la
custodia segura, el funcionamiento seguro del establecimiento penitenciario y la buena organización de la
vida en común.
Artículo 2
En el desempeño de sus tareas, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley respetarán y protegerán
la dignidad humana y mantendrán y defenderán los derechos humanos de todas las personas.
Regla 49
Se mantendrá el orden en la prisión teniendo en cuenta los requisitos de seguridad y de disciplina, pero
al mismo tiempo asegurando a los detenidos unas condiciones de vida que respeten la dignidad humana y
ofreciéndoles un programa completo de actividades, de acuerdo con la regla 25.
Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas Privadas de Libertad en las Américas
Principio I
Toda persona privada de libertad que esté sujeta a la jurisdicción de cualquiera de los Estados Miembros de
la Organización de los Estados Americanos será tratada humanamente, con irrestricto respeto a su dignidad
inherente, a sus derechos y garantías fundamentales, y con estricto apego a los instrumentos internacionales
sobre derechos humanos.
En particular, y tomando en cuenta la posición especial de garante de los Estados frente a las personas
privadas de libertad, se les respetará y garantizará su vida e integridad personal, y se asegurarán condiciones
mínimas que sean compatibles con su dignidad.
Se les protegerá contra todo tipo de amenazas y actos de tortura, ejecución, desaparición forzada, tratos o
penas crueles, inhumanos o degradantes, violencia sexual, castigos corporales, castigos colectivos,
intervención forzada o tratamiento coercitivo, métodos que tengan como finalidad anular la personalidad o
disminuir la capacidad física o mental de la persona.
Sin embargo, puede resultar necesario y legítimo limitar ciertos derechos para mantener
la seguridad. También es posible que se requieran medidas de seguridad adicionales
para garantizar que los reclusos no se darán a la fuga y que no provocarán autolesiones
6 MANUAL DE SEGURIDAD DINÁMICA E INTELIGENCIA PENITENCIARIA
5Regla 36 de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas
Mandela); Reglas 3 y 18.10 de las Reglas Penitenciarias Europeas; párr. 4 de la Recomendación CM/Rec(2014)3
del Comité de Ministros a los Estados miembros relativa a los delincuentes peligrosos (Adoptada por el Comité de
Ministros el 19 de febrero de 2014).
6Para obtener información sobre el debate de la prueba de la aplicación de los principios de proporcionalidad,
legalidad, rendición de cuentas, necesidad y no discriminación (PLANN, por sus siglas en inglés) en relación con
las decisiones relativas al régimen de aislamiento, véase el párr. 55 de los Estándares del Comité Europeo para la
Prevención de la Tortura y de las Penas o Tratos Inhumanos o Degradantes (CPT) de 2002 (Rev. 2013). Véanse
también los párrs. 52 a 54 del Memorando EXplicativo de la Recomendación CM/Rec(2014)3 del Comité de Ministros
a los Estados miembros relativa a los delincuentes peligrosos, Adoptada por el Comité de Ministros el 19 de febrero
de 2014 en la 1192ª sesión de los Delegados de Ministros.
INTRODUCCIÓN 7
“El concepto de la seguridad dinámica implica que el personal penitenciario subalterno debe que estar
capacitado y motivado para desarrollar buenas relaciones personales con los reclusos, para entenderlos y
comprenderlos como individuos, para ofrecerles ayuda en sus problemas personales con empatía y para
involucrarse con ellos mediante un diálogo con un sentido particular.
Los reclusos se contactan con mayor frecuencia y de manera continua con el personal subalterno. La naturaleza
de las interacciones diarias con estos integrantes del personal ejerce una gran influencia en las conductas
y las actitudes de los reclusos. Las interacciones positivas tienden a reducir las actitudes y las conductas
destructivas y favorecen el trabajo constructivo con los detenidos. Asimismo, la seguridad dinámica permite
que el personal se dé cuenta con mayor facilidad de las conductas alarmantes por parte de un recluso, como
tentativas de fuga, episodios de violencia entre reclusos o contra el personal, el contrabando de artículos
prohibidos, etc.
La seguridad dinámica (…) ofrece la posibilidad de proporcionar información de advertencia antes de que
se produzcan ciertos incidentes no deseados. Esto permite que el personal penitenciario tome medidas
preventivas para desalentar que se produzcan potenciales incidentes peligrosos”.
Párr. 73 de la Recomendación REC (2003)23 (Adoptada por el Comité de Ministros del Consejo de Europa el
9 de octubre de 2003), relativa a la Gestión de las administraciones penitenciarias de condenados a cadena
perpetua y a otras penas de larga duración.
8 MANUAL DE SEGURIDAD DINÁMICA E INTELIGENCIA PENITENCIARIA
7Reglas 43(1), 44 y 45 de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos
(Reglas Mandela); véanse también el Principio 7 de los Principios básicos para el tratamiento de los reclusos de
las Naciones Unidas; la Declaración de Estambul sobre la utilización y los efectos de la reclusión en régimen de
aislamiento, adoptada el 9 de diciembre de 2007 en el Simposio internacional sobre el trauma psicológico en Estambul;
y los párrs. 75, 76, 80, 81 y 84 del Informe del Relator Especial sobre la tortura, del 5 de agosto de 2011, A/66/268.
8Párr. 6 del Artículo 7 de la Observación General 20 del Comité de Derechos Humanos (1992).
INTRODUCCIÓN 9
9Regla 76(1)(c) de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas
Mandela); párr. 32 de los Estándares del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y de las Penas o Tratos
Inhumanos o Degradantes (CPT) de 2002 (Rev. 2013).
10 MANUAL DE SEGURIDAD DINÁMICA E INTELIGENCIA PENITENCIARIA
PRINCIPIOS CLAVES
• Todos los reclusos serán tratados con el respeto que merecen su dignidad y valor intrínsecos en cuanto
seres humanos. Ningún recluso será sometido a tortura ni a otros malos tratos. No se los deberá
humillar y tendrán acceso a condiciones materiales apropiadas, a alimentación nutritiva, adecuadas
instalaciones sanitarias, así como acceso al agua, atención médica y contacto con sus familias.
• La cantidad de reclusos que se encuentran alojados en condiciones de alta seguridad deberá se la
mínima indispensable, y deberá estar basada en evaluaciones de riesgo y necesidades individuales.
• Todos los reclusos, incluidos los de alto riesgo, deben estar sujetos a las medidas menos restrictivas
necesarias para la protección del público, de otros reclusos y del personal. Toda restricción que se
aplique a los reclusos de alto riesgo debe respetar los principios de necesidad, proporcionalidad,
rendición de cuentas y no discriminación.
• Se debe mantener un equilibrio entre el uso legítimo de las medidas de seguridad y el respeto de
los derechos humanos fundamentales de los reclusos. La limitación de ciertos derechos jamás debe
socavar su dignidad y valor intrínsecos en cuanto seres humanos.
• En el caso de todos los reclusos, se debe mantener un equilibrio entre los aspectos físico, procedimental
y dinámico de la seguridad.
• La inteligencia penitenciaria constituye un elemento fundamental de la seguridad dinámica efectiva,
y puede ayudar a prevenir fugas, disturbios y criminalidad en los establecimientos penitenciarios.
Capítulo 1
Marco y funciones de la seguridad
penitenciaria
Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Mandela)
Regla 5
(1) El régimen penitenciario procurará reducir al mínimo las diferencias entre la vida en prisión y la vida en
libertad que tiendan a debilitar el sentido de responsabilidad del recluso o el respeto a su dignidad como ser
humano.
Regla 89
(2) Convendrá establecer diversos grados de seguridad conforme a lo que sea necesario para cada grupo.
Reglas Penitenciarias Europeas
Regla 51
(1) Las medidas de seguridad aplicadas a los detenidos serán las mínimas necesarias para asegurar la seguridad
de su detención.
Regla 53
(1) Sólo en circunstancias excepcionales se recurrirá al empleo de medidas de seguridad o de alta seguridad.
(2) Se establecerán procedimientos claros a seguir, cuando se apliquen dichas medidas a los detenidos.
(3) La legislación nacional determinará la naturaleza de estas medidas, su duración y los motivos de su
aplicación.
(4) La autoridad competente aprobará, en cada caso y para un periodo determinado, la aplicación de dichas
medidas.
Seguridad física
Uno de los aspectos fundamentales de la seguridad penitenciaria es la seguridad física
de la institución. Entre los diferentes aspectos de la seguridad física, se incluyen la
arquitectura de los edificios donde funcionan los establecimientos penitenciarios la
solidez de los muros de esos edificios, las rejas de las ventanas, las puertas y las paredes
de las unidades de alojamiento, así como las especificaciones de los cercos y las murallas
perimetrales y las torres de vigilancia. Asimismo, se puede mencionar la disponibilidad
de dispositivos de soporte para la coerción física, como cerraduras, cámaras y sistemas
de alarma (internos y externos), escáneres de rayos X, detectores de metal, radios,
esposas y similares.
11
12 MANUAL DE SEGURIDAD DINÁMICA E INTELIGENCIA PENITENCIARIA
Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Mandela)
Regla 47
(1) Se prohibirá el empleo de cadenas, grilletes y otros instrumentos de coerción física que por su naturaleza
sean degradantes o causen dolor.
(2) Otros instrumentos de coerción física solo podrán ser utilizados cuando la ley los autorice y en los
siguientes casos:
(a) como medida de precaución contra la evasión durante un traslado, siempre que sean retirados en el
momento en que el recluso comparezca ante una autoridad judicial o administrativa;
(b) por orden del director del establecimiento penitenciario, si han fracasado los demás métodos de
control, a fin de impedir que el recluso se lesione a sí mismo o lesione a terceros, o que produzca
daños materiales, en cuyos casos el director deberá alertar inmediatamente al médico u otros
profesionales de la salud competentes e informar a la autoridad administrativa superior.
Regla 48
(1) Cuando la utilización de instrumentos de coerción física esté autorizada de conformidad con el párrafo 2
de la regla 47 habrán de aplicarse los siguientes principios:
(a) emplear instrumentos de coerción física únicamente cuando ninguna otra forma menor de control
CAPÍTULO 1 MARCO Y FUNCIONES DE LA SEGURIDAD PENITENCIARIA 13
(2) No se utilizarán instrumentos de coerción física en el caso de las mujeres que estén por dar a luz, ni
durante el parto ni en el período inmediatamente posterior.
Regla 49
La administración penitenciaria tratará de utilizar técnicas de control para evitar la necesidad de imponer
instrumentos de coerción física o reducir el carácter invasivo de esos instrumentos, y ofrecerá capacitación
en esas técnicas.
Reglas Penitenciarias Europeas
Regla 68
(1) Estará prohibido el uso de cadenas y de grilletes.
(2) Estará prohibido el uso de esposas, camisas de fuerza y otros tipos de instrumentos de inmovilización
corporal, excepto que:
(a) sean necesarios para prevenir fugas durante un traslado, y siempre que se retiren cuando el detenido
comparezca ante una autoridad judicial o administrativa, salvo que dicha autoridad decida lo
contrario; o
(b) por orden del director, cuando hayan fracasado otros métodos de control, a fin de impedir que un
detenido se lesione, lesione a terceros o provoque serios daños materiales, y siempre que en dichas
circunstancias el director informe de inmediato al médico y mande un informe a una autoridad
penitenciaria superior.
(3) No se usarán los instrumentos de inmovilización más tiempo del que sea estrictamente necesario.
(4) El modo en el que se usarán los instrumentos de inmovilización quedará recogido en la legislación nacional.
Estas medidas ayudan a garantizar que los vehículos que contienen explosivos no
lleguen al perímetro. Asimismo, la zona que rodea el perímetro debe estar libre de
vegetación y construcciones, a fin de posibilitar líneas claras de visión y un espacio
susceptible de defensa.
Seguridad procedimental
En muchas jurisdicciones, el patrimonio carcelario abarca un diverso conjunto de
edificios, muchos de los cuales datan de siglos anteriores; otros constituyen antiguos
campamentos militares y muy pocos de ellos son establecimientos penitenciarios
modernos construidos para el fin perseguido. A menudo se descuida la estructura física
de estas viejas cárceles, entre cuyas características se destacan la visibilidad deficiente y
el bloqueo de las líneas de visión. El refuerzo de las estructuras internas no suele ser de
los estándares más recientes. Por lo tanto, resulta imprescindible que la seguridad física
se complemente con otras formas de seguridad.
Los procedimientos establecen el mejor modo en se debe realizar una tarea y garantizan
la aplicación coherente dentro de cada establecimiento penitenciario y a lo largo de
cada uno de ellos. Los procedimientos son tan importantes como las políticas. Las
políticas definen lo que se debe hacer. Los procedimientos (a) detallan cómo llevar a
cabo las políticas; (b) constituyen una serie de medidas que se toman para llegar a una
meta final; (c) definen los mecanismos para exigir el cumplimiento de una política y (d)
sirven como guía de referencia rápida en tiempos de crisis. Constituyen la base de la
capacitación del personal y ayudan a eliminar el problema de un único punto de fallo.
Los procedimientos de buena calidad cuentan con las siguientes características: son
escritos y se presentan en un estilo y formato claro y accesible; se formulan de manera
oportuna para su adecuada implementación, tan pronto como sea posible y sin excluir
material relevante; son accesibles y están disponibles; se pueden reproducir y pueden
estar sujetos a actualizaciones o ser eliminados.
El tercer elemento clave de una seguridad efectiva está dado por la seguridad dinámica,
la cual se describe detalladamente en el capítulo 3.
Evaluación y categorización
Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Mandela)
Regla 89
(2) Convendrá establecer diversos grados de seguridad conforme a lo que sea necesario para cada grupo.
Reglas Penitenciarias Europeas
Regla 51
(3) Se evaluará, tan pronto como sea posible después de su ingreso, al detenido para determinar:
(a) el riesgo que supondría para la sociedad en caso de fuga;
(b) la probabilidad de que intente fugarse solo o con la ayuda de cómplices externos.
(4) Se someterá a los detenidos a un régimen de seguridad acorde con el nivel de riesgo identificado.
Regla 52
(1) Tan pronto como sea posible después de su ingreso, se evaluará al detenido para determinar si supone
un riesgo para la seguridad de los demás detenidos, del personal penitenciario o de las personas que
trabajan en la prisión o la visitan regularmente, así como para establecer si supone un riesgo para sí
mismo.
16 MANUAL DE SEGURIDAD DINÁMICA E INTELIGENCIA PENITENCIARIA
Regla 53
(5) Toda decisión de ampliación del periodo de aplicación deberá ser aprobada nuevamente por la autoridad
competente.
A los reclusos no les gusta estar en prisión, pero la mayoría de ellos acepta la situación.
Mientras se los someta a las medidas de seguridad adecuadas y se les brinde un
trato justo, no procurarán darse a la fuga o alterar seriamente la rutina habitual del
establecimiento penitenciario. Por otro lado, habrá una pequeña cantidad de reclusos
que bien podrá hacer todo lo que esté a su alcance para intentar una fuga. Esto significa
que las autoridades penitenciarias deben poder acceder al riesgo que presenta cada
recluso en particular a fin de garantizar que cada uno de ellos cuente con las condiciones
adecuadas de seguridad, para que ellas no resulten ni excesivas ni insuficientes. Los
diferentes niveles de riesgo requieren diferentes niveles de seguridad.
Existen diversos motivos por los cuales las medidas de seguridad a las que se somete
a los reclusos deberían ser las mínimas necesarias para lograr un entorno de encierro
seguro. Según investigaciones, se ha llegado a la conclusión de que cuanto menor sea la
cantidad de reclusos de alta seguridad, mayor será la conciencia del personal respecto de
tales reclusos y las posibilidades de concentrar la atención en ellos. Asimismo, los niveles
bajos de seguridad suelen ir acompañados de un trato más humano, en comparación
con los niveles de mayor seguridad. Es por ello que mantener la menor cantidad posible
de reclusos en condiciones de alta seguridad sería una buena práctica para respetar los
derechos humanos. En realidad, la seguridad es costosa, por lo que a mayor cantidad de
reclusos alojados en condiciones de alta seguridad, mayor será el costo para el Estado.
Evaluación de riesgos
La administración penitenciaria debe realizar una atenta evaluación de riesgos. Es
imprescindible que la evaluación de riesgos distinga entre los cuatro tipos de riesgo
predominantes:
• Riesgo de fuga.
• Riesgo de violencia hacia el personal, otros reclusos y visitas.
• Riesgo al orden debido.
• Riesgo de que los reclusos dirijan actividades delictivas desde dentro de los
establecimientos penitenciarios para que se concreten fuera de prisión (por
ejemplo, participar de actividades relacionadas con el crimen organizado,
actividades de bandas o grupos terroristas, el narcotráfico, y la intimidación o
corrupción de testigos, jueces, abogados o miembros del jurado).
satisfacción de que el riesgo de los reclusos se está reduciendo, a fin de sugerir el traslado
progresivo hacia instituciones de menor seguridad y de que el riesgo se redujo a un nivel
aceptable, compatible con la protección de la seguridad pública, para recomendar la
liberación.
Se han identificado una gran cantidad de criterios para evaluar el riesgo de fuga, los
cuales normalmente incluyen los siguientes:
En relación con los infractores condenados por delitos vinculados con el terrorismo o
con aquellos que son excesivamente violentos, es muy importante comprender que no
todas las personas son iguales. Las motivaciones, las circunstancias y los motivos por los
18 MANUAL DE SEGURIDAD DINÁMICA E INTELIGENCIA PENITENCIARIA
cuales los individuos cometen el mismo tipo de delitos suelen ser variados y complejos.
La evaluación de riesgos en este tipo de infractores se debe informar mediante la
compleja comprensión de las características de la organización a las que pertenecen y
de sus motivaciones10.
Categorización y distribución
Luego de una evaluación de riesgos pormenorizada, los reclusos serán categorizados
según el nivel de seguridad adecuado en el que deberán estar alojados. La categorización
de reclusos también es imprescindible para decidir su distribución a un establecimiento
penitenciario apropiado y, junto con los hallazgos relativos a la evaluación de riesgos y
necesidades, constituye la base para el desarrollo de planes de condena individualizados.
Por otra parte, deberían aplicarse consideraciones especiales para los reclusos con
Los procesados también pueden estar sujetos a condiciones de alta seguridad, como
reclusos de potencial alto riesgo. Este sería el caso si hubiera una alta probabilidad de
que fueran evaluados como de alto riesgo en caso de ser condenados. La evaluación de
riesgos preliminar se puede hacer sobre la base del delito del cual se los acusa y de los
informes adicionales de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en cuanto
a sus antecedentes, asociación a alguna banda criminal u organización terrorista y las
circunstancias de los delitos, entre otras cuestiones.
Recuento y control
Recuento de reclusos
El sistema y los procedimientos para el recuento de reclusos resultan cruciales para
la seguridad de los establecimientos penitenciarios, así como para la seguridad del
personal y de los internos. Un recuento es la confirmación física de la cantidad de
internos que se encuentran en determinadas ubicaciones. La cantidad de internos de
cada área se compara con la cantidad asignada al mismo lugar. Los procedimientos
deberían establecer:
Por ejemplo, el personal penitenciario debería estar ejerciendo su función, al estar a cargo
de un grupo de reclusos, de contar la cantidad de detenidos y asumir la responsabilidad
de estar a cargo y supervisar a cada uno de los detenidos del grupo hasta que el relevo
lo reemplace para hacerse cargo y supervisar a estos reclusos.
20 MANUAL DE SEGURIDAD DINÁMICA E INTELIGENCIA PENITENCIARIA
Control de desplazamientos
“La gestión efectiva del desplazamiento de reclusos dentro de un establecimiento penitenciario depende de
los siguientes factores:
• Niveles de personal proporcionales a la cantidad de reclusos.
• El nivel de aptitudes y competencia del personal.
• La disposición o la configuración del establecimiento.
• La efectividad de la infraestructura de la seguridad estática.
• La capacidad de clasificar y separar las categorías de reclusos eficazmente”.
• DOMP de las Naciones Unidas: Manual de la gestión de los incidentes en la prisión, 2013, pág. 26.
Registro
Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Mandela)
Regla 50
Los registros se realizarán de un modo que respete la dignidad intrínseca del ser humano y la intimidad de las
personas, así como los principios de proporcionalidad, legalidad y necesidad.
Regla 51
Los registros no se utilizarán para acosar ni intimidar al recluso ni para inmiscuirse innecesariamente en
su intimidad. A efectos de rendir cuentas, la administración penitenciaria dejará debida constancia de los
registros que se lleven a cabo, en particular de los registros personales sin ropa, los registros de los orificios
corporales y los registros de las celdas, así como de los motivos de esos registros, la identidad de quienes los
llevaron a cabo y los resultados obtenidos.
Regla 52
(1) Los registros invasivos, como los registros personales sin ropa y los registros de los orificios corporales,
solo se efectuarán cuando sean absolutamente necesarios. Se alentará a las administraciones penitenciarias
a idear y poner en práctica alternativas adecuadas a los registros invasivos. Los registros invasivos se harán en
privado y por personal calificado del mismo sexo que el recluso.
(2) Los registros de los orificios corporales solo los podrán hacer profesionales médicos calificados que no
sean los principales responsables de la atención del recluso o, como mínimo, miembros del personal que
hayan sido adecuadamente capacitados por profesionales médicos en cuanto a las normas de higiene, salud
y seguridad.
Regla 60
(2) Los procedimientos de registro y entrada no podrán ser degradantes para los visitantes y se regirán por
principios cuando menos tan protectores como los que figuran en las reglas 50 a 52. Se evitarán los registros
de los orificios corporales y no se emplearán con niños.
Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas Privadas de Libertad en las Américas
Principio XXI
Los registros corporales, la inspección de instalaciones y las medidas de organización de los lugares de
privación de libertad, cuando sean procedentes de conformidad con la ley, deberán obedecer a los criterios
de necesidad, razonabilidad y proporcionalidad.
Los registros corporales a las personas privadas de libertad y a los visitantes de los lugares de privación
de libertad se practicarán en condiciones sanitarias adecuadas, por personal calificado del mismo sexo, y
deberán ser compatibles con la dignidad humana y con el respeto a los derechos fundamentales. Para ello,
los Estados Miembros utilizarán medios alternativos que tomen en consideración procedimientos y equipo
tecnológico u otros métodos apropiados.
de libertad, deberán realizarse por autoridad competente, conforme a un debido procedimiento y con respeto
a los derechos de las personas privadas de libertad.
Reglas Penitenciarias Europeas
Regla 54
(1) El personal se ceñirá a un procedimiento detallado cuando realice inspecciones de:
(a) los lugares donde viven, trabajan y se reúnen los detenidos;
(b) los detenidos;
(c) los visitantes y sus bienes, y
(d) el personal penitenciario.
(2) La legislación nacional establecerá las situaciones en las que se pueden llevar a cabo inspecciones y
registros, así como su naturaleza.
(3) Se formará al personal para que lleve a cabo estas inspecciones con objeto de detectar y prevenir cualquier
intento de fuga o de ocultamiento de artículos de contrabando, pero respetando al mismo tiempo la dignidad
de las personas y sus bienes personales.
(5) El personal encargado de registrar será del mismo sexo que la persona registrada.
(7) Un examen íntimo en el marco de un registro sólo podrá ser realizado por un médico.
(8) El detenido estará presente cuando se registren sus efectos personales, a menos que las técnicas del
registro o el daño potencial al personal lo impida.
Los reclusos pueden violar la seguridad física de la celda mediante la alteración de las
rejas, las cerraduras u otras medidas de seguridad física, incluidos los muros, los techos
y los pisos. Los establecimientos penitenciarios deberían contar con procedimientos
implementados para efectuar verificaciones de las estructuras en los lugares de
alojamiento con una frecuencia compatible con sus necesidades individuales.
Los reclusos deben estar presentes cuando se registran sus bienes personales, salvo
que las técnicas de investigación o una potencial amenaza al personal lo impidan. El
personal también debería asegurarse de que el registro se complete de conformidad con
los procedimientos en cuanto a que no deben permitir que los reclusos los intimiden o
los distraigan.
Comunicaciones y vigilancia
Los reclusos conservan, dentro de ciertos límites, sus derechos humanos y libertades,
incluyendo su derecho a la vida familiar y a no permanecer totalmente aislados de la
sociedad. En algunas circunstancias y por razones de seguridad, se les puede negar, a los
reclusos el contacto físico con amigos y familiares. La obligación de la administración
penitenciaria en cuanto a fomentarla comunicación con el mundo exterior debe ser
equilibrada y a su vez considerar los riesgos asociados con la posibilidad que tienen
los reclusos de comunicarse con personas del medio libre. La administración de la
comunicación se debe efectuar con el objetivo de prevenir el delito, inhibir el tráfico
de artículos prohibidos, asegurar la protección de la población para que no reciba
comunicaciones no deseadas y asimismo evitar fugas.
Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Mandela)
Regla 58
(1) Los reclusos estarán autorizados a comunicarse periódicamente, bajo la debida vigilancia, con su familia
y amigos:
(a) por correspondencia escrita y por los medios de telecomunicaciones, electrónicos, digitales o de otra
índole que haya disponibles; y
(b) recibiendo visitas.
Regla 43
(3) Entre las sanciones disciplinarias o medidas restrictivas no podrá figurar la prohibición del contacto con
la familia. Solo se podrán restringir los medios de contacto familiar por un período limitado y en la estricta
medida en que lo exija el mantenimiento de la seguridad y el orden.
Regla 63
Los reclusos tendrán oportunidad de informarse periódicamente de las noticias de actualidad más importantes,
sea mediante la lectura de diarios o revistas o de publicaciones especiales del establecimiento penitenciario,
sea mediante emisiones de radio, conferencias o cualquier otro medio similar, autorizado o controlado por la
administración del establecimiento penitenciario.
Regla 88
(1) En el tratamiento de los reclusos no se recalcará el hecho de su exclusión de la sociedad, sino, por el
contrario, el hecho de que continúan formando parte de ella. Con ese fin se buscará, en lo posible, la
cooperación de organismos de la comunidad que ayuden al personal del establecimiento penitenciario en la
tarea de reinsertar a los reclusos en la sociedad.
Regla 106
Se velará particularmente por el mantenimiento y mejoramiento de las relaciones entre el recluso y su familia
que redunden en beneficio de ambas partes.
Regla 107
Se tendrá debidamente en cuenta, desde el comienzo de la ejecución de la pena, el porvenir del recluso
después de su liberación, y se alentará y ayudará al recluso a que mantenga o establezca relaciones con
personas u organismos externos que puedan favorecer su reinserción social y el interés superior de su familia.
Véanse también las Reglas 24.1 a 24.12 de las Reglas Penitenciarias Europeas y el Principio XVIII de los
Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas Privadas de Libertad en las Américas.
Los contactos externos de los reclusos deben ser considerados como derechos y no
como privilegios. Por lo tanto, no deben ser utilizados ni como recompensa ni como
sanciones. De este modo, no resulta aceptable privar a los reclusos de sus contactos
como método de sanción disciplinaria, excepto cuando el delito tenga que ver con el
CAPÍTULO 1 MARCO Y FUNCIONES DE LA SEGURIDAD PENITENCIARIA 25
Existen cinco formas básicas de contacto con el exterior: cartas, visitas, llamadas
telefónicas, salidas del establecimiento penitenciario, y libros, diarios e internet.
Cualquier contacto con el mundo exterior puede generar algunas preocupaciones
relacionadas con la seguridad, particularmente en el caso de los reclusos de máxima
seguridad. Por lo tanto, es importante encontrar formas en que se puedan mantener
niveles adecuados de contacto, sin poner en riesgo la seguridad del establecimiento. En
general, esto resultará posible siempre que el personal comprenda que tanto la seguridad
como el contacto con el mundo exterior son elementos igualmente importantes en el
desempeño de su difícil tarea.
Asimismo, se debe disponer de acuerdos para controlar el acceso de los reclusos a las
tecnologías de la información y a internet.
Todos los establecimientos penitenciarios deben contar con sistemas que permitan,
dentro de un ámbito seguro, la recopilación y la evaluación de información relacionada
con la seguridad y temas afines, que guarden conformidad con la legislación nacional,
con el fin de cumplir los objetivos de seguridad e inteligencia. Todo el personal
debería tener la responsabilidad de recabar información de seguridad de manera activa
para luego informarla al Departamento de Seguridad. El tema de la recopilación de
información de inteligencia penitenciaria, en forma manifiesta y encubierta, así como
su respectivo análisis está desarrollado en detalle en los capítulos 3 y 4.
26 MANUAL DE SEGURIDAD DINÁMICA E INTELIGENCIA PENITENCIARIA
• Evaluación y categorización.
• Recuento y control.
• Registro.
• Comunicaciones y vigilancia.
La estrategia de seguridad local debería establecer los arreglos necesarios para cumplir
con los requisitos de cada una de las cuatro o más funciones comprendidas en el marco
de la seguridad nacional.
Este documento, elaborado por la dirección del establecimiento local, debería especificar
los procedimientos que puedan cumplir con el marco nacional y, a su vez, reflejar las
necesidades de seguridad particulares de cada establecimiento penitenciario.
En el ámbito penitenciario, resulta crucial para la gestión asegurar que todo el personal
sea consciente de los conceptos de seguridad física, procedimental y dinámica, así como
crear las estructuras necesarias para que el personal se sienta respaldado en el ejercicio
de la autoridad. La buena práctica indica que deberían existir cuatro componentes a
ser tenidos en cuenta para la estructura de gestión de la seguridad local: el director
del establecimiento penitenciario, quien tiene la responsabilidad operacional total de
la seguridad del establecimiento; un comité de seguridad, para asesorar al director de
todos los aspectos relacionados a la seguridad; una persona encargada de la seguridad y
un departamento de seguridad responsable; y el personal penitenciario que es colectiva
e individualmente responsable de mantener niveles de seguridad apropiados de forma
constante. Con frecuencia y de manera acertada, se suele leer en carteles dispuestos
dentro de los establecimientos que la “seguridad es responsabilidad de todos”.
Auditoría de la seguridad
Las investigaciones llevadas a cabo con referencia a fugas de establecimientos
penitenciarios revelaron que solo en pocas ocasiones, el mal funcionamiento de los
sistemas de cierre o de detección electrónica, alambres de púa insuficientes, u otras
deficiencias en las estructuras físicas o tecnológicas, resultaron ser la razón de dichas
fugas. Las fallas más serias en cuanto a seguridad resultaron estar relacionadas con un
miembro del personal o con varios de ellos, quienes habían “simplificado” su trabajo, no
sabían que se esperaba de ellos, o simplemente no cumplieron con los procedimientos
de seguridad establecidos. Aunque las deficiencias en las estructuras físicas pudieron
haber contribuido con el problema, el hecho de que el personal no cumpliera con
actividades relacionadas a temas de seguridad resulto ser la raíz del problema. En
otras palabras, las causas de los mayores fracasos del sistema de seguridad fueron las
deficiencias resultantes de la relación “personal-sistema”, y no aquellas de la relación
“estructura física-sistema”.
Las auditorías externas tienden a ser más objetivas y exhaustivas. Pueden ser
comunicadas previamente o no. La ventaja de no ser comunicadas reside en que la
institución es observada en una condición operativa más aproximada a la condición
normal. La ventaja de las auditorías comunicadas con anterioridad reside en que la
institución cuenta con la oportunidad de preparar y corregir las condiciones que
presentan deficiencias antes de llevarse a cabo la auditoría. Algunas jurisdicciones han
observado que resulta efectiva la combinación de ambos tipos de auditorías, con un
cronograma aleatorio para realizar auditorías sin comunicación previa.
Evaluación encubierta
La evaluación encubierta es una prueba planeada, organizada, realista, pero no
comunicada, de los procesos, procedimientos y equipamiento de seguridad. El objetivo
principal de la política de la evaluación encubierta es:
necesitaran pasar un número de medidas de seguridad para llevar a cabo una fuga. El
hecho de contar con varias barreras disminuye la posibilidad de que el recluso pueda
escaparse o que una persona no autorizada pueda ingresar al establecimiento.
Las barreras de seguridad pueden tener diferentes formas. Las barreras físicas (paredes,
alambrados, puertas, rejas) y los sistemas de detección y vigilancia (cámaras CCTV,
sistemas de detección de movimiento, puntos de vigilancia, puestos de guardia, sistemas
de rastreo) pueden suministrar barreras primarias de seguridad. Los procedimientos
simples pueden ofrecer barreras de seguridad adicionales a bajo costo o sin costo
alguno. El hecho de que el personal tome consciencia de la seguridad también puede
crear una barrera de seguridad invisible, pero muy efectiva. Se puede considerar que
los mecanismos de intervención son una barrera de seguridad, ya que la intervención
rápida y efectiva del personal puede impedir intento de fuga.
PRINCIPIOS CLAVES
• Todo recluso debería ser alojado con mecanismos de seguridad acordes a los niveles de riesgo de fuga
que presenta.
• Se deberían implementar mecanismos de seguridad apropiados con el fin de asegurar que los internos
de alto riesgo no puedan perpetrar una fuga y, al mismo tiempo, los derechos humanos deben ser
siempre tenidos en cuenta y respetados.
• Se deberá disponer de la suficiente seguridad física con el fin de disuadir y evitar la fuga de reclusos.
• Se debería implementar un sistema sólido de procedimientos de seguridad, los cuales se deberían
aplicar de manera coherente.
• Se debería alentar al personal para que construya relaciones profesionales efectivas con los reclusos
como parte de los mecanismos de seguridad dinámica.
• Se debería alojar y considerar a los reclusos de forma apropiada a lo largo de su detención y también se
debería contar con un manejo eficiente del ingreso y los desplazamientos dentro del establecimiento,
así como de los elementos que pudieran representar un riesgo para la seguridad.
• Se deberían llevar a cabo procedimientos de registro para detectar y desalentar amenazas que afecten
la seguridad o el control del establecimiento penitenciario.
• Se deberían utilizar los círculos concéntricos de protección a fin de reducir los riesgos de fuga, dado
que estos contribuyen a detectar, desalentar, demorar y responder ante posibles tentativas de fuga.
• Se debería implementar un marco de seguridad nacional como documento fuente para suministrar
a los establecimientos la información y los lineamientos necesarios a fin de mantener altos niveles de
seguridad y de cumplir con el objetivo de evitar fugas.
• Se debería implementar una estrategia de seguridad local en cada establecimiento penitenciario
que tenga en cuenta el análisis de riesgos local, refleje la seguridad física y procedimental local,
considere las categorías de los reclusos alojados en el establecimiento, e identifique al personal,
el equipamiento y los recursos necesarios para llevar a cabo cada una de las principales tareas de
seguridad (categorización y evaluación, recuento y control, registro, y comunicaciones y vigilancia).
• Se debería establecer un programa integral de auditoría de seguridad a nivel local y nacional para
evaluar los sistemas de seguridad y su implementación operativa.
• Se deberían gestionar mecanismos para evaluar el equipamiento, los procedimientos y los procesos
de seguridad.
CAPÍTULO 1 MARCO Y FUNCIONES DE LA SEGURIDAD PENITENCIARIA 33