Embarazo Adolescente: Trabajo Integrador
Embarazo Adolescente: Trabajo Integrador
Embarazo Adolescente: Trabajo Integrador
Trabajo integrador
En estos últimos años, el incremento de los índices de maternidad adolescente, es un motivo de preocupación en la provincia de
Mendoza, y también a nivel nacional. Santa Rosa, no es la excepción, ya que se observa un gran aumento de casos de embarazo
adolescente en los últimos 5 años, con una marcada proporción de crecimiento en la franja etaria de 12 a 15 años y como
consecuencia de esto el incremento de problemas relacionados con la maternidad. La maternidad en las adolescentes significa
riesgos para la salud de ellas y la de sus hijos, desde que comienza, pues la mayoría son embarazos no planeados ni deseados.
Los objetivos de este trabajo son:
-Identificar los factores que inciden en el aumento de embarazo en adolescentes entre 12 y 19 años del departamento de Santa Rosa
durante el año 2010.
-Conocer, qué tipo de información poseen los adolescentes entre 12 y 19 años, sobre sexualidad y métodos anticonceptivos.
La importancia de esta investigación, en el ámbito de enfermería, radica en la necesidad de generar acciones que contengan a la
población, desde el punto de vista educativo, tanto para la población adolescente como la población adulta.
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EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA
Prof. Dr. Juan R. Issler
CONCEPTOS GENERALES
La OMS define como adolescencia al "período de la vida en el cual el individuo adquiere la capacidad reproductiva, transita los
patrones psicológicos de la niñez a la adultez y consolida la independencia socio – económica" y fija sus límites entre los 10 y 20
años.
Es considerada como un periodo de la vida libre de problemas de salud pero, desde el punto de vista de los cuidados de la salud
reproductiva, el adolescente es, en muchos aspectos, un caso especial
En muchos países, los adolescentes llegan a representar del 20 al 25% de su población. En 1980 en el mundo habían 856 millones
de adolescentes y se estima que en el 2000 llegarán a 1,1 millones. La actividad sexual de los adolescentes va en aumento en todo el
mundo, incrementando la incidencia de partos en mujeres menores de 20 años.
Por los matices según las diferentes edades, a la adolescencia se la puede dividir en tres etapas:
EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA
Se lo define como: "el que ocurre dentro de los dos años de edad ginecológica, entendiéndose por tal al tiempo transcurrido desde
la menarca, y/o cuando la adolescente es aún dependiente de su núcleo familiar de origen".
La "tasa de fecundidad adolescente (TFA)" ha ido disminuyendo desde los años 50 pero en forma menos marcada que la "tasa de
fecundidad general (TFG)", condicionando un aumento en el porcentaje de hijos de madres adolescentes sobre el total de
nacimientos. En 1958 era del 11,2%; en 1980 del 13,3%; en 1990 del 14,2%; en 1993 del 15%. Este último porcentaje se traduce en
120.000 nacidos vivos de mujeres menores de 20 años.
La fecundidad adolescente es más alta en países en desarrollo y entre clases sociales menos favorecidas, haciendo pensar que se
trata de un fenómeno transitorio porque, de mejorarse las condiciones, ella podría descender.
Para otros investigadores, la disminución de las tasas de fecundidad adolescente está cada vez más lejos, ya que el deterioro de las
condiciones socioeconómicas globales hace que se dude sobre la posibilidad de que la mayoría de los países realicen mayores
inversiones en sus sistemas educacionales y de salud, para alcanzar la cobertura que el problema demanda.
EE.UU es el país industrializado con mayor tasa de embarazadas adolescentes, con una tasa estable del 11,1% en la década de los
´80.
Canadá, España, Francia, Reino Unido y Suecia, han presentado un acusado descenso de embarazos en adolescentes,
coincidiendo con el aumento en el uso de los contraceptivos.
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En España, en 1950, la tasa de recién nacidos de madres entre 15 y 19 años era del 7,45/1000 mujeres; en 1965 llegaba al 9,53; en
1975 alcanzaba el 21,72, para llegar al 27,14 en 1979. Descendió, en 1980, al 18/1.000 mujeres y al 11 en 1991. Los últimos datos
hablan de un 35,49/1000 mujeres en 1994, descendiendo al 32,98 en 1995 y al 30,81 en 1996.
Según el Ministerio de Sanidad y Consumo español, el 12% de las jóvenes con edades entre 14 y 15 años, han mantenido
relaciones sexuales alguna vez, lo que significa 160.000 en números absolutos, previéndose que alcanzarán 400.000. Deben tenerse
en cuenta, además de los nacimientos de madres adolescentes y el porcentaje de adolescentes sexualmente activas, los más de
6.000 abortos ocurridos en mujeres entre los 14 y 19 años por lo que, el supuesto descenso de la tasa de embarazadas adolescentes,
no lo fue tanto.
En España, a partir de los años ´80, se ha registrado un incremento en el uso de contraceptivos y preservativos comercializándose,
en 1993, unos 40 millones de preservativos, equivalente a la media más alta de los países de la Comunidad Europea (3,5
preservativos por habitante). Actualmente es imposible conocer el número de adolescentes que abortan. Sólo 2/3 de los embarazos de
adolescentes llegan al nacimiento de un hijo; de los nacidos, un 4% son dados en adopción y un 50% permanecen en hogar de madre
soltera. Un 8% de las adolescentes embarazadas abortan y un 33% permanece soltera durante el embarazo.
En nuestro país no es esa la tendencia, con una mayoría importante que se mantiene soltera, en la que prevalece la "unión estable",
aunque la incidencia del aborto en las adolescentes no ofrezca credibilidad razonable por el importante subregistro que podría llegar a
un aborto registrado por otro no registrado.
Ya se dijo que la proporción de jóvenes que han iniciado relaciones sexuales va en aumento y que la edad de inicio está
disminuyendo, pero la capacidad para evitar el embarazo no acompaña a este comportamiento.
En Buenos Aires, en una encuesta realizada a una población estudiantil en 1995, se observó que la edad promedio de inicio de
relaciones sexuales, fue de 14,9 años para varones y 15,7 años para mujeres, variando la proporción según el tipo de escuela a la que
asistían (religiosa, laica, laica de sectores populares). El 95% de los adolescentes de la encuesta manifestó tener información sobre
cómo evitar el embarazo. Un 70% de los que mantenían relaciones sexuales utilizaban algún método efectivo para evitar el embarazo
en la primera relación, disminuyendo ese porcentaje en las siguientes relaciones, siendo el preservativo el método más utilizado.
Además, el consenso social sobre la maternidad adolescente se ha ido modificando con los años y los cambios sociales que los
acompañan.
El embarazo en las adolescentes se ha convertido en seria preocupación para varios sectores sociales desde hacen ya unos 30
años. Para la salud, por la mayor incidencia de resultados desfavorables o por las implicancias del aborto. En lo psicosocial, por las
consecuencias adversas que el hecho tiene sobre la adolescente y sus familiares.
Cuando la adolescente se embaraza inicia un complejo proceso de toma de decisiones y, hasta decidirse por uno, aparece siempre
el aborto a veces como un supuesto más teórico que real.
En 1985, en EE.UU, el aborto alcanzó el 42%; los matrimonios disminuyeron del 51% al 36%. Hoy, la tendencia es de un aumento
de los abortos y disminución de matrimonios, aunque no siempre las decisiones de las adolescentes son conocidas (abortos o
adopción).
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Datos y cifras
• Unos 16 millones de muchachas de 15 a19 años y aproximadamente 1 millón de
niñas menores de 15 años dan a luz cada año, la mayoría en países de ingresos
bajos y medianos.
• Las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de
muerte entre las muchachas de 15 a19 años en todo el mundo
• Los bebés de madres adolescentes se enfrentan a un riesgo considerablemente
superior de morir que los nacidos de mujeres de 20 a 24 años
El embarazo no deseado en un adolescente es un problema social cada vez más frecuente a nivel mundial. Los adolescentes
inician sus relaciones sexuales cada vez a más temprana edad trayendo aparejadas diversas consecuencias como lo es un
embarazo. Este evento produce riesgos a nivel social como lo son familias con mayor número de hijos, mayor deserción
escolar, desempleos o empleos mal remunerados, alta proporción de hijos ilegítimos. Repercute también en la salud de la
madre y el recién nacido, aumentando el riesgo de morbimortalidad de ambos, y más aún cuando el embarazo se produce en
cercanías de la menarquía.
• Las medidas preventivas están orientadas a tres niveles: a prevenir el embarazo, a prevenir los riesgos cuando la joven ya
está embarazada y al control de la evolución del niño y sus jóvenes padres.
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La OMS define como adolescencia al "período de la vida en el cual el individuo
adquiere la capacidad reproductiva, transita los patrones psicológicos de la niñez a
la adultez y consolida la independencia socio – económica" y fija sus límites entre
los 10 y 20 años.
Es considerada como un periodo de la vida libre de problemas de salud pero,
desde el punto de vista de los cuidados de la salud reproductiva, el adolescente es,
en muchos aspectos, un caso especial
En muchos países, los adolescentes llegan a representar del 20 al 25% de su
población. En 1980 en el mundo habían 856 millones de adolescentes y se estima
que en el 2000 llegarán a 1,1 millones. La actividad sexual de los adolescentes va
en aumento en todo el mundo, incrementando la incidencia de partos en mujeres
menores de 20 años.
En la Argentina, alrededor del 15% de los bebés que nacen al año tiene una madre adolescente
menor de 20 años. El 67% de esos embarazos no es intencional o planificado. El embarazo no
intencional en la adolescencia compromete seriamente las posibilidades de inclusión social de
adolescentes y jóvenes, en tanto se da en un contexto de fuerte desigualdad socioeconómica y geográfica.
Nueve de cada diez madres de 15 a 19 años pertenecen al 30% de los hogares de menores ingresos y la
incidencia del fenómeno es mayor en ocho provincias del noreste y noroeste: Catamarca, Corrientes,
Chaco, Formosa, Jujuy, Misiones, Salta y Tucumán. Además, en todo el país, la no intencionalidad del
embarazo es siempre mayor en las madres menores de 20 años que en las mujeres adultas.
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Como argumenta el Fondo de Población de Naciones Unidas, el embarazo en la adolescencia es un
fenómeno complejo que no ocurre en el vacío. Se produce por una serie de factores que interactúan entre sí
y es a la vez causa y consecuencia de que se vulneren los derechos de los adolescentes.
Los determinantes del embarazo en la adolescencia están vinculados con la pobreza; las desigualdades de
género que atentan contra la autonomía de las mujeres; la falta de oportunidades de inclusión social; la
existencia de un clima educativo adverso y las barreras de acceso a los servicios de salud sexual y salud
reproductiva. Estos factores representan obstáculos para el desarrollo de proyectos de vida alternativos a la
maternidad.
La magnitud de este fenómeno así como sus consecuencias y determinantes deben alertarnos sobre la
necesidad de que el Estado fortalezca las políticas públicas tendientes a prevenir y disminuir el embarazo en
la adolescencia. La evidencia comparada demuestra que una efectiva estrategia de prevención requiere
fortalecer el acceso de los adolescentes a: servicios de salud amigables, consejería en salud sexual y
métodos anticonceptivos y educación sexual integral en las escuelas.
El fin debe ser potenciar las decisiones informadas de parte de los adolescentes. El énfasis en estas tres
dimensiones debe inscribirse en el marco de una estrategia más amplia de juventud que garantice los
derechos de los adolescentes y amplíe sus oportunidades de desarrollo y consolidación de sus proyectos de
vida.
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CONSECUENCIAS:
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El embarazo en la adolescencia sigue siendo un problema de salud y social, condicionado por factores demográficos,
socioeconómicos, psicológicos y de educación, entre los que sobresalen: inicio precoz de las relaciones sexuales, el nivel de
escolaridad, zona donde viven los adolescentes, pertenecer a una familia disfuncional y poseer conductas adictivas.
Las féminas que se embarazan en la adolescencia sufren las consecuencias que esto les provoca pues abandonan sus estudios, ven
frustrado su futuro y están obligadas a criar a sus hijos en condiciones adversas y sin la madurez psicológica que se necesita para
ello. La familia también ve afectada su dinámica habitual.
El abordaje y la solución de este problema requieren de esfuerzos interdisciplinarios entre la familia y la sociedad en su conjunto.
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El embarazo adolescente en el Perú es una problemática que continúa en aumento año tras año. Esto, además
de atentar contra los derechos de todas las niñas y adolescentes, perpetúa la violencia y la desigualdad.
10
Conoce las consecuencias del embarazo en adolescentes y lo que estamos haciendo en Plan International
para combatirlas.
En la actualidad, miles de niñas y adolescentes son víctimas de distintos tipos de violencia, tanto en sus
hogares como en espacios públicos. Como consecuencia, muchas de ellas terminan siendo madres
adolescentes, poniendo en riesgo su futuro y sus oportunidades pues se ven obligadas a dedicarse tiempo
completo a este rol.
La principal causa del embarazo precoz suelen ser los matrimonios o uniones forzadas y el tradicional rol
machista que se le asigna comúnmente a las mujeres: ser madres. Sobre todo en nuestro país, estas uniones
siguen siendo una problemática que, además, profundiza la violencia de género, la pobreza y la desigualdad.
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Según la Organización Mundial de la Salud, “la adolescencia es el periodo de vida en el cual
el individuo adquiere la capacidad reproductiva, transita los patrones psicológicos de la niñez a
la adultez y consolida la independencia socioeconómica”. Cuando una niña se convierte
en madre adolescente, resulta casi imposible que alcance su independencia económica por sí
sola.
Los embarazos precoces también tienen un impacto negativo tanto en la salud física de la madre
como en la del bebé que está en camino: malnutrición, partos prematuros, niños con problemas
de desarrollo o malformaciones e incluso un 50% de probabilidades de perder la vida durante
las primeras semanas. Como si fuera poco, las madres adolescentes también están expuestas:
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El embarazo adolescente en el Perú es una problemática que continúa en aumento año tras año. Esto, además
de atentar contra los derechos de todas las niñas y adolescentes, perpetúa la violencia y la desigualdad.
Conoce las consecuencias del embarazo en adolescentes y lo que estamos haciendo en Plan International
para combatirlas.
En la actualidad, miles de niñas y adolescentes son víctimas de distintos tipos de violencia, tanto en sus
hogares como en espacios públicos. Como consecuencia, muchas de ellas terminan siendo madres
adolescentes, poniendo en riesgo su futuro y sus oportunidades pues se ven obligadas a dedicarse tiempo
completo a este rol.
La principal causa del embarazo precoz suelen ser los matrimonios o uniones forzadas y el tradicional rol
machista que se le asigna comúnmente a las mujeres: ser madres. Sobre todo en nuestro país, estas uniones
siguen siendo una problemática que, además, profundiza la violencia de género, la pobreza y la desigualdad.
Los embarazos precoces también tienen un impacto negativo tanto en la salud física de la madre como en la
del bebé que está en camino: malnutrición, partos prematuros, niños con problemas de desarrollo o
malformaciones e incluso un 50% de probabilidades de perder la vida durante las primeras semanas. Como si
fuera poco, las madres adolescentes también están expuestas:
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o Falta de atención médica por desconocimiento o por porque no tienen acceso.
o Riesgos de padecer distintas enfermedades ginecológicas como preeclampsia o
eclampsia.
o Altos índices de mortalidad.
o Complicaciones como consecuencia de abortos clandestinos.
o Enfermedades de transmisión sexual.
Frente a este tema, las cifras no son alentadoras. La Organización Mundial de la Salud asegura que “las
complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las adolescentes de
15 a19 años en todo el mundo”. Ahora bien, cabe señalar que las consecuencias no son solo físicas. La
mayoría de mujeres que se convierten en madres adolescentes también deben lidiar con secuelas
psicológicas: depresión, inseguridad, vergüenza y trauma.
Asimismo, los embarazos precoces tienen un impacto social y económico importante: las madres
adolescentes se ven obligadas a abandonar sus estudios para cuidar de su bebé mientras conviven con su
abusador, con muy pocas aptitudes y oportunidades para encontrar un trabajo y salir adelante
Creemos que las niñas deben vivir su niñez y no se deben convertir en madres desde edad
temprana, es por eso que trabajamos en una serie de proyectos para ayudar a combatir las cifras
de embarazos precoces y apoyar a aquellas niñas y adolescentes que han sido víctimas de la
violencia.
Sabemos que la educación es importante, es por eso que nos involucramos directamente con
las comunidades para enseñarles todo lo necesario sobre salud sexual y reproductiva con un
enfoque de género. Es importante que los niños, niñas y adolescentes sepan identificar el abuso
y entiendan que nadie más que ellos puede decidir sobre su cuerpo.
Estas son algunas de nuestras acciones para combatir el embarazo adolescente y sus
consecuencias:
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CONSECUENCIAS PARA EL PADRE DE EL
BEBE:
embarazo en la
adolescencia está
asociado con un
mayor índice de
morbilidad y
mortalidad, tanto
para la madre
como para el
bebé. Como
explica la Dra.
Bárbara Castro, de
la Unidad de
ginecología de la
Adolescencia del H
ospital
Universitario La
Paz de Madrid, el
organismo de la
adolescente tiene
unas necesidades
para su propio
desarrollo en las
que puede
interferir la
gestación, con los
consiguientes
riesgos
de malnutrición o
retraso en el
desarrollo óseo,
entre otros. A
nivel psicológico,
la adolescente se
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encuentra en una
etapa de
inmadurez, que
hace que acuse
más el rechazo,
sienta vergüenza,
y sufra problemas
de adaptación o
de falta de apoyo
emocional, ya que
por lo general no
tiene pareja, o la
relación no está
consolidada.
Además, muchas
de las
adolescentes
quedan
nuevamente
embarazadas en
los dos años
siguientes al
nacimiento del
primer bebé, lo
que dificulta
todavía más
continuar con
los estudios y
conlleva
generalmente
una mala situación
económica en el
futuro, que
también afectará
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al bienestar de los
hijos
Las adolescentes embarazadas tienen un riesgo mucho mayor de sufrir complicaciones durante
el embarazo como:
• Placenta previa.
• Preeclampsia (hipertensión arterial durante el embarazo).
• Parto prematuro.
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A nivel psicológico, la adolescente se encuentra en una etapa de inmadurez, que hace que
acuse más el rechazo, sienta vergüenza, y sufra problemas de adaptación o de falta de apoyo
emocional, ya que por lo general no tiene pareja, o la relación no está consolidada.
Además, muchas de las adolescentes quedan nuevamente embarazadas en los dos años
siguientes al nacimiento del primer bebé, lo que dificulta todavía más continuar con
los estudios y conlleva generalmente una mala situación económica en el futuro, que también
afectará al bienestar de los hijos.
Las adolescentes embarazadas tienen un riesgo mucho mayor de sufrir complicaciones durante
el embarazo como:
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• Placenta previa.
• Preeclampsia (hipertensión arterial durante el embarazo).
• Parto prematuro.
PUBLICIDAD
• Anemia grave.
• Rotura prematura de aguas.
• Mayor riesgo de que no acuda a las visitas ginecológicas, o no siga los consejos de su
médico.
La Dra. Castro afirma que se ha observado mucha mayor incidencia de defectos congénitos,
aunque no graves, entre los bebés nacidos de madres adolescentes. Entre los problemas que
pueden afectar al niño, especialmente si la madre no recibe la atención médica necesaria
durante toda la gestación, destacan:
• Embarazo en la adolescencia
• El embarazo en la adolescencia puede afectar a la salud de la madre o del
futuro bebé. Conocer los posibles riesgos y ponerte en manos expertas es
el mejor consejo para prevenir las complicaciones que conlleva
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T
¿Qué hacer para
prevenir el embarazo
adolescente?
20 sep, 2021 - 4 min
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escuelas es limitada para la apropiada toma de decisión sobre su sexualidad”, esto
refiere el diagnóstico de barreras realizado en Loreto como parte del proyecto
“¡Decidamos Ya! Reducir el Embarazo Adolescente en Loreto” iniciativa impulsada
por Plan International en alianza con el Gobierno Regional, y financiado por el
Gobierno de Canadá (2020).
Asimismo, señala que la falta de acceso a los servicios de atención diferenciada
dirigida a adolescentes sería otro gran obstáculo. Las y los adolescentes refirieron
que el miedo a la estigma y discriminación serían los motivos por los cuales no
acuden a los centros de salud
Cómo se puede combatir esta problemática?
Según especialistas de Plan International, gobierno central, instituciones locales,
familias y escuelas necesitan prestar atención en:
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salud pública, comprometiendo a la comunidad a acciones de
prevención. Además, realizamos acciones de incidencia en los
decisores de políticas públicas.
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son más vulnerables a otros resultados negativos para la salud materna por los
partos frecuentes, los embarazos no planeados y los abortos inseguros.
Embarazo en la adolescencia
en cifras
Se estima que 16 millones de niñas de edades comprendidas entre los 15 y los
19 años dan a luz cada año, y un 95% de esos nacimientos se producen en
países en desarrollo. Las niñas de entre 10 y 14 años tienen cinco veces más
probabilidades de morir durante el embarazo y el parto. Las niñas de 15 a 19
años tienen el doble de probabilidades que las de más de 20 de morir en el parto
o el embarazo y la tasa de mortalidad de sus neonatos es aproximadamente un
50% superior. Cada año, unos 3 millones de niñas de 15 a 19 años se someten a
abortos peligrosos.
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