Informe Ejercicio de La Acción Penal

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD DE FALCÓN
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
CARRERA: DERECHO
CATEDRA: DERECHO PROCESAL PENAL

EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL

Bachiller: Alessandra Leal


CI: 26.874.296

Punto Fijo; Agosto 2022


Ejercicio de la Acción Penal

El ejercicio de la acción penal se realiza cuando el Ministerio Público


ocurre ante el juez y le solicita que se avoque el conocimiento de un asunto
en particular; la acción penal pasa durante el proceso, por tres etapas bien
diferenciadas que son: investigación o averiguación previa, persecución y
acusación.

La Privación Judicial Preventiva de Libertad.

La privación judicial preventiva de libertad, es la medida, el acto del


tribunal por el cual se ordena, se dispone, se acuerda la aprehensión de una
persona de quien hay indicios de ser autor, coautor, cómplice, encubridor, de
un hecho punible. Dentro de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes a su
aprehensión, el imputado o imputada será conducido ante el Juez o Jueza,
para la audiencia de presentación, con la presencia de las partes, y de la
víctima si estuviere presente y resolverá sobre mantener la medida impuesta,
o sustituirla por otra menos gravosa.
En esta concepción no se habla de culpabilidad, sino de autoría; se
ordena aprehender a una persona de la que hay indicios de ser autora,
encubridora, cómplice, de un hecho punible; no dice “de ser culpable”.
La privación judicial preventiva de libertad es una decisión, por supuesto
relevante de la etapa procesal correspondiente a la fase inicial del juicio,
tanto, que es precisamente mediante la privación judicial preventiva de
libertad, a la persona de la que hay indicios de ser autora de un hecho
punible. Está previsto la privación judicial preventiva de libertad, en el artículo
236 del Código Orgánico Procesal Penal Venezolano.
Establece el artículo citado: “El Juez o la Jueza de Control, a solicitud de
Ministerio Público, podrá decretar la privación preventiva de libertad del
imputado o imputada siempre que se acredite la existencia de:
1.Un hecho punible que merezca pena privativa de libertad y cuya acción
penal no se encuentre evidentemente prescrita.
2.Fundados elementos de convicción para estimar que el imputado o
imputada ha sido autor o autora, o partícipe en la comisión de un hecho
punible.
3.Una presunción razonable, por la apreciación de las circunstancias del
caso particular, de peligro de fuga o de obstaculización en la búsqueda de la
verdad respecto de un acto concreto de investigación.
Dentro de las veinticuatro horas siguientes a la solicitud del Fiscal, el
Juez o Jueza de Control resolverá respecto al pedimento realizado. En caso
de estimar que concurren los requisitos previstos en este artículo para la
procedencia de la privación judicial preventiva de libertad, deberá expedir
una orden de aprehensión del imputado o imputada contra quien se solicitó la
medida”
Es decir, ésta es una decisión que tiene que cumplir con los requisitos
establecidos por la leyes, esas leyes encabezadas por la propia Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela. Es necesario pues, cumplir
requisitos y exigencias, para que pueda ser una detención válida, una
detención legítima: tiene que ser razonada, debe contener la identificación
más completa de la persona sometida a la detención, y debe tener una
relación sucinta, de los fundamentos, tanto de hecho como de derecho en
que se basa.
Medidas Cautelares Sustitutivas.

La pena es la sanción penal que se aplica a una persona cuando


procesalmente se ha demostrado que realizó una conducta típica, antijurídica
y culpable. Dicha sanción consiste normalmente en la privación de la libertad
del sujeto que delinque, sin embargo en nuestra legislación, al igual que en
algunos pactos, tratados y legislaciones extranjeras, están consagradas unas
modalidades diferentes a la cárcel por medio de las cuales se pueden
cumplir las penas, dichas modalidades son lo que se define como: Medidas
Cautelares Sustitutivas de Libertad.
Estas Medidas Cautelares, tienen su fundamento en el artículo 44 ordinal
primero de la Constitución Nacional, el cual establece el derecho a ser
juzgado en libertad con las excepciones previstas por la ley o por aquellas
que decida el juez en cada caso en concreto. Las mismas pueden ser
solicitadas por el imputado en cualquier momento o instancia del proceso,
posterior a la Audiencia de Presentación ante un Tribunal de Control el cual
puede otorgar como máximo tres de estas medidas.
Dichas Medidas se encuentran reguladas en el artículo 242 del Código
Orgánico Procesal Penal, y consisten en un conjunto de Medidas Sustitutivas
de Libertad dictadas por el juez penal correspondiente siempre que los
supuestos que motivan la privación judicial preventiva de libertad puedan ser
razonablemente satisfechos con la aplicación de otra medida menos gravosa
para el imputado.
Estas medidas sustitutivas se deben adecuar a la naturaleza del delito y
al perfil delictual del imputado; es decir, aquellas personas que hubiesen
infringido la ley con delitos graves y sean reincidentes no gozarán de estas
medidas sustitutivas, sino se les impondrá en su lugar la privación de la
libertad, por ello resulta pertinente poder divulgar con mayor énfasis las
distintas medidas y/o las funciones a las cuales van dirigidas, dado que es
posible falsas interpretaciones acerca de su naturaleza e importancia.
Sin embargo, la norma adjetiva penal prevé además la posibilidad de
diversos tipos de fianzas o cauciones, las cuales son las siguientes: caución
económica, caución personal y la caución juratoria establecidas a partir del
artículo 243 del Código Orgánico Procesal Penal. Para tal efecto se debe
tener en consideración que dichas medidas poseen ciertas virtudes y
características las cuales nos enfocan a la noción de ellas mismas;
considerando como la más importante de sus virtudes su finalidad asegurar
las resultas de todo un proceso.
Es por ello la importancia de que el Poder Judicial Penal esté atento y se
avoque a revisar estas medidas cautelares sustitutivas de la libertad, porque
se debe estar consiente en cuanto a que toda persona se presume inocente
mientras no se pruebe lo contrario (Art. 49, Ord. 2. CRBV), como también,
que toda persona a quien se le impute participación en un hecho punible
permanecerá en libertad durante el proceso, salvo las excepciones
establecidas en el COPP (Art. 229).
De igual manera es importante la revisión de estas medidas por los
operadores de justicia, mientras se mantenga vigente el articulado respectivo
en el sentido de generar confianza en la sociedad de que se está aplicando
justicia correctamente. Por otro lado, es legal y constitucional conceder estas
medidas por parte de los administradores de justicia competentes en la
materia penal, debido a que la libertad personal es la regla y la coerción
personal es decir, tener una persona detenida, es la excepción. Ahora bien,
es necesario precisar la naturaleza jurídica de estas Medidas Cautelares
Sustitutivas de Libertad para que en su uso por parte de los operadores del
sistema de justicia, no traiga consigo contradicción ni errónea aplicación, que
por una parte haga ineficaz los mecanismos implantados por la ley para
combatir los Delitos y por otro lado se violenten los principios
constitucionales y garantías procesales del presunto infractor quien a fin de
cuentas es un ciudadano común sujeto de esos derechos.
En el mismo orden de ideas, la necesidad de que existan medidas
cautelares en el proceso penal viene dada por la combinación de dos
factores: por un lado, todo proceso con las debidas garantías se desarrolla
siguiendo unas normas de procedimiento por lo que tiene una duración
temporal; y por otro, la actitud de la persona a la que afecta el proceso, que
si es culpable o así se siente, su tendencia natural le llevará a realizar actos
que dificulten o impidan que el proceso penal cumpla su fin (hará
desaparecer los datos que hagan referencia al hecho punible, se ocultará,
entre otros.). Por ello, la Ley faculta al órgano jurisdiccional a que adopte
determinadas precauciones para asegurar que puedan realizarse
adecuadamente los diversos actos que conforman el proceso, y para que al
término del mismo la sentencia que se dicte sea plenamente eficaz.

Medidas de Coerción Personal.

Son medidas que por limitar derechos fundamentales inherente a la


persona humana, como la libertad personal, el libre tránsito, solo se justifica
su imposición cuando fuere indispensable para garantizar el resultado dela
investigación, en tal virtud solo el ministerio público puede solicitar que se
decrete.

Competencia del tribunal de control.


Siempre que los supuestos que motivan la privación judicial preventiva
de libertad pueden ser satisfechos, razonables con la aplicación de otra
medida menos gravosa para el imputado, el tribunal competente de oficio o a
solicitud del interesado deberá imponer en su lugar, mediante resolución
motivada, algunas de las medidas siguientes:
1. La detención domiciliaria en su propio domicilio o en custodia de otra
persona, sin vigilancia alguna o con la que el tribunal ordena.
2. La obligación de someterse al ciudadano o vigilancia de una persona o
institución determinada, la que informará regularmente al tribunal.
3. La presentación periódica ante el tribunal a la autoridad que el designe
4. La prohibición de salir sin autorización del país de la localidad en la
cual reside o del ámbito territorial que fije el tribunal.
5. La prohibición de concurrir a determinadas reuniones o lugares
6. La prohibición de comunicarse con personas determinadas, siempre
que no se afecte el derecho de defensa.
7. El abandono inmediato del domicilio si se trata de agresiones a
mujeres o niños o de delitos sexuales cuando la víctima conviva con el
imputado.
8. La prestación de una caución económica adecuada, de posible
incumplimiento por el propio imputado, o por otra persona, atendiendo el
principio de proporcionalidad, mediante depósito de dinero, valores, fianza de
dos o más personas idóneas o garantías reales.
9. Cualquier otra medida preventiva o cautelar que el tribunal mediante
auto razonado, estime procedente o necesario.
En caso que el imputado se encuentre sujeto a una medida cautelar
sustitutiva previa el tribunal deberá evaluar la entidad del nuevo delito
cometido, la conducta predelictual del imputado y la magnitud del daño, a los
efectos de otorgar o no una nueva medida cautelar sustitutiva. En ningún
caso podrá concedérsele al imputado, de manera contemporánea tres o más
medidas cautelares sustitutivas.

Privación Judicial Preventiva de la Libertad:


El juez de control, a solicitud del ministerio público, podrá decretar la
privación preventiva de libertad del imputado, siempre que se acredite la
existencia de:
1º un hecho punible que merezca pena privativa de libertad y cuya acción
penal no se encuentre evidentemente prescrita.
2º fundados elementos de convicción para estimar que el imputado ha
sido autor o participe en la comisión de un hecho punible.
3º una presunción razonable, por la apreciación de la circunstancias del
caso particular de peligro de fuga obstaculicen en la búsqueda de la verdad
respecto de un acto concreto de investigación en todo caso que el imputado
sea aprendido, deberá ser puesto a la orden del juez para que este decida,
después de oírlo, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes sobre la
libertad o la privación preventiva de ella, cuando el Ministerio Público solicite
la aplicación de esta medida.
Decreta la privación preventiva judicial de Libertad durante la fase
preparatoria, el fiscal deberá presentar la acusación, solicitar el
sobreseimiento o en caso archivar las actuaciones, a más tardar dentro de
veinte días siguientes a la decisión judicial. Vencido este lapso sin que el
fiscal haya presentado la acusación el detenido quedará en libertad mediante
decisión del juez de control, quien podrá aplicar una medida sustitutiva.

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