El Campo Científico de La Pedagogía

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El campo científico de la Pedagogía

El contenido contemporáneo del concepto de formación humana como proceso de


humanización no es solamente filosófico, como acceso y construcción de la propia
racionalidad autónoma y universal capaz de reconocer en los demás la misma dignidad
racional, como semejantes, que en el lenguaje de Rousseau y de la Revolución Francesa es
la igualdad de todos los hombres, como base de la fraternidad y de la justicia. Además el
concepto de formación considera los cuatro vectores o dimensiones en desarrollo:
autonomía, universalidad, inteligencia y fraternidad, como ejes para desarrollar sus
potenciales en los procesos de formación humana o humanización del individuo.

La Pedagogía en sus metas considera al hombre como principio director y unificador. En este
contexto, formar a un individuo en su estructura más general es facilitarle que asuma en su
vida su propia dirección racional, reconociendo fraternalmente a sus semejantes el mismo
derecho y la misma dignidad.

El papel epistemológico del concepto de Formación es que actúa como un principio clave y
unificador de la Pedagogía, porque satisface al menos tres condiciones:

1.- La condición antropológica, en cuanto describe la enseñanza como proceso de


humanización en sus dimensiones principales a la luz de las ciencias humanas
contemporáneas, como intelección directriz para toda posible acción educadora. Para tener
éxito en la proyección transformadora del hombre hay que partir del reconocimiento de sus
verdaderas posibilidades.

2.- La condición teleológica, que confiere sentido a toda acción, a toda reflexión sobre el
hombre, esencial para la pedagogía puesto que su misión, su razón de ser es precisamente
la formación como finalidad, como proyecto siempre presente y tensión esencial de cada
acción educativa. La pedagogía no se propone sólo entender un grupo particular de
fenómenos, como cualquier otra ciencia, sino que su propósito es más totalizante, es el
despliegue general de la razón misma de cada persona en todas sus posibilidades. En esto
consiste la esencia de la existencia humana, en el despliegue del comprender, como diría
Heidegger. Esta es la tarea y la meta de la Pedagogía: facilitar que los jóvenes accedan a
niveles superiores de si mismos.

3.- La condición metodológica, derivable directamente del principio fundador de la


formación, como matriz cuya fecundidad radica en esa virtud cuestionadora, que mantiene
erguida la pregunta hermenéutica de si y como los enunciados y acciones pedagógicos
particulares están abiertos, orientados y definidos por esa perspectiva de formación, ya sea
iluminando esta finalidad a nivel investigativo conceptual en cada proyecto, o facilitando
estrategias efectivas de racionalidad para los procesos reales de enseñanza.
No sobra identificar también algunas condiciones que permitirán avanzar, como en las
demás ciencias, con más seguridad y rigor, tales como:

• Precisar aún más el contenido y las dimensiones esenciales implicadas en el concepto


de formación en abstracto y en relación con cada proceso social.
• Identificar más claramente las premisas o supuestos de las ciencias sociales y de las
humanidades en que descansa el principio unificador de la Formación.
• Incrementar la coherencia y no contradicción lógica entre las premisas, la definición del
concepto de formación y la derivación de otros principios pedagógicos generales y
secundarios que permitirán luego formular hipótesis, estrategias y tipos de acción
pedagógicas para ayudar a entender los procesos reales de enseñanza, o para intervenir
en ellos elevando su calidad.
• Evaluar que tan fecunda es esta sistematización teórica para producir a partir de ella
generalizaciones, hipótesis, precisiones y nuevos modelos de acción pedagógica.
• Evaluar el grado de simplicidad y estética del sistema a nivel teórico-conceptual y a nivel
de las regularidades especifica observables en la enseñanza.
• Intensificar la fuerza organizativa y unificadora del sistema teórico, frente a la gran
dispersión de conocimientos pedagógicos y de las ciencias de la educación.
• Ampliar la confrontación y comprobación intersubjetiva a nivel lógico, lingüístico y
empírico.
Los principios básicos y esenciales de la Pedagogía se elaboraron teniendo como centro el
eje de la formación. A estos principios se les denomino

“sentidos”. Veamos pues, esos sentidos pedagógicos clásicos que se han sedimentado como
principios imprescindibles en la moderna pedagogía:

a) La primera matriz de la formación humana es el afecto materno, cuyo suplemento


y relevo posterior es la comprensión afectuosa del maestro. Desde Pestalozzi la
afectividad consciente e inconsciente, la motivación, el interés, la buena
disposición, el deseo, la transferencia, la energía positiva, son variaciones
pedagógicas sobre el mismo eje conceptual que articula la cabeza con el corazón, lo
cognitivo con lo afectivo, la inteligencia emocional.

b) La experiencia natural y espontánea, como principio de la formación humana


propuesto por Rousseau. Se reconoce sin dificultad todavía hoy, sobre todo después
de los fracasos del moldeamiento ingenieril de la conducta humana por medio de
las “máquinas para enseñar”, en el sentido de no negar la naturaleza del niño o
del adolescente, sino partir de ella, tendiendo en cuenta sus necesidades e intereses
y permitiendo el despliegue natural de los propios talentos.

c) Que el individuo no se humaniza aislado y por fuera de la cultura y de la sociedad


sino en medio de ella, y en consecuencia que el medio ambiente sociocultural se
pueda diseñar para el educando, a través de la instrucción, como entorno de
aprendizaje, para influenciar la estructura cognitiva y por ende el comportamiento
del educando es una perspectiva que Herbart abrió en el siglo XIX. Este principio es
considerado como el motor imprescindible de la formación humana.

d) Que el niño no es un adulto pequeño sino que su humanización hasta la mayoría de


edad se desarrolla por un proceso constructivo interior, progresivo y diferenciado
que es necesario respetar en la actividad educativa, es un principio que fu alarmante
mostrado y formulado por María Montessori, luego por Dewey y Piaget, confirmado
con control experimental por la psicopedagogía genética, y hoy día en pleno apogeo
por el enfoque pedagógico constructivista.

e) Que es en base en su propia actividad consciente que el educando construye sus


propias herramientas conceptuales y su propio aprendizaje, contribuyendo
considerablemente con sus esquemas de coordinación y reelaboración interior a su
desarrollo y autoformación, en el sentido de avanzar a niveles superiores de
racionalidad, libertad y fraternidad, es un principio demostrado por Piaget, por
Vigotsky y por el mismo Dewey, iniciado por el movimiento de la Escuela Nueva de
principios del siglo XX, y que en la teoría pedagógica contemporánea tienen plena
vigencia, también en el constructivismo pedagógico.

f) El la interacción maestro-alumno, este ultimo mira al maestro como un referente


de comparación y jalonamiento de sus propias posibilidades, que le indica lo que
puede llegar a ser capaz en aquel aspecto en que el educando considere mayor o
superior al educador. Este principio amplían y realizan en el alumno sus “zonas de
desarrollo potencial” y las vías de crecimiento, autonomía y emancipación del
alumno.

g) Lo que los antropólogos han descubierto recientemente, que “en el juego se conoce
al caballero”, lo sabían los pedagogos desde Froebel en el siglo XIX, que reconocía
en el juego la máxima experiencia que forma al hombre en relación con los demás,
con la naturaleza y consigo mismo, en la medida en que le permiten la conversión
armónica entre el interior y el exterior y el equilibrio estético.
h) El principio de la individualización reconoce las diferencias no solo orgánicas sino
también de desarrollo mental, de estilo para pensar, afrontar y resolver los
problemas, diferencias motivacionales y experienciales, variedad en los proyectos y
metas personales, oportunidades socioculturales diversas, relaciones e
interacciones con el medio natural y social, que van estructurando las diferencias
individuales que el maestro necesita atender para lograr una enseñanza
individualizada como lo postula la pedagogía.

Hasta ahora, los conocimientos y principios pedagógicos han sido probados en su validez
pragmática y en su flexibilidad y riqueza conceptual, en medio de la diversidad teórica e
histórico-cultural que les ha permitido sobrevivir, hasta el punto de que aun los más
novedosos y promocionados modelos pedagógicos contemporáneos son derivaciones,
desarrollos o aplicaciones conceptuales del núcleo teórico pedagógico sistematizado de los
conocimientos y principios pedagógicos.

La pedagogía, como cualquier otra disciplina, tendría la posibilidad de derivar lógicamente


sus enunciados particulares de algunos cuantos enunciados teóricos generales, con criterios
propios de validación intersubjetiva.

A continuación, se mencionan algunas condiciones de rigor lógico y de Validación que


podrían cumplir los nuevos conocimientos pedagógicos:

a) En primer lugar, deberíamos reconocer si se trata efectivamente de una teoría


pedagógica a través de los criterios de elegibilidad pedagógicos, que nos permiten
contrastar esta teoría o estrategia pedagógica particular con la teoría general, como
criterio de Validación pedagógica de la misma y le confiere sentido a tal contrastación.
Si consideramos el caso del constructivismo pedagógico, se harían las siguientes
preguntas: ¿plantea metas explicitas de autoformación constructiva del hombre?;
¿cómo describe este proceso de desarrollo y humanización?; ¿qué tipo de experiencia
privilegia como motor del autodesarrollo y de la autoconstrucción?; ¿cómo hacerlo
técnica y eficazmente?; ¿qué papel jugaría el maestro?
Y las respuestas explicitas a estas preguntas nos indicarán si estamos efectivamente frente
a una teoría pedagógica y no frente a una teoría del conocimiento, a una descripción
psicológica de alguna etapa o estadío de la evolución del sujeto, o frente a una ética
constructiva.
b) En segundo lugar habría que interpretar cuales de los principios teóricos derivados
están enfatizados en esa teoría pedagógica concreta que estamos analizando, para
establecer por un lado el grado de coherencia y sistematicidad con los principios
generales, y por otro precisar sus avances conceptual con miras a la explicación o a la
aplicación, tendiendo en cuenta además que en el constructivismo pedagógico se han
consolidado ya algunos grupos de investigación con matices teóricos diferenciables,
como el grupo que sigue a Bruner en la enseñanza por descubrimiento, el que sigue a
Ausubel en la enseñanza significativa y redes conceptuales, los que siguen la línea
ortodoxa de las operaciones lógico-formales de Piaget, o el grupo que sigue el énfasis
constructivista desde el lenguaje como planteaba Vigotsky.

c) En tercer lugar, habrá que evaluar como está determinada teoría pedagógica
pretende modelar e intervenir en la acción pedagógica concreta. ¿Qué diseños de
acción propone y como los sustenta conceptual y empíricamente? El método de
sustentación empírica no tiene por qué alejarse de los estándares técnico-
metodológicos que se aceptan normalmente en las ciencias sociales y humanas, de
corte empírico y analítico, ya se usen métodos cuantitativos o cualitativos, según la
opción del investigador.
La sustentación conceptual y metodológica podría ser preferiblemente hermenéutica y ello
significa recomendar no una técnica especial de análisis sino un enfoque metodológico
general que le conviene a las ciencias humanas y en particular a la pedagogía por tres
razones de rigor esenciales para la teoría pedagógica en la construcción permanente de su
validez. Estas son:

a) Que todo modelo, estrategia, diseño y acción educativa válida en pedagogía no se


produce sino como respuesta a una pregunta: Si contribuye y cómo a la formación
humana del alumno.
b) Que cada diseño, cada currículo y cada acción educativa necesitan ser
constantemente recontextualizados desde la parte hasta el todo y del todo hacia la
parte. Esta totalidad referida abarca una recomprensión desde tres globalidades: la
formación integral del alumno y la totalidad del entorno del mundo de la vida del
alumno y la totalidad teóricapedagógica que lo inspira.
c) La interacción teoría-praxis necesita replantearse y cuestionarse permanentemente
en pedagogía, porque ésta es una disciplina que sufre cuando una acción pedagógica
fracasa. Sufre teóricamente cuando las acciones que diseña no tiene éxito.
El mapa conceptual de la pedagogía abarca tres niveles de interacción y de mutua validación,
dejando por fuera las teorías y proyectos de investigación que no cumplen con los criterios
de elegibilidad pedagógicas.

a) El primer nivel se centra alrededor del eje de la formación humana como misión y
principio unificador y sistematizador, criterio principal de la validación del saber pedagógico.
De él se derivan unas cuantas categorías o principios generales identificados globalmente
por el método histórico-hermenéutico que predomina en este nivel I, teorías pedagógicas,
más generales, como corrientes, escuelas o grandes vertientes conceptuales que pueden
enfatizar uno o varios de los principios derivados, allí identificados, y que giran alrededor de
la meta de la formación, la pedagogía constructivista o la romántica.

b) En segundo nivel está compuesto por la articulación de modelos y conceptos de un


nivel intermedio de abstracción.
Un área especial de este nivel II lo constituyen el estudio y la conceptualización de las
condiciones de enseñabilidad de cada ciencia, recontextualizando tales condiciones desde
algún modelo pedagógico particular. Aquí se produce el cúmulo de saberes pedagógicos
especiales del cual se puede derivar la didáctica específica para cada ciencia. Naturalmente,
la validación de estos conceptos de nivel intermedio se logra en forma progresiva, a nivel
teórico en su confrontación con el nivel I, y a nivel empírico en su confirmación con la praxis
o acción pedagógica, en el nivel III.

c) El tercer nivel está constituido por la aplicación de los conceptos, su aprobación y


su verificación en la acción pedagógica, que es la misma acción de la enseñanza, pero
guiada y planeada intencionalmente por la pedagogía.

La conclusión más general de este mapa conceptual del campo de la pedagogía como
disciplina es precisamente que para hablar de calidad de educación se necesita al menos
una doble condición: que la actividad educativa este informada por la teoría pedagógica y
que los educadores estén formados verdaderamente en Pedagogía. Y la otra conclusión es
que ahora sí, desde nuestro horizonte pedagógico propio, es posible hablar de
interdisciplinariedad.

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