Estado y Economia

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El papel del Estado en la

economía
Desde que nacemos y nos registramos en alguna entidad y hasta que morimos y es
registrada por otra, el Estado es parte de nuestras vidas. Al estudiar lo podemos
hacer en escuelas públicas o privadas reguladas por el Estado, al trabajar lo
hacemos bajo un código del trabajo y una vez jubilados el Estado nos paga una
pensión. La importancia del papel del Estado en la economía es innegable.

La intervención del Estado en las economías de mercado crea sistemas de economías


mixtas. En donde se combinan elementos de las economías de mercado con las
economías planificadas permitiendo que los individuos tengan ciertas libertades
económicas pero también un Estado que influencia estas decisiones.

En la historia reciente el papel predominante del Estado en la economía ha sido


centro de constantes debates. La discusión se ha centrado principalmente en las
atribuciones de los gobiernos con respecto a la provisión de servicios de salud,
educación y pensiones. En muchos países de Latinoamérica son comunes los
debates sobre si el Estado debe proveer acceso gratuito a la educación superior o
si debe sostener un sistema de pensiones públicas para la mayoría de su población.

Cómo interviene el Estado en la


economía
Los objetivos de los Estados en las economías son variables y dependen de
decisiones políticas que tanto participación tiene en la economía. Por lo general,
los Estados impactan todos los sectores económicos. Por un lado, cobran impuestos
a las actividades económicas como la producción de zapatos o la venta de celulares e
invierten en gasto público como la construcción de carreteras o escuelas.

Por el otro, crean regulaciones o leyes que afectan los incentivos de producción o
consumo como leyes que regulan el consumo de bebidas alcohólicas o regulaciones
sobre la seguridad en el diseño de los automóviles vendidos.

De esta forma las funciones del Estado en la economía se manifiestan en cuatro


categorías que impactan a los mercados.

1. Sector público: el Estado invierte en bienes y servicios económicos


para distribuir la riqueza o proveer bienes que de otra manera no serían
producidos. Ver: bienes públicos económicos
2. Estructura legal para el funcionamiento del sector privado: los
gobiernos crean y velan por la aplicación de leyes contractuales
institucionales que proporcionan la estructura necesaria para el correcto
funcionamiento de los mercados. Por ejemplo, las leyes de propiedad
privada son el pilar para que existan mercados libres entre individuos
privados. Pues sin propiedad privada nada sería de nadie y además se
crearían incentivos perversos para usar los recursos escasos de forma
ineficiente.
3. Estabilidad macroeconómica: el Estado a través de sus políticas
macroeconómicas puede evitar o por lo menos minimizar las recesiones o
depresiones económicas. Sin embargo, su alcance es muy limitado pues
muchas veces las causas de estas recesiones son externas a la economía del
país.
4. Elaboración y aplicación de regulaciones: las fallas de los
mercadas como la falta de información, externalidades negativas o
competencia imperfecta causan ineficiencias económicas afectando
principalmente a los consumidores. Es por esto que los Estados intervienen
para informar correctamente a consumidores, proteger al medio ambiente,
promover la competencia entre empresas etc.

¿Por qué interviene el Estado en la


economía?
Existen tres categorías claves que justifican el papel de los Estados en las
economías:

1. Mejorar la eficiencia de los mercados corrigiendo las fallas de


mercado.
2. Fomentar los valores sociales de justicia y equidad alterando los
resultados del mercado.
3. Fomentar otros valores sociales a través de la imposición del
consumo de un tipo de bienes (bienes deseables) o prohibiendo el consumo
de otros tipos de bienes (bienes o males indeseables).

Rol del Estado en corrección de los fallos del mercado


El Estado interviene en la economía para corregir cuatro grandes categorías de
fallos: competencia imperfecta, información incompleta o imperfecta,
externalidades y bienes públicos.

Por ejemplo en mercados donde hay muy poca competencia por el bajo número de
empresas competidoras, el Estado implementa leyes antimonopolio para incentivar
la competencia. Esto lo hace buscando que los precios de este mercado sean más
bajos y beneficiar a los consumidores.
Más sobre el Estado y las fallas del mercado: aquí

-El Estado fomenta la equidad y distribución de renta


A pesar de que los mercados logren ser eficientes, es normal que no sean justos.
Esto significa que los resultados de los mercados por sí solos generan individuos
con rentas demasiado bajas para sobrevivir con un nivel de vida considerado
aceptable.
En los mercados las rentas de los individuos dependen muchas veces de sus activos
y productividad. Esto causa que las personas menos educadas ganen menos a pesar
de que se esfuercen más que otros mejor educados.

La desigualdad es indeseable por varias razones. Cuando los niveles de


desigualdad son demasiado grandes surgen problemas sociales y políticos.
Problemas que afectan la inversión, violencia, disturbios políticos, bienestar
general entre otros.

Es especialmente preocupante la desigualdad entre niños. Para muchos gobiernos


es inaceptable que las expectativas de vida de un niño nacido en una familia pobre
sean mucho menores a la de un niño nacido en una familia rica.

Entonces, los Estados crean políticas que ofrezcan oportunidades a los individuos
de mejorar su renta como programas de educación o salud gratuitos. También
puede simplemente redistribuir la riqueza a través de programas de transferencias
como en el caso de programas de Seguridad Social o subsidios.

Finalmente, esta intervención muchas veces significa una disyuntiva para el Estado
entre eficiencia y equidad. Por ejemplo, los impuestos a la renta ayudan a obtener
recursos para los más pobres, pero su carácter progresivo significa que entre más
ingresos tenga un individuo más impuestos va a pagar por lo que se desincentivan
el trabajo de los más productivos.

Imposición del Estado sobre bienes deseables y males indeseables


El Estado también impone valores sociales para incentivar u obligar a los
individuos a consumir más bienes deseables o disminuir el consumo de males
indeseables.

Por ejemplo, el Estado desincentiva el consumo de drogas y alcohol e incentiva el


consumo de servicios educativos.

Si bien los males indeseables solo afectan directamente a quien lo consume, por
ejemplo el consumo moderado de alcohol, el Estado interviene la soberanía del
consumidor. Esto lo hace pues no cree que los propios individuos sean de juzgar
correctamente sus intereses y favorecer su bienestar. En estos casos el Estado tiene
una actitud paternalista, como un padre.

Conclusión sobre el papel del Estado en


la economía
El Estado interviene en la economía de muchas formas. Influye en los impuestos,
gasto público y numerosas regulaciones. Sus acciones afectan todos los individuos
y todos los aspectos de la vida económica.

También el Estado promueve la justicia, igualdad y valores sociales. Para esto


puede modificar los resultados de los mercados a través de programas de
distribución o modificando la estructura de los mercados a través de leyes,
regulaciones y prohibiciones.

Para la mayoría de los economistas el rol del Estado en la economía es justificado


en muchos casos. Sin embargo, también son conscientes de sus fallos y las
implicaciones de estos.

Fallas del Estado en su intervención económica


Finalmente, también hay que considerar las fallas del Estado en su papel en la
económia. Es posible que cuando los gobiernos intervienen a los mercados
buscando aumentar su eficiencia en realidad la disminuyan. Esto puede pasar
porque muchas veces los gobiernos abusan de su poder y responden a los intereses
de grupos con gran poder político. Por ejemplo, mediante reglamentaciones que
impidan las importaciones de productos agrícolas en beneficio de un cartel de
productores agrícolas pero en detrimento de los consumidores en general.

Igualmente por el ciclo electoral el Estado puede tomar decisiones negativas y


contrarias al interés general de la sociedad. Por ejemplo, cuando legisladores crean
puestos de trabajo en zonas estratégicas desde el punto de vista electoral, pero que
no tienen sentido económico desde una perspectiva nacional.

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