Monografia de Lechugas

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INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR

TECNOLÓGICO PUBLICO ABANCAY

MONOGRAFÍA

El cultivo de las lechugas


Autor Yasira llacchua tito
Orientador Felix Pataca Rodríguez

Área de investigación Cultivo de lechuga

Apurímac ,Perú

2022
I. INTRODUCCIÓN
I. El cultivo de la lechuga (Lactuca sativa L.), está considerado como
uno de los más importantes del grupo de las hortalizas de hoja;
pues es consumida por la gran mayoría de ecuatorianos,
principalmente en forma de ensalada, es ampliamente conocida y
se cultiva casi en todos los países del mundo. La lechuga presenta
una gran diversidad de variedades, dada principalmente por
diferentes tipos de hojas y hábitos de crecimiento de las plantas.
Durante los últimos años la producción de hortalizas ha
experimentado un significativo progreso en cuanto a rendimiento
y calidad, dentro de ello la superficie cultivada de lechuga ha ido
incrementándose, debido en parte a la introducción de nuevos
cultivares y el aumento de su consumo. Es por ello que es
importante determinar la producción y rendimiento de estos
nuevos cultivares en diferentes épocas de siembra y sistemas de
producción como el cultivo orgánico que cada día cobra mayor
importancia, porque representa una nueva tendencia que
promueve el uso de insumos alternativos a fin de lograr el
aprovechamiento adecuado de los recursos existentes localmente
para llegar a una producción agropecuaria limpia y sostenida. En el
Ecuador, la producción de hortalizas orgánicas está proyectándose
con éxito tanto a los mercados locales como a los grandes
mercados internacionales, debido a su reconocida calidad, lo que
está motivando que, cada vez más agricultores incursionen en este
importante renglón productivo. Entre las hortalizas cuya demanda
ha crecido en los últimos tiempos .
Objetivo general:
Estudiar el comportamiento agronómico del cultivo de lechuga a la aplicación de
bioestimulantes orgánicos en la zona de Cuesaca provincia del Carchi.

1.2. Objetivos específicos:


1.2.1. Evaluar la respuesta a la aplicación de bioestimulantes orgánicos en el cultivo de
lechuga.

1.2.2. Identificar el bioestimulante y la dosis mas adecuada en el desarrollo y


producción del cultivo.

1.2.3. Realizar el análisis económico de los tratamientos.


II .REVISIÓN DE LITERATURA

Para Agricultura Urbana (s.f.), la lechuga es una planta anual y autógama, perteneciente a
la familia Compositae y cuyo nombre botánico es Lactuca sativa L.

La raíz, que no llega nunca a sobrepasar los 25 cm. de profundidad, es pivotante, corta y
con ramificaciones. Las hojas están colocadas en roseta, desplegadas al principio; en unos
casos siguen así durante todo su desarrollo (variedades romanas), y en otros se acogollan
más tarde. El borde de los limbos puede ser liso, ondulado o aserrado. El tallo es
cilíndrico y ramificado y consta de una inflorescencia con capítulos florales amarillos
dispuestos en racimos o corimbos, las semillas están provistas de un vilano plumoso.

Según AbcAgro (2002), este cultivo soporta mejor las temperaturas elevadas que las
bajas. Como temperatura máxima tendría los 30 ºC y como mínima puede soportan
temperaturas de hasta –6 ºC. La lechuga exige que haya diferencia de temperaturas
entre el día y la noche.

Cuando la lechuga soporta temperaturas bajas durante algún tiempo, sus hojas toman
una coloración rojiza, que se puede confundir con alguna carencia. La humedad relativa
conveniente para la lechuga es del 60 al 80%, aunque en determinados momentos
agradece menos del 60%. Los problemas que presenta este cultivo en invernadero es que
se sube mucho la humedad ambiental, por lo que se recomienda cultivarlo en el campo 5
cuando las condiciones climatológicas lo permitan.
Referente al abonado, es un cultivo muy exigente en potasio. La planta al consumir más
potasio va a absorber más magnesio, por lo que habrá que tenerlo en cuenta a la hora de
equilibrar esta posible carencia. También la lechuga, en el primer estado de desarrollo es
muy exigente en molibdeno.
El aporte de estiércol en cultivo de lechuga se realiza a razón de 3 kg/m², cuando se trata
de un cultivo principal desarrollado de forma independiente de otros. No obstante,
cuando se cultiva en invernadero, puede no ser necesaria la estercoladura, si ya se aportó
estiércol en los cultivos anteriores.
Suquilanda (1996), menciona que la materia orgánica cumple un papel importante en el
mejoramiento del suelo, pues su presencia cumple las siguientes funciones:
 Aporta los nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas, durante el
proceso de descomposición (nitrógeno, fósforo, potasio, azufre, boro, cobre, hierro,
magnesio etc.)
 Activa biológicamente el suelo, ya que representa el alimento para la población
biológica que en el existe.
 Mejora la estructura del suelo favoreciendo a su vez el movimiento de agua y aire y
por ende el desarrollo radicular de las plantas
.  Incrementa la capacidad de retención de agua.
 Incrementa la temperatura del suelo.
 Incrementa la fertilidad potencial del suelo.

Agricultura Orgánica (1994), dice que siendo el suelo la base de la producción agrícola, su
buen manejo (laboreo y fertilización), es indispensable para evitar alterar su actividad
biológica, mientras que su fertilización se hace a base de materia orgánica descompuesta
que puede ser de origen animal o vegetal (estiércoles, humus de lombriz, residuos de
cosecha o de la agroindustria, abonos verdes), y la adición de elementos minerales puros.

Es necesario poner de manifiesto que la Agricultura Orgánica propone alimentar a los


microorganismos del suelo, para que estos de manera indirecta alimenten a las plantas,
después de tornar disponibles a los nutrientes contenidos en la materia orgánica.

La lechuga es una planta exigente en abonado potásico, debiendo cuidar los aportes de
este elemento, especialmente en épocas de bajas temperaturas. Sin embargo, hay que
evitar los excesos de abonado y principalmente nitrogenado, con objeto de prevenir
posibles fitotoxicidades por exceso de sales y conseguir una buena calidad de hoja y una
adecuada formación de los cogollos. También se trata de un cultivo bastante exigente en
molibdeno durante las primeras fases de desarrollo, por lo que resulta conveniente la
aplicación de este elemento vía foliar, tanto de forma preventiva como para la corrección
de posibles carencias.
El abonado de fondo puede realizarse a base de complejo 8-15-15, a razón de 50 g/m².
Posteriormente, en sistema de riego tradicional por gravedad, un abonado de cobertera
orientativo consistiría en el aporte de unos 10 g/m² 7 de nitrato amónico
. En suelos de carácter ácido el nitrato amónico puede ser sustituido por nitrato de cal a
razón de unos 30 g/m2, aportados en cada riego, sin superar el total de 50 g/m². También
son comunes las aplicaciones de nitrógeno vía foliar, en forma de urea, cuando los riegos
son interrumpidos y las necesidades de nitrógeno elevadas.

De acuerdo con Basf (s.f.), la nutrición de las plantas en un factor de producción que no
puede considerarse aisladamente. El empleo de abonos orgánicos y minerales debe
orientarse en la meta de producción, la previsible extracción de nutrientes por el cultivo y
la reserva de nutrientes en el suelo. En este contexto no debe considerarse sólo las
necesidades de un cultivo, sino también el balance de nutrientes del conjunto de cultivos
de rotación.

Steward (2001), indica que la fertilización balanceada incrementa la eficiencia


del uso de nutrientes y por esta razón existe menor probabilidades de que los
nutrientes se pierdan al ambiente por lixiviación o escorrentía superficial. El
buen manejo de la fertilización también reduce el potencial de erosión al
producir cultivo saludable y de crecimiento vigoroso que se cierra
rápidamente cubriendo y protegiendo al suelo efectivamente. Con una
fertilización balanceada se produce una mayor cantidad de biomasa. La
fertilización balanceada también afecta positivamente la eficiencia del uso del
agua ya que se puede obtener mayor rendimiento con la misma cantidad de
agua. Así un cultivo bien nutrido produce un sistema radicular extenso y
saludable que es capaz de extraer agua y nutrientes mas eficientemente que
un cultivo deficiente en nutrientes.
III. MATERIALES Y MÉTODOS
3.1. Ubicación y descripción del área experimental.

El presente trabajo de investigación se realizó en el sitio denominado Cuesaca, del


Cantón Bolívar de la Provincia del Carchi, con coordenadas geográficas de: 00º 31’ 18” de
Latitud Norte y 77º 52’ 49” de Longitud Occidental. La zona es considerada como Bosque
seco - Montano bajo (bs - MB), con temperatura promedio anual de 14 ºC, altitud de
2600 m.s.n.m. y una precipitación promedio anual de 800 mm.

3.2. Material Genético

Se utilizó para la siembra la variedad de lechuga “Lettuce Great Lake 118” que es la más
utilizada por los agricultores de la zona y que tiene las siguientes características:
 Cabeza crespa grande sólida con hojas de atractivo color verde oscuro de gran
aceptación en el mercado.
 La madurez relativa está entre los 75 a 80 días, siendo en el invierno el crecimiento
más largo.
 Es muy sensible a los encharcamientos y excesos de humedad, y se adapta bien a los
suelos de textura franco arcilloso y franco arenoso con pH de 5,2 a 5,8.
 Tolerancia a la quemadura de la punta de las hojas.
 El corazón es grande solido y uniforme.
 Hojas exteriores de color verde oscuro.
 Maduración media - precoz con uniformidad excelente que permite que un alto
porcentaje de la producción se coseche en el primer corte
3.3. Factores estudiados:
3.3.1. Variedad de lechuga “Lettuce Great Lake 118 ”
3.3.2. Dosis de Bioestimulantes orgánicos (Kelpak, Biozyme TF, Bioenergía y Raimul
Plus).
3.3.3. Zona de Cuesaca, cantón Bolívar, provincia del Carchi

3.2. Diseño experimental.

Se utilizó el Diseño de Bloques Completos al Azar (DBCA), compuesto por nueve


tratamientos con tres repeticiones.

Las parcelas experimentales tuvieron las siguientes características:

Número de tratamientos 9
Número de repeticiones 3
Número de parcelas 27
Área total del ensayo 385 m 2
Área útil del ensayo 108 m 2
Área de cada parcela 9,0 m 2
Área útil por parcela 4m2
Distanciamiento de siembra entre surco 0,5 m
Distanciamiento de siembra entre plantas 0,2 m
Distancia entre repetición 1,0 m
Distancia entre tratamiento 1,0 m
3.6. Métodos
. Se emplearon los métodos teóricos: análisis- síntesis e inductivo, y el método
empírico denominado experimental.
3.7. Manejo del ensayo.
3.7.1. Análisis químico de suelo
. Previo a la siembra se realizó el Análisis químico del suelo, para lo cual se recogió10
sub-muestras al azar tomadas en zig zag a 20 cm de profundidad, se mescló,
homogenizó y se envió al laboratorio la muestra representativa.
3.7.2. Elaboración del semillero y siembra.
Se empleó bandejas germinadoras con capacidad de 200 celdas, el sustrato para
llenar las celdas estuvo conformado con tierra negra y cal y se colocó en las celdas,
depositando la semilla a 5 mm de profundidad y luego tapamos con pomina, las
plántulas emergieron a los 5 días y permanecieron en el semillero por un periodo de
5 semanas, cuando las plántulas tuvieron de 5 a 6 hojas verdaderas procedimos a
trasplantarlas.
3.7.3. Riego del almácigo.
Se efectuó en forma manual, periódicamente durante todo el desarrollo de las
plántulas.
3.7.4. Preparación del suelo.
Se realizó mediante un pase de arado y uno de rastra y una picada manual a una
profundidad de 20 – 30 cm aproximadamente, con lo cual se obtuvo un suelo suelto,
listo para ser cultivado.
3.7.5. Trasplante.
Se realizó en horas de la mañana utilizando las plántulas que tenían 5 a 6 hojas
verdaderas observando que el suelo se encuentre en capacidad de campo, se
realizaron hoyos de 4 cm de profundidad, trasplantando con distancia de 0,20 m
entre plantas y 0,50 m entre surcos.
3.7.6. Fertilización.
La fertilización edáfica se realizó incorporando al suelo el abono Ecoabonaza en dosis
de 600 kg/ha, mientras que la fertilización foliar se realizó mediante la aplicación de
los bioestimulantes orgánicos en las dosis propuestas en cada uno de los
tratamientos estudiados.
3.7.7. Riego.
Se realizaron 5 riegos por gravedad con la finalidad de mantener a las plantas en las
condiciones hídricas óptimas.
3.7.8. Control de malezas y aporque.
El control se lo efectuó en forma manual, con la finalidad de mantener al cultivo libre
de la competencia con las malezas, así también se realizó el aporque con la finalidad
de darle firmeza a las plantas.
3.7.9. Control fitosanitario.
Se procedió de acuerdo a los umbrales económicos establecidos para cada plaga
presente y se utilizó preferentemente productos biológicos orgánicos.
IIII. RESULTADOS
4.1. Altura de planta.
En el Cuadro 1, se presentan los promedios de las variables altura de planta a los 30;
60 días de edad de las plantas y a la cosecha, en donde realizado el análisis de la
variancia para los datos registrados a los 30 días de edad de las plantas no se
detectan significancias estadísticas entre tratamientos, mostrando un coeficiente de
variación de 8,40 %, mientras que para las alturas de planta a los 60 días de edad y a
la cosecha, se observan diferencias altamente significativas entre tratamientos con
coeficientes de variación de 5,03 y 4,13 % respectivamente.
Realizada la prueba de Tukey al 5 %, la variable altura de planta a los 60 días de edad,
determina que los tratamientos a base de los bioestimulantes Kelpak y Biozyme en
ambas dosis de aplicación, se comportaron estadísticamente iguales entre si, pero
superiores y diferentes estadísticamente al resto de tratamientos estudiados , la
mayor altura de planta se observó con el bioestimulante Kelpak (2,5 l/ha) con 19,47
cm de altura, mientras que el menor promedio se registró con el tratamiento testigo
(sin bioestimulante) con altura de 13,53 cm.
Para la altura registrada a la cosecha, los tratamientos a base de Kelpak (2,5 l/ha) y
Biozyme (0,75 l/ha) presentaron los promedios más altos, mostrándose
estadísticamente iguales con valores de 21,77 y 20,47 cm de altura respectivamente,
pero diferente y superiores a los demás tratamientos. La menor altura de planta de
14,60 cm se observó con el tratamiento testigo.

4.2. Diámetro ecuatorial.


Los valores promedios del diámetro ecuatorial se muestran en el Cuadro 2, realizado
el análisis de la variancia se detectan diferencias altamente significativas entre
tratamientos, con coeficiente de variación de 4,45 %.
Los tratamientos a base del bioestimulante Biozyme en dosis de 0,75 l/ha y 0,50 l/ha
presentaron las lechugas con los mejores diámetros de 9,7 y 9,0 cm
respectivamente, siendo estadísticamente iguales, pero superiores y diferentes a los
restantes tratamientos ensayados, el tratamiento sin aplicación de bioestimulantes
(testigo), fue el que obtuvo el promedio más bajo de 6,3 cm de diámetro.
4.3. Peso de planta.
El mayor promedio del peso de la planta se registró con el tratamiento a base del
bioestimulante Biozyme (0,75 l/ha) que registró 683,50 gramos, mostrándose
superior pero estadísticamente igual a los tratamientos a base de Biozyme (0,50
l/ha), Kelpak (2,50 y 1,50 l/ha) y Bioenergía (1,25 l/ha), con valores de 626,67;
613,05; 598,01 y 610,23 gramos de peso de la planta respectivamente.
El tratamiento testigo presentó el promedio más bajo con 481,34 gramos/planta.
Realizado el análisis de la variancia se determina alta significancia estadísticas entre
tratamientos con coeficiente de variación de 6,50 %

4.4. Rendimiento.
En el Cuadro 3, se presentan los promedios correspondientes al rendimiento del
cultivo de lechuga por hectárea, realizada la prueba de Tukey 5%, se determina que
el tratamiento a base del bioestimulante Biozyme (0,75 l/ha) fue el que presentó el
valor más alto con 47,13 toneladas métricas por hectárea, comportándose superior
pero estadísticamente igual a los tratamientos Biozyme (0,50 l/ha), Kelpak (2,50 y
1,50 l/ha) y Bioenergía (1,25 l/ha) con rendimientos de 40,83; 39,13; 37,25 y 38,78
toneladas métricas respectivamente. Realizado el análisis de la variancia se detectó
altas diferencias significativas entre tratamientos, con coeficiente de variación de
12,38 %.
4.5. Análisis económico.
En el Cuadro 4, se presenta el análisis económico del rendimiento de lechuga en
función al costo de los tratamientos. Se observa que los tratamientos a base del
bioestimulante Biozyme (0,75 y 0,50 l/ha), obtienen los beneficios netos más altos
con 10340,85 y 8964,10 dólares respectivamente, seguidos de los tratamientos
bioestimulantes Kelpak (250 l/ha) y Bioenergía (1,25 l/ha) que produjeron 8546,10 y
8521,87 dólares respectivamente, mientras que el beneficio neto más bajo lo
registró el tratamiento testigo (sin bioestimulantes) con 5352,60 dólares por
hectárea
V. DISCUSIÓN
En la presente investigación se evaluó el efecto de la aplicación de cuatro
bioestimulantes orgánicos foliares en el comportamiento agronómico y producción
del cultivo de lechuga orgánica; los resultados experimentales obtenidos
demuestran el efecto positivo de tres de los cuatro bioestimulantes ensayados en la
mayoría de los caracteres evaluados a excepción de la altura de planta a los 30 días
de edad, probablemente porque a esa edad todavía no actuaron significativamente
los productos aplicados.
La altura de planta a los 60 días de edad y a la cosecha fue influenciada
significativamente con la aplicación del bioestimulante orgánico Kelpak, lo cual se
debe a que dicho producto favorece el crecimiento de las plantas, es rico en auxina.
El nombre auxina significa en griego 'crecer' y es dado a un grupo de compuestos
que estimulan la elongación. Promueve el crecimiento y diferenciación celular, y por
lo tanto en el crecimiento en longitud de la planta, así lo manifiesta Gonzalez et al
(1999) e Interozone (s.f.).
En relación al diámetro ecuatorial de las plantas y por ende al peso de las mismas, los
mayores promedios se obtuvieron con el tratamiento en donde se aplicó el
bioestimulante Biozyme en dosis de 0,75 l/ha, pues este producto contiene en su
estructura molecular fitohormonas, aminoácidos y microelementos contenidos en
los extractos vegetales según lo manifiesta Agroindustrias del Norte (s.f.), pues el
cultivo de lechuga es exigente para estos elementos.

El mayor rendimiento por hectárea también se observó con la aplicación del


bioestimulante Biozyme en dosis de 0,75 l/ha, porque registraron diámetro y peso de las
plantas más alto, lo que influenció en el incremento del rendimiento, corroborando que
la fórmula equilibrada de macro y micronutrientes más las tres principales hormonas
vegetales que contiene este producto, ocasiona que las plantas sean inducidas a producir
frutos más grande y de mejor calidad, como lo indica AFIPA (2002) y Rojas y Ramírez
(1987).
Además, es importante resaltar que la aplicación de fondo realizada con el abono
orgánico EcoAbonaza, resultó fundamental para la buena nutrición de las plantas, este
va liberando lentamente para que sean utilizados por las plantas en el momento que lo
requieran, así lo manifiesta Vademecum Agrícola (2007).

VI. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES


Con base al análisis e interpretación estadística de los resultados experimentales, se
delinean las conclusiones siguientes:
1. Los bioestimulantes orgánicos ensayados produjeron efectos positivos en los
caracteres evaluados.
2. El cultivo de lechuga respondió positivamente en todos los tratamientos a la
aplicación del abono EcoAbonaza como fertilizante de fondo.
3. La aplicación del bioestimulante orgánico Kelpak, produjo incrementos en el
desarrollo de las plantas y por ende el índice de área foliar.
4. Los caracteres diámetro ecuatorial y peso de la planta estuvieron influenciados
significativa y positivamente con la aplicación de los bioestimulantes orgánicos
Raimul Plus y Kelpak.
5. Los tratamientos a base Raimul Plus en dosis de 1,25 y 0,75 kg/ha obtuvieron los
mayores rendimiento de 79,62 y 73,33 Ton/ha; seguida de Kelpak 2,50 l/ha con
71,63 y Bioenergía 1,25 l/ha con 71,28; siendo iguales estadísticamente.
6. El mayor beneficio neto se registró con el tratamiento Biozyme en dosis de 0,75
l/ha, significativamente superior al resto de tratamientos estudiados

Analizadas las conclusiones se recomienda:

1. El empleo de los bioestimulantes orgánicos como complemento a un programa de


fertilización basado en los resultados de análisis químico de suelos.
2. La aplicación del bioestimulante orgánico Biozyme en dosis de 0,75 l/ha, para
incrementar significativamente el rendimiento en el cultivo de lechuga.

3. Continuar con la investigación ensayando diferentes bioestimulantes orgánicos y/o


activadores fisiológicos con la finalidad de incrementar el rendimiento del cultivo.

VII. RESUMEN
La presente investigación se llevó a efecto en la comunidad de Cuesaca del cantón
Bolívar en la provincia del Carchi, con la finalidad de evaluar la aplicación de cuatro
bioestimulantes orgánicos sobre el crecimiento y producción del cultivo de lechuga;
identificar el bioestimulante y la dosis más apropiada y realizar el análisis económico
de los tratamientos. Se utilizó para la siembra la variedad de lechuga “Lettuce Great
Lake 118” que es la más utilizada por los agricultores de la zona y se aplicó los
bioestimulantes Kelpak, Biozyme, Bioenergía y Raimul Plus en dos dosis. Se utilizó el
diseño experimental llamado Bloques completos al azar (DBCA), con nueve
tratamientos y tres repeticiones, las variables fueron sometidas al Análisis de
variancia empleando la prueba de Tukey al 5% para determinar diferencias
estadísticas entre los tratamientos estudiados. Las variables evaluadas fueron:
Altura de planta; diámetro Ecuatorial; peso de la planta; rendimiento del cultivo y
análisis económico. Las conclusiones son: Los bioestimulantes orgánicos ensayados
produjeron efectos positivos en los caracteres evaluados; el cultivo de lechuga
respondió positivamente en todos los tratamientos a la aplicación del abono
EcoAbonaza como fertilizante de fondo; la aplicación del bioestimulante orgánico
Kelpak, produjo incrementos en el desarrollo de las plantas y por ende el índice de
área foliar; los caracteres diámetro ecuatorial y peso de la planta estuvieron
influenciados significativa y positivamente con la aplicación de los bioestimulantes
orgánicos Biozyme y Kelpak; los tratamientos a base Biozyme en dosis de 0,75 y 0,50
l/ha obtuvieron los mayores rendimiento de 47,13 y 40,83 Ton/ha; seguida de
Kelpak 2,50 l/ha con 39,13 y Bioenergía 1,25 l/ha con 38,78 Ton/ha; el mayor
beneficio neto se registró con el tratamiento Biozyme 0,75 l/ha con 10340,85
dólares. Las 41 recomendaciones son: El empleo de los bioestimulantes orgánicos
como complemento a un programa de fertilización basado en los resultados de
análisis químico de suelos; la aplicación del bioestimulante orgánico Biozyme en
dosis de 0,75 l/ha, para incrementar significativamente el rendimiento en el cultivo
de lechuga y continuar con la investigación ensayando diferentes bioestimulantes
orgánicos y/o activadores fisiológicos con la finalidad de incrementar el rendimiento
del cultivo.

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