Ensayo Evaluacion Institucional y GU

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UNIVERSIDAD INTERNACIONAL

DE LA
INTEGRACION DE AMERICA
LATINA

Maestría en Docencia Universitaria


MSc. Silvia Espinal

Asignatura:
Didáctica de la Educación Superior (Ensayo).

Estudiantes:
Francia Danely Mejía Girón
Jensy Janeth Figueroa Girón
Nelson José Cuadras Zapata
24 DE FEBRERO DE 2022

Evaluación Institucional y Gestión Universitaria

Evaluación Institucional

Cuando hablamos de evaluación se refiere a medir, calificar o apreciar cuando se denota de la


forma más sencilla, sin embargo, la evaluación es todo un proceso de acciones que se llevan a
cabo para determinar un fin que a su vez conlleva a una toma de decisiones, principal motivo en
la ejecución de una evaluación.  Según Mateo (2000), la evaluación institucional es como "un
proceso mediante el cual se pretende dar apoyo a la mejora continua como garantía de la calidad
de la institución." De esta forma se concibe como el proceso donde se pude constatar sí los
objetivos fijados por una institución se están cumpliendo, incluyendo los medios utilizados para
alcanzarlos y los resultados que estos proporcionen.

Una vez definido la evaluación institucional, se requiere definir la calidad educativa. En este
caso Marchesi y Martín (1998), exponen que la calidad "se asocia a valorar aquello que es digno
de reconocimiento." (p.30). Con la Calidad Educativa se pretende reconocer la perfección en los
alcances de los objetivos, así como los medios y recursos que se utilizan para dicha perfección. 

Durante la década de los ochenta, se da inicio a las primeras experiencias de evaluación


institucional en Venezuela, coincidiendo con la fase de expansión de la Universidad Venezolana
y la primera ola de reformas de la Universidad Latinoamericana. En 1983, se produce
oficialmente la creación de la primera comisión de evaluación institucional de las Universidades
por parte del Consejo Nacional de Universidades (CNU), adscrita a la OPSU, organismo que
presenta en 1984 las primeras proposiciones y recomendaciones en esta materia, concretándose
en 1987, como primera experiencia, la evaluación institucional de la Universidad Pedagógica
Experimental Libertador (UPEL), incorporando y reunificando en ésta, a los institutos de
formación docente (UPEL, 2008; citado por Cadenas 2012). 
Ahora bien, que entendemos por Calidad Educativa, un término muy actual en la educación. 
Bonifacio Jiménez nos clarifica al expresar que un indicador de la calidad educativa puede
definirse como "la descripción de una situación, factor o componen-te educativo en estado
óptimo de funcionamiento". Arturo De la Orden (1998), nos indica tres imperativos esenciales de
calidad educativa que debe poseer un centro educativo, a saber:" 
Funcionalidad (el centro satisface las necesidades exigidas por el entorno.) 
Eficacia (alcanza los objetivos que se propone.) 
Eficiencia (alcanza dichos objetivos con coste razonable.)" 

Si es capaz de combinar estos tres imperativos esenciales podemos estar hablando de un centro
con calidad educativa. 

Para el Dr. De la Orden el concepto de "calidad" nació como una necesidad de


perfeccionamiento de los procesos productivos sociales, tendientes hacia la creación de una
cultura de la calidad de procesos y productos de los sistemas empresariales de los países en
desarrollo.  De esta manera, se postula que la calidad en la educación es el resultado de las
interrelaciones existentes entre todos los elementos del proceso educativo. Por ello, se le
considera no como un fin, sino como un instrumento que permite el conocimiento de estas
conexiones, de sus resultados y de sus productos.  Éste proceso (de evaluación institucional)
debe poseer la característica de ser permanente e integrador. Permanente, porque debe llevarse a
cabo en todo momento y no tener un fin, e integrador porque "La evaluación no es un apéndice
agregado a los procesos educativos, sino que por su papel orientador de planificadores,
directivos, docentes y alumnos debe asumir el carácter de una actividad sistémica, plenamente
integrada con la función educativa y que por tales razones debe ser continua y no meramente
episódica." 

La finalidad última de la evaluación es mejorar la calidad educativa. Si este objetivo no se


cumple, entendemos que se pierde la esencia fundamental que posee el proceso evaluativo. El
concepto de Calidad es siempre un concepto abstracto y relativo, es decir calidad en relación
con… Posee un carácter comparativo. Es multidimensional. 
Gestión Universitaria

Las universidades constituyen uno de los actores sociales que participan en el logro de los
objetivos de desarrollo sostenible; por tanto, se requiere la redefinición del papel que les
corresponde. Deben contribuir desde la investigación y la innovación al desarrollo sostenible,
aportando respuestas tecnológicas adecuadas y socialmente legitimadas, que den solución a los
problemas transversales que plantea la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible adoptada por
la Asamblea General de la ONU, en la Cumbre de 2015, con soluciones interdisciplinares
(Velásquez, 2017).
Las universidades deben aprender a vivir en el cambio, anticipándose con decisiones
transformadoras que permitan su supervivencia y desarrollo, lo que las conduce a una
concepción esencialmente estratégica de su gestión, que se manifiesta en una adaptación
sistemática al entorno cambiante, con una visión compartida del futuro deseado de la
organización. 
Todo lo anterior implica recursos humanos, materiales y financieros, por lo que se hace necesario
buscar nuevas fórmulas de financiamiento en las universidades, así como mecanismos en su
gestión, que contribuyan al cumplimiento de sus objetivos, optimizando los recursos antes
descritos. Se coincide con Tristá (2007) cuando afirma que, la gestión de las universidades
requiere de adaptación de enfoques y técnicas generadas en otros contextos. El propio desarrollo
de estas instituciones ha originado un vacío conceptual, metodológico y práctico debido a una
ausente e inadecuada contextualización de la gestión en las universidades. En 1996, la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)
planteó que la situación de la universidad en los países en desarrollo, fundamentalmente los de
América Latina, a partir de la década de los años 50, tiene entre sus transformaciones más
importantes: la gran expansión cuantitativa del sector, su notable diversificación institucional, el
aumento de la participación del sector privado, el incremento de la internacionalización y el
cambio de la actitud de los gobiernos.

En el ámbito público, las universidades utilizan recursos provenientes del estado, debiendo
entregar a la sociedad resultados dentro de los plazos establecidos y comprometiendo el menor
nivel de recursos económicos, todo lo que implica la necesidad de gestionarlos con eficiencia y
eficacia y efectividad. Las décadas de los años 80 y 90 marcaron como tendencia internacional
en la educación superior una serie de procesos simultáneos y en ocasiones contradictorios: la
democratización, internacionalización, regionalización, polarización, marginación y la
fragmentación (UNESCO, 1998a).  Lauchy y Acosta (2016), señalan que   a inicios de este siglo
en el mundo entero la enseñanza universitaria se encuentra inmersa en un proceso de cambio, en
donde la escasez de recursos para el sector público han producido un gran interés por la
eficiencia con la que cumplen su misión las universidades, lo que ha generado un estímulo hacia
los estudios referentes a la eficiencia y a su evaluación, como son la demanda de mayores niveles
de eficiencia y efectividad de los servicios públicos, y la incorporación de modernas técnicas de
gestión que contribuyan eficazmente al proceso de toma de decisiones.

La educación es una inversión a futuro y un factor determinante para el desarrollo económico,


político y social de cualquier nación en el largo plazo. Las entidades del sector público también
realizan esfuerzos por lograr el cumplimiento de sus objetivos con el uso eficiente de los
recursos. En concordancia con lo anterior, Fuentes, Estrabao y Macia (2003) expresan que la
gestión universitaria tiene sus inicios en la teoría de la gestión empresarial, sin dejar de lado sus
procesos específicos, pues tiene en su práctica social y en su técnica de saberes propios, la
esencia histórica de los procesos universitarios. El estudio sobre la gestión universitaria en las
instituciones de educación superior públicas es reciente, así lo sostiene Botero (2009). Sin
embargo, existen muchas publicaciones expresando su concepto, ordenamiento y alcance. Díaz-
Canel (2011), revela que estas instituciones a partir de la gestión universitaria conservan,
memorizan, integran la herencia cultural de conocimientos y valores; actualizando, transmitiendo
y también generando conocimientos, ideas y valores.

La gestión universitaria constituye el eje del accionar de las IES; cada universidad encuentra
dentro de su contexto geográfico y situacional lo esencial para concretar sus objetivos en
acciones, pero no existe una fórmula general, así lo manifiestan Cejas y Alfonso (2012), la
gestión no es una tecnología neutra ni una tarea de ingeniería, es una labor de construcción,
preservación y proyección en el tiempo de los elementos que convierten a la organización en una
institución que involucra a diversos actores, y que encuentra su razón de ser en los fines a los que
sirve y en los resultados que alcanza. La gestión universitaria tiene gran importancia, como
concepto sistematizador e integrador de la universidad respecto de su entorno (Aguilera, 2006);
es así que las IES en cada país y región han generado sus propias conceptualizaciones ajustadas
al medio.

al estudiar la gestión universitaria expresa en su definición que es un proceso global, complejo,


integrador y generador que requiere de la conjunción de principios, modelos, procedimientos,
estrategias, mecanismos y estilos gerenciales, con supuestos pedagógicos, epistemológicos e
ideológicos que tiene como finalidad garantizar un crecimiento, fortalecimiento y desarrollo
sostenible de la organización para cumplir con los objetivos prefijados en los marcos normativos
y regulatorios del Estado vinculado a “liderar” procesos con prevención, transformación e
innovación en contextos de constantes cambios, que apuntan a una toma de decisiones
participativa, ágil y pertinente, para mejorar las funciones universitarias enseñanza, investigación
y extensión. . Esta última definición abarca aspectos esenciales de la gestión universitaria actual,
sometida constantemente a los cambios y necesidades de la sociedad del presente siglo. Sin
embargo, se omite la calidad, aspecto que hoy reviste particular relevancia en la educación
superior.
López, García y Addine (2017), reconocen que “la educación superior tiene el reto de asegurar la
calidad de la formación permanente de profesionales capaces de enfrentar las transformaciones
económicas, sociales y educacionales, y de contribuir a mantener indicadores de eficacia,
eficiencia y pertinencia en una educación de calidad para todos.
Dentro de las principales tendencias de la gestión universitaria se encuentra un elemento que
orienta el quehacer universitario, la búsqueda constante de la calidad, por lo que al análisis de su
gestión se dedica el punto siguiente.

La gestión de la calidad y su relevancia en la gestión universitaria

Se considera que la búsqueda de la calidad es un proceso de gestión particular que trata de un


equilibrio entre exigencias de la ciencia y las posibilidades internas, los recursos y las
necesidades externas de reconcepción permanente de una institución abierta, en que sus
requerimientos y condiciones no se deben reducir a un sistema de normas, sino que deben
incorporar principios, modelos e indicadores que se relacionen con las expectativas,
proyecciones estratégicas y potencialidades de las instituciones que se ocupan de sus logros a
través de múltiples acciones (Cidad, 2004). Según Juran, calidad es adecuación para el uso, debe
planearse. Desarrolló la trilogía de la calidad: planeación, control y mejora, la que concuerda en
gran medida con el ciclo de Deming: planificar, hacer, verificar y actuar, por sus siglas en inglés
PDCA, pues coinciden en la etapa de planificar, y las actividades de la etapa de control y mejora
de Juran se pueden traducir en las actividades de hacer, verificar y actuar de Deming. Crosby, la
calidad desde una perspectiva ingenieril, es la conformidad entre normas y requisitos precisos.
Su lema es: “hacerlo bien desde la primera vez y lograr un nivel de cero defectos” (Koontz y
Weihreich, 2013, p. 73). La calidad ha evolucionado teniendo las siguientes interpretaciones: “la
calidad se controla, la calidad se autocontrola, la calidad se asegura, la calidad se gestiona. Esta
evolución, al ser envolvente (incluye los conceptos válidos de la situación precedente), no
descalifica ni invalida para su uso los estadios anteriores” (Pérez, 2010. Los sistemas de gestión
de la calidad se conciben como una estructura operacional de trabajo, bien documentada e
integrada a los procedimientos propios de la organización para guiar las acciones y la
información de la misma de manera práctica y coordinada. El sistema de gestión de la calidad es
aquella parte del sistema de gestión enfocada en el logro de resultados, en relación con los
objetivos de la calidad, para satisfacer las necesidades, expectativas y requisitos de las partes
interesadas, según corresponda.

La búsqueda de calidad involucra todos los sectores del sistema de educación superior; así lo
expresó Díaz-Canel (2011), al referir que la educación de las próximas generaciones debe ser de
mayor calidad, por lo que resulta imprescindible la optimización de los recursos que permitan
una gestión universitaria con calidad y eficiencia. El entorno universitario genera la idea de que
la gestión de la calidad radica en las decisiones y políticas de los directivos de las IES; sin
embargo, la calidad está ligada a todos los actores del quehacer universitario, Capelleras y
Veciana (2004). La calidad en la gestión no se impone por decreto: no quedan dudas que la
política universitaria al respecto puede favorecer, pero debe contarse con la imprescindible
implicación de directivos, profesorado y estudiantes. Por otro lado, existen autores que otorgan
relevancia y jerarquía a la función de los directivos para alcanzar una adecuada gestión, según
Guerra y Meizoso (2012), la calidad en la gestión universitaria no consiste solo en alcanzar un
patrón de excelencia en los programas académicos, ni en cumplir con ciertos indicadores
establecidos a nivel internacional. También se requiere de la existencia de la calidad directiva
que, con un enfoque proactivo para la solución de los problemas internos, sea capaz de garantizar
la satisfacción de las expectativas viables de la comunidad universitaria a través de la mejora
continua de la gestión.
En este orden de análisis deben ser considerados los principios básicos de la gestión de la
calidad, que le confieren un carácter integral y holístico a las personas, procesos y recursos
universitarios, en el empeño por alcanzar metas comunes de una cualidad superior. Entre estos
principios se destacan: enfoque hacia los beneficiarios internos y externos; liderazgo
transformador; participación efectiva del personal; enfoque de gestión sistémico basado en los
procesos; beneficio mutuo en la relación con los aliados, y mejoramiento continuo.

La calidad en la educación superior se constituye en el elemento central de los procesos de


gestión universitaria; contempla la formación, la investigación, así como la vinculación con la
sociedad. Entonces, la calidad como componente presente en la gestión, se encuentra en el centro
de atención de todos los integrantes de la comunidad universitaria; del gobierno y los organismos
internacionales, que toman decisiones en cuanto a la gestión de las IES.
El hecho de cumplir determinados estándares e indicadores para lograr niveles de calidad en las
IES, no es el único fin que se persigue a través del estudio de la gestión universitaria, también los
investigadores buscan tributar al desarrollo de las IES en términos de sustentabilidad (el hoy) y
sostenibilidad (el futuro);

La gestión ha sido estudiada ampliamente y su definición tiene su origen en el ámbito


empresarial, su evolución permitió que ésta se traslade a otros sectores como las universidades,
desarrollando el término gestión universitaria para darle tratamiento a todas las funciones y
procesos académicos / administrativos, que estas organizaciones realizan. Dentro de la gestión
universitaria es necesario evaluar el cumplimiento de la misión y fines institucionales, con un
alto sentido de responsabilidad, que está íntimamente relacionado con los intereses de la
sociedad, por el impacto de estas organizaciones en la trasferencia del conocimiento, costumbres
y raíces culturales. Gestionar con calidad, es entonces el reto de las universidades, que
actualmente se someten a procesos de evaluación midiendo los niveles de calidad logrados por
las instituciones de educación superior, en el ciclo de su práctica cotidiana.

 BIBLIOGRAFIA

Marchesi, A. y Martín, E. (1998). Calidad de la Enseñanza en tiempos de cambio.


Manuales de Psicología y Educación. Madrid: Alianza Editorial. 
Mateo, J. (2000). La Evaluación Educativa, su práctica y otras metáforas. Cuadernos de
Educación. Barcelona: Ichebrosori. 
SEA (2004) Sistema de Evaluación y Acreditación de las Universidades Nacionales.
Caracas - Venezuela Documento en línea disponible en
:http://www.cidar.uneg.edu.ve/DB/bcuneg/EDOCS/TESIS/TESIS_POSTGRADO/
MAESTRIAS/EDUCACION/TGMR85G842007
Almuiñas, R. y Galarza, L. (2017). La gestión de la calidad en las Instituciones de
Educación Superior desde la perspectiva de la integración de los procesos estratégicos.
En Gestión de la calidad en las Instituciones de Educación Superior (págs. 73-92).
Instituto Tecnológico Bolivariano de Tecnología. Guayaquil. Ecuador.
Álvarez, d Z., C (2002). La excelencia universitaria. Universidad de La Habana.
Monografía en formato electrónico. La Habana, Cuba.

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