Ensayo Evaluacion Institucional y GU
Ensayo Evaluacion Institucional y GU
Ensayo Evaluacion Institucional y GU
DE LA
INTEGRACION DE AMERICA
LATINA
Asignatura:
Didáctica de la Educación Superior (Ensayo).
Estudiantes:
Francia Danely Mejía Girón
Jensy Janeth Figueroa Girón
Nelson José Cuadras Zapata
24 DE FEBRERO DE 2022
Evaluación Institucional
Una vez definido la evaluación institucional, se requiere definir la calidad educativa. En este
caso Marchesi y Martín (1998), exponen que la calidad "se asocia a valorar aquello que es digno
de reconocimiento." (p.30). Con la Calidad Educativa se pretende reconocer la perfección en los
alcances de los objetivos, así como los medios y recursos que se utilizan para dicha perfección.
Si es capaz de combinar estos tres imperativos esenciales podemos estar hablando de un centro
con calidad educativa.
Las universidades constituyen uno de los actores sociales que participan en el logro de los
objetivos de desarrollo sostenible; por tanto, se requiere la redefinición del papel que les
corresponde. Deben contribuir desde la investigación y la innovación al desarrollo sostenible,
aportando respuestas tecnológicas adecuadas y socialmente legitimadas, que den solución a los
problemas transversales que plantea la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible adoptada por
la Asamblea General de la ONU, en la Cumbre de 2015, con soluciones interdisciplinares
(Velásquez, 2017).
Las universidades deben aprender a vivir en el cambio, anticipándose con decisiones
transformadoras que permitan su supervivencia y desarrollo, lo que las conduce a una
concepción esencialmente estratégica de su gestión, que se manifiesta en una adaptación
sistemática al entorno cambiante, con una visión compartida del futuro deseado de la
organización.
Todo lo anterior implica recursos humanos, materiales y financieros, por lo que se hace necesario
buscar nuevas fórmulas de financiamiento en las universidades, así como mecanismos en su
gestión, que contribuyan al cumplimiento de sus objetivos, optimizando los recursos antes
descritos. Se coincide con Tristá (2007) cuando afirma que, la gestión de las universidades
requiere de adaptación de enfoques y técnicas generadas en otros contextos. El propio desarrollo
de estas instituciones ha originado un vacío conceptual, metodológico y práctico debido a una
ausente e inadecuada contextualización de la gestión en las universidades. En 1996, la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)
planteó que la situación de la universidad en los países en desarrollo, fundamentalmente los de
América Latina, a partir de la década de los años 50, tiene entre sus transformaciones más
importantes: la gran expansión cuantitativa del sector, su notable diversificación institucional, el
aumento de la participación del sector privado, el incremento de la internacionalización y el
cambio de la actitud de los gobiernos.
En el ámbito público, las universidades utilizan recursos provenientes del estado, debiendo
entregar a la sociedad resultados dentro de los plazos establecidos y comprometiendo el menor
nivel de recursos económicos, todo lo que implica la necesidad de gestionarlos con eficiencia y
eficacia y efectividad. Las décadas de los años 80 y 90 marcaron como tendencia internacional
en la educación superior una serie de procesos simultáneos y en ocasiones contradictorios: la
democratización, internacionalización, regionalización, polarización, marginación y la
fragmentación (UNESCO, 1998a). Lauchy y Acosta (2016), señalan que a inicios de este siglo
en el mundo entero la enseñanza universitaria se encuentra inmersa en un proceso de cambio, en
donde la escasez de recursos para el sector público han producido un gran interés por la
eficiencia con la que cumplen su misión las universidades, lo que ha generado un estímulo hacia
los estudios referentes a la eficiencia y a su evaluación, como son la demanda de mayores niveles
de eficiencia y efectividad de los servicios públicos, y la incorporación de modernas técnicas de
gestión que contribuyan eficazmente al proceso de toma de decisiones.
La gestión universitaria constituye el eje del accionar de las IES; cada universidad encuentra
dentro de su contexto geográfico y situacional lo esencial para concretar sus objetivos en
acciones, pero no existe una fórmula general, así lo manifiestan Cejas y Alfonso (2012), la
gestión no es una tecnología neutra ni una tarea de ingeniería, es una labor de construcción,
preservación y proyección en el tiempo de los elementos que convierten a la organización en una
institución que involucra a diversos actores, y que encuentra su razón de ser en los fines a los que
sirve y en los resultados que alcanza. La gestión universitaria tiene gran importancia, como
concepto sistematizador e integrador de la universidad respecto de su entorno (Aguilera, 2006);
es así que las IES en cada país y región han generado sus propias conceptualizaciones ajustadas
al medio.
La búsqueda de calidad involucra todos los sectores del sistema de educación superior; así lo
expresó Díaz-Canel (2011), al referir que la educación de las próximas generaciones debe ser de
mayor calidad, por lo que resulta imprescindible la optimización de los recursos que permitan
una gestión universitaria con calidad y eficiencia. El entorno universitario genera la idea de que
la gestión de la calidad radica en las decisiones y políticas de los directivos de las IES; sin
embargo, la calidad está ligada a todos los actores del quehacer universitario, Capelleras y
Veciana (2004). La calidad en la gestión no se impone por decreto: no quedan dudas que la
política universitaria al respecto puede favorecer, pero debe contarse con la imprescindible
implicación de directivos, profesorado y estudiantes. Por otro lado, existen autores que otorgan
relevancia y jerarquía a la función de los directivos para alcanzar una adecuada gestión, según
Guerra y Meizoso (2012), la calidad en la gestión universitaria no consiste solo en alcanzar un
patrón de excelencia en los programas académicos, ni en cumplir con ciertos indicadores
establecidos a nivel internacional. También se requiere de la existencia de la calidad directiva
que, con un enfoque proactivo para la solución de los problemas internos, sea capaz de garantizar
la satisfacción de las expectativas viables de la comunidad universitaria a través de la mejora
continua de la gestión.
En este orden de análisis deben ser considerados los principios básicos de la gestión de la
calidad, que le confieren un carácter integral y holístico a las personas, procesos y recursos
universitarios, en el empeño por alcanzar metas comunes de una cualidad superior. Entre estos
principios se destacan: enfoque hacia los beneficiarios internos y externos; liderazgo
transformador; participación efectiva del personal; enfoque de gestión sistémico basado en los
procesos; beneficio mutuo en la relación con los aliados, y mejoramiento continuo.
BIBLIOGRAFIA