Hacia La Revitalizacion Del Sistema Modul
Hacia La Revitalizacion Del Sistema Modul
Hacia La Revitalizacion Del Sistema Modul
Septiembre de 2019
índice
5 Presentación
9 Introducción
22 Vínculo Universidad-Sociedad
89 Bibliografía
Presentación
Presentación 5
dio donde, cada vez más, los conceptos centrales de objeto de transformación (ot) y
problema eje (pe) han perdido significado y no cumplen la función de contextualizar
e integrar el conocimiento. La preocupación por esta tendencia se hizo manifiesta
en julio de 2016 por la serie de paros emprendidos por estudiantes para expresar su
inconformidad debido a la falta de congruencia entre los postulados del modelo edu-
cativo y la aplicación y operación del proceso de enseñanza-aprendizaje que se de-
sarrollaba en las aulas, en el día a día. Las inquietudes que derivaron en demandas
fueron diversas, pero vale la pena recordar la exigencia a la Universidad de “Tomar las
medidas necesarias que garanticen la continuidad y mejoramiento del sm con base en
el Documento Xochimilco…” (Consejo Académico UAM-X, 2016: 34).
El Consejo Académico integró, a partir de los acuerdos que la Rectoría de Unidad
tomó con la Asamblea de la Unidad Xochimilco, una Comisión encargada de analizar
y generar propuestas para fortalecer el modelo educativo del sm 1 que en sus conside-
raciones resaltaba lo siguiente:
Buena parte de los problemas detectados se relacionaban con las formas de llevar a
cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje y que los estudiantes 2 expresaron en dicha
Comisión de la siguiente manera:
1. Acuerdo 8.16.7 Integración de la Comisión encargada de analizar y generar propuestas que fortalezcan el modelo educativo
del sistema modular, para lo cual considerarán los incisos c) al f) del numeral 5 del pliego petitorio formulado por la Asam-
blea Unidad Xochimilco, de conformidad con los acuerdos tomados con la Asamblea Unidad Xochimilco, los días 20 y 26 de
julio de 2016. Específicamente dichos incisos son:
“c) Implementar espacios de discusión y reflexión sobre el sistema modular donde participen estudiantes y académicos, y
tomar en cuenta sus resolutivos para la modificación y adecuación de los planes y programas de estudio; d) Establecer, con
carácter de obligatorio, el curso de inducción al sistema modular para todos los profesores en todas las divisiones; e) Que
los profesores encargados de impartir la docencia en el tid sean los de mayor experiencia en el sistema modular; f) Que
aquellos elementos distintivos del sistema modular con base en el Documento Xochimilco se inserten en todos los planes y
programas de estudios de esta Unidad” (Consejo Académico uam-x, 2016a; 61).
2. Texto de trabajo elaborado por Sergio Gaspar Durán, quien participó en la Comisión encargada de analizar y generar pro-
puestas que fortalezcan el modelo educativo del sistema modular.
Los enunciados anteriores son apenas una muestra de las dificultades que muchos
estudiantes dijeron experimentar durante su etapa de formación en la Universidad,
las cuales, desde su punto de vista, afectaban la calidad de su educación. Sin duda va-
rios de estos elementos no eran desconocidos por profesores y autoridades, por el con-
trario, había diversas coincidencias entre lo expresado por la comunidad estudiantil
con los trabajos de investigación, ref lexión y gestión realizados en distintos momentos
de la vida de la UAM-Xochimilco, que documentan ampliamente este aparente “des-
fase” entre el modelo y su implementación o, también, la percepción de que se aplica
de manera heterogénea en función de circunstancias particulares como la formación
pedagógica de los profesores, del diseño de los planes y programas que no ref lejan con
claridad el sm e incluso la falta de recursos disponibles para prácticas, laboratorios,
viajes de estudio, entre otros muchos factores.
Es en este contexto que el Consejo Académico, con el fin de cumplir y dar segui-
miento a los compromisos adquiridos decide, en su acuerdo 5.17.8, la integración de
la Comisión encargada de elaborar un documento que revise, analice, actualice e integre las
bases conceptuales del sistema modular (nuevo Documento Xochimilco), así como una Guía
Conceptual y Metodológica para la formulación, modificación, adecuación y supresión de pla-
nes y programas de estudio acordes con el sistema modular de la UAM-Xochimilco (Consejo
Académico, 2017a: 35-39).
El trabajo que aquí se presenta responde a la primera parte del mandato, rela-
cionada con la actualización de las bases conceptuales del sm. No ha sido sencillo
definir con exactitud los alcances, incluso se consideró pretencioso pensar en gene-
rar un Nuevo Documento Xochimilco. Sin embargo, el documento y su contenido tienen
por objetivo, no sólo destacar los conceptos fundamentales que rigen nuestro modelo
educativo, sino ir un poco más allá, al exponer con detalle varias nociones que, a poco
más de cuatro décadas de la concepción inicial del modelo educativo, deben hacerse
explícitas, sea porque han sido insuficientemente definidas, difundidas y aplicadas o
debido al desarrollo en el campo pedagógico que propone interpretaciones actualiza-
das del proceso de enseñanza-aprendizaje que representa el Sistema Modular.
3. Sin duda se refiere a las interpretaciones múltiples, y muchas veces ambiguas, sobre principios rectores del modelo como
lo son el objeto de transformación, el problema eje o la interdisciplinariedad, lo que genera confusión tanto en profesores
como alumnos.
4. Se refiere a la idea de que existe una creciente práctica de recargar el proceso de enseñanza-aprendizaje en la exposición
de alumnos y de discusión de lecturas, muchas de las veces con poca participación de planeación, asesoría y evaluación por
parte de los docentes.
Presentación 7
Afortunadamente no se partió de cero, ya que existe una amplia documenta-
ción sobre el sm que va desde la narración del contexto social, cultural y político en
el que surge la Universidad, hasta las diversas publicaciones, producto del trabajo
de investigación, ref lexión y aplicación que se ha dado tanto en el seno de nuestra
Unidad, como fuera de ella, que abordan a detalle aspectos conceptuales, metodoló-
gicos u operativos, entre otros. Desde luego, existen los documentos que institucio-
nalmente son los referentes obligados, es decir, el Documento Xochimilco (Villareal et al.,
2016) y las Bases Conceptuales aprobadas por el Consejo Académico: la primera en 1991
(UAM-Xochimilco, 1991) y la segunda en 2005 (UAM-Xochimilco, 2005).
Es a partir de estos últimos que el presente texto detalla, amplía e incluso aporta
nuevas nociones, ideas, conceptos, definiciones e interpretaciones que pueden agre-
garse a los expuestos en los documentos oficiales anteriores, con el objetivo de alcan-
zar un mejor entendimiento del modelo educativo de nuestra casa de estudios. La
pretensión es abonar al fortalecimiento del sm; revitalizarlo para estar en condiciones
de cumplir el compromiso ineludible de la universidad pública con la sociedad, que
comienza por formar profesionales conscientes, críticos y capaces de resolver proble-
mas socialmente relevantes.
Introducción 9
En el discurso pronunciado por el Dr. Ramón Villarreal al concluir su periodo
como primer Rector de la Unidad Xochimilco, se encuentran importantes plantea-
mientos que vale la pena recuperar en esta ref lexión sobre el Sistema Modular:
Este proyecto Xochimilco, factible, promete dotar a sus egresados de una capacidad pro-
fesional en la concepción multidisciplinaria de los problemas históricos, culturales y geo-
gráficos en los diversos niveles locales, regionales y nacionales, y en la planeación y manejo
interdisciplinario e interprofesional de estos asuntos, partiendo de la práctica profesional
individual […] Falta trabajar más para lograr solidez en el método de enseñanza modular
que seguimos. Esto es lógico, pues el trazo del camino sólo es confiable hasta que se ha reco-
rrido la ruta […] Antes de ese primer recorrido, ello no fue factible. Ahora, la posibilidad de
perfeccionar esos métodos, según lo previsto en el documento original –que sólo fue punto
de partida, y en ningún caso punto de llegada– está a la vista (UAM-Xochimilco, 1978).
[…] a partir de las orientaciones iniciales del Documento Xochimilco se ha desarrollado una
práctica académica heterogénea y dispersa, muchas veces contradictoria entre sí. No obstante, la ex-
perimentación sin control experimental, la innovación efímera, parcial y fragmentaria, sin
evaluación ni seguimiento, la degradación de franjas importantes de la organización acadé-
mica son elementos que han coexistido con desarrollos académicos de excelencia, a través de
procesos innovadores altamente significativos (Consejo Académico 1989-1991, 1991: 11).
Entre lo mucho que se ha escrito acerca de las características principales del sm, exis-
te un amplio consenso acerca de las siguientes:
Introducción 11
Para cerrar, vale la pena destacar que “El fundamento teórico en el que se sustenta
la organización de la universidad y su metodología educativa, propone principios que
pueden orientar la participación y la acción de la universidad en el cambio social” (UAM-
Xochimilco, 1991). En ese sentido, las proposiciones concretas en las que se expresan y
se han expresado reiteradamente estos principios pueden ser:
Preguntas guía:
Resumen: El presente apartado tiene como propósito contextualizar de manera breve el sur-
gimiento del sm en el cambio de paradigma entre los modelos conductivistas y constructivista
de educación hacia las décadas de 1960 y 1970. Se hace una descripción de tres modelos prin-
cipales: los que centran la atención en el profesor, los que se enfocan en el estudiante y de los
más recientes, que establecen la importancia de considerar tanto a docentes como alumnos y los
contenidos por abordar. Finalmente, se hace una caracterización general del sm como modelo
educativo innovador en su momento y aún vigente.
PROFESOR Transmisión
Características, del conocimiento Resultados de
comportamientos y aprendizaje de
métodos o estilos de los ALUMNOS
enseñanza
Actividad mental
constructiva de los alumnos
ALUMNOS CONTENIDOS
Actividad conjunta,
discursiva y no
discursiva, de profesor
Actividades educativa del y alumnos durante la Actividades de aprendizaje de
profesor, manifiesta realización de los alumnos, manifiesta (com-
(comportamientos) y actividades y tareas portamientos) y
encubierta (pensamientos escolares encubierta (actividad mental
pedagógicos, objetivos, constructiva, intereses,
expectativas, etc.) motivaciones, expectativas, etc.)
Otros modelos educativos que tuvieron inf luencia en los primeros años de existencia
del sm y que surgieron como respuesta al sistema tradicional de enseñanza, fueron
los modelos educativos sustentados en el aprendizaje basado en problemas (ABP), en el
aprendizaje basado en proyectos (ABPr) y en el aprendizaje como investigación dirigida. Es-
tas tres metodologías postulan la participación activa del estudiante en el proceso
de aprendizaje a través de la búsqueda de soluciones a problemas reales y abiertos
y el trabajo en grupo. La estrategia del ABP, en concreto, consiste en organizar
unida-des didácticas articuladas fundamentalmente como colecciones de
problemas. Estos problemas deben ser seleccionados y secuenciados de tal forma
que logren los apren-dizajes significativos esperados. El antecedente más
inmediato de esta estrategia la propusieron Barrows y Tamblyn (1980) para la
formación de estudiantes de medicina. Ellos partían de la idea de que la medicina es
una profesión que requiere la capacidad central de resolver problemas de salud
difíciles y, a veces únicos, de los pacientes y que la formación centrada en la
adquisición, por parte del estudiante, de un gran conjunto de conocimientos en
medicina y ciencias básicas no es garantía de que sepa cuándo o cómo aplicar este
conocimiento al cuidado de los pacientes. Por otro lado, el modelo de enseñanza
fundamentado en el ABPr, utiliza proyectos realistas que elaboran, gestionan y
realizan los estudiantes. Ellos comienzan el proyecto solucio-nando problemas
hasta llegar a un producto final. En la práctica, la línea de división entre el ABP y el
ABPr por lo general no es clara y se distorsiona, de tal forma que al-gunos
investigadores consideran que el ABP es un tipo de aprendizaje por proyectos
(Rodríguez et al., 2010).
El aprendizaje de las ciencias como investigación consiste en el tratamiento
de situaciones problemáticas abiertas; a través de este proceso los alumnos
participan en la construcción de los conocimientos. Los profesores deben ser
expertos en el campo de conocimiento en el que se formulan los problemas, de ahí
el nombre de investiga-ción dirigida (Gil, 1993a). En Campanario y Moya (1999) se
especifican las siguientes estrategias para el desarrollo de este modelo educativo: a)
planteamiento de situacio-nes problemáticas de interés para el alumno, b) trabajo
en grupo de los estudiantes para abordar las situaciones planteadas, c)
explicitación de ideas previas y tratamien-to del problema con orientación
científica, y d) aplicación de los conocimientos adquiridos a nuevas situaciones.
Como se observa, muchos de los planteamientos de los modelos anteriores
están presentes en nuestro modelo educativo; sin embargo, a la luz de las críticas al
apren-dizaje por descubrimiento debemos plantear situaciones problemáticas del
sm que exigen ref lexión y discusión. En nuestro modelo educativo, los módulos
son unida-
Conceptos rectores del Sistema Modular 19
des de enseñanza aprendizaje (uea) en las cuales los conocimientos están estructu-
rados alrededor del Objeto de Transformación (ot). Esta organización de los contenidos
propicia, por un lado, establecer relaciones entre distintas disciplinas para resolver
problemas de la realidad y, por otro, integrar teoría y práctica. Nadie podría estar en
desacuerdo con tales objetivos, el problema radica en que se asume que el método
científico –que además no es único porque depende del problema y el campo de cono-
cimientos– es el instrumento que producirá los aprendizajes de cualquier contenido.
Por otro lado, si bien el docente orienta a los alumnos para que sean capaces de
acudir a otras fuentes de información, es difícil no estar de acuerdo en que los estu-
diantes por sí solos (de manera autónoma), aunque acudan a fuentes de información
adecuadas, no pueden construir los conceptos centrales de la ciencia que tanto tiem-
po y esfuerzo exigieron de la humanidad.
También es necesario modificar la visión del método científico como un conjunto
de pasos definidos a seguir para lograr, por parte de los alumnos, un aprendizaje
significativo. No se trata de la aplicación de un método, sino de un proceso de inves-
tigación formativa (estrategia didáctica) que exige del docente la elección de conteni-
dos, la organización y secuenciación de los mismos, el diseño de actividades para el
aprendizaje en clase y de tareas extraescolares. Estas actividades deben dar lugar a la
elaboración de esquemas, resúmenes, mapas conceptuales, exposiciones fundamen-
tadas, entre otros productos de trabajo.
Finalmente, a manera de conclusión, señalamos las características relevantes del
sm de la UAM-Xochimilco que, en su momento y hasta la actualidad, constituyen una
línea de pensamiento avanzado e innovador y que continuamente deben ser
analizadas y revaloradas como marco de referencia de este modelo educativo:
Preguntas guía:
Resumen: El presente apartado tiene como propósito identificar atributos del vínculo Univer-
sidad-Sociedad con potencial para revitalizar al sm. Para ello, se enuncian postulados clave
del modelo educativo en relación con la sociedad y los perfiles de sus egresados. Enseguida, se
describen algunos de los impactos más evidentes que han generado los procesos globalizadores
con fuerte orientación neoliberal sufridos por nuestro país sobre la naturaleza del vínculo según
documentos fundacionales. Finalmente, identificamos proyectos e instancias que pueden con-
tribuir a modelar y fortalecer el vínculo Universidad-Sociedad, a través de la incorporación de
objetos de transformación y problemas eje acordes a perfiles de egreso en los planes y programas
de estudio de licenciaturas diseñados conforme a los principios del Sistema Modular.
Hay que destacar, sin embargo, que en el transcurso de dos décadas, en que se ha acelera-
do considerablemente el ritmo de la innovación científica y tecnológica, y se han erosiona-
do vertiginosamente grandes sistemas ideológicos, económicos y políticos, las relaciones
entre la Universidad, la sociedad y el Estado se han visto sometidas a transformaciones
profundas. Ante las nuevas condiciones y sus desafíos, la uam se ha empeñado en generar
iniciativas y aplicar políticas que, simultáneamente, preserven su viabilidad académica y
financiera, y fortalezcan sus compromisos sociales originarios (UAM-Xochimilco, 1993: 8).
La naturaleza del vínculo de la Universidad Pública con la sociedad está implícita en las fun-
ciones de investigación, docencia y difusión y preservación de la cultura.
Esta naturaleza del vínculo se relaciona y a la vez se distingue del programa estratégico
denominado “Vinculación Externa, Servicio Universitario y Relaciones Interinstituciona-
les”. Éste busca articular de manera coherente la dimensión de servicio de las actividades
sustantivas y, simultáneamente, potenciar estas en un esquema de relaciones interinstitu-
cionales amplio, plural y adecuado a la vocación y perfil de la institución. Abarca las siguien-
tes prácticas e instrumentos: convenios de colaboración, proyectos de servicio social,
acti-vidades de extensión universitaria, proyectos de educación continua, el cidex y el
cibac, el Proyecto uni/uam-x y el Proyecto Académico de Tulyehualco, el Programa
Universitario de Estudios Metropolitanos, el Programa Universitario Chiapas (UAM-
Xochimilco, 1997: 83-88)
• En el tercer Plan de Desarrollo Institucional, 2003-2007, si bien no contiene un
objetivo general que tenga como asunto el vínculo Universidad-Sociedad, se dice
que:
[…] la orientación de la Universidad y sus relaciones con la sociedad, precisan ser revisadas a
fondo en la Unidad Xochimilco (uam-x), para mejorar su capacidad de respuesta a las nece-
5. Esta información, al ser producto de esfuerzos del Consejo Académico, máximo órgano colegiado de la UAM-Xochimilco,
por fortalecer el sm, puede resultar altamente significativa para la comunidad de Xochimilco que, una vez más, manifiesta
su voluntad de revitalizar el sm. Los párrafos transcritos son meramente ilustrativos de las preocupaciones, continuidades
y cambios relativos a la presencia e importancia del vínculo Universidad-Sociedad en el diseño y operación de los planes y
programas de estudio en el Sistema Modular.
– Identificar las fortalezas y oportunidades de servicio y vinculación de la Unidad, para elaborar una
propuesta de temas estratégicos en los que se concentrarán los esfuerzos (UAM- Xochimilco, 2007: 71).
– Elaborar un programa de servicio y vinculación que permita la articulación de los esfuerzos de la co-
munidad universitaria. Como una meta de este objetivo señala: Formular proyectos instituciona-
Por otro lado, es necesario reconocer que la orientación neoliberal de las políticas
gubernamentales en educación superior gestada desde la década de 1980, pero cla-
ramente perceptible a partir de 1990, aunada a condiciones que van desde las res-
tricciones presupuestarias, la baja valoración de la función de docencia frente a la
de investigación, hasta las condiciones de inseguridad que desalientan el trabajo de
campo de las investigaciones modulares, por sólo nombrar las más evidentes, han
restado fuerza a la vinculación de la Universidad con las necesidades de los sectores
mayoritarios, otrora referente principal para definir los perfiles de egreso de las ca-
rrera y los objetos de transformación de los módulos, entendidos como problemas de
la realidad relacionados con las prácticas profesionales, estructurantes de los planes
y programas de estudio de pregrado ofrecidos por la UAM-Xochimilco.
Ahora bien, para identificar las formas en que este vínculo puede fortalecer al sm,
es necesario tener presente cómo se operacionaliza, a través de:
7. Véase [https://www.facebook.com/pg/puem.mx/about/?ref=page_internal].
8. Véase [https://www.xoc.uam.mx/lasanimas].
9. Que cuenta con subprogramas como Jardín Xochitlalyocan de plantas medicinales y aromáticas (JPMAX), véase [http://
www2.xoc.uam.mx/investigacion/cibac/jpmax/historia/].
10. Véase [http://www2.xoc.uam.mx/investigacion/universidad-saludable/].
11. Véase [http://www2.xoc.uam.mx/investigacion/oam/].
12. Véase [http://www.uam.mx/cdi/].
13. “En la perspectiva del programa, el desarrollo humano es entendido como el conjunto de procesos (técnico productivos,
socioeconómicos, culturales, políticos, organizativos, etc.) orientados al logro del bienestar y a garantizar el conjunto de los
derechos humanos (individuales, colectivos y de las futuras generaciones), apoyándose y apoyando el desarrollo de todas
las capacidades humanas de los involucrados a través de la labor de actores sociales diversos”. Véase [http://www2.xoc.uam.
mx/investigacion/piidhc/]
14. La UAM-Xochimilco cuenta con cuatro clínicas estomatológicas, que en promedio atienden a 1 500 personas por semana.
Véase [https://xrepo1.xoc.uam.mx/pdf/20190221Clinicas.pdf].
15. Véase [http://www2.xoc.uam.mx/investigacion/piidhc/].
Preguntas guía:
Resumen: En este apartado se aborda el concepto de ot, considerado el elemento central que
da estructura al Sistema Modular (sm), y se resaltan las dimensiones social, epistemológica
y pedagógica que lo conforman. Asimismo, se explica el módulo como unidad de enseñanza
aprendizaje (uea) que se construye con base en un ot y, a partir de éste, la definición de un
pe, que servirá para orientar los contenidos, estrategias didácticas y actividades del módulo
correspondiente.
16. El concepto de saberes se puede definir, en una interpretación amplia, como el conjunto de conocimientos, hechos, infor-
mación o habilidades adquiridos por una persona mediante la experiencia o la educación (véase http://significado.de/sabe-
res). En el ámbito de la educación existe una amplia literatura sobre los saberes con múltiples interpretaciones o tipos. Una
clasificación simple e ilustrativa la propone Yuren (2005) que distingue dos grandes grupos: 1) Los saberes formalizados
que incluyen el saber teórico (conocimiento sobre hechos) y el saber procedimental (conocimiento sobre procedimientos).
2) Saberes de la acción o práxicos que incluyen el saber hacer (acción sobre el mundo), saber convivir (interrelación o acción
con el otro) y saber ser (acción reflexiva consigo mismo).
En un sentido similar, Lenoir propone el uso del concepto de circundisciplinariedad “[…] como manera de considerar
otros saberes, distintos de los científicos y disciplinarios (saberes experienciales, conocimientos de sentido común, conoci-
miento de la alteridad, etcétera.), que los practicantes incorporan en sus prácticas y que en parte caracterizan las prácticas
profesionales” (2013:62-65).
El término de saberes es utilizado en el presente texto con este sentido amplio dentro del marco de formación profesio-
nal que la Universidad desarrolla y que reconoce la pluralidad de saberes, en otras palabras, de conocimientos, habilidades,
técnicas, procedimientos, interacciones y actitudes que requieren ser abordados en el proceso de enseñanza-aprendizaje
para una formación integral e interdisciplinaria. De allí que se deben reconocer desde los saberes formales o disciplinarios de
orden científico, técnico o metodológico, hasta saberes experienciales o no disciplinarios que se adquieren a través de la interac-
ción y acuerdos sociales entre individuos en el marco de una práctica profesional determinada.
De esta idea central, de hecho, surge el concepto de ot, el cual permite una novedo-
sa organización de los contenidos del proceso de enseñanza-aprendizaje: “En con-
secuencia, la estrategia educativa consiste en pasar de un enfoque basado en disci-
plinas a uno basado en objetos de transformación, transformación que requiere la
contribución de varias disciplinas” (UAM-Xochimilco, 1987: 17).
Por otro lado, en la estructura curricular en la UAM-Xochimilco hay tres niveles
educativos: Tronco Interdivisional, Tronco Divisional y Tronco Básico Profesional. En
cada uno de estos niveles se ubican los módulos y en muy pocas licenciaturas se han
incorporado uea disciplinarias, hecho que ha abierto una discusión acerca de su per-
tinencia.
Respecto a la incorporación de uea disciplinarias al currículo de las licenciaturas
existen entre los profesores, básicamente dos posturas opuestas: unos argumentan
su pertinencia aludiendo el bajo nivel educativo de los estudiantes en ciencias básicas; otros
dicen que su incorporación rompe el enfoque interdisciplinario del modelo.
La experiencia indica que en las licenciaturas donde se han incorporado estos
apoyos disciplinarios se han obtenido sólo medianos resultados porque los progra-
mas se diseñaron como un listado de contenidos atomizados y aislados, los cuales
se abordan de forma tradicional sin un contexto que les dé sentido. Al mismo tiem-
po, hay módulos de ciertas licenciaturas que tienen contenidos disciplinarios que no
guardan relación directa con el ot y que están dentro del programa de manera for-
zada, sin sentido ni posibilidad de integración; el argumento que por años preserva
esta yuxtaposición de contenidos es la supuesta interdisciplinariedad. Es posible que
la disyuntiva no radique en admitirlas o no, sino en diseñar estas uea disciplinarias
17. “La piedra angular de este edificio la representaba el término objeto de transformación. Punto de partida de la elaboración
de los módulos, lugar de encuentro multi o interdisciplinario, fundamento de una nueva organización académica, vía la
superación de la tradicional separación teoría-práctica, base para el pluralismo y la creatividad, el objeto de transformación
adquiría necesariamente el carácter de concepto clave del proyecto innovador” (Niebla en Beller, 1987: 11).
18. El concepto de saberes adisciplinarios, de acuerdo con Lenoir (2013:62), se refiere a otro tipo de saberes, distintos de los
científicos y disciplinarios, como pueden ser los saberes experienciales, conocimientos de sentido común, conocimiento de
la alteridad, entre otros, que se incorporan y caracterizan las prácticas profesionales. “Se trata de prácticas sociales de refe-
rencia, provenientes de los actos profesionales (referencial profesional), que interactúan con los saberes teóricos de manera
dinámica, no lineal ni tampoco jerárquica, para finalizar (dar sentido) el acto profesional. De esta manera, la formación
profesional concierne no solamente a los saberes disciplinarios, a los saberes homologados, sino también a las prácticas
sociales de referencia, conformadas por competencias explícitas e implícitas (incorporadas)” (2013: 66).
Concretización
PROBLEMA EJE
Situación concreta que se aborda
Es una manifestación particular, situada
integrando distintos saberes con
en el tiempo y en el espacio, representativa
estrategias didácticas:
del objeto de transformación, que por sus
trabajo en grupo,investigación
características permite articular los aspectos
formativa y operacionalización
teótico-prácticos de un determinado nivel de
de la interdisciplinariedad
la formación profesional
[…] objeto es la realidad que se quiere conocer y que ésta se transforma y transforma al
establecer un diálogo con el sujeto cognoscente: el producto de esta transformación es el
conocimiento (el objeto de estudio) y las técnicas. Hay transformación en este diálogo, se
dice, en los dos agentes del conocimiento: en el sujeto que pasa […] de un estado de menor
conocimiento a un estado de mayor conocimiento; y hay modificación en el objeto porque la
técnica y la acción social que provienen del conocimiento lo transforman (Serrano, 1982: 8).
En el sistema modular, los objetos de transformación constituyen los ejes que permiten el
desarrollo de estos procedimientos. Así, la selección de problemas eje, su acotación, la cons-
trucción de marcos referenciales, el desarrollo de la investigación, la elaboración del infor-
me final y su comunicación oral y escrita son las actividades a través de las cuales el alumno
desarrolla una ref lexión crítica que estimula la creatividad (UAM-Xochimilco, 2005: 36).
Sin duda el concepto de ot tiene una cierta complejidad por su carácter multidimen-
sional, por lo cual se presenta el siguiente esquema que intenta organizar sus diferen-
tes componentes de manera sintética:
Preguntas guía:
Resumen: Uno de los conceptos más polisémicos de nuestro modelo educativo es la interdisci-
plinariedad, término que se ha utilizado indistintamente para nombrar diferentes procesos sin
delimitar su significado ni identificar sus características para su puesta en práctica en el pro-
ceso de enseñanza-aprendizaje. En este apartado se especifican las características de la inter-
disciplinariedad en la educación que la hacen sustancialmente distinta a la interdisciplinarie-
dad en la investigación científica. Reconocer que el objeto de transformación (ot) requiere del
abordaje desde distintas disciplinas no es condición suficiente para que los alumnos desarrollen
procesos de integración del conocimiento.
En el momento actual, es vital comprender que existe una diferencia entre la investi-
gación científica desarrollada por los especialistas y la investigación formativa. El objeti-
vo central de la última es el aprendizaje de saberes, mientras que el de la primera es la
producción de nuevos conocimientos.
Si bien los problemas sociales son complejos y requieren un abordaje desde dis-
tintos campos disciplinarios, esto no significa que las investigaciones realizadas por
los estudiantes en cada módulo sean interdisciplinarias por el simple hecho de que los
contenidos disciplinarios se organizan alrededor del objeto de transformación.
Como señala Yves Lenoir (2013), las concepciones de interdisciplinariedad 19 de
los docentes, en muchos casos, se reducen a generalidades en torno a la idea de que
ésta implica varias disciplinas, sin tener claro los atributos que podrían caracterizarla,
como tampoco el tratamiento didáctico al cual debe someterse el saber en el proceso
de enseñanza-aprendizaje. Menos aún, no indican las dimensiones curriculares esen-
ciales para asegurar las condiciones de uso de la interdisciplinariedad.
En la Figura 3 se presenta un esquema simplificado, elaborado con base en el de-
sarrollado por Lenoir, en éste se organizan distintas interpretaciones de interdiscipli-
nariedad en función de tres parámetros fundamentales:
19. En medio de esta polisemia del concepto, nos parece necesario reproducir algunas de las definiciones que desarrolla Lenoir
respecto a la interdisciplina y otros conceptos relacionados para esclarecer las distintas concepciones de interdisciplinarie-
dad. Según reporta el autor, estos conceptos son el producto de la revisión de cientos de artículos:
La pluridisciplinariedad expresa la simple yuxtaposición de dos o más disciplinas y, en consecuencia, la ausencia de
cualquier tipo de relación directa entre éstas.
La intradisciplinariedad designa las interrelaciones forjadas al interior de una disciplina o de un mismo campo discipli-
nario en función de su lógica interna. Por ejemplo, es posible establecer vínculos intradisciplinarios entre la aritmética, el
álgebra y la geometría, todas disciplinas que constituyen las matemáticas. En la enseñanza, a modo de ejemplo, igualmen-
te es posible concebir el establecimiento de relaciones entre historia, geografía y economía como parte integrante de la
disciplina escolar de ciencias humanas.
[…] se trata de la instalación de conexiones (relaciones) entre dos o más disciplinas escolares.
Dichas conexiones son establecidas a nivel curricular, didáctico y pedagógico y conducen al
Interdisciplinariedad, en sentido amplio, es por lo general utilizada como una expresión genérica para referirse a todas
las formas de vínculos que puedan establecerse entre las disciplinas. Sin duda alguna, el uso del término polidisciplinarie-
dad sería más apropiado.
Interdisciplinariedad, en sentido estricto, designa las interacciones eficaces tejidas entre dos o más disciplinas y sus
conceptos, sus procedimientos metodológicos, técnicas, etc. Por lo tanto, no es compatible con ninguna perspectiva acu-
mulativa, porque impone interacciones reales.
Transdisciplinariedad […] se trata de un término ambiguo, dado que hace referencia por lo menos a cuatro significados
distintos. En primer lugar, puede ser comprendida en el sentido de transversalidad en el centro de dos o más disciplinas (a
través). Igualmente, puede ser entendida en el sentido de una superación disciplinaria que conduce a una unidad de la cien-
cia basada en un conjunto de principios, conceptos, métodos y objetivos unificadores que actúan a nivel meta-científico
(más allá). Es más, una tercera forma de comprenderla apela a una focalización en los comportamientos (en este lado), la
que tiende a eludir las disciplinas. En cuarto lugar, también se utiliza en vez del término interdisciplinariedad, eliminándole
su pertinencia.
Circundisciplinariedad en el marco de la formación profesional, incluida la de los docentes, como manera de considerar
otros saberes, distintos de los científicos y disciplinarios (saberes experienciales, conocimientos de sentido común, cono-
cimiento de la alteridad, etc.), que los practicantes incorporan en sus prácticas y que en parte caracterizan las prácticas
profesionales […].
Preguntas guía:
Resumen: Para responder estas preguntas se identifica una noción inicial de investigación mo-
dular que ha sido dominante, misma que la asimila a la investigación científica. Frente a esta
noción se postula otra que concibe a la investigación formativa como generadora no de nuevos
conocimientos, sino de procesos integradores de la diversidad de saberes correspondientes a las
profesiones. Se identifican las aportaciones de esta investigación formativa al aprendizaje de
habilidades comunes a las dieciocho licenciaturas que ofrece la UAM-Xochimilco y de habili-
dades específicas de cada profesión. Entre los principales retos que enfrenta el sm relativos a
la investigación formativa se encuentran: la identificación de esos procesos integradores y su
interrelación con el Objeto de Transformación (ot) y Problema Eje (pe), el manejo realista de
los tiempos, la articulación y secuencia de objetivos, contenidos, actividades al interior de cada
módulo y entre módulos.
Cabe insistir que uno de los principales retos que enfrenta el diseño y operación
de la investigación formativa (tal vez sea el mayor) es la elección pertinente de los
ot en atención al perfil de egreso y al compromiso de formar profesionistas críti-
• Establecer tiempos realistas como aspecto clave para el logro de los objetivos del
plan de estudios y de los programas de las unidades de enseñanza-aprendizaje;
• Ubicar la manera en que cada módulo se relaciona con los que le anteceden y le
siguen (articulación), de acuerdo con el plan de estudios, como expresión del
principio constructivista según el cual los nuevos contenidos parten de los cono-
cimientos previos de los estudiantes (integración vertical de los módulos).
• Actualización docente respecto a la generación de conocimientos relacionados con
las prácticas profesionales, las disciplinas científicas que sustentan esas prácticas,
con los avances en el campo de la pedagogía relacionados con su práctica docente.
Preguntas guía:
20. Las disposiciones y habilidades sugeridas por Ennis (2011: 1-4) se reproducen en el Anexo 1.
Preguntas guía:
La noción piagetiana sobre el conocimiento, que aparece en las primeras páginas del
Documento Xochimilco no hace referencia al aprendizaje escolar, sin embargo, recoge la
idea central del constructivismo que se refiere a la actividad del sujeto en el proceso de
construcción de un objeto de conocimiento:
Derivados de las “ideas fuerza” expresadas en el párrafo anterior, Coll identifica im-
portantes planteamientos de la perspectiva constructivista, que mucho aportan al
modelo modular de enseñanza y aprendizaje tales como:
21. La “idea fuerza” constituye la esencia de un mensaje, compuesta por unas pocas palabras con fuerte carácter simbólico, que
reflejan un significado completo.
22. Por su relevancia, conviene conservar con precisión la idea que se expresa en el texto original en inglés: construir nuevo
conocimiento sobre la base del conocimiento que ya se tiene. Las cursivas son nuestras.
23. De acuerdo con Coll: “la convergencia en torno a los principios constructivistas abre una nueva vía para abordar el tema
de las relaciones entre el conocimiento psicológico y la teoría y la práctica educativas. Una vía que trata de buscar en esta
convergencia teórica [….] un marco psicológico de referencia global, coherente y articulado, para el análisis y la planificación
de los procesos educativos en general, y de los procesos de enseñanza y aprendizaje en particular” (2007: 15). Sin embar-
go, es importante subrayar que: “[…] frente a las ventajas innegables que puede suponer un esquema integrador de esta
naturaleza subsisten riesgos considerables: riesgo de perseverar en un eclecticismo encubierto […]; riesgo de desgajar los
elementos seleccionados del marco epistemológico, metodológico y conceptual del que han sido elaborados […]; riesgo de
que la convergencia apuntada sea mucho menor de la que se supone […]; riesgo de olvidar las lagunas inmensas que todavía
subsisten en cuanto a nuestra comprensión de cómo los alumnos construyen su conocimiento en la escuela y de cómo es
posible ayudarles en esta tarea […], riesgo, en suma, de utilizaciones dogmáticas y de seguir favoreciendo la práctica del
reduccionismo psicológico en la explicación de los fenómenos educativos”.
24. La concepción constructivista del aprendizaje y de la enseñanza se entiende como “un esquema de conjunto elaborado
a partir de una serie de tomas de postura jerarquizadas sobre algunos aspectos cruciales de los procesos de enseñanza y
aprendizaje, que aspira a facilitar una lectura y una utilización crítica de los conocimientos actuales de la psicología de la
educación y del que es posible derivar tanto implicaciones para la práctica como desafíos para la investigación y la elabora-
ción teóricas” (Coll, 2007: 18-19).
25. Contenidos conceptuales y factuales: se refieren al área del “saber” hechos, fenómenos, conceptos, teorías, principios,
enunciados, modelos. Contenidos procedimentales: acciones y habilidades (intelectuales, motrices, destrezas, estrategias,
procesos) que facilitan el logro de un fin propuesto y desarrollan la capacidad de “saber hacer”. Contenidos actitudinales:
incluyen actitudes –disposición de ánimo (atracción, rechazo, indiferencia) que los acontecimientos, fenómenos, ideas, per-
sonas, objetos, producen en los individuos– y normas –patrones de conductas aceptados por los miembros de un grupo
social–; y axiológicos: refieren a un concepto de valor acorde a la época y la cultura, implica la noción de elección del ser
humano.
26. “En la década de 1980 el término Self-Regulated Learning (srl) se hizo popular. Como término general enfatizaba la autono-
mía y la responsabilidad de los alumnos frente a las tareas de aprendizaje […]. Hacia la década de 1990, gran parte de la in-
vestigación se centró en la perspectiva constructivista de la autorregulación y en los fundamentos sociales de la educación”
(Álvarez, 2009: 10§§09).
27. Las ideas que subyacen al uso de este concepto tienen múltiples antecedentes en la historia del pensamiento educativo,
desde los movimientos renovadores de principios del siglo xx que ya ven al alumno como el “artesano de su propia cons-
trucción”; el modelo de aprendizaje por descubrimiento propuesto por Brunner en la pasada década de los años sesenta y,
desde luego, las propuestas pedagógicas inspiradas en las tesis constructivistas de Piaget: “construir es inventar o recons-
truir por reinvención”.
28. Ejemplos: explorar, recordar conocimientos previos, definir objetivos, formular preguntas e hipótesis, comparar, inferir,
construir ejemplos y analogías, evaluar, parafrasear, resumir, etcétera.
En general, un alumno eficaz se caracteriza por (a) el uso de estrategias cognitivas coordi-
nadas entre sí como parte de un pensamiento complejo; (b) la aplicación adecuada de dichas
estrategias gracias a dos tipos de capacidades metacognitivas: conocimiento específico de
dónde y cuándo utilizar lo que conoce y, además, la capacidad de pensar sobre lo que se
hace y de corregir si fuese necesario; (c) la coordinación entre el conocimiento de estrate-
gias y otros tipos de conocimientos que posee; y (d) disponer de condiciones motivaciones
y afectivas adecuadas que, de hecho, son la base para la coordinación de las estrategias,
del conocimiento metacognitivo y del resto del conocimiento. Los alumnos con dificulta-
des de aprendizaje, por el contrario, tienen en su gran mayoría un escaso conocimiento de
estrategias de aprendizaje, deficientes capacidades metacognitivas, conocimientos previos
mínimamente organizados de forma significativa y condiciones motivacionales y afecti-
vas desadaptativas para iniciar o mantener el esfuerzo que conlleva la gestión y aplicación
de conocimientos y de las capacidades cognitivas y metacognitivas mencionadas (Lamas,
2008: 18).
Preguntas guía:
Con frecuencia se piensa que las relaciones que se establecen entre los estudiantes
durante las actividades de aprendizaje tienen una inf luencia secundaria, indeseable
o molesta sobre el rendimiento escolar. Esta idea concierta con la concepción de que
es el docente “[…] el agente educativo por excelencia, encargado de transmitir el co-
nocimiento, y el alumno un receptáculo más o menos activo de la acción transmisora
del profesor” (Coll, 1984: 119). Por el contrario, el Sistema Modular (sm) comulga con la
afirmación de que “[…] las relaciones entre alumnos –o lo que es equivalente, la rela-
ción del alumno con sus compañeros, con sus iguales- inciden de forma decisiva so-
bre aspectos tales como el proceso de socialización en general, la adquisición de com-
petencias y de destrezas sociales, el control de los impulsos, el grado de adaptación a
las normas establecidas, la superación del egocentrismo, la relativización progresiva
del punto de vista propio, el nivel de aspiración e incluso el rendimiento escolar” (Coll,
1984: 120).
Las relaciones entre alumnos están estrechamente ligadas a las formas de organi-
zación social de las actividades de aprendizaje. Al estudiarlas, se ha puesto atención
en tres formas básicas de organización denominadas: individualista, competitiva y
cooperativa.
La hipótesis en la que se sustenta la superioridad de la forma de organización
cooperativa sobre otras formas de estructuras de aprendizaje es que “favorece el
aprendizaje de todos los alumnos, independientemente de sus características
personales y de sus necesidades educativas, y contribuye en ellos al desarrollo de la
capacidad de diálogo, de convivencia y de solidaridad […] para alcanzar el máximo
desarrollo per-sonal y social posible” 29 (Lago, Pujolas y Naranjo, 2011: 91-92).
29. El término “aprendizaje cooperativo” es ampliamente utilizado en la literatura especializada. Cabe señalar, no obstante,
que el aprendizaje es un fenómeno personal, que se lleva a cabo en el sujeto que aprende, y que puede resultar favorecido
por una situación u organización social del grupo cooperativo. Organizar el trabajo significa identificar las actividades a rea-
lizar, asignarlas a cada miembro del grupo, establecer los lineamientos para su realización. De ahí el título de este apartado:
Del trabajo grupal al aprendizaje en cooperación.
30. El término comunidad de aprendizaje (Learning Community) se refiere a un modelo educativo basado en los principios y
prácticas de inclusión, igualdad y diálogo. Tiene acepciones diversas, una de las cuáles la entiende como “una comunidad
humana organizada que construye y se involucra en un proyecto educativo y cultural propio, para educarse a sí misma, a sus
niños, jóvenes y adultos, en el marco de un esfuerzo endógeno, cooperativo y solidario, basado en un diagnóstico no sólo de
sus carencias sino, sobre todo, de sus fortalezas para superar tales debilidades” (Torres, 2004).
Este planteamiento resulta plenamente coherente con las actuales perspectivas cognitivas y
constructivistas sobre el aprendizaje escolar, que sitúan la dinámica interactiva y comunica-
tiva que se establece entre el alumno y los restantes participantes en el contexto del aula en
el eje de la explicación de los procesos de aprendizaje escolar. La cuestión, formulada en los
términos de estas aproximaciones, radica en identificar y analizar los mecanismos interpsi-
cológicos que operan en la interacción entre alumnos apoyando los procesos de construcción
de significados que caracterizan el aprendizaje escolar, así como los factores que modulan la
aparición y actuación de estos mecanismos (Colomina y Onrubia, 2016: 419).
Una importante vía para la comprensión de los mecanismos psicológicos mediante los
cuáles repercuten las relaciones que se establecen entre los alumnos sobre sus pro-
cesos de aprendizaje es la hipótesis del conf licto sociocognitivo,31 entendido como la
confrontación entre los diferentes esquemas de los sujetos durante su interacción so-
cial. La idea central es la necesidad de una confrontación entre puntos de vista mo-
31. Para el desarrollo psicológico y el avance intelectual del sujeto, Piaget asignó un relevante papel al concepto de conflicto
cognitivo, implícito en su teoría de la equilibración. Se entiende el conflicto cognitivo como una perturbación del equili-
brio en la relación sujeto-objeto que aparece básicamente “como resultado de la falta de acuerdo entre los esquemas de
asimilación del sujeto y la constatación de los observables físicos correspondientes, o bien como resultado de las contra-
dicciones internas entre los diferentes esquemas del sujeto” (Coll, 1991: 116). Para Piaget, esta es una idea individualista
del desarrollo: “[…] este conflicto promueve, a través de un proceso de desequilibrio y reequilibrio, la modificación de los
esquemas del sujeto, y por tanto un avance en sus instrumentos intelectuales para comprender la realidad” (Colomina y
Onrubia, 2016:420). Una derivación crítica de esta interpretación clásica entiende que el conflicto cognitivo, que posibilita
el progreso intelectual, es ante todo social y ocurre en situaciones de intercambio con otros. Antes de ser individual, el con-
flicto es social, señala la teoría del conflicto sociocognitivo. La importancia que se otorga a la interacción social, acerca esta
postura a la perspectiva vigotskyana y al enfoque socioconstructivista.
[…] cuando se produce una incompatibilidad entre las ideas, informaciones, opiniones, creen-
cias, conclusiones o teorías de los miembros de un grupo y hay, además, una voluntad de lle-
gar a un acuerdo a una postura común. La diferencia entre conflicto y controversia reside
precisamente en la voluntad de superar las discrepancias que están en la base del conflicto.
Desde el punto de vista psicopedagógico, la cuestión clave consiste en transformar los conflic-
tos –inevitables cuando se permite una interacción fluida entre los alumnos– en controver-
sias que puedan ser resueltas en forma constructiva (Coll, 1984: 129).
Preguntas guía:
Resumen: En este apartado se ofrece una rápida mirada sobre el concepto y las prácticas de
evaluación del aprendizaje escolar desde la aparición de los planteamientos constructivistas. A
partir de éstos, surge un nuevo enfoque de la evaluación escolar en el que se expresan importan-
tes cambios paradigmáticos, tanto en la forma de aproximación al conocimiento y a los procesos
mentales (enfoques cognitivos constructivistas) como en la propia evaluación educativa (pa-
radigma interpretativo, naturalista). Se presentan los rasgos y características principales de
este enfoque evaluativo; 32 se señalan diferencias importantes entre los conceptos de evaluación
y calificación y se sugieren algunos instrumentos apropiados para aplicar una evaluación que
permita valorar los resultados de la situación de enseñanza-aprendizaje en el Sistema Modular.
32. Este nuevo enfoque se denomina “evaluación auténtica” Nace a finales de la década de 1980 con una base teórica importan-
te que mantiene un discurso sólido y creciente, pero aún con una práctica débil e incipiente. Tiene sus raíces en la concep-
ción de aprendizaje significativo de Ausubel, en la perspectiva cognoscitiva de Novak y en la práctica reflexiva de Schôn, su
sustento teórico son los principios constructivistas sobre el aprendizaje (Ahumada, 2005). Sin embargo, el término “autén-
tica” no siempre es comprendido ni fácilmente aceptado entre la planta docente, quizás porque se puede interpretar, erró-
neamente, que implícitamente se descalificarían otros enfoques de evaluación. En este apartado, sin desconocer el término
“evaluación auténtica”, ampliamente utilizado en la literatura especializada, se hará énfasis en los rasgos que la acercan y la
hacen tan compatible con el sm: la orientación constructivista que sustenta el enfoque.
33. Con distinta nomenclatura, los autores coinciden en la periodización de cuatro etapas que recorren el concepto y las prác-
ticas de evaluación educativa: Stufflebeam y Shinkfield (2005) las denominan: época pretyleriana, tyleriana, del realismo,
y de la profesionalización mientras que Guba y Lincoln (1989) se refieren a cuatro generaciones de la evaluación: la técnica
(hasta 1930), la descriptiva (1930-1957), la del juicio y la valoración (1957-1972) y la sensible y constructivista (a partir de 1973).
34. Este nuevo paradigma naturalista representa un cambio ontológico, epistemológico y metodológico en relación con el do-
minante enfoque positivista. Hay un cambio ontológico hacia el relativismo pues, a diferencia de la postura tradicional, que
considera que existe una única realidad, objetiva, que opera de acuerdo con leyes predeterminadas de causa-efecto, el
paradigma naturalista entiende que existen múltiples realidades no gobernadas por leyes causales predeterminadas, cuya
aprehensión requiere conocer las diferentes visiones que de ella se tienen. Hay también un cambio epistemológico en la
manera de entender la relación entre el conocedor y el conocimiento, entre el evaluador y la realidad, que toma en cuenta el
papel del juicio del evaluado. El cambio metodológico consiste en el abandono de la metodología experimental, y la apues-
ta por el uso de técnicas hermenéuticas y el intercambio dialéctico cuyo objetivo es la reconstrucción de las construcciones
previas (Guba y Lincon, 2002 en Alcaraz, 2015: 18-19).
“Sintetizando, se puede decir que el paradigma naturalista se basa en la indagación fenomenológica, usando aproxima-
ciones cualitativas para entender de manera inductiva y holística el comportamiento humano (la realidad) en un contexto
específico, mientras que el positivista usa enfoques cuantitativos y experimentales para contrastar generalizaciones, utili-
zando para ello el método hipotético-deductivo” (Patton en Alcaraz, 2015: 19).
35. Estos paradigmas derivan de dos tradiciones: la experimental positivista y la interpretativa humanista. Dilthey (1980) dis-
tingue entre la búsqueda de una explicación de leyes universales como propia de las ciencias naturales, y, por otro lado, la
comprensión de significados como apropiada para abordar el objeto de estudio de las ciencias sociales, las humanidades y
las ciencias de la cultura. Los antecedentes del debate se remontan a mediados del siglo pasado, y una selecta revisión de la
obra de los exponentes de ambos paradigmas se encuentra en Carbajosa (2010). Debate desde paradigmas en la evaluación
educativa.
36. “El paradigma positivista es el que predomina en la evaluación de la educación cobijado por un manto de cientificidad que
se presenta como implícitamente válido y, por tanto, como “libre de toda sospecha”, de incertidumbre, inadecuación o
parcialidad” (Carbajosa, 2010:186). Sin embargo, este enfoque no percibe lo más relevante de los procesos educativos y no
da cuenta del sentido y los significados de la práctica educativa en el aula, que es lo que necesitan los docentes como retro-
alimentación para mejorar su práctica.
38. Este carácter obliga al docente a permanecer atento a las dificultades y desviaciones que ocurren en el proceso de enseñan-
za-aprendizaje, a aceptar la presencia del error como una forma natural de aprender y a ofrecer al estudiante la oportuni-
dad de un mejoramiento constante, a través de actividades de refuerzo o de profundización de los conocimientos que va
adquiriendo.
39. En la evaluación educativa se identifican distintas funciones o roles, entre los que destacan: la evaluación diagnóstica, que
ofrece información para la toma de decisiones sobre la selección y agrupación del alumnado (por ejemplo, al inicio del curso
escolar, el docente realiza una evaluación diagnóstica para identificar el nivel de conocimientos con los que llega cada uno
de sus estudiantes); la evaluación formativa, evaluación de proceso cuyo propósito básico es ofrecer retroalimentación para
favorecer la mejora de algo o de alguien y la evaluación sumativa, final o de producto, que mide niveles de rendimiento del
alumnado (éxito o fracaso) y sirve para otorgar una calificación.
40. El docente modular, en cualquier momento que considere oportuno, puede promover en sus alumnos espacios de este tipo
de evaluación. Por ejemplo, al finalizar una sesión, puede formular preguntas que permitan a los alumnos indagar acerca de
los problemas y aciertos que enfrentaron para lograr, o no, los aprendizajes esperados y, si la actividad lo permite, ayudar a
los alumnos a reflexionar de qué forma los aprendizajes adquiridos pueden ser aplicados para solucionar un problema de la
vida cotidiana o, principalmente, del ejercicio profesional.
41. Por ejemplo, en los procedimientos convencionales de evaluación del aprendizaje no se consideran los aspectos afectivos
que lo condicionan; los instrumentos evaluativos uniformes no permiten captar el grado de significación que los estudian-
tes otorgan a sus aprendizajes; no se respeta la integridad del aprendizaje, el cual sólo puede expresarse a través de evi-
dencias o respuestas globales que involucren los diversos tipos de contenidos aprendidos por los alumnos. Asimismo, al
intentar introducir un nuevo modelo se generan prácticas contradictorias que afectan la manera de realizar el proceso eva-
luativo en el aula. Asumir un determinado enfoque evaluativo e incorporarlo a las ya confundidas prácticas provocará una
gran resistencia, independientemente de que el nuevo enfoque parezca interesante y efectivo. Es la natural resistencia al
cambio y a la innovación.
En el eje vertical de la rúbrica se especifican cada uno de los elementos que se-
rán objeto de evaluación en el producto elaborado por el estudiante. En este ejemplo,
se tomarán en cuenta tanto los componentes de un mapa conceptual (palabras clave,
conectores y descriptores) como la exposición realizada con el apoyo de dicho mapa
conceptual. En el eje horizontal, aparecen las categorías de desempeño que puede
mostrar el estudiante en la tarea (en este caso, de Excelente a No aceptable). Así, en
cada uno de los espacios de esta matriz aparecen los criterios que deben cumplirse
para cada categoría de desempeño. Los colores empleados en este ejemplo sirven para
mostrar la manera como un determinado criterio aparece desde el nivel de Excelente
(p. ej. “están todas las palabras clave”) hasta el nivel de No aceptable (p. ej. “faltan
muchas palabras clave”).
42. Ejercicio elaborado por Marisa Ysunza Breña para el Seminario-Taller: “Revitalización de los principios pedagógicos del sistema
modular y construcción de estrategias que favorecen el aprendizaje”, realizado del 4 al 12 de enero de 2018.
Preguntas guía:
El trabajo del profesor se relaciona con tres momentos por los que transcurre el pro-
ceso de enseñanza-aprendizaje: antes, durante y después del proceso educativo. Es-
tos momentos son muy importantes, no obstante, en este apartado se desarrollará el
primero, ya que éste se encuentra vinculado con el diseño de las tareas de enseñan-
za-aprendizaje. Es necesario destacar que si el profesor conoce cómo realizar adecua-
damente el diseño de tareas, habrá más oportunidad de que los estudiantes se invo-
lucren mejor en su propio aprendizaje, lo cual permitirá que los procesos educativos
se lleven a cabo con éxito.
¿Qué es el diseño de tareas? Éste se relaciona con la serie de actividades que el
docente planea llevar a cabo, en una secuencia didáctica específica, con el propósito
de tener claro cómo abordará los contenidos establecidos en el módulo, de tal manera
que se desarrollen distintos tipos de aprendizaje en los alumnos. Las tareas implican
“[…] una serie de acciones diseñadas por el profesor para inducir a la ejecución de ac-
ciones por parte de los estudiantes, en pos de un objetivo declarado” (Blanco, 2012: 19).
En otras palabras, si ubicamos a las tareas dentro del currículum, éstas representan
ativo de la UAM-X
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Objetivo(s)
(2) P
Métodos
Estudiante
EVALUACIÓN
Contenidos Profesor
Medios
Formas de
organización
Figura 4. Fuente: elaboración propia, basada en Blanco (2012). En esta figura se modi-
ficaron algunos componentes que intervienen en este diseño, los que nos parecieron
importantes y que Blanco explica de otra manera.
Como puede observarse, cada uno de los elementos que están presentes en este
círculo (nivel 1,2 y 3) interactúan entre sí de forma constante.
43. Al inicio de este documento se actualizan las bases conceptuales del sm y su modelo educativo fundamentado en la pro-
puesta constructivista. Por ello, en este apartado no se profundizará en el Sistema Modular.
• Condiciones de realización. Este cuarto elemento, que forma parte del diseño de tareas
de enseñanza-aprendizaje, lo constituye la especificación de cuáles serán las condi-
ciones en donde se realizarán las tareas. Entre otras, se incluyen la delimitación de
los tiempos, el espacio en donde se llevarán a cabo y todas las cuestiones vinculadas
con la realización de las tareas por parte de los alumnos. En otras palabras, las si-
tuaciones de aprendizaje a partir de las cuales se realizarán las tareas. Por ejemplo,
si los estudiantes trabajarán en parejas o en grupos colaborativos, si la orientación
de la tarea la realizará el profesor en el aula, en un espacio virtual o en otro lugar
en donde ésta se lleve a cabo, el proceso de enseñanza-aprendizaje, por ejemplo: un
rancho, una obra en construcción, una clínica dental, un hospital, etcétera.
Una vez analizadas las características que forman parte del diseño de tareas, se men-
cionarán algunas situaciones didácticas que, con frecuencia, el docente vive en el aula
y que generalmente obstaculizan el proceso de enseñanza-aprendizaje. No obstante,
el profesor puede solucionar la mayor parte de estas situaciones si cuenta con cono-
cimientos didácticos que le permitan saber cómo actuar para resolver los problemas
cotidianos que ocurren en el proceso educativo.
Clasificación de tareas
Actividades de introducción y motivación
Despertar interés y curiosidad del alumno para realizar la tarea. Por ejemplo, la vinculación de la tarea
con su quehacer profesional
Actividades relacionadas con las ideas previas
Promover que los alumnos recuperen experiencias y conocimientos previos que estén relacionados con
la ejecución de la tarea
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