Ven y descansar un rato

Guia para rezar con Jesús presente en

E L S A N T Í S I M O S AC R A M E N T O

COMPILADO POR RELIGIOSAS DE LA

DIÓCESIS DE ARLINGTON
Nihil Obstat: Reverendísimo Michael F. Burbidge
Obispo de Arlington

Imprimatur: + Michael F. Burbidge

Obispo de Arlington
8 de octubre de 2021

El nihil obstat y el imprimatur son la declaración oficial de

que un libro o folleto está libre de errores doctrinales o
morales. No hay ninguna implicación de que los que han
concedido el nihil obstat y el imprimatur estén de acuerdo
con el contenido, opiniones o afirmaciones expresadas
en ellos.
Si usted ha crecido en el ámbito católico, es probable que
conozca el Sagrario de su parroquia y esa vela roja especial que
arde junto a él, símbolo de la Presencia Real de Cristo. Quizás
haya experimentado esa sensación de entrar en una iglesia y
saber que allí hay una presencia, aunque usted sea el único ser
humano en el lugar. Tal vez haya rezado una hora santa con un
grupo numeroso por una intención concreta, terminando el
tiempo de oración con la Bendición del Santísimo. O tal vez
ha encontrado una capilla de adoración donde Jesús espera
y acoge y da la bienvenida a todos los que vienen a cualquier
hora que aparezcan.
O tal vez todas esas situaciones son nuevas para usted y para
su familia. Tal vez ha descubierto recientemente la fe católica
y está todavía tratando de entender lo que se entiende por
“Presencia Real”. Tal vez ha estado alejado de la práctica de la
fe durante tiempo, y su memoria de la oración y el misterio de
la de la Eucaristía es un poco confusa. Tal vez sea una persona
joven que ha asistido a una hora santa una o dos veces con su
familia. Tal vez no haya ido nunca. Tal vez se pregunte, ¿qué
es todo esto? ¿Qué es lo que uno hace exactamente cuando
va a rezar una hora santa, o a visitar el Santísimo Sacramento
reservado en el sagrario de una iglesia católica?
San Juan Vianney, el famoso “Cura de Ars” del siglo XIX,
respondió una vez a esta pregunta de forma sencilla: “Yo le
miro y él me mira”.
Y en palabras de San Alfonso de Ligorio, teólogo moralista
del siglo XVIII y Doctor de la Iglesia, “Aprovecharás más
en un cuarto de hora de oración en presencia del Santísimo
Sacramento que en todos los demás ejercicios espirituales
del día”.
 ¿QUÉ ES LA ADORACIÓN?

La adoración del Santísimo Sacramento es una extensión del

momento de la Misa en que el sacerdote muestra la hostia
consagrada a la congregación y dice: “Este es el Cordero de
Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados
a la cena del Señor”.
La adoración del Santísimo Sacramento es una tradición
devocional que centra nuestra atención en el misterio de la
verdadera Presencia Real de Jesús en la Eucaristía. La adoración
profundiza nuestra hambre de comunión con Cristo.

BREVE HISTORIA DE LA DEVOCIÓN

Reservar el Santísimo Sacramento para la devoción y la
distribución a los moribundos tiene sus raíces en los primeros
siglos de la Iglesia. Pero fue en el siglo XIII cuando las
devociones públicas se aceptaron más, gracias a la promoción
de San Francisco de Asís y sus seguidores. Por esa misma
época, el Papa Urbano IV instituyó la fiesta del Corpus
Christi y encargó a Santo Tomás de Aquino que escribiera
unas oraciones e himnos para la fiesta que todavía se usan
hoy. Los tradicionales “Tantum Ergo”, “O Salutaris Hostia”
y “Panis Angelicus” fueron compuestos por el Aquinate y
constituyen actualmente las melodías para las bendiciones
con el Santísimo en la Custodia.
En 1592, el Papa Clemente VIII promovió la devoción de
las Cuarenta Horas, que comenzó como una práctica local
en Milán. San Juan Neumann popularizaría esta práctica
en Estados Unidos en la década de 1850. En el siglo XX, se
atribuye a San Juan Pablo II el renacimiento de la devoción
eucarística, incluyendo las capillas de adoración perpetua.
Aquí presentamos una pequeña colección de oraciones,
pensamientos y métodos de meditación para usar en la oración
ante el Santísimo Sacramento. Estas oraciones han sido aportadas
por varias comunidades de religiosas que sirven en la Diócesis de
Arlington y forman parte de sus tradiciones de oración según se
indica en cada caso. Nuestra oración es que estas “oraciones del
corazón” les ayuden también a orar con el corazón.

ORACIONES PARA EL COMIENZO /

CONCLUSIÓN DE UNA HORA SANTA

Oración a Jesús Amado

Hermanas pobres de San José

Amado Jesús, muy presente en el Santísimo Sacramento,

ante ti vengo, consciente de mi pequeñez, arrodillado ante
tu grandeza. Oh dulce Jesús, contigo deseo estar; en tu
corazón anhelo descansar.
Concédeme las gracias para alabarte, adorarte y amarte.
Que te ame con todo mi corazón, con toda mi mente y
todas mis fuerzas.
Porque tú eres bondad y amor y siempre estás presente.
¿Qué puedo darte si todo es tuyo?
Acepta mi vida como una ofrenda agradable para ti. Pongo
ante ti todos mis días, todas mis acciones, pensamientos,
recuerdos y deseos.
Oh mi dulce y misericordioso Jesús, sólo en ti se encuentra
mi consuelo; sólo en ti se encuentra mi paz. Haz que
siempre te busque, y al buscarte te conozca, y al conocerte
te ame. Amén.
Oración ante el Oficio Divino (Liturgia de las Horas)
escrita por Santo Tomás de Aquino
Hermanas Dominicas de Santa Cecilia

Oh Sagrado Banquete, en el que se recibe a Cristo, se

recuerda la memoria de su pasión, se llena el alma de gracia
y se nos da la prenda de la gloria futura.
V: Les has dado el pan del cielo.
R: Que contiene en sí todo deleite.
Oremos. Oh Dios, que en este sacramento admirable nos
dejaste el memorial de tu pasión, concédenos, te pedimos,
venerar de tal modo los los sagrados misterios de tu Cuerpo
y de tu Sangre que experimentemos constantemente en
nosotros el fruto de tu redención, Tú que vives y reinas por
los siglos de los siglos. Amén.

Oración antes de la Liturgia de las Horas

Hermanas Franciscanas de la Eucaristía
Oh Sacramento Santísimo, oh Sacramento Divino
toda alabanza y toda acción de gracias sean en todo
momento tuyas.
Corazón Eucarístico de Jesús, Horno del Divino Amor,
concede la paz al mundo.
Te adoramos Santísimo Señor Jesucristo,
aquí y en todas tus iglesias del mundo,
y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz
has redimido al mundo. Amén.

Oración para iniciar la Adoración Eucarística

por el Beato Santiago Alberione, fundador de las Hijas de San Pablo
Que este tiempo de adoración eucarística sea
el encuentro de nuestra alma y de todo nuestro ser con Jesús.
Que sea la criatura encontrándose con su Creador;
el discípulo ante el Divino Maestro;
el paciente con el Doctor de las almas;
el pobre apelando al Rico;
el sediento bebiendo en la Fuente;
los débiles presentándose al Todopoderoso;
los tentados buscando un Refugio seguro;
el ciego que busca la Luz;
el amigo que acude al verdadero Amigo;
la oveja perdida buscada por el Pastor Divino;
el corazón extraviado que encuentra el Camino;
el necio que encuentra la Sabiduría;
la novia que encuentra al Esposo del alma;
la nada que encuentra el Todo;
el afligido que encuentra al Consolador;
el joven que encuentra el Sentido de la vida. Amén.

Tú eres la Vida
por el Beato Santiago Alberione, fundador de las Hijas de San Pablo
Jesús, Divino Maestro, te adoramos como Hijo unigénito
de Dios, venido a la tierra para dar vida, la más abundante, a
la humanidad. Te damos gracias porque, al morir en la cruz,
mereciste para nosotros la vida, que nos das en el Bautismo
y alimentas en la Eucaristía y en los demás sacramentos.
Vive en nosotros, oh Jesús, con la efusión del Espíritu
Santo, para que te amemos con toda nuestra mente, fuerza
y corazón, y amemos a nuestro prójimo como a nosotros
mismos por amor a ti. Aumenta en nosotros la caridad, para
que un día, llamados desde el sepulcro a la vida gloriosa,
estemos unidos a ti en la felicidad eterna del cielo. Amén.
Oración al concluir la Exposición del Santísimo
Sacramento
Hermanas Siervas del Corazón Inmaculado de María

Que el Corazón de Jesús en el Santísimo Sacramento sea

alabado, adorado y amado en todo momento en todos los
sagrarios del mundo hasta el fin de los tiempos. Amén.

FORMAS DE REZAR EN LA HORA SANTA

Extracto de las Visitas al Santísimo Sacramento de

San Alfonso de Ligorio
Hermanas Siervas del Corazón Inmaculado de María

Oh Verbo Eterno, que habiéndote hecho hombre, no te has

contentado con morir por nosotros. Nos has dado también este
Sacramento como compañía, como alimento y como prenda
del paraíso. Te haces presente entre nosotros, primero como
niño en un establo, luego como pobre en un taller, después
como criminal en una cruz y ahora como pan en un altar. Dime,
¿podrías inventar más formas de ganarte nuestro amor? ...
Señor, no quiero vivir si no es para amarte sólo a ti, ... Mi amado
Redentor, has gastado toda tu vida por mí. Y qué tengo que
amar, sino a ti que eres todo belleza, todo bondad, todo bien,
todo amor, todo gracia. Mi alma sólo vive para amarte, ... Sólo
oír las palabras “pesebre”, “cruz”, “sacramento”, enciende mi
espíritu con el deseo de hacer grandes cosas por ti.

Método de Meditación según San Alfonso de Ligorio

Hermanas Siervas del Corazón Inmaculado de María

1. Haga un acto de fe y humildad. Pida a Dios que te ilumine

y pida a María, a San José y a su ángel de la guarda que le
acompañen.
2. Lee unos versos de la Escritura (o de las Visitas al
Santísimo Sacramento de San Alfonso) y reflexiona sobre
lo que significa el pasaje, lo que aprendes de él.
3. Pide la gracia de amar a Dios y de decírselo. Habla
familiarmente con Dios como lo harías con un amigo.
Reza por las gracias que más necesitas en este momento,
para tu vida diaria y para tu camino espiritual.
4. Haz un propósito práctico que puedas llevar a cabo hoy.
5. Agradece a Dios las gracias que has recibido. Termina tu
oración con una oración a la Virgen.

Método de Meditación — A.C.T.S.

Hermanas Dominicas de Santa Cecilia

A — Adoración. Alaba a Dios por su majestad, poder y gloria.

C — Contrición. Pida perdón por tus momentos de
debilidad y pídele fuerza.
T— Tiempo de acción de gracias. Enumera tus bendiciones
y agradece al Señor por cada una de ellas.
S — Súplica. Pida a Dios las cosas que necesitas tú, tus
seres queridos y el mundo.
Último paso: Hazle preguntas a Dios y escuche su respuesta
en tu corazón.

Quédate conmigo, Señor (Oración de San Padre Pío

después de la Comunión)
Hermanas Clarisas

Quédate conmigo, Señor, porque es necesario tenerte

presente para que no te olvide. Sabes con qué facilidad te
abandono.
Quédate conmigo, Señor, porque soy débil y necesito tu
fuerza, para no caer tan a menudo. Quédate conmigo,
Señor, porque tú eres mi vida, y sin ti, estoy sin fervor.
Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi luz, y sin
ti, estoy en la oscuridad. Quédate conmigo, Señor, para
mostrarme tu voluntad. Quédate conmigo, Señor, para que
escuche tu voz y te siga.
Quédate conmigo, Señor, porque deseo amarte mucho y
estar siempre en tu compañía. Quédate conmigo, Señor, si
quieres que te sea fiel.
Quédate conmigo, Señor, porque por muy pobre que sea mi
alma, quiero que sea un lugar de consuelo para ti, un nido
de amor.
Quédate conmigo, Jesús, porque se hace tarde y el día
se acaba, y la vida pasa; se acerca la muerte, el juicio, la
eternidad. Es necesario renovar mis fuerzas, para que no me
detenga en el camino, y para eso, te necesito. Se hace tarde
y se acerca la muerte, temo la oscuridad, las tentaciones, la
sequedad, la cruz, las penas. ¡Oh, cómo te necesito, Jesús
mío, en esta noche de destierro! Quédate conmigo esta
noche, Jesús, en la vida con todos sus peligros. Te necesito.
Deja que te reconozca como tus discípulos al partir el pan,
para que la Comunión Eucarística sea la Luz que dispersa
las tinieblas, la fuerza que me sostiene, la alegría única de
mi corazón.
Quédate conmigo, Señor, porque en la hora de mi muerte
quiero permanecer unido a ti, si no por la Comunión, al
menos por la gracia y el amor.
Quédate conmigo, Jesús. No pido consuelo divino, porque no
lo merezco, sino el don de tu Presencia, ¡oh sí, eso sí te lo pido!
Quédate conmigo, Señor, porque te busco sólo a ti: tu Amor,
tu Gracia, tu Voluntad, tu Corazón, tu Espíritu, porque te
amo y no pido otra recompensa que amarte más y más.
Con un amor firme, te amaré con todo mi corazón mientras
esté en la tierra y seguiré amándote perfectamente durante
toda la eternidad. Amén.

Meditaciones y Oración a nuestro Señor y Salvador

Jesucristo
Hermanas Benedictinas de Virginia

1. Miro con amor a mi Dios que me mira con amor (en

silencio y asombro).
2. Miro. Adoro. Escucho.
3. Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús, óyeme!
Dentro de tus llagas, escóndeme,
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme,
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti,
Para que con tus santos te alabe,
Por los siglos de los siglos. Amén.
4. Suscipe:
Recíbeme, oh Dios, como has prometido y viviré. Y no
me defraudes en mi esperanza. (Salmo 119)
 Realizado en conmemoración del
50 JUBILEO de la
DIÓCESIS DE ARLINGTON

J U BI L E E . AR LI NGTO NDI O CE SE .O RG

CATHOLIC DIOCESE OF
ARLINGTON
Fuentes:
Imagen de portada: La Virgen adorando a la Hostia, Jean Auguste Dominique Ingres (1852).
Introducción: Ver The History of Eucharistic Adoration: Development of Doctrine in the Catholic
Church por John A. Hardon, S.J., www.ewtn.com/catholicism/library/history-of-eucharistic-
adoration-development-of-doctrine-in-the-catholic-church-4086; The Importance of
Eucharistic Adoration por el Consejo de Obispos Católicos de los Estados Unidos, www.
usccb.org/prayer-and-worship/prayers-and-devotions/eucharistic-devotion; Visitas al
Santísimo y Bendita Virgen María por San Alfonso de Ligorio, ed. Dennis Billy, C.Ss.R.,
Copyright © 2007, Christian Classics: Notre Dame, IN.
Oración antes de la Liturgia de las Horas del Manual of Prayers, Wanderer Printing Co., 1964.
Oración para comenzar la adoración eucarística y Tú eres la vida de Prayers of the Pauline
Family por el Beato Santiago Alberione, Copyright © 2020. Extractos de Visits to the Most
Holy Sacrament and to Most Holy Mary de San Alfonso de Ligorio. Método de meditación
según San Alfonso de Ligorio de Living Redemporist Spirituality: Oraciones, Devociones,
Reflexiones de la Comisión Norteamericana para la Colaboración en la Misión, Copyright
© 2009.