Amparo en Revisión 364-2018

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AMPARO EN REVISIÓN 364/2018.

QUEJOSO Y RECURRENTE: **********.

PONENTE: MINISTRO EDUARDO MEDINA MORA I.


SECRETARIA: IVETH LÓPEZ VERGARA.
Colaboró: Deyanira Lustre Mota.

Ciudad de México. Acuerdo de la Segunda Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, correspondiente a la sesión de fecha
veinte de junio de dos mil dieciocho.

Vo. Bo.
Ministro:

V I S T O S; Y,
R E S U L T A N D O:

Cotejó:

PRIMERO. Demanda de amparo indirecto. Por escrito


presentado el dos de septiembre de dos mil dieciséis en la Oficina de
Correspondencia Común de los Juzgados de Distrito en el Estado de
Guanajuato, **********, por propio derecho, demandó el amparo y
protección de la Justicia Federal en contra de las autoridades y los
actos que a continuación se indican:

Autoridades responsables:

1. Congreso de la Unión.

2. Presidente de la República.
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3. Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social


en la Ciudad de México.

4. Delegado Estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social


en León, Guanajuato.

Actos reclamados:

1. Artículo 152 de la Ley del Seguro Social publicada en el


Diario Oficial de la Federación el doce de marzo de mil novecientos
setenta y tres, por virtud de su acto concreto de aplicación.

2. Acuerdo ********** y sus anexos, del Consejo Técnico,


relativo a aprobar los datos, documentos y formatos específicos que
se deben proporcionar y presentar para la gestión de los trámites en
materia de prestaciones en dinero, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el veintitrés de octubre de dos mil catorce.

3. Oficio ********** de doce de agosto de dos mil dieciséis, en el


que se informó a la ahora parte quejosa que, para ser beneficiaria de
la pensión por viudez, debía demostrar su incapacidad total y la
dependencia económica de la asegurada fallecida.

La parte quejosa invocó como derechos fundamentales


violados los previstos en los artículos 1, 4, 14 y 123 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos; relató los antecedentes del
asunto y planteó los conceptos de violación que estimó pertinentes.

SEGUNDO. Trámite ante el juzgado de distrito. El Juez


Decimoprimero de Distrito en el Estado de Guanajuato, a quien por

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razón de turno correspondió conocer del asunto, mediante acuerdo de


cinco de septiembre de dos mil dieciséis, ordenó la formación del
expediente respectivo y el correspondiente registro bajo el número
**********, admitió a trámite la demanda, solicitó de las autoridades
señaladas como responsables su respectivo informe justificado,
señaló fecha y hora para la celebración de la audiencia constitucional
y dio al agente del Ministerio Público de la Federación la intervención
legal que le compete.

Seguidos los trámites de ley, el veinte de diciembre de dos mil


dieciséis, el indicado juez celebró la audiencia constitucional, y, el
diecisiete de marzo de dos mil diecisiete, dictó la respectiva sentencia,
en la que resolvió sobreseer en el juicio por considerar actualizada
la causal de improcedencia prevista en el artículo 61, fracción XXIII,
en relación con el diverso 5, fracción II, de la Ley de Amparo, toda vez
que el oficio ********** de doce de agosto de dos mil dieciséis, por el
que el Delegado Estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social
informó a la ahora parte quejosa que, para ser beneficiaria de la
pensión por viudez, debía demostrar su incapacidad total y la
dependencia económica de la asegurada fallecida, no constituye un
acto de autoridad para efectos del amparo, en atención a la
jurisprudencia 134/2011 de esta Segunda Sala, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo XXXIV, septiembre de dos mil once, página mil quinientos once,
de rubro: “SEGURO SOCIAL. EL INSTITUTO RELATIVO NO ES
AUTORIDAD PARA EFECTOS DEL JUICIO DE AMPARO, AL
RESOLVER EL RECURSO DE INCONFORMIDAD EN EL QUE SE
RECLAMAN PRESTACIONES DE SEGURIDAD SOCIAL,
BASTANDO ESE MOTIVO PARA LA IMPROCEDENCIA DE LA

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ACCIÓN CONSTITUCIONAL”; improcedencia que hizo extensiva al


artículo 152 de la Ley del Seguro Social publicada en el Diario Oficial
de la Federación el doce de marzo de mil novecientos setenta y tres, y
al acuerdo ********** de veintitrés de octubre de dos mil catorce.

TERCERO. Recurso de revisión. Inconforme con la anterior


determinación, la parte quejosa interpuso recurso de revisión
mediante escrito presentado el once de abril de dos mil diecisiete en
la Oficialía de Partes del Juzgado Decimoprimero de Distrito en el
Estado de Guanajuato; del cual, por razón de turno, correspondió
conocer al Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Decimosexto Circuito cuyo Presidente, por acuerdo de veintisiete de
septiembre de dos mil diecisiete, lo admitió a trámite y radicó bajo el
número **********.

CUARTO. Revisión adhesiva. Mediante oficio presentado el


veinte de octubre de dos mil diecisiete en la Oficina de Correos de
México en la Ciudad de México, el Consejo Técnico del Instituto
Mexicano del Seguro Social, en su calidad de autoridad responsable y
por conducto de su delegada, se adhirió al recurso de revisión; y, a
través de auto del Magistrado Presidente de diez de noviembre de dos
mil diecisiete, se admitió la adhesión al recurso.

QUINTO. Resolución del tribunal colegiado de circuito. Por


acuerdo de diez de enero de dos mil dieciocho, en atención a lo
determinado en la comunicación STCCNO/586/2017 de veintinueve
de mayo de dos mil diecisiete de la Comisión de Creación de Nuevos
Órganos del Consejo de la Judicatura Federal, el Magistrado
Presidente del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa

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del Decimosexto Circuito remitió el asunto al Segundo Tribunal


Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Novena Región, con
residencia en Zacatecas, Zacatecas, para la emisión de la sentencia
correspondiente; quien dictó la resolución correspondiente el ocho de
marzo de dos mil dieciocho, mediante la cual determinó:

 No se actualiza la causal de improcedencia prevista en el


artículo 61, fracción XXIII, en relación con el diverso 5, fracción II, de
la Ley de Amparo, toda vez que esta Segunda Sala, al resolver el
amparo en revisión 772/2015, sostuvo que el criterio contenido en la
jurisprudencia 134/2011 de rubro: “SEGURO SOCIAL. EL INSTITUTO
RELATIVO NO ES AUTORIDAD PARA EFECTOS DEL JUICIO DE
AMPARO, AL RESOLVER EL RECURSO DE INCONFORMIDAD EN
EL QUE SE RECLAMAN PRESTACIONES DE SEGURIDAD SOCIAL,
BASTANDO ESE MOTIVO PARA LA IMPROCEDENCIA DE LA
ACCIÓN CONSTITUCIONAL”, tiene un supuesto de excepción, a
saber, cuando niega el otorgamiento de la pensión como acto de
aplicación de una norma general que es reclamada a través del juicio
de amparo; siendo que, en el caso, “el oficio ********** de doce de
agosto de dos mil dieciséis del Delegado Estatal del Instituto
Mexicano del Seguro Social, que fue señalado como primer acto de
aplicación del artículo 152 de la Ley del Seguro Social en consulta, en
el caso, sí proviene de autoridad para efectos del juicio de amparo”,
sobre todo porque “si bien en el citado oficio no se dijo expresamente
que se le negaba el otorgamiento de la pensión al quejoso, lo cierto es
que la solicitud del quejoso fue rechazada, por ende, el otorgamiento
de la pensión condicionada a que presentara la totalidad de los
requisitos indicados, una vez lo cual, se iniciaría el trámite respectivo,

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de donde se obtiene que, con ese proceder, se aplicó en su perjuicio


el artículo 152 de la Ley del Seguro Social en consulta”.

 Agregó, además, que este supuesto de excepción, es


decir, que se haya reclamado el artículo 152 de la Ley del Seguro
Social publicada en el Diario Oficial de la Federación el doce de marzo
de mil novecientos setenta y tres, provoca que el amparista “no pueda
acudir a otra instancia ordinaria donde se pueda examinar, desde la
perspectiva de la constitucionalidad, esa hipótesis normativa”, porque
“en modo alguno se puede vincular a la parte quejosa para que acuda
a la autoridad laboral y se dirima dicho problema pues, como se
sostuvo en la aludida ejecutoria, en el supuesto de no otorgar la
pensión con base en la aplicación del artículo 152 de la Ley del
Seguro Social en consulta, se configura una relación de autoridad
gobernado que no puede ser resuelta en la jurisdicción ordinaria”; lo
que implícitamente desestima la causal de improcedencia prevista en
el artículo 61, fracción XX, de la Ley de Amparo, invocada por el
Delegado Estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social en
Guanajuato mediante su informe justificado, por considerar que el
interesado debió acudir previamente a oponer su pretensión ante la
Junta Federal de Conciliación y Arbitraje conforme al artículo 295 de
la Ley del Seguro Social.

 Desestimó las causales de improcedencia no atendidas


por el juez de distrito, a saber:

 La prevista en el artículo 61, fracción XII, de la Ley de


Amparo, toda vez que en el oficio ********** de doce de agosto de dos
mil dieciséis, el Delegado Estatal del Instituto Mexicano del Seguro

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Social en León, Guanajuato, aplicó el artículo 152 de la Ley del


Seguro Social publicada en el Diario Oficial de la Federación el doce
de marzo de mil novecientos setenta y tres, y el Acuerdo ********** de
veintitrés de octubre de dos mil catorce, dado que, a partir de su
contenido, informó a la ahora parte quejosa que, para ser beneficiaria
de la pensión por viudez, debía demostrar su incapacidad total y la
dependencia económica de la asegurada fallecida, lo que revela la
actualización de los supuestos normativos y, por ende, el interés
suficiente para instar la acción de amparo.

 La prevista en el artículo 61, fracción XXIII, en relación con


el diverso 108, fracción VIII, ambos de la Ley de Amparo, dado que el
Acuerdo ********** de veintitrés de octubre de dos mil catorce debe
entenderse combatido a través de los conceptos de violación que se
plantearon contra el artículo 152 de la Ley del Seguro Social publicada
en el Diario Oficial de la Federación el doce de marzo de mil
novecientos setenta y tres, pues “la parte quejosa no impugnó ese
acuerdo por vicios propios, sino con motivo de la hipótesis contenida
en la disposición legal en cuestión”.

 En esos términos, concluyó que: “los aspectos formulados


al respecto en el recurso de revisión adhesivo han sido ineficaces”.

Por lo que ordenó remitir los autos a esta Suprema Corte de


Justicia de la Nación para que resolviera el tema de fondo materia de
su competencia (inconstitucionalidad del artículo 152 de la Ley del
Seguro Social publicada en el Diario Oficial de la Federación el doce
de marzo de mil novecientos setenta y tres).

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SEXTO. Trámite ante la Suprema Corte de Justicia de la


Nación. Por acuerdo de veintiséis de abril de dos mil dieciocho, el
Ministro Presidente de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación
radicó el recurso de revisión bajo el toca 364/2018 y determinó que es
procedente asumir la competencia originaria de este Alto Tribunal
para conocer del asunto; asimismo, turnó el expediente para su
estudio al señor Ministro Eduardo Medina Mora I.

SÉPTIMO. Avocamiento. Mediante acuerdo de Presidencia de


veintiocho de mayo de dos mil dieciocho, esta Segunda Sala se avocó
al conocimiento del asunto y, previo registro de ingreso, se remitieron
los autos a la ponencia del señor Ministro Eduardo Medina Mora I.,
para la elaboración del proyecto correspondiente.

OCTAVO. Publicación del proyecto. El proyecto de sentencia


relativo a este asunto, se publicó en términos de los artículos 73,
párrafo segundo, y 184, párrafo primero, de la Ley de Amparo, así
como del Acuerdo General Plenario 7/2016.

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. Competencia. Esta Segunda Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación es legalmente competente para
conocer el presente recurso de revisión, en términos de lo dispuesto
en los artículos 107, fracción VIII, inciso a), de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos; 81, fracción I, inciso e), y 83 de la
Ley de Amparo; 21, fracción II, inciso a), de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación, en relación con lo previsto en los puntos

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segundo, fracción III, y tercero del Acuerdo General Plenario 5/2013


publicado en el Diario Oficial de la Federación de trece de mayo de
dos mil trece, porque fue interpuesto en contra de una sentencia
dictada en audiencia constitucional, en la que subsiste el problema de
constitucionalidad respecto del artículo 152 de la Ley del Seguro
Social publicada en el Diario Oficial de la Federación el doce de marzo
de mil novecientos setenta y tres.

SEGUNDO. Oportunidad y legitimación. No es el caso de


analizar la oportunidad del recurso de revisión principal y de su
adhesión, ni la legitimación de quienes lo interpusieron, pues de estos
temas se ocupó debidamente el tribunal colegiado de circuito que
previno en su conocimiento, en los considerandos segundo y tercero
de su fallo.

TERCERO. Causales de improcedencia. En términos de lo


dispuesto en el punto noveno, fracción II, del Acuerdo General
Plenario 5/2013 publicado en el Diario Oficial de la Federación de
trece de mayo de dos mil trece, esta Segunda Sala advierte que el
Segundo Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la
Novena Región se ocupó de los temas de improcedencia, pues
debidamente sostuvo que: “ni a petición de parte ni de oficio se
advierte causa de improcedencia o motivo de sobreseimiento distintos
a los propuestos, aunado a que los aspectos formulados al respecto
en el recurso de revisión adhesivo también han sido ineficaces”.

Cabe precisar que si bien el tribunal colegiado que previno


sostuvo que debía “postergar la decisión en torno al recurso de
revisión adhesivo (con excepción de lo relativo a los temas de

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improcedencia y respecto de los cuales ya se pronunció


determinación), pues depende de lo que se defina en el recurso de
revisión principal”, lo cierto es que de un análisis exhaustivo del
escrito respectivo, se aprecia que la autoridad adherente se limitó
exponer agravios relacionados con la improcedencia del juicio, por lo
que, al tenor de la conclusión alcanzada por el indicado tribunal
colegiado, se impone declarar infundada la revisión adhesiva.

CUARTO. Antecedentes y consideraciones de la sentencia


recurrida. Se estima conveniente atender a los hechos relevantes
que dieron lugar a la sentencia recurrida, a saber:

1. El diecinueve de julio de dos mil dieciséis, el ahora quejoso


presentó solicitud de pensión en la Oficina de Correspondencia y
Archivo del Instituto Mexicano del Seguro Social, Subdelegación León,
Guanajuato, a la que se adjuntó copia certificada de su acta de
matrimonio, copia certificada del acta de defunción de su cónyuge,
copia de las credenciales de elector de ambos, copia de la resolución
de cesantía de edad avanzada en favor de su extinta cónyuge, copia
del estado de la cuenta individual del sistema de ahorro para el retiro
de su cónyuge y copia de la clave única de registro de población de su
cónyuge extinta.

2. Mediante oficio ********** de doce de agosto de dos mil


dieciséis, el Delegado Estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social
en Guanajuato, informó al quejoso los requisitos a satisfacer para que
se le otorgue la pensión de viudez (folio ocho del expediente de
amparo), conforme a lo siguiente:

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“(…) En respuesta a su escrito con número de folio


********** de fecha 15 de julio de 2016, recibido el 22 del
mismo mes y año en curso, mediante el cual solicita se
otorgue la pensión de viudez que como beneficiario
esposo de la extinta pensionada por cesantía ********** con
número de seguridad social **********, considera tener
derecho en base a lo estipulado en el artículo 152 de la
Ley del Seguro Social de 1973, al respecto me permito
informar a usted que para acceder a su petición es
importante se suscriba solicitud de pensión presentando
los documentos que se encuentran registrados en el
********** publicado en el Diario Oficial de la Federación
el 23 de octubre de 2014, que es el instrumento que da
sustento legal a los datos y documentos que no se
encuentran contemplados en ningún otro ordenamiento
Jurídico y que se solicitan en los trámites de Prestaciones
Económicas inscritos en el Registro Federal de Trámites y
Servicios (RFTS) de la Comisión Federal de Mejora
Regulatoria, siendo los siguientes:

Tratándose de pensionada fallecida:

 Cualquier documento o medio de identificación emitido por


el IMSS, INFONAVIT o AFORE, en original y copia para
cotejo, que contenga el número de seguridad social y el
nombre de la pensionada.

 Copia certificada del acta de defunción, expedida por el


Registro Civil de la Entidad Federativa que corresponda o
del Distrito Federal.

Del beneficiario:

 Identificación oficial con fotografía y firma vigente


(credencial para votar, pasaporte vigente, cedula
profesional) original y copia para cotejo.

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 Original y copia para su cotejo clave única de registro de


población CURP, también podrá aceptarse para satisfacer
este requisito, la presentación de la credencial ADIMSS
que contenga el dato del CURP. Comprobante de domicilio
de reciente expedición, con antigüedad no mayor a 3
meses original y copia para cotejo.

 Constancia de la inscripción en el Registro Federal de


Contribuyentes, con homoclave a 13 posiciones.

 Documento expedido por la institución de crédito


autorizada por el instituto, dentro de la circunscripción de
que se trate, en el cual se identifique el número de cuenta
y clave bancaria estandarizada (CLABE), a favor del
solicitante para recibir el pago de la pensión.

 Dictamen de beneficiario incapacitado ST-6, expedido


por los servicios médicos institucionales, que acredite
que el beneficiario se encuentre totalmente
incapacitado. Este documento será proporcionado
directamente por los servicios de salud en el trabajo
correspondientes y quedará en el expediente.

 Copia certificada de la resolución emitida por


autoridad judicial que acredite la dependencia
económica.

Documentación adicional por modalidad:

 Viudo-esposo: copia certificada del acta de matrimonio


expedida por el Registro Civil, cuya fecha de expedición
sea posterior a la fecha de defunción de la pensionada.

De igual manera y con la finalidad de desahogar su


trámite, le solicito acudir con la documentación requerida a
la ventanilla de atención y recepción de trámites en la
Oficina de Prestaciones Económicas de la clínica de

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adscripción más cercana a su domicilio, en horario de 8:00


a 15:00 horas de lunes a viernes. (…)”.

3. Contra la resolución anterior, el particular promovió el juicio


de amparo indirecto del que deriva el presente recurso, en cuya
sentencia de primera instancia, ahora recurrida, el juez a quo
sobreseyó en el juicio; mientras que, interpuesto el recurso de revisión
en su contra, el tribunal a quo revocó esa decisión.

QUINTO. Conceptos de violación. Dado que el tribunal


colegiado de circuito del conocimiento se hizo cargo del agravio
planteado por el recurrente en la revisión y, en ese tenor, levantó el
sobreseimiento en relación con la norma reclamada y su acto concreto
de aplicación, con fundamento en el artículo 93, fracción V, de la Ley
de Amparo1, se procede al análisis de los conceptos de violación
expuestos en la demanda en relación con el tema competencia de
esta Segunda Sala (primero y segundo), los cuales se sintetizan a
continuación:

A. El artículo 152 de la Ley del Seguro Social publicada en el


Diario Oficial de la Federación el doce de marzo de mil novecientos
setenta y tres, al exigir mayores requisitos al hombre que a la mujer
para tener acceso a la pensión de viudez, viola los derechos de
igualdad y no discriminación previstos en los artículos 1 y 4 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, habida cuenta
de que:

 Por mandato constitucional, el varón y la mujer son

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“Artículo 93. Al conocer de los asuntos en revisión, el órgano jurisdiccional observará las reglas siguientes:
(…)
V. Si quien recurre es el quejoso, examinará los demás agravios; si estima que son fundados, revocará la
sentencia recurrida y dictará la que corresponda; (…)”.

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iguales ante la ley, por lo que este derecho no puede ser restringido
por disposiciones internas de los Estados.

 La igualdad ante la ley presupone la inexistencia de


toda discriminación por razones de género; por lo que al imponer
cargas distintas al beneficiario de dicha pensión, las cuales variarán si
se trata de un varón o una mujer, se propicia un trato excluyente para
el varón, que rompe la igualdad en género que proclama la
Constitución Federal.

 La norma reclamada impone a los varones mayores


cargas para acceder al derecho de una pensión por viudez, ya que
agrega como requisitos al efecto: (1) la existencia de un estado de
incapacidad total y (2) haber dependido económicamente de la
esposa fallecida; lo que denota una clara discriminación por género,
en tanto que todos los trabajadores –hombres y mujeres– deben
hacer sus aportaciones al Instituto Mexicano del Seguro Social, en
circunstancias igualitarias.

 Invoca las tesis 1a./J. 81/2004 de rubro: “IGUALDAD.


LÍMITES A ESTE PRINCIPIO”, y la tesis 2a./J. 132/2009 de rubro:
“PENSIÓN POR VIUDEZ. EL ACREDITAMIENTO DE LA
DEPENDENCIA ECONÓMICA RESPECTO DE LA TRABAJADORA
ASEGURADA FALLECIDA A QUE CONDICIONA EL ARTÍCULO 130,
PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA LEY DEL SEGURO SOCIAL PARA SU
OTORGAMIENTO, SE ESTABLECIÓ TANTO PARA EL VIUDO
COMO PARA EL CONCUBINARIO, SIN EMBARGO TAL
CONDICIONANTE HA SIDO DECLARADA INCONSTITUCIONAL
POR LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN”.

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B. El artículo 152 de la Ley del Seguro Social publicada en el


Diario Oficial de la Federación el doce de marzo de mil novecientos
setenta y tres, al exigir mayores requisitos al hombre que a la mujer
para tener acceso a la pensión de viudez, viola el derecho a la
seguridad social previsto en el artículo 123, apartado A, fracción XXIX,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, porque
desconoce la obligación estatal de respetar el seguro de vida,
condicionándolo a requisitos que no encuentran justificación alguna,
pues al respecto basta ser el cónyuge supérstite varón de una
asegurada.

SEXTO. Estudio. Son sustancialmente fundados los


conceptos de violación a través de los cuales la parte quejosa
sostiene que el artículo 152 de la Ley del Seguro Social publicada en
el Diario Oficial de la Federación el doce de marzo de mil novecientos
setenta y tres, es transgresor de los derechos fundamentales de
igualdad, no discriminación y seguridad social previstos en los
artículos 1, 4 y 123, apartado A, fracción XXIX, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.

A efecto de demostrar la afirmación anterior, debe atenderse al


artículo 1 de la Carta Magna, que dice:

“Artículo 1. En los Estados Unidos Mexicanos todas las


personas gozarán de los derechos humanos reconocidos
en esta Constitución y en los tratados internacionales de
los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las
garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá
restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las
condiciones que esta Constitución establece.

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Las normas relativas a los derechos humanos se


interpretarán de conformidad con esta Constitución y con
los tratados internacionales de la materia favoreciendo en
todo tiempo a las personas la protección más amplia.

Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias,


tienen la obligación de promover, respetar, proteger y
garantizar los derechos humanos de conformidad con los
principios de universalidad, interdependencia,
indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado
deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las
violaciones a los derechos humanos, en los términos que
establezca la ley.

Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos


Mexicanos. Los esclavos del extranjero que entren al
territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su
libertad y la protección de las leyes.

Queda prohibida toda discriminación motivada por


origen étnico o nacional, el género, la edad, las
discapacidades, la condición social, las condiciones
de salud, la religión, las opiniones, las preferencias
sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente
contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o
menoscabar los derechos y libertades de las
personas”.

La norma constitucional transcrita desarrolla el principio de


igualdad, que se traduce en el derecho de todos los gobernados de
recibir el mismo trato que aquéllos que se encuentran en similar
situación de hecho; empero, no proscribe toda desigualdad de trato,
sino sólo cuando produce distinción entre situaciones objetivas y de
hecho iguales, sin que exista para ello una justificación razonable e
igualmente objetiva, por lo que a iguales supuestos de hecho
corresponden similares situaciones jurídicas, pues en este sentido el
legislador no tiene prohibición para establecer en la ley una
desigualdad de trato, salvo que ésta resulte artificiosa o injustificada.

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AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

Además, en el último párrafo está contenido el principio


constitucional de la no discriminación, en tanto se proscribe cualquier
distinción motivada por razones de género, edad, condición social,
religión o cualquier otra análoga que atente contra la dignidad humana
y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de
las personas.

Los principios constitucionales de igualdad y no discriminación


están estrechamente vinculados, pero no son idénticos; en todo caso
son complementarios, incluso la prohibición de discriminar constituye
una de las distintas manifestaciones que adopta el principio de
igualdad, en tanto la norma constitucional limita la posibilidad de tratos
diferenciados no razonables o desproporcionados entre las personas,
a partir de determinadas características que presenten las personas,
con base en las cuales se impone la proscripción de discriminar.

Así pues, los principios de igualdad y no discriminación exigen


que las autoridades no traten de manera diferente a los individuos
cuando se encuentren en la misma situación jurídica –salvo que exista
un fundamento objetivo y razonable que permita darles uno desigual–,
y, en congruencia, que establezcan diferencias entre supuestos de
hecho distintos, desde luego, excluyendo del sistema jurídico toda
discriminación que se encuentre motivada, en específico, por las
cualidades propias de la persona que atenten contra su dignidad
humana.

Por su parte, el artículo 4 de la Ley Fundamental establece, en


su primer párrafo, que “el varón y la mujer son iguales ante la ley”, lo
que implica un derecho específico de igualdad entre el hombre y la

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mujer que, adminiculado con el principio general de igualdad y el


específico de no discriminación, pone de manifiesto la prohibición de
hacer segregaciones por razón de género. Es ilustrativa la tesis
CXVI/2007 de esta Segunda Sala, publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXVI, agosto de
dos mil siete, página seiscientos treinta y nueve, que dice:

“GARANTÍA DE NO DISCRIMINACIÓN. SU
PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL. De los artículos 1o.,
párrafo tercero, y 4o., párrafo primero, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, se advierte que
la no discriminación es una verdadera garantía individual,
consistente en el derecho subjetivo público del gobernado
de ser tratado en la misma forma que todos los demás y el
correlativo deber jurídico de la autoridad de garantizar un
trato idéntico a todas las personas ubicadas en las mismas
circunstancias. Ahora bien, conforme a tales preceptos, en
la Nación Mexicana está prohibido todo tipo de
discriminación que atente contra la dignidad humana,
anule o menoscabe los derechos y libertades del varón y la
mujer, porque ambos deben ser protegidos por la ley sin
distinción alguna, independientemente de sus preferencias
y, por ello, deben gozar de los mismos derechos y de la
igualdad de oportunidades para ejercer las libertades
fundamentales en las esferas política, económica, social,
cultural, civil o en cualquier otra”.

Finalmente, el artículo 123, apartado A, fracción XXIX, de la


Constitución Federal dispone:

“Artículo 123. Toda persona tiene derecho al trabajo


digno y socialmente útil; al efecto, se promoverán la
creación de empleos y la organización social de trabajo,
conforme a la ley.

El Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases


siguientes deberá expedir leyes sobre el trabajo, las cuales
regirán:

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A. Entre los obreros, jornaleros, empleados domésticos,


artesanos y de una manera general, todo contrato de
trabajo: (…)

XXIX. Es de utilidad pública la Ley del Seguro Social, y ella


comprenderá seguros de invalidez, de vejez, de vida, de
cesación involuntaria del trabajo, de enfermedades y
accidentes, de servicios de guardería y cualquier otro
encaminado a la protección y bienestar de los
trabajadores, campesinos, no asalariados y otros sectores
sociales y sus familiares. (…)”.

La disposición reproducida considera como derecho


fundamental de los trabajadores protegerlos ante la contingencia de
su muerte, lo que necesariamente implica la protección de su familia
en caso de fallecimiento, de lo que deriva la pensión de viudez;
adquiriendo relevancia que ésta no es una concesión gratuita o
generosa, sino que ese derecho se va gestando durante la vida del
trabajador con las aportaciones que hace por determinado número de
años de trabajo productivo con la finalidad de garantizar, aunque sea
en una parte, la subsistencia de los beneficiarios del trabajador
después de acaecida su muerte, entre los cuales se encuentra el
cónyuge o concubino que le sobreviva.

Y, en ese tenor, la seguridad social para los trabajadores, como


derecho social constitucionalmente reconocido, abarca no sólo a los
asegurados, sino también está dirigida a sus familiares, por lo que a
éstos tampoco se les puede reducir o restringir la prerrogativa de
referencia.

Cabe precisar que los derechos hasta aquí expuestos


(igualdad, no discriminación y seguridad social), se encuentran
reconocidos también por la Declaración Universal de los Derechos

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AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

Humanos, Convención Americana sobre Derechos Humanos y su


Protocolo Adicional en Materia de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, “Protocolo de San Salvador”, según se aprecia de lo
siguiente:

Declaración Universal de los Derechos Humanos:

“Artículo 1. Todos los seres humanos nacen libres e


iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de
razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los
unos con los otros”.

“Artículo 2. 1. Toda persona tiene todos los derechos y


libertades proclamados en esta declaración, sin distinción
alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión
política o de cualquier otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier
otra condición.

2. Además, no se hará distinción alguna fundada en la


condición política, jurídica o internacional del país o
territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto
si se trata de un país independiente, como de un territorio
bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a
cualquier otra limitación de soberanía”.

“Artículo 7. Todos son iguales ante la ley y tienen, sin


distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos
tienen derecho a igual protección contra toda
discriminación que infrinja esta declaración y contra toda
provocación a tal discriminación”.

“Artículo 25. 1. Toda persona tiene derecho a un nivel de


vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la
salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el
vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios
sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los
seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez,
viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de

20
AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

subsistencia por circunstancias independientes de su


voluntad.

2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y


asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de
matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual
protección social”.

Convención Americana sobre Derechos Humanos:

“Artículo 1. Obligación de respetar los derechos.

1. Los Estados Partes en esta Convención se


comprometen a respetar los derechos y libertades
reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio
a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin
discriminación alguna por motivos de raza, color,
sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de
cualquier otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición social.

2. Para los efectos de esta convención, persona es todo


ser humano”.

“Artículo 24. Igualdad ante la ley.

Todas las personas son iguales ante la ley. En


consecuencia, tienen derecho, sin discriminación, a igual
protección de la ley”.

Protocolo Adicional en Materia de Derechos Económicos,


Sociales y Culturales, “Protocolo de San Salvador”:

“Artículo 3. Obligación de no discriminación.

Los Estados partes en el presente protocolo se


comprometen a garantizar el ejercicio de los derechos que
en él se enuncian, sin discriminación alguna por
motivos de raza, color, sexo, idioma, religión,

21
AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen


nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición social”.

“Artículo 9. Derecho a la seguridad social.

1. Toda persona tiene derecho a la seguridad social que la


proteja contra las consecuencias de la vejez y de la
incapacidad que la imposibilite física o mentalmente para
obtener los medios para llevar una vida digna y decorosa.
En caso de muerte del beneficiario, las prestaciones
de seguridad social serán aplicadas a sus
dependientes.

2. Cuando se trate de personas que se encuentran


trabajando, el derecho a la seguridad social cubrirá al
menos la atención médica y el subsidio o jubilación en
casos de accidentes de trabajo o de enfermedad
profesional y, cuando se trate de mujeres, licencia
retribuida por maternidad antes y después del parto”.

También es pertinente indicar que, para el control de la


constitucionalidad al tenor del derecho de igualdad, conviene observar
los criterios orientadores siguientes:

A. Debe advertirse si existe una situación comparable y, con


base en ésta, establecer si los sujetos se encuentran o no en una
situación de igualdad respecto de otros individuos sujetos a diverso
régimen y si el trato que se les da, con base en el propio término de
comparación, es diferente.

B. Advertida la situación de igualdad y la diferencia de trato,


debe determinarse si la diferenciación persigue una finalidad
constitucionalmente válida; si es adecuada para el logro de ese fin
legítimo buscado; y si resulta proporcional, es decir, si guarda una
relación razonable con el fin que se procura alcanzar.

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AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

Así lo ha establecido esta Segunda Sala en la siguiente


jurisprudencia 42/2010, consultable en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXI, abril de dos mil
diez, página cuatrocientos veintisiete, que dice:

“IGUALDAD. CRITERIOS QUE DEBEN OBSERVARSE


EN EL CONTROL DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE
NORMAS QUE SE ESTIMAN VIOLATORIAS DE DICHA
GARANTÍA. La igualdad normativa presupone
necesariamente una comparación entre dos o más
regímenes jurídicos, ya que un régimen jurídico no es
discriminatorio en sí mismo, sino únicamente en relación
con otro. Por ello, el control de la constitucionalidad de
normas que se estiman violatorias de la garantía de
igualdad no se reduce a un juicio abstracto de adecuación
entre la norma impugnada y el precepto constitucional que
sirve de parámetro, sino que incluye otro régimen jurídico
que funciona como punto de referencia a la luz de un
término de comparación relevante para el caso concreto.
Por tanto, el primer criterio para analizar una norma a la
luz de la garantía de igualdad consiste en elegir el término
de comparación apropiado, que permita comparar a los
sujetos desde un determinado punto de vista y, con base
en éste, establecer si se encuentran o no en una situación
de igualdad respecto de otros individuos sujetos a diverso
régimen y si el trato que se les da, con base en el propio
término de comparación, es diferente. En caso de que los
sujetos comparados no sean iguales o no sean tratados de
manera desigual, no habrá violación a la garantía
individual. Así, una vez establecida la situación de igualdad
y la diferencia de trato, debe determinarse si la
diferenciación persigue una finalidad constitucionalmente
válida. Al respecto, debe considerarse que la posición
constitucional del legislador no exige que toda
diferenciación normativa esté amparada en permisos de
diferenciación derivados del propio texto constitucional,
sino que es suficiente que la finalidad perseguida sea
constitucionalmente aceptable, salvo que se trate de una
de las prohibiciones específicas de discriminación
contenidas en el artículo 1o., primer y tercer párrafos, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,

23
AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

pues respecto de éstas no basta que el fin buscado sea


constitucionalmente aceptable, sino que es imperativo. La
siguiente exigencia de la garantía de igualdad es que la
diferenciación cuestionada sea adecuada para el logro del
fin legítimo buscado; es decir, que la medida sea capaz de
causar su objetivo, bastando para ello una aptitud o
posibilidad de cumplimiento, sin que sea exigible que los
medios se adecuen estrechamente o estén diseñados
exactamente para lograr el fin en comento. En este
sentido, no se cumplirá el requisito de adecuación cuando
la medida legislativa no contribuya a la obtención de su fin
inmediato. Tratándose de las prohibiciones concretas
de discriminación, en cambio, será necesario analizar
con mayor intensidad la adecuación, siendo obligado
que la medida esté directamente conectada con el fin
perseguido. Finalmente, debe determinarse si la medida
legislativa de que se trate resulta proporcional, es decir, si
guarda una relación razonable con el fin que se procura
alcanzar, lo que supone una ponderación entre sus
ventajas y desventajas, a efecto de comprobar que los
perjuicios ocasionados por el trato diferenciado no sean
desproporcionados con respecto a los objetivos
perseguidos. De ahí que el juicio de proporcionalidad exija
comprobar si el trato desigual resulta tolerable, teniendo en
cuenta la importancia del fin perseguido, en el entendido
de que mientras más alta sea la jerarquía del interés
tutelado, mayor puede ser la diferencia”.

Ahora, a partir de los principios fundamentales desarrollados en


los párrafos precedentes, se aborda el estudio de la
inconstitucionalidad de la norma reclamada, a saber, el artículo 152 de
la Ley del Seguro Social publicado en el Diario Oficial de la
Federación el doce de marzo de mil novecientos setenta y tres, que
dice:

“Artículo 152. Tendrá derecho a la pensión de viudez la


que fue esposa del asegurado o del pensionado. A falta de
esposa, tendrá derecho a recibir la pensión, la mujer con
quien el asegurado o pensionado vivió como si fuera su
marido, durante los cinco años que precedieron

24
AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

inmediatamente a la muerte de aquél, o con la que hubiera


tenido hijos, siempre que ambos hayan permanecido libres
de matrimonio durante el concubinato. Si al morir el
asegurado o pensionado tenía varias concubinas, ninguna
de ellas tendrá derecho a recibir la pensión.

La misma pensión le corresponderá al viudo que


estuviese totalmente incapacitado y que hubiese
dependido económicamente de la trabajadora
asegurada o pensionada fallecida”.

Esta disposición prevé la existencia del derecho a la pensión


de viudez para quien fue esposa o concubina del asegurado o
pensionado, esto es, para la viuda; de igual forma prevé la pensión
que le corresponderá al viudo, pero, en este último caso, agrega dos
requisitos adicionales para hacerse acreedor al otorgamiento de la
pensión: (1) la incapacidad total y (2) la dependencia económica con
la trabajadora asegurada fallecida.

Así, se advierte que el legislador ordinario estableció un trato


distintivo en razón del género al que pertenezca el trabajador
asegurado fallecido, a saber:

 Si es el hombre el que fallece, la ley únicamente le exige a


su viuda acreditar que fue esposa del asegurado o del pensionado; y
si se trata de la concubina, tiene que acreditar que el asegurado o
pensionado vivió como si fuera su marido, durante los cinco años que
precedieron inmediatamente a la muerte de aquél, o que hubiera
tenido hijos, siempre que ambos hayan permanecido libres de
matrimonio durante el concubinato.

 En cambio, si la mujer es la que fallece, se exige a su


beneficiario acreditar que está totalmente incapacitado y que

25
AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

dependía económicamente de la trabajadora, asegurada o


pensionada fallecida.

De lo anterior, se infiere la decisión del legislador de otorgar el


derecho a la pensión de viudez a la viuda y al viudo del trabajador [a]
o pensionado [a], pero añadiendo requisitos para este último que la
viuda no tiene que acreditar, lo que hace que los individuos sean
tratados de distinta forma por la norma, y evidencia una trasgresión al
derecho de igualdad y no discriminación establecidos en la
Constitución, especialmente porque existen disposiciones que
claramente prohíben esa desigualdad, como lo son los artículos 1 y 4
constitucionales que ordenan que ambos sexos serán iguales ante la
ley.

En efecto, como ha quedado expuesto, esta prerrogativa de


igualdad de los hombres ante la ley, parte de la concepción de que la
persona humana es lo más importante para la sociedad y, por ello, no
está permitido hacer diferencias a los individuos con la finalidad de
discriminarlos o darles un trato preferente frente a otros, y en caso de
presentarse esta situación será eliminada siempre que se base en
razones de raza, religión, condición económica, color de la piel o
alguna otra característica que no forma parte de la esencia del ser.

En el caso, los grupos que distingue la norma (hombres y


mujeres) se encuentran en igual circunstancia, no sólo porque se trata
de personas humanas, sino también porque ambas se ubican en la
misma situación, a saber, constituirse como cónyuge o concubino [a]
supérstite de un trabajador [a] asegurado [a] fallecido [a] que, durante

26
AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

su vida laboral activa, cotizó para tener acceso a los derechos que
otorga la Ley de Seguridad Social, entre ellos, la pensión de viudez.

Ciertamente, si una trabajadora desempeña la misma labor que


una persona del sexo masculino, cotizará de igual forma para tener
acceso a los derechos que otorga la Ley del Seguro Social, y si su
estado civil también es el mismo, tendrá derecho a que sus familiares
disfruten de esos derechos que la institución concede, en la misma
forma que lo tiene un trabajador varón; lo que, evidentemente, se
refleja, en su momento, en la situación del cónyuge o concubino [a]
que le sobreviva que, por ende, independientemente de su género,
coinciden en lo siguiente:

i. Tienen y comparten el mismo estado civil.

ii. Son cónyuges o concubinos [as] del asegurado [a].

iii. El asegurado al que sobreviven cotizó para tener acceso a


los derechos otorgados por la Ley del Seguro Social.

Siendo que, como se ha apuntado, la disposición reclamada


otorga un trato diferenciado a ambos grupos, pues condiciona el
otorgamiento de la pensión de viudez a que el viudo acredite su total
incapacidad y su dependencia económica respecto de la trabajadora
asegurada fallecida, mientras que no lo hace en relación con la mujer
cuando es el hombre quien muere.

Empero, advertida la situación de igualdad y la diferencia de


trato, se destaca que no se advierte aspecto alguno que justifique esa
distinción en otra razón que no sea, exclusivamente, la diferencia de

27
AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

género, pues no se infiere diverso motivo ni de su texto ni de la


respectiva exposición de motivos publicada el doce de marzo de mil
novecientos setenta y tres en la Gaceta Parlamentaria que, en lo que
interesa, dispone:

“(…) SEGUROS DE INVALIDEZ, VEJEZ, CESANTÍA EN


EDAD AVANZADA Y MUERTE.

La iniciativa mejora las pensiones por invalidez, por


vejez, por cesantía en edad avanzada y para los
beneficiarios de los asegurados y pensionados
fallecidos, sin elevar la prima que para el financiamiento
de este ramo del seguro se estableció en la ley de 1943 y
que equivale al 6% de los salarios.

La iniciativa introduce para este ramo un sistema de


redistribución del ingreso, al otorgar importantes
incrementos en las pensiones derivadas de salarios bajos
y aumentos moderados para las que provengan de
salarios más altos.

Por efecto de la elevación de la cuantía básica de las


pensiones y del mejoramiento de los incrementos anuales,
los asegurados de más bajos salarios con treinta años de
servicios, alcanzarán a los sesenta y cinco años de edad
pensiones equivalentes al 75% del salario base del
cálculo, superando en forma substancial el 54% que, en
las mismas condiciones, obtienen actualmente.

Para mejorar la situación económica de los pensionados


se introducen nuevas asignaciones familiares. Una de ellas
es en favor de la esposa o concubina, equivalente al 15%
de la cuantía de la pensión; otra es la que con importe
igual al 10% se establece en favor del padre y de la madre
del pensionado si dependieran económicamente de él y no
tuviese esposa o concubina, ni hijos con derecho a
recibirla.

Asimismo, se otorga al pensionado por invalidez, vejez o


cesantía en edad avanzada, una ayuda asistencial igual al

28
AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

15% de la pensión, cuando no tenga esposa o concubina,


ni hijos o ascendientes con derecho. Esta ayuda
asistencial se reduce al 10% cuando tenga un ascendiente
con derecho a recibir asignación.

Estas ayudas y asignaciones tienden a la protección del


núcleo familiar del pensionado, ya que su cuantía es
proporcional al número de familiares a su cargo, y
representan una significativa mejoría en vista de que en
una alta proporción los asegurados que las reciben tienen
esposa e hijos con derecho a las asignaciones. Más aún si
no tuviera familiares a su cargo, también recibirá una
ayuda asistencial.

Se consigna la tabla para calcular la pensión por cesantía


en edad avanzada, mejorando en todos los casos la
cantidad que sirve de base al cálculo y los porcentajes
establecidos por la ley vigente.

Las reformas propuestas en diciembre de 1970 elevaron el


tope mínimo de las pensiones por invalidez y vejez, de
$150.00 a $450.00 mensuales. Ahora se propone
aumentarlo a $600.00 mensuales. En un lapso de dos
años, muchos miles de pensionados disfrutarán de
ingresos cuatro veces superiores a los que recibían en
diciembre de 1970.

Asimismo, la iniciativa dispone que las pensiones serán


revisadas cada cinco años a partir de su otorgamiento,
para incrementarse en un 10% si su monto fuese igual o
inferior al salario mínimo general que rija en el Distrito
Federal y en un 5% si resultara superior.

Se precisa mejor la disposición del artículo 85 de la ley


vigente, relativa a los casos en que se tiene derecho al
disfrute de dos o más pensiones generadas en el ramo de
invalidez, vejez, cesantía en edad avanzada y muerte, y se
amplía el margen para su disfrute, del 80% al 100% del
salario mayor base de cálculo de sus cuantías.

Igualmente, se introduce como reforma substancial a lo


establecido en el artículo 86 de la ley actual, el disfrute

29
AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

simultáneo de pensiones de este ramo y del de riesgos de


trabajo, si se tuviere derecho a ambas, con la única
limitación de que la suma de sus cuantías no exceda del
cien por ciento del salario mayor de los que sirvieron de
base para el cálculo de las mismas. Esta innovación
permitirá que, en la casi totalidad de los casos, el
asegurado que ha sufrido un riesgo de trabajo perciba
pensión por la incapacidad permanente que tuviere e
íntegramente también la que le correspondiere por
invalidez, vejez, o cesantía en edad avanzada.

Los asegurados que dejen de pertenecer al régimen del


seguro obligatorio, conservarán los derechos a pensiones
que en este ramo tuvieran adquiridos por un periodo igual
a la cuarta parte del tiempo cubierto por sus cotizaciones
semanales, el que en ningún caso, será menor de doce
meses. Este lapso ha sido aumentado en favor de los
asegurados en relación con el que actualmente señala la
ley. (…)˝.

Entonces, ante una misma situación jurídica se da un trato


diferente a los beneficiarios viudos de las aseguradas o pensionadas,
dado que condiciona el derecho a la pensión de viudez sin razones
válidas que lo justifiquen, pues la exigencia de que esté totalmente
incapacitado y hubiese dependido económicamente de la asegurada,
se basa simplemente en el género de la persona; lo que revela que se
está frente a un supuesto en el que la diferencia de trato no es
legítima sino que se trata de una discriminación.

Esto es, tal distinción no supera el escrutinio constitucional,


porque además de fundarse exclusivamente en el género, no existen
en el proceso de reformas razones distintas que la justifiquen, lo cual
hace que el precepto incurra en una de las prohibiciones específicas
de discriminación contenidas en el artículo 1, párrafo tercero, de la
Ley Fundamental, al menoscabar los derechos del viudo en función

30
AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

del género y, en esa medida, contra su dignidad humana; máxime si


se atiende a que las trabajadoras también tienen derecho a asegurar
a sus esposos o concubinos y no únicamente cuando dependan de
ellas económicamente o cuando tengan una incapacidad total, por lo
que estos condicionamientos no deben existir por razones de
igualdad, sino que las mismas prerrogativas deben corresponder al
viudo o concubino de la trabajadora que también cotizó como el varón.

De esta manera, no obstante el derecho fundamental de


igualdad entre el hombre y la mujer ante la ley, y el derecho a que los
integrantes de las familias de los trabajadores, sin distinción de
género, disfruten, entre otros, de los seguros de vida, el legislador
ordinario con infracción a esos valores fundamentales estableció un
trato distinto para tener acceso a dicha pensión proporcionada por el
Instituto, tratándose del viudo de la trabajadora asegurada.

Por tanto, al prever el artículo 152 de la Ley del Seguro Social


vigente al treinta de junio de mil novecientos noventa y siete, mayores
requisitos al viudo que se haya colocado en el supuesto del
otorgamiento de la pensión de viudez, exigiéndole la acreditación de
estar incapacitado totalmente y que en vida de su cónyuge hubiese
dependido económicamente de ésta, infringe los artículos 1 y 4 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que pugnan
por la eliminación de la discriminación de género, pues debe preverse
que al encontrarse en situaciones de igualdad, ambas personas,
deberán ser tratados de igual manera, lo que redunda en la seguridad
de no privarlos de un beneficio o bien soportar un perjuicio desigual e
injustificado, como en el caso, resulta la imposición de requisitos
adicionales para el viudo.

31
AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

Sirve de apoyo la tesis CXV/2007 de esta Segunda Sala,


publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XXVI, agosto de dos mil siete, página
seiscientos cuarenta y cinco, que dice:

“SEGURO SOCIAL. EL ARTÍCULO 152 DE LA LEY


RELATIVA, VIGENTE HASTA EL 30 DE JUNIO DE 1997,
VIOLA LAS GARANTÍAS DE IGUALDAD Y NO
DISCRIMINACIÓN. El citado precepto, al otorgar el
derecho a la pensión por viudez sólo a la que fue esposa
del asegurado o pensionado, a la concubina que cumpla
con los requisitos señalados en él y al viudo que se ubique
en el supuesto previsto en el propio precepto, viola las
garantías de igualdad y no discriminación contenidas en
los artículos 1o., párrafos primero y tercero, y 4o., párrafo
primero, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, porque excluye al concubinario del derecho a
obtener dicha pensión, no obstante que está colocado en
igualdad de circunstancias que la viuda, el viudo o la
concubina, pues de igual manera aquél integra una familia
con la asegurada o pensionada, razón por la cual no debe
ser tratado de manera desigual o discriminatoria frente a
los indicados sujetos”.

Además, la distinción en las exigencias entre la mujer y el


hombre, sin otra razón que las diferencias por cuestión de género,
evidencia la inconstitucionalidad de la norma reclamada porque si
durante su vida laboral las extintas trabajadoras cotizan para que
quienes les sobreviven disfruten de los seguros previstos en la ley de
la materia, entonces la pensión en comento no es una concesión
gratuita o generosa, sino un derecho generado durante su vida
productiva con el objeto de garantizar, en alguna medida, la
subsistencia de sus beneficiarios.

32
AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

Y, en ese tenor, las exigencias constitucionalmente


injustificadas impiden que se cumplan los fines de protección y
bienestar de los trabajadores, campesinos, no asalariados y otros
sectores sociales y sus familiares, previstos en el artículo 123,
apartado A, fracción XXIX, de la propia Ley Fundamental, a través del
otorgamiento de los seguros relacionados con el ramo de vida
previstos en la Ley del Seguro Social. Sirve de apoyo la tesis
CXIV/2007 de esta Segunda Sala, consultable en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXVI,
agosto de dos mil siete, página seiscientos cuarenta y cinco, que dice:

“SEGURO SOCIAL. EL ARTÍCULO 152 DE LA LEY


RELATIVA, VIGENTE HASTA EL 30 DE JUNIO DE 1997,
VIOLA LA GARANTÍA SOCIAL CONTENIDA EN EL
ARTÍCULO 123, APARTADO A, FRACCIÓN XXIX, DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS. El artículo 152 citado al incluir únicamente
como beneficiarios de la pensión por viudez a la que fue
esposa del asegurado o pensionado, a la concubina que
cumpla con los requisitos exigidos en él y al viudo ubicado
en el supuesto previsto en el propio precepto y, por tanto,
excluir al concubinario de entre tales beneficiarios,
privándolo del derecho a gozar de la pensión indicada,
viola la garantía social contenida en el artículo 123,
apartado A, fracción XXIX, de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, porque de acuerdo con el
proceso legislativo de donde derivó la reforma a dicha
fracción, publicada en el Diario Oficial de la Federación el
31 de diciembre de 1974, la familia está tutelada por un
régimen completo de seguridad y justicia social, a través
del cual se protege a los trabajadores y trabajadoras
pensionados y, en vía de consecuencia, a sus
beneficiarios, entre los cuales se ubican sus cónyuges y,
en su caso, concubina y concubinario”.

Asimismo, es ilustrativa la jurisprudencia 132/2009 de esta


Segunda Sala, consultable en el Semanario Judicial de la Federación

33
AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXX, septiembre de dos mil


nueve, página seiscientos cuarenta y tres, que dice:

“PENSIÓN POR VIUDEZ. EL ACREDITAMIENTO DE LA


DEPENDENCIA ECONÓMICA RESPECTO DE LA
TRABAJADORA ASEGURADA FALLECIDA A QUE
CONDICIONA EL ARTÍCULO 130, PÁRRAFO
SEGUNDO, DE LA LEY DEL SEGURO SOCIAL PARA
SU OTORGAMIENTO, SE ESTABLECIÓ TANTO PARA
EL VIUDO COMO PARA EL CONCUBINARIO, SIN
EMBARGO TAL CONDICIONANTE HA SIDO
DECLARADA INCONSTITUCIONAL POR LA SUPREMA
CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. De la
interpretación teleológica de la citada disposición legal,
relacionada con los artículos 84, fracción III, 127 y 193 de
la Ley del Seguro Social, se infiere que la condición para el
otorgamiento de la pensión por viudez, consistente en
demostrar la dependencia económica respecto de la
trabajadora asegurada fallecida, fue impuesta tanto para el
viudo como para el concubinario que le sobrevive sin
distinción alguna entre uno u otro. Sin embargo, la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, al analizar tales disposiciones legales, determinó
la inconstitucionalidad del párrafo segundo del artículo 130
de la Ley citada, que establece que la misma pensión de
viudez le corresponderá al viudo o concubinario que
dependa económicamente de la trabajadora asegurada o
pensionada, lo que dio origen a las tesis 2a. VI/2009 y 2a.
VII/2009, de rubros: ‘PENSIÓN POR VIUDEZ. EL
ARTÍCULO 130, PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA LEY DEL
SEGURO SOCIAL, AL CONDICIONAR SU
OTORGAMIENTO A QUE EL VIUDO O CONCUBINARIO
ACREDITE LA DEPENDENCIA ECONÓMICA RESPECTO
DE LA TRABAJADORA ASEGURADA FALLECIDA,
VIOLA LAS GARANTÍAS DE IGUALDAD Y DE NO
DISCRIMINACIÓN’ y ‘PENSIÓN POR VIUDEZ. EL
ARTÍCULO 130, PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA LEY DEL
SEGURO SOCIAL, AL CONDICIONAR SU
OTORGAMIENTO A QUE EL VIUDO O CONCUBINARIO
ACREDITE LA DEPENDENCIA ECONÓMICA RESPECTO
DE LA TRABAJADORA ASEGURADA FALLECIDA,
VIOLA EL ARTÍCULO 123, APARTADO A, FRACCIÓN

34
AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

XXIX, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS


ESTADOS UNIDOS MEXICANOS’”; (tesis que aparecen
publicadas en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta2).

Por tanto, debe concluirse que el artículo 152 de la Ley del


Seguro Social publicado en el Diario Oficial de la Federación el
doce de marzo de mil novecientos setenta y tres, es transgresor
de los derechos fundamentales de igualdad, no discriminación y
seguridad social previstos en los artículos 1, 4 y 123, apartado A,
fracción XXIX, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, por diferenciar por cuestión de género entre la y el
beneficiario del trabajador [a] asegurado [a] fallecido [a].

Bajo el mismo criterio y similares consideraciones fueron


fallados por esta Segunda Sala los amparos en revisión 2063/2009,
por unanimidad de cinco votos en sesión de tres de febrero de dos mil
diez; 141/2010, por unanimidad de cinco votos en sesión de catorce
2
“PENSIÓN POR VIUDEZ. EL ARTÍCULO 130, PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA LEY DEL SEGURO SOCIAL,
AL CONDICIONAR SU OTORGAMIENTO A QUE EL VIUDO O CONCUBINARIO ACREDITE LA DEPENDENCIA
ECONÓMICA RESPECTO DE LA TRABAJADORA ASEGURADA FALLECIDA, VIOLA LAS GARANTÍAS DE
IGUALDAD Y DE NO DISCRIMINACIÓN. La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que
en los artículos 1o., párrafo tercero y 4o., párrafo primero, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se
contienen las garantías individuales de igualdad y de no discriminación, que tutelan el derecho subjetivo del gobernado a
ser tratado en la misma forma que todos los demás y el correlativo deber jurídico de la autoridad de garantizar un trato
idéntico a todas las personas ubicadas en las mismas circunstancias, lo que proscribe todo tipo de discriminación que
atente contra la dignidad humana y anule o menoscabe los derechos y libertades del varón y la mujer, porque ambos
deben ser protegidos por la ley sin distinción alguna. En ese contexto, el artículo 130, segundo párrafo, de la Ley del
Seguro Social, al condicionar el otorgamiento de la pensión por viudez a que el viudo o concubinario acredite la
dependencia económica respecto de la trabajadora asegurada fallecida, a diferencia de la viuda o concubina de un
asegurado, a quien no se le exige ese requisito, sin otra razón que las diferencias por cuestión de género y las
económicas, viola las citadas garantías individuales, al imponer al varón una condición desigual respecto de la mujer” (2a.
VI/2009 publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXIX, febrero de dos mil
nueve, página cuatrocientos setenta).

“PENSIÓN POR VIUDEZ. EL ARTÍCULO 130, PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA LEY DEL SEGURO SOCIAL,
AL CONDICIONAR SU OTORGAMIENTO A QUE EL VIUDO O CONCUBINARIO ACREDITE LA DEPENDENCIA
ECONÓMICA RESPECTO DE LA TRABAJADORA ASEGURADA FALLECIDA, VIOLA EL ARTÍCULO 123, APARTADO
A, FRACCIÓN XXIX, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. La citada
disposición constitucional contempla la garantía social que tutela a la familia bajo un régimen de seguridad y justicia social,
al proteger a los trabajadores y trabajadoras pensionados y, en vía de consecuencia, a sus beneficiarios, entre los cuales
se ubican sus cónyuges y, en su caso, concubina o concubinario. En esa virtud, el artículo 130, párrafo segundo, de la Ley
del Seguro Social, al condicionar el otorgamiento de la pensión por viudez a que el viudo o concubinario acredite la
dependencia económica respecto de la trabajadora asegurada fallecida, viola la mencionada garantía social, pues si
durante su vida laboral la extinta trabajadora cotizó para que quienes le sobrevivieran y tuvieran derecho a ello disfrutaran
de los seguros previstos en la ley, entonces la pensión por viudez no es una concesión gratuita, sino un derecho generado
durante su vida productiva con el objeto de garantizar, en alguna medida, la subsistencia de sus beneficiarios” (2a. VII/2009
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXIX, febrero de dos mil nueve,
página cuatrocientos setenta).

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de abril del mismo año; 612/2011, por unanimidad de cinco votos en


sesión de cinco de octubre de dos mil once; 371/2016, por unanimidad
de cinco votos en sesión de veinticuatro de agosto de dos mil
dieciséis, y 107/2017, por mayoría de tres votos en sesión de catorce
de junio de dos mil diecisiete.

En atención a lo hasta aquí expuesto, dada la eficacia de los


conceptos de violación analizados en este considerando, se impone
revocar la sentencia recurrida y conceder el amparo a la parte
quejosa, **********, contra el acto reclamado del Congreso de la Unión
y del Presidente de la República consistente en el artículo 152 de la
Ley del Seguro Social publicada en el Diario Oficial de la Federación
el doce de marzo de mil novecientos setenta y tres, que, conforme a
los artículos 773 y 784 de la Ley de Amparo, implica protegerlo contra
su aplicación presente y futura, en términos de la jurisprudencia
112/99 del Tribunal Pleno, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo X, noviembre de mil
novecientos noventa y nueve, página diecinueve, que dice:

3
“Artículo 77. Los efectos de la concesión del amparo serán:
I. Cuando el acto reclamado sea de carácter positivo se restituirá al quejoso en el pleno goce del derecho
violado, restableciendo las cosas al estado que guardaban antes de la violación; y
II. Cuando el acto reclamado sea de carácter negativo o implique una omisión, obligar a la autoridad
responsable a respetar el derecho de que se trate y a cumplir lo que el mismo exija.
En el último considerando de la sentencia que conceda el amparo, el juzgador deberá determinar con precisión
los efectos del mismo, especificando las medidas que las autoridades o particulares deban adoptar para asegurar su
estricto cumplimiento y la restitución del quejoso en el goce del derecho.
En asuntos del orden penal en que se reclame una orden de aprehensión o auto de vinculación a proceso en
delitos que la ley no considere como graves, la sentencia que conceda el amparo surtirá efectos inmediatos, sin perjuicio
de que pueda ser revocada mediante el recurso de revisión; salvo que se reclame el auto de vinculación a proceso y el
amparo se conceda por vicios formales.
En caso de que el efecto de la sentencia sea la libertad del quejoso, ésta se decretará bajo las medidas de
aseguramiento que el órgano jurisdiccional estime necesarias, a fin de que el quejoso no evada la acción de la justicia.
En todo caso, la sentencia surtirá sus efectos, cuando se declare ejecutoriada o cause estado por ministerio de
ley”.

4
“Artículo 78. Cuando el acto reclamado sea una norma general la sentencia deberá determinar si es
constitucional, o si debe considerarse inconstitucional.
Si se declara la inconstitucionalidad de la norma general impugnada, los efectos se extenderán a todas
aquellas normas y actos cuya validez dependa de la propia norma invalidada. Dichos efectos se traducirán en la
inaplicación únicamente respecto del quejoso.
El órgano jurisdiccional de amparo podrá especificar qué medidas adicionales a la inaplicación deberán
adoptarse para restablecer al quejoso en el pleno goce del derecho violado”.

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AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

“AMPARO CONTRA LEYES. SUS EFECTOS SON LOS


DE PROTEGER AL QUEJOSO CONTRA SU
APLICACIÓN PRESENTE Y FUTURA. El principio de
relatividad de los efectos de la sentencia de amparo
establecido en los artículos 107, fracción II, constitucional y
76 de la Ley de Amparo, debe interpretarse en el sentido
de que la sentencia que otorgue el amparo tiene un
alcance relativo en la medida en que sólo se limitará a
proteger al quejoso que haya promovido el juicio de
amparo. Sin embargo, este principio no puede entenderse
al grado de considerar que una sentencia que otorgue el
amparo contra una ley sólo protegerá al quejoso respecto
del acto de aplicación que de la misma se haya reclamado
en el juicio, pues ello atentaría contra la naturaleza y
finalidad del amparo contra leyes. Los efectos de una
sentencia que otorgue el amparo al quejoso contra una ley
que fue señalada como acto reclamado son los de
protegerlo no sólo contra actos de aplicación que también
haya impugnado, ya que la declaración de amparo tiene
consecuencias jurídicas en relación con los actos de
aplicación futuros, lo que significa que la ley ya no podrá
válidamente ser aplicada al peticionario de garantías que
obtuvo la protección constitucional que solicitó, pues su
aplicación por parte de la autoridad implicaría la violación a
la sentencia de amparo que declaró la inconstitucionalidad
de la ley respectiva en relación con el quejoso; por el
contrario, si el amparo le fuera negado por estimarse que
la ley es constitucional, sólo podría combatir los futuros
actos de aplicación de la misma por los vicios propios de
que adolecieran. El principio de relatividad que sólo se
limita a proteger al quejoso, deriva de la interpretación
relacionada de diversas disposiciones de la Ley de
Amparo como son los artículos 11 y 116, fracción III, que
permiten concluir que en un amparo contra leyes, el
Congreso de la Unión tiene el carácter de autoridad
responsable y la ley impugnada constituye en sí el acto
reclamado, por lo que la sentencia que se pronuncie debe
resolver sobre la constitucionalidad de este acto en sí
mismo considerado; asimismo, los artículos 76 bis,
fracción I, y 156, que expresamente hablan de leyes
declaradas inconstitucionales por la jurisprudencia de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación; y, finalmente, el
artículo 22, fracción I, conforme al cual una ley puede ser

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impugnada en amparo como autoaplicativa si desde que


entra en vigor ocasiona perjuicios al particular, lo que
permite concluir que al no existir en esta hipótesis acto
concreto de aplicación de la ley reclamada, la declaración
de inconstitucionalidad que en su caso proceda, se refiere
a la ley en sí misma considerada, con los mismos efectos
antes precisados que impiden válidamente su aplicación
futura en perjuicio del quejoso. Consecuentemente, los
efectos de una sentencia que otorga la protección
constitucional al peticionario de garantías en un juicio de
amparo contra leyes, de acuerdo con el principio de
relatividad, son los de proteger exclusivamente al quejoso,
pero no sólo contra el acto de aplicación con motivo del
cual se haya reclamado la ley, si se impugnó como
heteroaplicativa, sino también como en las leyes
autoaplicativas, la de ampararlo para que esa ley no le sea
aplicada válidamente al particular en el futuro”.

Asimismo, sirve de apoyo la jurisprudencia 31 también del


Tribunal Pleno, consultable a través del Semanario Judicial de la
Federación, Octava Época, Tomo III, Primera Parte, Enero-Junio de
mil novecientos ochenta y nueve, página doscientos veintiocho, que
dice:

“LEYES, AMPARO CONTRA, EFECTOS DE LAS


SENTENCIAS DICTADAS EN. La decisión sobre la
constitucionalidad o inconstitucionalidad de una ley que se
tome en una sentencia de amparo que ha causado
ejecutoria, constituye cosa juzgada. Consecuentemente, si
se concedió el amparo, el efecto inmediato será nulificar la
validez jurídica de la ley reclamada en relación con el
quejoso y si el juicio se promovió con motivo del primer
acto de aplicación, éste también será contrario al orden
constitucional; dentro del mismo supuesto de concesión
del amparo, ninguna autoridad puede volverle a aplicar
válidamente la norma jurídica que ya se juzgó, dado que la
situación jurídica del quejoso se rige por la sentencia
protectora. En cambio, cuando el fallo es desfavorable
respecto de la ley, las autoridades pueden aplicársela
válidamente; por ello, una vez que el juicio de garantías se

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AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

ha promovido contra la ley y se obtiene pronunciamiento


de fondo, sea que se conceda o se niegue la protección
solicitada en sentencia ejecutoria, la decisión sobre su
congruencia o incongruencia con el orden constitucional se
ha convertido en cosa juzgada”.

Y, en ese tenor, la declaración de inconstitucionalidad del


artículo 152 de la Ley del Seguro Social publicada en el Diario Oficial
de la Federación el doce de marzo de mil novecientos setenta y tres,
alcanza a los actos siguientes:

 Al Acuerdo ********** y sus anexos, del Consejo Técnico,


relativo a aprobar los datos, documentos y formatos específicos que
se deben proporcionar y presentar para la gestión de los trámites en
materia de prestaciones en dinero, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el veintitrés de octubre de dos mil catorce,
específicamente por lo que hace a las porciones o enunciados
normativos en que exige la presentación de la documentación
vinculada con los requisitos a que se refiere el artículo 152 de la Ley
del Seguro Social que han sido declarados inconstitucionales, en
concreto:

“(…) 1. Solicitud de pensión de viudez.

Plazo máximo de la resolución del trámite: 12 días hábiles.

El plazo para la resolución del trámite se computará a


partir del día hábil siguiente a aquel en que haya recibido
la solicitud ante la Unidad Receptora de Prestaciones
Económicas. Tratándose de Unidades Receptoras que se
encuentren a una distancia mayor a cuarenta kilómetros de
la Subdelegación de adscripción competente para resolver
el trámite, el plazo para la resolución se computará a partir
del segundo día hábil siguiente en que se haya recibido la
solicitud.

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AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

El instituto, cuando la solicitud no contenga los datos


solicitados o no cumpla con los requisitos previstos en
la Ley del Seguro Social, prevendrá por escrito al
solicitante, dentro de los ocho días hábiles siguientes a la
presentación de la solicitud, para que subsane la omisión
dentro del término de cinco días hábiles contados a partir
del día hábil siguiente a aquel en que se haya notificado el
oficio de prevención. En ese caso, el plazo de resolución
del trámite se suspenderá y se reanudará a partir del día
hábil siguiente a aquel en que el solicitante presente los
documentos o proporcione la información solicitada.

Si el interesado presenta los documentos o proporciona la


información solicitada posterior a los cinco días hábiles
indicados, su solicitud será desechada; sin embargo a
petición del mismo, se podrá iniciar el trámite en ese
mismo momento con la firma de una nueva solicitud, por lo
que el plazo de la resolución del trámite comenzará
nuevamente. (…)”.

 Al acto de aplicación que dio lugar al presente juicio de


amparo, por lo que vincula al Delegado Estatal del Instituto Mexicano
del Seguro Social en León, Guanajuato, quien deberá dejar sin
efectos el oficio número ********** de doce de agosto de dos mil
dieciséis, y emitir uno nuevo en la que considere desincorporada
aquella norma de la esfera jurídica del quejoso.

Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO. Se revoca la sentencia recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión ampara y protege a


**********, contra el artículo 152 de la Ley del Seguro Social publicada
en el Diario Oficial de la Federación el doce de marzo de mil
novecientos setenta y tres, el Acuerdo ********** de veintitrés de
octubre de dos mil catorce, y el oficio ********** de doce de agosto de

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AMPARO EN REVISIÓN 364/2018

dos mil dieciséis, en los términos y para los efectos precisados en el


considerando último de la presente ejecutoria.

TERCERO. Es infundada la revisión adhesiva.

Notifíquese; con testimonio de la presente resolución, vuelvan


los autos a su lugar de origen y, en su oportunidad, archívese el toca
como asunto concluido.

Así lo resolvió la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros
Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, José Fernando Franco
González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Presidente Eduardo
Medina Mora I. (ponente).

Firman el Ministro Presidente de la Segunda Sala y ponente, con


el secretario de acuerdos que autoriza y da fe.

PRESIDENTE DE LA SEGUNDA SALA Y PONENTE

MINISTRO EDUARDO MEDINA MORA I.

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SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA SEGUNDA SALA

LIC. MARIO EDUARDO PLATA ÁLVAREZ

En términos de lo dispuesto por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en su


sesión del veinticuatro de abril de dos mil siete, y conforme a lo previsto en los artículos 3, fracción
II, 13, 14 y 18 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública
Gubernamental, así como en el segundo párrafo del artículo 9º del Reglamento de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, en esta versión pública se
suprima la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en
esos supuestos normativos..

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