Teorías Del Liderazgo Fiorella
Teorías Del Liderazgo Fiorella
Teorías Del Liderazgo Fiorella
EL LIDERAZGO
Asumir la tesis del líder nato es similar a negar la vida en sociedad, frente
a semejante postura, la tesis que se defenderá es que no puede explicarse el
liderazgo de manera reduccionista, pues la asignación de un elemento
determinante para explicar el tipo de influencia que el líder ejerce sobre
otros, afecta las relaciones que dan significado social a ese elemento, con lo
cual la explicación partiría de lo no explicado, esta dificultad ha acompañado
a gran parte de las teorías del liderazgo que apenas se reseñaran, para
intentar dar cuenta de la multiplicidad de esfuerzos que en esta dirección se
han desarrollado, algunas con éxito, pero todas sin consistencia teórica como
lo afirma Young (1963:74).
Sus integrantes deben estar bien organizados, tener una mentalidad abierta y
dinámica alineada con la misión y visión de la empresa.
El miembro del equipo de trabajo debe producir para obtener mejores resultados,
centrarse en los procesos para alcanzar metas, integrarse con sus compañeros, ser
creativo a la hora de solucionar problemas, ser tolerante con los demás, tomar en
cuenta a sus colegas y aceptar sus diferencias, obviar aquellas discusiones que
dividan al grupo y ser eficiente, más que eficaz.
La solidaridad, por lo tanto, es imprescindible dentro del grupo. Esto supone que
no hay lugar para el lucimiento personal o para la competencia interna que atente
contra el objetivo de la organización.
El gerente o líder del equipo de trabajo, sin embargo, debe saber reconocer los
méritos individuales de cada trabajador. De esta forma incentivará una sana
competencia por destacarse, ya que todos los trabajadores querrán acceder a los
premios que se entregan al buen rendimiento. La empresa, por lo tanto, se beneficiará
de esos esfuerzos individuales y el objetivo común podrá cumplirse con mayor
facilidad.
Las relaciones personales son la clave de un equipo de trabajo, aún más allá de la
capacidad profesional. Un empleado puede aprender de sus compañeros y mejorar sus
habilidades profesionales. En cambio, una persona que tiene mala relación con el
resto del equipo sólo aportará problemas y atentará contra los fines comunes de la
empresa.
Debe ser formador de voluntades y un forjador de entusiasmo. Para ello no debe estar
ausente entre sus atributos la capacidad para comunicar con claridad su pensamiento,
su visión de futuro y sus emociones.
Debe ser, además un gran entrenador de métodos, procedimientos, soluciones y
actitudes. Un gran impulsor de ideas, un motivador apasionado y un creador audaz.
Pero por sobre todo, debe ser el recurso más cercano que su gente pueda utilizar para
interceder ante los superiores.
Tendrá claro que la misión no la cumplen los Comandantes, sino toda la Unidad, por
lo cual se preocupará de prepararla convenientemente para que en su ausencia esta
pueda cumplir a cabalidad con su cometido.
Organización de la conducta
El CO puede ayudar a:
En este mismo orden Toffler (1995:224) plantea que “lo que las
empresas no han llegado a comprender todavía es que la flexibilidad tiene
que calar mucho más hondo, hasta la propia estructura de la organización”.
Toffer vislumbra el inicio de un cambio mucho más profundo y revolucionario
que alterará toda la naturaleza del poder de la empresa. Hasta hoy la
organización, es la unidad productora de riqueza en una sociedad que se
distingue por su contribución al crecimiento económico y cuyos objetivos son
producir bienes y/o servicios, aumentar el valor económico añadido, a fin de
atender la renta de trabajo y de capital, que le permitan invertir en la
viabilidad de la misma, promover el desarrollo humano y garantizar su
continuidad. Toffler, en oposición a esto, señala una metáfora posburocrática
usada comúnmente por los japoneses “la compañía es una criatura viviente”.