2do, Día Triduo Ntra Sra Del Carmen
2do, Día Triduo Ntra Sra Del Carmen
2do, Día Triduo Ntra Sra Del Carmen
MONICIÓN INICIAL
Queridos Hermanos, sean bienvenidos a esta Eucaristía en esta Décimo Quinta
Semana del Tiempo Ordinario. Jesús nos manifiesta en su Palabra que el bien del ser
humano está por encima de la ley y de toda institución, nos invita a vivir en la libertad de
los hijos de Dios, a poner por encima de todo “el Amor y la Misericordia”.
En este Segundo día del Triduo en honor a Ntra. Sra. Del Carmen, queremos
celebrar el Perdón, recordando que María es Madre del Perdón, es un ícono de como la
Iglesia debe extender el perdón a cuantos lo piden. El regalo que María nos hace al darnos
a Jesucristo es el del perdón que renueva la vida.
Hablar de María bajo esta advocación es hablar del Santo Escapulario, un
Sacramental Mariano Signo del Amor Maternal, un Símbolo de Protección de la Madre de
Dios. Por eso nos consagraremos a Ella recordando que debemos ser “Fieles a Dios y estar
al Servicio de todos los hombres”, sintiéndonos coparticipes del Servicio a la Iglesia.
“Vengan a mí”, con esta invitación de amor damos inicio a esta celebración.
Cantamos…
LITURGIA DE LA PALABRA
Por la santa Iglesia a quien el Señor confió el poder de perdonar: para que lo siga
brindando con misericordia. Oremos.
Por los que en la sociedad de nuestra Nación tienen la función de juzgar: para que
lo hagan con equilibrio y caridad. Oremos.
Por los que no buscan el perdón, por los que desesperan de ser perdonados: para
que experimenten el amor misericordioso de Dios. Oremos.
Por nuestra comunidad parroquial: para que frecuentemos con fe, confianza y alegría
el sacramento de la reconciliación. Oremos.
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
Colecta
Hermanos, el gesto litúrgico de la colecta simboliza el compromiso evangelizador
confiado a la Iglesia, requiere la participación comprometida de los discípulos de
Jesucristo. Cantamos con el corazón.
Cristo muerto y resucitado para nuestra salvación es nuestra gran ofrenda al Padre.
Unidos a él, ofrezcamos un corazón arrepentido y dispuesto a ser perdonado.
Comunión
MONICIÓN FINAL
“Misericordia quiero y no sacrificios”, el Señor nos invita a vivir en la libertad de
los hijos de Dios, a poner por encima de todo el amor y la misericordia. Dispongámonos a
compadecernos de los trabajos y miserias ajenas a través de la amabilidad, la asistencia al
necesitado y especialmente en el perdón y la reconciliación.