Contrato de Consultoria Profesional
Contrato de Consultoria Profesional
Contrato de Consultoria Profesional
Las consultorías pueden abarcar distintos temas o materias, como lo pueden ser:
Consultorías en materia legal para ver los obstáculos legales que se tienen al momento
de montar un negocio;
Consultorías en materia financiera para analizar que costos pueden ser recortados y
así maximizar las ganancias;
consultorías en materia laboral con el objetivo de analizar que puestos de trabajo
pueden ser subcontratados y así ahorrar dinero en impuestos y cargas fiscales y
laborales; entre otras.
Todo consultor puede ofrecer sus servicios, acordando las actividades a realizar y los
estudios a elaborar, según sea el caso. Si hay un acuerdo entre las dos partes, se
procede a la realización de las actividades y al pago de los honorarios
correspondientes. No obstante, establecer todo esto mediante un contrato, permite
tener una certeza jurídica de las actividades que se llevarán a cabo, de la forma en la
que estas se realizarán, las condiciones en las que deben ser realizadas, la manera en
la que serán pagados los servicios, entre otros pormenores.
Mediante este documento se establecen los objetivos a lograr, las condiciones que
tendrá la consultoría, como será realizado el pago y todos los pormenores que cubrirá
la misma. Comúnmente estos contratos se realizan para un proyecto concreto
relacionado con la dirección y gestión de empresas o negocios y aplicable en una
amplia gama de áreas de una cadena de producción o de venta.
En algunos casos, puede ser necesario adjuntar como anexos los documentos en
donde se explique de manera más detallada las actividades para las que se contrata al
consultor.
Derecho aplicable
Ayuda de un abogado
También tienes la opción de consultar a un abogado si necesitas ayuda.
El abogado puede contestar a tus preguntas o ayudarte en tus trámites. Al final de la
creación del documento, se te ofrecerá esta opción.
Tipos de contrato de servicios por asesoría
Según las partes que intervengan en el acuerdo, el contrato de prestación de servicios
de asesoría puede ser de tres tipos, los cuales varían de acuerdo a la relación
establecida, es decir, de quién solicita el servicio y quién lo ejecuta.
Entre dos empresas: tanto el contratante como el contratado son dos sociedades
empresariales que se desenvuelven en el campo comercial. Generalmente, las
empresas que prestan asesorías son aquellas que se conocen como consultoras.
Entre un autónomo y una empresa: la diferencia con el caso anterior radica en que el
trabajador es quien solicita la asesoría ante una consultora o empresa. Es un caso
poco frecuente, pero no improbable. El ejemplo más común es el de los trabajadores
autónomos que, antes de dar marcha a su negocio, contratan los servicios de una
consultora para dar forma a los aspectos de su plan de empresa.
Administrativa: tanto para empresas constituidas como para las que están en proceso
de hacerlo. Su función principal es establecer la viabilidad de proyectos de inversión, la
elaboración de manuales, libros e, incluso, el desarrollo del área de Recursos
Humanos, clave para la contratación y el buen clima empresarial.