Guía Cap. 8
Guía Cap. 8
Guía Cap. 8
1. Identifiquen qué afirmaciones son verdaderas y cuáles son falsas y fundamenten las
falsas.
a. El terrorismo de Estado en la Argentina comenzó en 1976 con el golpe de Estado.
2. Lean los siguientes párrafos del Prólogo del Nunca Más (1984) y respondan a
continuación la guía de preguntas:
“Durante la década del 70 la Argentina fue convulsionada por un terror que provenía tanto
desde la extrema derecha como de la extrema izquierda, fenómeno que ha ocurrido en
muchos otros países. Así aconteció en Italia, que durante largos años debió sufrir la
despiadada acción de las formaciones fascistas, de las Brigadas Rojas y de grupos
similares. Pero esa nación no abandonó en ningún momento los principios del derecho para
combatirlo, y lo hizo con absoluta eficacia, mediante los tribunales ordinarios, ofreciendo a
los acusados todas las garantías de la defensa en juicio; y en ocasión del secuestro de Aldo
Moro, cuando un miembro de los servicios de seguridad le propuso al General Della Chiesa
torturar a un detenido que parecía saber mucho, le respondió con palabras memorables:
«Italia puede permitirse perder a Aldo Moro. No, en cambio, implantar la tortura»”.
[…]
No fue de esta manera en nuestro país: a los delitos de los terroristas, las Fuerzas Armadas
respondieron con un terrorismo infinitamente peor que el combatido, porque desde el 24 de
marzo de 1976 contaron con el poderío y la impunidad del Estado absoluto, secuestrando,
torturando y asesinando a miles de seres humanos. En cuanto a la sociedad, iba
arraigándose la idea de la desprotección, el oscuro temor de que cualquiera, por inocente
que fuese, pudiese caer en aquella infinita caza de brujas, apoderándose de unos el miedo
sobrecogedor y de otros una tendencia consciente o inconsciente a justificar el horror: «Por
algo será», se murmuraba en voz baja, como queriendo así propiciar a los terribles e
inescrutables dioses, mirando como apestados a los hijos o padres del desaparecido.
Sentimientos sin embargo vacilantes, porque se sabía de tantos que habían sido tragados
por aquel abismo sin fondo sin ser culpable de nada; porque la lucha contra los
«subversivos», con la tendencia que tiene toda caza de brujas o de endemoniados, se había
convertido en una represión demencialmente generalizada, porque el epiteto de subversivo
tenía un alcance tan vasto como imprevisible. […] Todos caían en la redada: dirigentes
sindicales que luchaban por una simple mejora de salarios, muchachos que habían sido
miembros de un centro estudiantil, periodistas que no eran adictos a la dictadura,
psicólogos y sociólogos por pertenecer a profesiones sospechosas, jóvenes pacifistas,
monjas y sacerdotes que habían llevado las enseñanzas de Cristo a barriadas miserables. Y
amigos de cualquiera de ellos, y amigos de esos amigos, gente que había sido denunciada
por venganza personal y por secuestrados bajo tortura. Todos, en su mayoría inocentes de
terrorismo o siquiera de pertenecer a los cuadros combatientes de la guerrilla, porque éstos
presentaban batalla y morían en el enfrentamiento o se suicidaban antes de entregarse, y
pocos llegaban vivos a manos de los represores.
a) En términos simbólicas, el prólogo al Nunca Más fue la cristalización más contundente
de la “teoría de los dos demonios”. ¿Pueden identificar en el texto quiénes son los dos
demonios?
b) ¿Qué lugar se le asigna a la sociedad en el prólogo?
c) ¿Qué rasgos se le atribuye a los “subversivos”?
d) En el último párrafo puede advertirse una división entre “víctimas inocentes” y “víctimas
culpables”. ¿Pueden identificarlas en el texto?
6. Las autoras plantean que la política hacia la clase obrera industrial se basó
fundamentalmente en la represión y precarización laboral por medio de cambios en las
leyes. En este contexto expliquen la siguiente frase: “la reeducación del obrero y la
eliminación de ciertas ´prácticas laborales` debían contribuir a incrementar la
productividad”.
7. Expliquen con sus palabras que significan los siguientes conceptos:
- disciplinamiento laboral
- fragmentación y diferenciación de la clase obrera
8. ¿Por qué las autoras plantean que durante la dictadura se produjo un nuevo poder
económico? ¿Qué grupos conformaron ese poder y qué relación entablaron con el gobierno
militar?
9. Expliquen con sus palabras que significa el concepto “complicidad patronal” y citen
algunos ejemplos.
El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo
desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba
señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que
ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un
proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y
agravaron.
Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos
recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por
ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del
pueblo, único significado posible de ese "ser nacional" que ustedes invocan tan a menudo.
Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías
derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivas, explotan al pueblo y
disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente
prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e
implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.
2. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de
desterrados son la cifra desnuda de ese terror. Colmadas las cárceles ordinarias, crearon
ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no
entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los
procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las
detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio. Más
de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año.
En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se
conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que lo presente
después de que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados (1).
Depositarios de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de justicia, incapaces
de influir en la política que dicta los hechos por los cuales son represaliados, muchos de
esos rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares de guerrilleros, opositores
no armados, simples sospechosos a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas
según la doctrina extranjera de "cuenta-cadáveres" que usaron los SS en los países
ocupados y los invasores en Vietnam.
Más de cien procesados han sido igualmente abatidos en tentativas de fuga cuyo relato
oficial tampoco está destinado a que alguien lo crea sino a prevenir a la guerrilla y los
partidos de que aún los presos reconocidos son la reserva estratégica de las represalias de
que disponen los Comandantes de Cuerpo según la marcha de los combates, la
conveniencia didáctica o el humor del momento.
Así ha ganado sus laureles el general Benjamín Menéndez, jefe del Tercer Cuerpo del
Ejército: antes del 24 de marzo con el asesinato de Marcos Osatinsky, detenido en Córdoba,
después con la muerte de Hugo Vaca Narvaja y otros cincuenta prisioneros en variadas
aplicaciones de la ley de fuga ejecutadas sin piedad y narradas sin pudor (4). El asesinato
de Dardo Cabo, detenido en abril de 1975, fusilado el 6 de enero de 1977 con otros siete
prisioneros en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército que manda el general Suárez
Masson, revela que estos episodios no son desbordes de algunos centuriones alucinados
sino la política misma que ustedes planifican en sus estados mayores, discuten en sus
reuniones de gabinete, imponen como comandantes en jefe de las 3 Armas y aprueban
como miembros de la Junta de Gobierno.
4. Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después que
ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que en algunos casos han
trascendido, sin embargo, por afectar a otros países, por su magnitud genocida o por el
espanto provocado entre sus propias fuerzas. (5)
Veinticinco cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en las costas
uruguayas, pequeña parte quizás del cargamento de torturados hasta la muerte en la Escuela
de Mecánica de la Armada, fondeados en el Río de la Plata por buques de esa fuerza,
incluyendo el chico de 15 años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, "con
lastimaduras en la región anal y fracturas visibles" según su autopsia.
Treinta y cuatro cadáveres en Buenos Aires entre el 3 y el 9 de abril de 1976, ocho en San
Telmo el 4 de julio, diez en el Río Luján el 9 de octubre, sirven de marco a las masacres del
20 de agosto que apilaron 30 muertos a 15 kilómetros de Campo de Mayo y 17 en Lomas
de Zamora.
La misma continuidad histórica liga el asesinato del general Carlos Prats, durante el
anterior gobierno, con el secuestro y muerte del general Juan José Torres, Zelmar
Michelini, Héctor Gutiérrez Ruíz y decenas de asilados en quienes se ha querido asesinar la
posibilidad de procesos democráticos en Chile, Bolivia y Uruguay. (9)
5. Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los
que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los
derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe
buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a
millones de seres humanos con la miseria planificada. En un año han reducido ustedes el
salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al
30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la
canasta familiar (11), resucitando así formas de trabajo forzado que no persisten ni en los
últimos reductos coloniales.
Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas,
aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisiones
internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9% (12) prometiendo
aumentarla con 300.000 nuevos despidos, han retrotraído las relaciones de producción a los
comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores han querido protestar los han
calificados de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos
aparecieron muertos, y en otros no aparecieron (13). Los resultados de esa política han sido
fulminantes. En este primer año de gobierno el consumo de alimentos ha disminuido el
40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas ha desaparecido prácticamente en las capas
populares. Ya hay zonas del Gran Buenos Aires donde la mortalidad infantil supera el 30%,
cifra que nos iguala con Rhodesia, Dahomey o las Guayanas; enfermedades como la diarrea
estival, las parasitosis y hasta la rabia en que las cifras trepan hacia marcas mundiales o las
superan. Como si esas fueran metas deseadas y buscadas, han reducido ustedes el
presupuesto de la salud pública a menos de un tercio de los gastos militares, suprimiendo
hasta los hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se
suman al éxodo provocado por el terror, los bajos sueldos o la "racionalización".
Basta andar unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la rapidez con que
semejante política la convirtió en una villa miseria de diez millones de habitantes. Ciudades
a media luz, barrios enteros sin agua porque las industrias monopólicas saquean las napas
subterráneas, millares de cuadras convertidas en un solo bache porque ustedes sólo
pavimentan los barrios militares y adornan la Plaza de Mayo, el río más grande del mundo
contaminado en todas sus playas porque los socios del ministro Martínez de Hoz arrojan en
él sus residuos industriales, y la única medida de gobierno que ustedes han tomado es
prohibir a la gente que se bañe.
Tampoco en las metas abstractas de la economía, a las que suelen llamar "el país", han sido
ustedes más afortunados. Un descenso del producto bruto que orilla el 3%, una deuda
exterior que alcanza a 600 dólares por habitante, una inflación anual del 400%, un aumento
del circulante que en solo una semana de diciembre llegó al 9%, una baja del 13% en la
inversión externa constituyen también marcas mundiales, raro fruto de la fría deliberación y
la cruda ineptitud.
Mientras todas las funciones creadoras y protectoras del Estado se atrofian hasta disolverse
en la pura anemia, una sola crece y se vuelve autónoma. Mil ochocientos millones de
dólares que equivalen a la mitad de las exportaciones argentinas presupuestados para
Seguridad y Defensa en 1977, cuatro mil nuevas plazas de agentes en la Policía Federal,
doce mil en la provincia de Buenos Aires con sueldos que duplican el de un obrero
industrial y triplican el de un director de escuela, mientras en secreto se elevan los propios
sueldos militares a partir de febrero en un 120%, prueban que no hay congelación ni
desocupación en el reino de la tortura y de la muerte, único campo de la actividad argentina
donde el producto crece y donde la cotización por guerrillero abatido sube más rápido que
el dólar.
6. Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica
indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa
Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía
especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la
Esso, las automotrices, la U.S.Steel, la Siemens, al que está n ligados personalmente el
ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete.
Un aumento del 722% en los precios de la producción animal en 1976 define la magnitud
de la restauración oligárquica emprendida por Martínez de Hoz en consonancia con el
credo de la Sociedad Rural expuesto por su presidente Celedonio Pereda: "Llena de
asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos
deben ser baratos". (14)
El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido posible para
algunos ganar sin trabajar el cien y el doscientos por ciento, donde hay empresas que de la
noche a la mañana duplicaron su capital sin producir más que antes, la rueda loca de la
especulación en dólares, letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el interés
por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el "festín de los
corruptos".
Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa
Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el
almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3
Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una
guerra que, aún si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas
formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo
argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la
revelación de las atrocidades cometidas.
Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido
hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de
ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en
momentos difíciles.