Heroinas Bicentenario
Heroinas Bicentenario
Heroinas Bicentenario
Mujeres
Heroínas
de la
independencia
perú del
Biografía
María Andrea Parado Jayo (Huamanga o Paras, 5 de julio de 1761 -
id. 11 de mayo de 1822), más conocida por su nombre de casada
María Parado de Bellido, fue una heroína peruana y mártir de la
Independencia del Perú. Aunque a veces se le califica de “precursora”
de la independencia, en realidad su actuación se dio durante la fase
sanmartiniana de aquella guerra, es decir ya iniciado el proceso final
de la Emancipación. Fue una mujer mestiza y quechua hablante, que
exponiendo su bienestar y el de su familia, sacrificó su vida antes de
delatar a otros patriotas que, como ella, servían a la causa de la
Patria.
Casamiento e hijos
Se casó, a la edad de 15 años, con Mariano Bellido, de oficio
negociante, en 1820 trabajaba en la sección de correos del distrito de
Paras en la provincia de Cangallo, donde la familia tenía su
residencia, aunque radicaban temporalmente en Huamanga. De esa
unión tuvo siete hijos: Gregoria, Andrea, Mariano, Tomás, María,
Leandra y Bartola. Tanto su esposo como sus hijos varones
colaboraron desde 1820 con las fuerzas patriotas.
Tomás se enroló en las filas patriotas del general Juan Antonio
Álvarez de Arenales cuando éste pasó por Huamanga en 1820, y
luego se sumó a los montoneros patriotas acaudillados por Quiroz
Lazón,Nota 1 que se hallaban en actividad en Cangallo. Su esposo y
su otro hijo varón, Mariano, empezaron también a colaborar con
aquellos montoneros que actuaban en coordinación con las fuerzas
regulares del general José de San Martín
Idolatrado Mariano:
Mañana marcha la fuerza que de esta ciudad a tomar la que existe allí, y a
otras personas, que defienden la causa de la libertad. Avísale al Jefe de esa
fuerza, señor Quirós, y trata tu de huir inmediatamente a Huancavelica,
donde nuestras primas las Negretes; porque si te sucediese una desgracia
(que Dios no lo permita) sería un dolor para tu familia, y en especial para tu
esposa.
Heroínas Toledo
(1000 – 2000)
Biografía
Las heroínas Toledo fueron tres mujeres: una madre con sus dos
hijas, naturales del pueblo de Concepción, cerca de Huancayo, en
Perú, quienes se destacaron durante la guerra de la Independencia.
La madre se llamaba Cleofé Ramos y sus hijas María e Higinia
Toledo, aunque otras versiones indican los nombres de Teresa y
Rosa para las hermanas.
En el marco de la guerra desatada por los españoles contra los
montoneros o guerrilleros patriotas de la sierra central del Perú, las
“Toledo” acaudillaron a un grupo de pobladores de Concepción para
cerrar el paso de las fuerzas del general realista Jerónimo Valdés, y
con tal fin derribaron el puente sobre el río Mantaro, la vía de entrada
a su pueblo. De esa manera retrasaron el avance de Valdés y
posibilitaron que las fuerzas patriotas del general Juan Antonio
Álvarez de Arenales pudieran ponerse a salvo (marzo o abril de
1821). Por tal hazaña, el Protector José de San Martín las premió con
la "Medalla de Vencedoras". En homenaje a estas heroínas peruanas
un colegio nacional de mujeres del Callao lleva su nombre.
Antecedentes
El arribo al Perú de la Expedición Libertadora encabezaba por el
general don José de San Martín y la triunfal primera campaña de
Arenales a la sierra del Perú (1820), causaron entusiasmo entre la
población indígena. Se acrecentó el cerco de los montoneros en torno
a Lima mientras que los pobladores de la sierra central se alzaron en
armas en favor de la causa independentista. El virrey José de la
Serna ordenó entonces al general Juan Antonio Monet a que rompiera
el cerco de los montoneros, pero de las acciones armadas que
realizó, Monet no pudo doblegar la resistencia de los patriotas.
La siguiente medida del virrey fue armar una fuerte división, al mando
del general Mariano Ricafort, para derrotar la insurrección de la sierra
central y a la vez para socorrer al general José Carratalá, que se
hallaba cercado en Izcuchaca por las montoneras. Ambos militares
españoles luego de tremendos esfuerzos lograron unir sus fuerzas,
pero tuvieron que retroceder, perseguidos por los guerrilleros
patriotas. Para auxiliar a sus tropas, el virrey decidió enviar al general
Jerónimo Valdés con un crecido número de efectivos. Valdés partió
en marzo de 1821 desde el cuartel de Aznapuquio (cerca de Lima),
rumbo a la sierra central. En dicha época las heroínas Toledo
encabezaron un grupo de pobladores de Concepción para evitar el
ingreso de las fuerzas del enemigo, y derribaron en aquel entonces el
puente sobre el río Mantaro, para evitar la conquista de su pueblo
La marcha de Valdés fue obstaculizada por los montoneros, pero
pudo llegar hasta donde Ricafort, con quien emprendió campaña por
la banda occidental del río Mantaro, mientras que por la banda
oriental se desplazaban los patriotas lugareños alzados, que habían
cortado todos los puentes, menos el del pueblo de Concepción. Los
realistas o españoles decidieron apoderarse de ese puente e ingresar
por él a la otra orilla
La hazaña
La hazaña de las heroínas Toledo sucedió el 3 de marzo o 10 de abril
de 1821. Después un fuego cruzado de una orilla a la otra y ante el
avance de un regimiento de húsares de Valdés, que empezaron el
cruce, las tres mujeres, encabezando a los defensores de
Concepción, lograron cortar las amarras del puente colgante.
Operación audaz que fue ejecutada en medio del fuego del enemigo,
y con tal rapidez que concluyó oportunamente. Los soldados realistas
que temerariamente avanzaban ya por el puente se hundieron con
este en el río Mantaro.
Los patriotas lograron así ganar tiempo para retirarse y evitar un
acorralamiento, y Valdés tuvo que buscar otro pasaje para cruzar el
río Mantaro. Cuando al fin los realistas entraron a Concepción, la
encontraron casi despoblada y Valdés ordenó que fuera incendiada.
Sus defensores se retiraron hacia la selva. Las tres heroínas
sobrevivieron en pueblos indígenas hasta que junto con el resto de los
pobladores retornaron a Concepción, que fue prontamente
reconstruida.
En cuanto a Valdés, prosiguió su avance hacia Jauja, pero en Ataura
se encontró con varios miles de montoneros que le cerraban el paso.
Se produjo un sangriento enfrentamiento, y si bien los patriotas fueron
derrotados, los realistas sufrieron igualmente varias bajas. Valdés se
reunió con Ricafort en Jauja, y ambos decidieron retornar a Limo,
pues era imposible someter a las fuerzas patriotas indígenas reunidas
en montonera que les atosigaban permanentemente
Micaela Bastidas
Biografía
Micaela Bastidas Puyucahua (Tamburco, 23 de junio de 1744-Cuzco, 18 de mayo de 1781) fue
una prócer de la independencia hispanoamericana, jugó un importante papel en la historia del
Perú.
Hija de Manuel Bastidas, descendiente de africanos, y de Josefa Puyucahua, indígena, por sus
raíces tanto africanas como amerindias era conocida por muchos como Zamba, nombre que se
daba en época colonial a las personas producto del mestizaje entre africanos e indígenas.
Esposa y consejera de Túpac Amaru II, su desempeño tuvo vital importancia en la rebelión de
Tinta. Su ejemplo de coraje y determinación al defender sus ideales de justicia y libertad hasta
su trágica y despiadada muerte en mano de los españoles, la convirtieron en leyenda y símbolo
de la lucha americana contra la opresión y la explotación colonial.
Juana de Dios Manrique de Luna