Historia Del Calculo

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Capı́tulo 1

Una historia breve


del cálculo

1.1 El siglo XVII: Newton y Leibniz


El Cálculo diferencial e integral ha sido reconocido como el instrumento más
efectivo para la investigación cientı́fica y el desarrollo tecnológico que jamás
hayan producido las matemáticas. Concebido para el estudio del cambio, el
movimiento y la medición de áreas y volúmenes, el cálculo es la invención
que caracteriza la revolución cientı́fica del siglo XVII. Su creación se debe al
trabajo independiente de dos matemáticos, el inglés Isaac Newton (1642-1727)
y el alemán Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716), quienes publicaron sus
investigaciones entre los años de 1680 y 1690. Leibniz en 1684, en la revista
Acta Eruditorum, y Newton en 1687, en su gran obra Principia Mathematica
Philosophiae Naturalis.

Isaac Newton Gotfried Whilhelm Leibniz


(1642–1727) (1646–1716)

El cálculo se desarrolló a partir de las técnicas infinitesimales utilizadas para


resolver dos tipos de problemas: el cálculo de áreas y volúmenes y el cálculo
de tangentes a curvas. Arquı́medes de Siracusa (287-212 a. C.), desde tiempos
10 1. Una historia breve del cálculo
antiguos, habı́a realizado los avances más significativos sobre esos problemas,
aplicando el método exhaustivo o de agotamiento para la determinación de
áreas y volúmenes y obteniendo importantes resultados sobre el cálculo de
tangentes para ciertas curvas particulares. En la primera mitad del siglo XVII,
se renovó el interés por esos problemas clásicos y varios matemáticos como
Bonaventura Cavalieri (1598-1647), John Wallis (1616-1703), Pierre de Fer-
mat (1601-1665), Gilles de Roberval (1602-1675) e Isaac Barrow (1630-1677),
lograron avances que prepararon el camino para la obra de Leibniz y Newton.
A partir de la utilización del método cartesiano1 para sintetizar los resulta-
dos y técnicas desarrollados previamente para el cálculo de áreas y tangentes
de curvas, Newton y Leibniz inventaron los métodos y algoritmos que hacen
del cálculo una herramienta aplicable a clases generales de problemas. Sus con-
tribuciones en la creación del cálculo difieren en origen, desarrollo e influencia
y merecen ser tratadas separadamente.
Newton, hijo de granjeros, nació en Lincolnshire, Inglaterra, en el dı́a de
Navidad de 1642, según el calendario juliano, todavı́a en uso en Inglaterra,
llegó en 1669 a ocupar, en la Universidad de Cambridge, la Cátedra Lucasiana
como profesor de matemáticas. En sus primeras investigaciones introdujo las
series infinitas de potencias en una variable x para reformular resultados pre-
vios de John Wallis, y bajo la influencia de su profesor Isaac Barrow, utilizó
infinitesimales para mostrar la relación inversa entre el cálculo de áreas y el
cálculo de tangentes. Las operaciones de derivación e integración de funciones
y su relación recı́proca, emergen como un proceso analı́tico que puede ser apli-
cado al estudio general de las curvas.
En la presentación de sus ideas, Newton recurre a argumentos basados
en el movimiento y la dinámica de los cuerpos. Ası́, las variables son vistas
como algo que cambia o fluye con el tiempo (fluente) y a su derivada o razón
de cambio con respecto al tiempo la llama su fluxión. El problema básico
del cálculo es, para Newton, el estudio de las relaciones entre fluentes y sus
fluxiones. En 1671, Newton concluye su tratado sobre el método de fluxiones,
que es publicado hasta 1736, casi diez años después de su muerte, ocurrida en
1727.
En su libro Principios Matemáticos de la Filosofı́a Natural, publicado
en 1687, Newton estudia la dinámica de las partı́culas y establece las bases
matemáticas para el cálculo de razones de cambio mediante una teorı́a geo-
métrica de los lı́mites. Utilizando estos conceptos, desarrolla su teorı́a de la
gravitación y reformula las leyes de Kepler para el movimiento de los cuerpos
celestes. En su libro, Newton expresa magnitudes y razones de cambio en
1
Por René Descartes (1596-1650), quien inventó la geometrı́a analı́tica, independiente-
mente de Pierre de Fermat, y la dió a conocer en 1637 en su obra La Géométrie.
1. Una historia breve del cálculo 11
términos de cantidades geométricas, tanto de tipo finito como infinitesimal,
tratando deliberadamente de evitar el uso del lenguaje algebraico. Esta re-
ticencia de Newton a usar los métodos algebraicos, limitó su influencia en el
campo de las matemáticas e hizo necesario reformular sus contribuciones en
términos del cálculo de Leibniz.
G. W. Leibniz fue el hijo de un profesor de filosofı́a y nació en la ciudad de
Leipzig, Alemania, en 1646. Ingresó a la universidad a la edad de quince años y
obtuvo el doctorado en filosofı́a a la edad de 21 años. El interés de Leibniz por
las matemáticas nació en 1672 durante una visita a Parı́s, donde el matemático
holandés Christiaan Huygens (1629-1695) lo introdujo al estudio de la teorı́a
de curvas. Después de varios años de estudio bajo la dirección de Huygens,
Leibniz investigó las relaciones entre la suma y la diferencia de sucesiones
infinitas de números y dedujo varias fórmulas famosas.
Leibniz se interesó en las cuestiones de lógica y de notación para la in-
vestigación formal, y su cálculo infinitesimal es el ejemplo supremo, en todas
las ciencias y las matemáticas, de un sistema de notación y terminologı́a per-
fectamente adaptado a su objeto de estudio. En el sentido anterior, Leibniz
formalizó, con su notación, las propiedades y reglas fundamentales de los pro-
cesos de derivación e integración, haciendo de su aplicación a los más variados
problemas, un ejercicio de rutina que un estudiante puede aprender desde sus
primeros años. Su primera publicación sobre el cálculo diferencial apareció en
1684, en el Acta Eruditorum, bajo el tı́tulo Un nuevo método para máximos y
mı́nimos ası́ como para el cálculo de tangentes que incluyen cantidades tanto
fraccionales como irracionales y un notable tipo de cálculo para todo esto. En
este artı́culo, Leibniz introduce la diferencial dx y las reglas básicas del cálculo
diferencial d(x+y) = dx+ dy y d(xy) = x dy +y dx. Dos años después, publi-
ca su segundo artı́culo Sobre R una geometrı́a oculta, donde introduce y explica
el significado del sı́mbolo de integración y aplica el poder del cálculo para
estudiar curvas trascendentes y deriva una fórmula analı́tica para la cicloide.
El vigoroso empuje de Leibniz al estudio y desarrollo del nuevo cálculo, el
espı́ritu didáctico de sus escritos y su habilidad para relacionarse con otros in-
vestigadores contribuyeron a fortalecer su gran influencia en las matemáticas.
Mantuvo una estrecha colaboración con otros estudiosos de su época, in-
cluyendo los hermanos Johann (1667-1748) y Jakob Bernoulli (1654-1705),
quienes se convirtieron en los principales usuarios, investigadores y promo-
tores del nuevo método, Pierre Varignon y Guillaume François Antoine de
L’Hospital (1661-1704), este último, autor del primer libro de texto de cálculo
diferencial, publicado en 1696 y producto de las lecciones que recibió de parte
de Johann Bernoulli. En 1700, Leibniz convence a Federico I de Prusia para
crear la Academia de Ciencias de Brandenburgo (después Real Academia de
Berlı́n) de la cual será su presidente vitalicio. En contraste, el aislamiento y
12 1. Una historia breve del cálculo
la lentitud mostrada por Newton para difundir sus ideas y descubrimientos
redujo su presencia en las matemáticas europeas de ese tiempo y aunque un
buen número de matemáticos ingleses continuó desarrollando el cálculo, su
programa resultó inferior al desarrollado por Leibniz.

1.2 El siglo XVIII: Euler y Lagrange


El siglo XVIII es denominado “El siglo del Análisis Matemático”. De 1700 a 1800
se dió la consolidación del cálculo y sus aplicaciones a las ciencias naturales,
particularmente a la Mecánica. Con ese desarrollo, vino la especialización
y el nacimiento de nuevas ramas de las matemáticas, tales como: la Teorı́a
de ecuaciones diferenciales, ordinarias y parciales, el Cálculo de variaciones,
la Teorı́a de series y la Geometrı́a diferencial. Las aplicaciones del análisis
incluyen ahora la Teorı́a de vibraciones, la Dinámica de partı́culas, la Teorı́a de
cuerpos rı́gidos, la Mecánica de cuerpos elásticos y deformables y la Mecánica
de fluidos. A partir de entonces, se distinguen las matemáticas puras de las
matemáticas aplicadas.
El desarrollo del análisis matemático en el siglo XVIII está documentado en
los trabajos presentados en las Academias de Parı́s, Berlı́n, San Petersburgo y
otras, ası́ como en los tratados expositorios publicados en forma independiente.
Las figuras dominantes de este periodo son el matemático suizo Leonhard Euler
(1707-1783) y el matemático italo-francés Joseph-Louis Lagrange (1736-1813).

Leonhard Euler Joseph Louis Lagrange


(1707–1783) (1736-1813)

Euler nació en Basilea, Suiza, donde completó se educación universitaria a la


edad de quince años. Es considerado el matemático más prolı́fico de todos
los tiempos, sus obras abarcan casi setenta y cinco volúmenes y contienen
contribuciones fundamentales a casi todas las ramas de las matemáticas y sus
aplicaciones. La carrera profesional de Euler se desarrolló durante dos largos
periodos en la Real Academia de San Petersburgo, Rusia (1727-1741 y 1766-
1783) y un periodo intermedio en la Academia de Berlı́n (1741-1766).
La obra de Euler en dos volúmenes intitulada Introducción al análisis in-
finitesimal, publicada en 1748, da lugar al nacimiento del llamado Análisis
1. Una historia breve del cálculo 13
matemático como rama de esta disciplina, análoga al Álgebra y la Geometrı́a.
El Análisis matemático es construido a partir del concepto fundamental de
función y de los procesos infinitos desarrollados para la representación y estu-
dio de las funciones. En esa gran obra, por primera vez se presenta el estudio
sistemático de las funciones exponenciales y de las funciones trigonométricas
como funciones numéricas, ası́ como el estudio de las funciones transcendentes
elementales mediante sus desarrollos en series infinitas. A esa primera obra
de Euler, siguieron dos obras más, en 1755 y 1768, sobre el cálculo diferencial
e integral, respectivamente, que constituyen la fuente original de los actuales
libros y textos sobre el cálculo y las ecuaciones diferenciales.
El enfoque analı́tico de Euler recibió un gran impulso de parte de la otra
gran figura del siglo XVIII, el matemático Joseph Louis Lagrange, quien a la
muerte de Euler, en 1783, lo reemplazó como el matemático lı́der de Europa.
Aplicando métodos puramente analı́ticos, Lagrange extendió y perfeccionó el
Cálculo de variaciones y a partir de sus aplicaciones a la mecánica, sentó los
fundamentos de la llamada Mecánica analı́tica. En 1788 se publicó su famoso
tratado Mecánica analı́tica en donde, aplicando las ideas del cálculo de varia-
ciones, presentó los fundamentos analı́ticos de la mecánica. En el prefacio de
su tratado, Lagrange declara que en su exposición sólo recurre a argumentos
analı́ticos, sin dibujos, figuras o razonamientos mecánicos; es decir, Lagrange
hace de la mecánica una rama del análisis matemático.
Para fines del siglo XVIII habı́a preocupación en Europa por los fundamentos
del cálculo y del análisis. Los argumentos basados en la teorı́a de fluxiones de
Newton y en la idea de infinitamente pequeño, mostraban serias inconsistencias
que fueron puntualmente señaladas por el obispo anglicano irlandés George
Berkeley (1685-1753) en 1734. Afrontando esta situación, Lagrange publicó
en 1797 su obra Teorı́a de funciones analı́ticas en la cual pretende presentar
un desarrollo completo del cálculo de funciones sin recurrir a los conceptos
de lı́mite o de cantidad infinitesimal. El enfoque de Lagrange se basa en
considerar que las funciones son representables como series de potencias, cuyos
coeficientes definen las derivadas de los distintos órdenes. En este tratado,
Lagrange sienta las bases para la aproximación de funciones por polinomios y
da la forma del residuo denominada Residuo de Lagrange.

1.3 El siglo XIX:


Cauchy, Riemann
y Weierstrass
Al finalizar el siglo XVIII, los matemáticos habı́an ya detectado distintas limita-
ciones e incongruencias en las bases sobre las que se habı́a desarrollado hasta
entonces el cálculo diferencial e integral. Los trabajos de Jean D’Alembert
14 1. Una historia breve del cálculo
(1717-1783) sobre la cuerda vibrante y de Joseph Fourier (1768-1830) sobre
la Teorı́a analı́tica del calor, de 1807, remitı́an a la necesidad de considerar
clases más amplias de funciones que las meramente representables como series
de potencias a la manera de Lagrange. En ese momento, emerge la necesidad
de aclarar las propiedades de continuidad y de integrabilidad de las funciones,
ası́ como las condiciones de convergencia para series de funciones.

Augustin Louis Cauchy Bernhard Riemann Karl Weierstrass


(1789–1857) (1826–1866) (1815-1897)

El concepto de continuidad de una función aparece explı́citamente definido,


por primera vez, en el trabajo del matemático checo Bernhard Bolzano (1781-
1848), pero es el matemático francés Augustin Louis Cauchy (1789-1857) quien
desarrolla en su generalidad la teorı́a de funciones continuas y formula los con-
ceptos y procesos fundamentales del cálculo para ese tipo de funciones en
los términos en que actualmente se presentan. En sus tres grandes obras
Curso de análisis (1821), Resumen de lecciones sobre el cálculo infinitesimal
(1822) y Lecciones sobre el cálculo diferencial (1829), Cauchy hace una ex-
posición rigurosa del cálculo basándose en el concepto fundamental de lı́mite
de una función. En particular, define la derivada de una función como el
lı́mite de cocientes de los incrementos de las variables y demuestra sus distin-
tas propiedades; presenta el teorema del valor medio y sus aplicaciones a la
aproximación de funciones por polinomios; establece rigurosamente los crite-
rios para la existencia de máximos y mı́nimos de funciones; define la integral
definida de una función continua en un intervalo mediante el lı́mite de sumas
asociadas a particiones de ese intervalo; y formula, con todo rigor, el llamado
teorema fundamental del cálculo, estableciendo la relación inversa que existe
entre los procesos de derivación e integración de funciones.
El siguiente avance en la evolución histórica del cálculo, se debe a Bernhard
F. Riemann (1826-1866), quien introdujo las funciones esencialmente discon-
tinuas en el desarrollo del cálculo, extendiendo el proceso de integración a este
tipo de funciones, con importantes consecuencias sobre los conceptos primarios
de longitud, área y volumen de conjuntos.
A pesar de los grandes esfuerzos por dotar al análisis matemático de bases
sólidas, a mediados del siglo XIX varias suposiciones sobre la estructura de
1. Una historia breve del cálculo 15
los números reales utilizadas en la prueba de las propiedades importantes
de las funciones continuas, y otras suposiciones, como por ejemplo la exis-
tencia de derivada en casi todos los puntos para toda función continua, son
señaladas crı́ticamente y desmentidas por contundentes contraejemplos dados
por matemáticos como el mismo Bolzano y el alemán Karl Weierstrass (1815-
1897) quienes, por ejemplo, logran exhibir funciones continuas que no poseen
derivada en punto alguno. Ese tipo de situaciones, obliga a los matemáticos al
estudio y construcción del sistema de los números reales a partir del sistema de
los números naturales. El año de 1872 registra la publicación, casi simultánea,
de construcciones de los números reales debidas a Georg Cantor (1845-1918),
Richard Dedekind (1831-1916) y Edward Heine (1821-1881), basadas en los
conceptos de lı́mite y sucesiones, previamente desarrollados.
La construcción de los números reales es el paso decisivo hacia la aritmeti-
zación del análisis matemático, que permite al mismo Karl Weierstrass dar la
definición de lı́mite en términos de las meras estructuras algebraicas y de orden
de los números reales, y con ello los conceptos y procesos propios del cálculo
quedan debidamente justificados y adquieren la presentación definitiva con que
hoy son expuestos en los libros de texto y demás trabajos matemáticos.

1.4 El siglo XX: Lebesgue y Robinson


Finalmente, es de señalar que el siglo XX registra dos nuevos avances im-
portantes en el desarrollo del análisis: la llamada integral de Lebesgue, de-
bida al francés Henri Lebesgue (1875-1941), y el Análisis no estándar, debido
básicamente al matemático Abraham Robinson (1918-1974), nacido en Ale-
mania, de familia judı́a, formado en Israel y con carrera profesional en Canadá
y Estados Unidos.
El concepto de integral desarrollado por Cauchy se aplica a funciones con-
tinuas, pero aunque éste fue generalizado después, por Riemann, a funciones
con cierto tipo de discontinuidades, el espacio de las funciones integrables no
es cerrado bajo los procesos de convergencia y de lı́mite de sucesiones de fun-
ciones, lo que restringe su aplicablidad a otras ramas de la matemática.
Basado en trabajos del italiano Giuseppe Peano (1858-1932) y del francés
Camille Jordan (1838-1922), Henri Lebesgue logró dar, en 1920, una definición
de conjunto medible y de medida que generalizan, en la recta, las nociones de
intervalo y de longitud de un intervalo, respectivamente. Con base en estos
nuevos conceptos, Lebesgue introdujo una nueva clase de funciones llamadas
funciones medibles, para las cuales adquiere sentido una nueva definición de
integral, definida como el lı́mite de integrales de funciones que toman valores
constantes en conjuntos medibles. En este sentido, la integral de Lebesgue es
16 1. Una historia breve del cálculo
una generalización de la integral de Riemann, que se obtiene como el lı́mite de
integrales de funciones que toman valores constantes sobre intervalos.

Henri Lebesgue Abraham Robinson


(1875–1941) (1918–1974)

La clase de las funciones integrables en el sentido de Lebesgue tiene propie-


dades inmejorables para los propósitos del análisis matemático en tanto que
lı́mites de sucesiones y series convergentes de funciones de este tipo resultan
ser también funciones integrables. La nueva teorı́a de la medida e integración
sienta las bases para el desarrollo de la Teorı́a matemática de la probabilidad
y la Estadı́stica, que tanta importancia tienen en la ciencia actual.
El otro desarrollo importante del análisis del siglo XX fué presentado en
1960 por Abraham Robinson, seguido de su libro Análisis no estándar, en
el que se retoma el problema de la aritmetización del análisis a partir del
concepto de número y de magnitud infinitamente pequeña. A partir de cons-
trucciones basadas en la teorı́a de conjuntos, Robinson introdujo el concepto de
número hiperreal con lo que logra dar un significado preciso a los “infinitamente
pequeños” que Euler usaba en sus argumentos y demostraciones. Con ello, los
procesos de lı́mite y de convergencia del análisis son sustituidos por operaciones
y procedimientos meramente algebraicos en la clase de los números hiperreales.
Aunque la nueva formulación de Robinson da lugar a un cálculo más simple,
la construcción de los números hiperreales es muy elaborada y los libros en los
que se expone el cálculo no estándar no han logrado tener éxito en los niveles
matemáticos medio y básico.

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