DondeDice - Academias de La Lengua Española
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Boletín de la Fundación del Español Urgente
Fue en 1951, en la capital mexicana, cuando se fundó la Asociación de Academias de la Lengua Española. Una reunión de las Academias existentes entonces, que eran una veintena, convocada por el presidente de México, licenciado D. Miguel Alemán, fue el escenario de esta fundación. El argumento
principal que se esgrimía a favor de tal decisión quedaba plasmado en el viejo aforismo ‘En la unión está la fuerza’. El mismo presidente de la Nación se encargó entonces de dar vida a una antigua ilusión suya: la voz del mundo hispánico quedaba injustamente ensordecida —cuando no apagada— en
medio de las grandes potencias culturales de entonces: el mundo anglosajón y el francés se repartían occidente, y la hispanidad, tan rica en aportes de importancia, apenas si contaba.No era que la producción cultural de nuestros países no fuera importante o que careciera de interés; era la fragmenta-
ción, el trabajo individual, la falta de apoyo para las promociones internacionales, y un largo etcétera lo que nos excluía. La Asociación de Academias, en sus dos vertientes de entonces, la literaria y la lingüística, y los hombres y mujeres que las integraban (una colecta selectísima de creadores y estudio-
sos brillantes) podrían ser voceros eficaces de nuestra conquistas y logros en el mundo cultural.La Asociación nació en medio de una atmósfera de ilusión y con una especial vocación de trabajo conjunto. Efectivamente, en la unión estaba la fuerza.Desde entonces hasta hoy han pasado cerca de 60 años.
Podría decirse que ‘fructíferos’ si la mirada que echamos sobre esta benemérita institución es de conjunto y con sus mayores acentos puestos en un pasado muy cercano. Ha habido momentos de desánimo producidos por ingerencias políticas indeseadas, por etapas reiteradas de pobreza excesiva, por
desaciertos administrativos, si no demasiado largos, sí contundentes y desanimadores. Pero, a pesar de todo, triunfaba la constancia.Y llegaron tiempos mejores. Ahora las academias, más unidas y coordinadas que nunca, tienen como misión principal la colaboración constante y eficaz con las grandes
obras panhispánicas que hacemos entre todos. Con el impulso definitivo de la Real Academia Española, ‘hermana mayor’, que se negó a seguir firmando en solitario los grandes pilares académicos —Diccionario, Gramática y Ortografía— y sobre todo, con el nacimiento de la firme ‘política lingüística
panhispánica’, apoyada por todos, el presente, y sobre todo el futuro, se muestran muy esperanzadores.A juzgar por lo logros obtenidos hasta ahora, en épocas en que se ensayaban por vez primera los métodos del trabajo conjunto y se probaba el acierto de las decisiones colectivas, tenemos derecho a
suponer que el futuro inmediato será aún más halagüeño. Es verdad que algunas de estas obras primerizas tendrán que ser revisadas, ahora no solo con más calma sino con más competencia en este tipo de trabajo colectivo, con un mayor refinamiento en nuestros diálogos y, sobre todo, con una volun-
tad muy acentuada de llegar a metas únicas o muy cercanas. La primera gran muestra de esta segunda etapa de trabajo en común será la nueva Ortografía, que verá la luz relativamente pronto y que encabezará las obras ‘revisadas’. No cabe duda de que a esta obra habrá de seguir en breve el Diccionario
Panhispánico de Dudas.Son varias las causas que impulsan este perfeccionamiento —que creemos que será constante— de textos anteriores. Quizás en primer lugar, porque hoy sabemos bastante más que lo que sabíamos hace unos años y porque las Academias no pueden permanecer impasibles y seguir
imprimiendo ad infinitum obras anteriores, no, desde luego, en los tiempos que corren. Las nuevas versiones tienen que añadir a sus páginas todo lo nuevo que nos ofrezca la investigación, y por supuesto, hacer los cambios que se crean necesarios para responder con decoro a las nuevas realidades. No
cabe duda de que será el momento de revisar también algunos marcos teóricos, ligera o fuertemente trasnochados, e incluso estudiar con sumo cuidado para eliminar los pocos resabios de hispanocentrismo peninsular que hayan podido deslizarse inadvertidamente en esas obras; también —todo hay
que decirlo— algunas decisiones precipitadas motivadas por la cortesía española hacia sus colegas americanos y filipinos.Pero las grandes obras están por venir. En primer lugar, una esplendorosa Gramática (que sería muy injusto calificar de ‘nueva edición’, cuando es una obra completamente nueva y
magnífica de principio a fin), que será el orgullo legítimo de todo el mundo hispánico, y también las dos versiones que van a acompañarlas, preparadas con el mismo esmero y excelencia. El saber internacionalmente reconocido de D. Ignacio Bosque, de la Real Academia Española, y de sus colaborado-
res de todo el hispanismo serio y solvente, nos garantiza una obra de excepción.Soy testigo de que el trabajo, sabio y ejemplar del grupo de colegas que integran esa comisión ha sido constante, duro, exhaustivo, pero sobre todo, gozoso. Creo que nadie que no sea gramático podrá entender jamás que con
ánimo inagotable, entusiasmo desbordado y dedicación sin límite se puedan consumir horas y más horas en discutir sobre un caso especialísimo del uso del subjuntivo, por ejemplo.Inmediatamente después de la gran Gramática, se presentará en el V Congreso Internacional de la Lengua Española
(Valparaíso, Chile, marzo de 2010) el Diccionario de Americanismos. Se trata de una historia con muchos años que por fin culminará dentro de unos meses.En realidad, la idea de hacer un gran diccionario de americanismos de factura académica se remonta a finales del siglo XIX. En el seno de la
Academia de Madrid, en varios de sus plenos, se presentó la idea como necesidad imperiosa para la buena marcha y actualización de los trabajos del gran Diccionario de la Lengua Española (DRAE).En 1951, durante la celebración del I Congreso de Academias, vuelve a escena la antigua idea de la
Corporación madrileña de fomentar la elaboración un gran diccionario de americanismos. Tras varias propuestas y deliberaciones se aprobó finalmente una Resolución que decía lo siguiente:El Primer Congreso de Academias de la Lengua Española, resuelve: Encomendar a la Comisión Permanente
nombrada por él mismo, que arbitre medidas y emprenda los trabajos necesarios para realizar, lo más pronto posible, la formación de un Diccionario de Americanismos.La decisión de las Corporaciones de preparar un diccionario de esta naturaleza descansaba en una serie de razonamientos de peso, de
entre los cuales sobresalía la inexistencia de materiales adecuados. Ya quedaban muy lejos los empeños de Miguel del Toro Gisbert (1912) y los de Georg Friederici (1926, 1947), y el clásico trabajo de Francisco Santamaría (1942), a pesar de contar con solo nueve años de vida pública, era en realidad
muy anterior, pues el tabasqueño, sobre todo en el caso de los mexicanismos (extremadamente abundantes, como se sospechará), aprovecha materiales procedentes de García Icazbalceta (1899), que se remontan al siglo XIX; su propio trabajo original le llevó cerca de treinta años, tiempo suficiente para
que hubiese adquirido desde el momento mismo de su publicación una cierta pátina antigua. Se desconocen las causas que llevaron a los académicos reunidos en la capital azteca a proponer la elaboración de otro diccionario de americanismos, pero no es difícil sospechar que prevaleciera el deseo de
iniciar un trabajo corporativo que ayudara a afianzar la recién nacida Asociación. También es posible que se pensara que el trabajo conjunto —frente a las obras de autor único— rendiría frutos mucho más conseguidos y en mayor abundancia.Si, a pesar del desarrollo de la lexicografía hispanoamerica-
na, las Academias insistían en la elaboración de un diccionario de americanismos era porque lo consideraban necesario, pues nada de lo publicado hasta entonces podía sustituir al gran repertorio léxico en el que se pensaba, aunque de manera un tanto imprecisa.A principios de 1996 la Comisión
Permanente decidió dar inicio a una serie de actividades que reactivaran el viejo deseo de elaborar un diccionario académico de americanismos. En octubre de ese mismo año los colegas de la Academia Nacional de Letras, con Carlos Jones Gaye a la cabeza, organizaron una reunión de cuatro días de
trabajo, apoyados en el auspicio de la Intendencia de la ciudad, que ese año había sido designada ‘Capital cultural de Iberoamérica’. En ese encuentro, al que asistieron representantes de casi todas las Academias, se planteó en firme el proyecto de elaboración de un ‘Diccionario de Americanismos’, se
expusieron las características centrales que debía guiar el nuevo diccionario, y se trabajó en los puntos fundamentales de su planta.La decisión de emprender este proyecto requería de la revisión exhaustiva de las propuestas y de los trabajos que han sido hechos a lo largo de los años, de las bases teóri-
cas y metodológicas que los sustentan y de su actualidad. Si este examen no desembocara en la necesidad de llenar un notable vacío, de superar con creces nuestros conocimientos actuales, no se sostendría que recorriéramos un camino ya trillado que nos llevara siempre a lugares muy frecuentados con
anterioridad.Después de un trabajo exhaustivo inicial, el Proyecto comenzó su andadura. Y tras varios años de trabajo ilusionado, ya estamos próximos a alcanzar el final del esfuerzo común.Nuestro Diccionario de Americanismos contará con unas 100.000 entradas y cerca de medio millón de acepcio-
nes, locuciones de todo tipo, frases proverbiales y fórmulas variadas. Es un esfuerzo extraordinario por dotar a la América Hispana del mayor y más exhaustivo y documentado diccionario que jamás se haya elaborado sobre esta importante zona hispánica, donde vive y habla algo más del 90 % de la
población que maneja nuestra lengua, incluyendo a los Estados Unidos, hoy ya el segundo país hispanohablante del mundo por su número de hablantes.El equipo que ha elaborado esta magna obra —españoles y americanos, americanos y españoles— ha trabajado con ahínco, con saber, con responsa-
bilidad y con amor. Aquí ocupan los lugares protagónicos las Academias hermanas de América, que se han volcado como nunca antes en este otro proyecto colectivo, que ilustra con singular acierto el éxito de nuestra política panhispánica, conjunto de Academias que acaba de recibir el Premio ‘Elio
Antonio de Nebrija’ que concede la Universidad de Salamanca por un trabajo esforzado y tenaz en pro de nuestra lengua común.Pero el trabajo académico panhispánico no termina aquí. Otros proyectos muy importantes, como el nuevo Diccionario Histórico de la Lengua Española y la próxima edi-
ción, la del Tercer Centenario de la Real Academia, en 2013, del Diccionario de la Lengua Española, están muy próximos a aparecer.Se comprueba con alegría y renovada ilusión que la llama encendida en México hace ya casi 60 años sigue con vida inusitada y produciendo frutos fecundos. ‘En la unión
está la fuerza’. Fue en 1951, en la capital mexicana, cuando se fundó la Asociación de Academias de la Lengua Española. Una reunión de las Academias existentes entonces, que eran una veintena, convocada por el presidente de México, licenciado D. Miguel Alemán, fue el escenario de esta fundación.
El argumento principal que se esgrimía a favor de tal decisión quedaba plasmado en el viejo aforismo ‘En la unión está la fuerza’. El mismo presidente de la Nación se encargó entonces de dar vida a una antigua ilusión suya: la voz del mundo hispánico quedaba injustamente ensordecida —cuando no
apagada— en medio de las grandes potencias culturales de entonces: el mundo anglosajón y el francés se repartían occidente, y la hispanidad, tan rica en aportes de importancia, apenas si contaba.No era que la producción cultural de nuestros países no fuera importante o que careciera de interés; era
la fragmentación, el trabajo individual, la falta de apoyo para las promociones internacionales, y un largo etcétera lo que nos excluía. La Asociación de Academias, en sus dos vertientes de entonces, la literaria y la lingüística, y los hombres y mujeres que las integraban (una colecta selectísima de creado-
res y estudiosos brillantes) podrían ser voceros eficaces de nuestra conquistas y logros en el mundo cultural.La Asociación nació en medio de una atmósfera de ilusión y con una especial vocación de trabajo conjunto. Efectivamente, en la unión estaba la fuerza.Desde entonces hasta hoy han pasado cerca
de 60 años. Podría decirse que ‘fructíferos’ si la mirada que echamos sobre esta benemérita institución es de conjunto y con sus mayores acentos puestos en un pasado muy cercano. Ha habido momentos de desánimo producidos por ingerencias políticas indeseadas, por etapas reiteradas de pobreza
excesiva, por desaciertos administrativos, si no demasiado largos, sí contundentes y desanimadores. Pero, a pesar de todo, triunfaba la constancia.Y llegaron tiempos mejores. Ahora las academias, más unidas y coordinadas que nunca, tienen como misión principal la colaboración constante y eficaz con
las grandes obras panhispánicas que hacemos entre todos. Con el impulso definitivo de la Real Academia Española, ‘hermana mayor’, que se negó a seguir firmando en solitario los grandes pilares académicos —Diccionario, Gramática y Ortografía— y sobre todo, con el nacimiento de la firme ‘política
lingüística panhispánica’, apoyada por todos, el presente, y sobre todo el futuro, se muestran muy esperanzadores.A juzgar por lo logros obtenidos hasta ahora, en épocas en que se ensayaban por vez primera los métodos del trabajo conjunto y se probaba el acierto de las decisiones colectivas, tenemos
derecho a suponer que el futuro inmediato será aún más halagüeño. Es verdad que algunas de estas obras primerizas tendrán que ser revisadas, ahora no solo con más calma sino con más competencia en este tipo de trabajo colectivo, con un mayor refinamiento en nuestros diálogos y, sobre todo, con
una voluntad muy acentuada de llegar a metas únicas o muy cercanas. La primera gran muestra de esta segunda etapa de trabajo en común será la nueva Ortografía, que verá la luz relativamente pronto y que encabezará las obras ‘revisadas’. No cabe duda de que a esta obra habrá de seguir en breve el
Diccionario Panhispánico de Dudas.Son varias las causas que impulsan este perfeccionamiento —que creemos que será constante— de textos anteriores. Quizás en primer lugar, porque hoy sabemos bastante más que lo que sabíamos hace unos años y porque las Academias no pueden permanecer impa-
sibles y seguir imprimiendo ad infinitum obras anteriores, no, desde luego, en los tiempos que corren. Las nuevas versiones tienen que añadir a sus páginas todo lo nuevo que nos ofrezca la investigación, y por supuesto, hacer los cambios que se crean necesarios para responder con decoro a las nuevas
realidades. No cabe duda de que será el momento de revisar también algunos marcos teóricos, ligera o fuertemente trasnochados, e incluso estudiar con sumo cuidado para eliminar los pocos resabios de hispanocentrismo peninsular que hayan podido deslizarse inadvertidamente en esas obras; tam-
bién —todo hay que decirlo— algunas decisiones precipitadas motivadas por la cortesía española hacia sus colegas americanos y filipinos.Pero las grandes obras están por venir. En primer lugar, una esplendorosa Gramática (que sería muy injusto calificar de ‘nueva edición’, cuando es una obra comple-
tamente nueva y magnífica de principio a fin), que será el orgullo legítimo de todo el mundo hispánico, y también las dos versiones que van a acompañarlas, preparadas con el mismo esmero y excelencia. El saber internacionalmente reconocido de D. Ignacio Bosque, de la Real Academia Española, y
de sus colaboradores de todo el hispanismo serio y solvente, nos garantiza una obra de excepción.Soy testigo de que el trabajo, sabio y ejemplar del grupo de colegas que integran esa comisión ha sido constante, duro, exhaustivo, pero sobre todo, gozoso. Creo que nadie que no sea gramático podrá enten-
der jamás que con ánimo inagotable, entusiasmo desbordado y dedicación sin límite se puedan consumir horas y más horas en discutir sobre un caso especialísimo del uso del subjuntivo, por ejemplo.Inmediatamente después de la gran Gramática, se presentará en el V Congreso Internacional de la
Lengua Española (Valparaíso, Chile, marzo de 2010) el Diccionario de Americanismos. Se trata de una historia con muchos años que por fin culminará dentro de unos meses.En realidad, la idea de hacer un gran diccionario de americanismos de factura académica se remonta a finales del siglo XIX. En
el seno de la Academia de Madrid, en varios de sus plenos, se presentó la idea como necesidad imperiosa para la buena marcha y actualización de los trabajos del gran Diccionario de la Lengua Española (DRAE).En 1951, durante la celebración del I Congreso de Academias, vuelve a escena la antigua
idea de la Corporación madrileña de fomentar la elaboración un gran diccionario de americanismos. Tras varias propuestas y deliberaciones se aprobó finalmente una Resolución que decía lo siguiente:El Primer Congreso de Academias de la Lengua Española, resuelve: Encomendar a la Comisión
Permanente nombrada por él mismo, que arbitre medidas y emprenda los trabajos necesarios para realizar, lo más pronto posible, la formación de un Diccionario de Americanismos.La decisión de las Corporaciones de preparar un diccionario de esta naturaleza descansaba en una serie de razonamien-
tos de peso, de entre los cuales sobresalía la inexistencia de materiales adecuados. Ya quedaban muy lejos los empeños de Miguel del Toro Gisbert (1912) y los de Georg Friederici (1926, 1947), y el clásico trabajo de Francisco Santamaría (1942), a pesar de contar con solo nueve años de vida pública, era
en realidad muy anterior, pues el tabasqueño, sobre todo en el caso de los mexicanismos (extremadamente abundantes, como se sospechará), aprovecha materiales procedentes de García Icazbalceta (1899), que se remontan al siglo XIX; su propio trabajo original le llevó cerca de treinta años, tiempo
suficiente para que hubiese adquirido desde el momento mismo de su publicación una cierta pátina antigua. Se desconocen las causas que llevaron a los académicos reunidos en la capital azteca a proponer la elaboración de otro diccionario de americanismos, pero no es difícil sospechar que prevalecie-
ra el deseo de iniciar un trabajo corporativo que ayudara a afianzar la recién nacida Asociación. También es posible que se pensara que el trabajo conjunto —frente a las obras de autor único— rendiría frutos mucho más conseguidos y en mayor abundancia.Si, a pesar del desarrollo de la lexicografía his-
panoamericana, las Academias insistían en la elaboración de un diccionario de americanismos era porque lo consideraban necesario, pues nada de lo publicado hasta entonces podía sustituir al gran repertorio léxico en el que se pensaba, aunque de manera un tanto imprecisa.A principios de 1996 la
Comisión Permanente decidió dar inicio a una serie de actividades que reactivaran el viejo deseo de elaborar un diccionario académico de americanismos. En octubre de ese mismo año los colegas de la Academia Nacional de Letras, con Carlos Jones Gaye a la cabeza, organizaron una reunión de cuatro
días de trabajo, apoyados en el auspicio de la Intendencia de la ciudad, que ese año había sido designada ‘Capital cultural de Iberoamérica’. En ese encuentro, al que asistieron representantes de casi todas las Academias, se planteó en firme el proyecto de elaboración de un ‘Diccionario de Americanismos’,
se expusieron las características centrales que debía guiar el nuevo diccionario, y se trabajó en los puntos fundamentales de su planta.La decisión de emprender este proyecto requería de la revisión exhaustiva de las propuestas y de los trabajos que han sido hechos a lo largo de los años, de las bases teó-
ricas y metodológicas que los sustentan y de su actualidad. Si este examen no desembocara en la necesidad de llenar un notable vacío, de superar con creces nuestros conocimientos actuales, no se sostendría que recorriéramos un camino ya trillado que nos llevara siempre a lugares muy frecuentados
con anterioridad.Después de un trabajo exhaustivo inicial, el Proyecto comenzó su andadura. Y tras varios años de trabajo ilusionado, ya estamos próximos a alcanzar el final del esfuerzo común.Nuestro Diccionario de Americanismos contará con unas 100.000 entradas y cerca de medio millón de acep-
ciones, locuciones de todo tipo, frases proverbiales y fórmulas variadas. Es un esfuerzo extraordinario por dotar a la América Hispana del mayor y más exhaustivo y documentado diccionario que jamás se haya elaborado sobre esta importante zona hispánica, donde vive y habla algo más del 90 % de la
población que maneja nuestra lengua, incluyendo a los Estados Unidos, hoy ya el segundo país hispanohablante del mundo por su número de hablantes.El equipo que ha elaborado esta magna obra —españoles y americanos, americanos y españoles— ha trabajado con ahínco, con saber, con responsa-
bilidad y con amor. Aquí ocupan los lugares protagónicos las Academias hermanas de América, que se han volcado como nunca antes en este otro proyecto colectivo, que ilustra con singular acierto el éxito de nuestra política panhispánica, conjunto de Academias que acaba de recibir el Premio ‘Elio
Antonio de Nebrija’ que concede la Universidad de Salamanca por un trabajo esforzado y tenaz en pro de nuestra lengua común.Pero el trabajo académico panhispánico no termina aquí. Otros proyectos muy importantes, como el nuevo Diccionario Histórico de la Lengua Española y la próxima edi-
ción, la del Tercer Centenario de la Real Academia, en 2013, del Diccionario de la Lengua Española, están muy próximos a aparecer.Se comprueba con alegría y renovada ilusión que la llama encendida en México hace ya casi 60 años sigue con vida inusitada y produciendo frutos fecundos. ‘En la unión
está la fuerza’. casi 60 años sigue con vida inusitada y produciendo frutos fecundos. ‘En la unión está la fuerza’. Fue en 1951, en la capital mexicana, cuando se fundó la Asociación de Academias de la Lengua Española. Una reunión de las Academias existentes entonces, que eran una veintena, convoca-
da por el presidente de México, licenciado D. Miguel Alemán, fue el escenario de esta fundación. El argumento principal que se esgrimía a favor de tal decisión quedaba plasmado en el viejo aforismo ‘En la unión está la fuerza’. El mismo presidente de la Nación se encargó entonces de dar vida a una
antigua ilusión suya: la voz del mundo hispánico quedaba injustamente ensordecida —cuando no apagada— en medio de las grandes potencias culturales de entonces: el mundo anglosajón y el francés se repartían occidente, y la hispanidad, tan rica en aportes de importancia, apenas si contaba.No era
que la producción cultural de nuestros países no fuera importante o que careciera de interés; era la fragmentación, el trabajo individual, la falta de apoyo para las promociones internacionales, y un largo etcétera lo que nos excluía. La Asociación de Academias, en sus dos vertientes de entonces, la lite-
raria y la lingüística, y los hombres y mujeres que las integraban (una colecta selectísima de creadores y estudiosos brillantes) podrían ser voceros eficaces de nuestra conquistas y logros en el mundo cultural.La Asociación nació en medio de una atmósfera de ilusión y con una especial vocación de tra-
bajo conjunto. Efectivamente, en la unión estaba la fuerza.Desde entonces hasta hoy han pasado cerca de 60 años. Podría decirse que ‘fructíferos’ si la mirada que echamos sobre esta benemérita institución es de conjunto y con sus mayores acentos puestos en un pasado muy cercano. Ha habido momen-
tos de desánimo producidos por ingerencias políticas indeseadas, por etapas reiteradas de pobreza excesiva, por desaciertos administrativos, si no demasiado largos, sí contundentes y desanimadores. Pero, a pesar de todo, triunfaba la constancia.Y llegaron tiempos mejores. Ahora las academias, más uni-
das y coordinadas que nunca, tienen como misión principal la colaboración constante y eficaz con las grandes obras panhispánicas que hacemos entre todos. Con el impulso definitivo de la Real Academia Española, ‘hermana mayor’, que se negó a seguir firmando en solitario los grandes pilares acadé-
micos —Diccionario, Gramática y Ortografía— y sobre todo, con el nacimiento de la firme ‘política lingüística panhispánica’, apoyada por todos, el presente, y sobre todo el futuro, se muestran muy esperanzadores.A juzgar por lo logros obtenidos hasta ahora, en épocas en que se ensayaban por vez pri-
mera los métodos del trabajo conjunto y se probaba el acierto de las decisiones colectivas, tenemos derecho a suponer que el futuro inmediato será aún más halagüeño. Es verdad que algunas de estas obras primerizas tendrán que ser revisadas, ahora no solo con más calma sino con más competencia
en este tipo de trabajo colectivo, con un mayor refinamiento en nuestros diálogos y, sobre todo, con una voluntad muy acentuada de llegar a metas únicas o muy cercanas. La primera gran muestra de esta segunda etapa de trabajo en común será la nueva Ortografía, que verá la luz relativamente pron-
to y que encabezará las obras ‘revisadas’. No cabe duda de que a esta obra habrá de seguir en breve el Diccionario Panhispánico de Dudas.Son varias las causas que impulsan este perfeccionamiento —que creemos que será constante— de textos anteriores. Quizás en primer lugar, porque hoy sabemos
bastante más que lo que sabíamos hace unos años y porque las Academias no pueden permanecer impasibles y seguir imprimiendo ad infinitum obras anteriores, no, desde luego, en los tiempos que corren. Las nuevas versiones tienen que añadir a sus páginas todo lo nuevo que nos ofrezca la investi-
gación, y por supuesto, hacer los cambios que se crean necesarios para responder con decoro a las nuevas realidades. No cabe duda de que será el momento de revisar también algunos marcos teóricos, ligera o fuertemente trasnochados, e incluso estudiar con sumo cuidado para eliminar los pocos resa-
bios de hispanocentrismo peninsular que hayan podido deslizarse inadvertidamente en esas obras; también —todo hay que decirlo— algunas decisiones precipitadas motivadas por la cortesía española hacia sus colegas americanos y filipinos.Pero las grandes obras están por venir. En primer lugar, una
esplendorosa Gramática (que sería muy injusto calificar de ‘nueva edición’, cuando es una obra completamente nueva y magnífica de principio a fin), que será el orgullo legítimo de todo el mundo hispánico, y también las dos versiones que van a acompañarlas, preparadas con el mismo esmero y exce-
lencia. El saber internacionalmente reconocido de D. Ignacio Bosque, de la Real Academia Española, y de sus colaboradores de todo el hispanismo serio y solvente, nos garantiza una obra de excepción.Soy testigo de que el trabajo, sabio y ejemplar del grupo de colegas que integran esa comisión ha sido
constante, duro, exhaustivo, pero sobre todo, gozoso. Creo que nadie que no sea gramático podrá entender jamás que con ánimo inagotable, entusiasmo desbordado y dedicación sin límite se puedan consumir horas y más horas en discutir sobre un caso especialísimo del uso del subjuntivo, por ejem-
plo.Inmediatamente después de la gran Gramática, se presentará en el V Congreso Internacional de la Lengua Española (Valparaíso, Chile, marzo de 2010) el Diccionario de Americanismos. Se trata de una historia con muchos años que por fin culminará dentro de unos meses.En realidad, la idea de
hacer un gran diccionario de americanismos de factura académica se remonta a finales del siglo XIX. En el seno de la Academia de Madrid, en varios de sus plenos, se presentó la idea como necesidad imperiosa para la buena marcha y actualización de los trabajos del gran Diccionario de la Lengua
Española (DRAE).En 1951, durante la celebración del I Congreso de Academias, vuelve a escena la antigua idea de la Corporación madrileña de fomentar la elaboración un gran diccionario de americanismos. Tras varias propuestas y deliberaciones se aprobó finalmente una Resolución que decía lo
siguiente:El Primer Congreso de Academias de la Lengua Española, resuelve: Encomendar a la Comisión Permanente nombrada por él mismo, que arbitre medidas y emprenda los trabajos necesarios para realizar, lo más pronto posible, la formación de un Diccionario de Americanismos.La decisión de
las Corporaciones de preparar un diccionario de esta naturaleza descansaba en una serie de razonamientos de peso, de entre los cuales sobresalía la inexistencia de materiales adecuados. Ya quedaban muy lejos los empeños de Miguel del Toro Gisbert (1912) y los de Georg Friederici (1926, 1947), y el
clásico trabajo de Francisco Santamaría (1942), a pesar de contar con solo nueve años de vida pública, era en realidad muy anterior, pues el tabasqueño, sobre todo en el caso de los mexicanismos (extremadamente abundantes, como se sospechará), aprovecha materiales procedentes de García Icazbalceta
(1899), que se remontan al siglo XIX; su propio trabajo original le llevó cerca de treinta años, tiempo suficiente para que hubiese adquirido desde el momento mismo de su publicación una cierta pátina antigua. Se desconocen las causas que llevaron a los académicos reunidos en la capital azteca a pro-
poner la elaboración de otro diccionario de americanismos, pero no es difícil sospechar que prevaleciera el deseo de iniciar un trabajo corporativo que ayudara a afianzar la recién nacida Asociación. También es posible que se pensara que el trabajo conjunto —frente a las obras de autor único— rendi-
ría frutos mucho más conseguidos y en mayor abundancia.Si, a pesar del desarrollo de la lexicografía hispanoamericana, las Academias insistían en la elaboración de un diccionario de americanismos era porque lo consideraban necesario, pues nada de lo publicado hasta entonces podía sustituir al gran
repertorio léxico en el que se pensaba, aunque de manera un tanto imprecisa.A principios de 1996 la Comisión Permanente decidió dar inicio a una serie de actividades que reactivaran el viejo deseo de elaborar un diccionario académico de americanismos. En octubre de ese mismo año los colegas de la
Academia Nacional de Letras, con Carlos Jones Gaye a la cabeza, organizaron una reunión de cuatro días de trabajo, apoyados en el auspicio de la Intendencia de la ciudad, que ese año había sido designada ‘Capital cultural de Iberoamérica’. En ese encuentro, al que asistieron representantes de casi
todas las Academias, se planteó en firme el proyecto de elaboración de un ‘Diccionario de Americanismos’, se expusieron las características centrales que debía guiar el nuevo diccionario, y se trabajó en los puntos fundamentales de su planta.La decisión de emprender este proyecto requería de la revi-
sión exhaustiva de las propuestas y de los trabajos que han sido hechos a lo largo de los años, de las bases teóricas y metodológicas que los sustentan y de su actualidad. Si este examen no desembocara en la necesidad de llenar un notable vacío, de superar con creces nuestros conocimientos actuales, no
se sostendría que recorriéramos un camino ya trillado que nos llevara siempre a lugares muy frecuentados con anterioridad.Después de un trabajo exhaustivo inicial, el Proyecto comenzó su andadura. Y tras varios años de trabajo ilusionado, ya estamos próximos a alcanzar el final del esfuerzo
común.Nuestro Diccionario de Americanismos contará con unas 100.000 entradas y cerca de medio millón de acepciones, locuciones de todo tipo, frases proverbiales y fórmulas variadas. Es un esfuerzo extraordinario por dotar a la América Hispana del mayor y más exhaustivo y documentado diccio-
nario que jamás se haya elaborado sobre esta importante zona hispánica, donde vive y habla algo más del 90 % de la población que maneja nuestra lengua, incluyendo a los Estados Unidos, hoy ya el segundo país hispanohablante del mundo por su número de hablantes.El equipo que ha elaborado esta
magna obra —españoles y americanos, americanos y españoles— ha trabajado con ahínco, con saber, con responsabilidad y con amor. Aquí ocupan los lugares protagónicos las Academias hermanas de América, que se han volcado como nunca antes en este otro proyecto colectivo, que ilustra con sin-
gular acierto el éxito de nuestra política panhispánica, conjunto de Academias que acaba de recibir el Premio ‘Elio Antonio de Nebrija’ que concede la Universidad de Salamanca por un trabajo esforzado y tenaz en pro de nuestra lengua común.Pero el trabajo académico panhispánico no termina aquí.
Otros proyectos muy importantes, como el nuevo Diccionario Histórico de la Lengua Española y la próxima edición, la del Tercer Centenario de la Real Academia, en 2013, del Diccionario de la Lengua Española, están muy próximos a aparecer.Se comprueba con alegría y renovada ilusión que la llama
encendida en México hace ya casi 60 años sigue con vida inusitada y produciendo frutos fecundos. ‘En la unión está la fuerza’. serie de actividades que reactivaran el viejo deseo de elaborar un diccionario académico de americanismos. En octubre de ese mismo año los colegas de la Academia Nacional
de Letras, con Carlos Jones Gaye a la cabeza, organizaron una reunión de cuatro días de trabajo, apoyados en el auspicio de la Intendencia de la ciudad, que ese año había sido designada ‘Capital cultural de Iberoamérica’. En ese encuentro, al que asistieron representantes de casi todas las Academias, se
planteó en firme el proyecto de elaboración de un ‘Diccionario de Americanismos’, se expusieron las características centrales que debía guiar el nuevo diccionario, y se trabajó en los puntos fundamentales de su planta.La decisión de emprender este proyecto requería de la revisión exhaustiva de las pro-
puestas y de los trabajos que han sido hechos a lo largo de los años, de las bases teóricas y metodológicas que los sustentan y de su actualidad. Si este examen no desembocara en la necesidad de llenar un notable vacío, de superar con creces nuestros conocimientos actuales, no se sostendría que reco-
rriéramos un camino ya trillado que nos llevara siempre a lugares muy frecuentados con anterioridad.Después de un trabajo exhaustivo inicial, el Proyecto comenzó su andadura. Y tras varios años de trabajo ilusionado, ya estamos próximos a alcanzar el final del esfuerzo común.Nuestro Diccionario de
Americanismos contará con unas 100.000 entradas y cerca de medio millón de acepciones, locuciones de todo tipo, frases proverbiales y fórmulas variadas. Es un esfuerzo extraordinario por dotar a la América Hispana del mayor y más exhaustivo y documentado diccionario que jamás se haya elabora-
do sobre esta importante zona hispánica, donde vive y habla algo más del 90 % de la población que maneja nuestra lengua, incluyendo a los Estados Unidos, hoy ya el segundo país hispanohablante del mundo por su número de hablantes.El equipo que ha elaborado esta magna obra —españoles y ame-
ricanos, americanos y españoles— ha trabajado con ahínco, con saber, con responsabilidad y con amor. Aquí ocupan los lugares protagónicos las Academias hermanas de América, que se han volcado como nunca antes en este otro proyecto colectivo, que ilustra con singular acierto el éxito de nuestra
política panhispánica, conjunto de Academias que acaba de recibir el Premio ‘Elio Antonio de Nebrija’ que concede la Universidad de Salamanca por un trabajo esforzado y necesarios para responder con decoro a las nuevas realidades. No cabe duda de que será el momento de revisar también algunos
marcos teóricos, ligera o fuertemente trasnochados, e incluso estudiar con sumo cuidado para eliminar los pocos resabios de hispanocentrismo peninsular que hayan podido deslizarse inadvertidamente en esas obras; también —todo hay que decirlo— algunas decisiones precipitadas motivadas por la
Con el asesoramiento de la
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firmainvitada
laentrevista
Víctor García de la Concha 4
monográfico
Gerardo Piña-Rosales
Asi nació la Academia Norteamericana de la Lengua Española 16
recomendaciones
Recomendaciones que hace la Fundéu 18
delafundéu
Noticias 23
biblioteca
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firmainvitada
La Asociación de Academias de
CON EL NACIMIENTO
DE LA FIRME POLÍTICA
LINGÜÍSTICA PANHISPÁNICA,
APOYADA POR TODOS,
EL PRESENTE,
Y SOBRE TODO EL FUTURO,
SE MUESTRAN
MUY ESPERANZADORES
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Donde dice... número 15 mayo-agosto 2009
firmainvitada
Desde entonces hasta hoy han pasado cerca de 60 años. Podría decisiones precipitadas motivadas por la cortesía española hacia
decirse que ‘fructíferos’ si la mirada que echamos sobre esta benemé- sus colegas americanos y filipinos.
rita institución es de conjunto y con sus mayores acentos puestos
en un pasado muy cercano. Ha habido momentos de desánimo Pero las grandes obras están por venir. En primer lugar, una esplendo-
producidos por ingerencias políticas indeseadas, por etapas reite- rosa Gramática (que sería muy injusto calificar de ‘nueva edición’,
radas de pobreza excesiva, por desaciertos administrativos, si no cuando es una obra completamente nueva y magnífica de principio
demasiado largos, sí contundentes y desanimadores. Pero, a pesar a fin), que será el orgullo legítimo de todo el mundo hispánico, y
de todo, triunfaba la constancia. también las dos versiones que van a acompañarlas, preparadas con
el mismo esmero y excelencia. El saber internacionalmente reconoci-
Y llegaron tiempos mejores. Ahora las Academias, más unidas y do de D. Ignacio Bosque, de la Real Academia Española, y de sus
coordinadas que nunca, tienen como misión principal la colaboración colaboradores de todo el hispanismo serio y solvente, nos garantiza
constante y eficaz con las grandes obras panhispánicas que hacemos una obra de excepción.
entre todos. Con el impulso definitivo de la Real Academia Española,
‘hermana mayor’, que se negó a seguir firmando en solitario los Soy testigo de que el trabajo, sabio y ejemplar del grupo de colegas
grandes pilares académicos —Diccionario, Gramática y Ortografía— que integran esa comisión ha sido constante, duro, exhaustivo, pero
y sobre todo, con el nacimiento de la firme ‘política lingüística sobre todo, gozoso. Creo que nadie que no sea gramático podrá
panhispánica’, apoyada por todos, el presente, y sobre todo el futuro, entender jamás que con ánimo inagotable, entusiasmo desbordado y
se muestran muy esperanzadores. dedicación sin límite se puedan consumir horas y más horas en discu-
tir sobre un caso especialísimo del uso del subjuntivo, por ejemplo.
A juzgar por lo logros obtenidos hasta ahora, en épocas en que se
ensayaban por vez primera los métodos del trabajo conjunto y se Inmediatamente después de la gran Gramática, se presentará en el
probaba el acierto de las decisiones colectivas, tenemos derecho a V Congreso Internacional de la Lengua Española (Valparaíso, Chile,
suponer que el futuro inmediato será aún más halagüeño. Es verdad marzo de 2010) el Diccionario de Americanismos. Se trata de una
que algunas de estas obras primerizas tendrán que ser revisadas, historia con muchos años que por fin culminará dentro de unos
ahora no solo con más calma sino con más competencia en este meses.
tipo de trabajo colectivo, con un mayor refinamiento en nuestros
diálogos y, sobre todo, con una voluntad muy acentuada de llegar En realidad, la idea de hacer un gran diccionario de americanismos de
a metas únicas o muy cercanas. La primera gran muestra de esta factura académica se remonta a finales del siglo XIX. En el seno de la
segunda etapa de trabajo en común será la nueva Ortografía, que Academia de Madrid, en varios de sus plenos, se presentó la idea
verá la luz relativamente pronto y que encabezará las obras ‘revisa- como necesidad imperiosa para la buena marcha y actualización de
das’. No cabe duda de que a esta obra habrá de seguir en breve el los trabajos del gran Diccionario de la lengua española (DRAE).
Diccionario panhispánico de dudas.
En 1951, durante la celebración del I Congreso de Academias,
Son varias las causas que impulsan este perfeccionamiento —que vuelve a escena la antigua idea de la Corporación madrileña de
creemos que será constante— de textos anteriores. Quizás en primer fomentar la elaboración de un gran diccionario de americanismos.
lugar, porque hoy sabemos bastante más que lo que sabíamos Tras varias propuestas y deliberaciones se aprobó finalmente una
hace unos años y porque las Academias no pueden permanecer Resolución que decía lo siguiente:
impasibles y seguir imprimiendo ad infinitum obras anteriores, no,
desde luego, en los tiempos que corren. Las nuevas versiones El Primer Congreso de Academias de la Lengua Española,
tienen que añadir a sus páginas todo lo nuevo que nos ofrezca la resuelve: Encomendar a la Comisión Permanente nombrada
investigación, y por supuesto, hacer los cambios que se crean por él mismo, que arbitre medidas y emprenda los trabajos
necesarios para responder con decoro a las nuevas realidades. necesarios para realizar, lo más pronto posible, la formación de
No cabe duda de que será el momento de revisar también algunos un Diccionario de Americanismos.
marcos teóricos, ligera o fuertemente trasnochados, e incluso
estudiar con sumo cuidado para eliminar los pocos resabios de La decisión de las Corporaciones de preparar un diccionario de
hispanocentrismo peninsular que hayan podido deslizarse inadver- esta naturaleza descansaba en una serie de razonamientos de
tidamente en esas obras; también —todo hay que decirlo— algunas peso, de entre los cuales sobresalía la inexistencia de materiales
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LA ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS NACIÓ EN MEDIO DE UNA
ATMÓSFERA DE ILUSIÓN Y CON UNA ESPECIAL VOCACIÓN DE TRABAJO CONJUNTO
adecuados. Ya quedaban muy lejos los empeños de Miguel del lo largo de los años, de las bases teóricas y metodológicas que
Toro Gisbert (1912) y los de Georg Friederici (1926, 1947), y el los sustentan y de su actualidad. Si este examen no desembocara
clásico trabajo de Francisco Santamaría (1942), a pesar de contar en la necesidad de llenar un notable vacío, de superar con creces
con solo nueve años de vida pública, era en realidad muy anterior, nuestros conocimientos actuales, no se sostendría que recorriéra-
pues el tabasqueño, sobre todo en el caso de los mexicanismos mos un camino ya trillado que nos llevara siempre a lugares muy
(extremadamente abundantes, como se sospechará), aprovecha frecuentados con anterioridad.
materiales procedentes de García Icazbalceta (1899), que se re-
montan al siglo XIX; su propio trabajo original le llevó cerca de trein- Después de un trabajo exhaustivo inicial, el proyecto comenzó su
ta años, tiempo suficiente para que hubiese adquirido desde el mo- andadura. Y tras varios años de trabajo ilusionado, ya estamos pró-
mento mismo de su publicación una cierta pátina antigua. ximos a alcanzar el final del esfuerzo común.
Se desconocen las causas que llevaron a los académicos reunidos Nuestro Diccionario de Americanismos contará con unas 100.000
en la capital azteca a proponer la elaboración de otro diccionario entradas y cerca de medio millón de acepciones, locuciones de
de americanismos, pero no es difícil sospechar que prevaleciera el todo tipo, frases proverbiales y fórmulas variadas. Es un esfuerzo
deseo de iniciar un trabajo corporativo que ayudara a afianzar la extraordinario por dotar a la América Hispana del mayor y más ex-
recién nacida Asociación. También es posible que se pensara que haustivo y documentado diccionario que jamás se haya elaborado
el trabajo conjunto —frente a las obras de autor único— rendiría sobre esta importante zona hispánica, donde vive y habla algo más
frutos mucho más conseguidos y en mayor abundancia. del 90 % de la población que maneja nuestra lengua, incluyendo a
los Estados Unidos, hoy ya el segundo país hispanohablante del
Si, a pesar del desarrollo de la lexicografía hispanoamericana, las mundo por su número de hablantes.
Academias insistían en la elaboración de un diccionario de ameri-
canismos era porque lo consideraban necesario, pues nada de lo El equipo que ha elaborado esta magna obra —españoles y ameri-
publicado hasta entonces podía sustituir al gran repertorio léxico en canos, americanos y españoles— ha trabajado con ahínco, con
el que se pensaba, aunque de manera un tanto imprecisa. saber, con responsabilidad y con amor. Aquí ocupan los lugares
protagónicos las Academias hermanas de América, que se han
A principios de 1996 la Comisión Permanente decidió dar inicio a volcado como nunca antes en este otro proyecto colectivo, que
una serie de actividades que reactivaran el viejo deseo de elaborar ilustra con singular acierto el éxito de nuestra política panhispánica,
un diccionario académico de americanismos. En octubre de ese conjunto de Academias que acaba de recibir el Premio ‘Elio Antonio
mismo año los colegas de la Academia Nacional de Letras, con de Nebrija’ que concede la Universidad de Salamanca por un tra-
Carlos Jones Gaye a la cabeza, organizaron una reunión de cuatro bajo esforzado y tenaz en pro de nuestra lengua común.
días de trabajo, apoyados en el auspicio de la Intendencia de la
ciudad, que ese año había sido designada ‘Capital cultural de Ibe- Pero el trabajo académico panhispánico no termina aquí. Otros
roamérica’. proyectos muy importantes, como el nuevo Diccionario Histórico de
la Lengua Española y la próxima edición, la del Tercer Centenario de
En ese encuentro, al que asistieron representantes de casi todas la Real Academia, en 2013, del Diccionario de la lengua española,
las Academias, se planteó en firme el proyecto de elaboración de están muy próximos a aparecer.
un ‘Diccionario de Americanismos’, se expusieron las características
centrales que debía guiar el nuevo diccionario, y se trabajó en los Se comprueba con alegría y renovada ilusión que la llama encen-
puntos fundamentales de su planta. dida en México hace ya casi 60 años sigue con vida inusitada y
produciendo frutos fecundos. ‘En la unión está la fuerza’.
La decisión de emprender este proyecto requería de la revisión ex-
haustiva de las propuestas y de los trabajos que han sido hechos a
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Víctor García de la Concha
Francisco Muñoz, Alejandra Lopera
Director de la Real Academia Española (RAE), Víctor García de la Concha es doctor en Filología Española, licenciado en Teología,
historiador de la literatura, investigador, escritor y catedrático de universidad. Miembro de honor de distintas Academias
hispanoamericanas de la lengua, ingresó en la Real Academia Española en 1992 y en 1998 fue nombrado director, cargo
que ocupa desde entonces. También es presidente de la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA) desde que en el 2005
se creó esta institución
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laentrevista
■ Usted nos ha comentado el proceso que culmina con la aceptación de una nueva
palabra, pero ¿qué criterios se tienen en cuenta para aceptar una y no otra?
El criterio es el uso. El gran dueño de la lengua es el pueblo, es el pueblo el que hace la
lengua. Entonces, ¿cuál es el límite para no aceptar una palabra? Que se trate de algo que
vaya contra la propia naturaleza de la lengua española, por ejemplo, que no se acomode
a su fonética, que sea claramente una fonética extranjera, ajena al español, o algo que
quebrante las reglas, lo que se llamaba antiguamente «el genio de la lengua».
La Academia no incorpora las palabras a secas, en bloque, sino que lo hace —esto es muy
importante— con marcas. Una entrada con la marca coloquial, por ejemplo, dirá que esa
palabra se utiliza solo en un lenguaje coloquial, espontáneo. ¿Quién es quien lo considera
así? El pueblo hablante. La Academia tiene una función notarial, registral, lo que hace es
dar fe del uso, de que tal palabra se utiliza con tal sentido en tal nivel de comunicación.
Si una palabra es muy utilizada por Quevedo, por Cervantes o por Calderón u otro autor
clásico se le pone la marca de desusada porque se utilizó en el XVI o en el XVII pero ya no
se usa hoy. Y si se utilizó hasta comienzos del siglo XX se marcará con poco usada porque
ya no tiene el uso que antes tenía. Las marcas son muy importantes.
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CADA MOVIMIENTO EXPERIMENTADO POR LAS PALABRAS
CUANDO SON RETIRADAS DEL DICCIONARIO ESTÁ PERFECTAMENTE DOCUMENTADO.
NO HAY UNA SOLA PALABRA QUE SE PIERDA
■ Entonces, no existe un cementerio de palabras retiradas. ■ Parafraseando a Josep Plá, ¿y esto quién lo paga?, porque hay
No, porque no hay una sola palabra que se pierda. Todas se conser- muchas personas que se preguntan cómo se financia la RAE.
van y además tenemos la documentación de todos los movimientos La Academia tiene tres fuentes de financiación. Una es una partida
que se hacen con esas palabras. Antes esa documentación era un de los Presupuestos Generales del Estado, porque la Academia
conjunto de fichas al que llamábamos familiarmente «el fichero está prestando un servicio a la sociedad española y a la sociedad
de la cómoda»; ahora es un fichero informático. Cada movimiento hispanohablante en general. Hay una segunda parte que viene de la
experimentado por las palabras esta perfectamente documentado: Fundación pro Real Academia Española, una fundación al servicio de
«Esto ha salido, ha pasado al Histórico, esto queda en...». Como la Academia constituida por empresas y particulares que apoyan
digo, no se pierde nada. económicamente a la Academia y a sus proyectos. La tercera fuente
de financiación son los productos editoriales, las rentas editoriales.
■ ¿Hay palabras que salen en sentido contrario, es decir, que del Los libros que hace la Academia producen unas rentas, que se
Diccionario Histórico puedan volver al usual, que resuciten? reparten ex aequo con las demás Academias.
Efectivamente. Hay palabras muy utilizadas que dejan de usarse y
otras que en su día fueron muy usadas, dejaron de serlo y vuelven ■ Toda esta labor de la RAE la llevan a cabo, entre otros, los aca-
a emplearse. démicos... ¿Cuál es el perfil que se requiere para se académico?
Un perfil de excelencia en algún campo. Básicamente hay tres gran-
■ Hablemos un poco de gramática. ¿No cree que, igual que la des bloques —puede decirse así de una manera aproximada—,
RAE ofrece consenso en el nivel de léxico debería ofrecerlo tres grandes sectores de académicos: los creadores (novelistas,
también en el gramatical? ensayistas, dramaturgos, poetas), porque son los que crean lengua
Estamos terminando una obra magna, la Nueva Gramática de la y, por tanto, respaldan con su autoridad a la Academia; filólogos,
Lengua Española, que por primera vez en la historia va a ser una lingüistas, gramáticos; y los representantes de las distintas ciencias
gramática del español total, es decir, una gramática que va a ser o sectores intelectuales (ciencias sociales, ciencias puras, etc.). ¿Y
como un gran mapa, como uno de esos mapas en relieve donde se cómo se eligen los nuevos académicos? Por votación secreta de los
ven las montañas, los ríos, todo... Esta gramática nos va a mostrar académicos. Cuando queda una plaza vacante se convoca y basta
cómo es el español actual en todo el mundo hispanohablante. Es una con que tres académicos hagan una propuesta y se someta a vota-
obra consensuada, elaborada con el mismo sistema por todas las ción. Si tiene los votos necesarios, que empiezan por ser dos tercios
Academias. Hecha, por así decirlo, codo con codo. de todos los académicos en posesión de la plaza, dos tercios de los
presentes, y después mayoría absoluta, es decir, la mitad más uno
■ Y ha sido un trabajo de once años... de los académicos presentes, si logra esa votación es académico.
Sí, de once años. Estamos preparando la edición y va a ser monu-
mental porque todo aparece documentado con sus correspondientes ■ Cabe preguntarse si tan difícil es elegir a un académico.
ejemplos. Hay tres mil obras de las que salen esos ejemplos, tres Es un proceso delicado, más bien largo, que tiene como meta ideal
mil obras de escritores de América y de España. lograr un consenso, pero que no siempre se logra y entonces se
presentan dos y a veces hasta más candidaturas. Cuando hay dos
■ Entonces ¿será también una gramática panhispánica? o más candidaturas homogéneas es relativamente fácil el consenso,
Absolutamente. Es que lo es por naturaleza, porque fue redactada pero cuando son dos candidaturas muy distintas, una de un científico
línea a línea, contrastada con cada Academia. y otra de un filólogo, por ejemplo, es muy difícil y se corre el riesgo
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laentrevista
de no llegar a un acuerdo. Pero la Academia ha respetado siempre, hacer América. Yo no he podido». Cuando hice la primera visita al Rey,
por encima de todo, la libertad de los académicos para presentar que es patrono de la Real Academia Española por mandato cons-
candidaturas. titucional, curiosamente me dijo lo mismo que Fernando Lázaro:
«Yo te pido una sola cosa: dedícate a América». Efectivamente, me
■ Recientemente ha sido elegida académica la filóloga Inés dediqué a América con ese doble mandato, el del Rey y el de la
Fernández Ordóñez. ¿Esto podría interpretarse como un es- propia Academia. Fui el primer director que visitó todas las Acade-
fuerzo por darle más representación a la mujer? ¿Se trata de mias. De ahí surgió ese contacto más estrecho, no solamente por
discriminación positiva? impulso o estímulo de la Real Academia Española, sino también de las
Supuesta la excelencia, sí. Es decir, la Academia nunca elegirá por Academias americanas. Hubo un énfasis de voluntad para reforzar
cupos, pero supuesta la excelencia, sí, hay esa voluntad. Es evidente el encuentro y trabajar juntos. Fue entonces cuando creamos el
que la incorporación de la mujer a los distintos estamentos socia- término ‘panhispánico’, que fue creación mía, pero muy consensuado
les es reciente. Se ha producido, en algunos sectores, de manera con todas las Academias, y dijimos: «La cosa es muy sencilla: todas
intensísima. Las mujeres han entrado en la Academia tarde, pero las obras que en adelante se hagan, diccionarios, gramáticas, etc.,
esperemos que entren cada vez más. serán panhispánicas». Es decir, la autoría no será de la Academia
Española sino de la Academia Española y de las demás Academias.
■ Durante su mandato como director de la Academia se ha
mantenido una estrecha relación con América, como ha comen- ■ ¿Qué ventajas tiene el panhispanismo para el idioma?
tado al principio. Pero, ¿cuándo surgió y por qué el concepto Reforzar la unidad del idioma al máximo, y ese es hoy el objetivo
panhispánico de la lengua? primero. Los Estatutos, modificados en el año 1993, dicen: «La Aca-
La Academia, desde su fundación, siempre tuvo académicos naci- demia es una institución con personalidad jurídica propia que tiene
dos en las provincias ultramarinas y que venían a residir en España. como misión principal velar porque los cambios que experimente la
Después, cuando se produjo la independencia de esas provincias lengua española, en su constante adaptación a las necesidades de
y nacieron las repúblicas, la Academia Española tuvo una intuición sus hablantes, no quiebren la esencial unidad que mantiene en
genial, que fue promover el nacimiento, en cada una de estas repúbli- todo el ámbito hispánico». Y al servicio de eso trabajamos.
cas, de una academia correspondiente de la Española, de tal manera
que, cuando hoy alguien es elegido académico de la Academia ■ Entonces, lo que se pretende es una unidad del idioma.
Mexicana, por ejemplo, automáticamente es nombrado ‘correspon- No se pretende, es que la hay, lo que hacemos es reforzarla y estar
diente’ de la Academia Española y, por tanto, participa en nuestros a su servicio.
trabajos, en nuestras deliberaciones y en nuestras resoluciones.
Esto se viene haciendo desde la segunda mitad del siglo XIX. LA NUEVA GRAMÁTICA
La Academia Española experimentó un gran cambio con la dirección
DE LA LENGUA ESPAÑOLA
de Fernando Lázaro Carreter, que le dio un gran impulso. Yo era en- VA A SER UNA
tonces Secretario y muy cercano a la labor de don Fernando. Hizo una
GRAMÁTICA DEL
verdadera reforma, o promovió, alentó y apoyó una reforma, porque la
reforma la hizo la Academia entera. Cuando Fernando Lázaro terminó ESPAÑOL TOTAL,
su mandato y la Academia me eligió a mí, me dijo «A ti te queda por COMO UN GRAN MAPA
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Donde dice... número 15 mayo-agosto 2009
■ ¿No podría pensarse que esa unidad de la lengua, al intentar llegar a una sola variedad, tal vez la
empobrezca?
No, no, en absoluto. Tenemos muy claro que esa unidad es una unidad que vertebra la variedad, es como el tronco
de un árbol que tiene sus ramas. En modo alguno la va a empobrecer. Esa unidad se apoya en un concepto
fundamental que es la norma. No es una norma que nace de España y que sale de España, es una norma policén-
trica, que tiene muchos centros, es decir, es una aglutinación de distintas normas.
■ Recordando un poco a Neruda, cuando decía se lo llevaron todo y nos dejaron todo... Nos dejaron las
palabras, da pie para preguntarle, ¿cree usted que los ciudadanos tienen una visión panhispánica a uno y
otro lado del Atlántico?
Sin duda. Yo, que viajo constantemente por América, tengo dos apreciaciones. La primera es la conciencia de
unidad que tienen todos los hablantes. Se puede recorrer desde el Río Bravo hasta la Patagonia sin ningún pro-
blema para entenderse. El 90 % del léxico utilizado por los hispanohablantes es común, solo el 10 % es variado.
Y segunda, la conciencia de que los hispanohablantes defienden con orgullo esa unidad.
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Donde dice... número 15 mayo-agosto 2009
laentrevista
EN EL MUNDO HISPANOHABLANTE
LA LENGUA ES EL GRAN
FACTOR DE INTEGRACIÓN
■ Aunque se habla de igualdad de las Academias hay algunas mucho ver cómo funcionábamos nosotros en relación con las
que sobresalen más que otras, ya sea por los trabajos que re- Academias americanas, etc., etc. Unos días antes habían estado los
alizan, por los hablantes que representan e incluso por el presu- representantes de la Deutsche Akademie für Sprache und Dichtung,
puesto con el que cuentan. ¿En qué punto se encuentra la Real que también querían saber cómo funcionaba esto para ver la relación
Academia Española? de esa academia central alemana con las academias que hay en las
La Academia Española es la hermana mayor, ejerce la función del autonomías. Ahora está el ministro de Cultura de Portugal, con el
primus inter pares. Nosotros lo hacemos todo en nivel de igualdad, que nos vamos a reunir porque quieren crear una academia de la
pero la Academia Española fue la matriz. Pero esto no nos sitúa por lengua portuguesa. Ya había una academia de ciencias y letras,
encima. El concepto de hermana mayor es muy claro, como el que pero no hay una academia específica de la lengua y quieren crearla.
hay en una familia hacia un hermano mayor, eso es la Academia Es- Y hace cuatro o cinco años recibí una visita del adjunto a la Presiden-
pañola en relación con el resto de las Academias cia de la República Francesa para preguntar cómo habíamos logrado
nosotros esa red de Academias —decía él— de la hispanofonía. Le dije
■ Todas las Academias se rigen por la idea de buscar la unida que nosotros nunca hablamos de la hispanofonía, de la francofonía sí,
del idioma, pero cada una tiene unos estatutos diferentes. ¿Qué pero la hispanofonía, no. Le conté cómo habían nacido las Academias
pasa cuando estos estatutos chocan en algún momento? de América.
No chocan porque hay un estatuto que establece las líneas gene-
rales, las líneas maestras de la conjunción de las Academias: el ■ ¿Cree que es positivo, entonces, que todas las lenguas tengan
Estatuto de la Asociación de Academias de la Lengua Española. una academia?
Absolutamente positivo.
■ ¿Es el español una lengua que permite la integración entre
los hablantes de diferentes nacionalidades o existe algún tipo de ■ Entremos ahora en asuntos más específicos de la lengua y
«descriminación lingüística» según los países de procedencia? hablemos de léxico. Usted siempre ha dicho que la lengua la
No, no la hay. En el mundo hispanohablante la lengua es, precisamen- hacen los hablantes, que la Academia se encarga simplemente
te, el gran factor de integración. En países de América donde hay de marcar la evolución del lenguaje, pero ¿cuál es el camino
lenguas indígenas, a veces una enorme cantidad de lenguas —pienso que tiene que seguir una palabra para convertirse en culta?
en Bolivia, donde acaban de declarar oficiales 34 o 36 lenguas—, Eso depende del nivel de los hablantes. Hay palabras que se utilizan
la única posibilidad que tienen de entenderse entre sí es utilizar la solamente en un nivel culto —poesía, novela...— y hay términos o
lengua española, y de hecho así es. acepciones que no se emplean más que en el ámbito familiar o en
el de los amigos, y por lo tanto son coloquiales. Eso lo marcan los
■ Hace poco le concedieron a veinte Academias americanas el propios hablantes. Nosotros lo único que hacemos es observar: tal
Premio Internacional Elio Antonio de Nebrija, que otorga la palabra, por ejemplo, no la pronunciará nadie en un discurso, por
Universidad de Salamanca. ¿Por qué a las Academias ameri- tanto no es una palabra culta, es una palabra normal. Y hay otras que
canas y no a todas las academias, teniendo en cuenta que todas se dicen cultas porque las utilizan, por ejemplo, Góngora o Lope...
han trabajado por el desarrollo de la labor que se premia? Pero no es una clasificación que hagamos nosotros. Simplemente
Es muy sencillo. Ese premio nació para premiar a hispanistas ex- observamos que eso se dice en tal o cual nivel.
tranjeros, y por tanto no podían premiar a la Academia Española.
Fuimos nosotros los que lo impulsamos. ■ ¿Cuál es el criterio que se maneja si unas veces se admite
un anglicismo y otras se recomienda el empleo de la voz eti-
■ Hemos hablado de las asociaciones, de las Academias, pero mológica?
en cuanto a las lenguas que no tienen un organismo que las Las Academias estudian los extranjerismos en dos grandes bloques:
regule, ¿qué diferencias, tanto positivas como negativas, percibe extranjerismos necesarios y extranjerismos innecesarios. ¿Cuáles
en su desarrollo? son innecesarios? Aquellos que tienen un equivalente directo en
Ese organismo lo tiene el francés, lo tiene el italiano, lo tiene el español: mouse tiene un equivalente directo en español que es ratón.
alemán. Cada día son más las lenguas que quieren tener una En esos casos recomendamos que se utilice el término equivalente.
academia. Hace muy poco tiempo he recibido la visita del Sultanato ¿Qué sucede si el extranjerismo ya está implantado o ha entrado con
de Omán porque quieren fundar una academia árabe y les interesaba fuerza? Pues que no se va a lograr que se respete la recomendación
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de la Academia, pero aun así nosotros lo decimos, porque con el hubo, por ejemplo, un desdoblamiento de ‘señoras y señores’, pero
tiempo esos extranjerismos serán palabras propias. Por ejemplo, ahora ya es ‘ciudadanos y ciudadanas’, ‘empleadas y empleados’,
fútbol. Cuando entró se extendió como anglicismo —yo recuerdo etc. Eso podría llevarnos a algo tan ridículo como decir ‘voy a ir a
todavía anuncios de football—; corner hoy alterna con saque de verte con mis hijas y mis hijos para estar con tus hijas y tus hijos’.
esquina; offside hoy se dice fuera de juego. Es decir, esos extran- La lengua evoluciona, pero no evoluciona por mandato. Suetonio
jerismos van evolucionando, van cambiando. La propia lengua hace cuenta en La vida de los césares que en una ocasión estaba ha-
como el río, que modela los cantos de las piedras. Con el tiempo, la blando el César y utilizó una palabra no latina. Entonces un gramá-
lengua va limando las aristas de los extranjerismos hasta convertirlos tico que estaba allí le dijo «César, esa palabra no es latina, es inco-
en términos propios. Hay miles de palabras que fueron galicismos en rrecta», y un adulador, que siempre están muy cerca del poder, dijo
su día y que hoy no sentimos como tales, ya son palabras propias que «Esa palabra es latina, y si no lo fuera lo sería a partir de hoy porque
nos han llegado a través del francés o del italiano y ahora a través la ha utilizado el César». El gramático respondió y le dijo al César:
del inglés. Un extranjerismo es necesario cuando una palabra no Mentitur Capito; iu enim, Caesar, civitatem dare potes hotninibus,
tiene un equivalente directo en el español. Por ejemplo, la palabra verbo non potes, es decir: Está mintiendo Capitón, porque tú, César,
leasing habría que decirla mediante el circunloquio arrendamiento tienes la capacidad de dar la ciudadanía a las personas, pero no a
financiero. En esos casos se puede utilizar el extranjerismo pero las palabras.
marcándolo gráficamente con una alerta que nos diga que es un
extranjerismo. El pueblo es tan dueño de la lengua y tiene tal conciencia de ello que
ya se le puede decir arre o so, que va a su paso.
■ Hoy en día entran muchos anglicismos relacionados con el
uso de las nuevas tecnologías, especialmente entre los jóvenes. ■ Obviamente, algunas palabras son tan polémicas que se
¿Cómo manejan las Academias este asunto? meten en el plano de la política, pero ¿no cree que más allá de
Naturalmente, estamos muy atentos. Las jergas juveniles son, por polémicas del tipo miembros o miembras la RAE podía eliminar
definición, efímeras, porque los jóvenes se renuevan constantemente de sus páginas definiciones como ‘femenino: débil, endeble’,
y cuando el joven deja de serlo otros ocupan su lugar. Se habla del ‘masculino: enérgico’?
lenguaje de los móviles, pero lo que ocurre es que los mensajes por El Diccionario no solo recoge el significado de una palabra hoy,
móviles admiten un determinado número de matrices y, naturalmente, sino el significado de una palabra en mucho tiempo. Ocurre lo mismo
se abrevia, pero las abreviaturas existieron siempre. La escritura nació que cuando nos piden que quitemos la palabra judiada. En Castilla
plagada de abreviaturas, pero las que se utilizaban en la escritura se dice muy frecuentemente ‘le hizo una judiada’, que es una acción
medieval —e incluso del Siglo de Oro— eran abreviaturas consen- mala, que tendenciosamente se consideraba propia de judíos. Bueno,
suadas convencionalmente. ¿Qué ocurre? Que ese es un campo evidentemente en la sensibilidad de hoy es políticamente incorrecto,
libre que irá cambiando, quién sabe, fijándose tal vez. pero si la quitáramos, ¿cómo leer a Quevedo? Se les ponen marcas.
Lo que ocurre es que la gente a veces no se da cuenta, pero las
■ Hay asuntos que pueden parecer un poco más conflictivos marcas están para saber que esa es una palabra poco usada o
que otros, por ejemplo aquellos que se refieren al sexismo en desusada.
el lenguaje. De un tiempo a esta parte se han levantado
muchas voces en defensa de la escasa, dicen, representación de ■ ¿Hasta qué punto, entonces, está de acuerdo la Academia
la mujer en nuestro idioma. Se ha repetido hasta la saciedad en aceptar palabras en femenino, que históricamente han sido
que el nuestro es un idioma machista. masculinas, para representar a un grupo de mujeres que
Para la edición vigésima segunda del Diccionario, la edición del hacen un trabajo tradicionalmente de hombres?
2001, les pedimos a unas profesoras que forman parte de un grupo Ahora solemos decir persona. De la vigésima segunda edición a la
de especialistas en esto, que eran feministas confesas, que hicieran vigésima tercera basta con consultar el Diccionario en la página de
una revisión. Y, naturalmente, eliminamos todo lo que nos indicaron. internet para ver los términos que están cambiando. Desde que se
Ahora bien, otra cosa era que ellas querían que diésemos un paso publicó en el 2001 llevamos más de cuarenta mil enmiendas o adi-
más y que nos convirtiéramos en «feministas militantes» y, por tanto, ciones aprobadas. Y con eso tenemos un cuidado exquisito. Será
si hay que decir cruel, el ejemplo tiene que decir ‘ese hombre cruel’. muy difícil que en la próxima edición se nos escape algo de ese
Convertirnos en feministas militantes, no; Eso es lo que ahora está tipo. Pero tampoco vamos a convertirnos en militantes, porque no
ocurriendo con el desdoblamiento de ciertos términos. Siempre nos lo perdonaría el pueblo.
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laentrevista
■ Otra cuestión que puede generar dudas se debe a las posibles diferencias de criterio que se producen
entre lo recogido en las diversas publicaciones de la Academia.
Hemos creado una comisión especial que en estos momentos, con motivo de la publicación de la nueva Gramáti-
ca, va a acordar todo lo que tiene que ver con este asunto. Como son cosas que se elaboran con una cierta indepen-
dencia, a veces se producen discordancias. Por ello vamos a tener una comisión que estudie todos esos casos.
Son pocos, pero estamos resolviéndolos.
■ Aparte de su labor como director de la Real Academia Española es usted presidente de la Fundación del
Español Urgente. ¿Cómo se tiene en cuenta en la Academia el trabajo que hace la Fundéu, es decir, cuál
es la visión que se tiene de esta entidad en la Academia y entre los académicos?
El Servicio de Español Urgente, en esta etapa nueva de Fundéu, ha reforzado —si se puede decir así— una cosa
que ya venía haciendo, que era adoptar el criterio de norma señalada por la Academia. Ahora más, incluso, porque
siguen estando los académicos y es el director de la Academia el que está al frente de la Fundéu.
■ Como presidente de la Fundación del Español Urgente, ¿cuáles cree que deben ser los retos más impor-
tantes de esta institución ante el contexto actual de globalización léxica?
Presta un servicio que solamente una entidad análoga a la Fundéu puede desarrollar, porque disponer de esa red
inmensa de comunicación, con esa simultaneidad a los hechos que se producen, es muy difícil, y la Academia no
puede tener esa rapidez de adopción. El hecho de la capacidad de comunicación en un tiempo casi real con el
sucederse de los acontecimientos es muy importante. Supongamos que hace falta utilizar el gentilicio de una etnia
africana donde acaba de haber una gran matanza. Hay que fijarlo, ¿verdad? Pues bien, el hecho es que la Fundéu
lo puede hacer con rapidez. Es decir, hay que destacar la gran difusión que está teniendo y que está dando a lo
que son la fijación de las normas por la Academia. Nosotros fijamos las normas, tratamos de difundir esa fijación
de normas en nuestros códigos con nuestra presencia en internet, pero, claro, la capacidad de difusión que tiene
la Fundéu es mucho mayor.
■ La Fundéu tiene una réplica ya en México y pretende crear otras en Argentina, Chile o Colombia. ¿En qué
medida justifica la visión panhispánica?
De la misma manera que la Academia Española tiene presencia en la Fundéu española, la Mexicana la tiene en la
de México. Eso quiere decir que la cercanía a los medios mexicanos de comunicación tendrá ese refuerzo referido,
sobre todo, a los mexicanismos específicos, bien de tipo léxico, bien de tipo gramatical o sintáctico, de construcción,
etc., no ortográfico, porque la ortografía sigue siendo la misma.
■ Hablaba usted de los medios de comunicación. ¿Qué papel juegan en todo esto?
Los medios de comunicación son el gran instrumento, para bien o para mal —yo creo que en gran parte para bien—, de
lo que es la difusión de la norma correcta.
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■ Por último nos gustaría preguntarle sobre algunas curiosidades. quisieron llamarse Real Academia Española de la Historia. Natural-
Por ejemplo, los estatutos de la Academia dice que son 46 los mente, se le dijo que no podía ser porque la Real Academia Española,
sillones, de los cuales 24 son letras mayúsculas y 22 minúsculas. como la Academia Francesa, es una.
Sin embargo, no todas las letras están representadas. ¿A qué
se debe? ■ ¿Añadiría usted algo al lema, de casi trescientos años,
Muy sencillo. La Academia nació con 24 sillas, 24 personas, y des- ‘limpia, fija y da esplendor’?
pués fueron aumentándose. A medida que aumentaba el número de Dámaso Alonso, en el discurso del año 56, durante el segundo
personas fueron aumentando las mayúsculas y cuando terminaron Congreso de la Asociación de Academias, hablando de que el gran
las mayúsculas pasaron a las minúsculas. O sea, no son las letras las objetivo del servicio a la unidad española era la unidad de la lengua,
que tiran. Hoy son 46 plazas y la Academia no considera de momen- decía que se debería buscar a alguien que cambiara el emblema y
to que tenga que aumentarse para completar las letras mayúsculas poner alguno que se refiriera a la unidad del idioma. Bueno, no lo
y minúsculas del alfabeto. Pero todas las plazas son absolutamen- hemos hecho, aunque hemos puesto en los estatutos que el obje-
te iguales. tivo primordial, la misión primordial es servir a la unidad. Sigue el
emblema de ‘limpia, fija y da esplendor’, pero, evidentemente, hoy
■ ¿Por qué, a diferencia de las demás Academias, la Española el gran lema es la unidad.
no añade de la Lengua al nombre?
Porque nosotros somos la Real Academia Española y así se deno-
minó desde el principio. Así la llamó el rey Felipe V cuando se creó
y, por lo tanto, es denominación única. Tan es así que al poco tiempo
de crearse esta Academia surgió una Academia de la Historia y
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monográfico
la Academia
Colombiana de la Lengua
Jaime Bernal Leongómez. Secretario ejecutivo de la Academia Colombiana de la Lengua
■ La Academia Colombiana de la Lengua fue creada en 1871, lo que la convierte en la primera de las fundadas
en el Nuevo Mundo. Es una corporación autónoma cuyo principal objetivo es el de trabajar con la mayor asiduidad
en la «defensa y cultivo del idioma común y velar porque su natural crecimiento no menoscabe su unidad».
Esos renglones entrecomillados definen muy bien el pensamiento de los gestores y primeros miembros de la
Academia Colombiana de la Lengua: don José María Vergara y Vergara, don Miguel Antonio Caro y don José
Manuel Marroquín.
En esa primera reunión se acordó que la Corporación estuviera conformada por doce individuos, en recuerdo de
las doce primeras chozas erigidas por los conquistadores españoles, y que se llevara a cabo una junta solemne y
pública cada 6 de agosto por ser el aniversario de la fundación de Santafé de Bogotá. En dicha reunión se nombraron
otros miembros de la nueva Corporación, dentro de los cuales descuella don Rufino José Cuervo, el genial filólogo
que acometió una de las mayores obras sui géneris en el mundo: El diccionario de Construcción y Régimen de
la Lengua Castellana, y a pesar de haber editado solamente los dos primeros tomos (A – B) (C – D), el Instituto
Caro y Cuervo, de Bogotá, pudo concluirlo en el año 1995 de la pasada centuria. Otros académicos connotados
del siglo XIX fueron Rafael Pombo, José Caicedo Rojas, José Joaquín Ortiz y Diego Fallon. En la actualidad hay 28
académicos de número —las sillas de cada una de las letras del español— y 50 correspondientes de Bogotá y de
otros departamentos colombianos.
La Academia Colombiana de la Lengua ocupa un bello edificio en el centro de la ciudad de Bogotá. Tiene
un paraninfo para 375 personas con un mural llamado La apoteosis de la lengua castellana, pintado por el maes-
tro colombiano Luis Alberto Acuña.
La Academia Colombiana de la Lengua tiene un director, don Jaime Posada, y una Mesa Directiva conformada por
el subdirector, el tesorero, el bibliotecario y el censor. Un secretario ejecutivo lleva «el día a día» de las reuniones
y demás tareas que demanden los miembros de la Mesa Directiva.
En la actualidad la Academia labora con tres comisiones: la de Lingüística, compuesta por veinte individuos; la de
Literatura y la de Vocabulario Técnico, con siete miembros. Cada una de las comisiones tiene proyectos concretos
sobre los cuales se viene trabajando. La Comisión de Lingüística llevó a cabo una nueva edición del Diccionario
de Colombianismos y empieza a trabajar sobre el tema El lenguaje en Colombia, dividido en dos volúmenes: el
primero de ellos mostrará la Realidad lingüística en Colombia y el segundo, la Historia de la Filología y la Lingüística
en Colombia. La Comisión de Literatura está recién conformada por nuevos miembros y la de Vocabulario Técnico
viene trabajando, de tiempo atrás, en los lexicones de las nuevas tecnologías.
La Academia Colombiana es la entidad consultora del Gobierno Nacional y absuelve consultas todos los días en
los asuntos relacionados con el buen uso de la lengua materna.
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monográfico
la Academia
Venezolana de la Lengua
Alexis Márquez Rodríguez. Presidente de la Academia Venezolana de la Lengua
■ La Academia Venezolana de la Lengua es la más antigua de las academias nacionales de Venezuela. Su fundación
fue acordada por la Real Academia Española en enero de 1883, como uno de los actos conmemorativos del
centenario del Libertador, Simón Bolívar (1783-1830). El 10 de abril del mismo año el presidente de la República,
Antonio Guzmán Blanco, conocido por el cognomento de «déspota ilustrado», dados sus procedimientos autocráticos,
dictó el decreto de fundación.
Sin embargo, hay un antecedente, representado por la Academia de Ciencias Sociales y Bellas Letras, fundada
en Caracas en 1869 por iniciativa privada. Pero esta academia no logró vivir más allá de un año.
Posteriormente, en 1951, una resolución de la Academia elevó sus dieciséis miembros a veinticuatro. Actualmente,
en virtud de la reforma estatutaria del 2005, son veintinueve los individuos de número, para hacer coincidir sus sillones
con las letras del alfabeto. La mayoría de los grandes escritores venezolanos, lingüistas y, en general, gente de
letras han sido individuos de número de la institución: Arturo Úslar Pietri, Mariano Picón Salas, Vicente Gerbasi,
Miguel Otero Silva, Juan Liscano, José Ramón Medina, Luis Beltrán Guerrero, Tomás Polanco Alcántara, Pedro
Grases, Alberto Arvelo Torrealba, Lucila Palacios, Ismael Puerta Flores, Edgar Sanabria, Pascual Venegas Filardo, por
no citar sino algunos de los más cercanos a nuestro tiempo. La Academia tiene también miembros correspondientes
nacionales y extranjeros.
Al mismo tiempo, en la Real Academia se ha producido un cambio de política, sustituyéndose la antigua relación
de hegemonía por una de fraterna colaboración entre ambas instituciones. El concepto de panhispanidad que ha
regido las últimas actuaciones de la RAE junto con las Academias nacionales ha dado excelentes frutos, para bien
de todos y, por supuesto, del idioma que nos es patrimonio cultural común.
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En los últimos cinco o seis años, en la Academia Venezolana de la ajenos a ella, ocupada en reflexiones que, si pudieran tener algún
Lengua se ha dado un importante cambio, en concordancia con la interés científico, eran desconocidas y extrañas a la gente común y
nueva política adoptada por la RAE. Quienes hemos estado al corriente, dándose la paradoja de que los académicos allí reunidos
frente de la corporación en ese período nos propusimos revalorizar pretendían estudiar el lenguaje, pero sin conocer suficientemente al
la institución, que se hallaba en un estado de verdadera postración. pueblo que hace y emplea cotidianamente ese lenguaje.
Un paso esencial en ese sentido ha sido llevar a la Academia gente
nueva, joven, emprendedora. Un dato es revelador. Entre los siete El plan «La Academia sale del claustro» nos ha llevado a celebrar
miembros de la nueva Junta Directiva, elegida recientemente, solo sesiones fuera de su recinto, con la entusiasta participación de
dos somos veteranos. De los cinco restantes ninguno llega a los personas ajenas a ella. Igualmente se realizan frecuentemente
cincuenta años de edad. actividades en la sede académica, pero abiertas a todo el público,
incluso con participación de este. Ello ha traído una consecuencia
De conformidad con su Estatuto, «La Academia Venezolana de la muy importante: la gente común ha cambiado su concepto de la
Lengua tiene por finalidad velar por el mantenimiento de la integridad Academia como una especie de conciliábulo de ancianos ociosos,
y corrección de la lengua española, por la calidad y eficacia de su vestidos de negro, por el de un organismo dinámico y moderno,
enseñanza, procurando que su natural evolución no altere su genio donde se discuten y consideran temas de interés general. Hoy es
ni menoscabe su unidad fundamental» (Art. 1). Esta finalidad es notorio que nuestra Academia se ha prestigiado, y hay un gran
ampliada en el artículo 2, que dice: «La Academia colaborará con la interés ante ella y ante sus realizaciones, incluyendo mucha gente
Real Academia Española y con las demás Academias Correspon- joven, que se acercan en busca de ayuda para su formación intelec-
dientes en cuanto se refiera al conocimiento y enseñanza del tual, con la confianza de que serán atendidos.
idioma y preparación y revisión de la gramática y los diccionarios, y
velará por la oportuna y apropiada incorporación de los venezola- Entre las más recientes realizaciones de nuestra Academia se
nismos que constituyen parte importante de nuestro acervo lingüís- cuentan dos de enorme importancia. Una es la inauguración de una
tico, procurando, además, que nuestras peculiaridades idiomáticas nueva biblioteca para servicio de los académicos y del público en
tengan la mayor difusión posible, para que sean conocidas del general. Durante muchos años lo que se llamaba pomposamente
resto de los usuarios de la lengua común». biblioteca no pasó de ser un amontonamiento de libros, muchos de
ellos sumamente valiosos, sin clasificación ni fichaje, o con un fichaje
Aun el artículo 3 agrega importantes disposiciones al enunciado de anacrónico, que no prestaba de hecho ningún servicio. Durante el
aquellos fines: «Para el cumplimiento de lo dispuesto en el artículo último año nos propusimos rescatar aquel maravilloso acervo de
anterior, la Academia fomentará los estudios gramaticales y lingüís- cultura, y hoy se cuenta con una biblioteca de verdad, de cerca de
ticos, y procederá con especial dedicación al acopio y conocimiento diez mil volúmenes, con personal especializado y en condiciones
de los venezolanismos característicos de las distintas regiones del de prestar un buen servicio a los usuarios.
país. Igualmente colaborará en la orientación de los programas y de
los métodos de enseñanza de la lengua en los diversos niveles del La otra realización es la creación del Instituto de Investigaciones
sistema educativo venezolano». Lingüísticas y Literarias, que está a punto de entrar en funciones.
Se trata de un organismo dentro de la Academia, pero con la direc-
El cumplimiento de tales fines y propósitos se ha venido haciendo, ción autónoma que un centro de ese tipo requiere. El propósito es
como ya se dijo, en estrecha cooperación con la Real Academia, y con canalizar los esfuerzos investigativos hacia el mejor conocimiento de
las demás a través principalmente de la Asociación de Academias. los rasgos lingüísticos de nuestra cultura y llevar a cabo estudios
Es así como hemos participado en tres de los cuatro congresos de fundamentales sobre la literatura venezolana.
la lengua realizados hasta el presente (Zacatecas, Valladolid y
Medellín), y hemos dado nuestros aportes en la elaboración del En fin, son muchos los planes de nuestra Academia en pos del
diccionario general, del Diccionario panhispánico de dudas, del cumplimiento de los altos fines que tiene asignados. Las condiciones
futuro diccionario de americanismos, de la nueva gramática y de las materiales para el cumplimiento de esos fines no son las mejores.
futuras normas de ortografía. Como toda entidad cultural, la Academia vive y actúa en medio de
fuertes restricciones económicas. Sin embargo, el entusiasmo de
Particular interés ha tenido nuestro empeño en lo que hemos llamado los académicos suple en alguna medida esas carencias y garantiza
‘sacar la Academia del claustro’. Durante decenios, nuestra Academia una actividad lo más constante y fructífera posible.
permaneció demasiado encerrada en sí misma, sin contacto con los
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Asi nació la Academia Norteamericana
de la Lengua Española
Gerardo Piña-Rosales. Director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española
LO QUE AL PRINCIPIO
MUCHOS
CONSIDERARON UNA
EMPRESA
DESCABELLADA SE
CONVIRTIÓ,
GRACIAS A LOS PIONEROS,
EN UNA INSTITUCIÓN
REAL Y PUJANTE
Visionarios debieron de haber sido, qué duda cabe, aquella media docena de quijotes que,
contra todo reservado pronóstico, emprendieron, a principios de los años setenta, la
arriesgada aventura de fundar una academia de la lengua española en los Estados Unidos,
una academia que, ya desde sus albores, y sin haber recibido aún carta de naturaleza,
aspirara a representar, nada más y nada menos, que a todos los hispanohablantes del
ancho y no tan ajeno país.
Estamos en octubre de 1973. Ese mismo año, la ANLE, hija de la ilusión y el coraje de un
académico de la RAE, Tomás Navarro Tomás, exiliado en Nueva York tras nuestra guerra
incivil, había iniciado su singular singladura. Componíase su tripulación del poeta y marino
mercante onubense Odón Betanzos, del poeta y banquero puertorriqueño (de San Sebastián)
Juan Avilés, del médico español (burgalés de pro) Jaime Santamaría, del lexicógrafo chile-
no Carlos McHale y del filósofo ecuatoriano Gumersindo Yepes. Pero en estos momentos no
se enfrentan al proceloso mar, sino que charlan cómodamente sentados, en el apartamento
de Betanzos, en Harlem, ante una mesita donde alguna mano piadosa ha dispuesto una
botella de Anís del Mono y otra de Ron Negrita.
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VISIONARIOS, QUIJOTES, NO OTRA COSA FUERON
AQUELLOS HOMBRES QUE NOS PRECEDIERON EN LA DEFENSA Y DIFUSIÓN DE LA
LENGUA ESPAÑOLA EN LOS ESTADOS UNIDOS
Como había sucedido en los primeros tiempos de la historia de la Pasó el tiempo y la ANLE, pese a los ilusionados proyectos empren-
Real Academia Española, aquella casa será una más de entre las didos por aquellos académicos sin sede ni sillón, continuaba un tanto
muchas que habrían de convertirse, por mor de la imperiosa necesi- desamparada y un mucho ninguneada. Pero pronto, en 1980 para
dad, en improvisadas sedes de la ANLE. Capturados, inmovilizados, ser exactos, se iba a celebrar en Lima el Congreso de la Lengua,
inmortalizados (es un decir) por el implacable objetivo de una auspiciado por la Asociación de Academias y la Real Academia. La
cámara anónima, los contertulios nos miran con socarrona sonrisa directiva de la ANLE, es decir, esos mismos caballeros que acabamos
desde la densa humareda de cigarros y cigarrillos. ¡Cuánto media de ver reunidos en la modesta sala de estar del pisito de los Betan-
entre ellos, desenfadados y próximos, y los personajes del famoso zos, aguardaban impacientes que les llegara el momento. El momento
Pombo solanesco, hieráticos y fúnebres! ¿Quién enarbola la cámara? de la verdad. Así me lo contaría, punto por punto, poco tiempo des-
Es improbable que sean Eugenio Chang-Rodríguez o Theodore pués, en la cafetería del Centro de Graduados de la City University
Beardsley, pues ambos andan en Albany intentando convencer al of New York, el mismísimo Betanzos, quien a la sazón acababa sus
burrócrata de turno, anglófilo a la violeta, de que el nombre más estudios doctorales y yo empezaba los míos. «Si no llega a ser por
apropiado con el que bautizar a la recién creada academia es el de Dámaso Alonso —me decía Betanzos—, nos hubiéramos quedado
Academia Estadounidense de la Lengua Española, y no con el de fuera». «¿Dámaso Alonso, el iluminador de las gongorinas Soledades,
Academia Norteamericana, como parecen prescribir las leyes y el gran poeta de Hijos de la ira?», le preguntaba yo, barruntando
ordenanzas del país, siempre dispuestas a mantener impoluto el desde ya que si un hombre del prestigio y la honradez intelectual
sacrosanto nombre de la patria. Infructuosos fueron los intentos y las de Dámaso Alonso ponía la carne en el asador para que la ANLE
protestas de aquellos bienintencionados académicos: quisiéranlo fuese admitida como una más entre las demás Academias de la
o no, y por razones aún no esclarecidas del todo, la ANLE habría Lengua, la cosa debía de tener pero que muchos bemoles. La ple-
de llamarse como se llama. Hasta hoy. naria limeña fue un sunami de invectivas contra la incorporación de
la ANLE a la Asociación: «¡Pero es que una academia de la lengua
Continúan charlando (mientras quien esto escribe, recién emigrado española en un país donde todo el mundo habla inglés es una ridi-
de la achabacanada España franquista, ajeno aún a academias y culez!», aducía un señor académico. «Si seguimos así va a haber
académicos, recorre asombrado Times Square y aledaños, pregun- academias de la lengua española hasta en la Guinea Ecuatorial», se
tándose un tanto mosqueado cómo era posible que en una ciudad lamentaba otro. «Y cómo se les ha ocurrido permitir que un americano,
que se enorgullecía de aquellos soberbios rascacielos no hubiera un yanki, por muy bien que hable y escriba la lengua de Cervantes,
un cafetería para tomarse un cortaíto como Dios manda). Avilés ocupe un sillón en la academia! ¡Hasta ahí podíamos llegar!», des-
guarda celosamente en el bolsillo de su chaqueta, no ya cheques potricaba el de más allá. Mientras tanto, Betanzos y Chang-Rodríguez,
o informes bancarios (pues al fin y al cabo, era el tesorero de la con el corazón en un puño, esperaban el resultado de la votación.
ANLE), sino sus últimas décimas y sonetos; Yepes, el eficiente Como se suele decir: lo que sigue es historia.
secretario, semiasfixiado por los tentáculos de su endémica alergia,
agravada ahora por el incesante jumeque de los otros, esboza una Comencé hablando de visionarios, de quijotes, porque no otra cosa
melancólica sonrisa; McHale («el hombre más bueno que he conoci- fueron aquellos hombres que nos precedieron en la defensa y difu-
do en mi vida», como solía afirmar Betanzos), piensa que la aventura sión de la lengua española en USA. En efecto, eran visionarios en
de difundir el español en aquellos predios del Tío Sam, que tanto pos de una utopía, locos irredentos de una extraña locura, hija de una
entusiasma a sus colegas, a él, ochentón y medio ciego, le ha llega- imaginación calenturienta, desbordante, devoradora de sí misma,
do un poco tarde; Santamaría, todo él un manojo de nervios, se ríe pero, a su vez, entrañable, fecunda y nobilísima. Hoy, tras treinta
a mandíbula batiente: solo le falta lanzar el grito de «¡Santiago y cierra años de afanes, de logros y derrotas, retomamos la antorcha que
España!» y arrojarse escaleras abajo, diccionario en mano, dispuesto aquellos hombres encendieron un día ya lejano, a sabiendas de
a enderezar, desde el Hudson al East River, desde aquella calle que nos será difícil, muy difícil, aunque no imposible, continuar la
116 hasta el Battery Park, los desalmados entuertos idiomáticos labor que ellos iniciaron. Ha llegado la hora de que contemos, pues
que encontrara, y que ya veía hasta en la sopa. ya nos cansa que nos cuenten tanto.
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recomendaciones
recomendaciones que
hace la fundéu
UNO DE LOS OBJETIVOS DE LA FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL
URGENTE ES EL ANÁLISIS DIARIO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN. RESULTADO DE
ESTE EXAMEN, CENTRADO EXCLUSIVAMENTE EN LOS ASPECTOS LINGÜÍSTICOS, SON
LAS RECOMENDACIONES QUE, ENTENDIDAS COMO ADVERTENCIAS ENCAMINADAS A
PROPORCIONAR CRITERIOS DE UNIFORMIDAD IDIOMÁTICA, SE DIFUNDEN MEDIANTE LOS
SERVICIOS DE LA AGENCIA EFE. LAS RECOMENDACIONES QUE SIGUEN SON ALGUNAS DE
LAS QUE SE PUEDEN ENCONTRAR EN LA PÁGINA WEB DE LA FUNDÉU: WWW.FUNDEU.ES
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new deal, cómo usarlo
La expresión new deal vuelve a aparecer en los medios natural es másteres y no masters, que es su plural en
de comunicación con motivo del encuentro entre Barack inglés. Visto lo anterior, la Fundéu BBVA advierte del
Obama y Gordon Brown para afrontar la actual crisis error que se comete al usar ese plural ajeno al español,
económica. El conjunto de medidas económicas que el como sucede también con otras formas como póster
presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt (pósteres) o dosier (dosieres). Además, la Fundéu BBVA
puso en marcha entre 1933 y 1937 para intentar paliar la recuerda que en la mayoría de los países hispanohablan-
crisis de 1929 se conoció con este nombre, new deal. tes no se utiliza el término máster sino que en su lugar se
Ahora estaríamos hablando de un nuevo new deal. Aunque emplea la voz española maestría.
el término inglés está muy extendido, algunas posibles tra-
ducciones son: nuevo pacto global, nuevo pacto mundial
o acuerdo para un nuevo pacto. La Fundéu BBVA reco- tropa no es contable
mienda que siempre que sea posible se empleen los tér- La Fundación del Español Urgente explica que en español
minos españoles que faciliten la comprensión de la no- no pueden contarse las tropas, sino los soldados, pues
ticia. Cuando se emplee el término inglés se escribirá en- la palabra tropa no es un sustantivo contable. Tropa, en
trecomillado o en cursiva. singular, se refiere a los miembros del ejército que no son
mandos con rango de oficial, y comprende a los sargentos,
cabos y soldados. Y en plural, tropas, puede utilizarse para
másteres y no masters mencionar las de diferentes secciones del Ejército o a las
El plural de máster es másteres y no masters. Ocurre con de distintos países: «Desfilaron las tropas del Ejército del
cierta frecuencia que los hispanohablantes, al percibir Aire y de la Legión»; «Se produjeron escaramuzas entre
una palabra como extranjera, forman su plural siguiendo las tropas de Colombia y Venezuela». No son correctas
el de la lengua originaria, y eso es lo que ocurre con frases como: «Fidel sacó a 3.000 topas de Haití»; «Llega-
máster, tomada del inglés master y adaptada a la orto- ron 23.000 tropas de marines enviadas por los EE. UU.».
grafía española poniéndole una tilde en donde corres- En esos casos debieron usarse las palabras soldados o
ponde según las normas de acentuación de nuestra infantes de marina, respectivamente. Así, pues, no se
lengua. Y si esa palabra se escribe con tilde y en letra puede hablar de las tropas como si se tratara de los in-
redonda (sin comillas ni cursiva) debe tratarse como dividuos que las componen.
cualquier otra palabra española, por lo que su plural
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recomendaciones
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huso horario, no uso horario
para aquel o aquellos que perciben esa cantidad. Se usa La Fundéu BBVA recuerda que huso horario aparece en
preferentemente cuando las ganancias se obtienen en el el diccionario con el significado de 'cada una de las partes
juego o en algún negocio. Se empleará embolsar en en que queda dividida la superficie terrestre por 24 me-
frases como «La empresa embolsará una buena suma si ridianos igualmente espaciados en las que suele regir
el plan se lleva adelante» o «Embolsan una buena cantidad convencionalmente un mismo horario' y advierte sobre un
todos los meses», pero recurriremos al pronominal embol- error ortográfico habitual en los medios de comunicación:
sarse en casos como «Lo vendió en el mercado negro y se escribir uso horario en lugar de huso horario. La confusión
embolsó una buena suma» o «Se embolsó 10.000 euros se debe a que quienes no saben bien de qué se trata
en una partida de cartas». La Fundéu BBVA advierte sobre creen que esa palabra viene del verbo usar, y por eso es-
la diferencia que aparece al usar la forma embolsarse, criben uso horario cuando en realidad ese término viene
que indica que las ganancias se han conseguido de una del latín fusus. Así, no resulta difícil encontrar en los
forma fácil y con poco esfuerzo. medios ejemplos como «El Ministerio mantuvo su exigencia
de que los canales respeten los distintos usos horarios
de Brasil», cuando lo correcto hubiera sido escribir «El
capilla ardiente: ni se celebra ni tiene lugar Ministerio mantuvo su exigencia de que los canales res-
La Fundación del Español Urgente recuerda que resulta peten los distintos husos horarios de Brasil».
inapropiado decir que una capilla ardiente se celebra o
tiene lugar. Cuando hablamos de capilla ardiente nos re-
ferimos a una 'cámara donde se vela un cadáver o se le malentendidos, no malos entendidos
tributan honras'. Otras definiciones que ofrece el Diccio- ni malosentendidos
nario académico son 'la [capilla] de la iglesia en que se Malentendido es un sustantivo que significa 'mala inter-
levanta el túmulo y se celebran honras solemnes por algún pretación, o equivocación en el entendimiento de algo', y
difunto' y 'oratorio fúnebre provisional donde se celebran su plural es malentendidos. Se trata de una palabra
las primeras exequias por una persona, en la misma casa compuesta cuyo primer elemento es el adverbio mal, y
en que ha fallecido'. Como puede verse, en los tres casos como los adverbios no tienen plural, resulta impropio
se habla de un lugar, no de un acto. Y dado que los luga- usar malosentendidos o malos entendidos como plural
res no pueden celebrarse ni tener lugar, resultan impropias de malentendido (tampoco el plural de malhablado es
frases como «mañana se celebrará la capilla ardiente de las maloshablados o malos hablados, sino malhablados; ni
víctimas del siniestro» o «la capilla ardiente del consejero el de malhechor es maloshechores o malos hechores, sino
fallecido tendrá lugar en el tanatorio de la localidad». Las malhechores). La Fundéu BBVA recomienda, por ello,
capillas ardientes pueden instalarse, disponerse, abrir- evitar el uso de malosentendidos y malos entendidos
se..., pero no son actos que se puedan celebrar ni acon- como supuestos plurales de malentendido y emplear
tecimientos que puedan tener lugar. únicamente malentendidos.
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recomendaciones
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delafundéu
Noticias
Foto de familia del acto de presentación del manifiesto en defensa del buen uso del español en la publicidad
MANIFIESTO EN PRO DEL BUEN USO DEL IDIOMA. Los responsables uso de la lengua española. El manifiesto, que ha sido firmado por
de la industria publicitaria, en un manifiesto promovido por la veintisiete entidades vinculadas a la industria publicitaria, destaca la
Fundación del Español Urgente, se han comprometido a fomentar necesidad de que el uso correcto de nuestro idioma sea un referente
el uso correcto del español en el ejercicio de su actividad profesional. para la comunidad hispanohablante y que su defensa por parte de los
La lectura del manifiesto tuvo lugar el pasado 17 de marzo en el publicistas sirva de ejemplo para quienes nos expresamos en español.
transcurso de un acto el que intervinieron José Ignacio Goirigolzarri,
consejero delegado del BBVA; Víctor García de la Concha, presiden- UN AÑO DE WIKILENGUA. El pasado 11 de marzo se celebró el primer
te de la Fundéu BBVA y director de la Real Academia Española (RAE), año de funcionamiento de la Wikilengua. El acto tuvo lugar en la sede
y Ángel del Pino, presidente de la Federación Nacional de Empresas de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad
de Publicidad. de la Información y contó con la participación del secretario de Estado
Goirigolzarri destacó la importancia de la lengua española por su Francisco Ros, Víctor García de la Concha y Álex Grijelmo. García de
valor cultural y económico y resaltó el hecho de que un sector la Concha destacó que la Wikilengua es una enciclopedia abierta
como el publicitario, que en el 2008 facturó en nuestro país casi que en tan solo un año se ha convertido en una fuente importante
15.000 millones de euros, se comprometa a defender el buen uso de documentación viva por las reflexiones que contiene sobre los
de nuestro idioma. usos de la lengua. Por su parte, Francisco Ros, cuya Secretaría de
En su intervención, Víctor García de la Concha subrayó la necesidad Estado ha renovado el patrocinio que prestaba a la Wikilengua, dijo
de anunciar calidad en un español de calidad. Para el director de la que la comunidad hispanoblante es ya la tercera en Internet, con
RAE, el uso de extranjerismos es uno de los signos más llamativos de más de 122 millones de usuarios. Álex Grijelmo, vicepresidente de
la publicidad española, que busca la desviación del lenguaje ordinario la Fundéu BBVA y presidente de la Agencia Efe, señaló que en la
para llamar la atención, con peligro de apartarse de la norma con Wikilengua, que se ha convertido en la «ciberplaza mayor» del
construcciones incorrectas, ortografías heterodoxas o expresiones idioma, pueden encontrarse respuesta que no siempre figuran en
banales. García de la Concha destacó que el español es un patri- las obras académicas, por lo que es una herramienta didáctica
monio formidable y que a todos nos atañe la responsabilidad de de vanguardia.
mantenerlo y enriquecerlo. Javier Bezos, coordinador de la Wikilengua, hizo una demostración
Ángel del Pino leyó el documento en el que las empresas e institu- práctica del uso de este instrumento lingüístico que se consolida
ciones del sector hacen pública su apuesta decidida por el buen como un elemento pedagógico de gran proyección.
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Donde dice... número 15 mayo-agosto 2009
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biblioteca
1. Apuntes de lenguaje 2. Manual de diseño 3. 1300 neologismos
Los artículos que contie- editorial en la prensa argentina
ne este libro son el resul- Este libro, construido La obra es un pequeño
tado de la selección de sobre los cimientos del diccionario que recoge
los publicados en los Manual de diseño edito- 2 una muestra de palabras
dos tomos titulados rial publicado hace ocho de creación reciente
Apuntes de lenguaje años, explora aspectos aparecidas en diarios
(Críticas generales léxi- que nunca antes habían argentinos entre los
cas y sido tocados en una años 2003 y 2005.
gramaticales), editados misma obra. En sus Esta selección cubre
en el 2002 por la familia investigaciones, el autor solo una parte de los
del autor. va más allá del campo neologismos de la
Aquí se presenta solo del diseño y se encamina época, pero constituye
la mitad de aquella hacia otras materias un panorama de los
recopilación de artículos como la psicología, la temas, las disciplinas, la
publicados por Elías E. oftalmología, la optome- producción cultural y las
Muvdi en los diarios tría o la paleografía. formas de entreteni-
colombianos El Tiempo Toda la obra está miento que han tenido
(de Bogotá) y El Heraldo salpicada de referencias una presencia más
(de Barranquilla) desde históricas, ilustraciones, marcada en la realidad
1976 hasta 1998. citas de autores funda- social argentina, tal
ELÍAS E. MUVDI mentales, anécdotas y como esta aparece
Colección del Español Urgente
Agencia Española de
comentarios, críticas y representada por medio
Cooperación Internacional para el toques de humor. Es el del lenguaje en la
Desarrollo y Fundéu BBVA
Madrid (España), 2008 libro más completo y sóli- prensa escrita.
do en su tipo. ANDREÍNA ADELSTEIN,
INÉS KUGUEL y
JORGE DE BUEN UNNA
GABRIELA RESNIK
Ediciones Trea
Universidad Nacional de
Gijón (España), 2008
General Sarmiento
Los Polvorines-Buenos Aires
(Argentina), 2008
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Luego que se començáron à tenér las Juntas para tratár del régimen ,
y govierno de la Académia , se nombró de común acuerdo , al
Excelentísimo señór Marqués de Villéna , para exercér el empléo de Di-
rectór , y para el de Secretário à Don Vincencio Squarçafígo Centurión y
Arrióla : é immediatamente se resolvió dár Memoriál al Rey nuestro
Señór , pidiéndole , que en consecuéncia del beneplácito verbál que avía
dado para la formación de este cuerpo, se sirviesse aprobárle , y honrár-
le, admitiéndole debaxo de su Real protección.