Trabajo de Hidrologia Investigacion

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FACULTAD DE INGENIERÍA

ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA CIVIL

Curso: Hidrología

Titulo del Trabajo de Investigación


Calibración del Número N de la Curva de Escurrimiento en una
Cuenca Agropecuaria de 166 km2 de la Provincia de Buenos Aires,
Argentina

Alumnos

Chunga Ramírez Wilmer Paul


Noe Cisneros Alan Jesús Jeancarlos
Risco Granda Juan Carlos
Villegas Tinoco Freddy

Docente:

Dr. Héctor Hilario Yauri Quispe

Piura – Perú

2021
ÍNDICE
RESUMEN
ABSTRACT
I. INTRODUCCIÓN
II. MÉTODO.
III. RESULTADOS
IV. DISCUCIÓN
V. RECOMENDACIONES

REFERENCIAS
RESUMEN

En el área de las sierras bonaerenses argentinas, el aumento de las


precipitaciones y de la superficie destinada a agricultura ha contribuido a la
generación de excesos de escurrimiento de gran impacto en la región y a la
erosión hídrica de las tierras. La relación lluvia–escurrimiento en esta región
permitirá estimar los efectos de las crecidas. Se calcularon valores locales de
Número de la Curva de Escurrimiento (N) para la cuenca del arroyo Videla
(Buenos Aires, Argentina) y se estudió su relación con las precipitaciones a
partir de datos de lluvia diaria y volúmenes escurridos. Se obtuvieron valores
de 51 a 99 y los más frecuentes estuvieron entre 60 y 90. La relación entre  N y
precipitación mostró un patrón estándar que permitió ajustar un valor asintótico
de 57. Lluvias menores que 15 mm se asociaron a N entre 85 y 90 y las de 15
a 85 mm se relacionaron con N de 60 a 85. Hubo concordancia entre
los N intermedios observados y los valores tabulados de este parámetro
asociados a cada cobertura vegetal. Así destaca la importancia de obtener
valores locales de la variable estudiada para la implementación adecuada del
método en cuencas de 100 km2.

Palabras clave: precipitación diaria, escurrimiento, número de la curva de


escurrimiento, tamaño de cuenca, hidrogramas.
ABSTRACT

In the mountainous area of Buenos Aires, Argentina, an increase in


precipitation and in cultivated area has contributed to generating
excessive runoff that has had severe impact on the region and on
soil water erosion. The rain–runoff ratio in this region can help
estimate the effects of floods. The local values of the runoff curve
number (N) were calculated for the basin of the Arroyo Videla
(Buenos Aires, Argentina), and its relationship to rainfall events was
studied parting from daily rain data and runoff volumes. Values of 51
to 99 were obtained, and the most frequent were between 60 and
90. The relationship between N and precipitation exhibited a
standard pattern that allowed adjusting an asymptotic value of 57.
Rains less than 15 mm were associated with N between 85 and 90,
while rains between 15 and 85 mm were related to N of 60 to 85.
There was concordance between intermediate observed N and
tabulated values of this parameter associated with each plant cover.
This highlights the importance of obtaining local values of the
studied variable to appropriately implement the method in basins of
100 km2.

Key words: daily rainfall, runoff, runoff curve number, basin size,


hydrographs
I. INTRODUCCIÓN

La Pampa Húmeda Argentina es una zona económicamente importante allí


está la mayor producción agrícola del país. Un área de interés por su potencial
productivo y su dinámica hidrológica corresponde a los sistemas serranos de la
provincia de Buenos Aires, donde ha aumentado las precipitaciones (Saravia,
1987). Esto ha causado desbordes de ríos, arroyos y lagunas, entre ellos el
arroyo del Azul y sus tributarios, lo que produce perjuicios económicos y
sociales en los ámbitos rural y urbano. Estos fenómenos están asociados al
aumento de la superficie destinada a la agricultura en deterioro de los
pastizales naturales y las praderas implantadas. Por tanto es relevante conocer
la respuesta lluvia–escurrimiento de precipitaciones de diferente magnitud para
estimar los efectos de las crecidas en eventos extremos. El método del Número
de la Curva de Escurrimiento (USDA SCS, 1985) se usa para predecir el
volumen potencial de escurrimiento directo para un evento de lluvia en cuencas
agrícolas, forestales y urbanas pequeñas, con la estimación de un solo
parámetro: el N. Pero es necesario determinar los N con datos locales (Van
Mullem et al., 2002), lo cual contribuirá a reducir la incertidumbre en la
calibración de los modelos de simulación de crecidas. Ponce y Hawkins (1996)
señalan algunas limitaciones en la aplicabilidad de este método y una de ellas
es el tamaño máximo de las cuencas donde se puede implementar, el cual no
está definido bajo un criterio claramente especificado. Simanton et al. (1996)
estimaron los N para cuencas en Arizona, EE.UU. y registraron una
disminución en N al aumentar la superficie de las cuencas.

Los objetivos del presente estudio fueron obtener valores de N con datos
locales de lluvia–escurrimiento en una cuenca agropecuaria de 116
km2 perteneciente al sistema serrano bonaerense argentino, estudiar su
respuesta hidrológica ante precipitaciones de distinta magnitud y discutir los
alcances predictivos del método de N en relación a la extensión de dicha
cuenca.
II. MÉTODO.

área de estudio

Está situada en el sector central de la provincia de Buenos Aires, Argentina, en


la subregión de las sierras bonaerenses (Figura 1A) y pertenece a la cuenca
del arroyo Videla, la cual incluye áreas de sierras, lomeríos y otras de
pendientes menores del sector intraserrano. El arroyo Videla es afluente del
arroyo del Azul y su cuenca tiene una superficie de 116.3 km 2. La pendiente
media es 2.8 %, su altitud máxima es 340 m y la mínima es 188 m.
Los suelos predominantes son Argiudoles (55.5 %) y Hapludoles (28.1 %),
además hay Natracualfes (9.2 %) y Paleudoles (5.8 %) y 1.4 % corresponde a
afloramientos rocosos (INTA, 1992). Los suelos tienen capacidades de
infiltración variables desde 60 mm h–1 en Argiudoles bien drenados hasta 24
mm h–1 en suelos de profundidad limitada por presencia de roca.

Método del Número de la Curva de Escurrimiento

El método del N expresa el volumen de agua disponible para escurrir


superficialmente como una función de la lluvia y el almacenamiento según:

mientras que Q=0 para P<0.25, donde Q= escurrimiento (mm),P= precipitación


(mm), S= retención potencial máxima (mm). S se transforma en el parámetro
adimensional N mediante:

donde 0 < N <100. Un valor de N=100 representa una condición donde toda la


lluvia se transforma en escurrimiento, mientras que N=0 representa una cuenca
con capacidad de retención infinita (Ponce y Hawkins, 1996). Si hay datos
locales de precipitación y escurrimiento es posible determinar
los N correspondientes a cada evento. De la Ecuación (1) se obtiene:

Entonces, cualquier par (P, Q) (0<Q<P) da una solución para S y mediante la


Ecuación (2) un valor de N (Hawkins, 1993). Para obtener valores locales
de N se seleccionaron y procesaron los datos de hidrogramas y de lluvias
diarias correspondientes al arroyo Videla, como se describe a continuación.
1) Crecientes seleccionadas y su escurrimiento directo

Se analizaron registros de altura del arroyo Videla correspondientes al periodo


2001 a 2007 obtenidos mediante un limnígrafo instalado en la estación ubicada
a la salida de la cuenca (Figura 1B). Los niveles se transformaron en gastos
por medio de la curva altura–gasto de la sección, obtenida a través de aforos
realizados con molinetes hidrométricos. En el análisis ingresaron las crecidas
con escurrimientos mayores que 10 000 m3. Los eventos menores se
consideraron de poca envergadura y originados por tormentas pequeñas por lo
que su inclusión conduciría a incrementar el error en las estimaciones
(Feyereisen et al., 2008). Para estimar los volúmenes de escurrimiento
superficial se separaron los mismos del gasto base a partir del hidrograma de
cada crecida. Para ello, en cada hidrograma se trazó una recta uniendo el
origen de la crecida con el fin del escurrimiento superficial, señalado por una
ligera ruptura en la curva de descenso (Chow et al., 1994). Esta separación se
realizó manualmente usando hoja de papel milimétrico y planilla de cálculo. Los
resultados de estos procedimientos fueron finalmente expresados en lámina de
lluvia (mm). Asimismo, se determinó la duración de las crecidas que fue
considerada como el tiempo de duración del escurrimiento superficial obtenido
del procesamiento de los hidrogramas.
2) Datos de precipitación correspondientes

Las lluvias relativas a los eventos de crecida se obtuvieron a partir de la


estimación de la precipitación diaria en el centro de gravedad de la cuenca,
para lo cual se usaron los datos pluviométricos diarios disponibles
correspondientes a las cinco estaciones de registro más cercanas (Figura 1) y
distancia variable al centro de gravedad de la cuenca (Cuadro 1). Para la
estimación se empleó el método de ponderación por el inverso de la distancia
elevado al cuadrado (Dingman, 2002), en el cual los valores de precipitación se
calculan a través de:
donde  0: precipitación diaria estimada para el centro de gravedad de la
cuenca, dg: distancia de cada estación al centro de gravedad de la cuenca, dg:
precipitación diaria de cada estación g (g=1, 2...,G). En este caso se
consideró b=2.

Una vez obtenida la información de escurrimiento superficial y lluvias diarias, se


conformaron los pares precipitación–escurrimiento y se calculó primero el valor
de S y luego el correspondiente N a través de las Ecuaciones (3) y (2).

Análisis de la relación entre el N y la precipitación

Los valores de N calculados a partir de los registros mencionados se


relacionaron con las precipitaciones que le dieron origen mediante un gráfico
que vinculaba ambas variables. A partir de esta información se caracterizó el
tipo de patrón de respuesta de la cuenca estudiada que se clasifica en violenta,
con decaimiento y estándar (Hawkins, 1993).

III. RESULTADOS
Las 108 crecidas analizadas presentaron duración promedio de 69 h, máxima
de 158 h y mínima de 22 h, mientras que la lámina escurrida promedio fue 3.3
mm, con valor máximo de 22 mm y mínimo de 0.1 mm. Los valores
de N variaron entre 51 y 99 (media de 75) y esta diversidad de valores
de N podría relacionarse primero con la capacidad de infiltración diferencial de
los suelos, y luego con la humedad antecedente de cada tormenta la cual varió
desde cero hasta más de 90 mm en los 5 días previos. A su vez, el uso y grado
de cobertura del suelo presentaron cambios importantes en la cuenca. Cabe
mencionar que la variabilidad espacial de las precipitaciones, como la
trayectoria de las tormentas, si bien son factores no contemplados por el
método, también inciden en la respuesta al escurrimiento. Cuadro 1

La relación gráfica entre los N calculados y la precipitación correspondiente


(Figura 2) muestra la tendencia conjunta de estas variables para la cuenca del
arroyo Videla. Los valores de N tienden a disminuir a medida que la lluvia
aumenta y pueden ser ajustados a ecuaciones para hallar el valor de la
asíntota según lo definido por Hawkins (1993). La tendencia muestra un patrón
tipo estándar que ha permitido obtener el ajuste:
con r2=0.79. De esta manera, se obtiene N=57 para grandes eventos. Este
valor describe la tendencia del N ante eventos lluviosos de magnitud
importante (Hawkins, 1993). Además, lluvias menores que 15 mm se asocian
a N entre 85 y 90, y precipitaciones entre 15 y 85 mm, a N de 60 a 85.

IV. DISCUCIÓN

La presencia de valores de N mayores para los eventos de lluvia pequeños, se


debe a que las precipitaciones de magnitud baja con N bajos no producen
escurrimiento significativo y, por tanto, las únicas situaciones que causarían
escurrimiento con lluvias pequeñas son aquellas que resultan en N altos
(Hawkins, 1993). Crecidas con N>85 coincidieron en algunos casos con
eventos en los que la lluvia de los 5 días previos era alta, y en la mayoría de los
eventos que no presentaron humedad antecedente alta, correspondieron a los
años 2001 y 2002 en los que las precipitaciones anuales superaron en 84 y 53
% el promedio anual histórico de 1901 a 2007, que fueron años muy húmedos.

Los valores de precipitación intermedios representan las situaciones de


ocurrencia más frecuente en la cuenca, y corresponden a N entre 60 y 85
(Figura 2). Estos resultados son comparables con aquellos que surgen de las
estimaciones a través del uso de tabulaciones de N. Además, los N tendientes
a 57 asociados a las lluvias de mayor magnitud, podrían considerarse bajos en
relación a lo comentado anteriormente. En el presente estudio el tamaño de la
cuenca es mayor al recomendado para estimar escurrimiento mediante el
método del N lo cual produciría escurrimientos menores que los que predice el
mismo. Ello se debe a que participan otros procesos que no son relevantes en
cuencas pequeñas como el de transmisión del agua a través de cursos,
almacenamiento en depresiones, o la detención asociada a la presencia de
elementos introducidos por el hombre en el paisaje (alambrados, caminos,
alcantarillas), los cuales implican una disminución del volumen de agua que
sale de la cuenca respecto del escurrimiento potencial que estima el método.
Por ello, para eventos de lluvia superiores a 85 mm en esta cuenca cuya
superficie es del orden de los 100 km 2, N debería tender a 57,
independientemente de las condiciones de suelos, usos y humedad
antecedente.
V. CONCLUSIONES

A través de los procedimientos presentados se caracterizó una


relación estándar entre N y las precipitaciones asociadas en una
cuenca agrícola de la Pampa Húmeda Argentina. Los valores
tabulados del parámetro N resultarían adecuados en caso de lluvias
comprendidas entre 15 y 85 mm. Para precipitaciones superiores a
85 mm los valores de N deberían ser menores que los propuestos en
las tablas y relativamente independientes de las variaciones de
cobertura y humedad edáfica de la cuenca. Esta respuesta podría
deberse a la extensión del área estudiada, la que favorecería la
infiltración en la cuenca. Los resultados obtenidos aportan elementos
que permitirán hacer interpretar mejor la tendencia de los N en
cuencas del orden de los 100 km 2 y muestran la importancia de
conocer esos valores.
REFERENCIAS

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Graw Hill. Bogotá, Colombia. 584 p.         [ Links ]

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from data. J. Irrigation Drainage Eng. 19(2): 334–345.         [ Links ]

 INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria). 1992. Carta de


Suelos de la República Argentina. Hoja 3760–22, Chillar.         [ Links ]

 Ponce, V. M., and R. Hawkins. 1996. Runoff Curve Number: has it


reached maturity? J. Hydrologic Eng. (1): 11–19.         [ Links ]

 Saravia, J. R. 1987. Lineamientos generales y regionales para un plan


maestro de ordenamiento hídrico del territorio bonaerense. Ministerio de
Obras y Servicios Públicos, Provincia de Buenos Aires, La Plata.
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 Simanton, J., R. Hawkins, M. Mohseni–Saravi, and K. Renard. 1996.


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 Van Mullem, J., R. Hawkins, A. Hjelmfelt, and Q. Quan. 2002. Runoff


Curve Number method: Beyond the handbook. 2 nd Federal Interagency
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