El Chinguirito Vindicado
El Chinguirito Vindicado
El Chinguirito Vindicado
(Anónimo)
EL CHINGUIRITO VINDICADO
EL CONTRABANDO
DE AGUARDIENTE DE CAÑA
Y LA POLÍTICA COLONIAL
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u .· ·.
.
INTRODUCCIÓN 9
CAPÍTULO I
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 111
CAPÍTULO IV
CAPÍTULO V
CAPÍTULO VI
CONCLUSIONES 229
GLOSAR TO 239
APÉNDICE I 247
APÉNDICE 11 267
APÉNDICE III 289
APÉNDICE IV 293
BIBLIOGRAFÍA 341
El chinguirito vindicado
El contrabando de aguardiente de caña y la política
colonial
Segunda edición
México
Universidad Nacional Autónoma de México
Instituto de Investigaciones Históricas
2005
358 p.
(Serie Historia Novohispana, 51)
ISBN 970-32-2956-5
Formato: PDF
Publicado en línea: 13 de diciembre de 2019
Disponible en:
http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/305/chin
guirito_vindicado.html
El chinguirito vindicado
El contrabando de aguardiente de caña y la política
colonial
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Bebidas fermentadas
del pulque, y de otras bebidas, eran la frutilla del árbol del Perú,
cáscaras de manzanas, limones, palo de timbre, xixique, chile,
gusanos de maguey, etc. 8
La mayor parte de las bebidas fermentadas que se elaboraban
en Nueva España ya eran conocidas desde antes de la llegada de
los españoles. Muchas de ellas se hacían tomando como base el
pulque blanco o fino, o el pulque tlachique, poco fermentado y que
se obtenía de magueyes jóvenes. Así, tenemos el pulque de almen
dra, de atole, de chirimoya, de coyol, de durazno, de guayaba, de
huevo, de naranja, de obos, de piña. El pulque colorado se hacía con
tunas peladas y machacadas en un chiquihuite para separar la
pepita; el zumo se ponía a fermentar en una olla con hierba de
timbre y se mezclaba con el pulque.
Otras bebidas fermentadas que se elaboraban tomando como
base el maguey o el pulque eran la charángua, que se hacía con
pulque rezagado, almíbar, chile colorado y hojas de maíz tostadas;
se ponía todo a fermentar en vasijas de barro al calor de "mansa
lumbre", y se dejaba asentar antes de beberlo. El charape, un
equivalente del tepache, se consumía en Michoacán, y estaba hecho
con un tanto de pulque y agua; se le agregaba piloncillo, panochas
blancas majadas, canela, clavo.y un poco de anís cubierto con un
lienzo. El chilocleochi{ode era una bebida considerada especialmente
dañina y se bebía en tiempos fríos. Estaba hecha con pulque, al que
se le agregaba chile ancho o pasilla, epazote, ajo y una poca de sal.
El copal6tle o cojJalotile era un licor "muy caliente y dañoso". Se hacía
con semilla del árbol del Perú (cuando está colorada) fermenta
da con pulque tlachique por espacio de uno o dos días. El coyote
también era considerado muy nocivo; estaba hecho con pulque de
baja calidad, miel prieta y palo de timbre; se dejaba en infusión
para fortalecerlo antes de beberse. El guarajJo se hacía con caña de
Castilla y a falta de ésta con la de milpa; se fermentaba con pulque
y miel prieta y se le echaba una memela de maíz caliente por madre;
a los cuatro días tomaba fortaleza y podía beberse. El noch6cle, un
licor "gustoso al paladar", estaba compuesto con zumo de tuna,
pulque ríspido y agua puestos a fermentar. Se conocía como ojo de
gallo la bebida hecha con pulque blanco mezclado con agua y miel
prieta; se hervía con pimienta, anís y chile ancho y fermentaba en
un día. Con el zumo de la cafia de maíz, o bien, con panocha o miel
prieta, mezclado con pulque se hacía el oztotzi, al que se agregaba
palo de timbre para fortalecerlo. El quauchan-vino lo preparaban
8 Ver glosario.
Bebidas destilad0r.s
a algunas palmas del vástago les hacen una incisión y atan un tecomate
que recibe el licor que destila que llaman tuba; su color es de perla, su
gusto, acabada de bajar, es agradable y dulce, y al poco tiempo queda
agridulce, que es más gustosa; y dejándola pasar, se forma un muy fino
vinagre. 19
Bebidas mixtas
24 lbidem.
25 Ibídem, p. 90.
no se puede creer que la cualidad del dicho chinguirito sea tan vene
nosa como se supone, pues si así fuese, se experimentarían diariamen
te en México las muertes repentinas a centenares, y cada calle sería un
hospital, como que no hay otra cosa que borrachos de esta bebida. Lo
cierto es que si se padecen ciertas epidemias, ellas cesan, sin que cese
el vicio. 27
es verdad que se han visto reventar a algunos con esta bebida, pero
porque la toman con sobrado vicio, hasta reventar, y el mismo efecto
se viera, si con la propia demasía bebiesen el aguardiente de Castilla,
como que si se atiende la calidad de éste (y hablo del que viene en lo
general al reino) es la misma o dista muy poco de la del chinguirito, y
por eso muchas veces ha sucedido en varios reconocimientos no poder
discernir los peritos, si algunos son legítimos o adulterados. 28
26 Autos sobre el origen y causas que motivaron la prohibición del aguardiente de caña
(1768). AGI, México, 2331.
27 lbide1n.
28 Ibidem.
29 Informe del méclicojosé Tomás García del Valle al marqués de Croix. 26 nov. 1767.
AGI, México, 233 l.
sálgase a los caminos que salen de esta ciudad, y se verá a los indios
arrojados en los suelos y hombres y mujeres privados enteramente. En
España y otras naciones hay embriagueces, mas con el exceso que se
ve en México, en ninguna parte. 31
Razones económicas
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El contrabando de aguardiente de caña y la política
colonial
Segunda edición
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1. MEDIDAS REPRESIVAS
19 "Real orden sobre extinción de aguardiente de caña y minoración de los derechos que
se pagan en Nueva España". AGI, México, 2331.
no ha tenido todo el efecto que se prometió, así por las dificultades que
tiene la invención de los fabricantes, como porque es odioso, no sólo
a éstos, sino a los dueños de trapiches o ingenios que venden bien sus
mieles cuando hay estas fábricas. 28
25 José Hernández Palomo, El a um·diente de cari{t en México, p. 55. Instrucción del virrey
g
Revillagigedo al marqués ele las Amarillas: "en cuanto al clúnguirito, actualmente se trata. ele
erigir una nueva conúsión particular sólo a fin ele extirparlo, y se discurre situar los fondos
para que subsista, por haber de extenderse a tocio el reino y al conocimiento de.los demás
licores prolúbiclos", p. 295.
26 Oficio del conde de Revillagigedo sobre establecinúento del Juzgado de Bebidas
Prolúbiclas. 7 mayo 1755. En Instrucciones.... p. 570-5 71.
27 "Discurso sobre la decadencia ...", pfo. 68.
28 "Instrucción del señor Cagigal al marqués ele Cruillas". 12 septiembre 1760. En
Instrucciones, p. 621-622.
La junta de Xalapa
40 Cabe hacer notar, sin embargo, que seguirán siendo los comerciantes gaditanos y
andaluces los que encabecen la defensa de la prolúbición.
41 José Hernández Palomo, El aguardiente... , p. 68-72.
La junta de México
58 Junta presidida por el marqués de San Juan de Piedras Albas ... 20 feb. 1769. AGI,
México, 2331.
59 Francisco arzobispo de México al virrey Croix. 13 feb. 1768. AGI, México, 2331.
60 "La junta presidida por el marqués de San Juan de Piedras Albas ..." 20 sep. 1768. AGI,
Mé,:ico, 2331.
67 lbidem, t. 1, p. 227.
68 José Hernández Palomo, El aguardiente... , p. 81-84.
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Hernández Palomo, El agumdienle... , p. 86-87. "Discurso sobre la decadencia ... ", pfo. 77-78.
19 Concha afirmaba, desde tiempo atrás, que los militares, muchos de ellos dedicados a la
fabricación y comercialización de clúnguirito, al gozar de fuero impecüan la aplicación de las
medidas restrictivas y evadían el castigo.
20 José Hernández Palomo, El (l.gu(l.rdienle... , p. 88-89. Por ejemplo, al marqués de
Villahermosa de Alfaro, alférez de las uúlicias provinciales, aprehendido por reincidente, no
se le impuso ningún castigo. Ver cuadros en Apéndice. AGI, México, 2331.
que sean los fiadores, pues las vicisitudes de los tiempos hace que
lo que hoy es seguro y firme, sea otro día débil y fallido. 24
la Vega sugería cuáles eran las penas que deberían aplicarse a los
contraventores y que le parecían proporcionadas al delito que se
r
trataba de contener y evitar. Sería pena comím a todo f aude de
este ramo de aguardiente de caña que se aprehendiera fuera de las
fábricas, "en caminos rectos, extraviados o poblaciones", sin la guía
y probado que se conducía "con ánimo" de defraudar los derechos
cargados a este licor, la de comiso y perdimento del género apre
hendido, con los carruajes, caballerías y embarcaciones en que se
conducía; las costas de la causa y un mes de prisión, si los contra
ventores fueran indios, mulatos, o de las demás castas, y aunque
fueran españoles, si lo eran de "baja esfera"; pero si fueran de "otra
calidad", se les excusaría la prisión y se les impondría una multa
de 100 pesos. Aprehendidos por segunda vez, además de lo referido
pagarían el "simplo" del valor del aguardiente aprehendido, regu
lado a la mitad del precio corriente. La tercera vez, además del
comiso y perdimento del género aprehendido, pagarían el "duplo"
del valor, tiempo de prisión y multa. Y la cuarta el "triplo" de todo.
En caso de que los reos no tuvieran bienes con qué pagar la pena,
se aumentaría la de prisión de un mes hasta seis, y la multa se
conmutaría por cuatro meses de prisión en la primera contraven
ción, �uplicándose o triplicándose en las demás en la forma pro
puesta.
Debe entenderse, agregaba Díaz de la Vega, que "si la expe
riencia acredita que estas penas no bastan para contener los frau
des, se extenderán conforme a la calidad de las personas". A los
plebeyos la de cien azotes dados dentro de la cárcel en cuatro tandas
y en distintos días (25 en cada uno), y se les cortaría el cabello, con
privación absoluta de poder volver a ser fabricantes de aguardien
te; para ello se les recogerían y perderían todos los cascos, alambi
ques y demás utensilios. Si el contraventor no fuera plebeyo, en
lugar de los azotes sufriría seis meses de cárcel. Y en el supuesto
de que a alguna mujer "de las esferas referidas" se le hubieran de
aplicar azotes, serían sólo cuatro tandas de doce en cada una y en
distintos días, y se les raparía a navaja la cabeza y cejas, cortándo
seles también las pestañas. Las mujeres "de otras esferas" sólo
sufriNan tres meses de prisión. 47 Se impondrían las mismas penas
a las personas que incurrieran en cualesquiera de las contraven
ciones que hicieran con la intención de defraudar los derechos, o
de "contrahacer" el licor, adulterándolo. Y serían considerados
también como defraudad01�es los conductores, expendedores, con1-
47 lbidem, pfo. 276.
56 Carta reservada núm. 42. México, 29 abril 1790. AGI. México, 2330.
Espafia, y que la experiencia había hecho ver que este licor era útil
y necesario para muchos y diversos fines.
Revillagigedo acompaüó su primera representación con "pla
nes representativos" de las grandes ventajas que ofrecía a la Real
Hacienda la libertad del chinguirito; indicó también cómo se
fomentaría la industria popular con el giro de varios ramos que
influirían en el aumento de la renta de alcabalas; que la población,
la agricultura, los propios de las ciudades y todas las artes lograrían
"el más activo y apreciable fomento", evitándose los dafios que
causaba en el público la falta de esos "auxilios".
Hasta aquí los argumentos aduciclos en favor del aguardiente
de cafla no variaron gran cosa; son más o menos los mismos
presentados desde la época de Croix. Quizá lo más sobresaliente
de estas nuevas manifestaciones en favor del chinguirito sea que, a
partir de la época de Revillagigedo, en apoyo y para reforzar esos
argumentos se le hacía ver a las autoridades metropolitanas que las
reformas emprendidas por la Corona hacían ya imposible seguir
manteniendo la prohibición sin afectar los intereses económicos y
políticos del Imperio. Las autoridades novohispanas, imbuidas del
pensamiento ilustrado, hacían la más viva defensa de la agricultura
y del comercio. A5í, Revillagigedo dijo en su representación de
1791:
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Zonas productoras
portar que se dio a partir de la tercera década del siglo XVII, provocó
que sólo sobrevivieran aquellos ingenios cercanos a mercados im
portantes -como los de la región de Cuernavaca y las Amilpas-,
aquéllos con una mayor disponibilidad de crédito, los que tenían
acceso a fuerza d� trabajo no esclava que suponía menor inversión,
o aquellas haciendas azucareras que tenían la posibilidad de asociar
la producción de azúcar con otras actividades. 8
La producción azucarera de la región de Jalapa y Orizaba,
alejada de los mercados importantes, dependía en gran medida de
la posibilidad de exportar, por lo que durante la mayor parte del
siglo XVIII las haciendas azucareras de la región diversificaron los
cultivos, beneficiando el tabaco, que llegaría a ser la principal
producción de la región. El caso de Córdoba fue diferente a lo
ocurrido en Jalapa y Orizaba. Probablemente, los ingenios y trapi
ches de esta zona, al haber sido instalados más tarde, pudieron
enfrentar con mayor éxito las condiciones marcadas por la depre
sión de los precios y ocupar los vacíos del mercado abiertos por la
decadencia o cierre definitivo de los grandes ingenios obsoletos y
endeudados. Aun cuando el tabaco también se cultivó allí en forma
intensa, sobre todo después de 1765, sólo ocho de 25 haciendas
azucareras tenían siembra de tabaco. A fines del siglo XVIII, una
vez que se dio libertad para exportar, la producción azucarera de
la zona veracruzana vivió una época de auge, ya que podían
embarcar su producción con poco costo de transporte terrestre. 9
La imposibilidad de comercializar el azúcar durante la mayor
parte del siglo XVIII provocó que esta zona -Orizaba y Córdoba
se convirtiera en la principal productora de chinguirito y fuera allí
donde se cometieran los mayores fraudes con el aguardiente pe
ninsular, mezclándolo con el aguardiente local.
Se calcula que al mediar el siglo XVIII, cuando la industria del
azúcar alcanzó su arraigo definitivo, Nueva España tenía cerca de
300 fincas azucareras, que iban desde el "zangarro" humildísimo y
los trapichillos, pasando por los trapiches grandes, hasta los enor
mes ingenios poblados de gran cantidad de esclavos y operarios
libres y con técnica y maquinaria a la altura de su tiempo, verda
deras empresas industriales de enorme significación económica. 10
La mayor producción de azúcar en el territorio novohispano se
concentraba en la jurisdicción de Cuernavaca, con 31 ingenios y
trapiches en el siglo XVIII. La mayoría de los dueños de fábricas de
8 lb·idem, p. 80.
9 lbidem, p. 79-84.
10 lbidem, p. 86-91.
necesitaba una gran inversión. Por otro lado, las ganancias que se
obtenían al poco tiempo de establecida una fábrica hacían muy
atractivo este negocio. En los procesos que he revisado del Archivo
General de la Nación, los expedientes de las causas contra los
contraventores revelan la existencia de infinidad de pequeños
palenques y fábricas que tenían un solo alambique; pero también
se infiere, por el volumen de otras aprehensiones consignadas, que
había fábricas con una producción considerable aunque, lamenta
blemente, éstas, al funcionar con la protección de algunas autori
dades, no siempre fueron descubiertas, o al menos los expedientes
de estas causas no han podido ser localizados. Así, un ejemplo de
una fábrica pequefia es la aprehendida en Valladolid, en el lugar
conocido por Pefia Blanca en tierras de la hacienda de Yrapeo,
donde se encontró un alambique pequefio y seis cueros cargados,
cuyo valor se reguló en 45 pesos. 19
Otra, de mayor tamafi.o, fue descubierta también en Valladolid,
en una casa perteneciente a la cofradía de San Roque, situada en
la calle del Retiro. Su duefio resultó ser el miliciano José Antonio
Robles y en ella se encontraron: seis cueros cargados con seis
arrobas de panocha cada uno; dos cueros más, también cargados;
una olla de madera que servía de alambique con cuatro aros de
fierro; dos fondos de cobre; una cuchara de hoja de lata; un barril
vacío"quintaleño"; otro barril mediano; un embudo de hoja de lata;
una botija vacía; una hacha; un barril viejo con dos aros; un cuchillo
y tres real�s de leña, cuyo valor ascendió a 34 pesos medio real. 20
En 1798 fue descubierta en la casa de Manuel García del Valle,
de 80 años de edad, en el pueblo de Santa Ana Chiautempan de la
provincia de TJaxcala, una "máquina que sacaba aguardiente de
caña" compuesta de una olla de barro, un cacito de cobre y una
cafia de carrizo por donde "estilaba" el licor en otra olla; todo se
"desbarató", fueron rotos los tiestos y los cuatro y medio cuartillos
de chinguirito que se recogieron fueron entregados junto con el
cacito de cobre en la receptoría de alcabalas: 21
Como hemos visto, los pocos elementos necesarios para el
establecimiento de una fábrica, aunados a la rapidez de la elabora
ción, y los bajos precios a que podía venderse, hacían este negocio
muy atractivo para cualquier persona. Sin embargo, en 1797
se calculaba que para establecer una fábrica con todo su material
19 F.d. 54.
°
2 F.d. 70. El valor ele los enseres aprehendidos en el expediente de la f.d. 59 ascendió a
41 pesos 7 reales y 6 granos; el de la f.d. 65, a 48 pesos 3 reales.
21 F.d. 44.
con motivo de haber visto un día que venía de la garita del Zapote para
la del Molino que un mozo llevaba un burro con carga, que según dijo
dicho mozo era panocha prieta que llevaba para la Quinta que eslA1 en
las orillas de dicha ciudad (Valladolid), infirió así por esto como por lo
proporcionado del paraje que había fábrica de aguardiente, por lo que
a pocos días se fue para la referida Quinta con el teniente y guarda del
resguardo y registró la huerlA'l y en ella la encontró y aseguró los efectos
que se relacionan. 23
Por cuanto a las 11 horas que serán de este día (6 de marzo de 1797)
se me ha presentado un hombre cuyo nombre y apellido no se expresa
aquí por no convenir, denunciándome que en una cañada oculta que
se halla en el rancho que llaman del Rincón de Serrano, de la jurisdic
ción de este pueblo (San Pablo Yuririapúndaro) y de él distante cuatro
leguas, estaba una fábrica de aguardiente de caña clandestina, que
aunque no le constaba de vista, pero lo infiere porque vio pasar a un
hombre con dos botijas, que venía de dicho paraje. Que por este motivo
y porque se presume sea oculta la enunciada fábrica, y por lo mismo
resultar en pe1juicio de la Real Hacienda, ha venido a darle parte de
esto a mí el teniente visilA'ldor y no lo ejecuta por venganza ni con otros
fines particulares. 24
22 José Hernández Palomo, El agua.rdiente de caria ... , p. 18. En: "Notas y demostración
del costo de un barril de aguardiente de caí1a según 7 hacendados". Acljunto a un Informe de
Díaz de la Vega a Branciforte. México, 7 sep. 1796. Superior Gobierno de 1797. F. 19v y 24v.
AGI, México, 2330.
23 F.d. 59.
24 F.d. 39.
haber incurrido en varios excesos, siendo entre ellos los de más consi
deración y dignos de remedio -si fuesen ciertos- el de tener contra
tados con los dueüos de palenques o fábricas de bebidas prohibidas el
permiso para su fábrica por 50 6 100 pesos mensuales que cada uno le
contribuía, de forma que por este medio, es crecidísimo el número de
arrobas de aguardiente que se hace y lo es también el rendimiento que
semejante reprobado arbitrio produce al expresado teniente. 35
podían dar razón de esto eran don Martín Pérez, José Mariano
García39 y Juan Romero, que se hallaban en la cárcel de Orizaba
"va para tres meses". Todos ellos declararían también quiénes eran
los que tenían fábricas y cohechaban a Pío por el disimulo. Mariano
García le dio a Pío Ramos 100 pesos en la tienda donde estaba don
Vicente Rojo, primo de Pío, quien ayudó a contar ese dinero.
Manuel Aguilar dijo que Miguel Ramírez le daba al teniente 100
pesos semanarios porque le "consiente vender públicamente";
expendía 5 barriles a la semana.
También denunció Tapia a don Mateo Sánchez, quien tenía
una fábrica en Tuspa en un paraje llamado Sótano, como a siete
leguas de la villa de Córdoba. Su maestro era Pedro Hernández y
también le daba dinero al teniente por el disimulo, así como el
encargado de la fábrica de José García, quien había entregado en
la Acordada 700 pesos. Otros duefios de fábricas eran Gregorio
Guzmán y don Manuel Acufia, quienes la tenían en un mismo
paraje "aunque cada uno de por sí", en Zapuapa; su n1aestro era
José Antonio, "muy conocido por el coletón". Todos le tributaban
al teniente cada mes 60, 50 "y el que menos" 30 pesos.
Terminaba Tapia su carta suplicando al virrey mandara se le
devolviera "todo lo que me ha quitado Pío" y le pagara "vejaciones
y atrasos" y, verificando ser cierto todo lo que llevaba dicho, se le
pusiera en libertad. 40
Durante la prohibición, los encargados de destruir las fábricas
de chinguirito fueron los comisarios del Juzgado de Bebidas Pro
hibidas, así como los alcaldes mayores y autoridades locales; sin
embargo, éstas, en caso de tener noticia de este delito, sólo debían
hacer las notificaciones, y en su caso las aprehensiones, y dar cuenta
de inmediato al teniente provincial más cercano, ya que los proce
sos se seguían en el juzgado privativo. Pero, como el funcionamien
to de este juzgado fue un tanto azaroso -según se explica en el
capítulo 11-, parece ser que no había un rigor en el modo en que
se seguían estos procesos, y es por ello que los escasos expedientes
que se encuentran en el ramo Acordada o no están completos, o sólo
indican el número de causas que se seguían en el juzgado, sin dar
39 José Mariano García había acompañado al teniente Pedro Pablo M arín a destruir la
t�brica de Antonio Rodríguez. Parece ser que después fue aprehendido por el teniente Pío
Ramos.
°
4 F.d. 17. Otro caso similar es el ele José �ligud Durán y Huert�1, español, vecino ele la
ciudad de Puebla. quien declaró en 1783 que el aguardiente que le aprehendieron no era suyo,
sino de don.Juan Balbuena, y "consta de público y notorio que toda su vida la ha entretenido
en fabricar}' \'encler el rclerido aguardiente". No fue aprehendido "por ser particular amigo"
del comisario de la Acordada Miguel Bcrazas. F.d. 9.
Los comisos
Felipe Palacios, del fiel del rancho de Burras don Juan Antonio
Díaz, y de José Mateo Garnica, vecino del rancho del Jinete, pasó
al rancho nombrado del Rincón de Serrano,
donde cateando dos casas que se hallan en dos ranchitos que están
a la entrada del monte y no hallando en ellas cosa alguna, me
encaminé a una cañada en la que anduve a caballo hasta donde pude
y para seguir me apié por lo alto pedroso y boscoso de árboles que
está, hasta que llegué al puesto en que se encontró una fábrica en
una cueva barranca que baja el mismo bordo de la barranca o cerro
y allí se hallaron tres cueros de res, el uno con una poca de agua y
los otros dos con agua endulzada que estaba fermentando y en el
fondo de ellos unas cañas dulces en muy corta cantidad y junto a la
puerta de dicha cueva, un alambique en su hornilla compuesto de
un cazo que tenía por fondo y otro por montera o cubierta y el
cuerpo o cubo de él fabricado de madera con cinchos de fierro, de
una vara y pulgada de alto y de grueso abajo vara y tres cuartas y
para arriba una y tercia y los cazos que le servían son medianos, a
proporción del alambique. Se hallaron también siete botijas vacías,
un barril con aguardiente enterrado en la tierra, con dos cinchos de
fierro y uno de paja, dos arpilleras viejas en que se infiere haber
conducido panocha, un costal de baqueta viejo y hecho pedazos, dos
guacales desbaratados que por inservibles se dejaron en el paraje, y
un metate viejo con su mano. Y no hallando allí persona alguna,
mandé se destruyera la referida fábrica derramando la agua que
tenían los cueros y barril y que se condujeran los utensilios de ella
a la Administración de Tabacos de Yuririapúndaro por tener noticia
no haberse presentado persona alguna en aquella Renta de Alcabalas
a impetrar licencia para trabajar de este género y ser contra lo
mandado en el artículo 5o. del Reglamento de este nuevo Ramo que
prohibe el que ninguno fabrique en ranchos y cañaverales ocultos
en el centro de los montes u otros parajes escusados y distantes de
las poblaciones, haciendas, ingenios o trapiches. Y concluida esta
diligencia me bajé a los ranchos más inmediatos y en uno de ellos
me dijo una mujer en virtud de la averiguación que hice del fabricante,
haber visto entrar en dicha barranca con unas botijas a Francisco
Xavier Ló_pez, vecino ele la ranchería de Uriangato. En virtud de
esta noticia, me conduje á la casa de éste y no hallándolo en ella y
sí sólo a su mujer e hijos, a éstos pregunté por él, y me dijeron había
salido en solicitud de una mula perdida. Procedí al cateo de su casa,
a ver si hallaba algún aguardiente y no se halló nada más que un
indicio de unos pocos de asientos en una botija de dicho aguardiente,
y preguntando a la mujer por el que su marido había sacado en una
fábrica que sabía que tenía, elijo que era cierto que dicho su esposo
había puesto un cuero en el Rincón de Serrano aunque ignoraba el
paraje, del que había sacado dos botijas de aguardiente, del cual
vendió una y otra gastó en una música que tuvo. Con lo cual se
concluyó esta diligencia. 43
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·esa villa,,, y no las que "van y vienen de fuera,,, como era el caso
de las de Piñera. 15
Para evitar el contrabando de los diversos efectos que llegaban
al puerto de Veracruz, incluyendo los caldos, el visitador José de
Gálvez hizo del conocimiento de todos los administradores de las
rentas reales, y en especial de los de aquel puerto, el modo en que
debían proceder. 16 Muy importante era el registro y aforo de toda
la barrilería que venía en las flotas y que no estaba sujet� a las ferias,
pues en ocasiones se había descubierto el ,contrabando de telas,
ropa y otros "géneros de la mayor estimación ,, que venían cubiertos
de almendras, pasas y otros frutos secos. Allí en la aduana era donde
se cobraban los derechos que cada uno de los distintos productos
debían pagar, por lo que era de suma importancia, para evitar
fraudes, que hubiera un oficial de guías que las extendiera para
todos aquellos efectos que se condujeran al interior del país. En
estas guías se esp�cificaba el número de piezas, baúles, marcas,
quién las remitía, a quién y para dónde se destinaban, y se regis
traban en un libro que para el efecto tenía el oficial, firmadas por
el interesado. El dueño o comisionado de las mercaderías quedaba
obligado de volver, en el término que se le señalara, la responsiva
o tornaguía dada por el administrador de la aduana o justicia
respectiva de la ciudad o pueblo para donde se sacaran los efectos,
en la que se hacía constar que entraron en él, y en su defecto se
obligaba a pagar el 6% de alcabala. Además de la guía, en la aduana
se daba una razón o póliza firmada por el administrador, especifi
cando el número de cargas y el sujeto que las sacaba; tanto la guía
como esta póliza debía manifestarlas el arriero a los guardas de las
rentas en las puertas de tierra de Veracruz, quienes sin esta circuns
tancia no debían dejar salir cosa alguna; debían poner el pase en la
guía y devolverla al conductor y debían recoger la póliza para
entregarla al oficial, quien cotejándolas con el libro reconocería si
habían salido todos los efectos que se habían guiado. Para evitar
fraudes, y que en las cargas se sustituyeran los efectos que constaban
en las guías, el administrador podría mandar hacer el registro de
las cargas al pasar éstas por la aduana o en cualquier momento
ínterin salían por las puertas de tierra.
Así, para conducir los barriles de aguardiente de Veracruz a
la ciudad de México u otros destinos, debía sacarse una guía en la
15 F.d. 84.
16 "Instrucción provisional a que han de arreglarse el gobierno, administración y manejo
de las rentas y derechos reales que pertenecen a SM en la nueva ciudad de Veracruz y partidos
inmediatos a ella", en Informe del marqués de Sonora al virrey don Antonio de Bucareli, p. 361-411.
se hacen poner en el patio de esta aduana dos barriles de cada diez que
elige el alcaide y reposados algún corto tiempo a la sombra, procede
el vista a su recónocimiento con aceite, a presencia del interesado, sin
otra concurrencia por no haber resguardo ni escribano dentro de esta
oficina. 18
18 F.d. 49.
19 Jbidem.
se acuerdan y convienen entre los dos sujetos que las negocian, esto
es, entre el que recibe el licor yel que califica su prueba, de consiguien
te como que ambos son reos de un acuerdo en el punto, es muy
presumible que siempre estén en la negativa, caso que se formalizase
expediente de justificación del punto.:?<>
caso de que hablo, se agrega a esto muchas ocasiones que por tener el
barril o castaña alguna rendija, a veces casi imperceptible, se esetlrre
en pequeñas gotas, sin que por estar encerradas pueda advertirse.
Como quiera que sea, siempre es en pe1juicio o de la Real Hacienda o
de los particulares interesados; y siendo fácil evitarlo, me ha parecido
oportuno proponer a Vuestra Excelencia que todo el aguardiente de
cafía que se aprehenda, se venda luego que entre en esta Real Aduana,
previo el aforo que corresponda y su importe se deposite hasta la
determinación de la causa, como se practica en los casos en que lo
maltratado o roto de los cascos no permite demora alguna en la venta.
Lo cual se ejecutará si lo mandare así Vuestra Excelencia, o lo que su
Superior justificación calificare más conveniente. 35
La comercializaci6n clandestina
U�ya�an a la espalda, 55, 58, 60, 63, 64, 68, 7 l. Casos en que los contrabandistas huyeron al
�r,�ubiertos: 42, 45, 49, 53, 55, 56, 57, 61, 62, 63.
t ..:¡'- ·;;'& F.d. 7.
. � ::· 'rf9 F.d. 45.
pasando la tarde del día de ayer por el Pefiol viejo encontró con un
hombre que no conoce, quien le dijo le comprara seis cueros de
aguardiente de cafia, y habiéndose ajustado, los fue a recibir a un
potrero del Pefión a las ocho de la noche. Que así se mantuvo y el día
de hoy para pasar por la garita de San Lázaro advirtió a un mozo que
encontró en ella al cual no conoce, pidiera pase de tres cargas de
cebada, por venir los cueros dentro de unos costales con zacate, en
disposición que lo parecían. Que así los introdujo, y pasando por San
Sebastián viendo que los guardas detenían las mulas, huyó. 42
a caballo cada uno de los cuales cargaba tres cueros pequefi.os con
aguardiente de cafia, "es a saber, dos en los coxinillos y uno en la
cintura". Como el aguardiente "se venía saliendo" de los cueros,
inmediatamente fueron valuados por el vista Manuel Venero y se
vendieron en 7 pesos y medio. Los reos dijeron llamarse Cipriano
Chávez y Antonio Pablo Ambriz. El primero era espafiol, vecino
del pueblo de San Agustín de las Cuevas, viudo de dofía María
Josefa González, de 37 afíos de edad, mayordomo de la hacienda
de don Antonio Rodríguez de Velasco; el otro era espafíol también,
soltero, de 21 afios de edad, de ejercicio molinero, de la misma
vecindad que Chávez. Ambos declararon que
43 F.d. 51.
44 F.d. 53.
47 F.d. 52.
48 Jb-idem.
trató con él que le pagaría 12 reales por cada barril para que se
los condujera a la capital. A'ií, el indio tomó los 7 pesos 4 reales, y
condujo los barriles hasta el Pipis (embarcadero de Santo Tomás),
donde Valdivieso fue aprehendido.
Cuando se legalizó la fabricación y venta de aguardiente de
cafia se especificaba en el Reglamento que los fabricantes deberían
grabar tanto en los alambiques como en los barriles su propia marca
para saber a quién pertenecían (artículo séptimo). Además, en el
artículo noveno se prevenía que el derecho de alcabala lo pagarían
los introductores al pasar por la aduana de las ciudades y villas
donde se llevara. Y, en el artículo décimo, que cada partida de
barriles de aguardiente que saliera del paraje de su fábrica debería
llevar la guía correspondiente de la aduana respectiva y el jJase del
administrador para poder llevarlo de un lugar a otro. Parece ser
que en Chalco y en Xochimilco los fabricantes de aguardiente lo
vendían sin dar aviso a la aduana, pues, según dijo uno de ellos,
era "práctica de los fabricantes de Tetelco vender bajo la condición
de que el comprador saque la guía". Dijo, acle1nás, corroborando a
Valdivieso, quien afirmó que era la primera vez que incurría en
contrabando, que "en otras ocasiones" le había vendido al propio
Valdivieso, "manifestándole al regreso la tornaguía, hasta esta
ocasión que no volvió". 51
Los cargadores parecen haber. sido fundamentales para la
introducción clandestina de chinguirito en las poblaciones. No
sólo porque podían fácilmente pasar desapercibidos por la gran
cantidad de cargadores que se empleaban en el comercio de toda
clase de mercaderías, sino también porque de esta manera podía
acarrearse ele poco en poco una considerable cantidad de aguar
diente a las vinaterías sin llamar la atención. Podrían presentar
se aquí muchos ejemplos de este tipo, aun cuando cada uno de
ellos tiene sus propias peculiaridades, comparten ciertas caracte
rísticas:
l. Por lo general, los cargadores -hombres o mujeres- eran
indios o mestizos; aunque hay algunos casos en que el contraban
dista era espafiol, todos pertenecían a los grupos populares. No se
puede afirmar que hubiera una "tarifa" por este servicio; la paga
variaba de acuerdo con el tipo y el volumen de la carga y de la
distancia. En los documentos que se han usado para este trabajo,
la cuota va desde un real por cada cuero, hasta dos pesos por cada
barril.
51 lbid,m,.
que a eso de las cuatro de la tarde observó que procedente del rancho
de Posadas venía un hombre a pie cargando un bulto con el que se
dirigía para el Portillo grande que es�, entre las garitas de la Calera y
México; y que visto que pasó de la raya adentro de éstas marchó a
reconocerlo, y habiéndolo alcanzado cerca del barrio de San Miguelito,
vio que portaba el aguardiente con que lo cogió y que por esta razón
lo aseguró; y que al conducirlo a la garita, con palabras impt'1dicas dijo
que había que dar qué hacer a este guarda porque el aguardiente era
de su mayor, y que al entrar a la garita prorrumpió en maldiciones
contra el rey, y que cuando estaba ya encerrado, dijo: que los guardas
no cogían a otros introductores de aguardiente porque los cohechaban,
pero que cuando profirió todo esto estaba bastante borracho. 52
a eso de las doce y media del día de ayer por seis pesos tres reales lo
compró en la fábrica de don Manuel Texeda que está en el río
Atoyaque inmediata a una hacienda que ignora su nombre, y que lo
sacó de aquella fábrica con objeto de traerlo para la vinatería de su
amo don Juan Reguera que est.1 al frente de la Pila alta de la Merced,
quien como a las ocho de la mafiana del citado día envió al deponente
a la enunciada fábrica con orden de que comprase y trajese el expre
sado aguardiente sin presentarlo a los guardas de las garit.,s; y que con
este motivo y el de ser criado suyo, le obedeció en hacer este viaje sin
tener más paga que la de dos pesos de sueldo mensttal que le corren
en la casa de dicho Reguera desde el día primero del vencido mayo; y
que por estas razones viniendo por el rancho de Posadas se introdttjo
por el portillo grande y que a tiempo que iba llegando al barrio de San
Miguelito lo alcanzó el guarda que lo aprehendió y que no hizo la más
leve resistencia. 53
Navarrete ha sido criado suyo, pero que habiéndole servido mal y por
haberse quedado a dormir fuera de casa la noche del 31 del vencido
mayo, se vio en la precisión de despedirlo como lo despidió la mañana
del día primero del corriente y que ignora para quién el referido mozo
traía el aguardiente que se le ha cogido; que el declarante jamás ha
enviado a buscar este licor fuera de la ciudad; que el poco que ha ne
cesitado para el expendio de su casa, lo ha comprado aquí, como podrá
hacerlo ver en caso necesario, y que bajo de este concepto, no tiene
qué ver ni qué hacer nada con el que se le ha cogido a Navarrete. 54
la tarde del día 3 del que rige le encontró un hombre que no conoce y
sí le dijo que era de Cuernavaca, quien le trató venta de 3 castañas de
aguardiente y ajustado el trato convinieron en que las iría a recibir el
declara11.te a las 6 de la mañana cerca del molino de las tablas; que así
lo verifitó, y no teniendo cargadores, llamó a los que encontró inme
diatos y llevándolos para su habitación en el callejón de Bilbao lo
aprehendieron los guardas. Que es la primera vez que compra este
licor. 55
54 Jbidem.
55 F.d. 60.
57 Ibide111.
58 Ibide111.
59 Ibidem.
60 lbidem.
El expendio al consumidor
79 Jbidem.
80 Jbidem.
83 lbidem.
8f) /bid,·111.
El chinguirito vindicado
El contrabando de aguardiente de caña y la política
colonial
Segunda edición
México
Universidad Nacional Autónoma de México
Instituto de Investigaciones Históricas
2005
358 p.
(Serie Historia Novohispana, 51)
ISBN 970-32-2956-5
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2 Jbidem.
3 El obispo de Michoacán dice: " por ser estas tierras abiertas, y en mucha parte despobla
das como sucede en este obispado, es muy dificil, si no es im posible, de evitar la construcción
y fábrica de estas bebidas, que con la permisión de unas, se contengan en las otras y que se
sujeten a las reglas que para su lícito uso se les prescriban, y así concibo que aunque el
aguardiente de caña de azúcar no sea por su naturaleza dañoso, ni inductivo de los vicios que
se notan en las demás.:. sí contemplo que si no se aplican las mayores precauciones no se podrá
conseguir el fin que se desea, respecto a que con el pretexto de la pernúsión de este aguardiente,
se fabricarán como se ha hecho hasta la presente las demás bebidas perniciosas ... '' lbidem.
4 Dice el obis ignorar si subsisten o no en otras diócesis y "la conducta que en ello hayan
po
tenido los Umos. sres. obispos que actualmente los gobiernan, quienes si no las renovaron,
desde luego sus súbditos se juzgaríai1 libres de ella, con la opiiúón o inteligencia de que serán
por el fallecimiento del prelado que las mandó publicar y por esto se exentará que sólo se
mantie11en en vigor por fuera de este obispado". Jbidem.
5 Jbidem.
13 Carta del virrey Horcasitas al marqués de la Ensenada. México, 4 ago. 1748. AGI,
Mb.-ico, 2331.
14 Ver también "Discurso sobre la decadencia ... ", pfo. 16-17.
15 Carta reservada del virrey Branciforte núm. 267. 21 clic. 1790. AGI, México, 2331.
H, F.d. 59.
17 lbidl'!l1.
18 F.d. iG.
2o F.d. 15.
21 F.d. 16.
22 F.d. 41.
23 F.d. 48.
24 F.cl. 46.
semejante diligencia nunca se puede ejecutar sin gente, porque los que
meten chinguirito y toda bebida prohibida es gente resuelta y desco
medida que desea lograr una osadía con los pobres comisarios y
guardas de asiento, a quien tienen especial aversión. 26
todas las veces que los indios curtidores se alborotaron o por natural
mala inclinación que éstos tengan a semejantes alborotos o porque
naciese la indisposición ele una tepachería inmediata o por noticia que
se tuviese de la diligencia a que íbamos y para impedirla como así lo
consiguieron o por recelo de que no se fuese a diligencia alguna contra
los duefios ele ella lo que trataron así de impedir y todo lo lograron y
adelantaron el que no se formase causa y prendiese caduibanclo [sic] a
todo los de dicha tepachería y ministrando testigos para ello pero bien
advertidos de su delito han desertado la tepachería [ ... ] resultando todo
de la enemiga que la gente ruin ha concebido contra los ministros de
justicia, y especialmente contra los del real asiento del pulque porque
les embarazan el USO')' expendio de sus tepaches, chinguiritos y demás
bebidas nocivas y prohibidas. 27
Parece ser que en todas partes los agentes del juzgado privativo
que cumplían cabalmente su función no eran bien vistos por la
población. En aquellos lugares donde había un considerable nü
mero de fabricantes ilegales era donde se resentía aün 1nás su
presencia, dacio que, muchas veces, las autoridades locales los
protegían. Así, por ejemplo, con motivo de la aprehensión ele tres
dependientes del juzgado privativo en Córdoba por haber destrui
do una fábrica de chinguirito perteneciente al alcalde tle primer
voto don Francisco Pérez, el teniente provincial Alonso de Ichasso,
en una de las cartas que envió al juez de la Acordada, le pidió
intervenir en el asunto por
Son muy reveladoras las causas por las cuales dijo Vicente
Moreno no ser culpable:
Mi mujer para oír misa no tenía más paño que dicho rebozo ni otra
cosa para taparnos de noche que las dichas jergas y habiéndonos
desnudado estando mi esposa en días de parir sin más caudal que mi
diario sudor, dejo a la consideración de vuestra paternidad el grado de
conflicto en que nos vemos sin más esperanzas que las ele su piadoso
corazón ... 35
39 El administrador de alcabalas de Orizaba elijo además que Tejada en la aduana "ha sido
también el mejor pagador de alcabala, pues en l4 meses que ejerce su empleo, ha satisfecho
203 pesos por la de los cobres y utensilios de las fábricas de chinguirito que ha externúl)ado
haciendo ver en ella con claridad los sujetos y precios a quienes ha vendido". F.d. 34.
40 Caso de la f.d. 18.
41 También f.d. 18 y otras.
Refirió Durán del Moro varios incidentes que había tenido con
las autoridades de Celaya. El más importante era en relación
con el encarcelamiento de un comisario y dos cuadrilleros suyos al
ir en busca de unas bestias usadas en la introducción de un contra
bando de mezcal. Las bestias habían sido encontradas en un rancho
propiedad del cufiado de Camargo, justicia del pueblo de Chama
cuero, y el mezcal había sido derramado en la plaza pública por el
teniente Morales, quien l_e informó a Durán que
13 "Discurso sobre la decadencia ... ", pfo. 87-88.
44 Por ejemplo, f.d. 11 y otras.
45 F.d. 24.
La corrujJción legitimada
4�) lbide·m.
50 f.d. 2, 11, 14, 17, 18, 20, 24, 25, 26, 27, 34, 77.
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Coime. El que cuida del garito y presta con usura a los jugadores.// Mozo
de billar. // Señor de casa.
Corambre (o colambre). Co1tjunto de cueros o pellejos, curtidos o sin
curtir, de algunos animales, y con particularidad de toro, vaca, buey 0
macho cabrío.
Coyol. Palmera de las tierras cálidas de la América intertropical. Echa
grandes racimos de una frutita esférica, como un cascabel grande,
compuesta de una cáscara delgada, lisa, lustrosa, quebradiza y correo
sa; verde cuando tierna la fruta y amarilla en la madurez; una pulpa
amarillenta, pegajosa y dulzona, muy apetecida del ganado y animales
montaraces, comestible, por lo común en dulce muy rico, y un cuesco
negro, durísimo, del cual se hacen anillos y botones y que solo algunos
roedores, como la ardilla, destruyen con los dientes. De la almendra
se extrae aceite.// En algunas partes de México, bebida fermentada
que se prepara con el fruto del mismo nombre.
Cuarterola. Barril que hace la cuarta parte de un tonel. // Medida para
líquidos, que hace la cuarta parte de la bota.
Cuartillo. Medida de capacidad para áridos, cuarta parte de un celemín,
equivalente a 1.156 mililitros.// Medida de líquidos, cuarta parte de
un azumbre, equivalente a 50¿1 mililitros.// Moneda de vellón ligada
con plata, que mandó labrar el rey Enrique IV de Castilla, y valía la
cuarta parte de un real, o sea ocho maravedís y medio.
Culantro. Cilantro.
Charanda. Nombre que se da a un licor o aguardiente de caña de uso muy
popular.
Charape. En México, bebida fermentada de pulque con dulce de piloncillo.
Más genéricamente, tepache.
Chiquihuite. Del azteca chiquilnútl. En México y Centro América, cesto de
tiras de carrizo entretejidas, o de bejuco.
Damajuana. Bombona.
Entorcarse. Caerse el ganado en una sima de donde no puede salir. //
Atascarse un carro o coche en un bache.
Fletamento. Es un contrato que se hace entre el dueño, capitán o maestre
de un navío y la persona o personas que interesan cargar mercaderías
y otras cosas en él para su conducción de unos puertos a otros, pagando
por el alquiler la cantidad o cantidades en que se convinieren.
Fragata. Buque de tres palos, con cofas y vergas en todos ellos. La de guerra
tenía sólo una batería corrida entre los puentes, además de la de
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el dueño del contrabando, y las tres consideraron que no, pues "el
que realmente vieron en la canoa el día de su conducción era
mucho más alto". En este estado se suspendió la continuación del
proceso por casi un año. Algo que debemos resaltar es que en
ningún momento se menciona que estas tres mujeres hayan sido
puestas en prisión.
El segundo caso de contrabando en el cual se vio involucrado
Francisco Marina tuvo lugar el 17 de julio de 1799 y, al igual que
el anterior, fue uno de los guardas de la garita de la Viga, Francisco
Vargas, quien lo descubrió. Ese día, como "a la oración de la
noche", el guarda aprehendió un chalupón con tres cueros de
aguardiente que conducían tres indios. El licor se envió al almacén
de la Real Aduana y los reos al tecpan de San Juan, donde al día
siguiente se les tomó su declaración. Dijeron llamarse el primero
José Cruz, ser tributario de ejercicio remero, casado con Martina
María, vecino del barrio de San Pablo y de 50 años de edad. El
segundo, José Marcos, tributario del mismo barrio, de 30 afios,
casado con María Tiburcia, de oficio zapatero. Y el tercero, Antonio
Clemente, tributario de 50 años, vecino del pueblo de Tlaltengo,
viudo de Valentina Rita, de ejercicio remero. Todos convinieron
en lo sucedido: dijeron que el día 17 de julio a las cuatro de la tarde
los encontró en Ixtacalco don Francisco Marina, dueií.o de fábrica
de aguardiente en ese pueblo, y le propuso a José Cruz darle dos
pesos por llevar a una seií.ora a la ciudad. Cruz admitió la propuesta
y Marina les dio dos reales para que tomaran pulque, después de
lo cual los llevó a su fábrica y dijo al administrador, cuyo nombre
ignoraban, sacase un barril de aguardiente, el cual vació en tres
cueros, y después les ordenó llevarlo a la chalupa y conducirlo a la
ciudad, donde Marina los iría a encontrar. Esto último no tuvo
efecto, pues fueron aprehendidos al pasar por la garita de la Viga.
Inmediatamente el comandante libró oficio al coronel del
Comercio para que ordenara a Francisco Marina se presentara a
declarar en el asunto, lo que hizo el día 20 de julio. Dijo que los
cueros aprehendidos no eran suyos ni de su fábrica, y todo lo que
habían expresado los indios en sus declaraciones era falso. Se
mandó traer entonces a los indios, y éstos, en presencia de Marina,
ratificaron bajo juramento lo que antes habían dicho, y aunque el
comandante les hizo varias "reconvenciones", todos se mantuvie
ron en sus dichos. Por lo tanto, los indios fueron restituidos a la
prisión y a Marina se le hizo saber que debía presentar un fiador
abonado a satisfacción del comandante del Resguardo si no quería
sujetarse a la prisión y embargo que le correspondía. Marina
al reo con las otras que no se habían pasado aun al asesor general
de la Renta para que respondiera al cargo.
El 24 de diciembre compareció en el juzgado Francisco Marina
acompañado del capitán don José Ximénez del Arenal en calidad
de conjuez, y el �dministrador general le tomó su confesión. Se le
hizo cargo de que, al haber expresado en otra declaración no ser
dueño del aguardiente al que se refería esta causa, había faltado a
la religión del juramento, pues en la causa constaba lo contrario,
de acuerdo con las declaraciones de Domingo de la Cruz, su mujer
y las de los guardas don Vicente León y Francisco Vargas. Marina
negó el cargo, y dijo que era incierto lo que por unos y otros se
había articulado, como sostuvo a los dos guardas en el careo que
tuvo con éstos. El administrador expresó que, puesto que Marina
tenía una fábrica en Santa Anita y se le habían formado otras causas
de la misma naturaleza, "no deja duda de ser el confesante el au
tor de este contrabando". Marina insistió en que lo declarado
anteriormente era la verdad, que ratificaba bajo juramento. Así, el
administrador mandó suspender la confesión por el momento.
También comparecieron en el juzgado Domingo de la Cruz, su
mujer María Petra, y las tres mujeres que iban en la canoa, María
Ignacia, María Manuela y María Josefa, y todos, inteligenciados de
las declaraciones que tenían dadas en esta causa, expresaron bajo
juramento ser las mismas que entonces dieron, y que, por no tener
ya qué afi.adir ni quitar, las reproducían en ese plenario. Y no
firmaron por no saber escribir.
El 30 de enero de 1801 se recibió en el juzgado de la Real Aduana
un escrito de Francisco Marina en el que pedía una prórroga de 9
días para presentar las pruebas de su inocencia y que a los testigos
que presentaría se les hicieran las siguientes preguntas:
1. Primeramente por el conocimiento de las partes, noticias de
esta causa y generales de la ley.
2. Si vieron y les consta que los cinco cueros que se aprehen
dieron en la Viga con otro más se embarcaron en Mexicalzingo en
una canoa trajinera de Chalco y en ella se condujeron hasta Santa
Anita de donde se trasladaron a la canoa que se aprehendió.
3. Si vieron y les consta que los que embarcaron en Mexicalzin
go y desembarcaron en Santa Anita, y al fin se conchabaron con los
indios de allí para su último embarque, eran otros sujet.os muy
distintos de mí.
4. Si saben y les consta que cuando se aprehendieron los cueros
en la Viga expresaron los guardas "esto será sin duda de Marina".
5. Si de público y notorio, pública voz y fama.
El chinguirito vindicado
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1
CHINGUIRITO
México
1 ª Causa formada en este juzgado contra Juana Fernández, por expende
dora de la prohibida bebida llamada chinguirito; determinada y ab
suelta por el señor virrey de este reino, en calidad de que se presente
en este juzgado mensualmente por tiempo de dos afi.os, para dar
satisfacción de su modo de vida.
9ª Contra María Ortiz y Josef Herrera, por expendedores de chinguirito,
absueltos en calidad de que hagan constar su modo de vivir y aperci
bidos de dicho superior orden.
13ª Contra Basilio Pérez y demás cómplices, por sindicados en la fábrica
de chinguirito, comprobado el cuerpo del delito y en poder de dicho
asesor para su determinación.
14ª Contra María Gertrudis González y demás cómplices, por expendedo
res de chinguirito, comprobado su delito y en poder de dicho asesor.
16ª Con.tra Desiderio y Mariana Serona, por expendedores de chinguirito,
comprobado su delito y en poder de dicho asesor para su determina
ción.
Puebla
28ª Contra Joseph Romero, por chinguiritero, en poder de dicho asesor.
37ª Contra Josef Naranjo, por chinguiritero, en poder de dicho asesor.
40ª Contra dofi.a Josefa de Chaves, por chinguiritera, absuelta por su
avanzada edad y apercibida; devuelta a dicho teniente para su cumpli
miento.
49ª Contra los bienes de los dueños fugitivos de dos fábricas de chinguirito
y contra los reos, que quedan solicitándose, hecha en la villa de Orizaba
por don Francisco del Real, comandante de reales resguardos y comi
sionado; devuéltosele, con determinación superior.
55ª Contra don Juan Calvo, por fabricante de chinguirito, y María Hidalgo
de la Torre, por expendedora; hecha por el teniente don Gaspar Yafi.ez
y en dicho asesor.
60ª Contra Mariano Concha, Luis Delgado, Luis Zárate y María de los
Dolores, todos por sindicados en la venta de la prohibida bebida que
2 Sólo se anexan las causas de chinguirito. Hay 61 causas en total. Ver AGI, México, 2331.
Paso a manos de vuestra excelencia las tres adjuntas causas formadas sobre
contravención de bebidas prohibidas y contra don Manuel Olbitér,
Gertrudis Guevara, José Ignacio Lazarín y demás socios, para que en
vista de ellas se sirva determinar lo que fuere de su superior agrado.
México, 23 de mayo de 1791.
Causa contra Luciana Teodora Campos por tepachera. México, junio 6,
1791.
Causa contra Domingo de los Reyes por fabricante de tepache. México,
junio 6, 1791.
Causa contra Faustino Albino Colimán y Tomasa Juana por fabricantes de
tepache. México, 9 de junio de 1791.
4 F.d. 90. AGN, Acordada, v. 7, exp. 25 y 26, f. 238-239.
5 AGN, Acordada, v. 13, exp. 1, f. 1-190.
Causa contra María Antonia López, Anna Josefa López y Santiago Miguel
por fabricantes de tepache. Noviembre 13, 1792.
Causa contra María Antonia Hernández y su hermana María Cresencia
por fabricantas y expendedoras de tepache. Noviembre 21, 1792.
Causa contra Pedro Téllez Xirón y su nntjer Anna María Guerrero, por
tepacheros. 1 de diciembre de 1792.
Causa contra Lorenzo Nochinque, Gaspar Augustín Nochinque y Juan
Augustín por contraventores de bebidas prohibidas. 1 de diciembre de
1792.
Causa contra Bernardo Jacinto, Atanacio Fermín y Bernardino de los
Santos por contraventores de vino vingarrote. 11 de diciembre de
1792.
Causa contra Gaspar de Erive y su mujer Josefa Bartola Páez por expen
dedores de chinguirito. 19 de diciembre, 1792.
Causa contra María Ignacia Cervantes por fabricante y expendedora de
tepache. Diciembre 19, 1792.
Causa contra Catarina Felipa Muñoz por tepachera (para aprobación de
sentencia). Enero 14, 1793.
Causa contra Ignacia Huerta por chinguirilera (para aprobación de senten
cia). Enero 14, 1793.
Causa contra Matías de los Ángeles (para aprobación de sentencia). Febre
ro 18, 1793.
Causa contra Petra Audelo por fabricante y expendedora de tepache.
Febrero 22, 1793.
Causa contra Ignacio Antonio por fabricante y expendedor de tepache.
Marzo 5, 1793.
Causa contra María Vicenta del Rosario por fabricante y expendedora de
tepache. 11 de marzo, 1793.
Causa contra Lucas Antonio Serna por tepachero. 16 de marzo, 1793.
Causa contra Mekhora de los Reyes por fabricante y expendedora de
tepache. 16 de marzo de 1793.
Causa contra Manuel Morales por sirviente ocupado en la tepachería de
Faustino Morán (ausente) y vago sin oficio. 13 de abril de 1793.
Causa contra Juan Lugardo por tepachero. 26 de abril de 1793.
Causa contra José Luis Servín por contraventor de vino vingarrote. 26 de
abril de 1793.
6AGN,Acordada,v.18,exp.15,f. 143-174.
1793. Causa núm. 19. Decomiso de bebida prohibida. 4ª parte para S.M.=
5 pesos 4 reales 7 1/2 granos.
1793. Causa núm. 34. Cuatro fábricas de chinguirito decomisadas, dos en
Orizaba y dos en Córdoba. 4ª parte para S.M.= 40 pesos 6 reales 9
granos.
1790. Causa núm. 55. Tres castañas de chinguirito decomisadas en Mete
peque. 4ª parte para S.M.=;= 3 reales 10 1/2 granos.
1793. Causa núm. 16 contra Josef Guzmán. Una fábrica de chinguirito
confiscada en Valladolid. 4ª parte para S.M.= 3 reales.
1793. Causa núm. 17. Una fábrica de chinguirito confiscada en el callejón
de la Esperanza en Valladolid. 4ª parte para S.M.= 6 reales.
1792. Causa núm. 349. Confiscación de una fábrica de bebida prohibida
en Guadalcázar. 4ª parte para S.M.= 3 pesos 5 reales.
1793. Causa núm. 77. Confiscación de 43 vellones y un costal de lana en
una casa donde se expendía tepache en el callejón del Ave María. 4ª
parte para S. M.= 2 pesos 3 reales 3 granos.
1793. Causa núm. 97. Se decomisó un macho cargado con chinguirito y un
caballo ensillado en el monte de l-Íuichilaque. 4ª parte para S.M.= 2
pesos 2 reales 1 O 1/2 granos.
1793. Causa núm. 71. Se decomisaron dos mulas, una aparejada y otra en
pelo, una silla, un ·freno y tres cueros con un poco de mezcal en la calle
de Lozada en Querétaro. 4ª parte para S.M.= 6 pesos 3 reales 6 granos.
1793. Causa núm. 46. Tres fábricas de chinguirito decomisadas en Córdo
ba. 4ª parte para S.M.= 28 pesos 7 tomines 4 1/2 granos.
1793. Causa núm. 63. Una fábrica de chinguirito confiscada en Córdoba.
4ª parte para S.M.= 13 pesos 5 reales 10 1/2 granos.
1793. Causa núm. 84. Se decomisaron cinco fábricas de chinguirito, tres
en Orizaba y dos en Córdoba. 4ª parte para S.M.= 72 pesos 6 reale�
1 1/2 granos.
1793. Causa núm. 106. Dos fábricas de chinguirito decomisadas en Córdo
ba. 4ª parte para S.M.= 24 pesos 2 reales 3 granos.
1793. Causa núm. 56. Una bota de vino mezcal confiscada en Valladolid
en un jacal de la calle del Mesquite'. 4ª parte pata S. M.= 3 pesos 3
reales 4 1/2 granos.
1793. Causa núm. 91 contra Francisco Aguilar, contraventor de bebidas
prohibidas en Querétaro. 4ª parte para S.M.= 6 pesos 2 reales 7 1/2
granos.
Estado de causas
Quedaron por concluir en el año de 1791 49
Se formaron en el año de 1792 . 150
Se extrajeron del archivo 4
Total . . . . . . . . . 203
Nombres y tiempos de los jueces Años Meses Causas Reos Libres Total
de dicho juzgado desti-
nadas
Lic. don Juan José Barberi.
Interino hasta jun. 1778 1 7 122 42 135 177
Don Pedro Valiente.
Hasta 3 ene. 1781 2 7 294 104 336 440
El mismo Lic. Barberi.
Interino hasta abr. 1782 3 150 103 100 203
Don Manuel Antonio de Santa
María, actual desde 16 abr.
hasta fin de 1792 10 8 1785 691 1331 2022
Totales 50 1 3386 1251 3161 4412
Certificaci6n:
Yo, el infrascripto escribano de S. M. y del Juzgado de Bebidas Pro
hibidas certifico y doy fe que el plan antecedente está fiel y legalmente sa
cado de los anuales Libros de Gobierno e inventarios que existen en este
oficio de mi cargo, por lo que es cierto y verdadero su contenido. Y para
que conste donde convenga, pongo la presente de mandato verbal del
señor don Manuel Antonio de Santa María y Escobedo,juez actual del mis
mo ju.zgado en México, a 23 de mayo de 1793, siendo testigos don Miguel
Plácido de Rivera Camacho, don Manuel Lagarreta y don Diego Adalid de
esta ciudad. Firma: Manuel García Romero (Escribano Real y de Bebidas).
Estado de causas
Quedaron por concluir en el año de 1792 27
Se formaron en el de 1793 . 179
Total . . . . . . . . . . 206
Cotejo
· Se determinaron definitivamente . 102
Esperan resultas . . . . . . . 36
Se están continuando aquí y fuera 59
Se han pasado a la Acordada . . . 2
Se han pasado a los cuerpos militares 4
Existen en la Superioridad 3
Total . . . . . . . . . . 206
Estado de causas
Quedaron por concluir en el año de 1 793 59
Se formaron en el año de 1794 151
Total de causas 210
Cotejo
Se determinaron definitivamente 126
Se han pasado a la Acordada 3
Se han pasado a los cuerpos militares 2
Existen en la Superioridad . . . . 10
Quedan continuándose aquí y fuera en al año de 1795 69
Total de causas 210
Nota:
Se han destruido en el año de 1794 cincuenta fábricas de chinguirito
y vino mezcal y veintiuna tepacherías. Se han librado a los dependientes
foráneos de este juzgado doscientas sesenta y ocho cartas, inclusos los
mandamientos; y se han librado al excelentísimo señor virrey de este reino
y otros tribunales 113 oficios, inclusos los informes y consultas. México y
enero 7 de 1795. Firma Manuel García Romero (Escribano Real y de
Bebidas).
El chinguirito vindicado
El contrabando de aguardiente de caña y la política
colonial
Segunda edición
México
Universidad Nacional Autónoma de México
Instituto de Investigaciones Históricas
2005
358 p.
(Serie Historia Novohispana, 51)
ISBN 970-32-2956-5
Formato: PDF
Publicado en línea: 13 de diciembre de 2019
Disponible en:
http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/305/chin
guirito_vindicado.html
DON Manuel Antonio de Santa María y Escobedo, juez por S. M. del Real
Tribunal de la Acordada, Alcalde Provincial de la Santa Hermandad en
los Reynos de la Nueva España, Nueva Galicia, y Nueva Vizcaya, Guarda
mayor de sus caminos, y juez Privativo de Bebidas Prohibidas.
[firmas]
El chinguirito vindicado
El contrabando de aguardiente de caña y la política
colonial
Segunda edición
México
Universidad Nacional Autónoma de México
Instituto de Investigaciones Históricas
2005
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(Serie Historia Novohispana, 51)
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.ARTÍCULO 1
ARTÍCUL03
ARTÍCULO 4
ARTÍCULO 5
ARTÍCULO 6
ARTÍCULO 7
ARTÍCULOS
ARTÍCUL09
ARTÍCULO 10
ARTÍCULO 11
ARTÍCULO 12
Como uno de los fines que tiene por objeto el Real Permiso
para fabricar y vender el aguardiente de caíi.a es el de beneficiar a
los pobres, y pudiendo suceder que algunas personas por su corto
caudal y proporciones no puedan verificar la fábrica de este lico1:
sino en pequefias cantidades, se les permitirá la fábrica de ellas por
pequeñas que sean una vez que les tenga cuenta y observen las
formalidades establecidas; y para que puedan listarse estos indivi
duos y exigírseles los correspondientes derechos expresados, s�
señalará por los administradores de aduanas un guarda cobra
dor que diaria o semanalmente perciba su importe de manera de
los que se eligen para la recaudación de los respectivos a las raspas
de magueyes que nombran tlachiques.
ARTÍCULO 13
ARTÍCULO 14
ARTÍCULO 15
ARTÍCULO 16
ARTÍCULO 17
ARTÍCULO 18
ARTÍCULO 19
ARTÍCULO20
ARTÍCUL021
ARTÍCUL022
ARTÍCUL023
.ARTÍCULO 24
ARTÍCULO 25
ARTÍCUL026
ARTÍCUL027
ARTÍCULO 28
ARTÍCULO 29
Por lo que respecta a las penas que deben imponerse por los
fraudes que se cometan de este nuevo ramo lo será común a todo
el aguardiente que se aprehenda fuera de las fábricas en caminos
que sean rectos, o extraviados o en las poblaciones sin el requisito
de la guía y probando que se conduce con ánimo de no pagar los
derechos que van sefíalados, la de comiso y perdimento del género
que se aprehendiese con los carru�jes, caballerías y demás en que
pueda conducirse el simple valor del aguardiente al precio
que corra, las costas de la causa con un mes de prisión siendo los
contraventores mulatos, indios, lobos, o de las demás castas, o
aunque sean espafíoles siendo de baja esfera pero siendo de distinta
calidad se escusará la prisión y se le impondrá la multa de 100 pesos
en su lugar, entendiéndose todo lo referido por la primera vez; por
la segunda pagará además de lo referido el duplo del valor del
aguardiente; por la tercera vez será la pena a más del comiso y
perdimento del género aprehendido el triple del enunciado valor,
tiempo de prisión y multa respectivamente, y a la cuarta el cuatri
plicado de todo.
ARTÍCULO30
ARTÍCULO31
ARTÍCULO32
ARTÍCULO33
ARTÍCULO34
ARTÍCULO35
ARTÍCULO36
ARTÍCULO37
ARTÍCULO38
ARTÍCULO39
ARTÍCULO40
ARTÍCUL041
ARTÍCUL042
ARTÍCUL043
ARTÍCUL044
ARTÍCULO 45
El chinguirito vindicado
El contrabando de aguardiente de caña y la política
colonial
Segunda edición
México
Universidad Nacional Autónoma de México
Instituto de Investigaciones Históricas
2005
358 p.
(Serie Historia Novohispana, 51)
ISBN 970-32-2956-5
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60. 1799. México. Auto contra Antonio Millán por conducir tres castaflas
de aguardiente de cafla por el callejón de Bilbao sin la guía correspon
diente. Aprehensor: el cabo del resguardo José Gómez. AGN, Aguar
diente de ca1ia, v. 2, exp. 18, f. 318-329.
61. 1799. México. Diligencias practicadas sobre aprehensión de cuatro
barriles de aguardiente de caüa que se conducían clandestinamente
por la acequia de Santo Tomás; los infractores huyeron. Aprehensor:
el cabo del resguardo Fernando Ordieres. AGN, Aguardiente de ca1ia, v.
2, exp. 19, f. 330-341.
62. 1799. México. Diligencias practicadas sobre aprehensión de tres barri
les y un cuero de aguardiente de caüa que se conducía clandestinamen
te por la acequia de Santo Tomás; los infractores huyeron. Aprehensor:
el cabo del resguardo de esta capital. AGN, Aguardiente de caiía, v. 2,
exp. 20, f. 342-352.
63. 1799. México. Diligencias practicadas sobre aprehensión de tres cueros
de aguardiente de cafla realizada en las inmediaciones de la garita de
Santa Úrsula por el cabo del resguardo José Rico. Los infractores
huyeron. AGN, Aguardiente de cm1a, v. 2, exp. 22, f. 365-378.
64. 1799-1801. México. Proceso contra Acasio Ortiz,Juan Loaisa yJoaquín
Ga�·cía por haber introducido siete castaüas de aguardiente de caüa de
contrabando a esta capital por la ata1jea de la arquería de Santa Fe.
AGN, Aguardiente de cmia, v. 3, exp. 1, f. 1-60.
65. 1799-1802. Valladolid. Diligencias practicadas por el administrador de
Alcabalas al encontrar una fábrica de aguardiente ele cafía en la calle
de la Higuera de la ciudad de Valladolid. AGN, Aguardiente de ca1ia, v.
l, exp. 7, f. 235-251.
66. 1799-1802. Toluca. Diligencias practicadas por el guarda Alexo Agustín
de Herrera al aprehender un barril de aguardiente de caüa a Luisa
Ximénez. AGN, Aguardiente de ca'l1a, v. 1, exp. 9, f. 278-302.
67. 1799-1803. México. Diligencias practicadas por el guarda Vicente
León, al aprehender cinco cueros de aguardiente de cafia que clandes
tinamente se introdttjeron en una canoa por la garita de la Viga. AGN,
Aguardiente de ca'lia, v. 1, exp. 11, f. 333-381.
68. 1799-1804. México. Diligencias practicadas por el guarda meritorio
José Torres Tuüón al aprehender dos cueros de aguardiente de caüa
en la calzada de la Piedad. AGN, Aguardiente de caiia, v. 1, exp. 12, f.
382-403.
69. 1799-1804. México. Diligencias practicadas por el guarda de la garita
de la Viga Francisco Vargas al aprehender tres cueros de aguardiente
109. 1747 (14 abril). Consulta al rey sobre si el Consejo debe volver a exa
minar el asunto de la permisión del aguardiente de caña. AGI, México,
2331.
110. 1747 (6 agosto). Real cédula prohibiendo la fabricación de aguardien
te de caña. AGI, México, 2331, 5 f.
111. 1748. Carta de Horcasitas 25 sep. 1748. Denuncia de que el alguacil
de la Sala del Crimen estaba ebrio en una tepachería y protegía el
contrabando. AGI, México, 2331.
112. 1748. Testimonio de los autos hechos sobre ciertos bandos formados
por la Real Sala del Crimen en orden a evitar las embriagueces y
reforma de que de ellos se hizo y lo demás operado sobre la jurisdicción
privativa y absoluta de los Exmos. sres. virreyes, reiterada en virtud
de novísima real orden. AGI, México, 2331, 237 f.
113. 1748. El asentista del pulque da cuenta de lo ocurrido al poner en
ejecución lo prevenido en el bando recientemente publicado contra
los que se embriagasen y por qué mandó recoger el bando. AGI, México,
2331.
114. 1748. El asentista del pulque, capitán don Manuel Rodríguez Sáenz
de Pedroso pide se recoja el bando contra la embriaguez y que la Sala
del Crimen no interfiera con el Asiento del Pulque. AGI, México, 2331,
6 f.
115. 1748 (17 mayo). Testimonio de los autos hechos a pedimento de los
comerciantes de España y Veracruz sobre que el virrey compela al
capitán don José Velázquez para que se haga cargo de la extinción de
las bebidas prohibidas. AGI, México, 2331, 24 f.
116. 1748 (4 agosto). Carta de Horcasitas al marqués de la Ensenada. De
nuncia de que los alcaldes mayores protegen a los fabricantes o ellos
mismos lo son. AGI, México, 2331.
117. 1748 (25 agosto). Carta del virrey Horcasitas al marqués de la Ense
nada. Sobre lo que provocó el bando contra la embriaguez promovido
por la Sala del Crimen. AGI, México, 2331, 19 f.
118. 1750 (29 junio). Revillagigedo al marqués de la Ensenada. Sobre con
tribución que deben pagar los caldos de España. AGI, México, 2331,
13 f.
119. 1751. Decreto del señor Horcasitas de 31 de julio con insetción de
reales resoluciones para extinguir las bebidas prohibidas. AGN, Ban
dos, v. 4, f. 24.
142. 1765 (28 agosto). Sobre las oposiciones que le ocurrieron a Martínez
de Concha con el virrey y el oidor Rivadeneyra en el asunto de
nombramiento de asesor, procuradores y escribanos en el Juzgado
de Bebidas Prohibidas. Providencias tomadas sobre este asunto y
concesión a Concha de honores de la Audiencia de México. AGI,
México, 1667.
143. 1765 (29 septiembre). DonJoseph de Velasco y Padilla pide se le con
firme en el empleo de juez privativo de bebidas prohibidas. AGI,
México, 1667.
144. 1765-1769. Testimonio de los autos formados a instancia de don
Antonio Christóbal de Salamanca sobre que en las ciudades de Queré
taro y Guanajuato se establezca el Asiento de la bebida que llaman
mezcal. AGI, México, 2331, 24 f.
145. 1765 (23 octubre).Junta celebrada enJalapa del Comercio de España
con el visitador Gálvez. AGI, México, 2331.
146. 1766 (13 marzo). Bando del señor Cruillas reiterando los anteriores
y haciendo nuevos encargos al juez de la Acordada para exterminar
las bebidas prohibidas. AGN, Bandos, v. 6, f. 34.
147. 1766 (13 mayo). Bando del marqués de Cruillas vedando las bebidas
prohibidas. AGN, Bandos, v. 6.
147 bis. 1766 (6 septiembre). Propuesta de Manuel Rivero Cordero para
el establecimiento (a su cargo) del Asiento de Aguardiente de Caña.
AGI, México, 1365.
148. 1766. Nota de los barriles de aguardiente entrados en Veracruz según
los registros desde 6 de septiembre de 1760 hasta 6 de septiembre de
1766. Derechos que han contribuido los 18 062 barriles que anualmen
te han entrado a Veracruz. Utilidades de la venta de aguardiente. AGI,
México, 2331, 3 f.
149. 1766 (9 octubre). Bando del señor marqués de Croix concediendo
facultades al juez de la Acordada don Jacinto Martínez de Concha.
AGN, Bandos, v. 6, f. 48.
150. 1766 (20 octubre). El virrey Croix informa haber encargado el Juz
gado de Bebidas Prohibidas aJacinto Martínez de Concha. AGI, México,
2331.
151. 1766 (28 noviembre). Bando del virrey Croix declarando no haberse
comprehendido en el anterior la venta de mieles de los ingenios y
trapiches. AGN, Bandos, v. 6, f. 52.
152. 1767 (10 enero). El virrey de Nueva España remite a don Julián de
Arriaga las dos certificaciones de lo que han producido en el afio
172. 1768 (20 septiembre). La junta presidida por el marqués de San Juan
de Piedras Albas (presidente del Consejo de Indias) es del parecer que
"ni debe prohibirse el pulque ni permitirse en aquel reino el chingui
rito y antes sí prohibirse formalmente todo ulterior examen y discu
sión en el asunto". AGI, México, 2331.
173. 1769 (24 julio). Sobre permisión del vino mezcal en Guadalajara.
Sobre lo hecho por el obispo de Michoacán. AGI, México, 2331.
174. 1769 (6 septiembre). Bando del virrey Croix para que los justicias coo
peren en la extinción de las bebidas prohibidas. AGN, Bandos, v. 7,
f. 46.
175. 1769 (17 diciembre). Carta de Croix a Aniaga. Sobre permisión del
aguardiente de caña. AGI, México, 2331.
176. 1769 (17 diciembre). El virrey de Nueva España comunica a donju
lián de Al-riaga que a pesar de las providencias tomadas para evitar el
consumo de las bebidas prohibidas, especialmente del aguardieüte de
caña, los contraventores se valen de varios ardides para introducirlas,
por lo que ha ordenado extinguir el permiso de este último, lo que
disminuirá muy poco los valores de la renta del pulque. Le envía el
bando que ha mandado publicar al respecto (6 septiembre). AGN,
Correspo�dencia de virreyes, 2a. serie, v. 13, f. 239-247.
177. 1770 (28 enero). El virrey de Nueva España comunica con testimonios
a donjulián de Aniaga las providencias que ha tomado para arreglar
las pensiones que pagan las pulquerías de la ciudad de México. AGN,
Correspondencia de virreyes, 2a. serie, v. 13, f .301-30lv.
178. 1770 (2 junio). El virrey de Nueva España informa al señor AlTiaga
que auxiliará al juez de la Acordada don Jacinto Martínez de Concha
y que, respecto a prohibir la fabricación de chinguirito, se hace preciso
agravar las penas establecidas por no haber dado resultado las provi
dencias tomadas hasta entonces. AGN, CorresjJondencia de virreyes, 2a.
serie, v. 13, f. 475-475v.
179. 1771. Quejas del asentista del pulque de que han bajado los ingresos
de la renta del pulque porque no se persiguen las bebidas prohibidas
como se debería y que incluso el virrey Croix estaba a favor del
chinguirito y no hacía nada por combatirlo. AGI, México, 2331.
180. 1771 (14 agosto). Remite el gobernador los autos de proceso contra
el teniente de milicias Jacobo de la Fuente por el comiso de aguardien
te de su propiedad. AGN, Corre�J,ondencia de diversas autoridades, v. 17-,
exp. 4, f. 6-18.
211. 1786. Relación de tenientes, cabos y comisarios que han servido desde
el 1 de enero al 30 de abril de 1786 en el Juzgado de Bebidas
Prohibidas. Asimismo del 1 de mayo al 31 de agosto y del 1 de
septiembre al 31 de diciembre. AGN,Acordada, v. 30, exp. 3, f. 159-175;
exp. 4, f. 176-189; exp. 5, f. 190-202.
212. 1786 (20 noviembre). Cuadro del estado que manifiestan los fondos
delJuzgado de Bebidas Prohibidas. AGN,Acordada, v. 3, exp. 27, f. 144;
exp. 28, f. 146-181; exp. 30, f. 182-211.
213. 1786. Don Manuel Ignacio Velázquez vecino en la jurisdicción de
Acatlan y Piastla solicita licencia para poner un trapiche de moler caña
dulce. AGN, Policía, v. 3, f. 169.
214. 1786-1787. Cuentas de los oficiales reales de Veracruz y del tesorero
del Juzgado de Bebidas Prohibidas. AGN, Acordada, v. 30, exp. 2,
f. 81-158.
215. 1787. Cuenta del gasto diario de 600 reos. AGN,Acordada, v. 3, f. 212.
216. 1787. Comunicación de don Manuel de la Torre Piró al virrey Flores
y acuerdo del fiscal de Real Hacienda sobre la obra para dividir los
juzgados de Acordada y bebidas prohibidas. AGN, Acordada, v. 3, exp.
49, f. 283-285.
217. 1788. Don Fernando de Herrera pidiendo la cuenta de don Juan
Antonio Gómez, tesorero que fue de bebidas prohibidas, del año 1786
y que se libre orden al juez de ellas para que se le pasen todas las cau
sas que haya desde 1780 hasta 1787. AGN, Acordada, v. 30, exp. 7,
f. 237-269.
218. 1788. Expediente y reglamento de la Acordada y Bebidas Prohibi
das formado en octubre de ese año. AGN, Acordada, v. 30, exp. 9,
f. 319-330.
219. 1788. Reglamento del Juzgado Acordada y Bebidas Prohibidas pro
mulgado en 29 de octubre con expresión de las obligaciones a que
están sujetos los ministros de Real Hacienda de las cajas de México y
Veracruz y los de la Real Aduana para L cobro de derechos de licores.
AGN, Bandos y ordenanzas, v. 14, f. 379.
220. 1789. El tesorero delJuzgado de Bebidas Prohibidas pide dinero para
pagar a los subalternos del juzgado. No alcanza con lo que se cobra en
Veracruz de derechos a los caldos de España. AGI, México, 2331.
221. 1790. El virrey Revillagigedo informa las causas que hay para exigir
a los caldos de Castilla los derechos municipales y dice lo que importan
los exigidos para el Juzgado de Bebidas desde el año de 83 al de 88
y los gastos que causa la existencia de este tribunal. AGI, México, 2330.
228. 1792. El licenciado don Ramón Marqués, clérigo presbítero sobre que
se le conceda la gracia para que en la hacienda de San Nicolás
Plancarte, sita en la jurisdicción de Celaya, se pueda fabricar vino y
aguardiente. AGN, Policía, v. 3, exp. 1, f. 1-39; f. 78-80v.
229. 1792. El alcalde ordinario más antiguo don Francisco María de He
rrera sobre que no se venda aguardiente en las tiendas. AGN, Policía,
v. 3, exp. 2, f. 40-53.
230. 1792. El gobernador intendente interino de Veracruz remite noticia
de los barriles de aguardiente extraídos de ese puerto al año de 92.
AGN, Historia, v. 75, exp. 5, f. 1-22.
231. 1793 (8 mayo). Informa el gobernador de Veracruz que el adminis
trador de Real Hacienda quedó enterado que debe fonnula1· una nota
del aguardiente de caña enviado a México en 1792. AGN, Con·espon
dencia de diversas autoridades, v. 51, exp. 152, f. 390.
232. 1793 (24 mayo). Informa el gobernador de Veracruz que hará saber
a las casas Bárcenas y Carran, la resolución sobre el aguardiente que
decomisó a la polacra San Francisco de Paula. AGN, Correspondencia de
diversas autoridades, v. 51, exp. 175, f. 463.
233. 1793 (25 mayo). Informa el gobernador de Veracruz que hará saber
a 1� casa Puyol Hermanos la resolución sobre el aguardiente que se
decomisó a un bergantín. AGN, Con·espondencia de diversas autoridades,
v. 51, exp. 178, f. 467.
234. 1794. Pedimento del virrey Revillagigedo al administrador general
de la Aduana de México, Francisco Antonio de Astigarreta, para que
informe sobre el rendimiento del (1ltimo quinquenio del impuesto
destinado a fondos del juzgado de la Acordada y bebidas prohibidas
sobre vino y vinagre del reino. AGN, Acordada, v. 13, exp. 29, f.
222-224.
235. 1795 (28 febrero). Carta núm. 267. El virrey Branciforte satisface real
orden con que se le remitió instancia de don Joaquín Pablo Gómez
sobre fábrica de aguardiente chinguirito, y expone que éste es un
antiguo proyecto, lo recomienda particularmente consultando los
medios que considera convenientes para establecerlo. AGI, México,
2330.
235 bis. 1795 (28 febrero). El conde de Revillagigedo propone que se alce
la prohibición del aguardiente de caña (29 abril 1790). El marqués de
Branciforte repite esta proposición. AGI, México, 2330.
236. 1795. El capitán don Fernando Movellan y Linares de esta ciudad
sobre licencia de fabricar vino puro y aguardiente legítimo de las viñas
que hay en las tierras de la sierra de Tetela del Río. AGN, Policía, v. 3,
exp. 3, f. 54.
237. 1795. Estado mensual de los caudales y efectos de la Acordada y
Bebidas Prohibidas de enero a octubre y nombramiento de don Ma
nuel José de Urrutia por ausencia de don Miguel de Irisani como
alcalde del Crimen de la Real Audiencia. AGN, Acordada, v. 20, exp. 4,
f. 78-109. Corte y tanteo de caudales y especies de la tesorería y
administraciones de los juzgados de Acordada y Bebidas Prohibidas
conforme a los artículos 56 y 112 de su Reglamento, correspondiente
al año de 1795. AGN, Acordada, v. 20, exp. 5, f. 110-112.
238. 1795. Contestación al virrey Branciforte del gobernador intendente
interino de Veracruz, Diego García Panes, sobre trasladar caudales
procedentes del Ramo de bebidas prohibidas de esa caja principal a la
tesorería general. AGN, Acordada, v. 15, exp. 5, f. 44.
239. 1795 (30 noviembre). Carta núm. 528 Reservada. El virrey Brancifor
te repite sus recomendaciones sobre la importancia de establecer el es
tanco del aguardiente chinguirito para satisfacer con los productos de
esta nueva renta los grandes empeños de aquel erario. AGI, México,
2331.
240. 1796 (26 junio). Carta núm. 755 Reservada. El virrey Branciforte
contesta a la real orden de 19 de marzo que le previno el estableci
miento del estanco del chinguirito. AGI, México, 2331.
241. 1796 (8 julio). Bando del señor Branciforte imponiendo penas a los
sttjetos que de resultas de la embriaguez se hallaren privados de sentido
o dando escándalo en las calles de esta capital. AGN, Bandos, v. 18, f.
236.
242. 1796. Estado mensual de caudales y efectos de la administración de
Acordada y Bebidas Prohibidas de enero a noviembre de 1796; corte y
tanteo de caudales y especies de la tesorería y administración de los
juzgados de Acordada y Bebidas Prohibidas conforme a lo ordenado
por los artículos 56-112 de su Reglamento. AGN, Acordada, v. 20, exp.
7, f. 150-185.
243. 1796. Autos de pregones al asiento de vinos mezcales del Real de
Bolaños. AGN, Policía, v. 3, exp. 4, f. 87.
244. 1796 (6 diciembre). Aguardiente de caña. Reglamento para la admi
nistración, manejo, cuenta y razón de este nuevo ramo de la Real
Hacienda. AGN, Bandos y ordenanzas, v. 18, f. 426.
245. 1796 (9 diciembre). Aguardiente de caña. Bando del señor Brancifor
te publicando la libertad para fabricarlo, e insertando los artículos
264. 1778-1794. México, ciudad de. Circular en que se piden noticias a las
administraciones particulares de alcaldía y pulques del reino, de
las bebidas que se acostumbran en esta Nueva España, requeridas por
el director general de Aduanas y juez privativo de ellas. Se adjunta una
nómina y explicación de las bebidas alcabalatorias, sus nombres, de las
simples y artificiales, y el modo de beneficiarlas. Finalidad: extinguir
las bebidas prohibidas. AGN, Aguardiente de caña, v. 1, exp. 1, f. 1-36,
68-73.
265. 1779.Jalisco. Consulta de la Real Junta de Almoneda de Guadalajara
que incluye testimonio del escrito que le presentó el arrendatario de
mezcales de Charcas y Sierra de Pinos, para que se le agreguen los
pueblos de San Sebastián Agua de Venado y San Gerónimo de la
Hedionda, respecto al pe1juicio que experimenta el asiento por
la introducción que hacen los indios de estos pueblos. AGN, Acordada,
v. 29, exp. 24, f. 255-264.
266. "Discurso sobre la decadencia de la agricultura en el reino de la Nueva
Espafia. Medios de restablecerla, con sólo la habilitación, uso y arreglo
de un Ramo que se propone, con ventajas considerables al Estado y al
Real Erario. Por don Silvestre Díaz de la Vega... ", México, 1788. AGI,
México, 2330.
El chinguirito vindicado
El contrabando de aguardiente de caña y la política
colonial
Segunda edición
México
Universidad Nacional Autónoma de México
Instituto de Investigaciones Históricas
2005
358 p.
(Serie Historia Novohispana, 51)
ISBN 970-32-2956-5
Formato: PDF
Publicado en línea: 13 de diciembre de 2019
Disponible en:
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