1 Pedro 2. 13-17
1 Pedro 2. 13-17
1 Pedro 2. 13-17
2:13-17
¿Cuáles eran esas buenas obras que podían provocar que los gentiles (no
creyentes) glorifiquen a Dios? Pedro les va detallar a continuación:
Por causa del Señor someteos a toda institución humana, la sumisión la
humildad, el ser manso no son cualidades admirables en el mundo de hoy
y también no lo eran en la cultura Romana ni griega, más bien eran
debilidades de las que se aprovechaban otros, cuando el Señor estuvo en
la tierra, él nos demostró con su ejemplo, que estas cualidades son de
gran aprecio en su reino sempiterno. Someteos, es un término militar que
significa ponerse detrás de la fila como subordinado, ponerse bajo
autoridad. No solo ponerse bajo la fila sino activamente para escuchar la
orden y hacerlo con diligencia, quizá recordándonos que estamos en
guerra, que batallan contra nuestra alma (11). Kelly dice “el verbo es no
solo reflexivo, sino aoristo, y por ello el significado es: Sed vosotros
aquellos que se han sometido de una vez por todas”. No solo estamos en
batalla, sino nosotros mismos somos el campo de batalla, (el alma) el
creyente continuamente necesitamos ser salvados y guardados de la
caída.
Es por causa de Cristo, es decir por amor y honra al Señor y porque él nos
dio el ejemplo de Sujeción a la autoridad.
A toda institución humana, a cada institución humana, la palabra
institución en las Escrituras se refiere a algo creado por Dios, el Señor
estableció la autoridad y la delego a los hombres para que se desarrolle y
mantenga en orden. Rom. 13:1. Cuando alguien se rebela contra la
autoridad indirectamente se está revelando contra Dios, tanto el Señor
como los apóstoles fueron muertos por la autoridad romana, pero
siempre enseñaron estar sujetos a Roma.
Pero hay un límite a este mandamiento, cuando la autoridad establecida
exige algo que claramente un mandamiento o principio de la Palabra De
Dios, se opone, debemos decir como Pedro “es necesario obedecer a Dios
antes que a los hombres” y disponernos a sufrir las consecuencias. Hech.
5:29
ya sea al rey, como a superior, el rey en aquellos momentos era el cruel
Nerón y Pedro mismo estaba en peligro de caer en sus manos y Dios
permitió que poco tiempo después muere por su autoridad. Ya a los
gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y
alabanza de los que hacen bien. Ya sea que el gobernante sea totalitario o
benigno, ya sea al de más alto rango como al más bajo, es deber de cada
creyente sujetarnos y mostrarnos como buenos ciudadanos y no importa
el país que habitemos. Porque ellos están puestos para castigar al malo
como para estar contentos con los que cumplen sus deberes.
“no le ha sido dado al cristiano cambiar el mundo ni derrocar gobiernos
mediante manifestaciones, huelgas o insurrecciones. Dios no va limpiar
este sistema del mundo. Más bien lo quemara. La comisión que ha dado a
los suyos es ir al mundo y declarar el evangelio, y mediante la instrucción
hacer discípulos, llamando a hombres y mujeres fuera de este sistema
para que puedan entrar en su reino eterno…” (J. B. Nicholson)
Porque esta es la voluntad de Dios: a veces nos es difícil saber la voluntad
de Dios en algunos asuntos, pero aquí sabemos claramente que la
voluntad de Dios para nuestras vidas es someternos a las autoridades. (2
Pedro 3:9, 1 Tes 4:3) que, haciendo bien, es decir teniendo una actitud o
un espíritu de sometimiento a la autoridad, aunque alrededor siempre
tendremos una sociedad que reclama derechos. Hagáis callar la
ignorancia de los hombres insensatos; en tiempos del apóstol los
cristianos eran acusados de rebeldes, esta calumnia seria desmentida y
taparía la boca de aquellos que no conocen al Señor. Este callar no es
voluntario, pues los incrédulos siempre tienen algo que hablar contra los
cristianos, pero van a ser callados como puestos un bozal a un animal
mediante el poder de una vida piadosa en medio de un mundo impío.
como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para
hacer lo malo, la libertad del creyente en Cristo no está sin límites y
responsabilidades esto incluye obediencia a las leyes de la tierra en que
vive, y no está exonerado de los deberes ante sus semejantes. A sido
libertado del dominio del pecado (Rom. 6:14 Gal. 5:1). Por tanto, la
libertad cristiana no debe tomarse como pretexto para hacer lo malo en
este caso para rebelarse contra la autoridad. sino como siervos de Dios.
Esta libertad incluye entrar al santuario mismo de Dios (He. 10:19) y
también de escoger servir al Señor no como condicionado como el A.T.
sino por amor como el siervo de (Ex. 21:1-6)
como libres … como siervos. Cristo nos dio libertad para disfrutarla
sirviéndole en obediencia, mientras más obedientes somos más libres
somos
Honrad a todos. Quiere decir que tengamos en alta estima a todos, cada
persona es objeto del amor de Dios y hecho a la imagen de él y Dios ha
provisto también para todos, la muerte de Cristo, por tanto, debemos
valorar a todos.
Amad a los hermanos. Se refiere a todos los hermanos, toda la iglesia no
solo los que están de acuerdo con nosotros sino a toda la Iglesia, se
entiende que en la iglesia ya hay ese amor, pero el Apóstol Pedro nos
anima a seguir amando y de una forma más elevada con el amor Ágape,
este fue un mandamiento del Señor en Jn. 13:35. Si todos obedeciéramos
este mandato se esfumarían muchísimas dificultades, y sanarían muchos
corazones adoloridos y las iglesias aflorarían ese amor, y el mundo diría
verdaderamente estos son discípulos del Señor.
Temed a Dios. Es un temor a no deshonrarle a no entristecerle, a no
hacer algo que le desagrade es reverenciarle, tenerle en muy alta estima,
el no abusar de la libertad cristiana.
Honrad al rey. Recordad que el rey de aquel entonces era Nerón, aun así,
se nos dice honrad al rey, puede que está actuando muy mal pero su
autoridad estaba establecida por Dios y debería ser reconocido como tal.
Lo mismo en la actualidad, debemos tener respeto al presidente y a todo
lo que está puesto por autoridad.
En los últimos tiempos se levantarán hombres que hablarán mal de las
autoridades superiores (Judas. 8) hombres apóstatas cuyo destino es la
destrucción. Una de las formas que los honramos es orando por ellos, 1Ti.
2:1-2; 2Tes. 3: 1-2. Alguien dijo que el cristiano tiene más poder para
ayudar a su país en oración que en la votación, porque otro hombre puede
anular tu voto, pero nadie puede anular tu oración. Miremos el ejemplo
de Daniel.