Postitulo ESI Clase1 Modulo2

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 19

La diversidad, una mirada necesaria para profundizar la ESI

Clase 1: Desnaturalizar el sentido común para ampliar la


mirada sobre la diversidad

Les damos la bienvenida


Continuamos el recorrido al comenzar con este segundo bloque que pertenece a un segundo módulo
también. “Dicen que viajando se fortalece el corazón”, y viajando por nuestros barrios, nuestros
pueblos, resignificando la propia historia, la propia mirada, (en nuestro país y el mundo) nos vamos
conociendo y reconociendo mejor (y a quienes nos rodean también.)

El objetivo de este módulo es reflexionar sobre la diversidad como una perspectiva necesaria para
la tarea pedagógica, fortaleciendo una mirada crítica que visibilice las múltiples identidades que
habitan las escuelas de nuestro país y que se constituyen a partir de las intersecciones de clase,
género, nacionalidad, etnia, edad, entre otras. Pero, vamos de a poco, que recién comenzamos.

Siguiendo a Gabriela Karasik y Alejandro Grimson (2017), cuando se analiza una sociedad pueden
observarse heterogeneidades que se imbrican de modos peculiares e históricos con las

1
desigualdades. Mientras el término “heterogeneidad” permite analizar las diferencias que existen
entre las personas y los grupos, el concepto de “diversidad” tiene una carga moral positiva, es un
concepto normativo que convoca a la acción.

Todas las personas que coincidimos en este recorrido de formación tenemos distintos puntos de
partida. Habrá quienes tomaron dos colectivos para llegar a esta estación o atravesaron horas a pie
de llanura o de montaña o viajaron en colectivo o en auto. Sin embargo, lo que nos une aquí es formar
parte de este viaje por la ESI, estar en movimiento y sostener este recorrido que ya comienza. Les
damos la bienvenida a bordo.

Para empezar les convidamos un poema de Konstantino Kavafis:

Ítaca

Cuando emprendas tu viaje a Ítaca


pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
(…)

Ten siempre a Ítaca en tu mente.


Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te brindó tan hermoso viaje.


Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.


Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas.

2
¿Qué significa ÍTACA para vos?

Probablemente cuando pensamos en la palabra “diversidad” en el marco de la ESI, la relacionemos


en primera instancia con la orientación sexual y la identidad de género. Y está muy bien que así sea,
porque es una palabra que se incorporó para visibilizar y nombrar que hay más que dos géneros y
más orientaciones sexuales que la heterosexual. Cuando trabajamos a lo largo de estos años el eje
de la ESI que se conoce como “respeto por la diversidad” lo entendíamos en términos de que nuestra
identidad de género y nuestra orientación sexual forman parte de la diversidad sexual de nuestras
sociedades. Hay determinadas identidades, relaciones y orientaciones que se han construido como
normales y legítimas (por ejemplo, la orientación heterosexual), mientras otras han sido
consideradas erróneamente como patológicas y problemáticas (por ejemplo, la orientación
homosexual o las identidades trans) (Marina Et. Al, 2014)).

En esta Actualización académica en ESI reflexionaremos acerca de los modos en que la diversidad
sexogenérica se entrecruza con otras diversidades dando lugar a múltiples identidades. Es decir,
nuestro propósito será ampliar la mirada sobre el concepto de diversidad, procurando reconocer,
además, de qué modos las diferencias se jerarquizan y se convierten en desigualdades. Pero vamos
de a poco, que esto recién empieza.

Desnaturalizar el sentido común, ¿para qué?: para proyectar una vida en


común

En el actual contexto, resulta un imperativo que las personas que habitan nuestros espacios
educativos se sientan bienvenidas en la construcción de un común amplio y respetuoso de las
diversidades. La ESI nos convoca a reconocer y valorar positivamente las múltiples diferencias
que tenemos los seres humanos: edad, origen étnico, nacionalidad, creencias religiosas, políticas,
condición social, orientación sexual, identidad de género, entre otras.

3
En este recorrido vamos a problematizar tanto las miradas exóticas como las miradas románticas
respecto de la idea de diversidad. ¿Qué queremos decir con exotizar la diversidad? Considerar
exótico a una persona o conjunto de personas que representa de manera fija algo que no está dentro
de lo concebido como normal. Por ejemplo, una mirada exotizante desde Europa podría ser
considerar que en Argentina solo sabemos bailar tango, jugar al fútbol y hacer asados y que quienes
no entran dentro de ese estereotipo, no son verdaderos argentinos o argentinas. O pensar que las
movilizaciones por el orgullo LGTBI+ son un evento atractivo.

¿Y cuando decimos romantizar la diferencia, qué queremos decir? Se trata de idealizar sin cuestionar
las situaciones injustas. Por ejemplo cuando se conmemora algún hecho relacionado con una
situación injusta, de modo naturalizado, sin cuestionamientos, sin una mirada crítica. Podemos
pensar cuánto tiempo celebramos el 12 de octubre como el Día de la Raza en nuestras escuelas, y
recordar qué se mostraba y hacía en esos actos escolares. Hoy hablamos del Día del Respeto a la
Diversidad Cultural, y sabemos que el 11 de octubre en muchos grupos de Abya Yala (término más
antiguo conocido para referirse al actual territorio americano) se conmemora como el último día en
que los pueblos originarios fueron libres.

Romantizar la pobreza podría ser tener colgado este cuadro de Antonio Berni y no movilizarse frente
a la denuncia social que el autor buscó transmitir, además de disfrutar la belleza de su obra.

Antonio Berni (1961). -Juanito Laguna aprende a leer

4
Las categorías sociales como el género, la etnia, la clase, u orientación sexual no son ni naturales ni
biológicas, sino que son construidas socialmente y están interrelacionadas. De acuerdo con Mónica
Tarducci, debemos preguntarnos por qué algunos atributos de las sociedades son considerados
naturales, universales y otros no (Tarducci, 2013). Por proponer un ejemplo sencillo, ¿por qué le
decimos “color piel” al lápiz rosado claro y no al marrón o al negro? ¿Acaso no hay pieles marrones
y negras? ¿Por qué usamos escaleras y no rampas? ¿Por qué existe un talle único en la ropa de mujer
y que, además, no le queda cómodo a un alto porcentaje de mujeres?

La cultura atraviesa no solo la forma de satisfacer nuestras necesidades, sino también el modo en
que las sentimos (Marques, 1982 en Lifszyc y Meccia, 2009). En esa línea, podemos pensar que
Cornelius Castoradis, filósofo y sociólogo greco-francés, define el imaginario social como aquello que
anuda nuestros deseos al poder.

Preguntas voladoras de esta clase:


¿Qué querrá decir que nuestros deseos se anudan al poder? ¿Podemos pensar
que aquello que deseamos o sentimos es también construído socialmente? ¿Les
pasó alguna vez que se les ocurrió una idea que parecía novedosa y resulta que
luego se encontraron con que muchas personas pensaron la misma idea y a la
vez?

Las iremos respondiendo en conjunto durante este módulo.

Volvamos a reflexionar sobre las diferencias entre las personas. Hay diferencias que cargan con más
peso que otras. ¿Acaso es lo mismo conseguir un trabajo para el que se solicita buena presencia, si
no se tiene un cuerpo dentro de los patrones reconocidos como hegemónicos? ¿A qué trabajos y en
qué condiciones pueden acceder quienes migran a Argentina desde un país vecino? ¿Es distinto si la
migración es de un país europeo? ¿Cómo será observada una pareja homosexual que pasea por el
barrio tomada de la mano? ¿Del mismo modo que una pareja heterosexual paseando por el mismo
sitio?

Vemos entonces cómo la blancura, la delgadez, la heterosexualidad, entre otras características, se


constituyen como atributos que son considerados normales, universales, hegemónicos, por más que
la mayoría de las personas no estemos dentro de estos parámetros. Es decir, una persona blanca,
adulta, de clase media, masculina, heterosexual, que vive en la ciudad, sin discapacidad, es una

5
persona con ventaja en relación con una persona de tez marrón, joven, trans, homosexual o gorda.
Contar con ciertos atributos puede posibilitar tener un lugar que consideramos superior en la
jerarquía social y contar con ciertos privilegios que se traducen en beneficios concretos. Mientras
que a quienes no cumplen con esos atributos les sucede lo contrario.

En síntesis, cuando las diferencias se jerarquizan pueden constituirse en desigualdades. Y así por
ejemplo, quien nació en cierto barrio, con ciertas condiciones socioeconómicas, cierto color de piel,
contará con menos posibilidades de ejercer sus derechos,que alguien que nació en mejores condiciones
por mucho que se esfuerce (porque consideramos que no es una cuestión de esfuerzo personal).
Podemos pensar, por ejemplo, en quiénes suelen ser las víctimas de violencia institucional, quiénes
ocupan los puestos de trabajo peor remunerados, quiénes realizan las tareas domésticas o de
cuidado, quiénes habitan las universidades nacionales, quiénes sufren mayor discriminación.

El primer paso para desnaturalizar lo social es tener una mirada crítica y una actitud cuestionadora.
Cuando escuchamos decir que algo es natural, prendamos los radares para reflexionar e ir un poco
más allá. Si algo es natural, ¿podemos pensar que existen cosas antinaturales? Si escuchamos decir
que algo es normal ¿debemos imaginar qué es lo que no es normal o anormal entonces? Por ejemplo,
cuando alguien dice que es normal que a una nena le guste jugar con muñecas, está diciendo que
sería anormal que a ella ese juego no le guste, o que a un varón sí le gusten las muñecas? Podemos
pensar que si existen escuelas que se llaman normales, ¿hay otras escuelas que son anormales? Eso
podría significar que las infancias que van a una u otra escuela, también son clasificables entre
normales y anormales, aunque pongamos otros adjetivos para describirlo. ¿Se les ocurren más
ejemplos?

También podemos traer como ejemplo las diferencias que existen en las concepciones sociales acerca
de la niñez, la muerte o la sexualidad, por ejemplo. Según cada comunidad, los rituales que se realizan
o los modos de entender y vivir estas cuestiones cambian. Puede llamarnos la atención cómo existen
cementerios que son espacios floridos y coloridos y otros silenciosos y grises. ¿Qué idea o
cosmovisión respecto de la muerte habrá detrás de cada uno de ellos? ¿Es la muerte un comienzo
que da paso a otra vida o es el final del recorrido? Se abrirían muchas más posibilidades si
compartiéramos cómo se celebran, festejan o duelan las muertes en cada uno de nuestros territorios.
¿Es alguna de esas mejor que otras? ¿Existen formas reales, normales y otras peores o erradas? ¿Qué

6
define cuál de esos significados es validado socialmente y cuáles son vistos como rituales paganos o
menospreciados?

Otra variable a pensar son las diferencias entre las generaciones actuales y las anteriores. Lo que
antes podía ser concebido como normal o legitimado socialmente, en la actualidad puede ser una
aberración. Esto quiere decir que las sociedades cambian porque lo concebido como natural o normal
se comienza a poner en duda también.

Nos detenemos a pensar. Décadas atrás podíamos escuchar que un padre o madre dijera “le pegué
para que aprenda, es mi hijo”. Dando por sobreentendido que tenía derecho a hacer lo que quisiera
sobre el cuerpo de la crianza, porque era suya. Del mismo modo que los maestros podían pegar con
un puntero a sus estudiantes. Hoy esa idea y esas prácticas están problematizadas y esos métodos
son considerados actos de violencia que deben denunciarse en caso de conocerse. En el módulo 4
profundizaremos sobre esta perspectiva.

Desnaturalizar aquello que el sentido común naturalizó es un antídoto ante la


forma que tenemos de situarnos frente a lo que no es igual que nosotras/os/es:
un antídoto contra el “socio-centrismo” (o etnocentrismo).

En otras palabras, se trata de desnaturalizar el universo del sentido común, de clasificaciones y


calificaciones negativas de todo aquello que se aleja de los atributos o normas sociales que se
constituyen como hegemónicas en un momento y en un contexto determinado. La norma social se
construye a partir de lo que se presenta como lo natural, por ende, lo que es mejor: lo blanco, lo
material, lo clase media, lo europeo, lo estadounidense, lo racional, lo productivo, lo heterosexual.

Esto quiere decir que muchas veces se naturalizan situaciones para justificar, por ejemplo, las
desigualdades socioeconómicas. Entonces se puede pensar que las personas empobrecidas lo son
porque es parte de su cultura, por ejemplo. O porque no hacen el esfuerzo suficiente para mejorar
la situación que atraviesan, imponiendo una mirada meritocrática que responsabiliza de modo
individual, negando las injusticias sociales que poseen puntos de partida sumamente desiguales para
acceder a derechos que son comunes.

7
Hagamos un ejercicio. Miremos esta publicidad de Chevrolet:

Imaginate vivir en una Meritocracia / Chevrolet

¿Qué opiniones les merece la publicidad? ¿Qué les parece que naturaliza? Tómense un tiempo para
pensar en estas dos preguntas, si quieren anoten palabras clave y recién entonces, miren el siguiente
video:

Por qué la meritocracia no existe ( Les sugerimos mirar desde el inicio hasta el
minuto 4.07)

8
Desarrollar el sentido crítico, nos permite identificar de qué maneras, detrás del sentido común, suele
haber intereses que apuntan a mantener el status quo que cada sociedad necesita para reproducirse.

Posteo de Facebook Rocío Di Nápoli. Docente de escuelas públicas del conurbano de la provincia de Buenos
Aires.https://www.facebook.com/photo/?fbid=10224545629441618&set=a.1607937911738

9
Por eso es importante que nos desplacemos de la postura meritocrática, ya que es engorroso pensar
en el mérito cuando se han tenido puntos de partida tan dispares. Y que reconozcamos nuestros
privilegios, así como las desigualdades que nos han atravesado. Se trata de reconocerlas y hacernos
cargo, en palabras de Carlos Cullen (2009).

¡Atención! ¡Tenemos una buena noticia!

La buena noticia, es que aquello que se ha naturalizado, es posible de ser


transformado (Mónica Tarducci y Marcelo Zelarallán, 2017).

Y ¿cómo podemos comenzar a hacerlo? Un posible camino es preguntar e incomodar a nuestro


sentido común.

Les proponemos deleitarse con postales de las escuelas de nuestro país,


procurando agudizar los sentidos en torno a la diversidad.

https://youtu.be/2xYRuD92A4w

10
FORO MATEADA: A la pesca de vestigios del sentido común

Les proponemos que observen con sutileza situaciones, ideas o concepciones en su vida
cotidiana en las que, casi de manera imperceptible, ¿todavía? se nos siguen colando o
filtrando vestigios del sentido común. Es decir, esas cosas que creíamos que ya estaban
superadas, que aparentan ser vetustas, caducas, cosas del pasado. Sin embargo, se
mantienen con fuerza conservadora, y siguen apareciendo de vez en cuando.

¿Qué podemos encontrar que aún naturalizamos, normalizamos, invisibilizamos?

¿Qué cosas decimos o escuchamos y queremos que no se repitan más?

Versiones sobre la diversidad y construcción de las diferencias


desigualadas
La diversidad ha estado (y continúa estándolo) bajo sospecha (Skliar y Duschatzky, 2000). ¿Por qué
tanta sospecha alrededor de la idea de diversidad?

Vamos a interrogarnos sobre nuestras representaciones acerca de esa construcción que hacemos de
lo otro que se distancia de nuestra normalidad, y sobre los estereotipos que nos acercan a ciertos
discursos y prácticas culturales que podrían parecer políticamente correctas pero son sensiblemente
confusas.

Para empezar a desatar este nudo, les proponemos conocer tres posibles versiones sobre la
diversidad y analizar las implicancias de cada una de ellas en el contexto educativo. Las tres versiones
(Skliar y Duschatzky, 2000) son:

• La diversidad como fuente de todo mal.


• La diversidad como sujetos plenos de un grupo cultural.
• La diversidad como algo a tolerar.

11
La diversidad en primera versión: “Sos responsable de todo mal, por eso vamos a
corregirte”

La primera versión es la del "otro como fuente de todo mal" (Skliar y Duschatzky, 2000). Hagamos un
poquito de historia. Esta versión signó el modo predominante de relación social durante el siglo XX,
siglo marcado por conflictos bélicos y genocidios sistemáticos (matanzas étnicas, apartheid,
dictaduras). La modernidad construyó, en ese sentido, varias estrategias de regulación y de control
de la otredad que, solo en principio, pueden parecer sutiles variaciones dentro de una misma
narrativa. Entre ellas: la demonización del otro, su transformación en sujeto ausente, es decir, la
ausencia de las diferencias al pensar la cultura, su permanente y perversa localización del lado de
afuera y del lado de dentro de los discursos y prácticas institucionales establecidas, vigilando
permanentemente las fronteras, su oposición a totalidades de normalidad a través de la lógica binaria
(donde siempre se cristalizan solo dos discursos polarizados: lo blanco y lo negro, lo sano y lo
enfermo, etc.), su inmersión en el estereotipo, su fabricación y su utilización, para asegurar y
garantizar las identidades fijas, centradas, homogéneas, estables.

No es solo mediante la eliminación física que se realiza el acto expulsor. La propia civilización desplaza
la violencia externa a la coacción interna mediante la regulación de costumbres y moralidades. En
este sentido la alteridad, para poder formar parte de la diversidad cultural bien entendida y aceptable
debe desvestirse, des-racializarse, des-sexualizarse, despedirse de sus marcas identitarias, ser como
los demás (Skliar y Duschatzky, 2000).

En esa otredad diferente se depositan todos los males, son portadores de las fallas sociales. Este tipo
de pensamiento supone que la pobreza es del pobre, la violencia del violento, el fracaso escolar del
estudiante, la deficiencia del deficiente.

Centrándonos en la educación, este mito constituyó el pilar fundacional. Sarmiento creyó que la
barbarie era el problema argentino, por lo que se llevó adelante la eliminación física de gauchos e
indígenas hasta la constitución de sujetos civilizados (Skliar y Duschatzky, 2000). A partir de aquí el
sistema educativo se pobló de oposiciones binarias, colocando de un lado lo deseable, lo legítimo y
del otro lo ilegítimo. La promesa educativa pretendió eliminar lo etiquetado como negativo,
reencauzándolo: despojando de palabra al chico conflictivo, al mal estudiante, al mal hablado,

12
devaluando el lenguaje no oficial, al mal vestido, rechazando estilos de vida diferentes,
desautorizando la duda, juzgando de irrespetuoso al que cuestiona la autoridad.

La versión que concibe la idea de diversidad ligada al “otro como fuente de todo mal" empuja a la
xenofobia, al sexismo, al homo odio, al racismo.

La diversidad en segunda versión: “Sos tu cultura y no te muevas de ahí”

La segunda versión es la de "Los otros/as/es como sujetos plenos de una marca cultural". Para esta
perspectiva, las culturas representan comunidades homogéneas de creencias y estilos de vida. Este
mito supone que cada sujeto logra identidades plenas a partir de únicas marcas de identificación,
como si las culturas se estructuraran independientemente de relaciones de poder y jerarquía. Por
poner un ejemplo, que todas las personas negras vivirían la negritud del mismo modo, las personas
musulmanas experimentan una única forma cultural y las mujeres viven el género de manera idéntica
(Skliar y Duschatzky, 2000).

En el campo educativo esta versión presenta una doble impronta. Por un lado, se trata de una entrada
folklórica caracterizada por un recorrido turístico de costumbres y escolarizada que convierte a la
diversidad cultural en una foto fija que ingresa al paisaje escolar, bajo la forma de festejo escolar o
efeméride que engrosa la lista de los festejos escolares. Por otro lado, la reivindicación del localismo
como retórica legitimadora de la autonomía institucional pasa a ser otro modo de traducción
educativa del discurso multiculturalista.

El “otro como sujeto pleno de una marca cultural” encubierto por el discurso multiculturalista corre
el riesgo de fijar a los sujetos a únicos anclajes de identidad, que es igual a condenarlos a no ser otra
cosa de la que se es y a abandonar la pretensión de todo lazo colectivo.

La diversidad en tercera versión: “Te tolero, pero no molestes ni vengas a pedir


demasiado”.

La tercera versión de la diversidad es la de “El otro/a/e como alguien a tolerar”. La tolerancia por
momentos puede tornarse un eufemismo, un como si, ya que nos exime de tomar posiciones y
responsabilizamos por ellas. En algún punto enmascara las desigualdades, no pone en cuestión un

13
modelo social de exclusión y está relacionada con la indiferencia. El discurso de la tolerancia corre el
riesgo de transformarse en un pensamiento de la desmemoria, de la conciliación con el pasado, en
un pensamiento frágil, liviano, que no convoca a la interrogación y que intenta despejar todo
malestar (Skliar y Duschatzky, 2000). Por ejemplo, es frecuente escuchar frases como: para mí la
homosexualidad está bien, incluso tengo un amigo gay. Pero creo que no debieran besarse en público.

Si nos centramos en analizar cómo juega la tolerancia en la educación, es posible reconocer que
somos tolerantes cuando los hijos e hijas de personas que integran distintos grupos étnicos,
religiosos, etc. se encuentran en los espacios educativos, pero esta aceptación material no supone
siempre un reconocimiento simbólico (Skliar y Duschatzky, 2000). Un ejemplo es que se inscriba en
la escuela a una persona de género no binario con el nombre que desea, mientras se continúan
enseñando contenidos desde una perspectiva binaria.

La tolerancia es un como si de un mundo que promueve vivir en la diversidad, porque aparentemente


incorpora lo que aparece como distinto a la norma, a lo normal, pero no transforman los patrones
culturales que se han ido cristalizando en las instituciones sociales. Esta versión puede instalarnos en
la naturalización e indiferencia frente a lo que aparece como extraño.

Insumo para el cuaderno de viaje. Versiones de la diversidad

Te invitamos a reflexionar en tu cuaderno de viaje sobre las distintas versiones


de la diversidad:
1) Pensá ejemplos de la vida cotidiana en los que se relacione la diversidad con
la versión "el otro como fuente de todo mal".
2) ¿Se escuchan en tu entorno generalizaciones como, por ejemplo, “todas las
personas de la puna son calladas” o “todas las mujeres son buenas para las tareas
de la casa”? ¿Podrías registrarlas si se escuchan?
3) Todavía se escuchan frases sostenidas en esta versión de que hay que tolerar
la diversidad. ¿Las escuchaste alguna vez? ¿En qué contexto? ¿Podemos todavía
encontrar ejemplos desde esta concepción de tolerancia de la diferencia en
nuestras instituciones o barrios?

Para cerrar este recorrido por las diferentes versiones, proponemos recuperar la noción de alteridad.
Si bien en ocasiones se usa como sinónimo de otredad, desde algunas perspectivas suele
considerarse como un paso más allá: al haber alteridad hay un reconocimiento de ese otro u otra,

14
una reflexión, un intento por explicarlo para construir un nosotros/as. Es más, nosotros/as, somos
otros/as también.

Llamamos alteridad al contacto cultural con otro u otra que al no ser conocido nos produce
extrañamiento (Krotz, 1994). Es un tipo particular de diferenciación respecto de aquello que se
presenta como lo extraño. La alteridad capta el fenómeno de lo humano de un modo especial.

Lo que nos invita a pensar esta noción, es que siempre habrá contacto con otredades, e incluso cada
persona es parte de una otredad para otros grupos sociales. Dicho de otra manera, nosotros y
nosotras, también somos otros y otras. Practicar la alteridad nos permite considerar otros modos de
ser y estar, otros puntos de vista y concepciones del mundo, y no dar por supuesto que los propios
son los únicos posibles ya que “La normalidad no es nada, ni es nadie el normal. Y habrá que combatir
ese par nefasto, asumiendo la interioridad de una diferencia que pide un gesto de reconciliación”
(Skliar, 2015). Esto nos abre puertas a la reflexión acerca de lo propio y lo ajeno, y a la posibilidad de
establecer diálogos y tender puentes hacia la construcción de un nosotros y nosotras. Existe un juego
constante entre lo que consideramos semejante o diferente, porque eso siempre varía. Cabe
entonces preguntarnos: ¿Quiénes somos nosotros/as, y quiénes son los otros/as? ¿Dónde trazamos
la frontera? (Inadi, 2021).

Y para ir despidiéndonos…
Ana María Fernández (2009) advirtió que es preciso recordar que las desigualdades son diferencias
que devienen en desigualdades. La construcción misma de una diferencia se produce dentro de
dispositivos de poder: de género, de clase, de etnia, geopolíticos. No se trata de describir diferencias
o desigualdades, sino de visibilizar y enunciar la producción-reproducción de los dispositivos que
configuran en un mismo movimiento esa diferencia y esa desigualdad.

Es decir que el problema no es la constatación de la diferencia, sino el sistema de evaluación que se


monta sobre el mismo y que concluye en que determinados grupos concentran ciertos atributos y las
posibilidades de subordinar a otros (Manzano et. al, 2010, p. 211). El problema radica entonces en
las valoraciones de las diferencias sobre la base de parámetros de superior-inferior y la tendencia a
naturalizar y universalizar esos parámetros. Lo que encontramos en la base de los actos de
discriminación es una subvaloración de los sujetos o grupos que la sufren.

15
A continuación, les compartimos un video en el que las niñeces nos invitan a pensar en torno a las
diferentes discriminaciones. Les proponemos que atiendan a cuáles son las diferencias sobre las que
se está construyendo esa discriminación.

Microprogramas Vivir Juntos, capítulo Discriminación. Niños de 6 a 12 años.


Vivir Juntos. Discriminación. Niños de 6 a 12 años

Podemos ver cómo las diferencias de género, de nacionalidad, de capacidad, de cuerpo son valoradas
negativamente en la sociedad.

En esta clase buscamos profundizar la perspectiva de la diversidad con el propósito de visibilizar,


problematizar y cuestionar nuestra mirada sobre la realidad como un paso indispensable para
fortalecer la ESI.

16
Actividades

FORO MATEADA: A la pesca de vestigios del sentido común

Les proponemos que observen con sutileza situaciones, ideas o concepciones en su vida
cotidiana en las que, casi de manera imperceptible, ¿todavía? se nos siguen colando o
filtrando vestigios del sentido común. Es decir, esas cosas que creíamos que ya estaban
superadas, que aparentan ser vetustas, caducas, cosas del pasado. Sin embargo, se
mantienen con fuerza conservadora, y siguen apareciendo de vez en cuando.

¿Qué podemos encontrar que aún naturalizamos, normalizamos, invisibilizamos?


¿Qué cosas decimos o escuchamos y queremos que no se repitan más?

Insumo para el cuaderno de viaje. Versiones de la diversidad

Te invitamos a reflexionar en tu cuaderno de viaje sobre las distintas versiones de la


diversidad:
1) Pensá ejemplos de la vida cotidiana en los que se relacione la diversidad con la
versión "el otro como fuente de todo mal".
2) ¿Se escuchan en tu entorno generalizaciones como, por ejemplo, “todas las
personas de la puna son calladas” o “todas las mujeres son buenas para las tareas de
la casa”? ¿Podrías registrarlas si se escuchan?
3) Todavía se escuchan frases sostenidas en esta versión de que hay que tolerar la
diversidad. ¿Las escuchaste alguna vez? ¿En qué contexto? ¿Podemos todavía
encontrar ejemplos desde esta concepción de tolerancia de la diferencia en nuestras
instituciones o barrios?

17
Bibliografía de referencia

CLACSO. PISAC. Consejo de Decanos de Facultades de Ciencias Sociales y Humanas. Buenos Aires.
Introducción y capítulo 3. Disponible en línea

Colección DDHH, Género y ESI en la escuela:


Pensar las diferencias
ESI

Cullen, C. (agosto, 2009) “La ética en el trabajo docente” Conferencia del Ciclo “200 Conferencias
para 200 años” Buenos Aires, La Matanza. Dirección Provincial de Educación Inicial.

Duschatzky, S. y Skliar, C. (2000). La diversidad bajo sospecha. Reflexiones sobre los discursos de la
diversidad y sus implicancias educativas. En: Cuaderno de Pedagogía Rosario Año 4 Nº7, Ed. Bordes,
Rosario, Argentina Descargar desde el aula virtual

Fernández, A.M. (2009) “Las diferencias desigualadas: multiplicidades, invenciones políticas y


transdisciplina”. Nómadas, Bogotá. Disponible en internet

Grimson, A. (coord.); Karasik, G. (COORD.) (2017). Estudios sobre diversidad sociocultural en la


Argentina contemporánea.

Kavafis, K. (1999) Ítaca.Edición y traducción de Pedro Bádenas de la Peña, para Antología poética.
Madrid: Alianza Editorial.

Krotz, E. (1994) Alteridad y pregunta antropológica Alteridades, vol. 4, núm. 8, 1994, pp. 5-11 México:
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa-

Lifszyc, Sara. y Meccia, Ernesto. (2009). Naturalmente social, socialmente natural. En Sociología.
Vida Cotidiana. Buenos Aires: Gran Aldea editores.

Marina, Mirta., et.al. (2014) Clase 2: “Los ejes de la ESI”, Educación Sexual Integral, Especialización
docente de nivel superior en educación y TIC, Buenos Aires, Ministerio de Educación de la Nación.

Santa Cruz, María Isabel (1992) “Sobre el concepto de Igualdad, algunas observaciones” en Revista
Isegoría Nº 6, Madrid.

Skliar, Carlos Bernardo (2015) Saber, Mito y Sentido: Entre la Normalidad y la Alteridad; Universidade
Estadual Paulista; Diálogos e perspectivas em Educaçao Especial; 2; 1; 9-2015; 117-126

Tarducci, Mónica y Zelarallán, Marcelo (2017). Nuevas historias: géneros, convenciones e


instituciones. En Demarco, Laura; De Isla, María de las Mercedes e Isnardi, Josefina (comps) Equis: la
igualdad y la diversidad de género desde los primeros años. Las Juanas Editorial, 2011).

18
Créditos

Autoras: Sofía Saulesleja y Paula Di Marzo

Cómo citar este texto:

Saulesleja, S. y Di Marzo, P. (2022). Clase Nro. 1 Desnaturalizar el sentido común para ampliar la
mirada sobre la diversidad. La diversidad, una mirada necesaria para profundizar la ESI. Buenos Aires:
Ministerio de Educación de la Nación.

Esta obra está bajo una licencia Creative Commons

Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0

19

También podría gustarte