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BIBLIOGRAFIA

dir por mi parte ninguna con­ plants to understand genetics


trarréplica. and ecology in order for them
El autor considera que la ex­ to evolve forms adapted to de­
posición del contenido de su li ­ sertes or jungles?".
bro es fiel y correcta, pero que
la crítica está realizada desde JACINTO CHOZA
una posición idealista que man­
tiene la primacía de lo "emic".
La crítica realizada en los ca­
pítulos 9 y siguientes se man­ KoLAKOWSKI, Leszek, La Filos0-
tiene en el plano de los princi­ fía positivista. Ciencia y filo­
pios, ciertamente, pero -señala sofía, Colección Teorema. Ed
Harris- en otras publicaciones Cátedra, Madrid, 1979, 262
anteriores ha realizado la críti­ págs.
ca a esas teorías en el plano de
las explicaciones sobre proble­ La presente monografía es
mas concretos. Por otra parte, una in
el autor insiste en que él no re­ autor optase voluntariamente
chaza las demás estrategias por el exilio sin alternativas.
científicas, ni rechaza la auto­ Efectivamente fue en aquellos
nomía de los diversos ámbitos años cuando surgió entre los
culturales, porque el detenni­ marxistas la vieja polémica en­
nismo de la infraestructura que tre positivismo y metafísica que
é� sostiene es probabilístico. había sido duramente reprimida
Harris señala que el plano de durante el período inmediata­
lo "etic" no es considerado por mente anterior de dogmatismo
él como un saber absoluto e in ­ estalinista. Y aunque aparente­
apelablemente verdadero por­ mente la obra de Lenin, Ma­
que, en primer lugar, es un con­ terialismo y empiriocriticismo,
junto de hipótesis abiertas a la había zanjado definitivamente
confrontación con los hechos, y, la cuestión, sin embargo no to­
en segundo lugar, no es inde­ dos los marxistas adoptaron
pendiente de la infraestructura: igual actitud ante los nuevos
la ciencia también está deter­ avances de las ciencias
minada por esta última. En vez natura­les y sociales. Pues lo.s
de sostener que la verdad y la estructu--
ciencia son transculturales, Ha­
rris sostiene que más bien "de­
berían serlo".
Finalmente, Harris considera
que carece de sentido objetar
que hace falta conocimiento pa­
ra establecer medidas de orden
religioso que sean a la vez me­
didas de índole económica. Su
respuesta a tal objeción es: "As­
tonishing ! There is a process of
selection. It is necessary for

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BIBLIOGRAFÍA

ralistas adoptaron ante el mar- naturaleza empírica determina-


xismo una actitud terapéutica y da por la lucha de clases y mo-
empirista, tratando de eliminar mentáneamente por la superes-
del materialismo dialéctico todo tructura del estado. Se propuso
resto d¡e metafísica idealista y así una lectura libertaria, ro-
de ideología ilustrada. Se pro- mántica y terapéutica del Capi-
puso así un ocultamiento de las tal que paradójicamente justifi-
fuentes premarxistas del joven caba una revolución ilustrada,
Marx y una explicación estruc- ideológicamente centralizada y
turalista del Capital. Se separa- burocráticamente activista. Evi-
ron así dos niveles de realidad dentemente Kolakowski ha cri-
científica: la infraestructura ticado repetidamente estas dife-
que constituye el sustrato eco- rentes versiones del marxismo
nómico y social sólo indirecta- por considerar que en todas
mente observable; y la superes- ellas se impone siempre una ra-
tructura o conjunto de fenóme- zón teórica dogmática que anu-
nos sociales directamente obser- la los ámbitos de autonomía
vables que están determinados más elementales de la razón
por las leyes económicas y por práctica así como los derechos
la lucha dle clases. Se propuso más fundamentales de la perso-
así una lectura determinista, na humana. Ha contestado, así,
pragmatista y sintomatológica desde un planteamiento ético,
del Capital que paradójicamen- tanto las actitudes estructuralis-
te justificaba un capitalismo de tas como las utopistas, mostran-
estado, revolucionariamente pa- do cómo el marxismo no puede
ralizado y terapéuticamente con- llegar a conciliar las exigencias
formista. Por el contrario los lógico formales de la razón teó-
llamados utopistas adoptaron rica con las exigencias ético na-
ante el marxismo una actitud turales de la razón práctica,
humanista y crítica que debería pues el marxismo, como el posi-
eliminar de la praxis emanci- tivismo, sustituye el orden ra-
padora los conformismos permi- cional de la naturaleza por un
sivistas y los condicionamientos orden lógico, artificial y arbi-
paralizantes. Reivindicaron así trario.
la unidad del pensamiento mar- Justamente el objeto de La fi-
xiano propugnando una vuelta losofía positivista es el estudio
a las fuentes premarxistas del de esta línea de pensamiento,
Capital. Se introdujo así de nue- más amplia que el propio mar-
vo la separación hegeliana en- xismo, que abarca "desde los
tre el fenómeno y el noúmeno primeros tratados antimetafísi-
y se distinguieron dos niveles cos de los tiempos modernos"
de conocimiento: el conocimien- (p. 14) hasta la actualidad. Se
to metafísico que tiene por ob- trata, pues, de un proyecto am-
jeto la auténtica naturaleza hu- bicioso que trata de reconstruir
mana utópicamente incondicio- la línea de pensamiento antime-
nada y absolutamente transcen- tafísico a fin de localizar el pun-
dental; y el conocimiento cien- to de ruptura donde se ha pro-
tífico que tiene por objeto la ducido la escisión con la metafí-

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BIBLIOGRAFÍA

sica. En este sentido Kolakows- mitada tolerancia de los senti-


ki ha vuelto repetidas veces al mientos naturales, introdujeron
humanismo kantiano en un in- primeramente un predominio
intento de recuperar el equili- despótico de la metodología
brio perdido entre naturaleza y científica sobre la metafísica
libertad, entre ciencia y ética, y, secundariamente, justificaron
entre razón teórica y razón una paralización terapéutica de
práctica (aunque no en sus rea- la praxis ética; o las críticas
lizaciones concretas) (p. 250). que también Kant dirigió a las
Ahora acomete una investiga- éticas heterónomas de los racio-
ción historiográfica aun más nalistas que, con el fin de jus-
ambiciosa: utilizar un método tificar un ilimitado control de
de análisis ético a fin de recons- las convenciones sociales intro-
truir "la línea de pensamiento dugeron, primeramente, una
positivista" que tiene su origen instrumentalización ética de la
en el demoledor efecto destruc- metafísica y, secundariamente,
tivo del criticismo nominalista justificaron una interpretación
del siglo xiv y del empirismo in- ideológica de los resultados de
glés (p. 50) y se proyecta en la ciencia. Mediante este méto-
autores tan aparentemente ale- do desenmascara a los empiris-
jados del positivismo como son tas por su permitivismo ético y
Duhem, Poincare e incluso al- a los convencionalistas por su
gunos modernistas católicos. Só- activismo ideológico. Pues apa-
lo así se podrá dictar un diag- rentemente el positivista se
nóstico terapéutico "del papel mueve siempre por intereses es-
tan enorme que el positivismo trictamente especulativos, cons-
ha desempeñado en la cultura truyendo rígidas metodologías
intelectual de nuestra época" científicas con fines exclusiva-
(p. 237,), mostrando a la vez "el mente lógico formales. Sin em-
valor permanente que por con- bargo el único interés que legi-
traste tiene la metafísica, ya tima estas complicadas y habi-
sea materialista o espiritualis- tualmente inútiles metodologías
ta" (p. 14). científicas, es simplemente esta-
El diagnóstico que se propone blecer un procedimiento psico-
del positivismo como filosofía lógico/genético de separación
no puede ser más negativo. Des- entre filosofía y ciencia, que
pliega contra el positivismo una permite decidir de un modo
crítica frontal similar a la que aparentemente transparente y
en otras ocasiones ha formulado sin ambigüedades la eliminación
contra el marxismo: invocar sis- o justificación de la metafísica.
temáticamente el principio kan- Y al tomar esta decisión el po-
tiano de autonomía de la razón sitivista se mueve por intereses
práctica para mostrar cómo si- puramente pragmáticos. Pues si
gue teniendo plena vigencia la pretende introducir un ilimita-
crítica que Kant dirigió a las do permisivismo ético, se verá
éticas anómalas, o fuera de toda obligado a criticar sistemática-
norma, de los empiristas que, mente toda suposición metafísi-
con el fin de justificar una ili- ca, teniendo que introducir una

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BIBLIOGRAFÍA

rígida metodología empirista estableciendo otra disyunción:


cuyo único fin es conseguir pa- la opción entre la posición o la
ralizar con fines terapéuticos construcción, entre el empiris-
cualquier desarrollo de la pra- mo, o el convencionalismo, entre
xis ética. Por el contrario si se el análisis o la dialéctica, entre
pretende justificar un ilimitado la razón científica o la razón
activismo ideológico, se verá metafísica. Pues cuando el em-
obligado a tolerar ilimitadamen- pirista o el analítico o el estruc-
te cualquier tipo de construc- turalista optan por una rigurosa
ción metafísica, teniendo que ascética intelectual y condenan
introducir una metodología es- toda suposición metafísica a un
trictamente convencional con el silencio éticamente paralizante,
único fin de poder justificar un en el fondo están optando por
control ideológico o ético de los una metafísica positiva que pa-
resultados de la ciencia. En radójicamente hace una instru-
cualquier caso el positivismo mentalización terapéutica de la
concede mayor relevancia a las antimetafísica. Y cuando, por el
exigencias necesariamente con- contrario, el convencionalista o
dicionadas de la razón práctica el dialéctico o el utopista optan
sobre las exigencias absoluta- por una ilimitada tolerancia
mente incondicionadas de la ra- constructiva y elaboran todo ti-
zón teórica, ya sea filosófica o po de hipótesis imaginativas, en
científica. El positivista intro- el fondo están optando por una
duce, pues, en su punto de par- metafísica convencionalista que
tida, un voluntarismo especula- paradójicamente hace una ins-
tivo que decide de un modo pu- trumentalización ideológica de
ramente convencional y arbi- los resultados de la actividad
trario tanto el criterio de de- científica. En cualquier caso to-
marcación que se va a estable- das estas metodologías científi-
cer entre filosofía y ciencia, co- cas, sean positivas o costructi-
mo el tipo de código deontoló- vas, sean materialistas o espiri-
gico que se impone a la razón tualistas, introducen una inter-
teórica. pretación biológica del conoci-
Pero además Kolakowski miento humano que reduce todo
desenmascara cómo el positivis- el saber humano sea científico o
mo siempre esconde, tras su no, a un simple reflejo condi-
aparente carácter antimetafísi- cionado adaptable a los intere-
co, una metafísica y una ideolo- ses arbitrarios y despóticos de
gía. Pues normalmente el posi- la razón práctica. Pero a la vez
tivista siempre establece una hacen un rechazo sistemático
disyunción absoluta entre el po- del principio kantiano de la au-
sitivismo o la metafísica, o en- tonomía de la razón práctica,
tre la ideología y la ciencia, op- fundamento de la libertad indi-
tando inevitablemente por la vidual y social, ya que se consi-
antimetafísica y por la crítica dera que el único método de
de la ideología. Sin embargo la ejercer un control de la praxis
realidad es menos simple, pues humana es introducir un domi-
nio despótico de la razón teóri-
en el fondo el positivista está

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BIBLIOGRAFÍA

ca, ya sea científica o metafísi- te consigo mismo. Sólo así se


ca, sobre el desarrollo de la ra- conseguirá situar el conocimien-
zón práctica. Por ello no puede to científico y metafísico en sus
extrañar que todas estas meto- justos límites evitando el con-
dologías acaben propugando trol ideológico de los resultados
tecnologías sociales inimagina- de la ciencia y la instrumen-
bles, aunténticas barbaries con talización terapéutica de la an-
rostro humano, que sacrifican timetafísica. Pues por una par-
los derechos humanos más fun- te "el rigorismo de los positivis-
damentales a ideales utópica- tas jugó un papel muy impor-
mente permisivos o a proyectos tante en el despertar de la con-
fanáticamente revolucionarios. ciencia de las obligaciones con-
Pero además de establecer un traidas por los científicos, bo-
diagnóstico se propone también rrando así de un modo eficaz la
una terapia. Pues si solamente confusión existente entre las
se delatasen los errores teóricos posturas del sabio y del parti-
y prácticos del positivismo no dista. Así pues el positivismo
se podría hacer una valoración tiene un valor que es muy di-
constructiva de las aportaciones fícil de poner en cuestión: reac-
indudables que el código deon- cionar en contra de los abusos
tológico positivista ha hecho en que se cometen en nombre de
la historia de la filosofía legíti- la ciencia en el campo de las
ma. Pues según este autor se polémicas puramente ideológi-
deben distinguir con total niti- cas. En otros términos, la capa-
dez las metodologías propuestas cidad de definir relativamente
por los positivistas, que con fre- bien los límites de la legitimi-
cuencia recogen algunas aporta- dad científica con el fin de cri-
ciones incontestables de la tra- ticar las pretensiones ilegítimas
dición científico positiva, y la de los doctrinarios que se quie-
propiamente llamada filosofía ren aprovechar de la autoridad
positivista que como se acaba de la ciencia con el fin de soste-
de ver suele hacer una instru- ner sus formulaciones. Recabar
mentalización sistemática de este rigorismo —precisamente a
sus resultados. Por ello, aunque título de deontología específica
algunas de estas metodologías del mundo científico— no será
pueden tener poca utilidad prác- nunca un anacronismo" (p. 247).
tica, sin embargo el autor nun- Pero por otra parte el rigorismo
ca las critica frontalmente des- positivista también ha evitado
de un punto de vista lógico for- la instrumentalización de la
mal. Por el contrario considera metafísica ya que "se debe ad-
que el método más adecuado mitir que la crítica a la legiti-
para superar tanto los errores mitad de la inducción, la crítica
teóricos como prácticos del pro- a las metafísicas "esenciales",
pio positivismo, es hacer una to- así como las críticas a los jui-
lerante y coherente aplicación cios de valor, han despertado
del riguroso código deontológi- entre los no positivistas una con-
co positivista de modo que ciencia de la problemática tal
sea verdaderamente consecuen- que no puede ser escamoteada

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ni disimulada" (p. 262). Sin em- be, pues, postular la existencia


bargo se debe hacer una apli- de una verdad trascendental
cación tolerante y coherente de que sea la condición de posibi-
los principios positivistas "sobre lidad tanto de los juiicos sinté-
todo cuando se trata como error ticos "a priori" propios de la ra-
toda invetsigación metafísica y zón científico teórica, como de
toda investigación acerca de la los valores trascendentaoles pro-
certeza. Pero en cualquier caso pios de la razón práctica y, en
se debe tomar acta de sus re- consecuecnia, de la propia de-
sultados y reconocer que la to- fensa de los valores humanos"
talidad de este trabajo tecnoló- (pp. 111, 126, 130, 225).
gicamente inútil que promete El análisis del complejo fenó-
el acceso al Ser (se refiere a la meno positivista comienza por
metafísica) debe, de una vez por un estudio de "los primeros tra-
todas, renunciar a sus preten- tados antimetafísicos de los
siones científicas" (p. 262). tiempos modernos" (p. 24). El
Pero a la vez se reivindica pa- método utilizado es una aplica-
ra la filosofía dialéctica, ya sea ción práctica de los criterios
materialista o espiritualista, un metodológicos postulados ante-
campo específico de actuación riormente. "Se ponen así de ma-
que suele ser sintemáticamente nifiesto las condiciones cultura-
negado por los positivistas, ya les, históricas, sociales, psicoló-
sean empiristas o convenciona- gicas e incluso biológicas que
listas: la tarea de relacionar la hicieron posible el fenómeno po-
ciencia con la filosofía y de en- sitivista" (p. 244). A lo largo de
contrar un último fundamento la investigación también se uti-
incondicionado tanto al ejerci- lizan categorías totalizantes de
cio de la razón teórica como de naturaleza dialéctica, holismo
la razón práctica, que está in- transformista, adaptables a las
evitablemente asociada al desa- fluctuantes épocas históricas.
rrollo del método experimental Se ponen también de manifiesto
interpretativo de las ciencias "la incuestionable continuidad
humanas histórico sociales en- diacrónica que existe entre las
tre las quese incluye la propia distintas versiones del positivis-
filosofía. Pues "la tentativa de mo, considerado como una uni-
construir "la razón" en sus fun- dad distinta que, aunque tenga
ciones autónomas, no tecnológi- variantes particulares propias
cas, repetimos, representa una del estilo específico de cada
tentación permanente para la época, sin embargo poseen en
filosofía. Y aunque sus razones general un sentido propio" (p.
no sean absolutas, tenemos al 249). Se hace además una valo-
menos una "certeza moral" que ración crítico teleológica ya que
permite contestar las interpre- "se trata de descubrir el sentido
taciones simplemente biológicas cultural humanista que "la línea
del conocimiento humano y as- positivista" manifiesta a lo lar-
pirar a un fundamento más ra- go de la historia "legítima" en
dical del conocimiento científi- lo que tiene de valores positivos
coí (p. 259). "La metafísica de- e incontestables" (p. 249). Es

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justamente esta apreciación ciones de posibilidad del propio


constructiva de algunos valores conocimiento científico y de los
del positivismo lo que impide valores en sí mismos incondicio-
un uso excesivamente dogmáti- nados; éticamente comprometi-
co del método dialéctico tras- do con el desarrollo de la razón
cendental. Pues aunque sea ne- práctica; metacientíjico pues
cesario "recurrir a una decisión trata de encontrar un sentido o
en cierto modo arbitraria y or- finalidad a la vida humana;
ganizar la historia en totalida- metarracional pues se trata de
des esquematizadas que permi- un tipo de conocimiento incon-
ten establecer semejanzas y dicionado que ya está dado an-
omitir diferencias, sin embargo tes de ser analizado por la ra-
se trata simplemente de hipó- zón, hasta el punto que consti-
tesis que en cualquier caso se tuye la condición de posibilidad
deben contrastar con el conoci- de cualquier conocimiento cien-
miento de los hechos efectivos" tífico positivo. Establecidos es-
(p. 14). Se puede entonces hacer tos criterios demarcadores en el
una interpretación histórica que, resto de la investigación se ana-
aunque tenga un cierto carácter lizan las limitaciones teóricas y
aproximativo, sin embargo "evi- prácticas del positivismo frente
ta el reproche de recurrir a cier- a la filosofía dialéctico trascen-
tas series de principios estricta- dental (pp. 13-24).
mente personales" (p. 4). En el capítulo 2 se examina
La investigación se desarrolla el positivismo del pensamiento
a lo largo de 8 capítulos. En el antiguo, Ockham, Bacon, Rena-
primero se etsablece una defini- cimiento, La Ilustración y Hu-
ción aproximada del positivis- me. Lo característico de esta
mo como una filosofía jenome- época es el inicio del voluntaris-
nista que pretende abarcar la mo antimetafísico que condena
totalidad de la experiencia cien- de un modo sistemático todo ti-
tífica posible; nominalista pues po de suposiciones metafísicas
pretende vaciar de contenido con el fin de justificar un ilimi-
metafísico el sentido de todas tado intervencionismo teológico
las proposiciones científicas; en la vida práctica. Se introdu-
éticamente neutro pues introdu- ce así un riguroso control ascé-
ce una deontología científica tico del desarrollo de la razón
simplemente formal que deter- teórica y una mística de la to-
mina las condiciones éticas mí- lerancia que paraliza el desarro-
nimas que debe reunir una acti- llo de la razón práctica. El em-
vidad científica formalmente co- pirismo nominalista tuvo así un
rrecta ; dentista pues se declara efecto destructivo totalmente
antimetafísico y considera que demoledor: sustituir el orden
el método positivo es el único racional de la naturaleza por un
que permite desarrollar la cien- simple orden lógico artificial y
cia. A su vez, por contraposi- arbitrario (pp. 24-64).
ción, se define el concepto de En el capítulo 3 se examina
metafísica como un saber tras- la época romántica, especial-
cendental acerca de las condi- mente Comte. Lo característico

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de esta época es el inicio de la vencia biológica que niega los


llamada filosofía positiva que, derechos humanos más funda-
además de condenar todo tipo mentales (pp. 93-127).
de suposiciones metafísicas, in- En el capítulo 5 se examina el
troduce un predominio despóti- positivismo modernista de Ave-
co de la metodología científica narius, Ernest Mach y la crítica
y una instrumentalización per- de Lenin a los empiriocriticis-
misivista del silencio metafísico. tas. Lo característico de esta
Es así la época del progresismo, época es establecer un procedi-
del cientifismo, del fisicalismo, miento de decisión psicológico/
de la tecnocracia, del pragma- genético que permita la crítica
tismo, del objetivismo. Además
Comte mitificará la noción de sistemática de la metafísica; se
"hecho", posteriorente muy cri- introduce así una interpretación
ticada por el propio positivis- biologista del conocimiento hu-
mo (p. 89), pero que sin embar- mano (la teoría del reflejo) que
go, según el autor, "contribuirá será utilizada como justificante
de un modo irrevocable a esta- teórico de una filosofía pura-
blecer las fronteras entre lo que mente experimental. Se propug-
se llama ciencia y lo que se lla- na así una abolición de los dua-
ma filosofía, siendo así que se lismos entre lo físico y lo psí-
intentaba inútilmente abolir es- quico, entre el ser y el deber
ta última" (pp. 92 y 65-92). ser, entre el sujeto y el objeto.
En el capítulo 4 se examina el Sin embargo todos los intentos
positivismo de Claude Bernard, de elaborar una filosofía expe-
Stuart Mili y Spencer. La ca- rimental terminaron en un ab-
racterística más acusada de esta soluto fracaso ya que inevitable-
época es la progresiva sofistica- mente introducían una disyun-
ción de las metafísicas positi- tiva entre el solipsismo idealis-
vistas que desarrollan comple- ta o el hiperrealismo objetivista,
jas metodologías experimenta- no consiguiendo en ninguna de
les y se presentan como autén- ambas opciones eliminar el re-
ticas filosofías científicas: se curso a la metafísica. Pero ya
hace así, una indiscriminada Lenin advirtió el carácter ficti-
utilización de la noción de tota- cio de estas disyuntivas pues el
lidad tan criticada posteriormen- empiriocritismo, que se presen-
te; proliferan abusivamente re- ta como una teoría científica, es
glas metodológicas paralizantes una filosofía marcadamente
e inútiles; se introduce un libe- idealista, subjetivista, fenome-
ralismo ilimitadamente permi- nista de clara extracción bur-
sivista con el desarrollo de la guesa. De este modo Lenin
razón práctica; aparece el uti- adoptó una actitud claramente
litarismo y el pragmatismo so- delatadora del empiriocritismo;
cial que justifica por razones de pero, según Kolakowski, no su-
eficacia una jerarquía de valo- po apreciar los valores positivos
res convencional y acríticamen- que tenía la rígida deontología
te impuesta; se introduce tam- positivista y no pudo evitar un
bién una ética de la supervi- desarrollo excesivamente dog-

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BIBLIOGRAFÍA

mático de la razón dialéctica los dogmas de fe y las verdades


(pp. 128-161). científicas. Y aunque según Ko-
En el capítulo 6 se examina lakowski estos dualismos hege-
el convencionalismo y la des- lianos fueron utilizados hábil-
trucción de la idea de "hecho" mente para la defensa de una
en Poincare, Le Roy, Duhem y ideología, sin embargo a la lar-
lo que el autor llama genérica- ga "supuso el gran triunfo del
mente positivismo modernista positivismo en cuanto que in-
católico. Lo característico de cluso los propios metafísicos
esta época es el paso de las filo- aceptaron el criterio de objeti-
sofías positivas a las metafísicas vidad de los positivistas, admi-
convencionales que introducen tiendo de un modo indirecto
una ilimitada tolerancia meta- que la metafísica no puede te-
física en la construcción de hi- ner aspiraciones científicas" (p.
pótesis imaginativas aunque al 184) (pp. 162-184).
precio de hacer un control ideo- En el capítulo 7 se examina el
lógico de los resultados de la positivismo de Peirce James,
ciencia y de instrumentalizar Dewey. Se les incluye entre los
terapéuticamente a la metafísi- positivistas empiristas por su ri-
ca. Se vuelve así a la separa- gurosa asccética especulativa,
ción hegeliana entre el nourrie- por su silencio metafísico, por
ro y el fenómeno, entre la natu- su criticismo objetivista y por
raleza auténtica objeto de la la primacía que otorgan al prin-
metafísica y la naturaleza em- cipio de verificación científica:
pírica tal y como es estudiada además introdujeron una inter-
por las ciencias positivas; se pretación puramente biológica
establece así una separación ra- del conocimiento humano y del
dical entre lo observacional y propio lenguaje, aceptando que
lo teórico, negando la posibili- el significado de una proposi-
dad de obtener un conocimiento ción se identifica con las con-
científico efectivamente separa- ductas prácticas que provoca su
do de presupuestos metafísicos; enunciación; se trata, además,
se sustituye así el principio de de una filosofía ilimitadamente
objetividad científica por el de tolerante con el desarrollo au-
intersubjetividad, y el principio tárquico de la razón práctica fo-
de verificación inductiva por el mentando una instrumentaliza-
de falseacción empírica; se in- ción áe la metafísica por simples
siste así en el carácter cons- criterios terapéuticos; se intro-
tructivo de los conceptos y teo- duce así un reduccionismo de
rías científicas, especialmente la verdad al bien, de éste a la
los de espacio y tiempo. El posi- utilidad colectiva, y de ésta a la
tivismo derivó así hacia un ma- utilidad individual, derivando
nifiesto idealismo subjetivista finalmente como ocurrió con
que fue utilizado por el positi- Musolini hacia un irracionalis-
vismo modernista católico para mo activista que ejerce un rígi-
introducir una nueva versión de do control en el desarrollo de la
la teoría de la doble verdad que razón especulativa a la vez que
tendría por objeto armonizar es ilimitadamente tolerante con

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BIBLIOGRAFÍA

las desviaciones y errores de la positivismo fomentará un mo-


razón práctica (pp. 185-208). delo de sociedad permisivista
En el capítulo 8 se examina el basado fundamentalmente en un
empirismo lógico de Moore, modelo de intelectual masa ab-
Russell, Wittgenstein, Neurath, solutamente tolerante, demócra-
Carnap, Popper y el empirismo ta impenitente y escéptico im-
lógico polaco de Lukasiewicz, parcial. Y a este ideal de tole-
Adjukiewicz, Tarski. Lo propio rancia se sacrifican los ideales
de esta época es la vuelta a la más sagrados de la existencia
prudencia positivista de los con- humana, creyendo además inge-
vencionalistas que tratan de in- nuamente que este modelo so-
terpretar hipotéticamente todas cial se puede conseguir fácil-
las conclusiones de la ciencia a mente mediante una rigurosa
fin de evitar los fanatismos ideo- aplicación de la ascética intelec-
lógicos y las construcciones irra- tual del silencio metafísico (pp.
cionales poco saludables para la 208-247).
sociedad (p. 207). Se introduce Por último en las conclusio-
así una separación absoluta en- nes el autor nos ofrece un diag-
tre las cuestiones genético bio- nóstico de la cultura contempo-
lógicas y las cuestiones de legi- ránea, proponiendo una deter-
timidad científica, que conduce minada terapia para los princi-
a una rígida separación entre lo pales problemas éticos que se
analítico y lo sintético, tan ta- han planteado los positivistas al
jante como la que anteriormen- querer resolver de un modo an-
te se establecía entre el fenó- timetafísico el problema de las
meno y el noúmeno, y que fo- relaciones entre ciencia y filo-
mentará un desrarollo asombro- sofía; se trata de mostrar cómo
so de la lógica formal y de los la disyunción que habitualmen-
lenguajes matemáticos artificia- te suele establecerse entre cien-
les. Se introduce así una crítica cia y filosofía, entre positivismo
demoledora de la noción de to- y metafísica, entre materialismo
talidad tan utilizada por los dialéctico y filosofía transcen-
propios positivistas anteriores, dental, esconde una disyunción
interpretándola en un sentido más profunda entre empirismo
simplemente hipotético condi- y convencionalismo, entre razón
cional. Se eliminan así las ase- analítica y razón dialéctica, en-
veraciones del lenguaje empíri- tre estructuralismo y utopismo
co observacional y se sustituyen que con frecuencia pasa desaper-
por implicaciones condicionadas cibida tanto para los positivis-
propias del lenguaje axiomático tas como para los propios mar-
formal. Se sustituye también el xistas. En este sentido el autor
principio de verificación por el adopta un planteamiento dia-
de falseación, introduciendo el léctico transcendental que le
racionalismo, el nominalismo, la permite apreciar tanto las limi-
antimetafísica, el cientifismo y, taciones éticas de los plantea-
en general, un rígido control mientos empiristas como las li-
especulativo de la actividad mitaciones metodológicas de los
científica. Pero a la vez el neo- planteamientos convencionalis-

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BIBLIOGRAFÍA

tas, ya sean materialistas o es- hacer compatible el método hi-


piritualistas. Y en contestación potético condicionado propio de
a estas limitaciones se ofrece las ciencias experimentales con
una nueva alternativa entre po- el método incondicionado trans-
sitivismo y filosofía transcen- dental propio de la filosofía
dental que trata de recuperar lo dialéctica, imponiendo así la
mejor de cada una de ellas. Se existencia de totalidades in-
acepta así la rígida separación observables de naturaleza diná-
que la filosofía transcendental mica como si fuesen más evi-
suele establecer entre la razón dentes que los propios hechos
teórica, ya sea analítica o dialéc- de la experiencia (cfr. Rod, W.;
tica, y la razón práctica a fin La filosofía dialéctica moderna;
de poder hacer una más enérgi- Recensión Anuario Filosófico,
ca reivindicación del principio año 1977, n.° 2, pp. 252). Pero en
kantiano de autonomía de la ra- contraposición a estas posibles
zón práctica. Pero a la vez se limitaciones formales que en
acepta la aplicación de un rígi- nada afectan al desarrollo de la
do código de metodología em- investigación propiamente his-
pirista que, sin paralizar el toriográfica, se debe tener en
desarrollo de la metafísica, fo- cuenta en favor del autor tres
menta el desarrollo de la acti- méritos indudables: 1) Haber
vidad científica (pp. 248-262). reivindicado, a pesar de su ac-
Evidentemente la solución titud formalista, el principio de
propuesta por Kolakowski resul- autonomía de la razón práctica
tó escandalosa para el ambien- que no puede ser declarada ni
te cultural en el que se formu- anómala, o sin normas, ya que
ló. No en vano el autor ha adop- en todo momento debe respetar
tado una actitud formalista, pro- el orden racional existente en la
pia de la ética kantiana, que en naturaleza y el orden de liber-
todo momento presupone la tades existentes en la sociedad
existencia de un orden de valo- democrática; ni heterónoma, ya
res incondicionado y transcen- que la praxis humana nunca
dental inabordable tanto para la debe estar dominada despótica-
crítica científica como para la mente ni por la ciencia ni por
propia reflexión filosófica; ade- la metafísica, sino que por el
más se ha adoptado una actitud contrario debe tener su propio
delatadora, llevando la crítica ámbito de autonomía manifes-
del positivismo más allá del tación de los derechos y liber-
propio Lenin, con el riesgo de tades de la persona humana; 2)
paralizar el desarrollo no sólo Haber sabido distinguir, a pe-
de la razón teórica sino también sar de su actitud delatadora, en-
de la propia razón práctica, ya tre el rígido código deontológico
que en cualquier caso su ejerci- positivista, que como todo lo
cio estaría condicionado por una ético debe declararse autónomo
decisión voluntarista de tipo respecto a la propia razón teóri-
ideológico o terapéutico; por úl- ca, y la instrumentalización
timo, se ha adoptado una acti- ideológica o terapéutica que en
tud convencional tratando de ocasiones se ha querido hacer

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BIBLIOGRAFÍA

del mismo; se ha reivindicado que haga compatible la libre


así el principio de autonomía y autonomía de la razón práctica
de libre expresión de la activi- con la inevitable subordinación
dad científica, comprobando en que en todo momento debe te-
su propia experiencia como en ner respecto a la metafísica, y
algunas ocasiones el permisivis- más si se trata de una meta-
ta código positivista puede llegar física dialéctico trascendental
a convertirse en una auténtica que impone la existencia incon-
bandera contestaría cuando no dicionada de un sujeto absoluto
se respeta el mínimo ético in- y de un orden de valores acríti-
dispensable que exige el desa- camente aceptado. Ni tampoco
rrollo de cualquier actividad se ofrece un código deontologico
científica; y por último, ha- lo suficientemente coherente
ber desenmascarado, a pesar de que sea autónomo respecto al
su actitud convencionalista, la desarrollo de la razón teórica y
presencia de una metafísica in- a la vez evite tanto la paraliza-
condicionada y transcendental, ción de la metafísica por moti-
incluso en aquellos programas vos terapéuticos como la instru-
de investigación que se decla- mentalización de los resultados
ran taxativamente antimetafísi- de la ciencia por motivos ideo-
cos y niegan sistemáticamente lógicos. En conclusión Kola-
el principio de jerarquía entre kowski nos desccribe la situa-
las ciencias. ción que adopta ante el positi-
Sin embargo se debe señalar vismo "el hombre sin alterna-
una limitación en el plantea- tivas".
miento crítico desplegado por el
autor a lo largo de su investiga- CARLOS O. DE LANDÁZURI
ción y que sin duda alguna
constituye el precio que se ha
tenido que pagar al positivismo
hegeliano: el no haber contes-
tado la contraposición exclu- SARANYANA, José Ignacio, Joa-
yente que los hegelianos suelen quín de Fiore y Tomás de
hacer entre salvar lo particular Aquino. Historia doctrinal de
en lo universal o alienar lo uni- una polémica, con la colabo-
versal en lo particular. De este ración de Ignacio BROSA y
modo se acepta, al menos para Francisco CALOGERO, Pamplo-
el desarrollo del razonamiento na, Eds. Universidad de Na-
práctico, la disyunción positivis- varra ("Coleccción Teológica,,,
ta: o paralizar terapéuticamen- 22), 1979, 174 págs.
te la dispersión de la iniciati-
va social, o fomentar ideológi- Joaquín de Fiore está de mo-
camente un desorbitado activis- da. Lo prueba el hecho de que
mo humanista con el fin de jus- se hayan publicado simultánea-
tificar el control dogmático de mente dos importantes mono-
un uniformismo social. En este grafías sobre su influencia doc-
sentido "La filosofía positiva" trinal: la que comentamos, obra
no aporta una alternativa viable del Prof. Saranyana, titular de

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