Tesis Psicologia

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UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES


ESCUELA DE PSICOLOGÍA

ROLES SEXUALES Y AUTOESTIMA EN ADULTOS JOVENES UNIVERSITARIOS,


ESTUDIANTES DE PSICOLOGIA EN EDADES COMPRENDIDAS ENTRE
20 Y 45 AÑOS DE EDAD.
Caso de estudio: Universidad Arturo Michelena
(Valencia - Estado Carabobo)
Proyecto de Trabajo de Grado presentado como requisito parcial para optar al Título de
Licenciado en Psicología, mención Clínica

Línea de Investigación: Autor(es/as): Br. Olivero, Loreannys


Estilos de Género y de Diversidad Sexual Br. Sánchez, Roxana
Tutor(a): Prof. Zambrano, Maiker

San Diego, Junio 2021

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Olivero, L. y Sánchez, R.

CAPÍTULO I
EL PROBLEMA

Planteamiento del Problema

Las investigaciones en torno al comportamiento humano conducen a la atención de una


serie de variables vinculadas con la conducta psicológica y biológica del individuo, en las cuales
influyen tanto factores de orden social, educativos, familiares, culturales, afectivos, físicos e
interpersonales, es por ello que el individuo es considerado como ser esencialmente
biopsicosocial donde convergen diversidad de estos elementos, los cuales connotan su dinámica
interna y su conducta en general, en este sentido, se han realizado desde hace décadas estudios
sobre el desempeño de los comportamientos socialmente esperados y aprobados para cada sexo,
es decir, aquellos tipificados sexualmente, considerando que cada sociedad tiende a establecer
cuáles son las características estereotipadamente masculinas o femeninas manifestando así una
ideología específica sobre los roles de género.

Respecto a ello, el abordaje conceptual del comportamiento humano está compuesto por
diversos aportes teóricos significativos realizados por autores desde mucho antes de los años 90
cuando inicia la revolución sexual en cuanto a la lucha de igualdad de géneros, en Estado Unidos
y Europa, por ejemplo, se comienza a sentir la influencia de los movimientos postmodernistas
que rescatan las opciones de las minorías y dentro de ellos, los movimientos feministas que
abogan por la igualdad de los géneros en cuanto a oportunidades, status social y profesional.

En este sentido, a nivel mundial La Organización de Estados Americanos (OEA), ha


venido tomando medidas desde 2008, para asegurarse de que los Estados miembros protejan a
las personas de la discriminación sobre la base de la identidad de género, expresión de género y
orientación o rol sexual. Por ejemplo, la OEA aprobó la resolución “Derechos Humanos,
Orientación Sexual e Identidad de Género” (AG/RES. 2600) en el año 2010. En ella, los Estados
miembros de la OEA reafirmaron que la Declaración Universal de Derechos Humanos protege
los derechos humanos de todos los seres humanos sin distinción alguna por razón de sexo, ahora
bien, la cultura e ideología de una sociedad está íntimamente ligada a la categorización de
hombre y mujer, por ejemplo, fue en EEUU donde a partir de casos clínicos en el año 1976, se

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Olivero, L. y Sánchez, R.

interesaron en la identidad y rol sexual, desde el hospital Johns Hopkins y la Gender Identity
Research Clinic donde se establecen las reflexiones acerca del desarrollo de la identidad sexual.

En torno, a dichos estudios se encuentra el inventario de roles sexuales de Bem (IRSB,


(Bem, 1974), el cual es uno de los instrumentos más utilizados en el mundo para evaluar el grado
de adhesión de las personas a los roles estereotipados de género, es decir, la orientación de este
rol. En estudiantes universitarios estadounidenses, Bem fundamentó no solo la consistencia
interna de sus dos escalas principales: masculinidad (a = .86) y feminidad (a = .80), sino también
su independencia (varones: r = .11; mujeres: r = –.14). Es decir, afirman que hay más similitudes
que diferencias entre hombres y mujeres, considerando que ellas pueden ser tan competitivas,
asertivas, analíticas, dominantes, ambiciosas y agresivas como los hombres, si se da la
oportunidad.
Considerando lo planteado, los roles sexuales “son un patrón de conductas establecidos
en una sociedad para un hombre y una mujer (Enciclopedia de la psicología, 2003, p. 67),
también son considerados como las creencias y actitudes individuales acerca de los
comportamientos esperados para ambos géneros en la sociedad. (Fitzpatric, 2004). Estos se
forman según la literatura debido a la influencia que tienen las diferencias sexuales y físicas en
las habilidades y actitudes.

En el caso de países de Latinoamérica, presenta progresos importantes en materia de


igualdad formal de género, puesto que los compromisos que los gobiernos han asumido el marco
de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer
(CETFDCM), la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, la Convención, Interamericana
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, entre otras, sentaron un
precedente para la elaboración y reformas de marcos legales e institucionales orientados a
garantizar los derechos fundamentales de la mujeres o la igualdad jurídica entre hombres y
mujeres aumentando así la confianza en sí mismo, y el desarrollo de su personalidad, sin
embargo aún existen brechas en cuanto al rol del hombre y la mujer, que vienen definidos por la
igualdad de oportunidades, la familia, apoyo de pares, autoestima y el mercado laboral.

Ahora bien, el tema central del estudio, constituye el rol sexual y su relación con el
autoestima, siendo estas variables de interés en las investigación de comportamiento humano,
que viene determinada, como se ha expuesto, por el nivel de conformidad con las normas de

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Olivero, L. y Sánchez, R.

género, estas normas puede definirse como la adhesión a las mismas y a los estándares
socialmente establecidos siendo influenciadas, de acuerdo Mahalik et al., (2005) por tres esferas:

A nivel comportamental, es decir, mediante la manifestación de conductas acordes con la


norma; a nivel cognitivo, es decir, mediante creencias sobre la importancia y el valor de
la norma; y a nivel afectivo, lo cual implica sentimientos positivos hacia la adherencia a
esa norma y sentimientos negativos relacionados con la disconformidad. La conformidad
con el rol de género se ha expresado también como la evaluación de los niveles de
feminidad y masculinidad en el autoconcepto de la persona. (p.67).

En función de lo expuesto por el autor, el rol sexual está determinado por la forma de
cómo el hombre o mujer revela su identidad sexual, es decir la manera cómo se comporta en la
sociedad, es por esto que las normas por muchos años marcaron las diferencias, sin embargo, los
diversos estudios realizados han demostrado como un sinfín de variables influyen en la
determinación de un rol o de otro, siendo la autoestima un componente esencial, definida como
una valoración de sí mismo que involucra las experiencias de éxitos y de fracasos así como la
interacción con el mundo manifestándose con conductas de aprobación o reprobación
(Coopersmith (1995). Considerando esta afirmación se evidencia que la autoestima tiene relación
con la comunicación interpersonal, la imagen, sexo y salud corporal para el bienestar propio.
Del mismo modo Para Rosenberg (1973), la autoestima es “una actitud positiva o negativa hacia
sí mismo, y tiene dos connotaciones diferentes: la autoestima alta y la autoestima baja”.
Teniendo en cuenta que cada persona es un mundo y ante un mismo estimulo reaccionan de
varias formas, podría decirse que parte de ese actuar diferente es por la presencia de la
autoestima que a lo largo de su vida esa persona haya aprendido o desarrollado.

Acerca de la autoestima en los años ochenta se desato en EEUU comenzando al nivel


escolar la importancia de valorar la autoestima para conseguir una mejor sociedad, este
movimiento defendía la idea de fomentar en el niño desde sus primeros años la autoestima y que
así a lo largo de la vida se podrían reducir conductas delictivas, antisociales, embarazo precoz
entre otras, este fenómeno comenzó a expandirse llegando a pronunciarse diferentes campos de
la psicología para explicarlo, llegando así a asociar la autoestima a todos los campos de nuestra
vida.

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Olivero, L. y Sánchez, R.

Por consiguiente, múltiples teóricos, entre ellos Rosenberg (1973), Coopermith (1995),
Yagosesky (1998), Branden (2001), entre otros, han analizado la autoestima considerando que la
misma se refiere al sentido que la persona se coloca al evaluarse y el afecto que viene de esa
representación. Para Rosenberg (1973), la autoestima es “una actitud positiva o negativa hacia sí
mismo, y tiene dos connotaciones diferentes: la autoestima alta y la autoestima baja” según este
autor clasifica la autoestima en varios niveles y cada una de ellas tiene características y
conductas las cuales la define, una alta autoestima se puede relacionar con afectos positivos
hacia uno mismo y hacia el mundo, gozo, confianza, placer y la autoestima baja con afectos
negativos, como dolor, angustia, tristeza, sentirse inconforme con la vida que lleva, su cuerpo, su
persona entre otros.

Ahora bien, en el caso de Venezuela son innumerables los estudios promovidos desde las
universidades sobre estas dos variables, ejemplo, de ello, Barrera (2016), quien desarrollo un
trabajo de investigación donde se consideraron 493 estudiantes universitarios de diversas
carreras de la Universidad Católica Andrés Bello, dicho estudio concluyó con seis grupos o
perfiles con características diferentes de auto concepto y autopercepción dos de las cuales fue
más característicos en mujeres que hombres siendo indiferenciable el género predominante, es
decir, en algunos casos las mujeres demuestran mayor control en cuanto a elementos propios de
la autoestima que el hombre generando así una diferencia relativa en cuanto al rol que cada uno
juega en una sociedad.

En los últimos años en Venezuela se ha observado una creciente diferencia en los papeles
del hombre y las mujeres, respecto a la ubicación en espacios que anteriormente eran ocupados
por hombres, sobre todo a nivel político y directivo, lo que lleva a evidenciar el cambio cultural
y social que se ha generado respecto a este tema, sin embargo, Torado, Abramo y Godoy (2010),
expuso en un estudio realizado que los empresarios perciben en su mayoría a las mujeres como
virtuosas en características como el orden, la disciplina, responsabilidad y adaptación, entre
otros, pero encontraron debilidades en cuanto competitividad entre géneros donde se evidencio
características culturalmente impuestas por roles sexuales.

Cabe agregar que, respecto a este entorno la autoestima ha sido definida por Mruk
(2013), como “el grado de satisfacción de la persona consigo misma, el valor personal que se le
atribuye y motiva en parte el comportamiento del individuo” (p.23), es decir, está íntimamente

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Olivero, L. y Sánchez, R.

relacionada con el entorno social, sus implicaciones son innumerables, por ello su influencia en
el rol sexual no es de extrañarse puesto que el género es un concepto eminentemente social, tal
como lo expresa Julien y Sénecal (2008), ambas variables están influenciadas por tres tipos de
fuentes la retroalimentación social o valoración social, los resultados conductuales y la
comparación social.

De acuerdo con los razonamientos que se han ido realizando, la autoestima es el


indicador de salud que mayor relación guarda con la conformidad con el rol de género (Matud y
Aguilera, 2009), y son las mujeres más masculinas las que mayores niveles de autoestima
presentan. Algunos investigadores sólo han hallado relación entre masculinidad y autoestima, sin
que la feminidad aparezca asociada a este indicador de bienestar, o bien la asociación encontrada
es muy débil (Allgood-Merten y Stockard, 1991; Matud et al., 2009;). Por ejemplo, Allgood-
Merten y colaboradores (1991), encontraron en su estudio que solamente los rasgos
tradicionalmente considerados masculinos y relacionados con la autoeficacia eran predictores de
autoestima, mientras aquellos otros típicamente femeninos que tenían que ver con la
expresividad y con las relaciones con otros apenas predecían la variable criterio. En otras
investigaciones sí se ha encontrado asociación entre feminidad y autoestima (Good y Sánchez,
2010), aunque no tan robusta como la anterior, y con componentes concretos del constructo
relacionados con la autoestima comunal.

En función de lo expuesto en los párrafos anteriores, es importante destacar que el rol


sexual y la autoestima han sido expuestas a estudio en cada década desde el ámbito no solo
social sino también psicológico y conductual precisamente por sus implicaciones a nivel de
comportamiento, es por ello que, desde la Universidad Arturo Michelena se pretende identificar
la relación entre roles sexuales y autoestima en adultos jóvenes universitarios de 20 a 45 años,
considerando que esta casa magna alberga un sinfín de personalidades y conductas que pueden
ser estudiadas para establecer relaciones socialmente aceptables y que además la autoestima es
responsable de muchos éxitos y fracasos no solo académicos, sino también, familiares y
profesionales.

En cuanto a la problemática es necesario identificar los problemas de baja Autoestima


puesto que representan un gran reto para la sociedad, debido a que ponen en peligro la salud,
física, mental, e incluso emocional de las personas, el desarrollo de la personalidad, las

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Olivero, L. y Sánchez, R.

relaciones sociales y su entorno, generando muchos conflictos que a menudo, quien los sufre no
lo reconoce, atribuyendo sus problemas a factores externos como: prejuicios, mala suerte y
terceras personas, señalamientos o estereotipos sociales, u otros.

Además, se ha observado que en cuanto a género que la autoestima de las mujeres está
en un nivel más bajo que el de los hombres y puede deberse considerando los estudios previos
consultados a que la autoimagen y la autoestima en las mujeres produce más problemas que en
los hombres, porque estas son más propensas a preocuparse sobre lo que los demás piensan de
ellas y se interesan más por complacer a sus compañeros, están menos contentas con su rol
sexual y se les fomenta una mayor autoconciencia, lo que trae como consecuencia una más baja
autoestima y mayor inestabilidad.

Dada las aseveraciones planteadas, se realizó una entrevista a la psicóloga Liliana


Martínez, en cuanto a la correlación que desde el punto de vista psicológico posee el rol sexual y
la autoestima, la misma manifestó que:

Existen importantes variables psicológicas que intervienen en la autoestima como por


ejemplo los valores impuesto que estos son traducidos a comportamientos que permiten
tener experiencias negativas o positivas que aportarían al rol sexual una determinada
posición social, además hay que recordar que en el caso del género, siempre se ha
observado una fuerte influencia en las vivencias de la sexualidad a partir de los deberes
asociados a lo femenino y lo masculino, es por ello, que los comportamientos de las
mujeres están cargados de un tinte tradicional, donde se les asocia a la reproducción, la
crianza, la labor doméstica y el cuidado de los otros, mientras que el hombre es quien sale
o salía a trabajar, lo que nos ha demostrado estos últimos años desde ya hace mucho
tiempo para acá es que las mujeres han fortalecido su valía personal lo que ha hecho que
se posicionen en espacios que antes eran propios del masculino. (Comunicación mediante
notas de voz, 06 de Abril de 2021)

Cabe agregar que, la autoestima es considerada por Harrison (2014) como:

El concepto que tenemos de nuestras valías y se basa en todos los pensamientos,


sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido
recogiendo durante nuestra vida. Es la capacidad de establecer una identidad y darle un

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Olivero, L. y Sánchez, R.

valor. En otras palabras, tú tienes la capacidad de definir quién eres y luego decidir si te
gusta o no tu identidad. (p. 34).

Asimismo, Torres (2002), la expone “como la valoración positiva o negativa que se


otorga a los datos percibidos sobre sí misma” (p.23). Respecto a ello, un adulto joven
universitario egresado identificado como IG perteneciente a la carrera de psicología de la
Universidad Arturo Michelena comenta que:

Cuando la persona nace y es diferenciada como niño o niña, surgen imposiciones sociales
con respecto a su rol sexual, determinando cada conducta, pensamiento, palabra que debe
seguir la persona para poder representar ese rol. Si el sujeto en la composición de su
personalidad no encuentra una posición o identificación con alguno de estos roles
sexuales comienza así a afectarse directamente su manera de verse, valorarse, llevando a
comportarse de una manera que indique que está afectada su autoestima, ya que no se
siente a gusto con el rol que debe asumir. Inclusive si en esa composición la persona
logra identificarse sin problema con los roles que nos presenta la sociedad de igual
manera la autoestima se relaciona y es determinante en lo que se refiere a la intervención
social de la persona. Esto señala que estas variables tienen relación total con la formación
del hombre y la mujer. (Comunicación mediante nota de voz, 7 de abril del 2021)

Mediante este testimonio, se puede observar, la necesidad que existe de identificar la


relación entre roles sexuales y autoestima en adultos jóvenes universitarios de 20 a 45 años,
pues, si se parte de la premisa de que la autoestima tienen que ver con la autovaloración de sí
mismo y que esta influye en la percepción del mundo, se puede decir que, dependiendo de cómo
sea el nivel de la misma, se van a emitir conductas directamente proporcionales a ella según el
rol sexual que cada persona tenga. En función de ello, se plantean las siguientes interrogantes en
el estudio:

Formulación del Problema

Interrogante Principal
¿Qué tipo de relación existe entre roles sexuales y autoestima en adultos jóvenes
universitarios de 20 a 45 años. Caso de estudio: Universidad Arturo Michelena?

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Olivero, L. y Sánchez, R.

Interrogantes Secundarias

1. ¿Qué rol sexual poseen hombres y mujeres de 20 a 45 años, Caso de estudio: Universidad
Arturo Michelena?
2. ¿Cuál es el nivel de la autoestima que poseen hombres y mujeres de 20 a 45 años, Caso
de estudio: Universidad Arturo Michelena?
3. ¿Cómo calcular la correlación entre los roles sexuales y autoestima en adultos jóvenes
universitarios de 20 a 45 años. Caso de estudio: Universidad Arturo Michelena?

Objetivos de la Investigación
Objetivo General

Analizar el tipo de correlación entre roles sexuales y autoestima en adultos jóvenes


universitarios de 20 a 45 años. Caso de estudio: Universidad Arturo Michelena

Objetivos Específicos

1. Evaluar el rol sexual que poseen hombres y mujeres de 20 a 45 años, Caso de


estudio: Universidad Arturo Michelena
2. Identificar el nivel de la autoestima que poseen los adultos jóvenes de 20 a 45 años,
Caso de estudio: Universidad Arturo Michelena
3. Establecer la correlación existente entre roles sexuales y autoestima en adultos
jóvenes universitarios de 20 a 45 años. Caso de estudio: Universidad Arturo
Michelena

Justificación y Delimitación del Estudio

La autoestima es la forma en la que cada ser humano se valora y por ende confía en sí
mismo; por esto su importancia es crucial en la toma de decisiones de cada individuo, tal es el
caso del rol sexual que cada uno decide asumir frente a una sociedad determinada, sin duda

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Olivero, L. y Sánchez, R.

alguna no es algo heredado si no aprendido del entorno, mediante la valoración que el ser
humano hace de su propio comportamiento y de la asimilación e interiorización de la opinión de
los demás, esta impulsa a la persona a actuar, a seguir adelante y la motiva a buscar sus
objetivos o emprender según las creencias que posea.

En función de ello, el presente estudio pretende identificar el tipo de relación entre roles
sexuales y autoestima en adultos jóvenes universitarios de 20 a 45 años. Caso de estudio:
Universidad Arturo Michelena, aportando datos de interés para conocer la correlación de ambas
variables en un entorno universitario donde se conjugan gran cantidad de personalidades y
actitudes determinadas por el medio que pueden sentar las bases para el triunfo o fracaso del ser
humano en sus entorno personal y profesional.

A nivel Teórico se puede afirmar que al usar el inventario de roles sexuales de Sandra
Bem (IRSB, 1974) y la Escala de la autoestima de Rosenberg (ERA), diseñada originalmente por
(Morris Rosenberg 1965), se contaran con datos reales basados en escalas científicamente
comprobadas a través de las cuales se puede predecir un nivel relativamente equitativo de
características femeninas y masculinas y que pueden llegar a ser conscientemente andróginos, y
al establecer su relación con la autoestima donde la propia percepción juega un papel importante
el cual se ve influido erróneamente por los juicios que emiten las demás personas que rodean al
ser humano, donde la familia y la sociedad son factores determinantes por lo que es necesario
sentar bases teóricas que describan dichos elementos.

Asimismo, a nivel académico, respecto al avance de la ciencia en materia del


comportamiento humano, es esencial el análisis de los conocimientos básicos sobre las variables
psicológicas involucradas en el proceso de desarrollo humano, más aún cuando se enfocan estos
esfuerzos para explicar la evolución y madurez del individuo, por lo cual, este estudio se
convierte en un aporte de orden académico en torno al avance de las posiciones conceptuales
vinculadas con la teoría de la autoestima y el rol sexual temas de interés a nivel de estudios
psicológicos.

A nivel del caso de estudio, representado por una muestra de jóvenes adultos en edades
comprendidas entre 20 a 45 años de la Universidad Arturo Michelena la investigación es de
interés puesto que se conocerán las opiniones o autovaloraciones que estos individuos hacen de
sí mismos y su repercusión en el desarrollo del ser humano, incluyendo no sólo los juicios

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Olivero, L. y Sánchez, R.

cognoscitivos de los individuos sobre sus capacidades sino también sus reacciones afectivas ante
estas autoevaluaciones. Por lo tanto, la autoestima se considera esencial en tanto se traduce en un
juicio personal sobre el propio valor que se expresa en las actitudes que el individuo asume
según el rol que desea demostrar.

Finalmente los aportes que brinda a la comunidad científica y a la universidad está


determinado por el gran interés suscitado por la autoestima, que viene determinado porque se
considera un factor clave en el desarrollo de un buen ajuste emocional y cognitivo, una buena
salud mental y unas relaciones sociales satisfactorias, además, todos los individuos necesitan
tener una autoestima saludable, independientemente del sexo, genero, edad, cultura, trabajo y
objetivos o rol en la vida, para ello se representaran las diversas teorías que abordan la
autoestima desde distintos puntos de vista, tanto psicodinámico, conductista, transpersonal,
cognitivo, humanista.

Para la Escuela de Psicología, las cátedras beneficiadas son los procesos psicológicos
básicos, fundamentos biológicos de la conducta, antropología, psicología cognitiva,
psicopatología, y psicología evolutiva entre otros, las cuales de una forma u otra hacen énfasis en
el desarrollo psicológico y biológico del ser humano dándole especial interés a los factores
internos y externos que influyen en la personalidad de los mismos, en cuanto a la línea de
investigación se encuentra enmarcado en estudios de género y diversidad sexual, que enfoca la
construcción de aportes relacionados con la identidad de género y su relación con elementos
psicológicos, biológicos y sociales.

Finalmente, es importante delimitar este estudio, por lo que se estima llevarlo a cabo en
el semestre comprendido desde Marzo a Junio del 2021, dentro de los espacios de la Universidad
Arturo Michelena, con una muestra de sujetos de edades comprendidas entre 20 a 45 años de
edad.

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CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO REFERENCIAL

Antecedentes de la Investigación

Antecedentes Internacionales

Arroyo y Pérez (2019), en su investigación: “Satisfacción de vida en andróginos y otros


roles de género”, para optar al grado académico de Licenciado en Psicología en la Universidad
Autónoma del Estado de México en Ecatepec de Morelos, Estado de México, la misma tuvo
como objetivo principal Identificar la relación entre el rol de género andrógino y la satisfacción
con la vida en universitarios, para lo cual emplearon una metodología transaccional o transversal,
y por tanto no experimental, y una muestra conformada por 120 universitarios, 60 hombres y 60
mujeres de las carreras de psicología y administración del CU UAEM Ecatepec, con un rango de
edad de 18 a 25 años y una media de edad de 20.46 años; a las cuales les aplicó el inventario de
Roles Sexuales de Bem (1974). Por otra parte, la satisfacción con la vida, se utilizó la Escala de
Satisfacción con la Vida.

Los resultados de este estudio reflejaron: 32 personas andróginas de las cuales 20


(62.5%) presentaron una satisfacción alta, 10 (31.25%) satisfacción buena y 2 (6.25%) tuvieron
una satisfacción por debajo de la media, 51 estudiantes con el rol de género femenino de los
cuales 30 (58.82%) presentaron una satisfacción alta, 14 (27.45%) una satisfacción buena, 6
(11.76%) contaban con una satisfacción media y 1 (1.96%) presenta una satisfacción leve y 37
con el rol masculino de estos 21 (56.75%) poseían una satisfacción alta, 14 (37.83%) se
encontraban con una satisfacción buena y 2 (5.40%) tenían una satisfacción media. En
conclusión, se encontró relación entre el rol de género andrógina y la satisfacción, motivo por el
cual se tomó evidenció la androginia como un compuesto de roles sexuales masculinos y
femeninos, que contribuye a desarrollar un bienestar social y una satisfacción personal.

Esta investigación aporta al presente trabajo, datos de interés en cuanto a la variable rol
sexual y su relación directa con la satisfacción personal que es un elemento esencial de la
construcción de una autoestima sana, al enfatizar que existen personas que son andróginas, es
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Olivero, L. y Sánchez, R.

decir que poseen características tanto masculinas como femeninas con mayores posibilidades de
conductas flexibles en la vida que le permitirán una socialización adecuada con su entorno,
asimismo, el estudio refleja datos importantes a través del uso del inventario de roles de Bem
(1974), la cual sirve para orientar la metodología asumida en el presente estudio. Es importante
destacar que los antecedentes internacionales vislumbran un panorama sobre el comportamiento
humano destacando autores y teorías que nutren el estudio al destacar datos de interés
relacionados con ambas variables.

Gómez, (2018) en su estudio titulado “Revisión sistemática de los factores que influyen
en la sexualidad e identidad de los jóvenes de la facultad de Educación” presentado para optar al
título de Psicología en la Universidad De Montería, Colombia, para ello se estimó como
objetivo principal de realizar una revisión sistemática de los factores que influyen en la
sexualidad e identidad de los jóvenes de la facultad de Educación, Esta revisión sistemática se
hizo con el propósito de brindar una mirada más actualizada sobre las problemáticas en ámbitos
como familia, prácticas o experiencias de sexualidad-redes, en función de esto se desarrolló un
estudio descriptivo, no experimental donde la muestra estuvo constituida por 35 jóvenes de
edades comprendidas entre 18 a 28 años de edad, a quienes se les aplicó como instrumento el
inventario multidimensional de autoestima de O´Brien y Epstein (1988) incluye ocho dominios
específicos de la autoestima, la mitad enfatizan sobre todo la dimensión afectiva y la otra mitad
la dimensión cognitiva.

Entre las conclusiones obtenidas se encuentran que los factores que influyen da manera
más reincidente en la sexualidad de los jóvenes son, la familia, las practicas o experiencias de
sexualidad-redes, los mitos creados en relación a este tema, los programas de prevención o
educación sexual en los colegios y la construcción del cuerpo o identidad sexual, los cuales se
perciben como componentes que influyen en el moldeamiento de la percepción de la sexualidad
en el ser en proceso de desarrollo y conocimiento de sí mismo. Asimismo, resaltan que la
identidad se construye en interacción con otros; por tanto la identidad es una definición
socialmente construida del ser, es un fenómeno eminentemente subjetivo, con un fuerte
componente emocional.

El aporte de la investigación anterior se ve reflejado a nivel teórico puesto que señala


múltiples conceptos sobre la diversidad sexual donde se reconoce la sexualidad como una

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Olivero, L. y Sánchez, R.

construcción social y Psicobiológica, que va mucho más allá de la genitalidad, o del tradicional
esquema que ubica entre dos extremos al hombre o a la mujer, además hace especial énfasis en
los diversos factores que influyen en la identidad sexual donde se identifica a la sociedad, la
familia y percepciones como agentes determinantes en el comportamiento humano

Antecedentes Nacionales

Franco (2019), en su trabajo de investigación titulado: “Orientación del rol sexual y


actitud en función de la autoestima en hombres y mujeres de la carrera de psicología en la
Universidad Central de Venezuela”. Para optar al grado de Licenciado en psicología Caracas,
Venezuela; para ello, se plateó como objetivo principal describir la orientación del rol sexual y
actitud en función de la autoestima en hombres y mujeres de la carrera de psicología en la
Universidad Central de Venezuela, a través de estudio empírico descriptivo y correlacional con
un abordaje cuantitativo, se tomó una muestra no probabilista de 62 estudiantes siendo 32
mujeres y 30 hombres de edades comprendidas entre 25 a 45 años; como instrumento se les
aplicó el inventario de roles de Bem (1974) y la escala de actitud de Hendrick (1987).

A los efectos de este, se logró concluir que la mayor parte (85%) de las mujeres de la
muestra se situó en la clase femenina mientras que los hombres (90%) lo hizo en la clase
masculina, lo cual solo evidenció que desde la exigencia de la sociedad por imponer estereotipos
el ser humano responde según esa formación, es decir, las diferencias de género y su actitud
según la autoestima que tienen es posible relacionarlas en torno a las distintas presiones sociales
que afronta tanto hombres como mujeres en la concreción de su rol sexual. Dicha conclusión, se
debe a que el autor encontró que a las mujeres se les exige que demuestren aspectos femeninos,
pero a su vez debido a que cada vez tienen mayor responsabilidad también se les exige
características masculinas que son reconocidas socialmente como se asertivas, emprendedoras y
que tengan éxito profesional al contrario del hombre a quien no se les exige características
femeninas.

En el marco de las observaciones anteriores, la investigación constituye un aporte


importante debido a que se determinan los roles mediante el inventario de roles de Sandra Bem
(1974) generando una idea clara del uso de este instrumento y su interés en los estudios de

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Olivero, L. y Sánchez, R.

comportamiento humano, además, hace especial énfasis en la autoestima y la actitud de la


persona la forma como una persona, o en este caso, los jóvenes adultos, se desenvuelven de
manera óptima y asertiva en el medio que los rodea, evidenciando que está relacionado
directamente con el desarrollo y estructuración de su autoestima, la cual implica factores de
sentimientos y pensamientos hacía sí mismos y es a partir de estos y dependiendo de cómo el
sujeto asimile sus aspectos valorativos y perceptivos, de igual manera influye de forma directa
con problemas personales o las percepciones negativas ante su imagen corporal.

En este mismo orden de ideas, Mendoza (2018), en su estudio titulado: “Género y


autoconcepto: un análisis comparativo de las diferencias por sexo en una muestra de jóvenes
adultos de la Universidad de Carabobo”, para optar al grado académico de Licenciado en
Orientación, Venezuela. La misma tuvo como objetivo principal realizar un análisis comparativo
de la diferencias por sexo del género y autoconcepto según una muestra de jóvenes adultos, para
ello, plantearon un diseño no experimental (ex post facto, en ambiente natural); Las pruebas se
aplican colectivamente a muestras diferentes, pero poblacionalmente equivalentes a 25 a 40 años,
lo instrumento utilizados fueron una escala de evaluación de autoconcepto (1965).

En cuanto a los resultados obtenidos, el número de mujeres que alcanzan puntajes dentro
del intervalo de 61 a 70 puntos aumenta en 2.2 %, mientras se observa una leve disminución en
el caso de los varones que alcanzan estos niveles máximos. Mientras los varones mantienen sus
niveles de autoestima, e incluso bajan sus promedios en algunas subescalas, las mujeres
muestran un aumento significativo de sus promedios de autovaloración en M2 respecto de M1 en
casi todas las subescalas, el autor afirmó que los cambios positivos en los niveles de autoestima
de las mujeres (reflejados en los resultados de este estudio), siguen la misma dirección que se
produce en cuanto a cambios positivos de status, participación e incorporación de la mujer en el
quehacer social, laboral e incluso político durante el período.

Por las consideraciones anteriores, el estudio aporta a esta investigación información


importante sobre el tema del autoestima, comprobando que esta tiene relación con la conducta
y el ajuste social en cuanto a la tendencia del hombre o la mujer a aproximarse o aislarse del
grupo, resistirse a iniciar contactos sociales y con ello provocar conductas de rechazo en los
otros; asimismo, el cómo se ve el ser humano a sí mismo y también cómo cree que es percibido

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Olivero, L. y Sánchez, R.

por los otros, lo cual puede o no definir el rol que este asuma ante la sociedad determinando su
conducta, lo cual se ve reflejado en una población afín a la estudiada en este proyecto.

Asimismo, Fernández (2018). Desarrolló un estudio titulado: “Adquisición del rol sexual
y la autoestima: función de la Sociedad”. Como medio para optar al grado de Licenciado en
psicología en la Universidad Católica Andrés Bello; para ello, se planteó como objetivo
principal establecer la influencia de la sociedad en la adquisición del rol sexual y la autoestima
en jóvenes universitarios, a los efectos de este realizó una investigación correlacional, descriptiva
y de corte cuantitativo, aplicado a una muestra de 20 jóvenes en edades comprendidas entre 19 y
35 años, a quienes se les aplicó como instrumento de recolección de datos una encuesta para
determinar el nivel de importancia asignado a la función de la sociedad en su formación personal
y emocional, asimismo, el personal attributes questionnaire (PAQ) de Spence y Helmreich en
1974 y 1978. Instrumento que mide la autoadscripción de la persona en base ha atributos que se
presentan.

Referente a las conclusiones generadas se encontró que la muestra seleccionada en un


87% le asigna la responsabilidad de su formación personal y emocional a la sociedad, resaltando
el entorno y la familia como elemento determinante, los resultado muestran que adquirir un rol
determinado depende en gran medida de características externas al sujeto, además, las
circunstancias ambientales juegan un papel decisivo en este proceso pues el ser humano se
desarrollan según los aprendido en el núcleo familiar, donde se forma la evolución general y a
través de ella la identidad, rol y conservación.

Esta investigación aporta una indudable orientación a nivel teórico sobre la importancia
de la sociedad y su influencia en el rol sexual, siendo la familia una variable de interés,
asimismo, el estudio expone teorías de interés tales como psicoanálisis, los refuerzos y modelos
de imitación y la teoría de aprendizaje social, e incluso aquellos donde se hace énfasis en
reconocer su propia identidad como lo es la orientación cognitiva, en fin estas teorías ayudan a
entender la influencia de diferentes factores distintivos como lo son: bio – psicológicos, factores
cognitivos, y sociales.

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Olivero, L. y Sánchez, R.

Bases Teóricas Referenciales

Enfoque Cognitivo-Conductual

El enfoque cognitivo conductual considera que los comportamientos se aprenden de


diferentes formas, que pueden darse por la propia experiencia, la observación de los demás,
procesos imitación entre otros, sus autores son exponentes de enunciados sobre la forma de
entender cómo piensa la persona sobre sí misma, de otras personas y del mundo que le rodea y
cómo lo que se hace afecta no solo los sentimientos sino también los pensamientos y en
consecuencia la actuación del ser humano. Por ejemplo la teoría cognitivo desarrollada por
Kohlberg (1966) quien postula que existen estructuras centrales activa que determinan la
evolución de la identidad sexual y de género que se fundamenta en el desarrollo cognitivo del
mundo social, en este sentido, la organización cognitiva será la que determinará la evolución de
la tipificación sexual y, a medida que vayan evolucionando las estructuras cognitivas,
evolucionarán también las actitudes sexuales.

Según Kohlberg y Zigler (1967) “es la evolución de la inteligencia, más que la


maduración de los instintos, la que determinará el desarrollo cognitivo de la identidad y
constancia de género y, en consecuencia, de las actitudes y conductas tipificada sexualmente”
(p. 98) en consecuencia para esta teoría el factor clave del proceso de adquisición de la identidad
sexual y de género es el juicio de autoclasificación como femenino o masculino que efectúa el
sujeto, ayudado primero por las asignaciones sociales y luego por las diferencias anatómicas;
juicio que tiene tal importancia que acaba siendo innegable y permanente. En fin esta teoría está
basada en el supuesto de que el patrón básico de las actitudes sexuales no se puede encontrar ni
en los instintos biológicos ni en las normas culturales arbitrarias, sino en factores cognitivos
donde el aprendizaje, particularmente el aprendizaje observacional, juega algún papel en la
adquisición del rol sexual.

Asimismo, la teoría de la psicología cognitiva expone los roles, como elementos que
evidencian de manera concreta no sólo la conducta sino la construcción subjetiva como una
organización de esquemas, que muestran procesos mentales particulares y que dan como
resultados unos productos que se muestran en la conducta relacionada con el género; desde la
perspectiva de la psicología cognitiva es importante retomar el concepto de esquema, el cual

17
Olivero, L. y Sánchez, R.

cuando es aplicado a uno mismo, es nombrado como autoesquema. Este se entiende, tal como lo
plantea Markus (1977) como las “generalizaciones cognitivas acerca de uno mismo, derivadas de
experiencias pasadas, que organizan y guían el procesamiento de la información relacionada con
uno mismo contenida en la experiencia social de un individuo” (p, 76).

Respecto al párrafo anterior, este influye de manera determinante en como procesamos la


información auto referencial, y que visto desde el elemento de los roles sexuales, implica una
mirada autorreferencial del sujeto frente a las conductas esperadas y asumidas en el lugar de lo
masculino y lo femenino.

Albert Ellis como autor de la corriente cognitiva trabaja su teoría de la auto aceptación
bajo el supuesto de que “el principal determinante de las emociones y conductas de una personas
son sus creencias y pensamientos” (Roca, 2005). Estas creencias y pensamientos son formadas
por cada individuo a partir del concepto que se tiene sobre sí mismo y esto determina el sentir y
actuar. Ellis no habla directamente de autoestima, sin embargo hace referencia al término
autoevaluación global y autoestima contingente sea positiva o negativa. El autor critica estos
términos mencionados indicando que el ser humano es demasiado complejo, lo que no permite
ser valorado globalmente con criterios objetivos para decir si alguien es bueno o malo en todas
las áreas. Lo razonable es evaluar rasgos concretos para evitar generar inestabilidad emocional
en el sujeto y brindar opciones de cambio.

El autor considera que las perturbaciones emocionales dependen de esas


autoevaluaciones globales que generan ideas irracionales en los individuos, definiéndose en el
contexto como buenas o malas según cumplen o no cumplen requisitos del contexto que se
imponen como autoexigencias. De igual forma cumplir con los requisitos impuestos por otros
como si fueran propios no permite sentir seguridad, aunque al no cumplir se evalúa la autoestima
de forma negativa. Este enfoque teórico sostiene que las personas no sólo adoptan una identidad
única e individual, sino también una identidad que les hace reconocibles en el ámbito social. Las
personas tienen la necesidad básica de obtener una identidad positiva y, en ocasiones, se sirven
para ello de la identidad social, esto es, de la pertenencia a categorías sociales.

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Olivero, L. y Sánchez, R.

La teoría del Esquema Cognitivo del Sexo, Sandra Bem (1981)

Se renombro en 1981 como Teoría del Esquema Genérico, sustentando que tanto
características masculinas como femeninas están presentes en cada una de las personas
independientemente de si se es hombre o mujer, es decir, las personas que se rigen con los
estereotipos que enmarcan su género, no necesariamente carecen de su dimensión opuesta,
aunque en menor medida que en personas que no se rigen por las conductas estereotipadas de su
género o impuestas por la sociedad. Estas personas concentran en su ser una mayor mezcla
armonía de las dos dimensiones o sea lo femenino y masculino y son conocida como andróginas,
las cuales cumplen con el ideal de la androgyne. En terrenos de la psicología, la masculinidad y
la feminidad se han caracterizado por ser concebidos como puntos contrarios, un individuo solo
puede ser masculino o femenino.

Ahora bien, esta división sexo-rol ha funcionado para encubrir dos suposiciones, por
ejemplo, primer, existen personas que son andróginas que poseen características tanto
masculinas como femeninas con mayores posibilidades de conductas flexibles en la vida.
Segunda, los individuos que son enérgicamente masculinos o femeninos, están restringidos en un
rango de conductas en la medida que cambian de un contexto a otro (Bem 1974, p.56). Cabe
precisar que de acuerdo con Bem, el ser andrógino no es lo mismo que ser una persona
indiferenciada, las cuales son aquellas que no poseen características ni rasgos de personalidad
masculina ni femenina. Una persona andrógina sería, por ejemplo, alguien tierno, flexible,
comprensivo y otras tantas características que son más comunes en las mujeres y a la vez poder
ser dominante, agresivo, con control de sus emociones y un líder.

En este sentido, S.L. Bem, (1974) niega las diferencias y afirman que hay más similitudes
que diferencias entre hombres y mujeres, considerando que ellas pueden ser tan competitivas,
asertivas, analíticas, dominantes, ambiciosas y agresivas como los hombres, si se da la
oportunidad. Sin embargo, los roles de género brindan en el individuo una referencia respecto a
características de la personalidad, actitudes y conductas que la cultura determina para cada sexo.
Son estas diferencias de concepción y comportamientos entre hombres y mujeres que se han
establecido las que han fomentado en gran medida las estrechas interacciones de la presión
socio-cultural y la herencia de cada individuo determinando en gran medida el autoconcepto o
autoestima del mismo.

19
Olivero, L. y Sánchez, R.

De acuerdo a Escudero (2016), esta teoría se plantea la idea de que los individuos
sexualmente definidos “tienen una tendencia a ver el mundo en categorías masculinas o
femeninas y en particular a decidir sobre la base del sexo qué atributos y conductas están
asociados al concepto de sí mismos y cuales están disociados” (p. 87). En función de la misma,
sostiene que el sujeto además de aprender los contenidos específicos que la cultura adscribe a
cada sexo, al mismo tiempo asocian los atributos de su propio sexo, es decir, implica una toma
de decisiones con respecto a cada dimensión. En fin, esta teoría crea una base sustentada en el
poder del sujeto para asumir no solo lo que la sociedad impone sino también lo que según su
propia ideología debe ser su comportamiento marcando una pauta de referencia para definir su
personalidad.

La Teoría del Desarrollo Cognitivo del rol sexual (Kohlberg, 1966)

La Teoría del Desarrollo Cognitivo del rol sexual (Kohlberg, 1966) está basada en el
supuesto de que el patrón básico de las actitudes sexuales no se puede encontrar ni en los
instintos biológicos ni en las normas culturales arbitrarias, sino en factores cognitivos. Es una
teoría basada en Piaget que pone de relieve, sobre todo, los aspectos de curiosidad, exploración y
competencia del niño. El desarrollo del rol sexual se concibe como un aspecto del crecimiento
cognitivo. Incluye cambios básicos cualitativos con la edad en las formas de pensamiento o
concomitantes con las percepciones del mundo físico y social, los cuales determinan el sentido
de uno-mismo y de su rol sexual, El aprendizaje, particularmente el aprendizaje observacional,
juega algún papel en la adquisición del rol sexual pero el factor más importante es la actividad
cognitiva del niño, es decir, la selección y organización activa de sus percepciones, conocimiento
e inteligencia.
En función de dicha teoría uno de sus conceptos más importantes sobre el desarrollo
cognitivo del niño es el de descentración, que implica la capacidad del recién nacido, después de
haber aprendido sobre sí mismo, de iniciarse en el mundo externo y aprender con él a través del
pensamiento simbólico y del lenguaje. Con la emergencia del yo en relación estrecha al mundo
exterior, el niño va aprendiendo a representar y a representarse.

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Olivero, L. y Sánchez, R.

Es decir, la mezcla entre emoción, conducta y pensamiento constituyen los materiales que
se entretejen para el entendimiento de las relaciones sociales, donde las formas de conocimiento
social van a vincular lo figurativo y lo simbólico. El mismo autor menciona la importancia de
atribuir significados a esos objetos, de ese modo la identidad surge de la pertenencia a
determinados grupos y de la representación que ese individuo hace de la pertenencia a dichos
grupos, la identidad de género, es decir, la identificación que una persona hace de sí misma como
varón o mujer, depende en gran parte del proceso de sexo-tipificación, esto es, del proceso de
aprendizaje de los estereotipos asociados con ser varón o mujer que están presentes en su cultura.

Roles Sexuales

El concepto de rol sexual ha evolucionado a lo largo de la historia, corresponde a lo que


tradicionalmente se tipifica como masculino y femenino ambos tienen fuerte relación con las
expectativas acerca de cuáles son las características y conductas que debe asumir el ser humano
ante una sociedad sean estos aproados o no, esto incluye los llamados estereotipos; que
identifican los roles de género basados en cómo deben ser los hombres y mujeres, en este
sentido, un rol “es aquel papel que un individuo juega dentro de un contexto determinado, son
los valores, actitudes y acciones que cada individuo realiza dentro de un contexto determinado”
(Saldívar et al, 2015, pp.90). Es así, como los roles sexual brindan en el individuo una referencia
respecto a características de la personalidad, actitudes y conductas que la cultura determina para
cada sexo.

Ahora bien, rol sexual de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2015):

Es un conjunto de características establecidas dentro de una sociedad que determinarán el


patrón de conductas aceptadas e identificadas para cada persona. El género se determina a
partir de los roles que llevan a cabo los individuos dentro de una cultura, los cuales
pueden cambiar a través del paso del tiempo. (p.12).

Al unificar estos criterios, se puede decir que son dos grandes constructos que por
naturaleza cultural definen al ser humano con dos características: la feminidad y la masculinidad
como aquel cúmulo de rasgos particulares de la personalidad, emociones, características físicas,
conductas o roles particulares, intereses y habilidades cognitivas que se asocian principalmente a

21
Olivero, L. y Sánchez, R.

las mujeres o a los varones dependiendo el caso, donde no solo la familia funge como escuela
para transmitir los roles y estereotipos que están ligados a lo masculino y femenino, también son
las tradiciones, las costumbres, para lo cual los medios de comunicación son fundamentales en la
influencia de lo que implica lo femenino y lo masculino.

Finalmente, se identifica la conceptualización de rol sexual de acuerdo a lo masculino y


femenino, sin embargo esta tipificación da lugar en psicología al termino androginia, el cual hace
referencia a poseer en gran medida características tanto masculinas como femeninas, es decir se
plantea una tercera tipificación en los roles sexuales, donde el sujeto puede tener características
de ambos siendo un complemento natural o construida de su personalidad, Bem define estas
características como términos categoriales que pueden apreciarse como opuestos y mutuamente
excluyentes, sin embargo, en una persona estarán presentes rasgos tanto instrumentales como
expresivos, lo cual define su orientación del rol de género o rol sexual, siendo El Inventario de
Roles Sexuales de Bem (IRSB, 1974) uno de los instrumentos más utilizados en el mundo para
evaluar el grado de adhesión de las personas a los roles estereotipados de género, es decir, la
orientación de este rol.

Autoestima
Uno de los principales factores que diferencian al ser humano de los demás animales es la
consciencia de sí mismo, es decir, la capacidad de establecer una identidad y darle un valor, en
otras palabras, el individuo tiene la capacidad de definir quién es y luego decidir si le gusta o no
su identidad, en función de ello, la autoestima se expresa por medio de aprobación o
desaprobación del individuo frente a situaciones donde se cree capaz de lograr o no lograr para
poder sentirse digno, en función de ello, Alcántara, (1993), sostiene que:

La autoestima es una actitud y como actitud es la forma habitual de pensar, amar,


sentir y comportarse consigo mismo. Es la disposición permanente según el cual nos
enfrentamos con nosotros mismos, es el sistema fundamental por el cual ordenamos
nuestras experiencias refiriéndolas a nuestro “yo” personal (p.31).

Asimismo, Kernis (2003), afirma que la autoestima global “es un constructo afectivo que
consiste en emociones relacionadas con sentirse valorado, querido, y aceptado” (p.35). Ambos
autores hacen énfasis en la autoestima como una construcción emocional que se compone no

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Olivero, L. y Sánchez, R.

solo de aspectos intrínsecos sino también externos, es decir el ser humano forma una opinión de
sí mismo a través del valor que le otorga a sus experiencias y las actitudes que otros tengan hacia
él, en función a la seguridad, cariño, aliento o desaliento que la persona recibe de su entorno, y
que está relacionada con el sentirse amado, capaz y valorado, su actitud representa una
consecuencia de ello.

Ejes Temáticos

Roles Sexuales

Femineidad y Masculinidad

La diferencia en la dimensión femenina o masculino está anclada a un aspecto netamente


biológico inicialmente, considerado multidimensional por proceder de la unión tanto de rasgos
de personalidad como de caracteres físicos, actitudes, conductas sociales y, sobre todo, valores
culturales, en este sentido, las desigualdades existentes entre varones y mujeres son fuertemente
atribuidas a las diferencias con relación al sexo, con evidentes connotaciones biológicas y que,
en muchos casos, esas características distintas son utilizadas por los individuos en la
construcción de un conjunto de representaciones sociales y culturales, valores y atribuciones
sociales. En este caso, Bleichmar (1986) señala la existencia de una diferencia significativa en lo
que se refiere al concepto de género y al de sexo, por ejemplo:

Atribuye al primero un conjunto de características psicológicas, culturales y


sociales de la feminidad y masculinidad, y al segundo, un agrupamiento de componentes
biológicos y anatómicos. Es decir, al hablar de sexo estaríamos hablando de las
características fisiológicas de las personas, y al hablar de género de las atribuciones
sociales y culturales que se otorgan a cada sexo y a las que se asignan valores y tareas
diferenciadas. (p.34).

En función de lo mencionado en el párrafo anterior, se puede afirmar que las personas se


les atribuyen creencias, actitudes, conductas y valores por el hecho de ser mujeres o varones, y
esto definirá en gran parte, la identidad de los mismos y son estas atribuciones sociales y
culturales, que se asignan a uno u otro sexo, las que constituyen realmente lo que se denomina

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Olivero, L. y Sánchez, R.

género y varían de una cultura a otra, para ello se le designación lo que se considera propio de
las mujeres (femenino) o de los varones (masculino) por lo que varía constantemente, pues se
deriva de un constructo ideológico y de las costumbres de cada sociedad, además, las
características que conforman el género son aprendidas y se pueden educar en la medida que son
construcciones socio-culturales.

Diferencias Sexo-Género

El origen de la distinción entre sexo y género surge en 1949, cuando Beauvoir (1998)
afirma “No se nace mujer: se llega a serlo”, sin embargo, es John Money en 1995 quien
menciona la palabra género por primera vez y es así como se da inicio a la discusión sobre una
diferencia que había sido naturalizada, la distinción entre lo que es el sexo y el género, que ha
sido ahondado en las Ciencias Sociales y en psicología. Buttler, (2010) expone que “el primero
se refiere al hecho biológico y a las características físicas de los cuerpos, mientras que el
segundo se refiere a los significados que cada sociedad atribuye a esa diferenciación y que
definen lo que es el género” (p.65). Este autor hace referencia a la manera como se organizan los
sexos en su relación social, que es además una relación de poder, donde la distinción por géneros
vendría a ser parte de la forma como se comporta el sujeto y de los espacios sociales que están
asignados a cada persona según su sexo.

Villegas, Rodríguez y Ochoa (2002) quienes exponen que el sexo se constituye como “las
características biológicas que diferencian al hombre de la mujer. Por ejemplo, nacimos con
algunos elementos distintivos del sexo como lo son: el pene o la vagina, ovarios o testículos”
(p.76) De esta forma, el sexo es universal, se hace referencia a este como sexo biológico, el solo
hecho de nacer y diferenciar niño de niña ya es un constructo biológico de acuerdo a su físico,
aunque también tiene una connotación social puesto que desde este momento se da inicio a un
proceso educativo de formación con características definitorias, de quiénes son y cómo deben
comportarse para incorporarse a la dinámica social.

Ahora bien, el género “adquiere una orientación distinta masculina o femenina


dependiendo de si se trata de un hombre o una mujer, esto se adquiere a través de las
interrelaciones que establece con el entorno social durante los primeros dos o tres años de vida”

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Olivero, L. y Sánchez, R.

(Almuneda, 2007.pp 21). Es decir, se puede considerar como un constructo social, donde la
construcción sociocultural interviene en el mundo subjetivo de cada persona que al nacer,
además de un nombre adecuado a su género, es instruido con patrones distintivos para poder
comprender el mundo social al cual va a ser inserto. Sin embargo, el género es una realidad
complejo que tiene base en el sexo biológico pero puede no coincidir con él, puesto que
intervienen procesos sociales y ambientales.

Androginia y roles de Sexuales

El término Androginia proviene del griego hombre y γυνή mujer nace de la filosofía y se
aprecia por primera vez referido por Platón en su obra El Banquete, utiliza el término para hacer
referencia a un ser extraordinario, el cual poseía dos cuerpos unidos, los cuales podían ser de dos
hombres, o de dos mujeres, o también podían estar compuestos por un hombre y una mujer.
Siguiendo la historia, éstos en su vanidad intentan invadir el monte Olimpo, lo que trae como
consecuencia que Zeus los castigue separándolos por la mitad generando una concepción de
pérdida y de estar incompletos. Este mito dio sentido y argumentó a la idea de necesidad de
complementación entre hombres y mujeres, y homosexuales, quienes manifiestan la relación
vital y emocional de las diversas relaciones de pareja (Azcárate, 1871).

En el aspecto psicológico la teoría del desarrollo cognitivo (Kolhberg, 1966), fundamenta


que los roles sexuales eran la consecuencia de un fenómeno cognitivo, plantea que existen tres
importantes etapas por las cuales pasan los niños de manera sistemática para conseguir un
comportamiento e identidad apropiados según su sexo: 1) identidad de género, 2) estabilidad de
género, y 3) consistencia de género. Así mismo esta teoría plantea que los niños van asimilando
y adquiriendo ciertas etiquetas como muchacho y muchacha. Una vez identificadas las etiquetas
que le son apropiadas, asume que invariablemente se convertirá en hombre o mujer dependiendo
sea el caso. Esta teoría sugiere que los niños se ven motivados para formarse como hombres o
como mujeres adecuados. Son entonces las atribuciones masculinas o femeninas, independientes
del medio las que actúan como motivadores para introyectar los comportamientos sexuales
apropiados.

Desde esta perspectiva, de acuerdo a Barberá & Martínez, (2005) la androginia


psicológica “es referida a las personas, hombres o mujeres, que desarrollan en alto grado tanto
características de masculinidad como de feminidad…” (p.79). Es decir, las personas andróginas

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Olivero, L. y Sánchez, R.

no se limitan por los roles de género, ya que estos poseen un gran número de características de
ambos sexos que les permite adaptarse con mayor facilidad a las diversas circunstancias en las
que se encuentren.

Estereotipos de género

De las expectativas que se generan con el comportamiento de los roles de género, se


construyen estereotipos de género, estos son generalizaciones y creencias sobre cómo deben ser
y deben comportarse los hombres y mujeres., es decir, los estereotipos Escudero (2016) “son
cargas de significados sociales atribuidos a mujeres y hombres y colocándolos como opuestos, lo
que genera una impresión de que mujeres y hombres tienen diferencias irreconciliables y
pertenecen a espacios diferenciados (p.67); por ejemplo las mujeres al ámbito privado en el
hogar y los hombres al ámbito público. Algunos estereotipos de género son:

 Las mujeres deben quedarse en la casa y cuidar a los hijos e hijas ya que son tiernas y
amorosas por naturaleza.
 Los hombres no lloran porque son fuertes y no son sensibles

Estas creencias de lo que deben ser las mujeres y los hombres terminan de construir las
identidades de género y llevan estos significados a generalizaciones que se consideran como
producto de la naturaleza y no construcciones sociales. A continuación se presenta un cuadro que
muestra algunos estereotipos que se han construido entorno a mujeres y hombres, como podrás
observar, construyen diferenciaciones que colocan a mujeres y hombres en extremos opuestos:

MUJERES HOMBRES

Sensible Razón

Ternura Fuerza

Intuición Autoridad

Pasividad Firmeza

Dependencia Independencia

Fuente: Oficina de Igualdad de Género, Secretaría de Relaciones Exteriores, (2013).

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Olivero, L. y Sánchez, R.

Se puede observar que los estereotipos de género colocan en opuestos a mujeres y


hombres, sin embargo, estos estereotipos son construcciones sociales, ya que mujeres y hombres
tienen muchas semejanzas y pueden transitar en diversos espacios, además como parte de la
especie humana, son capaces de tener los mismos sentimientos, por ejemplo, la ternura no es
privativa de las mujeres. Los padres de familia cuando cargan a sus hijos e hijas sienten amor,
ternura y deseo de protección como también lo sienten las madres de familia.

Autoestima

Construcción y reconstrucción de la Autoestima

La Autoestima según Branden (1995), se logra como parte de un aprendizaje que integra
los siguientes factores:

 La auto-crítica: como un proceso que incluye el reconocimiento de los propios


errores, el aceptarlos, saber perdonarlos y, por fin, superarlos así como reconocer
aquello que se hace bien, que genera satisfacción y sentido de utilidad, sea o no
reconocido por los demás: es suficiente con el propio reconocimiento.
 La responsabilidad: aceptar que la propia vida es consecuencia de las decisiones
personales. De este modo, si el presente no es satisfactorio es porque seguramente
está permitiendo de algún modo, por acción o por omisión, que así suceda. Es una
decisión personal trabajar para cambiarlo, reflexionar sobre cuáles son las probables
causas de tal insatisfacción y actuar en consecuencia para así poder crear la situación
de vida que sea más acorde con las propias expectativas.
 El respeto hacia sí mismo y hacia el propio valor como persona: Para ejercer la
igualdad primero hay que tener bien en claro la propia valía, de que no se es menos
que nadie. El valor al tiempo dedicado a los demás es un derecho propio, como el
valor a la recuperación de espacios personales para la propia salud psíquica. El
respeto hacia sí mismo también debe partir del reconocimiento propio, del amor
propio y del derecho a ser felices, como cualquier otro ser humano.
 El límite de los propios actos y el de los actos de los demás: relacionándose con
el respeto, está la cuestión del principio que debe regir los actos ajenos y propios, en
el cual no se debe dañar al otro, mientras que tampoco se debe permitir que el otro
nos provoque algún daño. El principio de no iniciar una acción con la intención de

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Olivero, L. y Sánchez, R.

dañar al otro, no significa que sin quererlo o buscarlo se pueda efectivamente


dañarlo. Si bien, no haber tenido la intención ni la voluntad de dañarlo conlleva la
posibilidad de reparar ese daño más fácilmente que si se hubiera causado adrede. El
principio de no dañar a otro lleva implícita la cuestión de que también se tiene el
derecho de evitar que otro cause algún daño, de reivindicar el respeto como
condición básica de toda relación.

Es decir, este autor reconoce cada uno de dichos aspectos como elementos que influyen
en la construcción de la autoestima, en general, las experiencias positivas y relaciones plenas
ayudan a aumentar la Autoestima, en tanto las experiencias negativas y las relaciones
problemáticas hacen que disminuya la Autoestima, por lo tanto tener una Autoestima positiva es
de la mayor importancia para la vida personal, profesional y social del sujeto. Esto favorece el
sentido de la propia identidad, constituye su marco de referencia, desde el cual interpreta la
realidad externa y las propias experiencias, influye en la construcción de su entorno social,
aumenta sus expectativas, su motivación, contribuyendo así a su salud y equilibrio psíquico
según este autor.

Dimensiones de la Autoestima

La autoestima procede de las interacciones de los seres humanos, por lo tanto, la actitud
de un individuo hacia sí mismo o su autoestima está influida por los conceptos que rigen en la
comunidad, región o familia y demás individuos significativos, en este sentido, revela la
valoración que tiene una persona de sí, es decir que tiene que ver con la capacidad de valorarse a
sí mismo y valorar lo que el resto considera bueno o malo; es por esto que determina el
comportamiento y la actitud del ser humano la cual es un proceso complejo, donde intervienen
numerosas variables, tales como las condiciones psicológicas, la relación con los demás, la
predisposición para actuar, el entorno que rodea al sujeto, entre otros. Al explicar el fenómeno de
la autoestima, López y Guillermo (2003) identifican que existen dimensiones o áreas específicas
de la autoestima, tales como:

Dimensiones de la Autoestima

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Olivero, L. y Sánchez, R.

Fuente: Guillermo (2003). Adaptación Olivero y Sánchez (2021).


Respeto a estos factores mencionados en el apartado anterior, es de señalarse que los
autores hacen énfasis en dimensiones tanto externas como internas, por lo tanto cada uno de ellos
influye en la personalidad, en todo lo relacionado a la conducta, en las decisiones que toma las
personas, influye en su proyección a futuro, y en su plan de vida, es por esto que define la gran
mayoría de las vivencias y elecciones que va tomando a lo largo de la vida el ser humano, en fin,
la identidad se construye en interacción con otros; por tanto la identidad es una definición
socialmente construida del ser, es un fenómeno eminentemente subjetivo, con un fuerte
componente emocional y social.

Por lo tanto, los autores resaltan que existen importantes variables psicológicas que
intervienen en la autoestima como por ejemplo, los valores puesto que estos son traducidos a
comportamientos que permiten tener experiencias negativas o positivas que aportarían a la
autoestima de forma negativa o positiva, asimismo, la motivación y las relaciones interpersonales
también juegan un papel importante en la autoestima pues la motivación a lograr deseos
propuestos lleva a la persona a tener experiencias positivas lo que alimenta la autoestima y las
relaciones interpersonales enseñan al individuo a valorarse en relación con su entorno.

Niveles de la Autoestima
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Olivero, L. y Sánchez, R.

La Autoestima alta o baja influyen en las características de la personalidad que


dependiendo el caso puede proporcionar ventajas o inconvenientes (Sparici, 2013). Asimismo,
plantean que existen distintos niveles de Autoestima por lo cual cada persona reacciona a
contextos y hechos similares de forma diferente, teniendo expectativas desiguales ante el futuro,
reacciones y auto-conceptos. Dicho autor caracteriza a las personas con alta, media y baja
Autoestima y las define con las siguientes características:

Autoestima alta: Personas expresivas, asertivas, con éxito académico y social, confían
en sus propias percepciones y esperan siempre el éxito, considera su trabajo de alta calidad y
mantienen altas expectativas respecto a trabajos futuros, manejan la creatividad, se auto-respetan
y sienten orgullo de sí mismo fijándose metas realistas.

Autoestima media: Personas expresivas, dependen de la aceptación social, igualmente


tienen alto número de afirmaciones positivas siendo, más moderadas en sus expectativas y
competencias.

Autoestima Baja: Personas desanimadas, deprimidas, aisladas, que consideran no


poseer atractivo, tienen dificultad para expresarse y defenderse, tienden a sentirse débiles para
vencer sus deficiencias, tienen miedo a provocar el enfado de los demás y su actitud hacia sí
mismo es negativa, a su vez carecen de herramientas internas para tolerar situaciones y
ansiedades.

Por otro lado, Piaget (1985) citado en Sparisci, (2013) consideró tres niveles de
Autoestima, aunque éste los llamó tipos de Autoestima, sin embargo, posee ciertas similitudes,
ya que menciona la Autoestima alta, relativa y baja caracterizándolas de la siguiente forma:

Autoestima Alta: Estas personas se encuentran influenciadas por dos factores


importantes: Conciencia de las capacidades y el valor positivo de sus cualidades. Esta persona
también es consciente de sus limitaciones sin considerarlo un obstáculo, por el contrario, es visto
como un agente motivador para su desarrollo satisfaciendo así, sus necesidades tanto físicas
como emocionales.

Autoestima Relativa: Estas personas oscilan entre sentirse aptas y valiosas o no,
confusión en si tienen éxito o fracasos, tales incoherencias son encontradas en aquellos que se
sobrevaloran de manera tal que muestran una Autoestima confusa.

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Olivero, L. y Sánchez, R.

Autoestima Baja: Estas personas tienen sentimientos de inferioridad y de incapacidad


personal, así como dudosas al momento de realizar cualquier acción, también sienten culpa por el
miedo de vivir plenamente y es muy común que haya poco aprovechamiento de los estudios o
del trabajo, esto puede ir acompañado de inmadurez afectiva. Las necesidades físicas, afectivas,
sociales, emocionales y cognitivas no se satisfacen adecuadamente, por ello no se estimula un
valor positivo.

Como puede observarse la autoestima suele ser alta, media o baja, lo cual influye en las
características de la personalidad que dependiendo el caso puede proporcionar ventajas o
inconvenientes, en síntesis el nivel de autoestima condiciona de manera notoria el desarrollo
personal, la forma de ver y entender al mundo, aunque se dice que es susceptible de variar
dependiendo de las experiencias, es decir, según avanza el tiempo lo vivido permite
experimentar sentimientos diferentes, es posible que cambie la autoestima, incluso dependiendo
del género.

Adultos Jóvenes Estudiantes Universitarios

Hacer referencia a adultos jóvenes universitarios conlleva a conocer y exponer sobre el


ámbito en el que se desenvuelven, puesto que en este espacio institucional se integran y dedican
parte de su tiempo de una forma o de otra, la universidad, según Rodríguez y Polo (2011),
constituye “la Institución a la que acuden los estudiantes universitarios, donde conviven,
socializan, conocen, aprenden e intercambian ideas y experiencias sobre el mundo, por esto es
importante tener en cuenta la relevancia de la educación en la formación de la sociedad” (p.87).

Los estudiantes universitarios han cambiado a través de los tiempos, si bien es cierto que
siempre han sido parte de una Institución donde el alumno hace vida universitaria,
aprende, intercambia conocimiento y los valida a través de evaluaciones impuestas por el
sistema educativo, el proceso de formación ha cambiado en cuanto a estrategias para
garantizar una educación de calidad y la preparación de los futuros profesionales. Esto
debido a la generación integrada por jóvenes de entre 18 y 30 años que han crecido
rodeados de la tecnología, el consumo y la publicidad (Rodríguez, 2015, p. 23).

31
Olivero, L. y Sánchez, R.

En cuanto a los Estudiantes de la Universidad Arturo Michelena poseen acceso a la


información que los ayuda a preparase para su futuro profesional de varias maneras, como
bibliotecas virtuales, talleres facilitados por ente competentes, cursos, asesorías de profesional,
entre otras, a pesar de la crisis que se vive a nivel mundial, además, de acuerdo a las
observaciones demostradas por Aguilera y Cruz (2018) los estudiantes de esta casa de estudio,
específicamente de la carrera de psicología demostraron tener sentido de pertenencia,
compromiso institucional, potencial intelectual, explorando las características de la inteligencia
analítica, creativa y práctica, habilidades y destrezas verbal, numérica, espacial, de
procesamiento efectivo de información, resolución de problemas y toma de decisiones,
responsabilidad y motivación al logro. Todo esto garantiza un proceso académico integral en
donde contenidos y procesos de enseñanza-aprendizaje son parte importante para empezar a
definir el perfil académico del estudiante, estos autores aseguran que el primer año de estudios en
esta o cualquier universidad es crucial para que el estudiante tenga las herramientas necesarias
para desarrollar su proyecto de vida.
Fundamento Normativo

Venezuela, al igual que muchos países de América Latina y el mundo, se ha visto


preocupada por evitar todo tipo de discriminación, en especial la de género y esto se ha visto
reflejada en varias de sus leyes donde el espíritu del legislador ha sido la búsqueda de la igualdad
entre hombre y mujer. Al respecto, la visión garantista que caracteriza al Estado venezolano, ha
favorecido la implementación de políticas y mecanismos que propugnan la participación, la
inclusión e igualdad de las mujeres en todos los ámbitos socio laboral, educativo, político,
cultural del país, otorgándole un valor jurídico.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999):

Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derechos y de


Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su
actuación, la vida, la libertad, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la
responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y
el pluralismo político.

32
Olivero, L. y Sánchez, R.

Artículo 3. La defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el


ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y
amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del
cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrado en esta
Constitución.

La carta magna consagra numerosos artículos que proclaman y expresan con detalle los
derechos sociales, políticos, económicos y educativos que el Estado garantiza a sus ciudadanos
como parte de su pacto político-social. A este respecto, en el preámbulo de la Constitución, se
expresa como fin supremo el establecimiento de una sociedad democrática, participativa y
protagónica que asegura la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; aspectos estos
desarrollados ampliamente en los artículos 2 y 3, mencionados anteriormente, que hacer
referencia a la educación y el trabajo como dos de los procesos fundamentales para alcanzar el
respeto e igualdad sin discriminación alguna.

Artículo 19. El Estado garantizará a toda persona, conforme al principio de progresividad


y sin discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable, indivisible e
interdependiente de los derechos humanos. Su respeto y garantía son obligatorios para los
órganos del Poder Público de conformidad con esta Constitución, con los tratados sobre
derechos humanos suscritos y ratificados por la República y con las leyes que los
desarrollen.

Artículo 21. Todas las personas son iguales ante la ley; en consecuencia:
1. No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la condición
social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar
el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y
libertades de toda persona.
2. La ley garantizará las condiciones jurídicas y administrativas para que la igualdad ante
la ley sea real y efectiva; adoptará medidas positivas a favor de personas o grupos que
puedan sea discriminados, marginados o vulnerables; protegerá especialmente a aquellas
personas que por alguna de las condiciones antes especificadas, se encuentren en

33
Olivero, L. y Sánchez, R.

circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas
se cometan.

En cada una de estas disposiciones, el constituyente previó amplias garantías a favor de la


igualdad de género, permitiendo a las personas que sean objeto de alguna forma de
discriminación acceder a los órganos administrativos y judiciales para ejercer sus derechos;
asimismo es importante resaltar que la mención especial a estos derechos, no deja por fuera la
intención del constituyente de reconocer la igualdad de género y la no discriminación en el
ejercicio de otros derechos fundamentales como a la participación política, la salud, la educación
entre otras cuya redacción alude a ciudadanos y ciudadanas del Estado venezolano.

Definición de Términos Básicos

Androginia: “es referida a las personas, hombres o mujeres, que desarrollan en alto grado tanto
características de masculinidad como de feminidad” (Barberá & Martínez, 2005, pp.63).

Autoconcepto: “constructo compuesto por un componente cognitivo (la autoimagen que tiene la
persona sobre sí misma en el plano académico, social, emocional y físico) y por un componente
afectivo (la autoestima que se tiene la persona, la cual está relacionada con las connotaciones
afectivas que encierran las descripciones que se hacen de uno mismo, en el plano académico,
social, emocional y físico)” (Gorostegui, 2005, Pp.155).

Estereotipos: “son construcciones sociales, parte de la sociedad en la cual vamos aprendiendo,


por ello las familias con más igualdad de género presentan menos conductas y pensamientos
estereotipados, Estos conjuntos de creencias determinan parámetros con respecto a las
características que se consideran apropiadas para cada persona, en el caso de hombre y mujeres
se concibe la feminidad para ellas y la masculinidad para ellos”. (Vázquez, 2015, pp.176).

Género: “es una construcción social que tiene una amplia relación con el desarrollo físico, social
y emocional. En el transcurso del desarrollo personal se va integrando de manera selectiva el

34
Olivero, L. y Sánchez, R.

conocimiento congruente con su identidad sexual estrechamente relacionada con su género,


hombre-masculino o mujer-femenina”. (Díaz-Loving & Rocha, 2008, pp.210).

Identidad sexual: “es la aceptación (o el rechazo) del individuo de asumirse como hombre o
mujer y va estrechamente relacionada con la percepción que tiene el individuo sobre sí mismo,
así como la forma en cómo se relaciona con los demás” (Granados & Sierra, 2016; pp.59).

Orientación Sexual: “hace referencia al patrón de atracción de naturaleza emocional, romántica


o sexual que siente una persona hacia otras personas de su mismo sexo, del sexo opuesto o de
ambos sexos” (Arenas y Puigcerver, (2009). Pp.87).

Rol: “es aquel papel que un individuo juega dentro de un contexto determinado, son los valores,
actitudes y acciones que cada individuo realiza dentro de un contexto determinado” (Saldívar,
2015, pp. 67).

Satisfacción: “es un proceso de juicio que se basa en estimar la vida conforme a un marco
individual de criterios de cada sujeto, íntimamente ligado a las prioridades personales (salud,
relaciones interpersonales, vida laboral, nivel adquisitivo, en esencia es la valoración de la propia
vida” (Liberalesso, 2002, pp.73).

Valor: “indica una preferencia y hace referencia a un código moral que marca lo correcto e
incorrecto, lo que está bien o mal, lo permitido y lo prohibido. Los valores son aprendidos de
diversos modos, pero gracias a la socialización son usados por los individuos y les sirven tanto
para su reflexión, como para sus decisiones y conductas” (Martí-Vilar, 2010, Pp. 57).

Sistema de Variables

Variables Relacionadas

 Roles Sexuales
 Autoestima

Variables de Control

 Edad entre 20 a 45 años

35
Olivero, L. y Sánchez, R.

 Estudiantes del 8vo y 9no semestre

Variables Intervinientes
 Estudiantes Universidad Arturo Michelena
 Ambos sexos

36
Tabla Nº 1.
Matriz de Variables

Fuente: Olivero y Sánchez, 2021

37
CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO

Paradigma cuantitativo de la Investigación

El marco metodológico describe el camino seguido para poder concretar una


investigación, Tamayo (2011), indica que “científicamente la metodología es un procedimiento
general para lograr de manera precisa el objetivo pues presenta los métodos y técnicas para la
realización de la investigación” (p.179). por lo tanto el estudio está constituido por todas
aquellas técnicas y procedimientos que se van a efectuar para el desarrollo del mismo, para
ello, se considera pertinente describir el diseño y tipo, fases metodológicas de la investigación,
nivel y modalidad, población y muestra, los instrumentos, sus técnicas, validez y confiablidad si
como la técnica de análisis desde un enfoque cuantitativo.

Hernández, Fernández y Baptista (2014) “el enfoque cuantitativo utiliza la recolección de


datos para probar hipótesis con base en la medición numérica y el análisis estadístico, con el fin
establecer pautas de comportamiento y probar teorías” (p.39) Asimismo, se plantea que al final,
con los estudios cuantitativos se pretende confirmar y predecir los fenómenos investigados
buscando regularidades y relaciones causales entre elementos. Esto significa que la meta
principal es la formulación y demostración de teorías, en función de esto el estudio actual
pretende establecer la correlación del rol sexual con la autoestima para luego analizar
estadísticamente los resultados obtenidos, desde luego, en el enfoque cuantitativo lo subjetivo
existe y posee un valor para los investigadores; pero este enfoque se aboca a demostrar qué tan
bien se adecua el conocimiento a la realidad objetiva.

38
Olivero, L. y Sánchez, R.

Diseño y Tipo de Investigación

La presente investigación corresponde a un diseño de campo, a tal fin Arias (2012) define
a la investigación de campo como:

Aquella que consiste en la recolección de datos directamente de los sujetos investigados,


o de la realidad donde ocurren los hechos (datos primarios), sin manipular o controlar
variable alguna, es decir el investigador obtiene la información pero no altera las
condiciones existentes. De allí su carácter de investigación no experimental (p. 31).

Es decir, la presente investigación pretende recoger los datos de la realidad tal cómo se
presenta por lo tanto no se construye ninguna situación, sino que se observa la conducta de los
adultos jóvenes universitarios seleccionado para este estudio si manipulación intencional ni
asignación al azar de las variables observadas. Por lo tanto, es de tipo no experimental, definida
por Baptista (2010), como “estudios que se realizan sin la manipulación deliberada de las
variables y en los que solo se observan los fenómenos en su ambiente natural para después
analizarlos” (p.21). En este sentido, los fenómenos que se observaran o medirán no serán
afectados por el investigador y que tampoco serán alterados por las tendencias de otros.

Fases Metodológicas de la Investigación

Fase I: Evaluación del rol sexual que poseen hombres y mujeres de 20 a 45 años, Caso de
estudio: Universidad Arturo Michelena.

Actividades:

 Seleccionar la población y muestra de estudio


 Seleccionar medio de aplicación del instrumento
 Aplicar Inventario de Roles Sexuales de Sandra Bem (1974) (ver anexo D).
 Análisis de los datos obtenidos
Resultado esperado: Rol sexual que poseen los adultos jóvenes de 20 a 45 años

39
Olivero, L. y Sánchez, R.

Fase II: Identificación del nivel de la autoestima que poseen los adultos jóvenes de 20 a 45 años,
Caso de estudio: Universidad Arturo Michelena

Actividades:

 Aplicar Escala de Autoestima de Rosenberg (1989), usando la Escala tipo Likert (ver
anexo C).
 Análisis de los datos obtenidos
Resultado esperado: el nivel de la autoestima que poseen los adultos jóvenes de 20 a 45 años,
Caso de estudio: Universidad Arturo Michelena

Fase III: Cálculo de la correlación entre roles sexuales y autoestima en adultos jóvenes
universitarios de 20 a 45 años. Caso de estudio: Universidad Arturo Michelena

Actividades:

 Aplicación del coeficiente de correlación de Pearson


 Interpretación de los datos estadístico obtenidos
Resultado esperado: Correlación existente entre roles sexuales y autoestima en adultos
jóvenes universitarios de 20 a 45 años.

Nivel y Modalidad de la Investigación

Al hacer referencia al nivel de investigación, Arias (2012), expone que “El nivel de la
investigación se refiere a al grado de profundidad con que se aborda un fenómeno u objeto de
estudio” (p, 23). En función de esto, se considera un estudio descriptivo que “consiste en la
caracterización de un hecho, fenómeno, individuo o grupo, con el fin de establecer su estructura
o comportamiento (Arias, 2012 p. 24); considera lo expuesto anteriormente, el presente estudio
se considera descriptivo puesto que pretende describir una situación en función de dos variables
preestablecidas.

Respecto a la modalidad de la investigación según el Instructivo Normativo de Trabajos


de Grado de Faces de la Universidad Arturo Michelena (2021) en su Artículo 7, refiere “Los
Proyectos y Trabajos de Grado de la Escuela de Psicología podrán enmarcarse dentro de las
40
Olivero, L. y Sánchez, R.

siguientes modalidades: A. Modalidades Cuantitativas: Estudios Correlacionales…” (p.4). Es un


estudio tipo correlacional, tal como lo expone Hernández, Fernández y Baptista (2014) “Este tipo
de estudios tiene como finalidad conocer la relación o grado de asociación que exista entre dos o
más conceptos, categorías o variables en una muestra o contexto en particular.” (p.94). Es decir,
mediante el cual se determina en qué medida dos o más variables están relacionadas entre sí, en
este caso el rol sexual y la autoestima como ejes de estudio.

Población y Muestra

En cuanto a la población se refiere, Arias (2012) expone la misma como “un conjunto
finito o infinito de elementos con características comunes para los cuales serán extensivas las
conclusiones de la investigación. Esta queda delimitada por el problema y por los objetivos del
estudio” (p. 81), en el caso de este estudio la población está constituida por estudiantes del
octavo (8) y noveno (9) semestre de la carrera de Psicología en edades comprendidas entre 20 y
45 años de la Universidad Arturo Michelena, con un total de 67 estudiantes del 8 semestre y 102
del 9no, en consecuencia se considera de acuerdo a las características mencionadas como una
población como población finita, según Arias (2012) la define como “Agrupación en la que se
conoce la cantidad de unidades que la integran. Además, existe un registro documental de dichas
unidades”. (p. 82).

Ahora bien, Hernández, Fernández y Baptista (2014) exponen en el caso de la muestra


como “un subgrupo de la población de interés sobre el cual se recolectarán datos, y que tiene que
definirse y delimitarse de antemano con precisión, además de que debe ser representativo de la
población” (p. 173). Por lo tanto, para este estudio se utilizará el tipo muestras no probabilísticas,
donde “la elección de los elementos no depende de la probabilidad, sino de causas relacionadas
con las características de la investigación o los propósitos del investigador” (Hernández,
Fernández y Baptista 2014, p. 176), aquí el procedimiento no es mecánico ni se basa en fórmulas
de probabilidad, sino que depende del proceso de toma de decisiones de un investigador.

Para fines de este estudio la muestra fue no probabilística representada por estudiantes en
edades comprendidas de 20 a 45 años de la carrera de Psicología de Universidad Arturo
Michelena, para un total de 100 estudiantes a quienes intencionalmente de acuerdo al diseño de

41
Olivero, L. y Sánchez, R.

este estudio se les aplicará una serie de instrumentos de medición considerando las variables en
estudio. Para ello se utilizará como fórmula para su cálculo la siguiente:

N
n= 2 ( N−1 ) +1
e ¿
:
¿

Donde:
N= tamaño de la muestra
N= Población
E = Error de estimación

Criterios de Inclusión de la Muestra

 1. Edades comprendidas entre 20 a 45 años


 2. Estudiantes del 8vo y 9no semestre
 3. Estudiantes de la carrera de Psicología
 4. Estudiantes de la Universidad Aturo Michelena
 5. Ambos sexos

Descripción de la Muestra

Tabla N° 2
Características de la Muestra
Sujeto Iniciales Sexo Edad
1
Nota. Datos recogidos de la muestra del estudio. Fuente: Olivero y Sánchez (2021)

42
Olivero, L. y Sánchez, R.

Técnicas e instrumentos de Recolección de Datos

Descripción de los Instrumentos

Escala de Autoestima de Rosenberg (Morris Rosemberg en 1989)

La Escala de Autoestima de Rosemberg fue creada por Morris Rosemberg en 1965, posee
como objetivo explorar la autoestima personal entendida como los sentimientos de valía personal
y de respeto por sí mismo. Comprende diez (10) ítems, de los cuales cinco (5) están enunciadas
de forma positiva y cinco (5) de forma negativa (para controlar el efecto de aquiescencia). En su
calificación cuantitativa se refleja que un valor comprendido entre 30 y 40 puntos es categórico
de una autoestima elevada; de 26 a 29 puntos indica una autoestima media (sin inconvenientes
graves pero con recomendación a mejorar) y finalmente obtener menos de 25 puntos representa
problemas significativos de autoestima.

Respecto a este instrumento fue diseñada para ser una medida unidimensional de
autoestima, es por ello que numerosos estudios han probado las cualidades psicométricas de la
escala. Los estudios de validación de la escala se han dividido en encontrar un solo factor, como
un aspecto global, o dos factores, en un estudio que analizó la estructura factorial de la escala en
53 países concluyeron que en todos los casos la escala de Rosenberg respondía a una estructura
de un factor global de autoestima (Schmidt & Allik, 2005).

Una de las escalas más utilizadas a nivel internacional para evaluar la autoestima global
es la escala de Rosenberg (Rosenberg, 1965), define a la autoestima como una actitud positiva o
negativa hacia un objeto en particular, el sí mismo. Rosenberg entiende a la autoestima como un
fenómeno actitudinal creado por fuerzas sociales y culturales. Parece ser que estas dos
dimensiones representan dos constructos diferentes, por lo que sus diez reactivos agrupan dos
escalas, cinco reactivos para autoestima positiva y los cinco restantes para evaluar autoestima
negativa. En esta misma línea, los estudios sobre la ERA han llevado a considerar que este
instrumento cuenta con evaluaciones específicas, según el ámbito en el que sea empleado. En
estos ámbitos se incluyen el académico, el familiar, el laboral y el social. Presenta altos índices

43
Olivero, L. y Sánchez, R.

de fiabilidad con una consistencia interna de 0.77 y un coeficiente mínimo de reproducibilidad


de 0.90.

Inventario de Roles Sexuales de Sandra Bem (Sandra Bem, 1974)

El inventario de Bem (1974), es el primer instrumento que trata la masculinidad y la


feminidad como dimensiones independientes, además otra de sus aportaciones radica en el
concepto de androginia, pues según considera, las personas andróginas son masculinas y
femeninas, y en función de la situación adoptan un comportamiento u otro. El BSRI, cual consta
de 60 atributos (ítems) de los cuales 20 son representativos de la masculinidad como
independiente, personalidad fuerte y tener seguridad; 20 de la feminidad como dócil, alegre y
leal; y los otros 20 que incluyen una escala de deseabilidad social neutro con respecto al sexo de
la persona como servicial, voluble y feliz.

Para la selección de estos 60 ítems que componen el BSRI, Bem elabora una lista de 200
características positivas que se atribuyen a hombres y a mujeres, y 200 características neutras
para la escala de deseabilidad social de los cuales, la mitad son positivas y los otros negativas.
Estos atributos no se atribuyen culturalmente a ningún sexo concreto.

A nivel teórico, este listado inicial de 400 características personales, se confecciona


considerando las aportaciones teóricas de autores que han investigado en relación a la
masculinidad y la feminidad. Principalmente, Bem toma como referencia las corrientes teóricas
que promueven Pearsons y Bales (1955), quienes diferencian, a través de la teoría sobre la
complementación de los roles sexuales, una orientación hacia la instrumentalizada en la
masculinidad y una orientación hacia la expresividad en la feminidad. Otra de las reflexiones que
Bem tiene en cuenta a la hora de configurar el listado inicial, es la realizada por Barry, Bacon y
Child en 1957, quienes desde un análisis de las diferencias en la socialización de los géneros,
aprecian la relación de la masculinidad con la racionalidad y de la feminidad con la afectividad.
Toma también referencia de los trabajos realizados por Erikson (1964) sobre la concepción del
espacio externo e interno, asociado a la masculinidad y a la feminidad respectivamente.

44
Olivero, L. y Sánchez, R.

El BSRI, se elaboró teniendo en cuenta los ítems más significativos: Se trata de una
escala autodescriptiva de 60 ítems, en la que la persona indica en qué grado le describe cada una
de las características que contiene el inventario, según una escala de 1 (nunca o casi nunca soy
así) a 7 (siempre o casi soy así). Las calificaciones se obtienen utilizando el método de la media.
“En dicho método se obtienen los valores brutos del sujeto en masculinidad y feminidad
sumando todos los valores asignados a los atributos de cada escala y dividiendo por la cantidad
de atributos de la escala (n=20)” (Vega, 2007, p 540). Según las respuestas dadas, cada sujeto
recibe dos puntuaciones independientes, una puntuación en masculinidad y otra en feminidad. A
partir de la puntuación en estas dos escalas se halla la tipificación sexual del sujeto: femenino,
masculino, andrógino o indiferenciado.

Entre los estudios que han estudiado diferentes criterios de fiabilidad del BSRI, como la
consistencia interna y la estabilidad de la media, cabe señalar la investigación realizada con la
población universitaria de Asturias en 2005 por García-Vega, Menéndez, Fernández y Rico
(2005, p. 52), donde se utiliza el BSRI (Bem, 1974), el instrumento manifestó, una «fiabilidad
elevada (0.7837)». Son interesantes también, los resultados obtenidos en la investigación
realizada en 2010 con la población adolescente, dado que entre sus objetivos se encuentran
evaluar la consistencia interna del BSRI. En dicha investigación, “el coeficiente de alfa fue
computado por separado para los resultados de masculinidad (0,86), feminidad (0,80) y
deseabilidad social (0,70), posteriormente se calculó la fiabilidad de la androginia resultando esta
0,86” (García-Vega, Fernández y Rico, 2010, p. 607). “En otros estudios realizados en el País
Vasco, los coeficientes de fiabilidad extraídos fueron de alfa= 0,81 para la escala de
masculinidad, alfa= 0,75 para la escala de feminidad y alfa= 0,68 para la deseabilidad social”
(Vergara y Páez, 1993, p. 140).

Validez y Confiabilidad

Respecto a la confiabilidad, Hernández Fernández y Baptista (2010), “Grado en que un


instrumento produce resultados consistentes y coherentes” (p. 200), mientras que la validez en
términos generales, “se refiere al grado en que un instrumento mide realmente la variable que
pretende medir”. Para este último se utilizaran como instrumentos la escala de autoestima de

45
Olivero, L. y Sánchez, R.

Rosenberg y el Inventario de Roles Sexuales de Sandra Bem ambos con una confiabilidad y
validez de alto grado.

Por ejemplo, el inventario de Roles sexuales de Bem (1974), al ser uno de los
instrumentos de medida del rol de género más utilizado, es el más investigado y en numerosas
estudios se analizan sus propiedades psicométricas y su validez en contextos culturales
diferentes, de hecho, “los estudios transculturales han proporcionado apoyo mixto acerca de la
validez del BSRI como indicador de masculinidad y feminidad en una gama amplia de culturas”
Vega, 2007, p. 539). El coeficiente de alfa de cronbach para este instrumento es de 0,86, es
decirla lamente confiable. Con cuatro dimensiones factoriales denominadas andróginas,
masculinas, femeninas y neutrales.

Asimismo, la escala de autoestima de Rosenberg (1989) presenta adecuadas propiedades


psicométricas, es decir, adecuados índices de fiabilidad de consistencia interna, así como de
validez, comprobada en numerosos países y estudios transculturales de más de 50 países. En
psicometría el termino fiabilidad hace referencia a la ausencia de errores en la medición,
mientras que la validez define el grado en que el instrumento mide aquello que pretende medir,
por lo tanto, la confiabilidad del test – retest es de entre o, 82 y 0,88 y el coeficiente de alfa de
cronbach que mide la consistencia interna se sitúa entre 0,76 y 0,88. La validez de criterio es de
0.55, estos valores confirman las buenas propiedades psicométricas de la escala de autoestima de
Rosenberg.

Técnicas de Análisis

Para el análisis de los resultados se utilizará en primer lugar la estadística descriptiva,


con la finalidad de identificar la magnitud o intensidad con que se presentan ciertas
características en los sujetos en estudio, de acuerdo al análisis de los instrumentos aplicados. En
segundo lugar, se aplicara el programa estadísticos para las ciencias sociales (SPSS), donde se
tabularan los datos obtenidos de forma gráfica para su mayor comprensión. Finamente, en cuanto
al análisis correlacional se utilizará la prueba estadística que permite analizar las relaciones entre las
variables como lo es el Coeficiente de Correlación de Pearson (r) y que no considera a una variable como

46
Olivero, L. y Sánchez, R.

dependiente y a otra como independiente pues no evalúa la causalidad, sino la relación, pudiendo variar
entre -1,00 a +1,00; y cuya fórmula es la siguiente:

r= N x y -xy

N [x2 - (x)2] [N [y2 - (y)2]

Fuente: Siegel, (1978)

En donde:

 r = coeficiente de correlación de Pearson


 xy = sumatoria de los productos de ambas variables
 x = sumatoria de los valores de la variable 1
 y = sumatoria de los valores de la variable 2
 x2 = sumatoria de los valores al cuadrado de la variable 1
 y2 = sumatoria de los valores al cuadrado de la variable 2
 N = tamaño de la muestra

47
Olivero, L. y Sánchez, R.

CAPÍTULO IV
ASPECTOS ADMINISTRATIVOS

Recursos para la Investigación

Recursos Humanos

 Tutor de Contenido: Prof. Maiker Zambrano


 Asesor Metodológico: Prof. Maiker Zambrano
 Profesor de Seminario de Trabajo de Grado: Prof. Leonor Acosta de Petit
 Nombre del Director de la Institución estudiada: Prof. Leonor Acosta de Petit
 Muestra participante: 100 estudiantes

Recursos Institucionales

 Universidad Arturo Michelena: Dirección de la Escuela de Psicología, Cátedra


Seminario de Trabajo de Grado.
 Nombre de la Institución del estudio: Universidad Arturo Michelena:

Recursos Materiales y Financieros

Los recursos materiales y financieros que se estiman invertir en el desarrollo del proyecto
son los siguientes de acuerdo a las características y modalidad del estudio planteada:

48
Olivero, L. y Sánchez, R.

Tabla N° 3
Resumen de Materiales y Finanzas
Aportado por
Conceptos
Investigador Otros
Elaboración documental BS .
Impresión del trabajo Bs. ----
Materiales e instrumentos de
Bs. ----
recolección de datos
Materiales y Suministros para
Bs. ---- Bs. ----
actividades de las fases
Viajes y transporte Bs. ----
Encuadernación, copiado y
Bs. ----
reproducción de CD finales
Tutor de Contenido Bs. ----
Asesor Metodológico Bs. ----
Subtotales Bs. ---- Bs. ----
Presupuesto aproximado Bs. ----
Nota. Descripción del presupuesto estimado para la realización del proyecto de investigación.
Fuente: Balestrini (2003), Adaptación Olivero y Sánchez (2021).

Cronograma de Actividades – Gráfica de Gantt

El cronograma de actividades o gráfica de Gantt (Figura N° 1) resume las etapas del


Proyecto de Grado, considerando las fases metodológicas, objetivos específicos y el
procedimiento a seguir para este estudio; en función del lapso académico semestral siguiente,
considerando ademáss fechas de cronograma establecidos por la universidad para la
consignación del mismo.

49
Olivero, L. y Sánchez, R.

Figura N° 1
Gráfica de Gantt
Periodo de Tiempo
Etapas del Trabajo
Jun. 2021 Jul. 2021 Ago. 2021 Sept. 2021
Selección de la
Muestra.
Recolección de Datos
Ejecución De fases y
actividades
Metodológicas
Tabulación de datos
Análisis e
interpretación de
resultados
Redacción de
conclusiones y
recomendaciones
Elaboración final del
Trabajo Grado
Entrega Trabajo de
Grado.
Revisión Trabajo
Grado y Presentación
Nota. Cronograma de actividades propuesto para el desarrollo del proyecto de investigación.
Fuente: Balestrini (2003), Adaptación Olivero y Sánchez (2021).

50
Olivero, L. y Sánchez, R.

REFERENCIAS CONSULTADAS

Fuentes Bibliográficas

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Allgood-Merten, B., & Stockard, J. (1991). Identidad de rol sexual y autoestima una
comparación de niños y adolescentes. Pp. 129-139.

Arias, F. (2012) El Proyecto de Investigación. Sexta Edición. Editorial Espisteme. Caracas,


República Bolivariana de Venezuela.

Arenas, M.C., Puigcerver, A. (2009). Diferencias entre hombres y mujeres en los trastornos de
ansiedad: una aproximación psicobiológica. Escritos de Psicología, Pp. 80-89.

Barberá, E., y Martínez, I. (2005). Modelos de representación de masculinidad y feminidad.


Psicología y Género. España: Pearson. Pp.65-67.

Butler, J. (2010). 3ª Edición. Deshacer el Género. Paidós, Madrid. n° 1, pp. 37-60.

Coopersmith, S. (1995). Los antecedentes de la consultoría de la autoestima. USA: Psychologist


Press. Pp. 98-101

Bem, S (1974). La medición de la androginia psicológica. Journal of consulting and Clinical


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Bleichmar, H. (1986) Angustia y fantasma. Matrices inconscientes en el más allá del principio
del placer. Madrid: Adotraf. Pp. 32 - 37

Diaz Loving, R., y Rocha, T. (2008). La masculinidad y la feminidad a través del ciclo vital: un
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