Arana Floriano, Edson Arturo - Resolución Caso 3

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RESOLUCIÓN DEL CASO PRÁCTICO N.

° 3 – DERECHO PENAL III


Alumno: Arana Floriano, Edson Arturo
Código: 19020330

PREMISA: Como abogado defensor de Luis. ¿Cuáles serían sus argumentos


de defensa, para enfrentar el proceso penal?
RESPUESTA:

1. En primer lugar, cabe deducir una excepción de improcedencia de acción en la


etapa de Investigación Preparatoria, toda vez que la conducta de Luis es
atípica y, por ende, exenta de responsabilidad penal conforme al artículo 20,
inciso 10 del Código Penal peruano. Desde un aspecto procesal, es válida la
deducción de esta excepción por cuanto se debe atacar la tipicidad y
antijuridicidad de la conducta que se intenta subsumir al tipo penal de hurto,
sita en el artículo 184 del CP (y si resultase competente, al tipo de hurto
agravado del artículo 186 del CP). La defensa parte, prima facie, de
comprender que el tipo penal de hurto requiere para su configuración
elementos objetivos, a saber, la existencia de la “apropiación o apoderamiento”
mediante “sustracción” de un “bien mueble total o parcialmente ajeno”
(consideramos que la noción de “bien” ha de circunscribirse a normas de
carácter no penal [por ende, elemento normativo del tipo] como es la
categorización efectuada por el artículo 886 del Código Civil 1) de forma
“ilegítima”; asimismo, vislumbra elementos subjetivos, como es el caso de la
fórmula “para obtener provecho”, que corresponde a los delitos de tendencia
interna trascendente (específicamente, delito mutilado de dos actos),
correspondientes, en el sentir de los profesores alemanes Jescheck y
Weigend, cuando “para la realización del tipo, el autor debe querer causar con
su propia conducta el resultado que va más allá del tipo objetivo”2; en este
caso, podríamos referirnos a la posibilidad de disposición del bien sustraído,
que ocasione un provecho propio respecto del bien sustraído, como indica
Reátegui Sánchez3. Respecto de la imputación subjetiva, cabe solamente
hablar del dolo, descartándose la comisión culposa en alguna situación de tal
laya. Respecto de la antijuridicidad, como indica Salinas Siccha, es menester
proferir un profundo análisis sobre la antijuridicidad material, en virtud de hallar
alguna causa de justificación que convierta la conducta como “conforme a
derecho” o “aceptada por la ley”; por ejemplo, en el caso donde la sustracción

1
No consideramos idónea la “parcialidad” de observancia de la normativa civil, como propone
Reátegui Sánchez, James. Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Perú, S.A.C, 2015, p.
293, toda vez que siendo un bien toda cosa con contenido patrimonial y vislumbrada como tal
por la norma, una aplicación más allá de su contenido provocaría una incongruencia e
inestabilidad supinas en todo el ordenamiento jurídico, ya que el derecho penal tendría la
potestad mediante sus aplicadores de colocar el carácter de “bien” a todo aquel concepto que
este vea pertinente, sin haber parado mientes en los principios civiles. No se puede amparar
tampoco en que el Código Civil desconoce la característica de bien a los derechos, habida
cuenta de que el artículo 886 precitado sí los regula.
2
Jescheck y Weigend, Tratado de Derecho Penal. Parte General. Tomo I, Lima, Instituto
Pacífico, 2014, p. 470.
3
Reátegui Sánchez, James. Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Perú, S.A.C, 2015, p.
294
se produce en cumplimiento de una orden judicial o para la evitación de la
destrucción del bien (para cautelar el bien) 4. El sustento principal que rezuma la
improcedencia de acción sería la falta de tipicidad de la conducta, toda vez que
el caso expone que Roberto, propietario de la letra de cambio endosada,
concede las facultades a Luis para disponer del bien y saldar su deuda. Ello
restringiría la característica de ”apoderamiento ilegítimo”, ya que cuenta con el
consentimiento del titular del bien jurídico disponible. Aunque pueda afirmarse
por parte de la defensa técnica que el bien era “ajeno”, ello no es suficiente
para subsumir la conducta en el tipo de hurto, sino que también debe
verificarse si existió o no consentimiento. Asimismo, como Reátegui expresa, el
consentimiento no puede ser confutado o contrapuesto por agentes que no se
hallen en la disponibilidad del bien, salvo que el actuar del sujeto activo haya
puesto en riesgo otros bienes jurídicos como la vida o integridad de las
personas5 6, o incluso el consentimiento tiene como presupuesto su prestación
en condiciones físicas y psíquicas adecuadas por parte del titular del bien
jurídico (tampoco viciada por el error); de lo contrario, resultaría posible aún
configurar la conducta como hurto. También se debe precisar que es un
presupuesto del consentimiento haberlo prestado ex ante de la conducta; lo
inverso solo es un “perdón”.
Se ha discutido de lleno si el consentimiento es una causa de atipicidad o una
causa de justificación en la doctrina; sin embargo, nos acogemos a la postura
de Claus Roxin, quien llega a afirmar que la idea de lesión de un bien jurídico,
este último consignado como todas las circunstancias dadas y finales para el
libre desarrollo del individuo solo puede vislumbrarse cuando efectivamente se
menoscaba dicho estado; todo lo contrario es manifestación de su expresión7.
Así, es parte de un ejercicio libremente tolerado aplicar el consentimiento eficaz
ante bienes jurídicos disponibles.
Por ello, consideramos que la conducta de Luis es simplemente atípica y, en
consecuencia, se halla exenta de responsabilidad penal.

PREMISA: Respecto al caso, sustente ¿La acción de Luis es penalmente


sancionable?
RESPUESTA:
2. No, la acción de Luis no es penalmente sancionable. Como se indicó supra, la
conducta de este no se circunscribe en el tipo penal de hurto, aun cuando
pueda existir un ánimo de lucro por cuanto dicho título valor iba a satisfacer el
derecho del acreedor (Luis), ya que existía el consentimiento del sujeto pasivo
para ingresar a la propiedad mediante técnicas que, además, pueden inferirse
como circunstancias agravantes específicas del artículo 186 del Código Penal.
No importa, realmente, cuál haya sido el valor o quantum monetario de dicha
letra de cambio endosada, ni tampoco resulta pertinente evaluar la decisión a
que llega el Acuerdo Plenario 4-2011, respecto de la autonomía concitada
entre el tipo de hurto simple y hurto agravado a partir del valor monetario del

4
Salinas Siccha, Ramiro. Derecho Penal. Parte Especial, 7° ed. Perú, Grijley ERL., 2018, p.
1183.
5
Reátegui Sánchez, James. Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Perú, S.A.C, 2015, p.
311
6
Del mismo modo, Salinas Siccha, Ramiro. Derecho Penal. Parte Especial, 7° ed. Perú, Grijley
ERL., 2018 pp. 1168 – 1169.
7
Roxin, Claus. Derecho Penal. Parte General. Tomo I, 2° edición, Civitas, Madrid, 2006, p. 517.
bien sustraído (vid. fojas 3 y 4), ya que in fine, observamos una causal de
atipicidad de la conducta. Ello, además, hace innecesaria una observación de
las categorías subsecuentes de antijuridicidad y culpabilidad.

Del presente caso ¿Qué título de imputación se le designaría respecto a la


conducta de Luis?
a) Luis es autor del delito de violación de domicilio.
b) Luis es autor del delito de daños.
c) Luis es autor del delito de hurto. [AGRAVADO]
d) Luis no cometió delito alguno

RESPUESTA
3. Si la pregunta signase inferir cuál sería la potencia imputación que la Fiscalía
haría recaer sobre Luis, podremos decir que es la de tentativa de hurto con
consecuencias agravantes del artículo 186 del Código Penal, específicamente
el inciso dos de las agravantes de primer grado y la del inciso 1 de las
agravantes de segundo grado, esto es, “mediante destreza, escalamiento,
destrucción o rotura de obstáculos” y “en inmueble habitado. Como bien señala
Salinas Siccha, se puede entender el escalamiento como habilidad o experticia
del sujeto para sustraer y apoderarse ilegítimamente del bien mediante la
superación de obstáculos o defensas que lo resguarden; en este caso, se
podría inferir que el frontispicio de la casa de Roberto constituía un obstáculo
para el acceso de Luis a su domicilio, por cuanto utilizó gran energía y
habilidad para llegar al techo e ingresar a la casa8. Es imposible imputarle el
tipo penal de daños ni daños con circunstancias agravantes (arts. 205 y 206
respectivamente), ya que realmente no ocasionó con su ingreso destrucción o
inutilización del bien mueble o inmueble ajeno. Tampoco se le puede imputar el
delito de violación de domicilio, toda vez que el tipo de hurto con
consecuencias agravadas supone un concurso aparente de leyes, resuelto bajo
el principio de absorción (el hurto con la circunstancia agravante específica de
segundo grado “en inmueble habitado”). Asimismo, se puede alegar a esta
defensa que hubo un consentimiento o derecho para acceder al inmueble por
parte del propietario.
De la lectura del caso. Marque la alternativa correcta.
¿La conducta de Luis es una exención de la responsabilidad penal?
Fundamente su respuesta.
A) Si
B) No

RESPUESTA
4. La conducta de Luis es una exención de la responsabilidad penal. Como lo
comenta Reátegui, “el sujeto pasivo puede hacer uso de su derecho o facultad
de disponer voluntariamente como mejor crea conveniente, sea para
protegerlos o, en su defecto, para desampararlos de su protección penal, y es

8
Salinas Siccha, Ramiro. Derecho Penal. Parte Especial, 7° ed. Perú, Grijley ERL., 2018, pp.
1196 – 1197.
en este último supuesto donde entra a tallar el tema del consentimiento
válido”9. En virtud de ello, Villavicencio Terreros ofrece tres condiciones para
hablar de un consentimiento válido: a) que el titular del bien jurídico sea capaz
de entender la situación circundante del consentimiento, b) el consentimiento
debe producirse ex ante a la conducta típica, y c) el consentimiento no ha de
devenir por el error o mediante coacción o amenaza10. En el caso, se observa
que cumple con los tres requisitos, por lo cual es válido admitirla como una
causal de atipicidad y, en consecuencia, exentar la conducta de
responsabilidad penal.

9
Reátegui Sánchez, James. Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Perú, S.A.C, 2015, pp.
310 – 311.
10
Villavicencio Terreros, Felipe. Derecho Penal. Parte General. Grijley, Lima, 2019, p. 343.

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