693-Texto Del Artículo
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E
Messiaen, Vingt Regards
sur l'Enfant - Jesús.
l 15 de Enero de 1941, ante cinco mil y Fuga, Instrumentos de percusión, Historia de la músi-
prisioneros de guerra, se escucha por ca y Composición musical. Todavía como alumno, en la
primera vez el Cuarteto para el Fin del clase de Paul Dukas, compone obras que ya poseen su
Tiempo, música escrita por un joven inconfundible sello personal: el Díptico para órgano, las
compositor —él mismo prisionero— Tres melodías para canto y piano y los Ocho Preludios
que gozaba ya de cierta celebridad. ¿Quién era ese para piano. Se le nombra organista de la iglesia de la
músico que, privado de su libertad, pudo, no obstante, Trinidad en París, a la edad de 22 años, entonces el
escribir y estrenar una composición musical? organista más joven de Francia. Desde ese momento y
a lo largo de toda su vida, Messiaen atenderá semanal-
APUNTES BIOGRÁFICOS. Olivier Messiaen nace en mente, como organista, los servicios religiosos de este
Avignon, el 10 de Diciembre de 1908,en el seno de una templo.
familia culta. Poco antes de nacer, su madre, la poetisa Aunque ya en 1932 había sido profesor de L’Ecole
Cecile Sauvage, escribe un libro de poemas sobre el Normale y de la Schola Cantorum, pasa a formar parte
tema de la prematernidad, que va a influir notablemen- del Claustro de Profesores del Conservatorio Superior
te en el compositor. A su padre, Pierre Messiaen, pro- en 1942, inicialmente como profesor de armonía; más
fesor de inglés, se le debe una traducción crítica al fran- tarde impartiendo la docencia de análisis, estética y
cés, de la obra completa de Shakespeare. El propio ritmo y, finalmente en 1966, como profesor de compo-
Messiaen recuerda declamar fragmentos de obras de sición. Sus clases reciben tal atención y suscitan tanto
Shakespeare, entre los 8 y los 10 años de edad, a su pro- interés que por ellas pasarán los compositores más sig-
pio hermano Alain. Comienza a estudiar piano de nificativos e importantes del momento: Boulez,
manera autodidacta y escribe tempranamente (cuando Stockhausen, Xenakis forman un elenco de un larguísi-
sólo contaba 9 años de edad) su primera obra La Dame mo etcétera. Su inquietud pedagógica se manifiesta en
de Shalott (1917). Su primer profesor de armonía, Jean una serie de tratados teóricos, algunos muy tempranos
Gibon, le regala el Pelleas y Melisenda de Debussy. (como las Veinte lecciones de Solfeo Moderno de 1933 o
“Cosa inaudita —indicará Messiaen— que un profesor las Veinte Lecciones de Armonía de 1951), y encontra-
de provincias haga conocer a un niño de 10 años la par- mos otros tratados como plasmación teórica de su que-
titura del Pelleas. Este hecho va a poseer tal importan- hacer compositivo (nos estamos refiriendo a su famosa
cia para mí que después de 40 años puedo analizar de Técnica de mi lenguaje musical y al póstumo Tratado
memoria, para mis alumnos, la partitura entera.” del ritmo, del color y de la ornitología), trabajos todos
A la edad de 11 años inicia sus estudios en el ellos que nacen de la necesidad imperiosa y al mismo
Conservatorio de París, y su trayectoria como alumno tiempo generosa, de transmitir a sus alumnos la propia
no puede ser más brillante. Obtiene primeros premios experiencia, en palabras de Messiaen, “con la esperan-
en diferentes disciplinas: Piano, Armonía, Contrapunto za de que recojan y continúen las ideas, sea para apro-
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él como acorde sobre dominante o acorde de la resonan- una de las más maravillosas visiones de su Apocalipsis,
cia. En cualquier caso, el sonido pleno, intenso, amplio, San Juan nos ha descrito el anuncio del fin del Tiempo”.
formando un gran espectro, constituye una de las
características más notorias de su primera época o pri- DATOS GENERALES DE LA OBRA. Nommick sigue refi-
mera madurez, que comprende hasta la creación de las riéndonos:
obras seriales posteriores (obras que nacen alrededor
de 1950). El día 1 de septiembre de 1939, las tropas de Hitler
No es posible hablar de la música de Messiaen sin invaden Polonia y dos días después Francia e Inglaterra
incidir en su aspecto tímbrico. El compositor habla fre- declaran la guerra a Alemania. Messiaen fue inmediata-
cuentemente del color de su música, el color de sus mente movilizado. No fue destinado a unidades comba-
modos, el color de sus acordes. Cuando habla de sus tientes y, después de ejercer diversas funciones, sirvió
modos de transposiciones limitadas indica: “El violeta como enfermero. En mayo de 1940, estaba en Verdún
—mezcla de calma azul y de furioso rojo, unión de cuando se produjo el desmoronamiento del ejército fran-
extremos— es el color más extraño, el más misterioso, cés y, como tantos otros soldados, intentó huir, pero fue
el más surreal. Es el color de mi segundo modo. El capturado por las tropas alemanas en un bosque cerca de
naranja —obtenido de la fusión del amarillo y del rojo, Nancy. Después de estar internado unos días en un gran
los dos colores más dinámicos—, es un color caliente, campo, al aire libre, cerca de Nancy, Messiaen fue trasla-
rico, de carácter oriental: es el color de mi tercer dado a un campo de prisioneros, el Stalag VIll A, en
modo”.4 En otro momento, el propio compositor nos Görlitz (Silesia, región perteneciente en su mayor parte
refiere la impresión que le causan las vidrieras de las a Polonia desde 1945). Pasó cerca de un año en ese
iglesias. También encontramos en su música multitud campo, obteniendo la libertad al final del invierno de
de citas al fenómeno natural del arco iris. El composi- 1941. Durante ese duro periodo de cautiverio, padeció
tor oye su música en términos de color: “En mi música hambre y frío, pero consiguió sin embargo papel pauta-
hay una búsqueda del sonido-color, que es la caracte- do, lápices y gomas, y emprendió la composición del
rística más importante de mi lenguaje”.5 Cuarteto para el fin del Tiempo, sobrecogedor canto de
esperanza y de fe en Dios creado en medio de las peores
EL CUARTETO PARA EL FIN DEL TIEMPO. El Cuarteto circunstancias, en privación de libertad y alejado de su
para el Fin del Tiempo posiblemente destaca como la hogar. A pesar del frío, del hambre y de las tareas obli-
obra más difundida del catálogo de Messiaen, no sólo gatorias del campo, Messiaen logró, con un tesón y
por su innegable belleza o por poseer todas las carac- voluntad admirables, terminar la composición del
terísticas que definen su lenguaje, sino también por Cuarteto.7
las especiales circunstancias que concurren en su
creación. Yvonne Loriod, viuda del compositor ha comentado:
“Messiaen me contó que para estar tranquilo, para
TÍTULO DE LA OBRA. Como nos indica Nommick,6 el poder pensar un poco, se quedaba fuera por la noche,
título de la obra en su traducción al castellano debe ser hacía guardias. Hacía de centinela para poder pensar
Cuarteto para el fin del Tiempo y no como se observa en su composición”.8 Con relación a la composición de
habitualmente en otras traducciones Cuarteto para el este cuarteto, comenta el propio compositor: “Si he
fin de los tiempos, dado que para Messiaen el fin del compuesto este cuarteto fue para evadirme de la nieve,
tiempo, no se refiere únicamente al fin del mundo o a la de la guerra, de la cautividad y de mí mismo”.
consumación de los siglos, es decir, al fin de la huma-
nidad, sino más profundamente a la instauración defi- PROCESO CREATIVO DEL CUARTETO. No obstante, el
nitiva del Reino de Dios, es decir, a la entrada en la eter- Cuarteto, no se compuso en su totalidad en el campo de
nidad: “El cuarteto está escrito para el fin del tiempo, prisioneros, como podría pensarse, sino que es fruto de
sin juego de palabras con el tiempo de mi cautividad, un proceso creativo un poco más largo. Inicialmente,
sino para el fin de las nociones de pasado y futuro, es en el campo próximo a Nancy, donde pasó sus prime-
decir, para el comienzo de la eternidad y para esto me ros días de detención, Messiaen compuso para el clari-
apoyo en el magnífico texto del Apocalipsis según San netista Henri Akoka, prisionero como él, una pieza para
4 O. MESSIAEN, Traité de rythme,
Juan” (ROM, 64). clarinete solo que se convertiría en el Abismo de los de couleur et d’ornithologie, I,
En su Tratado del ritmo, del color y de la ornitología pájaros, tercer movimiento del cuarteto. En el Stalag Alphons Leduc, París, 1994, p.
206.
(I, cap. 1) comenta el compositor: “Este tiempo, en el VIII A, escribió una pieza corta destinada a los tres
que vivimos, tiene que acabarse un día. En ese momen- compañeros del campo que estrenarían su Cuarteto: el 5 C. SAMUEL, Permanences
d’Olivier Messiaen: Dialogues et
to terrible, inaudito, los elegidos —como los ángeles— violinista Jean Le Boulaire, el clarinetista Henri Akoka comentaires, Actes Sud, París,
podrán participar, en cierta medida, de la eternidad. En y el violonchelista Étienne Pasquier. Se trata del 1999, p. 25.
Intermedio (cuarto movimiento de la obra). Después 6 Y. NOMMICK, ‘Tradición,
lizadas de memoria por el autor en el Stalag: la Alabanza En sus conversaciones con Antoine Golea, comenta
a la Eternidad de Jesús, quinto movimiento, es transcrip- Messiaen con relación a este asunto:
ción del episodio lento de la Fiesta de las bellas aguas,
obra para sexteto de ondas Martenot, compuesta en 1937 Esta cita es el punto de partida. No he querido en modo
y estrenada ese mismo año; la Alabanza a la inmortali- alguno hacer un comentario del Apocalipsis, sino solamen-
dad de Jesús, octavo movimiento, es una transcripción de te motivar un deseo de cese del tiempo. Desde el punto de
Le Paradis (el Paraíso), segunda parte del Diptyque para vista musical, he querido eliminar el tiempo igual. Para ello
órgano, compuesto en 1930 y que, con otras dos obras utilizo mi predilección por el número primo. Al mismo
(Tres melodías, para soprano y piano y La muerte del tiempo las nociones de compás y tiempo están reemplaza-
número, para soprano, tenor, violín y piano) valió a das por el sentimiento de un valor breve y sus multiplica-
Messiaen para conseguir ese mismo año el Primer ciones libres (ROM, 65).
Premio de Composición del Conservatorio de París.
En otro momento todavía añade al respecto:
ESTRENO DE LA OBRA. El estreno de la obra tuvo lugar el
15 de Enero de 1941 ante un público compuesto, según Normalmente se ve el Apocalipsis solamente como una
declaración de Messiaen a Golea, por 5.000 prisioneros acumulación de cataclismos y catástrofes. Sin embargo
de guerra que reunía “todas las clases sociales: campesi- contiene también grandes y maravillosas luces, seguidas
nos, obreros, intelectuales, militares de carrera, médicos, de silencios solemnes. Mi propósito inicial era la abolición
sacerdotes, etc.” del Tiempo, cosa infinitamente misteriosa e incomprensi-
Todo fue extraordinario en ese concierto, pues incluso ble para la mayoría de los filósofos del tiempo, desde Platón
se dispuso de programa de mano, realizado por un mili- hasta Bergson (ROM, 70).
tar alemán. Etienne Pasquier, violonchelista del estreno,
ha manifestado: Es interesante también leer las indicaciones que sobre
el Cuarteto escribe Messiaen, en el Prefacio de la propia
Por suerte, el gobernador militar comprendió la impor- partitura:
tancia de la presencia de este joven maestro ya célebre que
dedicaba mucho tiempo a sus compañeros prisioneros y El Cuarteto para el fin del Tiempo está directamente ins-
los reconfortaba. Esto, el gobernador lo sabía muy bien. Y pirado en esta cita del Apocalipsis. Su lenguaje musical es
después de haber encontrado unos instrumentos más bien esencialmente inmaterial, espiritual y católico. Los modos
mediocres, Messiaen recibió autorización de presentar en realizan melódica y armónicamente una especie de ubicui-
el Stalag, en primera audición, la obra en la que trabajaba, dad tonal y acercan al oyente a la eternidad en el espacio y
el Cuarteto para el Fin del Tiempo. Todas las tardes a par- en el infinito. Los ritmos especiales, fuera de todo compás,
tir de las seis, ensayábamos: Olivier al piano, Henri Akoka contribuyen poderosamente a alejar lo temporal.
al clarinete, Jean Le Boulaire al violín y yo mismo al violon- Este Cuarteto contiene 8 movimientos. ¿Por qué? Siete
cello. Venían a escucharnos militares alemanes. No se es el número perfecto, la creación de los 6 días santificada
movían. Después del ensayo, se acercaban a nosotros con por el Sábado divino; el 7 de este descanso se prolonga en
mucho respeto. la eternidad y deviene en el 8 de la luz indefectible, de la
Y llegó la primera audición, ese famoso 15 de Enero de inalterable paz.
1941. La expectación de los prisioneros era inmensa. Todos
querían venir a escuchar. El gobernador concedió incluso PIEZAS DEL CUARTETO. Cada una de las 8 piezas del
una autorización especial a los prisioneros en cuarentena, Cuarteto posee una personalidad concreta, una intención
para que asistieran al concierto. El barracón estaba lleno. expresiva diferenciada, debido a:
Todos escucharon religiosamente, con gran recogimiento, a) la forma en que se relacionan entre sí los instru-
incluso los que oían música de cámara por primera vez. mentos del cuarteto, es decir, al grado de importancia —
Fue milagroso9. dentro del conjunto— que posee la música destinada a
cada uno de ellos.
Al regresar a París, el Cuarteto pudo estrenarse en b) el número de instrumentos que participan en cada
Francia en el Théâtre des Mathurins, con el propio com- momento: el cuarteto completo sólo aparece en la mitad
positor al piano, André Vacellier al clarinete, Jean de las piezas; en el resto, Messiaen presenta instrumen-
Pasquier al violín y Étienne Pasquier al violonchelo. taciones variadas.
c) el carácter que posee cada movimiento, lo que nece-
LA CITA DEL APOCALIPSIS DE SAN JUAN. La cita del sariamente supone un sonido asociado a ese carácter y un
Apocalipsis de San Juan, que aparece en la propia parti- gesto instrumental que lo posibilita.
tura y que inspirará la obra, dice así:
VOCALIZACIÓN, PARA EL ÁNGEL QUE ANUNCIA EL FIN DEL Jesús aquí está considerado como Verbo. Una gran
TIEMPO. Uno de los usos habituales de Messiaen es uti- frase infinitamente lenta del violoncello, magnifica con
lizar determinados motivos o fragmentos musicales que amor y reverencia la eternidad de este Verbo poderoso y
reaparecen a lo largo de la composición, lo que esta- dulce “cuyos años nunca se agotarán”. Majestuosamente,
blece guiños o relaciones entre las piezas de la misma, la melodía se despliega en una suerte de lejanía tierna y
creando además una cierta unidad y cohesión a la obra soberana. “Al principio era ya el Verbo, y el Verbo estaba
en su conjunto. En este segundo movimiento encontra- en Dios, y el Verbo era Dios.”
mos esta utilización cíclica de motivos. Además, en su
parte central, (gotas de agua en arco iris indica la parti- DANZA DEL FUROR, PARA LAS SIETE TROMPETAS. Los ins-
tura) el violín y el violoncello recrean acústicamente la trumentos tocan la misma música, en diferentes octa-
sonoridad de las ondas Martenot. Indica el compositor: vas. Aparece aquí el empleo de los ritmos no retrogra-
dables, es decir aquellos que, leídos en los dos sentidos
La primera y la tercera parte (muy cortas) evocan el (de derecha a izquierda y viceversa), resultan idénti-
poder de este ángel fuerte, cubierto de un arco iris y cos. Messiaen en su Tratado del ritmo, del color y de la
envuelto en una nube, que pone un pie sobre el mar y ornitología indica que “estos mismos ritmos ya estaban
otro sobre la tierra. En el centro aparecen las armonías presentes en el cuerpo humano, en los jardines a la
impalpables del cielo. En el piano, cascadas de dulces francesa, en la arquitectura, las vidrieras, las alas de las
acordes azul-naranja; alrededor de su carrillón lejano, la mariposas, las fórmulas mágicas, los palíndromos y los
melopea, casi canto llano, del violín y violoncello. cuadrados mágicos”.10 Escribe Messiaen sobre este
movimiento:
ABISMO DE LOS PÁJAROS. Después de un largo y soste-
nido sonido, la aparición inesperada de la melodía tipo Rítmicamente es el fragmento más característico de la
pájaro (soleado, como un pájaro, se indica en la partitu- obra. Los cuatro instrumentos al unísono, simulan el
ra) aporta un gran contraste, un nuevo carácter, una gesto instrumental de gongs y trompetas (las seis prime-
luminosidad renovada. Indica Messiaen: ras trompetas del Apocalipsis, seguidas de catástrofes
diversas, la trompeta del séptimo ángel anunciando la
Clarinete solo. El abismo es el tiempo, con sus triste- consumación del misterio de Dios). Empleo del valor
zas y su hastío. Los pájaros es lo contrario al Tiempo; es añadido, de ritmos aumentados o disminuidos, de ritmos
nuestro deseo de luz, de estrellas, de arco iris y de voca- no retrogradables. Música de piedra, formidable granito
lizaciones jubilosas. sonoro; irresistible movimiento de acero, de enormes
bloques de furor púrpura, de metal helado. Escuchad
INTERMEDIO. Este movimiento se relaciona de nuevo sobre todo el terrible fortísimo del tema por aumentación
cíclicamente con fragmentos de los movimientos I, II y y cambió de registro de sus diferentes notas, hacia el
VII del Cuarteto. Es interesante observar cómo se inci- final del fragmento.
de sobre el sonido resultante, combinando el canto de
todos los instrumentos al unísono o variando este CONFUSIÓN DE ARCOS IRIS, PARA EL ÁNGEL QUE ANUNCIA
resultado sonoro, al incidir sobre el canto protagonista EL FIN DEL TIEMPO. Se recupera la música ya escuchada 10 O. MESSIAEN, Traité de rythme,
de couleur et d’ornithologie, II,
de alguno de ellos. Aunque se trata de escritura esen- en el segundo movimiento, aunque aquí transformada Alphons Leduc, París, 1995, p.
cialmente modal, encontramos un pequeño guiño a la y desarrollada. Indica el compositor: 21.
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Retomamos aquí ciertos pasajes del segundo movi- Incluso el propio compositor realizó una grabación,
miento. El Ángel lleno de fuerza aparece, y sobre todo el hoy ilocalizable:
arco iris que le cubre (arco iris, símbolo de la paz, de
sabiduría y de toda vibración luminosa y sonora). En mis Jean Pasquier (VI), Etienne Pasquier (VIc) André
sueños, oigo y veo acordes y melodías clasificadas, colo- Vaeellier (Cl), Olivier Messiaen (Pno), Club Français
res y formas continuas; después de este estado transito- du disque.
rio, paso a otro irreal en donde sufro con éxtasis un
remolino, una compenetración giratoria de sonidos y
colores sobrehumanos. Las espadas de fuego, las
corrientes de lava azul naranja, las bruscas estrellas: he
aquí la confusión, he aquí el arco iris.
BIBLIOGRAFÍA