El Informalismo en La Administracion Publica
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El Informalismo en La Administracion Publica
BOLIVIA
ARTÍCULO ACADÉMICO
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EL PRINCIPIO DE INFORMALISMO EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
1. Introducción
2. La Administración Pública
Prima facie, podemos afirmar que, por Administración Pública, se entiende a la parte orgánica
del Estado, encargada de realizar las actividades relacionadas a los intereses colectivos, en
vinculación al Estado, en el marco del orden jurídico establecido, que consisten en la creación
de actos, tanto jurídicos como materiales, con el fin de satisfacer necesidades y requerimientos
de la sociedad a la que se debe (Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, 2019).
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Estos actos administrativos se traducen en la prestación de servicios públicos y actividades
administrativas, como la otorgación de licencias, concesiones, recaudación impositiva y otros.
Asimismo, estos actos implican la intervención del Estado en los diferentes sectores y ámbitos
de la sociedad, con el propósito de modificarlos en beneficio de la colectividad, como la
creación e implementación de políticas públicas, las cuales son implementadas en proyectos
y programas destinados a la satisfacción de las necesidades de la población en general.
Según Guillermo Cabanellas, la Administración Pública tiene “la finalidad de cumplir y hacer
cumplir cuanto interesa a la sociedad en las actividades y servicios públicos” (Cabanellas,
1993).
Los actos anteriormente mencionados son ejercidos por los organismos de poder público,
reconocidos por la Constitución Política del Estado y por la legislación vigente, es decir, los
cuatro órganos de poder público: Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral; las entidades
territoriales autónomas y descentralizadas: gobiernos autónomos departamentales, regionales
y municipales; además de otras instituciones públicas como el Tribunal Constitucional
Plurinacional, la Contraloría General del Estado, la Defensoría del Pueblo, el Ministerio
Público, la Procuraduría General del Estado, por citar a las más conocidas por la población.
Las funciones de las mencionadas instituciones son ejecutadas por servidoras y servidores
públicos, personal eventual o consultores individuales de línea.
3. Los principios.
De acuerdo a la Real Academia Española principio proviene del latín principium que significa
primer instante del ser de una cosa, punto que se considera primero en una extensión o cosa,
base, origen y razón fundamental (Real Academia Española, 2021).
Los principios del Derecho, se constituyen en enunciados normativos que cumplen tres
papeles fundamentales: (i) sirven de base y fundamento de todo el ordenamiento jurídico; (ii)
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actúan como directriz hermenéutica para la aplicación de las reglas jurídicas; y (iii) finalmente,
en caso de insuficiencia normativa específica, se emplean como fuente integradora del
Derecho (Academia Boliviana de Estudios Constitucionales, 2016).
De lo que se infiere que los principios constituyen el origen, fuente, causa, inicio, base o
fundamento, en la medida en que contribuyen, dan soporte y fijan los criterios básicos o pilares
estructurales argumentativos, que tienden a garantizar derechos fundamentales. Los principios
se constituyen en el instrumento para la correcta aplicación de las normas y sirven de guía de
interpretación, especialmente de aquellas normas que resulten oscuras, confusas, imprecisas
o inclusive contradictorias, en relación con otras normas del mismo rango o incluso superior.
Los principios que rigen la Administración Pública, éstos se traducen en los lineamientos, las
directrices que establecen un marco que comprende no sólo actividades de las y los servidores
públicos, sino la manera en que se realizan éstas (econstitucional, 2011), principios que son
aplicables al ejercicio de la función pública, a las actividades que ésta conlleva y la forma en
que son llevadas a cabo, constituyéndose una verdadera obligación de su aplicación en el
Derecho Administrativo, para garantizar el resguardo de los derechos y garantías que asisten
al administrado o a quien tuviera relación con la Administración Pública.
El Artículo 232 de la Constitución Política del Estado, establece que los principios que rigen la
Administración Publica son: Legitimidad, legalidad, imparcialidad, publicidad, compromiso e
interés social, ética, transparencia, igualdad, competencia, eficiencia, calidad, calidez,
honestidad, responsabilidad, y resultados (Gaceta Oficial de Bolivia, 2021). Debe considerarse
que estos principios no están sometidos a números clausus, es decir, que la legislación infra
constitucional puede establecer otros principios, así se tiene establecido otros principios que
rigen la administración pública, en el artículo 4, de la Ley Nº 2341 de Procedimiento
Administrativo de 23 de abril 2002, en cuyo inciso l) hace referencia al principio de informalismo
objetivo del presente artículo académico, que a continuación pasamos a desarrollar.
5. El principio de informalismo
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El principio de informalismo, conforme lo ha interpretado el Tribunal Constitucional
Plurinacional, en numerosas Sentencias Constitucionales, es un derecho a favor del
administrado, constituido en una obligación de los servidores públicos1 de eliminar los
obstáculos formales y no esenciales en el desarrollo de un procedimiento, a fin de que éste se
realice de forma ágil, procurando que el asunto sea definido con la mayor celeridad, de esta
forma la excesiva burocracia, dando preferencia a un moderado formalismo, sencillez y
flexibilidad.
En todo caso, debe entenderse que el informalismo que se evidencie durante la tramitación de
un procedimiento administrativo, más aún si es de tipo sancionador, deberá necesariamente
ser interpretado a favor del administrado (in dubio pro actione).
1
Debe ser entendido en el sentido amplio establecido en el art. 4 de la Ley N° 2027.
2
La denominación usada en el presente artículo académico incluye tanto al anterior Tribunal Constitucional y al
actual Tribunal Constitucional Plurinacional.
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interpretada siempre a favor del interesado o administrado, pues traduce la regla
jurídica in dubio pro actione, o sea, de la interpretación más favorable al ejercicio al
derecho a la acción, para asegurar, más allá de las dificultades de índole formal, una
decisión sobre el fondo de la cuestión objeto del procedimiento. Por consiguiente en
virtud a ese principio de informalismo, la autoridad administrativa podrá interpretar el
recurso no de acuerdo a la letra del escrito, sino conforme a la intención del recurrente,
corrigiendo equivocaciones formales de los administrados (…) empero, si bien, la
administración pública debe interpretar la actividad del administrado siempre a su favor,
esa interpretación tiene sus alcances y limites, y está contenido en el hecho de que no
puede suplir ni favorecer la dejadez o negligencia del administrado”.
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d) la equivocación del destinatario tampoco afecta la procedencia de la petición o del
recurso; y, e) si no consta la notificación del acto impugnado debe entenderse que el
recuso ha sido interpuesto en término”.
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6. Conclusión
Sin embargo, debe tenerse presente y cuidado, conforme interpretó el Tribunal Constitucional
Plurinacional, el informalismo no deslinda a los administrados de la obligación de cumplir
exigencias formales legalmente establecidas, cumplimiento de plazos perentorios, es decir, no
suple la dejadez del mismo, al momento de realizar peticiones a la Administración Pública.
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BIBLIOGRAFÍA
Anselmino, V. (16 de junio de 2016). La división o separación de poderes (de la teoría clásica a lo que
ocurre en la realidad). Obtenido de https://core.ac.uk/download/pdf/301073983.pdf
Ferrajoli, L. (2008). La esfera de lo indecidible y la división de poderes (Vol. 9). Santiago - Chile: Centro
de Estudios Constitucionales de Chile.
Gaceta Oficial de Bolivia. (30 de junio de 2021). Gaceta Oficial de Bolivia. Obtenido de
http://www.gacetaoficialdebolivia.gob.bo/
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