Rupturas en La Alianza
Rupturas en La Alianza
Rupturas en La Alianza
In this article I argue that the clarification of the processes involved in working
through breaches or ruptures in the therapeutic alliance, is a vitally important task for
psychotherapy theorists and researchers. I suggest that these inevitable problems in the
therapeutic alliance provide important opportunities for clarifying factors that may
create barriers to authentic relatedness in client everyday lives. Furthermore, working
through these problems can provide clients with valuable experience in the important
tasks of reconciling the needs for relatedness and agency, and of coming to accept both
self and other.
The centrality of these tasks to the human condition has been recognized across the
ages and across different cultures. The current paradigm shift in psychotherapy theory
and practice toward more relational and constructivist perspectives, however, has
established a particularly ripe climate for enhancing our understanding of the client -
therapist relationship through a differentiated exploration of these concerns.
Martin Buber.
EFICACIA TERAPEUTICA.
El descubrimiento consistente de que el paciente tipo, tiende a beneficiarse de
la psicoterapia sea cual sea la aproximación empleada (Luborsky, Singer y Luborsky,
1975; Shapiro, 1985; Smith y Glass, 1983) oscurece el hecho de que en cualquier
estudio de un tratamiento, hay pacientes específicos que mejoran, mientras que
otros se mantienen igual e incluso empeoran (Bergin,1970). ¿Quienes son los
pacientes que no se benefician de la psicoterapia?. La evidencia empírica sugiere
que la calidad de la alianza terapéutica es el mejor predictor de los resultados
terapéuticos. En un nivel práctico, esto podría parecer central para desarrollar
formas de ayudar a estos pacientes, que no se benefician de la terapia tan
rápidamente como los demás -los pacientes con los que es difícil establecer o
mantener una buena alianza terapéutica.
Los hechos están empezando a sugerir que diferentes terapeutas poseen
distintas habilidades en este aspecto (Lambert, 1989; Orlinsky y Howard, 1980;
Ricks, 1974). Luborsky y colaboradores (1985), por ejemplo, demostraron que
mientras los pacientes respondieron igualmente bien a tres condiciones de trata-
miento distintas, los terapeutas individuales (a pesar de la condición de tratamiento)
mostraron niveles distintos de eficacia con sus pacientes y que la mayor variable
mediadora era su habilidad en establecer buenas alianzas terapéuticas. En un
seguimiento de este estudio, Luborsky y colaboradores (1986) reanalizaron los
datos de cuatro importantes estudios sobre eficacia encontrando que, en todos ellos,
la contribución en los resultados de la variable terapeuta había eclipsado los efectos
de la modalidad de tratamiento.
DESENGAÑO Y MADURACION.
Cuando el bebé es un recién nacido, depende completamente de la madre y ella
a cambio, está predispuesta a estar físicamente y psíquicamente en armonía con el
niño. Winnicott (1965), se refirió a esto como un estado de preocupación maternal
primaria. A causa de esta preocupación, el niño, en cierto modo, empieza con una
total demanda de su madre. Teóricos tales como Winnicott y Kohut creen que una
fase en la cual la madre se permite ser un objeto de las necesidades del niño, juega
un papel importante en ayudar al niño a adquirir un sentido fundamental de
creatividad. Como Winnicott sugiere, ella participa en la creación de una ilusión con
el niño. A través de este tipo de actividad juguetona, la madre y el niño crean entre
los dos la ilusión de que el niño puede, en cierto sentido, crear su propio mundo y
esto sirve para ayudarle a desarrollar un sentido fundamental de entidad, esponta-
neidad y creatividad.
Poco a poco, sin embargo, a medida que la madre sale de su estado primario
de preocupación materna, y llega a estar más en armonía con sus propias necesi-
dades y menos responsiva hacia las necesidades del niño, éste empieza a desenga-
ñarse. Si los cuidados maternos tienen lugar de un modo óptimo (a lo que Winnicott
se refirió como maternidad suficientemente-buena y Kohut como frustración
óptima) este proceso de desengaño se encuentra siempre dentro del rango de la
tolerancia del niño y, así, no se experimenta como traumática. En un proceso de
desarrollo saludable, el individuo viene a aceptar, hasta cierto punto, la existencia
de la independencia del otro. Uno llega a aceptar el status del otro como sujeto más
bien que como objeto de sus necesidades, sin tener que suprimir su propia
creatividad y necesidades corporales para mantener el contacto con el otro. Sin
embargo, si el grado de desengaño es traumático, entonces el niño experimenta un
impacto en su propio desarrollo y se le exige adaptarse a las necesidades de la madre,
más que aprender gradualmente a desarrollar un sentimiento del Self, que sintetiza
sus propias necesidades corporales.
Mientras que en algunos casos este proceso de desengaño -de llegar a un
acuerdo con la existencia separada del otro- es menos traumático que en otros, esto
nunca tiene lugar de forma completamente tranquila. Así, en cierto modo, los
individuos pasan sus vidas luchando con esta cuestión de la soledad vs. la unidad
-manteniendo un sentido del Self como esencial, vivo y real; y al mismo tiempo
manteniendo un sentido de los otros como sujetos reales e independientes.
En distinta medida, las personas continúan relacionándose con los otros como
objetos -como personajes de sus propios dramas más bien que como sujetos
Nota Editorial:
Este artículo fue publicado en la Revista Psychotherapy (1993), Vol. 30,
Nº1, pp. 11-24, y ha sido traducido con permiso del autor.
Referencias bibliográficas:
ALEXANDER, F. & FRENCH, T.M. (1946). Psychoanalytic therapy: Principles and application. New York:
Ronald.
ARBUS, D. (1972). Diane Arbus. Millerton, New York: an Aperture Monograph.
ARKOWITZ, H. & HANNAH, M.T. (1989). Cognitive, behavioral and psychodynamic therapies: Converging or
diverging pathways to change?. In A. Freeman, K.M. Simon, L.E. Beutler, and Arkowitz (Eds.) Comprehensive
handbook of Cognitive Therapy (pp.143-167). New York:Plenum