La Litispendencia en El Derecho Procesal Civil

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

 

 ¿QUÉ ES LA LITISPENDENCIA?

Rafael de Pina Vara, define a la litispendencia como “Calificación aplicada a quien litiga a
conciencia de que carece. El litigante temerario es un perturbador pernicioso de la
administración de justicia.”

Asimismo, la Corte la considera como: “El término “litispendencia”, significa que existe
algún otro juicio pendiente de resolver, y procede como excepción cuando un Juez conoce
ya del mismo negocio. La palabra “mismo” exige que en los dos juicios haya identidad
completa, es decir, que se trate de las mismas personas, que sean iguales las acciones
deducidas, que procedan de las mismas causas, y que sea igual, también, la calidad con que
interviene las partes.

 ¿DÓNDE SE ENCUENTRA REGULADA LA LITISPENDENCIA?

La litispendencia se encuentra regulada en el Código de Procedimientos Civiles para el


Distrito Federal, donde se establece lo siguiente:

Artículo 38.-  La excepción de litispendencia procede cuando un juez conoce ya de un


juicio en el que hay identidad entre partes, acciones deducidas y objetos reclamados,
cuando las partes litiguen con el mismo carácter.

El que la oponga debe señalar precisamente el juzgado donde se tramita el primer juicio,
declarar bajo protesta de decir verdad que no se ha dictado sentencia definitiva en el
juicio primeramente promovido; sólo podrá acreditarla con las copias autorizadas o
certificadas de la demanda y contestación, así como con las cédulas de emplazamiento del
juicio primeramente promovido; mismas que deberán exhibirse hasta antes de la audiencia
previa, de conciliación y de excepciones procesales. El mismo tratamiento se dará cuando
se trate de un juzgado que no pertenezca a la misma jurisdicción de apelación.

El que oponga la excepción a que se refiere el presente artículo, y omita manifestar al juez
algún dato necesario para la resolución de la misma, o que como consecuencia de tal
omisión varíe su resultado, siempre que ello trascienda al juicio, será sancionado en
términos de lo establecido por el artículo 62 de este Código, con independencia de las
demás sanciones a las que pudiera hacerse acreedor en términos del Código Penal para el
Distrito Federal.

Declarada procedente la litispendencia se sobreseerá el segundo procedimiento.

Aludió la accionante a su desempeño laboral como directora médica del establecimiento de atención
psiquiátrica y psicológica habilitado a nombre de COM-TAN S.A., afirmando que intimó la regularización
laboral por cuanto la empresa le abonaba una parte del salario en forma no registrada, obligándole a emitir
facturas. Dijo que la empleadora a través de su representante legal, la presidenta de la sociedad anónima,
negó que correspondiera dicha regularización y procedió a su despido invocando razones que a su entender
lo justificaban; razón por la cual promovió la correspondiente acción laboral que tramita ante el Tribunal del
Trabajo de Tandil, en los autos caratulados “R. S. M. c/ COM-TAN S.A. y otro/a s/despido”, expediente n°
16.042. Aquí debe hacerse constar que esta demanda laboral fue incoada contra la empresa COM-TAN S.A.,
en su carácter de empleadora, y contra A. S. F., en su carácter de presidenta de la sociedad y responsable
solidaria por la omisión de regulación de la registración laboral y omisión de aportes previsionales (ver
fs.52/53 del mencionado expediente n° 16.042, que tramita en sede laboral y que en fotocopia obra
acollarado a las presentes actuaciones).

Adujo la actora que a raíz del conflicto laboral planteado se suscitó un intercambio postal entre ella y su
empleadora, representada por su única representante legal, la presidenta de la sociedad A. S. F.. Pero en lo
que constituyen los hechos propios y singulares del presente caso, la actora fincó su reclamación de daño
moral contra S. F. S., en la carta documento que esta persona suscribió con fecha 16 de noviembre de 2016
(agregada a fs.7 del presente proceso). Y así puntualizó que S. no aclaró la personería en virtud de la cual se
irrogó la representación societaria, agregando que no invocó esa representación y la firma de la carta es
personal sin indicación o mención de función societaria (ver fs.17vta., punto g). Más adelante expresó la
actora que en atención a los términos de esa carta documento se entendió agraviada, calumniada e injuriada
dolosamente en los términos del art.109 del Código Penal, porque se le imputó haber incurrido en el delito
de estafa, enriquecimiento sin causa e incumplimiento al código de ética médico, mediante ardid y mala fe,
al haber facturado en su consultorio particular mientras gozaba de una licencia por enfermedad paga (ver
carta documento de fs.7 y relato de la demanda a fs.18).

Sostuvo la accionante que promovió la acción penal correspondiente ante el Juzgado Correccional de
Tandil, y en la audiencia prevista en el art.388 del código ritual penal, S. F. S. reconoció la personal autoría
de la carta documento y expuso que no tuvo dolo en el uso de los vocablos injuriantes. Señaló la actora que
acordó desistir de la acción penal porque subsiste la correspondiente atribución subjetiva por culpa de S. F.
S., por lo que esta persona debe responder de manera ilimitada y solidaria por los daños y perjuicios
resultantes de su acción. Sobre esta base estructuró la accionante su reclamo de indemnización de daño
moral contra S. F. S., alegando haber sufrido una evidente conmoción anímica, un agravio que causa dolor
para una profesional de prestigio y años de ejercicio como médica psiquiatra, al verse amenazada con
denuncias penales y denuncias al Colegio Médico, tan sólo por reclamar una regularización laboral y estar de
licencia médica conforme verificación y certificaciones de terceros profesionales por los que no debe
responder (fs.18/19vta.). Más adelante expresó que las ofensas y amenazas vertidas por el demandado le
infringieron un agravio moral, un daño que como tal debe ser reparado e indemnizado por el demandado,
pues con ligereza culposa actuó con libertad, discernimiento e intención en manifiesta indiferencia por los
legítimos intereses de la receptora de su misiva, intimidando con acciones penales y denuncias al Colegio
Médico por supuesta falta ética (fs.19vta.).

También hizo alusión la actora a la demanda por daño moral que dirigió contra la empresa empleadora,
no sólo por los términos injuriantes utilizados en el intercambio postal, sino por cuanto radicó una infundada
denuncia por supuesta falta ética, de la cual se le dio traslado a los fines de que efectuara la explicación y
descargo (fs.18).

II. En su escrito de contestación de demanda, S. F. S. dijo ser el administrador de la Clínica Psiquiátrica


propiedad de COM- TAN S.A. y vicepresidente de esta sociedad, por lo que su actuación en relación con la
reclamante lo fue en esa calidad por la sociedad empleadora (fs.90).

También podría gustarte