Alberto Hidalgo
Alberto Hidalgo
Alberto Hidalgo
– “Poesía inexpugnable”
Época : Contemporánea – “Árbol genealógico”
Corriente literaria – “Persona adentro” (1965)
: Vanguardismo
Género Literario : Lírico – Odas:
Narrativo – “Oda a Stalin”
– “Odas en contra”
I. DATOS BOGRÁFICOS – “Oda al automóvil”
“Talento es lo que Ricardo Palma nunca pudo poner Más allá de tamaño delirio de grandeza, Hidalgo fue
en su obra. Por eso no le podemos dar sino este título: un buen poeta. En 1920, tras haber publicado en Perú
historiador anecdótico del Perú. Si hemos de hacer Arenga lírica al Emperador de Alemania (1916) y
catálogo literario, le reservaremos el último fichero. Panoplia lírica (1917), entre otros títulos, se trasladó a
Estará junto a los historiadores. Lo único a que pudo Argentina y de inmediato se situó en la primera línea
aspirar fue a hacer reír. Ha podido morir satisfecho, de la causa vanguardista. Sus viajes a París y Madrid
pues que lo consiguió. Ahora, como las gallinas lo hicieron descubrir el ultraísmo y le dieron una
atacadas de gripe, ha metido entre las alas, que solo información de primera mano que después difundió en
supieron volar a ras de tierra, eso que él creía cabeza. Buenos Aires. Entre sus amigos personales se
Alegrémonos. Es un abuelo menos, y los abuelos nos contaron Macedonio Fernández y Jorge Luis Borges.
tienen hasta la coronilla…”. Junto con este último y con Vicente Huidobro compiló
el importante Índice de la nueva poesía americana
*** (1926). No obstante, fue él quien hizo la selección. De
El arte de insultar hecho, su nombre es el primero que aparece. La
En sus odios, fobias y animadversiones, el escritor participación de Borges se redujo a la escritura del
peruano Alberto Hidalgo no conocía límites. prólogo.
Arrogante, iconoclasta, procaz, Ramón Gómez de la
Serna dijo de él que era sincero hasta la grosería, A Hidalgo se debe asimismo la singular y mítica
penetrante hasta la invención, juvenil hasta el arrebato experiencia de la Revista oral (1925-1926), llamada
así porque, en efecto, no se publicaba. Se grababa
Carlos Espinosa Domínguez, Misisipi | 26/07/2013 previamente con un gramófono, y se emitía,
12:39 pm generalmente, los sábados por la noche. Consistía en
Actualmente 5 de 5 Estrellas.123456 votos la simulación oral de una revista editada. En una
“Luis María Sánchez Cerro es la personificación de la supuesta mesa de redacción, los periodistas decían
inmundicia. Por él gloglotean las cloacas con más en voz alta los artículos, editoriales y cartas apócrifas
deleite y le exhiben los excretos que arrastran, como de los lectores, ante un supuesto salón lleno de
si le presentaran armas militarmente. Es el oyentes. Sobre ella, Leopoldo Marechal ha recordado:
abanderado de la basura, el presidente de los “Hacíamos una revista oral que consistía en que cada
desperdicios. Su nombre no se graba con tinta sino uno de nosotros (…) dijera lo suyo. Alberto Hidalgo se
con repugnancia, y es lo que resta sobre el papel ponía de pie de repente (era en el sótano del Royal
higiénico en la reserva de las letrinas, pues no hay Keller, una cervecería de tipo alemán) y decía año 1,
trasero que no sepa escribirlo. Sánchez Cerro, o el número 3 y luego venían los editoriales, las
excremento. Se lo lleva siempre la bondadosa cadena colaboraciones, se leían poemas, se hacían críticas
de los W.C.”. literarias generalmente furiosas”. En la Revista oral
tomaron parte, entre otros escritores, Oliverio Girondo,
No creo que en toda la literatura universal sea fácil Ricardo Güiraldes, Raúl Scalabrini Ortiz, Macedonio
hallar textos comparables al antes reproducido. Es en Fernández, Ulises Petit de Murat, Xul Solar y Borges.
fragmento de un artículo titulado “Sánchez Cerro o el Hidalgo fue también el fundador de una revista
excremento” y se refiere a un militar y político que impresa, Pulso (1928), de la cual logró sacar ocho
ocupó la presidencia del Perú entre 1930 y 1933. Lo números.
escribió el peruano Alberto Hidalgo (Arequipa, 1937-
Buenos Aires, 1967), a quien Macedonio Fernández Una vez instalado en Argentina, Hidalgo dio a conocer
calificó como el genio del desprecio. los poemarios Química del espíritu (1923), Simplismo
(1925), Actitud de los años (1933), Edad del corazón
(1940), Poesía de cámara (1948), Espaciotiempo Sinuosa trayectoria ideológica
(1956), Odas en contra (1958), Poesía inexpugnable
(1962), Volcánida (1967). Tras más de medio siglo de Tenía una clara vocación por los extremos.
quehacer literario, en 1967 recibió tardíamente un Inicialmente, se adhirió al APRA y tuvo una gran
reconocimiento: el Gran Premio que le concedió la devoción por su líder, Víctor Raúl Haya de la Torre.
Fundación Argentina para la Poesía. Dato curioso: en Pero en 1934 renunció al partido y pasó a hacer del
1957 los argentinos promovieron su candidatura al mismo blanco de sus vitriólicos ataques. Dedicó a
Premio Nobel. Haya de la Torre un poema, donde expresa:
“Demoraste por cuántos años no se sabe la revolución
En 1933, Borges publicó una breve reseña sobre en el Perú/ Has malogrado a dos generaciones/ Has
Actitud de los años. En ese libro, Hidalgo recoge hecho que cayera desde sus esperanzas hasta el
dieciocho poemas, así como comentarios sobre ellos piso/ Al pueblo que dio crédito a tu voz y magnitud a
que abarcan más de la mitad de las páginas. Borges tus ovarios/ Pactaste con la clase
apunta que en esos textos el autor promete a sus algodominerazucarera/ Te bajaste los pantalones ante
poemas “inmortalidad, fundada en ciertos ilusorios las señas del imperialismo/ Los calzoncillos con
contactos de su poesía con la doctrina de Einstein, con encaje en los enredos de la oligarquía”.
el kantismo y con el galimatías universitario de Hegel”.
Aunque deplora “ese incongruente réclame”, los En marzo de 1960, en uno de los pocos viajes que hizo
poemas le parecen eficaces y cita algunos versos que al Perú tras autoexiliarse en Buenos Aires, tenía
son, en su opinión, admirables. Hidalgo no le perdonó programada una conferencia en la Universidad de San
sus palabras, y desde entonces pasó a atacarlo sin Marcos. Un grupo de enardecidos apristas se
tregua. En varias ocasiones aludió al judaísmo de presentaron, lanzaron silbidos y arrojaron huevos
Borges y a su terror a las mujeres. contra Hidalgo y su esposa. Varias personas
resultaron heridas y el propio escritor recibió una
Asimismo en Diario de mi sentimiento (1938, pedrada en una cadera. Hidalgo tuvo que huir por la
rebautizado por sus enemigos como Diario de mi azotea, lo cual hizo que alguien comentase: “Nunca la
resentimiento) se puede leer un texto dirigido al autor poesía había alcanzado tan alto nivel”. Asimismo su
de Fervor de Buenos Aires. Hidalgo le recuerda que sinuosa trayectoria ideológica le llevó a escribir en los
meses atrás tuvo un apuro frente a la Confitería del años 30 una columna en Crisol, un diario antisemita
Molino. Quería acompañar a una amiga hasta su casa, que se editaba en Buenos Aires. Cuando su poesía
pero no tenía dinero para el taxi. Hidalgo le prestó diez adoptó un carácter social y de denuncia, siguió el
pesos y Borges pudo irse con la chica. “Y de seguro ejemplo de otros escritores y dedicó una Oda a Stalin
no pasó nada. ¡Nunca pasa nada entre Ud. y una (1945). Y en 1957 publicó la novela Aquí está el
mujer!”. Como al cabo de varios meses los diez pesos Anticristo, que le valió la excomunión.
no le han sido devueltos, Hidalgo le propone: “El
dinero es sucio. Ud. y yo estamos por encima de él. Hidalgo es también autor de España no existe, que
Haga, pues, una cosa decente: vaya a una librería, Fernando Iwasaki considera uno de los panfletos más
compre unos libros por valor de diez pesos. Los libros injuriosos contra la cultura y la sociedad españolas.
que, a su juicio, yo deba leer y los cuales -imagino- no Supuestamente, es el texto de una conferencia que
serán los suyos. Nada más. Eso será suficiente para Hidalgo pronunció el 25 de julio de 1920 en un café de
que pierda mi carácter, horrible, de acreedor. Presente Madrid, ante una veintena de amigos (al menos, es lo
mis respetos a su familia. A Ud. yo lo recuerdo que el autor apuntó al publicarlo en Buenos Aires en
constantemente. ¡Y no por la deuda!”. 1921). En su diatriba, niega la belleza de los paisajes
y las ciudades, satiriza sus malas costumbres, se
Pero de nada vale seguir dedicando espacio a la burla de las corridas de toros, de los escritores y de la
poesía de Hidalgo: su controvertida pero notable obra falta de higiene de las personas.
libelística ha ensombrecido esa otra faceta suya. “La
vida de un libelista: he ahí un heroísmo verdadero”, Asimismo se refiere a las mujeres, todas las cuales
sostenía él, y llevó esa actitud al borde casi del para él son putas: “En España, la prostitución está
suicidio. Ramón Gómez de la Serna dijo de él que era más extendida, probablemente, que en ningún otro
sincero hasta la grosería, penetrante hasta la país del universo. Es aplastadora, fastidiosa, irritante.
invención, juvenil hasta el arrebato. Sus odios, fobias No se puede caminar sin encontrar mujeres de
y animadversiones no conocían límites. Arrogante, alquiler. En todas partes se las ve. Lo es la escritora
iconoclasta, procaz, parecía tener como meta la de no que nos consagra un elogio, la dama aristocrática que
dejar títere con cabeza. No ahorró burlas, calumnias nos brinda una sonrisa, la esposa de nuestro amigo,
ni insultos, y para mofarse de sus adversarios echaba la vecina de enfrente”. Y también expresa: “Aquí se
mano al racismo y la homofobia. Agrandaba las faltas, me ocurre una greguería digna de Ramón Gómez de
negaba o silenciaba los aciertos, y cuando no le la Serna: ¡En España son feas hasta las mujeres
quedaba más remedio que admitirlos, lo hacía de bonitas!”.
pasada. Por eso, además de merecer los odios que
cosechó, cuando elogió a alguien consiguió el efecto Lo curioso es que aquel libelo no tuvo la reacción que
contrario. era de esperar. Todo lo contario de La Linterna de
Diógenes (1921), del también arequipeño Alberto
Guillén. No menos furibundo en sus ataques, este agrede, pues el arte de injuriar es, fundamentalmente,
recogió en su libro treinta y ocho crónicas de sus formal, como todo arte. En otras palabras: el
encuentros y entrevistas con literatos españoles como protagonismo pasa de lo que se dice a la manera
Azorín, Baroja, Palacio Valdés, Ortega y Gasset. como se dice”. En ese sentido, de eso se deriva que
Guillén es mentiroso, ruin, insulta sin motivo y es dado las injurias que tanto abundan en la blogosfera y los
al chisme y la delación. De Baroja apunta que huele a comentarios de las publicaciones digitales cubanas,
ratón y que “eructa ruidosamente y la habitación se nada tienen que ver con el libelismo. Son pura y
llena de olor a ajos”. De Cansinos-Asséns dice que simplemente chusmería y vulgaridad.
“tiene una gran cultura de diccionario”. Visita a los
hermanos Quintero y escribe: “Hablan a dúo, como En sus textos, Hidalgo llega a ser calumnioso,
dos actores de zarzuela, y lo que uno comienza lo controversial, virulento, excesivo, ferozmente
acaba el otro y viceversa. No se puede ni hablar con ególatra. Pero sabe convertirse eso en literatura, e
uno solo por descortesía. Cuando yo les vi, tuve que hizo del libelo una obra maestra de la imprecación. Él
hablar y hasta sonreír en plural”. mismo se encargó de puntualizarlo: “Otra peculiaridad
del libelo es la de que la excelencia es consustancial
Según Hidalgo, su compatriota le había plagiado su con su naturaleza (…) El panfleto, si es malo, ya no es
técnica libelista. Le irritaba que La Linterna de panfleto; no pasa de ser cúmulo de groserías o
Diógenes hubiera logrado convocar odios e invectivas, procacidades, como tantos que hay. Y es porque, en
algo que, para su frustración, no ocurrió con España rigor, el panfleto no es un género literario: es un estilo”.
no existe. Eso lo llevó a escribir en Diario de mi
sentimiento: “En Madrid, y con la publicidad de Rufino En los últimos años se viene asistiendo a una
Blanco-Fombona, se ha publicado mi libro Muertos, revalorización de la obra de Alberto Hidalgo. Eso se
Heridos y Contusos, cambiándose su título por el de pone de manifiesto en la reedición de varios de sus
La Linterna de Diógenes, y reemplazando mi firma títulos: De muertos, heridos y contusos (selección de
habitual con un seudónimo: Alberto Guillén. Todo el Fernando Iwasaki, Sur, Librería Anticuaria, Lima,
mundo sabe, especialmente en cuanto lo lee, que ese 2004); Cuentos (Talleres Tipográficos, Lima, 2005),
libro es mío; pero como se ha hecho cortes y Poemas simplistas (edición de Juan Bonilla, Zut,
agregaciones a Muertos, Heridos y Contusos Málaga, 2009; Revuelta Editores, Lima, 2011);
considero alterada su esencia y, por lo tanto, le quito España no existe y otros textos (edición de Carlos
mi paternidad. Ruego, pues, a mis lectores y amigos García, Iberoamericana, Madrid, 2007).
estimar apagada esa linterna”. E insistiendo sobre lo
que consideraba la costumbre de Guillén de plagiarlo, No apto para espíritus discretos y moderados
expresó: “No creo que haya muerto de tifoidea u otra
enfermedad vulgar: debe haber muerto de hidalguitis Para aquellos lectores a quienes estas líneas les
crónica”. hayan despertado algún interés por la obra de Alberto
Hidalgo, a continuación incluyo una breve selección
La obra como libelista de Hidalgo aparece recogida en de sus textos. No obstante, me parece necesario
Hombres y bestias (1918), Jardín Zoológico (1919), hacer la advertencia que dicen en los telediarios
Muertos, Heridos y Contusos (1920), Sánchez Cerro o cuando van a mostrar algunas imágenes un tanto
el excremento (1932), Los sapos y otras personas duras: son textos que pueden herir la susceptibilidad
(1937), Diario de mi sentimiento (1937), Por qué de algunos y algunas. Lo dijo el propio autor en el
renuncié al APRA (1954). Eso no impide que en prólogo a Hombres y bestias: “Este libro no ha sido
algunos poemas también se encuentren muestras de escrito para los espíritus discretos y moderados. Los
su temperamento agresivo y su afán de cultivar el que os sintáis tales, no lo leáis; vuestras almas de
conflicto y la desmesura. Véase, como botón de señoritas podrían ruborizarse”. Quedan, pues,
muestra, este fragmento de su “Loa al Ignominioso”: avisados.
“Habría que atarlo a la cola de un incendio/ Hacer que
le apretasen los sentidos las vigas de una hecatombe/ “Yo soy un iconoclasta. Los ídolos me revientan. Me
Crucificarlo en el madero de un adjetivo repugnante/ gustaría, mientras los demás se prosternan, poder
Meterlo en una olla de miradas hirviendo/ Enfrentarlo romper a pedradas la cabeza de Dios. Para mí nada
a un pelotón de discursos que lo fusilaran/ Cubrirlo con hay respetable; ni la religión, ni la patria, ni la madre
una capa de lágrimas de cocodrilo/ (…) Ponerlo a de uno. Si tengo alguna consideración por mí mismo
caminar detrás de un diablo descompuesto del vientre/ es precisamente por esto: porque soy uno de los
Para que vaya oliendo las descargas de su artillería hombres que han sido insultados y negados. El día
ultrafétida/ Escuchar sus encíclicas con oreja de burro/ que yo sea un hombre de respeto, me destapo la
Y festejárselas con aplausos de caballo/ Naturalmente cabeza de un balazo”.
estoy hablando de San Canalla el Papa”.
***
Respecto a los textos de Hidalgo, es pertinente hacer
algunas aclaraciones. Acerca del libelo, el crítico “Estos ricos que escriben, este Carlos Reyles, esta
peruano Abelardo Oquendo ha comentado Victoria Ocampo, este Enrique Larreta, este Armando
atinadamente que en la retórica del agravio “no es Godoy, no son escritores, no son sino eso, unos ricos
tanta la agresión lo que la hace atractiva sino cómo se que escriben, lo cual es muy distinto de hablar de
escritores ricos, según sería el caso de Maeterlinck, la Infamia no son rocas, como Melgarejo o García
ante cuyo genio me inclino (…) Pagan los elogios que Moreno; son granos de arena. Las olas juegan con
se les hace, sostienen revistas para darse aureola ellos, como el león con las hormigas. ¡Qué vergüenza!
literaria, sobornan cuanta conciencia es débil. A esta familia pertenece Oscar R. Benavides. Su
Trabajan a favor de su vanidad y contra el arte; pero mayor crimen es este: ¡ser un mediocre!”.
el tiempo les pagará con olvido, magnífica moneda.
Para Godoy aspiro un cáncer; a Reyles le deseo una ***
lepra; a Larreta solo le ansío un cretinismo agudo, lo
cual es satisfacerle el gusto, pues es su ambición “Talento es lo que Ricardo Palma nunca pudo poner
desde hace unos años, y a la Ocampo espero que le en su obra. Por eso no le podemos dar sino este título:
acontezca una salpingitis u otros trastornos historiador anecdótico del Perú. Si hemos de hacer
ocasionados por fellatio o cunnilingus”. catálogo literario, le reservaremos el último fichero.
Estará junto a los historiadores. Lo único a que pudo
*** aspirar fue a hacer reír. Ha podido morir satisfecho,
pues que lo consiguió. Ahora, como las gallinas
“Las mujeres no deberían escribir. Ellas han sido atacadas de gripe, ha metido entre las alas, que solo
creadas para cuidar que la cocinera no se trague la supieron volar a ras de tierra, eso que él creía cabeza.
comida, que las gallinas no se metan en las Alegrémonos. Es un abuelo menos, y los abuelos nos
habitaciones y que nuestros cuellos y camisas estén tienen hasta la coronilla…”.
perfectamente limpios. No tienen talento para otra
cosa”. ***
*** ***
“Hay dos clases de maricones, en el Perú, por lo “Las ideas, aun las ideas políticas, solo despiden
menos: los maricones orgánicos y los maricones hermosura cuando son de pocos. Su vulgarización es
espirituales o literarios. Los primeros no me dan asco, su quiebra. En cambio, según he sostenido en alguna
me dan pena; los que me dan asco son los segundos. otra ocasión, el factor hombre es lo esencial. Jesús
Los orgánicos son enfermos, por eso me dan lástima; también fue un hombre: por eso lo amo. El culto, la
los espirituales son conscientemente maricones, por religión por excelencia de los hombres, debe ser la
eso repugnan. José Gabriel Cossío pertenece a estos hombría, el machismo. ¡Viva el machismo!”.
últimos. Toda su literatura, si lo que escribe puede
llamarse literatura, está llena de mariconadas. ***
Mariconada es su citomanía, mariconada su
rivagagüerismo, mariconada su petulancia, “No quiero lectores desprevenidos (…) Para evitar
mariconada su huachafería”. esas posibles desventuras, invito a retirarse a los
pudorosos, a los delicados de gustos, en fin, a todas
*** las personas propensas al desmayo o aficionadas a
las náuseas. Pues lo que sigue es atroz. De lo que
“Desgraciado ha sido el Perú para producir tiranos. aquí se trata es de los libelos más horrendos que se
Nunca los hemos tenido. Verdaderamente es de hayan escrito jamás en cualquier lengua y desde que
lamentarse, porque hay tiranos tan grandes que el mundo es mundo. Para muchos, este podría ser un
produciendo terror provocan admiración. Y todo libro abominable. Y, en cierto sentido, para mí
cuanto es admirable, es capaz de honrar a un pueblo. también. Solo que yo lo juzgo necesario y, de yapa,
Un gran asesino, un gran ladrón, hasta un gran imbécil hermoso como un incendio, implacable como un
(…) En la tiranía somos tan pequeños que nos asesinato, espectacular como una catástrofe,
perdemos en la sombra. Nuestros tiranos apenas conmovedor como un crimen”.
merecen el nombre de tiranuelos. Sobre las playas de
En mi vida de lector, pocas veces, por no decir luego, a fin de que el pa-sante advierta su presencia
ninguna, me he tropezado con una sarta de insultos y se descubra, si quiere, planto una cruz sobre su
tan rica, tan extensa, tan con mala leche como esta fosa.
del peruano Alberto Hidalgo dedicada al dos veces
presidente del Perú Luis Miguel Sánchez-Cerro e
A) ESTRUCTURA DE SIMPLISMO (1925) COMO
incluida en este raro volumen, una edición privada POEMARIO
que se editó en Buenos Aires en 1937. El término simplismo tiene dos connotaciones. En principio,
No parece, no, que el de Arequipa tuviera en mucha se trata de la corriente literaria, representada por Hidalgo en
estima al militar limeño. el ámbito de la vanguardia en lengua castellana. Además, es
el título de un poemario del propio Hidalgo que vio la luz en
Ahí va esa retahíla. 1925, un año después de la publicación del primer
manifiesto surrealista de André Breton.
Simplismo como libro de poemas tiene dos partes. La primera
Esto es mucho. Basta ya de él. Hay que darle de una constituida por un manifiesto donde el poeta arequipeño da a
vez, como a los toros, el golpe de puntilla. En cuanto conocer su propuesta estética. La segunda está constituida
lo nombro, siento bajarme hasta la pluma, desde por los textos poéticos donde destaca el adjetivo “simplista”
todos los extremos del alma, un tropel de adjetivos en todos los títulos de estos últimos; por ejemplo,
para califi-carlo mental, física y moralmente. “Autorretrato simplista”, “Cena simplista”, entre otros.
Recitador de los dis-cursos que otros escriben, El manifiesto lleva por título “Invitación a la vida poética” y ello
manifiesta que, según Hidalgo, deberíamos vivir de modo
Sánchez-Cerro es el esfínter por donde se evacúa la artístico. Esta idea anticipa una noción de “Estética del
estupidez de los secretarios. Por eso es chato, sentido de la crítica nueva” de Xavier Abril (1929), poeta
anodino, difuso, cursi, adocenado, digresi-vo, surrealista peruano, quien creía que para plantear un cinema
soporífero, ecoico, diluente, huero, ripioso, enriscado, del sueño resultaba necesario pensar en una vida onírica
banal, estólido, estulto, filatero, gárrulo, fruselero, como supuesto imprescindible. Además, en el sustantivo
gedeónico, blando, ezquerdeado, gelatinoso, vacío, “Invitación” se evidencia cómo el vate arequipeño trata de
influir en el lector con el fin de motivarlo a cambiar su vida
hila-rante, burdo, bellaco, ignorante, charlatán, rutinaria y estandarizada que prima, en la modernidad,
majadero, chirle, dengoso, zafio, diárrico, inane, merced a la imposición de la racionalidad instrumental
cándido, latero, inconcino, minúsculo, nulo, insípido, (Horkheimer, 2002).
farragoso, nescien-te, orillero, remedón, trefe, Hidalgo remarca al lector su papel activo en la construcción
volatero, insignificante y ramplón. Es roñoso, del
pestilente, grosero, pusilánime, cochino, adefésico, sentido: “Sería necesario que el lector se proveyera de una
aguja y de una larga hebra de hilo, para ir uniendo
eclámptico; fétido, escolimoso, hirsuto, fotófobo,
adecuadamente los descosidos acápites de este pequeño
zullón, lechuguino, currutaco, sotreta y huevón. Es tratado de estética” (1925, p. 5). En tal sentido, el receptor
arribista, pícaro, rapaz, trepador, venal, avieso, pi-llo, teje literalmente el sentido del texto que el autor apenas ha
tunante, gregario; fanfarrón, embustero, tenebroso, esbozado. Así, nuestro autor anuncia las posteriores
hipócrita, taimado, escatológico, marrajo, cenagoso, teorizaciones de Umberto Eco (1985), para quien el discurso
men-daz, cínico, cocador, nocivo, atrabiliario, literario es una obra abierta y exige la activa participación del
coccígeo, estú-pido, zorronglón, intruso, inmoral, lector. El semiólogo italiano afirma que “el texto está plagado
de espacios en blanco, de intersticios que hay que rellenar”
deyectado, nepótico, zolocho, ambidextro, equívoco, (Eco, 1981, p. 76) , aspecto esencial que vincula a Eco con la
zopenco, dingolondango-so, ruin, falaz, trapacero, llamada teoría de la recepción representada por Hans-Robert
fraudulento, lacroso, lúteo, intérlope, pravo, fecal, Jauss, entre otros autores.
mazorral, lordósico, infando, im-púdico, histrión, Además, Hidalgo plantea que “La poesía es el arte de pensar
siniestro, simulador, rastrero, pérfi-do, vitando, en
esquizofrénico, perillán, abyecto, mezquino, torpe, metáforas” (1925, p. 5), es decir, aquella no se puede
entender plenamente sin el funcionamiento polisémico de
miserable, necio, ridículo, truhán, bribón, vene-noso, estas últimas. Esta noción anticipa la concepción de la
turbio, adulón, artero, apostático, servil, alevoso, semántica cognitiva para la cual el pensamiento humano es,
epiléptico, perverso, funesto, protervo, cobarde y fundamentalmente, de naturaleza metafórica (Lakoff y
cana-lla. Todavía le hacen falta unos sustantivos: es Johnson, 2003).
un ba-cín, un microbio, un rufián, una bazofia, una Después del manifiesto, tenemos los poemas que, en nuestra
calamidad, un cacaseno, un estropajo, un bufón, un opinión, podrían clasificarse en seis tipos sobre la base del
simplismo como corriente literaria. Primero, está el conjunto
cachivache, un sirle, un turiferario, un camaleón, una
de textos centrados en elementos tecnológicos: “Arenga
úlcera, una cloa-ca, un carnaval, un juglar, un simplista a los ascensores”, “Sísmica simplista”, entre
Rigoletto, un insulto, un agravio, un cabrón, un otros. En segundo lugar, se encuentran aquellos discursos
comodín, un fariseo, una cu-caracha, un estantino, poéticos que tienen como temática principal las obras
un gargajo, un piojo, un homini-caco, un monigote, artísticas: “Ópera simplista”, “Balada simplista de invierno”,
un payaso, una posma, un vituperio, un ultraje, un por ejemplo. En tercer término, vemos los poemas dedicados
galafate, un parásito, un sayón, un esbi-rro, un a sucesos de la naturaleza asociados al paso del tiempo:
“Alba simplista”, “Una noche simplista”, verbigracia. En cuarto
sátrapa, un fronterizo, un retardado, un esqui-zoide, lugar, se hallan los textos que reconstruyen un lugar de
un traidor, un degenerado, un baldón, un lacayo, un trabajo: “La oficina simplista” y “Cabaret simplista”. En quinto
impostor y un perro. término, están los poemas que analizan las emociones como
Sé que lo he muerto. Sé que este artículo es su tema esencial: “El sepelio simplista”, “Emoción simplista” y
tum-ba. Ahora, encima de esos adjetivos y “La proclama simplista”. Finalmente, hay un sexto tipo
sustantivos que lo retratan de cuerpo entero, para representado por un texto muy singular que Hidalgo dedica a
su ciudad natal: “Oda simplista a Arequipa”. Fernández
que le sirva de lápida pongo una capa de mierda. Y (2005) plantea que, sobre la base del uso de la metáfora,
Hidalgo somete a crítica el discurso de la modernidad con el una idea donde se escuchan los ecos del autor de Así habló
claro propósito de humanizar los objetos tecnológicos. Para Zaratustra: “La poesía es el arte de pensar en metáforas. La
ello, dota a estos últimos de poesía es la metáfora. La metáfora es toda la poesía (…).
rasgos antropomórficos con el fin de propugnar la superación Toda palabra es una metáfora (…). En general, puede decirse
de la denominada experiencia automatizada (Benjamin, que un poeta es un fabricante de metáforas” (Hidalgo, 1925,
1989). Asimismo, Hidalgo asimila los aportes de las corrientes pp. 5-6). Dicha noción establece lazos con la propuesta del
vanguardistas europeas (por ejemplo, el futurismo) que ultraísmo, pues el joven Borges proclamaba, en un manifiesto
posibilitan una modernización del lenguaje poético en de 1921, el siguiente principio: “Reducción de la lírica a su
Hispanoamérica. elemento primordial: la metáfora” (1986, p. 289). A diferencia
B) LA METÁFORA SEGÚN FRIEDRICH NIETZSCHE COMO del escritor argentino, Hidalgo (1925) –provisto de un
ANTECEDENTE DEL SIMPLISMO EN TANTO CORRIENTE temperamento parricida- precisa dos etapas de la
LITERARIA poesía: la edad de piedra y la era actual. La primera abarca
La obra de Friedrich Nietzsche ha sido muy influyente en los desde Homero hasta Víctor Hugo y se caracteriza porque
escritos vanguardistas en Hispanoamérica. Verbigracia, estos poetas “trasladan al verso la belleza exterior” (Hidalgo,
Mariátegui (1991), un ensayista vinculado al vanguardismo 1925, p. 20); en cambio, la segunda comienza con Guillaume
peruano, decía en 1928 que “Y si algún mérito espero y Apollinaire y se evidencia en que los poetas fabrican la
reclamo que me sea reconocido es el de –también conforme belleza y no la toman de los objetos exteriores, al decir de
un principio de Nietzsche—meter toda mi sangre en mis Hidalgo. El puente que une ambos períodos es Arthur
ideas” (p. 11). Asimismo, el autor de La escena Rimbaud.
contemporánea también afirmaba que su trabajo creativo Hidalgo (1925) subraya que es imprescindible la
seguía el deseo de Nietzsche, quien apreciaba al escritor especialización del artista, quien debe dedicarse a
cuyo libro no nacía de manera metódica, sino de modo perfeccionar su lenguaje de manera sistemática. Asimismo,
espontáneo e inadvertido (Mariátegui, 1991). está en contra del arte de compromiso social porque la
El joven Jorge Luis Borges de tendencia ultraísta, en 1921, literatura de tesis deja de lado el trabajo de orfebrería con las
sostenía que “Así, cuando un geómetra afirma que la luna es metáforas.
una cantidad extensa en las tres dimensiones, su expresión En tal sentido, “la poesía es necesaria, pero es inútil”
no es menos metafórica que la de Nietzsche cuando prefiere (Hidalgo, 1925, p. 21).
definirla como un gato que anda por los tejados” Veamos el siguiente poema que lleva por título “Alba
(1986 p. 275). En este caso, Borges subraya cómo el papel simplista”:
de la metáfora aparece no solo en la poesía, sino también en El traje de la aurora se desgarra
la matemática y, sobre todo, en la geometría. En otras en las puntas de los balidos
palabras, se define a través del principio de analogía y, como que erigen los carneros soñolientos.
siempre, Borges se adelanta a su época al reflexionar (a La vida exhibe un embarazo
inicios de la década de los años veinte del siglo pasado) muy avanzado de tristeza.
sobre cómo la metáfora invade el discurso científico. Por ello, El campanario de la iglesia
se anticipa, como Hidalgo, a la semántica cognitiva que se sacude las golondrinas.
plantea la idea de que el pensamiento humano es, en gran Llora el hambre de los árboles.
parte, de raigambre metafórica (Lakoff y Johnson, 2003). Las letras se ponen de rodillas
El interés de Nietzsche por la metáfora aparece en sus para que amanezca el verso
escritos en el cielo del corazón (Hidalgo, 1925, pp. 49-50).
juveniles. En su “Descripción de la retórica antigua” (1872), se Destacan las metáforas de genitivo, por ejemplo, “las puntas
sustenta en Aristóteles y Cicerón para aseverar que “La de los balidos” y “el cielo del corazón”. Es más, todo el texto
metáfora es una comparación breve” (Nietzsche, 2017, p. es un conjunto de metáforas donde se observa un
843) y comparte la idea del autor del tratado De oratore, fragmentarismo discursivo, de manera que se desarrolla cada
quien encuentra algo inexplicable el hecho de que los seres idea en uno, dos o tres versos. Dicha noción liga al poema
humanos prefieran la metáfora y dejen de lado el empleo con la propuesta ultraísta que, como se dijo antes, buscaba la
fecundo de las expresiones propias. En “Sobre la verdad y la reducción del discurso poético a una serie de metáforas
mentira en sentido extramoral” (1873), Nietzsche (1990) aisladas. Así Hidalgo cuestiona la estética del modernismo de
considera que no es posible llegar a Darío, para quien la concepción de unidad textual resulta
la verdad tal como se cree habitualmente, pues esta es una imprescindible. Sin duda, la isotopía fundamental es la del
ilusión. El lenguaje no se debe comprender como un proceso amanecer, pues el verso significa el nacimiento del día que se
lógico y racionalista porque, según Nietzsche, está asocia con el del nuevo ser; sin embargo, dicho proceso
impregnado de metáforas. La primera metáfora supone un conduce al predominio de sentimientos disfóricos. Al final se
estímulo nervioso que se convierte en una determinada manifiesta una insistencia en la escritura gráfica (“Las letras”)
imagen. Acto seguido, la segunda metáfora consiste en que que yace de rodillas como un preludio para el surgimiento del
la imagen se transforma en un cierto sonido articulado. verso. Ahora bien, según el manifiesto simplista de Hidalgo,
Nietzsche (1990) afirma: “¿Qué es entonces la verdad? Una las letras son metáforas y “al combinarse forman palabras:
hueste en movimiento de metáforas, metonimias, metáforas (…) Las letras son la materia prima del escritor,
antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de como la arcilla, del escultor y las palabras, del pintor” (1925,
relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas y p. 7).
adornadas poética y retóricamente” (p. 25). En síntesis, Hidalgo asimiló algunas ideas de la filosofía de
Hidalgo era un gran lector de Nietzsche. De ello da testimonio Nietzsche respecto del procedimiento metafórico y del
Diario de mi sentimiento (1937) que reúne textos desde 1922 cuestionamiento, que hace el pensador alemán, de todo
hasta 1936. En dicho libro en prosa, afirma: “No sé si fue método cientificista. También el poeta
Nietzsche quien sostuvo que el hombre está compuesto de arequipeño utilizó el fragmentarismo vanguardista para rebatir
un 90 por ciento de mujer y sólo 10 por ciento de hombre, el credo modernista de Darío y plantear la noción de que el
pero primando en su apariencia esta última calidad, a poema se reduce a un racimo de metáforas desperdigadas a
consecuencia de su ímpetu combativo. Y así debe ser” lo largo de la página en blanco.
(Hidalgo, 1937, p.
24). El poeta peruano, en Simplismo, asimila las ideas del
pensador alemán y se distancia de toda racionalidad
sustentada en el empleo de cualquier método cientificista:
“soy enemigo de lo metódico” (1925, p. 5). Luego desarrolla