San Benito
San Benito
San Benito
CREDO
Creo en Dios Padre, Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en
Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del
Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó
de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre
todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el
Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los
pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
ORACIÓN
Padre Eterno, en unión con tu Divino Hijo y el Espíritu Santo, y a través del
Inmaculado Corazón de María, yo te suplico que destruyas el poder de tus más
grandes enemigos: los espíritus malignos. Arrójalos a lo más profundo del infierno
y déjalos ahí por toda la eternidad.
Oh! Padre Eterno, concédenos el Reino del Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María. Yo repetiré esta oración por puro amor, con cada latido de mi
corazón y en cada uno de mis suspiros. Amén.
(Si se desea, se puede rezar también una Salve).
ORACIÓN DE PETICIÓN
Te saludamos con filial afecto, Oh glorioso Padre San Benito, obrador de
maravillas, cooperador de Cristo en la obra de salvación de las almas. ¡Oh Patriarca
de los monjes! Mira desde el cielo la viña que plantó tu mano. Multiplica el número
de tus hijos, y santifícalos. Protege de un modo especial a cuantos nos ponemos
con filial cariño bajo tu amparo y protección. Ruega por los enfermos, por los
tentados, por los afligidos, por los pobres, y por nosotros que te somos devotos.
Alcánzanos a todos una muerte tranquila y santa como la tuya. Aparta de nosotros
en aquella hora suprema las acechanzas del demonio, y aliéntanos con tu dulce
presencia. Ahora consíguenos la gracia especial que te pedimos (……).
Oh! Padre Eterno, te suplico que destruyas el poder de tus más grandes enemigos:
los espíritus malignos. Arrójalos a lo más profundo del infierno y déjalos ahí para
siempre. Amén.