Oraciones
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GLORIA (3 VECES)
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre por los
siglos de los siglos. Amen
SALVE (3 VECES)
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve. A
Tí clamamos los desterrados hijos de Eva, a Tí suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de
lágrimas. Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y
después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh, clemente, oh
piadosa, oh dulce Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos
dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
3 CLAVOS
Me persigno con los tres clavos y me abrazo de la cruz,
Cruz Santa, Cruz Digna, Cruz Divina. Yo te alabo y te bendigo por el Señor que murió en ti.
No dejes llegar cosas malas junto de mí. Que la Cruz y la Corona vayan siempre delante de mí,
y muevan los corazones que estén en contra de mi. Cristo vive, Cristo reina, Cristo
de todos mis enemigos me defienda. El Padre me libre, el Hijo
me guarde y el Espíritu Santo por nosotros hable. Ave María Purísima, sin pecado concebida.
Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar.
Amén.
CREDO
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo
invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos
los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no
creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros lo
hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de
María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio
Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y
está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre
y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso
que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y
la vida del mundo futuro. Amén.
JUSTO JUEZ
Divino y Justo Juez de vivos y muertos, eterno sol de justicia, encarnado en el casto vientre de la
Virgen María por la salud del linaje humano. Justo Juez, creador del cielo y de la tierra y muerto
en la cruz por mi amor.
Tú, que fuiste envuelto en un sudario y puesto en un sepulcro del que al tercer día resucitaste
vencedor de la muerte y del infierno. Justo y Divino Juez, oye mis súplicas, atiende a mis ruegos,
escucha mis peticiones y dales favorable despacho.
Tu voz imperiosa serenaba las tempestades, sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos
como Lázaro y al hijo de la viuda de Naim.
El imperio de tu voz ponía en fuga a los demonios, haciéndoles salir de los cuerpos de los
poseídos, y dio vista a los ciegos, habla a los mudos, oído a los sordos y perdón a los pecadores,
como a la Magdalena y al paralítico de la piscina.
Tú te hiciste invisible a tus enemigos, a tu voz retrocedieron cayendo por tierra en el huerto los
que fueron a aprisionarte y cuando expirabas en la Cruz, a tu poderoso acento se estremecieron
los orbes.
Tú abriste las cárceles a Pedro y le sacaste de ellas sin ser visto por la guardia de Herodes. Tú
salvaste a Dimas y perdonaste a la adúltera. Suplícote, Justo Juez, me libres de todos mis
enemigos, visibles e invisibles: la Sábana Santa en que fuiste envuelto me cubra, tu sagrada
sombra me esconda, el velo que cubrió tus ojos ciegue a los que me persiguen y a los que me
deseen mal, ojos tengan y no me vean, manos tengan y no me tienten, oídos tengan y no me
oigan, lengua tengan y no me acusen y sus labios enmudezcan en los tribunales cuando intenten
perjudicarme.
¡Oh, Jesucristo Justo y Divino Juez!, favoréceme en toda clase de angustias y aflicciones, lances
y compromisos y haz que al invocarte y aclamar al imperio de tu poderosa y santa voz
llamándote en mi auxilio, las prisiones se abran, las cadenas y los lazos se rompan, los grillos y
las rejas se quiebren, los cuchillos se doblen y toda arma que sea en mi contra se embote e
inutilice.
¡Oh, Justo Juez, Hijo del Eterno Padre, que con Él y con el Espíritu Santo eres un solo Dios
verdadero! ¡Oh Verbo Divino hecho hombre! Yo te suplico me cubras con el manto de la
Santísima Trinidad para que libre de todos los peligros y glorifiquen tu Santo Nombre.
Amén.
YO CONFIESO
Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de
pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso
ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que
intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén.
MAGNIFICA
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha
mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque
el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus
fieles de generación en generación. El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de
corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma
de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la
misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia
por siempre. (Gloria)
Hombre mío, hombre tuyo no, hombre siervo, criatura de dios sí; si de la trece palabras de san
Juan retornado quiero que me diga la número uno: Bien te la digo porque muy bien me la se la
uno es la casa santa de Jerusalén en donde Cristo entro amen.
Hombre mío hombre, hombre tuyo no, hombre siervo criatura de dios si, si de las trece palabras
de San Juan retornado quiero que me diga la número dos: Bien te la digo porque muy bien me la
se: las dos son la dos tablas de Moisés amen.
Hombre mío, hombre tuyo no, hombre siervo criatura de dios sí; si de las trece palabras de san
Juan retornado quiero que me diga la número tres: Bien te la digo porque muy bien me la se la
tres: Son los tres clavos con que clavaron de pies y manos a Nuestro Señor Jesucristo Amen.
Hombre mío hombre tuyo no hombre siervo criatura de dios sí; si de las trece palabras de san
Juan retornado quiero que me diga la número cuatro: Bien te la digo porque muy bien me la se:
la cuatro son los cuatro evangelios de Nuestro Señor Jesucristo Amén.
Hombre mío hombre tuyo no hombre siervo criatura de dios sí; si de las trece palabras de san
Juan retornado quiero que me diga la número cinco: Bien te la digo porque muy bien me la se:
La cinco son las cinco llagas inferidas del martirio que los Judíos hicieron en el cuerpo de
Nuestro Señor Jesucristo Amen.
Hombre mío hombre tuyo no hombre siervo criatura de dios sí; si de la trece palabras de san Juan
retornado quiero que me diga la número seis: Bien te la digo porque muy bien me la se: La seis
son la seis mil luces que las vírgenes llevaban para alumbrar el santo sepulcro donde depositaron
los despojos de Nuestro Señor Jesucristo Amen.
Hombre mío hombre tuyo no hombre siervo criatura de dios sí; si de las trece palabras de san
Juan retornado quiero que me diga la número siete: Bien te la digo porque muy bien me la se: La
siete son los siete cabrillos que alumbran el firmamento Amén.
Hombre mío hombre tuyo no hombre siervo criatura de dios sí; si de las trece palabras de san
Juan retornado quiero que me diga la número ocho: Bien te la digo porque muy bien me la se: La
ocho son las ocho voces de lamento que tuvo Jesús en el Santo Madero de la Cruz Amen.
Hombre mío hombre tuyo no hombre siervo criatura de dios sí; si de las trece palabras de san
Juan retornado quiero que me diga la número nueve: Bien te la digo porque muy bien me la
se: La nueve son los nueve meses que la virgen María tuvo en su vientre a Nuestro Señor
Jesucristo Amen.
Hombre mío hombre tuyo no hombre siervo criatura de dios sí; si De las trece palabras de san
Juan retornado quiero que me la diga la número diez: Bien te la digo porque muy bien me la se:
La diez son los diez mandamientos de la ley de Dios Amén.
Hombre mío hombre tuyo no hombre siervo criatura de dios sí; si De las trece palabras de san
Juan retornado quiero que me diga la número once: Bien te la digo porque muy bien me la se: La
once son las once mil vírgenes que acompañaron a Jesús en pasión y muerte Amen.
Hombre mío hombre tuyo no hombre siervo criatura de dios si, si de las trece palabras de san
Juan retornado quiero que me diga la número doce: Bien te la digo porque muy bien me la se:
Las doce son los doces apóstoles que comieron con Jesús en la santa cena Amen.
Hombre mío hombre tuyo no hombre siervo criatura de dios sí; si de las trece palabras de san
Juan retornado quiero que me diga la número trece: Bien te la digo porque muy bien me la se: la
trece son trece mil rayos tiene el sol, trece mil luces tiene la luna por trece mil reviéntese el
hombre perro que responda por mi sea hombre o mujer todos mi enemigos vengan mansos ante
mis pies así como Jesucristo fue al pie de la cruz Amen.
Unido espiritualmente al Hijo y al Espíritu Santo me uno directamente a Vos, Padre Celestial,
creador del cielo y de la tierra.
ACTO DE CONTRICIÓN
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y
me pesa de todo corazón, porque con ellos ofendí a un Dios tan bueno.
Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de
conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén
ALABANZAS A DIOS
Espíritu divino, ven a mi alma. Poséela y elévala en alabanza al Padre. Ora en mi? y alábalo en
mi?. Dios mío, creador mío, redentor mío, te alabo, te bendigo, te doy gracias. Solo tu? eres
Santo, solo tu? eres digno de toda alabanza. Te doy gracias por mi vida, por mis alegrías, por mis
tristezas. Todo te lo debo a ti y todo es para ti. Te alabo con mis manos, con mi voz y con mi
vida. Solo a ti quiero adorarte, bendecirte, alabarte. Que mi vida sea una alabanza agradable en tu
presencia. Que el perfume de mi alabanza llene tu Iglesia y la embellezca. Esto es lo más grande
que te puedo dar. Acéptalo Señor.
Amén
SALMO 91
El que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente., Diré yo á Jehová:
Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en él confiaré. Y él te librará del lazo del cazador: De la
peste destruidora. Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro: Escudo y
adarga es su verdad. No tendrás temor de espanto nocturno, Ni de saeta que vuele de día; Ni de
pestilencia que ande en oscuridad, Ni de mortandad que en medio del día destruya. Caerán á tu
lado mil, Y diez mil á tu diestra: Mas á ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás, Y verás la
recompensa de los impíos. Porque tú has puesto á Jehová, que es mi esperanza. Al Altísimo por
tu habitación, No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada. Pues que á sus ángeles mandará
cerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, Porque tu pie no
tropiece en piedra. Sobre el león y el basilisco pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón.
Por cuanto en mí ha puesto su voluntad, yo también lo libraré: Pondré en alto, por cuanto ha
conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé: Con él estaré yo en la angustia: Lo
libraré, y le glorificaré. Lo Saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salud.
SALMO 23
Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará yacer: Junto á
aguas de reposo me pastoreará Confortará mi alma; Guiárame por sendas de justicia por amor de
su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno; porque tú estarás
conmigo: Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezarás mesa delante de mí, en
presencia de mis angustiadores: Ungiste mi cabeza con aceite: mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida: Y en la casa de
Jehová moraré por largos días.
Oh mi precioso Jesús, sostenme en tus brazos y permite que mi cabeza descanse sobre Tus
hombros para que así me levantes a Tu glorioso Reino cuando sea el momento adecuado.
Permite a Tu preciosa Sangre que fluya sobre mi corazón para que podamos estar unidos como
uno solo. Amén
Dios mío soy uno de los mortales que tal vez tenga más imperfecciones y tenga poca luz; pero
comprendiendo que vos sois tan misericordioso y deseando andar en el buen camino,
arrepintiéndome de mis malos pasos dados, te pido tengas piedad de mí.
Comprendo Dios mío, que de tu grandeza todo se espera, y que por más imperfectos que seamos,
aun así, no nos abandonas y siempre nos tiendes tu mano misericordiosa. Por eso elevo a ti mi
pensamiento, para que me concedas, como pan de mi hogar, la paz; para los humildes, la paz;
para que se sum icen los tiranos, la paz.
Que en nuestro cerebro brille la estrella de la paz, y que fortalecidos por la sublimidad de tu
amor, bebamos en la misma fuente y arrepentidos de nuestras faltas, solo paz, tranquilidad y
armonía podamos compartir en nuestro hogar, y transportemos al mundo de lo bello nuestros
humildes espíritus.
Oh!, paz sagrada! fortalece nuestra alma con tus buenos efluvios, y no nos abandones. Te pido,
fortalezcas a todos los miembros de mi familia, para que paz y solo paz reine en mi humilde
hogar.
Oh, Jesús, tuque nos enseñaste y practicaste la paz por este mundo, consérvame en armonía con
mi familia, y dale paz y tranquilidad a mi atribulado espíritu encarnado, para que esa misma paz
sea esparcida en mi hogar.
Amen
Dios derrame de su paz, amor, tranquilidad sobre tu vida y cada musculo de tu cuerpo y mente
sean sometidos a la voluntad y dirección de Dios, tú corazón sea restaurado y tengas la libertad
que cristo te da para llevar a bien la relación actual con el ahora tu socio en el nombre de Jesús
Amen y Amen.
Torna tu vista, Dios mío, hacia esta infeliz criatura no me des mi sepultura entre las olas del mar.
Dame la fuerza y valor para salvar el abismo, dame gracias por lo mismo, que es tan grande tu
bondad.
Si yo, cual frágil barquilla, por mi soberbia halagado, el mar humano he cruzado, tan sólo tras el
placer; déjame, Señor, que vuelva a pisar el continente, haciendo voto ferviente de ser cristiano
con fe.
Si yo con mi torpe falta me he mecido entre la bruma desafiando la espuma que levanta el
temporal, te ofrezco que en adelante no tendré el atrevimiento de ensordecer el lamento de aquel
que sufre en el mal.
Y si siguiendo mi rumbo he tenido hasta el descaro de burlarme de aquel faro que puerto me
designó; yo te prometo, Dios mío no burlarme de esa luz que brilla sobre la cruz por el hijo de tu
amor.
¡Oh! Tú, Padre de mi alma, que escuchas al afligido y me ves arrepentido de lo que mi vida fue.
Sálvame, Dios mío, sálvame y dame antes que dé cuenta, para que yo me arrepienta el tiempo
preciso. Amén
PLEGARIA DEL AGRADECIDO
Dios infinitamente bueno, que vuestro nombre sea bendito por los bienes que me habéis
concedido; sería indigno de ellos si los atribuyese a la casualidad de los acontecimientos o a mi
propio mérito. Buenos Espíritus, que fuisteis ejecutores de la voluntad de Dios y a vos sobre
todo, mi ángel guardián, os doy las gracias. Alejad de mí el pensamiento de enorgullecerme y de
hacer de ello un uso que no sea para el bien.
FIN DE LA CEREMONIA
Agradecemos a los buenos Espíritus que han querido venir a comunicarse con nosotros, y les
rogamos que nos ayuden a poner en práctica las instrucciones que nos han dado, y que hagan
que al salir de aquí, cada uno de nosotros se sienta fortificado en la práctica del bien y del
amor al prójimo. Deseamos, igualmente que estas instrucciones sean provechosas a los Espíritus
que sufren, ignorantes o viciosos que hayan asistido a esta reunión y sobre las cuales imploramos
la misericordia de Dios.
MANO PODEROSA
(1)
Aquí vengo con la Fe de un alma cristiana a buscar la misericordia en situación tan angustiosa
para mí. No me desampares, y la puerta que se abra sea tu mano poderosa que quiera abrirse en
mi camino, sea tu mano poderosa, la que la cierre para no entrar en ella, si no me conviene o
me la dejes abierta si ha de volver mi tranquilidad tanto tiempo deseado. A tus pies dejo esta
suplica, que te hace un alma obligada por el destino a grandes sufrimientos que ya no puede
combatir, si tu mano poderosa no detiene la ley de la razón. ( aquí se dice la petición) Dios mío,
perdona los desaciertos que he cometido yo durante esta existencia, la cual llevo de frente,
dame fuerzas para sortear las situaciones de mi vida, Y tiende tu Mano Poderosa sobre todos mis
asuntos. Amén!.
(2)
Casa de Jerusalén, donde Cristo entró y el mal al punto salió, entrando al instante el bien. Yo
pido a Jesús: que el mal se vaya de (tu nombre o el de otra persona) y venga el bien y sanación
para él (ella) por esta Santa Oración y por Cristo nuestro Señor. (Ahora decir con mucha fe
y esperanza el deseo difícil). Después de pedir lo que se desea conseguir, se dice así: Aquí
vengo con la fe de un alma cristiana, a buscar tu misericordia en situación tan angustiosa para
mí. No me desampares, y la puerta que quiera abrirse en mi camino, sea tú Mano Poderosa
la que me la cierre para no entrar en ella si no me conviene, o me la dejes abierta si ha de
volver mi tranquilidad tanto tiempo deseada. A tus pies dejo esta súplica, que te hace un
alma obligada por el destino a grandes sufrimientos, que ya no puede combatir si tu mano
poderosa no detiene la ley de la razón. Dios mío, perdona los desaciertos que yo he cometido
durante esta existencia, la cual llevo de frente; dame fuerzas para soportar la amargura de esta
vida, las amarguras de mi vida. Así sea. + Rezar tres Padrenuestros y tres Glorias.