Carola Urrutia Sulantay 2011
Carola Urrutia Sulantay 2011
Carola Urrutia Sulantay 2011
La moderna crítica literaria aplicada por los exégetas de la Iglesia Católica ha permitido
profundizar enormemente en las cuestiones sobre los Evangelios. Las herramientas de
las que disponemos son la crítica científica: crítica de las fuentes, crítica de la forma
literaria, crítica redacciones y crítica de las tradiciones. A continuación se exponen las
conclusiones estudiadas hoy en día en las facultades de teología.
Se conocen como "Evangelios Sinópticos" los de Marcos, Mateo y Lucas porque tienen
el mismo esquema y parten de una triple tradición común: la famosa "Fuente Q" que
narraba la predicación de Jesús pero no incluía la Pasión, las tradiciones orales de los
testigos y los logia o colecciones de escritos sobre las palabras de Jesús. Ambas
fuentes se perdieron, desgraciadamente para nosotros.
Evangelio de Marcos
Fecha, idioma y lugar: Marcos escribió su evangelio, el primero de los sinópticos, hacia
el año 50-60. El idioma utilizado fue el griego. Desde Clemente de Alejandría es tradición
situar el lugar de composición en Roma.
Destinatarios: Marcos escribió para cristianos provenientes del mundo pagano, por lo
que no presta demasiado interés a las cuestiones de la Ley Mosaica, que no interesan a
sus lectores y sí pone cuidado en explicar las costumbres judías, que sus lectores
desconocen y por ello precisan de una explicación.
Fuentes: Marcos debió escribir su evangelio basándose en relatos de los Apóstoles y
testigos presenciales de los hechos que describe. Además, según una tradición antigua,
se apoyó en material de primera mano que circulaba desde la muerte de Jesús y que
contenía las enseñanzas de Cristo y sus palabras: la tradición oral de los testigos y los
famosos logia.
Evangelio de Mateo
Fecha, idioma y lugar: Mateo escribió su evangelio en su forma primitiva hacia los años
60-70 y su redacción definitiva se hizo hacia el año 80, probablemente por un discípulo.
El idioma empleado fue el arameo, la lengua utilizada por los judíos que vivían en
Palestina. Se piensa que probablemente fue escrito en Siria, donde había mayor número
de judíos cristianizados.
Destinatarios: Los judíos cristianizados, por lo que no explica las costumbres judías que
sus lectores se sabían de memoria ni traduce los vocablos hebreos. Además hay varias
referencias al Antiguo Testamento y a la Ley Mosaica.
Fuentes: Mateo tomó el 50% del material de su evangelio de Marcos y la parte restante
de la Fuente Q y de los logia y las tradiciones orales. El relato de la infancia de Jesús no
aparece en la Fuente Q ni en Marcos, por lo que Mateo tuvo aquí, y en otras partes de su
evangelio, una fuente desconocida.
Comentario: Mateo escribió en arameo, la lengua que utilizaban los judíos, porque es un
evangelio destinado al pueblo de Israel. Sus escritos complementan y abarcan más que
los de su predecesor Marcos, pero siguen el mismo esquema. Aproximadamente Mateo
tomó la mitad del material de Marcos abreviando la narrativa. Y el 25% de su evangelio
coincide casi exactamente con el de Lucas, precisamente en las palabras de Jesús ya
que ambos utilizan la Fuente Q. Es un evangelio construido de manera sistemática y
ordenada, con una estructura basada en cinco bloques o discursos con un claro interés
didáctico y teológico que se muestra en el interés de Mateo por la doctrina de Jesús
Evangelio de Lucas
Autor: Lucas es, probablemente, el médico sirio que cita Pablo y que acompañó al
Apóstol en su viaje a Roma. Lucas escribió su evangelio conjuntamente con los Hechos
de los Apóstoles que primitivamente formaban una obra única. No es testigo presencial
de lo que narra en su evangelio pero sí de lo que narra en los Hechos. En Roma Lucas se
encontró con Pedro y fue testigo de la evangelización de los dos Apóstoles en la Urbe.
Es el único de los cuatro evangelistas que no es judío.
Fuentes: Lucas utiliza el 70% del material de Marcos y dispone de fuentes propias,
exclusivas, además de la Fuente Q, de las tradiciones orales y de los logia. así, para
componer su relato de la infancia de Jesús, probablemente la fuente fuera la misma
virgen María, como parece intuirse leyendo el texto. Los estudiosos llaman a esta fuente
original de Lucas "Fuente L" y probablemente sea la fuente más antigua de todas las
involucradas en la composición de los Evangelios, aunque no sabemos si se trató de
una fuente oral o escrita.
Evangelio de Juan
Autor: Juan Zebedeo, el más joven discípulo al que Jesús cariñosamente apodaba "el
hijo del trueno".
Fecha, idioma y lugar: Juan escribió su Evangelio después del año 95. El idioma
utilizado fue también el griego. El lugar parece claro: la isla de Patmos a la que el apóstol
había sido desterrado por Domiciano.
Esta pregunta es una cuestión fascinante para los que estudiamos la Historia, aunque en
realidad ni quitaría ni añadiría nada nuevo a la doctrina de los escritos. Tan sólo es una
mera curiosidad científica de esas que tanto nos gustan. Sobre la fecha de composición
de los evangelios hay muchas dudas y casi todas son razonables. La Iglesia en los
documentos del Concilio Vaticano II dejó muy claro que las fechas, e incluso los autores
no están demostrados que sean los que parecen y que por ello sólo es fiable que fueron
creados fruto de la inspiración de Dios, como así fue, ya que reflejan el Mensaje de
Cristo en su plenitud y por ello son Palabra de Dios.
Conocemos fechas aproximadas: Marcos entre los años 50-60, Mateo 60-70, Lucas 70-80
(estos tres son los evangelios sinópticos) y el de Juan a partir del 95. Pero son sólo
aproximaciones, ya que la fecha exacta es un misterio. Hay muchas interpretaciones,
cada historiador tiene la suya, la mía es ésta:
La Buena Nueva salió de Jerusalén llevada por los discípulos de Cristo, los cristianos
"de primera generación" expandiéndose rápidamente por todo Israel primero y hacia el
norte seguidamente, hacia la costa del Mediterráneo oriental cuya población estaba
completamente helenizada y que se convirtió en una magnífica cantera de cristianos "de
segunda generación", es decir, de cristianos que no fueron testigos presenciales pero
que tuvieron un testimonio de primera mano sobre lo ocurrido. Como por ejemplo Lucas,
el médico sirio que se convirtió rápidamente, en cuanto la Buena Nueva llegó a Siria.
Lucas es el cristiano "de segunda generación" por excelencia: no es judío, sino un
gentil, con formación intelectual suficiente, criado en un ambiente absolutamente
helenizado que rinde culto a las artes y a las letras. Es en esta zona costera de lo que
hoy es Turquía y Siria, que entonces era una de las zonas más cultas del planeta e
impregnada de cultura griega hasta los tuétanos donde se va a desarrollar la Iglesia
cristiana primitiva, a la que Pablo dedicará sus mayores y más fructíferos esfuerzos.
Pues bien, a mí me resulta muy difícil de creer que en los años en los que se supone que
Lucas escribió su Evangelio junto con el libro de los Hechos de los Apóstoles, no
hubiera ya una completa literatura cristiana, al menos en esta zona helénica.
Posiblemente en Israel hubiera mucha menos documentación, pero en la "zona griega"
lo más común era ponerlo todo por escrito, y una pieza clave es que de los cuatro
evangelios tres son escritos en griego originalmente, lo que demuestra la importancia de
esta zona. Así pues, creo que lo más sensato es pensar que en la época en la que se
escribieron los evangelios sinópticos había varias recopilaciones de textos que narraban
la vida de Jesús. Estos textos perdidos (o tradiciones orales no puestas por escrito) hoy
los conocemos como los logia y la Fuente Q y fueron la fuente común que inspiró los
evangelios de Marcos, Mateo y Lucas: los evangelios sinópticos que siguen el mismo
esquema de composición. Desafortunadamente no conocemos esas fuentes que sin
duda fueron escritas o transmitidas por testigos presenciales de los hechos, ni tampoco
conocemos si concretamente hubo un llamado "proto-evangelio" escrito en arameo
recopilando los testimonios de los apóstoles, aunque textos sobre Jesús debían circular
y no pocos, ya que la misión evangelizadora requería el soporte de la correspondencia
escrita tal y como demuestra Pablo y demás escritores de los primeros años. También es
muy posible que cada apóstol tuviera sus propios documentos o "memorias"
recopiladas por alguno de sus discípulos, por lo que es fácil imaginar que sí hubo
producción literaria, como demuestra sin lugar a dudas un hecho: que no sepamos en
realidad cuántas fuentes fueron utilizadas para la redacción de los evangelios
sinópticos, si dos, cuatro o una docena, porque más de una fuente al menos es algo
demostrado por todos los análisis de comentario de texto realizados a lo largo de siglos
de investigación. Literatura cristiana de los primeros tiempos hay más de la oficialmente
reconocida por la Iglesia como canónica (la que forma el Nuevo testamento). Hay varios
evangelios que no han sido incluidos en el canon (canon significa norma) por distintas
razones, lo cual no supone que no sean textos de gran interés. Producción literaria hubo
bastante y pensar lo contrario es cerrar los ojos ante la realidad no sólo del cristianismo,
sino del mundo en el que se desarrolló.
Lo que sabemos es que el evangelio de Marcos pudo ser redactado en su forma
definitiva (esto es importantísimo, ya que es muy posible que todos los evangelios
circularan escritos años antes de su redacción definitiva o "última edición del autor")
entre los años 50 al 60 de nuestra era, es decir, 20 años después de la muerte y
resurrección de Cristo (la Pasión) y que este evangelio junto al de Mateo, redactado en
su forma definitiva entre los años 60-70 de nuestra era, y al de Lucas, redactado en su
forma definitiva entre los años 70-80 de nuestra era, utilizaron una serie de fuentes
comunes: los logia o conjunto de escritos sobre la vida de Jesús y la enigmática Fuente
Q. ¿Cuándo se escribieron los logia? evidentemente antes, bastante antes del año 50
porque no puedo creer que en el año 40, diez años después de la Pasión, no existieran
varias colecciones de escritos narrando los acontecimientos. ¿Cuántos eran? nunca lo
sabremos, pero que existieron es algo fuera de duda. ¿Quién los escribió? Si hablamos
de escritos de antes del año 50 es indudable que fueron escritos o dictados por testigos
presenciales, es decir, cristianos" de primera generación" como los propios apóstoles y
demás fieles. Hace años mi abuelo me narraba sus experiencias en la Guerra Civil
Española de 1936-1939. Mi abuelo fue testigo presencial y partícipe de los hechos que
me narraba, un testigo "de primera generación" y yo, que recopilé sus recuerdos en mi
memoria pertenezco a la "segunda generación de transmisión", esa generación que no
ha vivido los hechos pero cuyas fuentes son de primera mano, como en el caso de
Lucas. Si yo no hubiera conocido a mi abuelo y sus experiencias me hubieran sido
transmitidas por mis padres yo pertenecería a la "tercera generación de transmisión" y
mis datos estarían condicionados por aquello que mis padres hubieran creído oportuno
añadir o quitar a la historia de mi abuelo. Probablemente dentro de cuatro o cinco
generaciones mis tataranietos contarán una historia sobre mi abuelo que éste no podría
reconocer, porque es obvio que en cada eslabón de transmisión los hechos van
deformándose aunque no se pretenda. Por ello es tan importante el testimonio de Lucas
sobre la infancia de Cristo cuando comenta que la Virgen María "guardaba todos esos
recuerdos en su corazón". Lucas no vio al niño Jesús gatear por la carpintería de José,
pero María, su madre, sí y lo más probable es que fuera ella misma la que se lo contara a
Lucas, por lo que el testimonio del médico-evangelista es un auténtico tesoro.
Es evidente que la fascinante personalidad de Juan, que se revela con completa nitidez
en su evangelio y en el libro del Apocalipsis, eran del agrado de Jesús, ya que la
radicalidad del mensaje de Juan encaja perfectamente con el absoluto grado de
disponibilidad que Jesús exige y que el Apóstol dio a su Maestro sin dudar.
La política para hacer frente a la pobreza mediante el desarrollo ha tenido muy buenos
resultados.
El gobierno chino ha llevado a cabo una lucha a gran escala contra la pobreza de una
manera organizada y planeada durante las dos últimas décadas y, para este propósito, ha
reunido recursos humanos, materiales y económicos y ha movilizado a todos los sectores de la
sociedad.
Además de aumentar la inversión para mejorar la producción y las condiciones de vida en las
áreas azotadas por la pobreza, China también ha prestado mucha atención a la protección
medioambiental y al desarrollo sostenible. Simultáneamente, el gobierno chino ha estudiado
con profundidad métodos para reducir la pobreza de otros países y ha buscado incesantemente
la cooperación con organizaciones internacionales desde los años 90.
El Banco Mundial, el socio internacional más importante en la lucha de China contra la pobreza,
ha proporcionado casi 35.000 millones de dólares a los 220 proyectos llevados a cabo en el
país durante los últimos 20 años.
Una gran proporción de los fondos se asignarán a las provincias interiores de China, a las
áreas urbanas y rurales pobres, y a proyectos medioambientales y a los sectores sociales.
Además, la transformación social cambiará las opiniones y estilos de vida de la gente, lo que
provocará problemas sociales. Esperemos que no se nos estrellen.