Jung-Obra Completa Vol. 18-2 - La Vida Simbólica II
Jung-Obra Completa Vol. 18-2 - La Vida Simbólica II
Jung-Obra Completa Vol. 18-2 - La Vida Simbólica II
18/2
EDITORIAL TROTTA
LA WDA SIMBOLICA
Escritos diversos
EDITORIAL T R O T T A
La edici6n de esta obra se ha realizado con la ayuda de Pro Helvetia,
Fundacion suiza para la cultura, y de Stiftung der Werke von C.G. Jung
DISERO DE COLECCION
GALLEGO & PEREZ-ENCISO
ISBN: 9 7 8 - 8 4 - 8 1 6 4 - 2 9 8 - 8 (obra completa, edici6n en rbstica)
ISBN: 9 7 8 - 8 4 - 9 8 7 9 - 0 8 2 - 5 (volumen 18/2, edici6n en rbstica)
DEPOSIT0 LEGAL: S - 6 6 7 / 2 0 0 9
IMPRESION
G-ICAS VARONA, S.A.
CONTENIDO
VII
Cartas sobre la sincronicidad .................................................... 63
A Markus Fierz (1950. 1954)........................................ 63
A Michael Fordham (1955)................................................ 69
El futuro de la parapsicologia (1960) ........................................ 71
VIII
CONTENIDO
XI1. P S I C O L O G
Y ~RELIGION (OC 11)
I
.
Sobre el libro de Jung Respuesta a Job (1952) ..........................
((Religi6n y psicologia). Una respuesta a Martin Buber (1952) ...
Discurso durante la entrega del ac6dice Jungn (1953)...............
I Carta a1 padre Bruno de Jes6s.Maria. O.C.D. (1953) ...............
I
Carta a1 pastor William Lachat (1954) ......................................
Sobre la resurrecci6n (1954) .....................................................
Sobre el libro de Karl Eugen Neumann Die Reden Gotamo
1 Buddhos (1955) ..................................................................
Prdlogo a1 libro de Froboese-Thiele Triiume. eine Quelle religioser
I Erfahrung? (1957) ..............................................................
Jung y la fe religiosa (1956-1957) .............................................
LA V l D A S l M B d L l C A
Resefia del libro de Heyer Der Organismus der Seele (1933) .... 367
Resefia del libro de Heyer Praktische Seelenheilkunde (1936)... 369
Sobre el Rosarium philosophorum (1937) ................................. 372
Pr6logo a una revista india de psicoterapia (1955) ................... 376
Sobre 10s dibujos en el diagn6stico psiquigtrico (1959)............. 377
XVI. SOBREEL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD (OC 17)
* Aunque el propio Jung no 10s registr6, publicamos estos breves reshmenes como
trabajos preliminares a1 libro Transfomaciones y simbolos de la libido (1911/1912),
cuya versidn revisada se titula Simbolos de transformacidn (1952, OC 5). El epistolario
FreudIJung contiene alusiones a textos anteriores, como la aconferencia de Herisauz, que
se ha perdido (193 J, secci6n 3) y que Freud somete a una critica detallada en 199aF.
(N. de 10s E.)
Los dos textos de esta seccidn estin traducidos directamente del original alemin.
(N. del 'E)
1077 Discusi6n"". C. G. Jung: El concept0 de ambivalencia es proba-
blemente un valioso enriquecirniento de nuestro vocabulario. En
lo mismo puede estar lo contrario. En latin, altus significa tanto
<<alto,corno <<profundo),.El dolor puede provocar placer. Por tan-
to, no se trata de dos fen6menos sucesivos, sino de dos fen6menos
mezclados, que se dan a la vez. A Jung no le gusta la frase: <<La
arnbivalencia es lo irnpulsor~.No es probable que lo sea; la am-
bivalencia es lo formal que encontramos por doquier. Freud ha
mencionado muchos ejemplos de la historia del lenguaje. Tambitn
las palabras rnodernas tienen ambivalencia, por ejemplo sacre'***,
luge (irlandts) = sa contra to^^'"'**; bad (<<malo,)
en inglts) = bat =
bass (medio alto alemiin) = gut (c<buenosen alemiin). A1 pasar
la palabra de una lengua a otra, su significado se ha convertido
en su contrario. El suefio se sirve tanto de la sernejanza como de
la oposici6n. De las posibilidades de semejanza, el contraste es la
rniis pr6xima. Jung tuvo este suefio: Soy u n hombre pequerZo con
barba, no llevo gafas, y ya no soy joven. Todo a1 revts. A la hora
* Esta discusi6n se refiere a una conferencia de Franz Riklin titulada <La "omni-
potencia de 10s pensamientos" en la neurosis obsesiva~~,
que a1 parecer no se ha publica-
do jamis.
CONTRIBUCIONES AT, SIMBOLISMO*
* Los dos textos de esta seccidn estin traducidos directamente del original ale-
rnin. (N. del T.)
I. ADAPTACION
9
b) o la perturbaci6n se basa en una adaptaci6n preferente
a lo interior.
1089 TambiCn la adaptaci6n a la condici6n interior puede estar per-
turbada de dos maneras:
a) mediante una adaptaci6n exclusiva a lo exterior o
b) mediante el olvido de lo exterior en beneficio de la adap-
taci6n a lo interior.
lo90 C. Sobre la energe'tica de la adaptacibn. Estas reflexiones con-
ducen a la energttica de 10s procesos de adaptaci6n. Si la libido
invertida en una funci6n no puede ser compensada mediante el
ejercicio de esa funcibn, la libido se estanca hasta que alcanza un
valor que supera a1 del pr6ximo sistema. Entonces comienza una
compensaci6n porque hay un potencial. Es como si la energia flu-
yera a otro sistema. Asi pues, si no se consigue la adaptaci6n a lo
interior, la libido destinada a ello se estanca y empieza a retroce-
der del sistema de la adaptaci6n interior a1 sistema de la adapta-
ci6n exterior, de mod0 que caracteres de la adaptaci6n interior
se ven arrastrados a la adaptaci6n exterior, es decir: se producen
fantasias en la relaci6n con el mundo exterior real; cuando, a la
inversa, el sistema de la adaptaci6n exterior fluye a1 sistema de
la adaptaci6n interior, 10s caracteres de la adaptaci6n exterior (las
cualidades de la funci6n real) son arrastrados a lo interior.
1091 D. La adaptaci6n en el ana'lisis. La adaptaci6n en el andli-
sis es una cuestidn particular. Segiin ensefia la experiencia, du-
rante el an6lisis lo m6s importante es el an6lisis mismo (si no
se dan circunstancias acuciantes). Esto no es un precept0 moral
(<<Elan6lisis debe ser lo mis importanten), sino que la experiencia
habitual muestra que el andlisis es el protagonista. Por tanto, la
actuaci6n m6s importante es adaptarse a1 anglisis, que para uno
est6 representado por la persona del mtdico y para el otro por
la <<ideaanalitica,. Esto sucede para garantizar la confianza: el
primero, que a priori desconfia inconscientemente de 10s demgs,
intenta antes que nada asegurarse de la personalidad del medico;
el segundo, que quiere averiguar si su mttodo de pensamiento
es de fiar, intenta antes que nada comprender las ideas funda-
mentales.
1092 Naturalmente, en el curso del andisis el primer0 ha de obtener
la comprensi6n de la idea, y el segundo la confianza en la perso-
nalidad.
1093 Se suele creer que, una vez que la adaptaci6n ha llegado tan
lejos, el an6lisis ha alcanzado su final prictico, pues se supone que
este equilibrio personal en la persona y en la cosa es la exigencia
esencial. No hay nada que objetar a priori contra esta tesis.
D O S ESCRITOS SOBRE P S I C O L O G ~ AA N A L ~ T I C A
* Todos 10s textos de esta secci6n estin traducidos directamente del original ale-
min, salvo 10s correspondientes a 10s §$ 1165-1167 y 1208-1222, que estin traducidos
del original inglts. (N.
del T.)
PROLOGOS AI, LIBRO DE JUNG SOBRE LA ENERGETICA
PS~QUICA Y LA ESENClA DE LOS SUENOS*
" E l titulo de la primera edici6n de este libro es Sobre la energe'tica del alma y
otros tratados psicol6gicos; OC 8,l.
*" Una colecci6n dirigida por Jung. Viase infra, 1825.
+a+
<General Aspects of Dream Psychology~(originalmente ((The Psychology of
Dreams.), en Collected Papers on Analytical Psychology, 1916; <Instinctand the Uncon-
scious.: British Journal of Psychology (London), XI1 (1919); <(ThePsychological Fo~m-
dations of Belief in Spirits*: Proceedings of the Society for Psychical Research (London),
XXXIf79 (mayo de 1920). Estos tres ensayos se encuentran en OC 8.
**** Revisado en 1952 como Simbolos de transformaci6n; OC 5.
LA V l D A S I M B ~ L I C A
111s Cuando, tras muchos aiios, relei las obras de Carl Ludwig Schleich
e intent6 describir el espiritu de este hombre peculiar, record6 la
impresi6n grande e imperecedera que hace tiempo me caus6 un es-
piritu muy diferente y a la vez muy parecido a Schleich: Paracelso.
iQut poco se parece este contemporAneo de 10s humanistas a1 es-
piritu modern0 o incluso avanzado de Schleich, del que lo separan
siglos de transformaci6n espiritual, por no hablar de la diferencia
de la personalidad! Esta ocurrencia me habria parecido absurda si
la afinidad de las diferencias no me hubiera llamado la atenci6n.
Ante todo me parece significativo que Paracelso se encuentra a1
principio de una Cpoca de la medicina, mientras que Schleich se
encuentra a1 final de la misma. Ambos son figuras que representan
a una Cpoca de transici6n en tanto que exponentes caracteristicos:
el primer0 era un revolucionario que abri6 el carnino de la medi-
cina cientifica, per0 que estaba ofuscado por un animism0 anti-
quisimo y que preveia una Cpoca en la que la materialidad masiva
sustituiria a la incomprensible a h a ; el segundo tambitn era un
revolucionario, per0 en la direcci6n inversa, y aunque tenia la ca-
beza llena de ideas anat6micas y fisiol6gicasYextendia audazmente
su mano hacia ese campo animico a1 que Paracelso, obedeciendo
a la necesidad de su Cpoca, tuvo que volverle la espalda aunque
no quisiera. Ambos son naturalezas entusiastas, elevadas y forta-
lecidas por la certidumbre de su previsi6n, optimistas, crtdulas,
despreocupadas, llenas de esperanza, pioneras de un nuevo mun-
* [Los milagros del alma] Este libro, una colecci6n de ensayos, se public6 en Ber-
lin en 1934. Carl Ludwig Schleich (1859-1922), cirujano y escritor alernh, descubri6 la
anestesia local.
do espiritual, seguras de su camino casi vertiginoso. Ambos en-
tran sin temor en el terreno suprahumano, metafisico, y profesan
como una obviedad su fe en imigenes eternas grabadas en el espiritu
humano. Paracelso desciende hasta la materia primigenia divina,
per0 no cristiana, el hyliaster". Schleich asciende por la escale-
ra de cuerdas del sistema nervioso simpitico desde las oscuridades
de 10s vasos sanguineos, 10s canales glandulares y el laberinto de
las neuroglias hasta un alma transcendente que ve llegar desde el
cclugar celestial,, en gloria plat6nica. Ambos estin portados e ins-
pirados por la efervescencia de una Cpoca de ruptura. Ambos eran
forasteros en su Cpoca, su figura era extraiia y sus contemporineos
10s miraban mal. Los contemporineos nunca se enteran de nada
y no comprenden que ese entusiasmo aparentemente inadecuado
no procede del temperamento personal, sino de las fuentes de una
nueva Cpoca, que ya estin empezando a hervir. iQuC ma1 se mira-
ba a la emoci6n volcinica de Nietzsche y durante cuinto tiempo
se seguiri hablando de 61 en el futuro! ?No hemos desenterrado in-
cluso a Paracelso tras cuatrocientos aiios y hemos intentado hacer-
lo resucitar en la modernidad? ?QuC pasari con Schleich? Hoy ya
sabemos que la meta de su carnino era esa totalidad de cuerpo y
alma hacia la que intentan avanzar 10s mayores esfuerzos de la in-
vestigaci6n mtdica y biol6gica de nuestros dias. Aunque estuviera
atrapado en el lenguaje conceptual de las ciencias naturales, que
procede de una Cpoca materialista, Schleich rompi6 las opresivas
barreras de una materia sin alma y atraves6 el umbra1 (protegi-
do por las barricadas de 10s peores prejuicios) que hasta entonces
habia separado a1 alma del cuerpo y habia abortado todo intento
de rescatar a1 alma. Sin conocer mis propios esfuerzos, que por
oscuras razones han permanecido ocultos a1 p6blico cientifico de
Alemania durante mucho tiempo, Schleich luch6 conmigo a su ma-
nera por el reconocimiento del alma como un factor sui generis y
abri6 nuevos caminos para la psicologia, que hasta entonces esta-
ba condenada a arreglhselas sin el alma.
1116 Ese avance que Paracelso llev6 a cab0 abri6 una puerta que con-
ducia desde la concepci6n escolistica medieval a1 mundo todavia
desconocido de la materia empirica. Esto es lo grande y esencial
que la medicina le debe a Paracelso. Schleich tampoco es impor-
tante para nosotros por hechos, mCtodos o leyes concretos, sino
por su avance hacia un nuevo campo visual en el que 10s hechos
conocidos aparecen en una luz nueva, diferente. Al recopilar todo
" [La psicologia de C. G. Jung] Jolan (o Jolande) Jacobi (1890-1973). V6ase infra,
5 1134. Este libro se public6 en Zkich en 1940.
1123 Espero que este libro no s610 proporcione a muchas personas
una panorimica general de mi actividad investigadora, sino que
ademis reduzca el pesado trabajo de b6squeda a1 estudiarla.
28
PROLOGO AL LIBRO DE HARDING
PSYCHIC ENERGY"
[La energia psiquica] M. Esther Harding, Psychic Energy. Its Source and Goal,
New YorWLondon, 1947. La autora vivid entre 1889 y 1971, era inglesa y tenia su
consulta en NuevaYork. V6anse otros prdlogos a libros suyos infra, 1228 ss. y 1795 ss.
a1 cual puede elaborar planteamientos nuevos y marcar 10s limites
con mPs exactitud que antes.
1127 Hay que elogiar a la autora porque ha tenido txito en su in-
tento de elaborar una orientaci6n general sobre la problemAtica de
la psicoterapia mtdica en sus aspectos mAs modernos. Le ha sido
de gran ayuda su experiencia prPctica de muchos afios, sin la cual
esta empresa no habria sido posible. Pues, a1 contrario de lo que
muchos creen, aqui no nos encontramos ante una c<filosofia,,,sino
ante hechos y su formulaci6n, la cual a su vez ha sido puesta a prue-
ba en la prictica. Conceptos como <<sornbrano c<Animanno son en
absoluto una invenci6n intelectual, sino nombres de complejos de
hechos empiricos que puede observar cualquiera que se esfuerce y
deje de lado sus prejuicios. Esto parece muy dificil, segin muestra
la experiencia. Por ejemplo, muchas personas siguen aceptando
el prejuicio de que 10s arquetipos son ideas hereditarias. Natural-
mente, estos presupuestos infundados hacen imposible la compren-
si6n.
1128 Confio en que el libro de la doctora Harding, con sus reflexio-
nes sencillas y claras, serP apropiado para disipar esos absurdos
malentendidos. A este respecto prestarA un servicio valiosisimo no
s610 a1 mtdico, sino tambitn a1 paciente. Me gustaria subrayar es-
pecialmente esto tiltimo. Sin duda, el medico tiene que esforzarse
en comprender adecuadamente el material que tiene ante si, per0
que t l sea el tinico que lo comprenda no le sirve de mucho a1 pa-
ciente, pues tste padece de inconsciencia y deberia volverse mAs
consciente. Para eso necesita conocimientos; cuantos mPs consiga,
mPs oportunidades tendrP de superar sus dificultades. El libro de
la doctora Harding es uno de 10s que recornendaria a mis pacientes
en el momento en que necesiten una autonomia espiritual mayor.
" Richard Wilhelm vivi6 entre 1873 y 1930; cf. OC 13,l y 15,5. Heinrich Zim-
mer vivi6 entre 1890 y 1943; cf. OC 11,15. (N. del T )
** Karl Kertnyi vivi6 entre 1897 y 1973; cf. C. G. Jung y I<. Kertnyi, Introduc-
cidn a la esencia de la mitologia, trad. de C. Gauger, Siruela, Madrid, 2004. (N. del T)
'*' C f . Jung, La psicologia de la transferencia, OC 16,12, y Mysterium coniunctio-
nis, OC 14.
con la microfisica. Desde el lado psicol6gic0, Carl Alfred Meier ha
subrayado la concordancia en el concept0 de complementariedad.
Desde el lado fisico, Pascual Jordan se ha acercado a la psicologia
al estudiar la relatividad del espacio en 10s fen6menos de lo in-
consciente. Sobre una base mucho mds amplia, Wolfgang Pauli ha
estudiado el nuevo problema <<psicofisico,,por cuanto respecta a
la formacidn de teorias cientificas y a sus bases arquetipicas". En
dos importantes conferencias ha explicado c6mo la triada arque-
tipica (la Trinidad) fue el punto de partida de la astronomia de
Kepler y c6mo la poltmica de Fludd contra Kepler se basaba en
la tesis alquimica de la cuaternidad. La proportio sesquitertia (la
relaci6n de 3 a 1)que se pone asi a discusi6n tambitn es un pro-
blema fundamental de la psicologia de lo inconsciente. En el campo
psico16gico, este problema fue planteado hace treinta aiios como
fendmeno tipol6gic0, es decir, como la relaci6n de tres funciones
relativamente diferenciadas con la funci6n inferior, contaminada
con lo inconsciente. Desde entonces, el problema se ha ampliado y
profundizado considerablemente mediante el estudio de 10s textos
gn6sticos y alquimicos. Ahi aparece como cuaternio matrimonial so-
cial o folcl6rico derivado del primitivo cross-cousin-marriage [ma-
trimonio cruzado entre primos] y como diferenciaci6n de la serie
de 10s elementos, en la que un elemento (por lo general el fue-
go o la tierra) destaca sobre 10s otros tres. Este problema tambitn
aparece en la confrontaci6n poltmica del punto de vista trinitario
con el cuaternario dentro de la alquimia. La Psicologia Compleja
entiende el simbolo de la cuaternidad como expresi6n de la tota-
lidad psiquica, y tambiin ha encontrado la proportio sesquitertia
como fen6meno frecuente del simbolismo producido inconscien-
temente. Si, como se supone, la cuaternidad o la mencionada pro-
porci6n no es s610 un esquema fundamental de 10s conceptos de
totalidad, sino que ademds es inherente a la esencia del proceso
microfisico observado, la conclusi6n dice que el continuo espacio-
temporal (incluida la masa) es relativo a la psique, es decir, forma
una unidad con la psique inconsciente. Por tanto, deberia haber
fendmenos que s610 se pueden explicar mediante la relatividad psi-
quica del tiempo, el espacio y la masa. Esto lo han demostrado,
a1 margen de innumerables observaciones, 10s experimentos de
Rhine que se han llevado a cab0 en la Duke University y en otros
lugares. Disc6lpenme si me he detenido en las recientes relaciones
de nuestra psicologia con la fisica; a la vista de la enorme impor-
" Cf. C. G. Jung y W Pauli, Naturerkldrung und Psyche, Ziirich, 1952. (N. del T)
LA V l D A S I M S O L I C A
35
so se explican no s610 cuestiones de la psicologia de 10s pueblos,
sino tambiCn enigmas epistem016gicos~como he indicado antes. A
este respecto (es decir, en relaci6n con la fisica), hay que prestar
una atenci6n especial a1 simbolo de la cuaternidad y a la proportio
sesquitertia, es decir, a1 axioma alquimico de Maria Prophetissa, y
tanto desde el lado psicol6gico como desde el lado disico. La fisica
tendria que revisar 10s conceptos de espacio y tiempo, mientras
que la psicologia tendria que elaborar a fondo 10s simbolos tetrii-
dicos y triiidicos y su desarrollo hist6ric0, para cuyo conocimiento
Frobenius ha recopilado material. Aqui se incluye una investiga-
ci6n extensa de 10s simbolos de la meta o de la unidad.
1141 He reunido en mi exposici6n cosas cercanas y cosas lejanas sin
pretender ser exhaustivo. Espero que lo que les he dicho baste para
darles una imagen aproximada de lo que ya hemos hecho en el
campo de la Psicologia Compleja y de la direcci6n en que podrian
desplegarse las investigaciones futuras del Instituto. Muchas de es-
tas cosas no pasariin de ser un deseo. No todo se realizarii; de esto
se encargan la diversidad individual de nuestros colaboradores y
el irracionalismo y la imprevisibilidad del desarrollo de la ciencia.
Afortunadamente, es una prerrogativa de toda instituci6n no esta-
tal y limitada en sus medios tener que hacer un trabajo de calidad
si quiere seguir viva.
LA P S I C O L O G PROFUNDA"
~
* Jung redact6 este articulo en 1948 para la enciclopedia Lexikon der Padagogik,
Bern, 1951, vol. 11, pp. 768-773.
1. [Bibliografia de Jung:] Bleuler, Eugen; Leibniz, G. W, Nouveaux essais, 11;
Schelling, F. W (I.; Schopenhauer, A., El mundo coma voluntad y representaci6n; Hart-
mann, E. von, Filosoffa de lo inconsciente, 1890, El concepto de lo inconsciente en la
psicologia; Lipps, T., Manual de psicologia, 1906; Fechner, T., Psicofisica; Wundt, W,
Elementos de psicologia fisiol6gica.
rre Janet y Sigmund Freud, de mod0 que la investigaci6n de la vida
animica patol6gica se convirti6 en la base de la ciencia moderna
de lo inconsciente. Janet es importante por su investigacidn de 10s
estados histtricos, que plasm6 en la teoria de la escisi6n animica y
en especial en el concepto de <<disociaci6nanimica parcialn, distin-
guiendo una c<partesuperior,, y una ccparte inferior,, de la funcibn.
Igualmente fecunda result6 su teoria de las ((ideasfijas, y las <cob-
sesiones~,que Janet entendia como vivencias e ideas cerradas en
si mismas y cuya influencia autdnoma sobre la consciencia intent6
demostrar.
1146 Per0 quien hizo de lo inconsciente un concepto fundamental de
la psicologia empirica fue Freud, el auttntico fundador de la psico-
logia profunda, a la que dio el nombre de psicoandlisis y entendi6
como un mttodo de tratamiento de las enfermedades animicas que
consiste bfisicamente en sacar a la luz lo ccoculto, olvidado y repri-
mido, en la vida animica. Freud era neur6logo. Su teoria surgi6
en la consulta de un mtdico y siempre estuvo marcada por ella. El
presupuesto de su concepci6n era el alma enferma, degenerada en
sentido neur6tico.
1147 El desarrollo de las ideas fundamentales de Freud se puede des-
cribir de la siguiente manera. Freud comenz6 investigando 10s sinto-
mas neurbticos, en especial la formacidn de 10s sintomas histtricos,
cuyo origen psiquico Breuer habia descubierto (con ayuda de una
paciente y empleando un mttodo derivado del hipnotismo) en la
conexi6n causal de 10s sintomas con ciertas experiencias. El mod0
de surgimiento era inconsciente para el enfermo. Freud vio en estas
experiencias unos afectos que estaban ((agarrotadosnde alguna ma-
nera y de 10s que habia que liberar a1 enfermo. Desabri6 que habia
una relaci6n de sentido entre el sintoma y la experiencia afectiva:
experiencias animicas que primer0 habian sido conscientes y que
mfis adelante se volvieron inconscientes participaban esencialmen-
te en la formaci6n de 10s sintomas neur6ticos. Los afectos habian
permanecido inconscientes porque eran penosos. A continuaci6nY
Freud separd de la hipnosis su ttcnica de ((abreacci6nnde 10s afectos
agarrotados y la desarroll6 hasta llegar a la ttcnica de las asociacio-
nes {(libres,, o de la ocurrencia libre, mediante la cual 10s procesos
inconscientes reprimidos son reconducidos a la consciencia yoica.
De este modo, Freud sent6 las bases de un mttodo reductivo-causal
que emple6 especialmente para interpretar 10s sueiios.
1148 Para explicar el surgimiento de la histeria, Freud elabor6 la
teoria del trauma sexual. Comprendi6 que las experiencias trau-
miiticas son tan penosas porque suelen basarse en impulsos que
proceden del fimbito sexual. A1 principio supuso que la histeria se
deriva de un trauma sexual sufrido en la infancia. DespuCs subra-
y6 el significado etiol6gico de las fantasias sexuales infantiles que
se revelan incompatibles con la moral de la consciencia, por lo
que son expulsadas de la consciencia. La teoria de la represi6n es
el n6cleo de la concepci6n freudiana. De acuerdo con ella, lo in-
consciente es ante todo un fendmeno de represi6n cuyos conteni-
dos son elementos de la psique personal que se han perdido y que
anteriormente eran conscientes. Por tanto, lo inconsciente debe su
existencia esencialmente a un conflicto moral.
1149 La existencia de estos hechos inconscientes se puede dernos-
trar, seg6n indic6 Freud, por medio de 10s actos fallidos (lapsus,
olvidos, errores a1 leer, etc.), y sobre todo por rnedio del sueiio,
que se convierte asi en una importante fuente de informaci6n so-
bre los contenidos inconscientes. Es mCrito de Freud haber vuelto
a convertir 10s suefios en un problema de la psicologia y haberse
atrevido a elaborar un nuevo mCtodo de interpretaci6n de 10s rnis-
mos. Freud explic6 10s suefios rnediante la teoria de la represi6n
y 10s vio formados por elementos aptos para la consciencia, per0
incompatibles, que son oprimidos por la censura ejercida por un
factor moral inconsciente, de mod0 que 10s contenidos reprimi-
dos ya s610 pueden aparecer en forma enrnascarada, como la rea-
lizaci6n encubierta de 10s deseos.
1150 El conflicto de impulsos que est6 a la base de este fen6meno lo
entendi6 Freud en un primer momento como un conflicto entre el
principio de placer y el principio de realidad (siendo este 6ltimo
el factor obstaculizador), y mis adelante como el antagonism0 en-
tre el impulso sexual y el irnpulso yoico (o entre el impulso de vida
y el impulso de muerte). La obtenci6n de placer la atribuy6 a1 prin-
cipio de placer; la formaci6n de la cultura, a1 principio de realidad.
Es la cultura lo que exige el sacrificio de la satisfacci6n de 10s im-
pulsos, tanto a1 conjunto de la humanidad como a cada persona. La
resistencia a este sacrificio tiene como consecuencia que 10s deseos
se realicen en secreto, desfigurados por la censura. Esta teoria corre
el riesgo de presentar la cultura excesivamente como un sustituto
de 10s impulsos naturales insatisfechos, de mod0 que por ejemplo
10s fen6menos animicos complejos (como el arte, la filosofia y la
religi6n) resultan ccsospechosos~>, no son ccnada m b quen represio-
nes sexuales. Pienso que la actitud negativa y reductiva de Freud
hacia 10s valores culturales es consecuencia de sus condicionantes
hist6ricos. Su actitud hacia el mito y la religi6n corresponde a la del
materialism0 cientifico del siglo XX. Como su psicologia se ocupa
bkicamente de neurosis, el aspect0 patol6gico de la transformaci6n
de 10s impulsos tiene un significado excesivo en la teoria de lo in-
I
consciente y de la neurosis de Freud. Lo inconsciente aparece esen-
cialmente como un apendice de la consciencia; sus contenidos son
deseos, afectos y recuerdos reprimidos que deben su significado pa-
t6geno a la sexualidad infantil. El m6s importante de 10s contenidos
11
reprimidos es el cccomplejo de Edipo,, que constituye el caso ideal
de fijaci6n a la madre de 10s deseos sexuales infantiles y de resisten-
cia contra el padre a partir de sentimientos de envidia y miedo. Este
complejo es el n6cleo de la neurosis.
1151 La cuesti6n del dinamismo de las fantasias inconscientes condu-
jo a Freud a elaborar el concepto de libido (entendido como impul-
so sexual), que fue muy importante para el desarrollo ulterior de la
psicologia profunda y que mis adelante fue ampliado mediante
la suposici6n de ccsuplementos libidinosos,),10s cuales se basan en la
capacidad de dislocaci6n y escisi6n de la libido. A1 investigar las
fijaciones de la libido, Freud descubri6 el hecho de la transferencia,
que es fundamental para la terapia de la neurosis. Freud entendia
por cctransferenciaw que el enfermo, en vez de recordar lo reprimi-
do, lo traslada a1 mCdico en forma de una experiencia actual, es
decir, que se lo proyecta a1 medico, el cual pasa a formar parte de
su ccnovela familiar,. De este mod0 su enfermedad se transforma en
la ccneurosis de transferencia,,, es decir, a partir de ahora su enfer-
medad tiene lugar entre el medico y el paciente.
1152 Posteriormente, Freud ampli6 el concepto de lo inconsciente
caracterizando la oposici6n consciente-inconsciente como <<yo>> y
<cello,. (El concepto de ello procede de Groddeck.) El ello represen-
I ta la djnamis inconsciente-natural del ser humano, mientras que el
yo conforma la parte del ello que es modificada por la proximidad
y la influencia del mundo exterior, es decir, que es sustituida por
el principio de realidad. Como a1 estudiar estas relaciones Freud
se top6 con el hecho de que el yo contiene no s61o contenidos
conscientes, sino tambien contenidos inconscientes, se vio obliga-
do a crear un concepto para referirse a la parte inconsciente del
yo: el supery6 o el ideal del yo. Freud lo entiende como represen-
tante de la relaci6n con 10s padres, como el heredero del complejo
de Edipo, que mueve a1 yo a refrenar a1 ello: se presenta como la
conciencia, que en tanto que autoridad y moral colectiva tiene el
car6cter del padre. El superyd explica el censor que act6a en 10s
suefios2.
psicopatologia de la vida cotidiana, 1919, Mris allri del principio de placer, 1920, El yo
y el ello, 1925; Groddeck, E., Das Buch vom Es, 1923; Brun, R., Allgemeine Neurosen-
lehre, 1946; Kranefeldt, W M., Die Psychoanalyse, 1930; Adler, G., Entdeckung der See-
le, 1934; Jung, C. G., <Sigmund Freud como fendmeno hist6rico-cultural* [OC 15,3],
<(SigmundFreud: Necrologian [OC 15,4].
41
LA V I D A S I M B O L I C A
43
LA V l D A S I M B O L I C A
* Este libro se public6 en 1953. Hay traducci6n espafiola de Luis Izquierdo: In-
troduccibn a la psicologia de Jung, Madrid, Morata, 1970. (N. del T )
* * Sobre el concept0 de circumambulatio, cf. supra, S 409. (N. del T)
la anatomfa y la fisiologia normales son una condici6n indispensa-
ble para estudiar sus aspectos patol6gicos. Asi como la anatomia
humana tiene una larga evoluci6n detrLs de si, la psicologia del
hombre modern0 depende de sus raices hist6ricas y s61o se pue-
de juzgar a partir de sus variantes etnol6gicas. Mis obras ofrecen
innumerables posibilidades de desviar la atenci6n del lector con
consideraciones de este tipo.
1167 En estas condiciones algo dificiles la autora ha conseguido
empero sustraerse a todas las oportunidades de equivocarse. Ha
elaborado una exposicidn precisa y sencilla de 10s principales as-
pectos de mi obra psicol6gica. Estoy en deuda con ella por este
admirable trabajo.
" Los dos pdrrafos siguientes no figuran en la versi6n original, sino que Jung 10s
afiadi6 en una carta a1 traductor inglCs Richard Hull del23 de abril de 1954 como res-
puesta a las preguntas de Cste.
* * La frase entre corchetes se encuentra en el manuscrito de Jung. El epistolario
no deja claro si esta frase hay que sustituirla o completarla mediante la nota 5 de las
Collected Works,que tambiCn se encuentra en el manuscrito y &ce asi: *Con todo el res-
pet0 debido a su naturaleza estadistica),.Hull se decidi6 por lo primero, es decir, elimin6
esta frase.
* * :> Albert Einstein.
1188 La fisica moderna ha privado a la causalidad de su carLcter
axiom6tico. Asi que, cuando explicamos 10s acontecimientos na-
turales, empleamos un instrumento que no es muy de fiar. Por
tanto, nuestro juicio siempre lleva adherido un elemento de incer-
tidumbre, pues (a1 menos te6ricamente) siempre podemos encon-
trarnos ante una excepci6n de la regla que s610 se puede registrar
negativamente mediante el mttodo estadistico. No importa que esta
posibilidad sea pequeiia, siempre existe. Como la causalidad es
nuestro finico medio de explicaci6n y su validez s610 es relativa,
explicamos el mundo aplicando la causalidad de una manera pa-
radbjica, tanto positiva como negativa: A es la causa de B y tal
vez no. La negaci6n se puede omitir en la gran mayoria de 10s
casos. Pero yo afirmo que no se puede omitir en el caso de 10s fe-
n6menos que son relativamente independientes del espacio y del
tiempo. Como el factor temporal es indispensable para el concept0
de causalidad, no podemos hablar de causalidad en un caso en que
el factor temporal estL eliminado (como en la precognici6n). La
verdad estadistica deja un hueco para 10s fendmenos acausales. Y
como nuestra explicaci6n causal de la naturaleza contiene la po-
sibilidad de su propia negacibn, pertenece a la categoria de 10s
juicios transcendentales, que son parad6jicos o antin6micos. Esto
es asi porque la naturaleza siempre esth mLs all5 de nosotros y
porque la ciencia s610 nos da una imagen de ttrmino medio del
mundo, no una imagen verdadera. Si la sociedad humana estuvie-
ra formada s610 por individuos de ttrmino medio, seria muy triste
contemplarla.
1189 Desde el punto de vista racional este experiment0 carece por
completo de valor, pues cuanto m5s se repita mhs probable es que
no tenga resultado. Pero que no es asi lo demuestra la antiquisima
tradicibn, que no habria podido surgir si este acierto casual no se
hubiera dado a menudo en el pasado. Sucede lo mismo que con
10s resultados de Rhine: son muy poco probables, per0 se produ-
cen de una manera tan persistente que dan pie incluso a criticar
las bases del c~lculode probabilidad o a1 menos su aplicaci6n en
ciertos campos.
1190 Como a1 analizar 10s procesos inconscientes he tenido muchas
ocasiones de observar fen6menos sincr6nicos o de ESP (percep-
ci6n extra-sensorial), he prestado atenci6n a sus condiciones psi-
quicas y creo haber visto que casi siempre se dan en el campo de
las ccconstelaciones arquetipicas,),es decir, en situaciones que o han
avivado un arquetipo o han sido provocadas por la acci6n aut6no-
ma de un arquetipo. Esta observacidn es lo que me ha movido a
emplear la combinaci6n arquetipica presente en la astrologia para
LA V l D A S I M B O L I C A
62
CARTAS SOBRE LA SINCRONICIDAD"
A MARKUS FIERZ
2 1 de febrero de 1950
Querido profesor:
1193 Usted ha sido tan amable de leer mi manuscrito sobre la sin-
cronicidad, por lo cual todavia no le he dado las gracias como co-
rresponde. He estado demasiado ocupado con la elaboraci6n de
esta idea.
1194 Hoy me torno la libertad de molestarle de nuevo con un trozo
de este manuscrito, lo cual usted tal vez me disculpar5 a la vista de
que tengo muchos problemas con la interpretacibn matem6tica
de 10s resultados. Le adjunto las tablas y el texto que las comenta.
Como orientaci6n general me gustaria anotar que la singularidad
del material ha dado lugar a una disposici6n peculiar de las tablas.
La base de la investigaci6n estii formada por 180 matrimonios cuyos
hor6scopos fueron comparados en relaci6n con la presencia de 10s
ccaspectos clhicos del matrimonion, que son la conjunci6n y la opo-
sici6n del Sol y la Luna, Marte y Venus, el ascendente y el descen-
dente. Esto da lugar a 50 aspectos. Los resultados obtenidos con es-
tos matrimonios fueron comparados con 180 X (180 - 1) = 32.220
combinaciones de solteros. A1 material inicial de 180 matrimonios
se afiadieron posteriormente 145 mhs, que tambitn fueron inclui-
dos en la estadistica. Algunos fueron investigados aparte, otros jun-
to con 10s 180, como ver6 en las tablas.
119s Pienso que la tabla m5s interesante es la VI, que muestra las
dispersiones en diversas ordenaciones. Le estaria muy agradecido
2 de marzo de 1950
Querido profesor:
1197 Muchisimas gracias por su colaboraci6n. Usted me ha dado
exactamente lo que yo deseaba de usted: un juicio objetivo sobre
el significado de las cifras estadisticas a que mi material de 400 ma-
trimonios ha dado lugar. Me ha sorprendido que mi estadistica
haya confirmado liberalmente la tesis tradicional de que 10s aspec-
tos lunares y solares son caracteristicos del matrimonio, lo cual
es subrayado por el valor de 0,125% que usted obtiene para la
conjunci6n Luna-Luna.
1197a YO mismo consideraba muy insatisfactorio el resultado, por lo
que suspendi la recopilaci6n de material, ya que la aproximaci6n
a1 valor medio probable me fue resultando sospechosa a medida
que el material se incrementaba.
1198 Aunque la cifra 0,125 % est5 dentro de lo posible, me gustaria
preguntarle (para ganar en claridad) si este valor se puede consi-
derar ccsignificativon a1 menos porque es una probabilidad relativa-
mente pequefia que coincide con la tradici6n hist6rica. 2Podemos
a1 menos conjeturar que esto habla m5s en favor que en contra
de la tradici6n (desde Ptolomeo)? Comparto su interpretaci6n del
mttodo divinatorio como catalizador de la intuici6n. Este resulta-
do de la estadistica me ha desconcertado, sobre todo en conexidn
con 10s recientes experimentos de ESP, que han alcanzado una pro-
babilidad de Estos experimentos y toda la experiencia de
ESP (extra-sensory perception) demuestran que hay coincidencias
de sentido. Asi pues, hay cierta probabilidad de que 10s mCtodos
divinatorios produzcan fen6menos de sincronicidad (JI). En la as-
trologia es donde me parecen m6s claros. Sin duda, 10s resulta-
dos estadisticos muestran que las correspondencias astrol6gicas
no son m6s que casualidades. El mttodo estadistico presupone un
continuo de objetos uniformes. Pero el fen6meno JI es un acon-
tecimiento individual cualificado que es arruinado por el mCtodo
estadistico; a la inversa, el fen6meno JI cancela el presupuesto de
10s objetos uniformes. Arruina el mttodo estadistico. Parece, por
tanto, que entre JI y la causalidad hay una relaci6n de complemen-
tariedad. La estadistica de Rhine ha mostrado, pese a su me'todo
inadecuado, la existencia de JI. Esto me inspir6 una falsa esperanza
en relaci6n con la astrologia. El fendmeno JI de 10s experimentos
de Rhine es extremadamente sencillo. Por el contrario, la astrolo-
gia es un asunto incomparablemente m6s complejo y, por tanto,
m6s sensible a1 mttodo estadistico, que subraya lo que es menos
caracteristico de JI, la uniformidad. Mis resultados confirman ma-
liciosamente la vieja tradici6n aunque son tan casuales como 10s
resultados de 10s antiguos. Ha surgido asi un acontecimiento que
posee todas las caracteristicas de JI, la ctcoincidencia de sentidon o
la just-so story*. Es evidente que 10s antiguos hicieron por casua-
lidad la misma experiencia, pues de lo contrario esa tradici6n no
habria podido surgir. No creo que alg6n astr6logo de la Antigiiedad
haya investigado estadisticamente 10s rasgos matrimoniales de 800
hor6scopos. S610 disponian de pequefios paquetes de cifras que
no podian arruinar 10s JI, y por tanto constataron (igual que yo)
el predominio de la conjuncidn Luna-Luna y de 10s aspectos luna-
res y solares, aunque este predominio desaparece necesariamente
con las cifras grandes. Los fen6menos JI, que est6n m6s cualifica-
dos que la ESI: son indemostrables en tanto que tales, es decir, un
6nico caso acreditado es en principio una prueba suficiente, igual
que no hay que presentar 10.000 ornitorrincos para demostrar la
existencia de este animal. Pienso que el fen6meno es un acto +
inmediato de creaci6n que aparece en el marco de la casualidad.
" Una just-so story es una explicaci6n narrativa de una prdctica cultural o de una
conducta animal que carece de base ernpirica. El origen de este tirmino se encuentra en
el titulo del libro de Rudyard KiplingJust-So Stories for Little Children, 1902. (N. del T.)
LA V l D A S ~ M B ~ L I C A
20 de octubre de 1954
Querido profesor:
1200 Se est6 preparando una versidn inglesa de mi trabajo sobre la
sincronicidad. Me gustaria aprovechar la ocasidn para corregir las
probabilidades de las cifras mdximas de mi estadistica, que usted
calculd amablemente para mi. Los editores desean conocer en de-
talle su cdlculo, pues no comprenden quC mCtodo ha empleado
usted. Si usted pudiera enviarme pronto esta informaci61-1, le es-
taria muy agradecido. Por desgracia, tengo que aiiadir otro deseo
m6s: ?podria decirme cu6l es la probabilidad del resultado total de
< < < <
que las tres conjunciones 0 0, 0 y 0 ascendente se pre-
senten a la vez? Este resultado, que est6 formado por cifras casuales,
corresponde a la predicci6n astroldgica tradicional e imita a1 me-
nos esa imagen que, si estuviera formada por significant numbers,
probaria la correccidn de la expectativa astroldgica.
1201 Espero haber conseguido expresar claramente mis deseos. La-
mento muchisimo tener que molestarle con estas preguntas y qui-
tarle parte de su precioso tiempo. Tal vez usted pueda encargar
esta tarea a un estudiante. Naturalmente, estoy perdido en este
asunto y no tengo inconveniente en correr con 10s gastos que us-
ted o el estudiante tengan que afrontar. Por favor, no me tome a
ma1 esta propuesta prktica.
Con mi agradecimiento de antemano,
C.G. Jmc
28 de octubre de 1954
Querido profesor:
1202 Le agradezco mucho que haya cumplido rnis deseos de una ma-
nera tan arnable y riipida. Enviart su exposici611, que por supuesto
usted no tiene que repetir, a1 doctor Michael Fordham.
1203 Por cuanto respecta a mi pregunta sobre la triada 0 0, u < < <
y ( u ascendente, parece haberse producido un malentendido:
I ) Yo rnismo he rnencionado al presentar mis tablas que rnis
cifras son casualidades. Por eso he reproducido detalladamente
rnis tablas, que expresan claramente esta casualidad, para permitir
a1 lector no matemiitico formarse una idea visual. Para ganar en
exactitud, le pedi que me indicara la probabilidad de rnis miixi-
mos. Su respuesta corresponde m6s o menos a mi expectativa. Mi
intenci6n no era en absoluto demostrar que la predicci6n astrol6-
gica tiene raz6n (st demasiado bien que la astrologia no es de fiar).
S610 queria averiguar a cuiinto asciende exactamente la probabi-
lidad de rnis cifras. Usted me advirti6 dos veces ya en esa primera
ocasi6n de la imposibilidad de una dernostraci6n. Permitarne que
le diga que ha descubierto el Mediterriineo: lo que me importa
no es si la astrologia tiene raz6n o no, sin0 a cuiinto asciende la
probabilidad de esas cifras (10s ccrniiximosx) que simulan una de-
mostraci6n de la correcci6n de la predicci6n astron6mica.
2) La predicci6n de la astrologia consiste en que indica tradi-
cionalmente que rnis tres conjunciones lunares son tipicas del ma-
trimonio. (0, ( y el ascendente son 10s pilares del hor6scopo.)
Esta triada no estii elegida arbitrariamente, raz6n por la cual con-
s i d e r ~apropiado el ejemplo de las tres hormigas blancas". Si me
lo permite, usted dice una obviedad cuando supone que yo con-
s i d e r ~que mi resultado estii condicionado por algo que no es la
estadistica. Por supuesto, matemiiticarnente esth dentro de la pro-
babilidad, per0 esto no impide que 10s (cmiiximosn se encuentren
en 10s mismos lugares que la astrologia espera. A mi me interesa
sirnplemente a cuiinto asciende la probabilidad que corresponde a
esta coincidencia, y s610 para ganar en exactitud. No quiero de-
mostrar nada con rnis cifras, sin0 s610 exponer que' ha sucedido y
qut he hecho. Ha surgido asi por casualidad (y esto me gustaria
mostrarlo con la mayor claridad posible) una configuraci6n que, si
estuviera formada por cifras significativas, hablaria en favor de la
astrologia. Con otras palabras: toda esta historia es un caso como
* Ibid.,$843.
"" M. J. Moroney, miembro de la Royal Statistical Society.
A MICHAEL FORDHAM
1 de julio de 1955
Querido Fordham:
1208 La sincronicidad nos dice algo sobre la naturaleza de lo que yo
Ilamo el factor psicoide, es decir, el arquetipo inconsciente (no su
representaci61-1 consciente). Como el arquetipo tiene la tendencia
a rodearse de formas adecuadas de expresibn, la mejor manera de
comprender su naturaleza consiste en imitar y respaldar esta tenden-
cia mediante la amplificaci6n. El efecto natural de un arquetipo y de
su amplificaci6n se puede comprender como una analogia del efecto
sincrbnico, pues tste posee la misma tendencia a ordenar hechos co-
laterales y coincidentes que son expresiones adecuadas del arqueti-
po subyacente. Sin embargo, es dificil o incluso imposible demostrar
que estas asociaciones amplificadoras no son causales, mientras que
10s hechos amplificadores coinciden de una manera que desafia a la
explicacibn causal. Por esta raz6n digo que la amplificaci6n espon-
tinea y artificial es una mera analogia de la sincronicidad. Es ver-
dad empero que no podemos descubrir una conexi6n causal en cada
caso de amplificaci6n, y por tanto es posible que la ccasociaci6na
causal que suponemos en algunos casos sea realmente un asunto de
sincronicidad. A1 fin y a1 cabo, ?qut es la *asociaci6n*? No lo sabe-
mos. No es imposible que la ordenaci6n psiquica se base en general
en la sincronicidad, con la excepci6n de la ccconcatenaci6n))racional
secundaria de 10s acontecimientos psiquicos en la consciencia. Esto
es anilogo a1 curso natural de 10s acontecimientos, tan diferente de
nuestra reconstrucci6n cientifica y abstracta de la realidad basada en
el promedio estadistico. Nuestra imagen de la naturaleza consiste
en meras probabilidades, mientras que la realidad es un entrelaza-
miento de acontecimientos m5s o menos impracticables.,Nuestra
vida psiquica muestra la misma imagen fenomenol6gica. Esta es la
raz6n por la que tiendo a pensar que seria presuntuoso suponer que
la psique se basa exclusivamente en el principio de sincronicidad, a1
menos en el estado actual de nuestro conocimiento.
1209 Estoy de acuerdo con su idea de las dos actitudes complemen-
tarias de comprensibn, la racional y la irrational o sincr6nica. Pero
hay que ver si todos 10s acontecimientos irracionales son coinci-
dencias de sentido. Lo dudo.
1210 ES refrescante verle trabajar en estos interesantes problemas y
oirle decir algo inteligente en vez de las pasmosas estupideces que
nuestros contemporAneos difunden.
1211 Lamento no poder acudir a Inglaterra para participar en las ce-
lebraciones. Le escribo desde el hospital, donde me est6n tratando
LA V l D A S I M B ~ L I C A
* Todos 10s textos de esta seccidn estin traducidos del original alemin, salvo el
prdlogo a1 libro de Laszlo, que estP traducido del original inglts. (N. del T )
1223 Alusiones a1 concepto de lo psiquico inconsciente se encuentran en
la teoria de las ccpequeiias percepciones), de Leibniz, asi como en la
antropologia de Kant. En Schelling, lo cceternamente inconsciente))
es el fundamento absoluto de la consciencia. Hegel pensaba algo
parecido, aunque empleaba una terminologia diferente. C. G. Ca-
rus fue el primer0 que bas6 en el concepto de lo inconsciente un
sistema de filosofia natural. En Schopenhauer hay rasgos similares.
Eduard von Hartmann erige lo inconsciente en el concepto de un
espiritu absoluto del mundo. La investigaci6n de lo inconsciente
psicol6gico con 10s mttodos de las ciencias naturales comienza con
el descubrimiento del hipnotismo, pasa por la escuela de la Salpb
tri2re y prosigue en 10s trabajos de Janet y Flournoy. Independien-
te de esto es el descubrimiento por Breuer y Freud de la etiologia
de la neurosis, que condujo a la teoria sexual de lo inconsciente de
Freud. A su vez, es independiente de la psicologia de Freud el des-
cubrimiento por el autor de 10s cccomplejosn y de 10s cccontenidos
autbnomosn de lo inconsciente.
1224 Mientras que para Freud lo inconsciente es esencialmente una
funci6n de la consciencia, el autor piensa que lo inconsciente es
una funci6n psiquica que precede a la consciencia, que esth con-
frontada a ella y que es aut6noma. Desde este punto de vista, lo
inconsciente se divide en lo inconsciente personal y lo inconscien-
te colectivo. Esto 6ltimo es una predisposici6n psiquica, indepen-
diente de la Cpoca y de la raza, a funcionar de acuerdo con leyes.
" Resumen por el autor de una clase impartida en la Universidad de Ztirich el 1de
febrero de 1932. Publicado en Vierteljahresschriftder Naturforschenden Gesellschaft in
Zurich, LXXVIV2 (1932), pp. IV-V
Sus productos son comparables a 10s <motives mitol6gicos~.A1 igual
que Cstos, tambiCn 10s productos de lo inconsciente colectivo son
(pese a su surgimiento aut6ctono) andlogos en principio, lo cual es
un indicio de su legalidad psicol6gica.
1225 En el resto de su exposici6n el autor muestra mediante un capi-
tulo de la teoria del simbolo (el simbolismo del mdndala) la con-
cordancia de 10s simbolos circulares que 10s pacientes cultos dibu-
jan durante el proceso de curacidn con 10s mdndalas rituales del
lamaismo y del yoga kundalini, asi como con las ideas de la filo-
sofia tdntrica, de la filosofia china clhsica y del yoga chino. Otros
paralelos son 10s dibujos de 10s niiios, 10s mdndalas prehist6ricos
de Rodesia, las pinturas de arena en las ceremonias de curaci6n
(las danzas yaibichi) de 10s indios navajo (Arizona)*, las visiones
de Hildegarda de Bingen en el cddice de Lucca (siglos XII-XIII)"" y
las ideas escatol6gicas de Jacob Bohme*"":. El material modern0 de
imhgenes procede de personas que las han producido esponthnea-
mente y sin estar sometidas a ninguna influencia.
1226 Este libro del doctor Gerhard Adler es una exposici6n sistem6tica
de 10s tres modos de pensar que hoy esthn en vigor en el campo de
la psicoterapia: el freudiano, el adleriano y el mio. El autor pre-
senta con gran conocimiento y esmero 10s puntos de vista prin-
cipales de cada teoria, proporcionando asi a1 lector que no tenga
el tiempo o la ocasi6n de estudiar 10s originales una panor6mica
completa y objetiva de este controvertido campo. La exposicidn y
el mod0 de expresidn est6n pensados para que el lego culto pueda
leer el libro sin dificultad.
1227 Las teorias psicoldgicas, que al principio s61o parecian destina-
das a ser usadas en el campo de la psicoterapia midica, han salido
hace ya mucho tiempo del marco de su ciencia y no s610 se han
adentrado en 10s dominios de las ciencias vecinas, sin0 que ademis
se han convertido (a1 menos fragmentariamente) en patrimonio de
todas las personas cultas. Como consecuencia, la opini6n piiblica
culta se ha contagiado del mismo desconcierto que todavia reina
en el campo de la psicologia mtdica. El trabajo del doctor Adler
destaca en especial por su exposici6n rigurosa, amplia y fiable de
mis puntos de vista, que se diferencian mucho y de una manera muy
caracteristica de 10s puntos de vista de 10s otros dos autores. Este
libro, que se caracteriza por la sobriedad, la claridad y la sistematici-
dad, se suma con dignidad a 10s anteriores trabajos de Kranefeldt""
" [El descubrimiento del alma] Este libro se public6 en 1934 en Zcrich. Su autor
era alemln y vivi6 a partir de 1936 en Ingiaterra.
** Cf. infia, $ 1727 s., asi como la introduccidn de Jung a1 libro de Kranefeldt
Die Psychoanalyse, OC 4,15.
y Heyer'" Es un hito en la paulatina superaci6n de la confusi6n y
la crisis de las ideas psicol6gicas en nuestra Cpoca.
* [Los misterios de la mujer] Jung escribid este prdlogo para la versidn alema-
na, publicada en 1949 en Zfirich, del libro de Esther Harding Woman's Mysteries, An-
cient and Modem. A Psychological Interpretation of the Feminine Principle as Portrayed
in Myth, Story, and Dreams, New York, 1935. Este libro tambien se ha publicado en
espai~ol:Los misterios de la mujer, trad. de Ani Fabre, Obelisco, Barcelona, 1987.
oruga y las anguilas encuentran su camino hacia las Bermudas: se
trata, por tanto, de un pattern of behaviour [pauta de comporta-
miento]. Este aspect0 del arquetipo es biol6gico; de 61 se ocupa la
psicologia cientifica.
1229 Esta imagen cambia por completo cuando la miramos desde
dentro, es decir, en el espacio del alma subjetiva. Aqui, el arque-
tip0 demuestra ser numinoso, es decir, una vivencia de significado
fundamental. Si el arquetipo se expresa con simbolos, lo cual no su-
cede siempre, causa una co~moci6nen el sujeto cuyas consecuencias
pueden ser imprevisibles. Esta es la raz6n por la que el arquetipo es
tan importante para la psicologia de la religi6n: todas las ideas reli-
giosas o metafisicas reposan en bases arquetipicas, a1 investigar las
cuales echamos a1 menos un vistazo a la trastienda de la historia, es
decir, levantamos un poco el velo de misterio que cubre a las ideas
metafisicas y a su significado. La metafisica es una fisica o fisiologia
del arquetipo, y sus dogmas formulan el conocimiento de la esen-
cia de 10s dominantes, es decir, de 10s motivos conductores incons-
cientes que imperan en cada acontecimiento psiquico. El arquetipo
es ccmetafisicon porque transciende a la consciencia.
1230 El libro de Harding intenta exponer ciertas bases arquetipicas
de la psicologia femenina. Para entenderlo hay que superar el prejui-
cio de que la psicologia esti formada por lo que el sefior Martinez
y la sefiora L6pez saben de ella. La psique no esti formada s610 por
contenidos conscientes derivables de percepciones sensoriales, sino
tambitn por ideas que parecen reposar en unas percepciones sen-
soriales modificadas de una manera peculiar por unas formas pre-
sentes a priori e inconscientemente, por 10s arquetipos. Asi pues, la
psique esti compuesta por la consciencia y lo inconsciente. Con este
conocimiento llegamos a la conclusi6n de que una parte de la psique
se puede explicar mediante causas recientes, mientras que otra parte
tiene su base en la psicologia de 10s pueblos.
1231 Si hay algo claro sobre la esencia de las neurosis, es el hecho
de que se deben a trastornos primarios de 10s instintos o a1 menos
afectan considerablemente a 10s instintos. La historia de la anato-
mia humana y de 10s instintos humanos se remonta a las edades
geol6gicas. Nuestros conocimientos hist6ricos iluminan s61o unos
pocos pasos del camino, cuya longitud es de centenares de miles
de kil6metros. Pero esto poco que conocemos nos ayuda a 10s psico-
terapeutas cuando tenemos que reparar un trastorno de 10s instin-
tos. De quien mis aprendemos es de 10s mitos de salvaci6n de las
religiones (a las que podriamos considerar sistemas y mCtodos psi-
coterapCuticos), pues mejoran nuestra comprensidn de 10s trastor-
nos de 10s instintos, que no son recientes, sino que existen desde
LOS A R Q U E T I P O S Y L O I N C O N S C I E N T E C O L E C T I V O
Agosto de 1948
PROLOGO AL LIBRO DE NEUMANN
URSPRUNGSGESCHICHTEDES BEWUSSTSEINS;'
1234 Voy a cumplir de buena gana el deseo del autor de que escriba unas
palabras de introducci6n a su libro, ya que hay pocos libros cuya
publicaci6n pueda celebrar mL, pues Neumann comienza justo por
el lugar donde yo mismo, si pudiera vivir una segunda vez, empe-
zaria a reunir y ordenar 10s disiecta membra [miembros dispersos] de
mi propia producci6n, todos esos c<comienzossin continuaci6ns.
Cuando lei el manuscrito de este libro, comprendi que las desven-
tajas del trabajo de pionero son enormes: avanzas a trompicones
por un terreno desconocido, te engafian las analogias, pierdes una
y otra vez tu hilo de Ariadna, estiis abrumado por impresiones y po-
sibilidades nuevas, per0 lo peor es que averiguas demasiado tarde lo
que deberias haber sabido desde el principio. La segunda generaci6n
tiene la ventaja de que dispone de una panoriimica, aunque sea in-
completa; conoce algunos jalones que se encuentran a1 menos en
las cercanias y 10s alrededores de lo esencial, y sobre todo sabe lo
que hay que saber desde el principio para explorar a fondo el pais
reci6n descubierto. Asi equipado, un representante de la segunda
generaci6n puede conectar cosas que est$n muy alejadas entre si,
resolver problemas y describir todo el terreno, cuya extensi6n el
pionero no conoci6 hasta el final de su obra y de su vida.
1235 El autor ha realizado con 6xito esta tarea tan dificil como me-
ritoria. Ha conseguido establecer conexiones y crear asi un todo,
cosa que el pionero no habria conseguido jam& y a lo que ni si-
quiera se habria podido atrever. Confirmando lo dicho, el autor
empieza a trabajar en el lugar en que yo (sin saber lo que hacia)
1238 ESuna gran alegria para mi saber que el excelente libro del doctor
Gerhard Adler Studies in Analytical Psychology se va a publicar en
alemsn. El autor es un experto psicoterapeuta, por lo que estP
en condiciones de tratar su tema sobre la base de su experiencia
prktica. Esta ventaja es enorme, pues la actividad teraptutica sig-
nifica no s610 la aplicaci6n cotidiana de 10s puntos de vista y 10s
mttodos psicol6gicos a1 ser humano vivo y en especial a1 enfermo,
sino tambitn la critica diaria de la terapia y sus presupuestos a la
luz del txito o del fracaso. Por eso, podemos esperar que el autor
tenga un juicio ponderado y basado en la experiencia. Esta expec-
tativa no se ve defraudada. En todas las p2ginas de este libro nos
encontramos con opiniones equilibradas, y en ninguna con prejui-
cios, parcialidades y violencias en la interpretacibn.
1239 El autor ha seleccionado con acierto una serie de problemas de
10s que se tiene que ocupar todo psicoterapeuta que piense. Lo
primer0 que hace, comprensiblemente, es exponer la peculiaridad
de la Psicologia Analitica frente a la tendencia materialista y racio-
nalista de la escuela freudiana, una empresa que sigue siendo muy
actual porque la escuela freudiana se encierra en si misma como
si fuera un secta. No se trata de diferencias especialistas o sutiles,
que no interesan a un ptiblico amplio, sino de cuestiones funda-
mentales. Hoy en dia, una psicologia que quiera ser cientifica no
puede permitirse el lujo de basarse en una cosmovisi6n, como por
ejemplo una teoria materialista y racionalista. Si no quiere rebasar
[Sobre la Psicologia Analitica] Jung escribid este prdlogo para la versidn ale-
mana, publicada en Zdrich en 1952, del libro de Gerhard Adler Studies in Analytical
Psychology, London/New York, 1948.
LOS ARQUETIPOS Y L O I N C O N S C I E N T E C O L E C T I V O
1245 Ya que la literatura es una de las actividades animicas que dan for-
ma a 10s contenidos inconscientes, pienso que no es inadecuado
iniciar este volumen con un articulo que se ocupa de varias cues-
tiones fundamentales relativas a1 escritor y a su obra:". A continua-
ci6n hay dos lecciones sobre el motivo del renacer""", que surgieron
con ocasi6n de un congreso sobre este tema. El drama, ese objeto
privilegiado de la literatura, se basa originalmente en un aconteci-
miento cultual y migico que por su figura y su sentido representa
un Gpcjp~vovo un 6p2pa7algo hecho, una acci6n. Se trata de una
tensi6n intensa que cambia de repente durante una T E P L T T ~ T E L ~ ,
durante un 6 ~ ~y se 4 disuelve";"".
, El espacio de la vida se angosta
amenazadoramente hasta resultar angustioso, y a partir de estas
angustiae (la angostura, el apuro, la pobreza, la necesidad) se pro-
duce el nuevo nacimiento, redentor y ensanchador. Como se ve, el
drama reproduce una situaci6n eminentemente psicol6gica que se
da a menudo y con muchas variaciones en la existencia humana,
por lo que es expresi6n y a1 mismo tiempo ocasi6n de un arqueti-
po de difusi6n universal y revestido de formas diversas.
1246 El tercer articulo es de naturaleza casuistica""""". Contiene la
exposici6n de un proceso de transformaci6n ilustrado con imC
genes. Esta investigaci6n se completa en el articulo siguiente con
"
[Forrnaciones de lo inconsciente] Se trata del volumen VII de la coleccidn ~Tra-
tados Psicol6gicos~.
"* Psicologi'a y poesia, OC 15,7.
"** (<Sobreel renacer)), OC 911,s.
**a,* ~Acercade la empiria del proceso de individuacibnr, OC 9/1,11.
+*%.** .Sobre el simbolisrno del rnhndalaa, OC 9/1,12.
LOS ARQUETIPOS Y L O I N C O N S C I E N T E C O L E C T I V O
1
87
PROLOGO AL LIBRO DE WICKES
VON DER INNEREN WELT DES MENSCHEN"
1248 Este libro de Frances G. Wickes, que primer0 se public6 en 10s Es-
tados Unidos, aparece ahora en traducci6n alemana. Es fruto de
una vida larga e industriosa y de una experiencia muy dilatada con
I personas de todas las clases y edades. Quien quiera formarse una
idea de la vida interior de la psique o ampliar sus conocimientos
de 10s fen6menos psiquicos harh bien en leer este libro. La autora
describe en 61 su experiencia prhctica en expresar las vivencias in-
teriores de sus pacientes sirvitndose de 10s puntos de vista que yo
he introducido en la psicologia. De este mod0 ha recopilado una
casuistica que tambitn es valiosa para el psicoterapeuta experto y
el psic6logo prActico, por no hablar del lego, a1 que pone en con-
tacto con un mundo a1 que apenas tiene acceso.
I 1249 Si, como sucede en este libro, la fantasia es tomada por lo que
es (una manifestaci6n natural de la vida que podemos si acaso com-
1, prender, per0 no corregir), obtenemos unas posibilidades ingeniosas
de desarrollo psiquico que son muy importantes para la curaci6n de
las neurosis psic6genas y de 10s trastornos psic6ticos suaves. Las
fantasias no hay que considerarlas s610 negativas, tal como exigen
10s prejuicios racionales, sino que ademhs tienen un aspect0 po-
sitivo: la compensaci6n creativa del estado de consciencia, que
siempre estii amenazado por la incompletud y la unilateralidad.
La fantasia es una funci6n biol6gica justificada en si misma, y la
cuesti6n de su posibilidad y de su aplicabilidad prhctica se plantea
" [El mundo interior del ser human01 Jung escribi6 este pr6logo para la versi6n
alemana, publicada en Z6rich en 1953, del libro de la psicoterapeuta arnericana Frances
G. Wickes (1875-1967) The Inner World ofMan, New YorkiToronto, 1938. Vtase tam-
biCn OC 17,2.
LOS A R Q U E T I P O S Y L O I N C O N S C I E N T E C O L E C T I V O
* [De las rakes de la consciencia] Este libro se public6 en 1954 y contiene estos
articulos: aconsideraciones te6ricas acerca de la esencia de lo psiquico., OC 8,8; *Sobre
10s arquetipos de lo inconsciente colectivo,,, OC 911,l; ((Sobreel arquetipo con especial
consideraci6n del concept0 de Bniman, OC 9/1,3; aLos aspectos psicoldgicos del arque-
tip0 de la madre,, OC 9/1,4; '<El simbolo de la transformacidn en la misaa, OC 11,3;
.Las visiones de Zdsimon, OC 13,3; <El Brbol filosdfico~,OC 13,5.
LOS ARQUETIPOS Y L O I N C O N S C I E N T E C O L E C T I V O
opresivas figuras fantisticas; por otra parte, del miedo del euro-
peo que reacciona con el rechazo y la represi6n ante lo que Orien-
te despierta en 61. Como no conoce su propio inconsciente, no
comprende a Oriente, y lo que teme y desprecia en si mismo se lo
atribuye a Oriente.
1254 Para un nifio sensible es una verdadera catistrofe ser separado
de sus padres y conducido a Europa para volver a Oriente en el
momento critic0 de la pubertad una vez que la influencia incons-
ciente del mundo oriental habia dado forma a su relaci6n con 10s
instintos y la educaci6n occidental habia interrumpido este desarro-
110 y lo habia mutilado a1 no prestarle atenci6n. Las imigenes no
s61o describen la fase del tratamiento que llev6 a la consciencia 10s
contenidos de la neurosis, sino que ademis fueron un instrumento
del tratamiento, ya que concretaron y fijaron las vagas representa-
ciones semiconscientes e inconscientes. Una vez creada, esa expre-
si6n muestra su eficacia ccmigican cuando cchechiza~a1 contenido
de lo inconsciente expuesto y lo desactiva relativamente. El com-
plejo necesitari mis imigenes cuanto mis amplio sea. El efecto
teraptutico de esta ttcnica se basa en inducir a la consciencia a
colaborar con lo inconsciente, de mod0 que lo inconsciente se in-
tegra en la consciencia. Asi, la disociaci6n neur6tica va superin-
dose poco a poco.
125s Hay que celebrar que el autor se haya interesado por este va-
lioso y extraiio material. Aunque su libro s61o expone 10s prime-
ros pasos de un anilisis, algunas imigenes indican las posibilida-
des del desarrollo ulterior. Pero incluso con esta limitaci6n el caso
representa un enriquecimiento considerable de la todavia escasa
bibliografia casuistica.
PROLOGO AL LIBRO DE JACOBI KOMIJLEX,ARCHEWUS,
SYMBOL IN DER PSYCHOLOGIE C. G. JUNGS"
Febrero de 1956
95
PROLOGO AL LIBRO DE BERTINE
MENSCHLICHE BEZIEHUNGEN"
* [Las relaciones humanas] Jung escribi6 este pr6logo para la versi6n alemana,
publicada en Z6rich en 1957, del libro de la psic6loga americana Eleanor Bertine (1887-
1968) Human Relationships, New YorWLondon, 1958.
LOS ARQUETIPOS Y L O I N C O N S C I E N T E C O L E C T I V O
" Cf. .Sobre el simbolismo del mkdalaa, OC 9/1,12, S 687 y figura 33.
*" V6ase la serie de suefios en Psicologia y alquimia, OC 12, parte 11.
LOS ARQUETIPOS Y L O I N C O N S C I E N T E C O L E C T I V O
muertos? ?No son esos libros el eco remoto de una vida que se vivi6
en otros tiempos, de mentes y corazones llenos de pasiones, espe-
ranzas y visiones tan intensas como las nuestras? ?Imports realmen-
te si las piginas que tenemos ante nosotros cuentan la historia de
un paciente todavia vivo o muerto hace cincuenta afios? ?Imports
realmente si sus confesiones, su angustia y sus afanes hablan el inglCs
de hoy, el latin o el griego? No importa que seamos de hoy: hubo
un ayer que era tan real, tan humano y tan cilido como el momento
a1 que llamamos c<ahora*y que en apenas unas horas serL un ayer
tan muerto como el 1 de enero de 1300. A1 menos la mitad de las
razones por las que las cosas son ahora lo que son estin sepultadas
en el ayer. La ciencia, en su intento de establecer conexiones causa-
les, tiene que referirse a1 pasado. Ensefiamos anatomia comparada,
?por quC no psicologia comparada? La psique no es s610 de hoy, se
remonta a edades prehistbricas. ?El ser humano ha cambiado real-
mente en diez mil afios? ?Han cambiado 10s ciervos sus cuernos en
este breve lapso de tiempo? Por supuesto, el hombre peludo de 10s
periodos glaciales se ha vuelto irreconocible si intentas descubrirlo
entre las personas con que te encuentras en la Quinta Avenida. Pero
te quedaris sorprendido cuando hayas hablado con ellas durante
cien horas sobre su vida intima. Entonces leeris 10s polvorientos
pergaminos como si fueran 10s thrillers mLs recientes. Encontraris
10s secretos de las consultas modernas expresados en un abreviado
latin medieval o en una intrincada letra bizantina.
1267 LO que el mCdico puede oir cuando presta atenci6n a las fan-
tasias, 10s sueiios y las experiencias intimas que sus pacientes le
cuentan no lo mencionan ni la Encyclopaedia Britannica, ni 10s
libros de texto ni las revistas cientificas. Estos secretos son guarda-
dos celosamente, ocultados con inquietud, ternidos y apreciados.
Son unas posesiones muy privadas de las que nunca se habla, pues
son temidas como ridiculeces y veneradas como revelaciones. Son
numinosos, un tesoro dudoso, tal vez c6mic0, tal vez milagroso;
en todo caso, son un punto dolorosamente vulnerable que empero
preside todos 10s momentos decisivos de la vida de una persona.
Oficialmente y por consenso general, estos secretos son tan desco-
nocidos y despreciados como 10s viejos pergaminos con sus jero-
glificos indescifrables y feos, testimonios de viejos oscurantismos y
locuras. Ignoramos sus contenidos, igual que ignoramos qut? esti
sucediendo en las capas profundas de nuestro inconsciente, pues
<<quienessaben no hablan, y quienes hablan no sabem*. A medi-
101
da que las experiencias intimas de este tip0 aumentan, disminu-
ye el nexo social entre las personas. El individuo se queda aislado
sin raz6n aparente. Esto acaba resulthdole insoportable, y surge
la necesidad de confiar en alguien. La cuesti6n decisiva ser6 si a1
individuo lo comprenden o no. Seria un desastre que lo malinter-
pretaran. Por suerte, estas personas son instintivamente cuidado-
sas y no suelen hablar rnAs de lo estrictamente necesario.
1268 Cuando oyes una confesi6n de este tip0 y el paciente quiere
comprenderse mejor, el conocirniento cornparativo te ser6 de gran
ayuda. Cuando el racionalista antes mencionado vino a mi con-
sulta por primera vez, estaba tan asustado que no s610 61, sin0 yo
mismo penst que se habia vuelto loco. A1 contarme sus experien-
cias en detalle, mencion6 un suefio particularmente impresionan-
te. Me levant6 y busqut un viejo volumen en mi biblioteca, y se lo
mostrt dicitndole: la fecha? Es de hace cuatrocientos aiios.
Y ahora rnire~.Abri el libro por una p6gina en la que habia un
curioso grabado que representaba su suefio casi a1 pie de la letra.
cNa ve*, le dije, ecsu suefio no es un secreto. Usted no es victima de
una ofensa patol6gica ni est6 separado de la humanidad por una
psicosis inexplicable. Usted sirnplernente ignora ciertas experien-
cias que estin dentro de 10s limites del conocimiento humano~.El
alivio que sinti6 fue digno de ver. Habia visto con sus propios ojos
la prueba documental de que estaba cuerdo.
1269 Esto ilustra por qut la comparaci6n hist6rica no es una aficidn
de eruditos, sino una herramienta rnuy prictica y 6til. La compa-
raci6n hist6rica vuelve a abrir la puerta de la vida y de la huma-
nidad, que parecia cerrada para siempre. No sine de nada negar,
criticar o ridiculizar esas experiencias aparentemente anormales o
raras. No deberiamos perderlas, pues contienen un valor individual
intrinseco cuya ptrdida es perjudicial para la personalidad de cada
individuo. Deberiamos saber que en el pasado se tenia en gran esti-
ma a esas experiencias, pues esto explica la extraordinaria impor-
tancia que nosotros, 10s ignorantes rnodernos, nos vemos obliga-
dos a atribuirles aunque no querarnos.
1270 Comprender una enfermedad no la cura, per0 es de gran ayu-
da porque hacer frente a una dificultad comprensible es mucho
m6s f6cil que hacer frente a una oscuridad incomprensible. Aun-
que a1 final no se alcance una explicaci6n racional, a1 menos sa-
bes que no eres el 6nico que tiene ante si un muro ccmeramente
irnaginario,,, sino uno de 10s muchos que han intentado sin txito
escalarlo. Todavia compartes el destino humano corntin y no est6s
apartado de la hurnanidad por un defect0 subjetivo. Asi pues, no
has sufrido la ptrdida irreparable de un valor personal y no te ves
LOS A R Q U E T I P O S Y L O I N C O N S C I E N T E C O L E C T I V O
Agosto de 1957
PROLOGO AL LIBRO DE BRUNNER
DIE ANIMA ALS SCHICKSALSPROBLEM DES MANNES"
1276 Este libro tiene unos presupuestos cuyo desconocimiento puede dar
pie a malentendidos en el lector desprevenido: por eso, me gus-
taria explicarle que se trata de un diglogo que se extiende duran-
te ocho afios. Los interlocutores se sometieron desde el principio
a la condici6n de que sus palabras serian tan veraces, sinceras y
completas como la naturaleza humana lo permite. Naturalmente,
esta condici6n s610 se puede cumplir hasta donde llega la esfera de
influencia de la consciencia. A la vista de esta limitacibn, el dido-
go intenta prestar una atenci6n especial a las reacciones incons-
cientes que transcurren en paralelo a las declaraciones conscientes.
Este ambicioso prop6sito s610 se podria realizar por cornpleto si las
reacciones inconscientes de ambos interlocutores llegaran a expo-
nerse. Esta confrontaci6n <<biogrifica~ seria algo inCdito que s61o
podria tener lugar en unas circunstancias excepcionalmente favora-
bles. Las dificultades a las que esta tarea se enfrenta son enormes,
por lo que tengo que agradecer a la autora que haya reproducido
a1 menos las tres cuartas partes del diglogo con el rigor y la minu-
ciosidad necesarios. Su trabajo ser5 apreciado por todos 10s que
se interesan por la vida real del alma, pues ilustra con un material
empirico amplio un problema tipicamente masculino que siempre
se plantea en una situaci6n asi.
1277 Aunque todos 10s casos de este tip0 siguen un mismo modelo
arquetipico, el valor y el significado de cada uno de ellos residen
sobre todo en su unicidad, que a1 mismo tiempo es un criterio de
su objetividad. El autCntico portador de la realidad es el indivi-
" [El inima como problema del destino del hombre] Este libro se public6 en
Zdrich en 1963. Su autora era Cornelia Brunner-Scharpf.
LA V l D A S I M B O L I C A
" Cf. Henry Rider Haggard (1856-1912), She. A History ofAdventure, 1887. Cf.
supra, g 457.
1. Cf. L. Fierz, Der Liebestraum des Poliphilo, Ziirich, 1947. Tal vez sea relevante
que este libro tan importante para la psicologia del Renacimiento fuera evitado cuidado-
samente por Jacob Burckhardt, el solter6n. [Cf. infra, $ 1749 ss.]
"* Richard White of Basingstoke. Cf. Mysterium Coniunctionis, OC 14, $ 88 ss.
se*
Cf. Corbin, ~L'intiriorisationdu sens dans l'hermineutique soufie iraniennes,
en Eranos-Jahrbuch 1957 (Ziirich 1958), p. 97.
1281 El significativo motivo del inima se despliega en Rider Hag-
gard en la forma m b pura y a1 mismo tiempo rnis ingenua. Haggard
se mantuvo fie1 a su conversaci6n con ella durante toda su vida
literaria. Por decirlo asi, su nombre le obligaba a ser un casto ca-
ballero de su dama", el involuntario pariente espiritual de un RenC
dYAnjou,un trovador tardio, un caballero del Grial que ha ido a
parar en medio de la Cpoca victoriana, que esti atrapado en ella
y que se convierte en su representante tipico. ?QuC podia hacer,
sino dar a su maravillosa leyenda de siglos pasados, de casi dos
mil aiios (si recordamos las parejas formadas por Sim6n el Mago
y Helena, Z6simo y Teosebeia), la triste forma contemporinea del
yarn**?Haggard sigue asi a 10s cantantes y poetas que embelesaban
a 10s caballerescos siglos xn y XIII. A diferencia de Haggard, el avance
romAntico de su coet6neo alem5n (Richard Wagner) no fue inocuo.
Se inmiscuyd un genio peligroso, un Friedrich Nietzsche, y alz6
su voz un Zaratustra que no tenia como interlocutor a una mujer
sabia. Esta poderosa voz procedia de un solter6n con jaquecas que
((aseis mil pies rnis a116 del bien y del rnal>>""~, en la conmoci6n de
la locura, encontr6 a su <<Dud6 y Suleica,*""" e hizo esa confesi6n
de la que su hermana se encargd que no quedaran huellas mis que
en su historia clinica. Esto no suena ni bien ni bonito, per0 la vida
adulta implica escuchar las terribles cacofonias que la vida real pro-
duce e incluirlas en las imigenes de la realidad. La verdad y la
realidad no son la mfisica de las esferas, sino la belleza y el horror
de la naturaleza. Por desgracia, el conocirniento psicol6gico no
puede tener ninguna deferencia con las necesidades estCticas. Asi
que la grandeza y el significado de un motivo como el del inima
no guardan relaci6n alguna con el mod0 de su configuraci6n. El
hecho de que b d e r Haggard se sirva de la modesta forma del yarn
no perjudica a1 contenido de su libro. Quien busque una lectura
entretenida o el excelso arte de la palabra puede leer otros libros
mejores. Pero quien quiera comprender y conocer tiene mucho ali-
mento en She, debido precisamente a la sencillez e ingenuidad de
su enfoque, que carece de toda implicaci6n <<psicol6gicar.
1282 Naturalmente, la cosecha rnis abundante es la que procede de
la materia primigenia, de 10s suefios, que no son una invencibn,
* Todos 10s textos de esta secci6n estbn traducidos del original alembn, salvo 10s
correspondientes a 10s S 1296-1342, 1388-1402, 1447-1455 y 1461-1465, que estin
traducidos del original inglks. (N. del T )
12x4 El conferenciante ve en la psicologia del estadounidense rasgos que
aluden a una enCrgica represi6n sexual. Las razones de esto se en-
cuentran sobre todo en la convivencia con el negro, que tiene un
efecto sugestivo sobre 10s instintos laboriosamente controlados de
la raza blanca. Por eso hacen falta unas medidas defensivas muy
desarrolladas que salen a la luz en las peculiaridades del america-
nismo.
" Resumen por Otto Rank del informe presentado por Jung ante el Segundo
Congreso de Psicoanilisis celebrado en Nhremberg 10s dias 30 y 3 1 de marzo de 1910.
Publicado en Zentralblatt fur Psychoanalyse (Wiesbaden) 43 (diciembre de 1910), p. 130.
Otro resumen de las conferencias se public6 en Jahrbuch fur psychoanalytische und psy-
chopathologische Forschungen (Leipzioien) 112 (1910). Jung ya habia viajado dos ve-
ces a 10s Estados Unidos para dictar conferencias: entre agosto y septiembre de 1909
(Clark Conference, Worcester, Massachusets) y en marzo de 1910 (Chicago).
1285 Las psicosis de 10s negros son las mismas que las de 10s blancos.
En 10s casos leves el diagndstico es dificil porque no sabes si se
tratarS de supersticidn. La investigacidn es dificil porque el ne-
gro no comprende lo que quieres de 61 y ademis es ignorante
(no sabe cuintos aiios tiene, no tiene nocidn del tiempo). El negro
es incapaz de abordar sus propios pensamientos, un fendmeno
anilogo a la resistencia de nuestros pacientes. De alucinaciones
se habla poco; de ideas fijas y suefios, algo mis, per0 no mucho.
El negro es muy religiose; sus conceptos de Dios y de Cristo son
muy concretos. El conferenciante ya explicd en otra ocasidn que
algunas caracteristicas de 10s estadounidenses (por ejemplo su self-
control) se explican por la convivencia con 10s negros (que care-
cen de dominio de si mismos). Esta convivencia tambiCn ejerce
influencia sobre el negro. El hombre blanco es para el negro un
ideal, lo cual se muestra en la religidn en el hecho de que Jesucris-
to siempre es un hombre blanco. A1 negro le gustaria ser blanco
o tener hijos blancos; inversamente, es perseguido por 10s hom-
bres blancos. En 10s ejemplos de suefios que el conferenciante
presenta aparece muy a menudo el deseo o la tarea de adaptarse
a1 hombre blanco. Llama la atencidn que en 10s suefios abundan
10s simbolos de sacrificios, como 10s que el conferenciante men-
:
Primera versibn, publicada en 1912, del libro Sfmbolosde transformaci6n, 1952,
OC 5. (N. del T.)
115
1286 SUpregunta no es ficil de responder. A1 contrario de lo que se po-
dria suponer, yo no me interese directamente por la filosofia china
y obtuve de su estudio cosas 6tiles para mi psicologia, sino que a1
principio el pensamiento chino me resultaba muy lejano. Debo mis
relaciones con China y con Richard Wilhelm 6nicamente a ciertos
descubrimientos psicol6gicos. Fue el descubrimiento de lo incons-
ciente colectivo (es decir, de 10s procesos animicos impersonales)
lo que despert6 mi inter& por la psicologia primitiva y ex6tica.
Muchos de estos procesos animicos impersonales nos resultan ex-
traiios e incomprensibles y no podemos relacionarlos con 10s sim-
bolos histbricos que conocemos, per0 tienen muchas analogias
indudables en las psicologias ex6ticas. Asi, toda una serie o capa
de contenidos impersonales s610 se puede comprender a partir de
la psicologia de 10s primitivos, y otros tienen sus analogias mis
cercanas en la India y en China. Siempre se ha pensado que 10s
simbolos mitol6gicos se extienden por migraci6n. Pero yo he des-
cubierto que la presencia de 10s mismos simbolos en 10s paises y
continentes mhs diferentes no se debe a la migracibn, sino a1 des-
pertar espontineo de 10s mismos contenidos.
1287 Tras observar estos procesos durante muchos aiios me he con-
vencido de que, a1 menos hoy, existe en el alma colectiva incons-
ciente del europeo la tendencia marcada a producir contenidos que
tienen sus analogias miis cercanas en la vieja filosofia china y en
la reciente filosofia tintrica. Esto me movi6 a presentar el mate-
rial de mis observaciones a Rchard Wilhelm, el gran conocedor del
" Manuscrito inCdito con fecha 19 de enero de 1930. No se han encontrado las
preguntas planteadas.
alma china, que confirm6 esta asombrosa concordancia. El fruto
de nuestra colaboraci6n es un libro que acabamos de publicar: El
secreto de la Flor de Oro". El hecho de esta analogia confirrna rniis
o menos una impresi6n que tengo desde hace tiempo: que nuestra
situaci6n animica actual esti influenciada por una irrupci6n del
espiritu oriental con la que nos las tenemos que arreglar. Proba-
blemente, se trata de un carnbio animico aniilogo a1 que tuvo lugar
en Rorna en el siglo I. En cuanto 10s romanos sojuzgaron politica-
mente el Cercano Oriente a partir de las campafias de Pompeyo,
Roma fue inundada por el sincretismo heltnico-asiiitico.Atis, Cibe-
les, Isis y la Magna Mater extendieron su culto por 10s dominios
de Roma. Mithra conquist6 la Roma oficial y el ejtrcito, hasta que
el cristianismo derrotd a todos estos cultos. No st hasta qut punto
la decadencia espiritual y politica de Espafia y Portugal tiene que
ver con su conquista del primitivo continente sudarnericano, per0
es seguro que 10s dos paises que fueron 10s primeros en conquis-
tar el Lejano Oriente (Holanda e Inglaterra) fueron tarnbitn 10s
prirneros en verse infectados por la teosofia. Parece ser una ley
psicol6gica que el conquistador puede derrotar fisicamente a su
rival, per0 a carnbio acoge en secreto su espiritu. La vieja China
sucumbe hoy a la invasi6n occidental, y mis estudios puramente
empiricos indican que el espiritu de China ya se percibe claramen-
te en lo inconsciente europeo. Ustedes cornprenderiin que esta
constataci6n tiene para mi de rnomento el valor de una hip6tesis
de trabajo que gracias a sus analogias hist6ricas posee un grado de
verosimilitud considerable.
1288 El motivo de mi viaje a krica"* fue la misrna necesidad que un
afio antes me habia llevado a Nuevo Mtxico*'". Queria ver con mis
propios ojos la vida animica de 10s pueblos prirnitivos. Esto se debe
a1 hecho ya mencionado de que 10s contenidos de lo inconsciente
colectivo, que yo investigo, estiin relacionados estrechamente con
la psicologia primitiva. Nuestra consciencia civilizada es rnuy dife-
rente de la consciencia de 10s primitivos, per0 en el fondo de nues-
tra alma hay una gruesa capa de procesos primitivos que -como
he dicho- son 10s parientes miis cercanos de esos procesos que en
10s primitivos todavia forman la superficie de la vida diurna. Tal
vez pueda aclararles esta diferencia con un ejemplo. Si yo quiero
darle una orden a un empleado mio, por ejernplo que lleve una car-
era un suefio de un viejo jefe que vio que una vaca determinada
habia parido y ahora estaba en u n claro junto a1 rio con su ternero.
Como este hombre era demasiado mayor para ocuparse personal-
mente de sus numerosos animales, que pastaban dispersos por el
monte, no sabia que esa vaca iba a parir, y mucho menos d6n-
de. La vaca estaba realmente con su ternero en el lugar del suefio.
La relaci6n de estas personas con la naturaleza es muy estrecha.
Hubo otros casos m6s que me permitieron comprender por quC
10s primitivos est6n tan convencidos de la verdad de sus suefios.
Entre otras razones, porque sus suefios contienen esa funci6n de
pensamiento de la que ellos todavia no pueden disponer conscien-
temente. Se&n dicen, la presencia del hombre blanco en su pais ha
ejercido una influencia nefasta sobre 10s suefios de 10s curanderos
y 10s jefes. Un viejo curandero me dijo llorando: cXa no sofiamos
desde que el hombre blanco est6 aqub. Tras muchas conversacio-
nes sobre este tema averigiiC que 10s jefes debian su liderazgo a sus
suefios verdaderos. Pero desde que 10s ingleses controlan todo, 10s
jefes y 10s curanderos ya no mandan. Ya no hacen nada, y la voz
que 10s guiaba en suefios ha enmudecido.
PROLOGOS AL LIBRO DE JUNG
SEELENPROBLEME DER GEGENWART*
" I1 problema dell'inconscio nella psicologia moderna, trad. de Arrigo Vita y Gio-
vanni Bollea, Torino, 1942.
cen curiosidades biogrAficas. Naturalmente, el tratamiento de las
neurosis plante6 muchas preguntas a 10s medicos, que no pudieron
contestarlas s610 con 10s recursos de la medicina. Asi que se diri-
gieron a la psicologia acadtmica de la Cpoca, per0 Csta no se ocu-
paba del ser humano vivo, o s610 lo hacia limitada por unas condi-
ciones experimentales que impedian la expresi6n total natural de
la psique. Ya que 10s mCdicos no recibian ayuda desde fuera (con
las escasas excepciones de fil6sofos como C. G. Carus, Schopen-
hauer, Eduard von Hartmann o Nietzsche), se vieron obligados a
elaborar una psicologia mtdica del ser humano real. Los articulos
reunidos en este volumen son testigos de este intento.
[La mente primitiva y la civilizacidn moderna] Este libro de Charles Robert Al-
drich se public6 en 1931 en Londres y Nueva York, con una introducci6n de Bronislaw
Malinowski. V6ase la carta de Jung a1 autor del5 de enero de 1931 en Briefe, I.
Casi se diria que el punto de vista superior no lo da una ciencia
especializada, sin0 la convergencia con 10s puntos de vista de otros
campos cientificos.
1297 Asi pues, comprender la psicologia primitiva habria sido una
tarea casi irresoluble sin la ayuda de la mitologia, el folclore, la his-
toria y la religi6n comparada. La obra de sir James Frazer es un
ejemplo esplindido de este mCtodo compuesto. Es sorprendente que
la psicologia no sea una de las ciencias que trabajan juntas. Pero
no ha estado completamente ausente. Ninguno de 10s numerosos
autores que han abordado 10s problemas de la mente primitiva ha
dejado de lado la psicologia. Pero el punto de vista psicol6gico em-
pleado por cada autor era suyo, como si no hubiera otro que la
psicologia de ese autor. Desde el punto de vista de Tylor, el ani-
mismo es evidentemente su predisposicidn individual. Levy-Bruhl
analiza 10s hechos primitivos con su mente extremadamente ra-
cional. Desde su punto de vista, parece muy 16gico que la mente
primitiva sea un e'tat pre'logique. Pero la mente primitiva dista de
ser il6gica y de ser ccanimista~,no es ese extrafio ser del que el
hombre civilizado est%separado por un abismo infranqueable. La
diferencia fundamental entre ellos no tiene que ver con el fun-
cionamiento de la mente, sino con las premisas en que se basa el
funcionamiento.
1298 La raz6n por la que la psicologia ha ayudado hasta ahora poco
a1 explorador del vasto campo de la psicologia primitiva no es la
aversi6n natural del especialista a apelar a principios que se en-
cuentran fuera de su campo, sino el hecho de que no existia una
psicologia que pudiera ayudar realmente. La psicologia que hace
falta es una psicologia de las funciones complejas, es decir, una
psicologia que no reduzca las complejidades de la mente a sus ele-
mentos hipotCticos, como hace la psicologia experimental o fisiol6-
gica. El primer intento de elaborar una psicologia compleja lo llev6
a cab0 Freud, cuyo ensayo Tdtem y tabh fue una de las primeras
contribuciones directas de la nueva psicologia a la investigaci6n
de la mente primitiva. No importa mucho que este intento fuera
simplemente una aplicaci6n de la teoria sexual de Freud, elabora-
da a partir del estudio de mentes patol6gicas. Pese a esto, el en-
say0 de Freud demuestra que la aproximaci6n entre la psicologia
y el problerna de la mente primitiva es posible. Algfin tiempo an-
tes de la obra mencionada, yo habia acometido una tarea similar"
que me condujo a la mente primitiva, per0 con un mCtodo muy
Septiembre de 1936
1300 La raz6n por la que he venido a 10s Estados Unidos es el hecho de
que la Universidad de Harvard me ha concedido el gran honor
de invitarme a la celebraci6n de su tricentenario. Ya que soy tanto
un psicopat6logo como un psic6log0, me han pedido que partici-
pe en un congreso sobre ((Los factores psicol6gicos que determi-
nan el comportamiento humane,,"".
1301 NO es la primera vez que visito 10s Estados Unidos, per0 la 61ti-
ma vez que estuve aqui fue hace mucho tiempo, en 1924. Siento
mucha curiosidad por observar 10s cambios que la 6ltima decada,
tan rica en acontecimientos, ha provocado en la vida pfiblica
y privada y compararlos con 10s cambios que han tenido lugar en
nuestra trastornada Europa. Albergo la sincera esperanza de en-
contrar en 10s Estados Unidos mhs sentido cornfin, miis paz social
y menos locura que en 10s viejos paises. Como psic6log0, me intere-
san profundamente 10s trastornos mentales, en especial si afectan
a naciones enteras. Quiero subrayar que desprecio la politica de
todo coraz6n: no soy ni bolchevique, ni nacionalsocialista ni anti-
semita. Soy un suizo neutral, y ni siquiera en mi pais me interesa
la politica, pues estoy convencido de que el 99 % de la politica
son meros sintomas, cualquier cosa menos una cura de 10s males
* Manuscrito inedito. Aunque este texto parece pensado para la prensa de Nue-
va York, no hay constancia de que fuera publicado por completo o en parte. La entrevis-
ta que Jung concedi6 a1 New York Times poco antes de volver a Europa esti publicada
bajo el tin110 <<The
2.000.000 Year Old Man., en C. G. Jung Speaking, 1977.
*" Cf. OC 8,s.El titulo del congreso no incluia el adjetivo ~psicolbgicosa,pero la
conferencia de Jung sf.
de la sociedad. Aproximadamente el 50 % de la politica es daiiino,
pues envenena la incompetente mente de las masas. Estamos aler-
ta frente a las enfermedades contagiosas del cuerpo, per0 somos
exasperantemente descuidados con las enfermedades colectivas de
la mente, que son mucho m6s peligrosas.
1302 Hago esta declaracidn para frustrar todo intento de reclamarme
para un partido politico. Tengo razones para proceder asi, pues
mi nombre ha sido arrojado varias veces a la discusi6n politica,
que como ustedes saben se encuentra ahora mismo en un estado
febril. Esto ha sucedido sobre todo en relacidn con el hecho de
que yo me intereso por las innegables diferencias en la psicolo-
gia nacional y racial, que provocan muchisimos malentendidos y
errores en las relaciones internacionales y en las fricciones socia-
les internas. En una atmdsfera envenenada y sobrecalentada por la
politica, la discusidn cientifica desapasionada de estos problemas
delicados, per0 importantisimos, se ha vuelto pricticamente im-
posible. Discutir estos asuntos en pfiblico tendria tanto exit0 como
si el director de un manicomio intentara discutir con sus pacientes
sus ilusiones. Lo tragicdmico es que esos pacientes est6n tan con-
vencidos de que son normales como el medico de que su rnente
est6 equilibrada.
1303 Pronto se cumplir6n treinta aiios desde que visit6 10s Estados
Unidos por primera vez. Durante este tiempo he observado el tre-
mendo progreso de este pais y he aprendido a apreciar el enorme
cambio que America ha experimentado y sigue experimentando,
la transicidn desde la mentalidad de 10s pioneros a la actitud muy
diferente de un pueblo encerrado en un territorio definido.
1304 Voy a pasar casi todo el tiempo en Harvard, y tras una breve
visita a 10s museos de Nueva York emprendere viaje a principios
de octubre.
LA P S I C O L O G Y
~ LOS PROBLEMS NACIONALES;'
* El patr6n oro se fue extendiendo a lo largo del siglo XIX por las principales
potencias econ6micas de Occidente, pero no consigui6 sobrevivir a la Primera Guerra
Mundial. (N. del T )
sometidas a ciertas leyes psicol6gicas. Pero en especial 10s factores
econ6micos tienen un car6cter no completamente psicol6gico; de-
penden en buena medida de condiciones que apenas tienen algo
que ver con la psicologia. La psicologia parece prevalecer en la po-
litica, per0 hay un factor 6ltimo de nfimeros, fuerza bruta y vio-
lencia que corresponde m6s a la psicologia de un cavernicola o de
un animal que a la de un ser humano. Todavia no hay una psicolo-
gia de materias tan complejas como la economia o la politica. No
est5 nada claro que podamos aplicar la psicologia a cosas que se
basan en factores no psicol6gicos. No me consider0 competente
para hablar del significado 6ltimo de nuestra crisis mundial. Sin
embargo, algunos aspectos si que son psicol6gicos y ofrecen una
oportunidad a1 comentario. La psicologia actual parece ser capaz
a1 menos de producir un punto de vista.
1308 Antes de abordar esta cuestibn, voy a decir unas palabras so-
bre la psicologia en general":
la consciencia
las tres capas de la psicologia
t lo subconsciente
lo inconsciente colectivo
1309 Tras esta breve exposici6n de c6mo entiendo la psicologia, voy a
volver a nuestro tema. Ante todo una afirmaci6n negativa: excluyo
de la consideraci6n psicol6gica 10s aspectos estrictamente econ6mi-
cos y politicos de 10s acontecimientos de nuestros dias. Hago esto
porque esos acontecimientos son, a1 menos en parte, no-psicol6gi-
cos. Sean cuales fueren las razones psicol6gicas de la Gran Guerra,
van m6s a116 de mi competencia psicol6gica. Voy a hablar funda-
mentalmente de la situaci6n psicol6gica que la Guerra ha provoca-
do. Que haya una ccsituaci6n psicolbgica* parece confirmado por
gran ntimero de fen6menos que tenemos que considerar sintomas.
Decimos de un fendmeno que es un sintoma si es evidente que no
funciona como un instrumento 16gico para obtener un fin, sino
que es simplemente el resultado de unas condiciones causales sin
ningtin tip0 de propbsito. Asi, el color amarillo de la pie1 en un
caso de ictericia es un fen6meno sin prop6sit0, por lo que deci-
mos que es un sintoma, a diferencia de la pintura de guerra de un
pie1 roja, que forma parte del ceremonial guerrero. 0 pensemos
en un hombre que est6 clavando un clavo en una pared y a1 que
preguntamos por quC hace eso; si contesta que lo hace para colgar
su abrigo, lo que est6 haciendo tiene un prop6sit0, un sentido. Pero
:
Cf. Las relaciones entre el yo y lo inconsciente, OC 7,2, 5 243 ss., 305 ss.
de la democracia y favoreciendo a1 fascismo. Los problemas de la
vida moderna son demasiado urgentes para que jueguen con ellos
unos politicos miopes))".
1336 NO es probable que las naciones europeas permanezcan mu-
cho tiempo en el ca6tico desorden de la infantil doctrina comunis-
ta. Mbs bien, estbn retrocediendo hacia un orden impuesto que no
es otra cosa que una dictadura y una oligarquia tirbnica. A1 menos,
esta forma ha salido a la luz en la lenta Rusia, donde ciento setenta
millones de personas son mantenidas en orden por apenas un mi-
116n de militantes del partido comunista. En Italia es el fascio, y en
Alemania la SS estb a punto de convertirse en algo asi como una
orden religiosa de caballeros que gobierna una colonia de sesenta
millones de nativos. En la historia del mundo no ha habido nunca
un caso en que el orden se haya restablecido en el caos de una ma-
nera razonable y suave. El caos s610 se somete a1 orden impuesto.
1337 El fantasma del Estado se encarna en el dictador y en su je-
rarquia oligbrquica. Pero estos estadistas son seres humanos que
mandan sobre sus prbjimos, y de inmediato tstos se sienten supri-
midos, cosa que no sucedia mientras 10s llamaban ccdem6cratas)).
Por supuesto, esta esclavitud estatal es tan mala como la anterior,
per0 ahora la gente se da cuenta de que tiene algo que decir so-
bre la polftica, per0 no le dejan. Entonces se sienten como si les
hubiera pasado algo horrible. No cornprenden que lo que decian
en la democracia era tan fbtil como lo que querrian decir ahora.
Es verdad que 10s dem6cratas hablan, que 10s socialistas hablan
mbs abn y que 10s comunistas les ganan a todos en hablar. Esto es
lo que 10s ha conducido a la desintegracibn, y Csta es la raz6n
por la que en una situaci6n de orden impuesto se acaba abrupta-
mente el hablar.
1338 El desorden es destructivo. El orden siempre es una jaula. La
libertad es la prerrogativa de una minoria, y siempre se basa en la
desventaja de otros. Suiza, la democracia rnbs antigua del mundo,
se considera un pais libre porque nin&n extranjero ha disfrutado
de una libertad en desventaja de ella. Esto fue asf hasta que 10s
Estados Unidos y Gran Bretafia renunciaron a1 patrdn oro. Des-
de entonces nos sentimos como unas victimas. Ahora les hacemos
la misma jugarreta a 10s paises que tienen bonos suizos (iimagi-
nense que Suiza es el tercer banquero rnbs grande de Europa!) y
nos sentimos mejor. Pero 8somos realmente libres? Somos dtbiles
y carecemos de importancia, y nos gusta ser asi; nuestro estilo de
:
Fuente inidentificable. MacDonald (1886-1937) fue el primer laborista que ocu-
p6 el cargo de primer ministro de Gran Bretafia (1924 y 1929-1935).
vida es angosto, y nuestra perspectiva est5 obstaculizada no s61o
por 10s Alpes, sino ademis por auttnticas montafias de prejuicios
contra todo y contra todos 10s que superan nuestra talla. Estamos
encerrados en la jaula del orden y disponemos simplemente de la
cantidad de aire suficiente para no ahogarnos. Pero tenemos una
virtud: somos modestos y poco ambiciosos. Por eso nos aferramos
a1 orden y no hablamos demasiado. Pero nuestra libertad es muy
limitada, por suerte. Esto tal vez nos libre de un dictador.
1339 Me temo que en la Europa continental la cuesti6n ya no es si
vamos a disfrutar de m6s libertad o menos. Las cosas ya han ido
tan lejos que el problema de la libertad pronto se quedar5 obsole-
to. La cuesti6n ya s610 es: dser o no ser?,,. El dilema se da ahora
entre el caos y el orden impuesto. CHabr6 una guerra civil o no?
Esto es lo que preguntamos angustiados a las oscuras Parcas de
Europa. Me gustaria citar a Miguel de Unamuno, uno de esos libe-
rales espafioles que han socavado el orden tradicional con la espe-
ranza de crear una libertad mayor. Su confesi6n m5s reciente dice
asi: c<Lostiempos han cambiado. La cuesti6n ya no es liberalismo
y democracia, repfiblica o monarquia, socialismo o capitalismo. La
cuesti6n es civilizacidn y barbarie. La civilizaci6n est5 representa-
da ahora en Espafia por el ejtrcito del general Franco~".
1340 El orden coactivo parece ser preferible a 10s terrores del caos,
en todo caso parece ser el menor de dos grandes males. Me temo
que las 6rdenes tienen que ser escuchadas en silencio.
1341 Per0 la mayor parte de las personas piensan que lo peor que
puede suceder en el mundo es que ellas no puedan seguir hablando.
~ s t parece
a ser la raz6n por la que hasta 10s dictadores m5s [...I**
acaban siendo derrocados y el insensato y lamentable juego de la
politica serpentea por la historia, una triste comedia para la mente
capaz de pensar y para el coraz6n capaz de sentir.
1342 Si estamos entrando a trompicones en una tpoca de dictado-
res, ctsares y Estados encarnados, hemos concluido un ciclo de
dos mil afios y la serpiente ha vuelto a encontrarse con su propia
cola. Nuestra tpoca se pareceri mucho a 10s primeros siglos d. C.,
cuando el ctsar era el Estado y un dios, y 10s sacrificios divinos se
hacian a1 ctsar, mientras que 10s templos de 10s dioses se desmoro-
naban. Ustedes saben que en aquellos tiempos millares de personas
2Que' piensa usted del retorno del pueblo suizo a la vida sencilla?
1343 El retorno a la vida sencilla se puede considerar una suerte in-
esperada, si bien ese ccretorno* exige unas renuncias que no son pe-
quefias y ademis no es voluntario. Gracias a las mejoras en las co-
municaciones y a las sensaciones baratas (como el cine, la radio, 10s
peri6dicos y miles de ccocasiones,>de todo tipo), la vida humana del
pasado reciente se estaba acercando ripidamente a un estado que
se parece mucho a la inquietud americana. Ziirich ya ha alcanzado
el nivel de 10s Estados Unidos por cuanto respecta a 10s divorcios.
Parad6jicamenteY10s medios para ahorrar tiempo (incluidas las me-
joras en las comunicaciones y otras comodidades) no ahorran tiem-
po, sin0 que s610 sirven para rellenar el tiempo disponible hasta el
punto de que no tengamos tiempo. La consecuencia inevitable es la
prisa, la superficialidad y el agotamiento nervioso, con todos 10s sin-
tomas correspondientes, como el hambre de estimulos, la impacien-
1360 Hace apenas unos siglos, las regiones del mundo que las ciencias
naturales han explorado desde entonces estaban cubiertas por una
oscuridad profunda. La naturaleza todavia se encontraba en su es-
tad0 originario, en el cual se mantenia desde 10s tiempos m h re-
motos. La naturaleza ya no tenia dioses, per0 todavia tenia alma.
No s610 10s demonios se movian por la tierra, el agua, el aire y el
fuego, no s610 las brujas y las profecias oscurecian las relaciones
humanas, sin0 que tambitn 10s mysteria fidei se hundian en la na-
turaleza: en unas flores se descubrian imBgenes de 10s instrumen-
tos de martirio y de la sangre de Cristo; a partir del movimiento
hacia la derecha (en el sentido de las manecillas del reloj) de la
concha del caracol se demostraba la existencia de Dios; la alqui-
mia reproducia el nacimiento de la Virgen en el despertar del in-
fans mercurialis en el sen0 de la Tierra, exponia la pasidn de Cris-
to mediante la separatio, solutio y digestio de la sustancia arcana,
y la muerte y la resurreccibq de Cristo reaparecian en 10s procesos
de transformacidn quimica. Esta ilustraba la transubstanciacibn, que
no habia otra manera de ver. El misterio del agua bautismal se re-
petia en las extrafias propiedades del disolvente por excelencia, el
66pwv ~ E L O V ,el aqua permanens. La crucifixidn de Cristo era casi
una prefiguracidn de la tarea de las ciencias naturales, pues el Br-
bol de la cruz encontrd su equivalente en el arbor philosophica,
que a su vez representa el opus scientiae.
1361 Hoy apenas podemos imaginarnos esta mentalidad, y por tan-
to no sabemos qut significa vivir en un mundo que desde arriba
* Manuscrito intdito, salvo 10s nueve filtimos pirrafos. V6ase tambitn el libro
Aufsatze zur Zeitgeschichte, 1946, OC 10 y 16.
esti repleto de 10s misterios de 10s milagros divinos, hasta llegar a1
crisol del fundidor de minerales, y que desde abajo esti corrom-
pido por el engafio diab6lico y mancillado por el pecado original,
per0 tambitn vivificado misteriosamente o por un daemonium au-
t6ctono o por ese anima mundi o esa scintilla animae mundi que
en tanto que semillas de la vida procedian de la fecundaci6n de las
aguas superiores por el ruaj Elohim [<<hilit0 de Dios*].
1362 Apenas podemos imaginarnos cuinto cambi6 el sentimiento
vital cuando se acab6 ese mundo que casi pertenecia todavia a la
Antigiiedad. En todo caso, quien haya tenido una infancia llena de
fantasia podri hacerse una idea aproximada. Da igual que lamente-
mos o celebremos la inevitable ptrdida del mundo primigenio. Lo
realmente importante es una pregunta que nadie se plantea: 2qut
sucede con esas imigenes y figuras, con esos dioses, demonios, ma-
gos, con 10s mensajeros del cielo y 10s engendros del abismo, una
vez que hemos averiguado que en las cavernas de la Tierra no hay
un serpens Mercurii ni un spiritus vegetativus, que en el bosque no
hay driades y en el agua no hay ondinas y que 10s mysteria fidei se
limitan a articulos de fe? El hecho de que hayamos corregido una
ilusi6n no significa que hayamos eliminado la instancia psiquica
que genera las ilusiones e incluso las necesita. Es discutible que
nuestra manera de corregir esas ilusiones sea vilida. Si, por ejem-
plo, nos conformamos con mostrar que ninguna ballena podria o
querria tragarse a Jonis y que, si lo hubiera hecho, Jonis se habria
ahogado en poquisimo tiempo y no habria sido expulsado vivo",
si criticamos asi, no hacemos justicia a1 mito. Esta argumentaci6n
resulta incluso ridicula, pues toma el mitologema a1 pie de la letra,
cosa que hoy nos parece demasiado ingenua. Asi pues, vemos ya
que una correcci6n en ttrminos de la Ilustraci6n yerra el blanco
de una manera penosa. Una de las propiedades tipicas del mito es
precisamente fabular e intentar decir lo inusual, lo extraordinario
e incluso lo imposible. Frente a esta tendencia es inadecuado alar-
dear de las cuatro cosas que aprendimos en el colegio. Con esta
critica no hemos eliminado el factor mitologizante, sin0 que s610
hemos corregido una concepcidn impropia del mito. El sentido del
mito no esti afectado en absoluto, tampoco la instancia animica
mitologizante. El resultado es simplemente una ilusibn: creer que
lo que el mito afirma no es verdad. Esto lo sabe cualquier colegial.
Pero nadie tiene la mis remota idea de qut dice el mito realmen-
te. El mito expresa hechos animicos, igual que un suefio normal
1. Esto se puede discutir, pues son las organizaciones cristianas quienes han mos-
trado su impotencia. Pero esta diferencia desaparece si identificamos Iglesia y cristianismo.
I LA v l D A S l M s o L t c A
I
1365 Estos hechos dan que pensar. El espiritu humano se ha tragado
sin querer 10s demonios de la naturaleza, sobre 10s que en aparien-
1 cia triunfb, y ahora es una marioneta del diablo. Esto ha sucedido
porque la gente creia que podia librarse de 10s demonios decla-
I
rando que eran una superstici6n. Pasaron por alto que en el fondo
10s demonios son proyecciones, productos de ciertos factores del
alma humana. Comprender que estos productos son impropios e
ilusorios no ciega sus fuentes. A1 contrario, si a 10s demonios se les
impide instalarse en una roca, un bosque, una montaiia o un rio,
utilizan a1 ser humano, que es un lugar de residencia mucho m6s
peligroso. En 10s objetos naturales, la actuaci6n de 10s demonios
tenia unos limites mucho mis estrictos: rara vez conseguia una roca
impactar en una cabaiia, rara vez podia un rio desbordarse, inun-
dar 10s campos y ahogar a la gente. Pero una persona no se da
cuenta de que 10s demonios la gobiernan, y presta todo su talent0
y toda su astucia a su gobernante inconsciente, el cual despliega
asi una actividad mucho mayor.
1366 Este mod0 de ver las cosas s61o le parece <original),, extra-
fio o incluso absurdo a quien nunca se haya preguntado d6nde
han ido a parar esas fuerzas animicas que se encarnaban en 10s
demonios. Aunque 10s logros de la ciencia sean admirables, las
consecuencias psiquicas de este enorme triunfo humano son te-
rrible~.Por desgracia, en este mundo no hay nada bueno que no
paguemos con un ma1 a1 menos igual de grande. Todavia no sabe-
I
mos que el progreso grande est6 contrarrestado por un retroceso
igualmente grande. No tenemos n i idea de que' significa vivir en
una naturaleza sin alma. A1 contrario, la gente Cree que el hecho
de que el ser humano haya dominado a la naturaleza y haya to-
mado el tim6n para dirigir el barco a su voluntad es un progreso
formidable que s610 tiene ventajas. Los dioses y 10s demonios,
que es fhcil presentar como ccopio del pueblo,, porque no existen
fisicamente, vuelven a su lugar de origen, a1 ser humano, y se
convierten en una droga en comparaci6n con la cual el c<opion
anterior era un juego de niiios. ?Qu6 es el nacionalsocialismo2,
sino un enorme delirio que ha arrojado a Europa a una cat6strofe
indescriptible?
I
2. Hay que desconfiar por principio de todos los ~ismosaque prometen un mun-
do ~ m e j o r pues
~ , este mundo cambia, per0 no rnejora. Por el contrario, el ser humano
puede adoptar una actitud hasta cierto punto mls racional o mls irracional, mejor o
peor. Nunca estarl libre de los males fundamentales de la existencia exterior e interior.
Seria mejor saber que este mundo es un campo de batalla y que apenas ocupa un breve
espacio de tiempo enue el nacimiento y la muerte.
1367 LO que la ciencia ha averiguado ya no se puede anular. El
progreso de la verdad no se puede ni debe detener. Pero el rnis-
mo impulso a la verdad que ha dado lugar a la ciencia tiene que
comprender qu6 implica el progreso. La ciencia tiene que ver la
enorrne catistrofe animica que sus progresos han traido consigo. El
hombre de nuestros dias, que todavia es un nifio, tiene en sus ma-
nos unos rnedios de destrucci6n que requieren un sentido agudi-
simo de la responsabilidad o un apocamiento casi enfermizo para
impedir el facilisimo abuso del poder. Lo mis peligroso son las
acurnulaciones de rnasas, tuteladas por relativamente pocas cabe-
zas. Ya se estin definiendo 10s inmensos bloques continentales que
por pura necesidad de paz y seguridad preparan las cathstrofes del
futuro. Cuanto mayores son las rnasas que se rnueven en la misrna
direccibn, rnis violento y funesto es su movimiento.
1368 Cuando la humanidad pas6 de la naturaleza animada a la na-
turaleza inanimada, esto sucedid de la rnanera rnenos cortts: el
carkter animado de la naturaleza fue ridiculizado corno una su-
persticibn. Cuand? el cristianisrno expuls6 a 10s viejos dioses, 10s
sustituyd por el Unico Dios. Pero cuando la ciencia suprimi6 el
carkter animado de la naturaleza, no le dio otra alrna, sino que
coloc6 la ratio hurnana sobre la naturaleza. A1 menos, bajo el im-
perio del cristianismo todavia se temi6 durante rnucho tiernpo a
10s viejos dioses corno demonios. Pero la ciencia ni siquiera se dign6
mira.r a1 alma de la naturaleza. Si hubiera sido consciente de que
su rnanera de proceder era una novedad irnportantisirna, la ciencia
se habria detenido un momento y se habria preguntado si esta ope-
racibn, que suprimia el estado original de la humanidad, no exigia
la mixima prudencia. Si era asi, habria sido necesario un rite de
sortie [rito de salida], una despedida ceremonial a (y una recon-
ciliaci6n con) las autoridades a destronar. Se habria mostrado asi
a1 menos el respeto necesario a su existencia. Pero la ciencia y la
<<humanidadcivilizada~no pensaron que el progreso del conoci-
miento cientifico llegaria a ser un peril of the soul [peligro para el
alma] a1 que habia que anticiparse con alglin rito poderoso. Esto
era irnposible, pues ese rite de sortie habria sido simplemente una
reverencia cort6s ante 10s demonios, y el triunfo de la Ilustraci6n
consistia en que no existen las almas de la naturaleza. Pero lo que
no existe es lo que la gente se imaginaba que esos espiritus eran.
La cosa si que existe, y existe en el alma humana, sin preocuparse
por lo que 10s tontos y 10s ilustrados digan sobre ella. La cosa existe
hasta el punto de que ante nuestros ojos <(elpueblo rnis laborioso,
capaz e inteligenten de Europa va a parar en un estado espiritual
de excepci6n y coloca en el altar de la totalidad (que s610 pertenece
a la teocracia) a un pintor de poco talent0 que nunca se distingui6
por su inteligencia, sin0 s610 por el uso de 10s mttodos correctos
de intoxicaci6n. Est6 claro que para gobernar un Estado no hacen
falta ni conocimientos ni preparacibn, y que sin educaci6n militar
se puede llegar a ser un gran general. La propia inteligencia empa-
lidece ante esto y no puede evitar admirar a1 inaudito ccgenio*. En
efecto, era inusual que alguien dijera a sangre fria que bl asumia la
responsabilidad. Esto fue tan sorprendente que a nadie se le ocu-
rri6 preguntar quikn estaba asumiendo la responsabilidad y tomar
las medidas necesarias contra el desorden pfiblico. En todo caso,
se oian tantas promesas que no era posible enfadarse en serio. La
psicopatologia conoce este ccgenio,, de las promesas irrealizables:
se llama pseudologia phantastica, y es dificil no caer en la trampa
de estas personas, en especial si presentan muchos sintomas de es-
tar poseidas, como 10s fen6menos divinatorios (intuiciones, leer
el pensamiento, etc.) y 10s accesos de afecto patol6gico (la clQica
furia de 10s profetas). Nada hay mbs contagioso que el afecto, y
nada desarma m%sque el cumplimiento prometido de 10s deseos
egoistas. No me atrevo a pensar qut nos habria pasado a 10s suizos
si hubitramos tenido la desgracia de ser ochenta millones. En este
caso y de acuerdo con la previsi6n psicol6gica, nuestra estupidez se
habria multiplicado por veinte y nuestra moral se habria dividido
por la misma cantidad. Cuanto mayor es la acumulaci6n de ma-
sas, m6s bajo es el nivel de la inteligencia y la moral. Y por si esta
verdad necesitara una prueba m%s,ahi est6 el descenso de Alema-
nia a1 mundo subterr6neo. Los suizos no deberiamos engaiiarnos y
pensar que no podemos contraer esta enfermedad. La infecci6n
de 10s frentes* y 10s traidores a la patria muestran claramente que
tambitn nosotros sucumbimos f6cilmente a la sugestibn, si bien no
podemos apelar a la atenuante de 10s ochenta millones.
1369 LOque nos ha protegido ha sido ante todo nuestra pequeiiez y
sus inevitables consecuencias psicol6gicas: primero, la desconfian-
za del hombre de la calle, que estL alerta dia y noche para que 10s
poderosos no lo violenten ni engafien, como les gustaria hacer. En
segundo lugar, cuanto m6s rimbombantes suenan las palabras, m6s
oposici6n despiertan: ccPues no*, dice el sensato. Que lo califiquen
de misoneista, conservador o testarudo no hace daiio a1 poder de
su reacci6n instintiva; a1 menos de momento, pues a la larga el
suizo es tan <<racional~ que se avergiienza en secret0 de su lentitud,
* Jung se refiere con la expresi6n <<lainfecci6n de 10s frentes. a 10s diversos parti-
dos politicos denominados ~Frente.que intentaron en 10s afios treinta del siglo xx instau-
rar en Suiza un regimen similar a1 de Hitler. (N. del T)
de su terquedad, de sus cien afios de retraso estilistico, y corre el
peligro de entrar en la niebla de la ccorganizaci6n mundial*, la cces-
paciosidadn, el ccbloque econ6mic0,) o como se llame hoy el diablo.
A este respecto no es un error estar ligado a1 pasado. Demorar el
futuro suele ser una buena idea, pues no sabemos si lo que vendri
seri bueno. Por lo general apenas lo es, o no lo es en absoluto.
1370 Mi intenci6n no es fomentar cosas tan malas como la envidia
y la perfidia, per0 a1 fin y a1 cab0 estin ahi y contribuyen a au-
mentar la desconfianza y la abstenci6n. Son como unos animales
dafiinos que tambiCn tienen un aspect0 positivo. Por supuesto, no
defiendo las malas cualidades, per0 me gusta estudiarlas porque
en la colectividad son mucho rnis eficaces que las virtudes. AquC-
llas tienen la gran ventaja de que se acumulan a medida que au-
menta su ntimero, mientras que Qtas tienen el inconveniente de
que en esa misma situacidn se eliminan unas a otras. A las virtudes
les pasa lo mismo que a 10s grandes museos, en 10s que las obras
de arte reunidas se matan unas a otras. La virtud es celosa, mien-
tras que el vicio busca compafieros (y a1 malvado le encantan las
cifras grandes y desprecia las cifras pequefias, por lo que a veces
las pasa por alto).
1371 En Cpocas tan agitadas como la actual nos protegen el enraiza-
miento, la tradici6n todavia existente y cultivada (gracias a Dios), el
amor a la patria, la convicci6n profunda de que 10s Brboles nunca
llegarin a1 cielo y que, cuanto rnis altos son, rnis se acercan sus
raices a1 infierno, un gusto que aprecia el tirmino medio, ese p@iv
6yav (ccnada en demasia~)del sabio griego que s610 conocia su no-
'XLS y que no podia imaginarse un pueblo de ochenta millones, y por
6ltimo las malas cualidades ya mencionadas, que no vamos a ocul-
tarnos. Ya lo hemos oido a1 otro lado del Rin: (<elpueblo rnis sano,
laborioso, capaz, inteligente y leal),; esto es la miel con que se cazan
moscas. Quien esti convencido realmente de su propia imperfec-
ci6n y de la imperfecci6n de su pueblo no sucumbe a la fuerza del
superlative, el recurso con que la mentira nos engafia. Deberiamos
saber que el politico que coquetea con medios injustos acaba pro-
vocando la perdici6n de su pueblo. La exigencia de honradez a 10s
representantes del pueblo ha de ser el principio fundamental de la
politica, aunque esto suene prosaico, no diplomitico, no modern0
y miope. Un Cxito obtenido con medios malos conduce rnis tarde o
rnis temprano a la perdici6n. La historia de Alemania desde 1871
es a este respecto una demonstratio ad oculos. Pero el peligro de
que no aprendamos de la historia es grande.
1372 Tan perjudicial como la adoraci6n del Cxito y la fe en 10s super-
lativos me parece la tendencia muy de moda 6ltimamente a conver-
tir a1 ser humano en una mera funcidn de 10s factores econ6micos.
La frase tristemente celebre de Moleschott" ccSomos lo que come-
mos* no es ni siquiera una verdad fisiolhgica, pues aunque depen-
damos de la comida, no somos lo que nuestra comida es, sino c6mo
la digerimos. Todos 10s planes de mejora del mundo, 10s espacios
econbmicos, las redes de comunicaciones, las asociaciones inter-
nacionales, etc., surgen y desaparecen con la manera en que el ser
I humano trata esos factores. Y quien no sepa que hasta la mejor
idea seri saboteada muy probablemente por la notoria insuficien-
cia del ser humano, por su estupidez, su pereza, su falta de escr6-
pulos, su egoismo, etc., hari el ridiculo con sus tablas estadisticas.
Un sistema resultante de innumerables comprornisos y que cargue
con todo tip0 de aptndices hist6ricos poco prkticos y en aparien-
cia innecesarios permite prosperar aceptablemente a un Estado si
la inmensa mayoria de sus ciudadanos poseen todavia un sentido
de la justicia intacto. Nadie puede negar la importancia de la eco-
nomia, per0 es mis esencial c6mo acoge el ciudadano sus inevita-
b l e ~vacilaciones. Mis all5 de 10s factores exteriores, las decisiones
tiltimas siempre se toman en el alma humana. Que tengamos un
~espaciovital,, grande o pequefio es poco importante en compa-
raci6n con la pregunta de si tenemos un alma sana o ccenfermizan.
D6nde hay carencias decisivas a este respecto lo captan con preci-
si6n 10s fuhrer: falta una autoridad espiritual y moral incontestable.
El papa o la Iglesia pueden decir que ellos son esa autoridad, per0
?cuintos lo creen? Deberiamos creerlo, per0 ?no usamos la pala-
bra ccdeberiamos~para admitir que no sabemos c6mo realizar lo
que pensamos que es necesario?
1373 Pienso que hoy en dia apelar a la conciencia religiosa de la
humanidad no sirve de mucho. Este c<opio,,lo han sustituido 10s
narcotraficantes modernos por preparados rnis eficaces. La gran
fuerza tanto para lo bueno como para lo malo es hoy la ciencia.
La ciencia no ha traido una nueva Cpoca sin fe, sino que es esa
tpoca. Algo que haya sido etiquetado como ~cientifico,,puede
estar seguro de que le prestarh atenci6n todas las personas que
se preocupen por su inteligencia y su reputaci6n intelectual. Asi
pues, aqui tendriamos una autoridad pasable que ha demostra-
do no s610 su capacidad iconoclasta, sino tambiCn su capacidad
positiva.
1374 Desde hace aproximadamente medio siglo las ciencias naturales
han empezado a estudiar algo que es m h invisible que el itomo:
1i
" Campo de concentracidn nazi. (N. del T) I j
*" Los $ 1375-1383 se publicaron en el periddico Basler Nachrichten del 16 de i ,!
noviernbre de 1946 (n.' 486) bajo el titulo .La reeducacidn del pueblo alemin.. i
!
I8
I
163
1375 Muchas personas se preguntan c6mo es posible que una naci6n
civilizada como Alemania pudiera caer en esta citnaga infernal. Ya
hace tiempo escribi que Alemania es el pais de las catistrofes es-
pirituales*. Cuando la locura alemana proclama que 10s alemanes
son el pueblo elegido y cuando 10s alemanes persiguen por envidia
a sus competidores, 10s judios, con 10s que tienen en c o m b ciertas
peculiaridades psicoldgicas (tras toda persecuci6n se esconde un
amor secreto, igual que tras todo fanatismo se esconde la duda),
hay de hecho una singularidad de un pueblo ((elegido)).Pues para
estar afectado tan profundamente hay que tener una profundidad
muy grande. La persona a la que le pase esto tiene que dar de si
lo mAximo, es decir, a esta profundidad le corresponde una altu-
ra potencial, y a la negrura potente le corresponde una luz oculta.
Esta luz es invisible hoy porque esti sepultada en las profundidades
del alma. Lo que ha sucedido en Alemania es una caricatura que
trastoca infernalmente lo que el espiritu alem6n habria debido con-
testar a la pregunta que una nueva tpoca planteaba a Europa. En
vez de reflexionar sobre esta pregunta, el espiritu alem6n se dej6
engaiiar por ese espejismo del superhombre que el espiritu neur6ti-
co de Nietzsche invent6 para compensar su propia debilidad (pero
con una disculpa: aquel Fausto que habia firmado un pacto con el
diablo era su padrino). Alemania ha ensuciado su nombre y su
honor con la sangre de 10s inocentes y ha atraido la maldici6n de
10s elegidos. Ha provocado tanto odio en su entorno que es dificil
nivelar la balanza de la justicia. Y sin embargo el primer0 que fue
con el Salvador a1 paraiso fue un ladr6n. <Y qut dice el Maestro
Eckhart? ((Par ello Dios permite gustosamente que 10s pecados ha-
gan dafio y lo ha permitido a menudo, y con mayor frecuencia ha
permitido que les sucediera a aquellos hombres a quienes ha elegido
para elevarlos a hacer grandes cosas segfin su voluntad. iMira pues!
<Quitnfue alguna vez mis querido por Nuestro Seiior y con quiCn
tuvo m6s intimidad que con 10s ap6stoles? Ninguno de ellos se sal-
v6 de caer en pecado mortal; todos habian sido graves pecadores~~.
1376 LOSopuestos no estin m6s separados en ningiin otro ser hu-
mano que en el alemin. El alemin es como un enfermo que es
victima de su inconsciente y ya no se conoce.
1377 La psicologia sabe que ciertas fuerzas inconscientes peligrosas se
vuelven inocuas o a1 menos estin controladas si conseguimos que
4. A la vista de 10s dltimos acontecimientos en Europa hay que evitar suponer que
la educaci6n cristiana ha marcado profundamente a1 ser humano.
algo a la persona pasando por alto su conocimiento y su decisibn.
La fe infantil es, si se produce naturalmente, un carisma; per0 si
ha sido provocada por la educacidn religiosa no es un carisma, sino
un regalo de unos dioses ambiguos, pues puede ser manejada fdcil-
mente e incluso con mis eficacia por otros <<salvadores)) (de ahi la
queja de muchos alemanes sobre el ignominioso abuso que se ha
cometido con las mejores propiedades del pueblo alemdn, con su
fe, su lealtad y su idealismo).
1383 Como la Iglesia sigue siendo un gran instituto de educaci6n de
las masas que no se puede comparar con nada, en el futuro tepdrd
que refinar sus mttodos si quiere atraer a las personas cultas. Estas
no son una quantite' ne'gligeable, sino que ciertas estadisticas mues-
tran que lo que ellas piensan y escriben se extiende por las masas
en menos de una generaci6n. Asi, el esttipido libro del sefior Biich-
ner Fuerza y materia" era veinte afios desputs de su publicaci6n el
libro mis leido en las bibliotecas alemanas. Las personas cultas son
10s dirigentes del pueblo, lo sepan o no, lo quieran o no. El pueblo
quiere comprender. Aunque en el plan original de la Creaci6n no
estaba previsto claramente que nuestros primeros padres comieran
del drbol del conocimiento, parece ser que sucedi6, y desde enton-
ces la rueda de la historia no puede dar marcha atrds. El pueblo
quiere seguir comiendo de ese kbol. Esto es esperanzador, pues
junto a las bombas estratosftricas y a las seductoras posibilidades
del uranio tal vez tambitn haya verdades beneficiosas que ensefien
a1 ser humano su verdadera naturaleza y le expongan sus peligros
con la misma claridad con que la higiene moderna expone la etio-
logia del tifus y la viruela; de este modo, a1 ser humano volverd a
parecerle verosimil esa actitud que todas las religiones superiores
han intentado inculcar a la humanidad.
* Eugen Kolb, corresponsal en Ginebra del peri6dico Mishmar de Tel Aviv, es-
cribi6 a Jung el 4 de septiembre de 1945 para pedirle que contestara a unas preguntas.
Jung contest6 el 1 4 de septiembre, pero el texto no se public6 hasta el 15 de noviem-
bre de 1974, cuando las cartas de Icolb y Jung se publicaron en Mishmar bajo el titulo
atQut le dijo Jung a1 corresponsal de 'Mishmar' en Suiza hace 29 aiios?~~.
*" Vidkun Quisling (1887-1945), presidente del gobierno noruego durante la ocu-
paci6n nazi. (N. del T.)
X d m o pudo este c{psicdpataw influir sobre naciones enteras en una
medida tan grande?
1385 Si el sistema de ideas fijas de esta persona es politico-social y
corresponde a las ideas preferidas de una mayoria, se produce una
epidemia psiquica que crece como un alud. La mayor parte de 10s
alemanes estaban descontentos, tenian sentimientos de venganza o
resentimientos surgidos del complejo nacional de inferioridad y se
consideraban oprimidos. (De ahi el odio y la envidia a 10s judios,
que les habian quitado la idea de pueblo ccelegido,,.)
* Jung escribid este texto en 1948 en respuesta a una petici9n de la United Na-
tions Educational, Scientific and Cultural Organization (Unesco). Esta habia adoptado
en 1947 una resolucidn que encargaba a su Director General que elaborara ainvestiga-
ciones sobre 10s mttodos modernos que se han desarrollado en la educacidn, la ciencia
politics, la filosofia y la psicologia para cambiar las actitudes mentales y sobre las cir-
cunstancias sociales y politicas que favorecen el empleo de ttcnicas particularesa. Se soli-
citaron memorandos a personas y a institutos especializados, como la Unidn Psicoanaliti-
ca Internacional, el Instituto Tavistock de Relaciones Humanas y el Instituto C. G. Jung
de Psicologia Analitica. El funcionario de la Unesco F. W Martin se encargd de entrar en
contact0 con el Instituto Jung. El memoranda de Jung fue incorporado parcialmente a
un texto preparado par Jolande Jacobi en nombre del Instituto Jung que fue enviado a
la Unesco el 23 de junio de 1948 para ser discutido en la Conferencia sobre 10s Mttodos
para un Cambia de Actitud que Conduzca a1 Entendimiento Internacional celebrada en
octubre de 1948 en Royaumont (cerca de Paris). Sin embargo, el memoranda de Jung
no fue incluido en la documentacidn de la conferencia de Royaumont. Agradecemos a
Unesco Press el permiso para publicar este memorando y a J. Havet, director del Depar-
tamento de Ciencias Sociales de la Unesco, su consejo y ayuda en 1974.
~ s t es
o lo que sucede en las neurosis y las psicosis. Los conflictos
mentales y morales de las personas normales muestran una pertur-
baci6n del equilibrio de un tip0 algo diferente: 10s dos opuestos
en conflict0 son conscientes, mientras que en las neurosis la mitad
oponente suele ser inconsciente. Pero incluso en el caso de las per-
sonas normales la actitud mental s61o se basa parcialmente en mo-
tivos conscientes y racionales. Muchos de 10s motivos (a menudo
decisivos) permanecen inconscientes.
1389 La mente inconsciente esti formada por:
a ) contenidos previamente conscientes, per0 olvidados o re-
primidos;
b) elementos subliminales y combinaciones de elementos to-
davia no conscientes; y
c ) pautas instintivas hereditarias, ccarquetipos>>
que determinan
el comportamiento humano.
Todos estos contenidos y elementos conforman una matriz de
la mente consciente, la cual no seria capaz de funcionar sin la
colaboraci6n continua de ellos. Una disociaci6n entre la conscien-
cia y lo inconsciente causa de inmediato perturbaciones patol6gi-
cas. Por tanto, lo inconsciente es un factor de enorme importancia
biol6gica. Su aspecto fisiol6gico consiste en el funcionamiento
de 10s centros subcorticales, que no puede ser influenciado por la
voluntad, y su aspecto psicol6gico consiste en esas tendencias
emocionales dominantes en la naturaleza humana que la raz6n
no puede controlar. Estas tendencias son muy dinimicas y tienen
una naturaleza ambivalente. Bien entendidas, son un apoyo muy
6til y una fuerza que contrarresta las convicciones y decisiones
conscientes. Ma1 entendidas o ma1 dirigidas, paralizan y ofuscan
a las personas, empujindolas a la psicosis de masas. Por consi-
guiente, acceder a esta reserva de energia tiene una importancia
vital para la psicologia mCdica, y ningtin intento de cambiar las
actitudes mentales puede tener Cxito de manera permanente si
no establece primer0 un contact0 nuevo con lo inconsciente. El
enorme efecto psicol6gico de Hitler se basaba en su ingenioso
mCtodo de explotar el conocido complejo de inferioridad nacio-
nal de 10s alemanes, del cual 61 mismo era el ejemplo mis rele-
vante. Unos estallidos similares, per0 positivos, del dinamismo
inconsciente fueron la expansi6n arrolladora de la cristiandad en
10s siglos 11y III y la propagaci6n explosiva del islam en el siglo WI.
Un ejemplo instructivo de locura epidCmica es la caza de brujas en
Alemania durante el siglo xv. Contra ella se dirigi6 una campa-
iia de esclarecimiento iniciada en 1484 por la bula papal Summis
desiderantes.
1390 Hay que subrayar que la c<actitudmentab es un concept0 que
no describe o define con suficiente precisi6n lo que nosotros en-
tendemos por este ttrmino. La actitud de que nuestro mCtodo se
ocupa es un fen6meno no simplemente mental, sino moral. Una
actitud es gobernada y sostenida por una idea consciente domi-
nante que esth acom~aiiadapor un cctono sentimental)),es decir, por
un valor emocional que da eficacia a la idea. Una idea no posee
efecto prktico o moral si no es respaldada por una cualidad emo-
cional que suele tener un valor e'tico. A menudo, la disociaci6n
neur6tica se debe a1 efecto de una idea intelectual o moral que
forma un ideal incompatible con la naturaleza humana. Lo contra-
rio tambiCn es verdad, pues una idea inmoral dominante suprime
la naturaleza mejor de un individuo. En ambos casos, la actitud es
determinada por factores tanto mentales como morales. Esto ex-
plica por qut un carnbio de actitud no es una tarea sencilla, pues
implica un esfuerzo moral considerable. Si falta tste, la actitud no
cambiarh realmente y las viejas maneras persistirhn bajo el disfraz
de nuevos esl6ganes.
1391 El me'todo se puede describir asi en lineas generales:
a) El paciente cuenta su vida con sinceridad.
b) El paciente recopila sus suefios y otros productos de lo in-
consciente y 10s somete a1 anhlisis.
C ) El procedimiento analitico intenta establecer el contexto que
rodea a cada elemento del suerio, etc. Esto se hace recopilando las
asociaciones con un elemento determinado. Esta parte del trabajo
la lleva a cab0 bhsicamente el paciente.
d ) El contexto aclara el incomprensible texto del suefio de la
misma manera que 10s textos corruptos o mutilados se vuelven le-
gible~con la ayuda de 10s paralelos filol6gicos.
e) De esta manera es posible establecer una lectura del texto
del sueffo.Sin embargo, esto no implica que hayamos comprendi-
do el significado del sue6o. Determinar su significado es un asunto
prActico, es decir: el significado aparente tiene que ser relacionado
y comparado con la actitud consciente. Sin esta comparaci6n es
imposible comprender el significado funcional del suefio.
f ) Por lo general, el significado de un suefio compensa la ac-
titud consciente, es decir, afiade a Csta lo que le falta. El suefio es
un intento natural de reparar una falta de equilibrio, y cambia la
actitud consciente hasta que el equilibrio se restablezca.
g) El mCtodo se puede aplicar s610 a casos individuales y s610
si el individuo se somete voluntariamente a 61.
h) Un carnbio de actitud s610 se puede producir si hay un mo-
tivo lo suficientemente fuerte para imponer un sometimiento serio
a1 mttodo. En 10s casos patol6gicos suele ser la enfermedad misma,
con sus intolerables consecuencias, lo que proporciona la motiva-
ci6n necesaria. En 10s casos normales de conflict0 es la depresi6n
fuerte, la desesperaci6n o un problema religioso lo que permite
a1 individuo hacer un esfuerzo sostenido para cambiar su actitud.
La aplicacidn provisional o experimental del mttodo produce rara
vez el efecto deseado, el carnbio completo de actitud.
i) Sin embargo, es posible que una persona seria y concienzuda,
con una mente entrenada y una educacidn cientifica adquiera me-
diante el estudio cuidadoso de la bibliografia existente el conoci-
miento suficiente para aplicarse el mttodo a si misma hasta cierto
punto. De este mod0 puede obtener a1 menos cierta comprensi6n
de las posibilidades del mCtodo. Pero como tste es esencialmente
un procedimiento diale'ctico, un individuo no podri avanzar mis
alli de un punto determinado sin la ayuda de un profesor experi-
mentado. El principio de colaboraci6n es fundamental porque este
mttodo incluye no s610 factores intelectuales, sino tambitn valo-
res sentimentales y sobre todo la importante cuesti6n de la rela-
cibn humana.
1402 Como primer paso para seguir desarrollando este metodo propo-
nemos:
a ) Dar publicidad a las ideas mencionadas arriba en circulos
que puedan influir sobre las pocas personas capaces de llegar a sus
propias conclusiones.
b) Si algunas personas comparten la conviccidn de que su ac-
titud necesita una revisidn, se les dari la oportunidad de someter-
se a un tratamiento individual.
c ) Como cabe esperar mucho autoengafio en relaci6n con la
seriedad de las motivaciones de las personas, algunas renunciarin
pronto, mientras que otras necesitarin mis tiempo de lo previsto.
En este caso, el apoyo financier0 otorgado a las primeras pasari
a las segundas, que podrin continuar su trabajo entre seis meses
y un afio.
d) Como la expresi6n a n carnbio de actitudn es bastante im-
precisa, tenemos que subrayar que la entendemos como el cam-
bio producido por la integraci6n en la consciencia de contenidos
anteriormente inconscientes. Esta adicidn provoca inevitablemente
un carnbio que es sentido como tal. El carnbio nunca es neutral. Es
esencialmente un increment0 de consciencia, y quC forma acabe
tomando depende del car6cter del individuo. En el peor de 10s ca-
sos se tratari de una inoculacidn con la virtud de uno mismo. El
carnbio es un desafio a1 ser humano cornpleto, y hemos de consi-
derarlo un riesgo, el riesgo que encierra el desarrollo ulterior de la
consciencia del ser humanol.
" [La psicologia profunda y la nueva Ctica] Jung escribid este texto en 1949 para
la edicidn inglesa (que no se public6 hasta 1969) del libro de Erich Neurnann Tiefen-
psychologie und neue Ethik, Zurich, 1949. En cuanto a la opinidn de Jung sobre este
libro, cf. Bn'efe I1 (cartas a Neumann de diciembre de 1948 y a Jurg Fierz d e l l 3 de enero
de 1949).
no obligan a1 mCdico a cortarlo con la espada, es mejor dejarlo de
lado o si acaso ayudar modestamente a su atribulado propietario
a desenredar 10s hilos.
1409 Por estas razones le resulta dificil a1 mCdico formular princi-
pies tticos. Esto no significa en absoluto que esta tarea no exista
0 que sea imposible de resolver. Comparto la idea de que hoy en
dia necesitamos urgentemente una forrnulaci6n nueva del proble-
ma ttico, pues (como bien dice el autor) el hecho de que en 10s
filtimos tiempos la psicologia haya ampliado sus conocirnientos de
10s procesos inconscientes ha creado una situaci6n completarnente
nueva. A1 mismo tiempo, en Europa han sucedido y siguen suce-
diendo cosas que superan todos 10s horrores de 10s emperadores
romanos y del terreur de la revoluci6n Francesa; cosas que han sa-
cado cruelmente a la luz la debilidad de nuestra Ctica.
1410 LOSprincipios morales, que parecen claros y univocos para el
campo de la consciencia yoica, pierden su fuerza de convicci6n y
su aplicabilidad cuando miramos la sombra compensadora desde el
punto de vista de la responsabilidad Ctica. Una persona con dotes
Cticas no puede evitar hacer esto. S61o quien sea moralmente api-
tic0 dejar5 de hacerlo, per0 no por ello podri eliminar las conse-
cuencias malas de su comportamiento. (El autor dice a este respecto
unas verdades muy importantes.)
1411 La enorme transformaci6n de nuestros conceptos que el des-
cubrimiento de lo inconsciente ha provocado y seguir5 provocan-
do apenas se ha comprendido hoy, ni siquiera ha sido percibida.
Por ejemplo, el presupuesto psicol6gico de la filosofia todavia se
pasa por alto y se oculta, hasta el punto de que ciertas filosofias
modernas ofrecen inconscientemente a la critica psicol6gica mu-
chos puntos de ataque. Lo mismo se puede decir de la Ctica.
1412 Comprensiblemente, el mtdico es el primero que queda impre-
sionado por las carencias y 10s males de la tpoca, pues a 61 acu-
den las victimas de la dificultad contemporinea, y tambitn es el
primero que tiene que hacerle frente. Pues en iiltima instancia la
curaci6n de la neurosis no es un problema ttcnico, sino un proble-
ma moral. Ciertamente, hay soluciones tCcnicas de compromiso,
per0 no producen esa actitud Ctica que seria la curaci6n real. Todo
act0 de hacer consciente y de curar representa a1 menos un paso
adelante por el camino de la individuacibn, de hacer del indivi-
duo un todo. Pero la integraci6n de la personalidad es impensable
sin la relacidn responsable (es decir, moral) de las partes entre si,
igual que un Estado no puede constituirse sin esta misma relaci6n
reciproca entre sus miembros. De este modo, el problema Ctico se
plantea por si mismo, y en primer lugar corresponde a1 mCdico dar-
LA V l D A S I M B O L I C A
* Ibid.,p. 99.
1. ~ L e plus
s misirables des inventeurs sont ceux qui inventent une nouvelle mo-
ralit6: ce sont toujours des immoralistesx [Los inventores m6s miserables son 10s que
inventan una moralidad nueva: siempre son inmoralistas], dijo una vez un aforista.
antinomia si las pensamos a fondo. Cuando hacemos afirmaciones
sobre lo inconsciente, se trata de verdades ccescatol6gicas,,, es de-
cir, de conceptos limite que formulan un hecho que s610 podemos
captar en parte, por lo que su validez o invalidez es limitada.
1414 LOSproblemas Cticos que no se pueden resolver desde el pun-
t~ de vista de la moral colectiva o de la wieja Ctica, son colisio-
nes de deberes, pues de lo contrario no serian Cticos. Aunque no
cornparto el optimismo de Friedrich Theodor Vischer" de que lo
moral siempre se entiende por si mismo, pienso que a1 elaborar
un problema hay que tener en cuenta el aspect0 moral para no
arriesgarse a una represihn, es decir, a un engafio. Quien engafia
a otro se engafia a si mismo y viceversa. A$ no se consigue nada,
y menos aiin la integraci6n de la sombra. Esta plantea incluso las
mhximas exigencias a la moral del individuo, pues a1 ccaceptar el
mal* ponemos en cuesti6n la existencia moral. Se trata de decisio-
nes de gran trascendencia. Cuando un alquimista dice: Ars totum
requirit horninem**, esto vale en especial para la integraci6n de lo
inconsciente, que fue anticipada simb6licamente por la alquimia.
Por tanto, es obvio que una soluci6n s610 es satisfactoria si en ella
el conjunto de la psique se expresa suficientemente. Esto s610 es
posible si la consciencia toma en cuenta lo inconsciente, si el deseo
se confronta con la posibilidad y las consecuencias y si la acci6n se
somete a la critica moral.
141s Conviene no olvidar que la ley moral no es algo impuesto a la
humanidad desde fuera (por ejemplo, por un abuelo cascarrabias),
sin0 la expresi6n de un hecho psiquico. En tanto que regla y es-
quema de la accibn, la ley moral equivale a una imagen previa, a
un pattern of behaviour [pauta de conducta] que es de naturaleza
arquetipica y tiene unas raices muy profundas en el ser humano.
No es un contenido determinado, sino una forma especifica que
puede tener 10s contenidos m6s diversos. Para uno es bueno matar
a quien piensa de otra manera; otro se rige por el principio de to-
lerancia; para un tercero es un pecado despellejar a un animal con
un cuchillo de hierro; para un cuarto es mejor no pisar la sombra
del jefe de la tribu, etc. A la base de estas reglas tan diferentes se
encuentra el religiose observare (observar a conciencia), un esfuer-
zo moral imprescindible para la consciencia humana. Una senten-
cia de Jes6s en el Codex Bezae (relativa a Lucas 6,4) formula este
hecho de una manera tan profunda como lapidaria: (<Hombre,si
185
consciencia yoica es alejada por la aueva, Ctica de su centralidad
moniirquica, fascista o demecratico-popular, y su lugar lo ocu-
pa la totalidad, el sf-mismo. Este siempre ha estado en el centro y
siempre ha desempeiiado la funci6n de director secreto. Este hecho
ya lo proyect6 a1 cielo el gnosticismo en tanto que sistema metafi-
sico: la consciencia yoica como el vanidoso demiurgo que se Cree
el creador 6nico del mundo y el Dios supremo e incognoscible cuya
emanaci6n es el demiurgo. La uni6n de la consciencia y lo incons-
ciente (el proceso de individuacibn, que es el n6cleo del problema
Ctico) fue proyectada como drama de redencibn, y en algunos sis-
temas consistia en que el demiurgo descubria y reconocia la exis-
tencia del Dios supremo.
1420 Con esta paralelizacidn quiero simplemente aludir a la magni-
tud de que se trata aqui e iluminar un poco el peculiar carkter de
la confrontaci6n Ctica con lo inconsciente. Aqui se trata realmente
de cosas esenciales. Esto tal vez explique por quC la cuesti6n de
una qnueva), ttica le parece a1 autor un asunto serio y urgente del
que 61 se ocupa con tanta osadia como agudeza y con tanta pasi6n
como reflexi6n intelectual. Celebro el trabajo del autor como un
intento pionero e importante de formular las cuestiones tticas que
el descubrimiento de lo inconsciente plantea y convertirlas asi en
objeto de discusi6n.
" La Guerra de 10s mundos, novela de H. G. Wells adaptada en 1938 para la radio
por Orson Welles. El tema es la invasi6n de 10s Estados Unidos por marcianos.
cccientificas),, como la teoria del reflejo de Menzel, s610 son posi-
bles si dejan de lado 10s datos que no cuadran con ellas.
1436 Esto es todo lo que tengo que decir sobre la cuesti6n de 10s
ccplatillos volantesn. No vale la pena que me entreviste, per0 si quie-
re puede hacer uso de esta carta.
Preguntas adicionales
ZPiensa usted que, si se averiguara que somos espiados por seres in-
teligentes no humanos, este hecho podria ser digerido por la imagen
actual del mundo sin sufrir daiios? 2 0 piensa usted que se trataria
de una revolucidn como la copernicana, es decir, que el pdnico que
usted teme seria expresidn de una correccidn legitima?
Mds a h : 2piensa usted que las autoridades deberian tomar me-
didas para evitar el pdnico?, 2quh medios psicohigihnicos le parecen
adecuados para alcanzar esta meta?
Otras preguntas
13 de agosto de 1958
CARTA A KEYHOE*
16 de agosto de 1958
' Jung escribi6 esta carta a1 director del National Investigation Committee on
Aerial Phenomena con el mismo objetivo que el comunicado a United Press International.
ni su origen extraterrestre, ni la intencionalidad de su comporta-
miento, etc. Pero no poseo pruebas suficientes para llegar a conclu-
siones precisas. Sin embargo, las pruebas disponibles me parecen
suficientemente convincentes para despertar un interts continuo y
fervoroso. Sigo con gran simpatia sus esfuerzos para averiguar la
verdad sobre 10s ovnis.
1449 Aunque me abstengo (esperemos que s610 de momento) de juz-
gar la naturaleza de 10s ovnis, he pensado que vale la pena echar
luz sobre el rico material de fantasia que se ha acumulado en rela-
ci6n con las observaciones peculiares en el cielo. Cada nueva expe-
riencia tiene dos aspectos: l)el hecho puro y 2) la manera en que
lo entendemos. Yo me ocupo del segundo aspecto. Si es verdad
que la Fuerza Atrea o el Gobierno de 10s Estados Unidos ocultan
hechos importantes, tengo que decir que esto es la politica m6s
est5pida y menos psicol6gica posible. Nada ayuda m6s a 10s rumo-
res y a1 p6nico que la ignorancia. Es evidente que a1 p6blico se le
deberia decir la verdad, que a1 fin y a1 cab0 acabar6 saliendo a la
luz. Dificilmente puede haber un shock mayor que la bomba H, y
sin embargo todo el mundo la conoce sin desmayarse.
1450 Por cuanto respecta a su pregunta sobre la posible hostilidad
de 10s ovnis, tengo que subrayar que no poseo otro conocimiento
de ellos que cualquiera que haya leido 10s informes publicados. Por
esta raz6n no tengo la certeza de la realidad fisica de 10s ovnis.
1451 Le agradezco su amable ofrecimiento de enviarme recortes de
prensa. Ya tengo muchos. Es curioso que cada vez que hago una
afirmaci6n es retorcida y falsificada de inmediato. La prensa pare-
ce disfrutar m6s con la mentira que con la verdad.
Atentamente,
C. G. JUNG
LA NATURALEZA HUMANA NO ACEPTA FACILMENTE
CONSEJOS IDEALISTAS"
1452 Hay poco que criticar en el articulo del sefior Roberts, pues su au-
tor es evidentemente un hombre de buena voluntad y entusiasmo
optimista. Ademis, sefiala en la direccibn correcta y da el valor
adecuado a la actitud mental y moral del hombre. Si no me equi-
voco, tiene la esperanza y la fe de que decir lo correcto y bueno
baste para producir el efecto deseado. Por desgracia, la naturaleza
humana es un poco mis complicada y no hace caso a una sugeren-
cia bienintencionada o a un consejo idealists.
1453 La gran cuesti6n siempre ha sido y sigue siendo c6mo llevar a1
hombre normal y corriente a1 punto desde el que su mente podri
llegar a la conclusi6n correcta y hacer lo correcto, o c6mo hacerle
escuchar. Su inercia moral y mental y sus ctlebres prejuicios son
el obsticulo mis serio para el renacimiento moral o espiritual. Si el
hombre hubiera ofrecido resistencia a1 impact0 aplastante de sus
embrollos emocionales, de sus pasiones y sus deseos, si hubiera
puesto fin a la prisa y el ajetreo de sus actividades diarias y hubie-
ra intentado salir de su lamentable (pero apreciada) inconsciencia
sobre si mismo, entonces el mundo y su triste historia de intriga,
violencia y crueldad habrian llegado a un estado de paz y humani-
dad mucho antes de Cristo, ya en tiempos de Buddha o Sbcrates.
Pero llevar ahi a1 hombre es el problema.
1454 Tal vez sea una buena idea liberar a1 hombre de las inhibiciones
y 10s prejuicios que lo obstaculizan, atormentan y desfiguran. Pero
la cuesti6n no es si liberarlo de algo, sino (como dijo Nietzsche)
para que'". En algunos casos parece que a1 deshacerse de las inhibi-
ciones y las cargas la persona se ha quitado de encima lo mejor de si
mismo. La liberaci6n puede ser una soluci6n buena o una soluci6n
muy mala. Que la liberaci6n haya sido provechosa o un error fatal
depende de la elecci6n de la siguiente meta del individuo.
1455 NO voy a seguir avanzando por las complejidades de este pro-
blema, y ademis no seria justo criticar a1 autor por algo que ob-
viamente t l no sabe: que esta formulacidn del problema ya tiene
cuarenta afios. En todo este tiempo ha surgido una voluminosa bi-
bliografia sobre el asunto en cuesti6n. No sC qut circunstancias
han impedido a1 autor informarse sobre 10s desarrollos mis mo-
dernos de la discusi6n entre la religi6n y la psicologia. A la vista
de la notoria incapacidad de Freud para comprender la religibn, el
lector habria agradecido o incluso esperado un resumen de a1 menos
10s principales logros de las cuatro filtimas dtcadas. No hay que
subestimar la buena voluntad y el entusiasmo, per0 la ignorancia
es deplorable.
* Cf. F. Nietzsche, Asi hub16 Zaratustra, trad. de And& Sdnchez Pascual, Alian-
za, Madrid, 1972, p. 102.
200
1456 1. La represi6n sangrienta del pueblo hdngaro por el ejtrcito ruso
es un crimen abominable y vil que hay que condenar sin palia-
tivos.
2. El dictador egipcio ha provocado con sus medidas ilegales
la acci6n btlica de Gran Bretafia y Francia. Pero esa acci6n hay
que lamentarla como una recaida en mttodos anticuados y birba-
ros de la politica.
* Este libro (Dorchester, 1961) tenia como subtitulo A Personal Memoir by His
Friends and Family.
1463 Por entonces teniamos en el continente una Sociedad Interna-
cional de Psicoterapia que estaba formada por un grupo holandks,
un grupo danCs, un grupo suizo y un grandisimo grupo alemiin. El
presidente habia sido hasta 1933 el profesor Kretschmer, que di-
miti6 en el fatidico aiio de la usurpaci6n del poder por Hitler. Hasta
ese momento yo habia desempeiiado la funci6n inactiva de vice-
presidente honorario. El grupo alem6n, temiendo ser amalgama-
do con (es decir, eclipsado por) la influyente Sociedad de Psiquia-
tria, cuyo prejuicio anti-psicol6gico era conocido, me pidi6 que
asumiera la funci6n de presidente porque yo, no siendo alemLn,
subrayaria el carkter internacional de la organizaci6n. Ellos espe-
raban escaparse de esta manera a la destrucci6n completa, aunque
tuvieran que sobrevivir en una sociedad de adictos a las hierbas
y partidarios de la <<curaci6nnatural*. Yo sabia que, si aceptaba
esta propuesta, la tarea iba a ser muy dificil. Pero como habia sido
el vicepresidente durante varios aiios, escaquearme no me parecia
una conducta muy honorable, y aceptk.
1464 La primera tarea que tuve que afrontar fue incrementar el nfime-
ro de miembros no alemanes para formar un contrapeso adecuado.
Madimos un grupo sueco y abri negociaciones con representantes
franceses, per0 confiaba sobre todo en Inglaterra y 10s Estados Uni-
dos. La primera persona con la que contact6 fue Crichton-Miller,
que no me dej6 en la estacada. Comprendi6 la situaci6n y mis mo-
tivos. Los alemanes se volvian cada vez m6s dificiles e intentaron
arrollarnos con un gran grupo italiano e incluso un grupo japo-
nCs. Como la psicologia mCdica moderna era desconocida en esos
dos paises, las largas listas de nuevos miembros estaban formadas
por personas que carecian de todo conocimiento profesional de
la psicoterapia moderna y que figuraban ahi por orden de sus su-
periores. Poco antes de que la guerra estallara se produjo la crisis
decisiva con 10s alemanes en Zfirich. Crichton-Miller, que era el
representante bridnico, me prest6 su valiosisima ayuda para ha-
cer frente a la intriga alemana. Siempre le estart agradecido por
su enCrgica colaboraci6n y por su amistad verdaderamente leal.
Nunca olvidarC a aquel hombre.
1465 Naturalmente, durante la guerra no nos vimos, y s610 despuCs
de ella recibi la triste noticia de su gravisima enfermedad. Queria
verlo de nuevo, per0 tenia demasiado trabajo y adem& estaba li-
mitado por las consecuencias de un infarto. No encontrk la oca-
si6n de ir a Inglaterra. Por suerte, en 1949 Crichton-Miller consi-
gui6 viajar a Suiza, a las afueras de Berna, donde me reuni con 61 y
su esposa. Lo encontrC en un estado avanzado de su enfermedad.
Como 61 habia expresado el deseo urgente de hablar conmigo, yo
LA V l D A S I M B ~ L I C A
Enero de 1960
Textos relacionados con el volumen 11
de la Obra completa"
* Todos 10s textos de esta secci6n estin traducidos del original alemin, salvo
10s correspondientes a 10s SS1518-1557, que estin traducidos del original francis, y 10s
correspondientes a 10s SS 1558-1574 y 1584-1690, que estin traducidos del original
inglis. (N. del T.)
1466 Prirnero: Porque soy un cristiano prhctico para el que el amor y la
justicia con su hermano son m6s importantes que las especulacio-
nes dogmhticas, sobre cuya verdad o falsedad 6ltima ning6n ser
humano sabe nada. La relaci6n con mi hermano y la cohesi6n de
la verdadera cristiandad cccat6lican me parecen infinitamente mhs
importantes que la ccjustificaci6n por la fe>),etc. En tanto que cris-
tiano tengo que cargar con la sinraz6n de mi hermano, y esto es
muy penoso si no s t si a1 final t l tendr6 m6s raz6n que yo. Con-
s i d e r ~inmoral, o como minimo anticristiano, quitarle la raz6n a
mi hermano (es decir, calificarlo de estdpido, asno, malvado, tes-
tarudo, etc.) simplemente porque yo me creo en posesi6n de la
verdad absoluta. Toda pretensi6n totalitaria se aisla poco a poco,
pues excluye a demasiadas personas en tanto que ccap6statas, des-
I carriados, caidos, heterodoxos, herejesn, etc. El totalitario acaba
solo, aunque a1 principio tuviera muchos seguidores. Consider0 a1
confesionalismo completamente anticristiano.
1467 Segundo: Porque soy un mtdico. Si yo poseyera la verdad ab-
soluta, tendria que entregar a mi paciente un libro de oraciones o
1 una guia a la confesibn, que es precisamente lo que no ha podido
ayudarle. Pero si descubro en su falsedad una verdad, en su caos
un orden y en su desorientaci6n un norte, le he ayudado. Para esto
hacen falta una abnegaci6n y un compromiso con mi hermano mu-
cho mayores que si desde el punto de vista de la iinica confesi6n
religiosa viilida estudio con equidad 10s motivos de 10s demhs.
* Este texto forma parte de una carta a1 seiior H. Irminger, de Zfirich, que Jung
escribid el 22 de septiembre de 1944. No la envi6, per0 la conserv6. Cf. Jung, Briefe, 11,
ed. A. Jaff6.
1468 Usted subestima a1 enorme ntimero de personas de buena vo-
luntad a las que el confesionalismo les cierra las puertas. Un cris-
tiano, en especial si es un mCdico del alma, tiene que ocuparse de
la espiritualidad de 10s que presuntamente carecen de espiritu (es-
piritu = fe en una confesibn), y esto s610 lo puede hacer si habla
el mismo idioma que ellos y no recurre, como hace el terrorifico
confesionalismo, a la desgastada trompeta de 10s sermones. Quien
en el mundo de hoy siga hablando de la verdad iinica y absoluta
emplea un dialect0 obsoleto, no el idioma de la humanidad. El
cristianismo tiene un ~irayyiX~ov, una buena noticia de Dios, no
un manual de dogmitica con pretensiones de totalidad. Asi pues,
no se comprende por qut Dios iba a conformarse con un solo men-
saje. En todo caso, la modestia cristiana prohibe estrictamente su-
poner que Dios no envi6 otros ~ O a y y i X ~ena otras lenguas, aparte
del griego, a otros pueblos. Si no pensamos asi, pensamos de una
manera profundamente anticristiana. El cristiano (mi cristiano) no
conoce 10s anatemas, no aprueba la maldicidn de la inocente hi-
guera por el rabi Jestis*, no presta atenci6n a1 misionero Pablo de
Tarso cuando prohibe a 10s cristianos maldecir y a continuaci6n
maldicei' :'.
1469 Tercero: Porque soy un cientifico.
1470 Conozco la doctrina catblica, que usted expone muy bien. Es-
toy convencido de su werdadn en tanto que formula con precisi6n
unos hechos animicos demostrables, y en este sentido admito sin
problemas su verdad. Pero si me faltan las bases animicas empiri-
cas, no me sirve de nada creer algo que vaya m5s all5 de ellas, pues
esto no suple el conocimiento del que carezco, es decir, no deb0
engafiarme pensando que s t algo en lo que en realidad s610 creo.
Estoy a punto de cumplir setenta afios, y el carisma de la fe toda-
via no me ha llegado. Tal vez soy demasiado arrogante, demasiado
presuntuoso, tal vez usted tenga raz6n en que el universo gira en
torno a1 dios Jung; per0 en todo caso nunca he conseguido pensar
que lo que creo, siento, pienso y comprendo es la verdad iinica
y definitiva y que disfruto del inefable privilegio de parecerme a
Dios y ser el poseedor de la verdad iinica. Como ve, conozco el
carisma de la fe y su dicha, per0 decir si a la fe me resulta imposi-
ble porque la fe no me dice nada.
1471 Naturalmente, usted replicarii que pese a todo yo hablo de
c<Dios~. Lo hago con el mismo derecho con que la humanidad ha
atribuido siempre a la causa desconocida ~Diosn10s efectos numi-
' Jung escribi6 este texto en julio de 1945 para la enciclopedia Schweizer Lexikon,
Encylios, vol. I, Ziirich, 1949. Se public6 sin firma.
"" Cf. Aldous Huxley, Los demonios de Loudun, trad. de H . A. Murera, Altaya,
Barcelona, 1996. (N. del T )
1. [Enel Lexikon se cita esta bibliografia sobre el tema:]E. Schiirer, aZur Vorstel-
lung von der Besessenheit irn N. T.., en Jahrbuch fur Protestantische Theologie, 1892;
0. Stoll, Suggestion und Hypnotismus in der Volkerpsychologie, 1904; G. Le Bon, Psy-
chologie der Massen, 1912; articulo (~Possessionn, en Encyclopaedia for Religion and Ethics,
vol. X , Edinburgh, 1918.
PROLOGO AL LIBRO DE JUNG SYMBOLIK DES GEISTES"
I
I
1475 Este volumen VI de la colecci6n ecTratados Psicol6gicos,>contiene
cinco articulos que se ocupan del simbolismo del espiritu: uno de
I
1
1
I
1
1
1
I
I
1. Eplfanlo, Pananurn, XXXI, 5. [Vtase el texto grlego cornpleto en Aton, OC 912,
0 298.1
2. Elenchos, VI, 42, 4, p. 117 [Azon, loc. ctt.]
H~pBl~to,
219
PROLOGO AL LIBRO DE ABEGG
OSTASIEN DENKT ANDERS"
Marzo de 1949 C. G. J ~ G
PROLOGO AL LIBRO DE ALLENBY A PSYCHOLOGICAL
STUDY OF THE ORIGINS OF MONOTHEISM"
jl
!I 1486 Hoy ya no cabe la menor duda de que hay nexos inconscientes con
t sentido que se manifiestan en 10s suefios y en otros fen6menos es-
1I
I
pontineos de lo inconsciente. Este conocimiento hace que nos pre-
guntemos cu61 es el origen de 10s contenidos inconscientes: ?son
creaciones genuinas de la psique inconsciente o son reflexiones
conscientes que por alguna raz6n se han vuelto inconscientes?
1' 1487 Las imigenes de 10s suefios proceden siempre, a1 menos por
1
cuanto respecta a sus elementos, de la consciencia, pues de lo
I
I contrario no podriamos imagin6rnoslas. Tambien 10s fragmentos
I grandes y con sentido dentro de un suefio suelen estar tornados
del recuerdo consciente. Pero cuando se trata del sentido del sue-
I
I fio completo, es mucho m6s dificil responder a la cuesti6n de su
I
origen. Por lo que sabemos empiricamente, en el suefio se mani-
fiesta una funci6n que compensa la situaci6n de la consciencia y
que corresponde a un impulso natural a1 equilibrio. Cuanto mis
unilateral es la situaci6n de la consciencia, m h adopta la compen-
sacidn el caricter de un complemento. Ejemplos especialmente cla-
ros de este tip0 se encuentran en personas que se engafian inge-
nuamente a si mismas o que se aferran a una conviccidn fan6tica.
Como se sabe, las escenas de tentaci6n m b espectaculares se dan
precisamente en 10s ascetas. En estos casos y en casos similares es
dificil demostrar que el sentido del suefio tiene su origen en una
reflexi6n precedente que se ha vuelto inconsciente, pues es eviden-
te que ese autoexamen o esa autocritica no ha tenido lugar, por
I
* [Un estudio psicoldgico del origen del monotefsmo] Jung escribid este prdlogo
para la publicacidn en forma de libro de la tesis doctoral (Oxford) de Amy I. Allenby,
que nunca se llegd a realizar.
lo que el sueiio tiene que encargarse de ella. Pero la hip6tesis del
origen en la consciencia se vuelve completamente insostenible en
todos 10s casos en 10s que aparecen cosas que el soiiante descono-
ce o no puede conocer. Los fen6menos m6s claros de este tip0 (in-
cluso para el lego) son 10s sueiios telep6ticosYque contienen infor-
maciones sobre acontecimientos que est6n lejos en el espacio o en
el tiempo, m6s all6 de las posibilidades sensoriales de percepci6n.
1488 Estos casos demuestran convincentemente que hay nexos in-
conscientes que no proceden de la reflexi6n consciente. Lo mismo
se puede decir del uso en 10s suefios de motivos que tambitn apa-
recen en 10s mitos y 10s cuentos, sin que la consciencia del soiiante
conozca estas formas caracteristicas. No se trata de representacio-
nes, sino de instintos, de formas fundamentales de la formaci6n
de representaciones por la fantasia, de una especie de pattern of
mental behauiour [pauta de conducta mental] que pertenece a la
naturaleza humana. Esto explica la presencia universal de estos ar-
quetipos de la fantasia. Su presencia apri6rica reposa en el hecho
de que ellos, a1 igual que 10s instintos, son hereditarios, por lo que
generan en cada individuo motivos mitol6gicos en cuanto se deja
via libre a la fantasia o por alguna raz6n lo inconsciente se revela
m6s fuerte que la consciencia.
1489 La experiencia psicol6gica moderna con la fenomenologia de
lo inconsciente ha demostrado que no s610 el sentido del sueiio,
sin0 tambitn algunos de sus contenidos son imputables a lo incons-
ciente, pues no se les encuentra origen en la consciencia, a menu-
do por la sencilla raz6n de que tsta ni siquiera 10s conoce.
1490 POI pequeiio que sea el efecto de un suefio, el significado de
la compensaci6n inconsciente es grande para el mod0 consciente
de vivir y para lo que se llama 4destinox. Naturalmente, 10s arque-
tipos desernpefian aqui una funcidn importante, por lo que no es
una casualidad que 10s dioses y 10s demonios hayan personificado
desde antiguo estos determinantes del espiritu inconsciente.
1491 A la vista de que la relaci6n de lo inconsciente con la conscien-
cia no consiste en una complementariedad <(mec6nica>> y por tanto
predecible, sino en una funci6n compensadora con sentido, hay
que preguntar por el autor o sujeto de esos efectos. En nuestra
experiencia inmediata, esos fen6menos s610 se encuentran en el
campo de la consciencia yoica que piensa y quiere. Pero tambitn
hay unos actos ccinteligentesn de compensaci6n muy similares en
la naturaleza, donde se dan en el campo de las actividades instin-
tivas y no presentan (a1 menos para nosotros) rasgos de decisio-
nes conscientes. Por tanto, parecen comportarse igual que las acti-
vidades humanas controladas exclusivamente por lo inconsciente,
per0 con la gran diferencia de que 10s primeros son unos modos
de comportamiento predecibles y que se repiten de una manera
idCntica, mientras que las 6ltimas son actos ad hoc individuales y
<<creativos>>.
1492 El aautorn de esas decisiones parece ser el pattern, el arquetipo.
Aunque Cste es un tip0 de accidn y reaccidn colectivo, difundido
universalmente, por lo general su actividad no se puede predecir:
no sabemos cuhndo ni qut arquetipo reaccionarg. Si el arquetipo se
presenta, de 61 saldrhn efectos ccnuminosos*, es decir, determinan-
tes. Ya Freud dio no s610 con el complejo de Edipo, sino tambiCn
con el motivo de las dos madres, que es propio del mito del ht-
roe"; esto sucedid en el caso de Leonardo da Vinci, donde Freud
creyd tener que derivar este motivo del hecho de que Leonardo
tenia dos madres: su propia madre y una madrastra. Freud no se
dio cuenta de que el motivo de las dos madres es frecuente no
s610 en la mitologia, sino tambiCn en 10s suefios y las fantasias de
personas que ni tienen dos madres ni conocen 10s motivos arque-
tipicos de la mitologia. Por tanto, no hacen falta dos madres con-
cretas para evocar el motivo de las dos madres. A1 contrario, este
motivo es una tendencia inconsciente que produce la situacidn de
dos madres, la ascendencia doble o la leyenda de la suplantacidn
de un nifio (por lo general para compensar un sentimiento de in-
ferioridad).
1493 Como 10s arquetipos son formas instintivas y, por tanto, inna-
tas de la vida psiquica, siempre la cautivan. Si la consciencia no
interviene criticamente y haciendo trabajar a la voluntad, suceden
las cosas que siempre suceden, en beneficio o perjuicio del indivi-
duo. Los perjuicios parecen ser m5s grandes, pues de lo contrario
no se habria producido el desarrollo de la consciencia. Los benefi-
cios de la decisidn <<libre>)
de la voluntad son tan evidentes que es
fgcil convencer a1 hombre civilizado de que viva sobre la base de
la consciencia y luche contra lo inconsciente como si fuera un ene-
migo o lo deje de lado. Pero de este mod0 el hombre civilizado se
arriesga a perder el contact0 con sus instintos, sobre todo si vive en
una gran ciudad, en un entorno que en apariencia depende s610
de las condiciones humanas.
1494 A esta pCrdida de 10s instintos, que en buena medida ya es un
hecho, se debe la patologia de la cultura de nuestro tiempo. Las
religiones, que desde este punto de vista son sistemas de curacidn
psiquica, siguen manteniendo en pie la relacidn con el mundus ar-
* Texto de la solapa de la edici6n original del libro Respuesta a Job (OC 11,9),
publicada a principios de abril de 1952.
'" Jung se refiere a1 dogma de la Asuncibn, proclamado en 1950 por el papa
Pio XII. (N. del T )
Y PSICOLOG~A~:
<<RELIGION
UNA RESPUESTA A MARTIN BUBER"
23 3
LA VlDA S ~ M B O L ~ C A
" Publicada en Elie le proph2te, 11, ed. P. Bruno de Jesus-Marie, O.C.D., en ktudes
carmt.'lituines, XXXY 2 vols., Bruges, 1956, pp. 13-18, cap. nPuissance de l'architype..
Viase tambien la carta de Jung a1 padre Bruno del20 de noviembre de 1956 en Briefe, 111,
ed. Aniela JaffC.
LA V l D A S I M B O L I C A
I '"[rporque, as1 como el Sol emerge del ociano, se eleva hacia el cielo supremo,,]
"* [.s610 un altar y la reverencia~]
I
240
tados por una mujer, la visi6n de Dios, haber convocado a1 pueblo
desde una montafia. Elias y Moists asisten a la transfiguraci6n en
el monte Tabor.
1525 Elias presta auxilio a1 rabi Meir transformhndose en una hetai-
ra. Generalmente ayuda en todo tip0 de dificultades (cura incluso
el dolor de dientes, enriquece a 10s pobres, trae hojas del paraiso,
construye palacios mBgicos, etc.). Tambitn hace trampas para que-
darse con el dinero de la gente. Mata sin mhs a un hombre que no
rezaba correctamente. Ademhs, Elias es identificado con la figura
de Chidr o Chadir en la tradici6n islhmica". Cuando, cediendo a
la sfiplica del rabi Chijja, Elias revela el secret0 de la resurrecci6n
de 10s rnuertos, 10s hngeles intervienen, se lo llevan y le dan una
buena paliza con unos lBtigos ardientes. Los perros del pueblo la-
dran con alegria cuando Elias aparece (disfrazado). Tres dias antes
de la aparici6n del Mesias, Elias se manifestars en las montafias de
Israel.
1526 Se&n Moists ben Le6n, Elias es uno de 10s Bngeles que reco-
mendaron la creaci6n del hombre. Moists Cordovero lo compara
con Henoc, per0 mientras que el cuerpo de este filtirno es consumi-
do por el fuego, Elias conserva su figura terrenal para estar prepa-
rado a reaparecer. Su cuerpo desciende del Brbol de la vida. Como
Elias no muri6, se supone que vivia en el monte Carmelo, invisible-
mente. Por ejemplo, la sunamita fue a buscarlo y lo encontr6 en
el Carmelo (2 Reyes 4, 25). (Sobre la tradici6n judia, cf. Strack-
Billerbeck, Kommentar zum N.T , vol. I\5 parte 2, pp. 764 s., asi
como Encyclopaedia Judaica, 1930, vol. 6.) En la tradici6n hasi-
dica, Elias est6 dotado con el alma colectiva de Israel. Cada hijo,
cuando es ofrecido a la alianza con Dios, recibe una parte del alma
de Elias; y una vez que haya llegado a la edad adulta y haya desa-
rrollado este alma, Elias se le aparecerh. Se dice que Abraham ibn
Esra de Toledo no fue capaz de desarrollar este alma por comple-
to. (Es evidente que Elias representa a la vez lo inconsciente co-
lectivo y el d-mismon -atman, purusha- del hombre. Se trata
del proceso de individuaci6n. Cf. M. Buber, Die Erziihlungen der
Chassidim, 1949, p. 402"". Martin Buber es uno de mis adver-
sarios mBs encarnizados. Ni siquiera comprende lo que 61 mismo
escribe:>:":>
.)
Querido sefior:
1532 Ha sido muy amable por su parte enviarme su libro La recep-
ci6n y la acci6n del Espiritu Santo*". Lo he leido con mucho inte-
rts, pues el tema del Espiritu Santo me parece muy actual. Recuer-
do una conversaci6n en la que el antiguo arzobispo de York, el
doctor Temple, admiti6 que la Iglesia no ha hecho todo lo posible
para desarrollar la idea del Espiritu Santo. La razdn no es dificil
de ver, pues ccel viento [= espiritu] sopla donde quierea'""",~ cual
es bastante inc6modo para una instituci6n. Durante la lectura he
anotado varias cuestiones e ideas. Me gustaria comunicArselas, se-
fior Lachat. Tal vez le interese mi reacci6n.
1533 Comparto sin duda su opini6n: la gente vacila en confiarse a
la ecaccibn imprevisible~del Espiritu Santo. Tiene miedo, y pienso
que con raz6n. Como hay una diferencia acusada entre el Dios del
Antiguo Testamento y el Dios del Nuevo Testamento, seria desea-
ble una definici6n. Usted no explica en ningfin lugar su noci6n de
Dios. 2De qut Dios habla usted: del Dios del Nuevo Testamento o
del Dios del Antiguo Testamento? Este 6ltimo es paradbjico, bue-
no y demoniaco, justo e injusto, mientras que el Dios del Nuevo
Testamento es definido como perfecto, bueno, el summum bonum.
En 61 no hay nada tenebroso o demoniaco. Pero si usted identifica
" Te6logo protestante de Neuchstel (Suiza). Cf. las cartas de Jung de 10s dias 18
de enero y 29 de junio de 1955, en Briefe, 11, ed. Aniela Jaff6.
"" La riception et l'action du Saint-Esprit duns la vie personnelle et cornmunau-
taire, NeuchPtel, 1953.
*** Jn 3, 8.
estos dos Dioses tan diferentes, se comprende el miedo y la resis-
tencia que se siente a1 confiarse sin condiciones a1 Espiritu Santo,
pues la acci6n divina es tan imprevisible que puede ser desastrosa.
En este caso, la prudencia de las serpientes nos recomienda que no
nos acerquemos demasiado a1 Espiritu Santo.
1534 Si, por el contrario, usted habla del Dios del Nuevo Testamen-
to, es completamente seguro que el riesgo es s610 aparente, pues
el final serh invariablemente bueno. En este caso la experiencia ha
perdido su carhcter aventurero: no es realmente peligrosa. Por tan-
to, es una estupidez no abandonarse por completo a la accidn del
Espiritu Santo. A1 contrario, habria que buscarlo cada dia y seria
fhcil adueiiarse de 61, como el sefior Horton" nos quiere hacer
creer. En ausencia de una explicaci6n formal por parte de usted,
supongo que usted identifica 10s dos Dioses. En este caso el Espi-
ritu Santo no seria fhcil de agarrar, pues llamar la atenci6n divi-
na mediante una conducta especialmente piadosa seria extremada-
mente peligroso (v6ase el caso de Job y otros mhs). En el Antiguo
Testamento Satan& todavia es escuchado por el Padre y puede
influenciarlo contra 10s justos. Hay muchos casos de este tip0 en
el Antiguo Testamento. Estos casos nos incitan a ser muy pruden-
tes cuando nos relacionamos con el Espiritu Santo. Quien no sea
muy valiente y aventurero harh bien en recordar estos ejemplos y
agradecer a Dios que su Espiritu Santo no se ocupe demasiado de
nosotros. La gente se siente mucho mejor a1 abrigo de la Iglesia.
Ella es la fortaleza que nos protege de Dios y su Espiritu. Es muy
reconfortante que la Iglesia cat6lica nos asegure que ella <cposee,,
el Espiritu Santo, que asiste con regularidad a sus ritos. Asi sabe-
mos que esth bien encadenado. El protestantismo no es menos
tranquilizador cuando nos dice que el Espiritu Santo es algo que
debemos buscar, que podemos beber fhcilmente y de lo que nos
adueiiaremos: como si el Espiritu Santo fuera una cosa pasiva que
no puede moverse sin nosotros. Ha perdido sus caracteres peligro-
sos, el fuego, su autonomia y su fuerza; se ha convertido en un
elemento inofensivo, pasivo y puramente benefactor, hasta el pun-
to de que parece est6pido tenerle miedo.
1535 Esta concepci6n del Espiritu Santo ignora el terror ante Yahvt.
No nos dice qut es el Espiritu Santo, pues evita explicarnos clara-
mente c6mo entiende el Deus absconditus. Albert Schweitzer"" nos
dice ingenuamente que t l esth del lado del Dios ttico y que evita
* Aqui falta una palabra en la copia de la carta; probablemente una palabra grie-
ga, conio .rrveDpa.
*" Cf. Jung, Aion, OC 912, $ 99 ss.
**a
Cf. A. France, Sur la pierre blanche, p. 12.
hablando con tu mitad mejor))? ?Podemos ignorar a1 absconditus?
Schweitzer nos invita precisamente a hacerlo: id a bafiaros en el
rio sin preocuparos por 10s cocodrilos. Aparentemente podemos
ignorarlos. iQuitn puede producir esta crfe simple))?
1538 A1 igual que Dios, lo inconsciente tiene dos aspectos: uno es
bueno, favorable, benefactor, y el otro es malvado, maltvolo, de-
sastroso. Lo inconsciente es la fuente inmediata de nuestras expe-
riencias religiosas. Esta naturaleza psiquica de toda experiencia no
significa que las realidades transcendentales tambitn Sean psiqui-
cas: la fisica no Cree que la realidad transcendental representada
por su modelo psiquico tambitn sea psiquica. La fisica la llama
materia, y de la misma manera la psicologia no atribuye su pro-
pia naturaleza psiquica a sus imbgenes o arquetipos. Los califica
de <cpsicoides~)*, y esti convencida de que representan realidades
transcendentales. La psicologia conoce incluso la ccfe simple,, la
conuicci6n que no se puede evitar. No sirve de nada buscarla, pues
ella viene cuando quiere, es un don del Espiritu Santo. S610 hay
un espiritu divino: una presencia inmediata, a menudo terrorifica
e independiente de nuestra elecci6n. No hay garantia de que no
sea tambitn el diablo, tal como le sucedi6 a san Ignacio de Loyola
en su visi6n del serpens oculatus, interpretado primer0 como Cris-
to y luego como el diablo'"+. Nicolbs de Fliie tuvo la visi6n terro-
rifica del absconditus y la transform6 mbs adelante en la amable
trinidad de la iglesia parroquial de Sachseln""".
1539 Abandonarse a Dios es una aventura formidable y tan aim-
pie, como toda situaci6n que el hombre ya no puede controlar.
Quien pueda arriesgarse por completo se encuentra de inmediato en
las manos de Dios y confrontado con una situaci6n que hace de la
<cfesimple))una necesidad vital; con otras palabras: la situaci6n se
vuelve tan arriesgada o tan abiertamente peligrosa que 10s instintos
mbs profundos se despiertan. Una experiencia de este tip0 siempre
es numinosa, pues refine todos 10s aspectos de la totalidad. El
simbolismo de la religi6n cristiana expresa todo esto de maravilla:
la voluntad divina encarnada en Cristo empuja hacia el desenlace
fatal, hacia la catistrofe seguida por el hecho o la esperanza de la
resurreccibn, mientras que la fe cristiana insiste en el peligro mor-
tal de la aventura y las Iglesias nos aseguran empero que Dios nos
3. La situacidn era pear que la de 10s egipcios en 10s dltimos siglos precristianos:
6stos ya tenian un Osiris individual. De hecho, Egipto se volvi6 cristiano de golpe, sin
dudarlo.
" Sal 82, 6 ; citado en Jn 10, 34.
dad psiquica va rnds all5 de la barrera del espacio y el tiempo. Me-
diante la integraci6n progresiva de lo inconsciente tenemos una
oportunidad razonable de hacer experiencias de naturaleza arque-
tipica que nos proporcionen el sentimiento de continuidad antes
y desputs de nuestra existencia. Cuanto mejor comprendamos el
arquetipo, mAs participaremos en su vida y mds captaremos su
eternidad o atemporalidad.
1573 Como la redondez significa compleci6n o perfeccibn, tambitn
expresa la rotaci6n (el movimiento circular) o el progreso en un
camino circular sin fin, una identidad con el Sol y las estrellas
(de ahi la hermosa confesi6n en la 4iturgia de Mithra)): i y 6 ~ i p t
olj~.rrXavosi~p'tvd l o ~ i p ,SOY una estrella que sigue su camino con
vosotros)>)".El conocimiento del si-mismo significa tambitn el
restablecimiento del Hombre como microcosmos, es decir, la refe-
rencia c6smica del hombre. Estos conocimientos est5n acompafia-
dos a menudo por acontecimientos sincr6nicos. (La experiencia
profttica de la vocaci6n pertenece a esta categoria.)
1574 Para 10s primeros cristianos, igual que para todos 10s hombres
primitivos, la resurrecci6n tenia que ser un acontecimiento concre-
to, material, que se pudiera ver con 10s ojos y tocar con las ma-
nos, como si el espiritu no tuviera existencia propia. Incluso en 10s
tiempos modernos la gente tiene dificultades para captar la realidad
de un acontecimiento psiquico, a no ser que a la vez sea concreto.
La resurrecci6nYen tanto que acontecimiento psiquico, no es con-
creta, sino una experiencia psiquica. Es gracioso que 10s cristia-
nos sigan siendo tan paganos que entienden la existencia espiritual
s610 como un cuerpo y como un acontecimiento fisico. Me temo
que nuestras Iglesias cristianas no van a poder seguir mantenien-
do este escandaloso anacronismo si no quieren incurrir en unas
contradicciones intolerables. Como concesi6n a esta critica, algu-
nos te6logos han explicado que el sutil cuerpo glorificado de Pablo
que serd devuelto a 10s muertos el dia del Juicio es la auttntica
(<formasindividual, es decir, una idea espiritual que caracteriza su-
ficientemente a1 individuo para prescindir del cuerpo material. La
evidencia de la supervivencia del hombre despuCs de la muerte y
la esperanza de escapar a la condenaci6n eterna son lo que hizo
de la resurrecci6n en el cuerpo el pilar de la fe cristiana. Pero s610
conocemos positivamente el hecho de que el espacio y el tiempo
son relatives a la psique.
" [Los discursos de Buddha] Jung escribi6 este texto para el folleto de la reedi-
ci6n del libro de Neumann (3 vols., Ziiricmien, 1956-1957).
salvar de manera modClica a su consciencia del enredo en diez mil
cosas y a su vida animica del enredo en las emociones y las ilusiones,
tambiCn el enfermo y doliente de nuestra civilizaci6n occidental,
que es extrafia a Oriente y a menudo casi inconmensurable con 61,
puede sacar mucho provecho de la actitud espiritual budista si dis-
pone de las fuerzas espirituales necesarias para ello. Esto Gltimo
es una restricci6n que pone unos limites implacables a la terapia
mCdica. Si la naturaleza no ayuda, el medico trabaja en vano.
1576 A este respecto, 10s discursos de Buddha traducidos por Neu-
mann son muy importantes. Aun sin entrar en su sentido profun-
do, su forma ritual (la prefatio solemne) emite un resplandor que
provoca una exaltaci6n a la que no podemos sustraernos. Desde
el punto de vista cristiano se ha objetado muchas veces a este uso
de textos orientales que la fe de Occidente proporciona un con-
solamentum a1 menos igual de significativo y que no hay ninguna
necesidad de invocar el espiritu del budismo, con su actitud su-
mamente racional. Dejando de lado que en la mayor parte de 10s
casos no existe esa fe cristiana de la que se habla y tampoco se ve
de d6nde sacarla (salvo una providentia specialis de Dios), es un
hecho conocido que el uso habitual hace que una cosa se vuelva
tan familiar y rutinaria que pierde poco a poco su sentido y su
efecto; por el contrario, algo extraiio y desconocido, algo comple-
tamente diferente en su esencia, puede abrir las puertas que esta-
ban cerradas y brindar nuevas posibilidades. Si un cristiano insiste
en su feyque no lo ha protegido de una neurosis, su fe es vana, y
es mejor que acoja humildemente lo que necesita y le ayuda, con
independencia de d6nde lo haya encontrado. Al fin y a1 cabo, en
estos asuntos no se trata de tener raz6n frente a 10s demb, sino
de obtener conocimientos y llevar a cab0 cambios de importancia
vital. El cristiano no tiene que renegar de su conviccidn religiosa
por tomar cosas prestadas del budismo, pues esti siguiendo el con-
sejo del apbstol: <<Omniaautem probate; quod bonum est teneten
[<<Examinadlo todo y quedaos con lo bueno))] (Tesalonicenses5,21).
1577 Sin duda, una de esas cosas buenas con las que nos tenemos
que quedar son las doctrinas de Buddha, que ademis tienen mu-
cho que ofrecer a quien carezca de una conviccidn cristiana. Pues
reposan en presupuestos psicol6gicos que tienen una validez gene-
ral, aunque no exclusiva. Proporcionan a1 hombre occidental po-
sibilidades para disciplinar su vida animica interior de las que sus
diversas cristiandades carecen de una manera a menudo lamenta-
ble. La doctrina budista puede ser una educaci6n de gran ayuda
donde fracasa el rito cristiano o la autoridad de la feycomo sucede
a menudo en 10s trastornos psicbgenos.
LA V l D A SIMBOLICA
15x1 Este libro tiene el gran mCrito de ser el primer0 que investiga c6mo
se comporta lo inconsciente en 10s protestantes cuando tiene que
compensar una actitud religiosa intensa de la consciencia. La au-
tora presenta material casuistic0 sobre esta cuesti6n, que ha re-
copilado en su consulta. Ha tenido la suerte de tratar unos casos
muy instructivos que ademPs han autorizado que se publique su
material. Como debemos el conocimiento de 10s procesos incons-
cientes sobre todo a la fenomenologia de 10s suefios, la autora se
ocupa fundamentalmente de 10s suefios de sus pacientes. Los sue-
fios que expone y su simbolismo son interesantes hasta para quien
conozca este tip0 de material. La actitud teraptutica de la autora
aborda 10s sueiios de una manera muy adecuada, esencialmente
desde el punto de vista prPctico, intentando que el mCdico y el pa-
ciente se pongan de acuerdo sobre el sentido del suefio. El lector
tiene asi la oportunidad de asistir a este diilogo. Este mttodo es tan
instructive como satisfactorio, pues permite exponer series largas
de suefios. Un comentario cientifico detallado exigiria un espacio
exageradamente grande y no haria m5s convincente la interpreta-
ci6n de 10s suefios. El hecho de que la interpretaci6n sea a veces
insegura o que incluso pase por alto ciertos detalles no perjudica
a la intenci6n terapkutica de aproximar el sentido del suefio a la
consciencia. En la prPctica, a menudo se satisface por completo a1
suefio sacando a la luz su tendencia general, su atm6sfera emocio-
nal y su sentido aproximado, para lo cual hay que asegurarse (natu-
ralmente) de la aprobacidn espontPnea del sofiante. Si se trata de
" [ison 10s suefios una fuente de experiencia religiosa?] Publicado en Gotinga
en 1957. La autora era una psicoterapeuta que ejerci6 en Hamburgo; murid en 1971.
personas inteligentes, este descubrimiento meditativo del sentido
del suefio se puede ceder a1 paciente.
1582 La autora ha conseguido hacer visible el significado religioso
de 10s suefios y reforzar asi su tesis. En efecto, cierta actitud religio-
sa representa un desaffo direct0 a lo inconsciente; y cuanto mis
hostil a la vida sea la actitud de la consciencia, mis fuerte seri la
reacci6n de lo inconsciente. Las compensaciones producidas por
lo inconsciente sirven sobre todo para equilibrar la actitud extre-
ma de la consciencia, y en segundo lugar para establecer una tota-
lidad aproximada de la persona, es decir, la individuacibn.
1583 El material que la doctora Froboese presenta en su libro es im-
portante tanto para 10s mCdicos como para 10s te6logos, pues am-
bos tienen aqui la ocasi6n de cerciorarse del hecho de que lo in-
consciente posee un aspect0 religioso contra el que no se pueden
aducir razones convincentes. Pero tengo que admitir avergonzado
que hasta ahora apenas se habia publicado material casuistic0 em-
pirico que le proporcione a1 lector un concept0 satisfactorio de
10s procesos religiosos. Por tanto, tenemos que agradecer a la au-
tora que se haya tomado la molestia de exponer minuciosamente
unos casos tan complicados. Espero que este libro llegue a muchas
personas reflexivas cuya sensibilidad no estC embotada por prejui-
cios intitiles y que esttn en condiciones de encontrar una respuesta
satisfactoria a las preguntas religiosas o de hacer las experiencias
que deberian estar a la base de las convicciones religiosas.
J U N G Y L A FE RELIGIOSA"
* Fragmentos del libro de H. L. Philp,Jung and the Problem ofEuil, London, 1958.
Este libro esti formado por un intercambio de cartas entre el autor y Jung en forma de
preguntas y respuestas y por un amplio ataque critico (175 piginas) a 10s escritos de Jung
sobre la religibn, con especial referencia a Respuesta a Job. Concluye con las respuestas
de Jung alas preguntas planteadas por el reverend0 David Cox, autor del libro Jungand
Saint Paul, 1959. En ambos casos las respuestas se reproducen aqui con el aiiadido de
notas a pie de pigina; las referencias bibliogrificas a obras de Jung han sido actualizadas.
Hay mis cartas de Jung a Philp en Briefe, 111, ed. Aniela JaffE.
"" Philp, op. cit., pp. 8-21; 9 de noviembre de 1956.
*** Philp cita en su pregunta este pasaje del libro de Fromm Psychoanalysis and
Religion, pp. 23 s. (Psicoana'lisis y religidn, trad. de Josefina Martinez Alinari, Psique,
equivocada y menciona el judaismo, el cristianismo y el budismo,
demuestra que su propio punto de vista es tan il6gico como el de
esas religiones, cuyas verdades se contradicen entre sf. El judaismo
tiene un Dios moralmente ambivalente; el cristianismo, una Trini-
dad y un summum bonum; el budismo no tiene un Dios, sino dio-
ses interiores. La verdad de estas religiones es relativa, no absolu-
ta, si las ponemos en el mismo nivel, como hace el seiior Fromm.
Naturalmente, admito e incluso creo firmemente que establecer
una ~verdadnes muy importante. Yo podria estar dispuesto a ha-
cer afirmaciones transcendentales, per0 con una condici6n: que
a1 mismo tiempo establezca la posibilidad de que sean falsas. Por
ejemplo: ccDios esn, es decir, Dios es como yo pienso que es. Pero
como s t que no puedo formarme una idea adecuada de un ser
eterno y omnimodo, mi idea de t l es penosamente incompleta;
asi que la afirmaci6n ccDios no es, (asi) es igualmente verdadera y
necesaria. Hacer afirmaciones absolutas no est5 a1 alcance del ser
humano, aunque es indispensable eticamente que el individuo dC
todo el crtdito a su verdad subjetiva, lo cual significa que admita
que su convicci6n le obliga a aplicarla como principio de sus ac-
ciones. Todo juicio humano, por miis intensa que sea su convicci6n
subjetiva, puede equivocarse, en especial 10s juicios relativos a 10s
temas transcendentales. Me temo que la filosofia del seiior Fromm
no ha transcendido todavia el nivel del siglo xx; per0 el impulso
de poder del ser humano y su hybris son tan grandes que Cree en
un juicio absolutamente vAlido. Ning6n cientifico con sentido de
la responsabilidad intelectual puede permitirse esa arrogancia. Por
Buenos Aires, 1967, pp. 29 s.): .Antes de presentar el anilisis de la religidn de Jung,
conviene examinar criticamente sus premisas metodol6gicas. El uso por parte de Jung
del concept0 de verdad no es aceptable. Jung sostiene que "la verdad es un hecho, no
un juicio", que "un elefante es verdad porque existe". Pero Jung olvida que la verdad
siempre y necesariarnente se refiere a un juicio, no a una descripci6n de un fendmeno
que percibimos con nuestros sentidos y que denotamos con el simbolo de una palabra.
Jung afirma a continuacidn que una idea es "psicoldgicamente verdadera en tanto que
existe". Pero una idea "existe" con independencia de que sea una ilusidn o que corres-
ponda a un hecho. La existencia de una idea no la hace "verdadera" en nin+n sentido.
Un psiquiatra no podria trabajar si no se preocupara por la verdad de una idea, es decir,
por su relacidn con 10s fendmenos que ella tiende a describir. De lo contrario el psiquia-
tra no podria hablar de "ilusi6n" o de "sistema paranoide". Pero el enfoque de Jung es
inaceptable no s610 desde el punto de vista psiquiitrico; defiende un relativism0 que
superficialmente es mis favorable a la religidn que el punto de vista de Freud, pero que
en su espi~ituse opone frontalmente a religiones como el judaismo, el cristianismo y el
budismo. Estas entienden la b6squeda de la verdad como una de las principales virtudes
y obligaciones del ser humano e insisten en que sus doarinas, ya hayan llegado a ellas
mediante la revelaci6n o s610 por la fuerza de la razdn, estin sometidas a1 criterio de la
verdad..
estas razones insisto en el criterio de existencia, tanto en el campo
de la ciencia como en el campo de la religibn, y en la experiencia
inmediata y primordial. Los hechos son hechos y no contienen fal-
sedad alguna. Es nuestro juicio quien introduce el elemento del en-
gaiio. En mi opinibn, que una idea exista es miis importante que si
es verdadera. Subjetivamente hay una gran diferencia entre que la
idea me parezca verdadera o no, per0 esto es una cuesti6n secun-
daria porque la 6nica manera de establecer la verdad o la falsedad
de una afirmaci6n transcendental es la creencia subjetiva.
* Cf. The Religious Prospect, pp. 188 ss., que Philp cita en su pregunta.
Esta afirmacidn no significa que la fuente sea el origen, es decir, que
el agua sea creada justo en el lugar en que vemos el nacimiento de un
rio; el agua procede de las profundidades de la montafia y discu-
rre por caminos secretos hasta salir a la luz del dia. Cuando digo:
c<AquiestA la fuentes, s61o me refiero a1 lugar en que el agua se
vuelve visible. La comparaci6n con el agua expresa bastante bien
la naturaleza y la importancia de lo inconsciente. Donde no hay
agua, no vive nada; donde hay demasiada agua, todo se inunda. La
tarea de la consciencia es seleccionar el lugar correct0 en que no
estAs ni demasiado cerca ni demasiado lejos del agua; per0 el agua
es indispensable. Una opini6n desfavorable sobre lo inconsciente
impide a buenos cristianos como Demant comprender que la ex-
periencia religiosa (por lo que la mente humana sabe de ella) no se
distingue de la experiencia de 10s fen6menos ccinconscientes~.Un
ser metafisico no te llama por telCfono; suele comunicarse con la
gente a travts del alma, es decir, a travCs de nuestro inconsciente,
o mejor: a travCs de su base c<psicoideatranscendental*. Si despre-
ciamos lo inconsciente, bloqueamos 10s canales por 10s que fluye
el aqua gmtiae, per0 con este mCtodo no inhabilitamos a1 diablo.
Lo que 61 hace es precisamente crear obstAculos.
1587 Cuando Pablo tuvo la visi6n de Cristo, eso fue si acaso un
fen6meno psiquico. No presumo de saber quC es la psique; s610 sC
que hay un Ambito psiquico en el cual y desde el cual comienzan
esas manifestaciones. Es el lugar en que mana el aqua gratiae, que
sC que procede de las inmensas profundidades de la montaiia, y no
me atribuyo el conocimiento de 10s caminos y 10s lugares secretos
que el agua recorre antes de llegar a la superficie.
15x8 Como las manifestaciones generales de lo inconsciente son am-
bivalentes o incluso ambiguas (<<Hade ser terrible caer en manos
del Dios viva,,; Hebreos 10, 31), la decisi6n y el juicio discrimi-
nador son importantisimos. Vemos esto particularmente claro en
el desarrollo del proceso de individuacibn, cuando tenemos que
impedir que el paciente rechace ciegamente 10s datos de lo incons-
ciente o se someta a ellos sin critica. (2Por quC tiene Jacob que
pelear con el Angel del Sefior? Porque lo matarian si no defendiera
su vida.) No hay desarrollo, sino una muerte miserable en un de-
sierto, si pensamos que podemos gobernar a lo inconsciente con
nuestro arbitrario racionalismo. Esto es exactamente lo que inten-
t6 hacer el principio alemin <<Quereres poder,,, y ya sabemos con
quC resultados.
VEase el pr6logo que Jung escribi6 para este libro: OC 11,4. (N. del T )
ausente (por ejemplo, la consciencia)a lo que es esencialmente va-
lioso y "bueno" por si mismo*.
1592 En efecto, estoy convencido de que el ma1 es un factor tan real
como el bien. A1 margen de la experiencia cotidiana, seria extre-
madamente il6gico suponer que podemos establecer una cualidad
sin su contrario. Si algo es bueno, tiene que haber algo que sea
malo. No podriamos afirmar que algo es bueno si no puditramos
distinguirlo de otra cosa. Incluso decir que algo existe s610 es po-
sible junto con la afirmacidn de que algo no existe. Por tanto, si
la doctrina de la Iglesia declara que el ma1 no existe ( ~ f 61.')
i o que
es una mera sombra, el bien es igualmente ilusorio, pues afirmarlo
no tendria sentido.
1593 Supongarnos que alguien tiene una cosa que es buena a1 100 O h
y que algo malo entra en ella y la disminuye en un 5 %. Entonces
esa persona posee el 95 % de bondad, y el 5 % esth ausente. Si el
bien original es disminuido en un 99 %, esa persona tiene el 1%
de bondad y el 99 % ha desaparecido. Si ese 1% tambiCn desapa-
rece, la cosa ha desaparecido y esa persona ya no tiene nada. Hasta
el hltimo momento s610 tenia el bien y ella misma era buena, per0
en el otro lado no hay nada y no ha pasado nada. Simplemente, las
malas acciones no existen. La identificaci6n del bien con la ousia
[el ser] es una falacia, pues una persona muy mala no desaparece
cuando pierde su 6ltimo bien. Pero aunque s61o tenga el 1% de
bondad, su cuerpo y su alma y su existencia entera todavia son
completamente buenos; pues, de acuerdo con esta doctrina, el ma1
es idtntico a la no existencia. Esto es un silogismo tan horrible
que tiene que haber un motivo muy fuerte para construirlo. La ra-
z6n es obvia: esto es un intento desesperado de salvar a la fe cris-
tiana del dualismo. De acuerdo con esta teoria", el propio diablo,
que es el ma1 encarnado, tiene que ser bueno, pues existe; per0
como es completamente malo, no existe. Esto es un intento claro
de aniquilar el dualismo en contradiccidn flagrante con el dogma
de que el diablo es eterno y la condenaci6n es una cosa muy real.
No me consider0 capaz de explicar el estado actual del mundo,
per0 cualquier mente sin prejuicios ve que las fuerzas del ma1 es-
thn peligrosamente cerca de derrotar a las fuerzas del bien. San
Basilio Magno diria: <@orsupuesto que es asi, per0 el ma1 procede
del hombre, no de Dioss, olvidando que la serpiente del paraiso
no la cre6 el hombre y que Satan& es uno de 10s hijos de Dios,
anterior a1 hombre. Si el hombre fuera positivamente el origen del
* <<esesexo 16bricon
"* El dogma de la Inmaculada Concepcidn de Maria fue proclamado en 1854
por el papa Pio IX. (N. del T.)
opuestos (6y Q) se haya infiltrado en la totalidad divina. Asi, la
Iglesia cat6lica ha considerado conveniente tomar tan en serio el
movimiento mariano de las masas (es decir, un hecho psicol6gico)
que el papa no ha dudado en renunciar a1 principio de autoridad
apost6licaYque el tiempo ha consagrado.
1608 El protestantism0 es libre de ignorar 10s problemas espiritua-
les que nuestro tiempo plantea, pero asi se alejari del campo de
batalla y perderi el contact0 con la vida.
1609 Siendo un simbolo natural y espontineo, la cuaternidad tiene
mucho que ver con la psicologia humana, mientras que el simbolo
trinitario (aun siendo igualmente espontineo) se ha enfriado, se ha
convertido en una abstracci6n remota. Curiosamente, en mi colec-
ci6n de mindalas apenas hay unas pocas trinidades y triadas. To-
das ellas proceden de alemanes*. (Inconscientes de sus sombras, y
por tanto ignorantes de su culpa colectiva.)
1610 NO s t hasta qut punto las f6rmulas humanas, ya Sean inven-
tadas o espontineas, se corresponden a1 original. S610 s t que te-
nemos una relaci6n muy profunda con ellas, lo sepa la gente o no,
igual que una persona puede estar enferma y no saberlo. Hay una
diferencia prictica enorme entre que tu idea dominante de tota-
lidad sea tres o cuatro. En el primer caso todo el bien procede de
Dios, y todo el ma1 del hombre. Entonces, el hombre es el diablo.
En el segundo caso, el hombre tiene una posibilidad de ser salva-
do de la posesi6n diabblica, pues no esti inflado por el mal. 2Qut
sucedid en Alemania durante el nacionalsocialismo? ?QuC esti suce-
diendo en 10s paises bolcheviques? Con la cuaternidad, 10s poderes
del ma1 (que son mucho mayores que 10s del hombre) son devuel-
tos a la totalidad divina, de donde proceden segiin el Gknesis. La
serpiente no fue creada por el hombre.
1611 El simbolo de la cuaternidad tiene que ver con la Divinidad tan-
to como la propia Trinidad. En cuanto empiezo a pensar sobre la
experiencia de (cDios>>, tengo que elegir en mi almactn de imige-
nes entre [conceptos que lo representan como] mdnada, diada,
triada, tttrada o una multiplicidad indistinta. En 10s casos serios la
elecci6n esti limitada por el tip0 de imagen revelada que uno ha
recibido. Yahvt y A16 son mbnadas, el Dios cristiano es una triada
(hist6ricamente), la experiencia moderna es presumiblemente una
tttrada, la deidad persa antigua es una diada. En Oriente tenemos
la m6nada diidica Tao y el hLnthropos monidico (purusha), Buddha,
etcetera.
PREGUNTA 15. Uno de 10s problemas mds grandes de Job era: 2Pue-
do creer en un Dios justo? La indiuiduacidn, <<la
cristificacidn de mu-
'*
OC 11,9, $ 626, 657 s., 690.
** OC 11,9, 60OL3.
chos,,, la solucidn propuesta en Respuesta a Job", no hace justi-
cia a la pregunta de Job. Job queria significado, un Dios bueno, no
simplemente individuacidn. Le preocupaban cuestiones metafisicas
y teoldgicas, y a1 Job modern0 tambikn; y asi como el hombre no
puede vivir s61o del pan, es poco probable que crea que puede vivir
s61o de la individuacidn. En el mejor de 10s casos, la individuacidn
le parecerd poco mds que un proceso preparatorio para afrontar esas
cuestiones de una manera mds objetiva.
1623 Job queria justicia. Vio que no podia conseguirla. No se pue-
de discutir con YahvC, que es un poder irreflexivo. 2Qut puede
hacer Job, sino cerrar la boca? Job no suefia con la individuacibn,
per0 sabe con qut tip0 de Dios est6 tratando. No es Job, sino Dios,
quien saca las conclusiones. Dios ve que la encarnaci6n es inevita-
ble porque el conocirniento del hombre est6 un paso por delante
de 61. Para obtener la joya que el hombre posee en su autorre-
flexibn, Dios tiene que waciarse de su Divinidad y asumir la for-
ma del SoOhos [siervo]>,*",es decir, del hombre en su forma rnis
baja de existencia. 2Por quC YahvC, el creador omnipotente, est6
tan ansioso por tener su ccesclavo~,en cuerpo y a h a , hasta el pun-
to de confesar que tiene celos?
1624 0 la individuacibnn? La individua-
2Por quC dice usted ~ 6 1 de
cidn es la vida en Dios, como muestra claramente la psicologia del
m6ndala. ?No ha leido usted mis 6ltimos libros? Puede verlo en
todos ellos. Los simbolos del sf-mismo coinciden con 10s simbolos
de la Deidad. El si-mismo no es el yo, sin0 que simboliza la tota-
lidad del hombre, el cual obviamente no esti completo sin Dios.
Esto parece ser lo que significan la encarnacibn e incidentalmente
la individuacibn.
* OC 11,9, 0 758.
'" Cf. Flp 2, 6 s.
a;lr Philp, pp. 226-239; agosto de 1957. No citamos las preguntas directamente
debido a la manera personal en que algunas fueron planteadas.
++** Las relaciones entre el yo y lo inconsciente, OC 7,2, 0 327.
Cox sugiere que la doctrina cristiana de la justificaci6n por la fe es
ese concepto.
1625 Como no soy un teblogo, no puedo ver una conexi6n entre la
doctrina de la justificaci6n y el Tao. El Tao es la cooperaci6n de 10s
opuestos, brillante-oscuro, seco-hiimedo, caliente-frio, sur-norte,
drag6n-tigre, etc., y no tiene nada que ver ni con 10s opuestos mo-
rales ni con la reconciliaci6n entre el summum bonum y el dia-
blo. Por lo que yo st, la doctrina cristiana no reconoce el dualism0
como la constitucidn del Tao, pero la filosofia china si lo hace.
1626 Sin duda, es verdad que el hombre natural siempre inten-
ta incrementar lo que le parece ~buenony eliminar lo (<malo)>. El
hombre natural depende de su consciencia, en cuyo camino pue-
de cruzarse la conciencia o una intenci6n inconsciente. En algunas
ocasiones este factor es mis fuerte que la consciencia y no hay ma-
nera de combatirlo. La psicoterapia conoce muy bien estos casos.
1627 La ccvoluntad de Dios), contradice a menudo a 10s principios
conscientes, por buenos que parezcan. La penitencia o el remordi-
miento son la consecuencia de desviarse de la voluntad superior.
El resultado es, si no un conflicto cr6nic0, una coniunctio opposi-
torum en forma del simbolo (symbolum = las dos mitades de una
moneda rota), la expresi6n de la totalidad.
1628 YO no sabia que usted entiende a Cristo como el nuevo cen-
tro del individuo. Ya que este centro del individuo aparece empi-
ricamente como una uni6n de opuestos (por lo general como una
cuaternidad), Cristo tiene que estar m6s a116 del conflicto moral,
representando la decisi6n iiltima. Esta concepci6n coincide abso-
lutamente con mi comprensi6n del si-mismo (= Tao, nirdvandua).
Pero ya que el sf-mismo incluye tanto mi consciencia como mi
inconsciente, mi yo es una parte integral de 61. XJsted entiende a
Cristo asi? Si la respuesta es afirmativa, yo podria estar comple-
tamente de acuerdo con usted. Entonces, la vida se convierte en
una aventura peligrosa, pues me someto sin discusi6n a un poder
que esti m6s all6 de 10s opuestos, a un factor superior o divino. Su
decisi6n suprema puede ser lo que yo considero bueno o lo que yo
considero malo, pues no tiene limites. ZQuC diferencia hay entre
mi comportamiento y el de un animal que cumple la voluntad de
Dios sin reservas? La iinica diferencia que puedo ver es que yo soy
consciente de lo que hago y reflexiono sobre ello. <cSite das cuenta
de lo que haces, dichoso de ti,". Has actuado.
* aUna alegoria que se refiere a Cristom; cf. Psicologia y alquimia, OC 12, figu-
ra 217.
'* .El artifice no es el maestro de la ~ i e d r asino
, mis bien su sirvieme>>(Ros. phil.,
en Art. aurij, 11, p. 356). Cf. Jung, cE1 rirbol filos6fico*, OC 13,5, $ 4 3 6 .
LA V l D A S I M B O L I C A
" Cf. Juan 10, 34, que cita Salmos 82, 6. (N. del T.)
"* Cf. 1Juan 4, 1: <<nodeis credit0 a cualquiera que pretenda poseer el Espiritu;
haced un discernimiento para ver si viene de Dioss. (N. del T)
* :> :F Neutestamentliche Apokryphen, p. 188; cf. <<Elsimbolo de la transformaci6n
en la miss),, OC 11,3, 429.
1664 Aunque todo esto suena como una especie de especulaci6n teo-
16gica, en realidad es la perplejidad del hombre modern0 expresa-
da en tirminos simbblicos. Es el problema con el que me he encon-
trado muchas veces a1 tratar las neurosis de pacientes inteligentes.
Se puede expresar con un lenguaje m5s cientifico, psicol6gico; por
ejemplo, en vez de usar el ttrmino ccDios,, podemos decir ccincons-
ciente,,; en vez de eccristo,,, ccsi-mismo),; en vez de ccencarnaci6n,,,
~integraci6nde lo inconscienten; en vez de ccsalvaci6n,, o ccreden-
ci6nb, ccindividuaci6na; en vez de cccrucifki6r1, o ccsacrificio en la
cruz),, cccomprensi6n de las cuatro funcionesn o ectotalidad,,. Pien-
so que no perjudica a la tradici6n religiosa que podamos ver hasta
qut punto coincide con la experiencia psicolbgica. A1 contrario,
esto deberia ser una ayuda valiosisima para comprender las tradi-
ciones religiosas.
1665 Un mito sigue siendo un mito aunque unas personas crean que
es la revelaci6n literal de una verdad eterna, per0 se vuelve mori-
bundo si la verdad viva que contiene deja de ser un objeto de fe. Por
tanto, hay que renovar su vida de vez en cuando mediante una nueva
interpretacidn. Esto significa readaptarlo a1 cambiante espiritu de
10s tiempos. Lo que la Iglesia llama c<prefiguracionesnse refiere a1
estado original del mito, mientras que la doctrina cristiana repre-
senta una nueva interpretacibn, una readaptaci6n a un mundo he-
lenizado. Un intento interesantisimo de reinterpretacibn comenz6
en el siglo XI y provoc6 un cisma en el siglo m. El Renacimiento
no fue un rejuvenecimiento de la Antigiiedad, igual que el protes-
tantismo no fue un retorno a la cristiandad primitiva: fue una nue-
va interpretaci6n que el debilitamiento de la Iglesia cat6lica habia
hecho necesaria.
1666 Hoy la cristiandad estL debilitada porque est6 lejos del espiritu
de la ipoca. Necesita una nueva uni6n o relaci6n con la era at6-
mica, que es una novedad en la historia. Hay que volver a contar
el mito en un nuevo lenguaje espiritual, pues el nuevo vino no se
puede verter en 10s viejos odres, como ya sucedi6 en la era he-
lenistica. El propio judaismo conservador tuvo que producir una
versi6n completamente nueva del mito en su gnosis cabalistica. Mi
experiencia pr5ctica es que la comprensi6n psicol6gica reaviva in-
mediatamente las ideas cristianas esenciales y las llena del hLlito
de la vida. Esto es asi porque nuestra luz mundana (es decir, el co-
nocimiento cientifico) concuerda con la afirrnacidn simb6lica del
mito, mientras que antes Cramos incapaces de franquear el abismo
entre el conocimiento y la fe.
1667 Volviendo a su carta (pp. 2-3,25 de septiembre), tengo que de-
cir que podria aceptar su definici6n del summum bonum (~Cual-
quier cosa que Dios sea es buenan) si no interfiriera con o retorcie-
ra a nuestro sentido de lo bueno. A1 abordar la naturaleza moral
de un act0 de Dios, o suspendemos nuestro juicio moral y segui-
mos ciegamente 10s dictados de su voluntad superior o juzgamos
de una manera humana y llamamos a1 pan ((pan, y a1 vino ccvinon.
Aunque a veces obedecemos ciegamente y casi heroicamente a la
voluntad superior, pienso que esto no es habitual; y ademis no es
recomendable actuar ciegamente, pues de nosotros se espera que
actuemos con reflexi6n moral consciente. Es peligrosamente ficil
evitar la responsabili+d imaginindonos que nuestra voluntad es
la voluntad de Dios. Esta nos puede dominar por la fuerza; per0 si
no es asi, debemos usar nuestro juicio, y entonces nos encontramos
frente a1 hecho inexorable de que desde el punto de vista hurnano
unos actos de Dios son buenos y otros son malos, de mod0 que
suponer un summum bonum se convierte casi en un act0 de hybris.
1668 Si Dios se puede entender como la perfecta complexio oppo-
sitorum, Cristo tambitn. Puedo estar completamente de acuerdo
con sus ideas sobre Cristo, pues no es la concepci6n tradicional,
sino una concepci6n muy moderna que nos acerca a la nueva in-
terpretaci6n que deseamos. Tambitn estoy de acuerdo con su com-
prensi6n del tao y de su diferencia con Cristo, que es el paradigma
de la reconciliaci6n de 10s opuestos divinos en el hombre produci-
da en el proceso de individuaci6n. Asi, Cristo figura por el tesoro
y el chien* supremo. (En alemin, el adjetivo c(bueno>> es gut, per0
el sustantivo Gut tarnbiCn significa ccpropiedad,, y cctesoro>>:'.)
1669 Cuando la teologia hace afirmaciones metafisicas, la concien-
cia del cientifico no puede apoyarla. Como Cristo nunca ha signi-
ficado para mi rnis de lo que puedo comprender de 61, y como
esta comprensi6n coincide con mi conocimiento empirico del si-
mismo, tengo que admitir que me refiero a1 si-mismo cuando ha-
blo de la idea de Cristo. De hecho, mi cnico acceso a Cristo es el
si-mismo; y como no sC nada que estt rnis a116 del si-mismo, me
aferro a este arquetipo. Digo: c(Aqui esti el arquetipo vivo y per-
ceptible que fue proyectado a1 hombre Jestis o que se manifest6
hist6ricamente en 61~.Si este arquetipo colectivo no hubiera sido
asociado con Jestis, 6ste s610 habria sido un zaddik [hombre justo]
an6nimo. Yo prefiero usar el tCrmino ccsi-mismo))porque me dirijo
tanto a hindces como a cristianos, y no quiero dividir, sino unir.
1670 Ya que estoy poniendo rnis cartas sobre la mesa, tengo que con-
fesar que toda afirrnaci6n metafisica me causa la impresi6n de una
Carta posterior"
I
Le agradezco que me haya contado exactamente quC piensa y que
I
1677
haya criticado mis toscas maneras de pensar y escribir (y me temo
que tambiCn de hablar). Sin embargo, esto parece ser el estilo de
10s cientificos naturales: nosotros simplemente afirmamos nuestra
proposici6n, suponiendo que nadie pensar6 que es algo m6s que
una hip6tesis discutible. Tenemos tantas dudas sobre nuestras su-
posiciones que damos el escepticismo por sentado. Por eso tende-
mos a omitir la convencional captatio benevolentiae lectoris, con
sus f6rmulas: <(Present0con incerteza ..., ({Piensoque es una hi-
),
1 *
**
Philp, pp. 250-254; 12 de noviembre de 1957.
Cf. supra, $ 1645.
I
LA VlDA S I M B O L I C A
" *Que las mujeres guarden silencio en la iglesiar; 1 Cor 14, 34.
'" Aion, OC 912, S 225 s.
con ella en el nivel de las afirmaciones metafisicas. S610 puede ser
sometida a critica en su propio nivel psicol6gic0, a1 margen de que
sea o n o una interpretaci6n psicol6gicamente satisfactoria de
10s hechos. Los shechosn son las manifestaciones hist6ricas docu-
mentadas del arquetipo, por err6neas que sean.
He presentado mi punto de vista crudamente (por lo cual le
pido disculpas) para darle la oportunidad de verlo con la mayor
claridad posible. El final de su carta, que habla de Cristo, me sus-
cita una duda. Tengo la impresi6n de que usted esth intentando
explicar el hombre empirico Jestis, mientras que yo me refiero a1
arquetipo del hnthropos e intento interpretarlo en general como
un fen6meno colectivo, no como la mejor interpretaci6n posible
de una persona individual e hist6rica. La cristiandad en conjunto
tiene menos que ver con el hombre hist6rico Jestis y con su bio-
grafia algo dudosa que con la figura mitol6gica del Bnthropos o
del Dios-Hijo. Seria una osadia intentar analizar el Jes6s hist6rico
como una persona humana. <(Cristo~ aparece sobre un trasfondo
mucho mBs seguro (pues mitol6gico), que invita a la elucidaci6n
psicol6gica. AdemBs, no es el rabino judio ni el reformador Jestis,
sino el Cristo arquetipico que toca el arquetipo del Redentor en
cada uno de nosotros y nos convence.
Mi enfoque no es teol6gico y no se puede tratar como un teo-
logtimeno. Es esencialmente un intento psicol6gico basado en la
imagen arquetipica y amoral de Dios, que no es un concepto, sino
una experiencia irracional y fenomtnica, una imagen primordial.
Pero como 10s te6logos tambitn se ocupan de la psique humana
adulta (tal vez no tanto como la psicologia mtdica), estoy conven-
cido de que les vendria bien conocer 10s aspectos psicol6gicos de
la religi6n cristiana. No voy a negar que el pensamiento teol6gico
es muy dificil para mi, y supongo que el pensamiento psicoldgico
tiene que ser una empresa igualmente laboriosa para el te6logo.
Reverend0 Cox, esto tal vez explique por qut le inundo con una
carta tan larga.
Cuando veo c6mo China (y pronto la India) pierde su vieja cul-
tura bajo el impact0 del racionalismo materialista, empiezo a te-
mer que el Occidente cristiano sucumbiri a la misma enfermedad,
simplemente porque la gente ya no entiende el viejo lenguaje
simb6lico y no sabe para qut sirve. En 10s paises cat6licos las per-
sonas que abandonan la Iglesia se vuelven francamente ateas. En
10s paises protestantes unas pocas personas se adhieren a sectas,
y las demBs evitan las iglesias por sus sermones cruelmente abu-
rridos y vacios. No pocas empiezan a creer en el Estado, sin sa-
ber que ellas mismas son el Estado. Las recientes emisiones de la
BBC'qan una buena imagen de la mente del lego culto en rela-
cibn con la religi6n. iMenudas ideas! Todo por culpa de la falta
de un punto de vista psicolbgico, o a1 menos eso me parece.
1690 Lamento ser una piedra de escbndalo. Mi intencibn no es ofen-
der. Por favor, acepte mis disculpas por mi tosquedad. Le agradez-
co sinceramente que me haya prestado atenci6n.
Atentamente,
C. G. JUNG
I * De acuerdo con las informaciones de la BBC, Jung debe de referirse a una serie
de cinco charlas sobre *Religi6n y filosofia. a cargo de Robert C. Walton, J. D. Mabbott,
Alasdair MacIntyre y el reverend0 F. A. Cockin, emitida entre septiembre y octubre
de 1957.
XI11
ESTUDIOS DE ALQUIMIA
* Los tres textos de esta secci6n estin traducidos del original alemdn. (N.
del T.)
1691 La alquimia pertenece a la prehistoria de la quimica o la contiene.
I
I
De ahi que tenga para el quimico un interts histbrico, pues en
ella hay ciertas descripciones reconocibles de elementos quimicos,
reacciones y procedimientos ttcnicos. Cu6nto podemos aprender a
este respecto de la literatura alquimica lo muestra la amplia obra
I de E. 0. von Lippman Entstehung und Ausbreitung der Alchemie
[Origen y difusi6n de la alquimia], Berlin, 1919. Lo decisivamen-
te peculiar de la literatura alquimica consiste en que hay un ntimero
relativamente grande de tratados que, a1 margen de unas alusiones
superficiales, no contienen nada quimico. Por eso, se ha supuesto
(tal como algunos alquimistas deseaban) que su misterioso lenguaje
no era otra cosa que una h6bil ocultaci6n de 10s procedimientos
quimicos que habia tras t l y que el adepto atravesaba el velo de 10s
jeroglificos y conocia el proceso quimico secreto. Por desgracia,
unos alquimistas importantes destruyeron esta leyenda a1 confesar
que no eran capaces de resolver el enigma de la esfinge, pues 10s
autores antiguos (como Geber y Rairnundo Lulio) escribieron de-
masiado oscuro. El estudio cuidadoso del contenido de estos tra-
tados, que tal vez sean la mayoria, no encuentra nada quimico,
sino s610 simbolos, es decir, psicologia. El lenguaje alquimico resul-
ta ser menos semidtico (= un lenguaje de signos) que simbdlico:
no oculta un contenido conocido, sino que alude a un contenido
I
desconocido (o ese contenido alude a si mismo). El contenido s610
puede ser psicol6gico. A1 analizar estos textos simb6licos vemos
I que contenidos arquetipicos de lo inconsciente colectivo se han pro-
" K. A. Ziegler (librero), Alchemie II (lista n.' 17, Berna, mayo de 1946).
317
yectado en ellos. En consecuencia, la alquimia adquiere el aspect0
completarnente nuevo e interesante de una psicologia proyectada
de lo inconsciente colectivo, sumAndose a la mitologia y a1 folclore,
Su simbolismo tiene unas relaciones muy estrechas con el simbo-
lismo de 10s sueiios y con el sirnbolismo religioso.
FAUSTO Y LA ALQUIMIA"
I
1 " Resumen por el propio Jung de una conferencia dictada en el Club de Psico-
1694 Fausto comienza igual que Job; per0 no es t l quien sufre, sino
que todos 10s dem6s sufren por su culpa, e incluso el diablo es per-
judicado por 61. Mercurius aparece en forma de Mefist6feles (el
diablo y Satanis), primer0 como perro, hijo del caos y fuego (en
la alquimia, el filius canis [hijo del perro] que surge del caos, na-
tura ignea). Se convierte en sirviente de Fausto (familiaris, servus
fugitivus). Mefisto tiene dos cuervos (Wotan), es el ccfantasma n6r-
dico))y tiene su cclugar de recreon en el cmoroeste~.
1695 El axioma de Maria (3 + 1)atraviesa toda la obra: 4 fases prin-
cipales, 4 ladrones, 4 (-1) mujeres grises, 4 elementos, la cuadriga
de Pluto, 3 + + + +
1 nifios, 1 2 3 4 = 10 en el cilculo de la
bruja, 3-4, 7-8 cabiros, cctres y uno y uno y tresn, etcttera.
1696 Mefisto provoca la proyecci6n del inima, con un final trigico
(infanticidio). A continuaci6n el eros es reprimido por el impulso
de poder (noche de Valpurgis = subyugaci6n por la sombra). En el
fuego m5gico y el fraude del oro aparece el Muchacho Cochero,
un Mercurius iuvenis que por una parte es hermafrodita (igual que
su forma anterior), el diablo, un Cilenio, y por otra parte es una
analogia de Cristo y del Espiritu Santo; a1 mismo tiempo trae el
ejtrcito salvaje (iwotan!).
1697 En el tripode del mundo subterrineo se encarna la trinidad ct6-
nica femenina (Diana, Luna, Htcate, 3 f6rcidas); corresponde a1
vas Hermetis (y a la mesa de la eucaristia en las catacumbas, con 3
panes + 1pez). El tripus aureus [tripode dorado] de la alquimia es
el que Hefesto arroj6 a1 mar.
1698 Fausto se desmaya cuando intenta poseer a Helena. Comienza
asi la segunda fase, o la segunda ola de Eros. Fausto es joven de
nuevo (como en la primera fase), es un bachiller, mientras que el
diablo es <cviejo>>. El homfinculo corresponde a1 Muchacho Co-
chero. Su padre es Wagner (iRosencreutz!), su primo es el diablo,
Mercurius rejuvenecido. Fausto es trasladado a1 clisico ccreino de las
fibulas>>(lo inconsciente colectivo) para que se <<cure)). El ccaguab
cura (aqua permanens, mare nostrum). Desde ella emerge la mon-
tafia (renacimiento de la personalidad; en la alquimia: aparicidn
de la terra firma desde el mar). La Fiesta Egea es la hierogamia
del hom6nculo con Galatea (ambos son ccpiedras animadasn) en el
mar. El contact0 del tripode con la esta hierogamia prefi-
guran las bodas quimicas de Fausto con Helena, el inima hermana.
Euforibn, su hijo, es la tercera forma de renovaci6n de Mercurius.
1699 Con la muerte de Eufori6n acaba la tercera fase, y la siguiente
y 6ltima fase comienza con el impulso de poder. Filem6n y Baucis,
que adoran a 10s dioses, son asesinados. Tras la muerte de Fausto,
el diablo es engaiiado. El conflict0 persiste. En lugar de Fausto apa-
rece su entelequia, el puer aeternus [nifio eterno] que no pudo rea-
lizar su ccnaturaleza doble unificadan porque Fausto siempre fue la
victima de la forma que tenia en cada momento. Fausto se pierde
en la erudici6nYen el eros autoer6tic0, en la magia y el engafio, en
la locura de ser un semidi6s (Helena), y finalmente en la inflaci6n
de un salvador universal. Fausto siempre es ciego para si mismo,
no sabe quC est6 haciendo, y no tiene ni responsabilidad ni humor.
El diablo si sabe quitn es; no se engaiia a si mismo, tiene humor y
el pequefio amor, todo lo que Fausto no tiene. La sombra no pue-
de ser redimida si la consciencia no reconoce que la sombra forma
parte de ella, es decir, si no comprende su significado compensa-
dor. De ahi que el ccnifio bienaventurado,) sea una mera repristina-
ci6n de un estado prenatal que no ayuda a saber para qut sirvi6 la
experiencia de la vida terrenal. El Doctor Marianus es el echijo de
la madre,). Un paralelo suyo podria ser un alquimista del siglo VIII
(Morienes, Morienus, Marianu)* que es uno de 10s alquimistas
m6s espirituales y que entendi6 el opus como un misterio humano
de transformaci6n. Este alquimista dice: ccTemporum quidem longa
mutatio, hominem sub tempore constitutum confundit, et mutat...
Ultimam autem mutationem mors dira sub sequitur^"".
' Jung redact6 este texto en 1948 para la Encyclopedia Hebraica (Tel Aviv, 1951;
a ~ judio
o 5711), 111, donde se public6 traducido a1 hebreo.
322
del simbolismo de la alquimia con el simbolismo de 10s suefios mo-
dernos. Los simbolos se refieren a 10s elementos (a su naturaleza
ccmistica~desconocida) y a1 proceso que conduce a la meta, desa-
rroll6ndose una imagineria especialmente rica. El simbolo principal
de la materia que se transforma durante el proceso es Mercurius.
La imagen de 61 que 10s textos dibujan concuerda esencialmente
con las propiedades de lo inconsciente.
1701 Al principio del proceso, Mercurius se encuentra en la mas-
sa confusa, en el caos y la nigredo (negrura). En este estado, 10s
elementos se combaten mutuamente. Mercurius desempefia aqui
la funcidn de la prima materia, de la sustancia a transformar. En la
alquimia griega Mercurius corresponde a1 nous o a1 dnthropos su-
mergido en la physis; en la alquimia posterior, es el anima mundi in
compedibus, el systema virtutum superiorum in inferioribus, etc.*.
Se describe asi un estado oscuro (<cinconsciente,,)del adepto o de un
contenido psiquico. Los procedimientos de la fase siguiente inten-
tan iluminar la oscuridad mediante la unidn de 10s elementos. Surge
asi la albedo (blanqueamiento), que es comparada con la salida del
Sol o con la Luna llena. La sustancia blanca es entendida tambiCn
como un cuerpo puro, acendrado por el fuego, a1 que le falta el
alma. El alma es femenina y recibe el nombre de sponsa, ccplatas o
~~Luna),. Mientras que la transformacidn de lo oscuro en lo lumi-
noso es simbolizada por el motivo de la lucha con el dragbn, aqui
aparece el motivo de la hierogamia (hermana y hermano, o madre
e hijo). La cuaternidad (quaternio) se convierte aqui en dualidad
(binarius). Al blanqueamiento le sigue el enrojecimiento (rubedo).
Mediante el coniugium, el matrimonium o la coniunctio, la Luna se
une con el Sol, la plata con el oro, lo femenino con lo masculino.
1702 El desarrollo de la prima materia hacia la rubedo (lapis rubeus,
carbunculus, tinctura rubra, sanguis spiritualis sive draconis, etc.)
describe c6mo se vuelve consciente (illuminatio) un estado in-
consciente de conflicto, que a partir de ahora forma parte de
la consciencia; para esto hay que eliminar las escorias imposibles
de mejorar (terra damnata). El cuerpo blanco es comparado con
el corpus glorificationis y paralelizado con la ecclesia (sponsa). El
car6cter femenino del lapis albus [la piedra blanca] corresponde a1
de lo inconsciente, simbolizado por la Luna. La celuzx de la cons-
ciencia corresponde a1 Sol.
1703 Que un contenido inconsciente se vuelva consciente significa
que es integrado en la psique consciente: una coniunctio Solis et
* .el alma del mundo encadenada*; .el sistema de las fuerzas superiores en las
fuerzas inferioresr
Lunae. Este proceso de integracidn es para la psicoterapia moderna,
que se ocupa con preferencia de la psicologia de lo inconsciente,
uno de 10s factores auxiliares mhs importantes, pues modifica la
naturaleza de la consciencia y la naturaleza de lo inconsciente. El
proceso suele estar ligado a1 <<fen6menode la transferencia,,, es
decir, a la proyecci6n de contenidos inconscientes a1 mtdico. Este
fen6meno tambiCn nos lo encontramos en la alquimia, donde a
menudo la funci6n de la soror mystica la desempefia una adepta
(Z6simo y Teosebeia, Nicolas Flame1 y Petronelle, John Pordage
y Jane Leade, y en el siglo XIX el seiior South y su hija, la sefiorita
Atwood). Ya Freud habl6 de 10s contenidos incestuosos de la pro-
yecci6n.
1704 La coniunctio genera el lapis philosophorum, que es el simbo-
lo alquimico central. Tiene innumerables sin6nimos. Sus simbolos
son, por una parte, esquemas cuaternarios y circulares y, por otra
parte, el rebis o el Linthropos hermafrodita. El simbolismo del lapis
corresponde a 10s simbolos circulares o ccmhndalan de 10s suefios,
etc., que significan cctotalidadn y <corden,,,por lo que expresan la
personalidad modificada por la integraci6n de lo inconsciente. El
opus alquimico describe el proceso de individuaci6n en forma pro-
yectada, pues es inconsciente.
XIV
SOBRE EL FENOMENO DEL ESP~RITUEN EL ARTE
Y EN LA CIENCIA
" Todos 10s textos de esta seccidn estin traducidos del original aleman, salvo
10s correspondientes a 10s SS 1705-1710, 1725-1726y 1769, que estkn traducidos del
original inglis. (N. del T )
EN MEMORLA DE JEROME SCHLOSS*
Queridos amigos:
1705 Dejenme que les diga unas palabras. La muerte se ha llevado
a nuestro amigo. La oscuridad desde la que su alma se elev6 ha
vuelto y ha deshecho la vida de su cuerpo terrenal, y nos ha dejado
solos en el dolor y la tristeza.
1706 A muchas personas la muerte les parece un final brutal y ab-
surdo para una existencia breve y absurda. Quien vea, como yo,
una vida y un espiritu que se abren y expanden, que esthn prepa-
rados para un nuevo comienzo, un corazdn lleno de esperanzas e
ideales, una disposicidn sincera a asumir las gravosas responsabili-
dades de un nuevo trabajo a1 servicio de la humanidad, el coraje
y la fe de una persona que quiere ayudar a todos 10s que aspiran
a ascender desde la oscuridad y la ceguera de una vida casi ani-
mal a la luz de una consciencia mhs amplia y humana ..., quien
vea c6mo esta vida es destruida con un solo golpe no puede sino
sentirse aniquilado por la rudeza del destino. Asi es si miramos
desde la superficie y la oscuridad. Pero si nos sumergimos en las
profundidades del alma e intentamos comprender su misteriosa
vida, vemos que la muerte no es un final absurdo, el mero des-
vanecimiento en la nada, sino una realizaci6n, un fruto maduro
del hrbol de la vida. La muerte no es una extincidn abrupta, sino
una meta para la que hemos vivido y trabajado inconscientemen-
te durante media vida.
1711 La atm6sfera de este libro de Schmid es muy familiar para mi; por
eso, cuando empect a leer el manuscrito me result6 dificil dejar
de lado mis experiencias diarias en la prictica de la psicoterapia,
hasta que consegui situar el libro ante su trasfondo hist6rico. Pues
en nuestra tpoca este libro es un forastero literario que no parece
estar emparentado con nada. Su extrafia forma (aventuras de ca-
ricter aleg6rico) recuerda a1 siglo ~ I I Pero
. s610 recuerda, pues
su contenido interior es ajeno a ese siglo. Este contenido, con su
peculiar problemitica sentimental, es modern0 y revela a1 lector
un mundo de experiencia que parecia sepultado desde 10s tiempos
de Rent d'hjou; todo ese mundo del eros repleto de sentido que
la filtima enciclica papal, relativa a1 matrimonio cristiano"", y la
conciencia general, basada en la ley penal, olvidan con premedi-
taci6n y alevosia. Propiamente, este libro es esottrico, pues es un
pttalo que se ha caido de la inmarcesible rosa mistica que 10s poe-
tas de principios de la Edad Media acusaron a la Iglesia de ocultar.
iComo si alguna Iglesia hubiera conocido el secreto y, en caso de
conocerlo, lo hubiera soportado! El secreto ni es para la masa ni
procede de la masa. S610 vive para 10s pocos que lo pueden poner
en duda. Para la mayoria seri mejor que este libro no exista, o
que s610 sea leido debido a su mala fama. Lo mejor que este libro
puede significar para la mayoria es su inocuidad. Hace ya casi qui-
nientos afios se escribi6 un libro similar, tambitn en una tpoca de
Parquoy ainsi qu'il est evident tous les sages ont pratiquC les scien-
ces soubs l'ombre des plus beaux replis d'amour. L'amour a estC et
est encor le gracieux pinceau qui a track ce qui est rare et destine,
tant entre les puissances superieures que les inferieures, et ce qui
est de leur subiet ... Sachez, voyez et entendez, et vous remarque-
rez prudemment que tous les plus specieux, magnifiques et bons
mysteres, ont estC cachez et retracez soubs les beautez d'amour,
car l'amour est l'ame hereuse de tout ... Si ie s~avoisque quelque
profane osast estendre sa main detestable sur ce volume pour le ma-
nier, ou que quelque indigne s'avanfa pour le fueilleter, que quel-
que arrogant superstitieux engloutissant de la reputation des bel-
les ames, en tirat un petit de plaisir, ou que le malin spectateur des
benefices souverains avec enuie y cerchast le bien qui n'appartient
qu'aux coeurs d'amour, ie briserois la plume qui trace tant de re-
volutions de beaux mysteres, ie voudrois en m'oubliant retrancher
toute la memoire qu'il y a de se representer le contentement qui
se pratique 2 voiler mignonnement avec les toiles de belles &ions,
ce qui est rare, et seul expedient 2 s~avoirpour s'eslever sur tout ce
qui est de vertueux, et me frustrant moy-mesme de la vie de ma
vie, ie m'abstiendrois de traiter avec plaisir les fructueux appasts
qui attirent aux voluptez sacreesl'*.
* De Francesco Colonna, 1499. Cf. infra, 1751 ss. El titulo completo de este
libro es: Lucha de amor en suerios de Polifilo, donde enseria que todo lo humano no es
sino suerio y ademds recuerda ha'bilmente muchas cosas dignisimas.
"* Le tableau des riches inventions... qui sont representees duns le Songe de Poli-
phile... et subtilement exposees par Biroalde (De Verville), Paris, 1600, p. "ij vo. y "ij
vo. Estas frases no las escribid Francesco Colonna, sino Beroaldo de Verville en el Re-
cueil steganographique, contenant I'intelligence du frontispice de ce livre que precede a su
traduccidn de la Hipnerotomaquia: .Es asi evidente que todos 10s sabios han practicado
las ciencias a la sombra de 10s recovecos mis hermosos del amor. El amor ha sido y sigue
siendo el gracioso pincel que traza lo que es raro y esti destinado, tanto entre las fuerzas
superiores como entre las fuerzas inferiores, y lo que esti sometido a ellas. Sabed, ved
y escuchad, y notartis con prudencia que todos 10s rnisterios rnis bellos, magnificos y
buenos e s t h ocultos y vuelven a ser contados bajo las bellezas del amor, pues el amor es
el alma feliz de todo. Si yo supiera que un profano se atreveri a extender su detestable
mano sobre este volumen para manosearlo, o que un indigno lo hojeari, que un arro-
gante supersticioso abusari de la reputaci6n de las almas bellas para sacar de t l un poco
de placer, o que el espectador malign0 de 10s beneficios soberanos buscari con fastidio
en 61 el bien que s61o pertenece a 10s corazones del amor, yo romperia la pluma que di-
buja todas estas revoluciones de bellos misterios, me olvidaria de mi mismo y eliminaria
coda la memoria de la satisfacci6n que se siente a1 velar con las telas de bellas ficciones lo
SOBRE EL F E N ~ M E N O D E L E S P ~ R I T UEN EL ARTE Y E N L A C l E N C l A
que es raro y s61o conviene conocer para elevarse por encima de todo lo que es virtuoso;
y frustrdndome de la vida de mi vida, me abstendria de tratar con gusto 10s exuberantes
encantos que atraen hacia 10s placeres sagrados..
1. <(Quienquieraque seas, toma de este tesoro todo lo que te apetezca: per0 te
recomiendo que te lleves la cabeza y no toques el cuerpo* [op. cit., p. 111Ciij. Cf. Fran-
cesco Colonna, Sue60 de Polifilo, trad. de Pilar Pedraza, Colegio Oficial de Aparejadores
y Arquiteaos TCcnicos de Murcia, Murcia, 1981, vol. 2, p. 391.
* Publicado en el periddico Basler Nachrichten el 25 de abril de 1932.
*' Cf. FreudlJungBriefwechsel, 259J del 12 de junio de 1911.
SSS
Cf. Tipos psicol6gicos, OC 6, prdlogo a la primera edici6n. Esta corresponden-
cia (1915-1916) fue publicada en 1966 por Marie-Jeanne Boller-Schmid, hija de Schmid
y secretaria de Jung.
1715 Recuerdo un viaje muy agradable que hicimos en bicicleta has-
ta Ravena, donde atravesamos la arena para llegar a1 rompiente.
Pero a1 mismo tiempo este viaje fue una discusi6n continua que se
extendia desde el desayuno, pasando por el polvo de las carreteras
de Lombardia, hasta la cena e incluso en sueiios. Schmid super6 la
prueba de este viaje: era un buen compafiero de la vida, y no dej6
de serlo. Persever6 con valentia en la lucha con la hidra de la psi-
coterapia, y dio lo mejor de si mismo para transmitir a sus pacien-
tes esa humanidad que era su propio ideal. Schmid nunca sobresa-
li6 como cientifico, per0 hace poco tuvo la alegria de encontrar un
editor para su libro El dia y la noche", en el que expuso muchas
de sus experiencias en una forma personal. Fie1 a su convicci6n,
Schmid lo escribi6 tal como creia que debia hacerlo, sin adular a
nadie y sin criticar a nadie. Su humanidad y su sutil comprensi6n
animica no eran unos dones caidos del cielo, sino 10s frutos de su
trabajo incesante con su propia alma. No s610 sus parientes y sus
amigos lloramos hoy su muerte, sino tambitn todas las personas a
las que les mostr6 el camino a 10s tesoros del alma. Ellas saben qut
importante es esto en una tpoca de sequia espiritual.
332
PROLOGO AL CUENTO DE LA NUTRIA DE SCHMITZ"
" Este texto se public6 en el libro de Oscar A. H. Schmitz Marchen aus dem Un-
bewussten (Miinchen, 1932), con dibujos de Alfred Kubin. Sobre Schmitz (1873-1931),
I cf. la carta de Jung del26 de mayo de 1923, en Briefe, I, ed. Aniela Jaff6.
cientemente de su pluma. Schmitz habia aprendido a desconectar
su intelecto intencional para ciertos fines y a poner su capacidad
de expresidn literaria a disposici6n del conocimiento del coraz6n.
De esta manera conseguia decir cosas que est5n muy alejadas del
resto de 10s textos que escribi6. Schmitz necesitaba de vez en cuan-
do expresarse de esta manera. Pues muchas cosas que el intelecto
se esfuerza sin 6xito por expresar fluyen con facilidad hacia una
pluma exonerada de la critica y de la intenci6n.
1718 LO que esa expresi6n dice parece sencillo o incluso ingenuo, y
quien lo leyera como se leen 10s cuentos populares se llevaria una
decepci6n. Quien intente leerlo como una alegoria se equivocark
El propio Schmitz no sabia quC significaba su cuento. Esto me lo
dijo 61 mismo, pues hablamos muchas veces sobre esta historia.
1719 LO que el coraz6n dice, a diferencia de lo que el intelecto dis-
criminador dice, se refiere siempre a1 todo. Las cuerdas del coraz6n
s610 suenan, como el arpa e6lica, con el suave soplo de la intui-
ci6n, que no hace callar a todo lo demb, sino que escucha. Lo
que el coraz6n oye son las grandes cosas de la vida, las experien-
cias que no organizamos, sino que padecemos. Palidecen todos
10s fuegos artificiales que el intelecto y el talent0 literario pueden
disparar, y el lenguaje vuelve a la expresi6n ingenua e infantil. La
humildad del estilo s610 se justifica por el significado del contenido.
Y el contenido s610 recibe su significado de la manifestaci6n de la
experiencia. La experiencia decisiva de la vida de Schrnitz fue co-
nocer la realidad del alma y superar el psicologismo racionalista.
Schmitz comprendi6 que el alma existe. Este conocimiento trans-
form6 su vida y su visi6n del mundo.
1720 Quien haya obtenido ese conocimiento ve el alma como algo
I
objetivo, como un no-yo animico. Esta experiencia equivale a1 des-
cubrimiento de un nuevo mundo empirico. El supuesto vacio de
un espacio animico meramente subjetivo se llena de figuras objetivas
y se revela como un cosmos con sus propias leyes a1 que tambi6n
pertenece el yo con una nueva forma. Esta impresionante expe-
riencia implica una sacudida de 10s cimientos, una revoluci6n de
nuestro arrogante mundo consciente y un desplazamiento c6smi-
co de nuestro punto de vista que no podemos comprender con
nuestro intelecto.
1721 Esta experiencia provoca una necesidad casi aterradora de co-
municarse con personas sensibles, para lo cual se recurre a una
expresi6n ingenua. El Cuento de la nutria describe la experiencia
de lo inconsciente y sus consecuencias: el cambio de la personali-
dad y de las figuras del alma. El rey es el principio consciente domi-
nante, que poco a poco se desvia de lo inconsciente. (Los peces des-
SOBRE EL F E N ~ M E N OD E L E S P ~ R I T UE N EL ARTE Y EN L A C l E N C l A
335
1723 La poesia, como cualquier otro product0 del espiritu, depende de la
actitud psicol6gica general de la persona. Si un autor est5 enfermo
(es decir, si su alma est5 enferma), es muy probable que todo lo
que produzca lleve la impronta de lo enfermo. Naturalmente, esta
frase tiene restricciones, pues hay casos en que el genio creador es
tan superior a la enfermedad de su portador que en la obra se ven
pocas huellas de la imperfecci6n humana. Pero estos casos son ex-
cepciones; la regla es que un poeta neur6tico escriba poemas neu-
rbticos. Cuanto miis neur6tico es un poema, menos se trata de una
obra creativa y m5s de un sintoma. Por eso es f5cil descubrir en
esos casos sintomas infantiles y ver esos productos a la luz de una
teoria; a veces se puede incluso explicar una obra como se explica
una enfermedad nerviosa, seg6n la teoria de Freud o la de Adler.
Pero cuando se trata de una obra grande, el intento de explicaci6n
patol6gica (es decir, la aplicaci6n de la teoria freudiana o adleria-
na) es un empequefiecimiento ridiculo de la creaci6n. La expli-
caci6n no aporta nada a la comprensi6n de la obra, sino que nos
aparta de la visi6n profunda que el escritor nos regala. Ni la teoria
freudiana ni la teoria adleriana formulan otra cosa que lo ((humane,
demasiado humanon de la neurosis cotidiana. Si, por tanto, aplica-
mos estos puntos de vista a la literatura grande, la arrastramos a1
aire viciado de lo banal, por encima del cual ella sobresale como
las montafias. Evidentemente, todas las personas tienen complejo
paterno y complejo materno; por tanto, el hecho de que descu-
" Publicado en Journal des podtes (Bruxelles), IIIIS (11 de diciembre de 1932),
con el titulo .La psychanalyse devant la potsiea junto con respuestas de Rene Allendy y
Louis Charles Baudouin.
U EL ARTE Y E N L A C l E N C l A
SOBRE EL F E N O M E N O DEL E S P ~ R ~ T EN
"
[La maldicidn del intelecto] Este libto no lleg6 a publicarse. Sobre el psicotera-
peuta americano J. Allen Gilbert (1867-1948), vianse las cartas de Jung del 19 de junio
de 1927 y del 8 de enero de 1934 (con referencia a este texto) en Briefe, I, ed. Aniela
Jaffe, y Letters, I, ed. G. Adler.
PROLOGO AL LIBRO DE JUNG
WIRKLICHKEIT D E R SEELE "
I
I (last not least) 10s editores se interesan por las cuestiones psico-
ldgicas.
1729 Esta variedad de la Psicologia Compleja, que se extiende por
I
10s campos m6s diversos de la vida y del espiritu, es un reflejo muy
I
I simplificado de la inmensa variedad e indeterminacidn de la apa-
ricidn del alrna. Aunque no podamos siquiera soiiar con desvelar
por completo el misterio del alma, pienso que una de las tareas
m6s importantes del espiritu humano es profundizar sin cesar en
I
el conocimiento del alma. Pues el enigma mAs grande, y a1 mismo
tiempo el m4s cercano, es el ser humano mismo.
i
10s ca6ticos y casuales acontecimientos, pues su funcicin es soco-
* [La teoria del alma de I. H. Fichte y su relacidn con nuestro tiempo] Publicado
en Zarich y Leipzig en 1935. La doctora Rose Mehlich compara en el dltimo capitulo a
Fichte con Jung.
rrernos en el desorden de 10s hechos. Y como esta urgente tarea no
les deja tiempo para nada mhs, 10s conceptos empiricos renuncian
(a veces con alivio) a desarrollarse filos6ficamente y a clarificarse
interiormente. Quien lleva a cab0 lo primer0 no suele ejecutar lo
segundo.
1732 Cuando lei el excelente estudio de la autora sobre la psicologia
de I. H. Fichte*, vi claramente estos dos aspectos: por una parte
y sobre todo, la aparente dejadez e indeterminacibn de mis con-
ceptos frente a una posible formulaci6n sistemhtica; por otra parte,
la determinaci6n y la claridad de un sistema psicol6gico que no
tiene muchas cargas empiricas. La asombrosa e innegable analogia
entre ideas que proceden de fuentes aparentemente lejanas da que
pensar. No soy consciente de haber plagiado a I. H. Fichte, pues
nunca he leido a este autor. Si conozco a Leibniz, C. G. Carus y I
Eduard von Hartmann, per0 hasta hace poco no he sabido que
mi psicologia es e<romhntica>>.A diferencia de Rickert y de muchos
otros fil6sofos y psic6logosYpienso que pese a la abstracci611, la
objetividad, la imparcialidad y el empirismo, cada persona piensa
como ella piensa y ve como ella ve. Si hay un tip0 de espiritu (es
decir, una disposici6n) que piensa e interpreta de manera ccromhn-
tican, las conclusiones siempre son parecidas, ya se deriven del su-
jet0 o del objeto. No serviria de nada imaginarse que una persona
(compitiendo noblemente con el bar6n de Miinchhausen) puede
deshacerse de su fuerza de gravedad, de su presupuesto tiltimo y
radical, que es su propia disposici6n. De esta ilusi6n s610 es capaz
una funcidn psiquica aislada e hipertr6fica. Pero una funci6n s610
es una parte del todo humano, y su limitaci6n es indudable. De
lo contrario tendriamos que ver la analogia entre I. H. Fichte y yo
como un pequeiio milagro.
1733 La autora comete una gran osadia, que por tanto es muy me-
ritoria, cuando pone a I. H. Fichte en relacidn con una psicologia
empirica moderna que se basa en unos hechos que no estaban a1
alcance de este fil6sofo y que ha sacado a la luz una materia pri-
ma conceptual que no es muy apropiada para ser elaborada filos6-
ficamente. Pero parece que esta osadia ha valido la pena, pues he
constatado con gran asombro que la corriente romhntica no es un
f6si1, sino que todavia tiene representantes vivos. Esto no puede
ser casualidad, pues es como si junto a la experiencia (obvia para
nosotros) del mundo c<objetivonhubiera tambiCn una experiencia
del alma, de esa instancia sin la que la experiencia del mundo no
* [El hermano oscuro] Publicado en Zdrich en 1938. Gertrud Gilli era grafblo-
ga. Viase su articulo .C. G. Jung in seiner Handschrifta, en Die kulturelle Bedeutung der
IComplexen Psychologie. Festschrift zum 60. Geburtstag von C. G. Jung, Zurich, 1935.
SOBRE EL F E N O M E N O DEL E S P ~ R I T U EN EL ARTE Y EN LA C l E N C l A
* <<esoes lo que se solia hacer en 10s casos dificiles.. ~SantaCatalina habia con-
fundido en la Tierra a cincuenta doctores muy sabios. Conocia la filosofia de Plat611
igual que las Sagradas Escrituras, y dominaba la ret6ricas (Anatole France, L'ile des pin-
guins, p. 3 6 ) .
1752 AdemPs, 10s comentarios del libro nos conducen a las profun-
didades de la problemAtica del alma, que tambiCn son insondables
para el hombre moderno, a1 que plantean una tarea. Este libro no
es f k i l de leer, per0 su contenido es muy rico y estimulante, por
lo que vale la pena prestarle mucha atenci6n. En todo caso, agra-
dezco a la autora el enriquecimiento en conocimiento que su tra-
bajo me ha proporcionado.
,
* Pr6logo para la edici6n inglesa (New York, 1951) del libro de Jolande Jacobi
Theophrastus Paracelsus: Lebendiges Erbe, Ziirich, 1942. Este texto no figura en la edi-
ci6n espaiiola: Paracelso, Textos esenciales, ed. de J. Jacobi, introd. De G. Wehr, epilog0
de C. G. Jung, trad. de Carlos Fortea, Siruela, Madrid, 1991.
*" Karl Sudhoff, editor de las obras completas de Paracelso, 15 vols., Miinchen/
I Berlin, 1922-1935.
heim, un fie1 trasunto de su dificil siglo, que todavia nos plantea
enigmas.
1758 ES un acierto haber aiiadido a1 texto un indice minucioso de
conceptos paracClsicos, junto con definiciones. Esto es tan necesa-
rio como oportuno porque a1 lector que desconozca esta materia no
le resulta fhcil comprender este lenguaje repleto de tCrminos tCc-
nicos y neologismos del medico, fil6sofo de la naturaleza y mistico.
1759 La autora ha ilustrado su libro con unas imhgenes que proce-
den de la Cpoca de Paracelso y que redondean su exposici6n para
formar una imagen general clara.
PROLOGO AL LIBRO DE KANKELEIT DAS UNBEWUSSTE
ALS K E I M S T A ~DES SCHOPFERISCHEN:"
Testimonio de Jung
* [Las visitas de la reina de Saba] Este libro se public6 en Bombay y Londres (Asia
Publishing House) en 1960, y fue reeditado por Routledge & Kegan Paul, Londres, en 1972.
Sobre Miguel Serrano, viase la carta de Jung d e l 3 1 de marzo de 1960 en Briefe, 111, ed.
Aniela Jaffi. Este pr6logo era originalmente una carta a Serrano del 14 de enero de 1960.
?HAYUN VERDADERO BILINGUISMO? "
1770 Usted me plantea una pregunta que no puedo responder con pre-
cisi6n. No sabria definir exactamente qut entiende usted por wer-
dadero bilinguismo~.
1771 Sin duda, hay personas que viven en un pais extranjero y se
han acostumbrado tanto a su nueva lengua que acaban pensando
e incluso sofiando en ella. Yo mismo hice esta experiencia tras
una estancia bastante larga en Inglaterra. De repente me sorprendi
pensando en inglCs.
, 1772 Esto nunca me ha pasado con el franc&; per0 he constatado
que tras una estancia relativamente breve en Francia mi vocabula-
rio se enriquece de una manera inesperada. Esto no se debe a una
lectura intensa en francts ni a conversaciones con franceses, sino a
la atmbsfera, si se puede hablar asi. Este hecho se puede observar
I a menudo. Pero en cuanto vuelvo a casa, pierdo toda esta riqueza.
1773 Estoy firmemente convencido de que en muchos casos se puede
implantar una segunda lengua, a costa incluso de la lengua origi-
I nal. Pero como la memoria no es ilimitada, un estado de bilinguis-
mo o trilingiiismo acabari perjudicando a1 volumen del vocabula-
I
I rio y a1 dominio de cada una de las lenguas.
I " Carta en respuesta a una pregunta del Flinker Almanac 1961 (Paris). Otra carta
a Martin Flinker, d e l l 7 de octubre de 1957, se public6 en el Almanac 1961 y se encuen-
I
I * Los textos de esta secci6n estin traducidos del original alemin, salvo el corres-
I
pondiente a 10s pPrrafos $$ 1790 s., que esti traducido del original inglts. (N.del T )
~
I
I
A
RESENA DEL LIBRO DE HEYER
DER ORGANISMUS D E R SEELE:'
" [El organism0 del a h a ] Publicada en Europaische Revue (Berlin), IXI10 (oc-
tubre de 1933), p. 639. El libro se habia publicado en Mdnich en 1932. Sobre Gustav
Richard Heyer (1890-1967), vCase la carta de Jung del20 de abril de 1934 en Briefe I.
LA V l D A S I M B ~ L I C A
3 69
Presenta una panor&mica,respaldada por una casuistica amplia, de
todas las ticnicas que el trabajo diario de 10s psicoterapeytas exige
y que tambiCn son apropiadas para el mCdico pr5ctico. Este ve en
10s neur6ticos a unos enfermos que padecen unos trastornos b6-
sicamente corporales. La enfermedad psicbgena la percibe como
corporal, y le busca un remedio corporal. No le interesa el pun-
to de vista del psicoterapeuta ortodoxo, que separa las neurosis
de la patologia del cuerpo. Pero las neurosis no son ortodoxas y
no siempre rechazan el tratamiento corporal. El hecho es que hay
neurosis bisicamente corporales y neurosis bhsicamente animicas.
Y a menudo es muy dificil diagnosticar a quC grupo pertenece un
caso concreto. Por consiguiente, la psicologia es inevitablemente
una mezcla extraha de terapias corporales y espirituales. El libro
de Heyer contiene mucha informaci6n sobre este asunto, que ser5
muy valiosa para el medico prictico y para el estudiante de Me-
dicina.
1777 Se dice que, cuando se indican muchos remedios para una en-
fermedad, ninguno de ellos ser5 especialmente eficaz. La variedad
de puntos de vista psicoterapCuticos no tiene su origen en este
apuro, sino en el hecho de que la neurosis no es una enfermedad,
sino que est5 formada por numerosas enfermedades que requie-
ren a1 menos otros tantos remedios. En analogia con el cuerpo,
es probable que el alma sea apta para muchas enfermedades. En
el futuro habr6 que descubrir una patologia del alma que estC
a la misma altura que la patologia del cuerpo. El modesto <<fac-
tor animico,, de la medicina interna se ampliar6 con el tiempo a
un campo de experiencia mtdica que no seri menor que el del
cuerpo. Por eso, conviene inferir de la variedad de mttodos psi-
coterapCuticos una variedad similar de cuadros clinicos animicos.
Cada uno de 10s tratamientos corresponde aproximadamente a un
aspect0 de la ccneurosiss, es decir, a una forma real de enferme-
dad. Pero el conocimiento de la patologia animica todavia no esti
tan desarrollado como para que podamos indicar sin duda quC
forma de enfermedad animica corresponde a1 tratamiento aplica-
do. A este respecto nos encontramos en el mismo nivel que 10s
mtdicos medievales, que no conocian la anatomia, la fisiologia y
la anatomia patolbgica, por lo que dependian de la experiencia
prictica, la intuici6n y el arte del medico, y precisamente por esta
razbn no eran necesariamente malos mCdicos, igual que 10s cu-
randeros primitivos. Es precisamente la variedad de 10s mCtodos
de tratamiento y de sus Cxitos y fracasos lo que nos da a conocer
la variedad de la patologia animica, de la biologia animica y de la
estructura animica.
1778 El libro de Heyer es un hito en el camino hacia el descubrimien-
to de las enfermedades del alma y de 10s medios de tratamiento
mds o menos especificos. Estd escrito desde la praxis y para la
praxis, por lo que es especialmente valioso para el medico prdc-
tico. La disposici6n general del contenido se basa en 10s cuadros
clinicos: capitulo 11, Trastornos de la respiraci6n y de la circula-
ci6n; 111, Trastornos de la alimentaci6n; IX, Eastornos de la vida
sexual; X, Trastornos del suefio. Los capitulos I, TV y V son una
introducci6n psicol6gica. Tres capitulos se ocupan de 10s diversos
tipos de tratamiento. El libro tiene un aptndice muy interesante
de Lucy Heyer que expone 10s mttodos fisicos auxiliares de la psi-
coterapia: la gimnasia, la respiraci6n7el masaje, etcttera.
1779 Echo de menos una exposici6n de 10s mCtodos auxiliares de
cardcter artistic0 y espiritual, que son muy importantes junto a 10s
mttodos de cardcter fisico, pues la falta de desarrollo y la inhibici6n
no se dan s6lo en el campo corporal, sino tarnbitn en el campo
animico, y tanto en uno como en otro necesitan el ejercicio y la
educaci6n.
I SOBRE EL ROSARlUM PHILOSOPHORUM"
" Resurnen por el propio Jung de dos conferencias dictadas en el Club de Psicolo-
gia de Zdrich 10s dias 5 y 1 6 de junio de 1937 y publicado en el Jahresbericht 1936137
del propio Club. Jung emple6 las ilustraciones simb6licas del Rosarium como parale-
lo del proceso psicoterapCutico modern0 en su libro La psicologfa de la transferencia
(Zdrich, 1946; OC 16,13).
el argentum viuum (mercurio). Tambitn 10s elementos son parejas
de opuestos:
tierra aire
agua fuego
El autor advierte que la terminologia no hay que tomarla a1 pie
de la letra: s610 10s est6pidos hacen eso.
1782 En el pr6logo figuran estos versos:
Hic lapis exilis extat, precio quoque vilis,
spernitur a stultis amatur plus ab edoctis.
Esta es la piedra poco vistosa y de poco valor
que 10s est6pidos desprecian y 10s sabios aman*.
1783 El lapis exilis corresponde a1 lapsit exillis, que es como llama
Wolfram von Eschenbach al Grial*".
17x4 El texto propiamente dicho comienza con una exposici6n me-
taf6rica del proceso":": una fuente por cuyos tres tubos mana elaqua
permanens en forma de lac virginis (leche de virgen), acetum fontis
(vinagre de fuente) y aqua uitae (agua de vida). Sobre la fuente hay
una estrella; a la izquierda est6 el Sol y a la derecha la Luna (en
tanto que opuestos). Miis arriba todavia se encuentra la serpiente
bictfala de Mercurius, que simboliza 10s opuestos contaminados en
lo inconsciente. Esta imagen est6 flanqueada por dos columnas de
nubes o de humo que aluden a la naturaleza ccespirituab (vol6til)
del proceso. En las esquinas hay cuatro estrellas que aluden a 10s
cuatro elementos. Los tres tubos conforman la trinidad material
(el espiritu de Dios que se ha convertido en agua y que a1 incubar
el caos ha entrado en la materia); junto con la materia muerta (la
tierra) forman la unidad a la que alude la cuaternidad de 10s ele-
mentos (3 + 1 = 4).
1785 Para unos alquimistas, la prima materia es algo que se encuen-
tra por doquier; para otros, es algo que todavia hay que producir
a partir del cccuerpo imperfecton. La contradicci6n se resuelve to-
mando en consideraci6n la teoria del humidum radicale, de la que
hay muchos testimonios; todos 10s cuerpos quimicos contienen en
mayor o menor medida esa humedad, el agua primordial que fue
incubada por el espiritu de Dios. Esta agua era la prima materia.
Ahora es f6cil comprender el principio del capitulo primero:
* Ros. phil., en Artis auriferae, p. 210. En 1950 Jung grab6 el texto latino en
una piedra cdbica de su .torre. en Bollingen. Cf. Erinnerungen, Traume, Gedanken, ed.
Aniela Jaff6,p. 230.
$ * Cf. Emma Jung y Marie-Louise von Franz, Die Gralslegende in psychologischer
Sicht, pp. 154 ss., y Jung, Psicologia y alquimia, OC 12, $ 246'74.
**li
La psicologia de la transferencia, OC 16,13, figuras 1-10.
LA V l D A S I M B O L I C A
3 75
1790 El doctor Bannerjee me ha pedido que escriba un prdlogo para el
niimero de esta revista dedicado a mi obra psicol6gica. Es un gran
placer expresar mi aprecio por la atencidn que se presta a mis mo-
destos intentos de desarrollar la comprensi6n psicoldgica en gene-
ral y ahondar en el conocimiento de la actuacidn de lo inconsciente.
La I n l a , con su cultura espiritual altamente diferenciada, disfruta
de ciertas ventajas sobre la mente europea, que debido a su origen
en la cultura de la antigua Grecia depende mCs de 10s aspectos sen-
soriales del mundo exterior. Esperamos de la India y de su actitud
espiritual una contribuci6n 6nica: una introspecci6n derivada de
un punto de vista diferente que compense la unilateralidad de la
perspectiva europea. Albergamos la esperanza de poder colaborar
con la mente india, sabiendo que el misterio de la psique s610 se
puede comprender a1 abordarlo desde lados opuestos.
1791 Creo que el futuro necesitar5 desesperadamente una compren-
sidn b6sica com6n del hombre que permita a la humanidad con-
vertirse en una hermandad y no en un caos de usurpadores ansio-
sos de poder.
3 76
SOBRE LOS DIBUJOS
EN EL DIAGNOSTICO PSIQUL~TRTCO:~
* Todos 10s textos de esta secci6n estdn traducidos del original alemin, salvo el
primero, que estd traducido del original inglts. (N.
del T )
PROLOGO AL LIBRO DE EVANS
THE PROBLEM OF T H E NERVOUS CHILD"
1793 He leido con gran placer e inter& el manuscrito del libro de la se-
fiora Evans The Problem of the Nervous Child. Su conocimiento de
la materia tiene la s6lida base de la experiencia pr6ctica, obtenida
en el laborioso tratamiento de nifios nerviosos. Quien haya tenido
que ocuparse de nifios nerviosos sabe cu6nta paciencia y talent0
hace falta para sacar a un nifio de una actitud patol6gica err6nea y
guiarlo hacia la vida normal. Este libro, como puede ver el lector
pricticamente en cada una de sus pdginas, es el fruto de un amplio
trabajo en el campo de las neurosis y de 10s caracteres anormales.
Aunque haya muchos libros sobre la educacibn, muy pocos estu-
dian de una manera tan concienzuda 10s problemas m6s intimos
del nifio. Es evidente que esta contribuci6n serd muy valiosa para
todas las personas interesadas en cuestiones educativas. El medico
estard especialmente agradecido a la autora, pues su libro serd un
importante aliado en la lucha contra el extendido ma1 de las neu-
rosis en 10s adultos. Los neur6logos de hoy se estPn dando cuenta
cada vez m6s de que el origen del nerviosismo de sus pacientes no
suele ser reciente, sino que se remonta a las primeras impresio-
nes y desarrollos de la infancia. Ahi estd la fuente de muchas en-
fermedades nerviosas posteriores. La mayor parte de las neurosis
tienen su origen en una actitud psicol6gica err6nea que impide la
adaptaci6n a1 entorno o a las exigencias del propio individuo. Por
lo general, esta posici6n psicol6gica err6nea que se encuentra a1
fondo de casi todas las neurosis ha sido elaborada a lo largo de 10s
afios, y muy a menudo comenz6 en la primera infancia como con-
* problema del niiio nervioso] Este libro se public6 en Nueva York en 1920.
Elida Evans era una psic6loga infantil de 10s Estados Unidos.
LA V l D A S I M B ~ L I C A
Octubre de 1919
1795 Cumplo con gusto el deseo de la autora de que escriba una intro-
ducci6n a su libro. He leido el manuscrito con gran interis, y he
constatado con satisfacci6n que no es uno de esos libros llenos de
prejuicios que cuentan todo tip0 de disparates sobre la psicolo-
gia de la mujer para acabar entonando un himno sentimental a la
ccsagrada maternidadn. Esos libros tienen la desagradable propie-
dad de no hablar de las cosas tal como son, sino como deberian
ser, y en vez de tomar en serio la problemhtica del alma femenina
ocultan unas verdades oscuras (y por tanto inc6modas) con unos
consejos tan buenos como ineficaces. Los autores de esos libros
no son siempre hombres (a ellos tal vez podriamos disculparlos),
sino tambiin mujeres que parecen conocer el hnimo femenino tan
poco como 10s hombres.
1796 Que 10s hombres no entienden nada de la psicologia femeni-
na real es una obviedad para 10s iniciados, per0 que las propias
mujeres no la conozcan es sorprendente, per0 s61o si suponemos
optimista e ingenuamente que el ser humano comprende su pro-
pia alma. Este conocimiento es una de las tareas mhs dificiles que
un espiritu investigador puede plantearse. Los desarrollos recien-
tes de la psicologia muestran cada vez mhs claramente que no hay
f6rmulas sencillas desde las que derivar el mundo del alma y que
ni siquiera conseguimos definir con suficiente seguridad el campo
empirico de lo animico. Pese a la enorme extensi6n de su super-
ficie, la psicologia cientifica todavia no se ha liberado del mons-
truoso lastre de prejuicios que le impiden acceder a1 alma real. La
I
I
I
PROLOGO AL VOLUMEN I DE LA COLECCION
c<TRATADOSPSICOLOGICOS~>"
" Este volumen lo public6 la editorial Deuticke, Leipzig y Viena, 1914, y el prd-
logo fue la h i c a contribucidn de Jung; 10s demis textos eran obra de Josef B. Lang,
J. Vodoz, Hans Schmid y C. Schneiter. El volumen I1 se public6 en 1928 (en la edito-
rial Rascher de Zfirich, como todos 10s demis): Jung, ijber die Energetik der Seele; 111
I (1931), Seelenprobleme der Gegenwart, con un artfculo de W M. Kranefeldt; IV (1934),
Wirklichkeit der Seele, con articulos de Hugo Rosenthal, Emma Jung y W M. Kranefeldt;
V (1944), Psychologie und Alchemie; VI (1948), Symbolik des Geistes, con un articulo de
Riwkah Scharf; VII (1950), Gestaltungen des Unbewussten, con un articulo de Aniela
Jaff6; VIII (1951),Aion, con un ensayo de Marie-Louise von Franz; IX (1954), Von den
Wurzeln des Bewusstseins; X-XI1 (1955/56), Mysterium coniunctionis, con un ensayo de
Marie-Louise van Franz sobre la Aurora consurgens (= XII).
DISCURSO DURANTE LA ENTREGA DEL <<CODICEJUNG,,
WRSION LARGA]"
" Cf. supra, $ 1514 ss. Esta versi6n completa fue corregida por Jung de su puiio
y letra. Los pasajes adicionales, que probablemente Jung no ley6 en aquel acto, figuran
en cursiva.
** Evangelium ueritatis, Ziirich, 1956, ed. de M. Malinine, H. C. Puech y G. Quis-
pel. Trad. esp. de Francisco Garcia BazPn en Textos gn6sticos. Biblioteca de Nag Ham-
madi II: euangelios, hechos, cartas, Trotta, Madrid, '2007, pp. 139-161.
''** Cf. 1 Cor 1, 23. (N. del T )
ADENDA
ADENDA
I
textos gn6sticos autCnticos es del mayor interis para nuestras in-
vestigaciones, en especial porque este inter& es de naturaleza no
s610 tebrica, sin0 tambiin prictica*.
I 1834 Por desgracia tengo que conformarme con esta alusiones a1 in- I
" Los libros de 10s que proceden 10s textos de este voiumen no figuran aqui, sino
en las notas a pie de p6gina correspondientes.
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Leipzig, 1904 [Los evangelios ap6crifos, trad. de A. de Santos Otero,
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trad. de F. Pejenaute, Akal, Madrid, 19881. 1
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* Los ndmeros aribigos remiten a 10s nhmeros de 10s pkrafos, mientras que
10s ndmeros en superindice o asteriscos corresponden a las notas a pie de pigina (estas
dtimas no son mencionadas si la entrada en cuestibn aparece tambikn en el texto). La
abreviatura ap.,, remite a pigina, seguida del nhmero y, entre partntesis, de la indicacidn
del correspondiente volumen de la obra, I o 11. Los nhmeros aribigos entre partntesis
indican que en dicho pirrafo se trata de una alusidn y no de una mencibn expresa. Otras
abreviaturas: v. = vkase; v.a. = vkase allf; v.t. = vtase tambitn; s. o ss. = el siguiente o 10s
dos pirrafos (o piginas) siguientes.
LA V l D A !
1
844, 855, 857s., 879, 888s., 938s., 1368, 1374, 1408, 1417, 1470,
947, 970, 973, 985, 1015, 1018, 1494s., 1504s., 15lls., 1516,
1043,1147,1150,1257 1522, 1526, 1536, 1552s., 1577s.,
hrica: 436,581,674,1288,1421,1439 1586,1637,1701,1708,1719-1722,
Agadir (Marruecos): 1305 pp. 339s. (11), pp. 341s. (11), 1737-
agnbstico, agnosticismo,agnosia:1499s., 1740, 1752, 1760, pp. 367s. (11),
1515, 1531, 1589, 1591, 1660, 1775s., 1798, 1805s., 1812, 1814,
1827,1830 1816s.
agua: 251, 258s., 271, 364, 615s., - alma-bosque: 440,465,585s.
1360, 1521, 1586s., 1617, 1698, - colectiva: 1526, 1531
1781-1788 - ,estructura del: 742, 1777
- , guia del: 267,582, 613, 674 bngel: 525,534,1077,1504,1521-1527,
- parcial: 741 1549,1560,1588
- ,realidad del: 1505, 1507 Angola: p. 43* (I)
alquimia, alquimico, alquimista: 17, 81, bnima: 150*, 187, 412, 429, 590,
264, 380,479, 533, 616, 638, 674, 830, 1127, 1158, 1162, 1262,
1117, 1131ss., 1140, 1235, 1360, 1276-1283, 1652, 1696, 1721,
1414, 1475, 1480, 1528, 1530s., 1727, 1748, 1789
1590, 1602, 1617, 1631, 1691, - anima mundi: 1116, 1361, 1701,
pp. 319ss. (11), pp. 3 2 2 s (11), 1749, 1832
1755,1780-1789 animal(es): 222, 245s., 324, 412, 440,
- filosbfica: 1739 525,536, 540, 585,686, 712, 742,
- griega: 1700s. 780, 1158, 1260, 1269ss., 1282,
- , textos sobre la: 1691, 1749, 1780- 1721
1789 animismo: 1115, 1297
altar: 627 bnimus: 15OS', 187, 339, 590, 1158,
alucinaci6n: 226, 446, 711, 746, 767, 1162,1262,1727
778ss., 862, 901, 922, 987, 1113s., anormal, anormalidad: 1794
1285,1329 dnthropos: 269, 1158, 1162, 1511,
- colectiva: 1329, 1431, 1440 1528***, 1611, 1657, 1687,
ambivalencia: 1077-1081 1701,1704
Amtrica, americanismo, Estados Unidos: - te'leios: 1566
698ss., 715, 750, 793, p. 113 (11), - theds: 1529
p. 114 (11), 1300-1304,1327, 1338, Anticristo: 1545, 1556, p. 286 (11), 1660
1434,1440,1443,1464,1602 Antigiiedad,la: 80,240,250,257,259s.,
American Society for Psychical Research: 264,544,548,550,703,827,1079,
75 8 1159,1162,1442, (1655), 1665
amistad: 1262 Antiguo Testamento (v. Biblia)
Amitdyur-Dhydna-SAtra: 1675 antropologia: 8, 1223
amnesia: 593, 997s., 1067 antropomorfismo: 1190, 1504, 1536,
amor: 328, 339, 366, 1094, 1103s., 1604,1640,1679
1106, 1398, 1466, 1539, 1545, antroposofia: 1579
1556, 1630, 1654, 1692, 1699, apercepcibn: 22s., 419, 873, 877, 1485
p. 330** (11) Apocalipsis (u. Biblia)
- relacibn amorosa: 351 apocatbstasis: 527s., 536
amplificacibn (v.t. metodo; sueiios, inter- apdcrifos (u. Biblia)
pretacidn de 10s): 173 s., 305, 1208 Apolo: 258,264
anabaptistas, 10s: 1364 apraxia: 908
anblisis aqua
- didbctico: 1160 - nostra (alq.): 1785-1788
- existencial: p. 334 (I), 824 - permanens (alq.): 616, 1360, 1598,
- psicolbgico (u.t. mtdico; psicoanbli- 1781, 1784s.
sis): 91, 233, 329, 384s., 614, 618, - vitae (alq.): 1784
688, 794, 799, 1091, 1093, 1097, Arabia: 1472
1255,1418,1808,1812,1815s. irbol: 245, 440, 465, 550, 585, 1360,
analista (u.t. medico; psicoterapeuta): 1567
320, 322s., 345ss., 350-359, 369, - de la vida: 1526
1094 arbor philosophica: 1360
anamnesis: 107, 1013 arcaico/prehistbrico: 80, 84s., 109, 135,
anatomia: 838, 891, 982, 1115, 1166, 359, 402, 409, 442, 522s., 578,
1231,1266,1737,1777 1272,1322
anestesia - hiperestesia: 876 arcana, sustancia: 1360
~ N D I C EDE M A T E R I A S
complejo(s): 18s., 99, 129, 132ss., conflicto: 1157, 1159s., 1388, 1391,
147-154, 168, 1 7 1 ~ . ,175, 348, 1396, 1472, 1627, 1631, 1641,
382s., 385, 424, 426, 432s., 444, 1702,1804,1812
546s., 612, 615, 832, 944, 953s., - pat6geno: 1504
959,961,969,972-975,996, 1004, Congreso Psicoanalitico Internacional
1008, 1014, 1056, 1080, 1129ss., - Primero (Salzburgo, 1908):
1137, 1155, 1223, 1254, 1256ss., p. 323" (I), 925
1374,1377,1473,1805,1811 - Segundo (Nfirernberg,1910): 1027s.,
- anal: 1055s~. 1033, p. 113" (11)
- con carga sentimental: 959, 1130, - Tercero (Weimar, 1911): 1028,
1155 p. 6* (11)
- de ansiedad: 1257 coniugium (alq.): 1701
- de castracibn: 111, 113, 122 coniunctio (alq.): 1701, 1704, 1789
- de Edipo: 1152,1154,1261,1492 - oppositorum(u.opuestos,uni6ndelos)
- de Electra: 1261 conocimiento, teoria del: 120
- deincesto: 113,175,276,1060,1261 consciencia: 5s., 8s., 11-20,26, 31,37,
- de inferioridad: 332, 346,474,509, 39, 43, 65, 67, 75, 77, 80, 84, 87,
514,1257,1385,1389,1492,1617, 91ss., 11Os., 113, 115, 121, 126,
1814 150s., 153s., 165, 168, 175, 194,
- de poder: 275s., 1257 204, 226, 235, 239,244,248, 250,
- erbtico: 972, 974 263,269,288,297,315,344,359,
- , indicadores de: 1155 371, 377s., 398ss., 406, 420s., 429,
- materno: 1257, 1723 434, 439s., 442s., 446s., 452s., 456,
- paterno: 635, 1257, 1723 458,468,471,473,475,500,509,
- sexual: 987 511s., 514, 521, 524, 534, 540ss.,
- , teoria del: 949, 1112, 1131, 1155 545, 553, 557, 560ss., 565, 580,
- yoico (u. yo) 583, 591, 593, 595, 601s., 712,
complementario, complementariedad: 725, 728, 732, 742, 744, 747, 750-
759, 761, 1133, 1157,1161,1198, 755, 759, 767, 778, 781, 787,
1232, 1388, 1418,1491 798s., 827, 830, 832, 837, 841,
complexio oppositorum (u.t. opuestos): 844, 856, 858, 862ss., 868, 873s.,
1537, 1553, 1617, 1632, 1637, 935, 970s., 1000, 1113, 1116,
1640,1650,1668 1130, 1134, 1144s., 1148, 1150,
comportamiento, mod0 deipattern of 1156-1159, 1161, 1183, 1185,
behaviour: 1158, 1260s., 1271, 1208, 1224, 1230, 1232, 1234s.,
1397 1249, p. 90 (11), 1254, 1256, 1261,
comunidad (u.t. sociedad): 1153, 1271, 1276, 1282, 1288, 1331,
1350-1353, 1637, 1676 1357s., 1374, 1387ss., 1398, 1402,
comunibn: 255, 622, 625, 640 1407, 1414-1419, 1423, 1431,
comunismo: 462, 1272, 1320, 1324, 1480, 1484, 1487ss., 1491, 1493,
1335ss., 1569, 1661 1505, 1516, 1529, 1575, 1578s.,
concentraci611,campo de: (1374), 1379, 1581s., 1585s., 1589, 1601, 1616s.,
1528""" 1622, 1626, 1628ss., 1641, 1652,
conciencia: 1120, 1626, 1671, 1803 1658, 1660, 1680s., 1686, 1699,
condenaci6n: 1553,1564,1593,1641 1700-1703, 1707, 1721, 1733,
confesibn de 10s pecadoslpadre confe- 1744, 1763, 1796, 1803, 1809,
sor/absoluci6n: 323,362,370,613s., 1817,1830
618,1171,1811,1816 - , autonomia de la: 154
confesi6n religiosa, confesionalismo: - colectiva: 5, 87, 226
1467s., 1472, 1498a, 1512, 1578, - , contenidos de la: 13, 18, 77, 111,
1637, 1643,1674 421, 439, 445, 449s., 461, 463,
474,477,503,511,595,832,956, crepuscular, estado: 987, 1024
1000, 1144, 1230, 1256, 1357, - de Ganser-Raecke: 952, 999s.
1389,1606,1805s. Creta: 416
- ectopsiquicos (vet. ectopsique): crimen, criminal: 97,103,209,800-821,
77, 89 932, 1138, 1315, (1386)
- endopsiquicos (v.t. endopsique): criminologia: 106, 1806
77 cripta: 254ss., 375
- ,estructura de la: 1585 criptomnesia: 26, 454, 457, 951
- , funcidn de la: 1357 cristianismo, cristiano: 254ss., 259,264,
- ,umbra1 de la: 11,26,38s., 78,458, 271, 279, 361s., 364, 438, 485,
465, 829,1159 527, 529ss., 536, 548, 550, 564,
- yoica: 1147, 1410, 1419, 1473, 572, 589, 600, 616, 618, 638, 688,
1491,1585,1817 1040, 1079, 1285, 1287, 1322,
consciente, hacer o volver: 319, 327, 1324, 1328s., 1347, 1364, 1368,
333,351,368,1242, 1412s., 1494, 1380, 1389, 1466, 1468, 1472,
1517, 1540, 1630, 1664, 1703, 1475, 1498% 1507, 1511, 1513,
1805,1812,1831 1515ss., 1521, 1528s., 1539, 1554,
consciente - inconsciente: 7ss., llss., 15693, 1576s., 1584, 1593, 1607,
15, 18, 27, 37, 39, 46, 54, 76, 1617s., 1624, 1634, 1637, 1641,
78, 90ss., 94, 102s., lllss., 122, 1643, 1650, 1657s., 1660, 1665s.,
126-129, 132ss., 150, 154, 167, 1673, 1687, 1689, 1692, 1711,
189, 201, 248, 262s., 314s., 322s., 1743,1745, 1827,1829s~.
341, 382s., 397s., 412, 417s., - primitivo: 1559,1563,1574,1630,
420ss., 431ss., 439s., 446, 458, 1665,1697
464s., 474ss., 509, 511s., 521s., Cristo (v.t. Jesds; encarnacidn): 210,
541s., 544, 552s., 561, 569, 583, 231, 255, 271, 362, 520, 527,
588,599, 605,728,733,740, 742, 529s., 550, 552, 638, 1079,
746, 751s., 756, 761, 763, 798, 1285, 1329, 1360, 1461, 1515,
935, 969ss., 1086, 1111, 1147, 1520s., 1528s., 1536-1539, 1543,
1160, 1229s., 1260, 1276, 1290,
1548-1551,1553,1556,1558-1574,
1388s., 1391, 1486ss., 1490, 1492,
1578, 1587, 1593s., p. 279 (11),
1507, 1553s., 1626, 1638, 1653,
1617-1620,1628-1634,1638,1642,
1803-1806
1645, 1648ss., 1654, 1656, 1661,
contacto, capacidad de: 1815
1664, 1668s., 1672, 1678, 1684,
contra-transferencia (v.t. transferencia):
1687, 1696, 1827s.
322,326,347
convento: 649, 1529 - , biografia de: 1559-1565, 1619
conversidn: 594,1001, 1005 - como fundador de una religidn: 1743
copta, literatura: 269 - de san Juan: 1566
Corbn: 1527 cross-cousin-marriage: 1133
corazdn: 15s., 245, 839 crucifixidn (v.t. Cristo): 81, 1360, 1551,
cordero: 222, 1328 1560,1619,1661,1664
Corintios, E~istolaa 10s (v. Biblia) cruz: 81,271,364,416,572,589,616,
corpus glorificationis: 1702 1328, 1331,1551,1631,1661
cosmogonia: 529, 1513 cruzada de 10s nifios: 1364
cosmos, cdsmico (v.t. universo; mundo): ct6nico: 1536, 1653, 1684, 1693, 1697
120, 412, 532, 585, 752s., 1552, cuadrado: 409,1331
1643,1720 cuaternidad: 532, 1133, 1140, 1158,
Creacidn (v. mundo, creacidn del) 1536,1552,1591,1598-1613,1628
creativo: 71, 78, 449,493, 799, 1098, cuaternio matrimonial: 1133
1156, 1249, 1491, 1604, 1723, cuchillo (en un suefio): 198
1760-1768, 1786s., 1810 cuento: 80, 230, 249, 473, 526, 1022,
LA V l D A S I M B O L I C A
1
Jj
314,317,356,583,826, 828, 1432, gimnasia: 1778
1I 1441, 1445s., 1448
fisiologia, fisiol6gico: 15, 46, 48, 50,
Glafira: 243
gnosis, gnbstico, gnosticismo: 221,638,
J 57s., 68ss., 136, 148s., 299, 474s., 1133,1419,1478-1482,1499-1502,
i1
!c 1 702, 724, 743, 798, 838, 876, 915, 1507, 1510, 1513, 1515ss., 1549,
i
'I 8
1 1047, 1115, 1137, 1166, 1389, 1617,1629,1631,1633,1641-1647,
11
1497,1737,1777,1807 1666,1827,1829-1834
focenses, 10s: 252 gracia: 1505, 1547, 1564, 1591
folclore: 80, 987, 990, 1131, 1133,
E1
grafologia: 159
p 1160a, 1228,1260s., 1691 Gran Bretafia (v. Inglaterra)
fbrcidas, las: 1697 Grecia, griego (v.t. mitologia; filosofia;
!I
iI
,i!: 1 Francia: 793, 1335
fratres liberi spiritus: 1530
Freya: 1077
religi6n antigua): 568, 1132, 1371,
1790
Grial, santo: 261,263,1530,1684,1783
iI frigidez: 1049
fuego (v.t. incendio): 203, 1158, 1521,
1525-1529, 1534, 1617, 1694,
1696,1701,1781,1786
- de Santelmo: 1437
grupo: 1312-1318, 1321, 1392s., 1398
guerra: 627, 1309, 1311, 1322, 1344
Guild of Pastoral Psychology: p. 253" (I)
gusano (en un suefio): 525
I 1157,1259
- sentimiento: 23s., 27ss., 44ss., 57ss.,
89,96,185s.,501ss.,596,1157,1259
herejia, heritico: 221s., 1512, 1539
herencia: 79
hermafrodita: 260, 1692, 1696, 1704,
1789
Gabricus y Beya (mitol.): 1789 hermana: 159, p. 324" (I), 1683, 1698
Galatea: 1698 - hermanos: 1261
Galton, fotografias de: 852 - y hermano: 1692, 1701
gato: 325 Hermes (v.t. Mercurius): 1528
genes, 10s: 1158 - Trimegisto: 674, 1527
Genesis (v. Biblia) hermetismo, hermetic0 (v. filosofia)
Gesta Romanorum: 1429"" heroe: 80, 191, 195ss., 229, (231),
Getsemani: 1619 233-236, 249, 260, 272, 353, 530,
Gilgamesh: 235ss., 239, 1721 548,634,1492,1566
herramienta (en un sueiio): 198 - perfectolredondo: 638, 1566
Herrnhuter Briidergemeinde: 1536"" - superhombre: 1333, 1375
hierogamia: 264, 364, 1683, 1692, - y animal: 440,1628
1698,1701 - y Dios (v.a.)
hija (v.t. madre): 156s., 159, 525, 534s. howto sapiens: 494
hijo (v.t. madre; padre): 262,552, 1261 homosexualidad: 907
- de Dios: 269, 1536, 1539, 1549, homfinculo (Fausto): 1698
1551ss., 1605, 1617, 1655, 1683, hormiga (en un suefio): 525
1687,1827 hormona: 1120
- del hombre: 1549,1630,1832 hordscopo (v.t. astrologia): 1176-1192,
hinduismo (v.t. religi6n): 139,209,416, 1198,1203
1507,1669 Horus (v.t. Osiris): 416, 548, 1617
hipnosis, hipnotismo: 331, (447), 450, hostia: 616
492, 702, 725, 727s., 893, 901, hotentotes, 10s: 363
947s., 997, (1377) hoz y el martillo, la: 1328
histeria, histtrico: 50, 114, 136, 209, humanidad: 79,81,438,525,547,561,
223s., 353, 421, 447s., 522, 700, 607, 754, 763, 797s., 827, 1094,
713,725,728,738,794,799,871- 1103, 1150, 1270, 1278, 1305s.,
883, 884s., 906, 919, 922, 923, 1344, 1368, 1373, 1383s., 1468,
942s., 946, 951, 955s., 959, 973s., 1515,1753,1810,1827
994, 997, 999s., 1003s., 1006, Humbaba: 236,246
1023s., 1045, 1082, 1119, 1145, humidum radicale (alq.): 1788s.
1147s., 1384,1724 Hungria, hfingaro: 1107s., 1456s.
- de ansiedad: 923 hyliaster (ttrmino de Paracelso): 1115s.
- infantil: 884s. Hypnerotomachia Poliphili (v. Colonna,
historia, histdrico: 5, 92, 370ss., 377, Francesco)
928,1165,1228,1297,1323,1341,
1479ss., 1520, 1531, 1559, 1617, I Ching: 144", 291
1648,1650,1656,1658,1737 icono: 413
Holanda: 1287 ictis (v.t. pez): 255
hombre-mujer: 187,1261,1276-1283, idea(s): 742-745, 756, 1160a s., 1306,
1797 1390, 1402, 1574, 1584, 1615,
hombre, ser humano (v.t. dnthropos): 1648,1676,1739,1743,1765
268s., 440, 494, 496, 582, 584s., - fija: 833, 922, 987, 1008, 1260,
611, 753, 763, 839, 1103ss., l285,1362,1478ss., 1647
p. 88 (11), 1260, 1266, 1271, 1278, - ,fuga de: 829
1295, 1305s., 1316, 1357s., 1362- ideal: 130Ss., 1390, 1569, 1676, 1743
1367, 1372, 1374, 1382s., 1397, idiotez: 72
1403-1407, 1415~.,1452, 1454, idolo: 413
1516, 1523, 1553, 1555s., 1577s., Idris (v.t. Hermes Trimegisto): 1528
1584, 1586, 1589, 1591, 1593, Tglesia, ecclesia (instituci6n) (v.t. catoli-
1603, 1610, 1612, 1616s., 1631, cismo): 222, 255, 259, 354s., 362,
1639ss., 1643, 1646, 1656, 1658, 364,374s., 377,437,565,601,603,
1668, 1672, 1693, 1729, 1743, 613, 615, 618, 620, 622, 624ss.,
1800, 1803, 1809, 1815, 1830ss. 63 Is., 639-648, 659ss., 669ss.,
- arcaico: 35,67 1328, 1364, 1372, 1380, 1383,
- como microcosmos: 1573 1480, 1515, 1532, 1534, 1536,
- ,creacidn del: 235,536, 1526, 1681 1539, 1543, 1574, 1592, 1594,
- de cultura/civilizado: 1299, 1493 1606s., 1630, 1633, 1637, 1657,
- hombre-lobo: 586 1665, 1673s., 1676, 1683s., 1689,
- moderno: 1405, 1664 1702,1711,1829
- anglicana: 640s., 643, 648, 670, 541, 544s., 556, 570s., 578, 580,
1674 583, 591, 598s., 601ss., 633s., 637,
- catblica: 364, 565, 603, 613, 615, 673s., 684,730,735,742,746-750,
631s., 639, 659, 671, 1536, 1607, 757, 759, 761, 763, 769, 778, 781,
1665,1684 798, 864, 868, 881, 906, 930, 935,
- cristiana: 255,375,1574,1676,1683 985, 987, 989, 1010, 1041, 1054,
- ortodoxa: 645, 647 1070, 1086, 1091, 1094, IlOlss.,
- ,Padres de la: 527, (655), 1507,1639 1105, 1110-1224, 1230, 1232,
- protestante: 625, 644, 1536 1241, p. 86 (II), 1253, 1261, 1267,
- reformada (u.t. protestantismo) 644, 1290, 1308, 1322, 1333s., 1345,
1536 1357s., 1374,1376s., 1386,1388s.,
iglesia (edificio): 251, 253ss., 615, 658 1391, 1397s., 1404, 1411, 1414,
illuminatio: 1702 1416-1420, 1430, 1431, 1480s.,
ilusibn: 587, 591, 601 1484ss., 1488-1494, 1504s., 1508s.,
Ilustracibn/los ilustrados: 1368, 1374 1511, 1515, 1529s., 1536-1539,
Ilyas (Elias): 1527 1546, 1554, 1556, 1572, 1579,
imagen (u.t. arquetipo; pintar en la te- 1581ss., 1585s., 1588, 1591, 1601,
rapia): 464, 474s., 523ss., 589, 858, 1603, 1628-1631, 1642, 1652s.,
1254, 1362, 1487, 1504, 1536ss., 1658, 1664, 1686, 1700, 1702ss.,
1567, 1589, 1605s., 1612, 1614s. 1721, 1742, pp. 3 5 9 s . (11), 1769,
- primordial (u.t. arquetipo): 8 1, 1784, 1790, 1796s., 1803-1810,
522,1272,1688 1812, 1816s., 1828s~.
imaginacibn: 81 - , autonomia de: 541, 595, 832,
- activa: 4, 97, 390, 392s., 395ss., 1223,1509
403, 1787 - colectivo: 5, 80, 82, 84ss., 90, 92s.,
imago: 530, 634, 1060s., 1589 117, 151, 187, 218, 226, 271, 354,
Imago. Zeitschrift fur Anwendung der 369,371,1118,1131,1156,1158s.,
Psychoanalyse auf die Geisteswissen- 1161s., 1164, 1233-1283, 1286ss.,
schaften: 1031*** 1322, 1329s., 1332, 1512, 1526,
imbecilidad: 72,965 1536, 1556, 1591, 1636, 1642,
imitacibn: 1099s. 1648,1652,1691,1698,1748
imitatio Christi: 271 - ,contenidos de: 79, 81, 92, 204,
impotencia: 507 1156, 1286ss., 1480, 1501, 1509,
impulso(s), impulsivo: 803, 818, 821, 1691
1150,1156,1257,1494,1800,1807 - ,definicibn de: 1223s.
incendio: 1025 - contenidos inconscientes: 4, 19,39,
incesto (u.t. complejo): 122, 192,199ss., 77s., 83, 111, 154, 226, 322, 324,
371,1061,1261,1692, 1703 359s., 444ss., 449s., 511s., 578,
I
inconsciencia: 204, 262, 270, 322, 345, 591, 730s., 746, 751, 756, 769,
438, 458, 461, 1172, 1278, 1374, 1070, 1149s., 1159, 1242, 1245,
1398, 1417, 1453, 1515, 1616, 1254, 1388, 1402, 1413, 1418,
1638, 1827 1481, 1486, 1505, 1585, 1700s.,
inconsciente, lo: 8s., 11-16,26,43,65, 1703,1805ss., 1828
78, 81-87, 91, 111, 115, 121-125, - impersonales: 358s., 368
139, 150, 154, 162, 171, 175, 182, - personales: 78, 81, I l l s . , 249,
212,228, 231,236,239,247, 260- 358,367s., 1159
263,269s., 280~.,288,290,322-325, - , dingmica de: 1110-1222, 1389
331, 336, 341, 349, 352, 370s., - , estructura de: 4, 84, 1159, 1389
375, 398s., 401, 404s., 411-414, - , funciones de: 444-460, 475, 512,
426, 429s., 434, 437-440, 461, 1157
464, 468s., 471, 474ss., 518, - identidad inconsciente: 4401
- personal: 78, 81, 83,90s., 151, 190, Inquisici6n: 1040
335,1156,1159s., 1161, 1224 insecto(s): 540
- procesoinconsciente:365s.,372,381, inspiracibn: 71s., 674
400,437,541,550,599,738, 745 instinto, instintivo: 15, 78, 212, 250,
incubi (v.t. succubi): 1363 474s., 512s., 539s., 560, 586, 591,
India: 91, 141, 361, 1131, 1286, 1472, 593,816,1231,1254,1257s.,1260,
1476,1483,1689,1790,1817,1832 1271, 1274, 1284, 1312, 1314,
indios: 94 1330, 1353-1356, 1389, 1405,
- navajo: 1225 1491,1493ss., 1539
- pueblo: 16,271,567,629,639,688 Instituto C. G. Jung: 1129-1141,
- sudamericanos: 465 pp. 48s. (11), 1388, p. 236'' (11),
individuaci6n: 271, 377, 595, 830, 1826,1829
1084-1106, 1162, 1171, 1412, integracibn: 1332, 1388, 1412ss., 1417,
1419, 1505, 1526, 1554, 1582, 1423,1664, 1703s., 1817
1588, 1622ss., 1614s., 1664, 1668, intelecto, intelectual: 200, 584, 596,
1704 617, 634ss., 665, 688, 730, 744,
individuo, individualidad: 494-500, 784,858,877,1220,1292,1390s.,
515, 519, 531, 548, 561, 575, 1412,1442,1725s., 1828
589s., 599, 622, 639, 735, 1099s., inteligencia: 1187, 1305, 1316, 1368,
1103s., 1139, 1156, 1162, 1172, 1392,1398
1257, 1259, 1277, 1312, 1314s., - , examen de: 899,913
1330, 1334, 1374, 1377, 1380, introspecci6n: 555, 1810
1390-1393, 1412, 1488, 1509, introversi6n (v.t. extravertido - intro-
1543, 1567, 1574, 1628, 1641,
vertido): 80, 498s., 1008, 1010,
1676,1686,1793,1827
1056,1259
- y colectivo, individual y colectivo:
introyeccibn: 1638
231, 249s., 271, 369s., 372, 433,
intuicibn, intuir (v.t. funciones): 461,
440,481,539,607s., 742, 823,840,
1094s., 1139, 1156, 1261, 1330, 489, 512, 573, 576s., 780, 1198,
1412s., 1440ss., 1491ss., 1686, 1282,1818,1820
1817 invasibn (tirmino psicol6gico): 43, 64s.,
Indra: 1077 68, 71s., 90, 1158
industria: 1405 invierno: 266
infans mercurialis: 1360 ira: 65, 542, 1539, 1551, 1593, 1643,
infantil, infantilidad (v.t. niiio; deseo): 1654
273, 477, 513s., 563, 572, 591ss., Isaac: 1522, 1551
840, 951, 998, 1024, 1057ss., Ishtar: 237s.
1061s., 1138, 1156, 1172, 1253, Isis: 230, 264, 1287, 1660
1278,1480,1692,1723,1823 islam: 639, 1389, 1507, 1525, 1529,
- regresibn: 365, 1046, 1056, 1060, 1637
1312,1322 Israel: 1525s.
- ,sexualidad: 956,1005,1056,1150, Italia, italiano: 369, 372, 1311, 1324,
1794 1327,1334,1336
inferioridad,sentimiento de (v. cornplejo) ius primae noctis: 365
infierno: 455,525,531,534, 1564 Ixi6n: 82,203
inflacidn (psic.): 359 izquierda - derecha: 196,411s.
Inglaterra, Gran Bretaiia: 369, 679, Jacob: 1588
784, 1287, 1327, 1335", 1338, Jahrbuch fur psychoanalytische und
1350,1464s. psychopathologische Forschungen:
iniciacibn: 264, 361ss., 548 274", 282, p. 380" (I), 934s., 1031,
inmortalidad: 239, 565s., 686, 741ss., p. 113" (11)
761 Jap6n: 1483
LA V l D A S I M B O L I C A
p. 334 (I), 822, 835, 837, 840, 843, 1138s., 1144, 1153, 1158ss., 1162,
893s., 1041, 1054, 1071, 1073s., 1182, 1190, 1208, 1223, 1231,
1127, 1130, 1132, 1138, 1160, 1243, 1249, 1265, 1273, 1282,
1162, 1169, 1171, 1227, 1228, 1358, 1362, 1366, 1374, 1377s.,
1231s., 1238ss., 1248, 1254, 1259, 1385, 1406, 1415, 1418, 1431,
1388, 1423, 1464, 1504, 1509, 1440s., 1445, 1473, 1475, 1480,
1517, 1554, 1578, 1626, 1686, 1483, 1493s., 1504ss., 1536, 1538,
1703, 1711, 1715, 1727, 1760, 1555, 1572, 1574s., p. 270 (11),
pp. 365-377 (11), 1817, 1823 1587ss., 1601, 1614, 1649, 1740,
psique (u.t. alma): 6, 8, 12, 116, 136, 1819,1827,1830
162, 181,217,250,277,323, 359, pubertad: 297, 363, 537, 956, 1045,
366, 368, 370,378,380,401, 411, 1254
419, 438ss., 442, 444, 459, 474, puer aeternus: 1699
494s., 497,500,505,512,522,540, punto (en el simbolismo chino): 262s.
552s., 559, 583, 592, 596, 601, pufial (u. espada)
603, 605s., 684, 747s., 750ss., purgatorio: 1564
763, 826, 828s., 833s., 836s., 889, purusha: 1526, 1611, 1672, 1832
915, 947, 959, 970, 1041, 1044,
p. 427 (I), 1069, 1075, 1111, 1118, quaternio: 1701, 1704
1133, 1148, 1154, 1160, 1162s., quimica: 839, 1691
1165, 1208, 1222, 1229s., 1248s., quimismo (ttrmino de Paracels'o): 1116
1260, p. 99 (11), 1266, 1357, 1379s., quiniolquincun3c: 1602
1414, 1484, 1486, 1495, 1504s., quintaesencia (alq.): 1787
1511, 1574, 1585, 1590, 1642, quirologia, quiromancia: 1818, 1821
1649, 1686, 1688, 1703, 1790,
1797, 1819, 1823s., 1828 Ra: 230s.
- colectiva: 1102, 1649 rabilrabino: 600, 610, 635, 1687
- , contenidos de la: 4, 19, 99, 226, racional- irrational: 45,502,617,1591
369,439,444s., 459,512,541,595, racionalismo: 601, 603, 625, 759, 787,
832,836, 1113,1153,1287,1295, 1249, 1265, 1268, 1270, 1272,
1364, 1473, 1507, 1703 1305, 1512, 1588, 1689, 1719,
- , estructura de la: 75, 84, 1282, 1727,1738,1740,1818
1528""*, 1683 radioactividad: 1271, 1806
- subliminal: 449 rapport (u.t. mtdico y paciente; trans-
psiquiatra, psiquiatria (v.t. mtdicolana- ferencia): 331, 337, 516, 1015
lista): 524s., 565,711,795,826-829, rata (en un suefio): 1055, 1058
831, 833s., 838, 871, 884-921, rat6n (en un suefio): 525, 1055s., 1058
pp. 376s. (I), 938, 948, 982, 1130s., rayo: 409,585
1138, 1321, 1377s., 1478s., 1500, raza
1505, 1516, 1584:'"", 1737, 1829 - blanca: 1284,1285,1288,1291,1438
psiquico, lo (v.t. ectopsique; endopsi- - negra (u. negro)
que; fisico-psiquicos,nexos):11, 16ss., raz6n: 654,745,759,787,1306, 1313,
46, 70, 91, 126, 154, 194, 248, 1316, 1358, 1368, 1389, 1407,
253a, 269,313,356,365,369,379, 1442,1629s.
389, 411, 420,439,461,474,480, - , diosa: 598
521, 562, 571, 575, 593, 595s., reaccibn, tiempo de (en un experimen-
742, 746, 761, 763,780, 783,786, to): 98, 100, 102, 106, 113, 116,
798, 826ss., 831s., 839s., 843, 857, 148,969
868, 884s., 905, 907s., 922, 935, realidad, principio de (ttrmino de Freud):
962,971s., 984,1000,1041,1063, 1150
l l l o s . , 1118, 1122, 1130, 1133, rebis (alq.): 1704, 1789
recepcibn (de textos antiguos): 1515ss.,
1520,1529,1827-1831
recinto sagrado (at. timenos): 270,409,
1521
recipiente: 260s., 265,271,374,407ss., reproduccibn (en un experimento): 954,
411s., 1158 975
recuerdo (v.t. memoria): 18, 39, 449, resistencia
451-454, 592-595, 747, 766, 778, - a1 padre: 1150
860,1150,1256,1487 - a1 trabajo: 1405
Redentor, redencibn: 80, 210, 270, - de la consciencia: 434
352ss., 358, 369, 374, 527, 634, - de la pie1 (v.a.)
1079, 1419, 1515, 1528, 1553, - en el anilisis: 332, 505, 514, 1094,
1578, 1631, 1641, 1664, 1684, 1285
1687,1699,1743s., 1827 respiraci6n, respirar: 129s., 133s., 148s.,
redondo, redondez: 1431,1573 265,359,552,1778
reflejo, teoria del (Menzel): 1435 restablecimiento (v. apocatistasis)
regresibn: 1056, 1323 <<restosarcaicosv (tCrmino de Freud):
relatividad, teoria de la: 140 468,521,523,1261,1272,1289
relativismo: 1584"'" resurreccibn: 529, 536s., 1523, 1558-
religio medici: 1465, 1579 1574, 1658
religibn, religioso: 354, 369s., 373s., revelacibn: p. 255 (I), 841, 1507, 1511,
377s., 493, 504, 547, 560-577, 1584":'" , 1613,1617,1647,1652,
579, 594, 598s., 603, p. 255 (I), 1654,1660,1665
615, 629, 633, 673, 691ss., 697, Revolucibn Francesa: 1409
699,830,994,1008,1034s., 1109, rey: 266, 1721
1140, 1150, 1160a, 1229, 1231, rinoceronte: 8 1
1243, 1257, 1285, 1310, 1330, rio: 585
1382s., 1391, 1428, p. 199 (11), rito, ritual: 264, 361-365, 551, 616s.,
1455,pp.209-313 (11), 1691,1700, 622, 624-627, 644, 1368, 1534,
1739,1769,1807 1578
- antigua: 259, 264 robo: 980, p. 280 (11)
- cristiana (v. cristianismo) roca: 259,262
- exbtica: 532 Rodesia: 81, 1225
- hindh: 572 rojo (v. colores)
- , historia o ciencia de la: 379, 834, Roma, romano: 250,258s., 1287,1328,
1164,1228,1297,1575,1686,1727 1334,1364,1409, 1530
- oriental: 485, 638 romintico, Romanticismo: 700, 1732-
- persa: 259 1735, 1739s.
remedio (v.t. medicamento; terapia): Rosarium philosophorum: pp. 372-
1776s. 375 (11)
renacer: 204, 256, 745, 1245, 1453, rotacibn: 1573
1681,1698,1816 ruaj Elohim: 1361,1549
Renacimiento: 1279*, 1665, 1711, rubedo (alq.): 1701
1749s., 1756 rueda: 81s., 203, 416s.
reprdsentation mystique: 530 - de fuego: 203
reprdsentations collectives (Ltvy-Bruhl): - del Sol: 203
457,481, 522, 536,547, 551,578, Rusia, ruso: 581, 645, 1311, 1324,
1643 1327s., 1336,1505, 1602
represibn: 39,78, 280,423,451,468,
512s., 580, 591, 595, 863s., 866s., Saalburg: 259
943,952,956,969,972,985,1000, sabiduria: 258, 262, 1505
Sabio Anciano (v. arquetipo) - drgano sexual: 1055,1083
sacerdote: 362, 370, 610, 613s., 616, - relacidnsexual/coito:281,433,1045,
627,671,677,1536,1594,1811 1059
Sachseln, iglesia parroquial de: 1538 - relaciones entre 10s sexos: 1799,
Sacramento: 254 1801s.
sacrificio, victima: 81, 258, 548, 627, - teoria sexual: 1156, 1223, 1298
631,640,1062,1081,1083,1285, shofar: 1551
1523,1568,1593,1620,1643,1680 si-mismo, el: 117, 119s., 269, 271, 600,
Sakti: 263 1158, 1419, 1495, 1511, 1526,
sal (alq.): 1781 1567s., 1570, 1574, 1624, 1628,
Salmos (u. Biblia) 1630, 1638, 1649, 1655, 1657,
Salpttrisre, escuela de la: 1223 1669, 1672, 1748, 1792, 1817
samadhi: 1417 signo: 416, 482
sano (u. normal) Silvestre, san: 258
santidad: 270, 700, 1544. 1548. 1635 simbolo, simbolisrno, simbdlico: 83,206,
santuario (u.t. templo): 236, 254, 259, 231,234,263,265,299,364,377,
1521 400,409~.,412,416-520,560-579,
Saoshyant: 1528 582s., 586-589, 591, 595, 603ss.,
Satanh: 1475,1534,1537,1549,1553,
786, 853, 987, 990, 1061, 1078,
1 5 5 5 , ~276
. (11), 1593,pp. 280s. (11),
1133, 1140, 1225, 1229, p. 94 (11),
1604, 1617, 1621,1653, 1694
1258, 1285, 1286, 1310, 1328,
secreto/misterio: 253a-256, 264, 439,
1431, 1495, 1515, 1539, 1552,
583,617,787
secta: 354, 624, 697ss., 818, 820,1536, 1555, 1567, 1606, 1609, 1612,
1689 1614, 1617, 1624, 1627, 1631,
secuencia vocal (en un experimento): 1655, 1663, 1700, 1704, 1708,
944 1789, 1827s., 1832
sensacidn (u.t. funciones): 21, 24, 445, - , definicidn de: (416ss.), (482s.)
873 sirnetria: 412
sensorial, sensorialidad: 841, 846, 848, simpitico, sistema nervioso: 46, 194,
860 203,302,318,356,372,412,1116
sentimiento (u.t. funciones): 16, 24, 3 1, simulacidn: 885
35,46-49,51, 5 7 ~ . 333,
, 400, 440, sincretismo: 1287, 1480
443,469, Sols., 589,596,745, 823, sincronicidad: 70,143,761,1169,1175,
839, 855s., 963, 1312 1181, 1190, 1193-1212, 1485,
ser: 270, 1639 1573
serafines: 532 sintoma: 46, 63, 91, 161, 203, 383,
serpens mercurialis: 1362, 1631, 1788 421, 425, 442,448, 556, 560, 592,
serpiente: 169, 181, 194s., 230s., 239, 633,725,797,876,885,922,935s.,
251s., 256-260,272,275,412, 525, 972ss., lOOOs., 1003, 1045, 1050,
533, 548, 585, 986, 1062, 1078s., 1147, 1155, 1309ss., 1322s., 1723,
1533, 1555, 1593, 1610, 1631, 1794,1805
1784,1827 sintomatologia: 356, 383, 884, 893,
servus fugitiuus: 1694 897,936,1310,1321,1480
sexo, sexual, sexualidad: 197,279,281, sistema nervioso simpitico (u. simpitico)
324,333~.,483,493,572,~. 324.) (I), Siva: 263,413
904,912,921ss., 926-932,935,940, social; itica social: 927, 932, 1133,
947, 951, 956, 1005, 1022, 1039, 1161, 1351, 1385s., p. 170" (11),
1043, 1045-1049, 1054, p. 427 (I), 1745,1797
1067s., 1078, 1083, 1148, 115Os., socialismo: 1320, 1335, 1337, 1339
1153,1156,1265,1284,1684,1799, sociedad, social: 912,1096-1104,1261,
1807 1351
- de Investigaciones Freudianas: 793 1475, 1480, 1487-1490, 1492,
- de Psicologia y Neurologia: 793 pp. 268s. (11), 1605, 1647, 1662,
- de Psiquiatria: 1463 1692, 1704, 1708, pp. 344-347 (11),
- Internacional de Psicoterapia: 1463 1748, 1764, 1766, 1768s., 1804,
Sol (-u.t. rueda): 16, 81, 264,266, 417, 1809s., 1816
525, 551, 567, 688, 1077, 1523, - aislado: 81, 135*, 162, 249, 251s.,
1528,1573,1701,1703,1784,1789 336,469,471,484,507,519, 635,
- , dios: 81, 231,266 1268, 1291, 1528:'"*
- en sentido astrol6gico: 1176-1201 - arquetipico: 203ss., 229,233
- , Padre: 629s., 639, 688 - biblico: 246
- ,salida del: 551, 1701 - colectivo: 1322
sola fide: 1674 - , contenido del: 841, 844, 860s.,
soledad: 632, 673 (1487)
sombra (tkrmino de Jung): 40s., 43, - latente: 844-855, 870
367, 509, 561s., 580, 638, 1127, - manifiesto: 845-855, 870
1159s., 1410, 1414, 1417, 1516, - de comodidad: 848s., 870
1591, 1594, 1600, 1607, 1609, - de primitivos: 176
1617, 1633, 1639, 1661, 1683s., - desiderativo: 847s., 870, 1285
1696,1699,1721,1830 - , desplazamiento del: 857, 870
somnia a Deo missa (v. suefios enviados - en la vigilia: 868, 1041
por Dios) - , enviados por Dioslsomnia a Deo
sonambulismo: 224, 700ss., 705, 741, missa: 437, 601, 674, 676
757, 884,946,951,1114,1155 - , funci6n compensadora del: 247,
sonido: 3 13,445 471,477,521,586
sophia: 1552 - , funci6n complementaria del: 471
soror mystica (alq.): 1703 - , funci6n de 10s: 433,544, 859
spiritus (v.t. espiritu): 359, 697 - grande: 1159,1291
- en la alquimia: 1789 - hist6rico: 241-244, 247,250
- vegetativus: 1362 - infantil: 83, 202-205, 526, 534,
sponsa (alq.): 1702 846-849, 870, 1804
stella matutina: 520 - inicial: 347, 349
subconsciente: 16, 798, 8 18, 893 - , interpretacidn de 10s: 4, 7, 83,91,
subjetividad: 495 97, 135', 154, 160, 163-201, 204,
subliminal: 452s., 458s., 461ss., 476, 228-272, 297, 305, 308, 325, 336,
511,747,780,1114,1159,1389 375s., 416-607, 841, 958, 986,
succubi (v.t. incubi): 1363 989,995,1002,1055,1070,1110,
Sudifrica: 8 1" 1147, 1149, 1240, 1391s., 1487,
sudor, cura de: 271 1581,1809
Suecia: 644 - ,mktodo de la: 171ss., 179-184,
suefio: 16, 79, 81ss., 135-139, 150, 228-233,239-244,444,841,955s.
160ss., 176, 178-182, 333, 342, - por el suefio mismo: 172,569
351, 389,391, 396, 399s., 403-406, - ,investigaci6n de 10s: 1112, 1138,
416-444, 474-480, 483, 510-515, 1156
524s., 543-546, 550, 568s., 572~., - , lenguaje de 10s: 461-494, 521,
586,593,601,634~.,637,673-676, 586,637,671
682, 748, 754, 832, 841-870, 893, - mitol6gico: 234-239,250,468,1159
987, 989s., 1025, 1041, 1054, - profktico: 26, 246, 471ss., 543s.
1077, l l l o s . , 1119, 1138, 1149, - recurrente: 478s., 509,521
1152, 1154, 1156, 1158s., 1261, - ,serie de: 162-167,181,202,346ss.,
1265, 1267, 1275, 1282s., 1285, 403s., 472, 478, 525-544, 976,
1290s., 1331, 1362, 1391, 1438, 1265"", 1581
- , simbolismo del: 198, 203, 229, - cristiana: 1593
423, 458, 521-559, 568s., 841, - rabinica: 1593
986s., 1055, 1057s., 1228, 1581, Teosebeia: 1281, 1703
1691,1700 teosofia: 756,1287, 1512, 1579, 1828
- , trabajo del: 844, 847, 851, 861s. terapia, terapkutico (v.t. psicotera-
- telepitico: 1487 pia): 886, 909, 922, 1001, 1054,
- y hechos orginicos: 194,302, 864 p. 427 (I), 1071, 1080, 1159, 1172,
sugestibilidad: 873ss., 878, 888, 893, 1575,1579,1581, 1737
1393,1495 - de sugestibn: 1382
- patolbgica: 1495 - de trabajo: 1008
sugestibn, terapia de: 318, 331, 702, teriomorfismo: 1528"""
713,725,729,798,873, 875, 893, terra damnata (alq.): 1702
903, 1345, 1378s., 1382, 1386, tesoro: 260, 263,270, 37Sss.
1393,1401,1495,1579,1638 tetrads, tetridico: 1140, 1611
- autosugestibn: 725 Theatrum chemicum: 1528
suicidio: 251, 253, 1010, 1748 Tiamat: 234
Suiza, suizo: 369, 609, 782, 793, 1327, Tibet (v. filosofia)
1338,1343,1350-1354,1368s., 1405 tiempo, atemporalidad: 24, 53, 266,
sujeto, subjetivo (v. objeto) 1572
summum - y espacio: 684,705,747,753s., 761,
- bonum: 1533, 1551, 1584, 1600, 1133, 1138, 1140, 1188, 1213,
1625, 1630, 1637, 1639, 1658, 1222,1567,1572,1574
1660,1667 tierra
- malum: 1630 - como elemento: 1133, 1781
supersticibn: 524, 555, 586ss., 759, - como materia: 1784
782, 1285, 1365, 1818 - en sentido alegbrico/el cielo y la tie-
sur: 262 rra: 262, 1523, 1566
suspensibn: 1158 - en sentido ctbnicolterrenal: 1552
sustitucibn (tCrmino de Freud): 1067 - en sentido mitolbgico: 221, 234,
sylvani: 1363 264, 1362
- ,Madre: 584, 1158
Tabor, monte: 1524 Tiferet: 1672
tab6: 222,281,586, 823 tifus: 1231, 1383
Talmud: 172,569 tintura (alq.): 1787, 1789
tantra (v.t. filosofia; yoga): 203, 1332, tipos, tipologia: 290, 495-520, 1261
1591 - se&n funciones: 28-35, 46, 109s.,
tao, taoismo: 142s., 262, 1132, 1507, 320s., 1130,1157,1259,1601
1513,1611,1617,1625,1628,1668 - seg6n reacciones: 155,963,973,976
Tarpeya, roca: 258 Tiresias: 80
tCcnica: 1403-1407, 1439 todo, totalidad: 268-271, 1133, 1156,
telepatia, telepLtico: 26, 1218, 1766 1412, 1418s., 1468, 1485, 1495,
Teldn de Acero: 561,1439 1539, 1546, 1552, 1567, 1572,
t6menoslrecinto sagrado: 270,411 1582, 1599, 1602, 1605, 1610,
temperamento: 504 1617, 1624, 1627, 1664, 1672,
templo (v.t. santuario): 250, 257, 409 1704, 1732, 1737, 1769, 1792,
teologia: 1160a, 1507, 1578, 1583, 1809,1812,1817,1819
1591, 1600, 1606, 1616s.. 1622, Toledo: 251-253a, 266, 268, 272
1625, 1634, 1639, 1642, 1644, tolerancia: 1415, 1815
1646, 1652, 1664, 1669, 1673s., toro: 237s., 259, 1079
1686,1688,1811 torre (en un suefio): 336
- catblica: 1652 totalitario, sistema: 1466, 1495
I N D I C E DE M A T E R I A S
A. OBRA COMPLETA*
Volumen 1. ESTUDIOS P S I Q U ~ R I C O S
" Los parentesis indican las fechas de publicaci6n de originales y revisiones. Los
corchetes sefialan la fecha de elahoraci6n del texto.
INVESTIGACIONES PSICOF~SICAS
Volumen 5. S~MBOLOS
DE TRANSFORMACION(1952)
[Reelaboracibn del libro Transformaciones y simbolos de la libido (1912)l
Volumen 8. LA D I N ~ I C A
DE LO INCONSCIENTE
I 1.
Volumen 10. CMLIZACION EN TRANSICION
RELIGION OCCIDENTAL
Volumen 12. P S I C O L O G Y
~ ALQUIMIA (1944)
Paracelso (1929)
Paracelso como mCdico (194111942)
Sigmund Freud como fendmeno histdrico-cultural (1932)
Sigmund Freud. Necrologia (1939)
En memoria de Richard Wilhelm (1930)
Sobre la relacidn de la Psicologia Analitica con la obra de arte
poCtica (1922)
Psicologia y poesia (193011950)
Ulises: un mondlogo (1932)
Picasso (1932)
Volumen 16. LA P ~ C T I C A
DE LA PSICOTERAPIA
B. SEMINARIOS
D. EPISTOLAEUO
Cartas I [1906-19451 (1972)
Cartas I1 [1946-19551 (1972)
Cartas I11 [1956-19611 (1973)
Correspondencia FreudlJung (1974)
E. ENTREVISTAS