Trabajo Monografico

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 29

1

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN
UNIVERSITARIA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD
PROGRAMA NACIONAL DE FORMACION AVANZADA EN
SEGURIDAD CIUDADANA

TRABAJO MONOGRAFICO

Profesor: Participantes:
Comisionado Nazer Padilla Rubén Díaz
C.I. 17.271.697
Guardia García
C.I. 17.042.736
Daniel Gota
C.I V-15.962.790

Maracay. Marzo del 2022


1

ÍNDICE

Pág.
Índice…………………………………………………………………………… 1
Introducción……………………………………………………………………. 2
Políticas Públicas en Materia de Seguridad Ciudadana en Venezuela………… 4
Ley Plan de la Patria 2019-2025……………………………………………….. 6
Grandes Misiones y Misiones creadas en Materia de Seguridad Ciudadana… 7
Sistema Integrado de Información y Dirección de Operaciones Policiales….. 8
Organización y Estructura en el Modelo de Policía Venezolano……………… 10
Concepción de la Dirección Policial desde la Supervisión como Sistema
Evaluativo y de Control………………………………………………………... 11
La Evaluación del Desempeño Policial………………………………………... 13
Problemas en la Supervisión Policial………………………………………….. 22
Sistema de Control de las Actuaciones Policiales…………………………….. 24
Conclusiones…………………………………………………………………… 26
Referencias Bibliográficas……………………………………………………... 28
2

INTRODUCCIÓN

La obligación del Estado Venezolano, es construir una política pública integral de


seguridad ciudadana, que tenga como médula la preservación de la vida, como valor
supremo de todas y todos los que vivimos en el territorio nacional, que fortalezcan
ambientes para la convivencia solidaria, la resolución pacífica de los conflictos y
disminución de las situaciones vinculadas al delito, a través de la aplicación de
normas, procedimientos y estrategias administrativas y policiales eficientes, que
contribuyan a la construcción colectiva de una democracia socialista.
Por tanto, la seguridad ciudadana, es la acción integrada que desarrolla el Estado,
con la colaboración de la ciudadanía y de otras organizaciones de bien público,
destinada a asegurar su convivencia pacífica, la erradicación de la violencia, la
utilización pacífica y ordenada de vías y de espacios públicos y, en general, evitar la
comisión de delitos y faltas contra las personas y sus bienes.
Por otra parte, el Estado es el máximo garante de la seguridad de los habitantes a
día de hoy, pero es la manera en la que cada estado aplica sus políticas en materia de
seguridad ciudadana lo que determina su eficacia. Siguiendo el mismo orden de ideas,
las políticas públicas y en concreto el sistema de seguridad social derivado de estas,
conforman uno de los aspectos inherentes a la relación Estado sociedad, en cuanto se
constituye en el medio a través del cual el Estado hace frente a las necesidades y
demandas de los ciudadanos, a través de programas y servicios que los beneficien, es
por ello que el concepto de democracia participativa en Venezuela, ha sido plasmado
como forma de entender las relaciones de poder entre la sociedad y el Estado.
Ahora bien, para sustentar esto que te digo, con la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela de 1999, se introdujo bajo un nuevo Título, denominado
“De la Seguridad de la Nación”, un concepto cuyo fundamento radicaría en el
desarrollo integral y cuya defensa sería responsabilidad de las personas naturales y
jurídicas establecidas dentro del espacio geográfico. El artículo 326 de la
3

Constitución desarrolla la seguridad como una corresponsabilidad entre Estado y


sociedad civil para cumplir con los principios de independencia, democracia,
igualdad, paz, libertad, justicia, solidaridad, promoción y conservación ambiental y
defensa de los derechos humanos, así como para lograr la satisfacción progresiva de
las necesidades de la población. Esta corresponsabilidad abarca los ámbitos
económico, social, político, cultural, geográfico, ambiental y militar.
Dentro de estos amplios enunciados se concibe la seguridad en una doble faz de
protección de principios y derechos y de cobertura de necesidades indefinidas,
aunque, cuando se indican las instancias garantes y los responsables operativos, el
concepto se restringe notablemente.
4

Políticas Públicas en Materia de Seguridad Ciudadana en Venezuela

El marco constitucional y la consecuente regulación de aspectos sociales, políticos


y civiles entre otros, implica la ampliación del campo de acción del Estado, en el
sentido en que se ve incrementada su actividad e intervención en algunos asuntos.
Esto implica importantes transformaciones en las distintas áreas de acción del Poder
Público Nacional y en la estructura del Estado venezolano en general.
En este sentido, en el proceso de reforma del Estado y en la redefinición de un
sistema tendente a garantizar la seguridad personal de los ciudadanos, las políticas
públicas juegan un papel fundamental, y se propone considerarlas para este estudio
como unidad de análisis, no sólo del sector público y del Estado nacional en general,
sino del Gobierno Nacional en particular, siendo éste considerado como la unidad
estratégica del sistema político.
De hecho, particularmente en nuestro país Venezuela, el Estado es el encargado de
velar por el diseño y administración de políticas que proporcionen estabilidad
económica y permita la vinculación del sector privado con el gobierno. Visto de otro
modo como una de las funciones del Estado, pero para que esto se lleve a cabo se
necesitan reglas de juego claras y que sean cumplidas, lo que además implica que los
compromisos adoptados por los encargados de la política pública sean creíbles.
Por lo tanto, la Política Pública emerge como un sistema de la conducta de la
política en el anejo del estado moderno, con enfoque racional-administrativo para
tratar de resolver los problemas sociales. Las Políticas Públicas son el instrumento de
la actuación gubernamental, asumiendo está última como acción de conducir los
destinos de un país, las Políticas Públicas, son el timón a través del cual se conduce,
sin embargo, aunque suele señalarse que las Políticas Publicas se orientan también a
la resolución de problemas tal como es el caso de la seguridad ciudadana.
Al respecto Adon (2018), plantea que:

Una política pública seguridad ciudadana comprende en sentido restringido todos


aquellos programas, proyectos y actividades destinadas a disminuir los índices de
5

criminalidad, llevados a cabo por el gobierno nacional, a través de cualquiera de las


ramas del Poder Público. Claro está que cualquier aproximación al estudio de la acción
gubernamental, también debe comprender los resultados o consecuencias que esas
políticas generen, por lo tanto, si no se miden los resultados, éstos no se pueden
diferenciar de los fracasos (p. 35)

Visto de esta forma, se interpreta que tanto en su planteamiento como en sus


resultados, la política pública nacional de seguridad debe ser valorada en cuanto a su
eficiencia en la prevención de la criminalidad y la violencia, en la legitimidad de los
medios empleados y sobre todo, por el respeto de los derechos humanos. Serán estos
criterios a considerar, de forma transversal, para la evaluación de la política
venezolana en la materia.
Cabe destacar, que la seguridad ciudadana debe entenderse como una condición
fundamental para el desarrollo humano siguiendo las tendencias modernas que
definen la seguridad de un modo integral y directamente asociada a la calidad de vida,
garantizando la superación de amenazas, vulnerabilidad y riesgo para la vida de las
personas y sus propiedades, la paz y la convivencia pacífica, y ello se alcanzará con la
nivelación de los desequilibrios macrosociales, la prevención y control del delito y
con la reestructuración del sistema penitenciario.
Bajo esta concepción, la política pública de seguridad ciudadana se presenta
entonces como producto de un proceso que se desarrolla en un tiempo y marco
específico que van definiendo el tipo y el nivel de los recursos disponibles y
empleados, y donde a través de complejos esquemas de interpretación y de juicios de
valor, se va definiendo tanto la naturaleza de los problemas planteados como las
orientaciones de la acción en materia de seguridad. Como se evidencia, la influencia
de determinadas variables es determinante en la definición del perfil y estilo de la
política de seguridad.
6

Ley Plan de la Patria 2019-2025

El Plan de la Nación o Plan de la Patria, se basa en Políticas Públicas como un todo o


como un conjunto de actividades de las instituciones de gobierno, actuando
directamente o a través de agentes, y que van dirigidas a tener una influencia
determinada sobre la vida de los ciudadanos de allí que las Políticas Públicas deben
ser consideradas como un procesos decisional, un conjunto de decisiones que se
llevan a cabo a lo largo de un plazo de tiempo. El Plan de la Nación en lo social
establece como objetivo la construcción de una nueva condición de ciudadanía basada
en el reconocimiento pleno y en el ejercicio garantizado de los derechos. Allí se
reconoce la seguridad ciudadana como una condición fundamental para el desarrollo
humano siguiendo las tendencias modernas que definen la seguridad de un modo
integral y directamente asociada a la calidad de vida, garantizando la superación de
amenazas, vulnerabilidad y riesgo para la vida de las personas y sus propiedades, la
paz y la convivencia pacífica, y ello se alcanzará según el Plan con la nivelación de
los desequilibrios macrosociales, la prevención y control del delito y con la
reestructuración del sistema penitenciario. Bajo esta concepción en materia de
seguridad ciudadana, el Plan establece que:

El enfrentamiento de los índices de criminalidad, se asume como una política


integral, que comprende, por una parte, la reducción de las desigualdades
sociales, el incremento del nivel de empleo y la atención a los grupos sociales
relativamente pobres y, por la otra, una política específica para la prevención y
combate de la criminalidad y la violencia (destacado nuestro). (p. 34)

Como estrategias de esta política específica, el Plan menciona el fortalecimiento


de la coordinación policial y el incremento de la participación ciudadana en la
prevención del delito, la oportunidad de reinserción social a los transgresores de la
ley y la actualización del marco jurídico-normativo de la seguridad ciudadana.
7

Ahora bien, la existencia de esta orientación reflejada en las estrategias descritas


en el Plan, no garantiza el cumplimiento de la política pública, pues formular una
política es una cosa y poder asegurar la intervención que ella requiere es otra, y es
importante tener en cuenta que en este proceso, intervienen variables políticas,
sociales, económicas y culturales que determinan el desarrollo de esa política. La
política de seguridad ciudadana se presenta entonces como producto de un proceso
que se desarrolla en un tiempo y marco específico que van definiendo el tipo y el
nivel de los recursos disponibles y empleados, y donde a través de complejos
esquemas de interpretación y de juicios de valor, se va definiendo tanto la naturaleza
de los problemas planteados como las orientaciones de la acción en materia de
seguridad.

Grandes Misiones y Misiones creadas en Materia de Seguridad Ciudadana


Gran Misión A Toda Vida Venezuela
La Gran Misión a Toda Vida Venezuela, es uno de seis que se presentan
cumpliendo con las pautas jadas para la realización del proyecto, Cinco Grandes
Misiones Sociales, de Transparencia Venezuela. La Gran Misión a Toda Vida
Venezuela enuncia como su misión, lo siguiente:
“Construir una política pública que tenga como centro la preservación de la VIDA,
como valor supremo de todas y todos los que vivimos en el territorio nacional; una
VIDA que se entienda desde la convivencia solidaria y la resolución pacífica de los
conflictos y que tribute a la construcción colectiva de una democracia socialista, cuya
instituciones respondan a los problemas de la seguridad con criterios de justicia y
equidad para que podamos decir que esta revolución y el país, avanza A TODA
VIDA VENEZUELA”. Según se señala en su página web:
“se trata de una política pública integral de Estado, que apunta a disminuir las
situaciones vinculadas al delito, faltas, accidentes viales, desastres o emergencias,
para que toda la población venezolana pueda disfrutar sus derechos en un ámbito
8

pacífico. Orienta su esfuerzo a implementar políticas que fortalezcan ambientes para


la convivencia solidaria, la paz y el desarrollo pleno, contrarias a las políticas de
¨mano dura¨ y endurecimiento de las penas que sugieren algunos sectores del país”.
Para ello, menciona los siguientes dos objetivos:
“Disminuir el índice de delitos, mediante el cumplimiento de las ACCIONES que
se encuentran dentro de los seis VÉRTICES estratégicos de la Gran Misión ¨A Toda
Vida Venezuela¨.
Abordar los factores de carácter estructural, situacional e institucional,
generadores de la violencia y el delito, para reforzar la convivencia solidaria y
garantizar el disfrute de los derechos de todas y todos los venezolanos en un ambiente
pacífico.”
Como se puede apreciar, son enunciados grandilocuentes, en los cuales se cuelan
significados cargados ideológicamente, que podrían interferir con la efectividad con
que se prosiguen sus objetivos.

Sistema Integrado de Información y Dirección de Operaciones Policiales

Conformación del Sistema de Información y Dirección de Operaciones Policiales


Toda organización pública debe tender a evolucionar mediante la mejora continua
de los servicios que presta y su adaptación a la realidad social del momento, es por lo
que la estructura organizativa tendente a cumplir con las necesidades de la población
y sus ciudadanos en el marco de sus funciones y competencias. En este sentido, el
Sistema de Información y Dirección de Operaciones Policiales se configura como el
servicio público policial más cercano a los ciudadanos de la nación, que por su
inmediatez, puede responder de manera más sensible a las demandas ciudadanas.
La Conformación del Sistema de Información y Dirección de Operaciones
Policiales tiene en cuenta que la seguridad es un derecho social básico,
imprescindible para garantizar la armonía y la convivencia de la población, donde la
base del nuevo modelo organizativo parte de un modelo de Policía de Proximidad
9

que, sin perder el principio de autoridad inherente a este servicio, llegue a ser una
policía cercana a los ciudadanos, atenta a sus necesidades, formando parte de los
agentes sociales al servicio de la ciudadanía a través de una red de interconexión
entre todos, actuando de manera integral dirigida a la resolución de los conflictos,
estimulada por el trabajo en equipo, y potenciando la Mediación Policial como
herramienta de actuación y prevención para conseguir una policía que tiene como
objetivo principal la protección de los ciudadanos.
En tal sentido, los cuerpos de policía requieren de información actualizada y
adecuadamente procesada para planificar sus operaciones y tomar decisiones. Esta
información se obtiene de diferentes fuentes, internas y externas al cuerpo policial, y
para que sea confiable y sirva a los propósitos antes señalados, debe ser procesada y
analizada por el equipo de la sala situacional. Todo cuerpo de policía debe contar
entonces con esta unidad, adecuadamente dotada según lo establecen las
recomendaciones del Consejo General de Policía. La sala situacional debe estar
adscrita directamente a la dirección general del cuerpo de policía.

Centros de Operaciones Policiales y Puestos de Comunicaciones.


A un nivel más bajo que la sala situacional, se encuentran los centros de
operaciones policiales (en los centros de coordinación policial) y los puestos de
comunicaciones (en las estaciones policiales). En estas instancias se manejan las
comunicaciones de los cuerpos policiales y se procesa y analiza la información que se
produce en el respectivo nivel operativo. Pasar de unos cuerpos de policía menos
empíricos a instituciones policiales planificadas y profesionalmente dirigidas,
requiere de la instalación y adecuada dotación de estos espacios. Todas las
instalaciones de los cuerpos de policía deben estar adecuadamente dotadas con
equipos de radiocomunicaciones (con tecnología tetra) y equipos informáticos que
faciliten el registro, procesamiento y análisis de la información.
10

Organización y Estructura en el Modelo de Policía Venezolano


En el nuevo modelo, la Policía es una institución encargada de velar por la
seguridad y la tranquilidad de nuestro pueblo, sin discriminaciones fundadas en el
origen étnico, el color de piel, el sexo, el credo, la orientación sexual o aquellas que
tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, el goce o
ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona.
En el nuevo modelo, la Policía es una institución armada, cuyas armas no se usan
en contra del pueblo sino para su protección. Es obediente y al mismo tiempo se
abstiene de ejecutar órdenes que comporten la práctica de acciones u omisiones
ilícitas o que sean lesivas o menoscaben los derechos humanos garantizados en la
Constitución. Es disciplinada bajo la consideración de que la disciplina es voluntaria
y sirve para sostener relaciones de respeto, solidaridad y también para dar
cumplimiento a los propósitos operativos, tácticos y estratégicos de la institución.
Nivel superior
1. Dirección.
2. Subdirección.
3. Consejo disciplinario.

Nivel de apoyo
1. Respuesta a las desviaciones policiales.
2. Control de la actuación policial.
3. Las oficinas que, según las directrices del Ministerio del Poder Popular para la
Planificación y Finanzas, deben existir en la organización y estructuración de las
instituciones de la administración pública son: Consultoría Jurídica, Oficina de
Administración y Servicio, Oficina de Sistemas y Tecnologías de la Información,
Oficina de Archivos y Registros, Oficina de Recursos Humanos, Oficina de
Comunicación y Relaciones Interinstitucionales, Oficina de Planificación y
Presupuesto, Oficina de Atención Ciudadana.
11

4. Los cuerpos de policía estadales y municipales, de acuerdo al número de


funcionarios, capacidad presupuestaria y organizacional, podrán crear un equipo de
trabajo integrado por coordinadores, quienes cumplirán las funciones de las oficinas
antes mencionadas.

Nivel sustantivo
En este nivel deben existir tantas instancias como se requieran para el
cumplimiento de las funciones de los cuerpos de policía estadales y municipales,
aplicando siempre la relación “sustantividad-apoyo” que establece: por cada tres (03)
cargos en el área sustantiva, tan solo debe existir un (01) cargo en el área de apoyo.
Entre las instancias que podrán existir en el nivel sustantivo están: inteligencia,
operaciones, patrullaje, vigilancia y transporte terrestre, centros de coordinación
policial, entre otros; para los cuerpos de policía estadales también podrán existir
control de reuniones y manifestaciones (MPPRIJ, 2010).
En este nuevo esquema de organización se apunta a la desconcentración de las
operaciones policiales y a la adopción de esquemas de organización menos
jerarquizados, en los que se procure mayor autonomía en la actuación y capacidad
para la toma de decisiones a los mandos medios. “En la actividad policial es
fundamental, más que la sobrerregulación y la relación orden-obediencia con los
niveles jerárquicos, el desarrollo de la iniciativa, la autonomía y la capacidad
discrecional del agente, de modo que pueda lograr respuestas efectivas y adaptadas al
complejo escenario de su actuación” (Antillano y Centro para la Paz y los Derechos
Humanos de la UCV, 2007).

Concepción de la Dirección Policial desde la Supervisión como Sistema


Evaluativo y de Control
Sistema Evaluativo y de Control
Para consolidar un nuevo modelo policial eficiente y centrado en su gestión, los
directores y directoras de policía no pueden por sí solos realizar todas las tareas que
12

genera el funcionamiento del cuerpo policial. En ese sentido, resulta imprescindible


descentralizar o delegar determinadas funciones, mediante la distribución de ciertas
competencias entre el equipo de coordinadores y coordinadoras, y supervisores y
supervisoras. Ello, con el fin de garantizarla continuidad de la acción de dirección y
del control operativo.
La delegación de funciones, como una técnica de transferencia de una competencia
propia, se define como el conceder a otra persona la autoridad necesaria para que
actúe en nombre de la institución y tome decisiones y/o acciones específicas en la
gestión de la organización. La delegación de sus funciones es un tema natural dentro
de las organizaciones contemporáneas, que, con importante cantidad de empleados y
trabajadores, deben dar respuesta a los destinatarios de sus servicios en entornos
complejos y cambiantes.
De esta forma, el alcalde, o gobernador (propongo: la máxima autoridad política
de una región) delega la responsabilidad de la dirección del cuerpo de policía al
director o directora general, quien a su vez delega las diferentes funciones de la
organización a distintas personas, tales como la administración, la comunicación y las
relaciones interinstitucionales e incluso las operaciones del cuerpo policial. Ello, en el
entendido de que una sola persona no puede cumplir de forma eficiente con todas las
tareas que se ejecutan dentro de una organización.
Dentro del nuevo modelo, los directores y directoras responsables de los distintos
centros de coordinación policial son quienes deben desplegar las operaciones
policiales. Estos directores o directoras deben a su vez delegar responsabilidades en
sus coordinadores y coordinadoras y éstos en las personas del nivel supervisor, hasta
llegar al nivel del funcionario y funcionaria netamente operativos. La delegación de
funciones es pues un proceso necesario dentro de cualquier organización policial,
indistintamente de su tamaño.
El procedimiento de delegación de responsabilidades supone lo siguiente:
Determinación de los resultados que se esperan.
Asignación de tareas.
13

Delegación de autoridad para llevar a cabo esas tareas.


Asignación de responsabilidad derivada de la ejecución de las tareas.
Monitoreo al cumplimiento de la tarea y rendición de cuentas.
Si alguno de estos elementos no se encuentra presente en el proceso de delegación
de responsabilidades, seguramente habrá dificultades. Si la persona no tiene claridad
en la tarea o tareas que debe desarrollar, terminará ejecutando acciones que no son las
debidas.

La Evaluación del Desempeño Policial


En voz del Manual de Uso Progresivo y Diferenciado de la Fuerza Policial.
Emanado del Consejo General de Policía (2015, 7 y 8); El desempeño policial, se
encuentra ligado a la función policial y establece que este debe ser de carácter
preventivo consiste en actuar de forma vigilante para evitar la posible acción
delictiva. La prevención policial busca evitar: primero que las personas se conviertan
en víctimas, segundo el surgimiento del delincuente, y tercero el surgimiento del
delito y su reincidencia o reiteración.
Ahora bien, este desempeño está relacionado con las siguientes características:
Es una organización sin ánimo de lucro.
Satisface necesidades esenciales para la vida en comunidad.
Se presta únicamente por el Estado, que no puede delegar su prestación.
No puede suspenderse, ni interrumpirse.
Se debe prestar instantáneamente ante cualquier requerimiento o perturbación del
orden público.
No se puede rehusar ni retardar, y no puede negarse a nadie, en igualdad de
circunstancias.
Es de hacer resaltar que la imagen de la Policía está relacionada directamente con
el tema del desempeño, lo cual se asocia con la brecha que se produce entre el
aumento de la delincuencia y la capacidad policial para enfrentarla. Entre más grande
es esta brecha, en términos de resultados (lo cual se resume en el número de
14

detenidos), mayor es la aprehensión y reserva ciudadana hacia la Policía y su


capacidad institucional.
Visto de esta forma, es importante hacer alguna referencia a este último término,
capacidad institucional, para destacar que la percepción va más allá de las personas
(policías, Directores, Secretarios y Subsecretarios de Seguridad), e incluye a la
institucionalidad en la que se insertan y, si se quiere ir al extremo, a la función de
seguridad que el Estado está obligado a desempeñar en beneficio de la ciudadanía.
En tal sentido, al ciudadano común le interesan los resultados concretos para
definir su percepción del desempeño policial. No le interesa saber si el incremento
delincuencial está asociado al ritmo de urbanización, a la pérdida de valores, al cierre
de oportunidades o al crecimiento acelerado del desempleo. Al ciudadano le interesa
saber que puede estar en su casa o caminar tranquilamente por las calles de la colonia,
de la ciudad o de la aldea, y que no corre el riesgo de ser robado, asaltado, violado,
herido o muerto; en última instancia, si esto ocurre, lo menos que espera es que la
Policía capture a los delincuentes y que se le aplique todo el peso de la Ley.
Las fronteras entre lo que corrompe el desempeño policial y aquello que
no, son difíciles de definir, especialmente si se emplea sólo un enfoque legal del
“buen comportamiento” (definido como respeto a las normas y reglamentos de
disciplina).
En este contexto, por “conducta indebida” se entiende a la transgresión del
comportamiento normalmente esperado o “buen desempeño” de la policía, que
incluye desde la calidad de la atención o servicios prestados a las personas hasta las
prácticas delictuales comunes, pasando por el abuso de la fuerza o de autoridad hasta
las faltas disciplinarias previstas en los reglamentos internos de los cuerpos de
policías. En este sentido, hablar de desempeño “desde la policía” no es difícil, pues
cada institución posee lo propio.
Otra línea de análisis se refiere al examen o evaluación del “rendimiento policial”,
es decir, se enfoca en medir el rendimiento operativo, el rendimiento institucional o
el rendimiento organizativo, enfatizando la eficacia y la eficiencia, esta línea de
15

estudios se inician en los años 80 y se consolida con publicaciones como las que
realizan Sherman et al (1998). Hasta el día de hoy se trata de uno de los principales
campos de investigación. Una tercera línea nos remite a una perspectiva más amplia.
Pues, hay también una serie de prácticas calificadas como conductas indebidas que
afectan la legitimidad de la acción policial y que se vinculan, en esencia, a la
inobservancia de principios, tales como la no discriminación, el buen trato, la
eficacia y la calidad de los servicios. En este caso, el buen desempeño se entiende
mejor a la luz de los códigos de conducta profesional, un contexto sociopolítico
democrático y la gestión de políticas públicas de seguridad.
Lo anterior se funda en tres tendencias que se observan con mayor o menor
intensidad en Venezuela y otros países de la región, respecto de la calidad de los
servicios policiales y sus efectos:
a) El rol de la policía en el diseño, ejecución y evaluación de nuevas estrategias de
intervención policial (+ eficiencia);
b) El interés por asegurar la eficacia de la acción policial en el marco de las
políticas de seguridad pública y ciudadana y, consecuentemente, la capacidad de
lograr el efecto impacto deseado (+ efectividad); y,
c) El reposicionamiento de la legalidad y la legitimidad social como referentes
fundamentales de una organización policial moderna, pues es ahí donde se consolida
la función socio-política de una policía (+ eficacia).

La Policía. Funciones y Situaciones


La función policial según la refiere Bayley (2017), ocupa un lugar primordial en
materia de seguridad ciudadana.”(p. 27). Por ello, la legitimidad y eficacia de las
actuaciones de estos agentes estatales son fundamentales para promover la seguridad,
la justica y los derechos humanos en las sociedades democráticas. La cuestión policial
justifica su trascendencia actual, pues, además de ejercer una función indispensable
de la administración del Estado, es un instrumento de intervención social que tiene un
efecto en las principales formas de relación entre el Estado y la sociedad.
16

Desde esta perspectiva, la función pública atribuida a los policías tiene como
principales objetivos mantener la seguridad y el orden en lugares públicos; hacer
respetar las leyes y proteger a los ciudadanos y sus bienes de peligros y actos
delictivos. En Venezuela, la función policial se divide en tres: Municipal, Estatal y
Nacional.
Cabe destacar, que las dos primeras, es decir, las policías municipal y estatal, sólo
tienen carácter preventivo. Mientras, la policía nacional tiene funciones mucho más
amplias, como salvaguardar la vida, la integridad, la seguridad y los derechos de las
personas; prevenir delitos; preservar las libertades, el orden y la paz públicos, y,
adicionalmente, investigar y perseguir a los presuntos responsables de delitos de
índole federal.
Vale acotar, que la función policial es un término cuya significación está
impulsada por toda una serie de variables que incluyen políticas públicas, factores
culturales y económicos, así como la infraestructura social y gubernamental de los
Estados. Los enfoques de esta función varían en casi todos los casos, desde una
policía con alto nivel de control, hasta lo que se ha denominado como policía por
consentimiento. El primer tipo suele ser altamente centralizado, preferentemente
reactivo y de tipo militarista. El segundo puede ser centralizado, pero interpreta la
actividad policial más bien como una respuesta a las necesidades de la comunidad
local en cuanto a la detección y resolución de los problemas que requieren
intervención policial.
En fin, el cumplimiento de esta importante responsabilidad supone un elemento
positivo para la satisfacción de las necesidades y para la tutela de las libertades y
derechos fundamentales de la sociedad. Pero, como es natural, el ejercicio de estas
facultades presenta simultáneamente la posibilidad de graves abusos o trasgresiones a
los derechos. Es precisamente en este supuesto donde los derechos humanos deben
reubicarse en la cima de la función policial.
Por otra parte, la Función Policial comprende: Proteger el libre ejercicio de los
derechos de personas, de las libertades públicas y la garantía de la paz social.
17

Prevenir la comisión de los delitos e infracciones de disposiciones legales,


reglamentarias y ordenanzas municipales.
La novel Constitución venezolana trata en su texto la idea de seguridad ciudadana
y con ello, reabre a lo interno de la Política legislativa local, la tensión entre libertad y
seguridad y el giro que en tal sentido pueda adoptarse para auspiciar el equilibrio
dentro del contexto del Estado constitucional o generar mayores contradicciones.
Parte de este devenir constitucional es el advenimiento de la legislación sobre
seguridad ciudadana, lo cual se enlaza con necesidades postergadas de regulación de
la función policial de tal modo que el modelo de seguridad que se vaya gestando,
orientado en el sentido expresado por Baratta como; el derecho a la seguridad; o la
seguridad de los derechos; realizará o negará los postulados de un Estado declarado
Constitucional, en tanto que Estado de los derechos humanos.
Artículo 1 Objeto, el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley tiene por objeto
regir las relaciones de empleo público entre los funcionarios y funcionarias policiales y
los cuerpos de policía de la Administración Pública nacional, estadal y municipal, lo
cual comprende: El sistema de dirección y de gestión de la Función Policial y la
articulación de la carrera policial. El sistema de administración de personal, el cual
incluye la planificación de recursos humanos, procesos de reclutamiento,
selección, ingreso, inducción, educación y desarrollo, planificación de la
carrera, evaluación de méritos, ascensos, traslados, transferencias, valoración y
clasificación de cargos, jerarquías, escalas de remuneraciones y beneficios,
permisos, licencias y régimen disciplinario. Los derechos, garantías y deberes
de los funcionarios y funcionarias policiales en sus relaciones de empleo
público.

Específicamente en el Artículo 2 establece las siguientes Finalidades


1. Regular el sistema de administración de personal de los funcionarios y
funcionarias policiales para garantizar su idoneidad en la prestación del servicio de
policía.
2. Establecer un régimen uniforme y razonable de remuneraciones y beneficios
sociales de los funcionarios y funcionarias policiales, que reconozca su compromiso
institucional, formación, responsabilidades, desarrollo y desempeño profesional.
18

3. Establecer la organización jerárquica y la distribución de las responsabilidades


en los diversos ámbitos de decisión y ejecución de las instrucciones para el mejor
cumplimiento de la Función Policial, común para los distintos ámbitos político-
territoriales de desarrollo del servicio de policía.
4. Regular el sistema equilibrado de supervisión interna y externa del desempeño
policial, contemplado en los artículos 77 al 81 de la Ley Orgánica del Servicio de
Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana, conforme a los principios de la
intervención oportuna; el fomento de buenas prácticas policiales; la corrección
temprana de las desviaciones y la responsabilidad administrativa individual;
señalando el marco de tipificación de las infracciones, así como los procedimientos
para identificarlas, detectarlas y controlarlas con eficacia, asegurando así el
cumplimiento de la Constitución de la República y la ley, el respeto de los derechos
humanos, la dignificación y profesionalización de los funcionarios y funcionarias
policiales y la corresponsabilidad de la comunidad en la gestión de la seguridad
ciudadana.
Por otra parte, el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley es aplicable a todos
los funcionarios y funcionarias policiales que prestan servicio al Cuerpo de Policía
Nacional Bolivariana y demás cuerpos de policías estadales y municipales regulados
por la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional
Bolivariana. Artículo 3 Ámbito de aplicación
Se entenderá por funcionario o funcionaria policial toda persona natural que, en
virtud de nombramiento expedido por la autoridad competente de conformidad
con los procedimientos establecidos en la Constitución de la República y en
este Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley, se desempeñe en el ejercicio de
función pública remunerada permanente, siempre que comporte el uso potencial
de la fuerza física, de conformidad con lo previsto en el artículo 4º de la Ley
Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana.
No se permitirá la condición de funcionarios y funcionarias policiales ad
honorem u honorarios.

Parágrafo único: Quedan excluidos y excluidas de la aplicación de este Decreto


con Rango, Valor y Fuerza de Ley los funcionarios públicos, funcionarias públicas,
19

obreros, obreras y personal contratado al servicio de los cuerpos de policía que


brindan funciones de apoyo administrativo a la Función Policial y no ejercen
directamente la Función Policial.
El artículo 4 de la Función policial estable lo siguiente: La Función Policial
comprende:
1. Proteger el libre ejercicio de los derechos de personas, de las libertades
públicas y la garantía de la paz social.
2. Prevenir la comisión de los delitos e infracciones de disposiciones legales,
reglamentarias y ordenanzas municipales.
3. Apoyar a las autoridades competentes para la ejecución de las decisiones
legítimamente adoptadas.
4. Controlar y vigilar las vías de circulación, canales, ríos, lagos, mar territorial,
puertos y aeropuertos, así como también el tránsito de peatones, tracción de sangre,
vehículos, naves y aeronaves de cualquier naturaleza.
5. Facilitar la resolución de conflictos mediante el diálogo, la mediación y la
conciliación.

Indicadores del Desempeño Policial


Indicadores de Resultados: utilizado para medir el cumplimiento de objetivos
específicos en el marco de una estrategia. Se trata de conocer el resultado de las
acciones emprendidas para la consecución de un objetivo. Un ejemplo:
Objetivo general: reducir la criminalidad en el territorio X.
Objetivo específico: fomentar la participación ciudadana en la co-producción de
seguridad.
Indicador de resultado: porcentaje de vecinos involucrados activamente en
consejos de seguridad.
Indicadores de Procesos o Actividades: utilizados para conocer el progreso en la
implementación de actividades específicas necesarias para dar cumplimiento a los
objetivos del plan.
20

Objetivo general: reducir la criminalidad en el territorio X.


Objetivo específico: fomentar la participación ciudadana en la co-producción de
seguridad
Indicador de proceso: número de reuniones realizadas en los últimos 6 meses.

Tipos de Indicadores de Desempeño Policial


Indicadores de Criminalidad y Violencia: la disminución de la criminalidad es sin
duda la principal tarea de las policías y en general de los órganos e instituciones
dedicados a la seguridad pública. La incidencia de la criminalidad es medida
habitualmente a través de las tasas de delitos registrados en un territorio delimitado en
un periodo de tiempo específico. Ahora bien, no todos los delitos son utilizados en
este sentido: en primer término, debido a la gran cantidad de actos tipificados como
delictivos; en segundo, por la diversidad del impacto (económico o social) que ellos
traen asociados; y tercero, por las características delictivas de una nación. Así, delitos
que en un país tienen una gran importancia, en otros pueden no tener ninguna.

Indicadores de percepción de inseguridad: la percepción de (in)seguridad es una


dimensión cada vez más relevante de la seguridad pública y sin duda trasciende el
accionar de las policías. La percepción de los ciudadanos sobre el estado de la
seguridad no se condice necesariamente con el estado real de la criminalidad.
Tampoco los efectos de la inseguridad percibida son homologables con los de la
criminalidad, puesto que más bien apuntan hacia las limitaciones en el accionar
cotidiano de los individuos.

Indicadores de actividad policial: este tipo de indicadores nos permiten conocer


y medir las áreas de desempeño de los policías, el énfasis en cada una, la proporción
de tiempo dedicado, el tipo de tareas asociadas, el contingente asignado, entre otras
dimensiones. Puede decirse que la actividad policial básicamente se divide en dos
ámbitos: investigación y prevención.
21

Indicadores de malas prácticas policiales: En el esfuerzo por cumplir con sus


metas institucionales, puede olvidarse que la policía está siempre propensa a incurrir
en malas prácticas tales como corrupción, violencia innecesaria y arbitrariedad en las
acciones. Estas conductas deben también ser observadas con detención, medidas y
monitoreadas. Ellas tienen un efecto directo sobre la relación con la ciudadanía,
afectan su confianza en la institución y la percepción de seguridad.

Indicadores de gestión institucional: En este ámbito encontraremos una


multiplicidad de dimensiones diferentes que pueden ser medidas. Podremos medir la
eficiencia en el uso de los recursos, entendida como la relación entre los recursos
(humanos o materiales) asignados y el cumplimiento de los objetivos propuestos.
Los sistemas de reclutamiento y formación también pueden ser cuantificados, con
el fin de conocer si se están respondiendo a los objetivos trazados respecto de la
cobertura de la convocatoria, el perfil de los postulantes o la calidad del proceso de
selección. La estructura institucional y las cadenas de mando son otra dimensión
relevante para conocer cuál es el flujo de la información en el interior de la
institución, horizontal y verticalmente. También en esta dimensión podremos dar
cuenta del funcionamiento de los sistemas de control interno, si son eficaces en la
detección, investigación y sanción de conductas indebidas, o si, por el contrario, son
ineficaces en su tarea.

Indicadores de relación entre policía y comunidad: tal como hemos revisado


para otros indicadores, la comunidad resulta ser un informante fundamental a la hora
de medir el desempeño policial. Si consideramos que el principal ‘cliente’ de la
policía es la comunidad a la que sirve, resulta evidente que es ésta quien mejor puede
referirse a la calidad del servicio que presta, la confianza que siente en ella, evaluar el
trato que recibe de su parte, entre otros ámbitos. Directa o indirectamente, toda la
ciudadanía se relaciona con la policía, por tanto será la opinión de toda ella que nos
22

interese. Sin embargo, es fundamental hacer la distinción entre conocimiento directo


e indirecto. El primero lo podemos encontrar entre quienes han requerido de sus
servicios, habiendo asistido a una comisaría, por ejemplo, o que pertenezca a un
comité de trabajo conjunto con policías. Ellos nos podrán informar sobre aspectos
específicos (como el tiempo de respuesta o de espera para hacer una denuncia, o la
calidad del trato recibido). El conocimiento indirecto, en tanto, apunta hacia ámbitos
más generales, aunque no menos importantes. Estos son, entre otros, la confianza en
la actuación policial, la sensación de seguridad (o inseguridad) que le genera la
policía, la magnitud y frecuencia de la presencia policial en el barrio.

Problemas en la Supervisión Policial


Supervisión Policial como función inherente al Servicio del Nivel Estratégico
Como parte de las medidas que ha adoptado el Consejo General de Policía (CGP)
y por ende el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz
(MPPIJP), para la reforma de los cuerpos policiales en Venezuela, se han consolidado
una serie de principios rectores para la actuación policial, entre los que destaca el uso
progresivo y diferenciado de la fuerza policial (UPDFP) como un estándar de
obligatorio cumplimiento por las funcionarias y los funcionarios policiales en el
marco de la garantía a los derechos humanos.
En ese sentido, en la denominada Baquía del CGP: Tu fuerza es mi medida
(adaptada a la resolución N° 39390 del 19 de marzo de 2009 del MPPIJP), se
establece que “En el nuevo modelo, la Policía lucha contra el delito apegada al estado
de derecho, el respeto a los derechos humanos y haciendo uso progresivo y
diferenciado de la fuerza policial cuando sea necesario, según los niveles de
resistencia de la ciudadana o el ciudadano y ajustados a los principios de legalidad.
Sus funcionarias y funcionarios utilizarán el arma de fuego sólo en circunstancias
extremas, como reacción al ejercicio de una fuerza letal para la defensa de la propia
persona o de los terceros, ante una agresión ilegítima y atendiendo a los principios de
necesidad, oportunidad y proporcionalidad”.
23

Ello en concordancia con el artículo 55 de la Constitución Nacional que establece


la protección que brinda el Estado a sus ciudadanos, y que afirma que “los cuerpos de
seguridad del Estado respetarán la dignidad y los derechos humanos de todas las
personas. El uso de armas o sustancias tóxicas por parte del funcionario policial y de
seguridad estará limitado por principios de necesidad, conveniencia, oportunidad y
proporcionalidad, conforme a la ley”.
Recordemos que entre las principales funciones que tienen las instituciones
policiales, y las funcionarias y los funcionarios encargados de cumplir y hacer
cumplir la ley, se encuentra el uso legítimo de la fuerza y de las armas de fuego,
razón por la cual el comportamiento ético de los policías resulta esencial para cumplir
de manera adecuada con su función, respetando los principios de legalidad,
necesidad, proporcionalidad y garantía de lesividad mínima y no omitir su rol de
asistencia cuando sea necesaria.
Para su regulación, el artículo 68 de la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del
Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana sostiene que el uso de la fuerza por parte de
los cuerpos de policía estará orientado por el principio de afirmación de la vida como
valor supremo constitucional y legal, la adopción de escalas progresivas para el uso
de la fuerza en función del nivel de resistencia y oposición de la ciudadana o el
ciudadano, los procedimientos de seguimiento y supervisión de su uso, entrenamiento
policial permanente y difusión de instructivos entre la comunidad, a fin de facilitar la
contraloría social en esta materia.
El traspaso en el uso de la fuerza mortal sólo estará justificado para la defensa de
la vida del policía o de una tercera o un tercero y cuando efectivamente se demuestre
que no hay posibilidad de usar medios menos letales que la fuerza o el arma, de
acuerdo a los principios señalados anteriormente. Todo ello en concordancia con los
principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de armas de fuego por las
funcionarias y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, adoptados por el
8º congreso de las Naciones Unidas Sobre la Prevención del Delito y del Tratamiento
24

del Delincuente (1991), lo que nos convierte en un país garante de los preceptos
legales internacionales establecidos para la regulación de los cuerpos policiales.

Principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de armas de fuego

El método considera de manera general: a.- La obligación de la funcionaria y el


funcionario policial de actuar de acuerdo a los principios universales de legalidad,
necesidad y proporcionalidad. b.- La obligación de la funcionaria y el funcionario
policial de garantizar en todo momento los derechos humanos de la ciudadana, el
ciudadano o grupos de estos. c.- La mayoría de los encuentros entre policías y
ciudadana, ciudadano o grupos de estos consisten en la mediación de conflictos e
intervención en las faltas, y no necesariamente tienen que ver con la neutralización de
hechos delictivos.
Igualmente sostiene que: d.- La actitud asumida por las personas durante la acción
policial puede ser cooperativa, indecisa o no cooperativa. De ellas, se derivan los
niveles de fuerza a utilizar y es deber de quien conoce el método crear las condiciones
necesarias para que la actitud ciudadana sea siempre cooperativa. e.- La aplicación
de la fuerza debe ser justificada, proporcional, progresiva y regresiva una vez
neutralizada la resistencia, brindando seguridad desde el punto de vista legal, médico
y táctico, tanto a la ciudadana, al ciudadano o grupos de estos como a la funcionaria o
el funcionario policial.

Sistema de Control de las Actuaciones Policiales


Órganos de Control Interno: Contraloría Policial
El objetivo de la instituciones es coadyuvar con la capacitación de los Comités
Ciudadanos de Control Policial, instancias representadas por la comunidad
organizada y creadas con el fin de hacer seguimiento del desempeño de estos
organismos en cuanto a la gestión administrativa, funcional y operativa y la adopción
25

de los estándares que rigen el servicio conforme con lo establecido en la Ley


Orgánica del Servicio de Policía y Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana.
En palabras de Loreto (2022), muestra que “esta labor formativa da cumplimiento
a lo previsto tanto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela como
en el Plan Estratégico del máximo organismo contralor para fortalecer la
participación ciudadana en el control de la gestión pública” (p. 2)
Al respecto, Durán (2019), manifiesta que uno de los aportes de la Contraloría
Policial “es educar a los ciudadanos para que sean garantes del funcionamiento
eficaz, eficiente y transparente de los cuerpos de seguridad y que además se incluyan
espacios de contraloría social y rendición de cuentas al pueblo”. La misma también
aporta que el nuevo modelo no será posible si se mantiene la creencia de que es un
asunto solamente de los organismos de seguridad. Así mismo las comunidades
pueden y deben sumarse para concretar el funcionamiento óptimo del servicio
policial.
Es importante mencionar que el Ministerio del Poder Popular para Relaciones
Interiores, Justicia y Paz adelanta la conformación de Comités Ciudadanos de Control
Policial en todo el país, quienes ejercerán la contraloría externa de los cuerpos de
seguridad desde la perspectiva comunitaria. Por ello el interés de la Contraloría
General de la República en compartir conocimientos técnicos con los servidores
públicos que ejercerán como agentes multiplicadores ante estas instancias del Poder
Popular.
26

CONCLUSIONES

La seguridad ciudadana no es un problema solamente de la policía, la


delincuencia, la violencia y la inseguridad son realidades que tienen, al menos, una
faceta socioeconómica, un componente sistémico-estructural y una aproximación
político- gubernamental. En rigor, los intentos por reducirlas o contenerlas exigen
políticas públicas consistentes y duraderas, un consenso sobre la manera de enfrentar
las causas y sus manifestaciones, una alta capacidad técnica y la voluntad política,
entre otros aspectos también importantes.
En el mismo sentido y desde un punto de vista técnico, los diagnósticos y
evaluaciones en distintos países revelan que es más probable tener éxito si se adoptara
un enfoque multidisciplinario, si se desarrollan acciones en diversos planos
(integralidad) y en la escala aconsejable (nivel local), involucrando a diversos actores
y segmentos de la sociedad civil (política pública y participación social).
Desde este punto de vista, pensamos que las políticas de seguridad no serán
exitosas si no conviven coordinadamente con la política social, con la política
criminal y con la necesaria reforma del Estado o la modernización del aparato
público. Pero, definitivamente, tampoco serán exitosas si no se promueve el
empoderamiento y la apropiación de los gobiernos locales. El aparato público debe
bajar hacia la gente y ésta debe poder transformarse en el gestor de su propia calidad
de vida.
A demás es de resaltar que se deben vencer obstáculos jurídicos y resistencias
organizacionales derivadas de culturas políticas y una institucionalidad que no está a
la altura de las necesidades y urgencias. Estamos de acuerdo de que en Venezuela y
particularmente en el Municipio Juan German Rocío Nieves del estado Guárico, se ha
intentado aplicar una política y una estrategia de seguridad pública cuya principal
debilidad ha sido la ausencia de condiciones apropiadas para resolver nudos y
procesos críticos propios de la gestión de seguridad: información, coordinación,
monitoreo de intervenciones, evaluación y aprendizaje organizacional.
27

De allí, que desde el punto de vista de las política públicas, es posible identificar
algunas deficiencias comunes que dificultan el desempeño de las instituciones
responsables de las políticas de seguridad pública y acrecientan la necesidad de
mejorar las competencias para una mejor gestión entre ellas se destacan las
siguientes:
La acción pública mantiene aún importantes límites sectoriales que impiden un
abordaje integral de los problemas.
La planificación de los organismos públicos en este campo es de corto plazo,
debido al marco legal y presupuestario.
Las evaluaciones de procesos, resultados, impacto, calidad del servicio y
satisfacción del usuario son poco frecuentes, especialmente, en el ámbito de la policía
y administración de justicia.
El escaso desarrollo de un enfoque de coproducción derivada de limitaciones
institucionales, presupuestarias y subjetivas (cultura institucional)
La modernización de la gestión de la seguridad implica un cambio en las
relaciones del Estado con el ciudadano y apunta al fortalecimiento y
perfeccionamiento de su capacidad gestora, reguladora y productora de servicios. Por
ello, un giro significativo es, entonces, la introducción, promoción y fortalecimiento
del rol de la sociedad civil en objetivos de interés común y en tareas que antes eran
exclusivas de algunos organismos estatales.
Es necesario sumar a los gobiernos locales, la acción de la comunidad organizada
y definir políticas públicas de largo alcance. Dentro de éstas, a su vez, conceptos
como los que se señalan deben ocupar un lugar relevante:
i. Participación social efectiva y productiva
ii. Liderazgo y coalición local
iii. Énfasis socio-preventivo
iv. Diseño de estrategias de acción policial multidisciplinarias.
v. Monitoreo y evaluación de la eficacia en políticas de seguridad
vi. Aprendizaje social e inteligencia colectiva
28

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Adon, H. (2018), El Problema de la Seguridad". Trabajo Inédito, presentado para la


reforma de Policía Comunitaria de la Ciudad de Panamá. Entre Ríos. 2000.

Bayley D. (2017). "Policía, Sociedad y los Nuevos Problemas de Relación".


Disponible: http//www/revista.ucm.es/trs/02140314/artículos

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, publicada en Gaceta Oficial


del jueves 30 de diciembre de 1999, N° 36.860

Duran H (2019), El futuro de la democracia en Venezuela. Universidad Central de


Venezuela. Caracas (Venezuela).

Ley Nacional de Policías, (2007) decretada en Gaceta Oficial de la República


Bolivariana de Venezuela Nº 38.617

Ley Plan de la Patria – Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de


la Nación 2019-2025. Publicado en Gaceta Oficial de la República Bolivariana
de Venezuela Nº 25.125 Extraordinario, 17 de Enero 2019.

Loreto D (2022), Policía Comunitaria". Temas y debates en la reforma de la


seguridad pública.

Manual de Uso Progresivo y Diferenciado de la Fuerza Policial. Emanado del


Consejo General de Policía (2015), Revista Anual. Caracas Venezuela.

También podría gustarte