Covid 19.bio35

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UNIVERSIDAD AUTONOMA GABRIEL RENE

MORENO

FACULTAD DE CIENCIAS AGRICOLAS

Carrera: Biología
Materia: BIO335 - Microbiología
Alumno: Gabriela Fuentes Flores
Código: 218020856
Docente: M.Sc. Milenka Velasco
Semestre: 2-2021
INTRODUCCION
Los virus son parásitos intracelulares extremos: solo son capaces de reproducirse si entran
dentro de una célula de un ser vivo y toman el control de sus mecanismos biológicos,
convirtiéndola en una fábrica de viriones.

Su tamaño va desde 17 nanómetros (una molécula de hemoglobina tiene 6,4 nanómetros de


diámetro) hasta aproximadamente 300 nanómetros, mayor que el de las bacterias pequeñas.
Pueden caracterizarse y clasificarse sobre la base de sus células hospedadoras habituales, de
su contenido de ácido nucleico (DNA o RNA, de cadena simple o doble), y de sus formas
específicas, que se determinan por la estructura de la cápside proteínica.

Las proteínas de la cápside pueden tomar la forma de una hélice, como el virus del mosaico del
tabaco y el de la gripe, o la forma de las placas triangulares dispuestas de un poliedro, como en
el adenovirus y los bacteriófagos T pares. La cápside puede estar rodeada por capas
adicionales o tener otras estructuras proteínas complejas unidas a ella.

ORIGEN DE LOS VIRUS


Los virus tienen ciertas características que les impiden detectar su origen. Por ejemplo,
infectan a cualquier organismo, no se fosilizan, tienen múltiples orígenes y, lo más importante,
pueden mutar o recombinarse más rápido que las células, y sus genes se mezclan con los de su
hospedero.

No obstante, existen diversas hipótesis:

 La primera explica que su origen se remonta a etapas tempranas de la Tierra, anteriores al
comienzo de las células. En la actualidad se han determinado varias secuencias genómicas de
virus de RNA que son más pequeños que los del DNA. Por ello, se plantea que surgieron en las
primeras etapas de la vida en particular en el mundo de RNA proteínas. Sin embargo, un contra
argumento es que los virus necesitan de una célula para poder replicarse.

La segunda hipótesis -llamada reduccionista- plantea que los virus fueron células que
perdieron componentes genéticos a través del tiempo y se convirtieron en agentes infecciosos
como hoy los conocemos.

Finalmente, la hipótesis del escape explica que los genomas virales se originaron a partir de los
genomas de sus hospederos. Por ejemplo, los fagos, virus que infectan a las bacterias,
surgieron a partir de genomas bacterianos; los que afectan a las plantas fue a partir de éstas y
de otros organismos que interactúan con ellas como los hongos y los insectos.

Hasta ahora no se ha podido demostrar que una de esas tres hipótesis sea la correcta, y todas
ellas contradicen de alguna manera la definición o la composición de los virus. El estudio
comparativo de los genomas de virus y células no ha logrado aún aclarar el origen de los virus,
pero sí empieza a consolidar la idea de que los virus son ancestrales y anteriores a la división
de la vida en tres dominios. 

Aunque siempre hemos tenido presentes los virus (por la gripe, por ejemplo), en estos días se
habla más de ellos que nunca, debido a la pandemia a nivel mundial que ha provocado el
Coronavirus SARS-CoV-2.
VARIANTES DEL SARS-CoV-2
Sin embargo, no es el primer coronavirus que aparece en nuestras vidas. El primero de ellos se
descubrió hace casi 60 años:

 HCoV-229E. Se descubrió en 1966. Provoca en humanos una enfermedad respiratoria


similar a una gripe.

 HCoV-0C43. Se descubrió en 1967. También provoca en humanos una enfermedad


respiratoria similar a una gripe.

 SARS-CoV. Originó la epidemia del síndrome respiratorio agudo grave. Se descubrió en


noviembre de 2002, en la provincia de Cantón, China.

 HCoV-NL63. Se identificó en los Países Bajos en 2003, en un niño con bronquiolitis.

 HCoV-HKU1. Se descubrió en 2005 en dos pacientes de la ciudad china de Hong-Kong.

 MERS-CoV. Provoca el síndrome respiratorio de Oriente Medio, enfermedad infecciosa


que se identificó por primera vez en 2012 en Arabia Saudita.

Estos son sólo los coronavirus que se han identificado como causantes de enfermedades en
humanos.

La Organización Mundial de la Salud ha identificado once variantes del virus SARS-CoV-


2 responsable de la pandemia de COVID-19.

La OMS ha determinado como variantes de preocupación a las que ha designado con una
nomenclatura basada en el alfabeto griego.

Variante Alfa Variante Beta Variante Gamma Variante Delta

Detectada en Detectada en Sudáfrica Detectada en Japón y Brasil Detectada en India


Inglaterra

Incrementa la Incrementa la Incrementa la Incrementa la transmisibilidad


transmisibilidad transmisibilidad transmisibilidad

No aumentaría Leve aumento de Aumento moderado de Aumento moderado de


riesgo de reinserción reinfección reinfección
reinfección

Aumenta riesgo de Muy baja pérdida de No afecta efectividad  de Mínima/moderada disminución
hospitalización efectividad de la vacuna las vacunas AstraZeneca y de efectividad para Vacuna
Coronavac; mínima para CoronaVac; mínima a Pfizer y una importante baja con
Moderna y Pfizer; moderada disminución una dosis de AstraZeneca. Aún
moderada para las para Moderna, Pfizer y en estudio otras vacunas.
demás. Janssen.

Más riesgo de Se ha descrito una variante


casos severos y Delta con otra mutación,
muerte denominada Delta Plus que
aumenta aún más su
transmisibilidad.

No disminuiría
efectividad de las
vacunas

COMPOSICION QUIMICA DEL SARS-CoV-2

Se reconocen cuatro géneros de


coronavirus: Alphacoronavirus, Betacoronavirus, Gammacoronavirus  y     Deltacorona
virus. El examen genealógico del SARS-CoV-2 reveló que pertenece al coronavirus del
género betacoronavirus.
Los coronavirus reciben su nombre debido al aspecto que presentan sus viriones al
microscopio electrónico, semejante a una corona solar (con proyecciones de
superficie) gracias a sus proteínas de superficie. Estructuralmente los coronavirus son
virus esféricos que miden entre 80 a 160 nanómetros de diámetro, con una envoltura
de bicapa lipídica y que contienen genoma de ARN monocatenario (ssRNA) de
polaridad positiva de entre 27 y 30 kilobases de longitud. El genoma del virus SARS-
CoV-2 codifica 5 proteínas estructurales, las cuales están codificadas dentro del
extremo 3’ del genoma viral:

 Glucoproteína S (espiga): La glucoproteína S trimérica es una proteína de fusión


de clase I y media la unión al receptor del huésped. La glucoproteína S es
escindido por una proteasa similar a la furina de la célula huésped en dos
polipéptidos separados denominados S1 y S2. S1 constituye el gran dominio de
unión al receptor de la proteína S, mientras que S2 forma el tallo de la molécula
espiga.
 Proteína E (envoltura): La proteína E transmembranal tiene un ectodominio N-
terminal y un endodominio C-terminal y tiene actividad de canal iónico. La
actividad del canal iónico en la proteína E del SARS-CoV no es necesaria para la
replicación viral, pero sí podría serlo para la patogénesis. Facilita el ensamblaje
y la liberación del virus.
 Proteína M (membrana): Es la proteína estructural más abundante en el virión.
Es una proteína pequeña con tres dominios transmembrana. Se sugirió que la
proteína M existe como un dímero en el virión, y puede adoptar dos
conformaciones diferentes, lo que le permite promover la curvatura de la
membrana y unirse a la nucleocápside. Se cree que esta proteína le otorga la
forma al virión.
 Proteína N (nucleocápside): Se compone de dos dominios separados, un
dominio N-terminal y un dominio C-terminal, ambos capaces de unirse al ARN
in vitro, pero cada dominio utiliza diferentes mecanismos para unirse al ARN. La
proteína N también está muy fosforilada, y se ha sugerido que la fosforilación
desencadena un cambio estructural que mejora la afinidad por el ARN viral
versus el no viral. La proteína N se une al genoma viral en una conformación de
tipo perlas en una cuerda.
 Hemaglutinina-esterasa (HE): Está presente en un subconjunto de
betacoronavirus. La proteína actúa como una hemaglutinina, se une a los
ácidos siálicos en las glucoproteínas de superficie y contiene actividad acetil-
esterasa. Se cree que estas actividades mejoran la entrada de células mediadas
por la proteína S y la propagación del virus a través de la mucosa.
Entre estas cinco proteínas, las más importantes son la proteína N y la proteína S,
donde la primera ayuda al virus a desarrollar la cápside y la estructura viral completa
de manera apropiada y la última ayuda a la unión del virus a las células del huésped
BIBLIOGRAFIA
https://cobcm.net/
https://observatorio.medicina.uc.cl/

https://unamglobal.unam.mx/

https://observatorio.medicina.uc.cl/

https://www.quimica.es/

(Cochabamba (Bolivia). Universidad Mayor de San Simón. Facultad de Ciencias Médicas. &
Antezana-Llaveta, 2020)

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