Contrato Realidad

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Contrato de trabajo realidad.

Requisitos
para declararlo
Portada Derecho laboral Contrato de trabajo Por Gerencie.com en 21/08/2020
El contrato de trabajo realidad es aquel que resulta de una relación contractual
civil o comercial que el juez declara como una relación laboral, en vista que
encuentra configurados los elementos de una relación laboral independientemente
de la denominación que las partes hayan dado al contrato.
Tabla de contenido
 La mimetización o camuflaje de las relaciones laborales.
 La presunción del contrato de trabajo por la ley.
 La realidad se impone a las formas contractuales.
 Requisitos para declarar el contrato de trabajo realidad.
 La subordinación como pieza fundamental del contrato
de trabajo realidad.
 Elementos indicativos de la subordinación.
 Carga de la prueba en la declaración del contrato de
trabajo realidad.
 Lo que debe probar quien alega el contrato realidad.
 Consecuencias de la declaración del contrato de trabajo realidad.
 Salario en el contrato de trabajo realidad.

La mimetización o camuflaje de las relaciones


laborales.
El contrato de trabajo realidad surge como consecuencia de haber utilizado
distintas figuras jurídicas para camuflar o mimetizar la existencia de un contrato de
trabajo.
Contrato de trabajo.Contrato de trabajo, los elementos que le dan origen, sus
tipos, clases, formas o modalidades.
Esto se hace con la intención de defraudar los derechos del trabajador por cuanto
una relación laboral implica reconocer más derechos al trabajador, como el pago
de prestaciones sociales, seguridad social, aportes parafiscales, trabajo extra,
recargos nocturnos, trabajado dominical y festivo, etc.
Para evitarse esos costos los empleadores utilizan los contratos de servicios,
contratos comerciales, empresas de servicios temporales o cooperativas de
trabajo asociado con el fin de evitar el reconocimiento de la relación laboral.

La presunción del contrato de trabajo por la ley.


El contrato de trabajo realidad tiene su origen en dos presunciones que la ley hace
en favor del trabajador.
Es el caso del artículo 24 del código sustantivo que reza lo siguiente:
«Se presume que toda relación de trabajo personal está regida por un contrato de
trabajo.»
También el numeral 2 del artículo 23 del código sustantivo del trabajo, en su
numeral 2 hace referencia al contrato realidad cuando expresa:
«Una vez reunidos los tres elementos de que trata este artículo se entiende que
existe contrato de trabajo y no deja de serlo por razón del nombre que se le dé ni
de otras condiciones o modalidades que se le agreguen.»
La ley está presumiendo la existencia de un contrato de trabajo cuando se dan las
anteriores circunstancias y partiendo de esa presunción es que el juez declara la
existencia del contrato realidad.

La realidad se impone a las formas contractuales.


La declaración del contrato de trabajo realidad se basa en que la realidad se
impone a las formas contractuales asumidas o acordadas por las partes.
Eso hace que la denominación del contrato firmado por las partes resulte
irrelevante frente a la lectura que el juez haga de la realidad en la que se ejecutó
el contrato objeto de análisis.
La sala laboral de la Corte suprema de justicia en sentencia 48448 del 25 de julio
de 2018 con ponencia del magistrado Rigoberto Echeverri Bueno señaló:
«Precisado lo anterior, debe reiterar la Sala que aunque los contratos celebrados
por las partes entre el 1 de octubre de 1999 y el 28 de febrero de 2004 tenían el
rótulo de «contrato de prestación de servicios» u «orden de prestación de
servicios», y en ellos se había manifestado que el actor tendría la calidad de
contratista de la entidad para ejercer funciones como promotor en salud o
educador en salud, ello constituye una formalidad establecida por los sujetos de la
relación laboral, la cual no puede estar por encima de lo que haya sido realmente
el desarrollo material de la vinculación, pues es precisamente como se dio
efectivamente la ejecución de ésta, lo que debe tener primacía frente a lo pactado
por las partes, en virtud del principio constitucional de la prevalencia de la realidad
sobre las formas. Justamente, este principio protege a la parte débil del vínculo,
en este caso el trabajador, de cualquier posible manifestación de voluntad de éste
relativa a desconocer los derechos y beneficios que le asisten en virtud de la
legislación del trabajo, como lo expresó la Corte en sentencia CSJ SL8936-2015.»
Que las partes firmen un contrato de servicios no impide que el juez aprecie el
trasfondo de la relación contractual y determine que lo que hubo fue un contrato
de trabajo.

Requisitos para declarar el contrato de trabajo


realidad.
Para que se declare la existencia de un contrato de trabajo realidad se deben
cumplir 3 requisitos que exige toda relación laboral y que encontramos en el
artículo 23 del código sustantivo del trabajo:
 El servicio debe ser prestado personalmente por el mismo trabajador
(prestación personal del servicio).
 En la ejecución del servicio debe presentarse una continuada
subordinación del trabajador frente al empleador.
 Recibir una remuneración por la prestación personal del servicio.
Una vez se configuren esos tres requisitos se considerará la existencia de un
contrato de trabajo a pesar de que las partes le hayan dado otro nombre.

La subordinación como pieza fundamental del contrato de trabajo


realidad.
El elemento clave que determina le existencia de un contrato realidad es la
subordinación a la que se somete el trabajador.
Esta es definida así por el artículo 24 del código sustantivo del trabajo:
«La continuada subordinación o dependencia del trabajador respecto del
empleador, que faculta a éste para exigirle el cumplimiento de órdenes, en
cualquier momento, en cuanto al modo, tiempo o cantidad de trabajo, e imponerle
reglamentos, la cual debe mantenerse por todo el tiempo de duración del
contrato.»
Al respecto ha señalado la sala laboral de la Corte suprema de justicia en
sentencia 63339 del 25 de julio de 2018 con ponencia de la magistrada Clara
Cecilia Dueñas Quevedo afirmó:
«Advierte la Sala que si bien en un convenio de prestación de servicios, el
contratante o la persona que este designe para su coordinación puede dar
algunas indicaciones al contratista para la ejecución de las labores a desarrollar,
aquellas deben generarse en un marco que no elimine la independencia y
autonomía de este, de modo que es la forma en que se ejecute la relación de
trabajo entre las partes lo que determina si se trata de un verdadero contratista o
de un trabajador subordinado, en virtud de la aplicación del mencionado principio
de la primacía de la realidad sobre las formas contractuales.»
Es decir que el contratista puede recibir instrucciones, ser supervisado pero no
hasta el punto en que esté sometido de tal forma que pierda la autonomía que
caracteriza las relaciones contractuales distintas a la laboral.

Elementos indicativos de la subordinación.


Existen elementos indicativos o indiciarios que apuntan a la existencia de la
subordinación, como es la imposición de horarios, y sobre todo, las decisiones
encaminadas a disciplinar al trabajador.
En la sentencia 43364 del 23 de agosto de 2017 con ponencia del magistrado
Gerardo Botero Zuluaga, la sala laboral de la Corte suprema de justicia hace las
siguientes reflexiones:
«Tampoco es posible asumir, como se hizo en la sentencia de primer grado, que
era admisible que, en el marco de una relación civil, una de las partes pudiera
hacer llamados de atención, con exigencias como las que aquí se demostraron,
pues las obligaciones se fundamentan en una relación simétrica en la que,
eventuales afectaciones se resuelven a través de otras prácticas, relacionadas
con las cláusulas del incumplimiento del convenio, que jamás se hicieron
efectivas, pero no la de memorandos, anotaciones a hojas de vida, exaltaciones o
disciplinamiento ante el grupo de trabajadores.»
Es evidente que si el contratante regaña y reprende constantemente a su
contratista, lo que tiene no es un contratista sino un empleado subordinado.

Carga de la prueba en la declaración del contrato de trabajo


realidad.
Sucede que la ley establece una presunción en favor del trabajador que presta un
servicio personal bajo la continuada subordinación, y esa presunción debe ser
desvirtuada por el empleador, de modo que es este quien debe probar que no
hubo prestación personal del servicio o que no hubo subordinación.
La corte constitucional de antaño (C-665-98) tiene dicho al respecto que:
«El empleador, para desvirtuar la presunción, debe acreditar ante el juez que en
verdad lo que existe es un contrato civil o comercial y la prestación de servicios no
regidos por las normas de trabajo, sin que para ese efecto probatorio sea
suficiente la sola exhibición del contrato correspondiente.»
A su turno, la sala laboral de la Corte suprema de justicia en sentencia dijo 52358
del 3 de mayo de 2018 con ponencia del magistrado Riboberto Echeverri Bueno
afirmó:
«Reitera que, para este tipo de casos, al demandante le bastaba con probar la
prestación o la actividad personal para que se presumiera la existencia del
contrato de trabajo y era al empleador a quien correspondía desvirtuarla.»
El trabajador reclama el derecho y el empleador debe desvirtuarlo.

Lo que debe probar quien alega el contrato realidad.


El trabajador que alega la existencia del contrato de trabajo realidad debe probar
al menos dos elementos:
1. La prestación personal del servicio y

2. Los extremos temporales de la relación contractual.


Es importante resaltar lo que señala la sala laboral de la Corte suprema de justicia
en sentencia 53801 del 21 de febrero de 2018 con ponencia del magistrado Jorge
Mauricio Burgos Ruiz:
«Ciertamente, al que invoca la existencia del contrato de trabajo le corresponde
demostrar la prestación personal del servicio, así se favorece de la presunción del
artículo 24 del CST.»
La prestación personal del servicio junto con las fechas en las cuales se inició y/o
terminó la relación contractual, son los elementos que dan vida a la presunción en
favor del trabajador.
Con todo, como lo ha dicho la corte en la misma sentencia, lo anterior admite
prueba en contrario, de modo que el empleador puede desvirtuar la presunción
que hace la ley:
«Ha de recordarse por la Sala que la presunción legal del artículo 24 del CST
admite prueba en contrario y, para el ad quem, los testimonios y los documentos
condujeron a dejar sin piso la presunción, pues la situación fáctica comprobada
hizo evidente, a su juicio, la autonomía del trabajador en la prestación del
servicio.»
Es claro que la presunción legal por su propia naturaleza puede ser desvirtuada,
se puede contradecir, y corresponde el empleador encargarse de ello y al juez
decidir conforme a las pruebas allegadas a su despacho por cada una de las
partes.

Consecuencias de la declaración del contrato de


trabajo realidad.
Lo más relevante de un contrato de trabajo realidad son las consecuencias de su
declaratoria.
Por regla general, el trabajador demanda cuando el contrato civil o comercial se
termina, es decir, cuando el trabajador ha sido desvinculado de la empresa.
Al declararse la existencia del contrato de trabajo realidad, para la ley significa que
ese contrato ya expirado fue en realidad un contrato de trabajo, por lo tanto se le
adeudan al trabajador todos los conceptos derivados de ese contrato como son
prestaciones sociales y eventualmente las indemnizaciones correspondientes.
Supongamos que un contratista al que se le pagaban honorarios por $2.000.000
mensuales, demanda a le empresa y el juez declara el contrato realidad. Para la
ley, esos $2.000.000 son la remuneración del trabajador, es decir, es el salario, y
sobre ese monto se calculan todos los pagos correspondientes siempre que no
hayan prescrito.
Prescripción de los derechos laborales.Los derechos laborales prescriben.
Debe tenerlo claro para reclamarlos oportunamente y así no perderlos.
En consecuencia, sobre los $2.000.000 de pesos se deben liquidar las
prestaciones sociales, se deben liquidar los aportes a seguridad social, y de ser el
caso, se debe liquidar la indemnización por despido injustificado, y
la indemnización moratoria por el no pago de salarios y prestaciones, y por
el no pago de las cesantías.
Aquí hay que señalar el caso especial de los aportes a pensión, puesto que al
declararse la existencia del contrato realidad, el empleador queda en deuda por
las cotizaciones que debió hacer al sistema de seguridad social, y como no fue
afiliado a un fondo de pensiones, debe hacer el pago retroactivo de esos aportes.
Es importante resaltar que las cotizaciones o aportes a pensión no prescriben por
cuanto su finalidad es construir un derecho que es vitalicio y que no prescribe
como es la pensión, en consecuencia el empleador tendrá que hacer las
cotizaciones retroactivas por todo el tiempo de duración del contrato realidad.

Salario en el contrato de trabajo realidad.


Al reconocerse la existencia del contrato de trabajo realidad se debe determinar el
salario que le corresponde, lo que no siempre es posible por las circunstancias
propias del contrato de servicios que regulaba la relación contractual en el pasado.
Si el contrato de servicios contiene claramente una remuneración mensual o unos
honorarios mensuales, por ese monto se reconoce el salario, y sobre ese monto
se calculan todos los conceptos propios de la relación laboral como prestaciones
sociales y seguridad social.
Cuando no existe un valor claro se suele promediar lo que se reconozca en un
determinado periodo de tiempo.
Pero hay casos en que resulta imposible determinar valor alguno por lo que no se
puede utilizar el promedio para fijar el salario. En tal caso corresponde fijar un
salario mínimo si es que se demuestra que se cumplió la jornada laboral completa.
Así lo considera la corte suprema de justicia (sala laboral) en sentencia con
radicación 46704 del 26 de octubre de 2016, con ponencia del magistrado Jorge
Mauricio Burgos:
«Sin embargo, al remitirse la Sala a las planillas de producción por días, aparecen
algunas cifras que no reflejan lo que se cancelaba quincenalmente a la
accionante, así mismo no todas las cuenta de cobro tiene señal de aceptación por
parte de la sociedad demandada, y respecto de la cuenta de ahorros de CONAVI,
cuyo titular es la actora, si bien allí figuran varios depósitos, lo cierto es que no
está demostrado que todos ellos correspondan a pagos por el trabajo desarrollado
por dicha trabajadora,  todo lo cual hace que no sea posible obtener el promedio
de lo percibido por la remuneración variable durante todo el período trabajado.
De suerte que, no hay otro camino que al estar probado que la demandante
cumplía una jornada completa con un horario de «8 A.M. a 5 P.M.» (fl. 14), se
tenga como retribución devengada el salario mínimo legal mensual de la época.»
Es un aspecto más a considerar cuando se demanda el reconocimiento de un
contrato de trabajo realidad.

Temas relacionados:
 Carga de la prueba en el contrato de trabajo realidad
 Contrato de servicios y contrato de trabajo realidad
 Plazo para pagar la liquidación
 Periodo de prueba en el contrato de trabajo verbal
 Capacidad para firmar un contrato de trabajo

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