Ap350 2022 (58087)

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MYRIAM ÁVILA ROLDÁN

Magistrada Ponente

AP350-2022
Radicación No. 58087
(Aprobado Acta No. 22)

Bogotá, D.C., nueve (9) de febrero de dos mil veintidós


(2022)
 

1. ASUNTO

Decide la Sala el recurso de apelación interpuesto por


el defensor y por el delegado de la Fiscalía General de la
Nación, contra el auto del 13 de febrero de 2020, mediante
el cual el Tribunal Superior de Bogotá resolvió inadmitir la
práctica de algunas de las pruebas testimoniales y
documentales, así como negar las solicitudes de exclusión y
rechazo, reclamadas por los impugnantes.
CUI: 110016000092202600211-00
Segunda instancia n.º 58087
REINALDO HUERTAS

2. ANTECEDENTES FÁCTICOS

De acuerdo al escrito de acusación y al auto de pruebas, se


sintetizan en:

2.1. En el año 2015 la compañía coreana Hyundai


Motor Company tomó la decisión de retirar el derecho de
distribución exclusiva de sus vehículos en Colombia a la
empresa nacional Hyundai Colombia Automotriz, cuyo
mayor accionista era el señor CARLOS JOSÉ MATTOS
BARRERO.

2.2. Ante esta situación, MATTOS BARRERO junto con


su abogado LUIS DAVID DURÁN ACUÑA contactaron a
DAGOBERTO RODRÍGUEZ NIÑO, oficial mayor del Juzgado
Sexto Civil del Circuito de Bogotá, y por intermedio de éste
último a REINALDO HUERTAS, titular de dicho despacho
judicial, para ofrecer dinero a cambio de favorecer los
intereses de la empresa de MATTOS BARRERO con el
decreto de una medida cautelar en un proceso civil que
prohibiera a la compañía coreana la negociación de sus
productos con personas jurídicas distintas a la empresa
Hyundai Colombia Automotriz.

2.3. Una vez aceptado el ofrecimiento, entre dichas


personas se llevaron a cabo diversas reuniones dirigidas a
planear y ejecutar el entramado criminal. Para proyectar y
decretar la medida cautelar era necesario manipular el
sistema de reparto y lograr que la demanda fuera asignada
al despacho judicial a cargo de REINALDO HUERTAS,
motivo por el cual RODRÍGUEZ NIÑO contactó a EDWIN

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REINALDO HUERTAS

FABIÁN MACÍAS CASTAÑEDA, ex empleado judicial que a


su vez vinculó al plan criminal a RAMÓN ORLANDO
RAMÍREZ FUENTES, ingeniero jefe de sistemas de la
Dirección Ejecutiva de Administración Judicial –DESAJ-.

2.4. RAMÍREZ FUENTES dio instrucciones a sus


subalternos EDWIN ENRIQUE ANGULO MARTÍNEZ Y
WILMER ANDREY PATIÑO RODRÍGUEZ orientadas a la
manipulación técnica del sistema de reparto. Labor a la que
se sumaron CARLOS ARTURO LÓPEZ LARA, ingeniero de
sistemas que instruyó a PATIÑO RODRÍGUEZ acerca del
manejo del sistema, manipulación y borrado de evidencia; y
WILMAR ANDREY CASAS MENDOZA, auxiliar
administrativo de la DESAJ quien aportó su usuario y clave
de acceso.

2.5. Luego de coordinar la entrega de dineros, se


manipuló el reparto desde un terminal remoto conectado al
sistema de la rama judicial, esto es, un equipo portátil que
recibió el nombre de “VENTANILLA09” por parte del sistema
de reparto, y utilizado de manera ilícita para acceder a las
redes de comunicaciones de la DESAJ.

2.6. Una vez superado un intento fallido, la demanda


verbal de mayor cuantía contra Hyundai Motor Company
fue presentada el 29 de febrero de 2016, y efectivamente
direccionada al Juzgado Sexto Civil del Circuito de Bogotá.
Dicho despacho judicial decretó la medida cautelar
acordada el 6 de abril de ese año.

2.7. De acuerdo con la formulación de acusación,


REINALDO HUERTAS, a cambio de remuneración ilícita

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entregada a partir de diciembre de 2015 y durante todo el


2016, se comprometió a decretar y mantener en el tiempo
una medida cautelar favorable a los intereses económicos
de CARLOS MATTOS BARRERO, la cual se concretó el 6 de
abril de 2016. Igualmente, fue parte activa en la
estructuración de toda la manipulación del sistema de
reparto judicial, dando sus opiniones y consejos a los
señores MATTOS BARRERO, DURÁN ACUÑA, RODRÍGUEZ
NIÑO y MACÍAS CASTAÑEDA, para garantizar que la
demanda ingresara a su despacho.

2.8. REINALDO HUERTAS fue acusado1 en calidad de


determinador de los siguientes delitos:

a. Utilización ilícita de redes de comunicaciones -


art. 197 de la Ley 599 de 2000. Mediante el uso ilícito de un
equipo de cómputo portátil externo -“VENTANLLA09”-, por
parte de WILMER ANDREY PATIÑO RODRÍGUEZ, el cual
fue vinculado al sistema de reparto de la Rama Judicial, se
manipuló la base de datos “SARJ”, y luego se eliminaron los
registros de esas actuaciones irregulares de la memoria
“Bitácora”.

Con esta acción se pretendía lograr que la demanda


civil interpuesta por Hyundai Colombia Automotriz en
contra de la compañía coreana Hyundai Motor Company
fuera intencionalmente dirigida al despacho de REINALDO
HUERTAS, en su condición de Juez Sexto Civil del Circuito
de Bogotá, quien hizo parte de una estructura criminal
conformada por servidores de la Rama Judicial, ex
1
Como así se verifica en el escrito de acusación, su adición y en la audiencia de
formulación correspondiente (fls. 1-10, 49-70, 71-73 c. o. 1 Tribunal CD).

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servidores y particulares e incentivada por CARLOS JOSÉ


MATTOS BARRERO para lograr una decisión judicial
favorable a sus intereses.

b. Acceso abusivo a un sistema informático -art.


269 A del Código Penal. Con el propósito de efectuar la
asignación ilícita de la demanda al Juzgado Sexto Civil del
Circuito, cuyo titular era el procesado, el usuario
“wcasaam” asignado a WILMAR ANDREY CASAS
MENDOZA para ingresar al sistema de reparto de la Rama
Judicial, fue utilizado por WILMER ANDREY PATIÑO
RODRÍGUEZ sin estar facultado para ello.

c. Daño informático -art. 269 D del Código Penal . Una


vez realizada la manipulación respectiva al sistema de
reparto se borraron los ingresos indebidos a la base de
datos “SARJ”2, que habían sido almacenados en la memoria
del sistema -“Bitácora”-.

Respecto de los últimos dos punibles, se imputaron las


agravantes de los numerales 1º y 2º del artículo 269 H
ibídem al acusado, por tratarse de redes o sistemas
informáticos o de las comunicaciones estatales u oficiales, y
por la calidad de servidor público en ejercicio de sus
funciones.

d. Cohecho impropio -art. 406 de la Ley 599 de 2000 .


En el último trimestre de 2015, el acusado aceptó promesa
remuneratoria luego de ser contactado por el empresario
CARLOS MATTOS BARRERO, el abogado LUIS DAVID
DURÁN ACUÑA y el oficial mayor DAGOBERTO
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Sistema de Administración Reparto Judicial.

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RODRÍGUEZ NIÑO. Como producto de ese ofrecimiento


recibió dinero entre diciembre de 2015 y durante el año
2016 en diferentes pagos y escenarios a través de
RODRÍGUEZ NIÑO y DURÁN ACUÑA en un monto del
orden de 1100 a 1200 millones de pesos, para realizar actos
propios de su cargo como juez de la República, tales como
avocar el conocimiento de la demanda interpuesta por
MATTOS BARRERO contra Hyundai Motor Company el 29
de febrero de 2016, decretar la medida cautelar de
prohibición de venta u otras actividades de comercio a favor
de Hyundai Colombia Automotriz el 6 de abril de 2016, y
decidir los recursos contra la misma manteniendo su
vigencia, según lo acordado y planificado previamente.

3. ANTECEDENTES PROCESALES RELEVANTES

3.1. La audiencia preparatoria se adelantó el 30 de


noviembre de 20183, 11 de febrero4, 11 de marzo5, 10 y 24 de
abril6, 6, 9, 14, 17 de mayo7, 14, 20, 25, 27 y 28 de junio8, 31
de julio9, 14, 16 y 20 de agosto 10, 16 y 23 de octubre11, 25 y
28 de noviembre12, 12 y 13 de diciembre, todos de 2019 13, y
14 de febrero de 2020. En esta última, se leyó la decisión
adoptada sobre las pretensiones probatorias postuladas por
la Fiscalía y la defensa, en el sentido de: (i) negar la solicitud
de exclusión y rechazo formulada por la última; (ii) inadmitir
3
Fls. 98-99 c. o. 1 Tribunal CD.
4
Fl. 135 ibidem CD.
5
Fl 166 ib. CD.
6
Fls. 167-168 ib. CD.
7
Fls. 169-171, y 173 ib. CD.
8
Fls. 184-188 ib CD.
9
Fl. 195 ib CD.
10
Fls. 196-199 ib CD
11
Fl. 289 y 296 ib CD.
12
Fls 301 y 312 ib CD
13
Fls. 4-6 c. o. 2 Tribunal CD.

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algunas de las pruebas solicitadas por ambas partes; y, (ii)


admitir las demás14.

3.2. En virtud del aislamiento preventivo dispuesto por


las autoridades nacionales por la pandemia de Covid-19, se
dispuso la interposición y sustentación de los recursos
correspondientes por escrito y, en tal sentido, ambas partes
presentaron recursos de reposición y apelación. Así, la
defensa recurrió la decisión de admitir algunas de las
pruebas solicitadas por la Fiscalía y la que negó la exclusión
probatoria que había requerido.

3.3. La representación de las víctimas NEOCORP S.A.S


y GLOBAL CAR WORLD S.A.S, que también ejercía la vocería
de la Dirección Ejecutiva de Administración Judicial15 –
Rama Judicial- presentó recurso de reposición. Sin embargo,
en sesión de audiencia preparatoria del 18 de agosto de
2020, renunció al reconocimiento de tal condición, manifestó
el compromiso de aquellas de no constituirse nuevamente
como intervinientes ni participar en la actuación. El Tribunal
aceptó y las partes e intervinientes no presentaron recursos
contra esta determinación.

Por su parte, la defensa renunció al recurso de


apelación interpuesto contra la decisión que reconoció a las
aludidas empresas como víctimas, lo cual suscitó que esta
Sala se abstuviera de resolverlo por carencia de objeto (CSJ
AP, 9 sep. 2020, rad. 56804)16.

14
Fls. 9- 106 ib.
15
Fls. 107-110 ib.
16
Fls. 23-32 c. o. 1 Corte.

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3.4. Con auto del 19 de agosto de 2020, el tribunal resolvió


los recursos de reposición interpuestos, explicó la
improcedencia de la apelación presentada por la defensa
contra la decisión a través de la cual se admitieron pruebas a
favor de la Fiscalía, y dispuso:

Primero: Aclarar los numerales 1.12 y 1.13 del acápite de


decisión del auto de 13 de febrero de 2019 proferido por esta
corporación, en el entendido de, inadmitir el informe de
auditoría de la Rama Judicial presentado por la ingeniera Luz
Stella Morales Pérez y firmado por el Auditor General de la Rama
Judicial José Luis Gómez Sarmiento, el cual no tiene anexos,
igualmente, inadmitir los anexos de la denuncia efectuada por
Yenny Andrea Barrios Barrera el 8 de marzo de 2016.
Segundo: En los aspectos que fueron objeto de los recursos de
reposición, el referido proveído se mantiene en firme.
Tercero: Conceder el recurso de apelación interpuesto en contra
de la decisión que negó las solicitudes de exclusión y rechazo,
deprecadas por el defensor del procesado (numeral 1.10.1 de la
decisión atacada), en efecto suspensivo ante la Sala Penal de la
H. Corte Suprema de Justicia.
Cuarto: Conceder, en el efecto suspensivo, los recursos de
apelación interpuestos en contra de la decisión que inadmitió
las pruebas que fueron objeto de los recursos de reposición
interpuestos por los sujetos procesales.
Quinto: Negar el recurso de apelación planteado por la defensa
de Reinaldo Huertas contra la decisión que admitió el uso y
práctica de las pruebas solicitadas por la Fiscalía; contra esta
última disposición procede el recurso de queja conforme el
artículo 179 B y siguientes de la Ley 906, adicionado por el
artículo 93 de la Ley 1395 de 2010.17

3.5. Una vez leída la decisión en sesión de audiencia


preparatoria del 20 de agosto de 2020, las partes e
intervinientes no manifestaron su oposición18.

4. LA DECISIÓN RECURRIDA

17
Fls. 143-184 c. o. 2 Tribunal
18
Fl. 185 ib.

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4.1 En auto del 13 de febrero de 2020, la Sala Penal del


Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá se
pronunció sobre las solicitudes probatorias de la delegada de
la Fiscalía General de la Nación y del defensor del procesado.
Para los efectos de esta decisión, sólo se relacionarán las que
resultan necesarias para resolver el recurso de apelación.

4.1.1 Decisión del Tribunal con relación a la prueba


inadmitida a la Fiscalía

Frente a las pruebas 1.5., 1.9.3., 1.9.6., 1.15 y 1.17 19, el


Tribunal consideró que no fueron solicitadas en debida
forma, y en ese sentido las inadmitió.

Para ello recordó que los informes de investigación


contienen información miscelánea con vocación probatoria,
puesto que pueden reunir hechos conocidos en forma directa
por los investigadores, esto es, los relacionados con labores
realizadas y su representación en un documento; y otros,
conseguidos en forma indirecta, como el contenido de una
conversación oída o analizada, la declaración hecha por un
tercero, el elemento material probatorio recaudado. Por ello,
para su introducción a un juicio debía evaluarse la
pertinencia y utilidad del documento como tal y de las
declaraciones allí vertidas.
19
Análisis de llamadas entrantes y salientes del celular de Reinaldo Huertas, labor
efectuada por la investigadora Diana Ximena Pérez Muñoz y plasmada por ella en el
Informe de investigador de campo del 12 de octubre de 2016 (1.5); Informe de
investigador de campo No. 11-235606 del 29 de agosto de 2018, firmado por el
investigador José Eliécer Mora Cárdenas, referente a una prórroga en búsqueda
selectiva en bases de datos (1.9.3); Informe de investigador de campo No. 11-
233477 del 1 de agosto de 2018, firmado por el investigador José Eliécer Mora
Cárdenas(1.9.6); Informe de investigador de campo del 6 de marzo de 2018 sobre la
inspección judicial que se hizo al proceso 3025 y del que se obtuvo, entre otros, el
informe presentado por José Eliécer Mora Cárdenas, correspondiente al análisis que
este funcionario realizó a las comunicaciones telefónicas sostenidas entre los
diversos miembros del plan criminal (1.15) y; Informe de investigador de campo No.
11-226339 del 24 de abril de 2018, suscrito por José Eliécer Mora Cárdenas(1.17).

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Por lo anterior, en caso de considerarse relevantes las


tareas investigativas, es el testimonio del investigador el
medio por el que se lleva al juez el conocimiento lo percibido,
siempre permitiendo su contradicción por las partes al
someterse al interrogatorio cruzado.

Indicó que, si lo importante es otro medio de


conocimiento contenido en el informe, el investigador no
podrá testificar sobre lo allí comprendido, ni sobre su
existencia, porque para ello deberá hacerse la incorporación
al juicio oral de las fuentes directas, conforme a la naturaleza
de cada medio de prueba: testimonio, elemento material
probatorio adjunto al reporte, etc.

En tal circunstancia, los informes de los investigadores


se consideran declaraciones hechas por fuera del juicio, que
se inscriben en la prohibición general de aducir pruebas de
referencia en el proceso penal, conforme lo establece el
artículo 437 de la Ley 906 de 2004, a menos que se agote el
procedimiento excepcional de admisión definido por el
artículo 438 de la misma normatividad.

Concluyó que los informes citados por asimilarse a


declaraciones hechas fuera de juicio no debían admitirse
porque su fuente en sí misma no tiene calidad de prueba. No
obstante, autorizó que los informes fueran utilizados para
refrescar memoria o impugnar credibilidad de quienes fueron
citados como testigos al juicio oral, para lo cual bastaría con
que los referidos documentos hayan sido debidamente
descubiertos a la contraparte.

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Sobre las pruebas periciales solicitadas 1.7.1., 1.7.2.,


1.10., 1.10.1., 1.11. y 1.12. 20, el Tribunal consideró que no
todas las auditorías practicadas sobre un sistema de base
de datos deben ser tratadas como prueba pericial.

Estimó que, dentro del proceso penal, el perito debe


ser designado por las partes acudiendo a los organismos
públicos o privados que cuenten con personal calificado
para cumplir con un análisis o investigación específica,
mientras que el testigo experto a pesar de su cualificación
especial, sigue siendo un testigo que percibe los hechos
objeto de controversia u otros relacionados directa o
indirectamente con aquellos.

Para el caso concreto consideró, que quienes


efectuaron la auditoría interna conforme al requerimiento
del Consejo Superior de la Judicatura para la fecha de los
hechos, tienen la calidad de testigos expertos por ser
empleados dependientes del Consejo Superior de la
Judicatura, cuyas labores están asignadas de manera

20
Informe de auditoría interna UA 16-032 realizada al reparto del proceso
201600069 (1.7.1); informe de investigador de laboratorio 11-224149 de 15 de
marzo de 2018, suscrito por Adolfo Hernando Vásquez, referente al análisis de la
copia de la imagen forense del sistema de reparto de la rama judicial (1.7.2.);
informe de investigador de campo del 4 de febrero de 2018, firmado por los
investigadores Adolfo Hernando Vásquez Téllez y Jefferson Rolando Rojas Rodríguez
-obtención de imagen forense del sistema de reparto de la rama judicial (1.10)-; Un
CD marca Seagate que contiene la imagen forense y logs del servidor de dominio HP
PROLIAN G5 S/N:BRC710NOJN del reparto judicial de edificio Hernando Morales
Molina(1.10.1); Informe de investigador de laboratorio 11-224149 del 15 de marzo
de 2018, firmado por el investigador Adolfo Hernando Vásquez Téllez (1.11.);
Informe de auditoría de la rama judicial presentado por la ingeniera Luz Stella
Morales Pérez y rubricado por el Auditor General de la rama judicial José Luis
Gómez Sarmiento (1.12).

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continua por la misma, y que en todo caso percibieron lo


sucedido con el sistema de reparto. Así, por tratarse de
testigos expertos, se excluye el tratamiento como prueba
pericial, y por tanto la auditoría es inadmitida por el
Tribunal.

De otro lado, admitió incorporar la prueba 1.10.1


correspondiente a un disco duro de 500 gigabytes21 -GB-,
marca Seagate que contiene la imagen forense y logs del
servidor de dominio HP PROLIAN G5 S/N:BRC710NOJN del
reparto judicial de edificio Hernando Morales Molina dada
su pertinencia.

Adicionalmente consideró que la base de datos del


sistema de reparto de la Rama Judicial no contiene datos
privados de las personas que ameriten un control previo
para posibilitar su extracción por parte de la Fiscalía, y que
en la audiencia preparatoria la judicatura únicamente
conoce aquello que las partes aseguran sobre los medios de
conocimiento que pretenden emplear.

Tal incorporación puede cumplirse hasta en el juicio


oral y público, donde de cara a la autenticación o
acreditación, compete a la parte interesada demostrar que
el elemento es aquello que aseguró ser durante la vista
preparatoria22 - garantizándose el principio de

21
Según el Diccionario Histórico de la Lengua Española significa:
“Unidad  de medida de la capacidad de memoria o  del tamaño de los datos 
equivalente a 1024 megabytes (2 30 bytes). Símbolo:  GB”.
22
Que aloja el mismo contenido almacenado en los otros dos dispositivos (los datos
registrados por el sistema de reparto para 26, 28, 29 de febrero y 1º de marzo de
2016), con la adición de la información relacionada con los registros
correspondientes a un periodo de 6 meses en el que se enmarcan esas fechas.

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contradicción a la defensa (CSJ. AP4281-2019. Rad 55798,


2 de octubre de 2019).

En ese sentido, el Tribunal admitió la prueba, pero


advirtió que en el evento de que su contenido sea nuevo o
distinto, se estudiará la viabilidad de su rechazo a solicitud
de la parte interesada.

4.1.2 Decisión del Tribunal con relación a la prueba


inadmitida a la defensa

El a quo denegó las pruebas 3.14.1, 3.14.2., 3.14.3.,


3.15.1., 3.15.2., 3.15.3., 3.15.4., 3.15.5., 3.15.6., 3.15.7.,
3.15.8. y 3.15.9.23, 3.16., 3.17., 3.34., 3.44., 3.43., 4.1., 4.2.,
4.3., 4.4., 4.5., 4.6., 4.7., 4.8., y 4.10.24, bajo los siguientes
argumentos:

23
Pliego de cargos del 28 de agosto de 2017, (3.14.1); auto por el cual se decretó la
nulidad del pliego de cargos de 20 de junio de 2018 (3.14.2.); pliego de cargos del 8
de marzo de 2019 (3.14.3.), todos ellos proferidos por el Consejo Seccional de la
Judicatura de Bogotá dentro de actuación disciplinaria adelantada contra el
acusado; oficio CSBTVJ16-3446 de 11 de octubre de 2016 dirigido al procesado
requiriendo información sobre el trámite del proceso 2016-00269 (3.15.1.); informe
de 18 de octubre de 2016 presentado por Reinaldo Huertas en virtud de lo anterior
(3.15.2.); auto de 10 de noviembre de 2016, por medio del cual se decide no abrir
vigilancia administrativa (3.15.3); oficio PSA16-3919 de 16 de noviembre de 2016
(3.15.4.); auto de 17 de noviembre de 2016, por el cual se da apertura al trámite de
vigilancia administrativa al expediente (3.15.5.); acta de visita al juzgado de 21 de
noviembre de 2016 (3.15.6.); informe de auditoría de octubre de 2016, suscrito por
José Luis Gómez Sarmiento (3.15.7.); informe técnico del el 29 de febrero de 2016,
sobre el sistema de reparto, suscrito por José Fabio Rozo (3.15.8.); auto de 5
diciembre de 2016, por el cual se ordenó el archivo de la vigilancia administrativa
(3.15.9.).
24
Expediente de tutela No. 201601414-00 de la Sala Civil del Tribunal Superior de
Bogotá (3.16); copia del expediente de tutela No. 2016- 01828-00 de la Sala Civil del
Tribunal Superior de Bogotá (3.17); DVD con audios de audiencias preliminares
realizadas por la Fiscalía que contiene audios, videos y actas de las audiencias
(3.34); y fallo de tutela No. 2016-1414 de la Sala Civil de la Corte Suprema de
Justicia. Las declaraciones de Dagoberto Rodríguez Niño (4.1.), Ramón Orlando
Ramírez Cifuentes (4.2.), Carlos Arturo López Lara (4.3.), Wilmar Andrey Patiño
Rodríguez (4.4.), Wilmar Andrey Casas Mendoza (4.5.), Edwin Fabián Macías
Castañeda (4.6.), Edwin Enrique Angulo Martínez (4.7.), Yenny Andrea Barrios
Barrera (4.8) y Luis David Durán Acuña (4.10).

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(i) Sobre las pruebas 3.14.1, 3.14.2., 3.14.3. y 3.15.4


relacionadas con piezas procesales de la actuación
disciplinaria adelantada por la Sala Jurisdiccional
Disciplinaria del Consejo Seccional de la Judicatura de
Bogotá contra el acusado REINALDO HUERTAS, el Tribunal
consideró que no se demostró la pertinencia, conducencia y
utilidad de los elementos de prueba requeridos. Para esa
colegiatura, el motivo, origen, trámite y decisiones, “son
inanes para la materia de controversia de este asunto
penal”.

(ii) Frente a las pruebas 3.14.1., 3.15.1., 3.15.2.,


3.15.3., 3.15.4., 3.15.5., 3.15.9., 3.16., 3.17. y 3.43
relativas también al proceso disciplinario anteriormente
anotado, al trámite de vigilancia administrativa que el
Consejo Seccional adelantó al proceso civil conocido por el
acusado, y a los expedientes de tutela 2016-01414-00 y
2016-01828-00, el a quo concluyó que no constituyen
objeto de prueba en esta actuación, en tanto se trata de
valoraciones realizadas por otros jueces sobre los hechos
investigados.

Indicó que independientemente de coincidir, discrepar


o compartir los criterios de otras autoridades judiciales,
incorporar tales pruebas al presente proceso penal
atentaría contra la autonomía e independencia de la
administración de justicia.

(iii) Con relación a las pruebas 3.15.2., 3.15.6., 3.15.7.


y 3.15.8, el Tribunal expuso que las labores realizadas por

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los investigadores y la información que brinden, deben ser


introducidas al juicio mediante sus testimonios si fueron de
su conocimiento personal y directo, pues lo percibido
indirectamente requiere ser transmitido por la fuente
original.

Toda información que suministren previa al juicio, y a


la que hayan accedido a través de terceros, sin importar su
contenedor – documento, entrevista, video, audio, etc.- se
constituye en prueba de referencia que mantiene la
prohibición general de ser aducida al proceso, salvo
causales excepcionales, las cuales no han sido demostradas
en el caso concreto. De otra parte, el uso de un documento
para refrescar memoria o impugnar credibilidad conforme lo
establece el artículo 392 de la Ley 906 de 2004, no es un
asunto que deba solicitarse en la audiencia preparatoria.

iv) Con relación a la prueba 3.34 o DVD con


información sobre audiencias preliminares realizadas por la
Fiscalía que contiene audios, videos y actas, el Tribunal
consideró que su pertinencia y utilidad feneció con la
solicitud de exclusión y subsidiaria, de rechazo.

v) Sobre la prueba 3.44, un concepto jurídico emitido


en el proceso civil por el abogado JAIRO PARRA QUIJANO,
el a quo concluyó que el derecho vigente y su interpretación
no puede ser objeto de prueba. En virtud del principio de
integración reglado en el artículo 25 del Código de
Procedimiento Penal, se aplican los artículos 226 del Código
General del Proceso y 236 del Código de Procedimiento

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Segunda instancia n.º 58087
REINALDO HUERTAS

Civil, según los cuales no serán admisibles los dictámenes


periciales que versen sobre puntos de derecho.

vi) Respecto de las pruebas testimoniales de interés


común 4.1., 4.2., 4.3., 4.4., 4.5., 4.6., 4.7., 4.8., y 4.10., no
se cumplió con el deber argumentativo de pertinencia,
conducencia y utilidad por parte de la defensa. No obstante,
el Tribunal adujo que podría abordar el tema de su interés
con el uso del contrainterrogatorio.

vii) El Tribunal denegó la solicitud de exclusión y


subsidiario rechazo25 elevada por la defensa porque en su
criterio la obtención de la imagen forense del sistema de
reparto de la Rama Judicial no afectó derecho fundamental
alguno. No se trata de una base de datos personales en la
que se consigne información privada que no pueda
divulgarse sin previa orden judicial, sino un mecanismo de
sorteo de procesos dirigido a dar mayor transparencia e
imparcialidad a la administración de justicia.

Si bien se consignan datos como nombre,


identificación y lugar de ubicación, ello no es equiparable a
25
Versó sobre las siguientes pruebas: i) la inspección al radicado terminado
en 2016-03025, incluida en el informe de 5 de junio de 2018, firmada por
David Alexander Ramírez, en la que se contienen unas peticiones, puntualiza
la del numeral 12: informe de investigador de campo de 4 de febrero de 2018
firmado por los investigadores Adolfo Hernando Vásquez Téllez y Jefferson
Rolando Rojas Rodríguez referente a la obtención de la imagen forense (disco
duro de 500 GB) del sistema de reparto de la rama judicial; ii) obtención de
imagen forense del sistema de reparto de la Rama Judicial de 4 de febrero de
2018 incluida en el informe de investigador de ese mismo día, firmado por
los investigadores Adolfo Hernando Vásquez Téllez y Jefferson Rolando
Rojas, con el cual se anexa un disco duro marca SEAGATE que contiene la
imagen forense y block del servidor de dominio del servidor
HPPROLIANG5S/N: BRC710NOJN del reparto judicial (disco duro de 500 GB
ZA41T1F6); iii) análisis de la imagen forense de 15 de marzo de 2018 de
Adolfo Hernando Vásquez Téllez que corresponde a ese informe de
investigador de laboratorio número 11224149 de 15 de marzo de 2018, sin
anexos.

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REINALDO HUERTAS

una base de datos personal con reserva judicial, así esa


información esté sistematizada (CSJ AP, 7 dic. 2011. Rad
37432).

Adicionalmente, con relación al disco duro de 500 GB


cuya exclusión se reclamaba, el a quo recordó que el
descubrimiento probatorio podría reputarse completo con la
enunciación o puesta en disposición real y efectiva de los
medios probatorios, aún sin la exhibición de las evidencias
y los elementos materiales probatorios, bien porque la
contraparte ya los conoce, o no hace manifiesto ningún
interés. Incluso, el descubrimiento no necesariamente se
cumple en un solo acto y de una sola manera, lo relevante
es la garantía del principio de contradicción (CSJ AP, 21
feb. 2017 Rad. 25920).

En virtud de lo anterior, el Tribunal admitió la


información contenida en el dispositivo electrónico
anunciado, bajo la condición de que el ente acusador lo
develara a la defensa, y ésta última estableciera si
efectivamente es una reproducción electrónica idéntica a la
que ya conoce. En ese caso, no habría ninguna sorpresa
porque tan solo se trataría de otro contenedor de la misma
prueba, lo que descartaría afrenta alguna al derecho de
defensa y al descubrimiento probatorio. Sólo a solicitud de
parte y en caso de variar el contenido se estudiaría la
viabilidad del rechazo.

5. LOS RECURSOS

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Segunda instancia n.º 58087
REINALDO HUERTAS

5.1 Apelación de la Fiscalía General de la Nación

Sobre la inadmisión de las pruebas 1.5., 1.9.3., 1.9.6.,


1.15. y 1.17., correspondientes a los informes de análisis link
realizados por los servidores de policía judicial DIANA
XIMENA PÉREZ MUÑOZ y JOSÉ ELIÉCER MORA
CÁRDENAS, el recurrente sostuvo que el informe suscrito
por la investigadora PÉREZ si goza de pertinencia por
referirse a un estudio en el que se consignó y analizó el
registro de llamadas del abonado telefónico de REINALDO
HUERTAS, y se comparó con los teléfonos aportados en
distintos actos de investigación. Según el delegado del ente
investigador, tal documento busca establecer las personas
con las cuales el acusado sostuvo comunicaciones al
momento de manipular el reparto para efectos de la
asignación del proceso a su despacho, y de decretar la
medida cautelar.

Respecto a los informes rendidos por el investigador


MORA CÁRDENAS, considera que son pertinentes ya que
contienen las comunicaciones entre los involucrados, motivo
por el que aboga por el decreto de la prueba. En este punto,
advierte no perder de vista que, al tratarse de una relación de
información que implica una comparación de números y
coordenadas, lo propio es que los documentos contentivos de
la misma ingresen como un informe base de opinión pericial,
para que con dicho medio demostrativo se condense lo que
pueda ser de difícil recordación.

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REINALDO HUERTAS

Sobre las pruebas periciales inadmitidas 1.7.1., 1.7.2.,


1.10., 1.10.1., 1.11. y 1.12., el impugnante asevera que la
postura del Tribunal sobre el informe del auditor interno de
la Rama Judicial no es de recibo por desconocer el artículo
405 de la Ley 906 de 2004.

Las pericias fueron negadas bajo el argumento de que la


calidad del perito se define por la designación de alguna de
las partes dentro de un proceso penal, condición que no
concurre en los profesionales internos de la Rama Judicial,
en tanto sus funciones son asignadas de manera continua y
son dependientes a dicha entidad.

Tal aseveración, en criterio del recurrente, es contraria a


derecho porque para la práctica de una prueba pericial
bastan los conocimientos técnicos o especializados,
distintos de los jurídicos, en los que el perito realiza un
análisis posterior a la ocurrencia de los hechos.

Con relación a los informes base de opinión pericial de


i) JOSÉ LUIS GÓMEZ SARMIENTO (1.7.1) 26, ii) el
investigador de policía judicial ADOLFO HERNANDO
VÁSQUEZ TELLEZ (1.11)27 y iii) la ingeniera LUZ STELLA
MORALES PÉREZ (1.12) 28
, el impugnante insiste en su
decreto por estimar su pertinencia, teniendo en cuenta que
se trata de tres personas con conocimientos técnicos,
quienes ejecutaron labores de peritaje con posterioridad a

26
Informe de auditoría interna UA 18-032, realizada al reparto del proceso
2016000069, prueba inadmitida por el Tribunal (1.7.1.)
27
Informe de investigador de laboratorio 14-224149 del 15 de marzo de 2018
respecto al análisis de la copia de imagen forense del reparto de la Rama Judicial,
informe de investigador de campo del 4 de febrero de 2018 (1.11.)
28
Informe suscrito por el auditor general de la Rama Judicial LUIS GÓMEZ
SARMIENTO (1.12.)

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los hechos y emitieron unas conclusiones a la luz de su


experticia.

Otro motivo adicional para solicitar el decreto de los


informes de auditoría emitidos por LUZ STELLA MORALES
PÉREZ y JOSÉ LUIS GÓMEZ SARMIENTO, estriba en
determinar que el sistema de la Rama Judicial fue
manipulado el 29 de febrero de 2016 con el fin de lograr la
asignación de la demanda civil presentada por Hyundai
Colombia Automotriz en contra de la compañía coreana, al
Juzgado Sexto Civil del Circuito de Bogotá.

Y sobre la prueba 1.10.1 - el disco duro marca


Seagate en el cual se consignó la imagen forense y logs del
dominio del servidor HP PROLIAN G5 S/N:BRC710N0JN del
reparto judicial del edificio Hernando Morales Molina con
capacidad de 500 GB-, la Fiscalía controvierte el
condicionamiento impuesto por el Tribunal en su práctica,
toda vez que en criterio del recurrente el descubrimiento se
efectuó de forma integral, por ésta razón no procedería una
eventual solicitud de rechazo del citado elemento .

5.2 Apelación de la defensa

En criterio del impugnante, contrario a lo esgrimido


por el Tribunal, las pruebas 3.14.1, 3.14.2. 3.14.3., 3.15.1.,
3.15.2., 3.15.3., 3.15.4., 3.15.5., 3.15.6., 3.15.7., 3.15.8. y
3.15.9. relacionadas con piezas procesales del expediente
adelantado por la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del
Consejo Seccional de la Judicatura de Bogotá, y del
radicado de vigilancia administrativa sobre el proceso civil

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que proseguía el acusado, son pertinentes porque en esa


jurisdicción se investigaron presuntas irregularidades
cometidas por REINALDO HUERTAS sin encontrar pruebas
fehacientes.

No pretende equiparar decisiones de distintas


jurisdicciones, sino acreditar a través de las declaraciones
allí rendidas por DAGOBERTO RODRÍGUEZ NIÑO, que no
existieron traumatismos en el proceso civil 2016-00069
conocido por el procesado, al advertir que la actuación fue
agotada en igualdad de condiciones a las demás
adelantadas por el despacho judicial.

Así mismo, aduce la defensa, al hacer la solicitud de


las piezas procesales del radicado de vigilancia
administrativa, no pretende traer la decisión sino la
conclusión de ella, según la cual, no hubo irregularidades
en el trámite del proceso civil 2016-00069. El propósito
para el cual el entonces Juez Sexto Civil del Circuito de
Bogotá habría recibido dinero, no tendría cómo sostenerse,
porque esas pruebas pretenden demostrar que no había
ningún tipo de preferencia en esa actuación.

Respecto a las pruebas 3.16., 3.17. y 3.43 referidas a


los expedientes de tutela 2016-01414-00 y 2016-01828-00
de la Sala Civil del Tribunal de Bogotá, la defensa insiste en
su pertinencia. Afirma que no pretende equiparar
jurisdicciones diferentes, sino contextualizar las
conclusiones tomadas en esas actuaciones, consistentes en
que no se encontraron irregularidades ni beneficios en favor

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de alguna de las partes en el trámite del proceso civil, ni en


la emisión de la medida cautelar.

Frente a la prueba referida en el numeral 3.34.,


relacionada con un DVD con audios de audiencias
realizadas por la Fiscalía, inadmitida por el Tribunal por
considerar que su pertinencia y utilidad feneció con el
incidente de exclusión, la defensa señaló su utilidad para el
tema de prueba en tanto demostraría las irregularidades
que rodearon el recaudo del disco duro de 80 gigas del cual
se desprendieron los tres informes técnicos de ADOLFO
HERNANDO VÁSQUEZ TELLEZ.

En cuanto a la prueba 3.44., o concepto jurídico


emitido en el proceso civil por el abogado JAIRO PARRA
QUIJANO, la defensa pretende comprobar que la medida
cautelar decretada por su representado no fue irregular, ni
arbitraria o ilegal, al contrario, consistió en una decisión
ajustada a los preceptos legales.

Sobre la inadmisión de los testimonios solicitados


correspondientes a las pruebas 4.1., 4.2., 4.3., 4.4., 4.5.,
4.6., 4.7. y 4.10., adujo que, si bien se trata de testigos de
interés común con la Fiscalía, le resultaba indispensable
escucharlos en interrogatorio directo. Sin embargo,
sostiene, se privilegió a quien inicialmente elevó la petición.

La defensa impugnó la denegación de la exclusión de


los elementos probatorios relacionados con la imagen
forense recaudada en un disco duro marca Seagate que
contiene la imagen forense y block del servidor de dominio
HP PROLIAN G5 S/N: BRC710NOJN del reparto judicial del

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edificio Hernando Morales Molina (disco duro de 500 GB


ZA41T1F6 – prueba 1.10.1), y solicitó subsidiariamente su
rechazo, dado que no fueron descubiertos por la Fiscalía.
En esencia sus argumentos son:

i) El sistema de reparto de la Rama Judicial sí es


una base de datos que contiene información
extremadamente sensible y para acceder a ella se
requiere contar con la autorización del Juez de
Control de Garantías, conforme lo establecido por
los artículos 14 y 244 del Código de
Procedimiento Penal, y no por medio de una
inspección judicial.

ii) Las extracciones del sistema de reparto de la


Rama Judicial llevadas a cabo por la Fiscalía
fueron violatorias de los derechos fundamentales
a la intimidad, autodeterminación informática,
hábeas data, debido proceso y al principio de
reserva judicial, dado que existe un nexo de
causalidad entre la obtención de las imágenes
forenses y la vulneración a los derechos citados,
sin que, en el caso, se hayan superado los
presupuestos de fuente independiente, vínculo
atenuado y descubrimiento inevitable expuestos
en los artículos 2 y 455 del Código del
Procedimiento Penal.

iii) Manifiesta que sobre el disco duro de 500 GB no


recayó ningún informe base de opinión pericial de

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los descubiertos por la Fiscalía. Los tres informes


existentes de esa índole fueron realizados por el
investigador ADOLFO HERNANDO VÁSQUEZ
TÉLLEZ y tratan de un medio magnético distinto
de 80 GB, recaudado por la policía judicial en
una inspección. Sobre este último dispositivo
electrónico no se realizó control previo ante juez
de control de garantías para acceder a la base de
datos del sistema SARJ.

Adicionalmente, afirma, el ente acusador no


solicitó la incorporación del contenedor
magnético de 80 GB, y dado que el de 500 GB no
fue insumo de ninguna experticia, resulta en una
prueba inútil e impertinente.

iv) Por vulnerar el principio de preclusividad de las


etapas del proceso penal, discrepa de lo decidido
por el a quo con relación a la verificación del
contenido del dispositivo electrónico por parte de
la defensa, y que en caso de registros disímiles se
tendría la oportunidad de solicitar su exclusión.
En criterio de la defensa, la etapa en la cual la
Fiscalía podía descubrir sus pruebas ya se había
superado.

5.3 No recurrentes

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El representante del Ministerio Público se pronunció


sobre la impugnación de la Fiscalía en los siguientes
términos:

i) En lo relacionado con las pruebas 1.5, 1.9.3, 19.6,


1.15 y 1.17, adujo que no se estaría negando lo requerido
porque las personas citadas a declaración podrían ilustrar su
testimonio con los análisis que sean de su autoría.

ii) Respecto de las pruebas 1.7.1, 1.7.2, 1.10, 1.10.1,


1.11, 1.12, consideró acertado el criterio del Tribunal al
tratar a los auditores de la Rama Judicial como testigos
expertos y no como peritos, en tanto percibieron de forma
personal los hechos objeto de controversia, y/o otros
relacionados directa o indirectamente con aquellos. Los
informes de auditoría y laboratorio denegados debían
aducirse acorde a lo previsto en el artículo 415 del Código de
Procedimiento Penal, en tanto no se producen
autónomamente como se solicitó, sino como una evidencia
ilustrativa a partir de los testimonios de ADOLFO HERNÁN
VÁSQUEZ TELLEZ, LUZ ESTELA MORALES PÉREZ y JOSÉ
LUIS GÓMEZ SARMIENTO.

iii) En cuanto a la prueba 1.10.1.29, expuso que la


Fiscalía carece de interés para impugnar. Aunque de manera
condicionada, la prueba fue admitida y su eventual rechazo
depende de que el contenido del dispositivo electrónico sea

Un CD marca Seagate que contiene la imagen forense y logs del servidor de


29

dominio HP PROLIAN G5 S/N:BRC710NOJN del reparto judicial de edificio Hernando


Morales Molina.

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diferente al conocido por la defensa, siempre y cuando ésta


última así lo alegue.

Sobre la impugnación de la defensa, el agente


delegado por la Procuraduría General de la Nación sostuvo:

i)Debe confirmarse lo resuelto por el a quo en lo relativo


a las pruebas 3.14.1 y 3.14. 2, toda vez que los argumentos
del recurso sorprenden por lo novedosos y no responden a
los expuestos ante el juez de primera instancia.

ii) No se hizo de forma separada el análisis de


pertinencia, conducencia y utilidad para las pruebas 3.15.1.,
3.15.2., 3.15.3., 3.15.4, 3.15.5, 3.15.6., 3.15.7., 3.15.8. y
3.15.9., por lo que se negó su práctica con razonamientos no
controvertidos por el apelante. Ahora se opone con nuevos
argumentos.

iii) Las decisiones adoptadas en los expedientes de


tutela traídos a través de las pruebas 3.16., 3.17 y 3.43 no
constituyen materia de prueba en el proceso penal y su
admisión condicionaría de manera impertinente el
conocimiento del juez.

iv) Acoge el criterio del Tribunal en lo concerniente a la


negativa de exclusión probatoria, al exponer que el sistema
de reparto de la Rama Judicial no es una base de datos de
índole personal sino un mecanismo de sorteo de procesos

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con medidas orientadas a preservar la transparencia e


imparcialidad, no a proteger información confidencial.

v) La discusión en torno a los contenedores de


información remite a la falta de descubrimiento y
autenticidad del documento no a la preclusividad de las
etapas procesales. No se vislumbra olvido o negligencia por
parte de la Fiscalía y se da la opción a la defensa, para que si
a bien lo tiene verifique el contenido de los dispositivos y
eventualmente solicite el rechazo de la prueba demostrando
lo que corresponda.

6. CONSIDERACIONES DE LA CORTE

6.1. La competencia

La Sala de Casación Penal de la Corte es competente


para pronunciarse sobre este asunto, de conformidad con lo
dispuesto en el numeral 3º del artículo 32 de la Ley 906 de
2004, por tratarse de una providencia adoptada en el curso
de un proceso adelantado ante un Tribunal Superior de
Distrito Judicial.

6.2 Sobre el recurso de apelación presentado por la


delegada de la Fiscalía General de la Nación

La Corte decide dar respuesta a cada motivo de


impugnación por separado a partir de la identificación de
los problemas jurídicos a resolver.

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Segunda instancia n.º 58087
REINALDO HUERTAS

6.2.1 Los informes de policía judicial y sus anexos


constituyen declaraciones rendidas antes del juicio, por
lo cual la sola indicación de su pertinencia no basta
para aportarlos

De entrada, la Sala advierte la corrección de lo


decidido por el a quo. Los informes de policía judicial o sus
anexos no son documentos que en sí mismos puedan
ingresar a juicio con sólo explicar su pertinencia. Cuando
contengan información directamente percibida por quienes
los firman, resulta imperioso presentar al investigador en
juicio oral para darla a conocer, y así la contraparte tenga la
oportunidad de interrogarlo e impugnar credibilidad.

Si se trata de entrevistas o de información de terceros


recibida por el funcionario de policía judicial que se
encuentren plasmadas en el informe, es necesaria la
presencia de la fuente en juicio, salvo que: i) el testigo se
encuentre en alguno de los supuestos relativos a la
admisión excepcional de la prueba de referencia previstos
en el artículo 438 de la Ley 906 de 2004, caso en el cual
deberá cumplir con los procedimientos y las cargas
argumentativas que corresponda; o ii) el declarante se
retracte o cambie su versión el juicio oral y la parte
interesada agote los trámites previstos para la admisión del
testimonio adjunto (CSJ SP, 3 mar. 2021. Rad. 53057)

Sin embargo, el informe de policía judicial puede


utilizarse en el juicio para refrescar la memoria del testigo e
impugnar su credibilidad. En el primer caso, no ingresa

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ningún apartado del mismo, y en el segundo, sólo los


aspectos objeto de impugnación.

Los anexos documentales de los informes de policía


judicial no se integran con éstos últimos, deben cumplir con
los presupuestos procesales establecidos para cualquier
tipo de prueba, tales como la argumentación de su
pertinencia, conducencia y utilidad, ser presentados en
oportunidad y descubiertos previamente a la contraparte
(CSJ SP, 5 jun. 2019, rad. 54227).

En virtud de lo anterior, se confirmará la decisión de la


primera instancia frente a la inadmisión de las pruebas 1.5.,
1.9.3., 1.9.6., 1.15 y 1.17. No obstante, se recuerda que en el
auto de pruebas recurrido fueron admitidos los testimonios
de los investigadores de policía judicial y auditores que
suscriben los informes denegados por lo que, a través de
éstos, la Fiscalía podría solventar sus pretensiones
probatorias como lo expuso el agente del Ministerio Público.

6.2.2 El testimonio técnico no es equiparable a la


prueba pericial

La Sala considera correcto el criterio adoptado por la


colegiatura de primera instancia. De acuerdo con la
jurisprudencia de esta Sala aplicable a este caso, la categoría
de testigo técnico parece confundirse con la de prueba
pericial estipulada en el artículo 405 de la Ley 906 de 2004.

El perito accede a la situación de hecho investigada no


por su conocimiento personal, sino a través de documentos,
exámenes físicos, valoraciones clínicas, videos, fotografías u

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otros. Con base en dichas fuentes, elabora un análisis


posterior o dictamen, contentivo de consideraciones,
valoraciones y conclusiones de índole científica o técnica,
soportado en un examen del contexto fáctico efectuado con
fundamento en sus conocimientos especializados. En
cambio, al testigo técnico sí le constan los hechos objeto de
litigio, porque los pudo aprehender por los sentidos directa o
indirectamente.

Según se desprende del artículo 417 de la Ley 906 de


2004, aun cuando la prueba pericial debe ocuparse de realizar
una valoración científica de los hechos investigados o de otros
relacionados con aquéllos, es claro que el perito puede ser
interrogado sobre aspectos de la ciencia, técnica o arte en la
que es experto que no estén vinculados o relacionados de
manera inmediata con el objeto de la peritación (…)

En contraste con lo anterior, al testigo experto, en tanto


sólo puede atestar sobre los hechos percibidos de manera
personal y dar una opinión vinculada directamente con ellos a
partir de sus conocimientos especializados, no podría extender
su testimonio a aspectos propios de una ciencia, técnica o arte
ajenos al objeto puntual del debate. (CSJ SP, 22 abr. 2015.
Rad. 45711)

Otras distinciones de carácter instrumental son las


siguientes: i) el testigo técnico sólo concurre al juicio a
declarar sobre los hechos percibidos, no suscribe ningún tipo
de documento, mientras que el perito elabora un informe
contentivo de la experticia, que debe ser puesto a disposición
de las partes, con al menos 5 días de anticipación a la
celebración de la audiencia pública en la cual se incorporará
el peritaje, según lo establecido en el artículo 415 de la Ley
906 de 2004; ii) el alcance probatorio de las apreciaciones
presentadas por quien declara en juicio no es otro que el de

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la prueba testimonial y está sometida a los criterios


establecidos en el artículo 404 de la misma normatividad.

Por tratarse de testigos técnicos y no de peritos, se


confirma la inadmisión de las pruebas periciales 1.7.1.,
1.7.2., 1.10., 1.10.1., 1.11. y 1.12. Igualmente resulta
acertado que el Tribunal haya admitido los testimonios de
LUZ STELLA MORALES PÉREZ y JOSÉ LUIS GÓMEZ
SARMIENTO en tal calidad.

6.3 Sobre el recurso de apelación presentado por la


defensa

6.3.1 La argumentación necesaria para acreditar la


pertinencia de determinado medio de conocimiento
varía según la relación que éste guarda con los hechos
jurídicamente relevantes.

Sobre la carga argumentativa requerida para acreditar


la pertinencia de medios de convicción que guardan una
relación indirecta con los hechos jurídicamente relevantes,
la Sala ha dicho:

Cuando la relación [entre el medio de conocimiento y los


hechos jurídicamente relevantes] es directa, la explicación
suele ser más simple, como cuando se solicita el testimonio de
una persona que presenció el delito o de un video donde el
mismo quedó registrado. Cuando se trata de pruebas que
tienen una relación indirecta con el hecho jurídicamente
relevante, como cuando sirven para demostrar un dato a partir
del cual pueda hacerse una inferencia útil para la teoría del
caso de la parte, ésta debe tener mayor cuidado al explicar la
pertinencia para que el Juez cuente con suficientes elementos
de juicio para decidir si decreta o no la prueba solicitada. (CSJ
AP, 30 Sep. 2015, Rad. 46153).

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En lugar de indicar algún yerro o equívoco cometido por


el Tribunal al decidir inadmitir las pruebas 3.14.1, 3.14.2.
3.14.3., 3.15.1., 3.15.2., 3.15.3., 3.15.4., 3.15.5., 3.15.6.,
3.15.7., 3.15.8. y 3.15.9 30, el impugnante insistió en que las
mismas resultaban pertinentes porque con ellas no
pretendía “equiparar jurisdicciones”, sino poner en contexto
las declaraciones allí rendidas por DAGOBERTO RODRÍGUEZ
NIÑO, para acreditar la inexistencia de irregularidades en el
trámite del proceso civil 2016-00069 adelantado por el
acusado, pues se advirtió que el sumario fue agotado en
igualdad de condiciones a los demás que cursaban en ese
despacho judicial. Sin embargo, el escenario propio de la
anterior argumentación era el de la solicitud probatoria
ante la colegiatura de primera instancia.

Verificada la audiencia preparatoria, se advierte que la


defensa no argumentó sobre la relación de las actuaciones
con el tema de prueba y su repercusión sobre el mismo.
Solamente sustentó una “pertinencia general” respecto de las
piezas procesales que pretendía traer del expediente
disciplinario, a fin de desvirtuar la teoría del ente
investigador sobre la comisión de los ilícitos atribuidos.

Aun cuando afirmó no pretender la incorporación de la


valoración de otra jurisdicción “sobre los mismos hechos
investigados en esta”, solicitó copias de las decisiones
adoptadas, no solamente en lo disciplinario, sino también en
lo administrativo y constitucional.

30
Relacionadas con piezas procesales de los expedientes adelantados por la Sala
Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Seccional de la Judicatura de Bogotá, y del
radicado de vigilancia administrativa sobre el proceso civil que prosiguió esa misma
autoridad.

32
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El razonamiento expuesto en el recurso tampoco


acredita la pertinencia requerida. La defensa no explicó la
trascendencia de la “contextualización” de las declaraciones
rendidas por DAGOBERTO RODRÍGUEZ NIÑO en las actuaciones
disciplinaria y administrativa citadas, o la de lo decidido por
los jueces de tutela para acreditar que no existieron
irregularidades en el trámite que le dio el acusado al
proceso civil 2016-00069.

Igualmente, si lo pretendido era traer aquellos


testimonios directamente, tampoco procedía acceder a dicha
solicitud, pues se trataría de allegar al juicio prueba de
referencia sin cumplir los requerimientos legales exigidos.

De otra parte, el otro argumento central que dio lugar a


la denegación de las pruebas arriba señaladas, lo mismo que
de las 3.16., 3.17. y 3.4331, consistió en que no son tema de
prueba en esta actuación los motivos o causas por las
cuales el Consejo Seccional de la Judicatura citado abrió
proceso disciplinario y vigilancia administrativa al proceso
civil que adelantaba el acusado, o las acciones
constitucionales referidas, ni los criterios jurídicos
expuestos en esas jurisdicciones para adoptar sus
decisiones, las cuales no pueden ser impuestas al juez
penal que juzga la comisión de delitos por atentar ello
contra la autonomía e independencia de los
administradores de justicia. Frente a ello el censor tan solo
31
Relacionadas con los expedientes de tutela 2016-01414-00 y 2016-01828-00 de la
Sala Civil del Tribunal de Bogotá, y el fallo proferido dentro del primer trámite
citado

33
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Segunda instancia n.º 58087
REINALDO HUERTAS

se limitó a decir que su pretensión no era “equiparar


jurisdicciones”, sin atacar con razones de hecho y de
derecho los fundamentos de lo decidido al respecto por el
Tribunal, era ésta la carga que le competía cumplir.

Igual acontece en torno a las pruebas 3.15.2., 3.15.6.,


3.15.7. y 3.15.8.32 relacionadas con informes rendidos en
diferentes actuaciones, pues ningún cuestionamiento fue
planteado por el recurrente sobre la tesis ventilada por el
Tribunal para inadmitirlos.

En cuanto a la prueba 3.44. o concepto jurídico


emitido en el proceso civil por el abogado JAIRO PARRA
QUIJANO, la motivación según la cual dicho documento
demostraría que la medida cautelar decretada por el
acusado se ajustó a los preceptos legales, devela la finalidad
de superponer el referido criterio al del juez natural, sin
presentar argumento alguno contra la decisión del Tribunal
que la inadmitió.

En general, la defensa no cuestionó o señaló el error


en que pudo incurrir el Tribunal al sustentar su decisión.
No cumplió con la carga argumentativa que le correspondía,
máxime cuando la relación entre los hechos jurídicamente
relevantes y los medios de conocimiento pedidos era
indirecta, razón por la cual se mantiene la decisión tomada
por la primera instancia.
32
Informe de 18 de octubre de 2016 presentado por Reinaldo Huertas en virtud de
lo anterior (3.15.2.); acta de visita al juzgado de 21 de noviembre de 2016 (3.15.6.);
informe de auditoría de octubre de 2016, suscrito por José Luis Gómez Sarmiento
(3.15.7.); informe técnico del 29 de febrero de 2016, sobre el sistema de reparto,
suscrito por José Fabio Rozo (3.15.8.)

34
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Segunda instancia n.º 58087
REINALDO HUERTAS

6.3.2 No todo sistema de información es una base


de datos personales y por tanto, no está cobijado por el
ámbito de protección del derecho al habeas data

Sobre la negación de la exclusión y subsidiario rechazo


de la Prueba 1.10.1 o disco duro marca Seagate que
contiene la imagen forense y block del servidor de dominio
HP PROLIAN G5 S/N: BRC710NOJN del reparto judicial del
edificio Hernando Morales Molina - disco duro de 500 GB
ZA41T1F6 –, la defensa reitera los argumentos dados en su
primigenia solicitud, según la cual se vulneraron los
derechos fundamentales a la intimidad, autodeterminación
informática, hábeas data, debido proceso y principio de
reserva judicial con la extracción realizada del sistema de
reparto de la Rama Judicial, por considerar que debió
cumplirse con el control previo regulado en los artículos 14
y 244 del Código de Procedimiento Penal.

Para resolver esta censura cabe recordar que se


entiende legalmente como base de datos, el conjunto
organizado de datos personales que sea objeto de cualquier
operación como recolección, almacenamiento, uso,
circulación o supresión, conforme a los literales b y g del
artículo 3º de la Ley Estatutaria 1581 de 2012 por la cual
se dictan disposiciones para la protección de datos
personales.

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Segunda instancia n.º 58087
REINALDO HUERTAS

La búsqueda selectiva en bases de datos reglada en el


artículo 244 de la Ley 906 de 2004, constituye un medio
específico para la obtención de evidencia física con fines
probatorios insertada dentro del ámbito de operatividad del
derecho al habeas data, que recae sobre sistemas de acopio
de información administrados por entidades públicas o
privadas sometidas a ciertos principios jurídicos para
garantizar la armonía en el ejercicio de los derechos
fundamentales de los actores (titulares, usuarios y
administradores) del proceso de recopilación,
procesamiento, almacenamiento, control y divulgación de
datos personales33.

Las bases de datos objeto de protección del hábeas


data son aquellas creadas en desarrollo de una actividad
profesional o institucional de tratamiento de datos
personales que realicen instituciones públicas o privadas
autorizadas para dicho fin. Tales entidades actúan como
operadoras de las bases de datos cuya recolección y
tratamiento es producto de una actividad legítima
articulada sobre el consentimiento libre, previo y expreso
del titular del dato34.

A modo de ejemplo, las bases de datos creadas por las


centrales de información para prevenir el riesgo financiero,
las manejadas por EPS, clínicas, hospitales, o las de las
universidades para la prestación de servicios.

33
Corte Constitucional. Sentencia C- 336 del 9 de mayo de 2007. Magistrado
ponente: Dr. Jaime Córdoba Triviño
34
Ibídem.

36
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Segunda instancia n.º 58087
REINALDO HUERTAS

[Sin embargo], no pueden confundirse con


aquellos sistemas de información creados por el
usuario que no ejerce esa actividad de acopio de
información de manera profesional o institucional.
Estos sistemas de información, mecánicos o
computarizados, constituyen documentos cuyo
examen judicial sí se rige por las reglas que
regulan las diligencias de inspección o registro
de objetos o documentos35. (Resaltado por la Sala)

La naturaleza de la fuente del recaudo probatorio


determina el medio de acopio de la información y las reglas
aplicables para su recolección. Así, tratándose de bases de
datos, el medio apropiado es la búsqueda selectiva con
control judicial previo por juez con función de control de
garantías para asegurar la protección de derechos
fundamentales. Otro tipo de sistemas de información que
sean bases de datos personales que entren en la esfera de
protección del derecho del habeas data, pueden ser
recolectados a través de otros medios, como el registro, por
ejemplo.

La búsqueda selectiva de información personal en


bases de datos conserva su propia autonomía frente a otros
medios de acopio informativo, tales como registros,
allanamientos, incautaciones e interceptaciones. Ni técnica ni
conceptualmente es posible incluir la búsqueda selectiva de
información en bases de datos en la categoría de los registros
como instrumento de pesquisa, a los que se refiere el artículo
250. 2 de la Carta36.

De otra parte, esta Sala ha entendido el registro como:

35
Ibídem.
36
Ibídem.

37
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REINALDO HUERTAS

(…) un examen minucioso, completo, metódico y


detallado de un lugar, cadáver, persona o cosa con el
propósito de descubrir, identificar, recoger y embalar, los
elementos materiales probatorios o evidencia física que
tiendan a demostrar la existencia del hecho y a señalar la
existencia del hecho y a señalar al autor o partícipes del
mismo (CSJ AP, 23 nov. 2011. Rad. 37431)

Así las cosas, en el caso concreto se efectuó un registro


a los equipos de cómputo de la Rama Judicial que permitió
la recuperación de imágenes forenses del sistema de
reparto. No se trata de una base de datos personales, sino
de un sistema que guarda información relativa a
demandantes, demandados, tipo de acción jurídica incoada
y despacho judicial asignado, cuya finalidad es garantizar la
transparencia e imparcialidad de la administración de
justicia.

La información recolectada y la finalidad del sistema


que la guarda escapa del ámbito de protección de la
búsqueda selectiva de bases de datos y por tanto de los
controles judiciales respectivos.

Adicionalmente, la Sala ha dicho que el material


informático que pueda reposar en un computador o un
celular no tiene per sé la categoría de base de datos a la
cual hace referencia el inciso 2º del artículo 244 de la Ley
906 de 2004, sino la de documentos digitales, cuya
recuperación y análisis debe ser objeto de control posterior,
tal y como lo dispone el artículo 237 de la Ley 906 de 2004,

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modificado por el artículo 16 de la Ley 1142 de 2007 (CSJ


AP, 23 nov. 2011 Rad. 37431).

En efecto, la imagen forense del sistema de reparto de


la Rama Judicial esto es la Prueba 1.10.1, cuenta con acta
de control de legalidad posterior a su recaudo.

Por lo anterior, no se accede a la solicitud de exclusión


y subsidiario rechazo de la prueba 1.10.1. No se advierte
violación a los derechos fundamentales alegados, en tanto
el sistema de reparto de la Rama Judicial no tiene
naturaleza de base de datos personales y en ese sentido, no
está cobijada por el ámbito de protección de hábeas data,
cuya salvaguarda se materializa con la audiencia de control
previo ante autoridad judicial. Por el contrario, el
documento electrónico recaudado cumplió con la exigencia
legal de control posterior.

Cabe agregar que sobre la prueba 3.34 cuya pertinencia


se alegó para acreditar las irregularidades alrededor del
recaudo del dispositivo de almacenamiento de 80 GB, se
mantiene la decisión de la primera instancia. Al contener
audios y videos de audiencias de control previo sobre la
extracción de la imagen forense del sistema de reparto de la
Rama Judicial e identificar que este control judicial no es
necesario para soportar la legalidad de la evidencia, aflora
su inutilidad para esclarecer el tema de prueba.

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CUI: 110016000092202600211-00
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6.3.3 Fiscalía y defensa pueden ejercer el


interrogatorio directo respecto a un mismo declarante,
sin que ello dé lugar a que el trámite resulte repetitivo o
dilatorio de la actuación

Frente a los testimonios de interés común con la


Fiscalía de DAGOBERTO RODRÍGUEZ NIÑO, RAMÓN
ORLANDO RAMÍREZ FUENTES, CARLOS ARTURO LÓPEZ
LARA, WILMAR ANDREY PATIÑO RODRÍGUEZ, WILMAR
ANDREY CASAS MENDOZA, EDWIN FABIAN MACÍAS
CASTAÑEDA, EDWIN ENRIQUE ANGULO MARTÍNEZ y
LUIS DAVID DURÁN ACUÑA correspondientes a las
pruebas 4.1., 4.2., 4.3., 4.4., 4.5., 4.6., 4.7 y 4.10., el
Tribunal negó la admisión para la defensa por considerar
que la pertinencia, conducencia y utilidad de la prueba no
estaba suficientemente sustentada, sumado a que no
explicó por qué el contrainterrogatorio no le bastaba, sino
que quería escucharlos en interrogatorio directo.

Sin embargo, al verificar la audiencia preparatoria 37 se


constata que la defensa hizo alusión a la necesidad de su
interrogatorio directo para desvirtuar hechos jurídicamente
relevantes de la acusación, demostrar la ajenidad del
acusado en torno al entramado criminal que manipuló el
sistema de reparto, que jamás se comunicó ni entregó
dineros a los copartícipes del mismo, y que ni siquiera se
conocían entre sí, además de mencionar lo que le

37
Sesión del 28 de junio de 2019 (fl. 188 c. o. 1Tribunal CD).

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interesaba averiguar frente a cada testigo, de acuerdo con


su teoría del caso.
Lo anterior, revela la estrategia disímil perseguida por
la defensa con la prueba testimonial, respecto de la
planteada por la Fiscalía, razón suficiente para considerar
cumplida la carga de argumentación requerida para acceder
a la pretensión probatoria del impugnante, pues ya se ha
dicho que:

“[…] es indudable que, bajo las reglas del sistema penal


acusatorio, es válido que un mismo testigo concurra al juicio
bajo la doble connotación de prueba de cargo y de descargo.

Se permite, entonces, que fiscalía y defensa ejerzan el


interrogatorio directo respecto de un mismo declarante, sin que
ello dé lugar a que el trámite pueda calificarse como repetitivo o
dilatorio de la actuación, pues para tal efecto, resulta del todo
necesario que cada una de las partes, conforme su particular
teoría del caso, presente una argumentación completa y
suficiente que justifique los presupuestos establecidos para el
decreto y práctica de dicho elemento de convicción.

En todo caso, conviene precisar, las partes están


dotadas de herramientas jurídicas que permiten controlar los
interrogatorios. Así, de advertirse hipotéticamente que algunas
preguntas son innecesarias, repetitivas o inútiles, podrán
objetarlas y evitar que el trámite se dilate injustificadamente”
(CSJ SP, 17 jul. 2019, rad. 55136).

Para la Sala, la defensa expuso una argumentación


completa y apta para justificar los presupuestos necesarios
del decreto y práctica de los referidos elementos de
convicción. En ese sentido, se revocará la inadmisión
respecto de los testimonios anotados, y en su lugar la
defensa podrá ejercer el interrogatorio directo.

41
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REINALDO HUERTAS

6.3.4 No existe un único momento para realizar en


forma correcta el descubrimiento probatorio, ni existe
una única manera de suministrar a la contraparte las
evidencias, elementos y medios probatorios, pero
cuando tiene lugar en el juicio opera de manera
excepcional

Sobre la controversia planteada por la Fiscalía y la


defensa en relación con el condicionamiento que se fijó para
admitir la incorporación del disco duro marca Seagate con
capacidad de 500 GB, según el cual la defensa debe
verificar para establecer que el contenido corresponda a lo
asegurado por la Fiscalía, la Sala recuerda que si bien no
existe un único momento para realizar de forma correcta el
descubrimiento probatorio, ni una sola manera de
suministrar a la contraparte las evidencias, elementos y
medios probatorios, cuando tiene lugar en el juicio oral
aquel opera de manera excepcional.

La normatividad procesal penal establece unos


momentos específicos para que las partes efectúen el
descubrimiento de los elementos materiales probatorios y
evidencia física con la que cuentan para respaldar
probatoriamente la acusación u oponerse a ella.

La jurisprudencia de Sala ha considerado que el


descubrimiento probatorio hace parte del debido proceso
probatorio y se concreta en las siguientes circunstancias: i)
cuando el fiscal remite al juez de conocimiento el escrito de

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acusación con sus anexos, conforme al art. 337 del C.P.P;


ii) en la audiencia de formulación de acusación, conforme al
art. 344 del C.P.P; y iii) en la audiencia preparatoria, en las
condiciones previstas por los arts. 356 y 357 del C.P.P. (CSJ
AP393, 6 feb. 2019 Rad. 54182).

Dichos momentos procesales no son los únicos para llevar a


cabo el descubrimiento.

El juez [como] director del proceso está facultado para,


excepcionalmente, autorizar un descubrimiento cuando su
ausencia no obedeció a un descuido o negligencia de la parte
que quiere hacer valer la prueba (ibíd., art. 346); cuando una
persona u entidad diferente a la Fiscalía es quien dispone del
elemento de prueba (Cfr. CSJ SP, 21 feb. 2007, rad. 25920); o
cuando se trata de una prueba sobreviniente (ibíd., art. 344).

En este caso, no se observa que la falta de


descubrimiento del disco duro de 500 GB obedezca a una
actuación de mala fe o negligente por parte de la Fiscalía,
sino a un cambio de contenedor que incluyó la totalidad de
la información sobre el sistema de reparto de la Rama
Judicial recolectada en tres oportunidades y que
comprendía los archivos digitales de otros dispositivos de
menor capacidad.

Permitir la introducción de este medio de prueba en


juicio con la condición planteada por el Tribunal, equilibra
los intereses de las partes involucradas. De una parte, en
caso de que la información sea la misma, el cambio de
dispositivo electrónico resultaría inane, pues el
descubrimiento se habría efectuado tal y como lo dispone el

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debido proceso probatorio. Pero si la información llega a


variar, la defensa tiene la oportunidad de ejercer la
contradicción e incluso solicitar el rechazo de la misma, por
lo cual sus derechos no resultarían afectados.

Por las razones expuestas la Sala mantendrá la decisión


de la colegiatura de primer grado de admitir la
incorporación del disco duro marca Seagate con capacidad
de 500 GB, en los términos en que fue decidido por el A
quo.

En conclusión, según lo expuesto, se revocará la


decisión impugnada en lo que se refiere a la inadmisión de los
testimonios de interés común, solicitados por Fiscalía y
defensa atrás relacionados, a efectos de admitirlos también
directamente a la defensa. En lo demás, la providencia será
confirmada.

En mérito de lo expuesto, la Sala de Casación Penal de


la Corte Suprema de Justicia

RESUELVE

Primero. REVOCAR la decisión recurrida, proferida el


13 de febrero de 2020 por el Tribunal Superior de Bogotá,
en cuanto a la inadmisión de los testimonios de interés
común de DAGOBERTO RODRÍGUEZ NIÑO, RAMÓN
ORLANDO RAMÍREZ FUENTES, CARLOS ARTURO LÓPEZ
LARA, WILMAR ANDREY PATIÑO RODRÍGUEZ, WILMAR

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ANDREY CASAS MENDOZA, EDWIN FABIÁN MACÍAS


CASTAÑEDA, EDWIN ENRIQUE ANGULO MARTÍNEZ Y
LUIS DAVID DURÁN ACUÑA -pruebas 4.1., 4.2., 4.3., 4.4., 4.5.,
4.6., 4.7. y 4.10. que le fueron admitidos a la Fiscalía -, y, en su

lugar, admitirlos directamente a la defensa, conforme a la


motivación que al respecto se hiciera en las consideraciones
de esta providencia.

Segundo. CONFIRMAR en lo demás la decisión


apelada.

Tercero. Contra lo aquí resuelto no procede recurso


alguno.

Comuníquese y cúmplase

FABIO OSPITIA GARZÓN

JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA

MYRIAM ÁVILA ROLDÁN

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REINALDO HUERTAS

FERNANDO LEÓN BOLAÑOS PALACIOS

GERSON CHAVERRA CASTRO

DIEGO EUGENIO CORREDOR BELTRÁN

LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA

HUGO QUINTERO BERNATE

PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR

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CUI: 110016000092202600211-00
Segunda instancia n.º 58087
REINALDO HUERTAS

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

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