El Mio Cid y La Clestina.2291-7017-2-Pb

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 7

ASIGNATURA: LENGUA CASTELLANA. 1 PERIODO. GRADO 10.

EL CANTAR DEL "MIO CID"

"Puede asegurarse que en los diez siglos transcurridos desde la ruina de la civilización griega y romana hasta la
aparición de la DIVINA COMEDIA, ningún país ha producido un trozo de poesía más original en sus formas ni
más lleno de naturalidad, energia ycolorido".
Tícknor. Historia de la Literatura Española

Cantar, poema o gesta de MÍO CID, o simplemente MÍO CID es el documento más antiguo de lasletras
castellanas conocido hasta hoy.

Fue publicado por primera vez en 1779 por el erudito religioso Tomás Antonio Sánchez. Es un poema escrito en
3730 versos, contenidos en 74 hojas de pergamino, al que le faltan la primeray otras dos interiores, de 50 versos
cada una. Es seguro que el verdadero título o nombre del poema debería aparecer en la primera hoja.
¿ CUÁNDO FUE ESCRITO?. No se sabe con seguridad la fecha exacta. La mayoría de los estudiosos concuerdan
en que haya sido escrito entre 1140 y 1157, más o menos 50 años después de los hechos que relata y de la
muerte del personaje principal: el Cid murió el año 1099.

¿ QUIÉN LO ESCRIBIÓ?. Tampoco se sabe, pesea que al final del poema se dice: "Per Abbatle escribió en el
mes de mayo, en éra de 1345 años"(de J.C., 1307).

Al comienzo se pensó que el autor era Pedro Abad, pero posteriormente se concluyó que éste no fue sino un
copista, "porque en aquel tiempo la palabra escribir equivalía a copiar, mientras que en la significación de
componer solía usarse el verbo FER o FACER." (R. Ragucci)

R. Menéndez pidal sostiene que el autor fue un juglar lego o poeta del pueblo que posiblementehaya sido testigo
de los hechos. En tanto que para otros fue un clérigo, en razón del gran respeto con que en el poema se habla
respecto al culto.

¿ ES HISTÓRICO EL CID?. Sí, es histórico. El fondo del poema es rigurosamente histórico. ElCid vivió en la
realidad. Ruy Díaz de Vivar, el Cid Campeador, tuvo por padre a Diego Laínez. Sirvió con las armas a Fernando I,
a Sancho II y luego a Alfonso VI de España. Se casó con Jimena Díaz, prima de Alfonso VI, en 1074. Tuvo dos
hijas: Cristina y María. Cristina se casó con el infante de Navarra y María con el conde de Barcelona, Ramón
Berenguer.

En innúmeras batallas el Cid se enfrenta y vence a los musulmanes, demostrando en todas ellas gran valor, amor a
la patria y fidelidad al rey. Pese a las intrigas palaciegas de su enemigo capital, el conde García Ordóñez, que lo
llevan a ser desterrado por Alfonso VI, rey de Castilla; se enfrenta valerosamente al enemigo común y vence a
los moros. "Los mismos musulmanes, en reconocimiento de su valor singular y noble generosidad, lo apellidaron
el CID, de ‘sidi’ o
‘seid’, que significa señor."

Sin embargo de lo dicho, existe también un Cid legendario, creado por la fantasía popular que completan las
noticias desconocidas de la existencia de su héroe predilecto. Los romances Cantar de Rodrigo o Poema de las
mocedades del Cid y el Romancero del Cid dan cuenta de este personaje, convertido en leyenda.
PARTES DEL POEMA. Menéndez Pidal, el estudioso más eminente de la gesta cidiana, hadividido al poema en
tres cantares:
1º El Destierro del Cid (del verso 1 al 1084);
2º Las Bodas de las hijas del Cid (versos 1085 a 2277); y3º La Afrenta de Corpes (versos 2278 a 3730).

PERSONAJES DEL POEMA. Así como el Cid, la mayor parte de los personajes que intervienen en el poema, son
históricos. Igualmente son auténticas las noticias geográficas, las armas, los vestidos, las costumbres, etc.
pertenecientes a la época en que ocurrieron los hechos que narra el poeta. Los personajes son; además del
Cid:
Jimena, esposa del Cid,
Elvira y Sol, hijas del Cid,
Diego y Fernando, infantes de Carrión, esposos de las hijas del Cid,
Conde García Ordóñez, enemigo del Cid,
Álvar Fáñez Minaya, sobrino del Cid,
Martín Antolínez, "el ulises del poema",
Raquel y Vidas, dos judíos,
Avengalón, rey moro,
Martín Muñoz, Muño Gustios, Galindo García, y otros.ARGUMENTO DEL MIO CID.
"EL DESTIERRO DEL CID". Don Rodrigo Díaz de Vivar es enviado por el rey de Castilla, Alfonso VI, a cobrar los
tributos que anualmente le ofrecían los reyes moros de Córdoba y Sevilla. Se enfrenta al conde García Ordóñez,
quitándole gran riqueza y mesándole oarrancándole la barba, una de las más grandes ofensas que podía
padecer un caballero de la época. A su regresso a la corte es acusado por García Ordóñez y algunos envidiosos,
de haber guardado para sí parte de dichos tributos, por lo que Alfonso VI lo destierra de Castilla. Ruiz Díaz
abandona su querido Vivar llorando y se dirige a Burgos, donde nadie puede afrecerle ninguna clase de ayuda ni
atenciones, por orden del rey. Se ve obligado a acampar en las afueras de la ciudad, y para proveerse de dinero
para él y los suyos, su sobrino Martín Antolínezsorprende a dos judíos, Raquel y vidas, ofreciéndoles dos
supuestas arcas llenas de oro, a cambio de su ayuda económica.

Se dirige luego hacia el monasterio de Cardeña para despedirse de su esposa Jimena y de sus hijas Elvira y Sol.
La despedida es conmovedora. El Cid cabalga sobrer su caballo Babieca en dirección a la frontera de Castilla y
va reuniendo cada día mayor cantidad de soldados "hasta enterar trescientas lanzas con pendones". En su
recorrido, el Cid y sus huestes van venciendo a los moros en sucesivas batallas y de cada botín le envía a su rey
y señor la quinta parte, además de 30 caballos enjaezados y muchas espadas. El monarca acepta los presentes
del Cid, pero no lo perdona.

"BODAS DE LAS HIJAS DEL CID". El segundo cantar comienza con la partida del Cid hacia el
Mediterráneo. Durante tres años realiza correrías por tierras de Burriana, Jérica, Onda, Almenara y Murviedo.
Cerca a Valencia por nueve meses y al décimo entra triunfante en ella. Nuevamente envía al rey valiosos
presentes como signo de lealtad y obediencia y le pide que les permita a su esposa y sus hijas salir hacia
Valencia. El Cid cada día gana gloria y riqueza, y ya son 3600 soldados los que lo siguen. Esto aumenta la
envidia de García Ordóñez y la codicia de los infantes de Carrión, Diego y Fernando. Siguen las hazañas del
Campeador, así como los presentes para el rey.

Los infantes piden al rey casarse con las hijas del Cid y el monarca pide entrevistarse con el héroe a orillas del
río Tajo. Ambos se reconcilian y el Cid acepta el matrimonio de sus hijas, pero intuitivamente no le satisface el
enlace que quiere el rey para Elvira y Sol. Hay bendicíon y misa nupciales, así como nuchas celebraciones y
alegría durante 15 días.

"LA AFRENTA DE CORPES". Los yernos del Cid muestran sus temores y cobardía en varias batallas que sostuvo
el Cid posteriormente, así como en un episodio en que muestran su falta devalor al buscar refugio desesperados
ante la presencia de un león que se había escapado de su jaula. Llenos de verguenza comparecem ante el Cid y
en la Corte son motivo de continuas burlas, por cobardes. Entonces deciden abandonar Valencia para dirigirse a
sus heredades de Carrión. La comitiva entra al robledal de Corpes, acampan en el lugar y a la mañana siguiente
despiden a los criados con sus caballos. Los infantes maltratan cobardemente a sus esposas, azotándolas
inicuamente y las abandonan atadas a un árbol. El Cid pide justicia al rey y éste convoca a cortes en toledo,
pese a los ruegos de los de Carrión para que no se realicen.

El Cid exige que los infantes devuelvan el dinero de sus presentes, así como sus famosas espadas Tizona y
Colada que le eran muy queridas por ser signos de su valor. Ademáas pide que los infantes se batan a duelo con
dos de sus vasallos, para limpiar su honor. Llegado el día, Diego y Fernando son vencidos fácilmente por los del
Campeador. Posteriormente, llegan peticiones al Cid para que sus hijas se casen con los infantes de Navarra y
Aragón. De esa manera el Cid se emparienta con reyes de España "y queda desagraviado con creces".
BIBLIOGRAFIA

Historia de la Literatura Española, Tomo I, Angel, Valbuena Prat. Edit. Gil, S.A. Esp.
Manual de Literatura Española. Rodolfo Ragucci, S. D. B., Edit. Don Bosco, Bs. Aires. Argent. Lengua y
Literatura. José A. Valera Zambrano. Lima-Perú
Diccionario de Autores. González Porto-Bompiani, Tomo I. Edit. Montaner y Simón, S.A. Barcelona, España.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

OBRA LA CELESTINA.

Fernando de Rojas, La Celestina


Literatura española de la Edad Media y del Siglo XV

Fernando de Rojas - La Celestina

El siglo XV se cierra con la aparición de una de las obras cumbre de nuestra literatura: La Celestina. Es una
época en que el humanismo ya está en plena vigencia, lo cual también influye en la obra de Fernando de
Rojas. De Italia han llegado nuevas ideas, la nueva estética que luego se plasmará definitivamente en la
época del emperador.
Versiones
La Celestina es una obra que desde su aparición ha planteado varios y difíciles problemas en torno a la
composición del libro, sobre el autor y la extensión de la misma, ninguno de los cuales puede tenerse todavía
por resuelto. La obra nos ha llegado en dos versiones: la primera, titulada Comedia de Calisto y Melibea , de
dieciséis actos; y una segunda, Tragicomedia de Calisto y Melibea , en veintiuno. Las primeras ediciones,
hasta que La Celestina adquiere su forma definitiva de veintiún actos, se concretan en tres estados bien
definidos. Al primero corresponde la edición, considerada como princeps, impresa, al parecer, en Burgos por
Fadrique de Basilea en 1499, de la cual se conoce un ejemplar único, falto de hojas al principio y al fin;
carece de título y comienza con el argumento del Acto I. En esta versión de la obra todavía no se da noticia
del autor.
El segundo estado lo constituyen las ediciones de 1500 (Toledo) y de 1501 (Sevilla) - conservadas también en
ejemplares únicos -, las cuales contienen una Carta de "El autor a un su amigo" once octavas acrósticas de
arte mayor, el argumento de la obra, los dieciséis actos con sus argumentos, y unas coplas del corrector
Alonso de Proaza, que explican cómo debe leerse el acróstico y dan el lugar y la fecha de impresión.
El tercer estado lo representan las cinco ediciones de 1502 - Salamanca, Toledo y tres de Sevilla -, las cuales
llevan ya el nombre definitivo de Tragicomedia de Calisto y Melibea y de la puta vieja Celestina : en todas
ellas se añade un prólogo después de las octavas acrósticas y otras tres octavas antes de las coplas de
Proaza, se intercalan algunos nuevos pasajes y se suprimen otros y se agregan - con el nombre de Tratado
de Centurio - cinco actos más, pero no al final sino a continuación del XIV, con lo que los actos XV y XVI
pasan a ser el XX y el XXI. En la edición de Toledo de 1926 apareció un nuevo acto, llamado "el de Traso" ,
intercalado como número XXI, epílogo tardío del cual se prescinde generalmente por su falta de calidad
literaria.
Autoría
El libro de La Celestina , tal y como hoy lo conocemos, contiene una carta de "el autor a un su amigo", once
octavas acrósticas, un prólogo, la obra propiamente dicha, compuesta por el Argumento y los veintiún actos
con sus argumentos, tres octavas explicando el propósito de la obra y, finalmente, las coplas del corrector
Alonso de Proaza en las que explica cómo han de leerse los dichos versos acrósticos. éstos, al unir la
primera letra de cada uno, dicen: <<El bachiller Fernando de Rojas acabó la Comedia de Calisto y Melibea e
fue nascido en la Puebla de Montalbán>>. En la carta "a un su amigo" se dice que, habiendo encontrado el
primer acto, "viendo no sólo ser dulce en su principal historia o ficción toda junta, pero aun de algunas sus
particularidades salían deleitables fuentecillas de filosofía [...] se detuvo en continuarla quince días" . Estas
palabras plantean varios problemas: ¿Fueron dos o uno los autores? Si hubo dos, ¿quién fue el del primer
acto? ¿Quién fue Fernando de Rojas?
Si bien la crítica del siglo XIX se inclinó rotundamente por la unidad del autor, opinión consagrada por la
autoridad de Menéndez y Pelayo, hoy los eruditos son partidarios de los dos autores que las palabras de
Rojas afirman. El primer acto es, por lo tanto, anónimo. La atribución de su autoría a Cota o a Mena está hoy
generalmente descartada.
De FERNANDO DE ROJAS se puede afirmar que era bachiller en leyes. Nacido en la Puebla de Montalbán
(Toledo) hacia 1475, poseyó una importante biblioteca. Estudió en la Universidad de Salamanca, donde la
tradición clásica siempre tuvo una enorme acogida. En 1517 se estableció en Talavera de la Reina (Toledo),
donde ejerció por breve tiempo el cargo de Alcalde Mayor. Era judío converso. La ascendencia judía de Rojas
está probada por el proceso contra Álvaro de Montalbán; éste, acusado de judaizante nombró "por su letrado
al bachiller Fernando de Rojas, su yerno, vecino de Talavera, que es converso" , pero la Inquisición lo
rechazó diciendo que no había lugar y le pidió que nombrara a otra persona "syn sospecha" . Rojas otorgó
testamento en Talavera el 3 de abril de 1541 y debió de morir casi inmediatamente, ya que su mujer
comienza el inventario de sus bienes el día 8 del mismo mes. Fue enterrado en la "yglesia del monesterio de
la Madre de Dios" en Talavera, de cuya Congregación era miembro. Sus restos fueron localizados en marzo
de 1936 en la pequeña iglesia de dicho monasterio, y exhumados en marzo de 1968.
ARGUMENTO
Calisto, un joven noble apuesto y de preclaro ingenio, penetra persiguiendo a un halcón en la huerta donde
se halla a Melibea, de quien queda profundamente enamorado. Ante el rechazo de ésta y aconsejado por su
criado Sempronio, decide encomendar su cuidado a Celestina, para lograr por medio de ella el amor de
Melibea. La alcahueta consigue mediante artimañas que Melibea se enamore de Calisto. Los criados de éste
intentan explotar un beneficio propio la pasión de su amo: que había prometido una cadena de oro a
Celestina si lograba entre todos enamorar a Melibea. Cuando esto sucede, los criados reclaman su parte y
ante la negativa de Celestina, la matan. Son apresados y ejecutados por la justicia, de lo que Calisto tiene
noticia al día siguiente. Concierta una entrevista una entrevista nocturna con Melibea; sube por una escalera
de cuerda y cuando va a bajar para marcharse, se rompe la escalera y Calisto se mata. Ante la muerte de
su amado, Melibea sube a una torre y se arroja desde ella tras declarar las causas del suicidio a su padre.
Termina la obra con el llanto y unas reflexiones morales de Pleberio, padre de Melibea.
ESTRUCTURA
Lo sorprendente es que una historia en apariencia tan simple, que podría haber sido la de una novela de serial,
se convierta en argumento de una extensa y trascendental obra. ¿Cómo ocurre esto? Aparte de otras
razones, dos son las que aquí se pueden señalar: por una parte, la acción se demora tranquilamente, con lo
que se consigue diseñar unos caracteres de gran fuerza y un ambiente que es exacto reflejo de la vida
misma; por otra, la trabazón de causas y consecuencias - fatales en definitiva - se entrecruzan como en la
vida misma. Es por lo tanto, la plasmación de esa vida y la intensidad humana de los personajes lo que
determina esa riqueza, profundidad y complejidad de la obra.
Atendiendo a la estructura argumental, debemos tener presente tres tipos de factores.
Como señala el esquema, el motor de la acción es el amor o pasión. Pero obsérvese que se trata del amor-
trágico; y es que la estructura de La Celestina está montada sobre el contraste de amor y muerte , maridaje
permanente en la literatura de todos los tiempos. El acto XII es fundamental. Es el momento en que cambia
el movimiento de la obra; el amor y la muerte se aúnan aquí en un mismo acto, en síntesis estructural
perfecta: el primer encuentro de amor de Calisto y Melibea y la primera muerte, la de Celestina.
Anteriormente se ha visto una ascensión hacia el amor; desde ese momento, aparece la muerte como
protagonista de la caída en cascada.
Efectivamente, la primera parte, hasta el acto XII, presenta un ritmo ascendente de acercamientos múltiples
alrededor y en función del principal: el encuentro de Calisto y Melibea. Hasta este momento, los
acercamientos interesados se van sucediendo con mayor o menor dificultad. Calisto ante los impedimentos
determinados por la ilegitimidad de su amor y las imposiciones sociales se alía con Celestina por mediación
de Sempronio. Pármeno, más idealista y bienintencionado para con su amo, es, al principio, un impedimento
que hay que destruir. Las muchachas de Celestina, Elicia y Areusa, desempeñarán un papel importante en
la consecución de la necesaria asociación de Celestina, Sempronio y Pármeno. Celestina se encuentra con
una doble misión: atraer como aliado a Pármeno, que la conoce bien y la desprecia, y, como proyecto último
conseguir la claudicación de Melibea, misión ardua no por el modo de ser de Melibea sino principalmente
por los comportamientos sociales que se le imponen. La corrupción de Pármeno se consigue definitivamente
en el acto IX en el encuentro con Areusa; la atracción de Melibea, trabajosa y lenta, culmina en el XII
La segunda parte, de línea descendente, se inicia también en el acto XII con el asesinato de Celestina, a
manos de Sempronio y Pármeno. La muerte, ya anunciada varias veces en la primera parte, va a convertirse
a partir de ahora en motor de la acción. Tras la muerte de Celestina, Tristán y Sosia comunican el
ajusticiamiento de Sempronio y Pármeno en el acto XIII. En el XIX, única noche de amor completo, muere
Calisto. El XX, el suicidio de Melibea, último eslabón de la cadena: Celestina, criados, Calisto, Melibea. Pero
la muerte también está presente también en otros actos; por ejemplo, en el XV, XVII y XVIII con los planes
de venganza de las muchachas de Celestina y, sobre todo, en el XXI, con el planto de Pleberio, que cierra la
obra confirmando el triunfo de la muerte sobre el amor por la fuerza del destino.
PERSONAJES
La Celestina es una obra única en cuanto a la creación de caracteres. Aunque Calisto y Melibea aparecen
como protagonistas, es Celestina la que señorea la obra entera; éste es el hecho que justifica el cambio de
título. Es, sin duda el personaje mejor logrado y a la vez el más complejo de los personajes creados por
Rojas. Sobre este personaje se han cargado todos los calificativos imaginables, hasta el demoníaco. Y
Celestina no es un personaje demoníaco sino humano en el sentido de que su existencia sólo es posible
porque existe una sociedad urbana que de alguna manera la necesita. Celestina es un personaje que vive
del vicio y de las bajas pasiones de los demás. Y todo esto lo aprovecha en beneficio propio. Pero sin los
vicios y miserias morales de la ciudad, Celestina no sería posible.
Lo que sí hace Celestina es servirse de todas las artes, desde la hechicería a las ocasiones para lograr su
propósito: dinero. Porque la gran pasión de Celestina es la avaricia. La avaricia es la que la lleva a pervertir
a los criados de Calisto: por avaricia no se detiene ante nada ni le importan los medios. Sus conocimientos
de la naturaleza humana, el engaño, la falsedad, la pretendida compasión, el cinismo y la ironía, la hechicería
y sobre todo su inmensa experiencia, todo lo pone al servicio de su gran pasión, que no es la lujuriar sino la
avaricia.
Celestina ha pasado a la posteridad como la encarnación de la moral sin escrúpulos, puramente utilitaria,
para lo que todo es lícito si es en provecho propio No repara en medios para lograr sus objetivos, y el proceso
de perversión a que somete a los criados de Calisto es algo cercano a lo demoníaco.
Importante también es señalar que Celestina ama su oficio y lo realiza con el interés de un profesional, como
otros realizan el suyo - según ella misma dice-. El fundamento de dicho comportamiento lo constituyen dos
aspectos: su filosofía del amor y una definida actitud psicológica. Para ella, el amor es una fuente de vida
que la naturaleza proporciona y, por lo tanto, es bueno, obra de Dios; además, en su vida ha sido ley y norte.
Psicológicamente, ella goza al revivir, realizando su oficio, el esplendor de su juventud - recuérdese la
escena con Areúsa.
Otro hecho que la define de algún modo es su importancia social como alcahueta, hecho éste digno de tenerse
en cuenta a la hora de ver La Celestina como testimonio histórico social. En efecto, Celestina es reconocida,
tal como es, de una manera general. Pármeno, en la descripción que de ella hace, dice que en todas partes
está y todos la solicitan.
Calisto , mozo noble y de notable ingenio, no posee la firmeza y determinación de Melibea. Es voluble,
impresionable, fácil al desánimo y la exaltación más apasionada. Los dos rasgos más sobresalientes de este
nuevo amador son por un lado, su total enamoramiento, es un poseso del amor, lo cual le hace andar
completamente abstraído, en ocasiones como un sonámbulo, y por otro su egoísmo y su inseguridad.
El enamoramiento le lleva a las alabanzas más incontenibles, y a veces sofisticadas, de Melibea. Cae así en
los esquematismos del amor cortés y en las exageraciones propias de los amantes, fruto no de la razón sino
del corazón. Encarna el amor ciego, la pasión desatada, pasión que le esclaviza hasta convertirle en un
personaje trágico.
Otro rasgo de este personaje es su inseguridad. Es tan inseguro, que llega incluso a perder protagonismo a
favor de Celestina y de sus criados, quienes de esta manera se agigantan como personajes imprescindibles
en la obra.
En cualquier caso, la pasión de Calisto le lleva a un profundo egoísmo que no repara en dádivas ni en ofensas.
A Celestina y a los criados se los gana mediante riquezas y adulaciones, y, cuando le llega l noticia de que
han muerto, su dolor parece inicialmente sincero, pero enseguida se apresura a justificar su muerte.
A Calisto sólo le importa la consecución de sus deseos, por eso morirá víctima de ellos.
El retrato que Calisto hace de Melibea podría hacernos pensar que estamos ante un tipo de mujer
estandarizada, con resabios de dama del amor cortés y con rasgos de la nueva estética renacentista. Y
efectivamente, nos hallamos ante un retrato estereotipo, ante un ideal femenino de belleza que es común
al final de la Edad Media y a todo el Renacimiento. Un retrato que tiene más de ideal y de sueño que de real.
Pero aunque el retrato físico de Melibea pertenece a un ideal de belleza propio de una época, no así su
personalidad. Melibea es ya profundamente individual; sabe actuar de modo práctico y directo, buscando
enérgicamente aquello que anhela. Melibea no es la joven cuya voluntad aparece ligada a la de los padres.
No dudará en engañarlos, en fingir, en pasar ella sola a la acción para lograr sus apetencias.
En este sentido, Melibea representa en la literatura española la primera gran incorporación del individualismo
de la persona defendido por el Renacimiento. El proceso de su pasión está magníficamente expresado con
verdadera intuición del alma femenina: desde el rechazo inicial, al comienzo de la obra, hasta su entrega
apasionada a Calisto en el jardín de su casa, pasando por ese punto intermedio de fingidas protestas y
pretendidos rechazos.
Melibea enamorada ya no se detendrá ante nada. Pactará con la vieja, engañará a su madre y se entregará a
Calisto. Cede a su pasión: no le importan la educación, el recuerdo de sus padres, ni tiene escrúpulos que
la atormenten; es una mujer enérgica, apasionada, e incluso arrogante porque lo exige su pasión.
Pero el azar, la fatalidad o el destino acabarán con cualquier tipo de apasionamiento, como posteriormente
en Romeo y Julieta o en Don Álvaro, el duque de Rivas . Entra, por tanto en la concepción moderna de la
mujer. En posesión de una belleza idealizada, propia del Renacimiento afirma, sin embargo, a lo largo de la
obra su poderosa individualidad, su fuerza y su pasión.
No se puede olvidar a los padres de Melibea . Alisa y Pleberio, padres de Melibea, tienen más importancia
social que dramática. Son el reflejo de un matrimonio burgués, orgulloso de su hija y confiado en su
inocencia. Son dos personajes sobre los que no pesa el convencionalismo. Pero su seguridad y confianza en
la hija facilitan los manejos de Celestina y, en definitiva, del desenlaza trágico. Alisa aporta originalidad a
la obra en cuanto a una casi total ausencia de la madre en nuestro teatro posterior. Es autoritaria, pagada
de su posición e ignorante en todo lo que se refiere a su hija. Pleberio es padre amoroso y preocupado por
la seguridad económica de su hija, de la que, en definitiva, también lo desconoce todo. Por otra parte,
Pleberio, con su retórico discurso, dará el testimonio de la enseñanza final: su imprevisora paternidad
permitirá que Melibea caiga en las asechanzas del loco amor.
Los criados de Calisto y las pupilas de Celestina están trazadas con innegable maestría y originalidad. Son
personajes enteros y no simples y fieles servidores. Pármeno, Sempronio, Elicia y Areúsa representan la
incorporación al teatro de toda un realidad social: el mundo bajo de los criados y las prostitutas, propio del
ambiente de la gran ciudad. Sus intereses y conflictos van parejos a los de los personajes de alto rango. En
la tragedia clásica sólo intervenían reyes, héroes e, incluso, dioses; sin embargo, en la obra de Rojas las
gentes del pueblo entran a formar parte de la trama trágica, lo cual es una característica de la comedia
humanística. Fernando de Rojas ha sabido captar la crisis social del siglo XV, señalando la situación
socioeconómica del asalariado. El resultado ha sido que, con una audacia literaria inesperada, ha hecho
intervenir en u obra a los criados y a las prostitutas como si se tratasen de personajes altos socialmente.
Cada uno de los personajes constituye un mundo con sus problemas, preocupaciones y miserias, cosa que
no se dio ni en el teatro anterior ni en el inmediatamente posterior, en el que el criado no es más que un
intérprete de la voluntad del señor. En La Celestina , en cambio, los criados deciden, ponen condiciones,
exigen, y a la vez son pieza clave sin la cual es inconcebible la marcha de la obra; hasta el punto de que,
cuando Pármeno y Sempronio son muertos aparecen suplidos inmediatamente por Sosia y Tristán. Los
criados de La Celestina tienen su pequeño drama íntimo y su gran pasión: el interés y la avaricia. Todo
cuanto hacen es arrastrados por el interés y el ansia de medrar. Los criados de La Celestina son un reflejo
de esa crisis social que vimos anteriormente y que llevó al criado a cierto grado de rencor y desprecio hacia
el señor.
GÉNERO DE LA CELESTINA
Aunque el carácter de obra dramática de La Celestina parece imponerse sin dificultad debido a su estructura
y a la total ausencia de parte narrativas, el género literario a que pertenece ha sido objeto de diversas
estimaciones, basadas sobre todo en el hecho de su gran longitud - que la hace prácticamente
irrepresentable en su forma original - y de su peculiar utilización del tiempo, que hace pensar en formas
novelescas; de aquí los nombres de novela dramática o de novela dialogada con que ha sido calificada en
muchas ocasiones.
A pesar de lo dicho es innegable el carácter dramático de la obra. La estructura es pues básicamente
dramática, pero, de algún modo, rebasa los moldes propios del drama.
Pero es que la Tragicomedia de Calisto y Melibea no fue escrita para ser representada, sino para ser leída,
característica que enlaza con comedia humanística, género en que se inspira la obra de Fernando de Rojas.
Este género fue creado por Petrarca y se caracterizaba por el argumento simple pero de desarrollo largo y
su interés por los sectores pobre de la sociedad. Otra característica era el diálogo variado y que estaba
escrito en latín
INTENCIONALIDAD Y SENTIDO
Dice Fernando de Rojas en la "carta a un su amigo" que escribió la obra contra los fuegos del amor, contra
los lisonjeros y malos sirvientes y falsas mujeres hechiceras. Estas mismas intenciones de moralidad vienen
repetidas al final en un poema que declara su intención. Estas manifestaciones expresas han sido
interpretadas como subterfugios que pretenden ocultar el contenido irreligioso, pesimista y negativo de la
obra. Ante estos supuestos indemostrables, ha habido últimamente una reacción a favor de la sinceridad de
Rojas. La autoridad de Marcel Bataillon ha reavivado la interpretación de que La Celestina fue escrita para
que fuera leída y entendida como una moralidad. Lo que confunde la posible evidencia de esta opinión, que
parece imponerse por los mismos hechos, es la inmensa riqueza de vida que la obra comporta, lo que
posibilita la multiplicidad de sentidos e interpretaciones. Si Rojas hubiera operado con símbolos - personajes
tipo - y esquemas, la enseñanza sería patente; pero esa misma riqueza a la que me he referido dificulta la
interpretación como ocurre con la vida misma.
LENGUA Y ESTILO
No debemos olvidar que La Celestina llega en un momento de madurez y por ello los diferentes movimientos
culturales y literarios confluyen en ella purificados. En efecto, en ella se aúnan, en equilibrio admirable, el
mundo medieval y el renacentista, por una parte y la tendencia culta y la popular, por otra. Esto determinará
en gran medida su lenguaje y estilo.
Se pueden distinguir, en efecto, un lenguaje culto y latinizante, cargado de artificios, y un habla popular lleno
de refranes y de expresiones vivaces. Sin embargo, la separación no es nítida; el uso de los diferentes
registros del lenguaje no corresponde de forma absoluta a los estamentos sociales distintos - señores y
plebeyos. -, sino que se entrecruzan ambas tendencias, dependiendo no sólo del emisor, sino también del
interlocutor y del asunto tratado. No obstante, hay que apreciar una clara tendencia a la diferenciación.
El estilo elevado, por su parte, presenta una cierta moderación, si bien encontramos aún la frecuente
colocación del verbo en el final de la frase, consonancias, amplificaciones, latinismos léxicos y sintácticos
como el uso frecuente del infinitivo y el participio de presente. En cuanto a la crítica sobre el exceso de
erudición, hay que decir que la abundancia de sentencias y alusiones históricas y mitológicas se interpretan
hoy como una convención estilística análoga al hecho de que en el Siglo de Oro todos los personajes
hablasen en verso.
También el lenguaje popular, tan rico en La Celestina , está sujeto a cierta mesura; es prudente el uso de los
modismos del hambre y prescinde de dialectalismos y de formas de ambientación localista que le hubieran
proporcionado fáciles elementos de comicidad y colorismo. En cambio, es de destacar la gran abundancia
de refranes.
Por último, en La Celestina la técnica del diálogo se manifiesta con suma perfección, pudiéndose distinguir
diferentes tipos según la intención del autor: monólogos caracterizadores y ambientadores -
importantísimos, ya que, al no estar destinada la obra para la representación, sirven a su vez de acotaciones
dramáticas-, diálogos oratorios y diálogos breves de gran riqueza.
INFLUENCIA DE LA CELESTINA
La influencia de La Celestina en la literatura posterior es amplísima. Desde el principio fue objeto de
continuaciones como la Segunda Celestina de Feliciano de Silva. Su influencia fue grande en obras de Lope
de Vega como La Dorotea y El Anzuelo de Fenisa . También la tuvo presente el autor de La Lozana
Andaluza y el género de la novela picaresca. Fue traducida durante el siglo XVI al italiano, alemán, francés
y holandés.
Aunque se ha intentado en reiteradas ocasiones su adaptación a la escena esto no ha tenido demasiado éxito,
como la película de la Celestina rodada en 1996. El personaje de Celestina ha sido estudiado por Ramiro de
Maeztu como una de las constantes socio-literarias de la vida española, al lado de Don Quijote y Don Juan .
Un gran pintor, Picasso, nos ha dejado en su época azul el retrato evocador de Celestina. El propio lenguaje
ha dado entrada en el léxico a términos como celestinar y celestinesco.
La figura de intermediario en las relaciones amorosas, universal y eterna, ha quedado para siempre
cristalizada en el personaje de Rojas.

LA CELESTINA

GUÍA DE LECTURA

INTRODUCCIÓN

La edición que estás manejando (adaptación de Vicens Vives) tiene una introducción muy interesante y didáctica. Te
recomiendo que la leas antes de empezar con la lectura de la obra propiamente dicha.

ACTO I

1. ¿Cómo empieza la obra? 2. En el diálogo entre Sempronio y Calisto, éste expone muy retóricamente el mal que sufre.
Fíjate en las hipérboles, exclamaciones y manifestaciones cuasi heréticas que describen su estado amoroso y enajenado.
3. Calisto hace un retrato (tópico de la belleza femenina) de Melibea, tanto por el orden como el contenido. Intenta
recordarlo. 4. Sempronio hace un discurso misógino, ers decir, contra las mujeres (también tópico, propio de …ver más…

ACTO X

1. De nuevo se produce un encuentro entre Celestina y Melibea, pero antes ella declara sus verdaderos sentimientos:
¿cuáles son? 2. Melibea comienza diciendo a Celestina que se encuentra mal, y explica su pasión a través de una serie de
trastornos físicos. ¿Cuáles? 3. ¿Qué “enfermedad” le diagnostica Celestina? ¿Cómo lo acepta Melibea? 4. ¿Cuándo y dónde
tendrá lugar el primer encuentro entre los amantes? 5. Alisa advierte que lo que dice Celestina y Melibea no coincide
acerca de su vuelta a la casa, y recomienda a su hija que no vuelva a recibirla.¿Qué responde Melibea? Justifica que
Melibea no es tan ingenua como aparentaba.

ACTO XI

1. ¿Dónde se produce esta escena? 2. ¿Qué recompensa ofrece Calisto a Celestina? 3. La necedad de Calisto se ve en la
reacción ante las noticias de Celestina. Reflexiona sobre esto. 4. ¿Qué piensan los criados de la respuesta de Melibea?

ACTO XII (¡Muy importante!)

1. ¿Cómo recibe Melibea a Calisto en un primer momento? ¿Cómo reacciona Calisto y a continuación Melibea? 2. Cobardía
y cinismo de los criados y ceguera de Calisto. 3. ¿Por qué se interrumpe la cita? ¿En qué quedan? 4. Los criados llegan a
casa de Celestina

También podría gustarte