Unidad 6

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Unidad 6.

Alumno: Hernández Arroyo Chac Gael.

Licenciatura de odontología, Universidad Privada del Estado de México.

Materia: Operatoria dental 1.

Docente: Noemi Susana Meza Hernández.

Fecha: 21 de Marzo del 2022.


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Índice.

6. RADIOGRAFÍAS COMO COMPLEMENTO DE DIAGNÓSTICO CLÍNICO. ..….3

6.1. Radiografías infantiles. ……………………………......…………………..….…….5

6.2. Radiografías de adulto. ….……………………………...………..……………….18

6.3. Odontograma. ………………………………………………………………………10

6.4. Periodontograma. .…………………..……………………………...……………...24

Conclusiones. ……………………………………………………………………….27

Referencias. ………………………………………………………………………29
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6. RADIOGRAFÍAS COMO COMPLEMENTO DE DIAGNÓSTICO CLÍNICO.

La radiografía panorámica es una técnica radiológica que muestra las estructuras

óseas (los maxilares, la articulación de la mandíbula y los dientes) del rostro del

paciente en una sola imagen general. Para ello, se vale de una máquina de rayos

X especial, que rota alrededor de la cabeza del paciente. Este tipo de radiografía

dental también se le llama ortopantomografía, ya que este aparato de imagen para

el diagnóstico recibe el nombre de ortopantomografía.

Con una radiografía panorámica es posible obtener una visión detallada y de

conjunto del estado de la salud oral de un paciente: especialmente de aquellos

aspectos que quedan ocultos en una exploración visual convencional con el

pequeño espejo de los dentistas.

Gracias a esta técnica, que “mapea” la cara del paciente a partir de varias

radiografías convencionales superpuestas, es posible plasmar las estructuras

tridimensionales del rostro en una sola imagen en 2D (Figura1).

Figura1.

• ¿Para qué sirve una radiografía panorámica?


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De este modo, y con un mero golpe de vista, un odontólogo experimentado puede

detectar problemas que no habría podido identificar con un mero examen visual.

Por ello, una ortopantomografía es uno de los elementos básicos de una primera

revisión en clínica, y es una de las fuentes de información más importantes para

que el odontólogo determine el diagnóstico de un paciente.

Además de para el odontólogo general, la información contenida en una de estas

ortopantomografías es muy valiosa para los profesionales de ramas odontológicas

como la cirugía oral, la implantología, la ortodoncia o la periodoncia. Las

radiografías panorámicas son especialmente útiles para detectar caries, casos de

enfermedad periodontal avanzada, dientes que no han erupcionado de la encía o

toda clase de problemas en el tejido óseo del maxilar o la mandíbula.

• ¿Cómo se hace una radiografía panorámica?

Para realizar una radiografía panorámica, los odontólogos se valen de un aparato

de rayos X muy similar a los convencionales. Su principal característica

diferenciadora es que la placa va girando en torno a la cara del paciente: de este

modo, es capaz de tomar varias “fotografías” que después quedan integradas en

una única imagen bidimensional.

Las radiografías panorámicas las suelen realizar las higienistas dentales: por ello,

en las mejores clínicas, han de estar en posesión del título de operadores de

máquinas de rayos X para poder tomar estas imágenes.

Para realizar una ortopantomografía, el paciente debe colocar su cabeza dentro

del ortopantomografía y morder un pequeño reborde de plástico mientras la


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máquina toma las imágenes. Por supuesto, las radiografías panorámicas no

causan dolor alguno al paciente y utilizan una radiación ionizante mínima. Esta, no

obstante, es suficiente para que se desaconseje su uso en mujeres embarazadas.

Todo este proceso dura apenas unos pocos segundos: las imágenes se digitalizan

y se envían al ordenador del gabinete, donde el odontólogo puede estudiar la

radiografía panorámica para estudiarla y ayudarle en el diagnóstico personalizado

que recibe el paciente.

6.1. Radiografías infantiles.

El descubrimiento por Roentgen de los rayos X en 1895 aportó la más importante

ayuda diagnostica en odontología. Esta nueva forma de energía podía ser utilizada

para registrar sombras o imágenes en una película fotográfica. Este importante

instrumento diagnóstico es esencial para tratar niños con éxito; en la literatura

abundan datos estadísticos que demuestran como la caries dental puede pasar

inadvertida sin el examen radiográfico. El diagnóstico temprano de las caries evita

que el niño experimente dolor de causa dental, extracciones y estrés emocional.

Además, los problemas de erupción o de desarrollo pueden ser descubiertos

también con las radiografías y el tratamiento temprano de estos problemas puede

reducir la necesidad de procedimientos ortodóncicos prolongados.

La selección de radiografías apropiadas para niños depende de la edad del niño,

del tamaño de la cavidad bucal y del nivel de cooperación del paciente. Estos

puntos se determinan mediante la evaluación y el examen cuidadoso del paciente

antes del estudio radiográfico. El examen determina la necesidad y el tipo de


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radiografías que se han de tomar. La técnica ideal expondrá al paciente a

cantidades mínimas de radiación, requiere la menor cantidad de radiografías

posibles, toma el menor tiempo posible y brinda un examen adecuado de la

dentición y las estructuras de soporte. La cooperación del niño es tan esencial

para el examen radiográfico como la selección de la técnica radiográfica correcta

para el caso. Ambos factores contribuirán a aumentar la posibilidad de éxito y a

reducir toda exposición adicional a la radiación.

• ADAPTACION DEL NIÑO PARA LA TOMA DE RADIOGRAFIAS:

El equipo de rayos X puede ser terrible o generar curiosidad, según el niño. Es

prudente permitir al paciente que observe, recorra y manipule el aparato para que

se acostumbre a la “cámara”. Se le puede permitir al niño tomar unas radiografías

y mostrarle donde será aplicada, si se trata de una radiografía coronal u oclusal se

le mostrará como morder sobre el dispositivo o la película. La técnica de “decir-

mostrar y hacer” será muy útil para ganar cooperación.

Se deben radiografiar primero las zonas más fáciles, esto es importante en niños

que tiene reflejos nauseosos exagerados o que objeten la aplicación de la película

en la sensible región del piso de la boca, los anestésicos tópicos son convenientes

en ambas situaciones. Al colocar el delantal de plomo se puede hacer semejanza

con un traje espacial. Al momento de colocar la película en la boca se les invita a

respirar tranquila y profundamente por la nariz.

Se debe ser paciente con el niño al tomar radiografías; pueden ser necesarios los

repetidos intentos de ubicación de la película antes de la exposición real a la


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radiación. Si el niño no coopera, con frecuencia resulta efectiva la modulación de

la voz, la firmeza y la suavidad del trato.

• Desarrollo de la dentición como criterio:

Las radiografías dentales están indicadas en las siguientes situaciones:

-Dentición Primaria: si las superficies proximales de los dientes primarios no

pueden ser examinadas visualmente o por el tacto y se espera que el niño

coopere, deben tomarse radiografías para determinar la presencia de caries

interproximales.

-Dentición Mixta: (después de la erupción de posprimeros molares permanentes o

los incisivos inferiores permanentes, o ambos) Las radiografías se indican para

evaluar la presencia de caries proximales, anomalías del desarrollo dental y

estados patológicos en los tejidos duros y blandos, maxilares y estructuras

asociadas. Las radiografías periapicales en las áreas de los caninos pueden

indicarse si estos dientes no fuesen palpables clínicamente a los 9 años de edad.

-Dentición Permanente: (post-puberal, cuando el paciente ha alcanzado su

estatura de adulto, adolescencia tardía) se indican las radiografías para evaluar

los mismos tejidos que en la dentición mixta y para controlar la posición y estado

de desarrollo de los terceros molares.

• Riesgo de Caries como criterio;

El examen radiográfico como se ha citado anteriormente es un instrumento

importante para diagnosticar las caries dentales, pero deben tomarse en cuenta
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otros factores cuando se intenta establecer la frecuencia óptima de tal examen,

como lo son: edad, dieta, práctica de higiene oral y estado de salud bucal del

paciente, y naturaleza de las caries.

Un niño con alto riesgo de caries está indicado tomare dos radiografías coronales

(derecha e izquierda) tan pronto como los dientes posteriores primarios estén en

contacto proximal; si se detectan caries interproximales están indicadas

radiografías coronales de seguimiento o control cada 6 meses hasta que el niño

no presente caries y por ello sea clasificado como de bajo riesgo a caries dental.

La progresión de las caries es significativamente más rápida en el esmalte de los

dientes primarios que en el permanente, situación que deberá ser considerada al

determinar los intervalos para la toma de radiografías coronales.

Un niño con bajo riesgo de caries puede ser definido como un paciente sano

asintomático expuesto a niveles óptimos de fluoruros, con una buena higiene

bucal y una dieta baja en carbohidratos, las radiografías coronales estarán

indicadas en este grupo de pacientes en aquellos con contactos proximales muy

cerrados, si no se hayan evidencias de caries, se indicaran nuevas radiografías de

control a los 12 o 18 meses si son dientes primarios o hasta 24 meses si son

dientes permanentes.

A pesar de que se deben tomar en consideración los criterios anteriormente

mencionados para la decisión de la toma de radiografías dentales, cuando se

realiza tratamiento odontológico a niños, el odontólogo debe intentar obtener

radiografías previas del paciente sin importar el tiempo que se hiciesen; si son

relativamente recientes, pueden resultar adecuadas para evaluar el problema


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diagnostico bajo consideración, y si se han realizado hace mucho tiempo y no

reflejan el estado actual del paciente, pueden demostrar si una alteración ha

empeorado, permanecido igual o mejorado. Si no existen radiografías previas

como ayuda adicional para la toma de decisiones, existe un protocolo radiográfico,

donde la cantidad de placas a tomar va a depender de la edad del paciente. Dicho

protocolo sugiere:

Serie de 4 placas: En niños de edad preescolar entre 3 y 5 años de edad. Esta

serie consiste en la toma de 2 radiografías oclusales superior e inferior tomadas

con películas N° 2, y 2 radiografías coronales derecha e izquierdas tomadas con

radiografías N° 0.

Serie de 8 placas: En niños en edad de recambio de la dentición entre 6 y 7 años

de edad. Consiste en la toma de:

-2 radiografías oclusales superior e inferior con película N° 2.

-4 radiografías periapicales con película N°0:

Molares primarios superiores derecho e izquierdo

Molares primarios inferiores derecho e izquierdo

-2 radiografías coronales derecha e izquierda con película N°0

Serie de 12 placas: En niños entre 8 y 9 años de edad. Consiste en la toma de las

radiografías de la serie de 8 placas, más la toma de 4 radiografías periapicales en

la zona de los cuatro caninos con película N°0


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Serie de 16 placas: En niños entre los 10 y 12 años de edad. Consiste en la toma

de las radiografías de la serie de 12 placas, más la toma de 4 radiografías

periapicales en la zona de los primeros molares permanentes con película N°2.

• TECNICAS RADIOGRAFICAS UTILIZADAS EN NIÑOS:

Cuando se llega a la conclusión de que el paciente requiere una radiografía, se

debe considerar cual es el examen radiográfico mas apropiado.

Se puede seleccionar entre una variedad de proyecciones, y la elección se basa

en las relaciones anatómicas, el tamaño del campo y la dosis de radiación de cada

proyección. En odontología infantil las radiografías que se utilizan con mayor

frecuencia son: Radiografías Intraorales: ofrece una imagen con alto detalle de los

dientes y el hueso en el área expuesta, entre ellas encontramos:

-radiografías Periapicales: muestran un diente completo y el hueso adyacente.

Son muy útiles para revelar caries, enfermedad periodontal y lesiones

periapicales. Esencialmente existen dos métodos para la toma de radiografías

periapicales: la técnica paralela y la técnica de la bisectriz.

Técnica Paralela: la superficie de la película se coloca paralela al eje del diente

con la ayuda de un soporte el cual posee también un dispositivo alienador del haz

de rayos x que asegura el paralelismo y reduce la exposición parcial de la película;

la anulación vertical del cono para la toma de la radiografía con este tipo de

técnica está dada solo con la colocación exacta del cono contra el dispositivo

alineador del sostén de la película. El rayo central choca perpendicularmente con

el eje del diente y con la superficie de la película hacia la mitad de la longitud del
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diente. El hecho de colocar la película paralela al diente con un soporte hace que

la misma quede alejada del diente, situación que tendera a aumentar la imagen en

la radiografía, este efecto indeseable se compensa con el uso de un cono largo. A

causa de la poca profundidad del paladar y el piso de la boca de los niños, la

ubicación de la película con esta técnica está un poco comprometida, a pesar de

ello las radiografías resultantes son bastante satisfactorias.

Técnica de la Bisectriz: se basa en el principio de la isometría que establece que

dos triángulos son iguales si tienen dos ángulos iguales y un lado común. La

aplicación clínica de esta regla consiste en dirigir el rayo central de manera tal que

caiga perpendicularmente sobre la bisectriz que divide el ángulo formado por el eje

del diente y la superficie de la película. La anulación horizontal se consigue

dirigiendo el rayo central a través de los contactos interproximales y la angulación

vertical dependerá de la proyección que deseamos realizar (Tabla 1):

Tabla 1
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La ubicación del paciente para ambas técnicas es idéntica, para radiografiar el

maxilar superior la cabeza se coloca de modo que el plano sagital medio sea

perpendicular al piso y la línea tragus-ala de la nariz sea paralelo al piso. Cuando

se está radiografiando los dientes inferiores se ha de bascular ligeramente la

cabeza hacia atrás para compensar el cambio del plano de oclusión al abrir la

boca.

Con respecto a la ubicación de la película en la boca del paciente, también es

idéntica para ambas técnicas; en general las películas se ubican de manera que

todas las áreas de interés puedan ser visualizadas y por lo general habrá múltiples

vistas de un área en particular. En odontología infantil cuando se emplea la técnica

de la bisectriz donde el paciente debe sostener la película en la zona a radiografiar

con los dedos, se prefiere por la poca habilidad manual que puede tener el niño

utilizar el snap-ray (caimán), para facilitar la ubicación y soporte en boca de la

película en el momento de la toma.

-Radiografías Oclusales: se emplean con frecuencia en niños, en lugar de las

proyecciones periapicales, debido al pequeño tamaño de la boca. Son útiles para

demostrar dientes anteriores impactados o colocados anormalmente, y para

visualizar la región del paladar hendido. También pueden demostrar la expansión

bucal o lingual del hueso. Estas radiografías pueden ser: totales o parciales,

anteriores o posteriores. Con radiografías oclusales o con radiografías N° 2 que

son las que frecuentemente son utilizadas para la toma de este tipo de

radiografías en niños.
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Para la toma de la radiografía oclusal del maxilar superior el plano oclusal del

paciente debe estar paralelo al piso y el plano sagital debe ser perpendicular al

piso. Se coloca una película periapical N° 2 en la boca del paciente de manera tal

que el eje mayor de la película vaya de izquierda a derecha y que el plano sagital

medio bisecte la película. Se instruye al paciente para que muerda suavemente la

película para sostenerla. El borde anterior de la película debe extenderse

alrededor de 2mm. Por delante del borde incisal de los incisivos centrales. El rayo

central se dirige a los ápices de los incisivos centrales y 1,25cm. Debajo de la

punta de la nariz, por la línea media. El ángulo vertical es de +60° y el horizontal

es de 0°. Esta proyección incluye la parte anterior del maxilar superior y su

dentición, la porción anterior del suelo de las fosas nasales y los dientes desde

canino a canino. Para la toma de la radiografía oclusal del maxilar inferior, el

paciente se sienta inclinando la cabeza hacia atrás, de forma que el plano de

oclusión forme un ángulo de 45° con el piso. Se coloca la película en boca y se

instruye al paciente que ocluya suavemente, el borde anterior de la película debe

extenderse alrededor de 2mm. Por delante del borde incisal de los incisivos

centrales. Orientar el rayo central con una angulación vertical de -30° a través de

la punta del mentón hacia el centro de la película. Esta proyección incluye la

porción anterior de la mandíbula, la dentición desde canino a canino y el borde

cortical inferior del maxilar inferior.

En odontología infantil se puede utilizar una sola radiografía de tamaño oclusal

para la toma tanto del maxilar superior como del maxilar inferior, quedando ambas

imágenes radiografiadas en la misma película oclusal. Esta técnica se realiza


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doblando dicha película y realizando las tomas de los maxilares por separado con

la misma película y con las técnicas explicadas anteriormente.

Radiografías Coronales: muestran las coronas de los dientes posteriores

superiores e inferiores, así como el hueso de la cresta adyacente, en una región.

Tienen utilidad para revelar las caries interproximales y evaluar la altura de la

cresta alveolar. Para la toma de este tipo de radiografías se ubica la cabeza del

paciente de modo que el plano sagital medio sea perpendicular al piso y la línea

tragusala de la nariz sea paralela al piso. Colocar la placa entre la lengua y los

dientes sujetada con una aleta de mordida o el snap-ray (caimán), la película debe

estar lo suficientemente alejada de la superficie lingual de los dientes para evitar la

interferencia con el paladar al cerrar la boca, y paralela a su eje longitudinal.

El borde anterior de la película se debe extender hacia delante más allá del área

de contacto entre el canino y el primer premolar de la arcada inferior.

Sostener la placa en posición hasta que la boca del paciente este totalmente

cerrada. Ajustar la angulación horizontal del cono para proyectar el rayo central en

el centro de la película a través de las áreas de contacto de los premolares. Con el

fin de compensar la ligera inclinación de la película contra la mucosa palatina, la

angulación vertical debe oscilar alrededor de +5°. Para identificar el punto de

entrada del rayo central, retraer la mejilla y comprobar que el rayo llega a la línea

de oclusión en el punto de contacto entre los premolares. Esta proyección debe

cubrir la parte distal del canino y mostrar por igual las coronas de los premolares

superiores e inferiores (o molares primarios).


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Radiografías Extraorales: permiten estudiar la región orofacial mediante placas

localizadas fuera de la boca. Hacen posible el examen de áreas no cubiertas

totalmente por las placas intraorales como los maxilares, el cráneo y la ATM. Entre

ellas tenemos:

Radiografías Panorámicas: llamadas también radiografías de rotación, es una

técnica que proporcionan una vista amplia de los maxilares, los dientes, los senos

maxilares, las fosas nasales y la ATM. Con ellas se comprueban los dientes

presentes, el estado relativo de desarrollo, la presencia o ausencia de anomalías

dentales y muchas lesiones traumáticas y de otro tipo en el hueso. La imagen

obtenida en este tipo de radiografías es inferior a la obtenida con las placas

intraorales, por lo que resulta inadecuada para el diagnóstico de caries, anomalías

radiculares y alteraciones periapicales.

Se necesitan unidades panorámicas de rayos x (Panorex) para la toma de este

tipo de radiografías. La toma de la radiografía emplea un mecanismo por el cual la

película y la fuente de rayos x se mueven simultáneamente en direcciones

opuestas a la misma velocidad. El tiempo necesario para completar un examen

radiográfico panorámico es corto, en general de 3 a 4 min.; ello incluye el tiempo

exigido para colocar al paciente y el ciclo de exposición real (15 a 30 seg.)

situación que puede no ser posible para algunos niños muy pequeños; por lo que

se recomienda la toma de esta radiografía a partir de los 5 años de edad.

Este tipo de radiografía nos proporciona una visión completa de todas las

estructuras que conforman la cara del paciente, la cual al ser estudiadas debe ser
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simétricos ambos lados, de no ser así debemos estudiar detalladamente la misma

para encontrar alguna alteración que se pueda estar presentando.

Radiografía Cefálica Lateral: esta proyección se utiliza para revisar el cráneo y los

huesos faciales en busca de datos de traumatismo, enfermedad o anomalías del

desarrollo. Revela los tejidos blandos nasofaringeos, los senos paranasales y el

paladar duro. Se usan para evaluar el crecimiento facial mediante la cefalometria.

Revela el perfil de los tejidos blandos faciales. Para la toma de esta radiografía la

película se coloca verticalmente en un dispositivo postacasete. La cabeza del

paciente debe situarse con el lado izquierdo de la cara cerda del casete y el plano

sagital medio paralelo al plano de la película. El rayo central se dirige hacia el

conducto auditivo externo, perpendicular al plano de la película y el plano sagital

medio. La distancia entre la fuente de rayos x y el plano sagital medio es de 152,4

cm.

Radiografía Lateral Anterior: se utiliza una radiografía N° 2 en caso de niños. La

cabeza del paciente se ubica de modo que el plano oclusal sea paralelo al piso y

el plano sagital sea perpendicular a él. El eje mayor de la película también

perpendicular al piso. Se intruye al paciente o a la madre del niño a que coloque la

película justo al lado de la nariz de manera que quede apoyada sobre la nariz y el

labio superior, se sostiene la película con los dedos extendidos. El cono se ubica

de manera que el rayo x central caiga directamente sobre la película en su punto

central. El Angulo vertical es de +90°. Esta proyección demuestra toda la porción

anterior del maxilar superior que incluye dientes incisivos, tabla ósea vestibular y

espina nasal anterior; imagen importante en los casos de traumatismos en esa


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área, que nos permite visualizar el desplazamiento, intrusión, fractura y ruptura de

la tabla ósea vestibular y poder realizar un mejor diagnóstico.

Radiografía Lateromandibular: se emplea una película 12x18 cm. La cabeza del

paciente se ubica de modo que el plano oclusal sea paralelo al piso y el plano

sagital sea perpendicular a él. El eje mayor de la película también perpendicular al

piso, se apoya en el hombro del paciente y en su cara. Se intruye al paciente para

que rote la cabeza hacia la película, apoyando contra ella su nariz. Eleva entonces

el mentón e inclina la cabeza unos 15° hacia la película. El paciente sostiene la

película con la palma de la mano y con los dedos extendidos. El cono se ubica de

manera que el rayo x central entre en un punto situado aproximadamente 1,25 cm

por detrás y debajo del ángulo de la mandíbula, del lado opuesto al de la película.

El ángulo vertical es de -17°. El haz central de rayos x es perpendicular al plano

horizontal de la película. Esta proyección demuestra la región premolar-molar y el

borde inferior del maxilar inferior. Proporciona una cobertura mucho más amplia

que la posible con las proyecciones periapicales. Además, podemos citar las

radiografías Waters y la Carpal (Figura 2).

Figura 2.
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6.2. Radiografías de adulto.

Radiografía Panorámica de Maxilares Adultos

Es una radiografía destinada a obtener en una sola imagen una visión general de

las estructuras que incluye todas las piezas dentarias, huesos mandíbula y maxilar

donde se sostienen los dientes y articulaciones temporo-mandibulares (Figura 3).

Figura 3.

¿PARA QUÉ SIRVE?

La panorámica sirve para estudiar la presencia de fracturas, piezas dentales

ausentes, dientes supernumerarios, alteraciones de la estructura y posición de los

dientes, entre muchas otras patologías.

Es una radiografía básica para la evaluación inicial del paciente en odontología.

Está indicada en ortodoncia, implantología, traumatología y como un complemento

al examen clínico de los dientes de un paciente. La exposición del paciente a la

radiación es extremadamente baja.


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¿Qué tipos de radiografías dentales existen?

Igual que los médicos, los dentistas utilizan las técnicas radiológicas para estudiar

con más detalle los casos que atienden en sus gabinetes. Las radiografías

dentales son muy similares a las técnicas de imagen para el diagnóstico que se

utilizan en otras ramas del cuidado de la salud, con las obvias particularidades que

impone la zona de la que se ocupan.

Las radiografías dentales utilizan una exposición completamente segura de

radiación, pero aun así no están recomendadas para mujeres embarazadas, ya

que existe un riesgo mínimo, pero a tener en cuenta, de que produzcan

complicaciones en el feto.

• Tipos de radiografías dentales

Existen varios tipos de radiografías dentales, que dan información diferente a cada

paciente. Podemos agruparlos en dos grandes grupos:

Radiografías dentales extraorales

Muestra la totalidad de la estructura facial y mandibular (arcadas superior e

inferior, huesos maxilares, mandíbula y estructuras de soporte). Está

particularmente indicada para la valoración del número y la posición de los

dientes, por lo que son muy útiles para la planificación de una ortodoncia.

Ortopantomografía: también llamada radiografía dental panorámica, es el tipo de

radiografía dental más común. De hecho, lo más corriente es que se efectúe en la

primera visita del paciente a la clínica, durante su revisión general. Con un aparato

de rayos X, se toma una imagen completa de la boca del paciente. Gracias a las
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ortopantomografías, los dentistas pueden identificar patologías y anomalías en las

raíces dentales o en dientes incluidos: que no han erupcionado de la encía.

También puede valorar el estado de las articulaciones y sus maxilares.

TAC Dental: muy similar a los escáneres que se acostumbran a usar en medicina,

el TAC Dental toma cientos de imágenes desde diferentes ángulos de la boca del

paciente. Estas radiografías son enviadas a un ordenador, que genera una imagen

virtual en 3 dimensiones de la boca del paciente. A partir de ella, el dentista puede

efectuar secciones para observar la anatomía de la boca del paciente en puntos

muy concretos y estudiar la boca del paciente con un detalle que, sin esta técnica,

sería impensable.

Cefalometría o telerradiografía: es un tipo de radiografía que, en el ámbito

odontológico, prácticamente solo se usa en los estudios previos a una ortodoncia.

Permite conocer el estado general de los huesos del cráneo y las proporciones

entre ellos, para detectar los problemas esqueléticos que pueden hacer necesario

uno de estos tratamientos (Figura 4).

Figura 4.
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Radiografías dentales intraorales

En esta clase de radiografías dentales, la imagen se toma dentro de la boca del

paciente. Se utilizan sobre todo para identificar casos de caries interproximales

(entre los dientes del paciente) o problemas en las raíces de los dientes. Aunque

no sea lo ideal, para facilitar su realización, a veces se le pide el paciente que sea

él mismo el que sujete la placa radiológica. Se dividen en:

Radiografías periapicales: Normalmente, se usan para obtener una imagen

completa de la estructura de uno o dos dientes: raíces y coronas.

Radiografía de aleta/mordida: La placa se coloca a lo largo de la mordida del

paciente, para obtener una imagen completa de las coronas dentales del paciente.

Se usan especialmente en los casos de caries interproximal.

• Importancia de las Radiografías Dentales

Además de todo ello, el diagnóstico radiológico constituye un apoyo fundamental

para el odontólogo a la hora de mostrar al paciente los problemas periodontales o

de caries que presenta su dentadura y motivarlo para corregir los hábitos que han

causado esas patologías de cara a un adecuado mantenimiento de la limpieza de

los dientes después de realizado el tratamiento.

En lo que respecta a la tecnología que se utiliza en el diagnóstico radiológico, hay

que señalar que ésta ha evolucionado considerablemente en los últimos años.

Por ejemplo, se dispone de un sistema que permite obtener improntas dentales

para el diseño y fabricación de prótesis dentales e incluso realizar una corona


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cerámica o una incrustación en unos minutos sin necesidad de poner ningún tipo

de pasta en la boca.

Asimismo, se dispone de equipos radiológicos completamente informatizados que

además de una mayor nitidez de imagen reducen al mínimo la exposición a la

radiación del paciente.

También se dispone de aparatos que obtienen imágenes tridimensionales de gran

precisión, que, además de cumplir con la función de diagnóstico radiológico,

permiten la realización de simulaciones de tratamiento y que son de gran utilidad a

la hora de planificar la realización de implantes u otras cirugías maxilofaciales

complejas.

6.3. Odontograma.

De acuerdo a su definición, un odontograma es un esquema de las arcas

dentarias, diseñadas de manera gráfica, anatómica y geométrica, en el cual

aparecen todas las piezas dentales del paciente. Este diagrama forma parte de su

historia clínica puesto que reúne toda la información referente a la boca del

paciente, como las características anatómicas de los dientes y otras

particularidades o modificaciones.

Mediante el odontograma el profesional puede determinar no sólo el estado

general de la boca del paciente, sino también otros aspectos como el tratamiento

que requiere, si tuvo alguna operación previa, cuál ha sido el seguimiento

realizado, qué pieza dental necesita tratamiento, etc.


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En cuanto a la utilización del odontograma, es importante aclarar que los números

se usan como nombre de cada pieza dental. Con lo cual el profesional completa el

odontograma colocando el número de la pieza dental exacta que requiere

tratamiento.

En el odontograma el odontólogo señala las diversas patologías y tratamientos a

través de códigos de colores. Por ejemplo, para las ausencias dentales se utiliza

una equis de color azul en el lugar correspondiente de la pieza. En el caso de que

la pieza dental requiere una extracción se debe señalar con una equis de color

rojo sobre la corona, y luego de extraer la pieza se traza una equis de color negro.

En el caso que el paciente tenga caries, el dentista debe indicar en el

odontograma un punteado rojo en la parte que esté afectada. Luego de arreglar la

pieza se dibujan puntos negros entre los rojos existentes. Cuando hay que colocar

un puente fijo, las coronas de los dientes se rodean con un círculo rojo y el póntico

se dibuja con azul, incluyendo esta información dentro de corchetes (Figura 5 y 6).

Figura 5.
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Figura 6.

6.4. Periodontograma.

¿Qué Es Un Periodontograma?

Podría parecer algo complicado entender qué es el periodontograma, pero lo

cierto es que es más sencillo de lo que imaginas. Básicamente se trata de una

serie de datos, plasmados en una simple gráfica, que muestran el estado de salud

de las encías y el periodonto. Esta prueba tiene sentido en el marco de un estudio

periodontal. El objetivo es poder planificar un abordaje de calidad en el caso de

existir una periodontitis. También es una prueba importante para prevenir la

presencia de infecciones periodontales.

El periodontograma lo lleva a cabo el periodoncista de Ruiz de Gopegui. Mediante

un estudio completo de la sonrisa y una serie de pruebas de imagen puede

elaborar el estudio periodontal. El sondaje periodontal nos aporta acceso directo a

la zona más interna del periodonto, ofreciéndonos información clara sobre la

presencia de las bolsas periodontales, lugar en el que se ubica el problema

infeccioso.
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• Paso a paso del periodontograma

Examen bucodental: mediante un completo examen de la cavidad oral del

paciente, el periodoncista puede analizar la situación a grandes rasgos. Además,

es fundamental revisar bien la historia clínica previa, con el fin de averiguar si

existen factores de riesgo para el desarrollo de patologías periodontales u otros

detalles a tener en cuenta.

Pruebas de imagen: las pruebas de imagen, como fotografías y radiografías, son

esenciales en el marco de un completo estudio periodontal. En nuestra clínica

odontológica de Madrid albergamos la tecnología más puntera e innovadora del

momento. Además de la famosa ortopantomografía o radiografía extraoral,

llevaremos a cabo un escáner en 3D, que nos aportará suma información en

tiempo real sobre tus estructuras orales.

Sondaje periodontal: este es el paso más importante del periodontograma. Con

una sonda accedemos al periodonto, con el fin de obtener información de calidad

sobre su estado de salud. Si existen bolsas periodontales las vamos a localizar,

averiguando también su tamaño y la profundidad a la que se encuentran.

Diagnóstico periodontal: toda la información obtenida se incluye en la gráfica del

periodontograma, que posteriormente nuestro experto en periodoncia debe de

interpretar. El objetivo es emitir un diagnóstico eficaz, para posteriormente diseñar

un tratamiento periodontal personalizado.

Tratamiento periodontal: el último paso sería poner en práctica ese tratamiento

periodontal que el periodoncista a diseñado en función de los resultados del


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periodontograma. El curetaje dental suele ser uno de los tratamientos más

socorridos cuando existe infección en las encías.

• Objetivos Del Periodontograma

El periodontograma es una prueba muy socorrida cuando detectamos la presencia

de infecciones en la boca. Obviamente, hablamos de infecciones profundas, que

se han desarrollado a nivel subgingival. Al obtener tanta información de calidad y

en tiempo real, nuestro equipo médico puede diseñar el mejor abordaje para frenar

la infección por periodontitis.

Hay que tener en cuenta que el avance descontrolado de este tipo de patologías

está detrás de la pérdida temprana de dientes. Por ello, si detectas síntomas de

gingivitis es importante que acudas al odontólogo cuanto antes. En este punto, la

enfermedad es reversible y la podemos solventar con eficacia y rapidez. En el

caso de no tratar la gingivitis se producirá una periodontitis o piorrea. En este

momento, la destrucción de tejidos periodontales ha comenzado y el abordaje será

más complejo.

Evitar la pérdida de dientes es nuestro principal objetivo. Para ello, realizaremos

todas las pruebas necesarias a nivel periodontal. El periodontograma es una de

las técnicas más eficaces para llevar a cabo tratamientos periodontales

predecibles y seguros (Figura 7).


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Figura 7

Conclusión:

Las radiografías infantiles son un elemento muy importante, estas permiten

diagnosticar problemas bucodentales y conseguir una visión completa de la boca

del paciente para poder tratarla con la mayor precisión además de detectar

posibles anomalías en la posición de los maxilares o dientes para remitir al

ortodoncista, de igual manera las radiografías para un adultos o rayos x

panorámicos son un proceso muy interesante ya que captura imágenes de la boca

entera en una sola toma, incluyendo los dientes, las mandíbulas inferior y superior,

y las estructuras y tejidos circundantes.

La mandíbula tiene estructura curva, sin embargo, los rayos X panorámicos

producen una imagen plana de está, proporciona detalles de los huesos y de los

dientes ayuda a los médicos a diagnosticar y tratar a los pacientes, los expone a

una pequeña dosis de radiación para producir imágenes del interior del cuerpo.
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Otra cosa muy útil sería un odontograma en forma de esquema donde aparecen

todas las piezas dentales de un paciente. Cada pieza se nombra con un número,

aunque en otras también se nombran con letras mayúsculas o pares numéricos.

En el esquema se presenta tanto la dentición temporal como la dentición definitiva,

la finalidad de un odontograma es disponer de un documento gráfico, en el que

podamos comprobar todos los tratamientos llevados a cabo a un paciente,

pudiendo comparar además la evolución de cada pieza dental, es equivalente al

historial médico de un paciente, por lo tanto se utiliza para comprobar el proceso

que ha seguido a lo largo del tiempo, a diferencia de un periodontograma dónde

se guía al odontólogo a valorar y conocer el alcance de la enfermedad periodontal

(si está presente), estableciendo un diagnóstico y tratamiento más ajustado. Estos

parámetros se registran mediante la exploración y radiografías especifica. Se

puede anotar todo lo que se considere importante para la evaluación del paciente.
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Referencias:

1.- Bushong S.C: “Radiologic science for technologists: physics, biology and

protection”, ed 4, St. Louis.1988.

2.- Goaz P.- White S.: “Radiologia Oral. Principios e Interpretación”. Tercera

Edición. 1999.

3.-Anton Paster Friedrich: “Radiología Odontológica”. Segunda Edición. 1991.

4.- Curry TS, Daudey JE, Murry RC: “Christensens Physics of diagnostic

radiology”. Ed 4. Philadelphia. 1990.

5.- Atchison KA, Luke LS, White SC.: “An algorithm for ordening pretreatment

orthodontic radiographs”. Am. J Orthond Dentofacial Orthop. 1993.

6.- Alcox RW, Jameson WR: “Patient exposures from intraoral radiographic

examinations”. JADA. 1998.

7.- Nowak AJ: “Summary of the Conference on Radiation Exposure in Pediatric

Dentristy. JADA.1981.

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