DD - Ii Tema 6
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INTELIGENCIA
Deary y Stough consideran que los acercamientos reduccionistas pueden englobarse en dos
tipos de aproximaciones: por una parte, el estudio de las asociaciones entre las
puntuaciones en los tests psicométricos de inteligencia y el rendimiento en varios índices
psicológicos elementales; por otra, el estudio de los correlatos fisiológicos de los tests de
CI.
Eysenck retomó la idea de Galton de que, quizás, la inteligencia era una consecuencia
importante de la rapidez mental, planteando la investigación de la inteligencia general en
función de la velocidad de procesamiento de la información.
Según esta hipótesis, la inteligencia se relaciona con medidas tan sencillas como el TR, el
tiempo de elección (TRE) o el tiempo de inspección (TI). A mayor inteligencia, mayor
rapidez y consistencia en el tiempo empleado en emitir una respuesta ante estas tareas
simples.
Inteligencia y TR.
El objetivo de esta línea es determinar que las personas más inteligentes presentan un TR
menor en la realización de tareas muy simples. El TR es el tiempo transcurrido entre la
presentación de un estímulo y la emisión de una respuesta por parte del sujeto y se evalúa a
partir de la latencia de respuesta, o tiempo que el sujeto tarda en emitir una respuesta. Su
unidad de medida fundamental es, generalmente, el milisegundo.
Esta línea de trabajo representó el inicio de una serie de estudios cronométricos, cuyos
resultados resume Eysenck y es posible destacar las siguientes observaciones:
Una debilidad metodológica de los estudios realizados es que la mayor parte de los mismos
utiliza estudiantes, por lo que se restringe el rango de CI y la atenuación de las
correlaciones.
Al combinar varios tipos de test, las correlaciones promedio obtenidas entre las distintas
pruebas y el CI se potencian.
Finalmente, las ETC más complejas arrojan más resultados que las más simples. Eysenck
comenta que las personas pueden diferir en la probabilidad de que los errores ocurran en la
transmisión de la info a través del cortex, y que a mayor numero de errores, más lenta es la
respuesta al estímulo dado. Si esta hipótesis fuera verdad, entonces la medida del TR es una
medida indirecta esencial de los errores ocurridos durante la transmisión de la información.
Inteligencia y TI.
Brody propone que el TI puede ser un buen índice de las capacidades involucradas en el
procesamiento de la información y, suponiendo la existencia de un núcleo isomórfico entre
los componentes del PI y las habilidades delimitadas mediante la investigación
psicométrica de la inteligencia, argumenta la posibilidad de que el TI forme parte de ese
núcleo.
Finalmente según Deary, hay que ser cautos a la hora de extraer conclusiones sobre la
inteligencia y la velocidad mental. No se puede afirmar que la velocidad en una serie de
tests psicométricos, la biológica, la experimental o la psicofísica, compartan una misma
varianza.
Es una medida compacta que parece implicar menos procesos cognitivos que el TR, ya que
no necesita distinguir entre componentes como el tiempo de decisión y tiempo de
movimiento.
Es un factor limitante para muchas operaciones mentales de nivel superior. Deary entiende
por limitante el que, sin una buena discriminación de los estímulos, no se puede acceder a
una correcta resolución de los problemas.
Las diferencias en las distintas habilidades cognitivas que postulan las teorías
factoriales son descritas en términos de un pequeño número de componentes
elementales de PI.
Las diferencias serán debidas a las variaciones existentes en la velocidad de ejecución
de estos procesos básicos.
El mejor ejemplo de esta aproximación es la realizada por Hunt y cols. a partir de las tareas
de emparejamiento de letras, de escudriñamiento de la memoria a corto plazo y de
verificación de frases. El objetivo de estos estudios era analizar si la velocidad con la que
los sujetos ejecutan estas tareas se correlacionaba con la capacidad verbal de los modelos
psicométricos, arrojándose resultados poco conclusivos y correlaciones moderadas.
Estes (1974) señala que la forma más simple y directa de conocer en qué consiste la
actividad intelectual comienza por analizar las conductas específicas que están involucradas
en la respuesta a los tests psicométricos de inteligencia.
El objetivo principal de este enfoque es la elaboración de un modelo de PI que explique el
rendimiento de los sujetos en tareas cognitivas complejas. Este acercamiento está más
relacionado, en general, con el estudio de los tests de CI como tareas cognitivas, y su
principal contribución estriba en demostrar que este tipo de tests puede ser descompuesto
en conjunto de procesos o componentes susceptibles de ser estudiados a través de los
métodos de análisis cognitivo-experimentales. Los errores cometidos o el patrón de
elección de respuesta son utilizados como VD secundarias de gran interés.
Su trabajo parte del análisis de los 24 factores cognitivos que se recogen en la batería de
tests de French y cols.; estos factores derivan del análisis de 74 tests diferentes. Su finalidad
es abordar el estudio de los tests y los factores psicométricos tradicionales desde el margo
de la psicología cognitiva experimental.
Carroll desglosa las características de las tareas de dicha batería, distinguiendo entre: tipo
de estímulo presentado, respuestas abiertas requeridas, estructura de las mismas,
operaciones y estrategias que implican, aspectos temporales necesarios para su resolución y
tipo de almacén de memoria implicado.
Componente: proceso mental específico que opera sobre las representaciones internas
que los individuos tienen de los objetos y los símbolos.
Análisis componencial: análisis que consiste en descomponer el TR total y la frecuencia
de errores de las personas en la realización de una tarea, en función de los procesos que
constituyen la misma.
S. postula un modelo jerárquico con tres niveles de generalidad que constituye su modelo
componencial, y en el que se distinguen tres tipos fundamentales de componentes:
El postulado principal del modelo de eficiencia neural asume que las diferencias
individuales en la realización de los tests psicométricos reflejan, en gran medida, los
procesos neurofisiológicos subyacentes a la ejecución de cualquier tarea cognitiva.
Los datos sólo señalan una relación entre velocidad neural e inteligencia, pero la dirección
de la causalidad está aún por dilucidar. Los grupos de Jensen y de Vernon han demostrado
las relaciones entre CI y la velocidad de respuesta en tareas de TR complejo, especialmente
cuando la información que deben de utilizar para dar la respuesta correcta a las pruebas
experimentales debe recuperarse desde la memoria a largo plazo.
Existe una correlación negativa entre el nivel de inteligencia y la latencia de los PE.
Existe una correlación negativa entre CI y variabilidad de los PE.
Existe una correlación positiva entre amplitud de PE ante estímulos inesperados y CI.
El concepto de inteligencia biológica engloba dos características principales: por una lado,
una transmisión neuronal con un mínimo de errores, y, por otro, la capacidad de aplicar de
una manera eficiente los recursos energéticos disponibles en el cerebro.
EL CONSUMO DE ENERGÍA.
La medición de la energía consumida nos sirve de referencia para estimar el esfuerzo que se
invierte en realizar una determinada tarea, sea física o mental. Para medir la energía que
consume el cerebro, actualmente se recurre a la Tomografía de Emisión de Positrones.
La utilización de la TEP permite determinar las regiones del cerebro que se encuentran
implicadas en la realización de tareas mentales concretas. La hipótesis central es la
siguiente: a mayor consumo energético en determinadas zonas del cerebro, mayor la
actividad que las neuronas allí situadas están realizando.
Entre los datos más relevantes proporcionados cabe destacar el hecho de que las tareas
verbales conllevan un mayor consumo de glucosa en las células del hemisferio izquierdo,
mientras que las tareas de tipo manipulativo en las del derecho. Asimismo, se ha
encontrado una relación entre consumo de glucosa en la circunvolución del cíngulo y el
proceso atencional, y un consumo energético predominante en las zonas del córtex frontal
superior, del lóbulo temporal y del hipocampo cuando realizamos tareas que implican la
utilización de la memoria de trabajo.
A medida que aumenta la práctica que las personas adquieren en la realización de cualquier
tarea, desciende el consumo de glucosa cerebral cuando la están llevando a cabo.
Las teorías sistémicas de carácter integrador son la Teoría triárquica de Sternberg, la Teoría
de las Inteligencias Múltiples de Gardner y el Modelo Bioecológico de CECI. En todas
ellas, la inteligencia supone la interacción de distintos sistemas (cognitivo, biológico,
contextual) no implica un concepto único sino que puede abarcar un amplio abanico de
habilidades y es algo dinámico que puede cambiar cuando cambian las condiciones del
entorno.
Si bien todas las subteorías trabajan conjuntamente, los individuos no presentan un nivel de
funcionamiento idéntico en cada una de ellas, lo que se traducirá en perfiles de individuos
distintos, algunos más caracterizados por una inteligencia analítica, o manejo óptimo de los
componentes internos de procesamiento; otros por una inteligencia creativa, o aplicación de
los componentes a la creación y al descubrimiento; y otros por una inteligencia práctica,
habilidad para adaptarse, modelas y seleccionar aquellos entornos más apropiados para el
individuo.
Dos cuestiones fundamentales sirven como punto de partida para los planteamientos
diferenciales de Gardner, con respecto a la naturaleza de la inteligencia: ¿cuán inteligente
eres? y ¿de qué forma eres inteligente?