Guia para El Diagnostico en Ciudades
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All content following this page was uploaded by Valentina Davydova Belitskaya on 21 January 2019.
Autores
Martha Georgina Orozco M. (Coordinación y Edición), Javier García Velasco, Arturo Figueroa Montaño,
Valentina Davydova Belitskaya, Faustino Moreno Ceja, Gabriela Hernández Pérez, Aurora Rosas Ramírez,
Josefina Casas Solís, María Marcela Güitrón López, Raúl Rangel Ascencio, Cecilia Garibay López, María
Azucena Arellano Avelar, Perla Sánchez Torres.
D.R.© 2018 Universidad de Guadalajara D.R.© 2018 Edición. Guadalajara, Jalisco, México. ISBN. 978-607-
547-065-8 Número de ejemplares: 1000 ejemplares Edición: Prometeo Editores S.A. de C.V. C. Libertad
1457 Col. Americana C.P. 44160 Guadalajara, Jalisco, México Tels: 3826 2726, 3826 2782 Todos los dere-
chos reservados. A parte de los usos legales relacionados con la investigación, el estudio privado, la crítica o
la reseña, esta publicación no puede ser reproducida ni en su totalidad o parcialidad, en español o cualquier
otro idioma, ni registrada en, transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna for-
ma ni por ningún medio, sea mecánico fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia,
o cualquier otro, inventado o por inventar, sin permiso expreso, precio y por escrito del autor. Impreso y
hecho en México / Printed in Mexico.
Universidad De Guadalajara
1. Introducción .................................................................................................7
1. Introducción
7
y manejo de residuos y en la desatención a las condiciones de vulnerabilidad
frente a riesgos, la violencia social y ambiental.
En la zona metropolitana de Guadalajara, la manifestación de éstos proble-
mas ha intensificado las demandas comunitarias y existe una progresiva aspi-
ración social hacia mejores condiciones ambientales, así como una expecta-
tiva creciente de una mejor atención por parte de los tomadores de decisión,
con actuaciones acertadas en el diseño, en la planeación, implementación,
inspección y monitoreo de programas y proyectos destinados a su solución.
En respuesta a lo anterior es que se propone la elaboración de una publicación
de Diagnóstico ambiental en ciudades, que sugiere tópicos importantes para
su atención.
La necesidad de contar con más saberes, conocimientos y habilidades en-
tre estudiantes universitarios, de licenciatura y posgrado, así como en pres-
tadores de servicios y personal especializado de gobiernos estatales y mu-
nicipales, motiva la necesidad de innovar en propuestas especializadas que
posibiliten la adquisición de éstas herramientas.
Es así que la publicación de Diagnóstico ambiental en ciudades, se consi-
dera un documento clave y estratégico para abordar el tema en las urbes; en
éste, se presentan nociones, métodos y técnicas, para la atención a problemas
ambientales en la ciudad y además se sugiere que sean continuamente revisa-
dos y actualizados, con base a modificaciones y cambios en aspectos legales,
normativos y técnicos. La publicación comprende distintos capítulos que de
la mano de los autores va guiando al lector en cada uno de los temas y le per-
miten conocer nociones generales, conceptos y contextualización del tema,
el objetivo particular que aborda, los lineamientos prácticos para su estudio y
su análisis, así como también los elementos de interpretación y discusión, las
consideraciones finales y la referencias bibliográficas en las que se sustenta.
La publicación integra información muy valiosa de cada uno de los especia-
listas participantes, después de la introducción, se expone la calidad del agua
en espacios urbanos y los macroinvertebrados como una nueva herramienta
de diagnóstico de calidad del agua, en el bloque de aire, se incluyen 5 tópicos,
8
Introducción
calidad de aire, calidad microbiológica del aire, confort térmico, ruido y par-
tículas, el último bloque presenta aspectos de percepción, herramientas de
búsqueda documental especializada y bases para la integración de informes,
finalmente la obra expone las conclusiones y perspectivas .
Cada uno de los capítulos comprende tanto aspectos teóricos, como me-
todológicos, así como también elementos clave en la interpretación de resul-
tados, de ésta forma se busca contribuir a la formación profesional de espe-
cialistas en la elaboración de diagnósticos ambientales, influir de alguna forma
en mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas que habitamos en
las ciudades.
Dejamos en el especialista y lector interesado, la perspectiva de aplicar
aspectos que aquí se proponen y sobre todo se abre la posibilidad de entrar
en diálogo con ellos a partir de consultas, exposiciones, asesorías y debates, la
Universidad de Guadalajara, con ésta publicación del Instituto de Medio Am-
biente, cumple su misión de poner al servicio de la sociedad sus conocimien-
tos para formar profesionistas críticos y comprometidos con la problemática
del entorno, así mismo al recibir apoyo de fondo COECYTJAL, de difusión y di-
vulgación de la ciencia se cubre un propósito de compromiso social en el que
el gobierno apoya a las universidades y fomenta el conocimiento científico a
favor de la sociedad.
9
Calidad del agua en espacios urbanos
Introducción
11
la manera de acceder a las fuentes de abastecimiento, en su potabilización,
distribución y disposición de las aguas residuales (depuración), con implica-
ciones ecológicas que son cada vez más evidentes tanto a nivel local como
regional, inclusive mundial.
Se estima que el total global de agua dulce que se consume al año es de
4,000 km3, incluye a los sectores, agropecuario, doméstico e industrial. 6,400
km3 de agua pluvial se usa para la agricultura y se estima que alrededor de
70,000 km3 de agua se evaporan de la vegetación. Los 10 países con mayor
consumo de agua son India, China, Estados Unidos, Pakistán, Japón, Tailandia,
Indonesia, Bangladesh, México y Rusia. El sector agropecuario tiene el mayor
consumo de agua, alrededor del 70% pero puede aumentar hasta un 80%. El
uso industrial (incluye generación de energía el cual regresa aproximadamen-
te el 95% del agua que utiliza) es de alrededor de 20% aproximadamente y un
10% para uso doméstico. (FAO, 2006).
La existencia del recurso agua en una localidad otorga ventajas a aquellos
que viven o usan esas tierras; por lo que el agua ha facilitado la expansión
mundial de la población y del comercio, y se observa como históricamente la
mayoría de los centros urbanos en las regiones áridas se han concentrado a
los largo de los valles de los ríos. A lo largo de los años, la población y las acti-
vidades económicas se han desarrollado inversamente a la distribución de los
recursos hídricos en la mayoría de los países.
12
Calidad del agua en espacios urbanos
13
· Calidad para uso en la acuacultura: Grado de calidad del agua, requerido
para las prácticas acuaculturales, que garantiza el óptimo crecimiento y
desarrollo de las especies cultivadas, así como para proteger su calidad
para el consumo humano.
· Calidad para riego agrícola: Grado de calidad del agua, requerido para
llevar a cabo prácticas de riego sin restricción de tipos de cultivo, tipos
de suelo y métodos de riego.
· Calidad para uso como fuente de abastecimiento de agua potable:
Grado de calidad del agua, requerido para ser utilizada como abasteci-
miento de agua para consumo humano, debiendo ser sometido a tra-
tamiento, cuando no se ajuste a las disposiciones sanitarias sobre agua
potable.
· Calidad para uso pecuario: Grado de calidad del agua, requerido para
ser utilizada como abastecimiento de agua para consumo por los ani-
males domésticos, que garantiza la protección de su salud y la calidad
de los productos para consumo humano.
· Calidad para uso recreativo con contacto primario: Grado de calidad del
agua, requerido para ser utilizada en actividades de esparcimiento, que
garantiza la protección de la salud humana por contacto directo.
Si bien las definiciones de calidad del agua están ligadas al uso, estas deben
adaptarse a las condiciones de las fuentes disponibles, o bien a las necesidades
de protección a la salud de manera específica.
14
Calidad del agua en espacios urbanos
15
cultura, o para la protección de la vida acuática. Las características del agua
potable se establecen en la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-1994,
“Salud ambiental, agua para uso y consumo humano-límites permisibles de
calidad y tratamientos a que debe someterse el agua para su potabilización”.
16
Calidad del agua en espacios urbanos
templando y sintiendo la belleza del agua en los ríos, las cascadas, los arroyos,
las olas del mar, las montañas nevadas.
Por lo anterior, la utilización del agua en la ciudad no se limita al uso do-
méstico como normalmente se asume, y según el grado de desarrollo tecno-
lógico que presenten los espacios urbanos, el medio urbano necesita disponer
de suficiente cantidad de agua para su funcionamiento: limpieza de calles,
riego de jardines, ornamentación, ocio, etc. Hay que tener en cuenta que el
mantenimiento de estos espacios conlleva un consumo importante de agua.
Dicho consumo se puede reducir, por un lado, repoblando con vegetación
adaptada a la climatología de la ciudad y, por otro, utilizando sistemas de rie-
go de bajo consumo. Además, es una incongruencia utilizar agua potable para
estas funciones urbanas. Es necesario estudiar la posibilidad de utilizar aguas
de menos calidad pero igualmente útiles.
17
agua. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que en
el agua para beber haya 0 colonias de coliformes por 100 ml de agua.
2. Desechos orgánicos. Son el conjunto de residuos orgánicos producidos
por los seres humanos, ganado, etc. Incluyen heces y otros materia-
les que pueden ser descompuestos por bacterias aeróbicas, es decir en
procesos con consumo de oxígeno. Cuando este tipo de desechos se
encuentran en exceso, la proliferación de bacterias agota el oxígeno, y
ya no pueden vivir en estas aguas peces y otros seres vivos que necesi-
tan oxígeno. Buenos índices para medir la contaminación por desechos
orgánicos son la cantidad de oxígeno disuelto, OD, en agua, o la DBO
(Demanda Biológica de Oxígeno).
3. Sustancias químicas inorgánicas. En este grupo están incluidos ácidos,
sales y metales tóxicos como el mercurio y el plomo. Si están en canti-
dades altas pueden causar graves daños a los seres vivos, disminuir los
rendimientos agrícolas y corroer los equipos que se usan para trabajar
con el agua.
4. Nutrientes vegetales inorgánicos. Nitratos y fosfatos son sustancias so-
lubles en agua que las plantas necesitan para su desarrollo, pero si se
encuentran en cantidad excesiva inducen el crecimiento desmesurado
de algas y otros organismos provocando la eutrofización de las aguas.
Cuando estas algas y otros vegetales mueren, al ser descompuestos por
los microorganismos, se agota el oxígeno y se hace imposible la vida de
otros seres vivos. El resultado es un agua maloliente e inutilizable.
5. Compuestos orgánicos. Muchas moléculas orgánicas como petróleo,
gasolina, plásticos, plaguicidas, disolventes, detergentes, etc. acaban
en el agua y permanecen, en algunos casos, largos períodos de tiempo,
porque, al ser productos fabricados por el hombre, tienen estructuras
moleculares complejas difíciles de degradar por los microorganismos.
6. Sedimentos y materiales suspendidos. Muchas partículas arrancadas
del suelo y arrastradas a las aguas, junto con otros materiales que hay
en suspensión en las aguas, son, en términos de masa total, la mayor
18
Calidad del agua en espacios urbanos
Hay que recordar que realizar un análisis correcto de la calidad del agua de-
pende en primer instancia de un muestreo que cumpla con los requerimien-
tos técnicos específicos para cada contaminante a evaluar, en México los
lineamientos técnicos para realizar un correcto procedimiento de muestreo
de agua se especifican en la Norma Oficial Mexicana NOM-014-SSA1-1993
“Procedimientos sanitarios para el muestreo de agua para uso y consumo hu-
mano en sistemas de abastecimiento de agua públicos y privados”. Esta Nor-
ma establece los procedimientos sanitarios para el muestreo de agua para uso
y consumo humano en los sistemas de abastecimiento públicos y privados,
incluyendo aspectos bacteriológicos y físico-químicos, así como criterios para
manejo, preservación y transporte de muestras.
El procedimiento más común para el proceso de muestreo se especifica en
el diagrama de la figura 1.
19
Figura 1. Procedimiento para el proceso de muestras.
20
Calidad del agua en espacios urbanos
Tiempo
Volumen
Material de Máximo
Determinación Mínimo Preservación
Envase Almacena-
(Ml)
miento
Refrigerar de 4 a 10° C y en
Alcalinidad total p,v 200 14 d
la oscuridad
Refrigerar de 4 a 10° C y en
Arsénico p,v 200 14 d
la oscuridad
Refrigerar de 4 a 10° C y en
Bario p,v 100 28 d
la oscuridad
Boro p 100 No requiere 180 d
Adicionar NaOH a pH>12;
Cianuros p,v 1000 refrigerar de 4 a 10° C en la 14 d
oscuridad.
Cloro residual p,v --- Analizar inmediatamente ---
Refrigerar de 4 a 10° C y en
Cloruros p,v 200 48 h
la oscuridad
Refrigerar de 4 a 10° C y en
Color p,v 100 48 h
la oscuridad
Refrigerar de 4 a 10° C y en
Conductividad p,v 200 28 d
la oscuridad
Dióxido de carbono p,v 100 Analizar inmediatamente ---
Refrigerar de 4 a 10° C y en
Dureza total p,v 100 14 d
la oscuridad
Adicionar H2SO4 a pH<2 y
Fenoles p,v 300 28 d
refrigerar de 4 a 10° C
Fluoruros p,v 300 Refrigerar de 4 a 10° C 28 d
Enjuagar el envase con ácido
Fosfatos v 100 nítrico 1:1. 48 h
Refrigerar de 4 a 10° C
Magnesio p,v 100 Refrigerar de 4 a 10° C 28 d
Enjuagar el envase con
HNO3 1 + 1; adicionar HNO3
Metales en general p,v 1000 a pH<2; para metales disuel- 180 d
tos, filtrar inmediatamente
y adicionar HNO3 a pH<2
21
Tiempo
Volumen
Material De Máximo
Determinación Mínimo Preservación
Envase Almacena-
(Ml)
miento
Refrigerar de 4 a 10° C y en
Nitratos p,v 100 48 h
la oscuridad
Refrigerar de 4 a 10° C y en
Nitritos p,v 100 48 h
la oscuridad
Adicionar H2SO4 a pH<2 y
Nitrógeno amoniacal p,v 500 refrigerar de 4 a 10° C y en 28 d
la oscuridad
Adicionar H2SO4 a pH<2
Nitrógeno orgánico p,v 500 refrigerar de 4 a 10° C y en 28 d
la oscuridad
Olor --- --- Detectar inmediatamente ---
Oxígeno consumido Refrigerar de 4 a 10° C y en
p,v 300 48 h
en medio ácido la oscuridad
pH p,v --- Analizar inmediatamente ---
Refrigerar de 4 a 10° C; adi-
cionar 1000 mg/L; de ácido
ascórbico, si se detecta
cloro residual.
Plaguicidas s 1000 7d
Extraídos los plaguicidas
con solventes el tiempo de
almacenamiento máximo
será 40 días.
Sabor --- --- Detectar inmediatamente
Refrigerar de 4 a 10° C y en
Sodio p,v 100 28 d
la oscuridad
Refrigerar de 4 a 10° C y en
Sólidos p,v 1000 7d
la oscuridad
Refrigerar de 4 a 10° C y en
Sulfatos p,v 100 28 d
la oscuridad
Sustancias activas al Refrigerar de 4 a 10° C y en
p,v 200 48 h
azul metileno la oscuridad
Temperatura p,v --- Determinar inmediatamente ---
Refrigerar de 4 a 10° C y en
Trihalometanos s 25
la oscuridad
Refrigerar de 4 a 10° C y en
Turbiedad p,v 100 48 h
la oscuridad
Fuente: NOM-014-SSA1-1993.
22
Calidad del agua en espacios urbanos
Figura 1. Procedimientos a considerar en el muestreo del agua por métodos manuales en las ciudades y
tanques reguladores y o potabilizadoras.
23
NMX-AA-115-SCFI-2001; Análisis de agua. Criterios generales para el con-
trol de la calidad de resultados analíticos. Apartado 8.2 análisis directos.
NMX-AA-003-1980; Aguas Residuales – Muestreo.
Una vez que se tiene identificado que parámetros de contaminación son ne-
cesarios de realizar para conocer la calidad del agua, estos deben de solici-
tarse al laboratorio en tiempo y forma, a fin de cumplir con los objetivos del
estudio de calidad del agua.
Las muestras de agua colectadas y que llegan al laboratorio, se deben de
analizar conforme a los procedimientos establecidos para cada parámetro en
la Normativa Oficial Mexicana, así como a los métodos establecidos por la
APHA-AWWA-WDCF (1992). Los principales parámetros evaluados y la me-
todología aplicada para agua potable se presentan en la tabla 3.
Sustancias orgánicas Frascos de vidrio con tapón del mismo material o teflón
Elementos radioactivos Material plástico
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Calidad del agua en espacios urbanos
25
Parámetro Unidad Método Analítico
Sulfatos mg/L SO4 NOM-AA-74-1981
Temperatura °C 2550-B*
Turbiedad UTN NOM-AA-38-1981
Turbiedad Secchi cm
(*) APHA, AWWA-WDCF, 1992,
26
Calidad del agua en espacios urbanos
27
Parámetro Método Analítico
Oxígeno Disuelto Método electrométrico, utilizando un electrodo de membrana unible
al oxígeno, en determinaciones de campo. En laboratorio se aplica el
método iodométrico de Winkler.
pH Método Electrométrico, se basa en la determinación de la actividad de
los iones hidrógeno medidos en un potenciómetro usando un electro-
do de vidrio y otro de referencia. La fuerza electromotriz producida
por el sistema de electrodos es proporcional al pH de la solución
problema.
S.A.A.M. (Deter- Método espectrofotométrico del Azul de Metileno, se basa en la
gentes) reacción de las sustancias surfactantes con el azul de Metileno, que
da lugar a la formación de una sal azul, soluble en cloroformo, cuya
intensidad de color es directamente proporcional a su concentración,
se mide a 650 nm.
Sólidos Disueltos Método Gravimétrico, se basa en la evaporación y calcinación de la
Totales. muestra, en donde los residuos de una y otra operación sirven de base
para el cálculo del contenido de sólidos.
Sólidos Suspendi- Método Gravimétrico, son aquellos retenidos en filtros de fibra de
dos Totales. vidrio, se secan en estufa a 103-105 °C y se pesan.
Sólidos Sedimen- Método Volumétrico, se llena un cono imhoff con 1 L de muestra y se
tables observa el material sedimentado a las 2 horas.
Sólidos Totales Método Gravimétrico. se realiza tras evaporar en placa de porcelana
Totales la muestra y secarla a 103-105 °C.
Sulfatos Método turbidimetrico, los sulfatos son precipitados con cloruro de
bario, formando un precipitado de sulfato de bario que se determina
turbidimetricamente.
Temperatura Método Visual, mediante termómetro de mercurio.
Turbiedad Método Nefelométrico, el procedimiento se basa en la comparación
de la intensidad de la luz dispersada por la muestra bajo condiciones
definidas, con la intensidad de la luz dispersada por una suspensión
de referencia estándar (Polímero de formazina), en condiciones
semejantes.
Transparecia Método Visual, mediante el uso del disco metálico de Secchi, determi-
Secchi nando la distancia mínima observable en agua . (profundidad)
Fuente: Elaboración propia.
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Calidad del agua en espacios urbanos
29
CALIDAD PARA LA PROTECCION DE LA VIDA DE AGUA DULCE: Grado de
calidad del agua, requerido para mantener las interacciones e interrelaciones
de los organismos vivos, de acuerdo al equilibrio natural de los ecosistemas de
agua dulce continental.
CALIDAD PARA LA PROTECCION DE LA VIDA DE AGUA MARINA: Grado
de calidad del agua, requerido para mantener las interacciones e interrelacio-
nes de los organismos vivos, de acuerdo al equilibrio natural de los ecosiste-
mas de agua marina.
CALIDAD PARA USO EN LA ACUACULTURA: Grado de calidad del agua, re-
querido para las prácticas acuaculturales, que garantiza el óptimo crecimien-
to y desarrollo de las especies cultivadas, así como para proteger su calidad
para el consumo humano.
CALIDAD PARA RIEGO AGRICOLA: Grado de calidad del agua, requerido
para llevar a cabo prácticas de riego sin restricción de tipos de cultivo, tipos
de suelo y métodos de riego.
CALIDAD PARA USO COMO FUENTE DE ABASTECIMIENTO DE AGUA
POTABLE: Grado de calidad del agua, requerido para ser utilizada como abas-
tecimiento de agua para consumo humano, debiendo ser sometido a trata-
miento, cuando no se ajuste a las disposiciones sanitarias sobre agua potable.
CALIDAD PARA USO PECUARIO: Grado de calidad del agua, requerido
para ser utilizada como abastecimiento de agua para consumo por los ani-
males domésticos, que garantiza la protección de su salud y la calidad de los
productos para consumo humano.
CALIDAD PARA USO RECREATIVO CON CONTACTO PRIMARIO: Grado de
calidad del agua, requerido para ser utilizada en actividades de esparcimiento,
que garantiza la protección de la salud humana por contacto directo.
CUERPO DE AGUA: Los lagos; lagunas; acuíferos; ríos y sus afluentes di-
rectos o indirectos, permanentes o intermitentes; presas; embalses; cenotes;
manantiales; litorales; estuarios; esteros; marismas y en general las zonas ma-
rinas mexicanas.
30
Calidad del agua en espacios urbanos
31
Índices de calidad del Agua, ICA.
Existen numerosas metodologías que permiten elaborar ICAs, cada país adop-
ta la que más se adecua a sus necesidades, pero aquí se expone la más utilizada.
El Índice de Calidad del Agua, ICA Propuesto por Martínez de Bascaran
(1979) es ampliamente utilizado debido a su diseño sencillo y a que permi-
te incluir n número de variables en la integración, previa ponderación de su
magnitud, siendo entonces aplicable a series de datos tanto numerosas como
pequeñas.
Los parámetros del índice más comunes son los siguientes: pH, Conducti-
vidad, alcalinidad, Contaminación aparente, Conductividad, Coliformes, Tem-
peratura, Oxígeno disuelto, Nitritos, Detergentes, Arsénico, mercurio, Plomo,
etc. Sin embargo, el listado final se adapta a las condiciones del agua a estu-
diar y las facilidades técnicas presentes en el lugar de estudio.
32
Calidad del agua en espacios urbanos
S CiPi
ICA = ---------------- k
dónde: S Pi
33
Figura 4. Interpretación de los valores del ICA.
34
Calidad del agua en espacios urbanos
Figura 5. Interpretación de los valores del ICA para el Lago de Chapala, en el año 1996.
Figura 6. Interpretación de los valores del ICA, distribución espacial para el Lago de Chapala, en el año
1996.
Las fuentes, los manantiales, las cuencas o humedales están en acelerada vía
de extinción en parte por el cambio climático, pero fundamentalmente por
la acción humana mucho más drástica y feroz. Una situación de escasez de
agua que amenaza tres aspectos fundamentales del bienestar humano: la
producción de alimentos, la salud y, la estabilidad política y social por lo que
en la agenda política internacional el tema de la escasez del agua se ha vuelto
prioritario. El conocer los limitantes a los usos del agua y las implicaciones
toxicológicas de los contaminantes permiten que el agua sea aprovechada de
manera adecuada en cualquier contexto, principalmente mejorando la salud
de las poblaciones y los ecosistemas.
Teniendo en cuenta las repercusiones del consumo urbano dentro del ciclo
del agua, se hace evidente la necesidad de abandonar el actual modelo de ges-
tión donde el único objetivo es asegurar el suministro por otro que, profun-
dizando más en la relación entre el ciclo del agua y los nuevos crecimientos,
promueva una gestión del agua más consciente de las consecuencias de la
desviación de cauces y tenga en cuenta que, a mayor suministro, mayor carga
de contaminantes residuales, es decir, un sistema que permita que el agua
desde su captación hasta su devolución al medio, en el ciclo al que llamamos
urbano, consiga que todas sus partes funcionen complementariamente y con
el único objetivo de un consumo más eficaz. Frente a esta escasez, sobreex-
plotación y contaminación del agua a nivel mundial, la única forma de abordar
la situación es remitirnos al ciclo hidrológico ó ciclo del agua para, entendien-
do su funcionamiento, tratar de evitar que la intervención del hombre en el
mismo, desde que desvía el agua de este ciclo natural hasta que la devuelve,
no lo desestabilice acabando con todos los ecosistemas que de él dependen.
36
Calidad del agua en espacios urbanos
Bibliografía
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24. El Colegio de Sonora. Sonora, México.
40
Macroinvertebrados como una nueva herramienta de diagnóstico de calidad del agua
Resumen
Introducción
Los sistemas de aguas dulces (lénticos y lóticos) más que ningún otro ecosis-
tema son sensibles a modificaciones antrópicas. A través de los años, estos
sistemas han sido usados como depósitos de desechos cuya consecuencia
principal ha causado la desaparición o reducción de manera sustancial de al-
41
gunas especies que conforman las comunidades bióticas (Lozano 2007). La
evaluación de la calidad del agua se ha realizado tradicionalmente con base en
los análisis fisicoquímicos y bacteriológicos los cuales son muy precisos, aun-
que también costosos. Estos parámetros entregan características inmediatas
sobre la calidad del agua, sin embargo, no permiten una visión de las variacio-
nes de las características en el tiempo (Mesa, 2010).
Una alternativa complementaria a este método tradicional, es por medio
de indicadores biológicos (también llamados bioindicadores), el cual es rela-
tivamente poco costoso. Este método biológico presenta amplias ventajas y
nos permite una visión más integral y además retrospectiva de las cualidades
del medio en el cual se desarrollan los organismos acuáticos. Muchos países
han aceptado la inclusión de las comunidades acuáticas como un hecho fun-
damental para evaluar la calidad de los ecosistemas acuáticos (Roldán-Pérez
2003), ya que juegan un papel ecológico de gran importancia al participar en
procesos que incluyen la biodisposición de la materia orgánica y reciclaje de
nutrientes, además de ser componentes vitales para las redes alimenticias,
ya que son parte de la dieta de otros organismos como son peces, anfibios y
aves (Cummins 1973). El uso de estas comunidades permite refinar la toma
de decisiones sobre el uso del agua y el impacto que genera el hombre sobre
este recurso (Montoya et al. 2011).
La contaminación de las aguas superficiales y la perdida de las zonas de
amortiguamiento de los ríos es un problema para la salud de todos los seres
vivos que habitan en las diferentes zonas geográficas. La mayoría de las activi-
dades diarias del ser humano dependen del agua, por tanto debemos conside-
rarla como un recurso estratégico cuya conservación es indispensable para el
presente y el futuro. El problema de la contaminación se está incrementando,
por ello se están haciendo esfuerzos para involucrar a las comunidades hu-
manas en los diagnósticos o clasificación de la calidad ambiental de las aguas
superficiales. El monitoreo de la calidad del agua, particularmente el biomo-
nitoreo, puede ser una herramienta de participación y ciencia ciudadana de
gran impacto en nuestros países (Mora 2014).
42
Macroinvertebrados como una nueva herramienta de diagnóstico de calidad del agua
Marco teórico
43
son aquellos que tienen tolerancias ambientales específicas y estrechas. Por el
contrario, aquellos organismos que tienen tolerancias amplias para diferentes
condiciones ambientales en las cuales los patrones de distribución o abun-
dancia son afectados sólo ligeramente por variaciones ambientales sustan-
ciales, se consideran indicadores pobres. Además los organismos indicadores
“ideales” deben presentar una baja variabilidad genética y ecológica, amplia
distribución (cosmopolita), abundancia numérica, movilidad limitada y un
ciclo vital relativamente largo, además de poseer características ecológicas
bien conocidas y presentar facilidad de reconocimiento (solidez taxonómica)
(Johnson et al. 1993). Se da por entendido que los sistemas de bioindicación
deben ser desarrollados y ajustados con un enfoque local y siempre teniendo
en cuenta la estructura espacio temporal del ecosistema y las actividades ge-
neradoras de vertidos contaminantes (sean actividades agropecuarias, urba-
nas y/o industriales).
Es un hecho que la composición de las comunidades de macroinvertebra-
dos refleja la calidad de los ecosistemas acuáticos, por ello los métodos de eva-
luación basados en dichos organismos han sido ampliamente utilizados desde
hace varias décadas como una parte integral del monitoreo de la calidad del
agua (Roldán-Pérez 2016), considerando a los macroinvertebrados acuáticos
como los mejores bioindicadores de la calidad del agua (Alba-Tercedor et al. ,
2004), seguidos en su orden las algas, los protozoos, las bacterias y en menor
grado, los peces, las macrófitas, los hongos y los virus (Roldán-Pérez 2003).
Ya que numerosos estudios ponen de manifiesto la importancia de utili-
zarlos con fines de biomonitoreo, en esta contribución nos enfocaremos a
un índice biótico que se basa en este tipo de organismos indicadores, por ser
unos de los más prácticos y con resultados confiables.
44
Macroinvertebrados como una nueva herramienta de diagnóstico de calidad del agua
45
e. El muestreo tiene poco impacto en el detrimento de la biota residente,
siempre que se mantenga al mínimo estrictamente indispensable.
f. Hay disponibilidad de métodos e índices para el análisis de datos, los
que han sido validados en diferentes regiones.
g. Son fáciles de identificar hasta el nivel de familia y pueden ser reco-
nocidas por personas no experimentadas, empleando para ello siste-
mas visuales (como registros fotográficos regionales) de identifica-
ción taxonómica.
h. Los macroinvertebrados bentónicos en su mayoría son sedentarios y
representativos de las condiciones locales.
h. Viven y se alimentan en o sobre los sedimentos donde tienden a acu-
mularse las toxinas, las cuales se incorporan a la cadena trófica a través
de ellos.
i. Algunas especies tienen ciclos de vida largos (semanas y/o meses) en
comparación con otros organismos, lo que nos permite estudiar los
cambios acontecidos durante largos periodos de tiempo.
j. Sus comunidades son heterogéneas, con una alta riqueza taxonómica y
distintos grupos funcionales, por lo que ofrecen un espectro amplio de
respuestas a diferentes afectaciones.
46
Macroinvertebrados como una nueva herramienta de diagnóstico de calidad del agua
Consideraciones generales
47
tivamente sensibles), como una gran diversidad de índices, de los cuales aquí
mencionamos uno de los más populares. Una síntesis más detallada de las
posibles métricas e índices a utilizar se encuentra en Prat et al. (2009) y Ro-
senberg et al., (2008).
Índices bióticos
48
Macroinvertebrados como una nueva herramienta de diagnóstico de calidad del agua
49
calidad del agua son: Sapróbico (1901), Índice Biótico de Beck (1954), Índice
Secuencial de Comparación (1971), Índice Estadístico de Pielou (1975), Índi-
ce de Hilsenhoff (1977), Índice Biological Monitoring Working Party (BMWP)
(1978), Índice de Macroinvertebrados Bénticos (1988).
Sin embargo, para el uso de índices es necesario que se tome en cuenta
su estandarización y certificación en varios países donde se apliquen común-
mente en programas de monitoreo. Es importante que su manejo sea fácil aun
para personas no especializadas en la identificación taxonómica, además de
que permitan realizar diagnósticos rápidos y económicos de calidad de agua
(Vázquez et al., 2006).
De manera general, los índices bióticos son el reflejo de la tolerancia a la
contaminación orgánica de la comunidad acuática, bajo la presunción de que
los sitios o sistemas contaminados, contendrán menos especies que los sitios
o sistemas no impactados y, de que las especies que están presentes refleja-
rán su sensibilidad particular al contaminante (Bonada et al. 2007, De la Lan-
za et al. 2011). La presencia o ausencia de una especie o familia, así como su
densidad o abundancia es lo que se va a usar como indicador de la calidad. Así
pues, un índice biótico será una combinación de la diversidad de ciertos gru-
pos taxonómicos y la tolerancia a la contaminación en un solo índice o valor.
La mayor diferencia con los índices fisicoquímicos es que permiten indicar
el estado del agua en un periodo prolongado de tiempo definido por la dura-
ción del ciclo vital de cada individuo, magnitud de colonias, etc., pero, por el
contrario, es imposible identificar los agentes contaminantes existentes, por
lo que su utilización es complementaria y no sustitutiva a los índices fisico-
químicos. Desde su introducción han mostrado ser buenos instrumentos de
control de los ecosistemas acuáticos y han complementado la información
dada por los parámetros fisicoquímicos clásicos. Es importante hacer énfasis
que estos métodos consisten en una evaluación rápida del ecosistema y que
en ningún momento pretende definir los requerimientos ambientales a nivel
de especie (Roldán-Pérez 2016).
50
Macroinvertebrados como una nueva herramienta de diagnóstico de calidad del agua
El método BMWP
Diversos autores sustentan entre los índices bióticos más utilizados por
su facilidad y eficiencia al sistema Biological Monitoring Working Party
(BMWP). El método BMWP sólo requiere llegar hasta nivel taxonómico de
familia y los datos son cualitativos (presencia o ausencia). El puntaje va de
1 a 10 de acuerdo con la tolerancia de los diferentes grupos a la contamina-
ción orgánica (Cuadro 1).
Las familias más sensibles como Perlidae y Oligoneuriidae reciben un pun-
taje de 10 (organismos intolerantes a la contaminación, prefieren aguas con
buena oxigenación e indican buena calidad del agua), en cambio, las más to-
lerantes a la contaminación como Tubificidae reciben una puntuación de 1
(organismos indicadores de mala calidad del agua). Las familias que toleran la
contaminación moderada, llamados organismos facultativos, reciben punta-
jes medios. La suma de los puntajes de todas las familias proporciona el pun-
taje total BMWP (Armitage et al. 1983). El valor obtenido se hace correspon-
der con una determinada clase de calidad (Alba-Tercedor & Sánchez-Ortega
1988, basadas en las descritas por Gheti et al. 1982). Así, un valor del BMWP
de 50 correspondería a un agua contaminada de clase III, con una calidad “du-
dosa”, y ese punto se representaría en color amarillo (Cuadro 2).
El problema de establecer límites estrictos de calidad de aguas implica la
necesidad de reconocer situaciones intermedias entre unos y otros. Es por
ello que aquellos valores que queden cinco unidades por exceso o por defecto
de los límites establecidos en el Cuadro 2, se deben considerar intermedios
entre dos clases de calidad. Por tanto a la hora de realizar mapas de calidad de
aguas, estos casos han de presentarse en trazos discontinuos, alternando los
colores representativos de las clases correspondientes de calidad (Alba-Ter-
cedor & Sánchez-Ortega 1988). Por ejemplo un valor de 103, quedaría in-
termedio entre las clases I y II (al sumarle o restarle 5 unidades), y por tanto
correspondería a un agua de clase I-II, y a la estación de muestreo se la repre-
sentaría en el mapa de colores azul y verde.
51
El índice BMWP es muy popular y ha sido ampliamente utilizado en diver-
sos países, sin embargo para la validez de su aplicación es importante tener en
cuenta la clase de los cuerpos de agua donde se aplica. Algunos países de La-
tinoamérica han hecho sus propias valoraciones de puntajes de acuerdo a sus
experiencias (Zamora & Sarria 2001, Sánchez-Herrera 2005, Zúñiga 2009,
Springer et al. 2010, Rosas et al. 2015). Se recomienda que cada región haga
su propia valoración de las familias de acuerdo a su grado de adaptación a las
diferentes calidades de agua, ya que estos ecosistemas tienen características
hidrológicas y ecológicas diferentes y una biota adaptada a las condiciones
particulares de cada uno de estos ambientes, tanto en ecosistemas de aguas
lóticas como lénticas (Roldán-Pérez 2016).
Cuadro 1. Puntajes de las familias de macroinvertebrados acuáticos para el índice BMWP (Basado en
Roldán, 2003 con adaptaciones basadas en De la Lanza et al. 2011).
Familias Puntajes
Anomalopsychidae, Atriplectididae, Blepharoceridae, Calamoceratidae, Ptilo- 10
dactylidae, Chordodidae, Hidridae, Lampyridae, Lymnessiidae, Odontoceridae,
Oligoneuriidae, Perlidae, Polythoridae, Psephenidae
Ampullariidae, Ephemeridae, Euthyplociidae, Philopotamidae,. Athericidae, 9
Heptageniidae, Calamoceratidae , Gomphidae
Gerridae, Hebridae, Helicopsychidae5, Hydrobiidae, Lestidae, Palaemonidae, 8
Pleidae, Pseudothelpusidae, Saldidae, Simuliidae, Veliidae. Odontoceridae,
Lepidostomatidae, Ecnomidae, Hydrobiosidae, Leptophlebiidae, Cordulegas-
tridae, Corduliidae, Perilestidae, Glossosomatidae, Gammaridae, Polycentro-
podidae, Xiphocentronidae
Baetidae, Caenidae, Calopterygidae, Coenagrionidae, Corixidae, Dryopidae5, 7
Glossossomatidae, Hyalellidae, Hydroptilidae, Hydropsychidae, Leptohyphi-
dae5, Naucoridae, Notonectidae, Planariidae, Psychodidae, Scirtidae
Aeshnidae, Ancylidae, Corydalidae, Elmidae5, Libellulidae, Limnichidae5, Lu- 6
trochidae, Megapodagrionidae, Sialidae, Staphylinidae. Isonychidae
Belostomatidae, Gelastocoridae, Hydropsychidae, Mesoveliidae, Nepidae, 5
, Pyralidae, Tabanidae, Thiaridae , Polymitarcyidae Crustacea, Turbellaria,
Dytiscidae, , Gyrinidae, Dixidae, Coenargrionidae, Planorbiidae
52
Macroinvertebrados como una nueva herramienta de diagnóstico de calidad del agua
Familias Puntajes
Chrysomelidae, Stratiomyidae, Haliplidae, Empididae, Dolicopodidae, Sphae- 4
ridae, Lymnaeidae, Hydraenidae5, Hydrometridae, Noteridae. Curculionidae,
Decapoda, Simulidae, Tipulidae., Dolichopodidae, Hydrophilidae
Ceratopogonidae, Glossiphoniidae, Cyclobdellidae, , Physidae, Erpobdellidae, 3
Asellidae
Culicidae, Chironomidae, Muscidae, Sciomyzidae, Ephydridae, thaumaleidae 2
Tubificidae, Naididae (Oligochaeta), Aelosomatidae, Syrphidae 1
Cuadro 2. Clases de calidad, significación de los valores del BMWP y colores a utilizar en representaciones
cartográficas.
Estudios taxonómicos
53
a otras regiones de Latinoamérica (Roldán-Pérez 2016). Para una revisión del
estado actual del conocimiento de los macroinvertebrados dulceacuícolas en
México, se recomienda también la obra de Alonso-EguíaLis et al. (2014).
Para América del Norte, hay varias obras importantes, tales como las de
Merritt et al. (1996) y Thorp & Covich (2010), las cuales son fundamentales
en los estudios de insectos acuáticos y macroinvertebrados dulceacuícolas.
Sin embargo, para los países neotropicales, el desarrollo de claves taxonómi-
cas para los distintos grupos aún se encuentra en sus inicios, aunque reciente-
mente se han realizado esfuerzos importantes para diferentes grupos
(p.ej. Manzo 2005, Domínguez et al., 2006, Borkant & Spinelli 2007, Stark et
al. 2009) y países o regiones (p.ej. Fernández & Domínguez 2001, Springer
et al., 2010).
Los insectos ocupan todos los hábitats de agua dulce y todo tipo de nichos
y están presentes en enormes densidades y diversidades. La mayoría de las
especies pasan la mayor parte de su vida como larvas y sólo abandonan breve-
mente el medio acuático para aparearse. Los diez órdenes de insectos que con-
tienen especies acuáticas constituyen el grupo de invertebrados más diverso
y mejor estudiado (Throp & Covich 2010). Cinco de ellos (Ephemeroptera,
Plecoptera, Odonata, Trichoptera y Megaloptera) son órdenes acuáticos, en
los cuales casi todas las especies tienen larvas acuáticas. El resto (Heteropte-
ra, Coleoptera, Diptera, Lepidoptera y Neuroptera) son parcialmente acuáti-
cos, en los cuales muchas especies son terrestres, pero hay especies o familias
enteras que tienen uno o más estadios de su vida adaptados para vivir en el
medio acuático (Hilsenhoff 1991).
La presencia de Ephemeroptera, Plecoptera y Trichoptera (en combina-
ción llamados EPT) indica un nivel aceptable en la calidad del agua. El incre-
mento de la riqueza de estos grupos reflejará un aumento en la salud del cuer-
po de agua (Resh & Jackson 1993).
54
Macroinvertebrados como una nueva herramienta de diagnóstico de calidad del agua
55
comparten territorio, como oligoquetos, efemerópteros o dípteros e incluso
pueden llegar a atacar a renacuajos y alevines de peces. Con este fin depreda-
dor, el labro está transformado en un órgano prensil o máscara dentada que
es desplegado bruscamente y lanzado hacia adelante para capturar las presas,
que quedan atrapadas en los ganchos móviles de las piezas bucales. Pueden
vivir en una amplia variedad de hábitats, pero son más frecuentes en las zonas
con poca velocidad de corriente de los cursos fluviales, como remansos o en
pequeñas lagunas.
Hemípteros. Son un grupo de insectos caracterizados por poseer un apa-
rato bucal chupador, dentro del cual alrededor del 10% de las especies son
acuáticas. Una gran parte de familias viven sobre la superficie del agua, como
los conocidos zapateros, y la mayoría son depredadores, que a menudo inocu-
lan compuestos tóxicos en sus presas a través de sus estiletes maxilares. Pre-
sentan numerosas adaptaciones frente a la depredación, fundamentalmente
de peces, como el hecho de vivir en la superficie del agua, el comportamiento
gregario o la capacidad de saltar varios centímetros de algunas especies.
Coleópteros. Constituyen el mayor grupo de insectos y, quizá, el más evolu-
cionado. Únicamente el 15% de las especies aproximadamente son acuáticas.
Esta adaptación al medio acuático puede tener lugar en diferentes etapas del
ciclo vital, de manera que en algunos grupos las larvas y adultos son acuáticos,
mientras que en otros sólo una de las dos fases. Presentan un régimen alimen-
ticio muy variado y la calidad de las aguas no suele ser un factor determinante
en la distribución de muchas familias de este grupo.
Dípteros. Este orden, también conocido como moscas verdaderas, es uno
de los más ampliamente distribuidos y con mayor diversidad, en el que mu-
chas especies presentan larvas acuáticas como los mosquitos y tábanos, entre
otros. Algunas especies están adaptadas a vivir en zonas con elevadas co-
rrientes y concentraciones de oxígeno, mientras que otras son especies opor-
tunistas, adaptadas a vivir en ecosistemas con ciertas perturbaciones e inclu-
so en condiciones extremas, por lo que hay especies con requerimientos muy
56
Macroinvertebrados como una nueva herramienta de diagnóstico de calidad del agua
57
Cuadro 3. Algunos macroinvertebrados indicadores de la calidad del agua.
58
Macroinvertebrados como una nueva herramienta de diagnóstico de calidad del agua
59
rosidad. Podemos hacer muestreos cuantitativos por área, con repeticiones
suficientes para describir la variabilidad del sistema. O bien, hacer muestreos
semi-cuantitativos manteniendo constante el tiempo de muestreo (p.ej. 15
minutos por hábitat) y no el área (Ramírez 2010).
El diseño experimental también debe tomar en consideración la diversidad
de hábitats presentes en los cuerpos de agua. Los distintos hábitats no solo
contienen grupos variados de organismos, sino que también requieren téc-
nicas de muestreo diferentes. Algunos estudios prefieren recolectar un solo
hábitat y facilitar comparaciones en tiempo y espacio. Sin embargo, algunas
veces es importante asegurarse de muestrear por lo menos los hábitats domi-
nantes en cada cuerpo de agua (Ramírez 2010).
60
Macroinvertebrados como una nueva herramienta de diagnóstico de calidad del agua
61
cribiremos los estudios cuantitativos, ya que el índice que proponemos en
este manual solo requiere datos de presencia ausencia, sin embargo se puede
consultar la metodología recomendada para este tipo de estudios y otros.
62
Macroinvertebrados como una nueva herramienta de diagnóstico de calidad del agua
63
En México aún no existen protocolos normalizados para trabajos de bioin-
dicación de la calidad del agua, aplicados a nivel regional o nacional, que faci-
liten las comparaciones entre los estudios realizados en las diferentes zonas
del país. Cabe mencionar los trabajos que la autoridad del agua está llevando
a cabo en México. En la década de los años 1970, se implementó el uso de un
índice de calidad del agua (ICA) basado en 18 parámetros fisicoquímicos. A
partir del 2005, se dio inició a la implementación de monitoreos biológicos de
la calidad del agua en algunas regiones del país. Por otro lado y de conjunta el
Organismo de Cuenca Balsas y la Gerencia de Calidad del Agua, de la Comi-
sión Nacional del Agua, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA)
y la Facultad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hi-
dalgo, están colaborando en la creación de un centro de referencia especiali-
zado en bioindicadores, donde se trabaja en la propuesta de un protocolo de
biomonitoreo e integridad biótica, que podrá ser utilizado en las cuencas del
país. Por su parte el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) desde
2008, cuenta con el procedimiento denominado “Evaluación de la calidad del
agua a través de macroinvertebrados (índices de diversidad e índice biótico)”
acreditado ante la EMA (Entidad Mexicana de Acreditación) y brinda con ello
un servicio apegado a normas de calidad (Pineda et al. 2014).
Sin embargo es necesario trabajar en la estandarización de estos protoco-
los de muestreo, con énfasis en los grandes ríos y los cuerpos de agua lénticos,
como los humedales o los grandes lagos. Esta homogeneización de protoco-
los de trabajo de campo, el recuento de los organismos, el análisis de labora-
torio y el uso de los índices, son imprescindibles para conseguir los resultados
y bases de datos consistentes y comparables (Roldán et al. 2014). Rueda-Del-
gado (2002) publicó el Manual de Métodos en Limnología, en donde compiló
la información general sobre los diferentes métodos de estudio para la biota
de mayor importancia en los ambientes acuáticos. Actualmente el Instituto
de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia-IDEAM
está desarrollando una metodología de evaluación de la calidad del agua para
Colombia mediante la utilización de los macroinvertebrados acuáticos como
64
Macroinvertebrados como una nueva herramienta de diagnóstico de calidad del agua
Consideraciones finales
65
contar con una gestión integral de sistemas acuáticos que incluya y consi-
dere información precisa de la biota que le da salud e integridad al sistema
general (Alonso-EguíaLis 2007). A la fecha no contamos con instrumentos
legales que regulen el uso de los bioindicadores y mucho menos el uso de los
macroinvertebrados para este fin. En el futuro próximo y ante la urgente ne-
cesidad de monitorear nuestros ecosistemas, se hace imperante el desarrollo
de modelos científicamente válidos, pero de fácil acceso a la sociedad, que
permitan intensificar el monitoreo para la toma de decisiones dirigidas hacia
la rehabilitación de los ecosistemas y la mitigación de los impactos. Al mismo
tiempo, resultará muy importante la participación y compromiso de los legis-
ladores y las autoridades de los tres niveles de gobierno, para crear las condi-
ciones que permitan elevar al nivel de normas oficiales estos procedimientos,
para atender desde una línea de base científica y con principios de integridad
biótica, el manejo y la conservación del patrimonio de los ecosistemas de agua
dulce de México (Alonso-EguíaLis et al., 2014).
La fiabilidad de los resultados obtenidos con el BMWP, la rapidez de su
obtención y la facilidad de su utilización, convierten a éste índice en una mag-
nífica herramienta para el seguimiento y gestión de cuencas por personal téc-
nico, con un importante ahorro, tanto económico como de tiempo, al permitir
evaluar la situación de las aguas (Alba-Tercedor & Sánchez-Ortega 1988).
Esta metodología de trabajo constituye una referencia importante para las
instituciones públicas y privadas, en el marco de un manejo integral de cuen-
cas y la protección del medioambiente, siendo el índice biótico una herra-
mienta de diagnóstico medioambiental bastante práctica.
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74
La calidad de aire en ciudades
Introducción
La contaminación del aire y sus efectos adversos sobre la salud humana atra-
jeron la atención a escala global a partir de la ocurrencia de los dos grandes
eventos de smog, el de Donora, Pensilvania en 1948 y el de Londres, Inglate-
rra en 1952. De estos, el evento de Londres destaca como el mayor desastre
de muertes en la población civil, pues en tan solo una semana se llegaron a
registrar hasta 4,073 muertes en comparación con 1,852 que se habían re-
gistrado para la misma semana del año anterior. De igual forma durante el
periodo de diciembre 1952 a marzo 1953, la literatura refiere hasta 12,000
muertes cuya causa principal fueron la acumulación de emisiones de carbón
provenientes de miles de hogares para hacer frente al crudo invierno, esto
aunado a las condiciones de estabilidad de la atmósfera que limitó los meca-
nismos de difusión y transporte de los contaminantes (Davis, 2002).
Durante la conferencia mundial del medio ambiente organizada en Esto-
colmo por las Naciones Unidas en 1972, Suecia afirmó que la acidificación
de lagos y ríos podría ser debida a los efectos de los contaminantes atmos-
féricos originados en otros países. La protesta fue recibida con escepticismo,
aunque algunos años más tarde, los hechos confirmaron la teoría, y en 1979
después de varios años de negociaciones dentro del marco de las Naciones
Unidas, treinta países firmaron el acuerdo sobre contaminación atmosférica
transfronteriza.
75
El acuerdo multilateral sólo exigió de los países un compromiso para li-
mitar los contaminantes transfronterizos usando la mejor tecnología econó-
micamente a su alcance, quedando de esta manera oficialmente reconocida
la existencia del problema. Es entonces que a partir de este reconocimiento
que se empiezan a generar una serie de investigaciones cuyo objetivo general
era, el conocimiento integral de uno de los problemas más complejos de la
sociedad moderna; esto es, la emisión de contaminantes en la atmósfera. A
partir de estas investigaciones existe el consenso general de que el problema
de la contaminación del aire en las ciudades es producto de la interacción de
un buen número de factores; entre los que se incluye la concentración pobla-
cional, la topografía, meteorología y el grado y las tazas de industrialización y
de desarrollo socioeconómico. Así en las ciudades el grado de desarrollo está
generalmente relacionado con niveles crecientes de contaminación del aire
que a menudo exceden los estándares de salud; y esto ocurre frecuentemente
en un factor de 2 a 3 para el ozono (O3) y material particulado (PM10 y PM2.5).
La contaminación del aire en las ciudades ha sufrido cambios drásticos en
los últimos 50 años. Hasta después de la Segunda Guerra Mundial, el conta-
minante más importante era el dióxido de azufre combinado con hollín proce-
dente del uso de combustibles fósiles en la producción de calor y electricidad.
Cuando ese problema se resolvió en parte con combustibles más limpios, chi-
meneas más altas y limpieza de gases de combustión; el creciente tráfico en
las zonas urbanas dio lugar a PM10 y PM2.5, monóxido de carbono (CO), óxidos
de nitrógeno (NOX) y compuestos orgánicos volátiles (COVs) que ahora son
la fuente principal de la contaminación fotoquímica para la producción del O3
troposférico. Además de los contaminantes comunes, también se han detec-
tado en el aire urbano un gran número de químicos tóxicos y carcinogénicos a
bajas concentraciones, pero cuyos niveles parecen ir en aumento.
Algunos ejemplos de estos son el benceno, que se encuentra en la gaso-
lina; percloroetileno, que se emite desde algunas instalaciones de limpieza
en seco; y cloruro de metileno, que se usa como disolvente y removedor de
76
La calidad de aire en ciudades
77
nos insostenibles, incidiendo especialmente en los patrones de planificación
urbanística y de movilidad, a fin de que no sigan aumentando los parámetros
actuales de motorización, uso de los vehículos y la consiguiente contamina-
ción atmosférica, con impactos que afectan a la calidad de la vida urbana en
las tres dimensiones básicas de la sostenibilidad:
Durante los últimos cien años, las poblaciones humanas se han venido
aglomerando en grandes centros urbanos donde alguno de ellos supera ya
los 10 millones de personas cuya demanda de productos y servicios ha re-
sultado en una sobre explotación de recursos naturales y consecuentemente
problemas de degradación ambiental. A este tipo de ciudades se les ha defi-
nido como Megaciudades y están mayormente situadas en países pobres con
economías emergentes y se caracterizan por presentar elevados niveles de
contaminación, entre los que sobresale la contaminación del aire (Molina y
Molina, 2004).
En el 2011, las Naciones Unidas publicó un reporte prospectivo sobre la ur-
banización mundial, donde la Ciudad de México con 20.4 millones ocupaba el
tercer lugar de 23 ciudades identificadas; esto es, después de las ciudades de
Tokio en Japón con 37.2 millones, y Deli en la India 22.7 millones (UN, 2012).
Aunque las Megaciudades cubren menos del 0.2 de la superficie terrestre, su
78
La calidad de aire en ciudades
79
que pueden cruzar la pared del tracto gastrointestinal hacia el torrente san-
guíneo, para llevar los nutrientes a los diferentes órganos. De igual forma los
órganos no utilizan el 100% del valor nutricional y una porción se excreta por
las orina como desecho químico. De la misma manera nuestro organismo no
puede convertir toda la energía potencial de los alimentos en energía útil, y
parte de ella se convierte en energía de desperdicio la cual liberamos en for-
ma de calor. Por lo anterior podemos concluir que no existe proceso natural,
humano, de manufactura ó combustión 100% eficiente.
En este trabajo se discuten específicamente la contaminación por partí-
culas PM10 y el O3 (ozono) al ser los dos principales contaminantes que con
mayor frecuencia rebasan los valores especificados en la normatividad mexi-
cana de calidad del aire, además de dar una panorámica general de las herra-
mientas y técnicas para la evaluación de la calidad dela aire; así como algunas
tecnologías de control.
80
La calidad de aire en ciudades
Una de las mayores causas de los crecientes niveles de contaminación del aire
y el resultante daño a la salud y bienestar de la población y el medio ambien-
te, es el uso exponencial de vehículos de motor estimulada por la expansión
económica en las áreas urbanas, lo que contribuye típicamente entre un 60%
a 70% en la emisión de contaminantes (Figueroa et al., 2016).
Aunque existen muchos diferentes contaminantes del aire, seis son los
más importantes desde una perspectiva regulatoria por los efectos que en la
salud humana y el ambiente tienen (Tabla 1).
81
Tabla 1. Contaminantes criterio. Elaboración propia.
82
La calidad de aire en ciudades
83
su mayoría partículas finas que sí penetran hasta los alveolos pulmonares.
Las partículas pueden tener efectos tóxicos debido a sus características fí-
sicas o químicas inherentes, o bien pueden afectar de manera indirecta al
humano tanto por la interferencia de mecanismos del aparato respiratorio
como por actuar como vehículo de una sustancia tóxica absorbida o adhe-
rida a su superficie.
MONÓXIDO DE CARBONO (CO): Es un gas incoloro, inodoro e insípido,
ligeramente menos denso que el aire. En la naturaleza se genera CO en la pro-
ducción y degradación de la clorofila, mientras que su origen antropogénico
se sitúa en las combustiones incompletas, por lo que es emitido casi en su
totalidad (98%) por fuentes móviles (principalmente vehículos particulares).
Dado que la afinidad de la hemoglobina por el CO es unas 250 veces mayor
que por el oxígeno, el monóxido de carbono se combina con la hemoglobi-
na en los glóbulos rojos de la sangre y forma carboxihemoglobina (COHb)
que disminuye la capacidad de la sangre para transportar oxígeno, además de
interferir en su liberación en los tejidos, por lo que produce hipoxia y altera-
ciones del funcionamiento celular en las neuronas, en las células del corazón
y en las de otros músculos. La exposición crónica a CO induce la aparición de
fenómenos de aclimatación como el aumento del número de glóbulos rojos,
del volumen sanguíneo y el tamaño del corazón.
BIÓXIDO DE AZUFRE (SO2): Es un gas incoloro que en altas concentra-
ciones puede ser detectado por su sabor y por su olor cáustico e irritante. Se
disuelve con facilidad en el agua para formar ácido sulfuroso (H2SO3), el cual
se oxida lentamente y forma ácido sulfúrico (H2SO4) con el oxígeno del aire.
El SO2 también puede formar trióxido de azufre (SO3), vapor muy reactivo
que se combina rápidamente con vapor de agua para formar un aerosol ultra
fino de ácido sulfúrico, de gran importancia desde el punto de vista de efectos
en la salud. En altas concentraciones en individuos normales y más bajas en
individuos asmáticos, puede producir broncoconstricción.
BIÓXIDO DE NITRÓGENO (NO2): Se deriva de los procesos de combus-
tión, siendo ésta la fuente principal de su vertimiento a la atmósfera. Es un
84
La calidad de aire en ciudades
85
más tarde en el desarrollo de enfermedades respiratorias crónicas, tales como
enfisema y bronquitis crónica.
Tabla 2. Daños y costos asociados causados por la contaminación atmosférica. Elaboración propia.
86
La calidad de aire en ciudades
87
ozono (O3), partículas suspendidas totales (PST), partículas (PM10, PM2.5) y
plomo (Pb). Aunque este último solo se ha venido monitoreando para la Zona
Metropolitana de la ciudad de México.
Tabla 3. Normatividad Mexicana en materia de calidad del aire. Adaptado de SEMARNAT, 2011.
2% de las 40 µg/
PM10 NOM-025- 75 µg/m3 mediciones de m3 (Media
SSA1-2014 (24 horas) 24 horas al año aritmética
anual)
2% de las 15 µg/
PM2.5 65 µg/m3 mediciones de m3 (Media
(24 horas) 24 horas al año aritmética
anual)
88
La calidad de aire en ciudades
Existen muchas formas de medir la contaminación del aire los cuales abarcan
métodos químicos simples ó métodos de algunas técnicas electrónicas más
sofisticadas. De manera general podemos distinguir cuatro métodos princi-
pales para medir la contaminación del aire.
89
Los tubos tienen una longitud de 71 mm con un diámetro interno de
11 mm y en uno de sus extremos contienen una fina malla de acero
recubierta con trietanolamida, la cual convierte el dióxido de nitrógeno
a nitrito, quedando atrapado para su posterior análisis en el laboratorio.
El otro extremo del tubo se encuentra abierto y colocado hacia abajo
para prevenir la entrada del agua de lluvia o polvo de manera directa.
Para asegurarse que todo el nitrito atrapado en la malla es representa-
tivo del sitio de muestreo los tubos son sellados antes y después de la
exposición. Los tubos se distribuyen y colectan de manera manual.
2. MUESTREO ACTIVO: A diferencia de muestro pasivo, en estos métodos
se bombea un volumen conocido de aire a través de un colector (un
filtro a una solución química) por un periodo de tiempo conocido. El co-
lector se remueve del sistema de bombeo y es mas tarde analizado en
el laboratorio. De manera general, el muestreo activo utiliza métodos
físicos o químicos para colectar el aire contaminado.
Figura 4. Equipo básico para el muestreo de partículas: 1.- Sostenedor del filtro, 2. Medidor del flujo, 3.
Bomba, 4.- Batería. Imágenes Google. https://www.google.com.mx/imghp?hl=es-419. Enero, 2018.
90
La calidad de aire en ciudades
Figura 5. Estación automática para monitoreo de contaminantes criterio (PM10, CO, SO2, NO2, O3).
SEMADET(2015).
91
Figura 6. Monitoreo de la calidad del aire desde el especio por medio de sensores remotos. Disponible en:
http://www.publico.es/ciencias/contaminacion-del-aire-medida-spacio.html.
92
La calidad de aire en ciudades
Tabla 4. Algunas aplicaciones clave y ventajas de los métodos de percepción remota. Elaboración propia.
APLICACIONES VENTAJAS
· Análisis de la tendencia de la calidad del aire · Sin contacto directo
ambiente.
· Validación de modelos de dispersión. · Sin contaminación
· Evaluación de las acciones implementadas para
reducir las emisiones.
· Evaluación de los riesgos a la salud. · Alto nivel de seguridad
· Evaluaciones de impacto ambiental.
· Identificación de fuentes de contaminación del · Tiempo Real
aire y suelo.
· Impacto de las emisiones provenientes de proce-
sos y zonas industriales. · Cuantificación (relativa/absoluta)
· Mantenimiento de los objetivos de calidad del
aire.
· Estudios de higiene ocupacional.
93
lizando técnicas de limpieza de gases. Estas incluyen muchas de las técnicas
ingenieriles que el presente forman la parte principal de la tecnología del con-
trol de la contaminación del aire y entre las cuales destacan:
ABSORCIÓN: Se basan en el principio de la absorción, en este se transfiere
el contaminante de la fase gaseosa a líquida. Esto es un proceso de transferen-
cia de masa en el cual el gas se disuelve en el líquido. El contaminante gaseoso
se mueve de puntos de alta concentración a puntos de baja, y la remoción del
gas contaminante se lleva a cabo en tres fases: Difusión del gas hacia la su-
perficie del líquido, disolución o esto es la transferencia de la interfase gas-lí-
quido, y la difusión del gas disuelto en la interfase hacia el líquido. Los equipos
utilizados en este proceso son cámaras y torres, ó columnas de rocio.
94
La calidad de aire en ciudades
Figura 8. Sistema simple de adsorción con alúmina activada. (Renteria C.H., 2018).
Figura 9. Equipo para la combustión directa de gases contaminantes. (Wark K. et al., 2013).
95
tándares de emisión, se coloca un reactor catalítico externos a los vehículos.
La función de este es promover reacciones que conviertan NOX a NO2, CO a
CO2, hidrocarburos a CO2 y H2O. Otra de las medidas en que debe enfocarse
la disminución de emisiones de fuentes móviles comprende la modificación
de combustible, y la reducción de la presión del vapor de la gasolina a fin
de reducir la emisión de hidrocarburos. La bondad de estos implementos es
significactiva, sin embargo, al igual que otros aspectos de la de la conducción
de un automóvil, estos equipos se desgastan y fallan. Debido a que la falla no
limita la operación del automóvil. No son reparados por los propietarios, por
lo que los programas de control de la calidad del aire deben de contemplar
programas de inspección para asegurar que estos dispositivos funcionen.
96
La calidad de aire en ciudades
Conclusiones y recomendaciones
97
energía y residuos además de la gestión urbana tradicional, basada en políti-
cas de zonificación y de usos mixtos en las ciudades y planificación integra-
da de los transportes y usos del suelo. Lo deseable sería que ante variables
relacionadas con el crecimiento de la población y de la actividad económica
disminuyeran las emisiones de contaminantes atmosféricos de forma no sólo
relativa, sino absoluta, para favorecer la dinámica socioeconómica de sistema
urbano con una menor degradación del ambiente, especialmente el atmos-
férico, logrando una verdadera disociación entre las mejoras de la calidad de
vida y la contaminación.
De manera general las recomendaciones para la mejora de la calidad del
aire en las ciudades involucran soluciones tecnológicas y no tecnológicas en-
focadas en el diseño y la planificación del territorio como elementos clave
para controlar la contaminación atmosférica y para favorecer un desarrollo
sostenible. La tabla 5 propone una serie de medidas tanto tecnológicas como
no tecnológicas para la mejora de la calidad del aire en las ciudades.
98
La calidad de aire en ciudades
Tabla 5. Algunas propuestas para la mejora de la calidad del aire. Elaboración propia.
99
Consideraciones finales
Por último, un aspecto fundamental del desarrollo urbano sobre la calidad del
aire es el ritmo de crecimiento acelerado de las ciudades y las áreas urbanas,
esto incentivado por el modelo de desarrollo de concentración de servicios y
empleo. Esto conlleva importantes impactos y riesgos para la sostenibilidad
urbana, ya que requiere más infraestructuras de transporte, un mayor con-
sumo de energía y una incesante ocupación de suelo. Estos factores van en
detrimento del medio ambiente urbano y aumentan las emisiones de gases
contaminantes y de efecto invernadero, con las sabidas consecuencias nega-
tivas sobre la calidad del aire, el cambio climático y la contaminación acústica,
entre otras. Así, la expansión urbana descontrolada afecta directamente a la
calidad de vida de la población que vive en las ciudades y a otros sistemas so-
ciales y naturales circundantes. Si finalmente, el objetivo global es mantener
o reparar la esencia de la ciudad como sistema complejo, hay que plantear
estrategias centradas en las interacciones de los subsistemas urbanos y otros
sistemas circundantes y orientados a la mejora progresiva de la calidad de
vida, pero sobretodo estructurados alrededor del eje central de la sostenibi-
lidad. En este sentido, lo más importante no es solo mejorar los patrones de
tráfico y minimizar las emisiones contaminantes, sino abordar de forma inte-
gral planes de movilidad urbana sostenibles. En definitiva, implantar procesos
más racionales y saludables a fin de disminuir la contaminación y mejorar per-
durablemente la calidad de vida ciudadana.
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103
Calidad microbiológica del aire
Introducción
La atmosfera es uno de los cinco componentes del sistema climático del pla-
neta tierra. Una de las capas que la forman es la tropósfera que es la zona en la
que habitamos los seres humanos, plantas y los animales, a esta capa la sigue
la estratósfera que contiene el 19% por ciento de los gases.
En la estratósfera se encuentra la capa natural de ozono que es de vital
importancia en el tema de la contaminación del aire, ya que desempeña la im-
portante función de absorber parte de la radiación solar ultravioleta, funda-
mental para evitar daños severos a los seres vivos. Los gases que contiene la
atmósfera pueden tener su origen en fuentes naturales o antropogénicas y el
comportamiento de estos puede ser causado por actividades humanas o por
cambios naturales del propio clima (Manahan, 2007). La concentración de
estos gases varía de acuerdo a la altitud, posición geográfica, clima, radiación
solar, época del año y otros factores. Sin embargo se considera que un rango
de altitudes que oscila entre el nivel del mar hasta los 100 km aproximada-
mente, su composición es bastante homogénea.
El cambio climático es un fenómeno multifactorial que incluye todas las
relaciones que de forma natural se dan en el sistema climático y todo lo que
emiten a la atmósfera las actividades humanas, afectando la vida en nuestro
planeta. Como consecuencia de este cambio los organismos también modifi-
can su comportamiento. El efecto del clima sobre los organismos es aún más
notable en los microbios, a los que pequeñas variaciones en la temperatura,
humedad, radiación solar, etc., alteran ya sea a favor o en contra su desarrollo
y por ende aumenta o disminuye la amenaza que estos pudieran tener para
otras especies, incluyendo por supuesto al ser humano. (Zuta, 2001).
105
Los contaminantes pueden ser incorporados en el ambiente en forma de
gases, sustancias disueltas, partículas o en forma sólida; estos se incorporan
al medio acuoso a través de rutas como la atmósfera y el suelo (fenómenos de
escurrimiento y lixiviación). Esta contaminación se genera a través de fuentes
puntuales o difusas, la diferencia entre ambas es que un contaminante origi-
nado en una fuente puntual puede ser recolectado, medido y tratado; además
que puede ser identificado o georeferenciado. Una fuente difusa consiste en
diversas fuentes puntuales que pudieran ser controladas. (POFA, 2012).
Es común que se usen distintas fracciones de material particulado (PM10,
PM2.5), como indicadores de contaminación del aire, muchos de los cuales
son responsables de enfermedades (Toro-Gómez y Marín-Calderón, 2007).
Actualmente es de gran importancia identificar a los organismos presen-
tes en el aire y el riesgo potencial para la salud como indicadores en los estu-
dios de salud pública y calidad de vida.
Objetivo
Marco teórico
106
Calidad microbiológica del aire
107
Los síntomas que se asocian con la exposición a contaminantes atmosfé-
ricos ya reportados en habitantes de las grandes zonas metropolitanas son:
el incremento en la frecuencia de enfermedades respiratorias crónicas y agu-
das, el aumento en la frecuencia de muertes asociadas a la contaminación
atmosférica, la disminución de la capacidad respiratoria, la intensificación de
enfermedades cardiacas y ataques de asma, y el crecimiento en la frecuencia
de cánceres pulmonares. (Catalán-Vázquez, 2006, Garibay et al. , 2007). Un
individuo inspira diariamente de 12,000 a 14,000 litros de aire y el 99.8% de
los microorganismos en el aire quedan retenidos en las vías respiratorias (Ro-
sas, 2003).
En general, las partículas predominan en las partes bajas de la atmósfera
cerca de las fuentes locales de generación. Las aeropartículas varían en forma,
tamaño, composición química y origen natural, biológico o antropogénico que
determinan su presencia en la atmósfera y efectos sobre la calidad del aire y
la salud (Baláshazy et al., 2009). Las bacterias constituyen uno de los grupos
más abundantes en el ambiente. En condiciones naturales se les encuentra en
el suelo, el agua, y las plantas, principalmente como organismos saprobios.
El número de microorganismos de la atmósfera cambia según la altura
(10-104 por m3), obteniéndose el más alto junto al suelo sobre todo en los
dos metros inferiores, que constituyen el microclima del hombre, disminuyen
hasta los 200 metros y luego se hacen más escasos hasta los 5,000 metros,
es mayor en las zonas pobladas y después en el mar cerca de las costas. En
las zonas desérticas no hay más que lo que aportan los vientos de las zonas
habitables próximas y en los casquetes polares no se encuentran microorga-
nismos, ver Tabla 1 (De la Rosa, et al., 2002, Filipkowska, et al., 2000).
La concentración de microorganismos en el aire de las zonas pobladas de-
pende de la actividad en esa zona, tanto industrial o agrícola, como de los
seres vivos y la cantidad de polvo. Las actividades antropogénicas, como el
tráfico vehicular, las plantas de tratamiento de aguas residuales, los centros
de manejo de residuos sólidos, el movimiento de los animales en suelos ex-
puestos, las prácticas agrícolas y la manipulación de la composta entre otros,
108
Calidad microbiológica del aire
109
Tabla 1. Fuentes Naturales y Antropogénicas que contribuyen a incrementar la concentración de
bacterias a la atmósfera (Filipkowska et al., 2000).
110
Calidad microbiológica del aire
Figura 1. Porcentaje total de bacterias aisladas provenientes de aerosoles generados en plantas de trata-
miento con lodos activados (Rosas, 2003).
111
teriores. Para identificar los riesgos asociados y para establecer el umbral de
exposición (Ghosh et al., 2015).
Se reconoce que las bacterias están presentes en la atmósfera de ambien-
tes extramuros, y que su inhalación representa un riesgo para la salud, ya sea
en su forma vegetativa o parte de sus compuestos estructurales denominados
compuestos biogénicos, como los lipopolisacáridos de la membrana externa
de las bacterias Gram negativas y los ácidos teicoicos de las Gram positivas
(Rosas et al., 2004).
Los géneros bacterianos más frecuentes detectados en espacios cerrados
son Micrococcus y Staphylococcus, específicamente Staphylococcus sapro-
phyticus (Piel) y Staphylococcus capitis (cuero cabelludo). Estudios sobre ca-
racterización de bioaerosoles han identificado tanto en aire de espacios abier-
tos como cerrados a Cladosporium, Rhizopus, Fusarium y C. sphaerospermum,
Penicillium sp. y Aspergillus sp. como los géneros fúngicos más comunes. Pe-
nicillium, Aspergillus y Cladosporium se han identificado como posibles causas
de alergias respiratorias. (Mortazavi y Ariya, 2015).
En diversas muestras de polvo urbano y casero de la ciudad de México se
aisló E. coli, indicadora de contaminación fecal, y que constituye el 40% del
total de bacterias coliformes aisladas en el polvo, lo que indica un riesgo po-
tencial de contaminación por ésta y otras bacterias patógenas, así como por
virus o parásitos. Aunque los patógenos oportunistas aéreos pueden ser rela-
tivamente inofensivos para personas sanas, pueden causar efectos adversos
en personas inmunocomprometidas (Maldonado-Vega, 2014).
Los mecanismos por los cuales la salud de los organismos puede verse afec-
tada dependen de las interacciones entre el huésped, los microorganismos y
la calidad del aire. Las variables que intervienen en estos mecanismos son:
la concentración de contaminantes aéreos, la presencia de microorganismos
patógenos respiratorios específicos y el huésped (Adell, 2014, Catalán-Váz-
quez, 2006). Todo esto ha generado el aumento en la frecuencia de muertes
asociadas a la contaminación atmosférica (Ki et al 2017, Byung et al., 2016).
112
Calidad microbiológica del aire
113
la radiación UV (Toro-Gómez y Marín-Calderón, 2007). Si las condiciones son
inapropiadas para la supervivencia de los microorganismos, se altera la tasa
de mortalidad bacteriana y como consecuencia el riesgo a la salud que estas
bacterias representan.
Se ha identificado una gran diversidad de microorganismos aerotranspor-
tados relacionados con las tormentas de polvo del desierto o con las que ocu-
rren a grandes alturas (Kaushik et al., 2012). Estudios sobre la relación de la
concentración de bioaerosoles en el aire y la presencia de lluvia mencionan
que se genera un aumento en la humedad del ambiente lo que favorece el
desarrollo de los microorganismos, por otra parte que estos pueden ser cap-
turados y removidos del aire por la lluvia, disminuyendo de forma conside-
rable su concentración en la atmósfera, teniendo un efecto favorable en la
incidencia de enfermedades respiratorias y en general en la salud pública. (Ki
et al., 2014).
Las bacterias que ingresan al cuerpo por vía aérea son atacadas por diver-
sos mecanismos de defensa, entre ellas la fagocitosis. Una vez fagocitadas, al-
gunas logran sobrevivir en el citoplasma del macrófago y reproducirse dentro
de él. Cuando las bacterias no son destruidas en el pulmón pueden ser trans-
portadas por los vasos linfáticos hacia los ganglios regionales. Si sobreviven a
los mecanismos de defensa de esos ganglios pueden pasar al conducto torá-
cico y de ahí al torrente sanguíneo a través del cual el patógeno se disemina y
puede producir bacteriemia (Nathen, et al., 1980).
Dado que muchas enfermedades asociadas a los aerosoles biológicos no
dependen de la infección para inducir efectos adversos sobre la salud, es im-
portante cuantificar todas las células microbianas que están suspendidas en
el aire, así como diferenciar entre aquellas que son metabólicamente activas,
las que son cultivables y las que no son viables. No obstante organizaciones
como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Organiza-
ción Mundial de la Salud (OMS) han coincidido en que existe una necesidad
de desarrollar métodos más precisos para la caracterización de bioaerosoles
(Vélez-Pereira y Camargo, 2014). Para lo cual un estudio de calidad bacte-
114
Calidad microbiológica del aire
riológica del aire permitirá valorar los riesgos a la salud a los que la población
expuesta y considerar todos los parámetros meteorológicos y condiciones
generales de salud de la población de una zona en particular Arbeláez et al.,
2010).
Diversos investigaciones coinciden en la necesidad de realizar monitoreos
y estudios continuos de la concentración de bioaerosoles en el aire con el fin
de valorar las amenazas potenciales a la salud a los que está expuesta la po-
blación debido a la presencia de los patógenos presentes en estos, y estable-
cer medidas de mitigación a dicho riesgo, mejorando así su calidad de vida,
además de generar datos para el establecimiento de indicadores de calidad
ambiental que proporcione las bases para formular una propuesta de norma
ambiental que considere la calidad bacteriológica del aire en espacios abiertos
y laborales (Ki et al., 2014).
Definiciones
115
Metodología
116
Calidad microbiológica del aire
117
La elección de los medios a utilizar dependerá del tipo de bacteria o de
hongos que sea de interés su aislamiento, considerando la fuente de contami-
nación y la incidencia de enfermedades en la zona de estudio.
Por lo general se eligen aquellos medios que nos permitan identificar bac-
terias mesófilas aerobias, específicamente las relacionadas con contamina-
ción fecal que son causantes de enfermedades gastrointestinales y aquellas
que afectan el tracto respiratorio, que son los padecimientos más comunes
en la población.
Se utilizan medios de cultivo de acuerdo a los requerimientos de la investi-
gación, se sugieren cajas de petri con agar soya tripticaseina para determina-
ción de mesófilos aerobios, para bacterias Gram negativas se sugiere utilizar
medios de cultivo selectivos como agar Mac Conkey (AMac) para aislamiento
de coliformes (bacterias fermentadoras de lactosa), agar salmonella- shigella
(ASS) para Salmonella, agar rojo bilis violeta con MUG (ABVM) para evaluar
Escherichia coli, entre otros; agar salado manitol (MAS) para aislamiento de
microorganismos Gram positivos (Staphylococcus aureus).
Cada uno de los medios de manera independiente se colocan en el cabezal
del analizador de aire (previamente se programa de acuerdo al manual de
procedimiento del equipo la cantidad de aire que debe succionar, se destapa
la caja y asegura la rejilla microperforada; se presiona START para que la bom-
ba absorba la cantidad de aire (se recomienda 100 litros que es la cantidad
más reportada y esto permita contabilizar y aislar de manera adecuada las
colonias bacterianas o fúngicas). Este proceso de succiones se realiza en un
lapso de tiempo aproximado de 3 minutos y debe repetirse en cada uno de los
diferentes puntos seleccionados de las áreas de estudio.
Posteriormente se colectan las muestras en hieleras y se trasladan al la-
boratorio para su análisis. Se incuban a una temperatura de 37º C durante
48 horas. Al término de la incubación se cuantifican el número de unidades
formadoras de colonias (UFC) en un contador de colonias de Quebec, para
determinar las UFC por placa de cada uno de los medios expuestos y se reser-
118
Calidad microbiológica del aire
119
Entre algunas pruebas de diagnóstico, se emplean para el grupo de cocos
Gram positivos pruebas de manitol, hemólisis, oxidasa, coagulasa, catalasa,
resistencia al cloruro de sodio (NaCl), determinación de DNAasas, esculina
etc., y se seleccionan algunas bacterias para confirmar con el método de API
20Sthap® para identificar S. aureus (NOM-115-SSA1-1994).
Para el grupo de bacilos Gram negativos se realizan las pruebas convencio-
nales, entre ellas TSI, LIA, MIO, FAD, citrato, malonato, urea, RM-VP y se se-
leccionan algunas bacterias para confirmar por kit API 20E® (para identificar
el grupo de enterobacterias E. coli y Salmonella).
En el mercado existen varios métodos de identificación semiautomáticos
y automáticos que superan a los métodos convencionales por su fácil realiza-
ción y el menor tiempo que requieren para alcanzar una identificación defini-
tiva de géneros y especies mediante la aplicación de diversos criterios o inclu-
so técnicas de diagnóstico molecular existe una gradación de celeridad (PCR
en tiempo real). Las herramientas más utilizadas son la reacción en cadena
de la polimerasa (PCR), usando primero para la diana 16S ARNr de la bacte-
ria, o la ARNtm para las que tengan el ARNr muy conservado, que permite la
amplificación génica, estos métodos optimizan el tiempo pero son costosos
(Gobernado y López-Hontangas, 2003, Fernández et al., 2010).
Informe final
120
Calidad microbiológica del aire
121
ubicada en el área de estudio con las bacterias encontradas, así como los fac-
tores meteorológicos al momento del muestreo.
Consideraciones finales
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Calidad microbiológica del aire
127
Confort Térmico, Bases Y Técnica
INTRODUCCIÓN
129
por y es menor el agua que se evapora de la piel. Por lo tanto el enfriamiento
evaporativo disminuye a medida que el aire se hace más húmedo.
Tomando en cuenta estas consideraciones, se puede comprender el origen
de la incomodidad de un clima caliente y húmedo. Normalmente, a tempe-
raturas superiores a 25°C la piel suda y consecuentemente el enfriamiento
evaporativo promueve la pérdida de calor del cuerpo. Sin embargo si el aire es
demasiado húmedo, la tasa de evaporación disminuye, lo que limita la capaci-
dad natural del cuerpo de mantener su temperatura interna constante. Está
comprobado que a medida que el clima se hace más incómodo la gente se tor-
na más irritable y disminuye drásticamente su capacidad de efectuar eficiente-
mente las tareas físicas y mentales (Peraza, 2002; Fernández García & Moreno
Jiménez, 2004; Epstein & Moran, 2006; Mohan, Gupta, & Bhati, 2014).
El índice de calor es uno de los índices que intentan medir la incomodidad
humana ante los efectos del clima, particularmente ante el efecto de tempe-
ratura y humedad relativa en conjunto. También se define como un paráme-
tro que permite describir o representar la temperatura que percibe el cuerpo
humano bajo una determinada combinación de temperatura y humedad.
El estrés térmico se produce cuando el ambiente de una persona, es decir
temperatura del aire, la temperatura radiante o la que tiene en cuenta el calor
emitido por radiación de los elementos del entorno, humedad y velocidad del
aire más ropa y actividad interactúan para producir una tendencia de aumento
de la temperatura corporal. El sistema termorregulador del cuerpo responde
entonces con el fin de aumentar la pérdida de calor. Esta respuesta puede ser
poderosa y eficaz, pero también puede producir una tensión en el cuerpo que
produce malestar al calor y eventualmente, enfermedades e incluso la muer-
te. Por consiguiente, es importante evaluar los ambientes muy calurosos para
garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores o personas en general
que radican en ambientes cálidos, típicos en climas tropicales y subtropicales.
Los índices de estrés de calor proporcionan herramientas para la evaluación
de ambientes calurosos y predecir la probable carga térmica en el cuerpo. Los
130
Confort Térmico, Bases Y Técnica
Antecedentes
El interés por la valoración del nivel de confort térmico nació como una con-
secuencia de la aparición de las técnicas de acondicionamiento de aire, cuyo
fin era justamente lograr que las personas se sintieran confortables y pre-
cisaban por tanto de métodos que permitieran evaluar en qué medida se
alcanzaban sus objetivos; el más conocido de los índices de evaluación del
confort fue la “temperatura efectiva”, desarrollado por Yaglou y colabora-
dores en 1923. Desde entonces han aparecido muchos otros índices tanto
pata evaluar las relaciones de hombre-clima como en un ambiente industrial
en donde son de gran importancia las variables como el calor radiante, la
intensidad de trabajo, etc.
La temperatura es la variable que mejor define las relaciones hombre-cli-
ma, pero la temperatura del aire no necesariamente es representativa de la
sensación térmica que el organismo experimenta. En efecto, esta sensación
depende, además, de la humedad y de la velocidad del viento; la acción com-
binada de estas variables condiciona el intercambio de calor entre el cuerpo
y el ambiente que le rodea. Existen unos umbrales dentro de los cuales se
produce un equilibrio, pero fuera de ellos aparecen diferentes sensaciones de
calor o frío y el organismo necesita realizar un esfuerzo de adaptación. La
intensidad del esfuerzo requerido en este proceso es, en realidad, el mejor
indicativo del grado de bienestar térmico.
131
Históricamente se conocen múltiples métodos que fueron desarrollados
para determinar los índices de confort humano (IC) y de estrés térmico (ET)
(Mondelo at al., 1999). Analizaremos algunos de los métodos más conocidos
que se muestran en la tabla a continuación, así como sus autores y los años
de publicación (Epstein & Moran, 2006). También revisaremos los cálculos
para estimar la sensación térmica de personas ante efectos de temperatura,
humedad y velocidad del viento.
Tabla 1. Los métodos propuestos para calificar la tensión y estrés a causa del calor o índices de estrés
térmico.
132
Confort Térmico, Bases Y Técnica
133
vos de la temperatura del aire y la humedad en la sensación de bienestar. A
partir de un experimento, tres personas juzgaron cuál de dos cámaras clima-
tizadas era más cálida caminando por ellas. Utilizando diferentes combina-
ciones de temperatura y humedad del aire y después otros parámetros, se
determinaron las líneas de bienestar equivalente. Las tres personas describie-
ron sus impresiones inmediatas y se registraron sus respuestas transitorias.
El resultado fue que se sobrestimó el efecto de la humedad a temperaturas
bajas y se subestimó a temperaturas altas en comparación con sus respuestas
en estado estable.
Aunque en un principio el índice de temperatura efectiva (TE) era un ín-
dice de bienestar, la sustitución de la temperatura de bulbo seco por la tem-
peratura del globo negro en los nomogramas de la TE proporcionó el índice
de la Temperatura Efectiva Corregida (TEC) (Bedford, 1940). Los estudios
publicados por McPherson (1960) sugirieron que la TEC predecía los efectos
fisiológicos de un aumento de la temperatura media. En la actualidad, la TE y
la TEC se utilizan rara vez como índices del bienestar, aunque se han utilizado
como índices del estrés por calor. Bedford (1940) propuso la TEC como un ín-
dice de calor, con límites superiores de 34ºC para una “eficiencia razonable” y
de 38,6ºC para la tolerancia. Ahora bien, otras investigaciones han demostra-
do que la TE presenta importantes desventajas cuando se utiliza como índice
del estrés por calor, razón por la cual se empezó a utilizar el índice de la tasa
de sudoración prevista durante cuatro horas (McArdel et al., 1947).
El índice de Sobrecarga Calórica (HSI por sus siglas en inglés) sirve para
determinar el grado de tensión calórica al que está expuesta una persona
(Belding & Hatch, 1955; Mondelo et al. , 1999). El método consiste en calcu-
lar la magnitud de los intercambios térmicos entre la persona y el ambiente
por medio de los mecanismos básicos de intercambio térmico: convección,
radiación y evaporación, además de la producción de calor generada por el
metabolismo. Este índice expresa la relación existente entre la evaporación
requerida (Ereq) para lograr el equilibrio térmico, y la evaporación máxima po-
sible (Emax) en ese ambiente.
134
Confort Térmico, Bases Y Técnica
135
En sumo, para realizar una estimación de bioconfort humano o para de-
sarrollar un estudio de los índices de confort (IC) y de estrés térmico (ET) en
una localidad o región determinada deben ser revisadas técnicas enlistadas
en la tabla 1 con el fin de seleccionar el método de mejor respuesta para las
necesidades de la región y objeto de estudio, además se deben considerar seis
variables de importancia:
Aquí, las cuatro primeras las aporta el entorno o el ambiente, y las dos
segundas la persona. La medición directa de la temperatura radiante media
puede conseguirse por medio de radiómetros (Fig. 1).
136
Confort Térmico, Bases Y Técnica
Sin embargo, estos equipos son sofisticados y muy costosos, por lo que nor-
malmente suelen utilizarse termómetros de globo y aplicarse un método em-
pírico utilizando la fórmula:
137
- 150 mm de diámetro.
- Coeficiente de emisión medio: 90 (negro y mate).
- Grosor: tan delgado como sea posible.
- Escala de medición: 20 ºC-120 ºC.
- Precisión: ±0,5ºC en temperaturas entre 20 ºC y 50 ºC, y ±1 ºC en tem-
peraturas entre 50 ºC y 120 ºC.
138
Confort Térmico, Bases Y Técnica
139
1972; Fanger, 1973; Diego-Mas, 2015). Para calcular el valor del porcentaje
de personas insatisfechas se aplica la siguiente ecuación:
140
Confort Térmico, Bases Y Técnica
- de bienestar o confort,
- permisible,
- crítico por calor,
- crítico por frío.
Con tales fines, el Servicio Nacional del Tiempo de los EUA ha desarrollado
un sistema de categorías de los índices de calor, basado en la severidad de
su impacto a la salud humana en presencia de ciertos niveles o categorías de
temperatura del ambiente y la humedad relativa. Estas categorías se mues-
tran en la Tabla 2.
141
Tabla 2. Riesgos para la salud debido a los efectos combinados del calor y la humedad por rangos de
índice de calor (Morán y Morgan, 1991).
Cabe mencionar que estos índices fueron calculados basándose en los es-
tudios de la fisiología humana y vestimenta (Steadman, 1979a) y corregidos
con los factores del efecto de viento, presión atmosférica, radiación solar y
142
Confort Térmico, Bases Y Técnica
CONCLUSIONES
143
carecen la integración de muchas de las variables fisiológicas, junto con re-
gulaciones apropiadas que consideran los efectos del trabajo, la intensidad, la
aclimatación y la vestimenta son ventajosas que los otros índices, además los
métodos de investigación son mucho más económicos.
Sin embargo, es recomendable la revisión de todos los métodos para selec-
cionar el más adecuado de acuerdo al objetivo de estudio, disponibilidad de
variables y financiamiento disponible.
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Confort Térmico, Bases Y Técnica
147
Ruido Ambiental, caracterización y análisis
Introducción
149
Las normas jurídicas que regulan la contaminación acústica, y las instan-
cias internacionales que emiten las recomendaciones para proteger la salud
de las personas expuestas, reconocen que el exceso de ruido produce efectos
nocivos sobre la salud, así, a los ya conocidos efectos psicológicos como son el
nerviosismo, irritabilidad, ansiedad, estrés falta de concentración, cansancio,
etc.; se unen los efectos fisiológicos, que consisten en alteraciones del sueño,
metabolismo, sistema nervioso central, sistema neurovegetativo, circulatorio,
etc. Todos estos efectos se ven reflejados en la vida diaria influyendo en las
actividades de las personas incluso en los espacios de descanso y recreo. De
acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, a partir de los 70 decibeles de
presión sonora, puede presentarse daño auditivo y a su vez el nivel recomen-
dado por este organismo se fija en 65 decibeles A (dBA). (OMS, 1999)
La tecnología para el monitoreo del ruido, su intensidad, frecuencia y va-
riabilidad, han avanzado notablemente. Sin embargo, falta mucho para que el
compromiso de las autoridades trascienda en medidas efectivas, para que, de
manera coordinada con los distintos sectores como el académico, industrial,
de la construcción, y con la sociedad en general, se atienda más acertadamen-
te la contaminación por ruido.
El ruido tiene diferentes efectos, tanto fisiológicos, y como no fisiológicos,
también auditivos y no auditivos, a lo largo del tiempo se le ha considerado
como un factor ambiental que puede causar molestia a las personas, pero
recientemente en el año 2011 la Organización Mundial de la Salud, refiere a
las molestias causadas por el ruido como un notable efecto adverso sobre la
salud humana (WHO, 2011).
De los diferentes métodos para el estudio de las condiciones ambienta-
les en la ciudad, tal vez uno de los que más dificultades representa, son los
estudios de ruido, puesto que sus efectos tienen un marcado componente
subjetivo aunado a que la legislación ofrece aspectos un tanto limitados para
su caracterización y análisis. Los objetivos de éste capítulo son contribuir a la
atención del problema de la contaminación por ruido en las ciudades. Analizar
150
Ruido Ambiental, caracterización y análisis
Marco teórico
151
cual se estima que cerca de una tercera parte de la población padece sordera
por exposición a ruidos de alta intensidad y variaciones en las frecuencias.
(Ugalde, 2000).
Ruido y sonido
152
Ruido Ambiental, caracterización y análisis
nal del Trabajo coinciden en definir al ruido como “todo sonido indeseable”,
(Parra, 2007).
En Física se define al ruido como una señal acústica, eléctrica o electrónica,
formada por una mezcla aleatoria de longitudes de onda. En la terminología
acústica existe el concepto de ruido blanco, el cual está conformado por todas
las frecuencias audibles, del mismo modo que la luz blanca está integrada por
las frecuencias visibles. El ruido es una noción subjetiva aplicada a cualquier
sonido indeseable, considerando que esta puede diferir notoriamente de un
sujeto a otro, por lo que no existe una definición precisa del ruido que integre
coherentemente el concepto del fenómeno físico y la percepción subjetiva del
mismo, (Cyril, 1997).
La percepción subjetiva del ruido depende de las características geográ-
ficas, climáticas, etnográficas, ecológicas, de la educación, estructura social,
hábitos, ideología religiosa y de la sensibilidad física y psicológica de cada in-
dividuo. Esta serie de factores constituidos a lo largo de la vida de una per-
sona, establecen la deseabilidad de un sonido de acuerdo con las molestias o
sensaciones que provoca, convirtiéndolo o no finalmente en ruido (Brüel &
Kjaer, 1984).
153
Tabla No.1 Magnitudes del sonido.
154
Ruido Ambiental, caracterización y análisis
155
ocasiones se consigue con éxito y en otras sigue siendo un asunto pendiente
(Dianicio y Rincón, 2010).
Los efectos por exposición a ruido se ven reflejados en la vida diaria de las
personas, dando lugar a alteraciones en el cumplimiento de sus tareas y lo que
es peor, en el deterioro en los espacios de descanso y recreo. De acuerdo a la
Organización Mundial de la Salud, es posible que se puedan presentar efectos
no auditivos a exposiciones alrededor de los 75 dBA (Berglund, et.al., 1999).
156
Ruido Ambiental, caracterización y análisis
157
racterísticas que le permitieran interpretación y análisis conveniente (Bravo
et. al., 2003).
Estos instrumentos tiene la ventaja de avanzar en la estructuración de pro-
puestas de atención, en la generación de estadísticas que apoyen la organiza-
ción de la información y en su caso el planteamiento de herramientas para la
atención del problema.
En diversas encuestas y estudios realizados en grandes ciudades del mun-
do se ha llegado a la conclusión de que el ruido producido por la circulación,
molesta al 36 % de la población, seguido por el ruido de aviones que alcanza el
9 % de la población y el de ferrocarriles, que sólo molesta al 5 % (de Esteban
2003).
A su vez, la directiva de la Unión Europea indica que los mapas estratégicos
de ruido que se realicen han de aportar datos sobre las relaciones dosis-efecto
y coste-beneficio, por lo que parece necesario incrementar los estudios que
tengan como objetivo analizar los efectos por exposición al ruido ambiental
(Comisión Europea 2011).
Buena parte de las investigaciones sobre los efectos del ruido se han cen-
trado en una de las respuestas más extendida y compleja, conocida bajo el
término general de “molestia”. El concepto de molestia hace referencia tanto
a factores físicos relacionados con las características del ruido, como a los
factores psicosociales en los que el individuo y la comunidad se ven insertos.
Entre estos últimos cabe resaltar:
158
Ruido Ambiental, caracterización y análisis
159
desplazada y únicamente se trabaja en atención a denuncias, sin un monito-
reo permanente enmarcado en un proyecto integral, que permita contar con
un esquema confiable de diagnóstico.
El diagnóstico implica también responder con una serie de aspectos opera-
tivos, administrativos, financieros y de organización inter e interinstitucional,
es decir se requieren diferentes elementos que formen parte de una planea-
ción, un objetivo y un resultado concreto con el que se genere posteriormen-
te una actuación específica.
A continuación se presenta una guía en la que se puede identificar la se-
cuencia para la caracterización de ruido, dentro de un esquema general:
160
Ruido Ambiental, caracterización y análisis
161
Para el adecuado esquema de monitoreo se deben tener en cuenta factores
esenciales:
· Esquema normativo
· Competencias legales
· Figura administrativa
· Capacitación de técnicos y especialistas (debidamente cualificados)
· Selección de equipo con criterios de factibilidad y viabilidad (costos de
adquisición, mantenimiento, reparación y calibración)
· Esquema de capacitación
· Elaboración o validación de informes por expertos
162
Ruido Ambiental, caracterización y análisis
El emplazamiento a supervisar
El origen y tipo de denuncia
163
Es importante sistematizar el sistema de denuncia, para validar su origen,
recurrencia y ubicación y en su caso que sea atendida por personal cualificado
para darle el seguimiento y atención adecuada.
El seguimiento a la denuncia debe ser un asunto muy profesional y cui-
dadoso por parte de la autoridad. El tener protocolos de respuesta suele re-
sultar para agilizar los procedimientos, lo que es sumamente importante es
recuperar estadísticas y zonificar los motivos de queja. De esta manera se va
avanzando en la determinación de las causas más frecuentes de molestia por
ruido y se puede progresar en las medidas de control.
Otra situación muy frecuente, es la relacionada con la presencia de festejos
tradicionales y fiestas patronales de barrio que suelen emplear cohetes, tam-
bores, música estridente que frecuentemente fastidia a los que no participan
de la fiesta y las implicaciones culturales trascienden los esfuerzos normativos
o legales. Para ello se pueden hacer ajustes de horarios y días, con la participa-
ción de vecinos, párrocos, autoridades y comerciantes.
Equipos de Medición
164
Ruido Ambiental, caracterización y análisis
tancias de gobierno, por los consultores de higiene industrial y por las propias
empresas e industrias con problemas de ruido.
Los aspectos más esenciales a tener en cuenta para la puesta en marcha
de un esquema de medición de ruido son diversos, entre los más importantes
está como ya se indicó al inicio de este apartado es contar con los recursos
económicos suficientes o bien con un esquema programado para garantizar
un buen sistema de mantenimiento y renovar año con año la calibración, para
dar certeza de la fidelidad de las mediciones , aunado a contar con un certifi-
cado que en caso de procedimiento legal, respalde la calidad con la que fun-
ciona el equipo para emitir el dictamen de registro de las mediciones.
Se debe disponer de un lugar adecuado para ubicar la estación, y en caso
de que se opte por un equipo fijo, que garantice la seguridad del mismo y que
no existan obstáculos que interfieran con las mediciones.
Para el equipo portátil, sólo son admisibles equipos tipo I ó tipo II, que son
los que se calibran y la confiabilidad de las mediciones está garantizada por
los fabricantes. Un error muy frecuente que se presenta en la atención a de-
nuncias, es que se acude con equipos que no son profesionales y se quiere dar
trámite de sanción o infracción, a partir de los resultados de esos equipos que
más bien son de uso recreativo o didáctico.
En ruido urbano la posibilidad de utilizar equipos es muy amplia, porque las
casas comerciales han incorporado una variedad extensa de diferentes mar-
cas y modelos, que al adquirirlos en nuestro país en concreto superan incluso
las recomendaciones normativas mínimas que se sugieren (por ejemplo para
los estudios de ruido en la industria), las cuales exigen aún el realizar cálcu-
los matemáticos a partir de los datos que son tomados de manera analógica,
cuando en la actualidad los equipos por sus características de ser integrado-
res, registran los datos y calculan los índices requeridos, con la precisión ade-
cuada y con la posibilidad de programarlos en tiempo, recuperando los datos
a través de la memoria, directo a la computadora, incluso con la posibilidad de
activar con el mismo equipo, mediciones de dos a cuatro eventos diferentes,
con equipos portátiles de fácil manejo.
165
Los sonómetros deben ser preferentemente del tipo I, o al menos del tipo
II (NCh 2500). Y los promediadores integradores deben ser de la categoría P
(IEC 60804). La instrumentación puede comprender, sonómetro promedia-
dor-integrador colocado en ponderación “A, dosímetros para mediciones de
nivel de exposición sonora de eventos discretos. sonómetros en ponderación
“A” y ponderación temporal “S”. Data logger para muestrear valor en curso de
nivel sonoro usando ponderación temporal “F. Analizador de distribución es-
tadístico, para muestrear valor en curso de nivel sonoro. (ISO 1996-1:1982),
(Bañuelos, 2005). Existen muchos tipos de aparatos para medir los niveles
sonoros. De entre ellos, el más utilizado es el sonómetro, un aparato para la
medida del nivel de presión sonora ponderado en frecuencia y en tiempo.
(Cyril, 1995).
Los equipos que se decidan utilizar deberán acompañarse de la capacita-
ción adecuada por parte de la empresa que lo distribuye, además de que el
responsable del proyecto deberá contar con los conocimientos mínimos ne-
cesarios de participación en el diseño de proyectos ambientales, para tener las
bases y la experiencia en el análisis e interpretación de los resultados. Para ele-
gir el equipo ideal a adquirir, se sugiere tener en cuenta el recurso económico
que será destinado, equipos de fácil manejo, garantía, capacitación incluida,
calibración y respaldo técnico, así como en caso de requerirlo asistencia para
resolver problemas operativos con el equipo y el software que le acompaña, la
representación local de la marca o al menos la posibilidad de que los técnicos
de la casa comercial acudan (sin costo extra) a impartir la capacitación sobre
el equipo y le manejo del software.
166
Ruido Ambiental, caracterización y análisis
167
cionan también el servicio y que la calidad de pruebas está a su vez validada
con el CENAM, la única recomendación específica en este caso es constatar la
vigencia de sus certificados.
El costo de calibración de los equipos está regulado y existen diversas va-
riaciones en función de los equipos y de los ajustes realizados en el proceso
de calibración, cuando el equipo por su deterioro, presenta fallas en funciona-
miento o bien desajustes técnicos por mal manejo, errores de programación o
incluso defectos de fabricación, puede no ser calibrado y se regresa al usuario
con la recomendación precisa sugerida. En caso de que cumpla los estándares
marcados, se emite el Certificado que tiene validez de un año y tal garantía
se corresponde a un buen manejo del equipo y a que los usuarios del mismo
reciban la capacitación adecuada, y atiendan los pasos que les requiere el res-
pectivo instructivo, para no ejecutar comandos que interfieran con el registro
de las mediciones.
Figura No. 3 Modelo de un Certificado de Calibración por un laboratorio secundario acreditado ante el
CENAM.
168
Ruido Ambiental, caracterización y análisis
Sonómetro.
Trabajo en campo
169
Se realiza un recorrido visual para la ubicación de los puntos y para carac-
terizar cada uno de los sitios y tener un panorama exacto del punto a estudiar
y así establecer los horarios y se diseñan los formatos para la recopilación de
los datos.
Se realiza un segundo recorrido por los puntos a muestrear, y se realiza
un primer muestreo piloto, para validar la representatividad de los puntos a
estudiar, se hace un reporte fotográfico de apoyo para. En dicho recorrido se
establece la ubicación geográfica por medio de un geoposicionador satelital
(GPS) satelital.
170
Ruido Ambiental, caracterización y análisis
171
semáforos, condición de la vialidad, etc. Todo esto con el fin de poder tener un
criterio más amplio para la discusión y análisis de los resultados obtenidos y po-
der emitir un diagnóstico más certero en la discusión de los mismos.
172
Ruido Ambiental, caracterización y análisis
173
Elaboración del informe final
Consideraciones finales
174
Ruido Ambiental, caracterización y análisis
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178
Determinación de partículas en espacios de interior
Introducción
179
que la exposición a contaminantes por repetidas ocasiones y por tiempos pro-
longados ocasiona daños, como patologías respiratorias, cardiopulmonares e
incrementa los casos de asma, especialmente para niños y adultos mayores.
Es además uno de los factores de salud ambiental que tiene una mayor con-
tribución a la carga de enfermedad de acuerdo al informe “Medio ambiente y
salud” de la Agencia Europea de Medio ambiente, las infecciones agudas del
tracto respiratorio inferior atribuibles a la contaminación del aire interior ex-
plican el 4.6% de todas las muertes y el 3.1% de AVAD (años de vida ajustados
por discapacidad) (de Gennaro et al., 2014)
Asimismo la contaminación del aire interior se caracteriza por una gran
variabilidad en la concentración de contaminantes, esto depende del tipo
de espacio interior, la construcción y antigüedad del mismo, la ubicación, las
funciones que se realizan en ese recinto, las características de las fuentes de
emisión pudiendo ser internas como externas, el comportamiento de los ocu-
pantes, ventilación y condiciones microclimaticas (INSHT, 1999).
Resulta de interés estudiar la calidad del aire en los diferentes tipos de es-
pacios de interior, donde se concentran las personas por periodos de tiempo
prolongados, las cuales por exposición pueden verse afectadas directamen-
te en su salud y bienestar (Orozco et al. 2015). Además, efectuar este tipo
de estudios puede llegar a generar datos importantes en cuanto a calidad
ambiental en interiores. Por lo que esta guía pretende ser una herramienta
de apoyo para la implementación de metodologías para la caracterización de
espacios de interior.
Objetivo
180
Determinación de partículas en espacios de interior
Marco teórico
181
Tabla 1. Microambientes potencialmente importantes para la evaluación de la contaminación del aire.
Microambientes Descripción
En exteriores
Urbanos Áreas metropolitanas donde los niveles de contaminación de aire
son altos como resultado de una alta densidad de fuentes móviles
y fijas.
Suburbanos Ciudades pequeñas a medianas donde los niveles de contamina-
ción del aire tienden a estar por debajo de las áreas metropolita-
nas, aunque bajo ciertas condiciones, la contaminación urbana
por el transporte puede afectar la calidad del aire local.
Rurales Las comunidades agrarias y los pequeños poblados con pocas
fuentes antropogénicas de contaminación del aire. Los niveles
de contaminación del aire tienden a ser bajos, aunque, en ciertas
condiciones, el transporte de la contaminación urbana y subur-
bana y los patrones de contaminación regional pueden afectar la
calidad del aire local.
En interiores Ocupacional
Industrial Los procesos de manufactura y producción, tales como los de las
plantas petroquímicas procesadoras de pulpa y fundidoras.
No industrial Industrias de servicios primarios donde los trabajadores no están
involucrados en los procesos de manufactura y producción, tales
como compañías de seguros, oficinas y áreas de venta al menu-
deo.
En interiores no ocupacionales
Residenciales Casas unifamiliares, departamentos, casas móviles, condominios.
Comercial Restaurantes, tiendas al menudeo, bancos, supermercados.
Públicos Oficinas postales, Juzgados, zonas deportivas, centros de conven-
ciones.
Institucionales Escuelas, hospitales, casas de convalecencia.
En interiores de Transportes
Privados Automóviles, aviones privados.
Públicos Autobuses, metros, trenes, aviones comerciales.
Fuente: PAHO 1996.
182
Determinación de partículas en espacios de interior
Material particulado
183
Dióxido de carbono (CO2)
184
Determinación de partículas en espacios de interior
síntomas y molestias. Cuando los valores exceden los 800 a 1200 ppm las per-
sonas comienzan a experimentar incomodidad, dolores de cabeza, cansancio,
problemas respiratorios, somnolencia, dificultad para concentrarse, mareos
e irritación ocular, de ello dependerá la concentración y la duración de la ex-
posición, estos síntomas se agravan en el caso de los niños y personas de la
tercera edad (ProPECC 2003, Firdaus y Juliana 2014). Se mantengan entre
600 a 800 ppm para eliminar posibles molestias (INSTH 2000).
185
Valores de referencia para material particulado
186
Determinación de partículas en espacios de interior
Lineamientos Metodológicos
187
Para los compuestos con efectos agudos, pero no acumulativos, bastará
realizar determinaciones durante períodos cortos de tiempo. Si se sospechan
emisiones intensas de corta duración, se requerirán tomas de muestras más
frecuentes durante períodos cortos para detectar el tiempo de emisión, para
su análisis pueden agruparse en dos tipos: métodos basados en una lectura di-
recta y métodos en los que se toman muestras de los contaminantes (Digesa
2005).
Los métodos basados en una lectura directa son aquellos en los que la me-
dición y la determinación de la concentración de contaminantes se realizan
de forma simultánea y rápida. A la par proporcionan datos precisos a un cos-
to relativamente bajo, en el caso de los monitores específicos, la detección
de contaminantes se basa en principios físicos, eléctricos, térmicos, y elec-
tromagnéticos. La mayoría de los monitores de este tipo pueden utilizarse
para realizar determinaciones de corta o larga duración y obtener un perfil
de contaminación en un lugar concreto. Muchos de ellos poseen memoria
interna para almacenar las lecturas, que posteriormente pueden transferirse
a ordenadores para la creación de bases de datos y para una organización y
recuperación sencilla de los resultados. (Digesa 2005). No obstante, el pri-
mero de los métodos, solo se utiliza para realizar una caracterización o perfil
de contaminación especifico, por lo que si se requiere un conocimiento de
la composición de los contaminantes presentes se tendrá que hacer uso de
equipos especializados donde se tome la muestra para su posterior análisis fi-
sicoquímico. El uso de cada uno de ellos dependerá de los objetivos y alcances
de cada investigación (Digesa 2005).
De manera general el siguiente diagrama presenta los procedimientos
para realizar una evaluación de la calidad de un espacio de interior.
188
Determinación de partículas en espacios de interior
189
aire interior. Para tener mayor certidumbre de esta situación se recomienda
hacer una inspección del sitio problema y revisar todos aquellos factores que
pudieran ser el causante. También se sugiere aplicar cuestionarios de quejas
y síntomas a las personas que residen, trabajan o visitan esos sitios. A fin de
tener una representación de los aspectos físicos del sitio a evaluar así como la
sintomatología que los ocupantes refieren.
Una vez de haberse cerciorado de este punto, se procede a establecer los
objetivos y alcances de la investigación, así como identificar aquellos pará-
metros que sean representativos de la problemática, y que su medición no
resulte difícil ni costosa.
Los parámetros de dióxido de carbono y partículas son buenos indicadores
de la calidad del aire interior de un sitio, por lo que esta guía propone, estos
dos contaminantes. Pero esto queda al criterio de cada técnico e investigador
y de los alcances del estudio.
Posteriormente se identifican los equipos con los cuales se harán las me-
diciones, se recomienda que sean equipos manuales de medición directa, de
fácil manejo y con una gran confiabilidad de datos. A continuación, se descri-
ben algunos tipos de equipos recomendados.
Medición de partículas
190
Determinación de partículas en espacios de interior
Figura 2. Equipo empleado para las mediciones de partículas (Video contador de partículas).
Medición de CO2
191
1 ppm, su precisión o error instrumental máximo es de ±3% de la lectura o
de ±50 ppm. Se realizan mediciones de cinco minutos colocando el equipo a
la altura de 1.25 a 1.50 mts, en relación a la zona respiratoria de las personas
Con el fin de asegurar una confiabilidad de los datos, antes de registrar los va-
lores se debe llevar a cabo la estabilización del equipo durante los primeros 10
minutos. Además, de cerciorarse que el equipo no sea colocado directamente
de la zona respiratoria de las personas, esto con la finalidad de evitar una mala
estimación de la concentración real del CO2 (Halgamuge et al. 2009, Huang
y Hsu 2009.)
Figura 3. Equipo empleado para las mediciones de dióxido de carbono, medidor CO2 Extech modelo
EA80.
Cabe aclarar que los equipos mencionados son empleados solamente para
caracterización de los sitios, y son solo sugerencia, por lo que la elección de
los equipos queda a criterio de los técnicos e investigadores.
192
Determinación de partículas en espacios de interior
Contar con los equipos listos y con carga suficiente para su funcionamiento, así como el
vaciado de las memorias internas para el registro de las mediciones.
Registro fotográfico de cada punto de medición
Contar con hojas de registro, en donde se anotarán las mediciones de cada parámetro, las
características de los puntos de medición, caracterización física del espacio, registro de si
hay ventanas abiertas, así como el número de personas expuestas durante las mediciones.
Se recomienda que las mediciones se realicen en la parte central del espacio interior ya que
se considera que existe una distribución más representativa de los contaminantes presentes
en su interior. No obstante esto no limita la posibilidad de que se realicen mediciones en
otras partes del lugar con fines de comparación.
Fuente: INSHT 1999.
Interpretación y Análisis
Consideraciones finales
193
la zona metropolitana de Guadalajara, así como otros estudios en diferentes
países, realizados en estos espacios, que pueden aportar información intere-
sante acerca del comportamiento de estos contaminantes en un espacio de
interior.
Uno de los factores a tomar en cuenta es el horario, ya que durante la
mañana puede haber mayor presencia de partículas en comparación con la
tarde, esto puede deberse probablemente a los patrones de movilización en
las ciudades, pues en ese horario, un porcentaje alto de la población hace uso
de los vehículos ya sea privados o colectivos, para trasladarse a los lugares
de trabajo, escuela o recreación y esto podría incrementar los niveles de par-
tículas en esos horarios sobre todo en las horas pico. Otras investigaciones
han reportado un planteamiento similar por ejemplo Zhao y colaboradores
(2014) indican un incremento en el tamaño de partículas de 0.3 a 0.5 µm
en los horarios de 7 a 11 de la mañana en una ciudad China, igualmente Mo-
rawska y colaboradores (2008) determinaron mayor presencia de material
particulado durante la mañana.
El factor ventilación resulta significativo, ya que las concentraciones de PM
se pueden incrementar cuando las ventanas permanecen cerradas, y dismi-
nuían cuando las ventanas permanecen abiertas. De esta manera la ventila-
ción por parte de las ventanas abiertas puede favorecer la dispersión de las
partículas.
En otros trabajos han identificado que las concentraciones de partículas se
incrementan cuando puertas y ventanas se abren, además de factores como
el número de personas pueden contribuir a la presencia de partículas por los
desplazamientos o movimientos que realizan y por lo tanto favorecen la dis-
persión de las partículas (Song y Ashmore 2007, Vijayan et al. 2007 y Huang
y Hsu 2009).
Una de las principales razones que se presenten concentraciones eleva-
das en los espacios de interior está directamente relacionado con el número
de personas presentes (Huang y Hsu 2009, Zhu et al., 2010, Firdaus et al.
194
Determinación de partículas en espacios de interior
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198
La percepción social del riesgo
Introducción
199
mordial una crisis en el modelo de desarrollo y flotando en la pobreza, igno-
rancia, incultura, desempleo e ineficiencia oficial, surgen amenazas como el
narcotráfico, la violencia, la inseguridad, el secuestro, la extorsión y finalmen-
te la ingobernabilidad. En este punto, ni los individuos ni la sociedad hemos
encontrado el mecanismo a seguir para hacerles frente.
Cómo percibimos esta situación en México y nuestra región parti-
cular; cuáles son nuestras prioridades individuales y colectivas; qué acciones
estamos dispuestos a emprender para garantizar la continuidad de la vida,
mejorar nuestra salud, conservar nuestro patrimonio y proteger la calidad de
nuestro entorno, son algunos de los aspectos a considerar en cualquier pro-
yecto sobre percepción social del riesgo y la inseguridad.
El presente trabajo procura servir de guía sobre los asuntos relacionados
con la obtención de información de buena calidad, obtenida mediante mé-
todos estadísticos sencillos pero adecuados al ámbito municipal de estudio y
mediante el uso de instrumentos adecuadamente diseñados y aplicados, que
nos ayuden a cumplir los objetivos del estudio.
En la primera versión de este documento se puso atención en los marcos
teóricos y conceptuales que existen al respecto de la percepción del riesgo y
la inseguridad. Esto con el propósito de tener un panorama general sobre las
diversas variables a considerar en un estudio de esta naturaleza. Así, se ana-
lizaron las dimensiones implicadas en los estudios de riesgo, en la percepción
social del mismo y las variables relacionadas con la inseguridad en el ámbito
nacional. Esto permitirá estructurar mejor los instrumentos para la obtención
de la información, incluyendo en lo posible, todas aquéllas variables que posi-
biliten el logro de los objetivos.
A partir de esto, se dieron algunas recomendaciones relacionadas con el di-
seño de los instrumentos, en este caso cuestionarios, su aplicación, así como
unas sugerencias prácticas al momento de la entrevista, derivadas de algunas
experiencias de los autores.
En esta versión preparada para la segunda edición de la Guía, hemos con-
siderado pertinente sugerir algunos aspectos metodológicos formales para
200
La percepción social del riesgo
Objetivos
General.
Presentar una guía para la elaboración de estudios de percepción social del
riesgo y la inseguridad en el ámbito municipal, que permita identificar las
principales preocupaciones de la sociedad y que facilite la toma de decisiones
para su efectiva gestión.
Específicos.
1. Conocer algunos enfoques teóricos de la percepción social del riesgo y
la inseguridad.
2. Proponer instrumentos metodológicos sencillos pero adecuados para
la ejecución de un estudio de este tipo en los ámbitos municipales pro-
puestos.
201
3. Plantear consejos prácticos que faciliten la aplicación de instrumentos
para la obtención de información.
Antecedentes
202
La percepción social del riesgo
Marco teórico
Definiciones y conceptos.
En el campo del estudio del riesgo, los conceptos técnicos no son los términos
de la “percepción” popular: las palabras riesgo, peligro, amenaza, contingen-
cia, incidente, accidente, desastre, catástrofe, etc., pueden confundirse.
En la literatura especializada, predominantemente en inglés, el concepto
risk se refiere a la probabilidad de ocurrencia de un desastre, y hazard a la
fuente que origina el riesgo. Aunque en español, es común que utilicemos
riesgo o peligro para definir ambas condiciones, tanto la causa como la con-
secuencia.
La Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones
Unidas, UNISDR (2009) establece el término riesgo como equivalente de risk
y lo define como “…la combinación de la probabilidad de que se produzca un
evento y sus consecuencias negativas”. También ha establecido que amenaza
es el equivalente para hazard y la define como “…un fenómeno, sustancia,
actividad humana o condición peligrosa que pueden ocasionar la muerte, le-
siones u otros impactos a la salud, al igual que daños a la propiedad, la pérdida
de medios de sustento y de servicios, trastornos sociales y económicos, o
daños ambientales”.
En las investigaciones realizadas por el Instituto de Medio Ambiente y Co-
munidades Humanas IMACH de la Universidad de Guadalajara, también se ha
203
optado por el término amenaza para hacer referencia al hazard inglés, defi-
niéndolo como “la fuente de peligro asociada a un fenómeno que puede mani-
festarse, produciendo efectos adversos sobre la salud humana, sus bienes y al
medio ambiente” (Curiel, et al., 1994.). Las amenazas suelen dividirse en dos
grandes grupos: las naturales, relacionadas con las fuerzas de la naturaleza, y
las antrópicas originadas por las actividades humanas. Las amenazas también
pueden ser agudas o crónicas, según el horizonte temporal en el cual ocurren
sus efectos: las agudas presentan efectos inmediatos y pueden tener conse-
cuencias catastróficas en un tiempo corto, mientras que las crónicas causan
daños a largo plazo, debido a una exposición lenta y prolongada.
Ahora bien, los daños ocurren sólo si existen elementos (sujetos u obje-
tos) situados en la proximidad o al alcance de cierta amenaza, que puedan
resultar afectados durante una contingencia, por lo que la exposición es otro
concepto importante en el análisis de riesgo y se define como “La población,
las propiedades, los sistemas u otros elementos presentes en las zonas donde
existen amenazas y, por consiguiente, están expuestos a experimentar pérdi-
das potenciales” (UNISDR, 2009). Cuando la amenaza es una sustancia peli-
grosa, la exposición es definida como el contacto entre el sujeto u objeto y el
agente químico o físico (Sutter, 1993).
Por otro lado, la gravedad de los daños y las consecuencias que pueden
resultar de un incidente, también dependerán de la condición de vulnerabi-
lidad del sujeto u objeto expuesto. La vulnerabilidad depende de “Las carac-
terísticas y las circunstancias de una comunidad, sistema o un bien, que los
hacen susceptibles a los efectos dañinos de una amenaza” (UNISDR, 2009).
También ha sido definida como “la incapacidad de una comunidad para ab-
sorber, mediante el autoajuste, los efectos de un determinado cambio en su
medio ambiente, o sea su inflexibilidad o incapacidad para adaptarse a ese
cambio” (Wilches-Chaux, 1993). Se distinguen entonces dos condiciones que
determinan la vulnerabilidad: las características propias del sujeto u objeto,
y su capacidad de recuperación, independientemente de su exposición. Las
características y circunstancias son determinadas por el desarrollo histórico
204
La percepción social del riesgo
205
Enfoques en el estudio de la percepción.
206
La percepción social del riesgo
Por otro lado, Shrader-Frechette (1991) propone una evaluación del ries-
go más democrática en la que se llegue a una postura intermedia dado que
“…a pesar de que la evaluación de riesgos no es del todo objetiva, tampoco es
meramente evaluativa ni solamente un constructo. Los constructos no matan
gente; los reactores fallidos, las sustancias tóxicas mal almacenadas, y las eva-
luaciones de riesgo deficientes sí lo hacen. Al menos algunas amenazas son
reales, y muchas de ellas son medibles.”
En la perspectiva de las ciencias sociales, el enfoque más difundido en los
estudios de percepción es el llamado análisis psicométrico. Slovic (1992) lo
describe así: “El paradigma psicométrico comprende un marco teórico que
supone que el riesgo es definido subjetivamente por individuos que pueden
ser influenciados por una amplia variedad de factores psicológicos, sociales,
institucionales y culturales. El paradigma asume que, con un diseño adecuado
de instrumentos de encuesta, muchos de estos factores y sus interrelaciones
se pueden cuantificar y modelar con el fin de esclarecer las respuestas de los
individuos y sus sociedades a los peligros a que se enfrentan”.
De igual manera, Slovic (1992) explica que este modelo se apoya en la
aplicación de cuestionarios para preguntar directamente a la gente sobre sus
percepciones, aclarando en una nota, que son consideradas éstas para hacer
referencia a los varios tipos de actitudes y juicios sobre los riesgos y sus prefe-
rencias expresas por diversos tipos de compensaciones benéficas del riesgo.
Es decir, este proceso lleva a determinar cierta “aceptabilidad” del riesgo, que
a final de cuentas fue el origen de los estudios de percepción.
Ahora bien, considerando la anterior aclaración del autor del paradigma
psicométrico, se plantea el análisis de las actitudes desde la Teoría de la acción
razonada que concibe al hombre “…como ser racional que usa la información
para hacer juicios, evaluaciones y tomar decisiones. Tiene la capacidad para
explicar la interrelación entre los factores sociales, cognitivos, afectivos y
conductuales que intervienen en la formación y el cambio de actitudes”
(Hirsh, 2005).
207
Por actitud se entiende “una predisposición aprendida para responder
consistentemente de un modo favorable o desfavorable con respecto a un
objeto social dado”. “Tiene tres componentes: cognoscitivo, afectivo y com-
portamental. El primero denota conocimiento, opinión, idea, creencias o
pensamiento en torno al objeto, la persona, resultado o el suceso. El afectivo
se refiere a los sentimientos o evaluación de la persona sobre algún objeto,
persona, resultado o suceso, y el comportamental se refiere a la conducta en
presencia del objeto, persona, resultado o suceso” (Hirsh, 2005) (Calixto y
Herrera, 2010).
Figura 1. Componentes del análisis actitudinal y el proceso de la percepción social del riesgo y sus
factores.
208
La percepción social del riesgo
209
Figura 2. El proceso de la información y comunicación.
210
La percepción social del riesgo
211
Tabla 1. Asociaciones observadas en estudios de percepción social del riesgo.
212
La percepción social del riesgo
213
riesgos porque no hay control posible, a diferencia de las inundaciones
donde se puede ejercer algún control.
· Involuntario o voluntario. Este factor es el más popular en la percepción
del riesgo: hay evidencia que indica que la gente acepta riesgos mayo-
res de manera voluntaria (ej. deportes extremos), que aquellos riesgos
menores pero de exposición involuntaria (ej. aditivos en alimentos).
Cox (1989) dice que “Una actividad riesgosa verdaderamente volunta-
ria es aquella que el individuo es libre y capaz de rechazar sin sanciones,
que el individuo puede controlar cuando la asume, y cuyos riesgos son
completamente conocidos, o fácilmente reconocibles y que se tiene
total acceso a la información sobre lo que se está aceptando.” Si cual-
quiera de estas condiciones se modifica, entonces tal actividad ya no se
puede considerar totalmente voluntaria. Por ejemplo:
214
La percepción social del riesgo
215
Algunos riesgos pueden pasar desapercibidos para la gente si los me-
dios no los consideran, mientras que otros, no necesariamente priorita-
rios, pueden alcanzar un gran nivel de interés y preocupación.
En caso de eventos desastrosos, hay un mayor impacto y permanencia
como tema de interés en los medios de comunicación, se genera una
mayor cantidad de información acerca de los desastres más graves, y
también producen gran atención en el público, aunque no hayan suce-
dido en el ámbito más cercano.
· Familiaridad de la amenaza. El miedo a lo desconocido parece ser una
característica humana, por lo que algunas amenazas poco familiares,
como la energía nuclear, son percibidas con más seriedad que las ame-
nazas más comunes como los incendios domésticos, aunque éstos pue-
dan causar mayores daños a la propiedad y a la vida.
· Accidentes mayores. La ocurrencia de desastres mayores y la magnitud de
sus daños acrecientan la percepción del riesgo y la creencia de que puede
repetirse. La gran magnitud de consecuencias generada por los desas-
tres históricamente más perjudiciales, genera una mayor percepción de
peligro. Esto se debe a que los desastres más importantes permanecen
mayor tiempo en la memoria colectiva y personal, al grado de que recor-
damos claramente qué hacíamos cuando sucedió tal o cual evento.
216
La percepción social del riesgo
217
de un proceso sociocultural en el que intervienen tanto los valores del indivi-
duo, su personalidad, sus experiencias pasadas, su grado de exposición al ries-
go; como su nivel social, económico y cultural.” Las variables demográficas y
socioeconómicas también influyen positiva o negativamente en el proceso
de percepción. Estas variables median su percepción de la realidad y forman
parte de su sistema de valores, actitudes y creencias con las que valora las
amenazas para formar juicios y tomar decisiones.
218
La percepción social del riesgo
219
· Bienestar y calidad de vida. La priorización de las amenazas y la per-
cepción sobre un espacio de vida seguro y satisfactorio varía según los
niveles de bienestar de las personas en su ambiente. “Las principales
características requeridas para el bienestar en el barrio son básicamen-
te un ambiente sano y seguro (sin violencia, inseguridad, delincuencia),
una buena dotación de servicios, comercios e iglesia y la presencia de
miembros de su familia o de amigos”…“la calidad de un barrio se mide
sobre todo en términos sociales y económicos y muy poco según cri-
terios ambientales” (Chardon, 1997). Es decir, que las necesidades bá-
sicas de servicios, los indicadores de seguridad y los aspectos afectivos
pueden enmascarar la peligrosidad de las amenazas y minimizar su per-
cepción de vulnerabilidad. Esto implica, por ejemplo que las amenazas
socio organizativas, están en un nivel de preocupación mayor que las
amenazas antrópicas y naturales.
· Seguridad. Una mala situación de seguridad en el ámbito donde se vive
modifica nuestras prioridades ante los peligros. En las recientes dé-
cadas en México, la situación de inseguridad y violencia social no han
dado tregua a la población. Bastaría con ver las cifras, según las dos
principales encuestas sobre el tema a nivel nacional en 2017, el 75% de
la población nacional se percibe insegura (INEGI, 2017a; INEGI, 2017b).
Sin embargo, aún con la gravedad de la situación, dentro de la misma
inseguridad hay factores que modifican la percepción de la sociedad,
haciéndonos perder la capacidad de asombro y creer que “a nosotros
no nos puede ocurrir”. Algunos de estos factores son el temor, la ex-
periencia como víctima, la cercanía a la violencia, el acceso a armas y
drogas, la desconfianza en las autoridades y su desempeño, la confianza
en el sistema de justicia y acciones de protección y prevención, entre
otros (INEGI, 2013).
· Experiencia en incidentes peligrosos. La percepción mejora con la ex-
periencia. La participación como víctima en eventos que generaron al-
gún impacto en su localidad o en su persona, aumenta la percepción.
220
La percepción social del riesgo
221
das llevan a actuar para modificar la condición de peligro inicial, dando como
resultado un cambio social y cultural, tanto si se trata de un individuo como
de una comunidad. Algunas conductas pueden evidenciar este cambio: mo-
dificación de hábitos personales para reducir la vulnerabilidad, mayor interés
en la información, participación en la denuncia pública, participación en acti-
vidades de protesta, etc.
En el caso de la colectividad Clarke (1992) dice que las comunidades uti-
lizan mecanismos y estrategias para convivir con las amenazas recurrentes,
que les dan mayor seguridad en ambientes vulnerables. “El tipo de desastre y
su frecuencia, la predictibilidad y severidad de su impacto, así como la expe-
riencia y percepción de estos eventos por la población, condicionan el desa-
rrollo de mecanismos de ajuste por la comunidad.” El autor menciona cuatro
categorías de mecanismos de ajuste: organización social, relaciones económi-
cas, uso de tecnología y reordenamientos culturales, los cuales pueden actuar
de manera diferente según la fase del desastre que se trate: prevención, res-
puesta a la emergencia, y recuperación.
En el componente comportamental del proceso de percepción, hay dos
participantes principales: los individuos y las autoridades. Algunas variables a
considerar son:
222
La percepción social del riesgo
Metodología
223
Plan de trabajo
Estudio preliminar
El estudio preliminar es una prueba piloto que incluye todas las fases de la
investigación en una muestra pequeña. La duración del estudio preliminar,
depende del tiempo asignado al proyecto general; esta prueba se debe aplicar
una vez diseñados los instrumentos de recolección de la información y antes
de la implementación del proyecto real.
Los resultados esperados son un plan de trabajo más detallado y ajustado
según lo observado en el estudio preliminar, la identificación de problemas
potenciales de tiempo, logística y recursos, la revisión de los métodos e ins-
trumentos de acopio de la información y la evaluación de disponibilidad de los
sujetos a participar en el estudio.
224
La percepción social del riesgo
225
Una fórmula para calcular el tamaño de muestra, cuando se tiene un marco
muestral, es decir que se conoce el tamaño de la población, es la siguiente:
(Londoño, 2014)
Donde:
n: tamaño de la muestra, número de encuestas a aplicar.
N: tamaño de la población.
Zα: el nivel de confianza, indica la probabilidad (1-α) de que los resultados
de nuestra investigación sean ciertos; es la probabilidad de que la unidad se-
leccionada tenga la característica buscada y, es una medición de la seguridad
que tenemos de que la muestra que seleccionamos refleja con precisión a la
población, dentro de un cierto margen de error. Su valor es un número cons-
tante, los estándares comunes usados por los investigadores son 90%, 95% y
99%. (Triola, 2013).
Nivel de Α Valor de la
confianza constante Zα
90 % 0.10 1.65
95 % 0.05 1.96
99 % 0.01 2.58
226
La percepción social del riesgo
227
Tasa de respuesta
Para conocer la percepción del riesgo que tienen los individuos o grupos so-
ciales es necesario aplicar técnicas e instrumentos que permitan obtener in-
228
La percepción social del riesgo
Técnicas: Instrumentos:
Utilización de información disponible Listas de cotejo, cédulas de recolección de datos
a) Flexible: elaborar una guía asegura que se discutan todos los puntos, sin
restringir el tiempo y sin orden estricto. Las preguntas son abiertas. No
hay restricciones a las respuestas. Se pueden incluir preguntas o temas
adicionales para obtener el máximo de información si se cree necesario.
Se aplica en estudios exploratorios y en estudios de caso. Es útil cuando
se sabe poco del problema o de la situación que se está investigando.
229
b) Poco flexible: se utiliza un cuestionario con una lista fija de preguntas,
en secuencia estandarizada y respuestas cerradas y categorizadas. Es
útil cuando el investigador conoce de antemano las respuestas espera-
das y cuando el grupo a muestrear es relativamente grande.
Otras técnicas son utilizadas después del levantamiento de los datos, du-
rante el proceso de integración de la información, donde es recomendable
trabajar con grupos. Algunas de estas son las historias de la vida cotidiana o
microhistoria, discusión con grupos focales, informantes clave, grupo nomi-
nal, Delphi o consulta de expertos, estudio de caso, e investigación participa-
tiva. Estas técnicas requieren la intervención de facilitadores bien entrenados.
Tipos de variables
230
La percepción social del riesgo
Escalas de medición
231
conducir a errores pues se olvida que éstos son arbitrarios y no existe ninguna
relación de orden entre ellos.
Ordinal.- Los valores en esta escala pueden ordenarse de menor a mayor
por lo que además de la relación de igualdad, también permiten >que y <que.
En esta escala se pueden analizar las frecuencias de la escala nominal y ade-
más se puede calcular la mediana de una muestra.
De intervalo.- En esta escala los datos pueden ordenarse asignándoles una
unidad de distancia, aunque arbitraria entre ellas, ya que el valor 0 no es una
característica de las variables de estudio. Se pueden realizar los análisis de las
escalas previas, además de la media y la varianza.
De razón o proporción.- En esta escala las observaciones, además de poder
ordenarse, existe un valor cero y una unidad de distancia real entre los valo-
res. Aquí se permiten el cálculo de medias, varianzas, y cualquier otra de las
anteriores escalas.
232
La percepción social del riesgo
Análisis de la información
233
una muestra. El análisis multivariado permite analizar la contribución de varios
factores en un solo resultado. También permite obtener tipologías y clasifica-
ciones que reagrupan un número elevado de datos de conjuntos complejos.
Para la obtención de los mejores resultados es importante tomar en cuenta el
tamaño de la muestra, el tipo de variable y los valores que ésta puede adoptar
en las escalas de medición.
Recomendaciones
234
La percepción social del riesgo
Número de preguntas
· El número de preguntas debe ser suficiente para cumplir con los objeti-
vos, pero tan reducido como sea posible.
· Una entrevista que dure más de media hora, provocará cansancio al
entrevistado, pérdida del interés y la obtención de información falsa
o sesgada. Conforme el entrevistador avanza en el muestreo obtiene
mayor pericia.
· La cantidad de preguntas también depende de la profundidad desea-
da en el detalle y el presupuesto. A mayor cantidad de preguntas, más
tiempo necesario para la entrevista.
· Si se va a apoyar en otros entrevistadores, se deberán informar y capa-
citar en el levantamiento de la entrevista.
235
Contenido de las preguntas
236
La percepción social del riesgo
237
viceversa. Entender los factores que afectan la percepción social, puede hacer
más efectivo el proceso de comunicación, su comprensión y la racionalidad de
sus decisiones.
Conclusiones
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240
La percepción social del riesgo
241
10. Habilidades informativas útiles para la elaboración de
estudios y proyectos
Faustino Moreno-Ceja
Introducción
243
Habilidades informativas útiles para la elaboración de estudios y proyectos
244
En éste capítulo se proporcionan elementos que permiten identificar aspec-
tos clave para la recuperación de información, a fin de que los usuarios pue-
dan constituirse como individuos responsables y autónomos en la búsqueda,
recuperación, identificación, valoración y uso apropiados de la información,
capaces de mantenerse informados a lo largo de la vida.
Antecedentes
245
Habilidades informativas útiles para la elaboración de estudios y proyectos
246
nunca es gratis, el usuario o cliente acepta como normal esta situación de
mercadeo en este tipo de información.
Para Alonso (2001), tanto la información científica como la técnica se
consideran las más urgentes para los países subdesarrollados, en los cuales la
preocupación es alcanzar un desarrollo adecuado que proporcione a la socie-
dad un cierto nivel de disfrute de progreso con justicia social. A estás se suma
la información lógica, obtenida en el proceso del conocimiento que refleja las
leyes del mundo objetivo, se emplea en la práctica histórica social.
Por su parte Barrón y Esparza, (2005) hacen referencia a “Deutsch K, cuan-
do expresa que: “la posesión y aplicación oportuna de información es un factor
esencial en el progreso; es prerrequisito indispensable para el desarrollo econó-
mico y social, así como un factor indispensable para el uso racional de recursos,
de los avances científicos, tecnológicos, sociales y culturales. Es pues, un recurso
vital para el avance del conocimiento” (Almada de Ascencio M. Las políticas de
información en un mundo globalizado. Observaciones no publicadas).
Sin duda la recuperación de información, pero sobre todo el uso y manejo
oportuno y adecuado, generará usuarios competentes en la obtención de re-
sultados que a su vez generen las habilidades y competencias necesarias para
el uso y aplicación de los recursos que ofrecen las bibliotecas como medios
para ser ciudadanos mejor informados, autodidactas y/o para la elaboración
de un proyecto de investigación.
Atributos de la información
247
Habilidades informativas útiles para la elaboración de estudios y proyectos
Aja, (2002) señala que “la era de la información, de la explosión de sus tec-
nologías, se vive la etapa en la que la humanidad ha alcanzado un desarrollo
imprevisible”… En la era de la información, uno de los principales problemas
es su exceso, es necesario invertir mucho tiempo en ella debido, entre otras
causas, a la liberación de los mecanismos regulatorios existentes en materia
de publicaciones, sobre todo como resultado del surgimiento y desarrollo de
Internet; por esta razón, es frecuente encontrar un número significativo de
publicaciones redundantes y de baja calidad mezcladas con otras importantes
y sólidas, difíciles de hallar entre la información ruidosa”.
En base a lo antes expuesto es interesante hacer notar que el usuario debes
estar atento con el tipo de fuente de información, cuando utilice la biblioteca
o las bases de datos de su biblioteca, de cierta manera tiene un plus, debido
a que la información es de paga y esta ya fue evaluada y revisada por otros
pares, lo que de alguna manera garantiza un control de calidad.
Sin embargo cuando utiliza fuentes de libre acceso, deberá estar atento a
la objetividad de la información, a su validez, a la credibilidad del autor o sitio
de donde la tomo, a la claridad, a la exactitud, la actualidad, lo completo, si
se puede comparar, la seriedad y calidad, así como la confianza que la fuente
brinda. Por lo tanto es mejor utilizar los recursos que tiene disponible en su
biblioteca.
Estrategia de búsqueda
248
Tabla 1. Estrategia de búsqueda.
Identificar o conocer los términos específicos del tema, es decir saber o tener
el vocabulario especializado, en donde se incluyen: palabras clave, tesauros,
keywords, encabezamientos de materia o descriptores, e índices ya que estos
corresponden al lenguaje controlado que se usa en la estructura de las bases
de datos en donde deberá considerar los sinónimos y variantes gramaticales,
así como los términos relacionados de significado parecido, tener en cuenta la
traducción adecuada de los términos a otro idioma.
Operadores booleanos
249
Habilidades informativas útiles para la elaboración de estudios y proyectos
250
bilidad, la credibilidad, la fiabilidad y en definitiva, la calidad de la información
que este medio proporciona a toda la comunidad internauta.
La calidad de la información electrónica puede ser evaluada desde dife-
rentes perspectivas: cuantitativa, cualitativa o bibliométricos, aunque la más
generalizada es aquella que se centra en la satisfacción del usuario. Sin embar-
go la valoración de criterios que debería contener la página Web, en muchos
documentos digitales no están presentes.
Por lo anterior se sugiere analizar cualquier recurso electrónico, comen-
zando con la tipología del mismo, ya que en la Web hay una variada gama de
tipos de recursos, como: libros, artículos, congresos, conferencias, ponencias,
leyes reglamentos, mapas, tesis, etc., entre otros. Además de los directorios,
motores de búsqueda, de primera y segunda generación, sedes Web de em-
presas, organismos públicos y privados, universidades.
Por lo tanto, en función de las características de cada uno de ellos y dada la
inconsistencia, en relación con la autoría, la calidad, no todos los documentos
gozan de un prestigio y calidad para el desarrollo de trabajos académicos, de
ahí que se sugiera utilizar de preferencia las herramientas disponibles en las
bibliotecas y sitios de la Red de Bibliotecas de la Universidad de Guadalajara.
Sin embargo si persiste la necesidad de consultar documentos de la Web
libre tome en cuenta: la autoría, valora la adscripción del autor y los datos
relacionados de la institución que lo acredita. La actualización, donde podrá
verificar las fechas de creación y actualización y la existencia del enlace. El
contenido, en este punto puede remitirse a los atributos de la información
ya descritos con anterioridad; se deberá considerar también: la accesibilidad,
funcionalidad, navegabilidad y diseño del sitio.
Ética o plagio
251
Habilidades informativas útiles para la elaboración de estudios y proyectos
Tipología de recursos
252
Tabla 2. Tipología de recursos.
253
Habilidades informativas útiles para la elaboración de estudios y proyectos
Hay que considerar que existen diferentes normas y estilos para la elaboración
de referencias bibliográficas; las cuales pautan la ubicación de cada dato y los
signos de puntuación que los separan (Cañete y Aldana, s.a.). En este punto
se sugiere verificar en las Normas establecidas por la Asociación Psicológica
Americana (APA) por sus siglas en inglés, las cuales se encuentran en su 6 ed.
Disponibles a texto completo (Zabala, 2009) en la Web de la biblioteca del
CUCBA, como en otros sitios de Internet: http://biblioteca.cucba.udg.mx/.
Al Igual se cuenta con la normas del Instituto Interamericano de Cooperación
para la Agricultura (IICA) con el nombre de: Redacción de normas bibliográfi-
cas: normas técnicas para ciencias agroalimentarias 2016.
Abreviatura Descripción
2ª. ed. Segunda edición
Comp. (Comps.) Compilador (s)
Coord. (Coords.) Coordinador (es)
Ed. Editor
ed. Edición
Ed. Rev. Edición revisada
et al Significa y otros. Úselo cuando los autores de un documento sean
mayor al estipulado por la norma que está utilizando para hacer las
referencias bibliográficas. Con esta indicación se omite al resto de los
autores.
Ibid. Abreviatura del término latino “ibidem”. Se utiliza cuando una obra se
cita dos o más veces. No debe haber otra cita intermedia.
254
Abreviatura Descripción
loc. cit. Abreviatura del término latino locus citatum, que significa lugar citado.
Se utiliza para evitar la repetición de la cita de un trabajo ya mencio-
nado, con referencias intermedias y cuando corresponde a las mismas
páginas.
n° Indica el número de ejemplar de una revista (publicación seriada).
op. Cit Abreviatura del término latino “opus citatum”, que significa obra
citada. Se utiliza cuando se desea volver citar una obra ya mencionada,
pero no consecutiva y cuando corresponda a diferentes páginas del
trabajo.
p. pp. Página (páginas).Indica entre qué páginas de un documento se en-
cuentra la información citada.
s. a. Sin año
s. l. Abreviatura del término latino sine locus. Significa que se desconoce la
ciudad o el lugar de la edición, ya que no se consignó dentro de la obra.
s.n Abreviatura del término latino sine nomine. Quiere decir que se des-
conoce el nombre de la editorial, editor o distribuidor de la obra no
conocido
s.p.i. Sin pie de imprenta
Supl. Suplemento
Trad. Traducción de
Vol. Se utiliza antes del número para indicar el volumen específico
Y Cols. Y colaboradores
Conclusiones y recomendaciones
Utilizar los recursos de las bibliotecas, ya que cuentan con una autoría y pie
de imprenta si estamos haciendo la consulta en libros. Sí se trata de las bases
de datos ya que todas ellas son de pago y en este sentido, toda la información
contenida ha sido evaluada y revisada por pares o conocidos como “peer re-
view”, por lo que se considera que la información goza de calidad, además de
que toda tiene una autoría y es aceptada por toda la comunidad científica y
técnica.
255
Habilidades informativas útiles para la elaboración de estudios y proyectos
Bibliografía
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ca de la Universidad Metropolitana.
258
11. Bases para la integración de informes
259
Bases para la integración de informes
Es difícil predecir todas las variables que pueden tener los proyectos, pero
si se pactan de forma concertada entre las partes los resultados del proyecto
pueden ser muy satisfactorios. Las propuestas de atención deben ser viables y
factibles, esto unido a las habilidades de gestión para resolver la problemática
podrá ser la solución, aunque siempre habrá intereses políticos, económicos y
personales que limiten su ejecución.
260
12. Conclusiones y perspectivas
261
Perfil profesional abreviado de autores y revisores
Revisores:
263
Dr. Eduardo Padilla Camberos
264
Perfil profesional abreviado de autores y revisores
265
tigación Comunicación para la adaptación al cambio climático. Miembro del
Cuerpo Académico Salud Ambiental y Desarrollo Sustentable (UDG-CA-43,
Consolidado). Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) Nivel I.
Ha dirigido diversas tesis de maestría y publicado libros y artículos en revistas
indizadas y arbitradas a nivel nacional e internacional.
266
Perfil profesional abreviado de autores y revisores
Autores:
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Dr. Faustino Moreno Ceja
268
Perfil profesional abreviado de autores y revisores
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M.C. Aurora Rosas Ramírez
270
Perfil profesional abreviado de autores y revisores
271
Biol. María Marcela Güitrón López
272
Perfil profesional abreviado de autores y revisores
273
Se terminó de imprimir en el mes
de mayo 2018 en los talleres
de Prometeo Editores S. A. de C. V.
Libertad 1457, Col. Americana C.P. 44160
Guadalajara, Jalisco.