Trastornos de La Personalidad - Grupo A

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UNIVERSIDAD DEL SINÚ ELÍAS BECHARA ZAINÚM

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


PROGRAMA DE MEDICINA
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

ESTUDIANTES:
José Diego Mugno Díaz
Mario Morelo Del Toro
Daniel Morfil Arrieta

Docente:
Dr. José Luis Méndez

2022
Trastornos de la personalidad
Para empezar, tenemos que la personalidad es un patrón de características
psicológicas profundamente arraigadas que se expresan automáticamente en casi
todas las áreas del funcionamiento psicológico, este patrón es característico del
comportamiento de una persona. Y se fundamenta en dos pilares: Primero el
temperamento, que son las características del comportamiento heredadas y
segundo el carácter, que no son más que las características aprendidas, adquiridas
a través del proceso de socialización y aprendizaje, cabe destacar que el carácter
moldea el temperamento. Ahora bien, un trastorno de personalidad es un tipo de
trastorno mental en el cual tienes un patrón de pensamiento, desempeño y
comportamiento marcado y poco saludable. Una persona que tiene problemas de
trastornos de personalidad tiene problemas para percibir y relacionarse con las
situaciones y las personas. Esto causa problemas y limitaciones importantes en las
actividades sociales, el trabajo y la escuela.

Estos patrones mal adaptativos de comportamiento tienen su comienzo en la


adolescencia o en el inicio de la edad adulta, son inflexibles, estables y
permanentes a lo largo del tiempo, se presenta en gran variedad de situaciones
personales y sociales provocando un malestar clínicamente significativo o
provocando un deterioro.
Los trastornos de personalidad son más frecuentes cuando se asocian otras
condiciones psicopatológicas como un trastorno de la afectividad, abuso de
sustancias o un trastorno de la conducta alimentaria, de hecho, en la mayoría de las
ocasiones, son estos problemas los que llevan al paciente a la consulta del
psiquiatra y como consecuencia, se diagnostica el trastorno de base de la
personalidad.

Los síntomas más habituales son:


● Inadaptación.
● Problemas para las relaciones sociales.
● Problemas en el trabajo o la escuela.
● Comportamientos suicidas o de amenazar con suicidarse.
● Comportamientos autodestructivos, como cortarse.
● Ánimos intensos y muy cambiables, con episodios que duran unas pocas
horas hasta varios días.
● Sentimientos de disociación, cómo sentirse distanciados de sí mismo,
observarse desde fuera del propio cuerpo o perder contacto con la realidad.
● Comportamientos impulsivos y con frecuencia arriesgados, cómo comprar a
lo loco, tener sexo sin protección, abusar de sustancias, conducir de forma
imprudente y darse atracones de comida.

Conviene subrayar los criterios diagnósticos para el trastorno de la personalidad,


según el DSM-5:

A. Un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se


aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto. Este patrón
se manifiesta en dos (o más) de las áreas siguientes:

1. Cognición (p. ej., formas de percibir e interpretarse a uno mismo, a los


demás y a los acontecimientos)
2. Afectividad (p. ej., la gama, intensidad, labilidad y adecuación de la
respuesta emocional)
3. Actividad interpersonal
4. Control de los impulsos

B. Este patrón persistente es inflexible y se extiende a una amplia gama de


situaciones personales y sociales

C. Este patrón persistente provoca malestar clínicamente significativo o deterioro


social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo

D. El patrón es estable y de larga duración, y su inicio se remonta al menos a la


adolescencia o al principio de la edad adulta

E. El patrón persistente no es atribuible a una manifestación o una consecuencia


de otro trastorno mental

F. El patrón persistente no es debido a los efectos fisiológicos directos de una


sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) ni a una enfermedad médica (p.
ej., traumatismo craneal)

Los individuos con trastornos de personalidad son altos consumidores de asistencia


médica por sintomatología sin diagnóstico claro, el trastorno converge en
numerosas ocasiones con otros tipos de alteraciones psiquiátricas y media en
complicaciones sociales, la sobreposición de síntomas y la dificultad de diferenciar
normalidad de anomalía en las conductas y rasgos evaluados, hace que tanto para
la medicina general, psiquiátrica, como laboral, se trata en muchas ocasiones de
personas de difícil manejo. Tratar estos trastornos es complicado porque el individuo
que lo sufre generalmente no lo percibe como anormal.

Es comúnmente aceptada una prevalencia en torno al 10-15% de la población


adulta, de los que casi la mitad corresponden a trastornos graves (antisocial, límite,
narcisista, paranoide y esquizoide). Por edades, los trastornos del grupo B son más
frecuentes en jóvenes, mientras que los grupos A y C se distribuyen de forma más
equilibrada. Respecto al género, los trastornos de personalidad narcisista y
antisocial son más frecuentes en hombres y los de tipo límite e histriónico en
mujeres.

La causa de estos trastornos aún no está bien definida, al igual que la de muchos
otros trastornos psiquiátricos, por lo que se trata de explicar desde una perspectiva
multifactorial, involucrando factores genéticos, biológicos, temperamentales y
sociales. Se hablan de teorías como la psicoanalítica que trata de explicar el origen
desde un fallo en el desarrollo psicosexual por lo que se generan mecanismos de
defensas inconscientes que caracterizan cada trastorno o también, la teoría
cognitivo social, donde nos dicen que las reacciones emocionales y conductas
aprendidas están ligadas a las contingencias medioambientales. En general existen
muchas teorías que quieren dar a entender el origen de estos trastornos.

El tratamiento es difícil, ya que estos trastornos no causan un estrés en el individuo,


normalmente se basa en la intervención psicofarmacológica, junto con una
intervención psicoterapéutica, tanto a nivel individual como familiar, acorde a las
peculiaridades de cada paciente, su motivación al cambio y al tipo concreto de
patología de la personalidad que presente. Los trastornos de la personalidad
generan una gran discapacidad en la población general y cuando coexisten con
otras enfermedades psiquiátricas empeoran el pronóstico y aumentan las tasas de
recurrencia de estas enfermedades.
Se clasifican en 3 grupos:

Clúster A: individuos con características extrañas y excéntricas

Paranoide: Desconfiado y suspicaz, interpreta las acciones de los otros como maliciosas.

Esquizoide: Pobres relaciones sociales y restricción en la expresión emocional en el plano


interpersonal.

Esquizotípico: Dificultades sociales e interpersonales, poca capacidad de establecer relaciones


cercanas, presenta distorsiones cognitivas o perceptivas y es excéntrico.

Clúster B: individuos con unas características distintivas alrededor de la emocionalidad, el


drama, conductas y emociones erráticas

Histriónico: Emotividad excesiva y búsqueda de atención.

Narcisista: Grandiosidad (en fantasía o comportamiento), necesidad de admiración y falta de


empatía.

Límite: Inestabilidad en las relaciones interpersonales, autoimagen, afecto y control de los


impulsos.

Antisocial: Desprecio y violación de los derechos de los demás, la mentira, el robo, el no pago de
sus deudas, el abandono de niños y personas dependientes.

Clúster C: individuos con apariencia ansiosa o temerosa

Evitativos: Inhibición social, sentimientos de inadecuación, hipersensibilidad a la evaluación


negativa.

Dependientes: Se sienten inadecuados, no toman sus propias decisiones, sumisos, evitan la


confrontación por temor a perder el apoyo.

Obsesivocompulsivos: Preocupados por el perfeccionismo, el orden, control interpersonal y mental,


a expensas de la flexibilidad, apertura y eficiencia.

En este documento abordaremos los trastornos de la personalidad tipo A; estos


comprenden individuos con características extrañas y excéntricas, entre las cuales
encontramos:

1. Trastorno paranoide de la personalidad.


2. Trastorno esquizoide de la personalidad.
3. Trastorno esquizotípico de la personalidad.

Los trastornos del grupo A son quizás algunos de los de mayor dificultad de manejo
en el lugar de trabajo, incluso, en ocasiones, su gravedad impide una correcta
inserción laboral. La expresividad de su sintomatología, sin embargo, suele permitir
su reconocimiento, detección y diagnóstico.

1. TRASTORNO PARANOIDE DE LA PERSONALIDAD


Este se caracteriza por un patrón generalizado de desconfianza injustificada y
recelo de los demás que implica interpretar sus motivos como hostiles o
dañinos.

Criterios para el diagnóstico:


A. Desconfianza y suspicacia intensa frente a los demás, de tal manera que sus
motivos se interpretan como malévolos, que comienzan en las primeras etapas
de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por
cuatro (o más) de los hechos siguientes:

1. Sospecha, sin base suficiente, de que los demás explotan, causen daño o
decepcionan al individuo.
2. Preocupación con dudas injustificadas acerca de la lealtad o confianza de los
amigos o colegas.
3. Poca disposición a confiar en los demás debido al miedo injustificado a que la
información se utilice maliciosamente en su contra.
4. Lectura encubierta de significados denigrantes o amenazadores en
comentarios o actos sin malicia.
5. Rencor persistente (es decir, no olvida los insultos, injurias o desaires).
6. Percepción de ataque a su carácter o reputación que no es apreciable por los
demás y disposición a reaccionar rápidamente con enfado o a contraatacar.
7. Sospecha recurrente, sin justificación, respecto a la fidelidad del cónyuge o la
pareja.

B. No se produce exclusivamente en el curso de la esquizofrenia, un trastorno


bipolar o un trastorno depresivo con características psicóticas, u otro trastorno
psicótico, y no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de otra afección
médica. Nota: Si los criterios se cumplen antes del inicio de la esquizofrenia, se
añadirá “previo,” es decir, “trastorno de la personalidad paranoide (previo).”

EPIDEMIOLOGÍA
Constituyen entre el 0.5% y el 2.5% de la población.
Los familiares de esquizofrénicos muestran una incidencia mayor.
Es más frecuente entre los hombres.
Presentan mayor frecuencia entre inmigrantes y sordos.

ETIOLOGÍA
Desconocida.
Mayor prevalencia en familias con esquizofrenia o trastornos delirantes, lo que
sugiere asociación genética.
DIAGNÓSTICO
Se muestran solemnes y desconcertados cuando se le somete a observación.
Tensión muscular.
Necesidad de evaluación continua del ambiente.
Sin sentido del humor.
Contenido del pensamiento, prejuicioso y con ideas de referencia.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
 Esquizofrenia, estos pacientes no presentan ideas delirantes ni síntomas
psicóticos, aunque tienen psicosis transitorias en situaciones estresantes.
 Trastorno delirante crónico tipo persecutorio: Se diferencia en que este tiene
un núcleo delirante único y mantiene un patrón de vida en otras áreas
estable.

CURSO
Algunos podrán ser diagnosticados posteriormente como esquizofrenia.
Curso crónico y estable, genera problemas en su vida social, de pareja y laboral.

TRATAMIENTO
Psicoterapia es el tratamiento de elección.
Se benefician de ansiolíticos o cursos cortos antipsicóticos en dosis bajas,
especialmente para psicosis transitorias.

2. TRASTORNO ESQUIZOIDE DE LA PERSONALIDAD


Este se caracteriza por un patrón general de desapego y desinterés general
en la relaciones sociales y una gama limitada de emociones en las relaciones
interpersonales.

Criterios para el diagnóstico:


A. Patrón dominante de desapego en las relaciones sociales y poca variedad de
expresión de las emociones en contextos interpersonales, que comienza en las
primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que
se manifiesta por cuatro (o más) de los hechos siguientes:
1. No desea ni disfruta las relaciones íntimas, incluido el formar parte de una
familia.
2. Casi siempre elige actividades solitarias.
3. Muestra poco o ningún interés en tener experiencias sexuales con otra
persona.
4. Disfruta con pocas o con ninguna actividad.
5. No tiene amigos íntimos ni confidentes aparte de sus familiares de primer
grado.
6. Se muestra indiferente a las alabanzas o a las críticas de los demás.
7. Se muestra emocionalmente frío, con desapego o con afectividad plana.

B. No se produce exclusivamente en el curso de la esquizofrenia, un trastorno


bipolar o un trastorno depresivo con características psicóticas, otro trastorno
psicótico o un trastorno del espectro del autismo, y no se puede atribuir a los
efectos fisiológicos de otra afección médica. Nota: Si los criterios se cumplen
antes del inicio de la esquizofrenia, se añadirá “previo,” es decir, “trastorno de la
personalidad esquizoide (previo).”

EPIDEMIOLOGÍA
Puede afectar entre un 0,5% a 7.5%, aunque no está claramente establecido.
Parece más frecuente entre hombres que en mujeres.
Mayor incidencia en familiares con esquizofrenia y trastorno esquizotípico de la
personalidad.

ETIOLOGÍA
Desconocida.
Presenta mayor prevalencia en familias con esquizofrenia o trastornos delirantes, lo
que sugiere una asociación genética.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
 Esquizofrenia: estos pacientes no presentan ideas delirantes, ni síntomas
psicóticos, aunque tienen psicosis transitorias.
 Trastorno esquizotípico de la personalidad: los pacientes con trastorno
esquizoide de la personalidad no tienen conductas excéntricas y pensamiento
mágico visto en el esquizotípico.
 Trastorno evitativo de la personalidad: los pacientes esquizoides son
solitarios, pero no desean, ni buscan tener una interacción social al contrario
de los pacientes evitativos.

CURSO
Curso generalmente crónico y estable.

TRATAMIENTO
El tratamiento de elección es la psicoterapia, la terapia de grupo tiene algún
beneficio. Bajas dosis de antipsicóticos (por cortos periodos) si se presentan
psicosis transitorias o antidepresivos si se presenta depresión comórbida.

3. TRASTORNO ESQUIZOTÍPICO DE LA PERSONALIDAD


Este se caracteriza por un patrón general de malestar intenso con las relaciones
personales y una menor capacidad de mantenerlas, distorsión cognitiva y perceptiva
y comportamiento excéntrico.

Criterios para el diagnóstico:


A. Patrón dominante de deficiencias sociales e interpersonales que se manifiesta
por un malestar agudo y poca capacidad para las relaciones estrechas, así como
por distorsiones cognitivas o perceptivas y comportamiento excéntrico, que
comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos
contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los hechos siguientes:

1. Ideas de referencia (con exclusión de delirios de referencia).


2. Creencias extrañas o pensamiento mágico que influye en el comportamiento y
que no concuerda con las normas subculturales (p. ej., supersticiones, creencia en
la clarividencia, la telepatía o un “sexto sentido”; en niños y adolescentes, fantasías
o preocupaciones extravagantes).
3. Experiencias perceptivas inhabituales, incluidas ilusiones corporales.
4. Pensamientos y discursos extraños (p. ej., vago, circunstancial, metafórico, super
elaborado o estereotipado).
5. Suspicacia o ideas paranoides.
6. Afecto inapropiado o limitado.
7. Comportamiento o aspecto extraño, excéntrico o peculiar.
8. No tiene amigos íntimos ni confidentes aparte de sus familiares de primer grado.
9. Ansiedad social excesiva que no disminuye con la familiaridad y tiende a
asociarse a miedos paranoides más que a juicios negativos sobre sí mismo.

B. No se produce exclusivamente en el curso de la esquizofrenia, un trastorno


bipolar o un trastorno depresivo con características psicóticas, otro trastorno
psicótico o un trastorno del espectro del autismo. Nota: Si los criterios se
cumplen antes del inicio de la esquizofrenia, se añadirá “previo,” p. ej., “trastorno
de la personalidad esquizotípico (previo).”

EPIDEMIOLOGÍA
Prevalencia del 3% en la población general.

ETIOLOGÍA
Desconocida.
Mayor prevalencia en familias con esquizofrenia o trastornos delirantes, lo que
sugiere una asociación genética.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
 Esquizofrenia: estos pacientes no presentan ideas delirantes, ni síntomas
psicóticos, aunque tienen psicosis transitorias.
 Trastorno esquizotípico de la personalidad: los pacientes con trastorno
esquizoide de la personalidad no tienen conductas excéntricas y pensamiento
mágico visto en el esquizotípico.

CURSO
El curso es crónico y estable, pero es posible desarrollar posteriormente una
esquizofrenia lo que haría pensar en síntomas prodrómicos de esquizofrenia.
TRATAMIENTO
La psicoterapia es el tratamiento de elección (desarrollar habilidades sociales).
Se requieren dosis bajas y por corto tiempo de antipsicóticos si se presentan
psicosis transitorias. Los antipsicóticos en dosis bajas disminuyen la ansiedad social
y la suspicacia en las relaciones interpersonales.

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