Memorial Abstracta
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PLURINACIONAL DE BOLIVIA
INTERPONE ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD
ABSTRACTA QUE SE INDICA.
OTROSI 1°.-ACREDITA LEGITIMACION
OTRSI 2°.- ADJUNTA NORMA IMPUGNADA
OTROSI 3°.- DOMICILIO
JAVIER JIMENEZ ROCHA, En mi condición de DIPUTADO DEL ESTADO PLURINACIONAL DE
BOLIVIA, mayor de edad, habil por derecho, con C.I.8560076 Pt. Con domicilio en la calle bolivar num. 56
de la zonz 3 del municipio de Llallagua, con correo electronico [email protected] ante sus autoridades
interpongo ACCION DE INCONTITUCIONAL ABSTRACTA EN CONTRA DEL ART. 193 Inc. C DE LA
LEY 548 de 17 DE JULIO DE 2014, con los fundamentos que a continuación expongo.
1. ACREDITA LEGITIMACION
En el marco de la legitimación activa que me otorga el articulo 202 numeral 1 de la CPE y de conformidad
con lo establecido por el artículo 104 numeral 2 de la ley del tribunal Constitucional del 6 de julio de 2010,
aspecto que a su vez es concordante con el articulo74 del Código Procesal Constitucional ley N° 254 del 5
de julio de 2012.
En ese sentido acredito la legitimación con la copia legalizada de mi Credencial que asi me habilita como
Diputado del Estado plurinacional de Bolivia de la circuncripcion N° 39 de la provincia Rafael Bustillo.
La doctrina constitucional reconoce que la presuncion de inocencia en sus origenes se tomó como un estado
de pureza absoluta; la lectura fue ideológica: se afirma que las personas al nacer llegan al mundo inocentes, y
ese estado pervive en su existencia hasta la muerte. La aplicación en el proceso penal de esta idea se
transmite con igual intensidad: sólo la sentencia judicial puede variar el estado de inocencia. Y por eso
cuando el juez "absuelve", declara y confirma dicho estado de inocencia; mientras que la "condena" es
constitutiva, pues a partir de ello nace un estado jurídico nuevo.
Luigi Lucchini señalará que la presunción de inocencia es un "corolario lógico del fín racional asignado al
proceso" y la " primera y fundamental garantía que el procesamiento asegura al ciudadano: presunción
juris, como suele decirse, esto es, hasta prueba en contrario”
Ferrajoli determina que la presunción de inocencia expresa a lo menos dos significados garantistas a los
cuales se encuentra asociada que son "la regla de tratamiento del imputado, que excluye o restringe al
máximo la limitación de la libertad personal" y "la regla del juicio, que impone la carga acusatoria de la
prueba hasta la absolución en caso de duda”.
Para Nogueira Alcalá, la presunción de inocencia es así el derecho que tienen todas las personas a que se
considere a priori como regla general que ellas actúan de acuerdo a la recta razón, comportándose de acuerdo
a los valores, principios y reglas del ordenamiento jurídico, mientras un tribunal no adquiera la convicción, a
través de los medios de prueba legal, de su participación y responsabilidad en el hecho punible determinada
por una sentencia firme y fundada, obtenida respetando todas y cada una de las reglas del debido y justo
proceso, todo lo cual exige aplicar las medidas cautelares previstas en el proceso penal en forma restrictiva,
para evitar el daño de personas inocentes mediante la afectación de sus derechos fundamentales, además del
daño moral que eventualmente se les pueda producir.
Gozaine indica que el principio de inocencia es un derecho del imputado, pero nunca una franquicia para su
exculpación. Esto significa que la producción probatoria y el sistema de apreciación que tengan los jueces
integran, en conjunto, el principio de razonabilidad que se espera de toda decisión judicial.
Al respecto, consideramos a la presunción de inocencia como una garantía individual; como un derecho
público contenido en la Constitución, a favor de las personas, que exige que sea ante la autoridad que esté (de
competencia penal o no) y ante el procedimiento que se le sujete (igualmente, penal o no), no se considere
verosímil la atribución de cargos relacionados con la comisión de delitos, salvo decisión contraria emitida por
un tribunal competente dentro de la observancia del debido proceso, así como, el ser considerados como
excepcionales aquellas medidas que restringen la libertad del imputado o sus demás derechos
constitucionales. Es un poderoso baluarte de la libertad individual para poner freno a los atropellos a ella y
proveer a la necesidad de seguridad jurídica.
Supremacía constitucional
Bajo este criterio, la doctrina constitucional ha señalado que la Supremacía de la Constitución puede ser
entendida en un sentido fáctico, propio de la constitución material y que significa que dicha constitución o
derecho constitucional material es el fundamento y la base de todo el orden jurídico – político de un Estado.
Y por otra parte, en un sentido, formal desde el cual la supremacía constitucional, apunta la noción de que la
Constitución formal, revestida de supralegalidad, obliga a que las normas se ajusten a ella.
Es decir que esto implica una formulación de deber ser, es decir que todo el orden jurídico – político del
Estado debe ser congruente o compatible con la constitución. En este entendido, la supremacía constitucional
supone una gradación jerárquica del orden jurídico derivado, que se escalona en planos distintos, los más
altos subordinan a los inferiores y todo el conjunto se debe subordinar a la Constitución.
Cuando esa relación de coherencia se rompe, hay un vicio o defecto que llamamos inconstitucionalidad, y así
esa norma debe ser separada a través del control posterior, que expulsa la norma íntegra ó el “enunciado
impugnado” de la ley cuestionada, en otras palabras, la supremacía constitucional importa que los actos que
infringen la constitución no valen, o lo que es lo mismo, que son inconstitucionales, por lo que para defender
y restaurar la supremacía constitucional violada, la norma cuestionada debe ser expulsada.
Ahora bien, la CPE, a través del Art. 410, sienta la supremacía constitucional de sus normas sobre otras de
menor rango al establecer que la “Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico boliviano y
goza de primacía frente a cualquier disposición”. De esa manera la Sentencia Constitucional 0096/2011-R de
21 de febrero, establece que: “(…) es preciso señalar que, la Constitución Política del Estado y sus
disposiciones, a partir de su promulgación el 7 de febrero de 2009, se constituye en la Ley Fundamental y
fundamentadora del ordenamiento jurídico del nuevo Estado boliviano, acogiendo en su contexto valores y
principios propios de la realidad sobre la cual se cimienta la convivencia social en un Estado Social y
Democrático de Derecho, en consecuencia, todas las normas inferiores deben adecuarse a lo prescrito por
ella, pudiendo inclusive, operar hacia el pasado, por cuanto su ubicación en la cúspide del ordenamiento
jurídico implica que es éste el que tiene que adecuarse a aquélla, pues sus preceptos deben ser aplicados en
forma inmediata, salvo que la propia Constitución disponga otra cosa, en resguardo de una aplicación
ordenada y de los principios constitucionales”.
Sobre este particular, dentro de los alcances del principio de jerarquía constitucional, el Tribunal
Constitucional, ha desarrollado una línea jurisprudencial amplia expresada en Sentencias Constitucionales,
como la SC 0354/2005-R de 12 de abril, expresando que:“(...) este Tribunal, en las SSCC 0013/2003 y
0060/2003, sobre el principio de jerarquía normativa y los límites de la potestad reglamentaria del órgano
ejecutivo, ha establecido: (...) Que, uno de los principios fundamentales inherentes al Estado Democrático de
Derecho es el principio de la jerarquía, el cual consiste en que la estructura jurídica de un Estado se basa en
criterios de niveles jerárquicos que se establecen en función de sus órganos emisores, su importancia y el
sentido funcional; de manera que una norma situada en un rango inferior no puede oponerse a otra de
superior rango (…)”.
De tal forma, que a partir de lo señalado por la doctrina y la jurisprudencia podemos manifestar que el
principio de supremacía constitucional y jerarquía normativa, contenidos en el Art. 410.II de la Constitución
Política del Estado, supone una gradación jerárquica del orden jurídico derivado, que se escalona en planos
distintos, los más altos subordinan a los inferiores y todo el conjunto se debe subordinar a la Constitución. De
tal forma que una norma inferior, como una ley no puede contravenir lo que establece la norma suprema.
El estado jurídico de inocencia, conocido por todos como “presunción de inocencia”, es uno de los elementos
esenciales del proceso penal que conforma una de las principales directrices de un moderno modelo de
enjuiciamiento.
La presunción de inocencia se encuentra garantizada en nuestra Constitución Política del Estado en el art.
116.I, que señala:
”I. Se garantiza la presunción de inocencia. Durante el proceso, en caso de duda sobre la norma aplicable,
regirá la más favorable al imputado o procesado”
La presunción de inocencia es un postulado básico de todo ordenamiento jurídico procesal, instituido como
garantía constitucional en nuestro país en el art. 116.I de la CPE, que establece la presunción de inocencia del
encausado mientras no se pruebe su culpabilidad.
No solo la norma fundamental es la que garantiza la presunción de inocencia, sino también la norma procesal
penal en su art. 6 que señala: “(PRESUNCION DE INOCENCIA). Todo imputado será considerado
inocente y tratado como tal en todo momento, mientras no se declare su culpabilidad en sentencia
ejecutoriada.
No se podrá obligar al imputado a declarar en contra de sí mismo y su silencio no será utilizado en su
perjuicio.
La carga de la prueba corresponde a los acusadores y se prohíbe toda presunción de culpabilidad.
En el caso del rebelde, se publicaran únicamente los datos indispensables para su aprehensión” (las negrillas
son nuestras).
También en el art. 116 del mismo Código, se garantiza la presunción de inocencia cuando señala: “Los actos
del proceso será públicos.
En el marco de las responsabilidades establecidas por la Ley de Imprenta, las informaciones periodísticas
sobre un proceso penal se abstendrán de presentar al imputado como culpable, en tanto no recaiga sobre él
una sentencia condenatoria ejecutoriada…”.
Como se puede observar, la garantía de la presunción de inocencia, consagrada en el art. 116.I de la CPE, fue
complementada y enriquecida con la presunción de inocencia establecida en los arts. 6 y 116 del CPP, donde
se estableció que el imputado debe ser considerada y tratado como inocente en todo momento, mientras no
sea declarado su culpabilidad en sentencia ejecutoriada, más aún todavía cuando la norma mencionada,
establece una prohibición de presunción de culpabilidad y cuando se prohíbe en la información periodística,
presentar al imputado como culpable, en tanto no recaiga sobre él una sentencia condenatoria ejecutoriada.
Las normas internacionales también establecen la presunción de inocencia, así la Declaración Universal de
los Derechos Humanos de 10 de diciembre de 1948, en su art. 11.1 señala: “Toda persona acusada de delito
tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en
juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa”.
Por su parte el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, en su art. 14.2, también garantiza la
presunción de inocencia cuando señala: “Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma
su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley”.
Por su parte la Convención Americana sobre Derechos Humanos “Pacto de San José de Costa Rica” de 22 de
noviembre de 1969, garantiza la presunción de inocencia en su art. 8.2 cuando señala: “Toda persona
inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su
culpabilidad.
Por todo lo expuesto el art. 193 inc. “c” de la ley 548, Codigo Niña,Niño y Adolecente de 17 de julio de
2014, es totalmente comtrario a la CPE Art. 116-I.
5. PETITORIO.
Con los fundamentos expuestos ante vuestras autoridades ,de coformidad con art. 202 de la CPE y el art. 410
-II del mismo cuerpo legal y el artículo 74 del Código Procesal Constitucional (Ley 254 de 5 de julio de
2012),
INTERPONGO ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD CONTRA EL
Art. 193 inc. “c” de la ley 548 Codigo Niña, Niño y Adolecente de 17 de julio de 2014 ; por contrariar y
bulnerar el derecho a la presuncion de la inocencia establecido en la CPE en el CPP Art. 6 y los tratados
internacionale, solicitando se proceda a la admision y previos los tramites de ley,SE DECLARE EN
SENTENCIA LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA NORMA IMPUCNADA CON LOS EFECTOS
PREVISTOS EN EL ARTICULO 78 -II DEL CODIGO PROCESAL CONSRITUCIONAL..
OTROSÍ 1º: La personería del accionante se acredita mediante:
Resolución de la Asamblea Legislativa Plurinacional: R.A.L.P. N° 002/2010-2011 de 30 de
abril de 2010.
Acta de la Asamblea Legislativa Plurinacional de fecha 13 de mayo de 2010.
OaTROSI 2°: Se. Adjuntan la Ley 548 del 17 de julio de 2014. que son impugnados en los artículos
mencionados en la presente acción abstracta
de inconstitucionalidad.
OTROSÍ 3º: Se señala domicilio de la procesal en la calle bolivar N°56 del municipio de llallagua
OTROSI 4°: cualquier otra carga y obligaciones ,para acreditar este extremo se adjunta al presente memorial
la documentacion que se señala en fotocopia simple.