Esculturas Parque San Francisco

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LA TORERA

Nos encontramos ante una de las múltiples esculturas urbanas que del Parque San
Francisco, en la zona del parque que da a la calle Uría, frente de la Plaza de la Escandalera. Fue
realizada en bronce en el año 2002 por el escultor ovetense Mauro Álvarez Fernández.

Esta escultura representa a Josefa Carril, una popular fotógrafa que vivía en Oviedo y
trabajaba junto con su marido, Antonio Hernández, haciendo fotografías en este parque a la
burguesía de la época.

En la escultura aparece Josefa junto a su cámara fotográfica y el trípode, una silla y un caballito
(que era de cartón y le servía para mantener distraídos a los niños mientras realizaba el
retrato). El nombre de "torera" le viene por el tipo de calzado que siempre usaba esta
fotógrafa.

AMOR Y DOLOR
Fue realizada en piedra en 1925 por Víctor Hevia, con la intervención del marmolista
Cabal. Se realizaron dos copias que el autor llevó a cabo de parte del monumento a los héroes
de la Guerra de la Independencia, encargada por el Ayuntamiento de Tarragona. Estas
esculturas fueron pagadas y donadas a posteriori al Ayuntamiento por el marqués de Rodriga,
en aquel entonces Concejal de Parques y Jardines de Oviedo.

Flanquean una de las escaleras que dan acceso al Campo San Francisco desde el Paseo
de los Álamos, que fueron inaugurados en 1925.

BUSTO A JUAN RODRÍGUEZ MUÑIZ


Otra de las obras de Víctor Hevia Granda, que no quiso percibir remuneración al ser
discípulo del representado, y fue costeada por un grupo de alumnos de Juan Rodríguez Muñíz
en 1927 como homenaje al que fuera maestro varias generaciones de artistas ovetenses en su
escuela de la calle Campomanes, de donde fueron discípulos Ramón Pérez de Ayala y Juan
Ochoa, rindiendo así homenaje a todos los maestros particulares.

SAN FRANCISCO DE ASÍS


 
Esta escultura está dedicada a San Francisco de Asís quien, según la leyenda, pasó por
Oviedo en el siglo XIII recorriendo el Camino de Santiago y es una reproducción de la estatua
de Pedro de Mena existente en la Catedral de Toledo. Aparece representado con vestimenta
sobria, las manos ocultas bajo las mangas y descalzo.
 
En el pedestal se puede leer: «A la memoria de San Francisco de Asís --que peregrinó
en ésta camino de Santiago--, inspiró a su compañero el beato fray Pedro Compadre la
fundación del desaparecido convento de menores, cuya huerta fue llamada siempre Campo
San Francisco, y es el único vestigio de esta antigua fundación de la noble ciudad de Oviedo, IV-
X-MCMXLIX».

MAFALDA
Fue realizada por el escultor  Pablo Irrgang, la pieza es gemela de la que desde hace
años existe en el barrio porteño de San Telmo en Buenos Aires. Aparece representada
pensativa y sentada en un banco, está fabricada en resina epoxi reforzada con fibra de vidrio,
un material perfecto para soportar las inclemencias del tiempo en esta zona. Esta coloreada y
mide 80 centímetros.

MONUMENTO A LEOPOLDO ALAS “CLARÍN”


Esta obra fue inaugurada en 1931. Realizada en piedra, es una obra de Manuel Álvarez
Laviada, que diseñó una pequeña plaza con una fuente rodeando la pieza principal. En su parte
posterior se representa una figura femenina semidesnuda, mientras en la parte frontal se sitúa
el busto del escritor Leopoldo Alas ¨Clarín¨, obra de Víctor Hevia. Tras los daños sufridos en la
Guerra Civil fue reconstruido sustituyendo la figura esculpida de Manuel Álvarez Laviada por
una inscripción.

MONUMENTO A JOSÉ TARTIERE


El empresario José Tartiere Lenegre impulsó la industrialización asturiana. Tras su muerte, un
grupo de amigos fomentó la realización de este monumento en su recuerdo. Inaugurado en
1933, también obra de Víctor Hevia Granda, y consta de una escultura en bronce de José
Tartiere en un conjunto de escalinata en cuya parte posterior hay un conjunto con perfiles de
trabajadores. Se completa la obra con cuadro figuras en piedra de obreros que coronan, dos a
dos, el monumento en sus esquinas, obra de Manuel Álvarez Laviada. Está ubicado en el Paseo
de los Álamos.
MONUMENTO A MARQUÉS DE SANTA CRUZ
La obra consiste en un busto realizado por Vicente Menéndez-Santarúa Prendes y está
dedicado a Álvaro Navia Osorio, III Marqués de Santa Cruz de Marcenado, ilustre tratadista
militar, siendo inaugurado en 1984.

MONUMENTO AL GENERAL SABINO FERNÁNDEZ DEL CAMPO


La escultura, hecha en bronce, es obra de Víctor Ochoa, y está datada en 1997. El
general Sabino Fernández Campo, conde de Latores, secretario (1977-1990) y jefe (1990-1993)
de la Casa del Rey y desde el 8 de enero de 1993 consejero privado vitalicio, por
nombramiento del rey Juan Carlos I. Este último cargo le proporcionó una profunda relación
con el entonces príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, y la comunidad autónoma cuyo título
ostenta, siendo uno de los principales impulsores de la creación de la Fundación Príncipe de
Asturias.

El busto de bronce, realizado en la Fundición Yunta, fue costeado por donaciones


privadas y particulares, y es característico de la obra de Víctor Ochoa, quien pudo contar con el
propio Fernández Campo como modelo.

BUSTO DE MANUEL FERNÁNDEZ AVELLO


Esta obra se ubica en el Campo de San Francisco, en las inmediaciones de la zona de
juegos infantiles y a la vista de la calle Conde Toreno. Está hecha en bronce, con acabado
oxidado, es obra de Vicente Menéndez Prendes "Santarúa", y está datada en 2003. Consiste en
un busto de considerables dimensiones, colocado sobre una peana de piedra, y en cada cara
del pedestal hay una placa donde figuran monumentos de la ciudad: la Universidad de Oviedo,
el mercado del Fontán, San Isidoro El Real, la Foncalada, San Julián de los Prados, Santa María
del Naranco, la Cruz de los Ángeles y el desaparecido carbayón, con su nombre en relieve y su
traducción al braille.

BUSTO DE JUAN MUÑIZ


Hecha completamente en mármol, es obra de Víctor Hevia Granda, y está datada en
1927. Costeada por un grupo de alumnos de Juan Rodríguez Muñiz (pedagogo natural del
concejo o municipio asturiano de Allande, que estudió Magisterio y ejerció luego en Oviedo
durante cerca de 50 años) en 1927. La obra rinde homenaje a todos los maestros particulares
que han ayudado a engrandecer las miras y los conocimientos de tantos alumnos a los largo
del tiempo. Víctor Hevia esculpió esta figura sin remuneración, ya que también él había sido
discípulo del homenajeado, al igual que el escritor Ramón Pérez de Ayala o el alcalde de
Oviedo José María Fernández Ladreda, quien además fue uno de los promotores del
monumento.
El busto original fue objeto de actos de vandalismo que hicieron imposible su
restauración, razón por la cual fue sustituido por una réplica en mármol del país, instalándose
sobre la peana en un acto que tuvo lugar el 3 de abril de 1987. La réplica se hizo sobre un
boceto de Mauro Álvarez, que también hizo el remate, pese a que la escultura fue realizada
por Andrés Rodríguez Cuesta en un taller de Bonielles.

TORSO DE FRUELA I
La escultura, hecha en bronce, es obra de Miguel Berrocal, y está datada en 1998. La
obra es un homenaje al rey Fruela I (757-768), hijo de Ermesinda y de Alfonso I, a quien
sucedió en el trono asturiano. Está instalada sobre un alto pedestal y es representativa de la
llamada “escultura desmontable”, ya que está compuesta por diversas piezas que encajan y
ensamblan a la perfección.

MONUMENTO A PAULINO VICENTE


Esta es una obra de Félix Alonso Arena y fue donada a la ciudad por el propio pintor,
ubicándose en el Parque San Francisco en 1988.

MATERNIDAD
Ubicada en una zona verde, junto al estanque del Campo de San Francisco y hecha en
bronce, es obra de Félix Alonso Arena, y está datada en 2003. El artista cedió los derechos al
Ayuntamiento para que pudiera realizar una reproducción en bronce de su original. Es de
menor tamaño que el natural y con una gran sencillez muestra a una mujer, descalza, sentada
tendiendo los brazos hacia el niño (que también está descalzo) que la mira.

LA ENCARNA CON CHIQUILÍN


Ubicada en el cruce de la calle Uría con la de Marqués de Santa Cruz y está hecha en
bronce. Es obra de Sebastián Miranda, y está datada en 1955. Se trata de una copia moderna
que se realizó póstumamente por parte del Ayuntamiento de Oviedo una vez pagados todos
los derechos sobre esta y otras obras de Sebastián Miranda. La copia es de mayor tamaño que
el original, y viene a ser un homenaje a la maternidad. Está la firma del autor: «S. Miranda» y
se realizó en la fundición “Arte Seis” de Madrid.

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