El Mito Del Contagio PDF
El Mito Del Contagio PDF
El Mito Del Contagio PDF
Versión en ingles
1
El
Mito
del
contagio
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2020
por
Thomas
S.
Cowan,
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y
Sally
Fallon
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10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
Los
datos
de
catalogación
de
la
Biblioteca
del
Congreso
están
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en
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ISBN
impreso:
978-‐1-‐5107-‐6462-‐0
ISBN
libro
electrónico:
978-‐1-‐5107-‐6464-‐4
Impreso
en
los
Estados
Unidos
de
América
2
PREFACIO
INTRODUCCIÓN
CONTENIDO
Parte
1:
EXPONIENDO
LA
TEORÍA
DE
GERMEN
CAPÍTULO
1:
EL
CONTAGIO
La
pelota
de
ping-‐pong
y
la
pared;
los
postulados
de
Koch;
los
postulados
de
Rivers;
Louis
Pasteur
y
cómo
hizo
trampa.
CAPITULO
2:
ELECTRICIDAD
Y
ENFERMEDAD
Los
primeros
experimentos
eléctricos;
la
electrificación
global
y
la
gripe;
la
radio
mundial
y
la
gripe
española;
la
gripe
española
no
fue
contagiosa;
los
teléfonos
móviles
y
el
aumento
de
las
muertes;
la
implantación
del
5G
y
la
propagación
del
Covid-‐19;
los
síntomas
de
la
sensibilidad
eléctrica;
las
pruebas
de
los
daños
de
la
tecnología
de
ondas
milimétricas.
CAPÍTULO
3:
PANDEMIAS
Los
cometas
y
la
peste
negra;
los
venenos
de
los
insectos
y
las
toxinas
ambientales;
el
doctor
Charles
Campbell
resuelve
el
enigma
de
la
viruela;
los
murciélagos
contra
los
mosquitos;
Robert
Koch
sobre
la
tuberculosis
y
cómo
la
engañó;
las
observaciones
del
doctor
Weston
Price
sobre
la
tuberculosis;
la
polio
y
el
DDT;
la
parálisis
inducida
por
las
vacunas;
las
enfermedades
de
los
nativos
americanos;
Stefan
Lanka
y
el
virus
del
sarampión.
CAPÍTULO
4:
DEL
SIDA
AL
COVID
De
la
guerra
contra
el
cáncer
a
la
guerra
contra
el
sida;
las
verdaderas
causas
del
sida;
el
AZT
para
los
enfermos
de
sida;
el
brote
de
Covid
en
Wuhan;
la
investigación
china
no
encuentra
un
virus.
CAPÍTULO
5:
LA
ESTAFA
DE
LAS
PRUEBAS
El
mundo
de
Alicia
en
el
País
de
las
Maravillas
de
las
pruebas
de
coronavirus;
la
historia
de
Stefan
Lanka;
la
caza
fallida
del
coronavirus;
la
prueba
PCR
frente
al
patrón
oro;
las
pruebas
de
anticuerpos.
CAPÍTULO
6:
EXOSOMAS
Louis
Pasteur
y
la
teoría
del
contagio;
el
darwinismo
social;
los
microscopios
y
los
gérmenes;
los
exosomas
son
virus;
el
miedo
y
el
estrés
producen
exosomas;
la
naturaleza
una
empresa
cooperativa.
CAPÍTULO
7:
LA
RESONANCIA
La
virología
y
la
bifurcación
del
camino;
la
naturaleza
de
la
vida;
el
descubrimiento
de
la
resonancia;
la
resonancia
y
las
enfermedades
infantiles;
la
resonancia
y
la
evolución.
3
Parte
2:
¿QUÉ
CAUSA
LA
ENFERMEDAD?
CAPÍTULO
8:
EL
AGUA
Los
trabajos
de
Gerald
Pollack
y
Gilbert
Ling;
las
cuatro
fases
del
agua;
el
agua
y
los
procesos
eléctricos
en
la
célula;
las
características
del
agua
vital.
CAPÍTULO
9:
LA
ALIMENTACIÓN
Los
aceites
vegetales;
las
grasas
animales
y
la
integridad
de
las
membranas
celulares;
el
5G
y
el
agotamiento
de
la
niacina;
los
alimentos
desplazados
del
comercio
moderno;
las
dietas
basadas
en
plantas;
la
leche
cruda;
el
caldo
de
huesos,
los
alimentos
fermentados;
la
sal;
el
horno
microondas.
CAPÍTULO
10:
TOXINAS
Las
toxinas
en
el
mundo
antiguo;
las
toxinas
modernas;
las
toxinas
en
los
alimentos;
los
medicamentos
modernos;
el
glifosato
y
los
biocombustibles;
la
era
del
aluminio;
las
toxinas
en
las
vacunas.
CAPÍTULO
11:
MENTE,
CUERPO
Y
EL
PAPEL
DEL
MIEDO
La
toxina
más
extendida
y
omnipresente
de
la
era
moderna;
la
creación
de
nuestro
mundo
a
partir
de
nuestra
conciencia;
cómo
el
miedo
y
las
mentiras
conducen
a
la
enfermedad.
Parte
3:
ELECCIONES
CAPÍTULO
12:
CUESTIONANDO
A
COVID
Las
cifras:
¿se
subestima
o
se
sobreestima
el
Covid?;
síntomas
alarmantes;
tratamiento;
máscaras;
distanciamiento
social;
5G
y
la
aparición
del
contagio.
CAPÍTULO
13:
UNA
VACUNA
PARA
EL
COVID-‐19
Jenner
y
la
vacuna
contra
la
viruela;
Pasteur
y
la
vacuna
contra
la
rabia;
la
doctrina
de
la
inmunidad;
la
fabricación
de
las
vacunas
modernas;
los
problemas
de
la
vacuna;
una
nueva
etiqueta;
la
limpieza
del
electro-‐smog.
CAPÍTULO
14:
EL
5G
Y
EL
FUTURO
DE
LA
HUMANIDAD
¿Qué
es
el
hombre?;
el
5G
y
el
futuro
de
la
Tierra.
EPÍLOGO
APÉNDICE
A:
APÉNDICE
SOBRE
EL
AGUA
B:
APÉNDICE
DE
BIOGEOMETRÍA
Y
MITIGACIÓN
DE
EMF
C:
¿QUÉ
COMER?
Notas
finales
Agradecimientos
Otros
libros
de
los
autores
Índice
Traducción
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4
PREFACIO
de
Sally
Fallon
Morell
Desde
los
albores
de
la
raza
humana,
los
curanderos
y
los
médicos
se
han
preguntado
por
la
causa
de
las
enfermedades,
especialmente
de
las
que
llamamos
"contagios".
Numerosas
personas
enferman
con
síntomas
similares,
todas
al
mismo
tiempo.
¿Sufre
la
humanidad
estos
brotes
a
manos
de
un
dios
enfadado
o
de
un
espíritu
maligno?
¿Una
perturbación
de
la
atmósfera?
¿Un
miasma?
¿Nos
contagiamos
de
otros
o
de
alguna
influencia
externa?
Con
la
invención
del
microscopio
en
1670
y
el
descubrimiento
de
las
bacterias,
los
médicos
tuvieron
un
nuevo
candidato
para
culpar:
diminutos
organismos
unicelulares
que
los
humanos
podían
transmitirse
de
unos
a
otros
por
contacto
y
exhalación.
Pero
la
teoría
de
los
gérmenes
de
las
enfermedades
no
se
impuso
hasta
doscientos
años
después
con
el
célebre
científico
Louis
Pasteur
y
pronto
se
convirtió
en
la
explicación
de
la
mayoría
de
las
enfermedades.
El
reconocimiento
de
las
deficiencias
nutricionales
como
causa
de
enfermedades
como
el
escorbuto,
la
pelagra
y
el
beriberi
tardó
décadas
porque
la
teoría
de
los
gérmenes
se
convirtió
en
la
explicación
de
todo
lo
que
aflige
al
ser
humano.
Como
lamentó
Robert
R.
Williams,
uno
de
los
descubridores
de
la
tiamina
(vitamina
B1),
"todos
los
médicos
jóvenes
estaban
tan
impregnados
de
la
idea
de
la
infección
como
causa
de
la
enfermedad
que,
en
la
actualidad,
llegó
a
aceptarse
como
algo
casi
axiomático
que
la
enfermedad
no
podía
tener
otra
causa
[que
los
microbios]".
La
preocupación
de
los
médicos
por
la
infección
como
causa
de
la
enfermedad
fue,
sin
duda,
la
responsable
de
que
se
dejara
de
prestar
atención
a
la
alimentación
como
factor
causal
del
beriberi".1
Durante
la
pandemia
de
gripe
española
de
1918,
el
ejemplo
más
mortífero
de
un
contagio
en
la
historia
reciente,
los
médicos
se
esforzaron
por
explicar
el
alcance
mundial
de
la
enfermedad.
Se
calcula
que
enfermó
a
quinientos
millones
de
personas
-‐alrededor
de
un
tercio
de
la
población
del
planeta-‐
y
mató
a
entre
veinte
y
cincuenta
millones
de
personas.
Parecía
aparecer
espontáneamente
en
diferentes
partes
del
mundo,
afectando
a
los
jóvenes
y
a
los
sanos,
incluidos
muchos
militares
estadounidenses.
Algunas
comunidades
cerraron
escuelas,
negocios
y
teatros;
se
ordenó
a
la
gente
que
llevara
máscaras
y
se
abstuviera
de
dar
la
mano,
para
detener
el
contagio.
¿Pero
era
contagioso?
Las
autoridades
sanitarias
de
la
época
creían
que
la
causa
de
la
gripe
española
era
un
microorganismo
llamado
bacilo
de
Pfeiffer,
y
se
interesaban
por
la
cuestión
de
cómo
podía
propagarse
el
organismo
tan
rápidamente.
Para
responder
a
esa
pregunta,
los
médicos
del
Servicio
de
Salud
Pública
de
EE.UU.
intentaron
infectar
a
cien
voluntarios
sanos
de
entre
dieciocho
y
veinticinco
años
recogiendo
secreciones
mucosas
de
la
nariz,
la
garganta
y
las
vías
respiratorias
superiores
de
los
enfermos2.
Transfirieron
estas
secreciones
a
las
narices,
bocas
y
pulmones
de
los
voluntarios,
pero
ninguno
de
ellos
sucumbió;
se
inyectó
sangre
de
donantes
enfermos
en
la
sangre
de
los
voluntarios,
pero
éstos
permanecieron
obstinadamente
sanos;
por
último,
instruyeron
a
los
afligidos
para
que
respiraran
y
tosieran
sobre
los
voluntarios
sanos,
pero
los
resultados
fueron
los
mismos:
la
gripe
española
no
era
contagiosa,
y
los
médicos
no
podían
culpar
a
la
bacteria
acusada.
5
Pasteur
creía
que
el
cuerpo
humano
sano
era
estéril
y
que
sólo
enfermaba
cuando
era
invadido
por
bacterias,
una
opinión
que
dominó
la
práctica
de
la
medicina
durante
más
de
un
siglo.
En
los
últimos
años
hemos
sido
testigos
de
una
inversión
completa
del
paradigma
médico
reinante:
que
las
bacterias
nos
atacan
y
nos
hacen
enfermar.
Hemos
aprendido
que
el
tracto
digestivo
de
una
persona
sana
contiene
hasta
dos
kilos
de
bacterias,
que
desempeñan
muchas
funciones
beneficiosas:
nos
protegen
contra
las
toxinas,
apoyan
al
sistema
inmunitario,
ayudan
a
digerir
los
alimentos,
crean
vitaminas
e
incluso
producen
sustancias
químicas
que
nos
hacen
sentir
bien.
Bacterias
que
recubren
la
piel
y
revisten
el
tracto
vaginal
desempeñan
funciones
igualmente
protectoras.
Estos
descubrimientos
cuestionan
muchas
de
las
prácticas
médicas
actuales,
desde
los
antibióticos
hasta
el
lavado
de
manos.
De
hecho,
los
investigadores
se
han
visto
cada
vez
más
frustrados
en
sus
intentos
de
demostrar
que
las
bacterias
nos
hacen
enfermar,
excepto
como
coactores
en
condiciones
extremadamente
antinaturales.
Los
virus
han
entrado
en
escena:
Louis
Pasteur
no
encontró
una
bacteria
que
pudiera
causar
la
rabia
y
especuló
con
un
patógeno
demasiado
pequeño
para
ser
detectado
por
los
microscopios.
Las
primeras
imágenes
de
estas
minúsculas
partículas
-‐alrededor
de
una
milésima
parte
del
tamaño
de
una
célula-‐
se
obtuvieron
con
la
invención
del
microscopio
electrónico
en
1931.
Estos
virus
-‐del
latín
virus
para
"toxina"-‐
se
asumieron
inmediatamente
como
peligrosos
"agentes
infecciosos".
Un
virus
no
es
un
organismo
vivo
que
pueda
reproducirse
por
sí
mismo,
sino
un
conjunto
de
proteínas
y
fragmentos
de
ADN
o
ARN
encerrados
en
una
membrana.
Como
se
ven
dentro
y
alrededor
de
las
células
vivas,
los
investigadores
asumieron
que
los
virus
se
replican
sólo
dentro
de
las
células
vivas
de
un
organismo.
La
creencia
es
que
estos
virus
ubicuos
"pueden
infectar
todo
tipo
de
formas
de
vida,
desde
animales
y
plantas
hasta
microorganismos,
incluyendo
bacterias
y
arqueas".3
Difíciles
de
separar
y
purificar,
los
virus
son
un
cómodo
chivo
expiatorio
para
las
enfermedades
que
no
se
ajustan
al
modelo
bacteriano.
Los
resfriados,
la
gripe
y
la
neumonía,
antes
consideradas
enfermedades
exclusivamente
bacterianas,
se
achacan
ahora
a
menudo
a
un
virus.
¿Es
posible
que
los
científicos
descubran
algún
día
que
estas
partículas,
al
igual
que
las
antaño
denostadas
bacterias,
desempeñan
un
papel
beneficioso?
De
hecho,
los
científicos
ya
lo
han
hecho,
pero
las
viejas
ideas,
especialmente
las
que
prometen
beneficios
de
los
medicamentos
y
las
vacunas
-‐la
mentalidad
de
"un
bicho,
un
medicamento"-‐
mueren
con
fuerza.
Hoy
en
día,
la
premisa
de
que
el
coronavirus
es
contagioso
y
puede
causar
enfermedades
ha
servido
de
justificación
para
cerrar
naciones
enteras,
destruir
la
economía
mundial
y
dejar
sin
trabajo
a
cientos
de
miles
de
personas.
Pero,
¿es
contagioso?
¿Puede
una
persona
transmitir
el
coronavirus
a
otras
y
hacerlas
enfermar?
¿O
hay
algo
más,
alguna
influencia
externa,
que
está
causando
la
enfermedad
en
las
personas
vulnerables?
Estas
preguntas
incomodan
a
los
responsables
de
la
sanidad
pública
-‐incluso
les
enfadan-‐
porque
todo
el
impulso
de
la
medicina
moderna
se
basa
en
la
premisa
de
que
los
microorganismos
-‐microorganismos
transmisibles-‐
causan
enfermedades.
Desde
los
antibióticos
hasta
las
vacunas,
desde
las
mascarillas
hasta
el
distanciamiento
social,
la
mayoría
de
la
gente
se
somete
de
buen
grado
a
estas
6
medidas
para
protegerse
a
sí
misma
y
a
los
demás.
Cuestionar
el
principio
subyacente
del
contagio
es
cuestionar
el
fundamento
de
la
atención
médica.
Estoy
encantado
de
unirme
a
mi
colega
Tom
Cowan
en
la
creación
de
esta
exposición
del
mito
médico
moderno:
que
los
microorganismos
causan
enfermedades
y
que
éstas
pueden
transmitirse
de
una
persona
a
otra
a
través
de
la
tos,
los
estornudos,
los
besos
y
los
abrazos.
Al
igual
que
Tom,
no
soy
ajeno
a
las
opiniones
controvertidas.
En
mi
libro
Nourishing
Traditions,
publicado
por
primera
vez
en
1996,
propuse
la
idea
herética
de
que
el
colesterol
y
las
grasas
animales
saturadas
no
son
villanos,
sino
componentes
esenciales
de
la
dieta,
necesarios
para
el
crecimiento
normal,
el
bienestar
mental
y
físico,
y
la
prevención
de
enfermedades.
En
Nourishing
Traditions
y
en
otros
escritos,
presenté
la
noción
radical
de
que
la
pasteurización
-‐daño
colateral
de
la
teoría
de
los
gérmenes-‐
destruye
la
bondad
de
la
leche
y
que
la
leche
entera
cruda
es
segura
y
terapéutica,
especialmente
importante
para
los
niños
en
crecimiento.
Es
el
sustituto
más
obvio
de
la
leche
materna
cuando
las
madres
tienen
problemas
para
amamantar
a
sus
bebés,
una
propuesta
que
hace
que
los
funcionarios
de
salud
se
retuerzan.
En
publicaciones
posteriores
he
defendido
la
opinión
discrepante
de
que
es
una
dieta
rica
en
nutrientes
y
no
la
administración
de
vacunas
lo
que
mejor
protege
a
nuestros
hijos
de
las
enfermedades.
A
lo
largo
de
los
años,
estos
puntos
de
vista
han
encontrado
cada
vez
más
apoyo
entre
los
ciudadanos
y
los
profesionales
de
la
salud.
El
error
tiene
consecuencias.
El
resultado
de
la
idea
de
que
nuestras
dietas
deben
carecer
de
grasas
animales,
que
los
niños
deben
crecer
con
leche
desnatada
procesada
y
que
está
bien
vacunarles
docenas
de
veces
antes
de
los
cinco
años
ha
dado
lugar
a
un
inmenso
sufrimiento
en
nuestros
niños,
a
una
epidemia
de
enfermedades
crónicas
en
los
adultos
y
a
un
grave
deterioro
de
la
calidad
de
nuestro
suministro
de
alimentos.
También
hay
consecuencias
económicas,
como
la
devastación
de
la
vida
rural
a
medida
que
las
pequeñas
granjas,
especialmente
las
lecheras
a
las
que
se
les
prohíbe
vender
su
leche
directamente
a
los
clientes,
ceden
ante
las
presiones
de
los
precios
de
la
"Big
Ag"
(Gran
Agricultura/agricultura
corporativa),
y
los
padres
de
los
niños
con
enfermedades
crónicas
(que
se
calcula
que
es
un
niño
de
cada
seis4)
luchan
con
los
costes
de
su
cuidado.
¿Cuáles
son
las
posibles
consecuencias
de
la
premisa
de
que
los
microorganismos,
especialmente
los
virus,
causan
enfermedades?
La
"pandemia
de
coronavirus"
nos
da
muchas
pistas:
vacunas
forzadas,
microchips,
distanciamiento
social
prescrito,
encierro,
máscaras
obligatorias
y
negación
de
nuestro
derecho
a
reunirnos
y
practicar
nuestra
religión
cada
vez
que
aparece
una
enfermedad
que
puede
ser
mediatizada
hasta
convertirse
en
una
emergencia
de
salud
pública.
Hasta
que
no
basemos
nuestras
políticas
públicas
en
la
verdad,
la
situación
no
hará
más
que
empeorar.
La
verdad
es
que
el
contagio
es
un
mito;
tenemos
que
buscar
en
otra
parte
las
causas
de
las
enfermedades.
Sólo
cuando
lo
hagamos
crearemos
un
mundo
de
libertad,
prosperidad
y
buena
salud.
-‐Sally
Fallon
Morell
Julio
de
2020
7
INTRODUCCIÓN
por
el
Dr.
Thomas
S.
Cowan
No
soy
ajeno
a
los
puntos
de
vista
controvertidos,
especialmente
a
las
posturas
controvertidas
en
el
campo
de
la
medicina.
En
mi
última
serie
de
tres
libros,
he
denunciado
varios
iconos
sagrados
que
forman
la
base
de
nuestras
actitudes
hacia
la
enfermedad
y
su
tratamiento.
En
Corazón
humano,
corazón
cósmico,
demostré
claramente
que
el
corazón
no
es
una
bomba
y
que
la
obstrucción
de
las
arterias
no
es
la
causa
predominante
de
los
infartos.
Luego,
en
Vacunas,
autoinmunidad
y
la
naturaleza
cambiante
de
las
enfermedades
infantiles,
propuse
la
teoría
de
que
la
enfermedad
aguda
no
está
causada
por
una
infección
que
nos
ataca
desde
el
exterior,
sino
que
representa
una
limpieza
de
nuestros
geles
acuosos
y
celulares.
Un
corolario
de
esta
posición
es
que
cualquier
intervención
que
interfiera
con
esta
respuesta
de
limpieza,
en
particular
las
vacunas,
está
destinada
a
crear
un
daño
incalculable
que
se
manifiesta
en
las
tasas
de
enfermedades
crónicas
que
se
disparan.
En
el
que
pensé
que
sería
mi
tercer
y
último
libro,
El
cáncer
y
la
nueva
biología
del
agua,
muestro
por
qué
la
"guerra
contra
el
cáncer"
es
un
fracaso
absoluto.
Sostengo
que
el
enfoque
quimioterapéutico
moderno
del
cáncer
es
inútil
y
que
debe
surgir
una
forma
totalmente
nueva
de
ver
este
problema.
Postulé
que
esta
nueva
forma
de
ver
la
medicina
y
la
biología
debe
situar
la
cuestión
de
"qué
causa
realmente
la
enfermedad"
en
el
primer
plano
de
nuestro
pensamiento.
Pensé
que
había
terminado
de
escribir
libros
controvertidos
(al
menos
sobre
medicina)
y
que
podía
dedicar
mi
atención
a
terminar
mi
carrera
como
médico
en
ejercicio,
a
pasar
más
tiempo
en
el
jardín
y
a
crear
un
lugar
de
sanación
para
mí,
mis
amigos
y
mi
familia.
Sabía
que
seguiría
haciendo
entrevistas
ocasionales
y
quizá
algunas
clases
o
tutorías
en
línea.
Seguiría
hablando
de
la
naturaleza
del
agua
y
de
la
creciente
contaminación
de
nuestra
tierra;
pero
también
esperaba
que
el
interés
por
mi
trabajo
disminuyera
y
se
convirtiera
simplemente
en
parte
de
la
conciencia
general,
una
nueva
forma
de
pensar
que
cambiara
nuestra
actitud
hacia
la
enfermedad
y
rehumanizara
la
práctica
de
la
medicina.
Tenía
un
pensamiento
persistente
-‐que
había
estado
ahí
durante
años-‐
de
que
tenía
que
profundizar
en
el
asunto
del
VIH/SIDA,
pero
me
conformaba
con
dejarlo
estar;
era
más
bien
un
picor
que
sólo
de
vez
en
cuando
pedía
ser
rascado.
No
hace
mucho
comí
con
un
médico
homeópata,
y
bromeamos
sobre
nuestras
respectivas
y
largas
carreras
en
medicina,
y
sobre
lo
mucho
que
han
cambiado
las
cosas
a
lo
largo
de
los
años.
Por
alguna
razón,
la
conversación
giró
en
torno
a
la
inmunología,
y
nos
preguntamos
mutuamente
qué
recordábamos
haber
aprendido
en
la
facultad
de
medicina
sobre
inmunología,
lo
que
ocurrió
a
principios
de
los
años
ochenta.
Los
dos
concluimos
en
broma
que
lo
único
que
recordábamos
era
que
nos
habían
enseñado
que
si
querías
saber
si
un
paciente
era
inmune
a
una
determinada
enfermedad
vírica,
podías
analizar
los
niveles
de
anticuerpos.
Si
los
anticuerpos
eran
altos,
eso
significaba
que
eran
inmunes.
Al
igual
que
la
gente
recuerda
para
el
resto
de
su
vida
el
momento
en
que
se
enteró
de
que
habían
disparado
a
JFK,
o
de
que
las
torres
del
World
Trade
Center
se
habían
derrumbado
el
11
de
septiembre,
yo
tengo
un
recuerdo
vívido
de
haber
escuchado
el
8
anuncio
de
Robert
Gallo
en
1984
de
que
habían
encontrado
la
causa
del
sida.
La
causa
era
un
virus
llamado
VIH,
y
la
razón
por
la
que
sabían
que
causaba
el
SIDA
era
que
habían
encontrado
niveles
elevados
de
anticuerpos
en
algunos
(no
todos)
pacientes
con
SIDA.
Recuerdo
que
me
dirigí
a
un
compañero
de
medicina
de
la
época
y
le
dije:
"Oye,
¿quién
ha
cambiado
las
reglas?".
En
otras
palabras,
después
de
haber
En
otras
palabras,
después
de
haber
pasado
los
cuatro
años
anteriores
aprendiendo
que
las
personas
con
anticuerpos
contra
un
virus
eran
inmunes
a
ese
virus
en
particular,
ahora
se
nos
decía
-‐sin
explicación
alguna-‐
que
los
anticuerpos
significaban
que
el
virus
estaba
causando
la
enfermedad.
No
me
lo
creí
entonces,
y
no
me
lo
creo
ahora.
Durante
más
de
treinta
y
cinco
años,
he
leído
innumerables
artículos,
libros,
papeles
y
documentos
sobre
la
falta
de
conexión
entre
el
VIH
y
el
sida.
Esto
me
llevó
naturalmente
a
investigar
la
conexión
entre
los
"virus"
y
otras
enfermedades,
y
lo
que
descubrí
fue,
como
mínimo,
impactante.
Ese
es
el
trasfondo
de
mi
ahora
famoso
vídeo
de
diez
minutos
sobre
la
causa
de
la
"pandemia"
de
coronavirus.
Aunque
soy
consciente
desde
hace
décadas
de
que
el
rey
de
los
virus
está
desnudo,
esperaba
que
otros
asumieran
el
reto
de
transmitir
esta
información
al
público
en
general.
Pero
un
vídeo
de
diez
minutos
me
empujó
al
escenario.
Sucedió
así:
a
principios
de
2020,
recibí
una
invitación
para
hablar
en
una
conferencia
sobre
salud
en
Arizona.
No
sabía
casi
nada
del
grupo
que
me
invitaba,
pero
me
dieron
un
billete
de
avión
en
primera
clase,
así
que
acepté.
No
tenía
claro
qué
tema
querían
que
hablara,
pero
como
nunca
hablo
con
diapositivas
o
notas,
supuse
que
improvisaría,
como
siempre.
Curiosamente,
en
las
semanas
previas
a
este
evento
mi
mujer
me
preguntó
a
dónde
iba,
a
quién
iba
a
hablar
y
cuál
era
el
tema.
Me
encogí
de
hombros
y
dije
que
parecían
personas
agradables
y
serias.
Unas
semanas
antes,
todo
el
asunto
del
"coronavirus"
empezó
a
dominar
las
noticias.
Al
principio,
no
le
di
mucha
importancia,
pensando
que
se
trataba
de
una
más
de
la
larga
lista
de
sustos
víricos:
¿recuerdan
el
SARS,
el
MERS,
la
gripe
aviar,
el
Ébola,
la
gripe
porcina
y
el
Zika?
Estos
iban
a
matarnos
a
todos,
pero
luego
se
desvanecieron.
Pero
con
el
"coronavirus",
las
cosas
empezaron
a
intensificarse,
sobre
todo
las
respuestas
dramáticas
y
draconianas
de
las
autoridades.
Aun
así,
no
pensé
mucho
en
ello,
aunque
me
pregunté
si
las
enfermedades
eran
las
consecuencias
iniciales
consecuencias
iniciales
del
despliegue
previsto
de
la
5G,
o
tal
vez
una
tapadera
para
el
despliegue.
Pensé
en
no
asistir
a
la
conferencia
de
Arizona,
sobre
todo
porque
temía
que
me
pusieran
en
cuarentena
y
no
me
dejaran
volver
a
casa.
Decidí
que
estaba
siendo
paranoico
y
que
podría
cumplir
mi
acuerdo
de
hablar.
Cuando
llegué
a
la
conferencia,
descubrí
que
sólo
había
veinte
o
treinta
asistentes.
Los
otros
tres
ponentes
habían
cancelado
o
habían
decidido
dar
sus
charlas
por
Skype
o
Zoom.
Estaba
previsto
que
diera
una
charla
cada
día
de
la
conferencia
de
dos
días.
La
charla
del
primer
día
fue
sobre
enfermedades
agudas
y
vacunas
(mi
habitual
discurso
sobre
ese
tema),
y
el
segundo
día
una
charla
sobre
enfermedades
del
corazón.
Esa
noche
empezamos
a
oír
más
sobre
las
cuarentenas
y
los
aviones
en
tierra.
Dada
la
escasa
asistencia,
pasé
parte
de
esa
primera
noche
en
Internet
para
ver
si
podía
coger
un
vuelo
más
temprano
a
casa
y
saltarme
mi
segunda
charla.
Dormí
mal,
9
preocupada
por
si
debía
coger
el
vuelo
de
las
7
de
la
mañana
en
lugar
del
programado
para
la
1
de
la
tarde.
Decidí
que
era
una
locura
y
que,
ya
que
estaba
allí,
daría
mi
charla
sobre
el
corazón
y
quizá
terminaría
con
algunos
comentarios
sobre
los
"virus"
y
la
situación
actual.
Decir
que
no
sabía
que
me
estaban
grabando
no
es
exacto,
ya
que
obviamente
llevaba
un
micrófono
y
un
tipo
en
el
fondo
de
la
sala
parecía
estar
filmándome,
al
menos
una
parte
del
tiempo.
Pero
en
mi
mente,
estaba
claramente
hablando
a
ese
grupo
de
veinte
o
treinta
personas.
Al
final
de
la
charla,
hice
algunos
comentarios
improvisados
sobre
por
qué
los
virus
no
causan
enfermedades.
Dije
lo
que
tenía
que
decir
y
me
fui
al
aeropuerto.
Era
una
de
las
diez
personas
que
viajaban
en
el
avión
y
llegué
a
casa
sana
y
salva,
muy
contenta
de
estar
allí.
Unos
días
más
tarde,
recibí
un
correo
electrónico
de
Josh
Coleman,
el
tipo
que
filmó
el
vídeo,
diciendo
que
había
publicado
mis
comentarios
sobre
los
virus
en
algún
lugar
de
Internet,
y
que
estaba
recibiendo
una
gran
respuesta.1
Pensé
que
esto
podría
ser
interesante,
pero
no
mucho
más.
El
resto,
como
se
dice,
es
historia.
No
tengo
ni
idea
de
la
difusión
que
ha
tenido
ese
vídeo
de
diez
minutos
ni
de
cuánta
gente
lo
ha
visto.
me
dice
que
ha
tenido
más
de
un
millón
de
visitas.
Sólo
sabía
que
tenía
que
hablar
más
de
este
tema,
aunque
sólo
fuera
para
aclarar
lo
que
había
dicho
en
la
conferencia.
Mis
comentarios
despertaron
el
interés
de
personas
de
todo
el
mundo.
De
la
noche
a
la
mañana
me
había
convertido
en
la
persona
clave
para
una
visión
alternativa
de
los
virus,
la
teoría
de
los
gérmenes,
la
situación
actual
de
la
salud
y
muchas
otras
cosas.
Esto
me
llevó
a
unas
cuantas
entrevistas
en
podcast,
incluida
una
con
Sayer
Ji
en
GreenMedInfo.com,
y
a
mis
propios
seminarios
web.
Por
supuesto,
fui
criticado
e
incluso
recibí
algunas
amenazas
chocantes,
pero
también
he
recibido
apoyo
en
formas
que
nunca
podría
haber
imaginado.
No
pretendía
hacer
daño
a
nadie.
Soy
un
hombre
con
una
perspectiva
determinada,
que
espero
sea
correcta
en
algunas
cosas,
y
si
es
incorrecta
en
otras,
sólo
pido
a
mis
lectores
que
entiendan
que
cualquier
error
proviene
de
un
lugar
de
búsqueda
de
la
verdad
y
de
mi
capacidad
para
entender
la
situación.
Dos
cosas
me
impulsan
a
seguir
adelante.
La
primera
es
hacer
posible
que
todos
vivamos
en
un
mundo
en
el
que
todos
podamos
decir
lo
que
pensamos
y
lo
que
sentimos
libremente
sin
temor
a
la
recriminación
o
al
abuso.
¿Qué
puede
haber
de
malo
en
mantener
un
debate
abierto
y
honesto
sobre
la
naturaleza
y
la
causa
de
las
enfermedades?
Es
una
cuestión
compleja,
y
ninguna
persona
o
grupo
tiene
todas
las
respuestas.
¿Pero
no
es
eso
lo
que
se
supone
que
es
la
verdadera
ciencia,
en
contraposición
al
cientificismo?
En
segundo
lugar,
me
preocupa
que,
si
mi
interpretación
de
la
situación
actual
es
mínimamente
correcta
-‐una
interpretación
que
pretendemos
defender
de
forma
clara
y
convincente
en
estas
páginas-‐,
la
humanidad
se
encuentra
ahora
mismo
en
una
encrucijada.
Habrá
consecuencias
profundas,
incluso
inimaginables,
para
toda
la
vida
en
la
Tierra
si
no
prestamos
atención
a
los
mensajes
que
surgen
de
la
situación
actual.
Mi
opinión
es
que
si
no
comprendemos
las
verdaderas
causas
de
la
"pandemia
de
coronavirus",
iremos
por
un
camino
amargo
del
que
no
habrá
vuelta
atrás.
Eso
es
lo
que
me
impulsa
a
escribir
este
libro.
10
Estoy
feliz
de
escribir
este
libro
con
mi
compañera
iconoclasta
Sally
Fallon
Morell.
Sally
y
yo
hemos
sido
amigos,
colaboradores
(este
es
nuestro
tercer
libro
juntos)
y
(me
atrevo
a
decir)
compañeros
espirituales
durante
más
de
dos
décadas.
Con
una
pequeña
contribución
mía,
Sally
fundó
la
Fundación
Weston
A.
Price
en
1999,
quizás
el
mejor
recurso
disponible
para
llevar
la
verdad
en
la
alimentación,
la
medicina
y
la
agricultura
a
un
mundo
hambriento
de
esa
verdad.
Deseo
sinceramente
que
éste
sea
el
último
libro
en
el
que
Sally
y
yo
trabajemos
juntos.
Hemos
disfrutado
colaborando,
pero
espero
que
la
actual
"pandemia"
que
estamos
viviendo
sea
un
profundo
punto
de
inflexión
en
la
historia
de
la
humanidad.
Tengo
la
esperanza
de
que
de
este
acontecimiento
surja
una
nueva
forma
de
vida
en
un
mundo
libre
de
alimentos
envenenados,
agua
envenenada
y
la
venenosa
y
falsa
teoría
de
los
gérmenes.
En
este
mundo,
no
veo
la
necesidad
de
que
Sally
y
yo
escribamos
libros.
La
gente
simplemente
sabrá
cómo
vivir;
sabrá
que
envenenar
sus
alimentos,
el
agua,
el
aire
y
la
envoltura
eléctrica
de
la
tierra
es
algo
que
sólo
los
locos
pueden
contemplar.
Ambos
esperamos
el
día
en
que
podamos
olvidarnos
de
advertir
a
la
gente
sobre
esto
o
aquello
y
dedicar
más
tiempo
a
cultivar
y
cocinar
alimentos
y
compartirlos
con
alegría
y
risas
con
nuestras
familias,
amigos
y
vecinos.
No
más
libros;
después
de
esto,
queridos
amigos,
sabréis
todo
lo
que
necesitáis
saber.
Abróchense
el
cinturón,
amigos,
nos
espera
el
viaje
de
nuestras
vidas.
-‐Thomas
S.
Cowan,
MD
Julio
2020
11
PARTE
1
EXPONIENDO
LA
TEORÍA
DE
LOS
GÉRMENES
CAPÍTULO
1
CONTAGIO
Vayamos
directamente
al
meollo
de
la
cuestión:
el
contagio.
¿Cómo
sabemos
si
un
conjunto
de
síntomas
tiene
una
causa
infecciosa?
Como
todos
podemos
imaginar,
determinar
la
causa
de
una
enfermedad
en
general,
o
de
un
conjunto
de
síntomas
en
una
persona
en
particular,
puede
ser
una
tarea
compleja
y
difícil.
Evidentemente,
son
muchos
los
factores
que
hay
que
tener
en
cuenta
para
cualquier
persona
en
cualquier
momento
de
su
vida.
¿Son
los
síntomas
el
resultado
de
la
genética,
el
envenenamiento,
la
mala
dieta
y
las
deficiencias
de
nutrientes,
el
estrés,
los
CEM,
las
emociones
negativas,
los
efectos
placebo
o
nocebo,
o
la
infección
de
otra
persona
por
una
bacteria
o
un
virus?
Para
encontrar
el
camino
a
través
de
este
marasmo,
necesitamos
reglas
bien
definidas
para
determinar
cómo
probar
la
causalidad,
y
estas
reglas
deben
ser
claras,
simples
y
correctas.
Tenemos
esas
reglas,
pero
los
científicos
las
han
ignorado
durante
años.
Por
desgracia,
el
incumplimiento
de
estas
directrices
amenaza
con
destruir
el
tejido
social.
Imagínese
que
un
inventor
le
llama
y
le
dice
que
ha
inventado
una
nueva
pelota
de
ping-‐pong
capaz
de
derribar
paredes
de
ladrillo
y,
por
tanto,
de
hacer
el
proceso
de
demolición
mucho
más
fácil
y
seguro
para
constructores
y
carpinteros.
Suena
interesante,
aunque
es
difícil
imaginar
cómo
una
pelota
de
ping-‐pong
puede
hacer
algo
así.
Le
pides
al
inventor
que
te
muestre
cómo
ha
determinado
que
las
nuevas
pelotas
de
ping-‐pong
son
capaces
de
destruir
paredes
de
ladrillo.
Su
empresa
le
envía
un
vídeo.
El
vídeo
muestra
cómo
ponen
una
pelota
de
ping-‐pong
en
un
cubo
con
piedras
y
cubitos
de
hielo.
Luego
cogen
el
cubo
y
lo
lanzan
contra
un
pequeño
muro
de
ladrillos.
El
muro
se
derrumba:
"ahí
está
la
prueba",
dicen.
Un
momento.
¿Cómo
sabemos
que
fue
la
pelota
de
ping-‐pong
la
que
derribó
el
muro
y
no
las
piedras
y
los
cubitos
de
hielo
que
también
estaban
en
el
cubo?
"Buena
pregunta",
responde
el
inventor,
y
a
continuación
les
envía
un
vídeo
en
el
que
se
ve
una
pelota
de
ping-‐pong
animada
o
virtual
destruyendo
un
muro
de
ladrillos
virtual.
Le
hace
saber
que
la
pelota
y
la
pared
son
reproducciones
exactas
de
la
pelota
y
el
ladrillo
reales.
Sin
embargo,
hay
algo
que
no
cuadra;
al
fin
y
al
cabo,
es
bastante
fácil
crear
una
imagen
o
un
vídeo
por
ordenador
que
muestre
tal
acontecimiento,
pero
todos
estaremos
de
acuerdo
en
que
no
tiene
nada
que
ver
con
lo
que
podría
ocurrir
con
la
pelota
y
la
pared
reales.
El
inventor
se
está
exasperando
con
todas
tus
preguntas,
pero
como
eres
un
potencial
inversor
y
le
interesa
contar
con
tu
apoyo
financiero,
persiste.
Entonces
le
envía
un
análisis
detallado
de
lo
que
hace
especial
a
su
pelota
de
ping-‐pong.
Tiene
protuberancias
especiales
en
el
exterior
de
la
pelota
que
"se
agarran
y
destruyen
la
integridad
del
cemento
que
mantiene
unidos
los
ladrillos".
Además,
construyen
un
sistema
interno
ligero
en
la
pelota
de
ping-‐pong
que,
según
el
inventor,
aprovecha
la
potencia
de
la
pelota,
haciéndola
cientos
de
veces
más
potente
que
la
pelota
de
ping-‐pong
habitual.
Esto,
dice,
es
una
prueba
absoluta
de
que
la
nueva
pelota
puede
derribar
paredes.
12
Llegados
a
este
punto,
estás
dispuesto
a
colgarle
el
teléfono
a
este
lunático,
pero
entonces
saca
la
última
baza.
Te
envía
vídeos
de
cinco
estimados
investigadores
en
el
nuevo
campo
de
la
demolición
de
pelotas
de
ping-‐pong.
Ellos,
por
supuesto,
han
sido
financiados
en
su
totalidad
por
el
Consejo
de
Demolición
de
Pelotas
de
Ping-‐
Pong
y
han
alcanzado
posiciones
prestigiosas
en
el
campo.
Cada
uno
de
ellos
da
testimonio
por
separado
de
las
interesantes
cualidades
de
esta
nueva
pelota
de
ping-‐pong.
Admiten
que
se
necesita
más
investigación,
pero
tienen
pruebas
"presuntivas"
de
que
las
afirmaciones
sobre
la
mejora
de
la
eficacia
son
correctas
y
que
se
justifica
una
inversión
prudente.
En
ese
momento,
uno
cuelga
el
teléfono
y
comprueba
fuera
para
ver
si
te
han
metido
en
el
País
de
las
Maravillas
de
Alicia
y
si
acabas
de
hablar
con
el
Sombrerero
Loco.
Ahora
bien,
si
esta
pelota
de
ping-‐pong
puede
realmente
derribar
paredes
de
ladrillo,
lo
más
obvio
es
coger
la
pelota
de
ping-‐pong,
lanzarla
contra
la
pared
y
grabar
lo
que
sucede,
y
luego
hacer
que
otras
múltiples
personas
no
inversoras
hagan
lo
mismo
para
asegurarse
de
que
la
empresa
no
puso
plomo
en
la
pelota
y
la
lanzó
contra
una
pared
hecha
de
ladrillos
de
papel.
Podríamos
llamar
a
esto
la
Prueba
Definitiva
de
la
Pelota
de
Ping-‐Pong
(UPPBT).
Por
extraño
y
loco
que
parezca,
esta
falta
de
pruebas
-‐que
un
microorganismo
llamado
coronavirus
derribe
el
muro
de
tu
sistema
inmunitario,
invada
tus
células
y
empiece
a
replicarse
en
ellas-‐
es
exactamente
lo
que
ha
ocurrido
con
la
pandemia
de
"coronavirus".
Nadie
se
ha
molestado
en
ver
qué
pasa
si
haces
el
UPPBT,
lanzando
la
pelota
contra
la
pared-‐
y
si
incluso
sugieres
que
deberíamos
hacer
esto,
los
trolls
emergen
de
las
sombras
para
llamarte
un
loco
que
difunde
"fake
news".
La
mayoría
de
la
gente
estaría
de
acuerdo
con
el
requisito
de
demostrar
que
la
pelota
de
ping-‐pong
puede
destruir
la
pared
de
ladrillos;
no
es
algo
que
ninguno
de
nosotros
consideraría
negociable..
Y
la
mayoría
de
la
gente
estaría
de
acuerdo
en
que
ver
una
pared
de
ladrillos
real
demolida
por
una
pelota
de
ping-‐pong
constituye
una
prueba.
En
otras
palabras,
los
seres
humanos
cuerdos
y
racionales
aceptarían
la
UPPBT
anterior
como
verdadera
y
relevante.
Heinrich
Hermann
Robert
Koch
(1843-‐1910)
es
considerado
uno
de
los
fundadores
de
la
bacteriología
moderna;
creó
y
mejoró
las
tecnologías
de
laboratorio
para
aislar
bacterias
y
también
desarrolló
técnicas
para
fotografiarlas.
Sus
investigaciones
condujeron
a
la
creación
de
los
postulados
de
Koch,
una
especie
de
UPPBT
para
las
enfermedades,
que
consisten
en
cuatro
principios
que
relacionan
microorganismos
específicos
con
enfermedades
concretas.
Los
postulados
de
Koch
son
los
siguientes:
1.
El
microorganismo
debe
encontrarse
en
abundancia
en
todos
los
organismos
que
padecen
la
enfermedad,
pero
no
se
encuentra
en
los
organismos
sanos.
2.
El
microorganismo
debe
ser
aislado
de
un
organismo
enfermo
y
crecido
en
un
cultivo
puro.
3.
El
microorganismo
cultivado
debe
causar
la
enfermedad
cuando
se
introduce
en
un
organismo
sano.
4.
El
microorganismo
debe
volver
a
aislarse
del
huésped
experimental
ahora
enfermo
que
recibió
la
inoculación
de
los
microorganismos
y
ser
identificado
como
idéntico
al
agente
causal
específico
original.
13
Si
se
cumplen
las
cuatro
condiciones,
se
ha
demostrado
la
causa
infecciosa
de
un
conjunto
específico
de
síntomas.
Esta
es
la
única
manera
de
demostrar
la
causalidad.
Curiosamente,
ni
siquiera
Koch
pudo
encontrar
pruebas
de
contagio
utilizando
sus
postulados.
Abandonó
el
requisito
del
primer
postulado
cuando
descubrió
portadores
de
cólera
y
fiebre
tifoidea
que
no
enfermaban.1
De
hecho,
los
bacteriólogos
y
virólogos
creen
hoy
que
los
postulados
sensatos
y
lógicos
de
Koch
"han
sido
reconocidos
como
ampliamente
obsoletos
por
los
epidemiólogos
desde
la
década
de
1950".2
Los
postulados
de
Koch
son
para
las
bacterias,
no
para
los
virus,
que
son
unas
mil
veces
más
pequeños.
A
finales
del
siglo
XIX,
las
primeras
pruebas
de
la
existencia
de
estas
diminutas
partículas
surgieron
de
experimentos
con
filtros
que
tenían
poros
lo
suficientemente
pequeños
como
para
retener
las
bacterias
y
dejar
pasar
otras
partículas.
En
1937,
Thomas
Rivers
modificó
los
postulados
de
Koch
para
determinar
la
naturaleza
infecciosa
de
los
virus.
Los
postulados
de
Rivers
son
los
siguientes
1.
El
virus
puede
ser
aislado
de
huéspedes
enfermos.
2.
El
virus
puede
cultivarse
en
células
del
huésped.
3.
Prueba
de
filtrabilidad:
el
virus
puede
filtrarse
de
un
medio
que
también
contiene
bacterias.
4.
El
virus
filtrado
producirá
una
enfermedad
comparable
cuando
el
virus
cultivado
se
utilice
para
infectar
animales
de
experimentación.
5.
El
virus
se
puede
volver
a
aislar
del
animal
experimental
infectado.
6.
Se
puede
detectar
una
respuesta
inmunitaria
específica
al
virus.
Tenga
en
cuenta
que
Rivers
omite
el
primer
postulado
de
Koch,
ya
que
muchas
personas
que
padecen
enfermedades
"víricas"
no
albergan
el
microorganismo
causante.
Incluso
sin
el
primer
postulado
de
Koch,
los
investigadores
no
han
podido
demostrar
que
un
virus
específico
cause
una
enfermedad
específica
utilizando
los
postulados
de
Rivers;
un
estudio
afirma
que
los
postulados
de
Rivers
se
han
cumplido
en
el
caso
del
SARS,
que
se
dice
que
es
una
enfermedad
viral,
pero
un
examen
cuidadoso
de
este
documento
demuestra
que
no
se
ha
cumplido
ninguno
de
los
postulados.3
Una
vez
más,
la
afirmación
central
de
este
libro
es
que
ninguna
enfermedad
atribuida
a
bacterias
o
virus
ha
cumplido
todos
los
postulados
de
Koch
o
todos
los
criterios
de
Rivers.
Esto
no
se
debe
a
que
los
postulados
sean
incorrectos
u
obsoletos
(de
hecho,
son
totalmente
lógicos),
sino
más
bien
a
que
las
bacterias
y
los
virus
no
causan
enfermedades,
al
menos
no
de
la
forma
que
actualmente
entendemos.
¿Cómo
se
llegó
a
este
estado
de
error,
especialmente
en
lo
que
respecta
a
las
"infecciones"
con
bacterias
y
virus?
Se
remonta
a
mucho
tiempo
atrás,
incluso
a
las
filosofías
defendidas
en
la
antigua
Grecia.
Varios
filósofos
y
médicos
promovieron
esta
teoría
durante
el
Renacimiento,4
pero
en
los
tiempos
modernos
esta
mascarada
se
convirtió
en
la
explicación
de
la
mayoría
de
las
enfermedades
con
ese
gran
fraude
y
plagiador,
Louis
Pasteur,
padre
de
la
teoría
de
los
gérmenes.
Imagínese
un
caso
en
el
que
algunas
personas
que
beben
la
leche
de
cierta
vaca
desarrollan
una
diarrea
profusa
y
sanguinolenta.
Su
trabajo
consiste
en
encontrar
la
14
causa
del
problema.
Se
pregunta
si
hay
un
agente
transmisible
en
la
leche
que
consumen
los
desafortunados,
que
les
hace
enfermar.
Esto
parece
perfectamente
razonable
hasta
el
momento.
Entonces
examina
la
leche
con
el
recién
inventado
aparato
de
microscopía
y
encuentra
una
bacteria
en
la
leche;
por
su
aspecto,
puede
decir
que
es
diferente
de
las
bacterias
habituales
que
se
encuentran
en
toda
la
leche.
Examinas
cuidadosamente
la
leche
y
descubres
que
la
mayoría
de
las
personas
con
diarrea
sanguinolenta,
si
no
todas,
bebieron
esta
leche.
A
continuación,
examina
la
leche
consumida
por
las
personas
que
no
desarrollaron
diarrea
y
descubre
que
ninguna
de
las
muestras
de
leche
contiene
esta
bacteria
en
particular.
Llamas
a
la
bacteria
"listeria"
en
honor
a
un
colega
científico.
A
continuación,
para
cerrar
el
caso,
purificas
la
bacteria,
de
modo
que
no
queda
nada
más
de
la
leche.
Le
das
este
cultivo
bacteriano
purificado
a
una
persona
que
desarrolla
una
diarrea
sanguinolenta;
lo
decisivo
es
que
luego
encuentras
esta
misma
bacteria
en
sus
heces.
Caso
cerrado;
infección
probada.
Pasteur
hizo
este
tipo
de
experimento
durante
cuarenta
años.
Encontraba
personas
enfermas,
afirmaba
haber
aislado
una
bacteria,
daba
el
cultivo
puro
a
los
animales
-‐a
menudo
inyectándolo
en
sus
cerebros-‐
y
los
hacía
enfermar.
Como
resultado,
se
convirtió
en
el
científico
célebre
de
su
época,
agasajado
por
reyes
y
primeros
ministros,
y
aclamado
como
un
gran
científico.
Su
trabajo
condujo
a
la
pasteurización,
técnica
responsable
de
la
destrucción
de
la
integridad
y
las
propiedades
saludables
de
la
leche
(véase
el
capítulo
9).
Sus
experimentos
dieron
paso
a
la
teoría
de
los
gérmenes
de
la
enfermedad,
y
durante
más
de
un
siglo
esta
nueva
y
radical
teoría
ha
dominado
no
sólo
la
práctica
de
la
medicina
occidental,
sino
también
nuestra
vida
cultural
y
económica.
Proponemos
una
forma
diferente
de
entender
el
estudio
de
la
leche.
Por
ejemplo,
¿qué
pasaría
si
la
leche
procediera
de
vacas
envenenadas
o
hambrientas?
Tal
vez
fueron
sumergidas
en
veneno
para
pulgas;
tal
vez
fueron
alimentadas
con
granos
rociados
con
arsénico
en
lugar
de
su
dieta
natural
de
pasto;
tal
vez
fueron
alimentadas
con
desechos
de
destilería
y
cartón,
una
práctica
común
en
la
época
de
Pasteur
en
muchas
ciudades
del
mundo.
Ahora
sabemos
con
certeza
que
cualquier
toxina
alimentada
a
un
mamífero
lactante
aparece
en
su
leche.
¿Y
si
estas
bacterias
de
la
listeria
no
son
la
causa
de
nada,
sino
simplemente
la
forma
que
tiene
la
naturaleza
de
digerir
y
eliminar
las
toxinas?
Al
fin
y
al
cabo,
este
parece
ser
el
papel
que
desempeñan
las
bacterias
en
la
vida
biológica.
Si
pones
cosas
apestosas
en
tu
pila
de
compost,
las
bacterias
se
alimentan
de
ellas
y
proliferan.
Ninguna
persona
racional
diría
que
la
pila
de
compost
tiene
una
infección.
De
hecho,
lo
que
las
bacterias
hacen
en
la
pila
de
compost
es
más
bien
una
biorremediación.
O
consideremos
un
estanque
que
se
ha
convertido
en
un
vertedero
de
venenos.
Las
algas
"ven"
el
veneno
y
lo
digieren,
devolviendo
el
estanque
a
un
estado
más
saludable
(siempre
que
se
deje
de
envenenar
el
estanque).
De
nuevo,
esto
es
biorremediación,
no
infección.
Si
tomas
bacterias
aeróbicas
-‐bacterias
que
necesitan
oxígeno-‐
y
las
pones
en
un
entorno
anaeróbico
en
el
que
se
reduce
su
suministro
de
oxígeno,
suelen
producir
venenos.
Los
clostridios
son
una
familia
de
bacterias
que,
en
circunstancias
saludables,
fermentan
los
carbohidratos
en
el
intestino
inferior
para
producir
compuestos
importantes
como
el
ácido
butírico;
pero
en
condiciones
anaeróbicas,
esta
bacteria
produce
venenos
que
pueden
causar
botulismo.
Son
los
venenos,
no
15
las
propias
bacterias
en
sí,
lo
que
hace
que
la
gente
enferme;
o
más
fundamentalmente,
es
el
entorno
o
el
terreno
lo
que
hace
que
las
bacterias
creen
los
venenos.
¿No
es
posible
que
las
toxinas
presentes
en
la
leche
-‐posiblemente
porque
la
vaca
no
está
bien
alimentada
y
no
puede
deshacerse
fácilmente
de
las
toxinas-‐
expliquen
la
presencia
de
listeria
(que
siempre
está
presente
en
nuestro
cuerpo,
junto
con
miles
de
millones
de
otras
bacterias
y
partículas
llamadas
virus)?
La
listeria
simplemente
está
biodegradando
las
toxinas
que
proliferan
debido
al
estado
insalubre
de
la
leche.
La
pregunta
central
es
entonces
cómo
podemos
probar
que
la
listeria,
y
no
algo
tóxico
en
la
leche,
está
causando
la
diarrea?
La
respuesta
es
la
misma
que
en
el
ejemplo
de
la
pelota
de
ping-‐pong:
alimentar
a
una
persona
sana
con
la
leche
es
como
lanzar
el
cubo
con
piedras,
hielo
y
(sí)
una
pelota
de
ping-‐pong
a
la
pared;
no
prueba
nada.
Hay
que
aislar
la
pelota
-‐en
este
caso,
la
listeria-‐
y
alimentar
sólo
con
ella
a
la
persona
o
al
animal
sano
para
ver
qué
pasa.
Esto
es
lo
que
Pasteur
afirma
haber
hecho
en
sus
documentos.
Pasteur
pasó
sus
cuadernos
de
laboratorio
a
sus
herederos
con
la
condición
de
que
nunca
los
hicieran
públicos.
Sin
embargo,
su
nieto,
Louis
Pasteur
Vallery-‐Radot,
que
al
parecer
no
apreciaba
mucho
a
Pasteur,
donó
los
cuadernos
a
la
biblioteca
nacional
francesa,
que
los
publicó.
En
1914,
el
profesor
Gerard
Geison,
de
la
Universidad
de
Princeton,
publicó
un
análisis
de
estos
cuadernos,
que
reveló
que
Pasteur
había
cometido
un
fraude
masivo
en
todos
sus
estudios.
Por
ejemplo,
cuando
decía
que
inyectaba
esporas
virulentas
de
ántrax
en
animales
vacunados
y
no
vacunados,
podía
pregonar
que
los
animales
no
vacunados
morían,
pero
eso
era
porque
también
inyectaba
venenos
a
los
animales
no
vacunados.
En
los
cuadernos,
Pasteur
afirma
de
forma
inequívoca
que
no
podía
transferir
la
enfermedad
con
un
cultivo
puro
de
bacterias
(obviamente
no
era
capaz
de
purificar
los
virus
en
aquella
época).
animal
para
"probar"
el
contagio)
o
recurrir
a
la
adición
de
venenos
a
su
cultivo,
que
sabía
que
causarían
los
síntomas
en
los
receptores.5
Admitió
que
todo
el
esfuerzo
por
demostrar
el
contagio
fue
un
fracaso,
lo
que
le
llevó
a
su
famosa
confesión
en
el
lecho
de
muerte:
"El
germen
no
es
nada;
el
terreno
lo
es
todo".
En
este
caso,
el
terreno
se
refiere
a
la
condición
del
animal
o
de
la
persona
y
a
si
el
animal
o
la
persona
habían
sido
sometidos
a
un
veneno.
Desde
los
tiempos
de
Pasteur,
nadie
ha
demostrado
experimentalmente
la
transmisibilidad
de
la
enfermedad
con
cultivos
puros
de
bacterias
o
virus.
Desde
la
época
de
Pasteur,
nadie
se
ha
molestado
en
lanzar
una
pelota
de
ping-‐pong
contra
una
pared
y
ver
qué
ocurre.
Por
increíble
que
parezca,
estamos
sentados
en
un
castillo
de
naipes
que
ha
provocado
un
daño
incalculable
a
la
humanidad,
la
biosfera
y
la
geosfera
de
la
Tierra.
En
los
capítulos
2
y
3,
examinaremos
casos
en
los
que
se
acusó
falsamente
a
las
bacterias
o
a
los
virus
de
causar
enfermedades.
Sigan
leyendo,
queridos
amigos;
el
viaje
no
ha
hecho
más
que
empezar.
16
CAPÍTULO
2
LA
ELECTRICIDAD
Y
LA
ENFERMEDAD
Los
primeros
"electricistas"
no
eran
técnicos
que
instalaban
cables
en
las
casas;
eran
médicos
y
"curanderos"
que
utilizaban
los
fenómenos
recién
descubiertos
de
la
corriente
eléctrica
y
la
electricidad
estática
para
tratar
a
las
personas
con
dolencias,
desde
la
sordera
hasta
los
dolores
de
cabeza
y
la
parálisis.
El
único
problema
de
hacer
que
los
pacientes
tocaran
frascos
de
Leyden
(un
dispositivo
que
almacena
una
carga
eléctrica
de
alto
voltaje)
o
se
sometieran
a
corrientes
eléctricas
era
que
a
veces
les
causaba
daño
y
en
ocasiones
los
mataba.
Uno
de
los
aspectos
que
observaron
estos
primeros
experimentadores
de
la
electricidad
fue
que
las
personas
mostraban
un
rango
de
sensibilidad
a
la
electricidad.
Según
Alexander
von
Humboldt,
un
científico
prusiano
que
(entre
otros
experimentos)
se
sometió
a
sí
mismo
y
a
otras
personas
a
las
descargas
de
anguilas
eléctricas,
"se
observa
que
la
susceptibilidad
a
la
irritación
eléctrica
y
la
conductividad
eléctrica,
difieren
tanto
de
un
individuo
a
otro,
como
los
fenómenos
de
la
materia
viva
difieren
de
los
de
la
materia
muerta".1
Estos
primeros
estudios
cautivaron
la
imaginación
de
los
investigadores,
que
empezaron
a
darse
cuenta
de
que
las
corrientes
eléctricas
corrían
por
el
cuerpo
de
las
ranas
y
de
los
seres
humanos
y
que
incluso
las
plantas
eran
sensibles
a
los
fenómenos
eléctricos.
Tras
un
terremoto
ocurrido
en
Londres
en
1749,
el
médico
británico
William
Stukeley
llegó
a
la
conclusión
de
que
la
electricidad
debía
desempeñar
un
papel
en
los
terremotos
porque
los
habitantes
de
Londres
sentían
"dolores
en
las
articulaciones,
reumatismo,
enfermedad,
dolor
de
cabeza,
dolor
de
espalda,
trastornos
histéricos
y
nerviosos...
exactamente
con
la
electrificación,
y
para
algunos
ha
resultado
fatal".2
Ya
en
1799,
los
investigadores
se
preguntaban
por
la
causa
de
la
gripe,
que
aparecía
repentinamente,
a
menudo
en
diversos
lugares
al
mismo
tiempo,
y
no
podía
explicarse
por
contagio.
En
1836,
Heinrich
Schweich,
autor
de
un
libro
sobre
la
gripe,
señaló
que
todos
los
procesos
fisiológicos
producen
electricidad
y
teorizó
que
una
perturbación
eléctrica
de
la
atmósfera
podía
impedir
que
el
cuerpo
la
descargara.
Repitió
la
creencia
entonces
común
de
que
la
acumulación
de
electricidad
en
el
cuerpo
provoca
los
síntomas
de
la
gripe.3
Con
el
descubrimiento
de
la
naturaleza
eléctrica
del
sol,
los
científicos
hicieron
algunas
observaciones
interesantes.
El
periodo
1645-‐1715
es
el
que
los
astrónomos
denominan
el
Mínimo
de
Maunder,
cuando
el
sol
estaba
tranquilo;
los
astrónomos
no
observaron
manchas
solares
durante
ese
periodo,
y
las
auroras
boreales
eran
inexistentes;
en
1715,
las
manchas
solares
volvieron
a
aparecer,
al
igual
que
las
auroras
boreales.
La
actividad
de
las
manchas
solares
aumentó
entonces,
alcanzando
un
máximo
en
1727.
En
1728,
la
gripe
apareció
en
oleadas
en
todos
los
continentes.
La
actividad
de
las
manchas
solares
se
hizo
más
violenta
hasta
alcanzar
su
punto
máximo
en
1738,
cuando
los
médicos
informaron
de
la
aparición
de
la
gripe
tanto
en
el
hombre
como
en
los
animales
(incluidos
los
perros,
los
caballos
y
las
aves,
especialmente
los
gorriones).
Según
algunas
estimaciones,
dos
millones
de
personas
perecieron
durante
los
diez
años
que
duró
la
pandemia.
17
Estos
y
otros
datos
sobre
la
relación
de
la
gripe
con
las
alteraciones
de
la
electricidad
proceden
de
un
libro
extraordinario,
The
Invisible
Rainbow
(El
arco
iris
invisible),
de
Arthur
Firstenberg.4
Firstenberg
hace
una
crónica
de
la
historia
de
la
electricidad
en
Estados
Unidos
y
en
todo
el
mundo,
y
de
los
brotes
de
enfermedad
que
acompañaron
cada
paso
hacia
una
mayor
electrificación.
La
primera
etapa
consistió
en
la
instalación
de
líneas
telegráficas;
en
1875,
éstas
formaban
una
telaraña
sobre
la
tierra
que
sumaba
setecientas
mil
millas,
con
suficiente
cable
de
cobre
para
dar
la
vuelta
al
globo
casi
treinta
veces.
Con
él
llegó
una
nueva
enfermedad
llamada
neurastenia.
Al
igual
que
los
que
hoy
padecen
el
"síndrome
de
fatiga
crónica",
los
pacientes
se
sentían
débiles
y
agotados
y
eran
incapaces
de
concentrarse.
Tenían
dolores
de
cabeza,
mareos,
acúfenos,
moscas
volantes
en
los
ojos,
pulso
acelerado,
dolores
en
la
región
del
corazón
y
palpitaciones;
estaban
deprimidos
y
tenían
ataques
de
pánico.
El
Dr.
George
Miller
Beard
y
la
comunidad
médica
observaron
que
la
enfermedad
se
extendía
a
lo
largo
de
las
rutas
de
los
ferrocarriles
y
las
líneas
de
telégrafo;
a
menudo
se
asemejaba
al
resfriado
común
o
a
la
gripe
y
solía
afectar
a
personas
en
la
flor
de
la
vida.5
En
1889,
marcamos
el
inicio
de
la
era
eléctrica
moderna
y
también
de
una
pandemia
de
gripe
mortal,
que
siguió
a
la
llegada
de
la
electricidad
a
todo
el
mundo.
Dijo
Firstenberg:
"La
gripe
golpeó
de
forma
explosiva
e
imprevisible,
una
y
otra
vez
en
oleadas
hasta
principios
de
1894.
Era
como
si
algo
fundamental
hubiera
cambiado
en
la
atmósfera".
Los
médicos
estaban
desconcertados
por
la
caprichosa
propagación
de
la
gripe.
Por
ejemplo,
William
Beveridge,
autor
de
un
libro
de
texto
de
1975
sobre
la
gripe,
señaló:
"El
buque
de
guerra
inglés
Arachne
estaba
navegando
frente
a
la
costa
de
Cuba
'sin
ningún
contacto
con
tierra'.
Nada
menos
que
114
hombres
de
una
tripulación
de
149
enfermaron
de
gripe
y
sólo
más
tarde
se
supo
que
había
habido
brotes
en
Cuba
al
mismo
tiempo".7
Durante
la
Primera
Guerra
Mundial,
los
gobiernos
de
ambos
bandos
instalaron
antenas
que
acabaron
cubriendo
la
tierra
con
fuertes
señales
de
radio,
y
a
finales
de
1918
se
produjo
el
desastre.
La
gripe
española
afectó
a
un
tercio
de
la
población
mundial
y
mató
a
unos
cincuenta
millones
de
personas,
más
que
la
peste
negra
del
siglo
XIV.
Para
detener
el
contagio,
las
comunidades
cerraron
las
escuelas,
los
negocios
y
los
teatros;
se
ordenó
a
la
gente
que
llevara
máscaras
y
se
abstuviera
de
dar
la
mano.8
Los
más
vulnerables
eran
los
que
vivían
en
las
bases
militares,
que
estaban
llenas
de
antenas.
Un
síntoma
común
era
la
hemorragia:
de
las
fosas
nasales,
las
encías,
los
oídos,
la
piel,
el
estómago,
los
intestinos,
el
útero,
los
riñones
y
el
cerebro.
Muchos
murieron
de
hemorragia
en
los
pulmones,
ahogados
en
su
propia
sangre.
Las
pruebas
revelaron
una
disminución
de
la
capacidad
de
coagulación
de
la
sangre.
Los
que
estaban
cerca
de
la
muerte
a
menudo
desarrollaban
"ese
peculiar
color
azul
que
parecía
marcar
todos
los
primeros
casos
mortales".9
Las
autoridades
sanitarias
estaban
desesperadas
por
encontrar
una
causa.
El
equipo
de
médicos
del
Servicio
de
Salud
Pública
de
EE.UU.
trató
de
infectar
a
sus
cien
18
voluntarios
sanos
en
una
instalación
naval
en
la
isla
de
Gallops,
en
el
puerto
de
Boston.
Un
sentimiento
de
frustración
impregna
el
informe,
escrito
por
el
doctor
Milton
J.
Rosenau
y
publicado
en
el
Journal
of
the
American
Medical
Association.10
Rosenau
se
había
labrado
una
exitosa
carrera
en
el
ámbito
de
la
salud
pública
inculcando
el
miedo
a
los
gérmenes,
supervisando
cuarentenas
y
advirtiendo
al
público
de
los
peligros
de
la
leche
cruda.
Creía
que
la
causa
era
un
bacilo
llamado
Pfeiffer.
Los
investigadores
extrajeron
cuidadosamente
mucosidad
faríngea
y
nasal
e
incluso
material
pulmonar
de
cadáveres
y
lo
transfirieron
a
las
gargantas,
vías
respiratorias
y
narices
de
voluntarios.
"Empleamos
algunos
miles
de
millones
de
estos
organismos,
según
nuestros
recuentos
estimados,
en
cada
uno
de
los
voluntarios,
pero
ninguno
de
ellos
enfermó",
dijo.
A
continuación,
extrajeron
sangre
de
los
enfermos
y
la
inyectaron
a
diez
voluntarios.
"Ninguno
de
ellos
enfermó
de
ninguna
manera".
Completamente
perplejos,
Rosenau
y
los
demás
investigadores
diseñaron
el
siguiente
experimento
"para
imitar
la
forma
natural
en
que
se
propaga
la
gripe,
al
menos
la
forma
en
que
creemos
que
se
propaga
la
gripe,
y
no
tengo
ninguna
duda
de
que
lo
hace
[aunque
sus
experimentos
demostraron
que
no
es
así]:
por
contacto
humano".
Instruyeron
a
los
afectados
para
que
respiraran
y
tosieran
sobre
los
voluntarios.
"El
voluntario
era
conducido
hasta
la
cabecera
del
paciente;
se
le
presentaba.
Se
sentaba
junto
a
la
cama
del
paciente.
Se
estrecharon
las
manos
y,
por
instrucciones,
se
acercó
todo
lo
que
pudo
convenientemente
y
hablaron
durante
cinco
minutos.
Al
final
de
los
cinco
minutos,
el
paciente
exhaló
tan
fuerte
como
pudo,
mientras
que
el
voluntario,
hocico
a
hocico
(de
acuerdo
con
sus
instrucciones,
a
unos
5
centímetros
entre
los
dos),
recibió
este
aliento
expirado,
y
al
mismo
tiempo
fue
respirando
mientras
el
paciente
exhalaba.
Esto
lo
repitieron
cinco
veces".
Los
voluntarios
fueron
observados
cuidadosamente
durante
siete
días,
pero,
por
desgracia,
"ninguno
de
ellos
enfermó
de
ninguna
manera."
"Quizás",
dijo
Rosenau,
"hay
factores,
o
un
factor,
en
la
transmisión
de
la
gripe
que
no
conocemos.
.
.
.
Quizá
si
hemos
aprendido
algo,
es
que
no
estamos
seguros
de
lo
que
sabemos
sobre
la
enfermedad."
Los
investigadores
incluso
intentaron
infectar
a
caballos
sanos
con
las
secreciones
mucosas
de
caballos
con
la
gripe11
-‐sí,
los
animales
también
enfermaron
durante
la
pandemia-‐
pero
los
resultados
fueron
los
mismos.
La
gripe
española
no
era
contagiosa,
y
los
médicos
no
podían
culpar
a
la
bacteria
acusada
ni
dar
una
explicación
de
su
alcance
mundial.
El
año
1957
marcó
la
instalación
de
un
radar
en
todo
el
mundo.
La
pandemia
de
gripe
"asiática"
comenzó
en
febrero
de
1957
y
duró
un
año.
Una
década
más
tarde,
Estados
Unidos
lanzó
veintiocho
satélites
a
los
cinturones
de
Van
Allen
como
parte
del
Programa
de
Satélites
de
Comunicaciones
de
Defensa
Inicial
(IDCSP),
lo
que
dio
paso
a
la
pandemia
de
gripe
de
Hong
Kong,
que
comenzó
en
julio
de
1968.
Como
observó
Firstenberg,
"en
cada
caso
-‐en
1889,
1918,
1957
y
1968-‐
la
envoltura
eléctrica
de
la
Tierra...
se
vio
súbita
y
profundamente
perturbada",12
y
con
ella
los
circuitos
eléctricos
del
cuerpo
humano.
La
medicina
occidental
apenas
presta
atención
a
la
naturaleza
eléctrica
de
los
seres
vivos
-‐plantas,
animales
y
seres
humanos-‐,
pero
las
montañas
de
pruebas
indican
que
las
débiles
corrientes
gobiernan
todo
lo
que
ocurre
en
el
cuerpo
para
mantenernos
vivos
y
sanos.
Desde
la
coagulación
de
la
sangre
hasta
la
producción
de
energía
en
las
mitocondrias,
19
pasando
por
pequeñas
cantidades
de
cobre
en
los
huesos,
que
crean
corrientes
para
el
mantenimiento
de
la
estructura
ósea,
todo
puede
verse
influido
por
la
presencia
de
electricidad
en
la
atmósfera,
especialmente
la
electricidad
"sucia",
caracterizada
por
muchas
frecuencias
superpuestas
y
cambios
irregulares
de
frecuencia
y
voltaje.
Hoy
sabemos
que
cada
célula
del
cuerpo
tiene
su
propia
red
eléctrica,
mantenida
por
el
agua
estructurada
dentro
de
la
membrana
celular
(véase
el
capítulo
8).
membrana
celular
(véase
el
capítulo
8).
El
cáncer
se
produce
cuando
esta
estructura
se
rompe,
y
el
cáncer
ha
aumentado
con
cada
nuevo
desarrollo
en
la
electrificación
de
la
tierra.13
La
humanidad
ha
vivido
durante
miles
de
años
con
nuestros
cerebros
sintonizados
con
las
resonancias
Schuman
de
la
tierra,
nuestros
cuerpos
y,
de
hecho,
toda
la
vida
bañada
en
un
campo
eléctrico
estático
de
130
voltios
por
metro.
La
sinfonía
electrónica
que
nos
da
la
vida
es
suave
y
delicada.
Minúsculas
corrientes
eléctricas
que
recorren
las
venas
de
las
hojas
o
las
células
gliales
de
nuestro
sistema
nervioso
guían
el
crecimiento
y
el
metabolismo
de
todas
las
formas
de
vida.
Nuestras
células
se
comunican
en
susurros
en
el
rango
de
la
radiofrecuencia.
La
medicina
tradicional
china
reconoce
desde
hace
tiempo
la
naturaleza
eléctrica
del
cuerpo
humano
y
ha
desarrollado
un
sistema
para
desactivar
la
"acumulación
de
electricidad"
que
conduce
a
la
enfermedad.
Se
llama
acupuntura.
Muchas
cosas
que
hacemos
instintivamente
también
ayudan
a
liberar
cualquier
acumulación
insana
de
corriente
-‐la
madre
que
acaricia
la
cabeza
de
su
bebé
o
que
rasca
la
espalda
de
sus
hijos
para
que
se
duerman,
las
caricias
de
los
enamorados,
caminar
descalzos
por
la
tierra,
los
masajes,
incluso
los
apretones
de
manos
y
los
abrazos-‐,
todas
ellas
desaconsejadas
ahora
por
las
caras
fruncidas
de
las
autoridades
sanitarias.
Avancemos
rápidamente
hasta
la
era
de
Internet
y
los
teléfonos
móviles.
Según
Firstenberg,
la
aparición
del
servicio
de
telefonía
móvil
en
1996
provocó
mayores
niveles
de
mortalidad
en
grandes
ciudades
como
Los
Ángeles,
Nueva
York,
San
Diego
y
Boston.14
Con
el
paso
de
los
años,
las
señales
inalámbricas
de
múltiples
frecuencias
han
llenado
la
atmósfera
cada
vez
más,
junto
con
misteriosos
brotes
como
el
SARS
y
el
MERS.
Hoy
en
día,
el
silencioso
zumbido
de
la
corriente
vital
se
ve
infiltrado
por
un
tintineo
de
frecuencias
superpuestas
y
discordantes,
desde
las
líneas
eléctricas
hasta
el
frigorífico
y
el
teléfono
móvil.
Comenzó
con
el
telégrafo
y
progresó
hasta
la
electricidad
mundial,
luego
el
radar,
después
los
satélites
que
perturban
la
ionosfera,
y
finalmente
el
omnipresente
Wi-‐Fi.
La
incorporación
más
reciente
a
este
inquietante
tinglado
es
la
quinta
generación
inalámbrica-‐5G.
La
5G
se
emite
en
una
gama
de
frecuencias
de
microondas:
principalmente
de
24
a
72
GHz,
con
la
gama
de
700-‐2500
MHz
también
considerada
5G.
Las
frecuencias
en
este
rango
(por
debajo
de
la
frecuencia
de
la
luz)
se
denominan
no
ionizantes,
en
contraste
con
la
radiación
ionizante,
que
tiene
una
frecuencia
más
alta
que
la
luz.
Las
radiaciones
ionizantes,
como
los
rayos
X,
hacen
que
los
electrones
se
desprendan
de
los
átomos,
algo
a
lo
que
obviamente
hay
que
limitar
la
exposición.
(Por
eso
se
pone
un
escudo
de
plomo
a
los
pacientes
cuando
reciben
rayos
X).
20
En
lugar
de
producir
iones
cargados
al
pasar
por
la
materia,
la
radiación
electromagnética
no
ionizante
cambia
las
configuraciones
de
rotación,
vibración
y
valencia
electrónica
de
las
moléculas
y
los
átomos.
Esto
produce
efectos
térmicos
(piense
en
los
hornos
de
microondas).
La
industria
de
las
telecomunicaciones
niega
rotundamente
cualquier
efecto
no
térmico
en
los
tejidos
vivos,
a
pesar
de
que
un
gran
número
de
investigaciones
sugieren
un
daño
considerable
a
los
delicados
sistemas
electromagnéticos
del
cuerpo
humano
por
la
exposición
constante
a
las
frecuencias
no
ionizantes.
En
particular,
los
campos
electromagnéticos
de
alta
frecuencia
como
el
5G
afectan
a
la
permeabilidad
de
las
membranas
celulares15
,
algo
que
no
es
bueno
cuando
la
arquitectura
de
una
célula
sana
asegura
que
no
es
permeable
excepto
en
situaciones
controladas.
Ya
estamos
familiarizados
con
la
tecnología
de
ondas
milimétricas;
esta
es
la
frecuencia
de
los
escáneres
de
los
aeropuertos,
que
pueden
ver
a
través
de
la
ropa.
Los
niños
y
las
mujeres
embarazadas
no
están
obligados
a
pasar
por
estos
escáneres,
un
guiño
a
los
peligros
potenciales.
Los
adultos
reciben
un
zapping
de
uno
o
dos
segundos;
el
5G
nos
baña
con
el
mismo
tipo
de
radiación
las
veinticuatro
horas
del
día.
Especialmente
preocupante
es
el
hecho
de
que
algunos
transmisores
5G
emiten
a
60
GHz,
una
frecuencia
que
es
absorbida
por
el
oxígeno,
haciendo
que
la
molécula
de
oxígeno
(compuesta
por
dos
átomos
de
oxígeno)
se
separe,
haciéndola
inútil
para
la
respiración.16
El
26
de
septiembre
de
2019,
la
red
inalámbrica
5G
se
encendió
en
Wuhan,
China
(y
se
lanzó
oficialmente
el
1
de
noviembre)
con
una
red
de
unas
diez
mil
estaciones
base
5G
-‐más
de
las
que
existen
en
todo
Estados
Unidos-‐,
todas
concentradas
en
una
ciudad.17
El
13
de
febrero
-‐la
misma
semana
en
que
Wuhan
encendió
su
red
5G
para
controlar
el
tráfico-‐
se
produjo
un
pico
de
casos.18
Las
enfermedades
han
seguido
a
la
instalación
de
la
5G
en
todas
las
grandes
ciudades
de
Estados
Unidos,
empezando
por
Nueva
York
en
otoño
de
2019
en
Manhattan,
junto
con
partes
de
Brooklyn,
el
Bronx
y
Queens-‐todos
los
focos
posteriores
de
coronavirus.
Pronto
le
siguieron
Los
Ángeles,
Las
Vegas,
Dallas,
21
Cleveland
y
Atlanta,
con
unos
cinco
mil
pueblos
y
ciudades
ya
cubiertos.
Los
ciudadanos
del
pequeño
país
de
San
Marino
(el
primer
país
del
mundo
en
instalar
el
5G,
en
septiembre
de
2018)
han
tenido
la
mayor
exposición
al
5G
y
la
mayor
tasa
de
infección:
cuatro
veces
más
que
Italia
(que
desplegó
el
5G
en
junio
de
2019),
y
veintisiete
veces
más
que
Croacia,
que
no
ha
desplegado
el
5G.19
En
las
zonas
rurales,
la
enfermedad
achacada
al
coronavirus
es
leve
o
inexistente.20
En
Europa,
las
enfermedades
están
muy
correlacionadas
con
el
despliegue
del
5G.
Por
ejemplo,
Milán
y
otras
zonas
del
norte
de
Italia
tienen
la
cobertura
5G
más
densa,
y
el
norte
de
Italia
tiene
veintidós
veces
más
casos
de
coronavirus
que
Roma.21
En
Suiza,
las
empresas
de
telecomunicaciones
han
construido
más
de
dos
mil
antenas,
pero
los
suizos
han
detenido
al
menos
parte
del
despliegue
del
5G
5G
por
motivos
de
salud.
Suiza
ha
tenido
muchos
menos
casos
de
coronavirus
que
las
vecinas
Francia,
España
y
Alemania,
donde
el
5G
va
a
toda
máquina.
Irán
anunció
un
lanzamiento
oficial
del
5G
a
finales
de
marzo
de
2020,
pero
suponiendo
que
las
pruebas
de
prelanzamiento
sean
en
febrero,
la
llegada
del
5G
se
correlaciona
con
los
primeros
casos
de
Covid-‐19
al
mismo
tiempo.
Corea
ha
instalado
más
de
setenta
mil
bases
5G
y
ha
informado
de
más
de
ocho
mil
casos
de
enfermedad
a
mediados
de
marzo.
Japón
comenzó
a
probar
el
5G
en
los
túneles
de
Hokkaido
a
principios
de
febrero
de
2020,
y
esta
ciudad
es
ahora
la
que
más
casos
de
coronavirus
tiene
en
Japón,
incluso
más
que
Tokio.22
En
Sudamérica,
el
despliegue
del
5G
se
ha
producido
en
Brasil,
Chile,
Ecuador
y
México,
todos
ellos
con
muchos
casos
de
coronavirus.
Los
países
sin
5G,
como
Guyana,
Surinam,
Guayana
Francesa
y
Paraguay,
no
han
notificado
ningún
caso.
Paraguay
está
haciendo
lo
que
todos
los
países
deberían
hacer:
construir
una
red
nacional
de
fibra
óptica
sin
recurrir
al
5G.23
Bartomeu
Payeras
i
Cifre,
epidemiólogo
español,
ha
trazado
el
despliegue
del
5G
en
ciudades
y
países
europeos
con
casos
por
cada
mil
personas
y
ha
demostrado
"una
clara
y
estrecha
relación
entre
la
tasa
de
infecciones
por
coronavirus
y
la
ubicación
de
la
antena
5G".24
¿Qué
pasa
con
Covid-‐19
en
la
cuenca
del
Amazonas?
La
Organización
Panamericana
de
la
Salud
(OPS)
estima
que
hay
al
menos
veinte
mil
casos
activos
de
coronavirus
entre
los
pueblos
indígenas.25
Llevan
un
estilo
de
vida
primitivo,
pero
la
5G
ya
está
allí,26
junto
con
"veinticinco
radares
de
vigilancia
enormemente
potentes,
diez
radares
meteorológicos
Doppler,
doscientas
estaciones
flotantes
de
vigilancia
del
agua,
novecientos
"puestos
de
escucha"
equipados
con
radio,
treinta
y
dos
estaciones
de
radio,
ocho
aviones
de
vigilancia
de
última
generación
equipados
con
radares
que
penetran
en
la
niebla,
y
noventa
y
nueve
aviones
de
apoyo
de
"ataque/entrenamiento",
[todos
ellos]
capaces
de
rastrear
a
seres
humanos
individuales
y
de
"oír
el
chasquido
de
una
ramita"
en
cualquier
lugar
del
Amazonas.
"27
Estos
fueron
instalados
en
2002
como
parte
del
Sistema
de
Vigilancia
de
la
Amazonia
(SIVAM),
que
vigila
las
actividades
en
un
área
de
dos
millones
de
millas
cuadradas
de
naturaleza
remota.
Toda
la
vida
en
el
Amazonas
está
bañada
por
una
serie
de
frecuencias
electromagnéticas.
Estas
frecuencias
5G
sólo
llegan
a
una
corta
distancia
y
no
pueden
penetrar
en
los
edificios.
Sin
embargo,
algunas
empresas
tecnológicas
están
trabajando
para
llevar
22
la
señal
5G
a
las
zonas
donde
trabajamos,
jugamos
y
dormimos.
Pivotal
Commware
está
probando
un
"dispositivo
de
penetración
en
edificios
Echo
5G".28
Las
oficinas
de
Pivotal
están
a
un
kilómetro
y
medio
de
la
residencia
de
ancianos
Life
Care
de
Kirkland
(Washington),
donde
la
enfermedad
apareció
por
primera
vez
en
Estados
Unidos
y
donde
murieron
veinticinco
residentes.
¿Fue
el
centro
Life
Care
un
campo
de
pruebas
para
el
nuevo
dispositivo
de
Pivotal?
Los
centros
sanitarios
también
están
repletos
de
equipos
electrónicos,
algunos
de
ellos
situados
justo
al
lado
de
las
cabezas
de
los
pacientes
enfermos.
Las
personas
que
sufren
hipersensibilidad
eléctrica
no
pueden
acercarse
a
muchos
hospitales
y
residencias
de
ancianos.
El
sistema
5G
también
está
instalado
en
los
cruceros
modernos.
Por
ejemplo,
el
crucero
Diamond
Princess
anuncia
"el
mejor
Wi-‐Fi
en
el
mar".29
El
3
de
febrero
de
2020,
el
barco
fue
puesto
en
cuarentena
en
Yokohama,
Japón,
después
de
que
muchos
pasajeros
se
quejaran
de
enfermedad.
Al
final,
381
pasajeros
y
miembros
de
la
tripulación
enfermaron,
y
catorce
murieron.
El
crucero
Diamond
Princess.
Los
cuatro
objetos
redondos
en
la
parte
superior
del
barco
son
antenas
y
transmisores
5G.
Es
interesante
el
hecho
de
que
los
militares
tienen
dispositivos
de
control
de
multitudes
que
operan
en
los
mismos
rangos:
6-‐100
GHz.
El
sistema
de
negación
activa
de
95
GHz
es
un
arma
que
puede
penetrar
en
la
piel
y
producir
sensaciones
de
calor
intolerables,
haciendo
que
la
gente
se
aleje
del
haz.30
La
directriz
sobre
CEM
de
2016
de
EUROPA
afirma
que
"hay
pruebas
sólidas
de
que
la
exposición
a
largo
plazo
a
determinados
CEM
es
un
factor
de
riesgo
de
enfermedades
como
ciertos
tipos
de
cáncer,
la
enfermedad
de
Alzheimer
y
la
infertilidad
masculina.
.
.
.
Los
síntomas
comunes
de
EHS
(hipersensibilidad
electromagnética)
incluyen
dolores
de
cabeza,
dificultades
de
concentración,
problemas
de
sueño,
depresión,
falta
de
energía,
fatiga
y
síntomas
parecidos
a
los
de
la
gripe
[énfasis
añadido]".31
Un
artículo
publicado
en
mayo
de
2020
en
Toxicology
Letters
descubrió
que,
en
condiciones
reales,
la
exposición
a
frecuencias
no
ionizantes
de
amplio
espectro
23
afectaba
negativamente
a
la
piel,
los
ojos,
el
corazón,
el
hígado,
los
riñones,
el
bazo,
la
sangre
y
la
médula
ósea.32
Las
frecuencias
electromagnéticas
también
perturban
la
función
inmunitaria
mediante
la
estimulación
de
diversas
respuestas
alérgicas
e
inflamatorias,
y
afectan
negativamente
a
la
reparación
de
los
tejidos.33
Los
rusos
estudiaron
los
efectos
de
las
ondas
milimétricas
en
animales
y
humanos
en
1979.
Los
trabajadores
que
trabajaban
con
generadores
de
ultra
alta
frecuencia
se
quejaban
de
fatiga,
somnolencia,
dolores
de
cabeza
y
pérdida
de
memoria.
La
sangre
se
vio
especialmente
afectada,
con
una
reducción
de
la
cantidad
de
hemoglobina
y
una
tendencia
a
la
hipercoagulación.34
Incluso
antes,
en
1971,
el
Instituto
de
Investigación
Médica
de
la
Armada
de
EE.UU.
publicó
más
de
2300
referencias
en
una
"Bibliografía
de
fenómenos
biológicos
('efectos')
y
manifestaciones
clínicas
atribuidas
a
la
radiación
de
microondas
y
radiofrecuencia".35
Encontraron
efectos
adversos
en
casi
todo
el
cuerpo;
además
de
la
"degeneración
generalizada
de
todos
los
tejidos
corporales",
señalaron
la
alteración
de
la
proporción
de
sexos
en
los
nacimientos
(más
niñas),
la
alteración
del
desarrollo
fetal,
la
disminución
de
la
lactancia
en
las
madres
lactantes
y
las
convulsiones,
convulsiones,
ansiedad,
aumento
de
la
tiroides,
disminución
de
la
producción
de
testosterona,
y
-‐de
particular
interés-‐
chispas
entre
los
empastes
dentales
y
un
peculiar
sabor
metálico
en
la
boca.
Una
revisión
de
casi
doscientos
estudios36
señaló
que
"los
efectos
no
térmicos
han
sido
claramente
demostrados
en
miles
de
publicaciones
revisadas
por
pares".
Mientras
que
algunos
patrones
de
bandas
de
frecuencias
de
CEM
son
coherentes
y
pueden
ser
beneficiosos
para
la
salud,
"las
frecuencias
5G
elegidas
pertenecen
en
gran
parte
a
las
zonas
perjudiciales".
Los
autores
señalaron
que
los
estudios
gubernamentales
que
reclaman
la
seguridad
del
5G
no
han
tenido
en
cuenta
el
hecho
de
que
la
radiación
del
5G
puede
ser
pulsante
y
modulada
y
emitirse
desde
múltiples
antenas.
Es
interesante
el
hallazgo
de
que
"las
ondas
EMF
también
pueden
ser
polarizadas
circularmente
por
la
interacción
con
el
polvo
atmosférico
y,
por
lo
tanto,
pueden
penetrar
mucho
más
profundamente
en
el
organismo.
Además,
las
ondas
5G
pueden
presentar
interferencias
con
otras
frecuencias
de
ondas
CEM,
lo
que
da
lugar
a
ondas
estacionarias
y
a
"puntos
calientes"
ambientales
de
radiación
que
pueden
ser
muy
gravosos
para
las
personas
hipersensibles
a
los
CEM."
La
contaminación
del
aire
y
el
5G
no
son
una
buena
mezcla
!
Un
estudio
publicado
en
Frontiers
in
Oncology
describe
las
lesiones
pulmonares
causadas
por
la
radioterapia.
La
radioterapia
utiliza
ondas
más
cortas
a
corta
distancia
durante
un
periodo
de
tiempo
más
corto,
pero
es
lógico
que
las
ondas
milimétricas
5G,
con
transmisores
cercanos,
que
pulsan
cantidades
masivas
de
frecuencia
en
todo
momento,
también
podrían
causar
lesiones
pulmonares.
Según
los
autores,
"dependiendo
de
la
dosis
y
el
volumen
de
pulmón
irradiado,
puede
desarrollarse
una
neumonitis
aguda
por
radiación,
caracterizada
por
tos
seca
y
disnea
(falta
de
aire)".37
Es
interesante
el
hecho
de
que
Lloyd's
of
London
y
otras
compañías
de
seguros
no
cubren
las
lesiones
causadas
por
los
teléfonos
móviles,
el
Wi-‐Fi
o
los
contadores
inteligentes.
Los
CEM
están
clasificados
como
contaminantes,
junto
con
el
humo,
los
productos
químicos
y
el
amianto:
"La
exclusión
de
los
campos
electromagnéticos
(exclusión
32)
es
una
exclusión
general
de
los
seguros
y
se
aplica
24
en
todo
el
mercado
como
norma.
El
objetivo
de
la
exclusión
es
excluir
la
cobertura
de
las
enfermedades
causadas
por
exposición
continua
y
prolongada
a
radiaciones
no
ionizantes,
por
ejemplo,
por
el
uso
de
teléfonos
móviles".
Según
el
Dr.
Cameron
Kyle-‐Sidell,
que
trabaja
en
una
sala
de
urgencias
de
Nueva
York,
los
afectados
están
literalmente
jadeando.
"Los
síntomas
de
los
pacientes
de
Covid-‐19
se
parecen
más
a
los
del
mal
de
altura
que
a
los
de
una
neumonía
viral.
De
hecho,
los
respiradores
que
los
hospitales
se
han
apresurado
a
conseguir
pueden
ser
más
perjudiciales
que
beneficiosos
y
pueden
ser
la
causa
de
la
elevada
tasa
de
mortalidad,
ya
que
aumentan
la
presión
sobre
los
pulmones.
Estos
pacientes
no
necesitan
ayuda
para
respirar,
sino
más
oxígeno
cuando
respiran.
Muchos
se
ponen
azules
en
la
cara.
Estos
no
son
signos
de
una
enfermedad
contagiosa,
sino
de
una
alteración
de
nuestros
mecanismos
de
producción
de
energía
y
de
obtención
de
oxígeno
en
los
glóbulos
rojos.
Recuerde
que
durante
la
gripe
española,
el
problema
era
la
falta
de
coagulabilidad
de
la
sangre;
con
el
Covid-‐19,
un
problema
clave
es
la
falta
de
oxígeno
en
la
sangre;
ambas
condiciones
apuntan
a
una
toxicidad
eléctrica
más
que
a
una
infección;
las
células
sanguíneas
ricas
en
hierro
serían
especialmente
vulnerables
a
los
efectos
del
electromagnetismo.
Y
hay
otro
síntoma:
la
efervescencia.
Muchos
pacientes
de
Covid
informan
de
extrañas
sensaciones
de
zumbido
en
todo
el
cuerpo,
"una
sensación
eléctrica
en
la
piel"
o
una
sensación
de
ardor
en
la
piel.
Las
personas
con
sensibilidad
eléctrica
informan
de
sensaciones
similares
cuando
están
cerca
de
un
teléfono
móvil
o
utilizan
el
control
de
crucero
guiado
por
GPS
en
sus
coches.
Otros
síntomas
son
la
pérdida
del
olfato
y
el
gusto,
fiebre,
dolores,
falta
de
aire,
fatiga,
tos
seca,
diarrea,
derrames
cerebrales
y
convulsiones.
La
correlación
entre
el
despliegue
de
la
5G
y
los
casos
de
Covid-‐19,
y
la
similitud
de
los
síntomas,
debería
hacernos
reflexionar.
¿No
deberíamos
mirar
más
de
cerca
antes
de
instituir
la
vacunación
obligatoria
y
el
chip
de
identificación
electrónica?
¿No
deberíamos
comprobar
si
este
virus
es
realmente
contagioso
antes
de
imponer
el
distanciamiento
social
y
prescribir
mascarillas?
La
pandemia
actual
plantea
muchas
preguntas.
¿Qué
hace
que
algunas
personas
sean
más
vulnerables
que
otras
a
los
efectos
de
la
5G?
¿Por
qué
treinta
y
cinco
marineros
del
acorazado
Arachne
no
enfermaron?
¿Qué
factores
ambientales
debilitan
nuestras
defensas?
¿Cómo
debemos
tratar
esta
enfermedad
si
no
es
una
enfermedad
viral?
¿Qué
pasa
con
nuestra
dieta?
¿Podemos
protegernos
con
las
elecciones
alimentarias
adecuadas?
Abordaremos
estas
cuestiones
en
capítulos
posteriores.
Lo
más
importante
es
que
demostraremos
que
las
diminutas
partículas
llamadas
virus
son
en
realidad
exosomas,
que
no
son
invasores,
sino
mensajeros
de
toxinas
que
nuestras
células
producen
para
ayudarnos
a
adaptarnos
a
las
agresiones
ambientales,
incluida
la
niebla
electromagnética.
Al
fin
y
al
cabo,
la
mayoría
de
la
gente
se
ha
adaptado
a
las
ondas
de
radio
de
todo
el
mundo,
a
la
electricidad
en
sus
hogares
y
a
la
omnipresente
Wi-‐Fi
(y
la
población
de
gorriones
se
recuperó
tras
la
gripe
de
1738);
los
exosomas
son
los
que
permiten
que
esto
ocurra.
Estos
diminutos
mensajeros
proporcionan
una
rápida
adaptación
genética
en
tiempo
real
a
los
cambios
ambientales.
Si
estos
exosomas
pueden
ayudarnos
a
adaptarnos
a
la
disrupción
extrema
del
5G
es
la
pregunta
del
día.
25
CAPÍTULO
3
PANDEMIAS
A
lo
largo
de
la
historia,
los
filósofos
creían
que
los
cometas
eran
"heraldos
de
la
perdición,
la
enfermedad
y
la
muerte,
que
infectaban
a
los
hombres
con
una
sed
de
sangre
para
la
guerra,
contaminaban
las
cosechas
y
dispersaban
la
enfermedad
y
la
peste".1
El
libro
de
texto
chino
Mawangdui
Silk
detalla
veintinueve
tipos
de
cometas,
que
se
remontan
al
año
1500
a.C.,
y
los
desastres
que
siguieron
a
cada
uno.
"Los
cometas
son
estrellas
viles",
escribió
un
funcionario
chino
en
el
año
648
d.C.
"Cada
vez
que
aparecen
en
el
sur,
acaban
con
lo
viejo
y
establecen
lo
nuevo.
Los
peces
enferman,
las
cosechas
fracasan.
Los
emperadores
y
la
gente
común
mueren,
y
los
hombres
van
a
la
guerra.
El
pueblo
odia
la
vida
y
no
quiere
hablar
de
ella".
En
la
Europa
medieval,
e
incluso
en
la
América
colonial,
los
observadores
asociaban
la
aparición
de
cometas
con
la
aparición
de
enfermedades.3
En
el
verano
de
536
d.C.,
una
misteriosa
y
dramática
nube
de
polvo
apareció
sobre
el
Mediterráneo
y
durante
dieciocho
meses
oscureció
el
cielo
hasta
el
este
de
China.
Según
el
historiador
bizantino
Procopio,
"durante
este
año
se
produjo
un
presagio
muy
temible.
El
sol
no
brillaba...
y
se
asemejaba
mucho
a
un
eclipse
de
sol,
ya
que
los
rayos
que
emitía
no
eran
claros".4
El
análisis
del
hielo
de
Groenlandia
depositado
entre
los
años
533
y
540
d.C.
muestra
altos
niveles
de
óxidos
de
estaño,
níquel
y
hierro,
lo
que
sugiere
que
un
cometa
o
un
fragmento
de
un
cometa
pudo
haber
chocado
con
la
Tierra
en
esa
época.5
El
impacto
probablemente
desencadenó
erupciones
volcánicas
que
arrojaron
más
polvo
a
la
atmósfera.
Al
oscurecerse
el
cielo,
las
temperaturas
bajaron,
las
cosechas
se
perdieron
y
la
hambruna
llegó
a
muchas
partes
del
mundo.
26
Representación
de
varios
tipos
de
cometas
en
documentos
chinos.
Poco
después,
en
el
año
541
d.C.,
comenzó
a
aparecer
una
misteriosa
enfermedad
en
las
afueras
del
Imperio
Bizantino.
Las
víctimas
sufrían
delirios,
pesadillas
y
fiebres;
tenían
inflamaciones
de
los
ganglios
linfáticos
en
la
ingle,
las
axilas
y
detrás
de
las
orejas.
La
peste,
que
lleva
el
nombre
del
emperador
reinante
Justiniano,
llegó
a
Constantinopla
(la
capital)
en
542.
Procopio
observó
que
los
cadáveres
se
dejaban
apilados
a
la
intemperie
debido
a
la
falta
de
espacio
para
un
entierro
adecuado.
Calculó
que
en
la
ciudad,
en
su
momento
álgido,
la
peste
mataba
a
diez
mil
personas
al
día.6
La
explicación
actual
de
la
correlación
entre
cometas
y
enfermedades
es
la
de
la
"panspermia".
Ahora
sabemos
que
el
espacio
exterior
está
poblado
por
nubes
de
microorganismos,
y
la
teoría
sostiene
que
los
cometas
son
cuerpos
acuosos
-‐bolas
de
nieve
sucias-‐
que
hacen
llover
sobre
la
tierra
nuevas
formas
microscópicas,
a
las
que
los
humanos
y
los
animales
no
tienen
inmunidad.7
27
Sin
embargo,
las
pruebas
recientes
indican
que
hay
poca
o
ninguna
agua
en
los
cometas.
Se
trata
más
bien
de
asteroides
que
tienen
una
órbita
elíptica
y
se
cargan
eléctricamente
al
acercarse
al
sol,
un
intercambio
que
crea
la
brillante
coma
y
la
cola
del
cometa.
Sus
superficies
presentan
el
tipo
de
características
que
se
producen
con
el
arco
eléctrico
intenso,
como
cráteres
y
acantilados;
los
puntos
brillantes
o
resplandecientes
en
superficies
rocosas
que,
de
otro
modo,
serían
estériles,
indican
áreas
que
están
cargadas
eléctricamente.
Los
cometas
contienen
aleaciones
minerales
que
requieren
temperaturas
de
miles
de
grados,
y
tienen
energía
suficiente
para
emitir
luz
ultravioleta
extrema
e
incluso
potentes
rayos
X.
Además,
cuando
los
cometas
se
acercan
al
sol,
pueden
provocar
descargas
de
alta
energía
y
llamaradas
de
plasma
solar,
que
llegan
hasta
el
cometa.8
28
Los
puntos
brillantes
en
la
superficie
de
un
cometa
indican
una
fuerte
actividad
electromagnética.
Una
erupción
solar
llega
a
un
cometa
muy
cargado.
29
Los
acantilados
y
las
picaduras
en
la
superficie
de
un
cometa
indican
una
intensa
formación
de
arcos
eléctricos.
Por
lo
tanto,
los
cometas
pueden
crear
perturbaciones
eléctricas
en
la
atmósfera
incluso
más
potentes
que
las
creadas
por
la
electrificación
artificial,
y
esta
radiación
incluye
radiaciones
ionizantes
manifiestamente
peligrosas.
No
es
de
extrañar
que
los
antiguos
tuvieran
miedo
de
los
cometas.
La
opinión
convencional
sostiene
que
la
peste
de
Justiniano
fue
un
caso
de
peste
bubónica.
Los
investigadores
analizaron
los
restos
de
las
tumbas
de
la
época
y
detectaron
ADN
de
la
Yersinia
pestis.9
La
corriente
de
pensamiento
convencional
ha
llegado
a
la
conclusión
de
que
las
ratas
y
otros
roedores
son
portadores
de
la
Yersinia
pestis
y
la
transmiten
a
las
pulgas.
Cuando
las
ratas
mueren,
las
pulgas
que
chupan
la
sangre
las
abandonan
para
alimentarse
de
otras
ratas,
perros
y
seres
humanos.
La
bacteria
entra
entonces
en
el
ser
humano
a
través
de
las
picaduras
de
las
pulgas.
Los
investigadores
creen
que,
en
la
época
de
Justiniano,
las
ratas
de
los
barcos
mercantes
llevaban
el
microorganismo
a
los
demás
puertos
del
Mediterráneo.
El
signo
clásico
de
la
peste
bubónica
son
los
bubones,
es
decir,
los
ganglios
linfáticos
muy
inflamados.
Suelen
aparecer
en
la
ingle
porque,
según
el
pensamiento
convencional,
la
mayoría
de
las
picaduras
de
pulgas
se
producen
en
las
piernas.
Los
infectados
experimentan
primero
fiebres,
escalofríos
y
dolores
musculares
antes
de
desarrollar
septicemia
o
neumonía.
La
peste
reapareció
a
intervalos
periódicos
durante
los
trescientos
años
siguientes,
y
la
última
aparición
registrada
fue
en
el
año
750
d.C.,
posiblemente
debido
a
los
restos
cometarios
que
aún
orbitaban.
Llegó
a
afectar
al
25%
de
los
habitantes
de
la
región
mediterránea.
Después,
la
peste
desapareció
de
Europa
hasta
la
Peste
Negra
del
siglo
XIV,
también
presagiada
por
un
cometa.
Según
el
historiador
Thomas
Short:
En
Francia...
fue
visto
el
terrible
cometa
llamado
Negra.
En
diciembre
apareció
sobre
Avignon
una
Columna
de
Fuego.
Hubo
muchos
grandes
terremotos,
tempestades,
truenos
y
relámpagos,
y
miles
de
personas
fueron
engullidas;
los
cursos
de
los
ríos
30
se
detuvieron;
algunos
abismos
de
la
tierra
arrojaron
sangre.
Terribles
lluvias
de
granizo,
cada
piedra
pesaba
de
1
a
8
libras;
abortos
en
todos
los
países;
en
Alemania
llovió
sangre;
en
Francia
la
sangre
brotó
de
las
tumbas
de
los
muertos,
y
tiñó
los
ríos
de
carmesí;
cometas,
meteoros,
rayos
de
fuego,
coruscaciones
en
los
ríos.
fuego,
coruscaciones
en
el
aire,
falsos
soles,
el
cielo
en
llamas.10
Según
los
libros
de
texto,
el
mismo
organismo
de
la
peste
bubónica
de
la
época
de
Justiniano
causó
la
peste
negra
en
Europa,
1347-‐1350.
Sin
embargo,
algunos
investigadores
han
señalado
fallos
en
esta
teoría.
Aunque
los
investigadores
encontraron
pruebas
de
Yersina
pestis
en
la
pulpa
dental
de
una
fosa
común
de
la
época
en
Francia,
otros
equipos
de
científicos
no
pudieron
encontrar
pruebas
del
patógeno
en
otras
cinco
fosas
de
la
época
de
otras
partes
de
Europa.11
La
socióloga
Susan
Scott
y
el
biólogo
Christopher
J.
Duncan
afirman
que
una
fiebre
hemorrágica,
similar
al
virus
del
Ébola,
causó
la
Peste
Negra.
Otros
culpan
al
ántrax
o
a
alguna
enfermedad
ya
extinguida.
Señalan
que
los
relatos
medievales
no
concuerdan
con
las
descripciones
modernas
de
la
enfermedad.
Los
testigos
describieron
una
enfermedad
que
se
propagaba
a
gran
velocidad
con
una
mortalidad
muy
alta,
a
diferencia
de
la
peste,
que
se
mueve
lentamente
y
tiene
una
tasa
de
mortalidad
de
alrededor
del
60%.
Los
relatos
describen
bubones
que
cubren
todo
el
cuerpo
y
no
se
limitan
a
la
zona
de
la
ingle
como
en
el
caso
de
la
peste.
Las
descripciones
de
los
síntomas
mencionan
olores
horribles,
manchas
que
parecen
moretones,
delirio
y
estupor,
nada
de
lo
que
ocurre
con
la
peste
bubónica
actual.
Algunos
críticos
han
adoptado
la
teoría
de
que
un
virus
causó
la
enfermedad,
pero
esta
premisa
no
ofrece
una
explicación
mejor
que
la
de
las
bacterias
para
explicar
la
rápida
propagación
y
la
alta
mortalidad
de
la
enfermedad.
Además,
está
el
problema
de
las
ratas.
Ningún
documento
escrito
de
la
época
describe
las
vastas
legiones
de
ratas
muertas
necesarias
para
explicar
la
peste.
La
peste
negra
mató
a
más
de
la
mitad
de
la
población
islandesa,
pero
las
ratas
no
llegaron
a
Islandia
hasta
el
siglo
XIX.
Y
la
Peste
Negra
siguió
matando
gente
durante
los
meses
de
invierno
en
el
norte
de
Europa,
a
pesar
de
que
el
organismo
de
la
peste
requiere
temperaturas
relativamente
cálidas.12
En
New
Light
on
the
Black
Death:
The
Cosmic
Connection,
el
profesor
Mike
Baillie
sostiene
que
un
cometa
causó
la
pandemia.
Señala
que
los
testigos
de
la
época
describen
un
importante
terremoto
el
25
de
enero
de
1348,
al
que
siguieron
otros.
"Ha
habido
masas
de
peces,
animales
y
otras
cosas
muertas
a
lo
largo
de
la
orilla
del
mar
y
en
muchos
lugares
cubiertos
de
polvo",
escribió
un
observador
contemporáneo.
"Y
todas
estas
cosas
parecen
haber
venido
de
la
gran
corrupción
del
aire
y
la
tierra".
Otros
documentos
describen
maremotos,
lluvias
de
fuego,
olores
nauseabundos,
colores
extraños
en
el
cielo,
nieblas
e
incluso
dragones,
además
de
terremotos13.
Baillie
cree
que
los
fragmentos
del
Cometa
Negra,
que
pasó
por
la
tierra
en
1347,
causaron
los
fenómenos
atmosféricos.
Algunos
fragmentos
descendieron
e
inyectaron
enormes
cantidades
de
polvo
en
la
atmósfera.
El
análisis
de
los
anillos
de
los
árboles
indica
que,
a
medida
que
el
material
descendía
del
espacio,
arrojaba
grandes
cantidades
de
sustancias
químicas
a
base
de
carbono
y
nitrógeno
a
la
31
estratosfera.
Según
Baillie,
la
enfermedad
y
la
muerte
se
produjeron
por
el
agua
y
el
aire
envenenados
mientras
el
cometa
sobrevolaba
la
zona.14
Pero
los
síntomas
-‐especialmente
las
manchas
parecidas
a
moretones
en
la
piel
y
la
alta
tasa
de
mortalidad-‐
indican
envenenamiento
por
radiación,
probablemente
más
mortal
por
el
polvo
y
los
compuestos
similares
al
amoníaco
en
la
atmósfera.
Imagínese
que
un
gran
cometa
pasa
cerca
de
la
tierra,
crepitando
con
intensos
arcos
eléctricos,
lanzando
a
la
tierra
rayos
X
y
desprendiendo
fragmentos
que
caen
a
la
tierra
y
arrojan
nubes
de
polvo
tóxico,
seguidas
inmediatamente
por
una
muerte
horrible,
que
a
veces
arrasa
ciudades
enteras.
Este
no
es
el
tipo
de
catástrofe
que
podemos
achacar
a
los
microbios.
Tal
vez
nuestro
sistema
solar
se
esté
calmando:
la
humanidad
no
ha
visto
fenómenos
tan
violentos
desde
hace
siglos.
Pero
las
perturbaciones
eléctricas
más
pequeñas,
las
que
no
se
pueden
ver,
siguen
siendo
susceptibles
de
promover
brotes,
aunque
menos
desastrosos.
Y
si
el
envenenamiento
por
radiación
-‐ya
sea
ionizante
o
no-‐
provoca
enfermedades,
hay
cofactores
evidentes.
Los
venenos
en
el
aire,
el
agua
y
los
alimentos;
las
toxinas
de
las
picaduras
de
insectos;
los
hongos
mortales
en
los
granos;
la
exposición
a
la
suciedad;
la
desnutrición
y
el
hambre;
así
como
el
miedo
y
la
desesperación:
no
necesitamos
recurrir
a
la
noción
de
contagio
para
explicar
los
brotes
de
enfermedades.
Consideremos
las
enfermedades
transmitidas
por
insectos.
Muchos
(si
no
la
mayoría)
de
los
insectos
que
muerden
o
pican
liberan
toxinas,
a
menudo
sustancias
químicas
complejas
que
pueden
afectar
al
sistema
nervioso.
Las
avispas,
las
abejas,
las
moscas,
los
escarabajos,
los
mosquitos15
,
las
garrapatas,
las
chinches,
los
piojos
y
las
hormigas
producen
sustancias
venenosas.
Los
primeros
estudios
sugieren
que
la
saliva
de
los
insectos
tiene
sustancias
químicas
con
propiedades
vasodilatadoras,
anticoagulantes
e
inmunosupresoras,
aunque
en
los
últimos
tiempos
ha
habido
poco
interés
(o
dinero
para
la
investigación)
en
el
estudio
de
la
saliva
de
los
insectos.
Además
de
los
venenos
evidentes,
la
saliva
de
los
insectos
puede
contener
huevos
de
parásitos.
Las
pulgas
pueden
transmitir
lombrices
y
las
picaduras
de
mosquito
contienen
huevos
de
plasmodio,
un
parásito
que
causa
la
malaria.
Los
mosquitos
también
portan
larvas
de
mosca,
que
pueden
entrar
en
el
cuerpo
a
través
de
las
picaduras,
causando
miasis,
una
infestación
parasitaria
del
cuerpo
por
larvas
de
mosca
(gusanos),
que
crecen
dentro
del
huésped.
Algunas
especies
de
mosquitos
pueden
ser
portadoras
de
la
filariasis,
un
parásito
que
causa
una
afección
desfigurante
llamada
elefantiasis.
Estas
enfermedades
son
"infecciosas"
en
el
sentido
de
que
las
personas
las
adquieren
de
algo
externo
al
cuerpo,
como
un
insecto,
pero
sólo
en
las
circunstancias
más
extrañas
pueden
transferirse
de
un
ser
humano
a
otro.
En
realidad,
los
científicos
aún
no
han
resuelto
el
misterio
de
la
malaria,
una
enfermedad
que
mata
a
más
de
mil
personas
al
día.
La
opinión
convencional
es
que
los
mosquitos
de
las
regiones
tropicales
y
subtropicales
transfieren
los
parásitos
a
la
sangre
humana
a
través
de
sus
picaduras,
y
este
parásito
destruye
entonces
los
glóbulos
rojos
y
causa
fiebre
intermitente.
Pero
el
tipo
de
mosquito
que
se
dice
que
causa
la
malaria
habita
en
todos
los
continentes,
excepto
en
la
Antártida,
incluyendo
Europa
y
Norteamérica,
donde
la
malaria
ya
no
es
un
problema.
Desde
el
32
siglo
XV
hasta
tiempos
recientes,
mucha
gente
en
Inglaterra
sufría
de
malaria
bajo
el
nombre
de
"fiebre
de
los
pantanos"
o
"ague"
-‐siempre
asociada
a
la
vida
en
pantanos
pantanosos.
De
hecho,
lo
que
es
común
a
las
zonas
conocidas
por
el
paludismo
(tanto
en
la
actualidad
como
en
el
pasado)
es
la
habitación
humana
en
pantanos
y
humedales,
y
no
sólo
en
los
humedales
cálidos
(que
son
propicios
para
los
mosquitos),
sino
también
en
los
humedales
de
zonas
más
frías,
como
Inglaterra.
Los
humedales
producen
gases
de
pantano,
una
mezcla
de
sulfuro
de
hidrógeno,
dióxido
de
carbono
y,
sobre
todo,
metano.
La
intoxicación
por
metano
provoca
fiebre,
dolores
de
cabeza,
debilidad
muscular,
náuseas,
vómitos
y
sensación
de
asfixia,
lo
que
es
muy
similar
a
los
síntomas
del
paludismo:
fiebre,
debilidad
muscular,
náuseas,
vómitos
y
dolor
torácico
y
abdominal.
Al
igual
que
la
malaria,
la
intoxicación
por
metano
puede
provocar
la
destrucción
de
los
glóbulos
rojos.16
En
En
las
zonas
del
mundo
donde
la
gente
todavía
vive
en
áreas
pantanosas,
la
exposición
intermitente
a
los
gases
de
los
pantanos,
que
sin
duda
son
más
fuertes
durante
el
tiempo
cálido
o
las
temporadas
de
inundación,
parece
una
mejor
explicación
que
los
mosquitos
para
esta
obstinada
enfermedad.
La
opinión
convencional
sostiene
que
las
"enfermedades
víricas"
como
la
fiebre
amarilla,
el
dengue,
la
fiebre
Zika
y
la
chikugunya
son
transmitidas
por
mosquitos
portadores
de
virus
que
"se
adhieren
a
las
células
susceptibles
y
entran
en
ellas".
Según
los
libros
de
texto,
una
vez
que
estos
virus
entran
en
el
cuerpo
y
comienzan
a
replicarse
en
el
interior
de
las
células,
son
contagiosos
y
se
transmiten
de
persona
a
persona
a
través
de
las
gotitas
en
el
aire,
el
contacto
sexual,
la
ingesta
de
alimentos
y
el
consumo
de
agua
contaminada
con
el
virus,
e
incluso
el
contacto
con
superficies
y
fluidos
corporales
contaminados
con
el
virus.
Pero
no
necesitamos
los
conceptos
de
virus
y
contagio
para
explicar
estas
enfermedades.
Los
entornos
infestados
de
pulgas,
mosquitos,
piojos
y
otros
insectos
portadores
de
toxinas
o
parásitos
darán
lugar
a
que
muchos
individuos,
especialmente
los
que
tienen
una
nutrición
subóptima,
manifiesten
síntomas
similares:
un
"brote"
que
no
requiere
la
premisa
del
contacto
de
persona
a
persona,
sólo
muchas
personas
sometidas
a
los
mismos
factores
de
estrés.
Por
ejemplo,
el
"brote"
del
"virus"
del
Zika,
al
que
se
le
atribuye
una
erupción
de
bebés
nacidos
con
cabezas
trágicamente
pequeñas,
se
produjo
después
de
una
campaña
de
vacunación
DPT
administrada
a
mujeres
embarazadas
pobres
en
Brasil.17
Las
toxinas
son
potentes
factores
de
estrés.
Los
humos
de
las
aguas
residuales
contienen
una
mezcla
de
compuestos
gaseosos
tóxicos,
como
el
sulfuro
de
hidrógeno,
el
dióxido
de
carbono,
el
metano
y
el
amoníaco.
Las
altas
concentraciones
de
metano
y
dióxido
de
carbono
desplazan
el
oxígeno.
En
condiciones
de
poco
oxígeno,
las
bacterias
fermentadoras
beneficiosas
empiezan
a
producir
toxinas
en
lugar
de
compuestos
útiles.
Los
productos
químicos
industriales
presentes
en
las
aguas
residuales
pueden
agravar
los
efectos
adversos,
especialmente
si
estas
toxinas
llegan
al
agua
potable.
En
el
pasado,
estas
toxinas
incluían
el
mercurio,
el
arsénico
y
el
plomo.
El
plomo
que
se
utilizaba
para
los
tejados,
los
depósitos,
los
canalones,
las
tuberías,
los
cables
y
la
elaboración
del
vino
(e
incluso
se
añadía
a
las
recetas
en
la
época
romana)
envenenaba
directamente,
a
través
del
agua
potable
o
de
la
piel.
Las
mujeres
de
la
nobleza
del
Renacimiento
se
maquillaban
con
mineral
de
plomo
blanco,
vinagre,
arsénico,
hidróxido
y
carbonato,
aplicados
en
la
cara
sobre
claras
de
huevo
o
una
base
de
33
mercurio.
El
polvo
facial
de
arsénico
era
el
toque
final.18
El
precio
de
la
tez
impecable
era
la
parálisis,
la
locura
y
la
muerte.
El
curtido
del
cuero
contribuía
en
gran
medida
a
la
contaminación
del
agua.
En
el
proceso
se
utilizaba
cal,
tanino,
estiércol
animal,
orina,
alumbre
y
arsénico;
la
Revolución
Industrial
añadió
a
la
mezcla
una
solución
tóxica
de
cromo.
La
producción
de
pintura
roja
y
tintes,
la
extracción
de
metales
y
la
producción
de
sosa
cáustica
liberaban
mercurio.
Tanto
el
mercurio
como
el
arsénico
eran
ingredientes
populares
en
los
medicamentos,
y
sin
duda
se
llevaron
a
tanta
gente
como
las
propias
enfermedades.
Los
graves
vómitos,
la
diarrea,
la
deshidratación
y
los
calambres
musculares
del
cólera
se
atribuyen
a
la
bacteria
Vibrio
cholerae,
ya
sea
por
el
agua
contaminada
por
las
aguas
residuales
o
por
los
mariscos,
como
el
cólera.
agua
contaminada
o
de
mariscos
como
las
ostras
que
viven
en
agua
contaminada.
En
realidad,
el
asesino
es
una
toxina
llamada
"toxina
del
cólera"
(TC),
que
la
bacteria
produce
en
condiciones
de
poco
oxígeno.
Aunque
la
TC
puede
ser
mortal,
también
tiene
propiedades
antiinflamatorias
y
se
ha
mostrado
prometedora
como
medicamento
inmunoterápico.
El
cólera
afecta
a
hasta
cinco
millones
de
personas,
la
mayoría
en
países
del
tercer
mundo,
y
causa
más
de
cien
mil
muertes
al
año.
El
tratamiento
incluye
la
terapia
de
rehidratación
oral
y
la
administración
de
suplementos
de
zinc.
Los
niños
son
muy
susceptibles
al
TC,
así
como
los
que
están
desnutridos
o
tienen
la
inmunidad
disminuida.
Una
observación
extraña
es
el
hecho
de
que
los
tipos
de
sangre
del
tipo
O
son
más
propensos
a
contraer
el
cólera.19
Incluso
hoy
en
día,
con
la
fijación
del
mundo
médico
en
la
transmisión
de
la
enfermedad
de
persona
a
persona
y
la
prevención
a
través
de
la
vacunación,
las
autoridades
sanitarias
están
de
acuerdo
en
que
la
solución
al
cólera
es
un
mejor
saneamiento.
El
cólera
rara
vez
se
transmite
directamente
de
persona
a
persona,
sino
sólo
a
través
del
agua
potable
sucia.
En
1854
se
produjo
un
brote
de
cólera
en
el
Soho
de
Londres.
Según
Judith
Summers
en
Broad
Street
Pump
Outbreak,
"a
mediados
del
siglo
[XIX],
el
Soho
se
había
convertido
en
un
lugar
insalubre
de
establos,
excrementos
de
animales,
mataderos,
antros
de
grasa
y
alcantarillas
primitivas
y
decadentes.
Y
bajo
las
tablas
del
suelo
de
los
abarrotados
sótanos
se
escondía
algo
aún
peor:
un
fétido
mar
de
pozos
negros
tan
antiguos
como
las
casas
y
muchos
de
los
cuales
nunca
habían
sido
desecados.
Era
sólo
cuestión
de
tiempo
que
esta
bomba
de
relojería
oculta
explotara".20
El
año
anterior,
más
de
diez
mil
personas
murieron
de
cólera
en
Inglaterra.
El
brote
en
el
Soho
apareció
de
repente:
"Pocas
familias,
ricas
o
pobres,
se
libraron
de
la
pérdida
de
al
menos
un
miembro.
En
el
plazo
de
una
semana,
tres
cuartas
partes
de
los
residentes
habían
huido
de
sus
hogares,
dejando
sus
tiendas
cerradas,
sus
casas
cerradas
y
las
calles
desiertas.
Sólo
los
que
no
podían
permitirse
el
lujo
de
marcharse
permanecieron
allí.
Fue
como
la
Gran
Peste
de
nuevo".
El
Dr.
John
Snow
vivía
en
el
centro
del
brote
y
rastreó
el
origen
hasta
una
bomba
en
la
esquina
de
las
calles
Broad
y
Cambridge,
en
el
epicentro
de
la
epidemia.
"Descubrí",
escribió
después,
"que
casi
todas
las
muertes
habían
tenido
lugar
a
poca
distancia
de
la
bomba".
De
hecho,
en
casas
mucho
más
cercanas
a
otra
34
bomba,
sólo
se
produjeron
diez
muertes,
y
de
ellas,
cinco
víctimas
habían
bebido
el
agua
de
la
bomba
de
la
calle
Broad.
Los
trabajadores
de
una
fábrica
de
cerveza
local
no
enfermaron,
ya
que
bebieron
la
cerveza
que
se
les
proporcionó
como
beneficio
del
empleo.
El
Dr.
Snow
no
atribuyó
el
brote
a
las
toxinas,
sino
a
las
"partículas
blancas
y
floculantes"
que
observó
al
microscopio.21
Tres
décadas
más
tarde,
Robert
Koch
probó
a
inyectar
un
cultivo
de
estas
partículas
blancas
floculantes
en
animales,
sin
conseguir
que
enfermaran,
por
lo
que
el
cólera
fracasó
en
su
segundo
postulado.
El
cólera
tampoco
superó
su
primer
postulado,
ya
que
el
Vibrio
cholerae
aparecía
tanto
en
personas
enfermas
como
sanas.22
Aun
así,
seguía
convencido
de
que
este
bacilo
era
la
causa
del
cólera.
Hay
que
destacar
que
todas
las
ciudades
hasta
el
siglo
XIX
eran
"mares
fétidos"
de
excrementos
de
caballo,
montones
de
estiércol
apestoso,
saneamiento
primitivo
del
agua,
productos
químicos
tóxicos,
condiciones
de
vida
hacinadas,
cerdos
sueltos
e
incluso
aguas
residuales
crudas
vertidas
desde
las
casas.
La
bazofia
de
las
cervecerías
del
centro
de
la
ciudad
iba
a
parar
a
las
vacas
de
las
lecherías
de
confinamiento
del
centro
de
la
ciudad,
produciendo
leche
envenenada
en
condiciones
de
suciedad
inimaginables.
La
tasa
de
mortalidad
entre
los
niños
nacidos
en
estas
condiciones
era
del
50%.
Para
entonces,
el
problema
se
había
resuelto
por
sí
solo
con
la
mejora
de
los
sistemas
de
agua
y
alcantarillado,
la
mejora
de
las
condiciones
de
vida,
la
llegada
de
la
refrigeración,
las
leyes
que
prohibían
las
fábricas
de
cerveza
y
las
lecherías
del
centro
de
la
ciudad
y
(lo
más
importante)
la
sustitución
del
caballo
por
el
coche.
Los
automóviles
y
los
autobuses
trajeron
otro
tipo
de
contaminación,
pero
las
nuevas
tecnologías
al
menos
garantizaron
que
el
agua
estuviera
finalmente
limpia.
Muchas
"enfermedades
infecciosas"
desaparecieron,
gracias
no
a
los
médicos
sino
a
los
inventores
e
ingenieros
civiles.
Un
invento
que
hizo
la
vida
más
segura
fue
la
lavadora,
que
facilitó
la
limpieza
de
la
ropa
y
la
ropa
de
cama,
sobre
todo
porque
cada
vez
más
viviendas
tenían
agua
corriente
caliente.
Otro
invento
fue
la
aspiradora,
que
ayudó
a
mantener
las
viviendas
libres
de
bichos.
(Las
mosquiteras
de
las
ventanas
también
ayudaron).
A
principios
del
siglo
XX,
las
autoridades
sanitarias
consideraban
que
la
viruela
era
altamente
infecciosa,
pero
un
médico
no
estaba
de
acuerdo.
El
Dr.
Charles
A.
R.
Campbell,
de
San
Antonio
(Texas),
creía
que
la
viruela
se
transmitía
por
la
picadura
de
chinches.
La
opinión
oficial
moderna
sostiene
que
la
viruela
era
el
resultado
del
contacto
con
un
virus
contagioso:
"La
transmisión
se
producía
por
la
inhalación
del
virus
de
la
viruela
en
el
aire,
generalmente
en
forma
de
gotas
procedentes
de
la
mucosa
oral,
nasal
o
faríngea
de
una
persona
infectada.
Se
transmitía
de
una
persona
a
otra
principalmente
a
través
del
contacto
prolongado
cara
a
cara
con
una
persona
infectada,
normalmente
a
una
distancia
de
1,8
m,
pero
también
podía
propagarse
a
través
del
contacto
directo
con
fluidos
corporales
infectados
u
objetos
contaminados
(fómites)
como
ropa
de
cama
o
de
vestir...
la
persona
infectada
era
contagiosa
hasta
que
se
le
caía
la
última
costra
de
viruela...
No
se
sabía
que
la
viruela
se
transmitiera
por
insectos
o
animales".24
Nótese
que
esta
descripción
está
35
escrita
en
tiempo
pasado:
la
opinión
oficial
es
que
la
viruela
ha
sido
conquistada
por
la
vacunación,
no
por
algo
tan
simple
como
deshacerse
de
las
chinches.
El
Dr.
Campbell
dirigía
una
"casa
de
chinches"
para
pacientes
de
viruela
en
San
Antonio,
donde
se
esforzaba
por
infectarse
a
sí
mismo
y
a
los
demás
mediante
"fomites"
y
el
contacto
directo
cara
a
cara
con
las
personas
infectadas:
Como
incluso
el
propio
aire,
sin
contacto,
se
considera
suficiente
para
transmitir
esta
enfermedad,
y
tocar
la
ropa
de
un
enfermo
de
viruela
se
considera
equivalente
a
contraerla,
me
expuse
con
la
misma
impunidad
que
mi
cuidador
de
la
casa
de
plagas.
.
.
.
Después
de
numerosas
exposiciones,
hechas
de
la
manera
ordinaria,
yendo
de
casa
en
casa
donde
estaba
la
enfermedad.
.
.
Nunca
he
transmitido
esta
enfermedad
a
mi
familia,
ni
a
ninguno
de
mis
pacientes
o
amigos,
a
pesar
de
que
no
me
desinfecté
a
mí
mismo
ni
a
mi
ropa,
ni
tomé
ninguna
precaución,
excepto
la
de
asegurarme
de
que
no
hubiera
chinches
en
mi
ropa.
Otro
de
mis
experimentos
consistió
en
golpear
a
fondo
una
alfombra
en
una
habitación,
de
sólo
dos
o
tres
metros
cuadrados,
de
la
que
acababa
de
salir
un
paciente
con
viruela.
.
.
.
Golpeé
esta
alfombra
en
la
habitación
hasta
que
el
aire
era
sofocante,
y
permanecí
en
ella
durante
treinta
minutos.
Esto
representaba
tanto
el
sistema
respiratorio
como
el
digestivo
como
vías
de
infección
aceptadas.
.
.
.
Después
de
inhalar
el
polvo
de
esa
alfombra,
examiné
mi
esputo
microscópicamente
a
la
mañana
siguiente
y
encontré
fibras
de
algodón
y
de
lana,
polen
y
estiércol
conminuto,
y
también
bacterias
de
muchos
tipos.25
Aunque
el
Dr.
Campbell
se
mezcló
posteriormente
con
familiares,
pacientes
y
amigos,
ninguno
contrajo
la
viruela.
Repitió
estos
experimentos
con
otras
personas,
sin
conseguir
infectar,
incluso
cuando
estaba
en
contacto
con
pacientes
cubiertos
de
llagas,
pero
siempre
encontró
chinches
en
las
casas
de
los
que
contrajeron
la
enfermedad.26
Los
colonos
británicos
y
estadounidenses
utilizaron
la
viruela
como
arma
contra
los
nativos
americanos;
lo
hicieron
dándoles
mantas,
con
lo
que
la
chinche
se
extendió
por
el
Nuevo
Mundo.
Campbell
trató
la
viruela
administrando
fuentes
de
vitamina
C:
La
observación
más
importante
sobre
el
aspecto
médico
de
esta
enfermedad
es
la
caquexia
[mala
condición]
con
la
que
se
asocia,
y
que
es
en
realidad
el
requisito
del
suelo
para
sus
diferentes
grados
de
virulencia.
Me
refiero
a
la
caquexia
escorbútica.
Entre
las
clases
bajas
de
la
gente
esta
perversión
constitucional
particular
absuelta
de
la
nutrición
es
más
frecuente,
principalmente
a
causa
de
su
pobreza,
pero
también
por
el
hecho
de
que
se
preocupan
poco
o
nada
por
las
frutas
o
verduras
.
.
que
es
más
frecuente
en
invierno,
cuando
los
antiescorbúticos
son
escasos
y
de
alto
precio;
y
finalmente,
que
la
eliminación
de
esta
perversión
de
la
nutrición
mitigará
la
virulencia
de
esta
enfermedad
de
tal
manera
que
evitará
positivamente
el
picaje
o
la
viruela.
Un
fracaso
de
la
cosecha
de
fruta
en
cualquier
área
particularmente
grande
es
siempre
seguido
el
invierno
siguiente
por
la
presencia
de
la
viruela.27
36
El
Dr.
Campbell
también
se
aplicó
a
la
eliminación
de
los
mosquitos
construyendo
enormes
casas
para
murciélagos;
era
un
gran
admirador
de
esta
extraña
criatura
alada
y
sabía
cómo
aprovechar
su
ayuda
para
eliminar
los
molestos
insectos,
que
se
supone
que
causan
la
malaria.28
Campbell
era
un
personaje
inventivo
y
pintoresco,
lleno
de
buenas
ideas,
pero
apenas
mencionado
en
las
revistas
médicas
o
en
las
historias
de
las
enfermedades.
Dónde
está
el
glamour
de
una
solución
que
implica
camas
limpias
y
fruta
fresca
comparado
con
la
heroicidad
de
la
vacunación
-‐vacunas
contra
la
viruela
tan
tóxicas
que
los
funcionarios
de
salud
ya
no
las
recomiendan.
El
Bat-‐Roost
municipal
del
Dr.
Campbell,
que
eliminó
los
mosquitos
de
San
Antonio
sin
utilizar
productos
químicos
tóxicos.
A
diferencia
del
olvidado
Dr.
Campbell,
el
Dr.
Robert
Koch
está
inmortalizado
como
el
padre
de
la
microbiología
y
la
teoría
de
los
gérmenes.
Incapaz
de
demostrar
que
un
microorganismo
causaba
el
cólera29
,
y
en
el
caso
de
la
rabia,
sabiendo
que
Pasteur
no
pudo
siquiera
encontrar
un
organismo30
,
el
Dr.
Koch
dirigió
su
atención
a
la
tuberculosis
(TB).
Según
un
artículo
histórico
publicado
en
World
of
Microbiology
and
Immunology
En
seis
meses,
Koch
consiguió
aislar
un
bacilo
a
partir
de
tejidos
de
seres
humanos
y
animales
infectados
por
la
tuberculosis.
En
1882,
publicó
un
artículo
en
el
que
declaraba
que
este
bacilo
cumplía
sus
cuatro
condiciones,
es
decir,
que
se
había
37
aislado
de
animales
enfermos,
que
había
crecido
en
un
cultivo
puro,
que
se
había
transferido
a
un
animal
sano
que
había
desarrollado
la
enfermedad
y
que
se
había
aislado
del
animal
infectado
por
el
organismo
cultivado.
Cuando
presentó
sus
resultados
ante
la
Sociedad
de
Fisiología
de
Berlín
el
24
de
marzo,
dejó
al
público
boquiabierto,
ya
que
su
exposición
de
este
importante
hallazgo
fue
tan
lógica
y
exhaustiva.
Ese
día
se
conoce
como
el
día
en
que
nació
la
bacteriología
moderna.31
En
1905,
el
Dr.
Koch
recibió
el
Premio
Nobel
por
demostrar
que
la
tuberculosis
era
una
enfermedad
infecciosa.
Excepto
que
no
lo
hizo.
De
hecho,
sólo
pudo
encontrar
un
organismo
en
un
tejido
infectado
utilizando
métodos
especiales
de
tinción
después
de
calentar
y
deshidratar
el
tejido
con
alcohol.
La
tinción
era
un
tinte
tóxico,
el
azul
de
metileno,
y
la
solución
que
utilizaba
contenía
otra
toxina:
hidróxido
de
potasio
(lejía).
Cuando
inyectó
el
organismo
teñido
con
estos
venenos
en
animales,
éstos
enfermaron.
Pero,
¿qué
causaba
la
enfermedad,
el
bacilo
o
los
venenos?32
Y
la
tuberculosis
ni
siquiera
satisface
el
primer
postulado
de
Koch.
Sólo
una
de
cada
diez
personas
que
dan
positivo
en
la
prueba
de
la
tuberculosis
desarrolla
realmente
la
enfermedad;
de
las
que
no
lo
hacen
se
dice
que
tienen
"tuberculosis
latente".
Incluso
en
las
décadas
de
1930
y
1940,
algunos
científicos
seguían
siendo
escépticos
respecto
a
la
teoría
de
los
gérmenes
para
la
tuberculosis;
muchos
seguían
creyendo
que
la
causa
era
genética.
Un
investigador
que
cuestionó
ambas
teorías
fue
el
dentista
Weston
A.
Price,
autor
del
innovador
libro
Nutrición
y
degeneración
física.33
Durante
los
años
30
y
40,
viajó
por
todo
el
mundo
para
estudiar
la
salud
de
los
llamados
"pueblos
primitivos",
que
vivían
con
dietas
ancestrales.
Como
dentista,
observó
naturalmente
la
formación
dental
y
facial
y
la
presencia
o
ausencia
de
caries.
Encontró
catorce
grupos
en
regiones
tan
diversas
como
los
Alpes
suizos,
las
Hébridas
Exteriores,
Alaska,
Sudamérica,
Australia
y
los
Mares
del
Sur
en
los
que
todos
los
miembros
de
la
tribu
o
pueblo
presentaban
una
estructura
facial
amplia,
dientes
naturalmente
rectos
y
ausencia
de
caries.(caída
dental).
También
observó
la
ausencia
de
enfermedades
en
estos
grupos
bien
alimentados.
En
cuanto
los
"alimentos
desplazantes
del
comercio
moderno"
se
introducen
en
una
población,
ésta
se
vuelve
vulnerable
a
las
enfermedades
crónicas
e
"infecciosas",
especialmente
la
tuberculosis.
Los
niños
nacidos
de
quienes
adoptaron
la
dieta
occidental
de
alimentos
procesados
"sanitarios"
-‐azúcar,
harina
blanca,
alimentos
enlatados
y
aceites
vegetales-‐
nacieron
con
rostros
más
estrechos,
dientes
apiñados
y
torcidos,
conductos
nasales
estrechos,
configuración
estrecha
del
canal
de
parto
y
formación
corporal
menos
robusta.
Price
rechazó
la
idea
de
que
la
tuberculosis
fuera
hereditaria
o
estuviera
causada
por
un
microorganismo,
transmisible
a
través
de
las
gotitas
liberadas
al
aire
en
la
tos
y
los
estornudos
de
los
infectados;
conjeturó
que
la
causa
fundamental
era
una
malformación
de
los
pulmones,
similar
al
estrechamiento
de
la
estructura
facial
y
las
"deformidades
dentales"
en
los
nacidos
de
padres
que
comían
alimentos
procesados.
En
una
visita
a
una
sala
de
tuberculosis
pediátrica
en
Hawai,
observó
38
que
todos
los
pacientes
tenían
deformidades
dentales.34
Estas
deformidades
dentales
no
causaban
la
tuberculosis,
por
supuesto,
pero
el
Dr.
Price
creía
que
las
mismas
condiciones
que
impedían
la
formación
óptima
de
los
huesos
faciales
también
impedían
la
formación
óptima
de
los
pulmones.
Era
el
tejido
muerto
y
moribundo
de
los
pulmones
el
que
atraía
a
las
bacterias,
el
equipo
de
limpieza
de
la
naturaleza,
y
no
el
microorganismo
que
causaba
la
enfermedad.
Observó
que
los
aldeanos
suizos
que
vivían
con
sus
dietas
nativas
de
productos
lácteos
crudos,
pan
de
centeno
de
masa
fermentada
y
algunas
carnes
y
vísceras
no
tenían
tuberculosis,
y
esto
era
una
época
en
la
que
la
tuberculosis
era
la
principal
causa
de
muerte
en
Suiza
y
en
otros
lugares.35
Del
mismo
modo,
los
habitantes
de
la
isla
de
Lewis
en
las
Hébridas
Exteriores
estaban
libres
de
tuberculosis.
Su
dieta,
rica
en
nutrientes,
consistía
en
mariscos,
incluyendo
hígados
de
pescado
y
aceite
de
hígado
de
pescado,
junto
con
gachas
de
avena
y
tortas
de
avena.
Vivían
en
casas
de
paja
sin
chimeneas,
con
un
aire
contaminado
y
ahumado
día
y
noche,
y
aún
así
no
tenían
tuberculosis.
Cuando
aparecieron
los
alimentos
modernos,
la
situación
cambió
y
la
tuberculosis
se
impuso.
Los
trabajadores
de
la
salud
culparon
al
aire
ahumado
de
sus
casas
de
campo
(¡no
a
un
microorganismo!)
y
les
obligaron
a
instalar
chimeneas,
pero
fue
en
vano.
Sólo
Weston
A.
Price
se
mostró
curioso
por
el
hecho
de
que
los
isleños
bien
alimentados
eran
inmunes,
incluso
cuando
vivían
en
casas
llenas
de
humo36.
Del
mismo
modo,
observó
que
los
miembros
de
las
tribus
africanas
que
se
alimentaban
de
forma
tradicional
parecían
inmunes
a
las
enfermedades
de
África,
a
pesar
de
que
iban
descalzos,
bebían
agua
insalubre
y
vivían
en
zonas
en
las
que
pululaban
los
mosquitos.37
Los
europeos
que
visitaban
África
debían
cubrirse
por
completo
y
dormir
bajo
redes
de
protección
para
evitar
las
enfermedades.
Una
vez
que
el
continente
africano
fue
"colonizado
por
la
coca",
estas
enfermedades
proliferaron
entre
los
africanos.
En
la
época
de
las
investigaciones
del
Dr.
Price,
no
eran
las
llamadas
enfermedades
infecciosas
de
África
las
que
causaban
terror
en
las
mentes
de
los
estadounidenses,
sino
la
poliomielitis.
Según
las
autoridades
sanitarias,
la
causa
era
un
virus
infeccioso.
Este
virus
no
sólo
enfermaba
a
las
personas
(especialmente
a
los
jóvenes),
sino
que
en
ocasiones
las
dejaba
lisiadas.
Las
imágenes
de
hombres
adultos
con
pulmones
de
hierro
y
de
niños
con
aparatos
ortopédicos
marcaron
la
conciencia
nacional.
A
mediados
de
la
década
de
1950,
el
médico
Morton
S.
Biskind
testificó
ante
el
Congreso.
El
mensaje
del
Dr.
Biskind
no
era
lo
que
los
legisladores
querían
oír:
la
poliomielitis
era
el
resultado
de
un
veneno
del
sistema
nervioso
central
(SNC),
no
de
un
virus,
y
el
principal
veneno
del
SNC
de
la
época
era
un
producto
químico
llamado
diclorodifeniltricloroetano,
comúnmente
conocido
como
DDT.38
Utilizado
en
la
Segunda
Guerra
Mundial
para
controlar
los
mosquitos
que
se
decía
que
causaban
la
malaria
y
el
tifus
entre
los
civiles
y
las
tropas,
su
inventor,
Paul
Herman
Müller,39
fue
galardonado
con
el
Premio
Nobel
de
Fisiología
o
Medicina
en
1948
"por
su
descubrimiento
de
la
gran
eficacia
del
DDT
como
veneno
de
contacto
contra
varios
antrópodos".
En
octubre
de
1945,
el
DDT
estaba
disponible
para
la
venta
pública
en
Estados
Unidos.
El
gobierno
y
la
industria
promovieron
su
uso
como
plaguicida
agrícola
y
39
doméstico,
realmente
lo
promovieron.
Las
fotografías
de
la
época
muestran
a
las
amas
de
casa
llenando
sus
casas
con
niebla
de
DDT;
a
los
productores
de
leche
espolvoreando
a
las
vacas
en
sus
establos,
incluso
rociándolo
en
la
leche;
a
los
fumigadores
de
cultivos
depositando
DDT
en
campos
y
bosques;
y
niños
en
las
playas
envueltos
en
el
pesticida.
Un
accesorio
para
el
cortacésped
podía
distribuir
DDT
sobre
el
césped,
y
los
camiones
rociaban
DDT
en
las
calles
de
la
ciudad,
con
niños
jugando
alegremente
en
el
rocío.
El
DDT
sustituyó
en
gran
medida
a
otro
veneno
del
SNC,
el
arseniato
de
plomo,
introducido
en
1898
para
su
uso
en
cultivos
y
huertos.
Antes
de
eso,
el
aerosol
preferido
era
el
arsénico
simple.
escribió
Biskind:
En
1945,
en
contra
del
consejo
de
los
investigadores
que
habían
estudiado
la
farmacología
del
compuesto
y
lo
habían
encontrado
peligroso
para
todas
las
formas
de
vida,
el
DDT
.
.
fue
liberado
en
Estados
Unidos
y
otros
países
para
su
uso
generalizado
por
el
público
como
insecticida.
.
.
.
Incluso
en
1945
se
sabía
que
el
DDT
se
almacena
en
la
grasa
corporal
de
los
mamíferos
y
aparece
en
la
leche.
Con
este
conocimiento
previo,
la
serie
de
acontecimientos
catastróficos
que
siguieron
a
la
campaña
de
envenenamiento
masivo
más
intensa
de
la
historia
humana
conocida,
no
debería
haber
sorprendido
a
los
expertos.
Sin
embargo,
lejos
de
admitir
una
relación
causal
tan
obvia
que
en
cualquier
otro
campo
de
la
biología
sería
aceptada
al
instante,
prácticamente
todo
el
aparato
de
comunicación,
tanto
laico
como
científico,
se
ha
dedicado
a
negar,
ocultar,
suprimir,
distorsionar
e
intentar
convertir
en
su
contrario,
la
abrumadora
evidencia.
La
difamación,
la
calumnia
y
el
boicot
económico
no
han
sido
pasados
por
alto
en
esta
campaña.
.
.
.
A
principios
de
1949,
como
resultado
de
los
estudios
realizados
durante
el
año
anterior,
el
autor
publicó
informes
que
implicaban
a
los
preparados
de
DDT
en
el
síndrome
ampliamente
atribuido
a
un
"virus-‐X"
en
el
hombre,
en
la
"enfermedad
X"
en
el
ganado
y
en
síndromes
a
menudo
mortales
en
perros
y
gatos.
La
relación
fue
rápidamente
negada
por
los
funcionarios
del
gobierno,
que
no
aportaron
ninguna
prueba
para
rebatir
las
observaciones
del
autor,
sino
que
se
basaron
únicamente
en
el
prestigio
de
la
autoridad
gubernamental
y
en
el
gran
número
de
expertos
para
reforzar
su
posición.
.
.
.
40
['Enfermedad
X']
...
estudiada
por
el
autor
tras
una
exposición
conocida
al
DDT
y
compuestos
relacionados
y
una
y
otra
vez
en
los
mismos
pacientes,
cada
vez
tras
una
exposición
conocida.
Hemos
descrito
el
síndrome
de
la
siguiente
manera:
.
.
.
.
En
las
exacerbaciones
agudas,
se
han
observado
convulsiones
clónicas
leves
que
afectan
principalmente
a
las
piernas.
Varios
niños
pequeños
expuestos
al
DDT
desarrollaron
una
cojera
que
duró
de
2
o
3
días
a
una
semana
o
más.
.
.
.
Especialmente
relevantes
para
los
aspectos
recientes
de
este
problema
son
los
estudios
descuidados
de
Lillie
y
sus
colaboradores
de
los
Institutos
Nacionales
de
Salud,
publicados
en
1944
y
1947
respectivamente,
que
demostraron
que
el
DDT
puede
producir
la
degeneración
de
las
células
del
cuerno
anterior
de
la
médula
espinal
en
animales.
Estos
cambios
no
se
producen
con
regularidad
en
los
animales
expuestos,
como
tampoco
lo
hacen
en
los
seres
humanos,
pero
sí
aparecen
con
la
suficiente
frecuencia
como
para
ser
significativos.
Cuando
la
población
está
expuesta
a
un
agente
químico
que
se
sabe
que
produce
en
los
animales
lesiones
en
la
médula
espinal
parecidas
a
las
de
la
poliomielitis
humana,
y
a
partir
de
entonces
esta
última
enfermedad
aumenta
bruscamente
su
incidencia
y
mantiene
su
carácter
epidémico
año
tras
año,
¿es
irrazonable
sospechar
una
relación
etiológica?40
El
investigador
Jim
West
desenterró
los
escritos
y
el
testimonio
de
Biskind,
junto
con
otros
informes
sobre
los
efectos
de
los
venenos
en
el
SNC,
que
datan
de
mediados
del
siglo
XIX.
West
recopiló
los
siguientes
gráficos,
señalando
la
correlación
del
uso
de
pesticidas
y
la
incidencia
de
la
poliomielitis
en
los
Estados
Unidos.41
41
A
medida
que
el
uso
del
DDT
en
Estados
Unidos
disminuía,
también
lo
hacía
la
incidencia
de
la
poliomielitis.
Los
programas
de
vacunación
se
introdujeron
al
mismo
tiempo
y
se
atribuyen
el
mérito
del
descenso.
Dice
West:
Una
relación
clara,
directa
y
de
uno
a
uno
entre
los
pesticidas
y
la
poliomielitis
durante
un
período
de
treinta
años,
con
los
pesticidas
precediendo
a
la
incidencia
de
la
poliomielitis
en
el
contexto
de
la
fisiología
[del
sistema
nervioso
central]
.
.
deja
poco
espacio
para
complicados
argumentos
sobre
el
virus,
incluso
como
cofactor,
a
menos
que
exista
una
prueba
rigurosa
de
la
causalidad
del
virus.
La
poliomielitis
no
muestra
ningún
movimiento
independiente
del
movimiento
de
los
pesticidas,
como
cabría
esperar
si
fuera
causada
por
un
virus.
Tanto
el
imaginario
médico
como
el
popular
están
obsesionados
con
la
imagen
de
un
virus
que
invade
(o
infecta)
y
comienza
a
replicarse
hasta
producir
la
enfermedad.
Sin
embargo,
en
el
laboratorio,
el
poliovirus
no
se
comporta
fácilmente
de
forma
tan
depredadora.
Los
intentos
de
laboratorio
para
demostrar
la
causalidad
se
realizan
en
condiciones
que
son
extremadamente
artificiales
y
aberrantes.42
West
señala
que
en
1908-‐1909,
los
investigadores
alemanes
Landsteiner
y
Popper
en
Alemania
afirmaron
haber
aislado
el
virus
de
la
polio
y
lo
utilizaron
para
causar
polio
en
monos.
Su
método
consistía
en
inyectar
un
puré
pulverizado
de
tejido
cerebral
enfermo
en
el
cerebro
de
dos
monos.
Uno
de
los
monos
murió,
y
el
otro
enfermó.
Los
titulares
de
prensa
anunciaron
esta
"prueba"
de
la
causalidad
del
virus
de
la
polio.
"La
debilidad
de
este
método
es
obvia
para
todos,
excepto
para
ciertos
viropatólogos",
dijo
West.
El
"contagio
de
la
poliomielitis"
nunca
ha
superado
los
postulados
de
Rivers.43
La
inyección
de
puré
de
tejido
cerebral
enfermo
en
los
cerebros
de
los
perros
fue
el
método
preferido
por
Louis
Pasteur
para
establecer
la
causalidad
microbiana
de
la
42
rabia;
y,
de
hecho,
la
inyección
de
cerebros
machacados
en
sus
cabezas
a
menudo
les
hacía
echar
espuma
por
la
boca
y
morir.
Muchos
de
los
contemporáneos
de
Pasteur
no
estaban
de
acuerdo
con
que
la
rabia
(también
llamada
hidrofobia)
fuera
una
enfermedad
contagiosa
y
señalaron
que
la
vacuna
a
menudo
causaba
un
gran
daño
a
los
animales
y
a
las
personas
-‐incluso
el
teórico
de
los
gérmenes
contemporáneo
de
Pasteur,
Robert
Koch,
desaconsejaba
el
uso
de
la
vacuna
contra
la
rabia.44
Los
veterinarios
de
la
época
creían
que
los
perros
se
volvían
"rabiosos"
cuando
se
les
hacía
pasar
hambre
y
se
les
maltrataba.
El
Dr.
Matthew
Woods,
de
Filadelfia,
señaló
que
"en
la
perrera
de
Filadelfia,
donde
por
término
medio
se
recogen
más
de
6.000
perros
vagabundos
al
año,
y
donde
el
capturador
y
los
cuidadores
sufren
frecuentes
mordeduras
al
manipularlos,
no
se
ha
producido
ni
un
solo
caso
de
hidrofobia
[rabia]
en
toda
su
historia
de
veinticinco
años,
en
los
que
se
han
manipulado
150.000
perros.
"45
Durante
la
década
de
1960,
los
investigadores
lograron
inducir
síntomas
de
rabia
en
animales
de
experimentación
poniéndolos
en
cavernas
de
murciélagos
donde
podían
respirar
los
vapores
tóxicos
embrutecedores
del
guano
de
murciélago,
afirmando
posteriormente
haber
aislado
un
"virus
de
la
rabia
transmitido
por
el
aire".
Para
probar
si
este
supuesto
"virus"
causaba
la
rabia,
un
investigador
"inoculó
[a
los
ratones]
por
vía
intracerebral".
El
50%
murió
en
cuarenta
y
ocho
horas,
pero
ninguno
desarrolló
la
rabia.46
En
cuanto
a
la
poliomielitis,
incluso
con
los
programas
de
vacunación
mundial,
la
poliomielitis
no
ha
desaparecido,
ni
en
Estados
Unidos
ni
en
los
países
del
tercer
mundo.
Hoy
en
día,
en
Estados
Unidos,
ha
recibido
un
nuevo
nombre
-‐parálisis
flácida
aguda
(PFA),
que
presenta
síntomas
idénticos
a
los
de
la
poliomielitis-‐
con
más
de
doscientos
casos
registrados
en
2018.
Muchos
padres
han
observado
que
la
afección
aparece
después
de
la
vacunación.
El
patético
consejo
de
los
CDC:
"Para
prevenir
las
infecciones
en
general,
las
personas
deben
quedarse
en
casa
si
están
enfermas,
lavarse
las
manos
a
menudo
con
agua
y
jabón,
evitar
el
contacto
estrecho
(como
tocar
y
dar
la
mano)
con
quienes
están
enfermos,
y
limpiar
y
desinfectar
las
superficies
que
se
tocan
con
frecuencia".47
En
algunas
zonas
del
mundo,
como
la
India
y
África,
la
incidencia
de
la
parálisis
flácida
aguda
se
ha
disparado,
lo
que
muchos
achacan
a
las
campañas
de
administración
de
vacunas
experimentales
contra
la
polio
a
los
niños
de
cero
a
cinco
años.
Investigadores
indios
describieron
esta
fuerte
correlación
en
una
publicación
de
2018
en
el
International
Journal
of
Environmental
Research
and
Public
Health
y
calcularon
que,
en
todo
el
país,
entre
2000
y
2017,
hubo
"491.000
niños
paralíticos
adicionales"
por
encima
de
"las
cifras
esperadas".48
La
Dra.
Suzanne
Humphries
sugiere
que
-‐lejos
de
que
el
mérito
de
la
eliminación
de
la
parálisis
infantil
recaiga
en
las
campañas
de
vacunación-‐
"hay
pruebas
sólidas
que
apuntan
a
la
probabilidad
de
que
la
vacunación
experimental
contra
la
polio
esté
relacionada
con
el
fuerte
aumento
de
la
PFA".49
Si
la
verdadera
causa
de
las
epidemias
es
la
exposición
a
la
contaminación
eléctrica
o
a
las
toxinas
(de
los
insectos,
los
venenos
industriales,
las
toxinas
producidas
por
las
bacterias
en
condiciones
de
suciedad,
las
vacunas
y
los
fármacos),
con
una
nutrición
deficiente
como
cofactor,
¿qué
pasa
con
los
brotes
de
enfermedades
en
las
Américas,
en
África
y
en
los
Mares
del
Sur,
cuando
estos
pueblos
aborígenes
conocieron
a
los
colonos
europeos?
¿No
empezaron
a
padecer
enfermedades
43
infecciosas
en
cuanto
entraron
en
contacto
con
las
enfermedades
infecciosas
llevadas
al
Nuevo
Mundo
en
barcos
desde
el
Viejo
Mundo,
enfermedades
a
las
que
no
tenían
inmunidad?
En
realidad,
los
pueblos
nativos
no
contrajeron
enfermedades
inmediatamente
al
entrar
en
contacto
con
los
europeos.
Por
ejemplo,
los
pescadores
y
los
primeros
exploradores
visitaron
las
aguas
del
noreste
a
lo
largo
de
la
costa
atlántica
durante
los
siglos
XV
y
XVI,
pero
no
tenemos
ningún
comentario
histórico
sobre
la
existencia
de
enfermedades
o
epidemias
entre
los
pueblos
aborígenes
durante
esa
época.
Según
Raymond
Obomsawin,
en
su
informe
"Historical
and
Scientific
Perspectives
on
the
Health
of
Canada's
first
Peoples"
(Perspectivas
históricas
y
científicas
sobre
la
salud
de
los
primeros
pueblos
de
Canadá)50
,
"Dado
que
el
objetivo
principal
de
este
contacto
inicial
era
el
comercio,
la
agricultura
y
la
ganadería,
la
salud
de
los
pueblos
aborígenes
es
una
de
las
principales
preocupaciones
de
los
científicos.
propósito
de
este
primer
contacto
era
explotar
comercialmente
los
recursos
naturales,
cualquier
evidencia
visible
de
la
debilidad
física
o
la
enfermedad
de
los
habitantes
indígenas
seguramente
habría
despertado
un
gran
interés".
En
cambio,
estos
primeros
informes
se
maravillaban
de
la
buena
salud
y
la
robusta
constitución
de
los
nativos
americanos.
Obomsawin
señala
que
los
primeros
brotes
de
enfermedad
registrados
en
los
nativos
americanos
que
vivían
en
los
valles
del
Ottawa
se
produjeron
entre
1734
y
1741.
Samuel
de
Champlain
había
establecido
el
primer
asentamiento
europeo
en
Quebec,
en
el
río
San
Lorenzo,
más
de
cien
años
antes,
en
1608,
y
no
fue
hasta
el
siglo
XIX
cuando
la
viruela,
la
disentería,
el
tifus,
la
fiebre
amarilla,
la
tuberculosis,
la
sífilis
y
otras
"fiebres"
se
hicieron
frecuentes
entre
la
población
aborigen.
A
mediados
del
siglo
XVIII,
la
vida
de
los
nativos
americanos
había
sufrido
graves
trastornos.
Como
consecuencia
de
la
intensa
caza
con
trampas,
las
poblaciones
de
animales
de
caza
habían
disminuido,
afectando
gravemente
a
la
disponibilidad
de
alimentos
y
pieles
para
fabricar
ropa
y
calzado.
Durante
este
periodo,
el
azúcar,
la
harina
blanca,
el
café,
el
té
y
el
alcohol
llegaron
en
barcos
comerciales,
que
los
colonos
cambiaron
con
los
indios
por
pieles.
El
mismo
patrón
prevaleció
en
la
costa
oeste,
donde
la
pesca
del
salmón
se
agotó
a
mediados
del
siglo
XIX.
Estos
pueblos
del
noroeste
hablaban
de
los
"barcos
de
la
enfermedad"
o
de
las
"canoas
de
la
peste",
las
embarcaciones
marítimas
españolas
y
británicas
que
llegaban
cada
vez
con
más
frecuencia.
Traían
la
viruela,
pero
también
los
alimentos
que
los
hacían
vulnerables
a
ella.
Un
primer
barco
de
carga
de
cien
pies
de
eslora
podía
transportar
hasta
ochocientas
mil
libras
de
"mercancías"
-‐o
quizás
deberíamos
decir
"maldades"-‐,
incluidas
las
mantas
para
los
nativos
americanos.51
Los
pueblos
tribales
que
dependían
en
gran
medida
del
búfalo
no
se
vieron
afectados
hasta
principios
de
la
década
de
1870,
cuando
los
animales
se
agotaron
debido
a
la
explotación
y
a
las
campañas
deliberadas
para
acabar
con
los
rebaños
de
los
que
dependían.
44
Según
un
informe
del
gobierno
canadiense:
La
transformación
de
los
aborígenes
del
estado
de
buena
salud
que
había
impresionado
a
los
viajeros
de
Europa
a
uno
de
mala
salud
.
.
se
agravó
a
medida
que
las
fuentes
de
alimentos
y
ropa
de
la
tierra
disminuían
y
las
economías
tradicionales
se
hundían.
Empeoró
aún
más
cuando
los
pueblos
que
antes
se
desplazaban
se
vieron
confinados
en
pequeñas
parcelas
de
tierra
donde
los
recursos
y
las
oportunidades
de
saneamiento
natural
eran
limitados.
Empeoró
aún
más
cuando
las
normas,
los
valores,
los
sistemas
sociales
y
las
prácticas
espirituales
fueron
socavados
o
proscritos.52
En
cuanto
a
la
colonia
de
Plymouth,
los
peregrinos
no
fueron
los
primeros
europeos
en
la
zona.
Los
pescadores
europeos
habían
estado
navegando
por
la
costa
de
Nueva
Inglaterra,
con
un
contacto
considerable
con
los
nativos
americanos,
durante
gran
parte
de
los
siglos
XVI
y
XVII,
y
el
comercio
de
pieles
de
castor
comenzó
a
principios
del
siglo
XVII,
antes
de
la
llegada
de
los
peregrinos
en
1620.
En
1605,
el
francés
Samuel
de
Champlain
realizó
un
extenso
y
detallado
mapa
de
la
zona
y
de
las
tierras
circundantes,
en
el
que
aparecía
el
pueblo
de
Patuxet
(lugar
de
la
futura
ciudad
de
Plymouth)
como
un
próspero
asentamiento.
En
1617-‐1618,
justo
antes
de
la
llegada
del
Mayflower,
una
misteriosa
epidemia
acabó
con
hasta
el
90%
de
la
población
india
de
la
costa
de
Massachusetts.
Los
libros
de
historia
atribuyen
la
epidemia
a
la
viruela,
pero
un
análisis
reciente
ha
llegado
a
la
conclusión
de
que
pudo
tratarse
de
una
enfermedad
llamada
leptospirosis.53
Todavía
hoy,
la
leptospirosis
mata
a
casi
sesenta
mil
personas
al
año.
La
leptospirosis
es
una
infección
de
la
sangre
similar
a
la
malaria,
asociada
a
varias
formas
de
bacterias
espiroquetas.
Otras
formas
de
parásitos
espiroquetas
caracterizan
la
sífilis,
el
pian
y
la
enfermedad
de
Lyme.
Los
seres
humanos
se
encuentran
con
estas
espiroquetas
a
través
de
la
orina
de
animales
o
del
agua
y
la
tierra
contaminada
con
orina
de
animales
que
entra
en
contacto
con
los
ojos,
la
boca,
la
nariz
o
los
cortes.
La
enfermedad
está
asociada
a
un
saneamiento
deficiente.
Tanto
los
animales
salvajes
como
los
domésticos
pueden
transmitir
la
leptospirosis
a
través
de
su
orina
y
otros
fluidos;
los
roedores
son
el
vector
más
común,
y
el
castor
es
un
roedor.
45
Los
nativos
americanos
comerciaban
con
pieles
de
castor
con
los
colonos
europeos
a
cambio
de
licor
y
otros
artículos
que
les
hacían
vulnerables
a
la
enfermedad.
Un
factor
importante
que
se
omite
en
las
discusiones
sobre
las
enfermedades
de
los
nativos
americanos
es
la
alteración
del
comercio
de
la
sal.
Los
primeros
exploradores
europeos
del
Nuevo
Mundo
no
llegaron
a
la
costa
este,
sino
a
Florida
y
al
sureste
de
Norteamérica.
En
la
década
de
1540,
ochenta
años
antes
de
que
los
peregrinos
desembarcaran
en
Plymouth
Rock,
el
explorador
Hernando
de
Soto
dirigió
la
primera
expedición
europea
que
se
adentró
en
el
territorio
de
los
actuales
Estados
Unidos.
Atravesaron
Florida,
Georgia,
Alabama
y
posiblemente
Arkansas,
y
vieron
el
río
Misisipi.
Algunos
antropólogos
han
insistido
en
que
los
nativos
americanos
no
consumían
sal,
pero
de
Soto
recibió
"una
abundancia
de
buena
sal"
como
regalo
de
los
nativos
americanos,
y
observó
la
producción
y
el
comercio
de
la
sal
en
el
sureste
del
país.
En
el
valle
del
bajo
Mississippi
se
encontró
con
mercaderes
nativos
americanos
que
vendían
sal.
Según
los
registros
de
Soto,
la
falta
de
sal
podía
provocar
una
muerte
muy
desgraciada:
Algunos
de
aquellos
cuyas
constituciones
debían
exigir
la
sal
más
que
otros,
murieron
de
una
manera
muy
inusual
por
falta
de
ella.
Les
atacó
una
fiebre
muy
lenta,
al
tercer
o
cuarto
día
de
la
cual
no
había
nadie
a
cincuenta
pies
que
pudiera
soportar
el
hedor
de
sus
cuerpos,
siendo
más
ofensivo
que
el
de
los
cadáveres
de
perros
o
gatos.
Así
perecieron
sin
remedio,
pues
ignoraban
cuál
podía
ser
su
mal
o
qué
se
podía
hacer
por
ellos,
ya
que
no
tenían
ni
médicos
ni
medicinas.
Y
se
creía
que
no
habrían
podido
beneficiarse
de
ellas
si
las
poseían,
porque
desde
el
primer
momento
en
que
sintieron
la
fiebre,
sus
cuerpos
ya
estaban
en
estado
de
descomposición.
De
hecho,
desde
el
pecho
hacia
abajo,
sus
vientres
e
intestinos
estaban
tan
verdes
como
la
hierba.54
Las
fuentes
más
importantes
de
sal
eran
los
manantiales
de
sal
que
salpicaban
el
noroeste
de
Luisiana,
el
oeste
de
Arkansas
y
el
valle
del
río
Ohio.
Los
restos
46
arqueológicos
de
estas
zonas
indican
que
los
nativos
americanos
evaporaban
la
sal
en
salinas
de
arcilla
poco
profundas,
probablemente
añadiendo
piedras
calientes
al
agua
salobre.
También
recuperaban
la
sal
de
las
cenizas
de
ciertas
plantas
y
de
la
arena
impregnada
de
sal;
a
veces
recogían
sal
de
roca.
Los
caminos
de
la
sal
bien
definidos
permitían
el
transporte
de
la
sal
hacia
el
este.
Los
nativos
americanos
de
la
costa
generalmente
obtenían
la
sal
a
través
del
comercio
y
no
de
la
evaporación
del
agua
del
mar,
ya
que
la
madera
para
hacer
fuego
es
escasa
cerca
de
las
playas
del
océano
y
el
aire
húmedo
del
mar
no
favorece
la
evaporación.55
Los
comerciantes
de
sal
no
pertenecían
a
ningún
grupo
tribal,
sino
que
viajaban
solos
de
tribu
en
tribu
llevando
cestas
de
sal
recogidas
en
los
lagos
salados,
junto
con
otras
mercancías.
A
medida
que
la
vida
cultural
de
los
nativos
americanos
se
desmoronaba
ante
la
invasión
europea,
el
comercio
de
la
sal
habría
sido
una
de
las
primeras
víctimas
de
este
trastorno.
La
sal
es
fundamental
para
la
protección
contra
los
parásitos.
Necesitamos
el
cloruro
de
la
sal
para
producir
ácido
clorhídrico;
sin
la
sal,
el
estómago
no
será
lo
suficientemente
ácido
para
matar
a
los
parásitos.
La
cuestión
es
que
las
llamadas
enfermedades
"infecciosas"
que
causaron
tanto
sufrimiento
no
llegaron
hasta
después
de
un
período
de
perturbación
y
declive
nutricional;
y
es
casi
seguro
que
el
miedo
y
la
desesperación
desempeñaron
un
papel.
Cuando
la
enfermedad
estallaba
en
una
aldea,
los
afectados
se
encontraban
a
menudo
abandonados
por
los
que
aún
estaban
sanos,
por
lo
que
no
tenían
a
nadie
que
los
cuidara.
Al
no
poder
conseguir
agua
para
ellos,
solían
morir
de
sed.56
Esto
puede
explicar
por
qué
las
tasas
de
mortalidad
durante
los
brotes
eran
mucho
más
altas
para
los
nativos
americanos
(normalmente
un
90%)
que
para
los
europeos
(normalmente
un
30%).
Una
de
las
enfermedades
a
las
que
se
atribuía
la
muerte
de
los
nativos
americanos
era
el
sarampión,
considerado
una
enfermedad
vírica.
Pero
el
16
de
febrero
de
2016,
el
Tribunal
Supremo
Federal
de
Alemania
(BGH)
dictó
una
sentencia
histórica:
no
hay
pruebas
de
la
existencia
de
un
virus
del
sarampión.
El
caso
surgió
de
un
desafío
del
biólogo
alemán
Stefan
Lanka,
que
ofreció
una
suma
de
cien
mil
euros
a
quien
pudiera
aportar
pruebas
de
la
existencia
del
virus
del
sarampión.
Un
joven
médico,
David
Bardens,
aceptó
el
reto
y
proporcionó
a
Lanka
seis
estudios
como
prueba
de
que
el
virus
del
sarampión
existía.
Cuando
Lanka
alegó
que
estos
estudios
no
cumplían
las
pruebas
necesarias
para
reclamar
el
premio,
Bardens
le
llevó
a
los
tribunales.
El
tribunal
se
puso
de
parte
de
Bardens
y
ordenó
el
pago
del
premio.
Pero
Lanka
llevó
el
caso
al
Tribunal
Supremo,
donde
el
juez
falló
a
su
favor
y
condenó
al
demandante
a
asumir
todas
las
costas
procesales.
Lanka
pudo
demostrar
que
los
seis
estudios
interpretaban
erróneamente
los
"componentes
ordinarios
de
las
células"
como
parte
del
presunto
virus
del
sarampión.57
Según
Lanka,
décadas
de
procesos
de
consenso
han
creado
un
modelo
de
virus
del
sarampión
que
en
realidad
no
existe:
"A
día
de
hoy,
no
se
ha
encontrado
una
estructura
real
que
se
corresponda
con
este
modelo
ni
en
un
humano
ni
en
un
animal.
Con
los
resultados
de
las
pruebas
genéticas,
se
ha
refutado
científicamente
toda
tesis
de
existencia
del
virus
del
sarampión".
La
existencia
de
un
virus
de
sarampión
contagioso
justificó
el
desarrollo
de
la
vacuna
contra
el
sarampión,
que
ha
hecho
ganar
a
la
industria
farmacéutica
miles
de
millones
de
dólares
a
lo
largo
de
cuarenta
años.
Pero
si
tal
microorganismo
no
47
existe,
dijo
Lanka,
"esto
plantea
la
cuestión
de
qué
fue
lo
que
realmente
se
inyectó
a
millones
de
ciudadanos
alemanes
durante
las
últimas
décadas".
Según
la
sentencia
del
Tribunal
Supremo,
puede
que
no
fuera
una
vacuna
contra
el
sarampión".
Pero,
¿qué
pasa
con
las
fiestas
del
sarampión?
¿Qué
pasa
con
los
intentos
exitosos
de
los
padres
de
infectar
a
sus
hijos
con
las
enfermedades
comunes
de
la
infancia
como
el
sarampión,
la
varicela
y
las
paperas?
¿Y
qué
pasa
con
las
enfermedades
de
transmisión
sexual
(ETS)
como
la
sífilis
-‐que
se
dice
que
es
una
enfermedad
que
los
europeos
contrajeron
de
los
nativos
americanos-‐?
El
misterio
de
las
enfermedades
infantiles
y
de
transmisión
sexual
se
abordará
en
el
capítulo
7.
CAPÍTULO
4
DEL
SIDA
AL
COVID
Para
entender
la
historia
del
coronavirus,
es
instructivo
remontarse
a
1971.
Ese
fue
el
año
en
que
el
presidente
Nixon
declaró
la
guerra
contra
el
cáncer.
La
teoría
de
la
época
era
que
los
virus
causaban
el
cáncer,
y
la
clase
médica
se
comprometió
a
encontrar
una
cura
para
1975.
Cientos
de
millones
de
dólares
"fluyeron
hacia
una
investigación
sobre
el
cáncer
completamente
unilateral,
centrada
en
la
producción
de
medicamentos
maravillosos".1
Por
supuesto,
la
guerra
fue
un
completo
fracaso,
y
a
principios
de
la
década
de
1980,
los
científicos
de
los
NIH
se
esforzaban
por
obtener
una
financiación
continua
y
el
CDC
"necesitaba
una
epidemia
importante
para
justificar
su
existencia".2
Apareció
el
SIDA
(Síndrome
de
Inmunodeficiencia
Adquirida),
del
que
se
decía
que
estaba
causado
por
el
VIH
(Virus
de
Inmunodeficiencia
Humana),
un
virus
mortal
que
"dio
el
salto
de
otros
primates
a
los
seres
humanos
en
el
centro-‐oeste
de
África
a
principios
y
mediados
del
siglo
XX".3
Algunos
predijeron
que,
como
enfermedad
de
transmisión
sexual,
el
SIDA
acabaría
extendiéndose
por
toda
la
población
y
matándonos
a
todos.
Entre
1981
y
2006,
se
invirtieron
casi
doscientos
mil
millones
de
dólares
en
la
investigación
del
SIDA,
centrada
en
la
hipótesis
del
virus
y
en
el
desarrollo
de
medicamentos
antivirales
tóxicos
como
el
AZT.
Muchos
libros4
han
documentado
cuidadosamente
los
argumentos
en
contra
de
la
afirmación
de
que
un
virus
llamado
VIH
causa
la
enfermedad
llamada
SIDA.
Desgraciadamente,
estos
cuidadosos
argumentos
parecen
no
hacer
ninguna
diferencia
para
el
hombre
de
la
calle,
ni
tampoco
para
los
científicos.
ni
a
los
científicos.
En
esencia,
sin
importar
las
pruebas,
el
99%
de
la
población,
incluida
la
mayor
parte
de
la
comunidad
médica
alternativa,
sigue
creyendo
en
este
mito.
Veamos
los
hechos.
El
SIDA
no
era
una
enfermedad
nueva
en
los
años
70
y
principios
de
los
80.
De
hecho,
es
la
misma
enfermedad
que
la
causada
por
los
medicamentos
inmunosupresores
utilizados
para
evitar
que
las
personas
rechacen
órganos
como
un
corazón
o
un
riñón
después
de
un
trasplante.
Lo
único
nuevo
de
la
enfermedad
fue
la
aparición
de
un
nuevo
tipo
de
cáncer
llamado
sarcoma
de
Kaposi.
El
sida
no
es
en
absoluto
una
enfermedad
específica.
Significa
simplemente
un
colapso
del
sistema
inmunológico
mediado
por
células,
que
se
sabe,
incluso
en
los
años
70,
que
tiene
muchas
causas
diversas.
Con
el
colapso
del
sistema
inmune,
48
se
ven
condiciones
como
infecciones
frecuentes,
tuberculosis,
mononucleosis,
neuropatía
periférica
y
el
síndrome
de
Guillain-‐Barré,
todo
lo
cual
a
menudo
viene
bajo
la
rúbrica
de
SIDA.
La
nueva
parte
de
la
enfermedad,
el
sarcoma
de
Kaposi,
se
ha
relacionado
definitivamente
con
el
uso
de
"poppers"
(fármacos
de
nitrito
de
alquilo),
que
son
inmunosupresores.
Este
fármaco
se
utilizaba
para
relajar
el
esfínter
anal
y
facilitar
las
relaciones
sexuales
anales.
La
gran
mayoría
de
las
personas
que
contrajeron
el
sarcoma
de
Kaposi
eran
hombres
homosexuales
que
usaban
poppers
(nunca
personas
que
"adquirieron
el
virus"
de
otra
fuente).
Una
vez
que
el
uso
de
poppers
cesó
en
la
comunidad
gay,
también
lo
hizo
el
sarcoma
de
Kaposi.
A
pesar
de
los
cuarenta
años
de
investigación,
nadie
ha
aislado
el
virus
del
VIH
de
ningún
fluido
corporal
de
un
enfermo
de
SIDA.
Ni
una
sola
vez.
Esto
resulta
chocante
para
la
mayoría
de
la
gente,
pero
hay
premios
en
metálico
para
quien
pueda
mostrar
con
un
microscopio
electrónico
el
virus
del
VIH
purificado
y
aislado
de
cualquier
persona
con
SIDA.
Hasta
ahora,
nadie
ha
recogido
estos
premios
en
metálico.
Nadie
ha
documentado
nunca
la
transmisión
de
un
virus
VIH
purificado
de
una
persona
o
un
animal
a
otro
con
la
consiguiente
enfermedad.
Ni
una
sola
vez.
De
hecho,
el
mayor
estudio
sobre
el
SIDA
jamás
realizado5
demostró
claramente
que
el
VIH
no
es
transmisible
por
contacto
sexual.
Y,
por
último,
como
veremos
en
el
capítulo
5,
la
prueba
utilizada
para
hacer
un
"diagnóstico"
de
SIDA
nunca
puede
determinar
la
causalidad.
Es
simplemente
una
prueba
que
busca
material
genético
de
origen
desconocido.
Dado
que
no
tenemos
pruebas
de
que
ningún
virus
o
bacteria
haya
causado
ninguna
enfermedad,
la
prueba
es
simplemente
irrelevante
para
determinar
la
causalidad.
Cuando
la
prueba
para
el
SIDA
-‐llamada
la
prueba
PCR-‐
encuentra
un
nivel
más
alto
de
partículas
genéticas
en
la
sangre,
simplemente
significa
que
la
condición
de
la
persona
está
causando
un
gran
deterioro
genético
-‐de
toxinas,
envenenamiento
por
CEM,
malnutrición
o
estrés.
La
prueba
nunca
puede
determinar
la
causa
de
la
enfermedad.
Si
primero
se
aislara,
purificara
y
caracterizara
todo
el
genoma
del
virus
en
cuestión,
entonces
se
podría
determinar
si
el
fragmento
de
material
genético
que
se
busca
es
exclusivo
de
ese
virus
en
cuestión.
Si
no
se
realiza
un
paso
de
purificación,
aislamiento
y
caracterización,
sencillamente
no
hay
forma
de
decir
que
el
fragmento
que
se
busca
es
exclusivo
de
ese
virus
o
que
incluso
se
originó
en
él.
Si
envenena
un
organismo
con
cualquier
tipo
de
toxina
que
degrada
sus
células
(lo
que
hacen
la
mayoría
de
los
venenos,
incluyendo
los
venenos
de
los
CEM6),
entonces
se
encontrará
más
material
genético
en
su
sangre
y
la
prueba
PCR
lo
detectará.
Esto
significa
que
estás
enfermo.
Esto
también
se
aplica
a
los
anticuerpos:
cuanto
más
envenenado
estás,
más
anticuerpos
tiendes
a
producir
para
protegerte.
Este
simple
hecho
explica
por
qué
todas
las
pruebas
de
PCR
y
de
anticuerpos,
incluidas
las
del
VIH
y
el
coronavirus,
tienden
a
mostrar
mayores
"cargas
virales"
(que
no
son
virus
sino
material
genético)
y
a
ser
más
positivas
en
las
personas
más
enfermas.
Esto
no
significa
que
tengan
una
infección
viral,
sino
que
están
enfermos.
Por
eso,
el
prospecto
de
las
pruebas
de
PCR
y
de
anticuerpos
para
el
VIH
y
el
coronavirus
dice
que
se
puede
obtener
un
falso
positivo
si
la
persona
tiene
una
de
las
cuarenta
afecciones.
Entre
ellas
están
la
faringitis
estreptocócica,
49
las
"infecciones
víricas",
las
enfermedades
autoinmunes,
el
cáncer,
el
embarazo
o
la
lactancia.
En
otras
palabras,
cualquier
estrés
en
el
cuerpo
provoca
que
produzcamos
más
anticuerpos
y
tengamos
más
material
genético
degradado
en
nuestra
sangre
y
otros
fluidos
-‐
no
es
ninguna
sorpresa.
No
hay
nada
en
estas
pruebas
que
demuestre
la
causalidad
viral
o,
en
ausencia
de
purificación,
que
demuestre
que
el
fragmento
de
PCR
proviene
del
virus
en
cuestión,
nada.
Es
simplemente
un
castillo
de
naipes.
(Para
más
información
sobre
las
pruebas,
véase
el
capítulo
5).
Dado
que
estos
hechos
son
obvios
y
fáciles
de
probar,
¿cómo
pueden
haber
escapado
al
escrutinio
de
los
"brillantes"
hombres
y
mujeres
que
dirigen
nuestro
sistema
de
salud
y
pueblan
las
filas
de
los
virólogos?
Una
vez
que
nuestras
autoridades
sanitarias
declararon
que
la
enfermedad
multifactorial
llamada
"SIDA"
estaba
causada
por
un
virus,
tenían
que
idear
una
forma
de
tratarlo.
Las
compañías
farmacéuticas
(en
particular,
Burroughs-‐
Wellcome),
desempolvaron
un
viejo
y
muy
tóxico
medicamento
llamado
azidotimidina
(AZT)
y
lo
volvieron
a
comercializar
para
su
uso
con
pacientes
de
SIDA.
El
AZT
es
un
fármaco
análogo
a
los
nucleósidos;
interfiere
en
la
producción
de
ADN
a
partir
del
ARN
que
supuestamente
contiene
el
virus
del
VIH.
La
teoría
es
que
sin
la
capacidad
del
virus
del
VIH
de
hacer
copias
de
ADN,
no
puede
crecer,
replicarse
y
causar
la
infección
y
la
enfermedad.
En
la
práctica,
el
AZT
no
sólo
mostró
gran
parte
de
la
toxicidad
asociada
a
los
fármacos
de
quimioterapia
contra
el
cáncer
(muchos
de
los
cuales
también
interfieren
en
algún
aspecto
de
la
replicación
del
ADN),
sino
que
se
demostró
que
era
peor
que
inútil
a
la
hora
de
prevenir
la
progresión
de
un
estado
asintomático
a
un
SIDA
completo.
En
el
primer
ensayo
de
AZT
en
personas
seropositivas
asintomáticas,
se
administró
AZT
a
877
personas,
mientras
que
872
recibieron
un
placebo.
En
cuanto
un
paciente
desarrollaba
algún
síntoma
de
SIDA,
se
le
ofrecía
AZT
"abierto"
(el
15%
eran
mujeres).
Las
tasas
de
mortalidad
fueron
escandalosas;
a
lo
largo
de
los
tres
años
que
duró
el
ensayo,
se
produjeron
setenta
y
nueve
muertes
relacionadas
con
el
SIDA
en
el
grupo
de
AZT,
pero
sólo
67
pacientes
en
el
grupo
de
placebo.
Así
que
no
sólo
era
más
probable
que
desarrollaras
SIDA
sintomático
si
tomabas
AZT
en
comparación
con
de
no
hacer
nada,
sino
que
también
estaba
sometido
a
toda
la
toxicidad
habitual
de
tomar
un
fármaco
de
quimioterapia.7
Los
efectos
adversos
del
AZT
incluyen
náuseas,
vómitos,
reflujo
ácido
(ardor
de
estómago),
dolor
de
cabeza,
problemas
de
sueño
y
pérdida
de
apetito.
Los
efectos
adversos
a
largo
plazo
incluyen
anemia,
neutropenia
(disminución
de
los
glóbulos
blancos),
hepatotoxicidad
(toxicidad
hepática),
cardiomiopatía
(problemas
con
el
músculo
cardíaco)
y
miopatía
(debilidad
muscular).
Existen
muchos
paralelismos
con
la
situación
actual,
en
la
que
los
medicamentos
"antivirales"
aumentan
en
realidad
la
probabilidad
de
tener
un
mal
resultado
de
esta
enfermedad
viral
imaginaria
llamada
coronavirus.
A
la
estela
del
sida
siguieron
otras
enfermedades
"virales",
como
la
hepatitis
C,
el
SARS
(Síndrome
Respiratorio
Agudo
Severo),
el
MERS
(Síndrome
Respiratorio
de
Oriente
Medio),
la
gripe
aviar,
la
gripe
porcina,
el
ébola
y
el
Zika.
Se
dedicaron
50
grandes
sumas
a
la
búsqueda
de
causas
virales
y
curas
de
un
solo
fármaco
para
todo,
todo
ello
siguiendo
un
manual
de
juego
conocido:
inventar
el
riesgo
de
una
epidemia
desastrosa,
incriminar
a
un
patógeno
escurridizo,
ignorar
las
causas
tóxicas
alternativas,
manipular
la
epidemiología
con
cifras
no
verificables
para
maximizar
la
falsa
percepción
de
una
catástrofe
inminente
y
prometer
la
salvación
con
vacunas.
Esto
garantiza
grandes
beneficios
económicos.
Pero,
¿cómo
es
posible
lograr
todo
esto?
Simplemente
confiando
en
el
más
poderoso
activador
del
proceso
de
toma
de
decisiones
del
ser
humano
-‐¡EL
MIEDO!8
No
hace
falta
decir
que
los
investigadores
aún
no
han
demostrado
que
un
virus
cause
ninguna
de
estas
condiciones.
Avancemos
rápido
hasta
noviembre
de
2019,
cuando
las
autoridades
en
China
notaron
que
un
grupo
de
personas
estaba
enfermando
de
una
manera
nueva.
Notaron
que
muchas
de
las
personas
que
contrajeron
esta
enfermedad
informaron
haber
visitado
un
mercado
de
pescado
en
particular
en
Wuhan,
China.
Los
síntomas
eran
de
naturaleza
respiratoria,
incluyendo
tos
seca.
Por
supuesto,
estos
síntomas
no
son
del
todo
nuevos,
ya
que
a
lo
largo
de
la
historia
la
gente
ha
sufrido
diversas
enfermedades
respiratorias
como
bronquitis,
neumonía
y
asma.
Sin
embargo,
al
aumentar
el
número
de
casos,
las
autoridades
investigaron
la
situación.
Se
sospechaba
que
había
aparecido
una
nueva
enfermedad,
lo
que
naturalmente
desencadenó
la
búsqueda
de
la
causa.
Dado
que
los
síntomas
de
los
enfermos
se
parecían
a
los
de
la
neumonía,
algunos
de
los
pacientes
originales
recibieron
antibióticos.
Esto
se
hizo
porque
uno
de
los
recientes
"postulados"
que
prueban
la
causalidad
de
una
enfermedad
infecciosa
establece
que
si
los
antibióticos
no
resuelven
los
síntomas,
esto
constituye
una
prueba
"presuntiva"
(más
que
una
prueba
"directa")
de
que
la
neumonía
está
causada
por
un
virus
(que
obviamente
no
responde
a
la
terapia
con
antibióticos).
Como
los
pacientes
no
mejoraron
con
la
terapia
antibiótica,
esto
desencadenó
la
hipótesis
de
que
el
nuevo
tipo
de
neumonía
debe
ser
causado
por
un
virus
nuevo
o
modificado.
Volvamos
a
nuestro
ejemplo
original
de
la
pelota
de
ping-‐pong
del
capítulo
1.
En
este
punto,
toda
la
cuestión
gira
en
torno
a
si
se
puede
demostrar
la
causalidad
viral
de
este
nuevo
conjunto
de
síntomas.
Queremos
y
debemos
exigir
pruebas
de
la
causalidad,
no
una
pelota
de
ping-‐pong
en
un
cubo
de
piedras
y
cubitos
de
hielo,
una
simulación
por
ordenador,
un
análisis
del
virus
o
el
testimonio
de
expertos.
Estamos
apostando
nuestras
vidas,
nuestros
hijos,
la
economía
mundial
y
mucho
más
por
el
peso
de
las
pruebas.
Necesitamos
pruebas
sólidas
como
una
roca;
necesitamos
seguir
los
postulados
de
Koch
o
de
Rivers,
que
implican
una
línea
de
razonamiento
simple
que
cualquier
ser
humano
racional
puede
reconocer
como
la
forma
de
probar
la
causalidad
infecciosa.
En
otras
palabras,
esto
es
lo
que
debería
haber
ocurrido
a
principios
de
2020.
En
cuanto
las
autoridades
médicas
chinas
sospecharon
de
un
brote
de
una
nueva
y
peligrosa
enfermedad,
deberían
haber
recogido
a
unas
quinientas
personas
con
síntomas
idénticos,
o
al
menos
casi
idénticos.
Luego
deberían
haber
identificado
otro
grupo
de
igual
tamaño
como
controles
emparejados,
es
decir,
personas
de
51
edad,
estilo
de
vida
y
antecedentes
similares,
también
de
Wuhan,
que
no
tuvieran
síntomas.
Dada
la
posible
lentitud
del
desarrollo
de
esta
enfermedad,
habría
sido
prudente
seguir
a
las
quinientas
personas
de
control
durante
al
menos
unos
meses
para
asegurarse
de
que
ninguna
desarrollara
estos
nuevos
síntomas.
El
siguiente
paso
sería
hacer
un
examen
microbiológico
exhaustivo
de
una
variedad
de
fluidos
tomados
de
estos
mil
sujetos.
Como
mínimo,
esto
debería
haber
incluido
sangre,
esputo,
orina
e
hisopos
nasales.
El
examen
debería
haber
incluido
la
microscopía
de
luz
convencional
para
buscar
bacterias
y
la
microscopía
electrónica
para
buscar
virus.
Una
vez
que
se
hubiera
encontrado
una
nueva
bacteria
o
virus
en
todas
las
personas
enfermas
y
en
ninguna
de
las
personas
sanas,
la
bacteria
o
el
virus
debería
haberse
aislado,
purificado
y
cultivado
meticulosamente
en
un
medio
neutro
(lo
que
en
realidad
no
es
posible
para
los
virus,
ya
que
sólo
"crecen"
en
otras
células
vivas).
Una
vez
realizado
este
paso
de
purificación,
el
microbio
purificado
debería
haberse
introducido
en
un
animal
de
experimentación
de
la
forma
normal
en
que
se
sospechaba
que
el
microbio
podría
estar
propagándose:
mediante
gotas
en
el
aire,
y
no
inyectado
directamente
en
el
cerebro
del
animal,
como
hicieron
científicos
como
Pasteur
para
"demostrar"
la
etiología
contagiosa
de
la
rabia,
la
tuberculosis
o
la
polio.
Por
último,
un
grupo
de
control
de
animales
de
prueba
debería
haber
sido
sometido
a
los
mismos
intentos
de
contaminación.
En
otras
palabras,
si
se
va
a
rociar
un
virus
purificado
en
las
fosas
nasales
de
los
animales
para
ver
si
se
enferman,
es
necesario
rociar
solución
salina
pura
en
las
fosas
nasales
de
un
grupo
de
control
de
animales
para
asegurarse
de
que
los
animales
no
se
enferman
sólo
porque
se
les
rocía
cosas
en
la
nariz.
Cualquier
persona
cuerda
y
lógica
estaría
de
acuerdo
en
que
esto
es
lo
que
debería
haber
ocurrido.
Por
último,
si
por
alguna
razón
las
autoridades
médicas
de
China
no
pudieron
llevar
a
cabo
dicha
investigación,
deberían
haber
solicitado
la
ayuda
del
CDC
y
de
las
organizaciones
equivalentes
en
Europa
y
Rusia,
o
de
la
Organización
Mundial
de
la
Salud
(OMS),
para
asegurarse
de
que
las
investigaciones
se
hicieran
de
forma
cuidadosa,
adecuada
y
exhaustiva.
Lo
sorprendente
de
esta
historia
es
que
no
sólo
carecemos
de
este
tipo
de
pruebas
para
una
causa
viral
del
Covid-‐19,
sino
que
también
carecemos
de
este
tipo
de
pruebas
para
las
muchas
epidemias
"virales"
a
las
que
nos
hemos
enfrentado
durante
el
último
siglo,
incluyendo
la
polio,
el
SIDA,
el
SARS,
el
Ébola,
el
Zika
y
la
hepatitis
C.
Veamos
entonces
qué
se
hizo
para
demostrar
que
el
coronavirus
del
síndrome
respiratorio
agudo
severo
2
(SARS-‐CoV-‐2)
era
la
causa
de
esta
nueva
serie
de
síntomas.
Se
citan
cuatro
artículos
publicados
en
China
como
prueba
de
que
el
nuevo
y
novedoso
coronavirus
es
la
causa
probable
de
esta
nueva
enfermedad.9
52
Para
un
análisis
en
profundidad
de
estos
artículos,
consulte
una
presentación
del
Dr.
Andrew
Kaufman,10
en
la
que
disecciona
con
gran
detalle
los
métodos
y
conclusiones
de
estos
estudios
seminales.
Para
revisar
estos
cuatro
estudios,
veamos
de
nuevo
los
postulados
de
Rivers
para
determinar
si
un
virus
concreto
causa
una
enfermedad.
1.
El
virus
puede
ser
aislado
de
los
huéspedes
enfermos.
2.
El
virus
puede
cultivarse
en
células
del
huésped.
3.
Prueba
de
filtrabilidad:
el
virus
puede
filtrarse
de
un
medio
que
también
contenga
bacterias.
4.
El
virus
filtrado
producirá
una
enfermedad
comparable
cuando
el
virus
cultivado
se
utilice
para
infectar
animales
de
experimentación.
5.
El
virus
se
puede
volver
a
aislar
del
animal
experimental
infectado.
6.
Se
puede
detectar
una
respuesta
inmunitaria
específica
al
virus.
Ninguno
de
estos
cuatro
estudios
cumplía
los
seis
postulados.
De
los
cuatro
estudios
que
decían
demostrar
que
un
coronavirus
causa
esta
enfermedad,
ninguno
de
ellos
cumplía
los
tres
primeros
postulados,
y
ninguno
de
ellos
abordaba
siquiera
los
postulados
cuatro
y
cinco.
Uno
de
los
trabajos
afirmó
encontrar
una
respuesta
inmunitaria
(postulado
seis)
al
observar
los
niveles
de
anticuerpos
del
paciente.
Los
dos
primeros
trabajos
son
lo
suficientemente
honestos
como
para
afirmar
sólo
una
asociación
del
coronavirus
y
la
enfermedad;
el
tercer
trabajo
afirma
que
el
coronavirus
está
"identificado
como
el
agente
causante".
El
cuarto
documento,
de
la
Universidad
McMaster,
afirma
falsamente
que
el
coronavirus
es
el
agente
causante
de
la
enfermedad
y
que
el
virus
"puso
en
marcha
la
pandemia",
sin
ninguna
prueba
que
respalde
estas
afirmaciones.
Estos
documentos
nunca
demuestran
que
todas
las
personas
con
Covid-‐19
tuvieran
el
mismo
conjunto
de
síntomas;
nunca
purifican
ningún
virus
de
las
personas
enfermas;
nunca
demuestran
la
ausencia
del
virus
en
las
personas
sanas;
y
nunca
demuestran
que
la
transmisión
del
virus
purificado
pueda
hacer
que
las
personas
sanas
enfermen.
Esto
es
un
fraude
científico
de
primer
orden.
Es
interesante
observar
más
de
cerca
cómo
trabajan
los
virólogos
para
"demostrar"
algo
como
la
causalidad
del
coronavirus.
Un
ejemplo
es
un
artículo
publicado
en
2003
en
Nature,
titulado
"Koch's
Postulates
Fulfilled
for
SARS
Virus"
(Se
cumplen
los
postulados
de
Koch
para
el
virus
del
SARS).11
Los
investigadores
afirmaron
que
el
Síndrome
Respiratorio
Agudo
Severo
está
causado
por
un
coronavirus.
El
propio
título
es
engañoso,
si
no
deshonesto,
porque
los
investigadores
no
cumplieron
ni
los
postulados
de
Koch
ni
los
de
Rivers.
Esto
es
lo
que
hicieron:
primero
tomaron
secreciones
respiratorias
de
algunos
enfermos;
en
otras
palabras,
tomaron
esputo
de
personas
con
tos.
Centrifugaron
el
esputo,
que
separa
la
parte
celular
(donde
presumiblemente
reside
el
virus
en
las
células)
de
la
parte
líquida.
Descartaron
la
parte
líquida.
Esto
es
lo
que
denominaron
"purificación".
Luego
tomaron
este
sedimento
centrifugado
y
no
purificado
de
los
53
enfermos,
que
contenía
sólo
Dios
sabe
qué,
y
lo
inocularon
en
células
vero
(de
riñón
de
mono).
Aquí
tenemos
que
entender
que
si
los
virólogos
quieren
obtener
suficiente
"virus"
para
utilizarlo
experimentalmente,
deben
cultivarlo
en
un
medio
biológico
como
un
animal
o
al
menos
en
células
de
un
animal.
A
diferencia
de
las
bacterias,
que
pueden
cultivarse
en
placas
de
Petri,
los
virus
no
están
vivos
y
sólo
pueden
"crecer"
en
otras
células
vivas.
Por
comodidad
y
porque
las
líneas
celulares
de
cáncer
son
"inmortales",
suelen
cultivar
sus
"virus"
en
células
cancerosas;
sin
embargo,
en
este
caso
utilizaron
células
de
riñón.
Esta
práctica
está
plagada
de
problemas
obvios
para
demostrar
que
es
el
virus
y
no
las
células
renales
o
cancerosas
las
que
causan
la
enfermedad
cuando
estos
virus
se
inyectan
en
los
animales
de
experimentación.
Además,
ahora
se
sabe
que
como
parte
de
su
estrategia
de
"desintoxicación",
las
células,
especialmente
las
cancerosas,
producen
partículas
llamadas
exosomas,
que
son
idénticas
a
los
"virus".
(Más
sobre
esto
en
el
capítulo
6.)
Una
vez
más,
los
investigadores
tomaron
sedimentos
no
purificados
de
la
mucosa
nasal
de
los
enfermos
y
los
cultivaron
en
células
Vero
hasta
obtener
una
cantidad
suficiente
de
material
celular
para
trabajar.
Luego
volvieron
a
centrifugar
este
desastre,
sin
intentar
siquiera
purificar
ningún
virus
de
la
mezcla.
Finalmente,
tomaron
esta
mezcla
de
sedimentos
de
mocos,
células
renales
y
quién
sabe
qué
más,
y
la
inyectaron
en
dos
monos.
No
hicieron
un
grupo
de
control
inyectando
solución
salina
en
otros
monos
o
inyectando
células
vero
en
monos,
o
incluso
inyectando
el
sobrenadante
líquido
del
material
centrifugado
en
monos.
Simplemente
inyectaron
esta
sustancia
viscosa
cargada
de
restos
celulares.
Uno
de
los
monos
desarrolló
una
neumonía
y
el
otro
parecía
tener
síntomas
respiratorios
posiblemente
relacionados
con
una
enfermedad
de
las
vías
respiratorias
bajas.
Esto,
según
los
investigadores,
es
la
prueba
de
que
un
"coronavirus"
puede
causar
enfermedades.
Para
ser
justos,
en
un
estudio
relacionado,12
los
investigadores
hicieron
exactamente
el
mismo
procedimiento,
salvo
que
para
que
reflejara
mejor
cómo
se
propaga
realmente
el
nuevo
"virus",
tomaron
mocos
centrifugados
no
purificados
y
cultivados
para
el
cáncer
de
pulmón
y
(de
nuevo,
sin
ningún
control)
los
hicieron
pasar
por
la
garganta
y
los
pulmones
de
los
hámsters.
(¿Dónde
está
PETA
cuando
se
le
necesita?)
Algunos
de
los
hámsters,
pero
no
todos,
contrajeron
neumonía,
y
algunos
murieron.
No
tenemos
ni
idea
de
lo
que
habría
pasado
si
hubiesen
inyectado
células
cancerígenas
en
los
pulmones
de
estos
hámsters,
pero
probablemente
nada
bueno.
Y
aún
más
desconcertante,
algunos
de
los
hámsters
ni
siquiera
enfermaron,
lo
que
ciertamente
no
cuadra
con
la
teoría
del
virus
mortal
y
contagioso.
En
resumen,
ningún
estudio
ha
demostrado
que
el
coronavirus,
o
de
hecho
cualquier
virus,
sea
contagioso,
ni
ha
demostrado
nada
excepto
que
los
virólogos
son
un
grupo
de
personas
peligrosas
y
equivocadas
y
que
los
defensores
de
los
hámsters
y
los
monos
no
están
haciendo
su
trabajo.
Esta
historia
es
análoga
a
la
de
"demostrar"
que
la
pelota
de
ping-‐pong
puede
derribar
muros
lanzando
un
cubo
de
piedras
y
cubitos
de
hielo
que
contenga
una
sola
pelota
contra
un
pequeño
muro
y
demostrando
que
eso
sí
lo
derriba.
Estas
"pruebas"
no
tienen
ningún
sentido
y
no
demuestran
nada,
y
sin
embargo
todo
el
edificio
de
la
causalidad
del
"virus"
de
la
corona
se
basa
en
estos
estudios
falsos.
En
54
el
capítulo
5,
deconstruiremos
las
"pruebas"
igualmente
falsas
que
ahora
se
utilizan
para
proporcionar
lo
que
pasa
por
evidencia
de
apoyo
de
una
causalidad
viral.
Quédate
con
nosotros,
el
viaje
se
vuelve
más
interesante
a
medida
que
avanzamos.
CAPÍTULO
5
EL
ENGAÑO
DE
LAS
PRUEBAS
En
una
serie
de
artículos
recientes
publicados
en
los
medios
de
comunicación
locales
y
nacionales,
así
como
en
varios
documentos
científicos,
algunos
de
los
principales
médicos
e
inmunólogos
del
mundo
han
hecho
declaraciones
sorprendentemente
honestas
-‐y
chocantes-‐
sobre
las
pruebas
de
coronavirus.
La
prueba
utilizada
se
llama
prueba
PCR
-‐
PCR
significa
reacción
en
cadena
de
la
polimerasa.
He
aquí
algunos
ejemplos
de
estas
declaraciones:
"No
realizamos
pruebas
para
detectar
el
virus
infeccioso
en
la
sangre
"1.
Esta
afirmación
procede
de
un
artículo
en
el
que
los
autores
afirman
haber
descubierto
el
nuevo
coronavirus
en
pacientes
que
padecen
Covid-‐19.
"No
hay
manera
de
saber
si
el
ARN
que
se
utiliza
en
la
nueva
prueba
de
PCR
del
coronavirus
se
encuentra
en
estas
partículas
vistas
al
microscopio
electrónico.
No
hay
ninguna
conexión
entre
la
prueba
y
las
partículas,
y
no
hay
ninguna
prueba
de
que
las
partículas
sean
virales".2
Irónicamente,
esta
afirmación
no
procede
de
un
documento
que
intenta
desacreditar
la
causalidad
del
coronavirus
del
Covid-‐19.
Procede
de
un
documento
que
defiende
categóricamente
esta
conexión,
pero
que
afirma
que
se
necesita
más
investigación
para
comprender
los
interesantes
entresijos
de
este
nuevo
virus.
O
esto,
del
jefe
del
Departamento
de
Salud
Pública
del
Condado
de
Marin,
encargado
de
elaborar
la
política
de
salud
pública
del
Condado
de
Marin,
California:
"Las
pruebas
de
PCR
significan
que
usted
está
infectado
con
el
nuevo
coronavirus
o
3
Esta
afirmación
es
similar
a
ir
a
la
tienda
de
frigoríficos
para
comprar
uno
nuevo
y
preguntar
al
vendedor
por
un
nuevo
modelo
en
la
sala
de
exposición.
Te
dice:
"Es
un
modelo
nuevo
e
interesante;
o
mantiene
la
comida
fría
o
no
la
mantiene".
La
mayoría
de
la
gente
no
elegiría
elevar
a
esta
persona
a
jefe
de
refrigeración
del
condado
de
Marin.
Una
noticia
de
la
NBC
informaba
de
ciertos
resultados
desconcertantes:
marineros
que
dan
positivo,
luego
negativo,
y
después
positivo
a
Covid-‐19
mediante
la
prueba
PCR.
Esto
no
debería
ocurrir
si
la
prueba
es
buena.
Un
representante
de
los
CDC
declaró:
"La
detección
de
ARN
viral
no
significa
necesariamente
que
haya
un
virus
infeccioso".4
Según
un
experto
en
enfermedades
infecciosas
del
Centro
Médico
de
la
Universidad
de
Vanderbilt
en
Nashville,
"es
posible
que
las
personas
puedan
eliminar
restos
del
virus
durante
algún
tiempo.
Eso
no
significa
que
les
pase
nada
o
que
sean
contagiosas".
5
Todas
estas
declaraciones
se
refieren
a
la
prueba
utilizada
para
afirmar
que
una
persona
está
infectada
y
puede
contagiar
la
enfermedad.
Cuando
le
preguntamos
por
estas
afirmaciones,
el
director
de
un
laboratorio
especializado
en
pruebas
de
enfermedades
infecciosas
nos
dijo
"Una
prueba
PCR
positiva
significa
que
tienes
la
enfermedad
activa
o
que
eres
portador
y
no
tienes
la
enfermedad
activa".
Cuando
55
le
preguntamos
cómo
distinguir
entre
los
que
tienen
la
enfermedad
activa
y
los
que
son
portadores,
respondió
con
seguridad:
"Los
que
tienen
la
enfermedad
activa
están
enfermos,
los
portadores
están
bien".
Luego
le
preguntamos
cómo
se
sabe
si
la
enfermedad
está
causada
por
el
virus,
ya
que
la
prueba
puede
ser
positiva
tanto
si
se
está
enfermo
como
si
no.
Nos
contestó:
"Se
puede
hacer
una
prueba
PCR
y
saber
si
el
enfermo
tiene
el
virus".
Bienvenido
al
mundo
de
Alicia
en
el
País
de
las
Maravillas
de
la
virología.
Por
último,
la
cita
más
reveladora
de
todas,
ésta
del
jefe
de
enfermedades
infecciosas
de
Wake
Forest
Baptist
Health
en
Winston-‐Salem,
Carolina
del
Norte:
"Todavía
no
tenemos
suficientes
detalles
para
hacer
afirmaciones
seguras
sobre
la
inmunología".6
Esta
cita
es
de
un
inmunólogo,
y
los
inmunólogos
son
los
que
deciden
la
política
pública.
Han
puesto
al
mundo
bajo
arresto
domiciliario.
Estaría
bien
que
al
menos
pudieran
decir
con
confianza
que
saben
algo
sobre
inmunología.
¿Cómo
se
ha
llegado
a
esta
escandalosa
situación
en
relación
con
las
pruebas
de
las
enfermedades
víricas?
Volvamos
a
la
historia
del
doctor
Stefan
Lanka,
un
virólogo
de
Alemania,
del
que
hablamos
en
el
capítulo
3.
El
trabajo
de
Lanka
ha
contribuido
a
cortar
los
velos
tras
los
que
se
oculta
el
campo
de
la
virología.
Cuando
era
un
joven
estudiante
de
posgrado
en
Alemania,
Lanka
descubrió
por
casualidad
el
primer
virus
en
el
agua
de
mar.
Utilizando
la
microscopía
electrónica
en
sus
estudios
de
las
algas
marinas,
observó
que
las
algas
contenían
"partículas".
Para
averiguar
qué
eran
estas
partículas,
y
sabiendo
que
nadie
había
descrito
antes
virus
que
vivieran
dentro
de
algas
sanas,
procedió
de
la
siguiente
manera:
Trituró
las
algas
en
una
especie
de
batidora,
esencialmente
para
romper
las
paredes
de
las
algas.
Luego
purificó
esta
mezcla
utilizando
un
filtro
extremadamente
fino
para
separar
las
partículas
del
tamaño
de
los
virus
de
todo
lo
demás.
De
este
modo,
obtuvo
una
solución
pura
de
agua
y
virus
y
cualquier
otra
cosa
que
tuviera
el
tamaño
de
un
virus
o
menos.
A
continuación,
puso
esta
mezcla
en
una
centrifugadora
de
gradiente
de
densidad,
que
hace
girar
la
solución
y
permite
que
las
partículas
se
separen
en
bandas.
En
el
último
paso
se
utiliza
una
micropipeta
para
aspirar
la
banda
que
contiene
sólo
el
virus.7
Este
sencillo
procedimiento
es
el
estándar
de
oro
para
la
purificación
y
el
aislamiento
de
un
virus
de
cualquier
tejido
o
solución.
No
es
un
proceso
fácil,
pero
tampoco
es
excesivamente
difícil.
A
continuación,
pudo
estudiar
este
virus
purificado
con
un
microscopio
electrónico,
dilucidar
su
forma
y
estructura,
analizar
el
genoma
y
averiguar
qué
proteínas
contenía.
Con
este
trabajo,
pudo
afirmar
con
confianza
que
había
descubierto
un
nuevo
virus
y
que
estaba
seguro
de
su
composición.
Por
este
descubrimiento,
recibió
su
doctorado
y
estuvo
a
punto
de
emprender
una
prometedora
carrera
como
virólogo.
La
única
parte
del
experimento
de
Lanka
que
le
sorprendió
fue
que
al
estudiar
la
interacción
de
las
algas
con
este
nuevo
virus,
se
vio
obligado
a
llegar
a
la
conclusión
de
que
las
algas
que
contenían
el
virus
prosperaban
y
eran
mucho
más
saludables
que
las
algas
sin
el
virus,
que
apenas
sobrevivían.
Es
posible
que
haya
sido
el
primero
en
llegar
a
la
conclusión
de
que
los
verdaderos
virus
en
los
cuerpos
de
otras
especies
no
son
patógenos
(como
se
pensaba
entonces),
sino
que
forman
parte
del
funcionamiento
saludable
del
huésped.
En
esencia,
fue
uno
de
los
primeros
en
56
proponer
que,
además
de
tener
un
microbioma
dentro
de
nosotros,
también
tenemos
un
virome;
y
sin
este
virome,
no
podemos
estar
sanos.
Se
trataba
de
un
concepto
radical
en
la
década
de
1980,
ya
que
nadie
más
había
propuesto
una
teoría
semejante.
Si
comparamos
la
forma
sencilla,
lógica
y
directa
en
la
que
Lanka
aisló,
purificó
y
caracterizó
su
virus,
con
la
descripción
de
cómo
los
virólogos
modernos
propagan
los
virus
ahora,
uno
empieza
a
ver
el
problema
y
la
confusión
en
torno
a
las
pruebas
de
las
enfermedades
virales.
Cuando
Lanka
se
dio
cuenta
de
que
los
trabajadores
del
campo
de
la
virología
moderna
nunca
aislaban,
purificaban
o
caracterizaban
adecuadamente
los
"virus",
sino
que
confundían
lo
que
encontraban
con
artefactos
fabricados
por
sus
técnicas
de
propagación,
naturalmente
se
cuestionó
si
los
virus
que
supuestamente
causaban
enfermedades
existían.
Su
pregunta
no
se
refería
tanto
a
si
los
virus
son
entidades
infecciosas,
sino
a
algo
aún
más
fundamental:
si
esos
virus
existen
siquiera.
Compare
el
cuidadoso
trabajo
de
Lanka
con
la
forma
en
que
los
virólogos
actuales
encuentran
y
caracterizan
los
virus,
incluido
el
"nuevo
coronavirus".
Comienzan
con
el
esputo
de
una
persona
enferma,
sin
tener
idea
de
cómo
se
enfermó.
Centrifugan
pero
no
filtran
el
esputo.
No
se
trata
de
un
proceso
de
purificación,
como
admiten
fácilmente
en
todos
los
documentos
escritos
sobre
el
"coronavirus".
Esto
es
lo
que
dicen
los
autores
de
los
artículos
originales
que
encontraron
y
relacionaron
el
"nuevo"
coronavirus
(SARS-‐CoV-‐2)
con
la
enfermedad
ahora
llamada
"Covid-‐19".
Las
siguientes
citas
proceden
del
brillante
artículo
"Covid-‐
19
PCR
Tests
are
Scientifically
Meaningless"(Los
test
PCR
de
Covid-‐19
No
tienen
Significado
Científico),
de
Torsten
Englebrecht
y
Konstantin
Demeter.8
Refiriéndose
a
una
imagen
publicada
en
un
artículo
que
afirma
haber
aislado
un
nuevo
virus,
dicen:
"La
imagen
es
el
virus
brotando
de
una
célula
infectada.
No
es
un
virus
purificado".
Si
no
es
un
virus
purificado,
¿cómo
saben
los
autores
si
es
o
no
un
virus,
qué
es
o
de
dónde
procede?9
En
el
artículo
"Identificación
del
Coronavirus
aislado
de
un
paciente
de
Corea
con
Covid-‐19",
los
autores
afirmaron:
"No
pudimos
estimar
el
grado
de
purificación
porque
no
purificamos
ni
concentramos
el
virus
cultivado
en
células".
En
otras
palabras,
no
aislaron
el
virus,
aunque
lo
afirmen
en
el
título.10
En
el
artículo
"Virus
aislado
del
primer
paciente
con
SARSCoV-‐2
en
Corea",
los
autores
admiten
que
"no
obtuvimos
una
micrografía
electrónica
que
mostrara
el
grado
de
purificación".11
En
otras
palabras,
los
autores
no
tienen
ni
idea
de
si
la
muestra
está
purificada
o
no,
ya
que
una
micrografía
electrónica
es
la
única
forma
de
determinarlo.
A
continuación,
afirman
haber
caracterizado
el
material
genético
de
algo
que
nunca
purificaron,
sin
tener
ni
idea
de
lo
que
estaban
viendo.
Este
fue
un
estudio
importante,
ya
que
describe
el
primer
caso
de
"Covid-‐19"
en
Corea.
Por
último,
el
artículo
"A
Novel
Coronavirus
from
Patients
with
Pneumonia
in
China"
(Un
nuevo
coronavirus
de
pacientes
con
neumonía
en
China),
afirma:
"Mostramos
una
imagen
de
partículas
de
virus
sedimentadas,
no
purificadas":
"Mostramos
una
57
imagen
de
partículas
de
virus
sedimentadas,
no
purificadas".12
Los
investigadores
tomaron
moco
nasal
("snot")
de
personas
enfermas,
lo
centrifugaron
(lo
que
no
es
un
paso
de
purificación)
y
luego
mostraron
una
imagen
borrosa
de
lo
que
encontraron.
Luego
realizaron
un
"análisis
genético"
de
este
sedimento
para
caracterizar
el
"nuevo"
coronavirus.
Este
fraude
se
publicó
en
la
prestigiosa
revista
New
England
Journal
of
Medicine.
¿Qué
hay
en
el
material
centrifugado
que
describen
estos
artículos?
El
material
centrifugado
contiene
bacterias
y
quizás
virus,
hongos,
células
humanas,
restos
celulares
y
cualquier
otra
cosa
que
se
encuentre
en
los
pulmones
o
en
los
conductos
sinusales
de
una
persona
enferma.
A
continuación,
los
investigadores
inoculan
este
desorden
no
purificado
en
el
"tejido
vivo"
para
hacerlo
"crecer".
A
veces
este
tejido
es
tejido
de
cáncer
de
pulmón,
a
veces
tejido
fetal
abortado,
y
a
veces
tejido
de
riñones
de
mono.
En
cualquier
caso,
es
una
mezcla
compleja
de
muchos
componentes,
conocidos
y
desconocidos.
Y
luego,
como
este
"virus
virulento
e
infeccioso"
no
infectará
y
matará
este
tejido
vivo
a
menos
que
se
le
haga
pasar
hambre
y
se
le
envenene
primero,
se
priva
al
tejido
de
nutrientes
y
se
le
añaden
agentes
oxidantes
para
"debilitarlo".
Luego
se
añaden
antibióticos
para
asegurarse
de
que
no
son
las
bacterias
las
que
están
matando
el
tejido.
El
tejido
de
este
tratamiento
se
desintegra
naturalmente
en
miles
de
componentes.
Entonces
centrifugas
este
desorden
de
nuevo
para
encontrar
tu
"virus".
En
ese
momento,
comienzas
las
pruebas
de
PCR
para
determinar
la
composición
genética
y
proteica
de
este
"virus".
El
problema
es
que
(a
diferencia
de
la
situación
clara
que
encontró
Lanka)
de
esta
manera
tan
chapucera,
nunca
tienes
el
"virus"
intacto
aislado
como
referencia
para
permitirte
saber
qué
partes
genéticas
de
tu
lío
sin
purificar
pertenecen
realmente
al
"virus"
que
estás
tratando
de
caracterizar.
Como
se
mencionó
en
el
capítulo
3,
tras
estudiar
la
forma
en
que
los
virólogos
decían
haber
encontrado
el
virus
del
sarampión
-‐sin
aislarlo
ni
purificarlo,
y
decidiendo
realmente
la
composición
genética
por
consenso-‐,
Lanka
ofreció
un
premio
de
cien
mil
euros
a
quien
pudiera
demostrar
su
existencia.
En
el
primer
tribunal
que
conoció
del
proceso,
el
demandante
del
premio
ganó
el
caso,
al
concluir
el
juez
que
la
prueba
del
virus
del
sarampión
existía
efectivamente.
Sin
embargo,
el
Tribunal
Supremo
alemán,
con
sus
normas
más
estrictas
en
materia
de
pruebas
y
el
nombramiento
de
un
maestro
de
ciencias
para
supervisar
el
caso,
dictaminó
que
el
demandante,
de
hecho,
no
había
demostrado
la
existencia
del
virus
del
sarampión.
Lanka
no
tuvo
que
pagar
la
reclamación.
¿Qué
relación
tiene
el
trabajo
de
Lanka
con
la
prueba
actual
utilizada
para
detectar
la
presencia
de
virus,
concretamente
del
coronavirus?
Evidentemente,
si
no
se
puede
demostrar
que
el
coronavirus
existe
y
que
las
pruebas
para
este
virus
imaginario
son
falsas,
entonces
el
mundo
se
ha
desviado
mucho.
Si
la
prueba
del
coronavirus
es
inexacta
y
engañosa,
como
es
el
caso,
entonces
no
hay
Si
la
prueba
del
coronavirus
es
inexacta
y
engañosa,
como
es
el
caso,
entonces
no
hay
motivos
para
creer
en
los
informes
sobre
el
número
de
casos
de
Covid-‐19,
el
58
número
de
muertes
por
Covid-‐19
o
cualquier
otra
estadística
procedente
de
las
instituciones
médicas
ortodoxas.
Si
las
pruebas
son
falsas,
entonces
el
emperador
del
coronavirus
no
tiene
ropa.
Contrastemos
los
elegantes
experimentos
de
Lanka
con
los
procedimientos
de
prueba
utilizados
para
determinar
la
supuesta
presencia
de
la
"infección"
por
el
coronavirus
(SARSCoV-‐2).
Lo
primero
que
tenemos
que
entender
sobre
una
prueba
PCR
(reacción
en
cadena
de
la
polimerasa)
es
que
es
una
prueba
sustitutiva:
no
encuentra
un
virus,
sino
que
encuentra
algo
más
que
se
dice
que
indica
la
presencia
del
virus.
Una
prueba
sustitutiva
es
una
prueba
que
suele
ser
más
fácil
y
menos
costosa
de
realizar
y
que
puede
sustituir
a
la
prueba
de
referencia
(de
encontrar
realmente
el
virus)
y,
por
tanto,
hacer
que
la
práctica
clínica
de
la
medicina
sea
más
fácil,
más
segura
y
más
barata.
Por
ejemplo,
los
émbolos
pulmonares
son
el
resultado
de
coágulos
de
sangre
que
se
desplazan
a
los
pulmones.
Los
síntomas
incluyen
dolor
en
el
pecho
y
dificultad
para
respirar.
Las
embolias
pulmonares
pueden
ser
mortales.
Es
importante
diagnosticar
la
enfermedad
a
tiempo,
ya
que
puede
tratarse
con
anticoagulantes.
También
es
importante
un
diagnóstico
preciso,
ya
que
los
émbolos
pulmonares
comparten
muchos
síntomas
con
los
infartos
de
miocardio
y
la
neumonía,
que
requieren
distintos
tipos
de
tratamiento.
Afortunadamente,
existe
una
prueba
que
es
100%
fiable
para
detectar
émbolos
pulmonares
cuando
se
realiza
correctamente.
El
procedimiento,
denominado
angiograma,
consiste
en
introducir
un
catéter
en
las
arterias
de
los
pulmones.
A
continuación,
el
radiólogo
inyecta
un
tinte
en
la
arteria;
el
tinte
contiene
metales
pesados
que
se
pueden
ver
en
una
radiografía.
Si
hay
un
coágulo,
el
angiograma
demuestra
al
radiólogo
su
presencia
de
forma
fiable
y
precisa
en
la
radiografía
en
tiempo
real.
Con
esta
prueba,
denominada
"patrón
oro",
se
puede
decir
con
seguridad
si
el
paciente
tiene
o
no
un
émbolo.
Sin
embargo,
la
angiografía
es
un
reto
técnico.
Es
difícil
encontrar
la
arteria
con
el
catéter.
Es
costosa,
debido
al
tiempo
y
al
equipo
necesarios.
Es
peligrosa,
ya
que
la
arteria
puede
desgarrarse
durante
la
inserción
del
catéter.
Otro
problema
de
la
angiografía
es
que
requiere
inyectar
metales
pesados
en
la
arteria
y
someter
al
paciente
a
mucha
radiación.
Por
ello,
la
medicina
ha
buscado
una
prueba
sustitutiva
que
pueda
detectar
los
émbolos
pulmonares
con
mayor
facilidad
y
seguridad.
La
gammagrafía
V/Q
examina
el
flujo
sanguíneo
que
entra
y
atraviesa
los
pulmones
y
lo
compara
con
el
movimiento
del
aire
que
entra
y
atraviesa
los
pulmones.
Cuando
todo
está
bien
en
los
pulmones,
estos
dos
parámetros
coinciden.
Cuando
hay
un
émbolo,
normalmente
no
coinciden
porque
el
flujo
sanguíneo
está
comprometido.
Esto
permite
al
diagnosticador
suponer
que,
aunque
no
haya
visto
un
coágulo,
es
probable
que
esté
presente.
59
Una
prueba
sustitutiva
es
aquella
que
no
busca
lo
que
debe
encontrar,
sino
algo
que
probablemente
esté
presente
si
la
afección
está
presente.
La
prueba
sustitutiva
permite
a
los
médicos
hacer
una
conjetura.
Para
validar
una
prueba
sustitutoria,
primero
hay
que
hacer
un
estudio
minucioso
en
el
que
se
compara
la
prueba
sustitutoria
con
la
prueba
de
referencia.
De
este
modo,
se
obtiene
información
exacta
sobre
el
grado
de
precisión
que
se
puede
esperar
de
la
prueba
sustitutiva.
Estos
estudios
de
validación
suelen
llevarse
a
cabo
en
un
gran
centro
médico
o
en
un
grupo
de
centros
médicos.
Los
investigadores
comienzan
por
encontrar
un
gran
número
de
pacientes
-‐digamos
dos
mil-‐
con
síntomas
típicos
de
embolia
pulmonar.
Para
simplificar,
digamos
que
mil
de
ellos
tienen
una
embolia,
como
se
demuestra
con
un
angiograma,
la
prueba
de
referencia,
mientras
que
los
otros
mil
no
la
tienen.
Ahora,
tenemos
un
grupo
de
personas
que
tienen
o
no
tienen
la
condición
que
estamos
probando.
A
continuación,
realizamos
un
escáner
V/Q
en
cada
uno
de
estos
dos
mil
pacientes.
En
el
grupo
que
sabemos
que
tiene
un
émbolo,
si
novecientos
son
positivos
en
la
gammagrafía
V/Q,
entonces
sabemos
que
la
prueba
sustitutiva
recoge
el
diagnóstico
en
el
90
por
ciento
de
las
veces.
En
el
otro
10%,
por
la
razón
que
sea,
la
prueba
sustitutiva
no
demuestra
el
émbolo
aunque
sepamos
que
está
ahí.
Ahora
sabemos
que
la
tasa
de
falsos
negativos
es
del
10%.
Esto
permite
al
médico
renunciar
a
la
angiografía
más
difícil
porque
sabe
que
la
exploración
V/Q
puede
detectar
el
émbolo
si
está
ahí.
También
sabe
que,
en
caso
de
que
la
prueba
sea
negativa,
sigue
habiendo
un
10%
de
probabilidades
de
que
no
la
haya
detectado.
En
ese
caso,
es
posible
que
quieran
pasar
a
la
angiografía
si
el
nivel
de
sospecha
es
alto
de
que
el
paciente
tiene,
de
hecho,
un
émbolo
a
pesar
de
la
gammagrafía
V/Q
negativa.
Esto
es
básicamente
el
arte
de
la
medicina
moderna.
Del
mismo
modo,
los
investigadores
pueden
tomar
las
mil
personas
con
resultados
negativos
en
el
angiograma,
realizar
una
exploración
V/Q
en
todas
ellas
y
determinar
la
tasa
de
falsos
positivos.
Si
cien
personas
obtienen
un
resultado
positivo
en
el
escáner
V/Q
aunque
se
sabe
con
certeza
que
no
tienen
ningún
coágulo,
entonces
se
puede
decir
con
precisión
y
confianza
que,
por
la
razón
que
sea,
el
10
por
ciento
de
las
veces
el
escáner
V/Q
dice
que
se
tiene
un
coágulo
cuando
no
es
así.
Una
vez
más,
esto
ayuda
al
médico
que
puede
enfrentarse
a
un
paciente
del
que
está
bastante
seguro
de
que
no
tiene
un
coágulo
(por
ejemplo,
puede
tener
evidencia
de
neumonía
o
de
un
ataque
al
corazón),
pero
ordena
una
gammagrafía
V/Q
de
todos
modos.
Si
el
escáner
V/Q
es
positivo,
puede
querer
confirmarlo
pasando
a
un
angiograma
porque
sabe
que
en
el
10%
de
los
casos
el
escáner
V/Q
es
falsamente
positivo.
Evidentemente,
cuanto
menor
sea
el
número
de
falsos
positivos
y
falsos
negativos,
mejor
y
más
fiable
será
la
prueba.
La
cuestión
es
que,
sin
tener
una
prueba
estándar
de
oro
con
la
que
comparar
su
prueba
sustitutiva,
y
sin
que
esta
comparación
se
haya
realizado
de
la
forma
más
clara
y
meticulosa
posible,
no
hay
posibilidad
de
tener
una
prueba
sustitutiva
precisa.
Para
ser
aún
más
claros,
sin
esta
comparación,
la
prueba
sustitutiva
es
completamente
inútil
y
engañosa...
completamente
-‐aún
así,
los
funcionarios
están
utilizando
las
pruebas
sustitutivas
de
Covid-‐19
para
enviar
a
la
gente
a
residencias
de
ancianos,
separar
a
los
niños
de
sus
familias,13
e
incluso
separar
a
los
bebés
recién
nacidos
de
sus
madres
si
la
madre
da
positivo!
14
60
Las
pruebas
PCR,
las
pruebas
de
anticuerpos
y
todas
las
demás
pruebas
para
detectar
un
"coronavirus"
son
pruebas
sustitutivas,
que
nunca
se
han
comparado
con
ningún
estándar
de
oro;
por
lo
tanto,
son
total
y
absolutamente
inútiles
y
engañosas.
Son
propaganda,
no
ciencia.
La
prueba
de
referencia
para
una
infección
viral
es
el
aislamiento,
la
purificación
y
la
caracterización
del
virus
(como
se
indica
en
la
descripción
del
experimento
de
Lanka)
y
la
prueba
de
contagio.
Lanka
no
demostró
que
el
virus
que
encontró
fuera
contagioso
simplemente
porque
no
lo
es,
y
ningún
virus
es
contagioso.
Este
es
el
único
estándar
de
oro
posible
que
puede
haber.
La
prueba
PCR
examina
los
trozos
de
material
genético
extraídos
de
un
hisopo
de
la
parte
posterior
de
la
cavidad
sinusal
(un
procedimiento
muy
desagradable).
Ninguna
investigación
ha
demostrado
que
este
material
genético
sea
exclusivo
del
coronavirus
o
incluso
que
proceda
de
un
coronavirus.
Tomar
una
muestra
para
una
prueba
PCR:
el
procedimiento
es
invasivo
y
desagradable,
y
para
algunos
es
incluso
doloroso.
Además,
para
examinar
este
material
genético,
la
prueba
lo
"amplifica".
Un
ciclo
de
amplificación
significa
que
empiezan
con
una
sonda
que
coincide
con
el
fragmento
de
ADN
o
ARN
que
están
buscando.
Luego,
como
éste
es
demasiado
pequeño
para
detectarlo,
duplican
repetidamente
los
fragmentos.
Si
la
muestra
cambia
el
color
de
la
solución,
la
prueba
se
considera
positiva.
Si
se
hacen
muy
pocos
ciclos
de
amplificación,
nunca
se
encuentra
el
fragmento,
lo
que
da
lugar
a
un
falso
negativo.
Si
se
realizan
demasiados
ciclos
de
amplificación,
se
encuentra
el
fragmento
con
demasiada
frecuencia
porque
la
prueba
también
amplifica
los
fragmentos
genéticos
de
fondo
("ruido").
Estos
son
falsos
positivos.
Por
lo
tanto,
se
pueden
manipular
los
ciclos
de
amplificación
para
obtener
el
resultado
que
se
desee.
Con
muy
pocos
ciclos,
todos
los
resultados
son
negativos;
con
demasiados
ciclos,
la
mayoría
son
positivos.
61
John
Magufuli,
presidente
de
Tanzania,
puede
ser
el
gobernante
mundial
más
sabio
de
la
actualidad.
Químico
de
formación,
Magufuli
envió
muestras
a
la
Organización
Mundial
de
la
Salud
(OMS)
para
que
las
analizaran.
Dijo
Magufuli:
"Tomamos
muestras
de
cabras;
enviamos
muestras
de
ovejas;
tomamos
muestras
de
papas;
enviamos
muestras
de
aceite
de
coche;
y
tomamos
muestras
de
otras
cosas
diferentes;
y
llevamos
las
muestras
al
laboratorio
sin
que
lo
supieran".
Sus
funcionarios
nombraron
a
la
muestra
de
aceite
de
coche
Jabil
Hamza,
de
treinta
años,
varón.
Los
resultados
fueron
negativos.
A
la
muestra
de
aceite
de
jaca
le
pusieron
el
nombre
de
Sarah
Samuel,
de
cuarenta
y
cinco
años,
mujer.
Los
resultados
no
fueron
concluyentes.
A
la
papaya
la
enviaron
como
Elizabeth
Ane,
veintiséis
años,
mujer.
La
pobre
pawpaw
dio
positivo.
Las
muestras
de
un
pájaro
llamado
kware
y
de
una
cabra
también
dieron
positivo;
las
de
conejo
fueron
indeterminadas;
las
de
oveja
fueron
negativas.15
El
presidente
Magufuli
no
está
malgastando
el
dinero
del
gobierno
en
pruebas
para
su
pueblo,
pero
en
Occidente,
los
gobiernos
han
gastado
millones
para
los
kits
de
pruebas
PCR.
Dado
que
ninguna
prueba
de
PCR
ha
sido
comparada
con
ningún
estándar
de
oro,
los
resultados
no
tienen
sentido.
No
se
trata
de
una
situación
en
la
que
sólo
necesitemos
pruebas
mejores
o
más
precisas.
Como
ha
insistido
Kary
Mullis,
el
inventor
de
la
tecnología
PCR,
una
y
otra
vez,
las
pruebas
PCR
no
prueban
la
causalidad
y
no
pueden
diagnosticar
enfermedades.16
Los
CDC
y
la
FDA
admiten
que
la
prueba
PCR
no
puede
utilizarse
para
el
diagnóstico.
Un
archivo
del
30
de
marzo
de
2020
decía:
"La
detección
de
ARN
viral
puede
no
indicar
la
presencia
de
un
virus
infeccioso
o
que
el
2019-‐nCoV
sea
el
agente
causante
de
los
síntomas
clínicos"
y
"Esta
prueba
no
puede
descartar
enfermedades
causadas
por
otros
patógenos
bacterianos
o
virales".17
Además,
la
FDA
admite
que
"los
resultados
positivos...
no
descartan
la
infección
bacteriana
o
la
coinfección
con
otros
virus.
El
agente
detectado
puede
no
ser
la
causa
definitiva
de
la
enfermedad".18
Según
el
anuncio
del
producto
LightMix®
Modular
SARS-‐CoV
Assays,
"estos
ensayos
no
están
destinados
a
ser
utilizados
como
ayuda
en
el
diagnóstico
de
la
infección
por
coronavirus".19
Uno
sólo
puede
preguntarse
qué
es
exactamente
lo
que
se
supone
que
hace
la
prueba
si
no
es
diagnosticar
una
infección
por
coronavirus.
Los
mismos
problemas
metodológicos
se
encuentran
con
las
nuevas
pruebas
de
anticuerpos
para
evaluar
la
inmunidad
al
"coronavirus".
Las
pruebas
de
anticuerpos
son
otro
tipo
de
pruebas
sustitutivas
que
no
diagnostican
la
enfermedad
ni
determinan
su
causa.
Un
brillante
artículo
de
David
Crowe20
explica
con
detalle
el
hecho
de
que
los
fundamentos
teóricos
de
las
pruebas
de
anticuerpos
no
han
sido
demostrados
en
ningún
experimento.
Por
ello,
el
inmunólogo
de
Wake
Forest
tuvo
que
admitir
que
"no
sabemos
lo
suficiente
sobre
inmunología
para
sacar
conclusiones".
Los
científicos
creen
que
los
anticuerpos
tienen
un
curso
predecible
y
exacto
al
seguir
una
infección
viral.
Los
anticuerpos
son
proteínas
fabricadas
por
nuestro
sistema
inmunitario
para
combatir
una
enfermedad
o
"recordar"
que
nos
hemos
encontrado
con
un
organismo
infeccioso
como
un
virus;
al
menos,
esto
es
lo
que
nos
han
dicho.
La
teoría
es
que,
antes
de
encontrarnos
con
un
virus
o
de
enfermarnos
a
causa
de
él,
no
tenemos
anticuerpos
contra
él.
Después
de
enfermar,
62
la
prueba
PCR
debería
detectar
el
virus
(o,
más
exactamente,
las
piezas
genéticas
que
pensamos
que
podrían
provenir
sólo
de
ese
virus).
Luego,
al
cabo
de
una
semana
(porque
los
virus
y
nuestro
sistema
inmunitario
parecen
entender
el
concepto
de
una
semana),
empezamos
a
fabricar
un
anticuerpo
llamado
IgM,
que
no
es
específico
de
este
coronavirus
pero
que
nuestro
sistema
inmunitario
fabrica
para
combatir
cualquier
virus.
A
continuación,
en
el
decimocuarto
día,
a
medida
que
el
virus
es
eliminado
del
cuerpo,
la
prueba
PCR
vuelve
a
ser
negativa,
los
niveles
de
IgM
bajan
y
vemos
la
aparición
del
anticuerpo
IgG,
más
específico.
A
continuación,
en
el
día
veintiuno
(porque
los
virus
entienden
que
esto
ocurre
en
intervalos
semanales),
la
IgM
desaparece,
la
prueba
de
anticuerpos
da
un
resultado
negativo
fiable
y
la
IgG
ha
alcanzado
su
punto
máximo.
En
el
día
veintiocho
(porque
su
sistema
inmunitario
también
entiende
de
semanas),
el
nivel
de
IgG
desciende
a
un
nivel
que
puede
mantener
a
largo
plazo.
Una
vez
que
el
fabricante
de
la
prueba
o
el
virólogo
ven
un
nivel
estable
de
IgG,
supuestamente
saben
que
eres
inmune
de
por
vida
a
los
efectos
del
virus...
o
quizás
no.
Esta
construcción
teórica
e
imaginaria
tiene
muchos
agujeros
lo
suficientemente
grandes
como
para
poder
conducir
un
camión
a
través
de
ellos.
Considere
lo
siguiente:
resulta
que
un
pequeño
porcentaje
realmente
tiene
anticuerpos
IgM,
IgG
o
ambos,
meses
antes
de
tener
la
"infección".
21
No
se
explica
cómo
es
esto
posible,
ya
que
se
trata
de
un
nuevo
virus
que
los
humanos
nunca
han
visto
antes.
Por
último,
los
estudios
demuestran
que
la
IgG
a
veces
aparece
antes
y
a
veces
aparece
después
de
la
IgM;
a
veces
no
hay
IgM;
a
veces
no
hay
IgG.22
En
cualquier
caso,
puede
significar
que
se
tuvo
el
virus
o
no
se
tuvo.
Y
al
igual
que
con
el
SIDA,
no
hay
pruebas
de
que
un
nivel
concreto
de
IgG
confiera
inmunidad.
Ah,
pero
los
virólogos
tienen
una
explicación
para
esto:
estos
nuevos
y
astutos
virus
de
alguna
manera
saben
cómo
escapar
a
la
detección
y
neutralización,
incluso
si
la
persona
tiene
una
fuerte
respuesta
de
anticuerpos.
Eso,
por
supuesto,
no
tiene
sentido.
Luego
se
nos
dice
que
una
prueba
de
PCR
positiva
significa
que
estás
o
no
estás
enfermo,
infeccioso
o
no
infeccioso,
y
que
a
veces
la
prueba
es
positiva,
luego
negativa,
luego
positiva,
luego
negativa.
¡Es
suficiente
para
que
hasta
el
Sombrerero
Loco
se
quede
callado
de
incredulidad!
CAPÍTULO
6
EXOSOMAS
Después
de
leer
los
dos
últimos
capítulos,
es
posible
que
mueva
la
cabeza
con
incredulidad;
puede
que
tenga
tantas
preguntas
arremolinándose
en
su
mente
que
se
sienta
desorientado.
La
pregunta
principal
para
todos
nosotros
es
cómo
todo
el
mundo
de
la
medicina,
la
virología
y
la
inmunología,
junto
con
nuestros
líderes
políticos,
pudieron
cometer
un
error
tan
evidente.
¿Cómo
es
posible
que
generaciones
de
médicos
e
investigadores
se
hayan
convencido
de
que
muchas
de
nuestras
enfermedades
comunes
son
de
origen
viral?
En
primer
lugar,
proporcionemos
la
base
científica
para
cuestionar
la
noción
de
contagio.
Como
ya
hemos
dicho,
un
examen
a
fondo
de
la
literatura
científica
no
63
revela
ninguna
prueba
de
la
teoría
del
contagio,
pero
las
explicaciones
alternativas
de
las
llamadas
enfermedades
"bacterianas"
o
"víricas"
sí
que
están
respaldadas
por
la
investigación.
Sólo
la
medicina
occidental
invoca
el
concepto
de
contagio
-‐de
persona
a
persona-‐
de
bacterias
o
virus
dañinos.
Ni
la
medicina
tradicional
china
(MTC)
ni
el
Ayurveda
(un
sistema
de
medicina
con
raíces
históricas
en
el
subcontinente
indio)
contemplan
el
concepto
de
contagio.
Estos
antiguos
sistemas
de
curación
consideran
que
las
causas
de
las
enfermedades
son
los
desequilibrios,
la
dieta
y
las
toxinas.
Entonces,
¿cómo
surgió
la
teoría
de
la
causalidad
viral?
A
finales
del
siglo
XIX,
con
la
popularidad
de
Pasteur
y
el
creciente
pensamiento
materialista
de
la
época,
la
teoría
de
los
gérmenes
ganó
popularidad.
La
teoría
de
los
gérmenes
explicaba
observaciones
comunes,
como
por
ejemplo,
por
qué
beber
agua
del
alcantarillado
hacía
enfermar
a
la
gente
y
por
qué
las
personas
que
comparten
un
espacio
de
trabajo
o
un
hogar
parecen
enfermar
de
forma
similar
al
mismo
tiempo.
Con
la
llegada
y
el
uso
generalizado
del
microscopio
óptico,
los
científicos
y
los
médicos
pudieron
identificar
claramente
las
bacterias
asociadas
a
determinadas
enfermedades.
En
el
siglo
XIX,
los
científicos
y
los
médicos
suponían
que
las
formas
que
veían
en
sus
microscopios
causaban
enfermedades
y
eran
hostiles
a
la
vida.
Al
escribir
El
origen
de
las
especies
(publicado
en
1859),
Charles
Darwin
(contemporáneo
de
Pasteur)
propuso
una
teoría
de
la
evolución
en
la
que
sólo
sobreviven
para
reproducirse
las
plantas
y
los
animales
mejor
adaptados
a
su
entorno.
Pintó
una
imagen
de
la
vida
en
la
que
los
distintos
organismos
estaban
en
constante
lucha
entre
sí.
Darwin
tomó
prestados
conceptos
populares
(como
el
de
"supervivencia
del
más
apto")
del
sociólogo
Herbert
Spencer
y
el
de
"lucha
por
la
existencia"
del
economista
Thomas
Malthus.
La
noción
de
hostilidad
y
competencia
en
toda
la
naturaleza
encajaba
con
los
intentos
de
justificar
las
desigualdades
sociales,
la
pobreza
y
los
sufrimientos
que
caracterizaban
a
la
naciente
Era
Industrial.
En
realidad,
el
darwinismo
social
precedió
al
darwinismo
biológico.
Para
todas
las
enfermedades
bacterianas
"infecciosas"
conocidas,
la
ciencia
apunta
a
otras
explicaciones
precisas,
a
saber,
el
hambre
y
el
envenenamiento.
Sin
embargo,
el
microscopio
permitió
a
los
científicos
encontrar
los
gérmenes
en
el
lugar
de
la
enfermedad.
Sus
observaciones
revolucionaron
la
práctica
de
la
medicina
y
nuestro
pensamiento.
El
microscopio
permitió
que
la
medicina
entrara
en
una
era
"científica"
y
proporcionara
una
explicación
fácil
y
rápida
de
la
enfermedad,
que
evitaba
el
trabajo
más
difícil
y
menos
rentable
de
limpiar
las
ciudades,
mejorar
la
dieta,
mitigar
la
pobreza
y
reducir
la
contaminación.
Sin
embargo,
las
bacterias
se
encuentran
en
el
lugar
de
la
enfermedad
por
la
misma
razón
que
los
bomberos
se
encuentran
en
el
lugar
de
los
incendios.
Las
bacterias
son
el
equipo
de
limpieza
encargado
de
digerir
y
deshacerse
de
los
tejidos
muertos
y
enfermos.
Afirmar
que
las
bacterias
causan
una
determinada
enfermedad
no
es
más
razonable
que
afirmar
que
los
bomberos
causan
los
incendios,
sobre
todo
porque
las
pruebas
experimentales
demuestran
que
esto
es
falso.
Del
mismo
modo,
los
gusanos
de
un
perro
muerto
están
ahí
para
limpiar
el
tejido
muerto,
nadie
acusaría
a
los
gusanos
de
matar
al
perro.
De
hecho,
una
terapia
para
el
tejido
necrótico
es
la
terapia
con
gusanos
(aplicar
gusanos
a
la
herida).
Los
gusanos
sólo
matan
el
tejido
muerto;
cuando
sólo
queda
tejido
vivo
que
comer,
se
mueren.
64
Sin
embargo,
los
científicos
no
siempre
pudieron
encontrar
una
bacteria
culpable
de
una
enfermedad
específica.
Louis
Pasteur
no
pudo
encontrar
un
agente
bacteriano
para
la
rabia,
y
especuló
sobre
un
patógeno
demasiado
pequeño
para
ser
detectado
con
un
microscopio.1
Lo
mismo
ocurrió
con
la
poliomielitis:
por
mucho
que
lo
intentaron,
los
científicos
no
pudieron
encontrar
ninguna
bacteria
en
el
lugar
de
la
enfermedad.2
Siguiendo
a
Pasteur,
y
completamente
apegados
a
la
teoría
de
los
gérmenes,
postularon
un
enemigo
diminuto,
algo
que
nuestra
tecnología
aún
no
podía
visualizar.
La
búsqueda
de
este
organismo
causante
de
la
enfermedad
estaba
en
marcha.
El
momento
eureka
llegó
con
la
invención
del
microscopio
electrónico;
los
científicos
vieron
por
fin
diminutas
"partículas"
en
el
lugar
de
la
enfermedad.
Estas
partículas
tenían
"cosas"
en
su
interior,
lo
que
sugería
que
estaban
"vivas".
Eran
más
abundantes
en
el
tejido
enfermo
que
en
el
sano
(aunque
esto
no
es
lo
que
Lanka
encontró
en
las
algas).
Había
variaciones
entre
los
tipos
de
partículas,
lo
que
sugiere
que
un
tipo
de
partícula
causaba
una
enfermedad
y
otro
tipo
de
partícula
causaba
una
enfermedad
diferente.
Asumiendo
inmediatamente
que
estas
partículas
eran
malas
para
nosotros,
los
científicos
las
llamaron
virus,
por
la
palabra
latina
para
"toxina".
Investigaciones
posteriores
revelaron
que
estas
partículas
a
menudo
surgían
del
interior
de
la
célula;
esto
llevó
a
la
conclusión
de
que
estos
virus
no
sólo
eran
malos
para
la
célula
en
la
que
residían,
sino
que
podían
invadir
otras
células.
Los
científicos
conjeturaron
que
los
virus
cooptaban
la
"maquinaria"
de
la
célula
como
si
fueran
parásitos,
convirtiendo
a
las
células
en
"esclavas",
lo
que
significa
que
la
célula
cumpliría
las
órdenes
de
su
nuevo
amo,
la
partícula
infectante.
Al
igual
que
los
invasores
alienígenas
de
las
películas
de
ciencia
ficción,
la
partícula
vendría
del
exterior,
se
inyectaría
en
la
célula,
se
apoderaría
de
la
maquinaria
genética
de
la
célula,
se
reproduciría
por
miles,
y
luego
saldría
de
la
célula
para
continuar
su
camino
evolutivo,
extendiéndose
para
apoderarse
del
mundo.
Había
nacido
la
teoría
del
virus
astuto,
salvo
que
lo
que
los
científicos
habían
descubierto
realmente
con
sus
microscopios
electrónicos
no
eran
virus
sino
exosomas.
Lo
único
infeccioso
en
este
escenario
era
la
nociva
creencia
de
que
estas
pequeñas
partículas,
apodadas
virus,
causaban
enfermedades.
Esta
falsa
teoría
fue
la
parte
que
se
extendió
por
todo
el
mundo
y
que
ahora
amenaza
con
matarnos
a
todos.
Los
exosomas
son
elementos
simples
y
bien
caracterizados
en
las
células
de
todas
las
criaturas,
y
los
científicos
convencionales
han
dilucidado
cuidadosamente
sus
funciones.3
Cuando
un
organismo
vivo
se
ve
amenazado
de
casi
cualquier
manera
-‐
por
inanición,
envenenamiento
químico
o
efectos
electromagnéticos-‐
las
células
y
los
tejidos
tienen
un
mecanismo
para
"empaquetar",
"propagar"
y
liberar
estos
venenos.
Los
investigadores
modernos
han
demostrado
que
los
exosomas
tienen
exactamente
los
mismos
atributos
que
los
"virus".
Tienen
el
mismo
tamaño,
contienen
los
mismos
componentes
y
actúan
sobre
los
mismos
receptores.4
El
investigador
del
VIH
James
Hildreth,
presidente
y
director
general
del
Meharry
Medical
College
y
antiguo
profesor
del
Johns
Hopkins,
lo
expresó
de
esta
manera:
"El
virus
es
completamente
un
exosoma
en
todo
el
sentido
de
la
palabra".5
Los
65
exosomas
son
completamente
indistinguibles
de
lo
que
los
virólogos
han
estado
llamando
"virus".
El
funcionamiento
de
los
exosomas
es
el
siguiente:
supongamos
que
tenemos
un
organismo
mal
nutrido
y
lo
exponemos
a
una
toxina
ambiental
común.
Los
tejidos
y
las
células
afectadas
comienzan
a
producir,
empaquetar
y
secretar
estos
venenos
en
forma
de
exosomas.
Esta
es
una
forma
de
librar
a
las
células
y
tejidos
de
las
sustancias
que
le
harían
un
gran
daño.
Cuanto
mayor
sea
la
exposición
a
las
agresiones
tóxicas,
más
exosomas
se
producirán.
Exosomas
saliendo
de
una
célula.
Los
estudios
han
demostrado
que
si
se
impide
de
algún
modo
que
las
células
produzcan
y
excreten
estos
exosomas,
las
células
y
los
tejidos,
de
hecho
el
organismo,
tendrán
un
peor
resultado.6
Esta
investigación
demuestra
que
la
producción
y
excreción
de
exosomas
es
una
función
crucial
de
desintoxicación
de
todas
las
células
y
tejidos.
Otra
función
claramente
demostrada
de
estos
exosomas
es
que
actúan
como
una
especie
de
llave
que
circula
por
la
sangre
y
la
linfa
de
los
organismos,
como
los
mamíferos
y
los
seres
humanos,
hasta
que
encuentran
una
célula
distante
con
una
cerradura
en
la
que
encaja
esta
llave.7
El
exosoma
actúa
como
mensajero,
esencialmente
advirtiendo
a
las
otras
células
y
tejidos
de
que
el
peligro
está
en
marcha
y
que
deben
prepararse.
66
Los
exosomas
llevan
mensajes
de
una
célula
a
otra.
Lejos
de
actuar
como
virus
invasores
hostiles,
los
exosomas
proporcionan
un
brillante
sistema
de
comunicación
dentro
de
un
organismo
para
librar
a
las
células
y
los
tejidos
de
los
venenos
y
luego
comunicar
al
resto
del
organismo
lo
que
ha
sucedido.8
Lejos
de
actuar
como
una
fuente
de
enfermedad,
estas
partículas
son
una
parte
integral
de
nuestro
sistema
de
desintoxicación.
Son
los
verdaderos
bomberos,
obviamente
presentes
en
mayor
cantidad
en
los
casos
de
enfermedad,
en
los
que
se
ha
producido
una
mayor
carga
de
envenenamiento.
De
hecho,
estos
"virus"
no
son
invasores,
sino
mensajeros
de
las
toxinas
que
nuestras
células
producen
para
ayudarnos
a
adaptarnos
a
las
agresiones
del
entorno,
incluido
el
electro-‐smog.9
Después
de
todo,
la
mayoría
de
la
gente
se
ha
adaptado
a
las
ondas
de
radio
mundiales,
a
la
electricidad
en
nuestros
hogares
y
a
la
omnipresente
Wi-‐Fi,
y
la
población
de
gorriones
se
recuperó
después
de
la
Gran
Plaga
de
1738.
Son
los
exosomas
los
que
permiten
que
esto
ocurra.
Estos
diminutos
mensajeros
proporcionan
una
rápida
adaptación
genética
en
tiempo
real
a
los
cambios
ambientales.
(Si
estos
exosomas
pueden
ayudarnos
a
adaptarnos
a
la
perturbación
extrema
de
la
5G
es
la
pregunta
del
día).
Si
hace
una
búsqueda
en
Internet,
encontrará
que
los
exosomas
son
lo
último
en
medicina,
utilizados
como
tratamiento
para
el
cáncer,
productos
antienvejecimiento,
rejuvenecimiento
facial,
crecimiento
del
cabello,
etc.
Por
último,
la
investigación
muestra
que
la
exposición
tóxica,
incluyendo
la
exposición
al
miedo
y
el
estrés,
aumenta
la
producción
de
exosomas.11
Esto
no
debería
ser
una
sorpresa
para
cualquier
observador
honesto
de
la
enfermedad
y
la
salud,
ya
que
muchos
han
señalado
que
las
personas
estresadas,
preocupadas
y
temerosas
se
enferman
más
fácilmente,
por
lo
que
tiene
sentido
67
que
se
encuentren
mayores
"productos"
de
desintoxicación
en
sus
tejidos.
En
la
actualidad,
existen
claras
pruebas
experimentales
de
que
los
exosomas
producidos
por
un
organismo
pueden
ser
captados
por
otros
organismos
(de
la
misma
o
diferente
especies)
y
causar
reacciones
de
protección
en
estos
nuevos
organismos.12
Un
estudio
demostró
que
si
los
ratones
son
expuestos
a
la
toxina
hepática
conocida
como
acetaminofén
(Tylenol),
las
células
del
hígado
aumentan
su
producción
de
exosomas
protectores.
Los
investigadores
aislaron
y
purificaron
estos
exosomas
y
expusieron
a
otros
ratones
a
ellos.
El
segundo
grupo
de
ratones
no
enfermó,
como
podría
predecir
la
teoría
del
virus;
en
cambio,
desarrollaron
respuestas
protectoras
en
sus
hígados
y
segregaron
más
exosomas.13
Esto
es
similar
a
lo
que
hacen
los
árboles
cuando
se
enfrentan
a
una
infestación
de
escarabajos.
El
árbol
originalmente
afectado
produce
sustancias
químicas
que
le
ayudan
a
sobrevivir
a
la
exposición
del
escarabajo.
Estas
mismas
sustancias
químicas
son
segregadas,
con
la
ayuda
del
hongo
o
micelio
del
suelo,
a
través
del
sistema
radicular
del
árbol.
Estas
sustancias
químicas
sirven
de
mensajeras
a
los
árboles
circundantes,
indicándoles
que
los
escarabajos
se
han
instalado
y
que
pueden
ser
necesarias
medidas
de
protección.
Si
los
escarabajos
desaparecen,
estas
medidas
no
se
toman;
si
los
escarabajos
aparecen,
los
árboles
circundantes
también
producen
una
respuesta
protectora.
El
verdadero
punto
aquí
es
que,
gracias
a
los
exosomas,
la
naturaleza
no
está
cruda
de
dientes
y
garras,
sino
que
es
una
magnífica
empresa
de
cooperación.
El
árbol
afectado
originalmente
no
compite
por
la
supervivencia
con
los
demás
árboles;
el
árbol
afectado
necesita
a
los
demás
árboles
para
sobrevivir
y
prosperar.
Nos
necesitamos
los
unos
a
los
otros
-‐miembros
de
nuestra
propia
especie
y
de
otras
especies-‐,
de
lo
contrario
ninguno
de
nosotros
sobrevivirá.
La
teoría
de
los
gérmenes
es
errónea;
la
teoría
de
los
virus
es
errónea.
Los
virus
no
están
aquí
para
matarnos;
en
realidad
son
exosomas
cuya
función
es
proporcionar
el
paquete
de
desintoxicación
y
el
sistema
de
comunicación
que
nos
permite
vivir
una
existencia
plena
y
saludable.
Una
guerra
contra
los
virus
es
una
guerra
contra
la
vida.
Está
claro
que
la
identificación
errónea
de
los
exosomas
como
virus
fue
un
trágico
error,
que
ya
es
hora
de
corregir,
de
una
vez
por
todas.
Lo
que
sabemos
sobre
los
exosomas
puede
ayudarnos
a
resolver
el
misterio
de
enfermedades
infantiles
como
la
varicela
y
el
sarampión,
y
también
de
las
ETS,
que
parecen
requerir
una
explicación
de
"contagio".
Este
será
el
tema
del
próximo
capítulo.
CAPÍTULO
7
RESONANCIA
Recientemente,
en
un
foro
para
científicos,
legos
y
profesionales
de
la
salud
que
cuestionan
la
seguridad
y
la
eficacia
de
las
vacunas
-‐en
otras
palabras,
un
foro
para
personas
que
cuestionan
las
prácticas
de
la
medicina
convencional-‐
un
científico
profesional
hizo
el
siguiente
comentario
cuando
uno
de
los
miembros
señaló
que
los
postulados
de
Koch
nunca
se
habían
cumplido
ni
siquiera
para
una
sola
68
enfermedad
viral
o
bacteriana.
Dijo:
"Ningún
virólogo
de
renombre
hizo
caso
de
los
postulados
de
Koch
jamás".
El
comentario
dice
mucho
sobre
la
forma
de
pensar
de
los
virólogos
en
la
actualidad,
ya
que
los
postulados
de
Koch
son
lo
que
cualquier
persona
con
sentido
común
utilizaría
para
demostrar
que
un
microorganismo
causa
una
enfermedad:
aislar
el
organismo
de
un
animal
o
un
humano
enfermo
y
luego
introducirlo
en
un
animal
o
un
humano
sano
para
ver
si
causa
la
enfermedad.
En
un
mundo
sensato,
los
postulados
de
Koch
no
son
algo
que
se
pueda
"descartar".
A
mediados
del
siglo
XX,
los
virólogos
llegaron
aparentemente
a
una
bifurcación
en
el
camino.
Al
fracasar
repetidamente
en
satisfacer
los
postulados
de
Koch
o
de
Rivers,
se
hizo
evidente
que
los
virus
no
causan
enfermedades.
Los
científicos
podían
admitirlo
y
convertirse
todos
en
carteros,
carniceros
y
verduleros
-‐en
otras
palabras,
conseguir
trabajos
honestos-‐
o
podían
proclamar
que
habían
cambiado
las
reglas
de
la
lógica,
esperar
que
nadie
se
diera
cuenta
y
posiblemente
hacerse
fabulosamente
ricos
y
poderosos
gracias
a
las
patentes
de
medicamentos
antivirales
y
vacunas.
En
realidad
es
comprensible
que
tomaran
un
volante
y
eligieran
la
segunda
vía.
Trágicamente,
esta
farsa
funcionó,
y
el
mundo
se
convirtió
en
un
lugar
mucho
peor
para
los
seres
vivos.
El
científico
citado
anteriormente
dijo
más
tarde:
Sólo
la
poliomielitis
les
reveló
que
de
cada
mil
personas
infectadas,
unas
diez
mostrarían
signos
de
enfermedad
y
una
quedaría
paralizada.
Incluso
los
antiguos
trabajos
sobre
la
neisseria
[un
tipo
de
bacteria
que
se
dice
que
causa
la
meningitis
y
la
sífilis]
de
antaño,
mostraban
de
forma
concluyente
que
la
bacteria
se
transmitía
de
forma
extensiva
y
rutinaria
y
que
sólo
alrededor
de
uno
de
cada
cien
mil
tendría
realmente
una
presentación
clínica
de
la
enfermedad
meningocócica.
Por
lo
tanto,
lanzar
el
postulado
de
Koch
para
desestimar
un
artículo
es
perseguir
un
ganso
no
relacionado
por
otro
camino
de
jardín.
Supongamos
que
un
profesor
teoriza
que
rociar
un
chorro
suave
de
agua
(como
una
ducha)
sobre
las
personas
las
mataría.
Para
probar
la
teoría,
se
rocía
a
cien
personas.
Nadie
sale
perjudicado.
La
mayoría
de
la
gente
llegaría
a
la
conclusión
de
que
la
teoría
es
incorrecta
y
que
rociar
agua
sobre
la
gente,
de
hecho,
no
mata
a
nadie.
Pero
algunos
investigadores
insistirían.
Probarían
a
mil
personas,
luego
a
cincuenta
mil...
.
.
Finalmente,
por
casualidad,
un
sujeto
muere.
Por
supuesto,
ninguna
persona
honesta
o
en
su
sano
juicio
seguiría
haciendo
este
experimento
durante
tanto
tiempo,
pero
si
se
hiciera,
la
pregunta
obvia
que
habría
que
hacerse
es
si
a
la
persona
le
ocurrió
algo
más
para
matarla,
ya
que
obviamente
no
pudo
ser
el
agua.
Tal
vez
se
resbaló
en
la
ducha,
se
golpeó
la
cabeza
y
murió;
o
tal
vez
tenía
un
aneurisma
en
el
cerebro,
que
debido
a
una
pelea
con
su
esposa
justo
antes
de
ser
rociado,
se
reventó;
o
tal
vez
decidió
tontamente
rociar
el
agua
en
sus
vías
respiratorias
para
lavar
sus
sucios
pulmones.
En
cualquier
caso,
está
claro
que
la
causa
de
su
fallecimiento
no
es
la
pulverización
de
agua
y
los
investigadores
tendrían
que
hacer
una
investigación
individual
para
averiguar
lo
que
realmente
ocurrió.
Que
un
destacado
líder
alternativo
no
entienda
el
sentido
de
los
postulados
de
Koch
y
escriba
esto
en
un
foro
público
es
motivo
de
desesperación.
Uno
sólo
puede
concluir
que
la
profundidad
del
engaño
en
las
ciencias
biológicas
es
tan
profunda
69
que
incluso
los
científicos
que
supuestamente
dedican
su
vida
a
descubrir
un
aspecto
del
engaño
no
pueden
salir
de
todo
el
engaño
y
ver
las
cosas
con
claridad.
Otra
declaración
en
línea
de
un
prominente
científico
va
aún
más
lejos:
El
postulado
de
Koch
es
completamente
erróneo
e
irrelevante
en
nuestra
comprensión
moderna
de
los
agentes
causantes
de
enfermedades.
¡Se
trata
de
un
conjunto
de
principios
desarrollados
en
1884!
Fue
diez
años
antes
de
que
se
descubrieran
los
virus,
y
más
de
sesenta
y
cinco
años
antes
de
que
se
descubriera
el
sistema
inmunitario
y,
por
supuesto,
ciento
quince
años
antes
de
que
se
comprendiera
el
microbioma.
La
mayoría
de
los
postulados
de
Koch
son
erróneos.
Muchos,
muchos
agentes
infecciosos
bien
conocidos
no
se
ajustan
a
ellos.
Si
algún
médico
o
científico
está
por
ahí
utilizando
el
postulado
de
Koch
como
"prueba"
de
que
este
Cov2
no
es
real,
apártese
porque
no
tiene
ni
idea
de
lo
que
está
hablando.
Al
igual
que
nos
alejamos
del
modelo
geocéntrico
del
sistema
solar
de
principios
de
1600,
tenemos
que
alejarnos
de
los
postulados
de
Koch.
Es
como
decir
que
porque
Newton
formuló
las
leyes
de
la
gravedad
hace
más
de
trescientos
años,
ahora
están
desfasadas
y
es
seguro
saltar
desde
edificios
altos.
Una
cuestión
pendiente
es
cómo
explicar
las
"fiestas
del
sarampión"
y
las
enfermedades
de
transmisión
sexual
(ETS)
como
el
herpes.
Investigar
estos
fenómenos
lleva
a
algunas
conclusiones
interesantes
sobre
la
naturaleza
de
la
vida.
Para
entender
lo
que
parece
ser
la
naturaleza
contagiosa
de
las
enfermedades
infantiles
como
el
sarampión,
las
paperas
y
la
varicela,
o
las
ETS
como
el
herpes,
la
gonorrea
o
la
sífilis,
hay
que
investigar
el
fenómeno
de
la
resonancia.
Si
se
pulsa
una
cuerda
afinada
en
una
determinada
frecuencia,
las
vibraciones
de
la
cuerda
harán
que
una
segunda
cuerda
afinada
en
la
misma
frecuencia
vibre
y
suene
en
la
misma
frecuencia.
Las
dos
cuerdas
no
se
tocan;
la
conexión
se
produce
a
través
de
una
onda
sonora
que
viaja
entre
las
cuerdas.
Ante
la
pregunta
de
"¿qué
es
un
virus?",
se
podría
hacer
fácilmente
esa
pregunta
sobre
cualquier
cosa
de
la
naturaleza.
Podríamos
decir
que
un
virus
está
hecho
de
sustancias
químicas:
proteínas,
ácidos
nucleicos,
minerales,
lípidos,
etc.
¿Pero
de
qué
están
hechas
estas
sustancias
químicas?
Están
hechos
de
átomos,
como
el
azufre,
el
oxígeno
y
el
carbono.
Los
átomos
están
formados
por
protones
y
neutrones
en
un
núcleo
y
electrones
que
giran
alrededor
del
núcleo,
como
el
sol
con
los
planetas
que
giran
a
su
alrededor.
Y
al
igual
que
en
el
sistema
solar,
el
99,999%
de
este
átomo
es
espacio;
es
decir,
parece
que
no
es
nada.
Esto
plantea
un
dilema
evidente.
¿Cómo
es
posible
que
esta
partícula,
que
está
hecha
casi
enteramente
de
nada,
cree
una
entidad
que
llamamos
virus,
o
un
pie
o
una
silla,
todos
los
cuales
parecen
sólidos?
La
única
conclusión
a
la
que
puede
llegar
cualquier
persona
íntegra
es
que,
sencillamente,
no
tenemos
ni
idea
de
cómo
funciona.
Para
empeorar
aún
más
las
cosas,
los
mejores
perros
del
mundo
de
la
ciencia,
los
físicos,
nos
dicen
que
todas
estas
cosas
en
la
tierra
pueden
existir
como
una
partícula
que
llena
el
espacio
o
como
una
onda,
que
no
tiene
ninguna
presencia
física.
En
otras
palabras,
tanto
los
humanos
como
los
virus
están
hechos
de
ondas
de
energía
que
no
tienen
presencia
física
discernible.
Nadie
sabe
cómo
una
colección
de
ondas
puede
escribir
un
libro
sobre
los
virus,
pero
el
hecho
de
que
esto
ocurra
es
indiscutible.
70
La
única
conclusión
racional
a
la
que
se
puede
llegar
es
que
la
realidad
física
es
una
especie
de
energía
o
patrón
de
ondas
que
cristaliza
como
realidad
física
bajo
ciertas
condiciones.
Nosotros
y
todo
lo
que
hay
en
el
universo
parecemos
participar
en
esta
danza
de
manifestación
onda-‐partícula.
Con
este
entendimiento,
pasemos
a
los
resultados
de
una
serie
de
experimentos
realizados
por
un
virólogo
llamado
Luc
Montagnier.
A
Montagnier
se
le
atribuye
la
afirmación
de
haber
descubierto
que
el
virus
del
VIH
causa
el
SIDA.
(También
afirma
que
el
"virus"
Covid-‐19
está
fabricado
por
el
hombre.1)
Lo
que
descubrió
puede
ayudarnos
a
elaborar
una
teoría
realista
que
explique
el
misterio
de
enfermedades
infantiles
como
el
sarampión
y
las
ETS,
que
parecen
ser
contagiosas
(y
también
demuestra
que
incluso
los
descarriados
pueden
a
veces
redimirse).
Debemos
ser
cautelosos
a
la
hora
de
aplicar
sus
conclusiones
de
forma
demasiado
amplia.
La
gran
mayoría
de
las
enfermedades
que
parecen
ser
contagiosas
son
en
realidad
personas
expuestas
a
toxinas
similares
o
que
sufren
las
mismas
deficiencias
nutricionales.
Hiroshima
no
fue
contagiosa;
Chernóbil
se
extendió
por
toda
Europa,
pero
no
fue
ni
contagiosa
ni
causada
por
un
virus.
Los
marineros
que
enfermaron
todos
en
el
mismo
barco
no
fueron
víctimas
de
un
virus;
la
explicación
más
probable
es
que
todos
tenían
una
deficiencia
de
vitamina
C
llamada
escorbuto.
Los
jóvenes
en
la
universidad
expuestos
a
una
comida
horrible,
a
un
estrés
psicológico
severo
y
a
un
intenso
consumo
de
alcohol
se
ven
afectados
por
toxinas,
no
por
un
virus
elusivo.
Una
vez
contabilizadas
la
inanición
y
la
toxicidad,
podemos
admitir
que
algunas
enfermedades
pueden
propagarse
por
una
especie
de
resonancia
energética,
tal
y
como
predijo
un
estudio
cuidadoso
y
preciso
de
la
naturaleza
de
la
materia
física,
llevado
a
cabo
por
Luc
Montagnier.
El
experimento
es
el
siguiente:
primero,
se
pone
ADN
o
ARN
en
agua
(vaso
de
precipitados
uno).
A
continuación,
se
pone
una
colección
de
ácidos
nucleicos
(las
sustancias
químicas
que
componen
el
ADN
y
el
ARN)
en
un
vaso
de
agua
separado
(vaso
dos),
en
otra
parte
de
la
habitación.
A
continuación,
se
introduce
una
fuente
de
energía,
como
la
luz
ultravioleta
o
infrarroja,
y
se
hace
brillar
sobre
el
vaso
de
precipitados
uno,
que
contiene
el
ADN
o
el
ARN
formado.
Con
el
tiempo,
se
formará
exactamente
la
misma
secuencia
de
ADN
o
ARN
a
partir
de
las
materias
primas
del
vaso
dos.
No
existe
ninguna
posibilidad
de
conexión
física
entre
los
dos
vasos.
La
única
conclusión
que
se
puede
sacar
de
este
sencillo
experimento
es
que
el
ADN
o
ARN
del
primer
vaso
tiene
una
energía
de
resonancia
que
es
captada
por
el
segundo
vaso.
Esta
energía
de
resonancia
se
convierte
en
el
plano
para
la
formación
de
una
pieza
idéntica
de
ADN
o
ARN
en
el
segundo
vaso.2
Este
revolucionario
experimento
es
claro
y
sencillo,
y
se
puede
repetir.
Esta
formación
de
ADN
o
ARN
en
el
segundo
vaso
de
precipitados
sólo
puede
producirse
si
ambos
vasos
tienen
agua.
Sin
agua,
no
es
posible
la
resonancia.
Incluso
en
nuestro
ejemplo
de
la
cuerda,
es
el
vapor
de
agua
del
aire
el
que
resuena.
Cuando
se
aplica
este
descubrimiento
a
los
virus
(o
exosomas)
que
se
dice
que
causan
el
sarampión,
la
varicela
o
el
herpes,
es
posible
que,
dado
que
estas
partículas
llamadas
virus
o
exosomas
son
simplemente
paquetes
de
ADN
o
ARN,
71
emitan
sus
propias
frecuencias
de
resonancia.
De
una
manera
aún
no
determinada,
cada
frecuencia
crea
una
expresión
que
llamamos
enfermedad;
sin
embargo,
la
frecuencia
creará
lo
que
llamamos
enfermedad
sólo
si
hay
un
propósito
o
razón
para
la
enfermedad.
La
varicela
es
una
forma
universal
de
que
los
niños
tengan
una
vida
larga.
Los
niños
que
padecen
la
varicela
tienen
menos
enfermedades
(y
especialmente
menos
cáncer)
que
los
niños
que
no
la
han
padecido.
Lo
mismo
ocurre
con
el
sarampión,
las
paperas
y
la
mayoría
de
las
enfermedades
"infecciosas"
de
la
infancia.3
¿Por
qué
el
sarampión
y
la
varicela
parecen
ser
infecciosos?
Un
niño
envía
el
mensaje
a
través
de
los
exosomas
de
que
ha
llegado
el
momento
de
pasar
por
la
experiencia
desintoxicante
llamada
varicela.
Otros
niños
de
su
casa,
clase
o
ciudad
reciben
el
mensaje
y
comienzan
la
misma
experiencia
de
desintoxicación.
Al
final,
todos
los
niños
están
mejor
por
haber
"cantado"
juntos.
Con
una
enfermedad
como
el
herpes,
la
resonancia
también
puede
estar
en
juego.
(Además,
una
deficiencia
de
colágeno
puede
contribuir
a
las
irritaciones
genitales
en
pacientes
con
herpes
y
otras
ETS).
Así
que
cuando
dos
personas
se
juntan
en
el
acto
altamente
cargado
del
sexo,
una
situación
en
la
que
esta
resonancia
actúa
con
fuerza,
no
es
de
extrañar
que
la
pareja
pueda
resonar
junta
y
crear
ADN
o
ARN
idénticos,
de
forma
similar
a
lo
que
ocurrió
en
el
vaso
de
precipitados.
Para
un
virólogo,
esto
parece
la
aparición
de
un
nuevo
virus
contagioso.
Para
un
observador
realista,
se
trata
de
dos
personas
que
forjan
una
íntima
conexión
genética.
Esta
observación,
más
que
probar
el
contagio,
nos
enseña
sobre
el
misterio
que
llamamos
vida.
Nos
enseña
de
nuevo
que
la
concepción
materialista
del
"astuto
virus
de
ataque"
es
una
visión
empobrecida
e
inexacta
del
mundo.
Y
nos
enseña
que
debemos
renunciar
a
las
explicaciones
simplistas
e
indagar
en
los
misterios
más
profundos
de
la
vida
si
queremos
crear
un
mundo
de
salud
y
libertad.
Los
descubrimientos
sobre
las
propiedades
resonantes
del
material
genético
también
pueden
ayudarnos
a
explicar
cómo
los
seres
humanos
y
los
animales
se
adaptan
a
las
nuevas
situaciones
-‐una
nueva
toxina
o
nuevas
frecuencias
electromagnéticas-‐
no
mediante
la
competencia
y
la
supervivencia
del
más
fuerte,
sino
a
través
de
la
armonización
de
la
experiencia
compartida.
Imagine
una
situación
en
la
que
la
comunidad
humana
se
enfrenta
a
una
nueva
toxina.
La
nueva
toxina
sólo
puede
ser
neutralizada
por
una
enzima
que
no
es
normalmente
fabricada
por
los
seres
humanos.
Pero
un
miembro
de
la
comunidad
tiene
una
mutación
generada
al
azar
que
le
permite
-‐y
sólo
a
ella-‐
fabricar
la
enzima
neutralizadora
de
la
toxina.
A
ella
le
va
bien,
mientras
que
los
demás
enferman
y
algunos
mueren
porque
esta
mutación
generada
al
azar
le
da
una
ventaja
adaptativa.
Según
la
teoría
de
la
mutación
genética
y
la
selección
natural,
sus
genes
se
extenderán
lentamente
por
toda
la
población.
¿Pero
qué
pasa
si
es
una
mujer
posmenopáusica
de
sesenta
años
o
un
hombre
que
no
tiene
hijos?
Entonces
el
gen
útil
se
extinguiría.
Si
tenemos
suerte,
el
portador
del
gen
será
un
hombre
de
treinta
años
a
punto
de
casarse.
Él
y
su
mujer
tienen
seis
hijos,
tres
de
los
cuales
son
portadores
de
la
mutación
autosómica
dominante.
Uno
de
esos
tres
muere
en
un
accidente
de
coche,
el
otro
se
vuelve
estéril
tras
una
vacuna
Gardasil,
y
el
tercero
transmite
el
gen
adaptativo
a
sus
dos
hijos.
En
diez
mil
años,
ese
gen
adaptativo
se
habrá
extendido
por
toda
la
población
a
través
de
la
selección
natural.
Por
72
desgracia,
para
entonces
la
toxina
habrá
matado
a
todo
el
mundo
o
habrá
desaparecido
hace
tiempo,
por
lo
que
la
mutación
es
inútil.
Está
claro
que
la
teoría
de
la
selección
natural
que
sigue
a
las
mutaciones
aleatorias
no
puede
explicar
cómo
los
humanos
y
los
animales
se
adaptan
a
las
nuevas
situaciones
a
tiempo
para
que
estas
mutaciones
sean
útiles.
Entonces,
¿cómo
nos
adaptamos?
Nuestras
células
amenazadas
producen
exosomas
que
contienen
ADN
y
ARN,
que
tienen
una
resonancia
única.
El
patrón
de
este
material
genético
pasará
rápidamente
a
otros
a
través
de
la
resonancia
(especialmente
si
están
en
contacto
cercano).
Este
es
el
papel
de
los
"virus"
en
la
naturaleza;
son
formas
físicas
de
resonancia
del
material
genético
que
codifican
los
cambios
que
se
producen
en
el
entorno.
Proporcionan
una
adaptación
genética
en
tiempo
real.
Es
un
sistema
totalmente
ingenioso
que
hemos
pasado
por
alto
al
asumir
que
los
virus
son
hostiles
y
peligrosos.
Una
guerra
contra
los
virus
no
es
más
que
una
guerra
contra
la
evolución
de
la
humanidad.
PARTE
2
¿QUÉ
CAUSA
LA
ENFERMEDAD?
CAPÍTULO
8
AGUA
Si
la
práctica
de
la
medicina
se
concibiera
correctamente
en
el
mundo
occidental,
los
médicos
empezarían
por
averiguar
cuatro
factores
básicos:
la
calidad
del
agua
que
beben
sus
pacientes;
la
calidad
de
los
alimentos
que
ingieren;
el
nivel
y
el
tipo
de
toxinas,
incluidas
las
mentales
y
emocionales,
a
las
que
están
expuestos;
y,
por
último,
el
nivel
y
el
tipo
de
campos
electromagnéticos
a
los
que
están
sometidos.
La
gran
mayoría
de
los
problemas
médicos
pueden
entenderse
mediante
la
recopilación
de
información
del
paciente
en
estas
cuatro
áreas,
y
la
gran
mayoría
de
los
problemas
de
salud
pueden
ser
ayudados
o
incluso
resueltos,
"remediando"
estas
cuatro
cuestiones
fundamentales.
El
agua,
especialmente
el
agua
que
sostiene
la
vida
dentro
de
nuestras
células
y
tejidos,
tiene
propiedades
sorprendentes.
Estamos
acostumbrados
a
pensar
que
el
agua
sólo
existe
en
tres
estados:
sólido,
líquido
o
gaseoso.
Sin
embargo,
el
agua
-‐y
sólo
el
agua-‐
también
tiene
un
cuarto
estado,
a
veces
llamado
agua
coherente,
agua
estructurada
o
simplemente
fase
de
gel.
Cada
fase
del
agua
tiene
características
únicas
en
términos
de
ángulos
de
enlace
(los
ángulos
entre
las
moléculas
de
hidrógeno
y
oxígeno),
carga,
características
de
movimiento
y
muchas
otras
propiedades
físicas.
El
Dr.
Gerald
Pollack,
autor
del
innovador
libro
Cells,
Gels
and
the
Engines
of
Life
(Células,
geles
y
motores
de
la
vida),1
junto
con
el
biólogo
Dr.
Gilbert
Ling,
fueron
los
primeros
en
describir
la
cuarta
fase
del
agua
y
delinear
sus
propiedades.
Pollack
acuñó
el
término
agua
EZ
(zona
de
exclusión).
El
agua
de
la
cuarta
fase
se
estructura
contra
una
superficie
hidrofílica
("amante
del
agua").
En
lugar
de
moverse
aleatoriamente,
las
moléculas
de
agua
se
alinean
y
forman
una
estructura
cristalina
que
puede
tener
millones
de
moléculas
de
profundidad;
esta
estructura
excluye
de
su
seno
cualquier
mineral
y
cualquier
otro
tipo
de
molécula
o
sustancia
química.
El
73
agua
que
se
encuentra
fuera
de
la
EZ
es
agua
"a
granel",
que
contiene
minerales
y
compuestos
disueltos.
Es
básicamente
"desordenada",
mientras
que
el
agua
de
la
EZ
es
"ordenada".
El
agua
se
denomina
"disolvente
universal"
porque
cualquier
sustancia
hidrófila
se
disuelve
en
ella.
El
agua
EZ
es
una
"estructura"
cristalina
pura
formada
únicamente
por
hidrógeno
y
oxígeno.
El
agua
EZ
no
es
líquida
ni
sólida,
sino
que
es
similar
a
un
gel.
Para
imaginar
esta
cuarta
fase
del
agua,
imagine
la
gelatina
(una
mezcla
coherente,
no
sólida,
no
líquida
y
no
grasa
de
proteínas
desplegadas
y
agua).
El
agua
incrustada
está
dispuesta
en
grupos
de
moléculas
que
se
organizan
en
una
estructura
regular
("coherente")
que
vemos
como
un
gel.
La
gelatina
tiene
un
99%
de
agua,
pero
el
agua
no
se
desprende
de
la
gelatina
si
se
mantiene
a
la
temperatura
adecuada.
Nuestro
cuerpo
tiene
entre
un
45
y
un
75%
de
agua,
pero
cuando
nos
cortamos,
el
agua
no
sale
porque
el
agua
de
nuestro
cuerpo
está
"estructurada"
contra
las
distintas
superficies
hidrofílicas
de
nuestros
tejidos.
El
agua
EZ
tiene
una
carga
negativa.
En
cambio,
el
agua
a
granel
tiene
una
carga
positiva,
lo
que
convierte
al
agua
de
nuestras
células
en
una
especie
de
batería.
La
energía
que
carga
la
batería
es
el
calor
y
la
energía
lumínica
que
va
desde
los
infrarrojos
a
la
luz
visible
pasando
por
los
rayos
UV.
Por
eso
nos
sentimos
mejor
cuando
estamos
a
la
luz
del
sol,
especialmente
a
primera
hora
de
la
mañana
o
al
atardecer,
que
contiene
mucha
luz
infrarroja.
Por
eso
las
saunas
(y
el
calor
en
general)
nos
hacen
sentir
mejor.
El
calor
y
la
luz
ayudan
a
que
el
agua
intercelular
y
extracelular
formen
EZ
más
grandes.
La
fiebre
hace
lo
mismo,
y
por
eso
no
debemos
suprimirla.
El
agua
del
deshielo
de
los
glaciares
y
de
los
pozos
profundos
y
manantiales
son
buenas
fuentes
de
agua
estructurada
porque
el
agua
EZ
se
crea
bajo
presión.
Las
aguas
sagradas
del
río
Ganges
y
de
Lourdes,
con
conocidas
propiedades
curativas,
contienen
grandes
cantidades
de
agua
estructurada
EZ.2
Estudios
recientes
han
revelado
que
los
músculos
relajados
contienen
principalmente
agua
EZ,
mientras
que
los
músculos
contraídos
pasan
a
contener
principalmente
agua
en
masa.3
Los
anestésicos
y
los
fármacos
que
reducen
el
dolor
disminuyen
el
tamaño
de
las
zonas
EZ
en
nuestras
células.
El
agua
EZ
es
la
"estructura"
perfecta
para
los
procesos
vitales
porque
este
gel
de
agua
de
cuarta
fase
puede
ser
moldeado
por
las
proteínas,
los
minerales,
los
ácidos
nucleicos,
los
lípidos
y
otras
sustancias
de
nuestro
cuerpo
para
formar
cualquier
forma
o
configuración
de
gel.
Este
gel
tiene
un
número
infinito
de
sitios
de
unión,
lo
que
le
permite
cambiar
en
respuesta
a
un
nuevo
estímulo.
Este
estímulo
puede
ser
en
forma
de
sustancias
químicas
como
las
hormonas,
energías
como
los
pensamientos
y
sentimientos,
o
incluso
las
energías
resonantes
de
la
tierra,
el
sol
y
las
estrellas.
La
forma
de
este
gel
despliega
los
ácidos
nucleicos
incrustados
en
él,
controlando
así
la
expresión
del
material
genético.
La
estructura
del
agua
EZ
en
nuestras
células,
a
veces
de
sólo
unas
pocas
moléculas
de
profundidad,
es
como
una
fina
malla
de
cables
que
transporta
energía
e
información.
74
Frente
a
una
superficie
hidrofílica
(izquierda),
el
agua
EZ
excluye
todos
los
minerales
y
tiene
una
carga
negativa.
El
agua
a
granel
contiene
minerales
y
otros
compuestos
y
tiene
una
carga
positiva.
(Ilustración
de
The
Fourth
Phase
of
Water,
Ebner
and
Sons.
Reimpreso
con
permiso).
El
agua
EZ
tiene
una
estructura
cristalina
formada
por
capas
de
anillos
de
seis
lados,
ligeramente
desplazados.
En
el
hielo,
las
capas
de
anillos
de
seis
caras
no
están
desplazadas.
(Ilustración
de
The
Fourth
Phase
of
Water,
Ebner
and
Sons.
Reimpreso
con
permiso).
75
Las
toxinas
y
los
CEM
dañan
el
gel
de
nuestras
células,
interfiriendo
en
prácticamente
todos
los
procesos
fisiológicos.
Este
daño
de
los
geles
es
un
factor
enorme
en
la
enfermedad;
en
esencia,
es
el
principio
del
campo
unificado
detrás
de
la
salud
y
la
enfermedad.
Consideremos
el
cristalino
del
ojo,
uno
de
los
ejemplos
más
puros
de
un
gel
de
agua
estructurado
en
el
cuerpo.
El
cristalino
del
ojo
es
una
estructura
de
agua
cristalina,
organizada
-‐como
todos
los
tejidos-‐
por
una
composición
única
de
proteínas,
lípidos,
minerales,
ácidos
nucleicos
y
otros
componentes.
Estos
componentes
forman
la
carcasa
o
el
alojamiento
del
agua
cristalina
que
constituye
la
mayor
parte
del
cristalino.
La
lente
debe
ser
transparente
a
la
luz,
y
este
requisito
determina
cómo
se
organiza
el
agua.
Cuando
todo
está
bien,
la
lente
es
un
gel
suave,
flexible
y
transparente.
Si
perturbamos
la
naturaleza
cristalina
del
gel
con
cosas
como
toxinas
o
exposición
a
campos
electromagnéticos,
el
gel
se
distorsiona,
incapaz
de
mantener
su
transparencia
característica.
Esto
es
lo
que
llamamos
una
catarata.
Si
somos
capaces
de
desintoxicar
el
gel,
el
cristalino
puede
curarse.
Por
desgracia,
los
oftalmólogos
no
conocen
esta
dinámica,
por
lo
que
recurren
a
algún
tipo
de
intervención
quirúrgica
para
reemplazar
el
cristalino
enfermo.
Esto
no
es
curación,
es
una
intervención
mecánica,
un
arreglo
temporal
que
nunca
podrá
resolver
la
causa
subyacente.
Consideremos
la
característica
enfermedad
articular
llamada
osteoartritis.
En
la
situación
sana,
las
articulaciones
están
rodeadas
de
geles
con
carga
negativa
llamados
bursa.
Estos
geles
no
sólo
protegen
físicamente
a
los
huesos
subyacentes
(que
son
un
tipo
de
gel
más
denso),
sino
que,
al
estar
cargados
negativamente,
cuando
dos
bursas
opuestas
se
juntan,
las
cargas
negativas
se
repelen,
lo
que
garantiza
un
movimiento
suave.
Cuando
los
geles
están
enfermos
y
no
se
forman
correctamente,
nos
falta
la
protección
de
los
huesos
subyacentes.
Falta
la
repulsión
negativa
y
el
movimiento
es
doloroso.
Si
no
se
hace
nada,
los
huesos
empiezan
a
erosionarse
unos
contra
otros,
un
proceso
que
llamamos
artrosis.
Una
vez
más,
como
la
medicina
convencional
no
sabe
nada
de
la
dinámica
subyacente
en
juego,
los
únicos
tratamientos
son
los
medicamentos
para
el
dolor
o
el
reemplazo
de
la
articulación,
ambos
de
los
cuales
a
menudo
tienen
efectos
negativos
importantes
para
el
paciente.
Un
último
ejemplo
se
refiere
a
todo
el
ámbito
de
la
inflamación
y
las
fiebres.
Nuestras
células
y
tejidos
están
destinados
a
contener
geles
cristalinos
perfectos.
Si
una
toxina
se
disuelve
en
los
geles,
el
cuerpo
intenta
deshacerse
de
esta
toxina.
La
forma
en
que
el
cuerpo
hace
esto
es
elevando
la
temperatura
(lo
llamamos
fiebre),
lo
que
licua
parcialmente
los
geles
para
que
las
toxinas
puedan
ser
expulsadas
en
la
mucosidad,
después
de
lo
cual
nos
sentimos
mejor,
lo
que
significa
que
reconstituimos
nuestros
geles
perfectos
una
vez
más.
La
fiebre
y
la
inflamación
son
simplemente
un
proceso
de
desintoxicación,
no
una
enfermedad
que
hay
que
suprimir.
Hasta
que
los
médicos
comprendan
estos
sencillos
principios,
deberemos
sufrir
bajo
un
sistema
médico
que
no
puede
curar.
Esa
es
una
de
las
mayores
tragedias
de
nuestro
tiempo.
La
gelatina
es
de
naturaleza
fractal,
lo
que
significa
que
cualquier
pieza
pequeña
del
gel
tiene
la
misma
forma
molecular
que
el
gel
más
grande.
El
examen
de
las
76
unidades
moleculares
más
pequeñas
del
gel
revela
que
tiene
la
misma
forma
que
la
unidad
macroscópica.
Esta
característica
permite
que
la
información
pase
por
todos
los
niveles
y
conecte
el
nivel
molecular
con
el
macroscópico.
Aquí
sólo
podemos
insinuar
la
importancia
crucial
de
la
naturaleza
coherente
del
agua
como
base
de
la
vida.
Los
hallazgos
preliminares
indican
que
cuando
el
agua
estructurada
se
expone
a
una
señal
Wi-‐Fi
de
un
router
cercano,
el
tamaño
de
la
EZ
disminuye
en
aproximadamente
un
15
por
ciento.4
Este
hallazgo
tiene
profundas
implicaciones
para
la
interacción
de
los
CEM
y
la
estructura
del
agua
en
nuestros
geles
celulares.
Si
un
router
Wi-‐Fi
cercano
provoca
tal
cambio,
sólo
podemos
imaginar
lo
que
las
ondas
milimétricas
del
5G
hacen
al
agua
estructurada
de
nuestros
tejidos.
Dado
que
los
seres
humanos
están
formados
por
un
70%
de
agua
en
volumen
y
que
más
del
99,99%
de
las
moléculas
de
un
ser
humano
son
moléculas
de
agua,
debemos
prestar
atención
a
la
calidad
del
agua
que
bebemos.
La
principal
preocupación
de
los
profesionales
de
la
salud
debería
ser
el
tipo
de
agua
y
otros
líquidos
que
consumen
sus
pacientes.
El
agua
que
consumían
los
pueblos
sanos
no
industrializados
tenía
cuatro
características:
En
primer
lugar,
el
agua
estaba
libre
de
toxinas.
Esto
contrasta
totalmente
con
el
agua
municipal
que
bebe
la
mayoría
de
la
gente.
El
agua
actual
contiene
cloro
y
cloramina,
que
son
tóxicos
para
nuestro
microbioma,
así
como
para
el
resto
de
nuestro
cuerpo.
El
agua
actual
contiene
flúor,
un
residuo
industrial
que
es
tóxico
para
las
enzimas
de
nuestros
tejidos,
enzimas
necesarias
para
todas
las
transformaciones
químicas
que
ocurren
en
nuestro
cuerpo.
El
agua
también
contiene
microplásticos,
que
pueden
recubrir
y
congestionar
la
pared
intestinal,
y
aluminio,
que
nos
predispone
a
la
sensibilidad
eléctrica,
así
como
a
una
larga
lista
de
enfermedades.
El
agua
municipal
contiene
residuos
de
muchos
fármacos,
como
píldoras
anticonceptivas,
estatinas
y
antidepresivos.
En
segundo
lugar,
el
agua
consumida
tradicionalmente
era
abundante
en
minerales
vitales
como
el
magnesio,
el
calcio,
el
zinc
y
el
yodo.
En
tercer
lugar,
toda
el
agua
consumida
tradicionalmente
estaba,
al
menos
parcialmente,
estructurada
y
organizada
en
EZs
porque
en
la
naturaleza,
el
agua
se
mueve
en
patrones
de
vórtices.
El
agua
brota
del
suelo
en
los
manantiales,
se
arremolina
en
los
estanques,
fluye
sobre
las
rocas
y
forma
remolinos
y
vórtices.
El
agua
que
fluye
en
patrones
de
vórtices
se
vuelve
más
"coherente",
cada
vez
más
estructurada.
La
estructura
persiste
durante
algún
tiempo
y
no
vuelve
a
ser
agua
incoherente
porque
deje
de
fluir.
El
agua
que
fluye
en
los
vórtices
también
recoge
el
oxígeno
del
aire
y
se
oxigena
más.
En
cambio,
la
mayor
parte
del
agua
municipal
se
estanca
en
tanques
y
luego
fluye
por
tuberías
lineales
sin
que
sea
posible
el
movimiento
de
vórtices.
Esta
agua
carece
de
estructura
y
coherencia,
y
también
está
completamente
desprovista
de
oxígeno;
esta
falta
de
oxígeno
tiene
un
efecto
deletéreo
en
nuestro
microbioma.
Por
último,
el
agua
consumida
tradicionalmente
estaba
expuesta
a
los
sonidos
y
longitudes
de
onda
del
mundo
natural.
El
agua
que
fluye
en
los
arroyos
de
montaña
está
expuesta
no
sólo
a
los
minerales,
microbios
y
otros
componentes
del
bosque,
sino
también
a
los
sonidos
y
energías
de
la
vida
del
bosque
y
de
todo
el
universo
natural,
incluidas
las
estrellas,
el
sol
y
la
luna.
77
Está
claro
que
la
mayor
parte
del
agua
está
enferma
y
es
tóxica,
y
contribuye
en
gran
medida
a
la
enfermedad.
Si
queremos
cambiar
el
curso
de
los
patrones
de
enfermedad
en
nuestro
mundo,
debemos
empezar
con
agua
limpia
y
saludable.
El
agua
limpia
y
saludable
debe
estar
completamente
libre
de
cualquier
toxina:
sin
cloro,
sin
flúor,
sin
aluminio,
sin
plomo,
sin
residuos
farmacéuticos,
sin
microplásticos,
no
debe
haber
nada
que
no
sea
un
componente
natural
del
agua
que
fluye
en
un
arroyo
de
montaña
saludable.
Actualmente,
la
única
manera
de
conseguirlo
es
purificar
el
agua
hasta
el
nivel
de
las
nanopartículas.
Se
trata
de
una
tarea
monumental,
pero
que
puede
llevarse
a
cabo
con
el
equipo
adecuado.
Es
realmente
lamentable,
incluso
trágico,
que
nuestra
agua
deba
ser
limpiada
y
"purificada"
para
que
podamos
consumirla,
pero
hasta
que
el
mundo
despierte
al
hecho
de
que
envenenar
el
agua
es
una
práctica
completamente
inaceptable,
tendremos
que
tomar
estas
precauciones.
Existen
purificadores
de
agua
para
toda
la
casa
que
pueden
filtrar
el
agua
y
luego
añadir
minerales
mientras
oxigenan
y
estructuran
el
agua
dejándola
fluir
en
forma
de
vórtice.
También
hay
formas
menos
costosas
de
crear
agua
limpia,
estructurada
y
bien
oxigenada
(véase
el
Apéndice
A).
Beber
agua
bien
oxigenada
es
importante.
Además
de
su
calidad
altamente
estructurada,
las
dos
aguas
más
sagradas
y
medicinales
del
mundo,
el
agua
de
la
gruta
de
Lourdes
(procedente
de
un
manantial
muy
profundo)
y
el
agua
del
río
Ganges
(procedente
de
los
glaciares
del
Himalaya),
probablemente
estén
muy
oxigenadas.5
Los
altos
niveles
de
oxígeno
ayudan
a
explicar
por
qué
las
aguas
de
Lourdes
y
del
Ganges
se
han
asociado
a
la
curación
de
diversas
enfermedades.
El
oxígeno
es
esencial
y
fundamental
para
una
vida
sana;
aumentar
los
niveles
de
oxígeno
en
nuestros
tejidos
mejora
la
función
y,
en
particular,
la
capacidad
de
generación
de
energía
de
nuestros
tejidos.
La
deficiencia
de
oxígeno
se
ha
asociado
ampliamente
con
el
desarrollo
del
cáncer
a
través
del
conocido
efecto
Warburg;
es
decir,
el
cambio
de
procesos
de
fermentación
aeróbica
a
anaeróbica
en
nuestras
células.
La
hipoxia,
la
condición
de
bajos
niveles
de
oxígeno
en
los
tejidos,
es
un
síntoma
típico
de
Covid-‐19.
Los
investigadores
convencionales
suelen
afirmar
que
sólo
podemos
introducir
oxígeno
en
nuestro
cuerpo
a
través
de
los
pulmones,
así
que
¿cómo
afectan
los
niveles
de
oxígeno
en
el
agua
a
nuestra
salud?
Como
muchas
otras
"verdades"
de
la
ciencia,
la
idea
de
que
sólo
absorbemos
oxígeno
a
través
de
los
pulmones
es
incorrecta.
Si
se
utilizan
dispositivos
sensibles
para
medir
el
oxígeno,
se
puede
demostrar
que
sumergirse
en
una
bañera
con
agua
altamente
oxigenada
y
beber
agua
altamente
oxigenada
hará
que
el
nivel
de
oxígeno
en
la
sangre
aumente.6
Esto
demuestra
que
al
menos
parte
del
oxígeno
se
absorbe
tanto
a
través
de
la
piel
como
del
tracto
gastrointestinal.
El
agua
altamente
oxigenada
contribuye
a
nuestra
salud
de
otra
manera
importante,
como
lo
demuestra
un
estudio
sobre
el
crecimiento
de
las
plantas.
La
investigación
ha
demostrado
que
regar
las
plantas
con
agua
altamente
oxigenada
estimula
su
crecimiento
y
mejora
su
salud
y
su
resistencia
a
las
enfermedades.7
Para
muchos
científicos,
esto
no
tiene
sentido
porque
se
nos
dice
que
las
plantas
no
utilizan
el
oxígeno
sino
que
exhalan
oxígeno.
¿Cómo
es
posible
que
la
exposición
de
las
plantas
al
agua
oxigenada
aumente
su
salud
y
vitalidad?
78
La
respuesta
es
claramente
que
el
oxígeno
no
afecta
directamente
a
las
plantas,
sino
que
el
oxígeno
es
utilizado
por
los
microbios
del
suelo.
Regar
las
plantas
con
agua
oxigenada
estimula
el
crecimiento
de
bacterias
aeróbicas
sanas
en
el
suelo.
Las
plantas
no
comen
ni
absorben
principalmente
los
nutrientes
del
suelo,
sino
que
(como
nosotros)
se
alimentan
de
los
"productos
de
desecho"
de
las
bacterias
del
suelo.
Si
alimentamos
a
los
microbios
del
suelo
con
nutrientes
saludables,
incluido
el
oxígeno,
los
microbios
más
sanos
florecerán.
Éstos
emiten
los
nutrientes
más
saludables,
que
son
absorbidos
por
las
plantas
para
crear
plantas
sanas
y
florecientes.
Lo
mismo
ocurre
con
nosotros.
En
realidad,
no
absorbemos
los
nutrientes
directamente
de
nuestros
alimentos,
al
menos
no
de
forma
exclusiva.
Más
bien,
comemos
alimentos
y
bebemos
agua
para
nutrir
a
los
miles
de
millones
de
microbios
de
nuestro
intestino.
Si
aumentamos
el
nivel
de
oxígeno
en
el
agua
que
bebemos,
cultivamos
bacterias
aeróbicas
saludables
en
nuestro
tracto
gastrointestinal.
Estos
aerobios
utilizan
el
agua
y
los
alimentos
que
consumimos
para
fabricar
los
nutrientes
de
mayor
calidad
que
podemos
absorber.
Y
con
mucho
oxígeno,
estos
microbios
sanos
no
cambiarán
a
un
metabolismo
anaeróbico
que
produce
toxinas.
La
vida
es
una
compleja
danza
de
la
naturaleza,
los
microbios
y
los
organismos.
El
agua
oxigenada
produce
las
condiciones
en
las
que
los
microbios
más
sanos
florecen
y
producen
personas,
plantas
y
animales
robustos,
vibrantes
y
resistentes
a
las
enfermedades.
Los
microorganismos
que
no
tienen
suficiente
oxígeno
se
vuelven
anaeróbicos
y
producen
toxinas
que
causan
enfermedades
como
el
botulismo,
el
tétanos,
el
cólera
y
el
tifus.
Investigaciones
recientes
indican
que
beber
agua
oxigenada
mejora
la
cicatrización
de
las
heridas,8
aumenta
la
eliminación
del
ácido
láctico
en
los
atletas,9
mejora
el
estado
inmunitario,10
y
protege
contra
la
fatiga
muscular.11
¡El
agua
oxigenada
es
una
opción
mucho
mejor
para
los
atletas
que
los
esteroides!
Además,
las
condiciones
de
poco
oxígeno
favorecen
el
crecimiento
del
cáncer.12
En
la
actualidad,
la
mayoría
de
las
personas
consumen
alimentos
desvitalizados
y
agua
deficiente
en
oxígeno;
el
uso
de
antibióticos
es
desenfrenado
y,
por
lo
tanto,
la
mayoría
de
las
personas
tienen
un
predominio
de
bacterias
anaerobias
tóxicas,
causantes
de
enfermedades,
en
su
tracto
gastrointestinal.
Y,
después
de
todo
esto,
¡echamos
la
culpa
de
nuestras
enfermedades
a
un
virus
que
ni
siquiera
podemos
encontrar!
El
último
paso
en
la
producción
de
agua
saludable
es
la
exposición,
como
en
la
naturaleza,
del
agua
a
los
sonidos
y
energías
de
la
naturaleza.
Esto
puede
lograrse
mediante
la
exposición
del
agua
terminada
a
los
pájaros,
las
ranas,
los
árboles
y
otros
seres
vivos,
o
incluso
mediante
la
exposición
del
agua
a
los
sonidos
sagrados,
a
la
música,
a
las
vibraciones
curativas,
a
una
bendición,
o
incluso
a
las
vibraciones
saludables
y
amorosas
del
hogar.
Este
paso
final
crucial
recrea
el
proceso
a
través
del
cual
la
naturaleza
"produce"
agua
apta
para
el
consumo.
Todos
los
animales
79
buscarán
naturalmente
esa
agua.
Todos
los
animales,
cuando
se
les
permite
la
libre
elección,
evitarán
el
agua
tóxica,
muerta
e
industrial
que
consume
la
gran
mayoría
de
la
gente
en
el
mundo.
Como
veremos
en
el
capítulo
8,
las
bebidas
fermentadas
como
la
kombucha
y
el
kéfir
consiguen
una
especie
de
estructura
a
través
del
proceso
de
fermentación
y
una
efervescencia
que
estructura
el
agua
alrededor
de
cada
burbuja
de
aire.
El
caldo
de
huesos
gelatinoso
lleva
la
estructura
del
colágeno,
que
ayuda
a
crear
colágeno
saludable
en
todo
el
cuerpo,
hasta
las
estructuras
más
pequeñas
de
nuestras
células:
el
agua
se
estructura
contra
las
superficies
hidrofílicas
de
este
colágeno.
El
agua
que
obtenemos
en
las
frutas
y
verduras
también
está
estructurada.
El
agua
bien
oxigenada
para
beber
y
bañarse
debería
ser
lo
primero
que
recibieran
los
pacientes
al
entrar
en
un
hospital
o
en
una
residencia
de
ancianos.
Hasta
entonces,
véase
en
el
Apéndice
A
las
fuentes
de
opciones
saludables,
que
son
lo
mejor
que
podemos
hacer
mientras
llevamos
a
cabo
el
largo
y
tedioso
proceso
de
recuperar
nuestro
mundo.
CAPÍTULO
9
ALIMENTOS
A
finales
de
la
década
de
1890,
a
medida
que
la
teoría
de
los
gérmenes
ganaba
importancia,
entró
en
escena
un
nuevo
invento:
la
prensa
de
rodillos
de
acero
inoxidable.
Este
reluciente
artilugio
permitía
a
los
fabricantes
extraer
aceite
de
semillas
duras
como
los
granos
de
maíz,
las
semillas
de
algodón
y
la
soja.
Las
primitivas
prensas
de
piedra
sólo
funcionaban
con
semillas
aceitosas
como
el
sésamo,
el
lino
y
la
colza,
y
con
frutos
aceitosos
como
las
aceitunas,
los
cocos
y
las
palmeras.
Una
prensa
de
piedra
tradicional
extrae
el
aceite
lentamente
y
sin
calor,
por
lo
que
el
producto
final
es
natural
y
suele
ser
saludable.
El
aceite
de
semilla
de
algodón
-‐un
producto
de
desecho
de
la
industria
algodonera-‐
fue
la
primera
fabricación
de
la
nueva
prensa
mecanizada.
Como
todos
los
aceites
de
semillas
industriales,
el
aceite
de
semilla
de
algodón
rezuma
de
la
semilla
triturada
como
una
mugre
oscura
y
maloliente,
algo
que
nadie
en
su
sano
juicio
consumiría.
El
procesamiento
a
alta
temperatura,
que
implica
productos
químicos
alcalinos,
desodorización,
blanqueo
e
hidrogenación
(un
proceso
que
convierte
un
aceite
líquido
en
sólido)
transforma
la
mugre
oscura
en
un
producto
adecuado
para
su
uso
inicial:
velas.
Proctor
&
Gamble,
con
sede
en
Cincinnati,
perfeccionó
el
proceso
de
refinado
de
este
producto
industrial.
Pero
con
la
electrificación,
la
industria
de
las
velas
decayó.
¿Qué
iban
a
hacer
con
la
costosa
infraestructura
de
procesamiento
en
la
que
habían
invertido?
Suministrar
el
aceite
a
la
gente,
por
supuesto.
80
El
resultado
fue
un
profundo
cambio
en
el
suministro
de
alimentos,
algo
que
el
mundo
nunca
había
visto.
Pasaron
unos
cuarenta
años
para
que
los
aceites
de
semillas
industriales
-‐
como
Los
aceites
industriales
de
semillas
-‐tanto
en
forma
de
grasas
duras
parcialmente
hidrogenadas
como
de
aceites
líquidos
para
cocinar-‐
sustituyeron
a
las
grasas
animales
para
cocinar
y
hornear;
los
aceites
industriales
baratos
de
semillas
de
algodón,
maíz
y
soja
hicieron
posible
la
industria
de
los
alimentos
procesados,
tan
baratos
y
tan
rentables
que
la
industria
tenía
mucho
dinero
para
las
campañas
de
marketing
y
mucha
influencia
en
la
investigación
universitaria
y
la
política
gubernamental.
Durante
años,
las
organizaciones
sanitarias,
incluida
la
Organización
Mundial
de
la
Salud
(OMS),
han
recomendado
una
dieta
que
contenga
aceites
vegetales
procesados
industrialmente
en
lugar
de
grasas
animales
naturales.
Ningún
cambio
dietético
ha
sido
tan
perjudicial
para
la
salud
como
la
llegada
de
los
aceites
industriales
de
semillas,
normalmente
llamados
"aceites
vegetales";
cargados
de
productos
químicos,
intrínsecamente
rancios
y
carentes
de
los
muchos
nutrientes
esenciales
que
la
humanidad
obtiene
exclusivamente
de
las
grasas
animales
como
la
mantequilla,
la
manteca
de
cerdo,
la
grasa
de
ave
y
el
sebo,
son
una
receta
para
la
mala
salud.
Las
enfermedades
crónicas,
como
las
cardiopatías
y
el
cáncer,
los
problemas
renales,
el
Alzheimer
y
los
trastornos
inmunológicos,
han
aumentado
al
mismo
tiempo
que
el
consumo
de
aceites
vegetales.
Además,
el
tipo
de
moléculas
de
grasa
del
aceite
vegetal
(ácido
linoleico
omega-‐6)
puede
hacer
que
nuestro
cuerpo
sea
más
sensible
a
los
efectos
de
la
radiación
electromagnética.
Tenemos
trillones
de
células
en
nuestro
cuerpo,
y
cada
célula
está
rodeada
por
una
membrana
compuesta
por
una
doble
capa
de
moléculas
de
grasa,
llamada
bicapa
lipídica.
Estas
moléculas
son
en
su
mayoría
saturadas
porque,
al
fin
y
al
cabo,
son
grasas
animales.
El
otro
componente
principal
de
la
membrana
celular
es
el
colesterol.
Juntos,
las
grasas
saturadas
y
el
colesterol
garantizan
la
impermeabilidad
de
la
membrana
celular,
lo
que
permite
una
química
discreta
y
un
potencial
eléctrico
diferente
dentro
y
fuera
de
la
célula.
La
notable
membrana
está
diseñada
con
canales
y
receptores
para
que
sólo
entren
y
salgan
determinados
compuestos.
En
el
interior
de
la
célula
se
encuentran
las
mitocondrias,
que
ayudan
a
crear
energía.
Son
como
pequeños
motores
eléctricos
dentro
de
nuestras
células.
Estas
también
tienen
una
membrana
compuesta
por
una
doble
capa
de
moléculas
de
grasa,
la
mayoría
de
las
cuales
debe
estar
saturada,
para
que
las
mitocondrias
apoyen
la
generación
eficiente
de
energía
para
nuestras
células
y
cuerpos.
Como
explicamos
en
el
capítulo
8,
las
estructuras
de
los
tejidos
sirven
para
crear
recintos
microscópicos
donde
el
agua
se
estructura
contra
miles
de
millones
de
superficies
hidrofílicas.
Las
áreas
de
agua
estructurada
tienen
una
carga
negativa.
En
el
interior
de
la
célula,
el
agua
estructurada
llena
los
espacios,
creando
lo
que
equivale
a
una
red
de
finos
cables
para
llevar
la
corriente
eléctrica
a
través
de
la
célula
y
hacia
otras
células.
La
buena
salud
depende
de
mantener
esta
estructura
gelificada
protegida
e
intacta,
protegida
de
los
venenos,
los
CEM
e
incluso
las
emociones
negativas.
El
objetivo
es
mantener
nuestras
propias
corrientes
internas
tan
protegidas
como
sea
posible
contra
la
interferencia
del
5G
y
otros
CEM
externos.
Las
grasas
saturadas
sirven
como
una
especie
de
aislamiento
en
las
células
y
los
tejidos.
En
cambio,
los
tipos
de
moléculas
de
grasa
de
los
aceites
81
vegetales
-‐llamados
ácidos
grasos
poliinsaturados-‐
no
proporcionan
la
estabilidad
que
necesitan
estas
estructuras.
Cuando
se
incorporan
a
las
membranas
de
nuestras
células
y
tejidos,
éstas
se
vuelven
"blandas"
y
"agujereadas";
ya
no
pueden
proporcionar
las
barreras
eficaces
que
nuestras
células
necesitan
para
funcionar
correctamente.
Tener
una
cantidad
adecuada
de
grasa
saturada
en
nuestras
membranas
celulares
es
especialmente
importante
en
la
era
de
Internet
porque
el
5G
y
otros
CEM
aumentan
la
permeabilidad
de
la
membrana
celular,1
lo
que
puede
dar
lugar
a
una
especie
de
inanición
de
todos
nuestros
tejidos,
con
todo
tipo
de
consecuencias
desafortunadas,
desde
la
fatiga
hasta
el
cáncer.
Al
menos
la
mitad
de
las
moléculas
de
grasa
de
la
membrana
celular
deben
estar
saturadas
para
que
nuestras
células
funcionen
de
forma
óptima.
La
molécula
de
grasa
de
nuestros
surfactantes
pulmonares
debe
estar
saturada
al
100%
para
que
los
pulmones
funcionen
correctamente.2
Si
nuestra
dieta
carece
de
grasas
saturadas,
el
cuerpo
pondrá
ácidos
grasos
poliinsaturados
o
parcialmente
hidrogenados
en
los
surfactantes
pulmonares,
dificultando
la
respiración,
con
probables
consecuencias
de
enfermedades
pulmonares
como
el
asma
y
la
neumonía.3
Las
enfermedades
crónicas
de
las
vías
respiratorias
inferiores
incluyen
la
enfermedad
pulmonar
obstructiva
crónica
(EPOC),
el
enfisema
y
la
bronquitis.
Los
pulmones
simplemente
no
pueden
funcionar
correctamente
en
quienes
consumen
muchos
aceites
de
semillas
industriales.
Las
grasas
saturadas
de
origen
animal
también
aportan
colesterol,
que
es
necesario
en
las
membranas
celulares
para
garantizar
la
impermeabilidad
de
las
células,
de
modo
que
puedan
tener
un
potencial
eléctrico
diferente
en
el
interior
y
en
el
exterior
de
la
célula.
Otro
compuesto
importante
que
obtenemos
exclusivamente
de
las
grasas
animales
es
el
ácido
araquidónico,
necesario
para
las
uniones
herméticas
entre
células.
Una
función
clave
de
las
grasas
animales
saturadas
es
servir
como
portadoras
de
un
trío
de
nutrientes
liposolubles:
las
vitaminas
A,
D
y
K2.
Los
niveles
de
estas
vitaminas
eran
mucho
más
altos
en
las
dietas
de
nuestros
antepasados
y
de
los
pueblos
no
industrializados,
por
tres
razones.
En
primer
lugar,
la
mayoría
de
las
grasas
que
consumían
nuestros
antepasados
eran
grasas
animales:
mantequilla,
manteca
de
cerdo,
grasa
de
ave
y
sebo.
En
segundo
lugar,
comían
el
animal
entero,
no
sólo
la
carne
de
los
músculos,
sino
también
los
órganos,
el
tuétano,
la
piel
y
la
sangre.
Las
vitaminas
liposolubles
se
concentran
en
estos
órganos,
especialmente
en
el
hígado.
Incluso
hasta
la
Segunda
Guerra
Mundial,
los
estadounidenses
solían
comer
hígado
una
vez
a
la
semana,
lo
que
les
proporcionaba
una
dosis
constante
de
vitamina
A.
En
tercer
lugar,
los
animales
se
criaban
en
pastos
a
la
luz
del
sol,
lo
que
sirve
para
maximizar
las
cantidades
de
estos
nutrientes
clave
en
nuestros
alimentos.
La
yema
de
huevo
de
un
pollo
criado
al
aire
libre,
a
la
antigua
usanza,
contiene
varias
veces
más
vitamina
D
que
una
yema
de
huevo
de
un
pollo
criado
en
confinamiento,
el
modelo
industrial
"moderno".4
82
Nada
puede
ocurrir
en
el
cuerpo
sin
las
vitaminas
A,
D
y
K2
-‐desde
el
crecimiento
hasta
la
formación
de
hormonas,
pasando
por
la
producción
de
energía
y
la
reproducción-‐
este
triunvirato
de
nutrientes
trabaja
conjuntamente
para
protegernos
contra
las
toxinas
y
mejorar
la
inmunidad.
La
vitamina
A
es
especialmente
importante
para
una
función
pulmonar
saludable.5
Las
mejores
fuentes
son
el
aceite
de
hígado
de
bacalao,
las
vísceras
de
animales
sanos
(piense
en
hígado,
salchichas
de
hígado,
scrapple,
paté
y
terrinas),
las
yemas
de
huevo
de
gallinas
criadas
en
pastos,
la
mantequilla
y
la
nata
de
vacas
alimentadas
con
pasto,
las
huevas
de
pescado,
los
mariscos,
el
pescado
azul,
la
manteca
de
cerdo
criado
al
aire
libre
y
la
grasa
e
hígado
de
aves
de
corral
criadas
a
la
luz
del
sol
en
pastos
verdes,
todos
los
alimentos
que
los
funcionarios
de
salud
pública
convencionales
nos
desaconsejan
comer
o
que
las
prácticas
agrícolas
industriales
modernas
dificultan
su
obtención.
Las
prácticas
alimentarias
modernas
no
sólo
nos
roban
estos
nutrientes,
sino
también
los
minerales,
ya
que
las
vitaminas
liposolubles
desempeñan
un
papel
fundamental
en
la
asimilación
de
los
minerales.
Los
batidos
elaborados
con
verduras
ecológicas
contienen
minerales,
pero
éstos
se
desperdician
en
gran
medida
sin
las
vitaminas
liposolubles.
La
producción
industrial
de
aceite
de
semillas
nos
llena
la
barriga
pero
mata
de
hambre
a
nuestras
células;
lo
mismo
puede
decirse
de
la
producción
industrial
de
cereales.
Un
triunfo
del
procesamiento
industrial
es
el
método
Chorleywood,
por
el
que
los
granos
de
trigo
pueden
transformarse
en
panes
en
sus
bolsas
de
plástico
en
dos
horas;
también
el
proceso
de
extrusión
a
alta
temperatura
y
alta
presión,
que
produce
cereales
secos
para
el
desayuno
como
Cheerios
y
Wheaties
a
partir
de
trigo,
avena
y
maíz.
Las
culturas
tradicionales
no
industrializadas
de
todo
el
mundo
no
consumían
los
cereales
de
esta
manera,
sino
que
los
sometían
a
un
proceso
de
fermentación
largo
y
lento,
como
remojar
la
avena
durante
toda
la
noche
o
incluso
durante
varias
noches
antes
de
cocinarla
para
convertirla
en
una
papilla
agria.6
El
pan
de
masa
madre
con
levadura
natural
es
un
proceso
de
fermentación
que
dura
varios
días.
En
África,
en
algunas
zonas
de
Oriente
Medio
y
también
en
la
Europa
medieval,
la
fermentación
lenta
de
los
cereales
era
el
primer
paso
para
crear
bebidas
nutritivas
como
la
cerveza
de
sorgo
y
la
cerveza
artesanal,
bebidas
de
bajo
contenido
alcohólico
y
altos
niveles
de
nutrientes,
especialmente
de
vitaminas
B.
La
cerveza
artesanal
era
una
bebida
común,
incluso
para
los
niños,
en
la
época
colonial:
Benjamin
Franklin
la
consumía
en
el
desayuno
y
George
Washington
tenía
una
receta
de
cerveza
artesanal
con
salvado
y
melaza.7
Esta
bebida
habría
nutrido
la
flora
intestinal
al
proporcionar
agua
estructurada
alrededor
de
las
burbujas
efervescentes
y
vitaminas
B
en
abundancia.
Los
cereales
que
no
han
sido
remojados,
germinados
o
fermentados
son
difíciles
de
digerir
para
el
ser
humano
y
contienen
muchos
"antinutrientes",
compuestos
como
el
ácido
fítico,
las
lectinas
y
los
inhibidores
enzimáticos,
que
bloquean
la
digestión
y
pueden
incluso
provocar
deficiencias
minerales.
Los
productos
modernos
a
base
de
83
cereales
-‐incluidos
los
productos
"saludables"
de
moda,
como
las
magdalenas
de
salvado
de
avena
y
la
granola-‐
llenan
la
barriga
pero
no
nutren.
A
veces
incluso
envenenan.
El
proceso
de
extrusión
utilizado
para
fabricar
cereales
para
el
desayuno
crea
neurotoxinas;8
el
gluten
del
trigo
se
vuelve
tóxico
sin
una
preparación
adecuada.
Una
preparación
cuidadosa
transforma
los
cereales
en
verdaderos
alimentos,
aumentando
las
vitaminas
B
y
liberando
los
minerales
para
facilitar
su
asimilación.
La
industria
alimentaria
"resuelve"
el
problema
del
procesamiento
moderno
de
los
cereales
añadiendo
vitaminas
sintéticas.
En
cualquier
caso,
las
deficiencias
manifiestas
son
raras
en
Estados
Unidos,
no
por
las
vitaminas
sintéticas
añadidas
a
los
cereales,
sino
porque
la
mayoría
de
los
estadounidenses
comen
mucha
carne.
Un
síntoma
interesante
en
algunos
pacientes
de
Covid-‐19
son
los
"dedos
de
los
pies
de
Covid":
dedos
de
los
pies
rojos
e
inflamados,
similares
a
los
de
la
pelagra
(que
está
causada
por
una
deficiencia
de
niacina).
Dedos
de
la
pellegra
(L);
dedos
de
Covid
(R)
Los
científicos
han
observado
una
disminución
del
triple
de
NAD
(una
forma
de
niacina)
en
las
células
de
los
pacientes
de
Covid,
una
enfermedad
que
se
atribuye
al
coronavirus.
Sin
embargo,
la
exposición
a
la
tecnología
inalámbrica
y
a
la
radiación
de
microondas
también
puede
agotar
las
formas
celulares
de
niacina.9
La
defensa
obvia
es
limitar
la
exposición
a
los
CEM
y
consumir
abundantes
vitaminas
B,
especialmente
niacina.
Una
preparación
adecuada
de
los
cereales
y
una
cantidad
suficiente
de
productos
animales
garantizarán
niveles
adecuados
de
vitaminas
B.
Otros
productos
obvios
de
la
Revolución
Industrial
son
la
harina
blanca
refinada
y
el
azúcar
(y
su
moderno
gemelo
maligno,
el
jarabe
de
maíz
de
alta
fructosa
[HFCS]).
Los
edulcorantes
refinados
y
la
harina
blanca
son
la
quintaesencia
de
los
"alimentos
desplazadores
del
comercio
moderno".
Irónicamente,
estos
alimentos
refinados
desempeñan
en
realidad
un
papel
importante
en
las
dietas
de
quienes
evitan
las
grasas
animales.
El
cuerpo
tiene
una
necesidad
tan
grande
de
grasas
saturadas
para
mantener
las
membranas
y
superficies
de
los
tejidos
que
tiene
un
plan
de
respaldo
en
caso
de
que
nuestras
dietas
no
contengan
las
cantidades
adecuadas:
hace
grasa
saturada
a
partir
de
los
carbohidratos,
especialmente
de
los
refinados.10
Desgraciadamente,
este
plan
de
respaldo
no
nos
proporcionará
los
nutrientes
liposolubles
que
obtenemos
de
las
grasas
animales
ni
las
vitaminas
del
grupo
B
en
84
sus
formas
naturales
que
obtenemos
de
los
cereales
integrales
preparados
adecuadamente.
En
cambio,
el
consumo
de
carbohidratos
refinados
sirve
como
vía
rápida
para
las
enfermedades
crónicas
que
padecen
los
occidentales:
diabetes,
enfermedades
cardíacas,
problemas
renales,
presión
arterial
alta
y
cáncer.
La
gran
mayoría
de
las
víctimas
de
Covid-‐19
padecen
una
o
más
de
estas
enfermedades
preexistentes.
Las
dietas
basadas
en
aceites
vegetales,
o
incluso
en
aceite
de
oliva,
suelen
provocar
antojos
de
carbohidratos
refinados;
la
vuelta
a
las
grasas
animales
es
el
primer
paso
para
resolver
la
necesidad
de
carbohidratos
refinados.
La
adopción
de
dietas
"basadas
en
plantas"
(ya
sean
veganas,
vegetarianas
o
simplemente
bajas
en
productos
animales)
es
otra
tendencia
que
contribuye
a
la
inanición
nutricional.
Aunque
algunas
personas
afirman
que
su
salud
mejora
cuando
se
embarcan
en
una
dieta
"basada
en
plantas",
con
el
tiempo
se
producen
deficiencias.
La
decisión
de
evitar
los
productos
animales
suele
ir
acompañada
de
propósitos
de
"comer
mejor"
en
general
y
evitar
los
alimentos
procesados.
Eliminar
de
la
dieta
las
fuentes
de
aceites
vegetales,
harina
blanca
y
edulcorantes
refinados
es
sólo
una
parte
del
proceso
para
recuperar
la
buena
salud;
la
otra
parte
requiere
el
consumo
de
alimentos
ricos
en
nutrientes.
Aunque
los
alimentos
vegetales
tienen
un
papel
indudable
en
la
dieta
humana,
son
mucho
menos
densos
en
vitaminas
y
minerales
que
los
alimentos
de
origen
animal.
El
vegetarianismo
a
largo
plazo,
especialmente
el
veganismo,
suele
provocar
deficiencias
de
proteínas
completas;
de
las
vitaminas
liposolubles
A,
D
y
K2;
de
la
vitamina
B12;
y
de
cuatro
minerales
clave:
zinc,
azufre,
hierro
y
calcio.
Por
otro
lado,
los
alimentos
vegetales
como
las
judías,
los
frutos
secos
y
los
cereales
suelen
tener
un
alto
contenido
en
La
falta
de
hierro,
por
supuesto,
conduce
a
la
anemia
y
la
fatiga;
el
azufre
apoya
los
mecanismos
de
transporte
de
oxígeno
en
la
sangre.
Tanto
los
suplementos
de
zinc
como
de
azufre
parecen
ayudar
a
los
pacientes
de
Covid-‐19.
Las
mejores
fuentes
son
los
alimentos
de
origen
animal
como
la
carne
roja,
el
hígado
y
las
yemas
de
huevo.
La
vitamina
A
de
las
grasas
animales
y
del
hígado
ayuda
a
garantizar
que
el
hierro
entre
en
los
glóbulos
rojos
donde
se
necesita
y
que
todos
los
minerales
se
utilicen
de
forma
eficaz.
El
cuerpo
tiene
más
dificultades
para
utilizar
el
hierro
añadido
a
los
alimentos
procesados,
como
los
cereales
del
desayuno
y
la
harina
blanca,
por
lo
que
acaba
en
los
tejidos
blandos,
donde
no
debe
estar
-‐el
llamado
hierro
tóxico-‐,
en
lugar
de
en
el
torrente
sanguíneo,
donde
el
hierro
de
los
glóbulos
rojos
transporta
el
oxígeno
a
los
tejidos.
La
covarianza-‐19
y
la
carencia
de
zinc
tienen
muchos
síntomas
en
común:
tos,
náuseas,
fiebre,
dolor,
calambres
abdominales,
diarrea,
pérdida
del
gusto
y
del
olfato,
pérdida
de
apetito,
fatiga
y
apatía,
inflamación
y
disminución
de
la
inmunidad.
Los
alimentos
ricos
en
zinc
e
incluso
las
pastillas
de
zinc
proporcionan
una
protección
real
contra
esta
enfermedad.
Un
efecto
del
5G
parece
ser
la
estimulación
de
los
canales
de
calcio
en
la
membrana
celular.
Esto
hace
que
el
calcio
entre
en
las
células,
esencialmente
envenenando
la
célula,
mientras
que
disminuye
el
calcio
ionizable
en
la
sangre.
El
calcio
ionizable
en
la
sangre
se
utiliza
en
las
vías
de
coagulación
para
ayudar
a
la
coagulación
y
evitar
hemorragias
incontroladas.
Si
baja
demasiado,
las
personas
sufren
hemorragias.
Durante
la
pandemia
de
1918,
muchos
médicos
observaron
que
sus
pacientes
85
morían
de
hemorragia,
no
de
neumonía.
Algunos
médicos
informaron
que
el
lactato
de
calcio
intravenoso
evitaba
que
la
gente
muriera.
Poco
después,
Royal
Lee,
de
la
empresa
Standard
Process,
formuló
un
producto
antigripal
llamado
Congaplex,
que
contenía
lactato
de
calcio,
la
misma
forma
de
calcio
fácilmente
disponible
en
la
leche
cruda.
Además,
la
leche
cruda
entera
de
vacas
alimentadas
con
pasto
contiene
compuestos
que
fortalecen
el
sistema
inmunológico
y
nos
ayudan
a
lidiar
con
el
estrés
y
los
CEM.12
La
mayor
tragedia
de
la
teoría
de
los
gérmenes
ha
sido
su
aplicación
a
la
leche,
el
alimento
perfecto
de
la
naturaleza.
Hoy
en
día,
la
mayoría
de
la
leche
está
sujeta
a
la
pasteurización;
de
hecho,
la
mayor
parte
de
la
leche
es
ultrapasteurizada,
un
proceso
que
calienta
la
leche
a
230
grados
Fahrenheit,
muy
por
encima
del
punto
de
ebullición,
aparentemente
para
eliminar
los
gérmenes
dañinos
de
la
leche,
pero
en
realidad
para
alargar
su
vida
útil.
Desgraciadamente,
la
pasteurización
reduce
en
gran
medida
el
contenido
vitamínico
-‐un
estudio
de
la
industria
láctea
descubrió
que
la
pasteurización
daba
lugar
a
cantidades
más
bajas
de
todas
las
vitaminas
del
grupo
B,
especialmente
la
B2,
la
B6
y
la
B12-‐
y
se
trataba
de
estudios
sobre
leche
simplemente
pasteurizada,
es
decir,
calentada
a
170
grados.13
Es
probable
que
la
ultrapasteurización
provoque
la
destrucción
de
hasta
el
100%
de
las
vitaminas
de
la
leche.
Los
minerales
permanecerán,
pero
las
enzimas
que
el
cuerpo
necesita
para
asimilar
estos
minerales
se
destruyen.
La
pasteurización
destruye
la
beta-‐lactoglobulina,
necesaria
para
la
absorción
intestinal
de
las
vitaminas
A
y
D.14
La
pasteurización
en
nombre
de
la
teoría
de
los
gérmenes
ha
provocado
la
destrucción
de
la
mayor
parte
de
las
bondades
de
la
leche,
un
alimento
primordial
para
los
niños
en
crecimiento
en
la
cultura
occidental.
La
pasteurización
también
hace
que
las
proteínas
de
la
leche
sean
alergénicas;
muchas
personas
con
alergias
a
la
leche
recurren
a
la
"leche"
hecha
de
almendras,
guisantes,
avena
o
soja,
que
tienen
un
dudoso
valor
nutricional.
La
leche
cruda
y
entera
(especialmente
la
procedente
de
animales
alimentados
con
hierba)
es
un
alimento
completo
y
de
fácil
digestión.
Contiene
todos
los
nutrientes
que
los
bebés
y
los
niños
necesitan
para
su
crecimiento;
les
protege
del
asma
y
las
enfermedades
respiratorias;15
asegura
un
calcio
abundante
y
fácilmente
asimilable
para
unos
dientes
y
huesos
fuertes.
Para
las
personas
mayores,
la
leche
cruda
es
igualmente
nutritiva;
protege
los
huesos
y
nutre
los
tejidos,
incluso
cuando
los
fuegos
digestivos
han
disminuido.
La
leche
cruda
es
una
excelente
fuente
de
glutatión,
un
compuesto
que
nuestro
cuerpo
utiliza
para
desintoxicarse.
Sólo
el
glutatión
procedente
de
proteínas
de
suero
de
leche
frescas
y
desnaturalizadas
funciona,
es
decir,
de
la
leche
cruda,
no
de
la
leche
pasteurizada
ni
de
los
sueros
en
polvo.
Alexey
V.
Polonikov,
de
la
Universidad
Médica
Estatal
de
Kursk,
propone
que
"la
deficiencia
de
glutatión
es
exactamente
la
explicación
más
plausible
para
la
manifestación
grave
y
la
muerte
en
los
pacientes
infectados
por
Covid-‐19".
16
La
leche
cruda
puede
ser
de
gran
ayuda
para
protegernos
de
esta
enfermedad.
Otra
fuente
importante
de
nutrientes
que
falta
en
las
dietas
modernas:
el
caldo
de
huesos,
rico
en
gelatina,
elaborado
con
los
huesos
y
las
partes
cartilaginosas
del
animal,
que
nutre
el
cartílago
de
nuestro
propio
cuerpo,
que
contiene
más
cartílago
que
músculo.
El
caldo
de
huesos
es
rico
en
glicina,
un
elemento
esencial
del
86
colágeno
que
ayuda
a
mantener
la
estructura
del
agua
dentro
y
fuera
de
las
células.
La
glicina
ayuda
a
crear
un
colágeno
fuerte
en
ciertos
tipos
de
surfactantes
pulmonares
y
en
todo
el
cuerpo,
y
favorece
la
desintoxicación.
Las
patas,
cabezas,
huesos
y
piel
de
los
animales
no
se
desperdiciaban
en
la
cocina
de
su
abuela.
Se
echaban
en
una
olla
y
se
cocinaban
a
fuego
lento
para
hacer
un
rico
caldo,
básicamente
colágeno
derretido.
Este
caldo
constituía
la
base
de
sopas,
guisos,
salsas
y
salsas
nutritivas,
o
se
daba
como
una
simple
taza
de
caldo
para
obtener
una
energía
óptima
y
una
buena
digestión,
¡una
opción
mucho
mejor
que
el
café!
Desgraciadamente,
la
industria
alimentaria
ha
encontrado
una
forma
de
imitar
el
caldo
casero:
la
salsa
a
base
de
caldo
que
servía
su
abuela
aparece
en
forma
de
imitación
hecha
con
agua,
un
espesante,
colorantes
artificiales
y
aromatizantes
artificiales,
especialmente
glutamato
monosódico
(GMS),
una
neurotoxina.
El
glutamato
monosódico
aparece
en
muchas
sopas
y
guisos
enlatados
y
deshidratados,
salsas
embotelladas,
"caldos"
en
envases
asépticos,
aderezos
para
ensaladas,
mezclas
de
condimentos,
alimentos
de
soja
(que
son
intrínsecamente
amargos)
e
incluso
aceites
vegetales.
Raramente
etiquetado,
el
glutamato
es
una
neurotoxina,
no
un
nutriente,
y
otra
fuente
de
inanición
para
aquellos
que
consumen
principalmente
alimentos
procesados.
Otro
componente
importante
de
las
dietas
tradicionales
densas
en
nutrientes
son
los
alimentos
y
bebidas
fermentados.
Los
alimentos
crudos
fermentados
aportan
bacterias
beneficiosas
al
tracto
intestinal,
preferiblemente
a
diario.
Estas
bacterias
ayudan
a
la
digestión,
liberan
minerales,
descomponen
antinutrientes,
aportan
vitaminas
(especialmente
del
grupo
B)
y
nos
protegen
contra
las
toxinas.
De
hecho,
un
estudio
reciente
relaciona
el
consumo
de
verduras
fermentadas
con
una
baja
mortalidad
por
Covid-‐19.17
Los
condimentos
fermentados,
como
los
encurtidos
crudos
y
el
chucrut,
las
salsas
fermentadas,
como
el
ketchup,
y
las
bebidas
fermentadas,
como
el
kéfir
y
la
kombucha,
son
componentes
fundamentales
en
una
dieta
que
realmente
nutre
y
protege.
Por
desgracia,
la
dieta
moderna
sustituye
los
condimentos
fermentados
crudos
por
versiones
enlatadas,
elabora
ketchup
tratado
térmicamente
y
cargado
de
aditivos,
y
promueve
refrescos
verdaderamente
tóxicos
y
muy
azucarados
en
lugar
de
bebidas
fermentadas
artesanales.
El
público
conoció
los
beneficios
de
las
bacterias
productoras
de
ácido
láctico
en
los
alimentos
fermentados,
especialmente
en
los
productos
lácteos
fermentados
como
el
yogur,
gracias
al
bacteriólogo
y
premio
Nobel
Ilya
Mechnikov,
contemporáneo
de
Louis
Pasteur.
A
Mechnikov
se
le
atribuye
el
descubrimiento
de
los
macrófagos,
que
resultaron
ser
el
principal
mecanismo
de
defensa
de
nuestro
sistema
inmunitario
innato.
Propuso
la
teoría
de
que
los
glóbulos
blancos
podían
engullir
y
destruir
toxinas
y
bacterias,
lo
que
se
encontró
con
el
escepticismo
de
Pasteur
y
otros.
En
aquella
época,
la
mayoría
de
los
bacteriólogos
-‐siempre
asumiendo
que
los
procesos
naturales
son
perjudiciales-‐
creían
que
los
glóbulos
blancos
ingerían
los
patógenos
y
luego
los
propagaban
por
el
cuerpo.
A
diferencia
de
Pasteur,
que
creía
que
todas
las
bacterias
eran
malas,
Mechnikov
atribuía
la
buena
salud
y
la
longevidad
de
los
campesinos
búlgaros
a
su
consumo
diario
de
yogur
(fermentado)
y
a
las
bacterias
productoras
de
ácido
láctico
que
contenía.
87
Mechnikov,
una
figura
pintoresca
y
apasionada,
intentó
suicidarse
en
dos
ocasiones,
la
primera
por
una
sobredosis
de
opio
y
la
segunda
inyectándose
la
espiroqueta
de
la
fiebre
recurrente
(parecida
a
la
malaria).18
Llegó
a
la
conclusión
de
que
fue
su
costumbre
de
comer
yogur
búlgaro
lo
que
le
protegió
contra
las
toxinas
de
la
espiroqueta
y
le
permitió
sobrevivir.
También
experimentó
en
sí
mismo
y
en
otros
bebiendo
bacterias
del
cólera
durante
la
epidemia
de
cólera
de
1892
en
Francia.
Él
y
un
voluntario
no
enfermaron,
pero
otro
estuvo
a
punto
de
morir.
Entonces
descubrió
que
algunos
microbios
dificultaban
el
crecimiento
del
cólera,
mientras
que
otros
estimulaban
la
producción
de
toxinas
del
cólera.
Concluyó
que
el
cultivo
adecuado
de
la
flora
intestinal
puede
proteger
contra
enfermedades
mortales
como
el
cólera.19
Obtenemos
estas
bacterias
protectoras
a
diario
cuando
comemos
alimentos
lacto-‐fermentados.
Un
componente
importante
de
los
alimentos
fermentados
es
la
vitamina
C.
Los
tratamientos
exitosos
para
los
casos
de
Covid-‐19
incluyen
grandes
dosis
de
vitamina
C
(oral
o
IV).
Su
mejor
fuente
dietética
son
las
verduras
fermentadas
como
el
chucrut,
que
es
mucho
más
rico
en
vitamina
C
que
la
col
fresca.
La
tecnología
de
procesamiento
de
alimentos
que
acompañó
a
la
Revolución
Industrial
nos
ha
permitido
arruinar
casi
todos
los
ingredientes
comunes
que
nos
llevamos
a
la
boca,
incluso
la
sal.
La
sal
es
un
nutriente
fundamental
para
la
salud,
y
especialmente
para
mantener
la
diferencia
de
potencial
eléctrico
en
nuestros
tejidos,
que
puede
protegernos
contra
los
CEM.
Pero
el
procesamiento
moderno
elimina
todo
el
magnesio
y
los
oligoelementos
de
la
sal,
y
añade
un
compuesto
de
aluminio
que
impide
que
se
agrupe,
de
modo
que
la
sal
se
derrama
cuando
llueve.
La
solución
es
utilizar
sal
sin
refinar
en
los
alimentos
y
en
la
cocina,
sal
que
contiene
una
gran
cantidad
de
oligoelementos
y
nos
proporciona
una
fuente
diaria
de
magnesio.
Una
cucharadita
y
media
de
sal
sin
refinar
(las
necesidades
mínimas
de
un
adulto
en
cuanto
a
sodio
y
cloruro)
proporciona
aproximadamente
el
doble
de
las
necesidades
mínimas
de
un
adulto
en
cuanto
a
magnesio.
Ahora
tome
su
dieta
de
alimentos
procesados
-‐su
cena
congelada,
su
sopa
enlatada,
su
comida
para
llevar,
y
sus
sobras-‐
y
elimínela
con
el
microondas.
Poco
de
lo
que
nutre
quedará
en
esas
sustancias
alimenticias.20
La
impresión
creada
en
numerosos
libros
y
en
los
medios
de
comunicación
de
que
una
dieta
"saludable"
es
seca
e
insatisfactoria
-‐con
pechugas
de
pollo
sin
piel,
carne
magra,
jugos
de
verduras
y
granos
integrales
en
bruto-‐
no
podría
estar
más
lejos
de
la
realidad.
Una
dieta
saludable
no
requiere
ningún
sacrificio
en
cuanto
a
sabor
y
satisfacción,
sólo
el
cuidado
en
la
compra
y
preparación
de
nuestros
alimentos.
Los
productos
lácteos
enteros
y
crudos,
incluida
la
mantequilla
en
abundancia,
las
carnes
grasas,
el
tocino
y
los
embutidos
naturales,
los
huevos
(especialmente
las
yemas),
el
pan
artesanal
de
masa
madre,
el
caldo
de
huesos
genuino,
las
salsas
satisfactorias,
los
edulcorantes
naturales,
la
sal
abundante
sin
refinar,
los
condimentos
interesantes
y
las
bebidas
fermentadas
refrescantes,
proporcionan
el
tipo
de
dieta
que
realmente
nutre
y
protege,
y
cada
vez
están
más
disponibles
en
el
mercado.
Si
su
dieta
contiene
principalmente
alimentos
procesados,
puede
estar
seguro
de
que
su
cuerpo
está
en
modo
de
inanición,
especialmente
si
calienta
su
comida
en
un
horno
microondas.
88
Para
obtener
sugerencias
prácticas
sobre
la
adopción
de
una
dieta
rica
en
nutrientes,
consulte
el
Apéndice
C.
CAPÍTULO
10
TOXINAS
En
el
capítulo
3,
vimos
algunas
de
las
toxinas
que
causan
enfermedades
-‐
erróneamente
atribuidas
a
los
microbios
-‐
en
tiempos
pasados.
Los
habitantes
de
las
ciudades
y
pueblos
vivían
en
constante
peligro
de
exposición
a
los
gases
venenosos
de
las
aguas
residuales
y
el
estiércol.
Los
compuestos
volátiles
como
el
sulfuro
de
hidrógeno,
el
amoníaco,
el
metano,
los
ésteres,
el
monóxido
de
carbono,
el
dióxido
de
azufre
y
los
óxidos
de
nitrógeno
pueden
matar
a
las
personas
por
asfixia
cuando
se
exponen
a
altas
concentraciones.
Otros
efectos
son
la
irritación
de
los
ojos,
las
náuseas
y
la
dificultad
para
respirar.
Nuestros
antepasados
también
estaban
expuestos
diariamente
a
las
dioxinas
y
otras
toxinas
presentes
en
el
humo,
procedentes
de
los
fuegos
para
calentarse,
cocinar
y
trabajar
el
metal.
Incluso
hoy
en
día,
el
humo
de
los
fuegos
para
cocinar
es
una
de
las
principales
fuentes
de
contaminación
del
aire
en
el
mundo
en
desarrollo,
especialmente
el
humo
de
los
fuegos
abiertos
dentro
de
las
casas
y
cabañas.
Nuestros
antepasados
también
tuvieron
que
enfrentarse
a
los
metales
tóxicos:
el
plomo
utilizado
en
las
tuberías,
los
recipientes
de
cocina,
los
materiales
de
construcción
y
los
cosméticos;
el
arsénico
utilizado
en
las
aleaciones
metálicas,
los
cosméticos
y
los
tratamientos
médicos;
y
el
mercurio
utilizado
en
los
ungüentos
y
medicamentos,
los
cosméticos,
las
amalgamas
metálicas
y
la
minería
de
la
plata.
Aunque
hoy
reconocemos
la
extrema
toxicidad
de
estas
sustancias,
no
han
desaparecido,
especialmente
el
arsénico.
La
contaminación
de
las
aguas
subterráneas
con
arsénico
es
un
problema
que
afecta
a
millones
de
personas
en
todo
el
mundo.1
Muy
utilizado
como
insecticida
a
finales
del
siglo
XIX
y
principios
del
XX,
el
uso
de
arsénico
en
la
producción
agrícola
ya
no
es
habitual
(excepto
en
el
cultivo
del
algodón);
sin
embargo,
su
uso
como
aditivo
para
piensos
en
la
producción
avícola
y
porcina,
especialmente
en
Estados
Unidos,
ha
aumentado.
Por
ejemplo,
un
aditivo
para
piensos
que
contiene
arsénico,
llamado
roxarsone,
es
utilizado
por
alrededor
del
70%
de
los
productores
de
aves
de
corral
de
Estados
Unidos.2
La
primera
edición
del
Manual
Merck
incluía
muchos
medicamentos
basados
en
el
mercurio.
Un
"tónico"
que
contenía
mercurio
constituía
el
tratamiento
estándar
para
la
sífilis,
el
clásico
ejemplo
de
un
medicamento
mortal
mucho
peor
que
la
enfermedad
para
la
que
fue
diseñado.
El
uso
del
mercurio
en
medicina
ha
disminuido,
aunque
algunos
medicamentos
de
venta
libre,
como
los
antisépticos
tópicos,
los
laxantes
estimulantes,
las
pomadas
para
la
dermatitis
del
pañal,
las
gotas
para
los
ojos
y
los
aerosoles
nasales,
contienen
compuestos
de
mercurio.
En
la
actualidad,
los
principales
usos
médicos
del
mercurio
se
encuentran
en
las
amalgamas
dentales
(que
desprenden
constantemente
mercurio
en
la
boca
y
en
las
cavidades
sinusales3)
y
como
conservante
de
las
vacunas
llamado
timerosal.4
89
Tras
los
estudios
que
demostraron
que
la
cantidad
de
mercurio
en
el
calendario
de
vacunación
infantil
recomendado
por
los
CDC
superaba
todos
los
límites
máximos
de
seguridad
nacionales
y
mundiales,
la
presión
pública
obligó
a
los
fabricantes
a
eliminar
el
timerosal
o
a
reducirlo
a
cantidades
mínimas
en
todas
las
vacunas
estadounidenses
recomendadas
para
niños
de
seis
años
o
menos.
Pero
los
fabricantes
no
eliminaron
el
mercurio
de
los
viales
multidosis
de
la
vacuna
antigripal
inactivada,
que
se
administra
a
mujeres
embarazadas,
niños
menores
de
un
año
y,
por
supuesto,
adultos.
El
resultado
es
que
si
se
añade
la
vacuna
de
la
gripe
al
calendario
de
vacunas
de
un
niño,
es
probable
que
reciba
más
mercurio
en
su
torrente
sanguíneo
que
antes
de
la
eliminación
del
timerosal
de
las
demás
vacunas
infantiles.5
En
la
mayoría
de
las
vacunas
aún
quedan
pequeñas
cantidades
de
residuos
de
mercurio
procedentes
del
proceso
de
fabricación.
El
uso
industrial
del
mercurio
ha
disminuido,
pero
sigue
siendo
un
ingrediente
de
algunos
instrumentos
de
medición
y
llena
las
lámparas
fluorescentes,
incluidas
las
bombillas
compactas
que
han
sustituido
en
gran
medida
a
las
incandescentes.
Si
se
Si
se
rompen
en
su
casa,
usted
y
su
familia
estarán
expuestos
a
los
gases
tóxicos
del
mercurio;
si
se
rompen
en
un
vertedero,
el
mercurio
contaminará
el
suelo
y
las
aguas
subterráneas.
Los
compuestos
de
cianuro
son
un
subproducto
de
muchos
procesos
industriales,
como
el
refinado
de
petróleo
y
la
producción
de
poliuretanos.
Muchos
compuestos
de
cianuro
son
tóxicos;
pueden
impedir
la
producción
de
ATP,
necesaria
para
los
procesos
de
obtención
de
energía,
afectando
especialmente
al
sistema
nervioso
central
y
al
corazón,
lo
que
provoca
hipoxia
(falta
de
oxígeno),
un
síntoma
común
de
la
enfermedad
de
Covid-‐19.6
El
humo
de
los
cigarrillos
es
una
fuente
no
revelada
de
compuestos
de
cianuro.7
La
humanidad
también
está
expuesta
al
formaldehído,
al
benceno,
al
cadmio,
a
los
ftalatos,
al
flúor
y
a
los
compuestos
de
cloruro
en
el
agua
potable
(incluidas
las
cloraminas,
preferidas
por
las
agencias
públicas
del
agua
porque
persisten
y
no
se
descomponen
con
el
tiempo),
y
a
una
serie
de
pesticidas,
incluidos
los
inhibidores
de
la
colinesterasa
altamente
tóxicos
(venenos
para
el
sistema
nervioso)
que
se
rocían
en
los
cítricos.
Éstos
llegan
a
la
leche,
la
mantequilla,
el
yogur
y
el
queso
a
través
de
la
torta
de
cáscara
de
cítricos
con
la
que
se
alimenta
a
las
vacas
lecheras.
Las
toxinas
en
los
alimentos
van
desde
el
propilenglicol
(un
anticongelante)
que
se
añade
al
helado
para
mantenerlo
suave
y
cremoso;
el
formaldehído
y
el
alcohol
metílico
(productos
de
descomposición
del
edulcorante
artificial
aspartamo);
el
edulcorante
artificial
acesulfamo-‐K;
los
acondicionadores
de
masa;
colorantes
y
aromatizantes
artificiales
(incluido
el
glutamato
monosódico);
conservantes;
vitaminas
artificiales
(incluido
el
betacaroteno);
y
antioxidantes
químicos
como
el
butilhidroxianisol
(BHA),
el
galato
de
propilo
y
la
terc-‐butilhidroquinona
(TBHQ),
que
se
añaden
a
los
aceites
vegetales
y
a
los
alimentos
fritos
como
las
patatas
fritas.
Las
personas
con
enfermedades
preexistentes
como
la
diabetes,
la
obesidad,
la
hipertensión
y
las
cardiopatías,
que
son
las
más
vulnerables
a
la
enfermedad
atribuida
al
coronavirus,
es
probable
que
hayan
desarrollado
estas
enfermedades
en
gran
parte
debido
a
los
alimentos
procesados
cargados
de
estos
aditivos.
Es
imposible
decir
en
qué
medida
contribuyen
a
esta
enfermedad,
pero
es
razonable
especular
que
90
los
alimentos
procesados
que
contienen
estas
y
otras
sustancias
químicas
desempeñan
un
papel
como
cofactores
en
la
enfermedad
por
coronavirus,
de
hecho
en
cualquier
enfermedad.
La
dieta
americana
estándar
(SAD)
no
sólo
hace
pasar
hambre
a
nuestros
tejidos,
sino
que
también
los
envenena
al
mismo
tiempo.
La
investigadora
Stephanie
Seneff,
PhD,
ha
señalado
el
hecho
de
que
los
primeros
epicentros
del
Covid-‐19
se
corresponden
con
zonas
de
alta
contaminación
atmosférica
-‐Wuhan,
China;
la
región
triestatal
(Nueva
York,
Nueva
Jersey,
Connecticut);
el
norte
de
Italia;
España;
y
Jefferson
Parish,
Luisiana-‐
y,
en
particular,
con
el
uso
de
biodiésel.
Señala
que
un
estudio
del
Instituto
de
Salud
Pública
de
Harvard
descubrió
una
fuerte
correlación
entre
la
exposición
a
la
contaminación
atmosférica
por
partículas
y
las
muertes
por
Covid-‐19.8
Los
investigadores
descubrieron
que
un
aumento
de
sólo
un
microgramo
por
metro
cúbico
de
partículas
finas
se
asociaba
con
un
aumento
del
15%
en
la
tasa
de
mortalidad
por
Covid-‐19.
Cabe
repetir
que
el
polvo
atmosférico
(es
decir,
la
contaminación)
puede
exacerbar
los
efectos
de
los
CEM.9
Seneff
señala
que
Nueva
York
depende
en
gran
medida
del
combustible
biodiésel
para
los
vehículos
públicos,
y
el
Estado
de
Nueva
York
cuenta
con
un
gran
número
de
plantas
de
fabricación
en
las
que
la
biomasa
de
diversas
fuentes,
incluido
el
aceite
de
cocina
usado,
se
transforma
en
biocombustibles.
El
estado
también
fomenta
el
uso
de
biocombustible
para
el
aceite
de
calefacción
de
los
hogares.
El
biodiésel
y
el
biocombustible
fabricados
a
partir
de
plantas
contienen
el
herbicida
glifosato
(Roundup),
que
según
Seneff
tiene
un
mecanismo
de
toxicidad
único.
Señala
el
caso
de
un
mecánico
que
intentó
limpiar
un
aplicador
obstruido
de
herbicida
a
base
de
glifosato
utilizando
un
cubo
de
gasóleo
como
disolvente.
Rápidamente
desarrolló
una
fuerte
tos
y
empezó
a
toser
sangre.
Le
llevaron
al
hospital
y
le
diagnosticaron
neumonitis,
una
enfermedad
inflamatoria
de
los
pulmones
causada
por
la
exposición
a
sustancias
tóxicas.10
Seneff
postula
que
las
moléculas
orgánicas
del
gasóleo
mejoran
la
absorción
del
glifosato
en
las
células
pulmonares
al
actuar
como
un
surfactante.11
El
glifosato
sustituye
al
aminoácido
glicina
que
se
encuentra
en
los
cartílagos,
a
numerosas
enzimas
y
a
importantes
surfactantes
pulmonares,
lo
que
provoca
un
sinfín
de
problemas,
incluida
la
enfermedad
pulmonar.
Seneff
señala
que
muchos
de
los
puntos
calientes
de
Covid-‐19
en
Estados
Unidos
incluyen
puertos
importantes
como
Seattle,
Los
Ángeles,
Nueva
Orleans,
Boston
y
Nueva
York.
Señala
que
la
contaminación
atmosférica
de
los
barcos
es
más
tóxica
que
la
de
los
vehículos
terrestres,
porque
los
barcos
utilizan
el
combustible
diésel
de
menor
calidad.12
En
Europa,
más
del
20%
de
los
automóviles
funcionan
con
gasóleo,
frente
al
2%
en
Estados
Unidos.
Al
no
poder
satisfacer
la
demanda
de
gasóleo,
Europa
importa
biodiésel
(fabricado
principalmente
con
soja
Roundup
Ready
modificada
genéticamente)
de
Argentina.
Los
chinos
producen
biodiésel
a
partir
de
canola
(colza),
muy
rociada
con
Roundup,
que
crece
en
gran
parte
a
lo
largo
del
río
Yangtze,
que
atraviesa
Wuhan.
En
Estados
Unidos,
tres
ciudades
han
adoptado
el
biodiésel
para
el
uso
de
vehículos
en
las
carreteras:
Nueva
York
(que
impulsó
once
mil
vehículos,
al
menos
parcialmente,
con
biodiésel
a
partir
de
2017),
Nueva
Orleans
(que
utiliza
biocombustible
en
los
autobuses)
y
Washington,
DC,
todas
ellas
puntos
calientes
de
91
Covid-‐19.
Todos
los
cultivos
utilizados
para
el
biodiésel
en
Estados
Unidos
son
cultivos
Roundup
Ready
rociados
con
glifosato:
maíz,
soja,
canola
y
árboles
de
madera
dura.
El
biocombustible
para
la
aviación
es
otra
fuente
potencial
de
glifosato
en
el
aire,
introducido
por
primera
vez
por
United
Airlines
y
utilizado
ahora
por
al
menos
cuatro
aerolíneas
que
utilizan
los
aeropuertos
de
la
ciudad
de
Nueva
York.
El
distrito
neoyorquino
más
afectado
por
el
coronavirus
es
Queens,
en
las
rutas
de
vuelo
de
los
tres
principales
aeropuertos
de
Nueva
York
(La
Guardia,
JFK
y
Newark)
y
atravesado
por
tres
grandes
autopistas
interestatales
(I-‐278,
I-‐495
e
I-‐678).
En
Gran
Bretaña:
Las
noticias
han
señalado
a
los
conductores
de
autobús
y
a
los
habitantes
de
la
ciudad
de
Slough
(adyacente
al
aeropuerto
de
Heathrow)
como
especialmente
afectados.
Los
vuelos
de
prueba
y
los
vuelos
comerciales
que
funcionan
con
mezclas
de
biocombustible
de
aviación
han
estado
volando
hacia
y
desde
Heathrow
desde
2008.
Sobre
el
terreno,
el
alcalde
de
Londres
informó
en
julio
de
2017
de
que
alrededor
de
un
tercio
de
los
casi
diez
mil
autobuses
de
la
ciudad
funcionaban
con
mezclas
de
biodiésel
al
20%;
el
alcalde
también
declaró
que,
para
2018,
Londres
dejaría
de
incorporar
a
su
flota
autobuses
de
dos
pisos
de
diésel
puro.13
Taiwán
tiene
una
baja
tasa
de
muertes
por
coronavirus.
Las
ciudades
de
Taiwán
tienen
mucha
contaminación
atmosférica,
pero
no
por
los
biocombustibles;
los
vehículos
de
Taiwán
no
utilizan
biodiésel.
En
mayo
de
2014,
la
empresa
estatal
de
refinado
de
petróleo
comenzó
a
eliminar
progresivamente
la
producción
de
combustible
biodiésel
porque,
debido
a
la
elevada
humedad
de
la
isla,
incluso
una
mezcla
de
biodiésel
del
2%
provocaba
el
crecimiento
de
microbios
que
obstruían
los
depósitos
de
combustible.14
Un
punto
caliente
de
Nueva
Inglaterra
es
Chelsea,
Massachusetts,
donde
se
produce
mucho
biocombustible.
El
1
de
mayo
de
2020,
Chelsea
ocupaba
el
primer
puesto
en
Massachusetts,
con
363
casos
por
cada
diez
mil
habitantes.
Brockton,
la
ciudad
número
dos,
tenía
sólo
185
casos
por
cada
diez
mil.15
La
exposición
al
glifosato
no
sólo
se
produce
en
el
aire,
sino
también
en
los
alimentos,
y
es
mayor
en
Estados
Unidos,
que
es
el
país
que
más
glifosato
utiliza
per
cápita.
Seneff
atribuye
a
la
exposición
al
glifosato
la
alta
tasa
de
muchas
enfermedades
crónicas,
como
la
diabetes,
la
obesidad,
la
enfermedad
del
hígado
graso,
las
enfermedades
cardíacas,
la
enfermedad
celíaca,
la
enfermedad
inflamatoria
intestinal,
la
hipertensión,
el
autismo
y
la
demencia.
En
un
estudio
histórico
de
2014,
Swanson
y
sus
coautores
demostraron
que
muchas
de
estas
enfermedades
crónicas
están
aumentando
en
la
población
estadounidense
exactamente
al
mismo
tiempo
que
el
aumento
del
uso
del
glifosato,
especialmente
en
el
trigo,
que
se
rocía
con
glifosato
poco
antes
de
la
cosecha
como
desecante.16
Ya
sea
ingerido
en
los
alimentos
o
respirado
por
el
biodiésel,
los
efectos
del
glifosato
son
insidiosos,
acumulativos
y
generalizados.
Según
Seneff,
el
mecanismo
de
toxicidad
del
glifosato
tiene
que
ver
con
la
capacidad
propuesta
de
sustituir
por
error
el
aminoácido
codificador
glicina
durante
la
síntesis
de
proteínas.
Esto
es
plausible
porque
el
glifosato
es
una
molécula
de
glicina,
excepto
que
hay
un
accesorio
adicional
(un
grupo
metil-‐fosfonilo)
en
el
92
átomo
de
nitrógeno
de
la
glicina,
que
cambia
el
tamaño
y
las
propiedades
químicas
y
físicas
de
la
molécula,
pero
no
impide
que
se
incorpore
a
una
cadena
peptídica.
Se
puede
predecir
que
ciertas
proteínas
se
verán
afectadas
de
forma
devastadora
si
el
glifosato
sustituye
a
determinados
residuos
de
glicina
que
se
sabe
que
son
muy
importantes
para
su
función
adecuada.
He
descubierto
que
muchas
de
las
enfermedades
con
una
prevalencia
creciente
pueden
explicarse
a
través
de
la
sustitución
del
glifosato
en
proteínas
específicas
que
se
sabe
que
son
defectuosas
en
relación
con
esas
enfermedades.17
Hambriento
y
envenenado,
el
estadounidense
típico
pronto
desarrolla
una
o
más
enfermedades
crónicas
y
busca
consejo
médico;
una
vez
en
las
garras
del
establecimiento
médico,
se
convierte
en
el
objetivo
de
más
toxinas,
empezando
por
las
estatinas.
La
lista
de
efectos
secundarios
de
las
estatinas
es
larga
e
incluye
dolor
muscular
o
calambres,
fatiga,
fiebre,
pérdida
de
memoria,
confusión,
diabetes,
daños
renales
y
hepáticos,
insuficiencia
cardíaca
y
trastornos
digestivos.
Lo
más
grave
es
que
las
estatinas
reducen
el
colesterol
disponible
para
las
células
y
disminuyen
las
vitaminas
liposolubles
y
otros
nutrientes
que
transportan
las
lipoproteínas.
Con
las
estatinas,
las
células
se
quedan
sin
los
nutrientes
que
necesitan
para
producir
energía
y
mantener
el
agua
intercelular
organizada.
Un
estudio
de
la
Universidad
Médica
de
Wenzhou
descubrió
que
los
pacientes
con
Covid
tenían
niveles
de
colesterol
significativamente
más
bajos
que
los
controles.18
Además
de
las
estatinas,
la
mayoría
de
los
estadounidenses
toman
otros
medicamentos.
Un
estudio
publicado
por
la
Clínica
Mayo19
reveló
que
el
70%
de
los
estadounidenses
toma
al
menos
un
medicamento
con
receta
y
que
el
20%
de
los
estadounidenses
toma
cinco
o
más
medicamentos.
Entre
ellos
se
encuentran
la
metformina
para
reducir
el
azúcar
en
la
sangre,
los
medicamentos
para
la
presión
arterial,
incluidos
los
inhibidores
de
la
ECA
(que
actúan
sobre
los
mismos
receptores
que
los
exosomas),
los
esteroides,
los
antiepilépticos,
los
antidepresivos,
los
analgésicos,
los
inhibidores
de
la
acidez
estomacal
y
los
antibióticos.
Muchos
también
toman
uno
o
más
medicamentos
de
venta
libre,
como
Tylenol,
antitusígenos,
somníferos
y
antiácidos.
Todos
estos
fármacos
tienen
efectos
secundarios,
lo
que
significa
que
todos
ellos
pueden
actuar
como
venenos
en
el
organismo.
Los
efectos
secundarios
de
los
fármacos
hipotensores
inhibidores
de
la
ECA,
como
el
Lisinopril,
son
similares
a
los
del
Covid-‐19:
tos
seca
y
persistente,
mareos,
posibles
náuseas,
dolor
de
cabeza
y
problemas
para
respirar.20
Una
última
toxina,
que
tiene
un
gran
impacto
en
nuestra
respuesta
a
la
radiación
electromagnética,
es
el
aluminio,
con
una
conductividad
eléctrica
sólo
ligeramente
inferior
a
la
del
cobre.
De
hecho,
hay
pocos
metales
biológicamente
más
reactivos
que
el
aluminio.
El
aluminio
se
une
fuertemente
a
los
compuestos
basados
en
el
oxígeno,
como
los
grupos
fosfato
del
ATP,
necesarios
para
la
producción
de
energía.
En
términos
sencillos,
un
exceso
de
aluminio
en
el
cuerpo
reduce
nuestra
energía.
La
exposición
humana
en
el
siglo
XXI
es
especialmente
elevada.
El
aluminio
se
encuentra
en
la
mayor
parte
del
agua
del
grifo:
se
utiliza
como
floculante
para
clarificar
el
agua
y
se
vierte
en
la
fabricación
de
fertilizantes
y
aluminio.
Los
motores
de
los
aviones
arrojan
iones
de
aluminio
al
aire,
lo
que
resulta
especialmente
93
problemático
para
quienes
viven
en
las
rutas
de
vuelo
de
los
principales
aeropuertos.21
Los
compuestos
de
aluminio
abundan
en
la
pasta
de
dientes,
el
enjuague
bucal,
los
jabones,
los
productos
para
el
cuidado
de
la
piel,
las
cremas
bronceadoras,
los
cosméticos,
los
champús,
los
productos
para
el
cabello,
los
desodorantes,
los
productos
para
bebés,
los
esmaltes
de
uñas,
los
perfumes,
los
alimentos,
los
envases
de
alimentos,
los
protectores
solares,
los
antiácidos
y
las
aspirinas
tamponadas.
Los
niveles
de
aluminio
son
especialmente
elevados
en
los
preparados
para
lactantes,
sobre
todo
en
los
de
soja.22
El
aluminio
se
filtra
en
los
alimentos
a
través
del
papel
de
aluminio
y
los
utensilios
de
cocina.
Otra
fuente
no
revelada
es
la
marihuana.
Los
consumidores
pueden
absorber
hasta
3.700
microgramos
de
aluminio
por
cada
porro,
lo
que
representa
"un
importante
factor
de
riesgo
de
neurodegeneración".23
Los
niveles
de
aluminio
son
especialmente
altos
en
los
cerebros
de
las
personas
con
Alzheimer
y
autismo.24
El
cuerpo
tiene
cierta
tolerancia
al
aluminio:
la
flora
intestinal
beneficiosa
puede
impedir
su
absorción
y
un
buen
sistema
inmunitario
ofrece
cierta
protección
contra
el
aluminio
transportado
por
el
aire.
Pero
el
cuerpo
carece
de
esa
tolerancia
al
aluminio
inyectado
en
el
torrente
sanguíneo.
Puede
que
se
haya
eliminado
o
reducido
el
mercurio
en
las
vacunas,
pero
no
el
aluminio.
De
hecho,
los
fabricantes
han
añadido
más
aluminio
para
provocar
la
producción
de
anticuerpos,
lo
que
se
dice
que
demuestra
una
"respuesta
inmunitaria".
Todas
las
vacunas
contra
la
difteria,
el
tétanos
y
la
tos
ferina
(DT,
DTaP,
Td,
Tdap
y
las
vacunas
combinadas
con
un
componente
DTaP),
la
vacuna
contra
la
Haemophilus
influenzae
tipo
b
(Hib),
las
vacunas
contra
la
hepatitis
A
y
B
y
la
hepatitis
A/B
las
vacunas
combinadas
contra
la
hepatitis
A
y
B,
las
vacunas
antimeningocócicas
y
neumocócicas,
y
las
vacunas
contra
el
virus
del
papiloma
humano
(VPH)
contienen
aluminio.25
De
hecho,
la
vacuna
más
reciente
contra
el
VPH
(Gardasil-‐9),
recomendada
para
niñas
y
niños
adolescentes,
contiene
más
del
doble
de
aluminio
que
la
vacuna
Gardasil
original.26
En
2011,
el
distinguido
inmunólogo
Yehuda
Schoenfeld
y
sus
colegas
propusieron
el
término
"síndrome
autoinmune/inflamatorio
inducido
por
adyuvantes"
(ASIA,
por
sus
siglas
en
inglés)
para
describir
las
inusuales
enfermedades
inmunomediadas
en
humanos
y
animales
que
aparecen
tras
la
inyección
de
vacunas
que
contienen
aluminio.
El
ASIA
se
manifiesta
como
"síntomas
vagos
y
variados:
fatiga
crónica,
dolor
muscular
y
articular,
trastornos
del
sueño,
deterioro
cognitivo,
erupciones
cutáneas
y
otros".27
El
aluminio
"se
acumula,
y
cuanto
más
se
introduce
en
el
sistema,
más
se
tiene.
Cuando
se
inyecta
aluminio,
se
inyecta
directamente
en
el
sistema
inmunitario".28
Los
investigadores
también
señalaron
que
una
persona
tendría
que
comer
"un
millón
de
veces
más
aluminio
para
obtener
el
mismo
nivel
de
adyuvante
de
aluminio
[inyectado]
a
nivel
de
las
células
inmunitarias".
La
cantidad
de
aluminio
que
se
inyecta
a
los
bebés
a
través
de
las
vacunas
múltiples
supera
todo
lo
que
puede
considerarse
seguro.
Un
bebé
que
recibe
las
ocho
dosis
de
vacunas
recomendadas
en
la
revisión
de
los
dos
meses
recibe
1.225
mcg
de
94
aluminio
de
una
vez;
los
bebés
totalmente
vacunados
reciben
4.925
mcg
a
los
dieciocho
meses.
El
máximo
de
aluminio
permitido
(considerado
seguro)
por
día
para
la
alimentación
parenteral
intravenosa
es
de
25
mcg.29
Muchas
de
las
vacunas
contra
la
gripe
que
se
administran
a
las
personas
mayores
contienen
aluminio,
además
de
mercurio
y
otros
contaminantes
como
formaldehído
y
polisorbato
80.
Aquellos
que
recibieron
la
vacuna
contra
la
gripe
en
Estados
Unidos
durante
la
temporada
de
gripe
2017-‐
2018
tuvieron
un
36
por
ciento
más
de
riesgo
de
enfermedad
por
coronavirus.30
En
el
norte
de
Italia,
se
llevó
a
cabo
una
campaña
para
inyectar
a
los
ancianos
con
nuevos
tipos
de
vacunas
contra
la
gripe
en
2018-‐2019,31
y
en
junio
de
2019,
los
chinos
instituyeron
la
vacuna
obligatoria
contra
la
gripe
para
todas
las
edades.32
Vivimos
en
un
mundo
tóxico.
Si
se
añade
la
tecnología
5G
de
ondas
milimétricas
a
la
mezcla,
es
seguro
que
se
producirá
la
enfermedad.
CAPÍTULO
11
MENTE,
CUERPO
Y
EL
PAPEL
DEL
MIEDO
Los
científicos
han
cometido
dos
graves
errores
en
su
búsqueda
de
siglos
para
entender
la
mente
humana.
Una
vez
que
veamos
a
través
de
estos
errores,
podrá
surgir
un
concepto
más
realista
de
la
"mente".
Es
importante
entender
la
mente
-‐qué
es
y
cómo
funciona-‐
porque
la
mente
tiene
un
papel
importante
en
la
experiencia
del
"contagio".
En
otras
palabras,
si
no
exploramos
la
naturaleza
de
la
mente
y
llegamos
a
una
comprensión
realista
de
cómo
opera
la
mente,
no
entenderemos
el
concepto
de
contagio
en
general
y
la
experiencia
de
Covid-‐19
en
particular.
Esto
se
debe
a
que
el
miedo,
el
odio
y
la
mentira
son
componentes
clave
de
los
fenómenos
que
llamamos
"enfermedad";
estas
emociones
y
comportamientos
negativos
parecen
ser
"contagiosos",
y
están
presentes
en
el
mundo
a
niveles
casi
sin
precedentes
en
este
momento.
Es
hora
de
integrar
el
concepto
de
la
mente
en
un
marco
realista
para
la
salud
y
la
enfermedad.
El
primer
error
sobre
la
mente
que
han
cometido
los
científicos
e
investigadores
en
siglos
pasados
es
la
suposición
de
que
la
materia
física
es
lo
único
que
existe.
Si
esta
es
la
suposición
subyacente,
entonces
es
natural
buscar
un
sitio
"físico"
en
el
que
resida
esta
mente
y
luego
intentar
comprender
cómo
la
anatomía,
la
química
o
la
fisiología
de
las
células
de
este
órgano
crean
la
mente.
Los
científicos
han
localizado
la
sede
de
la
mente
en
el
cerebro.
Postulan
que
el
cerebro
está
hecho
de
materia
física
-‐sustancias
químicas
y
átomos-‐
y
que,
por
tanto,
estas
células
cerebrales
deben
"segregar"
de
algún
modo
la
mente.
La
mente
debe
ser
un
producto
físico
y
bioquímico
del
cerebro,
como
la
hormona
tiroidea
es
una
secreción
física
de
la
glándula
tiroides.
Pero
por
mucho
que
lo
intenten,
no
pueden
dar
con
la
sustancia
química
o
el
grupo
de
sustancias
químicas
que
constituyen
esta
mente
segregada
por
el
cerebro.
Como
siempre,
se
nos
dice
que
es
sólo
cuestión
de
tiempo,
y
por
supuesto,
de
más
financiación,
para
que
los
científicos
resuelvan
este
rompecabezas.
Esta
"materia"
llamada
cerebro
es,
o
bien
un
99,99%
de
espacio
vacío
(si
existe
como
partícula),
o
bien
sólo
energía
ondulatoria
(si
existe
como
onda).
Para
95
complicar
las
cosas,
estos
mismos
científicos
nos
dicen
que
lo
que
determina
si
la
materia
que
compone
nuestro
cerebro
está
en
forma
de
partícula
o
de
onda
es
cómo
la
"mente"
del
científico
está
observando
la
materia.
En
otras
palabras,
esta
mente,
que
no
se
puede
encontrar,
determina
en
realidad
la
forma
del
órgano
que
supuestamente
está
creando
la
mente.
Así,
los
científicos
están
atrapados
en
un
nudo
gordiano.
Como
una
rata
atrapada
en
un
laberinto
infinito,
no
hay
escapatoria
de
este
dilema
central.
El
resultado
es
que
los
científicos
tratan
de
entender
más
y
más
detalles
del
enigma,
mientras
que
nunca
llegan
al
núcleo
de
la
cuestión.
Esta
es
la
paradoja
central
de
la
ciencia
materialista
y
de
su
vástago,
la
medicina
materialista.
La
mayoría
de
los
neurocientíficos
intentan
encontrar
la
fuente
de
la
mente
dentro
del
órgano
que
postulan
que
crea
la
mente:
nuestro
cerebro.
Esto
es
similar
a
intentar
localizar
la
fuente
del
sonido
que
emana
de
una
radio
diseccionando
la
radio
en
sus
componentes.
Aunque
una
radio
es
necesaria
para
recibir
y
reproducir
sonidos,
nadie
podría
pensar
que
el
sonido
se
origina
en
la
radio.
La
radio
es
un
receptor,
y
cuanto
más
se
adapte
a
las
distintas
ondas
y
frecuencias
del
mundo,
mejor
podrá
funcionar
como
receptor.
En
teoría,
una
radio
perfecta
sería
capaz
de
captar
cualquier
señal
de
ondas
de
radio
en
cualquier
lugar,
si
fuera
lo
suficientemente
potente
y
estuviera
lo
suficientemente
sintonizada.
Los
distintos
tamaños
y
tipos
de
radios
tienen
diferentes
capacidades
para
captar
las
distintas
señales;
nadie
afirma
que
porque
una
radio
sea
pequeña
y
antigua
y
capte
sólo
señales
locales
y
fuertes,
las
demás
señales
no
existan.
Está
claro
que
todo
depende
de
la
potencia
y
la
claridad
de
la
radio
que
se
utilice.
Lo
mismo
ocurre
con
la
conexión
entre
el
cerebro
(como
presunto
"sitio")
y
la
mente.
El
cerebro
es
un
receptor;
trabaja
en
conjunto
con
todo
el
organismo
en
una
compleja
danza
que
llamamos
vida.
El
cuerpo
aporta
alimento
al
cerebro;
elimina
los
productos
de
desecho
del
cerebro;
conecta
el
cerebro
con
los
sentidos
y
con
los
dedos
para
que
puedan
tocar
los
objetos
y
proporcionar
al
cerebro
la
información
que
necesita
para
funcionar.
No
hay
dualidad
cuerpo-‐mente;
eso
es
una
superstición
de
los
científicos
materialistas.
Hay
un
ser
humano,
dividido
en
varios
compartimentos
de
agua,
cada
uno
de
los
cuales
trabaja
conjuntamente
para
crear
esta
experiencia
que
llamamos
vida.
La
entrada
a
esta
experiencia,
como
en
una
radio,
proviene
del
mundo
-‐en
realidad
del
universo-‐
como
un
todo.
Nuestros
cuerpos
(con
sus
respectivas
mentes)
son
los
receptores
de
esta
entrada
en
forma
de
ondas
electromagnéticas.
Y,
como
ahora
sabemos
que
cada
"sustancia"
es
también
su
propia
forma
de
onda,
se
crea
una
resonancia
natural
cuando
la
energía
del
mundo
se
encuentra
con
el
cristal
de
agua
organizado
conocido
como
el
ser
humano.
El
resultado
de
esta
resonancia
es
la
producción,
también
conocida
como
pensamientos,
sentimientos
y
acciones.
La
mente
es
simplemente
un
concepto
inventado
para
esta
danza
de
la
vida:
la
entrada
del
mundo,
recibida
en
forma
de
resonancia
por
nuestro
organismo,
que
conduce
a
la
creación
de
la
salida
en
forma
de
pensamientos,
sentimientos
y
acciones.
El
segundo
error
es
no
comprender
el
papel
que
el
agua,
en
su
naturaleza
cristalina,
desempeña
en
este
fenómeno
de
resonancia.
Una
pista
importante
de
que
el
agua
96
es
el
elemento
crucial
en
la
creación
de
esta
mente
que
llamamos
organismo
humano
es
que
el
órgano
que
sirve
como
receptor
primario
de
las
ondas
de
pensamiento
-‐el
cerebro-‐
es
también
el
órgano
con
el
mayor
contenido
de
agua
-‐
tiene
un
80
por
ciento
de
agua
por
volumen
(aproximadamente
un
10
por
ciento
más
que
otros
órganos).
El
cerebro
no
sólo
es
el
órgano
que
tiene
la
mayor
cantidad
de
agua
cristalina,
sino
que
incluso
flota
en
el
líquido
cefalorraquídeo
organizado
y
estructurado
(LCR),
logrando
así
la
notable
hazaña
de
superar
la
gravedad.
Sin
este
baño
de
LCR
salado,
el
cerebro
se
sentiría
demasiado
pesado
para
llevarlo
a
todas
partes;
el
cerebro
empujaría
contra
el
cráneo,
cortando
así
su
propia
circulación.
La
vida
es
una
manifestación
de
la
fuerza
de
la
gravedad:
las
plantas
crecen,
la
savia
sube
en
los
árboles
y
los
animales
se
ponen
de
pie
y
caminan;
en
cambio,
las
sustancias
minerales
sucumben
a
la
gravedad.
La
vida
sería
imposible
si
la
"gravedad
gobernara"
en
el
ser
humano.
Afortunadamente,
el
cerebro
flota
hacia
arriba
en
su
piscina
de
líquido
salado
y
cristalino.
La
gravedad,
como
una
planta
que
crece
hacia
el
sol,
es
la
expresión
básica
de
los
seres
vivos.
Esta
agua
organizada
conocida
como
el
cerebro,
flotando
en
su
baño
de
fluido
cristalino,
sirve
como
un
receptor
perfectamente
sintonizado
para
los
pensamientos
del
mundo.
Esta
es
una
descripción
exacta
dada
por
los
más
sofisticados
científicos,
inventores,
músicos,
artistas,
escritores
y
poetas.
Universalmente,
describen
la
experiencia
de
trabajar
en
sí
mismos
de
una
forma
u
otra
-‐pensando,
practicando,
estudiando-‐
y
luego,
un
día,
la
inspiración
o
el
pensamiento
simplemente
les
llega
para
convertirse
en
las
teorías
de
Newton,
la
novena
sinfonía
de
Beethoven
o
la
máquina
de
coser
de
Isaac
Singer.
Todos
hemos
tenido
la
experiencia
de
recibir
un
pensamiento
y
saber
que
es
correcto,
o
de
haber
reflexionado
sobre
una
pregunta
durante
muchos
años
y
recibir
de
repente
la
respuesta.
En
algún
lugar,
de
alguna
manera,
los
pensamientos
(todas
estas
diversas
formas
de
onda)
existen.
Sólo
es
cuestión
de
afinar
nuestros
cerebros
acuosos
para
captarlos
con
claridad.
Esto
nos
lleva
a
"Covid-‐19"
y
a
la
experiencia
del
miedo.
Ya
sea
por
diseño
o
por
accidente,
la
humanidad
está
actualmente
bañada
en
las
formas
de
onda
del
miedo,
el
odio
y
la
mentira.
Ninguna
persona
sensata
podría
negar
esto.
La
gente
no
sabe
a
quién
creer,
qué
informe
de
noticias
es
preciso,
qué
científicos
o
funcionarios
del
gobierno
mienten
o
cuáles
dicen
la
verdad.
Nos
han
dicho
que
nos
temamos
y
sospechemos
unos
de
otros
como
portadores
de
gérmenes
mortales;
todas
y
cada
una
de
las
diferencias
entre
nosotros,
incluso
cosas
tan
superficiales
como
el
color
de
la
piel
de
una
persona,
son
motivo
de
aún
más
miedo,
sospecha
y
odio.
No
es
no
es
una
hipérbole
afirmar
que
cada
persona
en
la
tierra
está
ahora
bañada
en
este
mar
de
miedo,
odio
y
mentiras.
Esto
es
lo
que
recogen
todos
los
organismos
vivos
como
las
formas
de
onda
predominantes
en
el
mundo.
Naturalmente,
estas
formas
de
onda
crean
respuestas
fisiológicas
en
nuestros
cuerpos,
como
la
activación
de
nuestros
sistemas
inflamatorios,
mientras
intentamos
deshacernos
de
estos
patrones
de
pensamiento
destructivos.
Nuestra
producción
de
cortisol
aumenta,
la
adrenalina
se
dispara,
el
flujo
sanguíneo
se
contrae
y
las
pupilas
se
dilatan
mientras
nos
preparamos
para
escapar
de
este
97
peligro.
Hemos
sido
envenenados,
ahogados
en
este
brebaje
tóxico,
en
lo
más
profundo
de
nuestras
estructuras
acuosas.
También
sabemos
que
la
exposición
de
los
organismos
al
miedo
estimula
la
creación
de
exosomas
para
desintoxicar
este
miedo.
Los
científicos
han
etiquetado
erróneamente
estos
diminutos
cuerpos
como
"virus"
-‐
venenos.
No
son
virus
patógenos;
son
la
respuesta
humana
natural
al
miedo,
las
mentiras,
el
odio
y
otras
toxinas.
Los
exosomas
son
la
forma
que
tiene
la
naturaleza
de
hacernos
saber
que,
a
menos
que
nos
deshagamos
de
estos
pensamientos
tóxicos,
no
es
posible
una
vida
sana.
Las
máscaras,
el
distanciamiento
social,
el
cierre
de
negocios,
la
violencia
y
la
intolerancia
racial
son
sólo
algunas
de
las
formas
de
estrategias
de
inducción
del
miedo
a
las
que
están
sometidos
los
seres
humanos.
Los
seres
humanos
necesitan
amor,
confianza
y
aceptación
para
crecer
y
prosperar.
Estas
formas
de
onda
también
están
ahí
fuera.
Nuestro
reto
es
aprender
a
sintonizar
con
estas
emociones
buenas
en
lugar
de
con
las
que
traen
enfermedad
y
muerte.
PARTE
3
ELECCIONES
CAPÍTULO
12
CUESTIONANDO
A
COVID
El
primer
caso
de
enfermedad
atribuido
a
un
organismo
"contagioso"
llamado
coronavirus
se
produjo
en
China
en
noviembre
de
2019;
la
enfermedad
apareció
en
Estados
Unidos
en
enero
de
2020.
A
finales
de
junio,
a
mitad
de
año,
las
autoridades
sanitarias
podrían
citar
diez
millones
de
casos
con
medio
millón
de
muertes
en
todo
el
mundo.1
Las
cifras
oficiales
en
Estados
Unidos
son
de
alrededor
de
2,5
millones
de
casos
con
126.000
muertes,2
o
una
tasa
de
mortalidad
de
alrededor
del
5%.
La
causa
oficial:
la
transmisión
de
persona
a
persona
de
una
forma
"novedosa"
de
un
tipo
de
virus
llamado
coronavirus,
un
organismo
que
aparece
en
los
libros
de
texto
como
causante
de
síntomas
leves
de
las
vías
respiratorias
superiores
o
del
resfriado
común.3
Las
autoridades
y
los
medios
de
comunicación
han
evitado
cuidadosamente
mencionar
cualquier
posible
conexión
con
la
instalación
sigilosa
de
antenas
5G,
primero
en
las
grandes
ciudades
y
luego
en
los
pueblos
más
pequeños.
Estas
antenas
son
deliberadamente
discretas,
apenas
perceptibles
en
las
calles
de
la
ciudad.
98
Una
gran
parte
de
estas
muertes
(el
43%
o
mas)
se
han
producido
en
residencias
de
ancianos
o
centros
de
atencion
a
largo
plazo.4
Los
ancianos
son
los
mas
vulnerables,
con
una
edad
media
de
setenta
y
nueve
anos
en
el
momento
de
la
muerte.
Casi
todas
las
vfctimas
tienen
comorbilidades
como
obesidad,
diabetes,
hipertension
arterial
y
enfermedades
cardfacas,
lo
que
significa
que
probablemente
esten
tomando
varios
medicamentos
toxicos,
como
metformina
para
la
diabetes,
inhibidores
de
la
ECA-‐2
para
la
hipertension
arterial
y
estatinas
para
reducir
el
colesterol.
Segun
Silvio
Brusaferro,
presidente
del
Instituto
Superior
de
Italia,
los
registros
medicos
italianos
indican
que
"es
posible
que
solo
haya
dos
personas
fallecidas
por
coronavirus
en
Italia,
que
no
presentaban
otras
patologías".5
99
En
los
primeros
días
de
la
enfermedad,
muchos
argumentaron
que
la
amenaza
del
coronavirus
era
exagerada.
En
marzo,
el
profesor
de
Stanford
John
loannides
afirmo
que
las
autoridades
sanitarias
estaban
exagerando
gravemente
ante
el
coronavirus,
sugiriendo
que
"la
respuesta
a
la
pandemia
de
coronavirus
puede
ser
'un
fiasco
en
ciernes'
porque
estamos
tomando
decisiones
sísmicas
basadas
en
datos
'totalmente
poco
fiables'".6
Un
informe
del
9
de
marzo
de
2020
muestra
que
las
muertes
atribuidas
al
Covid-‐19
son
cincuenta
y
seis
al
día,
en
comparacion
con
la
malaria,
que
es
de
dos
mil
al
día,
y
la
tuberculosis,
que
es
de
tres
mil
al
dfa7
-‐
diffcilmente
una
tasa
de
mortalidad
que
justifique
el
estatus
de
pandemia,
especialmente
cuando
los
medicos
informan
de
que
reciben
presiones
para
que
escriban
el
Covid
como
la
causa
de
la
muerte
en
los
certificados
de
defuncion.8
Los
hospitales
tienen
razones
de
sobra
para
incluir
el
Covid
como
causa
de
ingreso;
reciben
13.000
dolares
de
Medicare
cuando
incluyen
en
la
lista
a
un
paciente
etiquetado
como
"Covid",
en
comparacion
con
solo
4.600
dolares
por
una
simple
neumonfa.
Si
el
paciente
es
conectado
a
un
ventilador,
Medicare
paga
al
hospital
39.000
dolares.9
Estos
incentivos
financieros
hacen
que
sea
facil
argumentar
que
las
tasas
de
incidentes
y
mortalidad
por
Covid-‐19
estan
infladas.
100
Los
primeros
analisis
de
la
tasa
de
mortalidad
en
Estados
Unidos
afirmaban
un
aumento
"practicamente
inexistente"
del
numero
de
muertes
en
Estados
Unidos
durante
las
primeras
diecisiete
semanas
de
2020
en
comparacion
con
el
mismo
periodo
de
2019.
Pero
el
uso
de
datos
mas
completos
de
los
CDC
revela
que
durante
un
periodo
de
doce
semanas
(de
febrero
a
abril),
el
Covid-‐19
se
cobro
mas
vidas
que
los
accidentes,
los
accidentes
cerebrovasculares,
la
diabetes,
el
suicidio
y
otras
afecciones.
El
Covid-‐19
ocupo
el
tercer
lugar
en
la
lista
de
las
principales
causas
de
muerte
en
los
Estados
Unidos
durante
el
periodo
de
doce
semanas.
La
tasa
de
mortalidad
general
en
Estados
Unidos
fue
entre
un
4
y
un
5%
mas
alta
que
en
el
mismo
periodo
de
201910.
Algunos
han
afirmado
que
las
muertes
por
Covid
son
en
su
mayorfa
iatrogenicas,
es
decir,
causadas
por
la
atencion
medica
que
reciben
los
pacientes
y
por
los
numerosos
farmacos
toxicos
que
están
tomando.11
Normalmente,
un
paciente
de
Covid-‐19
recibe
el
antiviral
remdesivir
y
se
le
pone
un
respirador.
Al
igual
que
el
AZT
para
los
pacientes
con
SI
DA,
el
remdesivir
se
desarrollo
para
tratar
otra
enfermedad
-‐la
hepatitis
C,
para
la
que
no
funciono
como
se
esperaba-‐
y
se
desempolvo
para
dárselo
a
los
pacientes
de
Covid-‐19.
Los
efectos
adversos
incluyen
insuficiencia
respiratoria
y
deterioro
de
los
órganos,
bajo
nivel
de
albumina,
bajo
nivel
de
potasio,
bajo
recuento
de
glóbulos
101
rojos,
bajo
recuento
de
plaquetas,
malestar
gastrointestinal,
elevación
de
las
enzimas
hepáticas
y
reacción
en
el
lugar
de
la
inyeccion.12
En
los
primeros
días
de
la
pandemia,
los
medios
de
comunicación
se
apresuraron
a
producir
suficientes
respiradores
para
satisfacer
la
demanda
prevista.
Pero
el
tan
publicitado
ventilador
resulto
ser
una
sentencia
de
muerte.
Según
un
análisis,
entre
los
pacientes
de
sesenta
y
seis
anos
o
mas
hospitalizados
en
la
región
de
la
ciudad
de
Nueva
York,
los
que
fueron
conectados
a
ventiladores
tuvieron
una
tasa
de
mortalidad
del
97,2%.13
En
un
artículo
publicado
el
22
de
abril
de
2020
en
el
Journal
of
the
American
Medical
Association,
un
análisis
de
5.700
pacientes
de
Covid-‐19
hospitalizados
entre
el
1
de
marzo
y
el
4
de
abril
descubrió
que
la
tasa
de
mortalidad
general
era
del
21%,
pero
se
elevaba
al
88%
para
los
que
recibieron
ventilación
mecanica.14
La
mala
atención
medica
no
fue
el
único
factor
que
contribuyo
a
la
elevada
tasa
de
mortalidad;
el
otro
fue,
casi
con
toda
seguridad,
el
terror
y
la
soledad.
Cuando
se
les
diagnosticaba
Covid-‐19
-‐ya
fuera
por
un
resultado
positivo
putativo
o
por
la
ausencia
de
la
prueba-‐,
los
pacientes
solían
encontrarse
encerrados
contra
su
voluntad
en
centros
de
atención
a
personas
mayores
y
aislados
del
mundo
exterior,
sin
que
se
permitieran
las
visitas
de
familiares
o
amigos.
Aunque
muchos
sostienen
que
las
tasas
de
enfermedad
atribuidas
al
coronavirus
han
sido
infladas,
y
que
el
Covid-‐19
no
es
peor
que
un
caso
grave
de
gripe,
existe
la
posibilidad
de
que
las
cifras
hayan
sido
subestimadas.
Muchas
personas
sufren
enfermedades
y
nunca
las
denuncian:
las
minorías
y
las
personas
que
viven
en
la
pobreza,
pero
también
las
que
desconfían
del
sistema
medico;
y
no
tenemos
ni
idea
de
cuantas
personas
enferman
realmente
en
China
o
en
los
antiguos
países
comunistas
del
mundo.
Las
pruebas
de
PCR
dan
falsos
positivos,
pero
también
falsos
negativos,
lo
que
significa
que
muchos
pueden
sufrir
una
forma
leve
de
la
enfermedad
sin
un
diagnostico.
Y
lo
que
es
mas
importante,
esta
claro
que
los
síntomas
del
Covid-‐19
no
son
los
mismos
que
los
de
la
gripe
común.
Los
informes
de
las
autopsias
han
descubierto
que
los
pulmones
de
las
víctimas
de
Covid
contienen
coágulos
sanguíneos
microscópicos,
algo
que
no
ocurre
en
los
pacientes
de
gripe.
En
los
vasos
sanguíneos
mas
grandes
de
los
pulmones,
el
numero
de
coágulos
de
sangre
es
similar
entre
los
pacientes
de
Covid-‐19
y
los
de
la
gripe.
Sin
embargo,
los
capilares
de
los
pacientes
de
Covid-‐19
tienen
nueve
veces
mas
coágulos
de
sangre
que
los
de
las
víctimas
de
la
gripe.
Los
capilares
se
encuentran
en
los
pequeños
sacos
de
aire
que
permiten
que
el
oxígeno
pase
al
torrente
sanguíneo
y
el
dióxido
de
carbono
saiga.
En
realidad,
los
patólogos
están
encontrando
coágulos
en
casi
todos
los
organos.15
El
daño,
por
supuesto,
se
achaca
al
astuto
virus:
"El
nuevo
coronavirus
es
un
maestro
del
disfraz..
.
[y]
...
utiliza
una
serie
de
herramientas
para
infectar
nuestras
células
y
replicarse".
16
Según
el
profesor
Mauro
Giacca,
del
King's
College
de
Londres,
el
Covid-‐19
suele
dejar
los
pulmones
completamente
irreconocibles.
"Lo
que
se
encuentra
en
los
pulmones
de
las
personas
que
han
permanecido
con
la
enfermedad
durante
mas
de
un
mes
antes
de
morir
es
algo
completamente
diferente
a
la
neumonía
normal,
la
102
gripe
o
el
virus
del
SARS.
Se
observa
una
trombosis
masiva.
Hay
una
alteración
completa
de
la
arquitectura
pulmonar;
en
algunos
casos
ni
siquiera
se
puede
distinguir
que
antes
era
un
pulmón".
"Hay
un
gran
numero
de
células
fusionadas
muy
grandes
que
son
positivas
al
virus,
con
hasta
10,
15
núcleos",
informo.
"Estoy
convencido
de
que
esto
explica
la
patología
única
de
Covid-‐19.
Los
"virus"
son,
por
supuesto,
exosomas
que
intentan
eliminar
las
toxinas
de
las
células
pulmonares,
pero
aparentemente
no
son
rivales
para
la
intoxicación
grave
por
RME,
que
parece
alterar
por
completo
la
estructura
de
las
células
pulmonares.
Un
síntoma
clave
de
Covid-‐19
es
la
hipoxia
prolongada
y
progresiva,
es
decir,
la
falta
de
oxígeno
en
el
organismo.
Esto
ocurre
cuando
la
molécula
de
hemoglobina
libera
su
molécula
de
hierro.
El
hierro
no
unido
en
el
torrente
sanguíneo
es
reactivo
y
toxico,
pero
normalmente
esta
escondido
en
la
molécula
de
hemoglobina;
el
hierro
esta
enjaulado,
por
así
decirlo,
y
es
transportado
de
forma
segura
por
la
hemoglobina.
(La
vitamina
C
desempeña
un
papel
importante
en
la
limpieza
de
los
iones
de
hierro
que
se
desbordan).
Sin
el
ion
hierro,
la
hemoglobina
ya
no
puede
unirse
al
oxígeno,
por
lo
que
no
puede
transportar
oxígeno
a
las
células.
Mientras
tanto,
el
hierro
liberado
hace
su
daño
reactivo
en
todo
el
cuerpo.
Los
daños
en
los
pulmones
aparecen
en
las
tomografías.
Los
riñones
liberan
hormonas
como
la
eritropoyetina,
que
indican
a
la
medula
ósea
que
aumente
la
producción
de
hemoglobina.
La
explicación
convencional
de
la
liberación
de
hierro
de
la
hemoglobina
es
la
acción
de
las
glicoproteínas
del
coronavirus,
pero
la
acción
de
las
ondas
milimétricas
de
5G
es
una
explicación
igualmente
buena,
especialmente
las
de
60
GHz,
que
alteran
las
moléculas
de
oxígeno.
Una
observación
interesante
sobre
el
mal
funcionamiento
de
los
pulmones
en
los
pacientes
de
Covid-‐19
es
que
es
bilateral
(ambos
pulmones
al
mismo
tiempo),
mientras
que
la
neumonía
ordinaria
suele
afectar
a
un
solo
pulmón
¿Que
tipo
de
virus
sabe
atacar
ambos
pulmones?
Un
estudio
realizado
en
Wuhan
demostró
que
mas
de
un
tercio
de
los
pacientes
con
coronavirus
presentaban
síntomas
neurológicos,
como
mareos,
dolores
de
cabeza,
alteraciones
de
la
conciencia,
lesiones
musculares
y
perdida
del
olfato
y
el
gusto,
y
mas
raramente
convulsiones
y
derrames
cerebrales.19
No
se
trata
de
una
gripe
normal,
sino
de
una
enfermedad
grave.
Además,
a
finales
de
marzo,
empezaron
a
aparecer
informes
de
muertes
por
Covid-‐
19
en
bebes.20
En
los
primeros
meses,
la
enfermedad
afectaba
sobre
todo
a
las
personas
mayores,
pero
los
médicos
están
observando
un
aumento
de
un
sistema
inflamatorio
llamado
enfermedad
de
Kawasaki,
que
afecta
a
niños
y
adolescentes.
Denominada
"síndrome
inflamatorio
multisistémico
pediátrico
asociado
temporalmente
a
Covid-‐19",
se
diagnostica
en
función
de
los
síntomas.
Estos
síntomas
incluyen
fiebre
alta,
sarpullido
en
el
tronco
y
la
ingle,
ojos
extremadamente
rojos,
labios
rojos
secos
y
agrietados
y
lengua
hinchada
de
color
rojo
fresa,
enrojecimiento
y
descamación
extensa
de
las
manos
y
los
pies,
y
ganglios
linfáticos
inflamados.
Dolor
abdominal
intenso
y
Los
síntomas
gastrointestinales,
la
103
inflamación
del
musculo
cardíaco
y
los
marcadores
de
lesión
cardiaca
son
otros
síntomas
típicos
de
la
enfermedad
de
Kawasaki.21
Sin
embargo,
irónicamente,
la
tasa
global
de
mortalidad
infantil
ha
disminuido
durante
el
bloqueo
de
la
pandemia,
pasando
de
setecientas
muertes
semanales
a
bastante
menos
de
quinientas
a
mediados
de
abril
y
a
lo
largo
de
mayo,
un
cambio
que
se
atribuye
a
que
los
padres
no
mantienen
a
sus
hijos
con
los
calendarios
de
vacunación
draconianos.22
Dado
que
el
remdesivir
dio
resultados
decepcionantes,
las
autoridades
sanitarias
estan
buscando
otros
remedios.
Una
sugerencia
es
la
dexametasona,
un
potente
esteroide
que
puede
reducir
el
cerebro.
La
dexametasona
tiene
sentido
si
el
Covid-‐
19
es
una
inflamación
y
no
una
"infeccion".23
De
hecho,
una
de
las
primeras
cosas
que
aprenden
los
estudiantes
de
medicina
es
que
los
esteroides
como
la
dexametasona
empeoran
las
infecciones.
Dado
que
la
dexametasona
puede
mejorar
el
Covid-‐19,
esto
demuestra
que
la
enfermedad
no
puede
ser
una
infección.
Otro
tratamiento
propuesto
es
el
fármaco
Haldol
(haloperidol),
a
veces
llamado
vitamina
H.24
El
Haldol
es
uno
de
los
medicamentos
antipsicóticos
mas
potentes
que
existen:
hace
que
el
paciente
entre
en
una
especie
de
estupor
baboso.
Médicos
y
científicos
de
Francia
informan
de
efectos
graves
cuando
se
administran
medicamentos
antiinflamatorios
no
esteroideos
(AINE),
como
el
ibuprofeno,
a
pacientes
con
Covid-‐19.25
Los
AINE
pueden
provocar
hemorragias
internas,
al
igual
que
los
medicamentos
inhibidores
de
la
ECA
para
la
presión
arterial.
La
política
oficial
afirma
que
ningún
medicamento
contra
el
coronavirus
es
universalmente
seguro
y
eficaz
y
desaconseja
los
tratamientos
no
tóxicos
u
holísticos,
pero
la
falta
de
tratamientos
exitosos
de
la
medicina
convencional
hace
que
los
pacientes
busquen
altemativas.
Un
informe
de
finales
de
marzo
llamo
la
atención
sobre
el
trabajo
del
Dr.
Vladimir
Zelenko,
un
medico
neoyorquino
que
afirma
haber
tratado
a
casi
setecientos
pacientes
con
coronavirus
con
un
éxito
del
100%
utilizando
un
medicamento
contra
la
malaria
llamado
sulfato
de
hidroxicloroquina
con
zinc
suplementario,
un
tratamiento
que
cuesta
solo
veinte
dólares
durante
un
período
de
cinco
días.26
El
éxito
se
debe
probablemente
a
que
el
paciente
recibe
zinc
y
azufre.
Un
estudio
publicado
el
22
de
mayo
con
gran
repercusión
mediática
tanto
en
The
Lancet
como
en
el
New
England
Journal
of
Medicine,
afirmaba
que
el
tratamiento
era
inútil
y
advertía
de
que
podía
causar
la
muerte.
Pero
el
4
de
junio,
The
Lancet
se
retracto
del
estudio
y
pidió
disculpas
a
sus
lectores.
"El
estudio
fue
retirado
porque
la
empresa
que
proporciono
los
datos
no
quiso
facilitar
el
acceso
completo
a
la
información
para
una
revisión
por
pares
de
terceros....
A
partir
de
este
hecho,
ya
no
podemos
garantizar
la
veracidad
de
las
fuentes
de
datos
primarias".
El
Dr.
David
Brownstein
informa
de
que
no
hubo
hospitalizaciones
en
ochenta
y
cinco
pacientes
diagnosticados
con
Covid
o
con
sospecha
de
Covid
utilizando
vitaminas
A,
C
y
D,
peróxido
de
hidrogeno
y
yodo,
al
tiempo
que
aconseja
a
los
pacientes
que
eviten
la
vacuna
contra
la
gripe.28
El
ozono
es
otra
terapia
prometedora.29
Otros
tratamientos
alternativos
propuestos
son
la
acetazolamida
(medicamento
para
el
mal
de
altura),
el
peróxido
de
hidrogeno
IV,
la
vitamina
C
IV,
el
oxígeno
hiperbárico,
el
gas
hidrogeno
y
el
dióxido
de
cloro,30
pero
ninguno
de
ellos
esta
disponible
en
los
hospitales.
104
Después
del
Día
de
los
Caídos,
los
focos
de
Covid-‐19
se
dispararon
en
Arizona,
Oklahoma,
Carolina
del
Sur
y
Florida,
lo
que
los
funcionarios
achacaron
a
la
relajación
de
los
esfuerzos
de
mitigación:
divertirse
en
la
playa
o
visitar
bares,
no
llevar
mascaras
faciales
y
no
practicar
el
distanciamiento
social.
Según
un
funcionario,
"hay
ciertos
condados
en
los
que
la
mayoría
de
las
personas
que
dan
positivo
en
ese
condado
son
menores
de
treinta
anos,
y
esto
suele
deberse
a
que
la
gente
va
a
los
bares".3¿Estos
nuevos
casos
se
deben
simplemente
al
aumento
de
las
pruebas
con
muchos
falsos
positivos?
«:0
al
astuto
virus
que
infecta
a
la
gente
con
la
transmisión
de
persona
a
persona?
«:0
al
continuo
despliegue
de
la
tecnología
5G
en
las
ciudades
mas
pequeñas
y
en
el
suroeste,
y
a
la
mayor
exposición
al
5G
con
el
paso
de
las
semanas
y
los
meses?
A
mediados
de
junio,
las
agencias
gubernamentales
podrían
señalar
un
aumento
de
casos
en
Texas,
Alabama
y
Virginia.
"Los
resultados
indican
que
el
riesgo
de
que
se
produzcan
grandes
segundas
oleadas
de
brotes
sigue
siendo
bajo
si
las
comunidades
continúan
con
implementar
una
reapertura
planificada,
cautelosa
e
incremental
que
limite
las
aglomeraciones
y
los
desplazamientos
a
negocios
no
esenciales...
sin
vigilancia
en
el
enmascaramiento,
la
higiene
y
la
desinfección,
ciertos
condados
del
sur
seguirán
siendo
de
alto
riesgo".32
Los
funcionarios
de
salud
advirtieron
que
abrir
los
estados
demasiado
pronto
podría
tener
"consecuencias
desastrosas".
A
principios
de
julio,
Texas
dio
marcha
atrás
y
ordeno
el
uso
de
mascarillas.
Aunque
el
aumento
de
las
pruebas
con
el
inútil
test
de
PCR
ha
generado
sin
duda
un
mayor
numero
de
casos
de
Covid,
también
han
aumentado
las
hospitalizaciones.
La
curva
no
se
ha
aplanado,
sino
que
esta
subiendo
de
nuevo.33
Las
hospitalizaciones
también
han
subido
en
California,
a
pesar
de
las
estrictas
medidas
de
enmascaramiento
y
distanciamiento
social
adoptadas
allí
desde
principios
de
ano.
En
un
principio,
Suecia
apareció
como
un
punto
brillante
entre
las
naciones
al
renunciar
a
un
cierre
obligatorio,
con
fabricas,
negocios,
bares
y
restaurantes
que
permanecieron
abiertos,
y
una
tasa
de
enfermedad
y
muerte
menor
que
la
de
otras
naciones
europeas.
Mientras
que
el
turismo
se
detuvo
en
el
resto
de
Europa,
floreció
en
Suecia.
Sin
embargo,
el
numero
de
casos
y
muertes
comenzó
a
aumentar
en
abril,
con
un
total
de
mas
de
cinco
mil
muertes.
¿Se
debió
esto
a
que
Suecia
no
cumplió
con
los
mandatos
de
cierre
y
mascarilla?
«:0
fue
el
despliegue
del
5G,
que
comenzo
en
marzo?
Un
artículo
del
6
de
abril
decía:
"Suecia
esta
introduciendo
redes
de
telecomunicaciones
móviles
5G
superrapidas,
que
ofrecen
a
los
usuarios
una
velocidad
de
Internet
varias
veces
superior
a
la
de
la
tecnología
4G
existente".34
La
primera
muerte
por
Covid-‐19
en
Suecia
se
produjo
el
10
de
marzo.35
El
hecho
de
que
no
se
produjera
una
explosión
de
casos
en
las
grandes
ciudades
tras
las
protestas
del
Día
de
los
Caídos
ha
desconcertado
a
los
funcionarios
sanitarios.
Zonas
de
disturbios
como
Nueva
York,
Chicago,
Minneapolis
y
Washington
DC
no
vieron
ningún
aumento
de
casos
a
pesar
de
que
miles
de
manifestantes
no
llevaban
mascaras
ni
practicaban
el
distanciamiento
social.
De
las
105
trece
ciudades
implicadas,
solo
en
Phoenix
se
produjo
un
aumento
de
casos
y
hospitalizaciones,
que
las
autoridades
achacaron
a
la
decisión
de
poner
fin
a
la
orden
de
permanencia
en
casa
de
Arizona
y
suavizar
las
restricciones
a
los
comercios:
"Los
residentes
de
Arizona
que
estuvieron
encerrados
durante
seis
semanas
inundaron
los
distritos
de
bares
del
área
de
Phoenix,
ignorando
las
directrices
de
distanciamiento
social".36
El
astuto
coronavirus
aparentemente
se
centro
en
estos
ciudadanos
respetuosos
de
la
ley,
pero
no
en
los
manifestantes
que
se
agolpaban
en
las
calles.
Las
políticas
oficiales
del
gobierno
para
atajar
Covid-‐19
son
el
autoaislamiento,
el
distanciamiento
social,
el
lavado
de
manos,
la
limpieza
de
superficies
(higiene
ambiental)
y
las
mascarillas,
porque
"el
coronavirus
puede
propagarse
con
solo
hablar
o
respirar".
El
único
tratamiento
recomendado
para
quienes
se
encuentran
en
una
fase
aguda
de
la
infección
es
la
ventilación.
Muchos
han
señalado
que
los
poros
de
las
mejores
mascarillas
(incluso
los
respiradores
N95)
son
diez
veces
mas
grandes
que
cualquier
"virus."
Un
estudio
publicado
en
mayo
de
2020
en
Emerging
Infectious
Diseases
reviso
las
pruebas
de
la
eficacia
de
"las
medidas
de
protección
personal
no
farmacéuticas
y
las
medidas
de
higiene
ambiental
en
entornos
no
sanitarios."
Las
pruebas
de
catorce
ensayos
controlados
aleatorios
de
estas
medidas
no
encontraron
que
el
lavado
de
manos,
la
higiene
ambiental
o
el
uso
de
mascarillas
tuvieran
ningún
efecto
en
la
reducción
de
la
transmisión
de
las
llamadas
enfermedades
infecciosas.37
Es
mas,
las
etiquetas
de
las
cajas
de
mascarillas
advierten
específicamente
que
las
mascarillas
"no
proporcionan
ninguna
protección
contra
el
COVID-‐19
(Coronavirus)
u
otros
virus
o
contaminantes."
106
Además,
el
uso
de
una
mascarilla
puede
causar
graves
efectos
adversos
para
la
salud,
como
dolores
de
cabeza,
aumento
de
la
resistencia
de
las
vfas
respiratorias,
acumulación
de
dióxido
de
carbono
e
hipoxia,
especialmente
la
mascarilla
de
respiración
N95
de
ajuste
apretado.38
En
un
estudio,
un
tercio
de
los
trabajadores
sanitarios
que
llevaban
la
mascarilla
de
respiración
N95
desarrollaron
dolores
de
cabeza
y
el
60%
necesitaron
analgésicos
para
aliviarlos.39
El
uso
de
una
mascarilla
puede
causar
una
reducción
de
la
oxigenación
de
la
sangre
(hipoxia)
o
una
elevación
del
CO2
en
sangre
(hipercapnia).
La
mascarilla
N95,
si
se
lleva
durante
horas,
puede
reducir
la
oxigenación
de
la
sangre
hasta
un
20%,
lo
que
puede
provocar
la
perdida
de
conciencia.
La
Administración
de
Seguridad
y
Salud
en
el
Trabajo
(OSHA)
advierte
de
que
las
mascarillas
corren
el
riesgo
de
crear
un
entorno
con
poco
oxígeno
y
no
son
eficaces
para
prevenir
enfermedades.40
Recientemente,
dos
niños
en
China
cayeron
muertos
con
mascaras
mientras
corrían
durante
las
clases
de
educación
ffsica.41
Sin
embargo,
las
autoridades
de
Los
Ángeles
han
decretado
que
los
angelinos
deben
llevar
la
cara
cubierta
cuando
estén
al
aire
libre.
La
nueva
ley
exige
que
se
cubra
la
cara
para
caminar,
correr,
montar
en
bicicleta,
patinar,
montar
en
monopatín
y
todas
las
actividades
al
aire
libre,
excepto
las
que
se
realicen
en
el
agua.42
Una
reciente
revisión
de
la
ciencia
relevante
para
la
política
social
de
Covid-‐19
concluyo
que
las
mascarillas
y
los
respiradores
no
funcionan.
"Ningún
estudio
[ensayo
de
control
aleatorio]
con
resultado
verificado
muestra
un
beneficio
para
[los
trabajadores
de
la
salud]
o
los
miembros
de
la
comunidad
en
los
hogares
al
uso
de
una
mascara
o
respirador.
No
hay
ningún
estudio
de
este
tipo.
No
hay
ninguna
excepción.
Del
mismo
modo,
no
existe
ningún
estudio
que
demuestre
un
beneficio
de
una
política
amplia
de
uso
de
mascarillas
en
publico.
.
.
.
Además,
si
el
uso
de
una
mascarilla
tuviera
algún
beneficio
debido
a
su
poder
de
bloqueo
contra
las
gotitas
y
las
partículas
de
aerosol,
entonces
el
uso
de
una
mascarilla
de
respiración
(N95)
debería
ser
mas
beneficioso
que
el
de
una
mascarilla
quirúrgica;
sin
embargo,
varios
grandes
metaanalisis
y
todos
los
ECA
[ensayos
de
control
aleatorio]
demuestran
que
no
existe
tal
beneficio
relativo."
43
En
cuanto
al
distanciamiento
social,
las
autoridades
sanitarias
han
puesto
en
solfa
(puesto
en
ridículo)
a
todo
el
mundo
al
advertir
que
los
portadores
asintomáticos
(los
que
llevan
el
virus
pero
no
tienen
síntomas
de
enfermedad)
podrían
"alimentar
la
propagación"
de
la
enfermedad
de
forma
sigilosa.
Un
artículo
publicado
en
GreenMedlnfo.com
enumera
trece
estudios
que
demuestran
que
el
distanciamiento
social
aumenta
la
mortalidad
de
los
pacientes
cardiacos
y
diabéticos,
provoca
depresión
y,
en
general,
acorta
la
vida44.
En
junio,
la
Dra.
Maria
Van
Kerkhove,
jefa
de
la
unidad
de
enfermedades
emergentes
y
zoonosis
de
la
OMS,
anuncio:
"Por
los
datos
que
tenemos,
todavía
parece
ser
raro
que
una
persona
asintomática
transmita
realmente
a
un
individuo
secundario".
45
En
cuanto
al
saneamiento
ambiental,
algunas
de
las
directrices
rozan
el
ridículo.
Un
artículo
sugiere
que
tirar
de
la
cadena
sin
tapa
podría
propagar
el
coronavirus.46
La
teoría
es
que
al
tirar
las
heces
por
el
retrete
se
aerosolizan
en
el
aire.
Obviamente,
no
puedes
transferirte
el
virus
a
ti
mismo,
así
que
no
es
un
gran
problema
si
miras
el
107
contenido
de
tu
inodoro
irse
por
el
retrete.
Y
los
miembros
de
su
hogar
ya
han
estado
expuestos
a
sus
"virus",
por
lo
que
el
verdadero
riesgo
es
para
quienes
invitan
a
grupos
de
extraños
a
ver
como
se
tiran
sus
heces
por
el
retrete.
Se
advierte
a
los
ciudadanos
que
se
abstengan
de
este
peligroso
habito.
A
pesar
de
que
la
ciencia
no
apoya
el
distanciamiento
social
y
el
uso
de
mascarillas
como
forma
de
controlar
la
enfermedad,
las
autoridades
escolares
están
proponiendo
seriamente
el
uso
de
mascarillas
y
el
distanciamiento
social
para
los
alumnos
de
primaria
cuando
vuelvan
a
las
aulas
en
septiembre.
El
distrito
escolar
de
New
Albany,
Ohio,
ha
llevado
estas
políticas
aun
mas
lejos.
Además
de
las
mascaras
y
el
distanciamiento
social,
el
distrito
escolar
exigirá
a
cada
alumno
que
lleve
una
baliza
electrónica
para
rastrear
su
ubicación
a
unos
pocos
metros
durante
todo
el
día.
El
dispositivo
registrará
donde
se
sientan
los
alumnos
en
cada
aula,
mostrara
con
quien
se
reúnen
y
hablan,
y
revelará
como
se
reúnen
en
grupo.
Para
recopilar
todos
los
datos
de
las
balizas
de
seguimiento,
las
escuelas
necesitaran
el
tipo
de
servicio
Wi-‐Fi
potente
que
solo
puede
proporcionar
la
tecnologfa
5G,
instalada
en
el
interior
de
los
edificios.
Sin
la
teoría
del
virus
-‐e
incluso
con
la
teoría
del
virus-‐
las
mascaras,
el
distanciamiento
social
y
el
encierro
no
tienen
sentido.
Irónicamente,
la
llegada
de
la
5G
y
los
CEM
de
los
teléfonos
móviles
y
otros
dispositivos
nos
dan
una
buena
razón
para
evitar
las
situaciones
de
aglomeración.
Por
ejemplo,
el
ensayo
del
coro,
con
unas
cuantas
docenas
de
personas
en
un
espacio
reducido,
la
mayoría
con
teléfonos
móviles
en
sus
bolsillos
y
posiblemente
una
torre
de
telefonía
móvil
en
el
campanario
de
la
iglesia:
esta
es
la
situación
perfecta
para
crear
enfermedades
en
individuos
eléctricamente
sensibles.
Piense
en
las
plantas
de
envasado
de
carne
con
cientos
de
personas
de
pie
en
espacios
reducidos,
todos
con
teléfonos
móviles,
posiblemente
con
5G
instalado
en
el
interior
del
edificio
para
rastrear
el
producto,
y
el
estres
añadido
de
la
electro-‐niebla
de
las
cintas
transportadoras
y
el
constante
zumbido
de
la
maquinaria
eléctrica.
(Los
trabajadores
de
las
plantas
pequeñas,
normalmente
situadas
en
zonas
mas
rurales
y
que
carecen
de
cintas
transportadoras
y
otros
equipos
eléctricos,
serán
menos
vulnerables).
Piense
en
las
escuelas,
los
edificios
de
oficinas,
las
universidades
y
los
estadios,
en
los
que
esta
previsto
instalar
el
5G
y,
de
hecho,
se
ha
instalado
de
forma
encubierta
(con
el
pretexto
de
la
desinfección)
durante
el
cierre
del
coronavirus.
Es
probable
que
se
produzca
una
nueva
oleada
de
enfermedades
en
septiembre,
cuando
los
estudiantes
vuelvan
a
las
aulas,
recién
cableadas
para
el
5G
(y,
de
nuevo,
la
mayoría
con
teléfonos
móviles).48
O
imagine
a
decenas
de
miles
de
personas
abarrotando
un
estadio,
ahora
equipado
con
5G
para
que
todos
puedan
utilizar
sus
teléfonos.
"Verizon
esta
construyendo
su
red
de
banda
ultraancha
5G
para
apoyar
los
cambios
transformacionales
en
multiples
industrias,
incluyendo
los
deportes
y
el
entretenimiento",
dijo
Kyle
Malady,
director
de
tecnología
de
Verizon.
"Esta
tecnología
de
próxima
generación
puede
mejorar
la
experiencia
de
los
aficionados
con
el
potencial
de
revolucionar
la
forma
de
ver
y
practicar
los
deportes.
Las
velocidades
de
descarga
mas
rápidas,
el
mayor
ancho
de
banda
y
la
menor
latencia
en
los
dispositivos
móviles
habilitados
para
5G
con
el
servicio
5G
Ultra
Wideband
(ultrabanda
ancha)
de
Verizon
son
solo
el
principio".
Seguramente
se
producirán
108
brotes
de
enfermedades
en
fabricas,
escuelas,
teatros
y
estadios,
que
parecerán
confirmar
la
teoría
del
virus
contagioso.
Las
autoridades
sanitarias
que
han
pronosticado
una
"segunda
oleada"
en
septiembre
tendrán
la
satisfacción
de
haber
acertado...
y
la
justificación
para
proceder
a
su
prometida
solución:
una
vacuna.
CAPITULO
13
UNA
VACUNA
PARA
EL
COVID-‐19
La
historia
de
la
vacunación
comienza
en
1796
con
Edward
Jenner,
de
Gloucestershire,
que
administro
la
primera
vacuna
contra
la
viruela.
En
aquella
época,
muchos
campesinos
observaron
que
las
lecheras
tenían
por
lo
general
una
hermosa
piel
sin
marcas,
prueba
de
que
nunca
habían
contraído
la
viruela.
La
razón,
según
algunos,
era
que
su
exposición
a
la
viruela
de
las
vacas,
que
se
decía
que
era
una
variante
bovina
leve
de
la
viruela,
les
daba
inmunidad
a
la
forma
humana
de
la
enfermedad.
Algunos
campesinos
creían
en
la
superstición
de
que
después
de
un
caso
de
viruela
de
las
vacas,
nunca
se
podía
contraer
la
viruela,
una
creencia
que
se
contradecía
con
las
observaciones
de
los
médicos
de
la
epoca.1
Por
supuesto,
hay
una
explicación
mucho
mejor
para
la
hermosa
piel
de
las
lecheras:
a
diferencia
de
la
mayoría
de
la
gente
de
la
época,
tenían
acceso
diario
a
una
magnifica
fuente
de
nutrición
(incluida
una
rica
fuente
de
vitamina
C)
y
al
principal
alimento
probiotico
de
la
naturaleza.
Una
buena
nutrición
(incluidos
unos
buenos
probioticos)
protegía
a
las
lecheras
de
enfermedades
como
la
viruela;
una
buena
nutrición
nos
protege
a
todos
de
las
enfermedades.
Por
supuesto,
la
prevención
de
las
chinches
con
una
buena
higiene
también
desempeña
un
papel
importante,
pero
es
poco
probable
que
las
lecheras
durmieran
en
camas
limpias.
Si
les
picaban,
la
excelente
nutrición
de
su
dieta
basada
en
la
leche
las
protegía.
El
14
de
mayo
de
1796,
Jenner
probo
su
hipótesis
inoculando
a
James
Phipps,
un
niño
de
ocho
anos
que
era
hijo
del
jardinero
de
Jenner.
El
raspó
el
pus
de
las
ampollas
de
la
viruela
de
las
vacas
en
las
manos
de
una
lechera
y
raspo
el
pus
en
el
brazo
del
niño.
Jenner
destaco
en
la
autopromocion
y,
en
1802,
el
gobierno
ingles
le
concedió
diez
mil
libras
para
seguir
"experimentando".
Jenner
afirmaba
que
su
vacuna
daba
una
inmunidad
perfecta
para
toda
la
vida.
Desgraciadamente,
las
estadísticas
extraídas
de
los
informes
del
Registro
General
de
Inglaterra
indican
que
la
vacuna
no
fue
un
éxito,
y
que
las
muertes
por
vacunación
superaron
a
las
de
la
viruela
hasta
principios
del
siglo
XX.2
En
1831,
un
brote
de
viruela
en
Wurtemberg
(Alemania)
se
cobro
la
vida
de
casi
mil
personas
que
habían
recibido
la
vacuna;
y
ese
mismo
ano,
dos
mil
personas
vacunadas
en
Marsella
(Francia)
contrajeron
la
viruela.
En
1854-‐1863,
tras
la
introducción
de
los
programas
de
vacunación
obligatoria
en
Europa,
la
viruela
se
cobro
mas
de
treinta
y
tres
mil
vidas,
y
le
siguieron
otras
109
epidemias
en
las
que
murieron
miles
de
personas
vacunadas.
Las
leyes
de
vacunación
obligatoria
en
Inglaterra
fueron
derogadas
en
1907,
ya
que
para
entonces
su
fracaso
era
demasiado
evidente
como
para
disimularlo.
Durante
una
de
las
peores
epidemias
de
viruela
en
Inglaterra,
entre
1870
y
1872,
la
ciudad
de
Leicester
adopto
un
enfoque
diferente.
Establecieron
un
sistema
de
buen
saneamiento
y
cuarentena,
con
el
resultado
de
que
solo
hubo
una
muerte
por
viruela
en
Leicester
durante
la
epidemia.
Louis
Pasteur
siguió
los
pasos
de
Jenner
con
el
desarrollo
de
una
vacuna
para
el
cólera
de
los
polios
(que
no
funciono)
y
para
el
antrax
(que
se
impuso
a
muchos
granjeros,
que
informaron
de
que
sus
ovejas
murieron
de
todos
modos3)
y,
finalmente,
en
1855,
para
la
rabia
(también
llamada
hidrofobia).
La
premisa
era
que
si
se
podía
crear
una
fuente
de
enfermedad
menos
virulenta
e
inocularla
en
una
persona
sana,
esta
desarrollaría
inmunidad
y
no
enfermaría
cuando
se
encontrara
con
la
enfermedad
completa.
Incluso
en
la
época
de
Pasteur,
los
médicos
dudaban
de
que
la
hidrofobia
fuera
una
enfermedad
especifica;
los
perros
se
volvían
viciosos
por
la
inanición
y
el
abandono;
y
las
enfermedades
neurológicas
que
conducían
a
la
locura
podían
producirse
tras
cualquier
tipo
de
herida,
especialmente
una
herida
punzante.
La
causa
mas
probable
de
la
rabia
es
una
forma
de
tétanos
o
botulismo,
ambos
asociados
a
las
toxinas
de
Clostridium
que
las
bacterias
producen
en
condiciones
anaeróbicas,
como
en
las
heridas
por
punción.
Los
médicos
de
la
época
de
Pasteur
obtenían
excelentes
resultados
en
el
tratamiento
de
las
mordeduras
de
perro
cauterizándolas
con
acido
carbolico.
Un
medico
informo
de
la
cauterización
de
unas
cuatrocientas
víctimas
de
mordeduras
de
perro
sin
que
ninguna
desarrollara
un
caso
de
hidrofobia.4
Pero
Pasteur
creía
que
podía
prevenir
la
rabia
vacunando
a
las
víctimas
de
las
mordeduras
de
perro.
Creo
la
vacuna
contra
la
rabia
tomando
saliva,
sangre
y
parte
del
cerebro
o
de
la
medula
espinal
(normalmente
el
Liquido
cefalorraqufdeo)
de
un
animal
sospechoso
e
inyectándolo
en
un
conejo
vivo,
y
luego
envejeciendo
y
secando
las
células
de
la
medula
espinal
del
conejo
para
poder
inyectarlo
en
los
seres
humanos.
Su
primer
paciente,
un
niño
de
nueve
anos
gravemente
mordido,
recibió
la
vacuna
-‐después
de
que
un
medico
cauterizara
la
herida-‐
y
se
recupero.
Pasteur
proclamo
su
éxito,
pero
otros
no
tuvieron
tanta
suerte.
El
Dr.
Charles
Bell
Taylor,
escribiendo
en
una
publicación
llamada
National
Review
en
julio
de
1890,
enumero
muchos
casos
en
los
que
los
pacientes
de
Pasteur
murieron,
mientras
que
los
perros
que
los
habían
mordido
permanecieron
sanos.5
Uno
de
estos
casos
fue
el
del
rey
Alejandro
de
Grecia.
En
sus
propios
informes,
Pasteur
falseo
las
cifras
para
que
pareciera
que
tenía
un
alto
índice
de
exito.6
En
la
practica
de
la
medicina,
a
veces
el
dogma
sobre
un
determinado
tema
se
vuelve
tan
rígido
que
incluso
cuando
la
verdad
esta
a
la
vista,
los
médicos
simplemente
no
pueden
verla.
Tal
es
el
caso
del
concepto
de
inmunidad
"permanente"
a
las
enfermedades
infecciosas.
A
los
estudiantes
de
medicina
se
les
ensena
desde
el
principio
de
su
formación
que
nuestro
sistema
inmunitario
esta
organizado
en
torno
al
principio
de
que
si
contraemos
una
enfermedad
infecciosa
110
una
vez,
no
la
volveremos
a
contraer.
Esto
se
debe
supuestamente
a
que
las
dos
fases
de
nuestro
sistema
inmunitario
trabajan
juntas
para
crear
una
memoria
de
un
virus
o
bacteria
que
dura
toda
la
vida.
Los
científicos
han
estudiado
los
detalles
íntimos
de
esta
memoria
inmunitaria
a
lo
largo
de
el
siglo
pasado
para
proporcionar
la
base
teórica
de
las
vacunas.
La
teoría
inmunológica
también
se
deriva
de
la
simple
observación
de
que
nadie
contrae
las
típicas
enfermedades
infantiles
dos
veces
en
su
vida.
Sin
embargo,
como
muchas
ideas
en
medicina,
la
verdad
puede
ser
mucho
mas
complicada.
Dos
simples
observaciones
ponen
en
duda
la
premisa
de
la
inmunidad
de
por
vida.
La
primera
es
que
ciertas
enfermedades
bacterianas,
como
la
faringitis
estreptococica,
tienden
a
repetirse;
de
hecho,
no
existe
la
construcción
de
inmunidad
de
por
vida
cuando
se
trata
de
infecciones
bacterianas.
En
cuanto
a
las
infecciones
víricas,
podemos
observar
fácilmente
que
la
mayoría
de
las
personas
sufren
numerosos
resfriados
y
gripes
a
lo
largo
de
su
vida.
Los
científicos
suelen
explicarlo
diciendo
que
se
trata
de
diferentes
"virus"
que
se
contraen,
y
que
el
hecho
de
ser
inmune
a
uno
no
confiere
inmunidad
a
otros
virus.
También
sabemos
y
aceptamos
en
general
el
hecho
de
que
un
niño
que
contrae
la
varicela
es
susceptible
de
padecer
mas
adelante
una
segunda
manifestación
de
la
varicela
llamada
culebrilla.
Se
cree
que
el
herpes
zoster
esta
causado
por
el
mismo
virus,
pero
con
un
cuadro
sintomático
diferente.
Del
mismo
modo,
muchas
personas
han
experimentado
brotes
repetidos
de
herpes
labial
o
"herpes".
Por
lo
tanto,
en
estos
casos
no
existe
una
inmunidad
de
por
vida.
Curiosamente,
en
la
época
en
que
Pasteur
y
otros
formulaban
la
teoría
de
los
gérmenes
de
la
enfermedad,
junto
con
su
corolario
de
la
inmunidad
para
la
vida,
muchos
científicos
y
médicos
no
estaban
de
acuerdo.
Uno
de
los
disidentes
era
el
profesor
Alfred
Russel
Wallace.
En
su
libro
The
Wonderful
Century,
decía
lo
siguiente
sobre
la
viruela:
Muy
pocas
personas
sufren
un
accidente
especial
dos
veces:
un
naufragio,
un
accidente
ferroviario
o
de
autocar,
o
un
incendio
de
una
casa;
sin
embargo,
uno
de
estos
accidentes
no
confiere
inmunidad
para
que
no
se
produzca
una
segunda
vez.
El
hecho
de
dar
por
sentado
que
los
segundos
ataques
de
viruela,
o
de
cualquier
otra
enfermedad
zimotica,
son
tan
raros
que
demuestran
cierta
inmunidad
o
protección,
indica
la
incapacidad
de
tratar
lo
que
es
una
cuestión
puramente
estadística.
Wallace
describe
un
estudio
realizado
por
el
Dr.
Adolf
Vogt,
profesor
de
Higiene
y
Estadística
Sanitaria
de
la
Universidad
de
Berna
(Suiza).
Vogt
recopilo
datos
sobre
los
que
habían
contraído
la
viruela
y
su
posterior
susceptibilidad
a
nuevos
episodios
de
viruela.
Descubrió
que
los
que
habían
tenido
un
episodio
de
viruela
tenían
en
realidad
un
63%
mas
de
probabilidades
de
sufrir
un
segundo
episodio
en
comparación
con
los
que
nunca
habían
tenido
un
caso
de
viruela.
Vogt
concluyo:
"Todo
esto
justifica
que
mantengamos
que
la
teoría
de
la
inmunidad
por
un
ataque
previo
de
viruela,
ya
sea
la
enfermedad
natural
o
la
producida
artificialmente,
debe
ser
relegada
al
reino
de
la
ficción".
Wallace
llego
a
demostrar
que
las
personas
vacunadas
contra
la
viruela
tenían
en
realidad
una
tasa
de
mortalidad
por
viruela
mucho
mas
alta
que
las
no
vacunadas.
En
particular,
Wallace
estudio
la
elevada
tasa
de
mortalidad
por
viruela
de
los
soldados
fuertemente
vacunados
del
ejercito
111
estadounidense
en
comparación
con
los
resultados
obtenidos
por
los
métodos
de
saneamiento
empleados
por
la
ciudad
de
Leicester
en
Inglaterra.
Esto
es
lo
que
concluyo
Wallace:
“Queda
así
completamente
demostrado
que
todas
las
afirmaciones
con
las
que
se
ha
engañado
al
publico
durante
tantos
anos
sobre
la
inmunidad
casi
completa
del
Ejercito
y
la
Marina
revacunados
son
absolutamente
falsas.
Todo
es
lo
que
los
americanos
llaman
"bluff".
No
hay
inmunidad.
No
tienen
ninguna
protección.
Cuando
se
exponen
a
la
infección,
sufren
tanto
como
otras
poblaciones
o
incluso
mas.
En
el
conjunto
de
los
diecinueve
anos
que
van
de
1878
a
1896
inclusive,
el
Leicester
no
vacunado
tuvo
tan
pocas
muertes
por
viruela
que
el
Registrador
General
presenta
el
promedio
por
el
decimal
0,01
por
mil
de
población
igual
a
diez
por
millón,
mientras
que
durante
1876-‐
1889,
hubo
menos
de
una
muerte
por
ano.
Aquí
tenemos
una
verdadera
inmunidad,
una
verdadera
protección;
y
se
obtiene
atendiendo
a
la
sanidad
y
al
aislamiento,
unido
al
abandono
casi
total
de
la
vacunación.
Ni
el
Ejercito
ni
la
Marina
pueden
mostrar
resultados
como
este.”7
Esta
claro
que
la
protección
mediante
la
vacunación
para
enfermedades
como
la
viruela
es
una
fea
superstición
que
debe
ser
desechada.
Al
mismo
tiempo,
debemos
abandonar
el
concepto
de
inmunidad
de
por
vida
conferida
por
la
actividad
de
nuestro
sistema
inmunitario.
Pero,
«:que
ocurre
con
la
observación
de
que
los
niños
básicamente
nunca
se
contagian
de
sarampión
dos
veces
en
su
vida?
En
este
caso,
hay
tan
poco
estudio
real
de
este
fenómeno
que
es
difícil
sacar
conclusiones
firmes.
Pero
debemos
Recordemos
que
las
enfermedades
típicas
de
la
infancia,
como
el
sarampión,
las
paperas,
la
tos
ferina
y
la
varicela,
se
entienden
mejor
como
procesos
de
crecimiento
y
maduración
normales
del
niño.
Si
este
es
el
caso,
no
habría
ninguna
razón
para
que
los
niños
pasaran
por
estos
procesos
mas
de
una
vez
en
su
vida.
Al
fin
y
al
cabo,
un
renacuajo
se
transforma
en
rana
solo
una
vez;
una
oruga
se
convierte
en
mariposa
solo
una
vez.
El
sarampión
es
un
proceso
de
desintoxicación,
transformación
y
crecimiento.
Si
se
frustra,
en
particular
mediante
una
inyección
que
altera
claramente
nuestras
respuestas
"inmunitarias",
solo
pueden
ocurrir
cosas
peores.
Esto
lo
revelan
claramente
los
numerosos
estudios
que
muestran
que
los
niños
que
pasan
por
enfermedades
típicas
de
la
infancia
como
el
sarampión
tienen
menos
enfermedades
crónicas
a
lo
largo
de
su
vida.
Es
probable
que
el
cuerpo
produzca
una
sustancia
química
o
una
proteína
que
llamamos
anticuerpo
para
marcar
este
acontecimiento.
Pero
no
esta
nada
claro
que
los
anticuerpos
protejan
de
nada,
ni
que
estas
enfermedades
infantiles
sean
contagiosas.
Debemos
tener
el
valor
y
la
perspicacia
de
replantear
todo
este
concepto
de
enfermedad.
Sin
embargo,
para
las
empresas
farmacéuticas,
el
concepto
de
introducir
una
pequeña
cantidad
de
una
bacteria,
un
virus
o
una
toxina
en
el
cuerpo
para
crear
una
inmunidad
de
por
vida
apoya
la
practica
de
la
vacunación,
y
a
principios
del
siglo
XX,
estaban
haciendo
su
agosto
produciendo
vacunas
para
cualquier
enfermedad
que
se
les
ocurriera.
Los
soldados
estadounidenses
eran
cómodos
conejillos
de
indias
y
se
quejaban
en
sus
cartas
a
casa
de
recibir
una
vacuna
cada
semana.
Muchos
han
conjeturado
que
los
efectos
de
la
gripe
española
se
vieron
exacerbados
en
las
bases
militares
por
todas
estas
vacunas
infligidas
a
las
tropas,
incluido
un
burdo
experimento
de
vacunación
contra
112
la
meningitis
bacteriana.8
(Otro
factor
que
provoco
el
elevado
numero
de
muertes
entre
los
soldados
estadounidenses
fue
el
uso
de
aspirina,
a
menudo
en
dosis
enormes,
lo
que
sin
duda
contribuyo
a
la
excesiva
hemorragia
que
se
llevo
a
tantos).
El
proceso
de
creación
de
las
vacunas
modernas
implica
muchos
secretos
comerciales
y
numerosos
ingredientes.
El
publico
desconoce
la
controversia
que
existe
sobre
que
proceso
produce
los
resultados
mejores
y
mas
seguros,
ya
que
las
Las
reacciones
a
las
vacunas
son
habituales.
Sin
embargo,
cuando
uno
entiende
los
fundamentos
de
como
se
fabrican
todas
las
vacunas
virales
modernas,
queda
inmediatamente
claro
no
solo
lo
fraudulento
que
es
todo
el
proceso,
sino
también
como
la
producción
de
vacunas
virales
modernas
ayuda
a
demostrar
que
estos
virus
no
pueden
causar
las
enfermedades
de
las
que
se
les
culpa.
Para
producir
una
vacuna
moderna,
los
técnicos
primero
recogen
fluidos
biológicos
de
una
persona
infectada,
normalmente
secreciones
respiratorias
o
el
Liquido
de
las
lesiones
cutáneas.
Este
Liquido
contiene
presumiblemente
millones
de
copias
del
virus,
junto
con
un
numero
incalculable
de
componentes
procedentes
de
restos
celulares.
El
Liquido
se
centrifuga
para
concentrar
el
virus.
El
siguiente
paso
es
inocular
este
fluido
centrifugado
en
una
variedad
de
cultivos
de
tejido,
normalmente
tejido
derivado
de
células
de
riñón
de
mono,
tejido
fetal
humano
abortado
o
huevos
de
gallina.
Algunas
empresas
han
propuesto
utilizar
tejido
canceroso
como
cultivo,
debido
a
que
el
tejido
canceroso
es
"mas
fácil
de
cultivar
en
grandes
cantidades",
pero
esta
practica
se
sigue
considerando
demasiado
arriesgada.
Resulta
que
los
virus
que
supuestamente
nos
mataran
a
todos
no
son
lo
suficientemente
fuertes
como
para
infectar
los
cultivos
de
tejidos.
Esto
significa
que
para
ayudar
al
virus
tornado
del
paciente
enfermo
a
lisar
(matar)
las
células
del
tejido,
primero
tienen
que
matar
de
hambre
y
envenenar
el
tejido.
Una
vez
que
el
tejido
esta
lo
suficientemente
débil,
el
virus
puede
infectar
las
células,
inyectar
su
material
genético
en
ellas
y
producir
millones
de
copias
de
sí
mismo.
Esa
es
la
teoría,
al
menos.
El
tejido
infectado
resultante
es
una
mezcla
impía
de
los
mocos
originales
(ahora
congelados
y
distribuidos
por
todo
el
mundo
a
todas
las
diversas
empresas
de
fabricación
de
vacunas
como
su
material
"de
reserva"),
las
toxinas
(antibióticos,
agentes
oxidantes,
etc.)
utilizadas
para
debilitar
el
tejido,
los
restos
de
la
descomposición
del
tejido
y
los
"virus"
que
surgen
de
este
proceso.
A
menudo
se
añaden
algunos
pasos
ligeros
de
purificación
en
este
punto,
pero
nunca
nada
que
se
acerque
remotamente
al
aislamiento
y
la
purificación
de
los
virus.
Por
ultimo,
se
añaden
algunos
conservantes
(normalmente
mercurio
para
los
viales
multidosis,
que
todavía
se
utiliza
para
la
vacuna
de
la
gripe)
y
estabilizadores
(como
el
polisorbato
80,
un
emulsionante
que
rompe
la
barrera
hematoencefalica)
se
añaden
a
este
producto
final.
Se
trata
de
una
vacuna
vírica
viva.
Una
vacuna
viral
"muerta"
o
atenuada
consiste
en
todos
los
pasos
anteriores
y
en
un
ultimo
paso
de
esterilización
térmica
o
química
al
final
para
"matar"
o
al
menos
neutralizar
el
virus.
No
importa
que
no
se
pueda
decir
que
los
virus
estén
vivos
en
113
ningún
sentido
significativo
de
la
palabra,
sin
embargo,
se
"matan",
normalmente
con
calor,
en
este
paso.
A
continuación,
se
añade
un
adyuvante,
normalmente
aluminio,
al
producto
final
para
asegurarse
de
que
la
persona
que
recibe
la
mezcla
intenta
eliminarla
del
cuerpo
y
así
producir
anticuerpos,
considerados
prueba
de
una
respuesta
inmunitaria
que
protegerá
contra
la
enfermedad.
Otra
forma
de
fabricar
una
vacuna
vírica
atenuada
o
inactiva
consiste
en
empezar
con
tejido
muerto,
matado.
A
continuación,
los
técnicos
aíslan
partículas
proteicas
individuales
del
tejido
muerto,
a
veces
incluso
producen
estas
partículas
sintéticamente.
Después
añaden
adyuvantes
y
conservantes,
incluido
el
aluminio.
El
aluminio,
sumado
al
resto
de
estas
sustancias
químicas
toxicas,
es
el
probable
culpable
de
la
creación
de
las
reacciones
inflamatorias
excesivas
que
suelen
producirse
con
cualquier
vacuna
vírica
atenuada,
y
que
son
una
de
las
características
centrales
del
síndrome
de
Covid-‐19.
Sin
duda,
sería
un
proyecto
de
investigación
interesante
que
alguien
rastreara
la
relación
entre
el
uso
previo
de
vacunas
y
el
posterior
desarrollo
de
los
síntomas
del
Covid-‐19
en
adultos
y
niños.
El
mensaje
que
los
estadounidenses
reciben
cada
mañana
en
los
periódicos
y
cada
noche
en
las
noticias
es
que
una
vacuna
Covid-‐19
nos
salvara;
con
las
vacunas
obligatorias
para
todos,
podremos
volver
a
la
vida
normal
y
los
científicos
habrán
salvado
el
día.
La
vacuna
estarla
exenta
de
responsabilidad
y
se
comercializaría
rápidamente,
debutando
en
enero
de
2021.
La
exención
de
responsabilidad
significa
que
el
consumidor
no
tiene
ningún
recurso,
por
muy
grave
que
sea
la
lesión
que
sufra
el
o
su
hijo,
por
muy
costosos
que
sean
los
cuidados
después
de
la
lesión;
y
significa
que
los
fabricantes
de
vacunas
no
tienen
ningún
incentivo
para
fabricar
una
vacuna
que
sea
segura
o
eficaz.
Incluso
si
un
virus
es
la
causa
del
Covid-‐19,
los
fabricantes
se
enfrentan
a
una
serie
de
obstáculos.
Por
un
lado,
el
virus
ya
"ha
mutado
en
al
menos
treinta
variantes
genéticas
diferentes
"9.
Las
variantes
incluyen
diecinueve
nunca
vistas
antes,
así
como
"cambios
raros
que
los
científicos
nunca
habían
imaginado
que
podrían
ocurrir".
Además,
el
reto
de
producir
tantas
vacunas
en
tan
poco
tiempo
es
desalentador.
Como
se
describe
en
un
artículo
publicado
por
Children's
Health
Defense,io
la
solución
propuesta
por
las
empresas
farmacéuticas
es
un
nuevo
tipo
de
vacuna
que
puede
"burlar"
a
la
naturaleza
utilizando
tecnologías
de
vacunas
de
ultima
generación,
como
la
transferencia
de
genes
y
las
nanopartículas
autoensambladas,
junto
con
nuevos
mecanismos
invasivos
de
administración
de
vacunas
y
de
mantenimiento
de
registros,
como
los
tatuajes
de
puntos
cuánticos
legibles
por
teléfonos
inteligentes,
que
requerirán
la
gran
capacidad
de
las
redes
5G
para
leer
y
procesar.
Para
producir
rápidamente
una
vacuna
para
todo
el
mundo,
también
tendrán
que
desarrollar
nuevas
técnicas
de
fabricación
que
eviten
los
lentos
procesos
de
la
producción
tradicional
de
vacunas.
Las
nuevas
técnicas
utilizan
la
ingenierfa
114
genética
(tecnología
del
ADN
recombinante)
sometida
a
"sistemas
de
expresión"
(bacterias,
levaduras,
celulas
de
insectos,
células
de
mamíferos
o
plantas
como
el
tabaco)
para
producir
las
llamadas
"vacunas
de
subunidades".
La
problemática
vacuna
contra
la
hepatitis
B
fue
la
primera
en
emplear
este
enfoque
de
producción
de
vacunas
totalmente
nuevo,
y
varias
de
las
vacunas
Covid-‐19
que
se
están
desarrollando
actualmente
utilizan
estas
técnicas.
Sin
embargo,
las
vacunas
de
subunidades
deben
ir
acompañadas
de
adyuvantes
"potenciadores
del
sistema
inmunitario"
(probablemente
aluminio)
que
pueden
desencadenar
una
respuesta
inmunitaria
inflamatoria.
Aun
mas
nuevas
son
las
vacunas
de
ADN
y
ARN
mensajero
(ARNm),
que
son
básicamente
una
forma
de
terapia
genica.
Mientras
que
las
vacunas
tradicionales
introducen
un
antígeno
vacunal
para
producir
una
respuesta
inmunitaria
(que
en
realidad
no
significa
que
el
receptor
sea
inmune),
en
cambio
las
vacunas
de
ácidos
nucleicos
envían
instrucciones
al
cuerpo
para
producir
el
antígeno
mismo.
Como
explica
un
investigador,
los
ácidos
nucleicos
"hacen
que
las
células
produzcan
trozos
del
virus",
de
modo
que
el
sistema
inmunitario
"monta
entonces
una
respuesta
a
esos
trozos
del
virus".
Las
vacunas
de
ADN
pretenden
penetrar
hasta
el
núcleo
de
la
célula.
Segun
un
científico
de
la
biotecnología,
"se
trata
de
una
tarea
increíblemente
difícil,
dado
que
nuestros
núcleos
han
evolucionado
para
impedir
la
entrada
de
cualquier
ADN
extraño".
¿Quiza
la
naturaleza
tenga
una
razón
para
proteger
el
núcleo
de
la
invasión
genética!
Cuando
algunas
vacunas
de
ADN
llegaron
a
los
ensayos
clínicos
a
finales
de
la
década
de
2000,
estaban
plagadas
de
"potencia
suboptima",
es
decir,
no
funcionaban.
A
los
científicos
se
les
ocurrió
entonces
la
idea
de
aumentar
la
administración
de
la
vacuna
con
la
"electroporacion",
es
decir,
con
descargas
eléctricas
aplicadas
en
el
lugar
de
la
vacuna
(mediante
un
dispositivo
inteligente)
para
hacer
mas
permeables
las
membranas
celulares
y
forzar
la
entrada
del
ADN
en
las
células.
La
electroporacion
sigue
siendo
una
característica
clave
del
diseño
de
algunas
vacunas
candidatas
a
Covid-‐19.
Un
segundo
aspecto
de
las
vacunas
de
ADN
-‐
sus
propiedades
de
alteración
genética-‐
también
es
preocupante.
Las
vacunas
de
ADN,
por
definición,
conllevan
el
riesgo
de
"integración
del
ADN
exógeno
en
el
genoma
del
huésped,
lo
que
puede
causar
mutaciones
graves
y
provocar
nuevas
enfermedades".
Enmarcado
en
términos
mas
comprensibles,
"la
alteración
del
ADN
es
como
insertar
un
ingrediente
extraño
en
una
receta
existente,
que
puede
cambiar
el
plato
resultante".
La
incorporación
permanente
de
genes
sintéticos
en
el
ADN
del
receptor
produce
esencialmente
un
ser
humano
genéticamente
modificado,
con
efectos
desconocidos
a
largo
plazo.
En
lo
que
respecta
a
la
terapia
génica
con
ADN,
un
investigador
ha
declarado:
"Las
integraciones
genéticas
que
utilizan
terapias
genicas
virales...
pueden
tener
un
efecto
devastador
si
la
integración
se
coloco
en
el
lugar
equivocado
en
[el]
genoma".
En
cuanto
a
las
vacunas
de
ADN
en
concreto,
la
Harvard
College
Global
Health
Review
señala
que
las
vacunas
de
ADN
podrían
provocar
una
inflamación
115
crónica,
ya
que
la
vacuna
estimula
continuamente
al
sistema
inmunitario
para
que
produzca
anticuerpos.
Otros
problemas
son
la
posible
integración
de
ADN
extraño
en
el
genoma
del
organismo,
lo
que
provocaría
mutaciones,
problemas
de
replicación
del
ADN,
respuestas
autoinmunes
y
la
activación
de
genes
cancerígenos.
Las
vacunas
de
ARNm
son
"particularmente
adecuadas
para
un
desarrollo
rápido"
y
han
atraído
la
atención
como
las
"pioneras
de
los
coronavirus".
Las
vacunas
de
ARNm
pueden
generar
un
ahorro
de
"meses
o
anos
para
estandarizar
y
aumentar
la
producción
en
masa".
Las
vacunas
de
ARNm
solo
necesitan
llegar
al
citoplasma
de
la
célula
en
lugar
de
al
núcleo,
un
"desafío
técnico
aparentemente
mas
sencillo",
aunque
el
enfoque
todavfa
exige
"tecnologías
de
entrega
que
puedan
garantizar
la
estabilización
del
ARNm
en
condiciones
fisiológicas".
Esto
implica
"modificaciones
químicas
para
estabilizar
el
ARNm"
y
nanopartículas
Liquidas
para
"empaquetarlo
en
una
forma
inyectable".
Desgraciadamente
para
las
empresas
farmacéuticas,
las
vacunas
de
ARNm
han
mostrado
un
componente
inflamatorio
"intrínseco"
que
dificulta
el
establecimiento
de
un
"perfil
aceptable
de
riesgo/beneficio"
Los
entusiastas
del
ARNm
admiten
que
todavía
no
se
conocen
bien
la
inflamación
y
las
reacciones
autoinmunes
que
pueden
derivarse
de
la
vacuna.
Esto
plantea
el
espectro
de
un
verdadero
desastre
en
caso
de
que
los
reguladores
concedan
a
los
fabricantes
de
las
vacunas
de
ARNm
Covid-‐19
su
deseo
de
"un
proceso
rápido
para
que
las
vacunas
de
ARNm
lleguen
antes
a
la
gente."
Un
buen
ejemplo
de
vacuna
apresurada
fue
el
experimento
de
la
vacuna
contra
el
dengue,
que
en
realidad
aumento
los
riesgos
de
la
fiebre
del
dengue:i2
El
dengue
es
una
enfermedad
común
en
mas
de
120
países
y,
al
igual
que
el
coronavirus,
ha
sido
el
objetivo
de
una
vacuna
durante
muchos
anos.
El
desarrollo
y
la
autorización
de
la
vacuna
Dengvaxia®
por
parte
de
Sanofi
duro
mas
de
veinte
anos
y
costo
mas
de
1.500
millones
de
dólares.
Pero
el
desarrollo
de
la
vacuna
resulto
difícil.
Los
anticuerpos
de
la
vacuna
contra
el
dengue
a
menudo
empeoraban
la
infección
-‐llamada
"potenciación
de
la
enfermedad"
en
el
lenguaje
de
las
vacunas-‐,
especialmente
en
bebes
y
niños.
Cuando
la
vacuna
se
administro
a
miles
de
niños
en
Filipinas,
al
menos
seiscientos
murieron.
El
gobierno
filipino
ha
prohibido
permanentemente
la
vacuna
en
el
país.
Otra
vacuna
apresurada,
para
la
gripe
porcina,
fue
un
fiasco
total.
A
principios
de
1976,
después
de
que
varios
soldados
enfermaran
gravemente
en
Fort
Dix
(Nueva
Jersey),
supuestamente
a
causa
de
la
gripe
porcina,
el
presidente
Gerald
Ford
anuncio
un
plan
para
apresurarse
a
poner
una
vacuna
para
que
todos
los
estadounidenses
pudieran
ser
vacunados.
Pero
los
fabricantes
se
resistieron
al
espectro
de
la
responsabilidad
por
las
lesiones
causadas
por
la
vacuna
y
una
empresa
produjo
dos
millones
de
dosis
con
la
"cepa
equivocada".
El
Congreso
aprobó
una
ley
de
exención
de
responsabilidad,
y
Ford
impulso
planes
para
inocular
a
un
millón
de
personas
al
día
antes
del
otoño,
aunque
se
filtraron
informes
de
que
la
vacuna
había
causado
lesiones
y
no
era
eficaz.
A
mediados
de
octubre,
Ford
salió
en
televisión
para
mostrarse
recibiendo
una
inyección
de
un
medico
de
la
Casa
Blanca.
Mientras
tanto,
la
caprichosa
gripe
porcina
no
apareció
y
en
diciembre,
tras
noventa
y
cuatro
informes
de
parálisis
por
la
vacunación,
el
programa
se
dio
por
terminado
y
el
peligro
de
la
gripe
porcina
desapareció
de
las
paginas
de
los
periodicos.13
Hasta
ahora,
los
ensayos
de
la
vacuna
contra
el
coronavirus
no
han
ido
116
bien.
El
18
de
mayo
de
2020,
Moderna
Inc.
(copropiedad
de
los
Institutos
Nacionales
de
Saludi4),
con
sede
en
Cambridge,
Massachusetts,
anuncio
que
había
obtenido
"datos
clfnicos
provisionales
positivos"
de
un
ensayo
clínico
de
fase
I
para
una
vacuna
Covid
de
ARNm.
Las
acciones
de
Moderna
se
dispararon
(y
sus
principales
ejecutivos
vendieron
acciones
por
valor
de
mas
de
cien
millones
de
dolares).i5
Sin
embargo,
cuatro
de
los
cuarenta
y
cinco
participantes
sufrieron
reacciones
graves.
Los
tres
sujetos
que
recibieron
las
dosis
mas
altas
experimentaron
síntomas
sistémicos
de
grado
tres,
lo
que
puede
significar
ulceras
abiertas
con
ampollas,
descamación
húmeda
o
sarpullido
grave
en
amplias
zonas
del
cuerpo.
El
comunicado
de
prensa
no
menciona
los
resultados
de
otros
ensayos.16
Un
voluntario,
Ian
Haydon,
de
veintinueve
anos,
declaro
que
la
vacuna
le
dejo
"lo
mas
enfermo
que
ha
estado
nunca".
Fue
llevado
a
urgencias,
donde
casi
se
desmaya.
Pero
Haydon
sigue
siendo
cautelosamente
optimista
sobre
una
vacuna.17
El
New
York
Times
informo
de
los
resultados
positivos
de
una
vacuna
en
desarrollo
por
la
Universidad
de
Oxford.
"Los
monos
a
los
que
se
les
administro
una
vacuna
experimental
de
la
Universidad
de
Oxford
parecen
haber
resistido
el
nuevo
coronavirus.
Seis
macacos
rhesus
a
los
que
se
les
administro
el
nCoV-‐19
hAdOxi
en
Montana
no
enfermaron
a
pesar
de
la
fuerte
exposición",
era
el
titular.18
Pero
sí
enfermaron,
de
hecho,
todos
los
macacos
vacunados
enfermaron
después
de
la
exposición
al
Covid-‐19,
"lo
que
sugiere
que
el
tratamiento,
que
ya
ha
recibido
una
inversión
gubemamental
de
90
millones
de
libras
esterlinas,
podría
no
detener
la
propagación
del
mortal
enfermedad.19
Una
vacuna
experimental
para
el
Covid-‐19
que
utiliza
Iíneas
de
células
fetales
humanas,
en
desarrollo
por
CanSino
Biologies,
Inc.
de
Tianjin
(China),
también
obtuvo
malos
resultados.
En
un
ensayo
clínico
en
el
que
participaron
108
voluntarios,
con
edades
comprendidas
entre
los
cuarenta
y
cinco
y
los
sesenta
anos,
el
81%
sufrió
al
menos
una
reacción
adversa
en
los
siete
dfas
siguientes
a
la
vacunación.
Los
efectos
adversos
incluían
fiebre,
fatiga,
dolor
de
cabeza
y
dolor
muscular,
algunos
de
ellos
graves.20
Tras
estos
decepcionantes
resultados,
la
FDA
relajo
las
normas.
El
30
de
junio,
la
agencia
anuncio
que
cualquier
vacuna
Covid-‐19
tendría
que
prevenir
la
enfermedad,
o
disminuir
su
gravedad,
en
solo
el
50%
de
las
personas
que
la
recibieran.21
El
Colegio
Americano
de
Obstetras
y
Ginecólogos
(AGOC)
ha
sugerido
que
se
prueben
las
vacunas
experimentales
Covid-‐19
en
mujeres
embarazadas.22
Y,
según
los
funcionarios,
la
vacuna
podrfa
ser
necesaria
varias
veces,
quizás
anualmente.23
Esta
claro
que
una
vacuna
no
nos
va
a
salvar;
de
hecho,
tiene
el
potencial
de
infligir
un
enorme
sufrimiento
a
la
poblacion
mundial,
por
no
mencionar
la
violenta
resistencia
a
la
idea
de
la
modificacion
genetica
universal
por
electroporacion.
Y
todo
por
una
enfermedad
que
no
es
contagiosa.
Solo
dos
cosas
van
a
resolver
el
problema
del
coronavirus.
Una
es
un
nuevo
sistema
de
etiqueta.
Hace
apenas
unas
décadas,
poca
gente
se
preocupaba
por
fumar
en
casa
ajena;
hoy
esa
acción
se
considera
el
colmo
de
la
grosería.
Hoy
en
día,
nadie
117
con
sentido
común
encendería
un
cigarrillo
delante
de
otra
persona
sin
pedirle
permiso,
y
desde
luego
no
fumaría
en
la
vivienda
de
otra
persona.
Hoy
nos
escandaliza
ver
a
hombres
y
mujeres
fumando
en
las
películas
antiguas;
todos
sabemos
que
las
compañías
tabacaleras
pagaron
a
los
productores
para
que
mostraran
a
gente
glamorosa
fumando
cigarrillos,
y
sacudimos
la
cabeza
con
disgusto.
En
el
futuro,
sentiremos
el
mismo
asco
cuando
veamos
a
la
gente
en
el
cine
acercarse
el
móvil
a
la
oreja.
¿Como
pueden
los
cineastas
fomentar
una
practica
tan
peligrosa?
Al
igual
que
las
advertencias
en
los
paquetes
de
cigarrillos,
habrá
advertencias
en
los
teléfonos
móviles
contra
el
uso
por
parte
de
los
niños;
se
prohibirá
la
venta
de
teléfonos
móviles
a
los
jóvenes.
Y
a
nadie
se
le
ocurrirá
entrar
en
casa
de
otra
persona
con
el
móvil
encendido.
La
presión
publica
hará
que
todas
las
grandes
reuniones
-‐eventos
deportivos,
conciertos,
ferias,
convenciones,
ensayos
del
coro,
ensayos
generales,
servicios
religiosos
y
fiestas
privadas-‐
comiencen
con
la
advertencia
de
poner
los
teléfonos
móviles
en
modo
avión.
Las
escuelas
secundarias
no
permitirán
los
teléfonos
móviles
en
el
campus
y
todas
las
entradas
de
ordenador
para
los
niños
se
harán
con
cables.
En
las
oficinas
se
designaran
zonas
especiales
para
el
uso
de
teléfonos
móviles,
en
deferencia
a
las
personas
sensibles
a
la
electricidad,
al
igual
que
las
zonas
especiales
para
fumadores,
y
se
dará
a
todos
los
empleados
teléfonos
antiguos.
La
segunda
tarea
implica
una
limpieza
masiva.
Al
igual
que
la
Revolución
Industrial
creo
condiciones
insalubres
que
requirieron
décadas
de
paciente
trabajo
(así
como
nuevas
tecnologías)
para
enmendarlas,
la
revolución
inalámbrica
requerirá
la
misma
paciente
remediación,
principalmente
poniendo
toda
la
comunicación
posible
en
los
cables,
pero
también
explorando
nuevas
tecnologías
para
mitigar
los
CEM
en
el
hogar
y
la
oficina.
Las
casas
nuevas
se
construirán
pensando
en
minimizar
la
exposición
a
los
CEM,
y
las
viejas
se
modernizaran,
al
igual
que
las
viejas
casas
acabaron
teniendo
baños
y
calefacción
central.
Estas
medidas
no
son
tan
glamurosas
como
la
introducción
de
una
vacuna
que
dará
fama
y
fortuna
a
unos
pocos,
pero
son
la
única
solución
real
a
la
contaminación
por
electrosmog
de
la
era
de
Internet.
Y
hay
buenas
noticias.
Durante
anos,
las
empresas
de
telecomunicaciones
han
cobrado
tasas
de
la
factura
telefónica
para
llevar
la
fibra
óptica
de
alta
velocidad
a
todos
los
hogares,
escuelas
y
empresas
de
Estados
Unidos,
tasas
que
ascienden
a
mas
de
cinco
mil
dólares
por
hogar
y
que
suman
miles
de
millones
de
dólares.
Pero
en
lugar
de
poner
la
fibra
óptica
en
todas
partes
-‐el
trabajo
solo
se
ha
completado
en
un
50
por
ciento-‐
estas
empresas
invirtieron
este
dinero
ilegalmente
para
obligar
a
la
gente
a
contratar
planes
inalámbricos.
Los
trucos
de
contabilidad
han
hecho
que
los
servicios
de
fibra
óptica
parezcan
poco
rentables
mientras
que
los
inalámbricos
parecían
extremadamente
rentables.
Las
empresas
de
telecomunicaciones,
en
connivencia
con
la
Comisión
Federal
de
Comunicaciones
(FCC),
han
utilizado
estos
resultados
financieros
distorsionados
para
argumentar
que
no
pueden
llevar
Internet
por
cable
a
las
zonas
rurales
o
incluso
a
los
centros
urbanos.
Y
lo
que
es
mas
importante,
estos
trucos
contables
han
servido
de
excusa
para
cerrar
las
redes
por
cable
y
pasar
a
la
tecnología
inalámbrica
con
la
5G.
Algunos
ejecutivos
de
las
telecomunicaciones
han
propuesto
incluso
deshacerse
del
antiguo
servicio
telefónico.
Afortunadamente
-‐muy
118
afortunadamente-‐
un
reciente
caso
judicial
IRREGULATORS
v.
FCC:
DC
Court
of
Appeals
Opinion,
13
de
marzo
de
2020,
elimina
la
jurisdiccion
de
la
FCC
y
la
devuelve
a
las
agencias
reguladoras
estatales.
Ahora
se
puede
poner
fin
a
todas
las
subvenciones
ilegales
a
la
tecnologfa
inalambrica
y
el
5G
ya
no
es
rentable.24
CAPITULO14
5G
Y
EL
FUTURO
DE
LA
HUMANIDAD
";Que
obra
es
el
hombre!"
En
el
celebre
soliloquio
de
Hamlet,
Shakespeare
se
pregunta
por
la
naturaleza
del
ser
humano.
Shakespeare,
uno
de
los
mas
grandes
iniciadores
y
pensadores
de
la
historia,
describe
al
ser
humano
como
la
culminación
de
la
creación,
libre
y
con
un
potencial
ilimitado.
El
ser
humano
es
noble,
creado
a
imagen
y
semejanza
de
la
Divinidad,
pero
sujeto
a
todas
las
debilidades,
tentaciones
y
errores
que
todos
conocemos.
La
pregunta
para
este
capítulo,
tras
haber
explorado
previamente
la
naturaleza
acuosa
de
la
vida
misma,
es
«:que
o
quien
es
este
ser
humano?
El
corolario
de
la
pregunta,
que
rara
vez
se
plantea,
es
por
que
debería
importamos
si
los
seres
humanos
sobrevivirán
a
esta
pandemia
actual
o
si
estamos
a
punto
de
extinguimos,
como
tantas
otras
especies
animales.
En
cierto
modo,
si
no
podemos
empezar
a
responder
a
esta
sencilla
pero
profunda
pregunta,
«:que
diferencia
hay
en
que
haya
o
no
virus
patógenos
que
creen
contagios?
Responder
a
esta
pregunta
-‐£que
es
un
ser
humano?-‐
es
en
realidad
la
clave
para
llevar
el
fenómeno
de
Covid-‐19
a
una
resolución
satisfactoria;
es
la
clave
para
el
reto
de
construir
un
mundo
que
todos
sabemos
que
es
posible,
pero
que
puede
ser
demasiado
temeroso
para
perseguir
o
incluso
exigir.
Cuando
se
intenta
precisar
las
características
únicas
del
ser
humano,
surgen
muchas
respuestas.
Algunos
dirán
que
se
trata
de
una
pregunta
estúpida
o
sin
respuesta.
Otros
podrían
sugerir
que
los
seres
humanos
son
"simios
sin
pelo",
"el
único
animal
erguido"
o
"el
animal
con
el
cerebro
mas
grande".
El
científico
podría
señalar
nuestra
composición
genética
única,
el
único
ser
vivo
con
este
conjunto
particular
de
cuarenta
y
seis
cromosomas.
Una
persona
religiosa
podría
decir
que
los
seres
humanos
han
sido
creados
a
imagen
y
semejanza
de
Dios
y
que,
como
tales,
se
les
ha
concedido
el
dominio
de
la
tierra.
El
tecnócrata
podría
negar
cualquier
cosa
particularmente
especial
en
los
seres
humanos
y
señalar
nuestros
muchos
defectos
de
diseño,
que
cree
que
podrían
mejorarse
o
actualizarse
fusionando
a
los
seres
humanos
con
los
ordenadores,
creando
una
especie
de
descarga
para
nuestras
mentes.
Por
desgracia
para
ellos
-‐afortunadamente
para
los
seres
humanos-‐,
los
tecnócratas
han
sido
incapaces
de
localizar
la
mente
humana.
Todas
estas
descripciones
tienen
ciertos
elementos
de
verdad
-‐bueno,
tal
vez
no
la
teoría
de
la
mente
descargada-‐,
pero
todas
pasan
por
alto
una
distinción
simple
y
119
clara,
una
que
es
indiscutible
y
científicamente
irrefutable.
Es
la
que
tiene
la
clave
para
entender
Covid-‐19.
La
diferencia
entre
el
ser
humano
y
el
resto
de
los
animales
es
sencilla:
el
ser
humano
es
el
único
ser
vivo
que
puede
tener
hijos
en
todas
las
épocas
del
año.
Todos
los
demás
animales
entran
en
celo
y
son
fértiles
solo
en
determinadas
épocas
del
ano,
normalmente
para
dar
a
luz
en
primavera:
los
animales
salvajes
entran
en
celo
una
vez
al
año
y
los
animales
domésticos
(perros,
cerdos,
vacas,
etc.)
normalmente
dos
veces
al
ano,
y
unos
pocos
(gatos
y
conejos)
varias
veces
al
ano.
Pero
los
seres
humanos,
al
menos
en
este
punto
de
nuestra
evolución,
son
capaces
de
concebir
en
cualquier
momento
del
año.
Las
personas
en
la
Tierra
se
conciben
todos
los
días
del
año
y
nacen
todos
los
días
del
año.
Ningún
animal
puede
hacer
esto.
¿Cual
es
el
significado
de
este
hecho
evidente?
Como
hemos
discutido
en
el
capítulo
7,
toda
la
materia
es
simplemente
la
congruencia
de
amplias
y
variadas
"fuerzas",
o
"energías",
que
componen
todo
nuestro
universo,
recibidas
o
recogidas
a
través
del
receptor
universal
que
llamamos
agua.
El
reconocimiento
de
estas
energías
o
fuerzas
universales
fue
la
base
de
toda
la
sabiduría
tradicional
y
de
los
sistemas
de
curación
hasta
que
surgió
el
actual
modelo
medico
materialista,
bajo
el
cual
todos
trabajamos
ahora.
Los
curanderos
tradicionales
reconocían
la
influencia
de
las
estrellas
y
los
planetas;
por
ejemplo,
caracterizaban
la
manzanilla
como
una
planta
"Venus",
las
ortigas
como
una
planta
"Marte"
y
el
diente
de
león
como
una
planta
"Júpiter".
Ahora
que
entendemos
la
naturaleza
electromagnética
del
universo,
estas
caracterizaciones
empiezan
a
tener
sentido.
Esta
comprensión
fundacional
fue
la
base
de
la
mayor
parte
del
conocimiento
humano
hasta
que
se
perdió
en
los
últimos
tiempos.
Aunque
esta
forma
de
ver
el
mundo
es
clave
para
nuestro
desarrollo
como
individuos,
es
necesario
redescubrirla
porque
el
despliegue
de
la
tecnología
5G
amenaza
los
cimientos
de
la
existencia,
y
solo
podremos
entender
por
que
es
asi,
sólo
si
recuperamos
la
antigua
forma
de
pensar
en
la
vida.
A
diferencia
de
los
animales,
el
ser
humano
no
es
concebido
ni
nace
bajo
la
influencia
de
ningún
campo
energético
cósmico
específico.
En
cambio,
cada
ser
humano
es
concebido
y
nace
en
un
momento
y
lugar
únicos,
por
lo
tanto
bajo
la
influencia
de
un
campo
cósmico
único.
Esta
es
la
base
fisiológica
de
nuestra
libertad
e
individualidad.
Esto
es
lo
que
hace
que
el
ser
humano
sea
la
corona
de
la
creación;
esta
es
la
base
de
la
afirmación
de
que
el
ser
humano
ha
sido
creado
a
imagen
de
Dios,
siendo
Dios
un
concepto
que
abarca
el
campo
energético
de
todo
el
universo.
Cada
ser
humano
individual
es
un
componente
único
en
este
campo,
y
la
humanidad
en
su
conjunto
es
la
suma
de
todo
el
campo
y,
por
tanto,
la
imagen
o
el
reflejo
de
Dios.
Este
es
el
mensaje
esencial
de
todas
las
grandes
tradiciones
filosóficas
y
120
religiosas
del
pasado.
Estos
campos
cósmicos
en
forma
de
fuerzas
electromagnéticas
irradian
hacia
la
tierra
desde
todas
las
partes
del
cosmos
y
se
"recogen"
en
la
ionosfera
o
escudo
electromagnético
de
la
tierra.
De
manera
similar
a
como
obtenemos
el
alimento
de
nuestra
comida,
estas
fuerzas
electromagnéticas
son
"procesadas"
por
esta
piel
protectora
de
la
tierra,
la
ionosfera.
Cuando
al
ingerir
alimentos,
estos
son
procesados
por
las
bacterias,
los
hongos,
los
virus
y
otros
microbios
de
nuestro
intestino;
sus
"residuos"
se
convierten
entonces
en
el
alimento
nutritivo
que
absorbemos
para
darnos
vida.
Del
mismo
modo,
las
fuerzas
cósmicas
son
trabajadas
en
nuestra
ionosfera,
para
emerger
como
los
campos
electromagnéticos
dadores
de
vida
que
nutren
la
tierra
y
toda
la
vida,
incluyendo
la
vida
humana.
Así
es
como
siempre
ha
funcionado
y
como
debería
funcionar,
y
lo
haría
de
no
ser
por
la
introducción
de
la
tecnología
que
llamamos
5G.
Sin
entrar
demasiado
en
la
ingeniería
de
la
tecnología
5G,
lo
importante
del
5G
es
que
las
ondas
milimétricas
pulsadas,
este
nuevo
"espectro"
que
hará
funcionar
mas
rápido
nuestros
teléfonos
y
ordenadores,
tiene
que
ser
"organizado"
colocando
cientos
de
miles
de
satélites
justo
en
la
ionosfera
de
la
Tierra.
Estos
cientos
de
miles
de
satélites
emitirán
sus
propias
frecuencias
electromagnéticas
que,
esencialmente,
transportaran
estas
nuevas
señales
creadas
por
el
hombre
hasta
los
millones
de
receptores
colocados
en
nuestros
barrios,
estadios,
escuelas,
residencias
de
ancianos,
hospitales,
parques,
granjas,
lagos,
bosques,
océanos
y
cualquier
otro
lugar
de
la
Tierra.
Sabemos
que
estas
ondas
milimétricas
interfieren
con
la
disponibilidad
de
oxígeno
en
la
atmosfera
y,
por
tanto,
también
interferirán
con
la
capacidad
de
las
mitocondrias
(bacterias)
de
nuestros
tejidos
para
convertir
el
oxígeno
en
energía.
Esta
es
la
principal
característica
de
la
5G,
exacerbada
por
el
envenenamiento
por
aluminio,
el
envenenamiento
por
glifosato,
la
contaminación
general
del
aire
y
todas
las
demás
toxinas
de
nuestro
mundo
moderno,
que
contribuyen
a
los
síntomas
del
"Covid-‐19".
Pero
nada
de
esto
puede
igualar
las
consecuencias
de
colocar
cientos
de
miles
de
satélites
en
la
ionosfera
de
la
Tierra.
Si
se
permite
que
esto
ocurra,
no
solo
toda
la
vida
en
la
tierra
estará
sujeta
al
constante
efecto
toxico
de
estas
dañinas
ondas
milimétricas,
como
si
eso
no
fuera
suficientemente
malo,
sino
que
la
consecuencia
directa
de
esta
locura
es
que
las
ondas
cósmicas
que
nos
llegan
desde
los
lugares
mas
lejanos
de
nuestro
cosmos
ya
no
podrán
mantener
su
integridad
en
su
viaje
hacia
la
tierra.
La
vida
se
separara
del
cosmos,
los
alces
dejaran
de
ser
alces,
las
ardillas
habrán
perdido
la
fuente
energética
que
las
convierte
en
ardillas,
y
los
seres
humanos
dejaran
de
formarse
como
individuos
libres
con
sus
propios
destinos
únicos.
La
vida
se
formara
bajo
la
influencia
de
un
código
informático
escrito
por
los
autodenominados
nuevos
"amos
de
nuestro
universo".
Y,
todo
esto
para
que
podamos
tener
velocidades
de
descarga
mas
rápidas
para
nuestros
teléfonos
móviles.
121
La
humanidad
se
encuentra
en
una
encrucijada,
y
aunque
podemos
presentar
estrategias
de
mitigación
que
transformen
los
campos
de
energía
que
constituyen
la
tecnología
5G
(véase
el
Apéndice
B),
debemos
ser
claros.
"Covid-‐19"
es
la
primera
ola
de
la
enfermedad
creado
por
la
introducción
de
esta
nueva
tecnología.
Es
solo
la
punta
del
iceberg.
Las
autoridades
nos
advierten
de
que
se
avecinan
mas
oleadas.
Lo
saben.
Están
sustituyendo
la
sabiduría
de
Dios
por
la
locura
del
hombre.
Es
hora
de
que
la
humanidad
despierte,
crezca
y
encuentre
el
valor
para
detener
esta
amenaza.
EPILOGO
Erase
una
vez,
en
un
lugar
lejano,
un
rey
y
una
reina.
Su
reino
era
feliz,
prospero
y
pacífico.
Desgraciadamente,
la
pareja
real
era
estéril
y
el
pueblo
estaba
preocupado
por
no
tener
un
heredero
adecuado
para
el
trono.
Un
día,
el
rey
y
la
reina
paseaban
por
el
bosque
y
llegaron
a
un
estanque.
Del
estanque
salto
una
rana
que
les
informo
de
que
pronto
tendrían
una
hermosa
hija.
Naturalmente,
esta
noticia
les
lleno
de
alegría
a
ellos
y
a
todo
el
reino.
Para
celebrar
la
llegada
de
su
hija,
la
familia
real
invito
a
las
doce
sabias
del
reino
a
un
banquete
en
el
palacio.
Después
del
banquete,
cada
una
de
las
sabias
tomo
la
palabra
y
confirió
una
bendición
a
la
nueva
niña.
Una
dio
la
bendición
de
la
belleza,
otra
la
de
la
bondad,
otra
la
de
la
sabiduría,
y
así
sucesivamente
hasta
incluir
todas
las
buenas
cualidades
que
ennoblecen
al
ser
humano.
Después
de
que
la
undécima
mujer
sabia
hubo
hablado,
una
mujer
no
invitada
irrumpió
en
la
sala
de
banquetes
del
palacio.
También
era
una
mujer
mayor,
pero
a
diferencia
de
las
otras
tenia
malas
122
intenciones.
Era
una
bruja,
y
estaba
enfadada
por
no
haber
sido
invitada
al
banquete
para
honrar
a
la
nueva
niña.
En
medio
de
su
furia,
pronuncio
una
terrible
maldición
sobre
la
nina,
diciendo
que
cuando
esta
llegara
a
la
edad
adulta,
se
pincharía
el
dedo
con
un
huso
y
caería
muerta.
Los
presentes
se
quedaron
atónitos
y
conmocionados.
Afortunadamente,
la
duodécima
mujer
sabia
aun
no
había
hablado.
Al
escuchar
esta
maldición,
anuncio
que
la
mujer
malvada
era
poderosa,
y
por
lo
tanto
no
podía
deshacer
completamente
esta
maldición,
pero
sf
podía
cambiarla.
En
lugar
de
caer
muerta,
la
joven,
si
se
pinchaba
el
dedo
en
un
huso,
solo
se
dormiría,
no
moriría.
Después
del
banquete,
el
rey
ordeno
la
destrucción
de
todos
los
husos
del
reino.
No
habría
posibilidad
de
que
la
princesa
se
pinchara
el
dedo
con
un
huso.
Con
el
paso
del
tiempo,
la
princesa
se
convirtió
en
una
hermosa
joven,
con
todos
los
maravillosos
rasgos
que
Ie
habían
otorgado
las
mujeres
sabias.
Era
amable,
hermosa
y
sabia,
y
todo
el
reino
prospero.
Un
día,
el
rey
y
la
reina
salieron
del
palacio
para
una
excursión
de
Estado.
Como
de
costumbre,
dejaron
a
la
princesa
a
cargo
de
los
funcionarios
del
Estado,
cuyas
ordenes
eran
vigilarla
de
cerca.
Todo
el
mundo
quería
a
la
princesa,
y
como
era
muy
curiosa,
convenció
a
los
funcionarios
para
que
la
dejaran
vagar
libremente
por
el
castillo.
Llego
a
una
habitación
que
nunca
había
visto.
Dentro
había
una
anciana
sentada
en
un
taburete
hilando
lana.
Curiosa,
ya
que
nunca
había
visto
a
nadie
hilar
lana,
le
pregunto
a
la
anciana
que
estaba
haciendo.
La
anciana
le
entrego
el
huso;
la
princesa
se
pincho
el
dedo
y,
como
estaba
previsto,
cayo
en
un
profundo
sueno.
Cuando
el
rey
y
la
reina
regresaron
al
castillo,
la
acostaron
en
una
hermosa
cama.
Luego,
todos
los
demás
habitantes
del
reino
se
durmieron
también.
El
pan
seguía
en
el
horno,
el
cuero
del
zapatero
seguía
en
el
banco,
los
rebaños
de
los
pastores
seguían
en
los
campos.
Todo
el
reino
cayo
bajo
la
influencia
de
un
hechizo
maligno.
Con
el
paso
del
tiempo,
el
castillo
se
vio
envuelto
en
una
masa
de
espinas
y
enredaderas.
Cualquiera
que
visitara
el
reino
desde
otra
tierra
era
incapaz
de
penetrar
en
la
profunda
espesura
de
espinas
toxicas.
Los
que
lo
intentaban
se
encontraban
con
una
muerte
segura.
Así
fue
durante
cien
anos.
Un
día,
un
joven
príncipe
de
una
tierra
lejana
salió
de
caza
y
se
encontró
con
el
castillo
cubierto
de
maleza.
Un
anciano
le
hablo
de
la
situación
de
la
joven
y
bella
princesa
que
se
encontraba
en
el.
Algo
le
conmovió
profundamente;
supo
que
podía
y
debía
salvar
a
la
princesa
y
al
reino.
Anuncio
sus
intenciones
a
su
madre
y
a
su
padre,
al
rey
y
a
la
reina,
y
a
toda
la
corte.
Le
prohibieron
emprender
esta
búsqueda,
sabiendo
que
encontraría
una
muerte
segura.
Respondió
simplemente:
"No
tengo
miedo,
rescatare
a
la
bella
princesa".
Y
así
sucedió.
Sin
ningún
temor
en
su
corazón,
las
espinas
no
tuvieron
poder
sobre
el
príncipe;
al
acercarse
al
castillo,
se
separaron
ante
el.
Encontró
a
la
princesa
123
tumbada
en
su
lecho;
quedo
asombrado
por
su
radiante
belleza.
Se
arrodillo
y
la
besó.
La
princesa
se
despertó,
y
con
ella
todo
el
reino;
todos
se
casaron,
el
reino
recupero
la
salud,
la
prosperidad
y
la
paz,
y
todos
vivieron
felices
para
siempre.
La
mayoría
de
ustedes
reconocerá
esta
historia
de
la
Bella
Durmiente
o
de
la
Rosa
de
Briar.
Es
un
cuento
que
se
cuenta
a
los
niños
de
todo
el
mundo
desde
hace
siglos,
para
grabar
en
sus
almas
los
caminos
del
mundo
y
darles
valor.
Es
también
la
historia
de
"Covid-‐19"
si
sabemos
desentrañar
bien
sus
metáforas.
El
mundo
era
pacífico
y
prospero,
pero
estaba
claro
que
sin
un
verdadero
heredero
-‐
sin
una
verdadera
dirección-‐
el
mundo
no
podría
seguir
como
estaba.
Entonces,
como
de
la
nada,
una
humilde
rana
-‐representación
del
mundo
espiritual
en
los
cuentos
de
hadas-‐
informa
al
rey
y
a
la
reina
de
que
hay
un
camino
para
la
prosperidad
continua
y
la
fecundidad
de
la
tierra:
una
princesa
va
a
nacer.
La
pareja
real,
llena
de
alegría,
invita
a
las
doce
mujeres
sabias
a
celebrar
esta
noticia.
Las
doce
mujeres
sabias
representan
la
sabiduría
acumulada
del
universo.
Son
el
zodiaco,
el
ciclo
del
año
y
la
conexión
entre
el
cosmos
(todo
el
zodiaco)
y
la
tierra
(el
ciclo
del
año).
Pero
hay
una
decimotercera
mujer,
la
bruja
malvada.
En
los
cuentos
de
hadas,
las
brujas
suelen
ser
representadas
con
cuerpos
distorsionados
y
retorcidos,
ojos
amarillos
y
piel
cetrina.
Son
la
imagen
de
la
enfermedad,
la
encarnación
de
la
visión
materialista
de
la
vida.
Son
materia
caída,
de
ahí
que
sean
una
especie
de
arpía,
madrastra
o
figura
materna
débil.
Las
mujeres
sabias
son
la
visión
espiritual
de
la
vida,
las
brujas
o
mujeres
caídas
son
la
visión
materialista
de
la
vida.
La
duodécima
mujer
sabia
no
puede
deshacer
el
poder
de
la
maldición
de
la
bruja,
es
demasiado
poderosa;
de
hecho,
la
maldición
es
algo
por
lo
que
el
reino
debe
pasar
para
alcanzar
la
salud,
la
prosperidad
y
la
paz
en
un
nivel
superior
y
duradero.
Sin
embargo,
ella
puede
mitigar
su
poder.
Y
así
es.
El
mundo
entero
se
encierra.
Cualquiera
que
intente
rescatar
el
mundo,
cualquiera
que
señale
que
la
vida
no
tiene
por
que
ser
así,
es
despedazado
por
las
espinas
toxicas
que
engullen
el
reino.
El
mundo
entero
esta
maldito,
viviendo
como
en
un
sueño
o
un
hechizo,
la
maldición
del
materialismo
en
todas
sus
formas,
por
la
promesa
de
videojuegos
mas
rápidos.
Como
nosotros.
Pero
hay
una
salida,
un
camino
descubierto
por
el
príncipe
desde
una
tierra
lejana.
El
lo
expresa
claramente:
"No
tengo
miedo".
Sin
miedo,
guiado
por
el
amor,
se
puede
romper
la
maldición.
Se
puede
restaurar
el
mundo,
se
puede
aprender
la
lección,
se
puede
superar
el
materialismo,
actualmente
en
forma
de
teoría
de
virus
tóxicos
y
de
embelesamiento
con
Internet.
Podemos
hacerlo,
es
solo
un
hechizo,
no
es
real,
es
una
fantasía.
Todo
lo
que
tenemos
que
hacer
es
encontrar
valor
y
amor
en
nuestros
corazones
para
abrazar
la
verdad.
Eso
es
todo
lo
que
importa.
124
APENDICE
A
AGUA
Como
se
describe
en
el
capítulo
8,
el
agua
que
cura,
el
tipo
de
agua
que
han
consumido
todas
las
culturas
humanas
mas
sanas,
comparte
una
serie
de
características
específicas.
Para
reiterar,
el
agua
sana
esta
libre
de
todas
las
toxinas,
contiene
el
complemento
completo
de
minerales
y
esta
estructurada
mediante
la
sujeción
a
un
movimiento
de
vórtice
constante.
Como
resultado
de
este
movimiento
de
vórtice
constante,
el
agua
se
oxigena.
La
etapa
de
oxigenación
es
crucial
en
la
producción
de
aguas
curativas,
y
es
una
característica
de
las
aguas
curativas
mas
renombradas
del
planeta,
como
el
agua
de
Lourdes
y
del
río
Ganges.
Por
ultimo,
el
agua
se
"termina"
mediante
su
exposición
a
los
sonidos
y
frecuencias
de
la
naturaleza
a
lo
largo
de
su
recorrido.
Cuando
se
siguen
estos
pasos,
tenemos
un
agua
curativa
que
es
una
de
las
bases
fundamentales
de
la
salud
para
las
plantas,
los
animales
y
los
seres
humanos.
Proporcionar
un
agua
curativa
y
saludable
como
esta
debería
ser
un
requisito
básico
para
todos
los
hospitales,
hospicios
e
instituciones
curativas.
Resulta
interesante
que,
además
del
agua
que
bebemos,
esta
claro,
tanto
por
las
pruebas
históricas
como
por
las
investigaciones
modernas,
que
el
agua
con
la
que
nos
lavamos
y
bañamos
es
al
menos
tan
importante
como
el
agua
que
bebemos.
Este
punto
se
nos
hizo
evidente
a
raíz
de
la
experiencia
personal
y
al
observar
la
investigación
sobre
los
sistemas
de
agua
de
Ophora.
Ophora
es
una
innovadora
empresa
de
agua
situada
en
el
sur
de
California,
que
ha
desarrollado
una
técnica
para
tomar
cualquier
agua
municipal
o
de
pozo
y
limpiarla
de
todo
rastro
de
toxinas,
productos
farmacéuticos,
flúor,
cloro
e
incluso
microplasticos.
Que
sepamos,
ningún
otro
sistema
es
capaz
de
purificar
el
agua
a
este
nivel.
A
continuación,
el
agua
se
remineraliza
añadiendo
todos
los
minerales
conocidos
que
se
encuentran
en
el
agua
de
mar.
Después,
el
agua
se
hace
pasar
por
un
vórtice
de
cuarzo
rosa
y
se
oxigena
a
cuarenta
partes
por
millón
con
una
tecnología
propia.
Este
es,
con
mucho,
el
mayor
contenido
de
oxígeno
de
cualquier
agua
probada,
al
nivel
de
las
mas
raras
y
mejores
aguas
curativas
de
la
tierra.
El
agua
se
equilibra
con
el
pH
y
se
termina
exponiendo
el
agua
a
los
sonidos
de
la
naturaleza.
Los
estudios
realizados
con
personas
que
se
sumergen
en
esta
agua
oxigenada
y
beben
medio
galón
al
día
muestran
unos
resultados
sorprendentes.
En
primer
lugar,
la
saturación
de
oxígeno
de
los
tejidos
sube
inmediatamente
y
se
mantiene
en
los
niveles
mas
altos
hasta
doce
horas.
Se
trata
de
una
respuesta
de
saturación
de
oxígeno
mas
solida
que
la
que
se
obtiene
con
la
oxigenoterapia
hiperbárica,
una
estrategia
conocida
por
producir
muchos
efectos
terapéuticos.
En
segundo
lugar,
y
aun
mas
sorprendente,
la
medición
del
ángulo
de
fase
(PhA)
de
los
tejidos
también
aumenta.1
La
medición
del
ángulo
de
fase
nos
informa
del
nivel
de
hidratación
de
los
tejidos
y
es
en
realidad
una
indicación
de
la
edad
biológica
del
sujeto.2
El
PhA
es
una
medición
directa
de
la
integridad
de
la
membrana
celular.3
La
membrana
es
lo
que
estructura
el
agua
dentro
y
fuera
de
las
células.
La
membrana
es
el
lugar
donde
las
células
se
comunican
entre
sí
y
donde
se
crea
una
carga
eléctrica
para
que
la
célula
pueda
funcionar.
(Véase
el
capítulo
9
para
una
discusión
sobre
la
dieta
125
adecuada
para
la
integridad
de
la
membrana
celular).
La
medición
del
ángulo
de
fase
aumenta
a
las
pocas
horas
de
un
remojo
de
una
hora
en
un
baño
de
agua
oxigenada
y
purificada,
junto
con
la
ingesta
de
medio
galón
de
esa
agua
en
el
transcurso
de
un
día.
Además,
esta
mejora
en
el
ángulo
de
fase,
un
proceso
que
normalmente
requiere
meses
de
desintoxicación
y
la
mas
limpia
de
las
dietas,
parece
durar
algún
tiempo,
incluso
después
de
una
sola
sesión
de
remojo
e
hidratación.
Solo
se
puede
adivinar
la
mejora
de
la
calidad
de
la
hidratación
y
la
edad
biológica
de
la
persona
si
esto
se
convirtiera
en
una
practica
semanal
o
diaria.
Imagínese
los
resultados
que
conseguirán
los
hospitales
si
empezaran
a
tratar
con
agua
oxigenada
para
beber
y
bañarse,
en
lugar
de
poner
a
los
pacientes
en
respiradores.
Por
sus
niveles
de
pureza
y
oxigenación,
el
sistema
de
agua
Ophora
es
actualmente
el
único
sistema
que
podemos
recomendar
para
crear
aguas
terapéuticas.
Esto
plantea
un
dilema,
ya
que
para
la
mayoría
de
los
lectores
la
compra
de
un
sistema
Ophora
para
uso
domestico
o
la
compra
del
agua
directamente
a
Ophora
(Ophorawater.com)
resulta
prohibitiva.
Esta
claro
que
la
mejor
solución
sería
que
cada
ciudad
y
municipio
utilizara
varios
sistemas
de
agua
Ophora
para
producir
agua
saludable
para
sus
ciudadanos.
Los
propietarios
de
Ophora
estan
listos
y
preparados
para
ayudar
en
este
proyecto.
Para
la
ducha
y
el
bano
personales,
las
opciones
mas
sencillas
son
un
dispositivo
de
ducha
Ophora,
que
elimina
algunas
toxinas
del
agua
a
la
vez
que
la
oxigena
y
estructura,
junto
con
algún
tipo
de
filtro
o
sistema
de
osmosis
inversa
en
su
casa.
Otra
posibilidad
es
un
accesorio
de
ducha
Aquadea
para
su
ducha
o
bañera.
El
sistema
Aquadea
hace
pasar
el
agua
entrante
por
un
vórtice
de
implosión
de
alta
velocidad,
de
modo
que
esencialmente
succiona
el
agua
de
la
tubería
en
lugar
de
empujarla,
como
sucede
en
otros
casos.
(Así
es
exactamente
como
el
corazón
ayuda
a
mover
la
sangre,
a
través
de
la
succión
en
lugar
de
"empujar").
La
succión
se
confirma
fácilmente
poniendo
la
mano
sobre
el
agua
cuando
sale
del
cabezal
de
la
ducha.
En
lugar
de
que
la
mano
sea
empujada,
se
sentirá
que
la
mano
es
succionada
por
el
cabezal
de
la
ducha.
El
vórtice
creado
por
la
disposición
de
los
cristales
en
el
interior
de
la
alcachofa
de
la
ducha
crea
un
efecto
de
implosión
a
gran
velocidad,
un
efecto
que
impregna
el
agua
de
energía
y
vida.
Un
experimento
interesante
es
regar
un
grupo
de
plantas
con
agua
Aquadea
y
el
segundo
grupo
con
agua
normal.
Ducharse
bajo
un
cabezal
de
ducha
Aquadea
es
como
ducharse
bajo
una
cascada
y
bañarse
en
agua
Aquadea
es
como
bañarse
en
un
arroyo:
los
efectos
vigorizantes
son
similares.
Los
de
Aquadea
pueden
personalizar
el
tipo
de
cristales
que
utilizan
en
la
producción
de
su
cabezal
de
ducha
y
los
materiales
(normalmente
oro,
plata
o
bronce)
de
los
que
esta
hecho
el
cabezal.
El
sitio
web
drtomcowan.com
es
actualmente
el
distribuidor
en
Estados
Unidos
de
los
cabezales
de
ducha
Aquadea.
Hay
una
variedad
de
opciones
mas
asequibles
para
los
sistemas
de
filtración
domésticos
que
podrían
combinarse
con
un
cabezal
de
ducha
Aquadea.
Una
buena
opción
para
el
reparto
de
agua
a
domicilio
es
Mountain
Valley
Spring
(mountainvalleyspring.com),
que
tiene
servicio
de
entrega
en
todo
el
país
y
utiliza
solo
botellas
de
vidrio.
Castle
Rock
(castlerockwatercompany.com)
embotella
agua
en
vidrio
y
esta
disponible
en
tiendas
de
todo
el
país.
Una
forma
126
sencilla
de
mineralizar
y
oxigenar
estas
aguas
recomendadas
es
llenar
un
vaso
de
ocho
onzas,
añadir
una
pizca
de
sal
marina
sin
refinar
y
remover
con
una
cuchara
de
mango
largo,
haciendo
un
vórtice.
Remueva
en
una
direccion
y
luego
invierta
para
remover
en
la
otra
dirección,
repitiendo
varias
veces.
APENDICE
B
BIOGEOMETRIA
Y
MITIGACION
DE
EMF
Lo
interesante
y
sorprendente
del
estado
actual
de
la
conciencia
humana
es
que
lo
que
generalmente
llamamos
ciencia
es
en
realidad
una
serie
de
supersticiones
irracionales
fácilmente
refutables.
He
aquf
un
sencillo
ejemplo
de
tal
superstición,
que
una
vez
corregida
tiene
la
clave
para
protegernos
a
nosotros
mismos
y
a
toda
la
naturaleza
de
los
efectos
nocivos
de
los
CEM.
Empieza
por
hacerte
a
ti
mismo
o
a
tus
amigos
la
sencilla
pregunta:
¿tiene
la
forma,
el
diseño
y
el
patrón
de
algún
objeto,
y
la
calidad
de
los
materiales
que
hacen
esta
forma,
el
diseño
o
el
patrón,
un
efecto
sobre
las
energías
invisibles
de
los
seres
vivos?
La
ciencia,
al
menos
la
medicina,
tiene
claro
que
esa
idea
es
un
disparate
no
científico.
Si
un
medico
en
un
congreso
de
medicina
convencional
sugiriera
que
se
puede
poner
una
forma
geométrica
sobre
un
ser
humano
o
colocar
una
forma
geométrica
cerca
de
un
ser
humano
para
producir
un
efecto
terapéutico,
sería
el
hazmerreír.
Sin
embargo,
pensemos
en
el
violín
Stradivarius,
ampliamente
considerado
el
mejor
violín
jamás
fabricado,
algunos
de
los
cuales
se
venden
por
decenas
de
millones
de
dólares.
¿Que
es
este
violín?
En
pocas
palabras,
es
una
forma
geométrica
especifica
hecha
de
un
material
específico
llamado
madera
de
luna
(madera
cosechada
durante
la
luna
menguante,
cuando
la
savia
de
los
arboles
esta
en
su
punto
mas
bajo)
que
de
alguna
manera
forma
ondas
sonoras
invisibles
en
una
música
inigualable.
El
sonido
de
esta
forma
específica,
fabricado
con
este
material
específico,
produce
ha
sido
apreciado
durante
siglos
por
los
violinistas
de
todo
el
mundo.
Al
parecer,
la
forma
y
el
material
de
este
violín
específico
son
capaces
de
moldear
ondas
sonoras
invisibles
para
crear
la
música
mas
exquisita.
Solo
una
mente
completamente
acientífica
podría
concluir
que
este
es
el
único
ejemplo
en
la
naturaleza
en
el
que
la
forma,
los
patrones
y
la
forma
hecha
de
un
material
específico
afecta
a
la
energía
que
ahora
sabemos
que
anima
la
vida.
La
realidad
es
que
este
proceso
de
la
forma,
el
patrón
y
el
material
que
afecta
a
la
energía
que
nos
rodea
es
la
norma
y
no
una
ocurrencia
inusual.
Es
la
base
de
la
ciencia
"sagrada"
en
todo
el
mundo,
incluso
desde
la
época
en
que
los
humanos
vivían
en
cuevas
y
tallaban
formas
geométricas
en
sus
paredes.
Desde
nuestros
primeros
días,
a
través
de
las
formas
de
las
pirámides,
los
monumentos
y
la
escultura,
los
humanos
han
estado
trabajando
con
el
material
y
la
forma
para
crear
efectos
en
la
vida
que
les
rodea.
Solo
los
"científicos"
materialistas
modernos
e
irracionales,
cuyas
ideas
están
formadas
principalmente
por
la
superstición,
niegan
que
estos
efectos
sean
reales.
127
La
biogeometría
es
sencillamente
la
ciencia
que
estudia
como
la
forma
y
los
patrones
combinados
con
ciertos
materiales
moldean
la
energía
del
mundo
que
nos
rodea.
El
resultado
de
esta
conformación
es
un
efecto
beneficioso
o
perjudicial
para
todas
las
formas
de
vida,
incluidos
los
seres
humanos.
Al
vivir
en
una
época
en
la
que
el
smog
eléctrico
va
en
aumento,
sin
que
se
vislumbre
el
fin
del
nivel
de
contaminación
al
que
estamos
expuestos,
es
imperativo
que
todos
nuestros
lectores
exploren
las
estrategias
y
técnicas
que
ofrece
la
biogeometría
para
mitigar
estos
efectos.
Con
esto
no
se
pretende
sugerir
que
la
instalación
de
satélites
y
torres
5G
este
bien
si
utilizamos
la
biogeometría
para
mitigar
sus
efectos;
esto
no
es
en
absoluto
cierto.
Hay
que
detener
estas
instalaciones
insanas.
Al
mismo
tiempo,
ahora
mismo,
todo
el
mundo
puede
y
debe
aprovechar
la
ciencia
de
la
biogeometría
para
hacer
frente
a
la
actual
contaminación
electromagnética
a
la
que
nos
enfrentamos.
No
se
pretende
faltar
al
respeto
a
las
numerosas
empresas
que
utilizan
ondas,
patrones,
formas
y
otras
técnicas
para
mitigar
los
efectos
de
los
CEM.
Algunas
de
ellas
son
útiles.
Sin
embargo,
basándonos
en
estudios
con
plantas,
animales
y
humanos,
como
así
como
nuestra
experiencia
personal,
las
estrategias
utilizadas
por
la
biogeometría
destacan
por
encima
de
todas
las
demás
en
cuanto
a
su
seguridad
y
eficacia.
Por
ejemplo,
a
finales
de
la
década
de
1990,
el
Proyecto
Nacional
de
Investigación
de
Enfermedades
Hepáticas
de
Egipto
emprendió
un
estudio
de
pacientes
con
hepatitis
C
y
enzimas
hepáticas
elevadas.
Aunque
la
mayoría
afirma
que
la
hepatitis
C
es
una
enfermedad
viral,
la
elevación
de
las
enzimas
hepáticas
no
argumenta
la
presencia
de
un
virus,
sino
que
indica
alguna
toxina
que
esta
afectando
a
la
salud
del
hígado.
En
este
estudio
se
pidió
a
los
participantes
que
llevaran
un
colgante
de
biogeografía,
que
utilizaran
un
placebo
o
que
siguieran
la
terapia
antiviral
convencional.
Los
investigadores
siguieron
la
evolución
de
las
enzimas
hepáticas
en
los
seis
meses
posteriores
a
la
intervención.
La
directora
del
estudio,
la
Dra.
Tasha
Khalid,
anuncio
en
la
televisión
saudí
que
los
resultados
mostraban
que
el
90%
de
los
participantes
que
usaron
los
colgantes
de
biogeometría
tuvieron
una
reducción
de
las
enzimas
hepáticas
en
los
primeros
seis
meses.
Esto
contrasta
con
la
reducción
del
50
por
ciento
de
los
que
utilizaron
el
tratamiento
convencional
y
del
20-‐30
por
ciento
de
los
del
grupo
placebo.1
Se
trata
de
un
resultado
extraordinariamente
positivo
para
una
intervención
tan
sencilla
y
barata,
que
debería
ser
objeto
de
seguimiento
con
otros
estudios
sobre
otras
enfermedades.
La
mejor
manera
de
utilizar
la
biogeometría
es
convertirte
tu
mismo
en
un
practicante
de
biogeometría.
Puedes
hacerlo
poniéndote
en
contacto
con
el
Instituto
Vesica
e
inscribiéndote
en
sus
clases
online
(vesica.org).
La
siguiente
opción
es
ponerse
en
contacto
y
trabajar
con
un
practicante
de
biogeometría
formado
que
pueda
iniciarte
en
la
mitigación
de
tu
espacio
personal,
incluso
ayudándote
a
encontrar
dispositivos
de
protección
personal
que
puedas
utilizar.
El
ultimo
enfoque,
que
es
el
que
menos
debería
utilizar
todo
el
mundo,
es
comprar
el
L90
y
los
colgantes
de
bioemisores
del
sitio
web
vesica.org
y
utilizarlos
como
se
indica
todo
el
tiempo.
El
sitio
web
vesica.org
tambien
recoge
el
fascinante
trabajo
de
Ibrahim
Karim,
que
consiguió
mitigar
los
efectos
de
las
antenas
de
radio
en
el
campanario
de
una
iglesia
de
Hemberg
(Suiza),
utilizando
diversas
formas
colocadas
estratégicamente
en
la
iglesia
y
las
casas
cercanas.2
128
Además,
hay
muchas
precauciones
de
sentido
común
que
todo
el
mundo
puede
tomar.
Si
utiliza
un
teléfono
móvil,
redúzcalo
al
mínimo
y
no
se
lo
ponga
nunca
en
la
oreja.
Tenga
una
línea
telefónica
fija
en
su
casa
para
el
uso
regular
del
teléfono.
Si
es
posible,
utilice
Internet
por
cable,
no
por
Wi-‐Fi.
Al
menos,
apague
el
Wi-‐Fi
por
la
noche.
No
dejes
que
tu
compañía
de
servicios
instale
un
contador
inteligente;
a
menudo
hay
que
pagar
una
cuota
por
mantener
un
contador
analógico
antiguo,
pero
merece
la
pena.
Mientras
duermes,
tu
dormitorio
debe
estar
libre
de
electro-‐smog.
Apague
los
fusibles
de
todo
el
cableado
de
su
dormitorio
por
la
noche;
incluso
puede
hacer
que
un
electricista
instale
un
interruptor
para
hacerlo
cerca
de
su
cama.
No
tenga
un
despertador
eléctrico
en
su
mesilla
de
noche,
cerca
de
su
cabeza.
Utiliza
en
su
lugar
un
despertador
a
pilas.
Evita
los
coches
eléctricos,
las
luces
fluorescentes
y
compactas,
los
electrodomésticos
"inteligentes"
y
los
aparatos
de
ejercicio
que
funcionan
con
electricidad.
Sobre
todo,
pase
un
tiempo
cada
día
al
aire
libre,
lejos
de
las
antenas
-‐
en
un
parque,
en
una
granja
o
en
el
bosque-‐
para
dar
a
su
cuerpo
el
descanso
que
necesita
de
la
contaminación
por
CEM.
APENDICE
C
¿QUÉ
COMER?
Una
dieta
saludable,
que
le
ayude
a
mantener
sus
geles
celulares,
le
proporcione
la
máxima
energía
y
le
proteja
al
máximo
de
los
CEM,
no
requiere
ninguna
renuncia.
No
es
necesario
llevar
una
dieta
seca
e
insípida,
sino
que
se
puede
disfrutar
de
una
variedad
de
alimentos
deliciosos
y
satisfactorios.
Lo
que
hay
que
hacer
es
prestar
atención
a
la
calidad
y
a
los
métodos
de
preparación.
En
otras
palabras,
hay
que
pensar
cuidadosamente
en
cada
bocado
de
comida
que
nos
llevamos
a
la
boca.
En
las
culturas
tradicionales,
comían
los
alimentos
que
tenían
y
sabían
instintivamente
como
prepararlos;
no
tenían
que
pensar
en
como
tener
una
dieta
saludable,
simplemente
ocurría
de
forma
natural.
La
marca
del
hombre
moderno
es
que
es
un
individuo,
y
ya
no
puede
depender
de
su
tribu
o
pueblo
para
tomar
decisiones
por
el.
Se
enfrenta
a
una
desconcertante
variedad
de
opciones,
especialmente
en
lo
que
respecta
a
los
alimentos
que
consume.
Tiene
que
vadear
la
miríada
de
ofertas
de
alimentos
procesados
(muchos
de
ellos
adictivos)
y
también
desconfiar
de
la
desinformación,
sobre
todo
de
la
que
proviene
de
la
clase
medica;
tiene
que
evitar
caer
en
una
dieta
de
alimentos
industriales
al
tiempo
que
se
aleja
de
las
dietas
extrañas
e
inventadas
y,
sobre
todo,
de
las
dietas
bajas
en
grasas
que
son
imposibles
de
seguir.
En
cuanto
a
la
calidad,
evite
los
alimentos
cultivados
industrialmente.
Algún
día
todo
el
mundo
"tendrá
una
granja",
lo
que
significa
que
todo
el
mundo
conocerá
a
un
agricultor
particular
basado
en
la
hierba
al
que
comprara
la
carne,
las
aves
de
corral,
los
huevos
y
los
productos
lácteos.
alimentos.
No
hay
forma
de
que
los
alimentos
animales
saludables
puedan
ser
criados
en
un
sistema
industrial.
Para
encontrar
estos
alimentos,
visita
realmilk.com,
o
ponte
en
contacto
con
la
delegación
local
mas
cercana
de
la
Fundación
Weston
A.
Price
(westonaprice.org).
129
En
el
caso
de
los
cereales
y
los
productos
agrícolas,
es
importante
comprar
productos
ecológicos,
especialmente
cuando
se
trata
de
productos
de
trigo.
Comprar
pan,
galletas
y
harina
ecológicos
garantiza
que
el
trigo
no
ha
sido
rociado
con
glifosato
justo
antes
de
la
cosecha.
Los
productos
ecológicos
estan
ahora
ampliamente
disponibles,
incluso
en
los
supermercados.
Un
recurso
importante
es
la
Gufa
de
Compras
publicada
por
la
Fundacion
Weston
A.
Price.
Actualizada
anualmente,
la
gufa
nombra
mas
de
1.600
productos
clasificados
como
"mejores"
o
puede
adquirirse
en
westonaprice.org.
Para
ver
las
recetas,
consulte
Nourishing
Traditions:
El
libro
de
cocina
que
desaffa
la
nutricion
polfticamente
correcta
y
a
los
dictocratas
de
la
dieta.
ADQUIRIR
LAS
GRASAS
CORRECTAS
En
primer
lugar,
debemos
adquirir
las
grasas
correctas,
ya
que
estas
ayudan
a
mantener
las
membranas
celulares
y
contribuyen
a
la
estabilidad
del
agua
estructurada
en
nuestros
tejidos;
el
tipo
correcto
de
grasas
transporta
vitaminas
fundamentales
que
sostienen
y
protegen
todos
los
sistemas
del
organismo.
En
lugar
de
margarinas
y
productos
para
untar
Utilice
mantequilla
en
su
lugar
En
lugar
de
aceites
de
cocina
Cocinar
en
manteca
de
cerdo
o
grasa
de
tocino
En
lugar
de
aderezos
comerciales
para
ensaladas
Hazlo
tu
mismo
con
aceite
de
oliva
y
vinagre
En
lugar
de
Cool
Whip
Utiliza
nata
montada
de
verdad
En
lugar
de
crema
no
lactea
Utiliza
nata
de
verdad
o
media
nata
de
verdad
En
lugar
de
la
mayonesa
comercial
Haga
su
propia
mayonesa
o
utilice
una
mayonesa
a
base
de
aceite
de
coco
En
lugar
de
salsas
comerciales
Hazlo
tu
mismo
usando
crema
agria
y
otros
ingredientes
En
lugar
de
patatas
fritas
Crujiente
de
chicharrones
de
cerdo
En
lugar
de
las
tfpicas
galletas
saladas
Encuentre
galletas
hechas
con
aceite
de
palma
o
de
coco
130
En
lugar
de
procesar
Disfruta
del
queso
natural
y
del
salami
artesanal
Los
edulcorantes
refinados,
la
perdición
de
la
dieta
moderna,
deben
reducirse
al
mínimo,
;sabemos
que
es
difícil!
Los
edulcorantes
refinados
incluyen
el
azúcar,
el
jarabe
de
maíz
de
alta
fructosa,
el
jarabe
de
agave,
la
glucosa
y
la
fructosa.
Descubriras
que
comer
las
grasas
adecuadas
te
ayudara
a
reducir
tus
antojos.
Y
no
tienes
que
privarte
por
completo.
Los
postres
caseros
elaborados
con
edulcorantes
naturales
estan
bien
con
moderacion.
Coma
los
alimentos
dulces
despues
de
una
comida
para
que
no
provoquen
una
montana
rusa
de
azucar
en
la
sangre.
GRANOS
En
lugar
de
edulcorantes
refinados
Utilice
edulcorantes
naturales
como
el
jarabe
de
arce,
el
azúcar
de
arce,
la
miel
cruda
sin
filtrar
y
la
rapadura
(jugo
de
azucar
de
caña
deshidratado)
En
lugar
de
productos
comerciales
de
panaderfa
Hazlo
tu
mismo,
utilizando
ingredientes
reales
como
huevos,
mantequilla,
frutos
secos
y
edulcorantes
naturales
En
lugar
de
refrescos
Disfruta
de
la
kombucha,
el
kefir
y
otras
bebidas
lactofermentadas
(ahora
ampliamente
disponibles
en
los
supermercados).
Tenga
cuidado
de
elegir
las
que
tienen
un
bajo
contenido
de
azucar
En
lugar
de
caramelos
Comer
alimentos
reales,
como
queso,
salami
artesanal,
frutos
secos
y
fruta
fresca
En
lugar
del
helado
comercial
Haz
tu
propio
helado
con
nata
de
verdad,
yemas
de
huevo
y
un
edulcorante
natural
aperitivos
En
lugar
del
pan
del
supermercado
Utilice
la
guía
de
compras
de
la
WAPF
para
encontrar
pan
de
masa
madre
natural
sin
aceites
añadidos
En
lugar
de
patatas
fritas
Haz
tus
propias
patatas
fritas
al
homo
cocinadas
en
manteca
de
cerdo
o
grasa
de
pato
131
En
lugar
de
polio
frito
de
comida
rapida
Hagalo
usted
mismo,
frito
en
manteca
de
cerdo
Bollería,
pastelería,
rosquillas
Minimiza
lo
mejor
que
puedas
(;bebe
un
vaso
de
leche
cruda
en
su
lugar!)
Pizza
Reserva
para
un
capricho
especial,
no
todos
los
días,
y
pide
una
pizza
de
masa
fina
En
lugar
de
la
mayoría
del
pan
comercial
Haga
el
esfuerzo
de
obtener
un
autentico
pan
de
masa
madre
hecho
con
granos
organicos
SALSASYCONDIMENTOS
PRODUCTOS
LACTEOS
HUEVOS
CARNE
MARISCOS
En
lugar
de
sal
comercial
Utiliza
sal
sin
refinar,
toda
la
que
quieras
En
lugar
de
salsas
comerciales
con
alto
contenido
en
glutamato
Prepare
sus
propias
salsas
y
salsas
con
autentico
caldo
de
huesos
En
lugar
de
mezclas
de
condimentos
comerciales
Utilice
hierbas
reales
y
especias
orgánicas
En
lugar
de
leche
pasteurizada
y
ultrapasteurizada
Disfrute
de
la
leche
cruda
entera
de
vacas
alimentadas
con
pasto
En
lugar
de
queso
fundido
Coma
queso
de
verdad,
preferiblemente
de
leche
cruda
En
lugar
de
yogur
comercial
azucarado
Haga
su
propio
yogur
o
use
yogur
natural
entero
En
lugar
de
mantequilla
producida
industrialmente
Comprar
mantequilla
de
pasto
En
lugar
de
huevos
comerciales
Compre
sus
huevos
a
un
granjero
que
crfa
a
las
gallinas
en
los
pastos
al
aire
libre
En
lugar
de
las
claras
de
huevo
solamente
Utilice
el
huevo
entero,
incluso
con
yemas
añadidas
En
lugar
de
came
criada
industrialmente
Comprar
came
alimentada
con
hierba
a
un
agricultor
En
lugar
de
productos
camicos
comerciales
Compre
salami
artesanal,
jamon,
tocino,
etc.
132
En
lugar
de
carnes
musculares
solamente
Coma
hígado
y
otras
carnes
de
organos
en
forma
de
pate,
terrinas,
scrapple,
salchichas
de
hígado,
etc.
En
lugar
de
pescado
y
marisco
de
piscifactoría
Disfrutar
del
pescado
y
el
marisco
salvaje
En
lugar
de
cereales
de
desayuno
extruidos
Hacer
gachas
cocidas,
remojadas
durante
la
noche
En
lugar
de
la
mayoría
de
las
galletas
comerciales
Elija
las
galletas
que
figuran
en
la
guía
de
compras
de
la
Fundacion
Weston
A.
Price
SUPLEMENTOS
ALIMENTOS
FERMENTADOS
En
lugar
de
aceite
de
pescado
Utilizar
aceite
de
hígado
de
bacalao
natural
(incluido
en
la
guía
de
compras
de
la
Fundacion
Weston
A.
Price)
En
lugar
de
vitamina
C
industrial
Utilizar
productos
en
polvo
de
alimentos
ricos
en
vitamina
C
En
lugar
de
vitaminas
sinteticas
Utiliza
alimentos
desecados
con
alta
densidad
de
nutrientes
como
el
corazon
desecado,
el
hígado,
las
ostras,
etc.
En
lugar
de
los
modemos
encurtidos
Utilizar
chucrut
crudo
y
otros
alimentos
lactofermentados
133