Emilio Carrillo. Encuentro Mensual - Online.Prácticas de Vida
Emilio Carrillo. Encuentro Mensual - Online.Prácticas de Vida
Emilio Carrillo. Encuentro Mensual - Online.Prácticas de Vida
PRACTICAS DE VIDA
Para ser semillas de la nueva humanidad y vivir con
serenidad y consciencia los acontecimientos actuales
Emilio Carrillo
http://emiliocarrillobenito.blogspot.com/
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4. En tu rutina de consumo, ¿compras artículos que no necesitas; productos y
servicios para resaltar tu estética y tu imagen; modas absurdas para enriquecer
a fabricantes a costa del trabajo esclavo de niños y adultos?: La Consciencia
representa abandonar el consumismo ciego y narcisista; desvincularte de
comprar más y más cosas en oferta; vivir cada momento con la plenitud de ti
mismo, apreciando los objetos y los sujetos tal como son; y dejando de
contaminar el planeta.
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10. Y la sonrisa y la vitalidad, ¿piensas que esto es un “valle de lágrimas” y te
pasas el día con el ceño fruncido, pesaroso, enfadado, huraño, cansado…? La
Consciencia enseña que la risa es algo muy serio y te llena de energía vital y
alegría de vivir, percibiendo que la Vida es el Milagro y que este planeta es un
Paraíso del que el ser humano no ha sido expulsado, sino al que él mismo
renuncia desde su egoísmo e inconsciencia.
11. Tus acciones, ¿son meras reacciones provocadas por los programas
informáticos y sistemas de creencias que han metido en tu cabeza?: La
Consciencia significa desconectar los automatismos que te han implantado (la
sociedad, los medios de comunicación, una educación que no es tal, la
familia…) y asegurarte de que las acciones que acometes son realmente tuyas
(sopesadas, sentidas…), tomándote el tiempo preciso de disquisición y
ponderación antes de actuar.
12. Tus relaciones con los demás, ¿se basan en la competencia, el juicio, la
crítica, el chismorreo, la mentira, el intento de dominio y control y la imposición
de tu manera de ver las cosas?: La Consciencia efectúa un giro completo al
respecto para interactuar desde la cooperación, la solidaridad, el respeto, la
compresión, la tolerancia, la empatía, la veracidad y el servicio. Una nueva
manera de relacionarnos que se forja en el día a día de tu cotidianeidad. Y que
te puede llevar, quizás, a la decisión de vivir en comunidades conscientes (eco-
aldeas y experiencias similares auto-gestionadas y auto-suficientes), que
procuran vivir conforme a los principios de la nueva humanidad, siendo, así,
semillas activas de esta. Pero también puede plasmarse en grupos y redes de
personas que, sin convivir en un mismo espacio, incluso viviendo a distancia en
el marco de las grandes ciudades, establecen entre si lazos fraternales de
comunicación, colaboración y acción consciente.
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15. Tu actitud antes las circunstancias cotidianas, ¿estas obsesionado con lo
que te pasa, crees en los problemas, te contrarían las dudas y rechazas las
“noches oscuras” y los sapos que aparecen en tu vida y en la de los demás? La
Consciencia le da la vuela a todo ello como a un calcetín, porque: lo importante
no es el “qué”, lo que pasa o deja de pasar, sino el “cómo” se vive el qué, lo
que depende enteramente de ti; los problemas no existen, pues en verdad son
experiencias-oportunidades que surgen para facilitar tu crecimiento personal;
las dudas son un regalo de la vida y no deberían paralizarte, sino servirte para
buscar, indagar, profundizar…; las “noches oscuras”, como Juan de la Cruz
mostró en su famoso poema, son factores de impulso para que te desarrolles
en consciencia y evoluciones espiritualmente: y esos sapos, si en vez de
rehusarlos, te acercas y los abrazas, verás, cual moraleja de los cuentos
infantiles, que son un regalo, una bendición.
16. Tu círculo de compasión, ¿se limita a tus seres queridos, amigos, familiares,
diversiones, aficiones y devociones, ese mini-escenario en el que te sientes
cómodo y que aplaude tus ocurrencias y gracias?: La Consciencia te aporta el
entendimiento de que la compasión o es universal o es otra cosa. Amplia tu
compasión: A toda la humanidad, sin fronteras de ningún tipo, actuando lo más
integralmente posible, que no caritativamente, ante la pobreza y ante todo tipo
de marginación y exclusión. Y a la Madre Tierra y a todas las formas de vida,
superando el ridículo especismo, derivado de creerte, como humano, superior,
y desplegando una amorosa Reverencia por la Vida en todas sus
manifestaciones.
17. Tu esperanza, ¿se limita a desear que las cosas vuelvan a ser como eran?
La Consciencia clama que, por favor, no: más de lo mismo, no: una humanidad
sufriente, deshumanizada, separada de los demás seres vivos, la Naturaleza y
el planeta… ¿No hemos tenido bastante? Lejos de esto, moviliza tu Esperanza
hacia una nueva humanidad, de la que cada uno nos convertimos activamente
en factor de arranque con nuestra ejemplaridad de vida en cada instante.
18. Ante el sufrimiento, las injusticias, los engaños, los abusos, los ataques a la
dignidad humana, el recorte de libertades, la creciente contaminación
electromagnética, el avance del estado policial-digital y la censura, la
vulneración de la intimidad por parte de gobiernos y corporaciones
multinacionales…, ¿te desentiendes desde el mirar para otro lado (no hay que
exagerar, tampoco tiene tanta importancia, mis intereses son otros…), el
sálvese quién pueda y pensando solo en tu seguridad, tu comodidad, tu hábitat
de confort, que ya tienes bastante con lo tuyo, o, lo que es todavía más grave,
en la fantasía insensata de que la espiritualidad nada tiene ver con eso?: La
Consciencia conlleva tu nítido compromiso en pro de la defensa y garantía de la
dignidad humana en toda sus expresiones, coadyuvando a paliar -por caminos
ajenos a la política y su dinámica y por novedosos senderos que incluyen la
desobediencia civil pacífica- tantos abusos, extralimitaciones, desigualdades,
arbitrariedades y atropellos individuales y colectivos, aunque esto pueda
representar poner en riesgo algo –o mucho- de ti mismo.
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19. Sobre la vida y su sentido, ¿sigues buscando el sentido de tu vida? La
Consciencia te limpia la mirada y te permite darte cuenta de que solo
encontrarás el sentido de tu vida cuando halles, en ti y en todo, el sentido de la
Vida y el orden natural que a toda la existencia aporta Aquello que no tiene
origen y es origen de todo lo originado -la Creación, el universo y la existencia-.
20. Y tu visión de la muerte, ¿le tienes miedo y la ves como el fin de la vida y
como algo trágico, casual e injusto? La Consciencia muestra que la muerte no
existe, que es un imposible, un fantasma de la imaginación humana. La vida es
un continuo. De la habitación de la vida en el plano físico pasamos, a través de
ese corredor que es el tránsito, a la habitación de la vida en el plano de luz,
donde recogemos la cosecha de lo que en la anterior encarnación hayamos
sembrado para, posteriormente, sin un tiempo determinado, volver a encarnar.
Nadie viene a este plano físico para quedarse. Y nadie lo abandona sino
exactamente cuándo corresponde, ni antes ni después, en función de las
experiencias que decidió desplegar. Por tanto, se acabó el miedo a la muerte
que provoca el miedo a la vida y la desconfianza hacia esta, viéndola como una
francotiradora que en cualquier momento te da el susto. Y terminó esa obtusa
pretensión de que, para evitar mi sufrimiento, las almas encarnadas en mis
seres queridos no deben irse de este mundo antes que la mía. ¡Cómo es posible
tanto ego.
21. Y por último, que no lo último, ante todo lo que acontece en tu vida, en la
de los demás y en el mundo, ¿vives sumido en la dinámica de la conformidad /
disconformidad?; ¿reaccionas automáticamente, sin darte ni siquiera cuenta,
con el acuerdo o el desacuerdo, mental y emocional?; ¿caminas por la vida con
la balanza en la mano, poniendo en un platillo aquello con lo que estás
conforme y te produce bien-estar y en el otro aquello con lo que estás
disconforme y te genera mal-estar? La Consciencia despeja tu visión para que
te percates de que actuar así representa una grave anormalidad. Es una
división falaz, porque la vida es una; y en su seno y fluir, todo, sin excepción,
tiene su sentido profundo. Estás abducido por esa dinámica por tu identificación
con el pequeño yo, que tiene una muy limitada capacidad para entender y
comprender la vida. Y el aferramiento a él es lo que ha instaurado en ti el
hábito de dirigir tus pensamientos, emociones, palabras y acciones a favor de
aquello con lo que el pequeño yo está de acuerdo; y en contra de aquello con
lo que está en desacuerdo. Pero tú eres mucho más que el pequeño yo. Y,
desde ahí, la Vida es una y no puede ser dividida. ¡Tira la balanza! Y saca de tu
vida el enorme trabajo y esfuerzo que has asumido inconscientemente de ser
magistrado-juez de la vida. El cultivo de la Presencia en cada instante del día de
lo que realmente eres en es lo que diluirá de manera natural la idea de estar
conforme o disconforme con la vida –personal y social- y sus avatares y
circunstancias. Esto precisa mucha atención y mantenernos en el aquí-ahora. Y
que la llama de la Compasión vibre con fuerza, para que la observación
objetiva, sin dualismos, no te convierta en u ser frío e indolente, absorto en ti
mismo e indiferentes al sufrimiento que afecta a los que están a tu alrededor.
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