Orar 293 Testigos de Esperanza

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 48

Guía para seguir y orientar por el camino de la ORACIÓN CRISTIANA

TESTIGOS DE
ESPERANZA

293 Año 2020 2


En este fascículo han intervenido, además de los autores citados,
el equipo de la revista dirigido por el P. Pedro Tomás Navajas, ocd. Dep. Leg. BU-213-1983 ISSN: 1336–1441

Dirección
Pedro Tomás Navajas
[email protected]
Diseño y composición
Germán Delgado
[email protected]
Edita Editorial MONTE CARMELO
Tel. +34 947 25 60 61 · Fax. +34 947 25 60 62 MONTE CARMELO

TESTIGOS DE
¡NECESITAMOS TESTIGOS DE ESPERANZA! Pri-
mero, a Dios, el gran testigo de esperanza. En la oración,

ESPERANZA
como trato de amistad con quien nos espera con su amor,
Dios escucha los gemidos de cada corazón y del corazón
de la humanidad. En el cruce de miradas esperanzado,
A los amigos y amigas de ORAR. que en eso consiste muchas veces la oración, Dios nos
invita a mirar: “Mira que hago un mundo nuevo” (Ap 21,
Os saludamos con el precioso saludo de Pablo a la co- 5). Dios nos sorprende cada día creando novedad.
munidad cristiana de Roma. “El Dios de la esperanza os
colme de todo gozo y paz en vuestra fe, hasta rebosar de ¡NECESITAMOS TESTIGOS DE ESPERANZA! A Je-
esperanza por la fuerza del Espíritu Santo” (Rom 15, 13). sús, porque con él ha entrado la esperanza en el mundo.
Jesús, vivo y presente en medio de nosotros, es nuestra
¡NECESITAMOS ESPERANZA! En los tiempos som- esperanza. Las miradas evangélicas nos permiten reco-
bríos en los que la oscuridad parece que lo envuelve rrer, de forma orante, la historia de personas que ven
todo y en los días luminosos. Cuando sonreímos ante colmada su esperanza en sus encuentros con Jesús. Al
las caricias de la vida y cuando sentimos la impotencia mirarle en la cruz vemos que la esperanza renace, en ella
frente al mal y la violencia que nos rodean. En las subidas nos llega la esperanza que salta hasta la vida eterna. En los
y bajadas de nuestros estados de ánimo. diálogos que mantenemos con Jesús por los caminos, él
realiza con nosotros terapias de esperanza. Cuando nos
¡NECESITAMOS ESPERANZA! Al comenzar la vida, “dejamos descolocar… por el grito de la Palabra viva y
cuando somos como un arroyo cantarín que va saltan- eficaz del Resucitado” (Papa Francisco, GE 137), su espe-
do de piedra en piedra, y en los finales de la misma, ranza resucitada llena de alegría el mundo entero.
cuando el dolor nos visita a nosotros o a los nuestros y
los segundos del reloj avanzan con una pereza lenta en ¡NECESITAMOS TESTIGOS DE ESPERANZA! A
largas noches de insomnio. En ese no sé qué que le pasa María, esperanza nuestra en el camino. A san José, que
a nuestra vida por dentro, que no entendemos ni en- nos enseña a acoger los sueños de Dios en el corazón. A
tienden los que nos rodean. En los días de trabajo y en tantos hermanos y hermanas, niños y ancianos, cargados
los días humillantes de paro en los que nadie se acerca a de alegría y llenos de coraje, que tienen ojos brillantes
contratarnos. Todos necesitamos esperanza. de esperanza y se mantienen erguidos en medio de las
pruebas, que son testigos con su vida de una cita de
¡NECESITAMOS TESTIGOS DE ESPERANZA! Por- eternidad: “Yo espero porque Dios siempre está con-
que en ocasiones hacemos alianzas con falsas esperanzas migo y me espera”. Unos a otros nos ayudamos a man-
que siempre nos defraudan. Porque a veces caminamos tener viva la esperanza. Nadie aprende a esperar solo.
junto a personas desilusionadas que, con sus palabras, Un ascua sola se apaga, necesita el calor de las otras para
nos inoculan el veneno del pesimismo y apagan nues- mantener el fuego encendido. Con ellos cantamos y ca-
tro entusiasmo: “Yo no espero nada, todo ha terminado minamos: “La noche sosegada en par de los levantes de
para mí. La vida no tiene sentido”. la aurora” (Juan de la Cruz).

página 2
pág. 4 EDUCAR EN LA ESPERANZA
pág. 30
CORAJE DEL CIEGO TESTIMONIOS DE
TESTIGOS DE UN REGALO QUE GRITABA ESPERANZA
ESPERANZA MOLESTANDO
ESPERANZA NUESTRA pág. 17 ATREVIMIENTO
DE LA MUJER QUE
MUERTE Y VIDA LUCHARON
CARTAS DE ESPERANZA
NUESTRA NIÑA ESPERANZA MIRADAS PERDÍA SANGRE AMAR, AMAR
EVANGÉLICAS HASTA QUE DUELA
LA ESPERANZA HECHA GENEROSIDAD
ORACIÓN - Pistas para andar el ESPERA INCANSABLE DE DE LA VIUDA QUE ECHÓ VERDIAZUL, EL COLOR
camino de la esperanza SIMEÓN Y ANA DOS CÉNTIMOS EN EL DE MI ESPERANZA
CEPILLO DEL TEMPLO REZUMANDO ESPERANZA
EDITH STEIN Y LA IMAGINACIÓN DE LOS
CONFIANZA EN DIOS AMIGOS DEL PARALÍTICO OCURRENCIA DE ZAQUEO ME SIENTO RESCATADO

¡EL MUNDO DE HOY NECESITA TESTIGOS DE “en par de los levantes de la aurora”. A él le abrimos
ESPERANZA! Nos necesita a cada uno de los ami- de par en par el corazón para recibir cada día semillas
gos y amigas de ORAR, que tejemos nuestros en- de esperanza. Con el Espíritu Santo damos razón de la
cuentros con Jesús con la “alegría de la esperanza” esperanza que hay en nosotros (cf 1Ped 3,8-17).
(Rom 12,12). Todos somos llamados a ser esperanza
para los demás. La manera de pensar esperanzada, Feliz aventura, amigos y amigas de ORAR. Feliz esperan-
los lenguajes con música de esperanza, los sueños za. Ojalá que estas páginas alienten vuestra esperanza
que mantienen en pie la vida, incluso las lágrimas en Dios, que no defrauda jamás.
compartidas… pueden generar esperanza.
¡FELIZ AVENTURA, AMIGOS!
¡NECESITAMOS AL ESPÍRITU! El alma de la esperan-
za es el Espíritu Santo. Él es el viento que mueve la vela Pedro Tomás Navajas - Director de ORAR
de nuestro barco para que llegue hasta la orilla de Dios [email protected]

“El viento del Espíritu sigue soplando.


Hay deseos, inquietudes,
sueños que desean traducirse en experiencia.
Creo que debemos favorecer tales experiencias,
también asumiendo el riesgo de cometer errores.
El peor error, en realidad, sería
quedarnos quietos y cerrados al futuro”
Saverio Cannistrà

página 3
SALMO
TESTIGOS
62: TÚDE
ERES
ESPERANZA
MI DIOS

página 4
ESPERAN
MI DIOS
ESPERANZA
NZA NUESTRA

TESTIGOS
SALMO DEERES
62: TÚ
RAFAEL MARÍA LEÓN, OCD

Os invito a contemplar a María, la madre del Señor, como mujer


de esperanza; virtud de la cual san Juan de la Cruz afirma que
“tanto alcanza cuanto espera”. Y, en María, toda su esperanza ha
quedado generosamente colmada por el Dios fiel.

María es la madre de la esperanza, la imagen más María no es una diosa, es enteramente humana. Es
expresiva de la esperanza cristiana. Toda su vida es una de nosotros; es la primicia de la humanidad re-
un conjunto de actitudes de esperanza. La Virgen es dimida. María es una mujer que ha dejado a Dios ser
modelo de esperanza, tal como aparece en el mag- Dios en su vida y en la cual el Espíritu Santo ha po-
níficat glorificando a aquel que cumple fielmente sus dido obrar con plena libertad, haciendo de ella una
promesas de salvación. filigrana de su gracia.
María es modelo también en la gozosa espera del Me emociona leer en san Pablo el cántico del
nacimiento de su hijo, con todo lo que la esperanza “Plan divino de salvación” (Ef 1,3-10), en el que
conlleva de preparación, de paciencia, de entusias- me siento invitado a bendecir a Dios, el Padre de
mo, de expectación y de alegría. Nuestro Señor Jesucristo, por tantas bendiciones
y, en especial, por el diseño amoroso de su gracia,
La Virgen nos inspira plena confianza para pedirle
llamándonos a ser “santos e inmaculados en su
que nos enseñe a esperar con paciencia, a confiar,
presencia, por el amor”.
con la certeza de saber que Dios “no tarda” en cum-
plir lo que promete. La Virgen, “santa e inmaculada”, nos precede en
lo que Dios ha soñado para toda la humidad que,
En el Cenáculo, María, con su presencia y su plega-
como primicia, vemos ya realizado en ella. María,
ria, reforzó y animó la oración y la esperanza de los
“a priori”, como privilegio singular y, en atención
discípulos para que recibieran el Espíritu Santo, la
a los méritos de Cristo, ha sido constituida “santa
promesa de Jesús. Junto a la cruz de Jesús, cuando
e inmaculada” desde el primer instante de su con-
Dios parece eclipsarse por culpa del mal del mundo,
cepción. También nosotros, “a posteriori”, de igual
María sigue confiando.
manera, por la sangre de Cristo, somos llamados a
Así también los cristianos apelamos a la solicitud compartir con María su misma condición gloriosa,
maternal de María; rezamos a María y rezamos con siendo, como ella, en la presencia de Dios, “santos e
María para llegar a ser hombres y mujeres de espe- inmaculados por el amor”.
ranza, para esperar el mañana de Dios.
Además, María es prototipo y modelo acabado de
Pero, además, María es, ciertamente, la gran señal de la Iglesia, y en ella contemplamos realizado lo que
nuestra esperanza. Por eso, y con toda razón, en la anhelamos y deseamos alcanzar. Por tanto, la con-
salve llamamos a María “esperanza nuestra”. Mujer de templación del misterio de María es gozar ya, en es-
esperanza, que se alimenta de escucha, contemplación peranza de fe, la gloria futura, mientras invocamos
y paciencia, para que maduren los tiempos de Dios. a María con toda razón, “ESPERANZA NUESTRA”.

página 5
TESTIGOS DE ESPERANZA

NUESTRA
NIÑA
ESPERANZA MARÍA DANIELA BILÓ, OCDS

A veces vivimos tan inmersos en nuestros deseos o proyectos, tan


vueltos sobre nosotros mismos, que olvidamos el origen: “¡Oh, Vida
de mi vida y sustento que me sustentas!”, rezaba Teresa de Jesús.
El místico y el poeta, con pocas palabras o versos, nos ayudan a
recuperar la unidad, a redireccionar y alzar la mirada.

Esa magia tiene la poesía de Charles Pierre Péguy, ‘el Si Dios no se anticipara, y si él no nos ‘adentrara’ en
poeta de la esperanza’ del siglo XX, que recuerda su propio corazón, no podríamos esperar con ta-
asombrado: lante teologal, sintiéndonos peregrinos, con los ojos
en lo que de verdad importa y dura para siempre.
“Dios puso su esperanza en nosotros.
Pasado, presente y futuro se condensan en el acto
Él comenzó. […] Dios nos confió a su Hijo… de esperar, nos ponen en pie, nos ayudan a avanzar
Él ha hecho depender de nosotros a su Hijo, gustando el ‘ya’ de la vida eterna en el cielo del alma,
nuestra salvación y aun su esperanza misma, en las cosas buenas de la vida, en el amor de los
¿y no vamos a poner nosotros otros, en la entrega sin condiciones. Sin apoltronar-
nos en ningún recodo del camino, sin abandonarnos
nuestra esperanza en él?” (Charles Péguy)
a la desesperanza, sin vivir ciegos a las esperanzas
cotidianas de nuestros hermanos, de las que somos
“El Señor nos primerea” (EG 24), nos precede, nos
responsables.
aguarda, nos espera desde siempre y para siempre.
En esta tierra divina y fecunda se enraíza la esperan- Pero hay que ‘hacerse capacidad’. Vaciarse de sí
za cristiana. Esperanza de cielo, “que tanto alcanza para dejar que nos habite la esperanza eterna de
cuanto espera” (Juan de la Cruz), y esperanza de Dios. Esa es nuestra tarea. Alimentar la llama de la
tierra: “¡Sea bendito por siempre, que tanto me es- esperanza con el aceite de los deseos. Convertir-
peró!” (Teresa de Jesús). se en deseo, desear con el deseo mismo de Dios.

página 6
TESTIGOS DE ESPERANZA
Para poder esperar “contra toda esperanza”, y atra-
vesar la noche del alma “encubridora de las espe-
ranzas de la luz del día” (Juan de la Cruz, 2N 9,8),
llenando nuestra memoria del manso y amoroso
“recuerdo de Dios” (Juan de la Cruz, LB 4,7).
La esperanza teologal, nuestra niña esperanza,
como la llamaba Charles Péguy, nos ayuda a hacer
este camino entre el tiempo y la eternidad. La es-
peranza que viene de Dios es creativa, libre, ale-
gre. Camina por el mundo de la mano de sus dos
hermanas mayores, la fe y la caridad. Parece ser la
más débil, y sin embargo es ella, la pequeña, la que
conduce a sus dos hermanas adultas.

La esperanza es una virtud


eternamente niña. Por eso,
para poder vivir de esperanza,
hay que hacerse niños. Vivir la
vida gozando de la gratuidad,
de la novedad, de la frescura
de la inocencia. Sin agobio por
el pasado, sin tensión obsesiva
por el futuro. Aprendiendo
a descubrir la eternidad en
el tiempo, la plenitud del
momento presente en el que
‘ya’ podemos gozar y hablar
nada menos que con Dios.
Con tenacidad, pero paso a paso. Sin escatimar es-
fuerzos, pero como el que ‘juega’. Como los niños
que empiezan una y otra vez y disfrutan del camino.
Entonces, más allá del paso del tiempo, la esperanza
se conservará siempre niña, sin amargura en el ros-
tro, sin la herida de la desazón o del desencanto, ¡sin
las marcas que deja el tiempo vivido sin esperanza!

página 7
TESTIGOS DE ESPERANZA

A veces la niña esperanza camina lentamente, otras


veces corre para llegar, pero nunca se detiene, nunca
calcula, no ahorra pasos ni penas, grávida de sabidu-
ría, de fe y amor, sedienta de Dios y al mismo tiempo
LA
satisfecha. La esperanza mira todo y a todos con la
inocencia del niño que nunca desconfía del AMOR,
el que habita toda la creación, el que nos recogerá
en un abrazo final cuando lleguemos todos juntos a
su casa. Así es la esperanza de Dios que nos habita.
Ella sabe dormir confiada en los brazos del Padre,
sabe descansar, reposar, abandonarse, soltar… Por
eso, para vivir de esperanza hay que aprender a
dormir, a olvidar, a ‘no hacer nada’, a callar… su-
surrando solo al oído de Dios nuestra esperanza
inquebrantable. El que esto no aprende, es infiel a
la esperanza. Y su vigilia no es la del que aguarda
con amor a que vuelva el AMIGO, el ESPOSO. Es
la vigilia del ‘avaro’ que calcula sus días, sus obras y
sus preocupaciones, mordido una y otra vez por la
ponzoña de la desconfianza o la autosuficiencia.
No pensemos que la niña esperanza, en la cuna de
la noche y la confianza, es ingenua o necia. Ella es
plenamente humana y divina. Es tierra y es gracia.
Es simplemente agua de la que Dios hace brotar el
manantial de las corrientes de la vida, nueva y pura.
Porque Dios crea y recrea nuestra esperanza: del
agua saca vino nuevo, del lodo, agua clara y limpia.
Por eso nuestra niña esperanza es ‘la ESPERANZA’
que ¡tanto alcanza cuanto espera!
La esperanza, ella sola, es capaz de reflejar cómo
es nuestro peregrinar junto a Jesús. Es un espejo de
la vida teologal que dinamiza nuestro camino cre-
yente. En su humildad, en su fortaleza y paciencia,
en su pobreza y fecundidad, en su infancia y sabidu-
ría, en su sueño de entrega y confianza, es la llama
que arde siempre sin consumirse, la que atravesará
como una antorcha las tinieblas del tiempo, del ol-
vido o de la noche, la que irradiando su luz, por
donde pase abrirá un camino hasta arroparnos en
las entrañas de Dios, abrasados y abrazados por su
amor eterno.

página 8
TESTIGOS DE ESPERANZA
ESPERANZA
HECHA
ORACIÓN
San Juan de la Cruz, Dichos de Luz y Amor 26-27

Nuestro tiempo, inmerso en una


crisis de esperanza y aquejado
del mal de la tristeza, puede
encontrar en el místico Juan de la
Cruz la posibilidad de vestirse con
el traje verde de la esperanza.
Los que buscan a Dios como
peregrinos de esperanza
encuentran asombrados el
testimonio de Juan de la Cruz:
“La esperanza de Dios en el hombre,
fundamento del esperar humano”.
Esta es la música que recorre la
oración de “Alma enamorada”.
página 9
TESTIGOS DE ESPERANZA

¡Señor Dios, amado mío! Si todavía te acuerdas de


mis pecados para no hacer lo que te ando pidiendo,
haz en ellos, Dios mío, tu voluntad, que es lo que
yo más quiero, y ejercita tu bondad y misericordia
y serás conocido en ellos. Y si es que esperas a
mis obras para por ese medio concederme mi
ruego, dámelas tú y óbramelas, y las penas que tú
quisieras aceptar, y hágase. Y si a las obras mías
no esperas, ¿qué esperas, clementísimo Señor
mío? ¿Por qué te tardas? Porque si, en fin, ha de
ser gracia y misericordia la que en tu Hijo te pido,
toma mi cornadillo, pues le quieres, y dame este
bien, pues que tú también lo quieres.
¿Quién se podrá librar de los modos y términos bajos
si no le levantas tú a ti en pureza de amor, Dios mío?
¿Cómo se levantará a ti el hombre, engendrado y
criado en bajezas, si no le levantas tú, Señor, con la
mano que le hiciste?
No me quitarás, Dios mío, lo que una vez me diste
en tu único Hijo Jesucristo, en que me diste todo lo
que quiero. Por eso me holgaré que no te tardarás
si yo espero.
¿Con qué dilaciones esperas, pues desde luego
puedes amar a Dios en tu corazón?
Míos son los cielos y mía es la tierra; mías son las
gentes, los justos son míos y míos los pecadores;
los ángeles son míos, y la Madre de Dios y todas
las cosas son mías; y el mismo Dios es mío y para
mí, porque Cristo es mío y todo para mí. Pues ¿qué
pides y buscas, alma mía? Tuyo es todo esto, y todo
es para ti. No te pongas en menos ni repares en
meajas que se caen de la mesa de tu Padre.
Sal fuera y gloríate en tu gloria, escóndete en ella y
goza, y alcanzarás las peticiones de tu corazón.

página 10
TESTIGOS DE ESPERANZA
PISTAS PARA ANDAR EL
CAMINO DE LA ESPERANZA
Gabriel Castro, OCD

Invoca al Señor con verdad. ¡Señor Dios, amado mío! ni tienes excusas, en este mismo instante puedes amar.
Tu punto de partida ha de ser siempre tu necesidad Aunque no puedas hacer ninguna otra cosa, para eso
más profunda, lo que siempre andas pidiendo y de- no estás impedido.
seando. “Si todavía te acuerdas de mis pecados para
Aunque te paralicen todas las impotencias y debilida-
no hacer lo que te ando pidiendo, haz en ellos, Dios
des, todas las minusvalías y todas las trabas internas y
mío, tu voluntad, que es lo que yo más quiero, y ejerci-
externas, una cosa puedes hacer: amar ahora. Dedíca-
ta tu bondad y misericordia y serás conocido en ellos”.
te a ello, ponte a la tarea. Tu corazón no está imposi-
Tanto como lo que esperas tú del Señor, espera él de ti. bilitado, tu corazón siempre está libre para ese trabajo.
¿Qué puede esperar de ti? ¿Qué obras piensas que pue-
La esperanza tiene que pasar por la conciencia de ha-
de esperar el Señor de ti: obras, actitudes, palabras? “Y
berlo recibido todo ya: De que nada te falta en Cris-
si es que esperas a mis obras para por ese medio con-
to, de que su primicia te permite esperarlo todo y en
cederme mi ruego, dámelas tú y óbramelas, y las penas
algún modo; como se disfrutan los aperitivos o como
que tú quisieras aceptar, y hágase. Y si a las obras mías
se tienen las arras, ya posees el germen, lo que era tu
no esperas, ¿qué esperas, clementísimo Señor mío?”
necesidad, lo que le andabas pidiendo año tras año,
Parece que el Señor no espera tanto tus obras como día tras día. “Míos son los cielos y mía es la tierra;
algo diferente, ¿algo como qué? ¿Qué otra cosa pue- mías son las gentes, los justos son míos y míos los
de esperar él de ti? pecadores; los ángeles son míos, y la Madre de Dios
y todas las cosas son mías; y el mismo Dios es mío y
“¿Por qué te tardas?” ¿Por qué piensas que el Señor se
para mí, porque Cristo es mío y todo para mí”.
demora y no llega con lo que esperas? Repítele muchas
veces: ¿por qué te tardas? Observa que el “te tardas” “Pues ¿qué pides y buscas, alma mía?” Pides, buscas,
habla de su persona, “te tardas” tú, no tus dones o tus esperas algo que no esté contenido en esos bienes.
palabras… Tú eres quien me importa. Tú te tardas. No te bastan estos dones, estas posesiones. Disfrúta-
las primero y después pide otros, si es que te parecen
[…] “No me quitarás, Dios mío, lo que una vez me
poco, o te sientes algo frustrado por estas riquezas.
diste en tu único Hijo Jesucristo, en que me diste todo
lo que quiero. Por eso me holgaré que no te tardarás, “Tuyo es todo esto, y todo es para ti. No te pon-
si yo espero”. Nuestra esperanza condiciona su llega- gas en menos ni repares en meajas que se caen de
da. Si tú esperas, él no tarda… si tú esperas, él no se la mesa de tu Padre”. Que tu esperanza se dirija a lo
demora. Nuestra esperanza le afecta. Nuestro deseo más que se te ha prometido, no a migajas que no van
le condiciona, nuestra desidia le retrasa: “Con vues- a saciar tu hambre ni tu sed.
tra conducta santa y piadosa esperad y apresurad la
“Sal fuera y gloríate en tu gloria, escóndete en ella y goza,
venida del Señor” (2Pd 3,12).
y alcanzarás las peticiones de tu corazón”. Sal fuera de
“¿Con qué dilaciones esperas, pues desde luego pue- tus deseos de corto alcance, sal de tu círculo de cortas
des amar a Dios en tu corazón?” “Desde luego”, quiere expectativas a medio plazo y sin impulso, sal de tu corto
decir ahora, inmediatamente, desde este mismo mo- plazo y de tu corto alcance. No reduzcas aún más el
mento. Con el amor puedes activar siempre la espe- tamaño de tus esperanzas. Da alas a tu esperanza, “por-
ranza. No tienes disculpa para dilaciones o demoras, que esperanza de cielo tanto alcanza cuanto espera”.

página 11
TESTIGOS DE ESPERANZA

EDITH STEIN Y
LA CONFIANZA
EN DIOS
EZEQUIEL GARCÍA ROJO, OCD

La conversión de Edith Stein culmina tras la lectura del Libro de la


Vida de Teresa de Jesús en el verano de 1921 y con la recepción
del bautismo católico el 1 de enero de 1922. A partir de aquí su
existencia se fundamenta sobre un único pilar: Cristo.

página 12
TESTIGOS DE ESPERANZA
En él contempla la verdad que ilumina inteligen- Hay argumentos suficientes para fiarse del todo de
cia y corazón, que mueve la voluntad y alienta las Dios, para vivir en la alegre confianza del niño. Una
esperanzas en un entorno no siempre a su favor. decidida apuesta por la Providencia preside el día
Nuevas coordenadas steinianas orientan su vida a a día de la carmelita hebrea, desde la convicción
partir de ahora: “Cristo es el centro de mi vida y la de que “para el hombre creyente, el mundo es el
Iglesia de Cristo mi patria”. mundo de Dios; todo lo que existe ha sido creado
por Dios; todo lo que sucede, sucede según el plan
Es de admirar el cambio acaecido en la filósofa ju-
de Dios o, al menos, está previsto por Dios e in-
día. La firmeza de carácter, la autosuficiencia de
troducido en su plan”.
que hace gala, la seguridad con que se manejaba,
todo ello, una vez confesado al Dios de Jesucris- Desembocar en esta experiencia manifiesta el de-
to, se transfigura en entrega sencilla, en obediencia sarrollo de una fe acrisolada; expresa la convic-
serena, en humilde disponibilidad, en despreocupa- ción de sentirse sumergido en un amor más gran-
ción de cara al porvenir, en un constante agradeci- de, imposible de padecer menoscabo o abandono,
miento por lo que se le ha regalado. pues se sabe anclada en una esperanza inmune a
cálculos terrenales.
Ceder el protagonismo personal al Dios-Padre re-
velado en Cristo, descargar en él los agobios y las Nos lo refiere en su lenguaje filosófico: “Yo me sé
esperanzas, constituye la mejor expresión de una sostenido y este sostén me da tranquilidad y segu-
fe arraigada en el espíritu evangélico. ridad; ciertamente no es la confianza segura de sí
misma del hombre que, con su propia fuerza, se
Una VERDAD insospechada le salió al paso a la
mantiene de pie sobre un suelo firme, sino la seguri-
pensadora alemana, y desde entonces alumbrará el
dad dulce y feliz del niño que reposa sobre un brazo
camino recién estrenado, y que ella una y otra vez
fuerte”. Mirado desde los ojos de la fe, tanto el ser
se encarga de proclamar. En un momento en que
como el devenir del hombre son obra de Dios.
su futuro es del todo incierto, en que el horizonte
está amenazado por densos nubarrones, es cuando Precisamente cuando los golpes de la historia ad-
emerge reforzada la confianza en aquel que rige los quieren un cariz de máxima dureza con un cerco
destinos de la humanidad. Escribirá: “Dios sabe qué amenazante, la virtud de la esperanza permanece
planes tiene sobre mí. Por eso yo no necesito pre- intacta. Basten estos fragmentos de sendas cartas
ocuparme… En el fondo es una verdad pequeña y de los últimos meses: “Llenas de confianza todo
sencilla, la que siempre tengo que decir: ‘Cómo se lo dejamos a la Providencia y, tranquilas, seguimos
puede comenzar a vivir en las manos del Señor’”. adelante con nuestras obligaciones; así que lleva-
mos tranquilamente nuestra vida, y dejamos el fu-
Así pues, una vez que la fe tomó asiento en la ju-
turo a aquel que únicamente conoce la respuesta”.
día conversa, se dejará conducir con ánimo resuel-
to y confiado, como hacen los pequeños con sus Edith Stein descubrió la riqueza que supone ser hi-
padres. Conviene recordar que estamos ante una jos de Dios, y también la consecuencia que conlle-
persona inteligente, moderna, crítica, y que, sin va: vivir desde un espíritu de confianza en quien di-
embargo, no tiene reparos en depositar el devenir rige a su manera nuestro caminar por este mundo.
de su existencia en alguien que sabe cuida de ella En última instancia ¿qué significa ser hijo de Dios?
y que ampara su historia y la de sus congéneres. La respuesta suena así de convincente: “Caminar
Aunque heredera de la Ilustración, no se considera siempre de la mano de Dios, hacer su voluntad y
tan adulta, tan autosuficiente, como para rechazar no la propia, poner todas nuestras esperanzas y
las ventajas que le vienen ofrecidas por un Dios-Pa- preocupaciones en las manos de Dios y no preocu-
dre que ama y cuida entrañablemente de sus hijos. parse de sí mismo y de su futuro”.

página 13
TESTIGOS DE ESPERANZA

EDUCAR EN LA
ESPERANZA
papa Francisco - Audiencia general 20 de septiembre de 2017

Cree en la existencia de las verdades más altas y


Queridos hermanos y hermanas.
más hermosas. Confía en Dios creador, en el Espíri-
La catequesis de hoy tiene como tema «educar en la tu Santo que mueve todo hacia el bien, en el abrazo
esperanza». Y por eso usaré directamente el «tú», de Cristo que espera a cada hombre al final de su
imaginando que hablo como educador, como padre existencia; cree, él te espera.
a un joven, o a cualquier persona dispuesta a apren-
El mundo camina gracias a la mirada de muchos hom-
der. Piensa, allí donde Dios te ha plantado, ¡espera!
bres que han abierto brechas, que han construido
Espera siempre. No te rindas a la noche: recuerda
puentes, que han soñado y creído; incluso cuando a
que el primer enemigo a derrotar no está fuera de
su alrededor escuchaban palabras de burla. No pien-
ti: está dentro. Por lo tanto, no concedas espacio a
ses nunca que tu lucha aquí abajo es del todo inútil.
los pensamientos amargos, oscuros.
Al final de la existencia no nos espera el naufragio: en
Este mundo es el primer milagro que Dios hizo y nosotros palpita una semilla absoluta. Dios no defrau-
Dios ha puesto en nuestras manos la gracia de nue- da: si ha puesto una esperanza en nuestros corazo-
vos prodigios. La fe y la esperanza avanzan juntas. nes, no quiere destruirla con frustraciones continuas.

página 14
TESTIGOS DE ESPERANZA
Todo nace para florecer en una eterna primavera. es una herida abierta y disminuye tu propia digni-
Dios también nos hizo para florecer. Recuerdo ese dad. La vida no cesa con tu existencia, y a este mun-
diálogo cuando el roble pidió al almendro: «Háblame do vendrán otras generaciones que sucederán a la
de Dios». Y el almendro floreció. nuestra, y muchas más. Y cada día pide a Dios el
don del valor. Recuerda que Jesús venció al miedo
Donde quiera que estés, ¡construye! Si estás en el
por nosotros. ¡Él venció al miedo!
suelo, ¡levántate! Nunca te quedes caído, levántate,
deja que te ayuden a levantarte. Si estás sentado, Nuestro enemigo más traicionero no puede con-
¡ponte en camino! Si el aburrimiento te paraliza, tra nuestra fe. Y cuando te encuentres atemoriza-
¡ahuyéntalo con buenas obras! Si te sientes vacío o do frente a algunas dificultades de la vida, recuerda
desmoralizado, pide que el Espíritu Santo llene de que no vives solo para ti. En el bautismo, tu vida fue
nuevo tu nada. Obra la paz en medio de los hom- sumergida en el misterio de la Trinidad, y tú perte-
bres, y no escuches la voz de quien esparce odio y neces a Jesús. Y si un día te asustas o piensas que
divisiones. No escuches esas voces. Los seres hu- el mal es demasiado grande para desafiarlo, piensa
manos, por muy diferentes que sean unos de otros, simplemente que Jesús vive en ti. Y es él quien, a
han sido creados para vivir juntos. Ante los contras- través de ti, con su apacibilidad quiere someter a
tes, paciencia: un día descubrirás que cada uno es todos los enemigos del hombre: el pecado, el odio,
depositario de un trozo de verdad. Ama a las perso- el crimen, la violencia; todos nuestros enemigos.
nas. Ámalas una a una. Respeta el camino de todos,
Ten siempre el valor de la verdad, pero recuerda
sea lineal o dificultoso, porque cada uno tiene su
esto: no eres superior a nadie. Recuérdalo: no eres
propia historia que contar. Cada uno de nosotros
superior a nadie. Aunque fueras el último en creer en
tiene su propia historia que contar.
la verdad, no te apartes de la compañía de los hom-
Cada niño que nace es la promesa de una vida que bres. Aunque vivieras en el silencio de un eremita, lle-
una vez más demuestra ser más fuerte que la muer- va en tu corazón el sufrimiento de cada criatura. Eres
te. Todo amor que surge es un poder de transfor- cristiano; y en la oración todo se lo restituyes a Dios.
mación que anhela la felicidad. Jesús nos entregó
Y cultiva ideales. Vive por algo que sobrepasa al hom-
una luz que brilla en las tinieblas: defiéndela, proté-
bre. Y si algún día uno de estos ideales te pasara una
gela. Esa luz única es la riqueza más grande confiada
factura considerable, no dejes nunca de llevarlo en tu
a tu vida. Y sobre todo, ¡sueña! No tengas miedo de
corazón. La fidelidad consigue todo. Si te equivocas,
soñar. ¡Sueña! Sueña con un mundo que todavía no
levántate: nada es más humano que cometer errores.
se ve, pero que ciertamente vendrá.
Y esos errores no tienen que convertirse para ti en
La esperanza nos lleva a creer en la existencia de una prisión. No te dejes aprisionar por tus errores.
una creación que se extiende hasta su cumplimien-
El Hijo de Dios no vino por los sanos, sino por los
to definitivo, cuando Dios será todo en todos. Los
enfermos; por lo tanto también vino por ti. Y si te
hombres capaces de imaginar han regalado a la hu-
vuelves a equivocar en el futuro, no tengas miedo,
manidad descubrimientos científicos y tecnológicos.
¡levántate! ¿Sabes por qué? Porque Dios es tu ami-
Han surcado los océanos y pisado tierras que nadie
go. Si te hiere la amargura, cree firmemente en to-
había pisado nunca. Los hombres que han cultivado
das las personas que todavía trabajan para el bien:
esperanzas son también los que han vencido la es-
en su humildad está la semilla de un mundo nuevo.
clavitud y han traído mejores condiciones de vida a
Relaciónate con las personas que han mantenido su
esta tierra. Piensa en esos hombres.
corazón como el de un niño. Aprende de la maravi-
Sé responsable de este mundo y de la vida de cada lla, cultiva el asombro. Vive, ama, sueña, cree. Y, con
hombre. Piensa que toda injusticia contra un pobre la gracia de Dios, no desesperes nunca.

página 15
TESTIGOS DE ESPERANZA

UN REGALO Carmelitas DESCALZOS de portugal

Nuestros hermanos carmelitas descalzos de Portugal tienen una preciosa página:


Orar con los místicos. Cada día ofrecen una oración de alguno de los santos del
Carmelo y la comentan con otra oración hecha por ellos. Nos parece hermoso
compartir con vosotros este regalo que tiene sabor a esperanza. Ponemos también
el enlace a su página por si queréis entrar más días y disfrutar de su riqueza.

¡La pobreza completa!


Cuando el alma es completamente pobre,
va en la dirección de Dios
y Dios se precipita.
Beato Padre Eugenio María del Niño Jesús (1894-1967)

Jesús, qué mal comprendida es tu pobreza,


esa pobreza que deseas para mí.
Especialmente la pobreza interior que me capacita para aceptar
mi verdad profunda: ¡La de ser sencillamente pobre!
Solo ante tu mirada llena de amor para mí,
que me perdona, me fortalece y me da esperanza, solo ante tu mirada
puedo permanecer pobre sin deprimirme ni angustiarme,
acogido en tus brazos, lleno de confianza en tu desbordante gracia.
www.orar.carmelitas.pt
Ayúdame, Jesús, a ser más pobre para ser siempre más tuyo. Así sea.

página 16
MIRADAS EVANGÉLICAS
MIRADAS
EVANGÉLICAS
CIPE

Estos guiones orantes, basados en miradas evangélicas, son una invitación a acercarte
a la frescura del Evangelio para tener encuentros orantes con Jesús. La fe cristiana es
ante todo un encuentro personal con Jesucristo, porque ÉL ESTÁ VIVO. No vivimos la
fe como el recuerdo de un personaje del pasado, sino como una relación existencial
con un tú, el Resucitado, que sale a nuestro encuentro en el camino de nuestra vida.
Nada es más iluminador que volver a las palabras de Jesús. Nada es tan consolador
como recorrer los encuentros que Jesús tuvo con personas sencillas, enfermas,
pecadoras, buscadoras de vida. Si todos ellos buscaron a Jesús, mucho más los buscó
Jesús a ellos. Jesús los tomó, los agarró, los conquistó para no dejarlos más. Estos
relatos pueden iluminar tu oración personal y comunitaria.
Hombres y mujeres de la primera hora eclesial encontraron la esperanza en Jesús.
“Esperaron (en Jesús) contra toda esperanza” (Romanos 4,18). Ahora dan razón de su
esperanza y te invitan a revivir su experiencia en la Betania de tu corazón, donde se da
tiempo a la Palabra y a la escucha, de modo prolongado, sin prisa. La Palabra, siempre
viva y eficaz, puede impregnar de belleza esperanzada tu oración y tu vida entera. Ellos
son profetas de esperanza que te invitan a abrir el corazón a la fe, a esperar y sonreír.
En esas fuentes estás invitado a beber. Tú también puedes orar con su oración. Los dones
del Espíritu nunca son de propiedad privada. Tú también, como ellos, puedes vivir e
impulsar en tu ambiente procesos de esperanza. La verdadera historia la escribe el Señor
con las personas que se encuentran con él y les cambia la vida.

página 17
MIRADAS EVANGÉLI
EVANGÉLICAS
62: TÚ ERES
MIRADAS
SALMO MI DIOS

ESPERA
INCANSABLE DE
SIMEÓN Y ANA
DE LA ESPERANZA A LA ALEGRÍA

AGRADECE ESTE MOMENTO. Puedes comenzar este momento


haciendo sobre ti la señal de la presencia: En el nombre del Padre, y del
Hijo y del Espíritu Santo. Es una gracia muy grande que puedas mirar
con atención amorosa tu vida. No tengas prisa, que adonde tienes que
llegar es a ti mismo. Regálate un poco de silencio y soledad: resulta
imprescindible para que seas consciente del encuentro de Jesús contigo.

página 18
CAS

62: TÚ ERES
MIRADAS
SALMO MI DIOS
EVANGÉLICAS
TE PUEDES FIJAR EN ESTOS DETALLES
O EN OTROS QUE TÚ ENCUENTRES.
Medítalos en tu corazón.
- Observa el icono de María Madre que va al tem-
plo con el niño en brazos.
SI TE AYUDA, PREGÚNTATE: Llevo mucho tiem-
po en torno a ti, Señor. De diferentes maneras he esta- - Dos ancianos, que conocen el arte de vivir con
do metido en cosas que tienen que ver contigo. Pero Dios, les salen al encuentro. El Espíritu Santo está
¿me he encontrado contigo? ¿Te has encontrado con- en ellos. (Puedes recordar a personas que tú co-
migo, cara a cara? noces y que viven así. Un anciano creyente es un
don que hay que custodiar).
ACÉRCATE A MIRAR. Puedes leer despacio Lucas
2,22-40, entero o en forma más breve. Trata del en- - Simeón, lleno de gozo, toma a Jesús en brazos. ¡Qué
cuentro con Jesús de dos ancianos, que esperaron lo atrevimiento el suyo! Tantos años de espera, siglos
indecible hasta que lo vieron. en el pueblo, lo han llenado de luz y han hecho de él
un testigo de Jesús. Canta y bendice a todos.
"Había entonces en Jerusalén un hombre llamado
Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el - Ana, con muchos años de viuda pero no por eso
consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con mujer sombría, se une a la alabanza y habla del
él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que niño a los que esperan liberación. Alaba y conta-
no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. gia alegría al pueblo.
Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
PROLONGA EL ENCUENTRO CON JESÚS
Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres EN TU CORAZÓN. Da un paso hacia Jesús. En-
para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, cuéntrate con él, con palabras o en silencio. El mejor
Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios. lenguaje es el amor. Nada puede importar más que en-
contrarte con Jesús. Agradece el encuentro de Jesús
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel,
contigo. Acoge la fiesta del Espíritu en ti. Este tiempo
de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años. De
de silencio orante nunca es un tiempo perdido.
joven había vivido siete años casada, y luego viuda
hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del tem- SAL A LA VIDA. ¿De otra manera? ¿Cómo? Si
plo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche Jesús te enamora, verás su huella en todo, hablarás
y día. Presentándose en aquel momento, alababa de él con tu vida a los que encuentres en el cami-
también a Dios y hablaba del niño a todos los que no, el Espíritu te convertirá en discípulo misionero,
aguardaban la liberación de Jerusalén". contagiarás alegría al pueblo.

página 19
EVANGÉLICAS
62: TÚ ERES
MIRADAS
SALMO MI DIOS

IMAGINACIÓN
DE LOS AMIGOS
DEL PARALÍTICO
DE LA CONCIENCIA AISLADA
A LA VINCULACIÓN
página 20
EVANGÉLICAS
62: TÚ ERES MI DIOS
ABRE TU VIDA AL ESPÍRITU. Acoge sobre ti la paz y la bendición

MIRADAS
de Dios. El Espíritu ama tu vida, quiere que estés bien y aumente tu
alegría. Desea que vivas en plenitud y encuentres el tesoro que vale

SALMO
más que todas las riquezas del mundo. Te invita a ser discípulo de
Jesús, a que lo ames con todo tu corazón. Puedes repetir, si te ayuda,
al ritmo de tu respiración, esta invocación: Ven, Espiritu Santo.

NOMBRA LAS DOLENCIAS E IMPOTENCIAS TE PUEDES FIJAR EN ESTOS DETALLES


QUE DESCUBRES EN TU VIDA Y TE IMPI- O EN OTROS QUE TÚ ENCUENTRES.
DEN CAMINAR. Enfrenta tu realidad tal como Medítalos en tu corazón.
es. Hazlo con calma y sin miedo. Tus dolencias, a
- Mírate en el espejo de estos cuatro amigos del
veces son visibles, otras veces están más escondi-
paralítico. Superan todo obstáculo con imagina-
das. Jesús, no se avergüenza de tu pobreza ni de tu
ción y ponen al enfermo ante Jesús. Su ayuda es
pequeñez. Te ama tal cual eres. Desea manifestarse
imprescindible, porque “gran mal es un alma sola
y liberarte de tus parálisis. en medio de tantos peligros” (Santa Teresa).
DÉJATE QUERER. Recorre tu historia y recuerda - Medita el gesto orante: el paralítico, a solas, con
personas que te han ayudado a acercarte a Jesús. Nom- el corazón reposando en su pobreza e impoten-
bra a alguna de ellas. Agradece su ayuda. Ser consciente cia, mirando a Jesús. Frente a frente. Jesús le da
de lo que recibes es fundamental para tu vida de oración. todo lo que tiene. El paralítico se deja hacer; todo
CULTIVA LA MIRADA EVANGÉLICA. Puedes su bien consiste en aprender a recibir.
leer Marcos 2,1-12, el texto entero o en forma más - Fíjate en las palabras que dice Jesús. Son capaces
breve. Trata de cuatro hombres que pusieron a un de cambiar la vida. Al paralítico le invita a levan-
paralítico delante de Jesús. tarse, le da dignidad de ser discípulo del Reino.
“Entró de nuevo en Cafarnaúm; al poco tiempo ha- PROLONGA EL ENCUENTRO CON JESÚS
bía corrido la voz de que estaba en casa. Se agol- EN TU CORAZÓN. Ahora deja al paralítico y pon-
paron tantos que ni siquiera ante la puerta había te tú ante Jesús. Si te ayuda, coloca un icono de Jesús
ya sitio, y él les anunciaba la palabra. Y le vienen ante ti y extiende tus manos para recibir de él. Si pue-
a traer a un paralítico llevado entre cuatro. Al no des, dedica a este momento un tiempo más prolonga-
poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron do. La oración no es cuestión de razonamientos sino
el techo encima de donde él estaba y, a través de la de encuentro con Jesús, de diálogo amistoso con él.
abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde Confiésale tus pecados y dile que realice en ti su pro-
yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe de ellos, dice al yecto de liberación. Escucha que te dice: “Tus pecados
paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados». te son perdonados… Levántate”. Agradece su presen-
cia. Entra tú también en el asombro de la gente.
Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene
en la tierra poder de perdonar pecados -dice al SAL A LA VIDA. ¿Cómo? Como quien ayuda a
paralítico-: «A ti te digo, levántate, toma tu camilla otros a ponerse junto a Jesús. Hay muchas perso-
y vete a tu casa». Se levantó y, al instante, tomando nas necesitadas. El encuentro con Jesús no termina
la camilla, salió a la vista de todos, de modo que en la imaginación sino en las obras. Jesús te escoge
quedaban todos asombrados y glorificaban a Dios, como testigo de esperanza en medio del pueblo.
diciendo: «Jamás vimos cosa parecida»". Bendice y da la paz a los que te rodean.

página 21
EVANGÉLICAS
62: TÚ ERES
MIRADAS
SALMO MI DIOS

CORAJE
DEL CIEGO
QUE GRITABA
MOLESTANDO
DEL MIEDO A LA VALENTÍA
página 22
EVANGÉLICAS
62: TÚ ERES MI DIOS
CIPE

MIRADAS
SÉ VALIENTE. Puedes comenzar tu oración poniendo tu vida
frágil en manos de la misericordia de Dios. Orar es de valientes. No

SALMO
pretendas conseguir los frutos de la oración sin que te cueste nada.
No vaciles cuando el Espíritu te reclame que des un paso adelante
para encontrarte con Jesús. No te sorprendas de que en este mismo
momento de oración encuentres resistencias dentro de ti.

CANTA Y CAMINA. “Aunque el camino es lla- puede dejar que Jesús pase de largo, en él está toda
no y suave para los hombres de buena voluntad, su esperanza. Se le asoma la fe en su grito: “Quiero
el que camina caminará poco y con trabajo si no ver, quiero ver, quiero ver”. Si quieres, puedes re-
tiene buenos pies y ánimo y porfía animoso en eso cordar otros gritos de personas necesitadas.
mismo” (San Juan de la Cruz). Ten ánimo.
- Observa que no solo llama el ciego, también Je-
ACÉRCATE CON UNA ATENCIÓN INTE- sús llama. Los dos se buscan, los dos se acercan.
LIGENTE Y AMOROSA A LA REALIDAD. La Jesús es para todos, también para los que están
vida está llena de signos que Dios te regala cada día. en la orilla. El ciego deja el manto, da un salto y
se coloca junto a Jesús. Comienza el milagro de la
CULTIVA LA MIRADA EVANGÉLICA. Puedes
esperanza. “Te ha curado tu fe”.
leer Lucas 18,35-43. Trata de un ciego mendigo
que se encontró con Jesús en el camino. - A la curación le sigue el discipulado. El que ahora
ve sigue a Jesús por el camino saltando y brincando
“Cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba
de alegría. Cuenta quién le ha hecho ver el mañana
sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al
de Dios. Con su vida de alegría prolonga a Jesús.
oír que pasaba mucha gente, preguntó qué sucedía.
Le respondieron que pasaba Jesús de Nazaret. El PROLONGA EL ENCUENTRO CON JESÚS
ciego se puso a gritar: “¡Jesús, Hijo de David, ten EN TU CORAZÓN. Ahora deja al ciego, da un
compasión de mí!” Los que iban delante lo repren- salto, deja tus cosas (tu manto) y ponte ante Jesús.
dían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: No es este el momento de pensar mucho ni de sacar
“¡Hijo de David, ten compasión de mí!”. profundas consideraciones, ahora es momento de
que estés con Jesús. Aunque te cueste. Nada se con-
Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuan-
sigue sin algo de esfuerzo. No sueltes a Jesús. Háblale,
do lo tuvo a su lado, le preguntó: “¿Qué quieres
escúchale, míralo, ámalo. Deja entrar a Jesús en tu
que haga por ti?” “Señor, que yo vea otra vez”. Y
propia vida. Puedes terminar este paso dando gloria:
Jesús le dijo: “Recupera la vista, tu fe te ha salvado”.
Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.
En el mismo momento, el ciego recuperó la vista y
siguió a Jesús, glorificando a Dios. Al ver esto, todo SAL A LA VIDA. El encuentro verdadero con Je-
el pueblo alababa a Dios”. sús te hace discípulo misionero, persona luminosa.
¿Cómo ocultar la luz que se ha posado en tu orilla?
TE PUEDES FIJAR EN ESTOS DETALLES
Llevas la luz de Jesús en tus ojos cuando alegras la
O EN OTROS QUE TÚ ENCUENTRES.
vida de los demás. Esta capacidad de generar vida
Medítalos en tu corazón.
nunca se agota si te acercas a beber del hontanar
- Fíjate en el ciego mendigo. Escúchale gritar lla- de Jesús. Tu misión es arrancarle al mundo alaban-
mando a Jesús, que pasa cerca y puede curarle. No zas al Padre. Feliz aventura.

página 23
EVANGÉLICAS
62: TÚ ERES MI DIOS

ATREVIMIENTO
MIRADAS
SALMO

DE LA
MUJER QUE
PERDÍA
SANGRE
DE LOS MIEDOS
Y CÁLCULOS A LA
APERTURA CONFIADA
PRESTA ATENCIÓN. Puedes recordar a María y a san José y
acercarte con ellos a Jesús. Las cosas más bellas comienzan a nacer
en el corazón. Acoge como una gracia muy grande el pequeño deseo
que sientes de acercarte a Jesús, de tocar su corazón con tu oración.

BUSCA TESTIGOS. Lo que te pasa no es obs- ACÉRCATE A MIRAR. Puedes leer despacio Lu-
táculo para acercarte a Jesús, aunque a veces te lo cas 8,43-48. Trata del encuentro, casi anónimo, de
parezca. Hasta lo que te parece imposible puede una mujer enferma con Jesús.
llegar a ser posible.
"Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre
A tu lado hay más personas de las que te parece desde hacía doce años, y que no había podido ser
que pueden ayudarte a entender esto. curada por nadie, se acercó por detrás y tocó la

página 24
EVANGÉLICAS
62: TÚ ERES MI DIOS
orla de su manto, y al punto se le paró el flujo de

MIRADAS
sangre. Jesús dijo: «¿Quién me ha tocado?» Como
todos negasen, dijo Pedro: «Maestro, las gentes te

SALMO
aprietan y te oprimen». Pero Jesús dijo: «Alguien
me ha tocado, porque he sentido que una fuerza
ha salido de mí». Viéndose descubierta la mujer, se
acercó temblorosa, y postrándose ante él, contó
delante de todo el pueblo por qué razón le había
tocado, y cómo al punto había sido curada. Él le
dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz»".
TE PUEDES FIJAR EN ESTOS DETALLES
O EN OTROS QUE TÚ ENCUENTRES.
Medítalos en tu corazón.
Prolonga el encuentro con Jesús en tu corazón
- Ponte en su situación. Doce años enferma son mu-
chos años, muchos días, muchas horas, muchos mi-
nutos y muchos segundos. Sin encontrar remedio.
- La mujer corre el riesgo del encuentro. Se atreve
a tocar el manto a escondidas. El dolor tan pre-
sente la había convertido en invisible. Pero el ries-
go de la fe le permite descubrir el amor sanador
de Jesús.
- La mujer toca a Jesús y Jesús toca con su fuerza
a la mujer. Todo lo que él toca se hace nuevo, se
llena de vida.
PROLONGA EL ENCUENTRO CON JESÚS
EN TU CORAZÓN. Jesús está contigo, está en ti.
Nunca se va de tu lado. Está llamándote y esperán-
dote para volver a empezar. Aprovecha la ocasión.
Alarga tu mano, aunque sientas vergüenza, y tócale
con la fe. No hace falta que hables mucho, basta
que lo toques para experimentar la sanación. Aco-
ge la fuerza y la esperanza que te regala Jesús.
SAL A LA VIDA. Con el silencio de la ternura.
Con el agradecimiento sonoro en los adentros.
Con el perfume de amor a Jesús que llena de buen
olor toda la casa. Con la capacidad de curar con
cariño a los que sienten vergüenza de su enferme-
dad. Puedes ser hoy persona sanada que sana, mi-
rada con amor que mira bendiciendo. Puedes salir
y ponerte en medio de la vida como un faro que
ilumina a los que están envueltos en la noche.

página 25
EVANGÉLICAS
62: TÚ ERES
MIRADAS
SALMO MI DIOS

GENEROSIDAD DE
LA VIUDA QUE ECHÓ
DOS CÉNTIMOS EN EL
CEPILLO DEL TEMPLO
DE LA PEQUEÑEZ ESCONDIDA A
LA ENTREGA GENEROSA
SÉ FIEL A ESTE MOMENTO. Puedes comenzar tu oración unido
a la Iglesia, sintiéndote familia en camino. Has decidido orar y eso
es muy importante. Las dificultades: prisa, múltiples tareas, falta de
ganas, sensación de pérdida de tiempo… pueden estar llamando a tu
puerta. Por eso puede ayudarte renovar cada día los motivos para
estar con Jesús. Hazlo también hoy: ¿Por qué quieres estar con él?

página 26
62: TÚ ERES
MIRADAS
SALMO MI DIOS
EVANGÉLICAS
ACOGE TU VIDA EN ESTE MOMENTO, TAL - Fíjate en Jesús, cómo presta atención a los deta-
COMO ESTÁS. No siempre descubrirás ganas de lles insignificantes. Pone los ojos en lo más ines-
orar. Tu oración no tiene por qué ser siempre per- perado y ahí encuentra el amor.
fecta, según tu modo de entender la perfección.
- Alégrate del magnificat con que Jesús alaba a esta
Lo poquito, lo pequeño -acuérdate del granito de
mujer. Jesús mide a la viuda no por la cantidad que
mostaza-, tienen una fuerza increíble. Las distan-
cias más largas se acortan si das un paso. da sino por la plenitud de su corazón. ¿Estará Jesús
esperando no lo que te sobra sino tu propia vida?
ACÉRCATE A MIRAR. Puedes leer despacio Lu-
cas 21,1-4. Trata de la mirada de Jesús a una viuda po- PROLONGA EL ENCUENTRO CON JESÚS
bre que echó unos céntimos en el cepillo del templo. EN TU CORAZÓN. Ábrete al Espíritu, que ora en
ti. Renueva en este momento tu encuentro con Jesús.
“En aquel tiempo, alzando Jesús la mirada, vio a Toma conciencia de que él te está mirando: “Mira que
unos ricos que echaban sus donativos en el arca del te mira”. Estate con él en ese cruce de miradas amo-
Tesoro; vio también a una viuda pobre que echaba roso, sencillo. Jesús te lo da todo, dale tú la pequeñez
allí dos moneditas, y dijo: De verdad os digo que de tu vida con alegría. Pon tu vida en sus manos que
esta viuda pobre ha echado más que todos. Porque él pone la suya en tu corazón. Dale gracias. Siente
todos éstos han echado como donativo de lo que cómo la presencia de Jesús te va haciendo discípulo
les sobraba, ésta en cambio ha echado de lo que del Reino en la escuela de las bienaventuranzas.
necesitaba, todo cuanto tenía para vivir”.
SAL A LA VIDA. Obedece y camina en el Espíri-
TE PUEDES FIJAR EN ESTOS DETALLES tu. Sal con sencillez y verdad, sin pretensiones de
O EN OTROS QUE TÚ ENCUENTRES.
grandeza. Sintiéndote uno más entre los seguido-
Medítalos en tu corazón.
res de Jesús. Quizás te brote, como respuesta, ir
- Entra en la escuela de esta viuda, que es maestra por la vida mirando las cosas buenas de los demás,
de vida. A pesar de ser pobre, es mucho lo que alegrándote por ellas, sin extrañarte de sus debili-
da. ¿Has descubierto en tu vida cuánta sabiduría dades. Tus gestos de entrega solidaria embellecen
tienen los pobres? y dan esperanza al templo del mundo.

página 27
EVANGÉLICAS
62: TÚ ERES
MIRADAS
SALMO MI DIOS

OCURRENCIA
DE ZAQUEO
DE LA FRAGILIDAD AL ATREVIMIENTO
página 28
62: TÚ ERES
MIRADAS MI DIOS
EVANGÉLICAS
AGRADECE ESTE MOMENTO. Tu oración acontece en tu

SALMO
interioridad, siempre es creativa y abraza en la comunión los gozos
y dolores de la gente. Te preguntas cómo te harás hoy visible a Jesús
que pasa, cómo lo descubrirás en los signos que te rodean, cómo
saborearás esa presencia amorosa que siempre te acompaña.

SI TE AYUDA, PREGÚNTATE: Llevo mucho in- se olvidó de sí mismo, comenzó a compartir y des-
tentando verte, Señor. ¿Dónde estás? ¿Tengo mie- de entonces fue feliz de otra manera.
do de que me descubras tal como soy? ¿Quién es
- La vida de Zaqueo queda orientada hacia Jesús.
el que se esconde?
Su riqueza es ahora Jesús. Zaqueo comienza a
ACÉRCATE A MIRAR. Puedes leer despacio Lucas vivir el Evangelio compartiendo con los po-
19,1-10. Trata del encuentro de Zaqueo con Jesús. bres. Su gratuidad desbordante se convierte
en un oleaje que llega hasta las orillas. Es una
“Entró en Jericó y cruzaba la ciudad. Había un hombre
sorpresa en medio del pueblo.
llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico.
Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa PROLONGA EL ENCUENTRO CON JE-
de la gente, porque era de pequeña estatura. Se ade- SÚS EN TU CORAZÓN. Baja pronto de tu
lantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, árbol y escucha lo que Jesús te dice: “Hoy quie-
pues iba a pasar por allí. Y cuando Jesús llegó a aquel ro hospedarme en tu casa”. Puedes repetir varias
sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; veces estas palabras de Jesús, como un mantra:
porque conviene que hoy me quede yo en tu casa». “Hoy quiero hospedarme en tu casa”. ¡Es tan in-
Se apresuró a bajar y le recibió con alegría. Al verlo, creíble que Jesús quiera hospedarse en tu cora-
todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a zón herido! Con qué cariño te trata. Nada de
casa de un hombre pecador». Zaqueo, puesto en pie, reproches. Jesús está contigo, ha venido a buscar-
dijo al Señor: «Daré, Señor, la mitad de mis bienes a te. Ábrele el corazón de par en par, Jesús hará el
los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolve- resto: llegará la salvación a tu casa. Su paso recio
ré cuatro veces más». Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la puede más que las tormentas.
salvación a esta casa, porque también este es hijo de
SAL A LA VIDA. Vete por donde el Espíritu te
Abrahán, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar
empuje. Quizás te empuje a ser testigo, a ser
y salvar lo que estaba perdido».
signo de esperanza para los que necesitan des-
TE PUEDES FIJAR EN ESTOS DETALLES cubrir que se puede vivir de otra manera, a ser
O EN OTROS QUE TÚ ENCUENTRES. amigo de los perdidos. Del encuentro sanador
Medítalos en tu corazón. con Jesús saldrás prestando atención a los ‘invi-
sibles’, a los rechazados, despreciados. Tendrás
- Fíjate en la alegría que provoca en Zaqueo el en-
una conciencia de humanidad, de fraternidad
cuentro con Jesús. Ahora camina detrás de Jesús
universal. ¿Por quién comenzará tu itinerario?
empujado por el Espíritu con el viento de la alegría.
¿Quién está esperando tu mirada, tu acogida, tu
- Presta atención. El gesto de detenerse de Jesús, la aprecio? No tengas miedo a tus escasas fuerzas,
mirada de Jesús, las palabras de Jesús… hicieron que es Jesús quien va contigo. Llevas contigo su
que entrara el amor en el corazón de Zaqueo. Este pasión por el Reino.

página 29
TESTIMONIOS DE ESP
ESPERANZA
ERES
SALMO 62: TÚDE
TESTIMONIOS MI DIOS

Toda la vida del cristiano cambia


ante la presencia de Cristo resucitado.
Para un cristiano
no existe la derrota,
porque Cristo resucitado
vive en nosotros,
y Cristo ha superado
todo lo que nos puede destruir o detener
en el crecimiento humano y espiritual.
En el misterio pascual
la Iglesia canta el duelo entre la muerte y la vida,
que acaece en nuestro corazón.
Es una lucha amarga, desesperada,
combate entre la vida y la muerte
que tiene lugar en nosotros,
la batalla de la desesperación humana
contra la esperanza cristiana.
Thomas Merton

MUERTE Y VIDA
LUCHARON
maribel briones

Hace ya mucho tiempo, cuando era niña, tuve un sueño aterrador:


un ángel y un demonio tiraban de mí, cada uno de un brazo, sin
importarles el dolor que aquello me producía; parecían no ser
conscientes de que, de un momento a otro, me podía romper…
página 30
SPERANZA

ESPERANZA
ERES MI DIOS
No sé lo que me pasa, Señor, sé que tienes que

SALMO 62: TÚDE


vaciarme de mí misma para llenarme de ti, pero ese

TESTIMONIOS
vaciado duele, Señor, duele tanto...
No sé lo que me pasa, Señor, te he dicho muchas
veces que tú seas en mí y me sorprendo cuando,
en medio de tanto desasosiego, brotan en mí gestos y
palabras que no son mías. ¿Serán tuyas, Señor?
No sé lo que me pasa, Señor,
a ratitos siento un respiro de paz,
a ratitos siento el fragor de la batalla…
No sé lo que me pasa, Señor, es como si nada,
ni dentro ni fuera, estuviera bien
y escuchara un lejano susurro diciendo:
ACEPTA LA REALIDAD TAL COMO ES,
no como te gustaría que fuese.
No sé lo que me pasa, Señor, es posible
que quieras hacer de mí un vaso nuevo
y para ello es necesario romper el anterior y
cada golpe y cada grieta duelen, Señor.
No sé lo que me pasa, Señor, es posible
que sienta el dolor de la agonía del hombre viejo
o los dolores de parto de ese hombre nuevo
que sueñas en mí.
No sé lo que me pasa, Señor, a veces
parece que los que nos quieren duermen
sin enterarse de nada, pero tú
siempre pones algún cirineo en el camino.
Aquel sueño quedó profundamente grabado
No sé lo que me pasa, Señor, me da terror la cruz,
en mi frágil memoria…
tú lo sabes, y sin embargo sé
que es el camino cierto…
Desde hace ya un tiempo, estoy experimentando un
profundo dolor, alguna vez lo he expresado diciendo: No sé lo que me pasa, Señor, mi cielo está cubierto
“Parece que me voy a romper”. ¿Será que el bien y el de negras nubes pero por negras que sean
mal luchan a muerte dentro de mí? no pueden esconder tu LUZ.
No sé lo que me pasa, Señor, solo sé que la tristeza No sé lo que me pasa, Señor, me siento débil, rota,
amenaza con instalarse en casa y siempre he triste, hundida… ME SIENTO TAN MAL…
pensado que lo tuyo es la alegría y me da miedo que
Y sin embargo, Señor, sé que tú
esto no venga de ti, no la quiero aquí.
me tienes en la palma de tu mano como
Señor, quiero recuperar la alegría…
al más pequeño y frágil de los pajarillos y
No sé lo que me pasa, Señor, yo soñaba con ser acaricias mis desgreñadas plumas y las besas
pobre para ti y cada vez que me descubro un poco y sonríes al mirarme, seguro
más pobre me asalta el pánico, un pánico atroz… de que TODO VA A IR BIEN.

página 31
ESPERANZA
MI DIOS

CARTAS DE ESPE
ERES
SALMO 62: TÚDE
TESTIMONIOS

“Estad siempre prontos para dar razón


de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere;
pero con mansedumbre y respeto y en buena conciencia”
(1Pedro 3,15-16)

Estas palabras del apóstol Pedro están en el corazón de muchas


personas que sienten la necesidad de decir palabras de esperanza.
“Tu corazón sabe que no es lo mismo la vida sin Él; entonces eso que
has descubierto, eso que te ayuda a vivir y que te da una esperanza,
eso es lo que necesitas comunicar a los otros” (Papa Francisco, EG 121)
página 32
MI DIOS
ESPERANZA
RANZA

ERES
SALMO 62: TÚDE
TESTIMONIOS
Con gestos, palabras, actitudes regalan un espíritu positivo y esperanzado,
que da nuevo vigor para el camino. Estas dos cartas son una expresión de
esta esperanza activa, que cuida la esperanza de los demás.

maribel briones

Querido hermano: Y cuando tiembles y llores como un niño asustado,


recuerda lo feliz que se sentía tu madre cuando co-
Sí, HERMANO, porque seas hombre o mujer eres
rrías a buscar refugio en sus brazos y ella te cubría
un ser humano, como yo, hijo del mismo PADRE,
de besos y disolvía tus miedos y te ponía de nue-
como yo. Lo sepas o no, lo quieras reconocer o
vo en el suelo, mirando con inmenso cariño cómo
no, eso no cambia nuestra realidad vital: SOMOS
afianzabas el paso y caminabas de nuevo, mientras
HERMANOS.
ella no apartaba su mirada de ti. De la misma for-
Es posible que estés viviendo una situación difícil, ma, ese PADRAZO NUESTRO lo único con lo que
quién sabe por qué, en la que lo peor no son los sueña es con nuestra CONFIANZA en él, con que
factores que la provocan, sino esa vivencia interna, vaya creciendo poco a poco hasta que lleguemos a
dura, durísima que nos hace sentir tan mal que re- decirle: PADRE, HAZ DE MÍ LO QUE QUIERAS,
sulta muy complicado expresarlo con palabras. SEA LO QUE SEA, TE DOY LAS GRACIAS.
Quisiera decirte algo, por si pudiera servirte… por- Tengo la certeza de que el AMOR nos espera y a la
que cuando nos sentimos así, no importa lo que se- vez camina con nosotros: no estamos solos, pero
pamos ni lo que hayamos ayudado a otros. Cuando respeta tanto nuestra libertad que se mantiene en la
nos sentimos así, necesitamos que sean otros los sombra para dejarnos todo el protagonismo a no-
que nos tiendan la mano y nos levanten, porque so- sotros, pobres seres humanos… No estamos so-
los somos absolutamente incapaces de nada. los; él camina con nosotros cuando nuestros pasos
van decididos hacia delante, cuando retrocedemos
Me parece que Dios nos tiene que romper para que
y cuando quedamos como barcos varados a la vera
nuestra finita capacidad se torne infinita, porque nos
del camino, susurrando siempre:
ama tanto que no puede conformarse con llenar
nuestro pequeño “recipiente” sino que tiene que Ánimo,
ensancharlo hasta romperlo y poder llenarlo a la no temas,
manera de Dios, que nunca es pequeña sino infinita.
soy yo,
estoy contigo.
Dios está enamorado de ti, como ningún ser hu-
El AMOR nos espera y nos va preparando para esa
mano puede estarlo, infinitamente enamorado, y
fiesta final de GRACIA y TERNURA con ese vacia-
te quiere tanto que necesita ensancharte para lle-
miento de nosotros mismos, de nuestras capacida-
narte a lo grande y eso duele, duele mucho; senti-
des, de nuestro querido ego… No temas, hermano,
rás que te rompes por dentro pero al final mere-
NO ESTAMOS SOLOS, y en ese ABRAZO nos re-
cerá la pena, porque a ti, como a mí, no te gustaría
conocemos todos.
conformarte con una pequeña porción de amor
pudiendo tener TODO. Tu hermana Maribel

página 33
TESTIMONIOS
SALMO 62: TÚDE
ERES
ESPERANZA
MI DIOS

página 34
ERES
SALMO 62: TÚDE MI DIOS
ESPERANZA
CARTA A UN AMIGO QUE ME

TESTIMONIOS
ENSEÑÓ A TENER ESPERANZA
Fray Emmanuel María, ocd

Hola, ¿qué tal estás? Aunque soy creyente, nunca me había tomado en se-
rio la cuestión de la fe y tampoco había percibido que
Ya han pasado algunos días desde nuestro encuen-
la fe pudiera dar sentido a la vida y despertar la espe-
tro en un banco del Paseo del Empecinado, en Bur-
ranza. Entonces, me enseñaste cómo es posible vivir el
gos. Pienso que fue el contraste entre tu serenidad y
hoy conducido por la esperanza del futuro. El futuro,
mi abatimiento lo que hizo posible nuestra conver-
no como algo idealizado o etéreo, sino como aquello
sación empática.
revelado en Jesucristo. Su resurrección es primicia de
Recordándola, me admiro de cómo la condujiste, ya la nuestra. Me dijiste que, cuando algo te aburre, em-
que no me hiciste sentir como un joven inmaduro, piezas a cantar y a pensar que el destino final es la vida
sino que supiste escucharme y acogerme, actitudes feliz junto a Dios y, con esta esperanza, hay que vivir el
que me permitieron abrir mi corazón y compartir aquí y ahora. El don de la resurrección, que Jesucristo
todo el dolor que llevo dentro de mí. Son muchas nos regaló, está más allá del tiempo y debe ser celebra-
las cosas que me han llevado a perder la esperanza, da por nosotros en el eterno presente.
incluso a perder el sentido de la vida. No es nada
Confieso que muchas de tus palabras aún me pa-
fácil para un chaval, en plena juventud, llegar a la
recen enigmáticas, pero también esto me orienta a
conclusión de que no quiere vivir.
algo mayor, que llamaste “lo inefable”. Como pocas
Al decirte esto, no me juzgaste, ni me echaste un veces, me he sentido atraído al misterio que rodea
sermón; te pusiste en mi lugar y me hablaste con mi vida y me he planteado el horizonte último de la
sabiduría, sin grandes teorías ni reflexiones filosófi- vida, de mi vida. Otra cosa que me llamó la atención
cas, compartiendo tu propia lucha por mantener la es que nunca había asociado la fe cristiana con la
esperanza. Me dijiste: “Son situaciones diferentes, alegría y la felicidad de quien vive desde la esperanza
cada momento de la vida tiene sus desafíos”, dando de la resurrección. Como me decías: “¡La esperanza
a entender que la serenidad y la paz no tienen que cristiana es como vivir enamorado!” Ella nos hace
ver con la ausencia de luchas y dificultades. esperar alegremente la venida de aquel que nos
ama y se entregó por nosotros.
Después de compartir tus propias flaquezas, empe-
zaste a explicar lo que llamas tu “secreto”. Enton- Hoy te escribo esta carta sin saber si algún día llegará a
ces, me dijiste que escuchara una canción en latín, tus manos, pues no te pregunté por tu dirección, ni si-
que decía: “Surrexit Dominus vere. Aleluia, aleluia. quiera por tu nombre. En aquel momento de profunda
Surrexit Christus hodie. Aleluia, aleluia”. La melo- comunión, esto no parecía importante. No obstante,
día me pareció bella, aunque la letra no la entendí. hoy escribo para decirte que tu esperanza me ha con-
Viendo mi ignorancia, me la tradujiste: “Verdadera- tagiado y ha hecho despertar en mí el deseo de vivir, ya
mente, el Señor ha resucitado. Aleluya, aleluya. Hoy no de forma egoísta, sino en la relación con Dios y con
el Señor resucitó. Aleluya, aleluya”. los demás. ¡Muchas gracias por confiarme tu secreto!

página 35
ESPERANZA
ERES
SALMO 62: TÚDE
TESTIMONIOS MI DIOS

AMAR, AMAR
HASTA QUE DUELA
MACU HERNÁNDEZ

Hace unos años leí esta frase de Teresa de Calcuta y siempre tuve la
sensación de que había algo en ella que se me escapaba. Al principio,
pensé que hablaba de los momentos en los que el sentimiento te
duele por las emociones que surgen y hieren al amar. Amar, aunque la
ausencia te duela, aunque sufras algún desprecio. Y sí, estaba bien. Pero
también intuía que el pozo era más hondo.

Hoy creo que el sentido de la frase va más allá: Amar, Solo la esperanza nos permitirá quedarnos y amar,
amar y entregarse a lo que me produce repulsa o me amar hasta que duela. Será la esperanza, que es puro
enerva. Amar también en las situaciones en las que don, que nace donde ya no llegan nuestras fuerzas ni
no veo salida y solo puedo acompañar o quedarme nuestros recursos, la que nos permitirá amar, amar a
en el callejón. Amar cuando no puedo hacer nada tu manera, Señor. Solo ella nos permitirá entregarnos
significativo y solo siento impotencia. Amar donde la sin reservas a tu voluntad. Solo la esperanza me dice
rutina sorda duele, donde la enfermedad agota, don- que es ahí, en el lugar donde me has puesto, donde
de la situación es tan dura que no se ven soluciones. debo estar y donde te debo buscar.
Amar ahí, estar ahí, duele. Brota el deseo de huir. Huir Creo que hay que atravesar, sin detenerse a pen-
a cualquier parte un poco más parecida a un paraíso: a sar demasiado, queriendo entender, el valle oscuro
un retiro, al cine, con amigos de vidas más sencillas…. donde aúlla el pesimismo, la rutina que ensordece,

página 36
ERES
SALMO 62: TÚDE
TESTIMONIOS MI DIOS
ESPERANZA
DIOS, SEÑOR MÍO, no tengo idea de adónde voy.
No veo el camino ante mí.
No puedo saber con certeza dónde terminará.
Tampoco me conozco realmente,
y el hecho de pensar que estoy siguiendo tu voluntad
no significa que en realidad lo esté haciendo.
Pero creo que el deseo de agradarte, de hecho te agrada.
Y espero tener ese deseo en todo lo que hago.
Espero que nunca haré algo apartado de ese deseo.
Y sé que si hago esto me llevarás por el camino correcto,
aunque yo no sepa nada al respecto.
Por lo tanto, confiaré en Ti aunque parezca estar perdido
y a la sombra de la muerte.
No tendré temor pues estás siempre conmigo,
y nunca dejarás que enfrente solo mis peligros.
Thomas Merton (Pensamientos en la soledad)

el no saber, el no poder, donde no hay perspecti- El cumplir años y la experiencia me están obligando
vas, para llegar a la llanura suave del amor, donde a apagar luces y a agarrar esta pequeña lámpara, tan
recobramos la vista, el oído, de manera nueva, a tu poderosa, de la esperanza. Tengo que prepararme,
manera, Señor. Solo el bastón de tu esperanza me apagar mis luces no es fácil; es posible que no lo con-
guía por este valle y me permitirá seguir amando, siga del todo. Esta mente tan febril que tengo no para,
sin huir, amando hasta que duela. Creo que esta intentando entender, planificar… Pero si lo consigo,
esperanza tiene mucho de inocencia, de acepta- con esta lamparita de la esperanza llegaré a lugares a
ción, de esa confianza de niño que no da demasia- donde hoy no me atrevo o creo que no puedo llegar,
das vueltas a las cosas. a los cielos de este mundo y a los infiernos particu-
lares. Y esta luz de la esperanza iluminará también a
Hace unas semanas escuchaba la homilía de un sa-
otros, porque la luz no está para esconderla, y podré
cerdote diocesano, muy querido aquí en Salamanca,
ser un buen cireneo, sabiendo que eres tú el que nos
Miñambres. Decía que las preocupaciones propias
sostiene: “Venid a mí los que estáis cansados y ago-
nos hacen ir cabizbajos, como zombis, sin ver al de
biados… Porque mi yugo es suave y mi carga lige-
al lado. Podemos pasar al lado del pobre Lázaro y
ra…”. Tú, Señor, eres la razón de mi esperanza.
no verlo. No por maldad, sino por ir ahogados en
los propios problemas, dándoles vueltas y vueltas Para apoyarme solo en la esperanza, antes tengo
en nuestra cabeza. Por falta de esperanza, pienso. que dejarme desnudar y herir por la realidad, cual-
La esperanza nos da alas y nos levanta la cabeza. quiera que sea. Esa es la cruz que Dios me pide
Es el aceite de la lámpara de la fe. Juntas nos darán abrazar y que iluminará la realidad, la propia y la aje-
la luz suficiente para ver lo que hay que ver, para na. Y ahí morir, con la esperanza de que la vida es
pintar paisajes nuevos donde solo veíamos un pa- eterna y todo resucita. Y así, matando, muerte en
norama sórdido, sin colores. vida irás trocando.

página 37
ESPERANZA
ERES MI DIOS

VERDIAZUL,
SALMO 62: TÚDE
TESTIMONIOS

EL COLOR DE MI
ESPERANZA
“Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor" (Sal 26).

LUCÍA CARMEN DE LA TRINIDAD, OCD

Ella se sentaba aquí, junto a mí. Sobre estas cua- Así se fue; rodeada de sus hermanas de comu-
tro baldosas gastadas se balanceaba su pequeño nidad estrenó el cielo al filo de la media noche.
sillón. Ahora, esas cuatro baldosas son tierra sa- Como poco tiempo atrás con mi propia madre,
grada. Aún puedo contar con los dedos los días volví a cumplir el sagrado deber de vestirle el há-
que han pasado desde que se marchó. Ha sido bito de nuestra Señora a esta carmelita peque-
todo demasiado deprisa, demasiada luz, demasia- ña y tan linda, ese hábito que ella había vestido
das lejanías, demasiadas lágrimas por dentro… desde jovencita en el Carmelo. Di gracias a Dios
A la cabecera de la cama, donde se apagaba su por haberme regalado el haberla podido servir,
pequeña llama, me senté junto a ella un puñado como enfermera y como hermana, hasta el últi-
de días con sus noches sin luna (había luna llena, mo momento…
pero yo no la veía). Al oído le repetía algunas pa- “Dime, corazón,
labras… le decía que el Señor era su pastor, que ¿te están cuidando en el cielo
la conducía hacia fuentes tranquilas, que se abrían como te he cuidado yo?”
para ella las puertas del triunfo, que daba gracias
Sigo aquí sentada, frente a esta tierra sagrada.
al cielo porque su misericordia es eterna, que go-
¿Dónde están ahora sus canciones y sus risas, sus
zaría de la dicha del Señor en el país de la vida,
besos y sus abrazos, sus amores, sus luchas y sus
que fuese valiente… Y la acariciaba.
fatigas? Dios me ha concedido vivir con hermanas
“Dime, corazón, que han sido para mí faro, luz en mi camino; que
¿Te están queriendo en el cielo me han enseñado con su ejemplo a mirar al cielo
como te he querido yo?” y saber esperar.

página 38
ESPERANZA
ERES MI DIOS
Señor Jesús, te bendigo,

SALMO 62: TÚDE


TESTIMONIOS
te adoro y te doy gracias
porque eres el Señor de la VIDA.
Dios ha ido, poco a poco, preparando mi corazón Ayúdanos a vivir en gozosa espera
para la PAZ. Este año largo junto a ella ha sido un nuestra entrada en el cielo.
regalo, un dilatarse mi esperanza al rozar su vuelo, Capacítanos para vivir y pasar por
un saber que todo se pasa, que aquí ciudad perma-
nente no tenemos, que nos están esperando… y este mundo como tú, haciendo el bien.
un ir soltando ataduras, limpiar el polvo adherido Que vivamos serenamente alegres,
del camino, aligerar la nave y mirar a lo alto. Es el haciendo felices a los que están
tiempo de las certezas impresas en el más profun-
do centro de mi alma. Pasa el invierno, cesan las a nuestro lado y caminan codo a codo
lluvias de las inseguridades, y se abren hermosas las con nosotros hacia tu casa.
flores de la esperanza. Que vivamos cada día como
Recuerdo con asombro sagrado una cita de Bene- un tiempo de gracia que nos regalas,
dicto XVI, que me conmovió hondamente: “El cielo
para construir en esta tierra
es Jesús”. Estar en su presencia donde con una sola
mirada se purifica la vida, el alma, el corazón con tu Reino de PAZ y de AMOR.
todos sus amores, porque al fin y al cabo, todos va-
mos llenando nuestra maleta de pequeños o gran- María y José, acompañadnos mientras
des amores, o de amores buenos y amores un poco dure este HOY, porque
prohibidos (siempre hay alguna manzana mordida
somos pequeños y necesitamos
entre los huecos de nuestro equipaje). En el mo-
mento en que nos sorprenda la hermana muerte, vuestras ternuras y vuestro amparo.
nos encontraremos frente a frente con Jesús, ese Alcanzadnos la fortaleza que
hombre al que tanto hemos amado, que nos entu-
necesitamos para ser valientes y
siasmó con sus palabras y sus gestos, que nos amó
y se entregó por cada uno de nosotros. En sus ojos esperar solamente en nuestro Abbá.
limpios (¡¡¡ojos de Dios!!!) veremos lo que hemos Y en la hora de nuestra muerte, del
sido, o más bien, lo que ha quedado de nosotros
encuentro definitivo, Jesús, míranos,
después de haber dejado que él nos habitara, cada
uno se verá a sí mismo como en un espejo… Y el abrázanos, y llévanos al gozo de una
abrazo definitivo será nuestra dicha para siempre… eternidad siempre nueva. Amén.
“Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la
vida…”
Esta es mi FE, verde, como el naranjo y el magnolio
Se me ha invitado a dar razón de mi esperanza. que contemplo desde mi ventana… “En verdes pra-
Y esta es mi esperanza, sellada nuevamente hace deras me hace recostar…”. Esta es mi ESPERANZA,
muy poquitos días: Espero y creo firmemente en la tan azul como los ojos que hace unos días se cerra-
vida eterna. Espero y creo que Dios nos quiere a ron sobre estas cuatro baldosas, mi tierra sagrada,
su lado. Espero y creo que viviremos eternamente mientras fuera, en el cielo limpio hilvanado con mil
con el Señor, y en él, con todos los hermanos. estrellas, brillaba esplendorosa la luna llena.

página 39
ESPERANZA
MI DIOS

REZUMANDO
ERES
SALMO 62: TÚDE
TESTIMONIOS

ESPERANZA
LUCÍA CARMEN DE LA TRINIDAD, OCD

Morir para nacer eternamente


en otra soledad, ancha y crecida.
A cambio de esta vida, otra VIDA.
Tu eterno mar, a cambio de mi fuente.

Por alcanzar tu estrella incandescente,


apagaré mi lámpara encendida.
La luna de mi noche dolorida,
se perderá en tu sol omnipotente.

página 40
ESPERANZA
ERES MI DIOS
Palabras de esperanza que pronunció Lucía, carmelita descalza en

SALMO 62: TÚDE


Antequera, en la eucaristía pascual, paso de la muerte a la vida,

TESTIMONIOS
“noche sosegada en par de los levantes de la aurora”, de la
Hna. María de San José, Carmelita descalza, el 30 de Enero, 2020
Señor, aquí estamos, en tu presencia, para presentar- sostenerla. Y el cirio dichoso se consumió entre
te este cirio que ha ardido constantemente para ti. las manos de la Virgen, se apagó entre las azucenas
Hecho de buena cera, entre las brisas de Córdoba florecidas de san José.
allá por Palma del Río y las olas infinitas de su Cádiz
Gracias, Señor, por habernos invitado al banquete
tan querido. Ardía pequeña su llama cuando lo dejó
de su LUZ. Gracias, Señor, por esta hermana que
todo para entrar en el Carmelo. Creció, creció en
nos has regalado: en ella, en su pequeñez, has mos-
ascuas incandescentes, dando calor y vida a tu Iglesia,
trado tu grandeza. En ella se cumplió tu Palabra: “Si
a tus sacerdotes, al Carmelo, a nuestra comunidad.
no volvéis a ser como niños…”
Eran llamas de humildad, de caridad exquisita, de so-
licitud en su trabajo, de intenso amor a su familia. Marujilla, Corazón: Gracias por todo. Gracias por la
Cirio que se iba consumiendo lentamente, sin apagar- santa libertad con la que has vivido. Gracias por tu
se, erguido, sin preocuparse de la cera que ya se iba entrega incondicional. Gracias por habernos acogi-
agotando… Su misión era arder hasta el final. do y resguardado del frío al calor de tu llama siem-
pre ardida. Gracias, por todo. Intercede por esta
Llegó la tarde de la vida. La llama se apagaba len-
comunidad y por toda tu familia, a la que tanto has
tamente en una fiesta de colores que nos llenaba
querido. Intercede por la Iglesia, por los sacerdotes,
de Dios a todas horas. Su celdita era un remanso
por la Orden, por la PAZ del mundo. Descansa en la
de PAZ y de TERNURAS. Allí no había lugar más
Paz del Señor eternamente. Y bendícenos.
que para el GOZO, el BESO, el CANTO, las SON-
RISAS y la ALABANZA. Quedaba ya solamente “Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es
una lucecilla pequeña, un mechoncito de cera para eterna su Misericordia”

página 41
ESPERANZA
ERES
SALMO 62: TÚDE
TESTIMONIOS MI DIOS

ME SIENTO
RESCATADO JOSÉ ÁNGEL LALINDE

No me lo esperaba. He llegado esta mañana a la capilla de Quel


(La Rioja) con la intención de contactar con Rubén de Lis, para
hacerle una entrevista, y lo he encontrado a testimonio abierto de
su vida, contándosela a quienes se han acercado a escucharle.
Y lo hacía de una manera fluida, abierta, descarnada, sin tapujos,
natural, agradecida, valiente, con la reciedumbre de quien se sabe
en las manos de Dios después de haber transitado por los más
alejados vericuetos en su joven vida.

página 42
ESPERANZA
ERES MI DIOS
Ya llevaba su disertación avanzada cuando le he es- de la parroquia se percató de ello, habló con ellos y

SALMO 62: TÚDE


cuchado decir que "cuando alguien tenga algún tipo comenzó a despejarse el camino: "En la Iglesia esta-

TESTIMONIOS
de problema lo hemos de acoger con amor pues, mos para amar y perdonar", les dijo.
de lo contrario, el mundo lo 'acogerá' en sus redes".
A su regreso a Vigo, Rubén tuvo un encuentro con su
Rubén confiesa, con absoluta naturalidad, que "mi
párroco y con su obispo y se tramitó la nulidad que le
vida está en manos de Dios y de la Virgen. Ellos
permitió contraer matrimonio con su actual esposa.
siempre cuidan de mí. Todo es una cuestión de con-
Aquel proceso supuso todo un revulsivo hasta que
fianza en aquel que me cuidó siempre y me protegió
"nos casamos a los ojos de Dios, lo que nos permitió
entre sus manos cuando nadie daba nada por mí".
acercarnos al sacramento; ahora sentía que nuestro
Rubén de Lis es un compositor, músico, artista, mo- matrimonio estaba bendecido". Todo un camino. Y
tivador y cantautor cristiano. Sí: cantautor y cristia- tras aquella experiencia quedaba atrás un plantea-
no. “La guitarra me enamoró hasta el punto de que miento de sexo diario, de fiesta y de solo pensar en
la considero una extensión de mi cuerpo”. Como disfrutar; el cambio se obró y les condujo a plantear
músico, demuestra que tiene arte de sobra y, ade- sus vidas en un contexto de castidad, sabiendo que,
más y sin rubor, se declara abiertamente cristiano. "aunque otros no te vean, Dios sí te ve". Todo tipo de
Después de su tortuosa trayectoria vital llegó a la penitencia o pequeñas privaciones, dice Rubén, nos
conclusión de que el arte musical que llevaba dentro permiten ir madurando, nos hacen más fuertes y per-
era un instrumento que Dios le había dado para po- miten que nuestra fe vaya creciendo. "Y cuesta mu-
nerlo al servicio de la evangelización. En su carrera cho, pero merece la pena". "Cuando recuerdo todo
musical, inicialmente, nos cuenta Rubén que "los días esto veo que soy un fiel retrato del Hijo Pródigo".
lucían, pero las noches, después de la fiesta, eran un Rubén confiesa que, cuando se marchó de casa, gas-
infierno de soledad, vacío, depresión, inconformis- tó mucho dinero, consumió su vida y, cuando hubo
mo". "Yo era una persona muy egoísta", confiesa, de regresar al hogar familiar se sintió acogido por el
"pero el Señor es grande y misericordioso", añade Padre y por sus padres que lo abrazaron y no le recri-
en seguida "y envió a un ángel desde Brasil que se minaron ni le cuestionaron la vida que había llevado.
llama Dilmaría" que, providencialmente, le abrió las
puertas a la conversión. Le brotan las palabras como si
Este músico gallego (Vigo), desde muy joven se for- de una cascada se tratase. "Veo
mó en el conservatorio de música de su ciudad y su
afición le llevó a viajar frecuentemente a Madrid para mi vida como la de un cristiano
profundizar en su conocimiento y dominio de la gui- que ha sido rescatado y ahora
tarra. De la música clásica, que aprendía en el conser-
vatorio, pasó a otros géneros musicales más juveniles
vivo para rescatar a otros. Por
y modernos. Movido por el impulso juvenil recorrió eso, mi música, que ha sonado
mundo, lo conoció todo, se entregó a todo, quiso
disfrutar de todo, se hundió del todo… Y conoció a
por todo el mundo, la considero
la que ahora es su mujer. Ella, observando, callando, como una obra del Señor".
sufrió lo indecible. Y para recuperar a Rubén, desde
el sufrimiento, lloró y oró intensamente. Este episo- Rubén ve claro que con ello está haciendo uso de
dio nos recuerda a Mónica sufriendo y orando por los dones que Dios le ha dado para acercar a otros a
aquel gran Agustín. "Y con oración y mucho amor, Dios. El mundo, dice, nos come si nos abandonamos
ella me fue rescatando". Es la mujer con la que con- a él. No podemos actuar mecánicamente, por eso
trajo matrimonio civilmente; con ella acudía a vivir la necesitamos alimentar nuestra condición de cristia-
eucaristía pero no pasaban a comulgar por su situa- nos, día a día, escuchando, orando porque en nuestra
ción irregular de divorciado, hasta que el sacerdote vida de fe no podemos ser pasivos, sino activos.

página 43
ESPERANZA
ERES MI DIOS

Y, mirando a cada uno de los que le escuchan, les dice:


SALMO 62: TÚDE

“Yo rezo por ti. Rezo por todas y cada una de las per-
TESTIMONIOS

sonas con las que rozo cada día. A donde voy me llevo
en el corazón a todas las personas que he conocido y
las tengo presentes en mi oración. Yo rezo por ti y tú
también tienes que orar por mí y por los demás”.
Desde que Rubén se sintió "rescatado" ha puesto sus
capacidades y su arte para ayudar a quienes le escuchan
a sentirse Iglesia. “Eso es lo que quiero transmitir con mi
música". Y a buen seguro que lo va consiguiendo.

RUBÉN DE LIS
"ME DEDICO A LA
MÚSICA Y LA UTILIZO
PARA EVANGELIZAR"
Entrevista preparada por José Ángel Lalinde

¿Qué es, para ti, orar?


Para mí la oración es el alimento diario, es mi conexión
con el Señor. De hecho, tengo una canción que se llama
"Mi héroe se llama Jesús de Nazaret" en la que expreso
este convencimiento. Yo no necesito Wifi para hablar
con él, porque en todos los instantes de mi vida me
siento conectado a él. Orar es una necesidad primor-
dial, lo es todo. La relación con Dios llena cada uno de
mis días, es el alimento, el combustible de mi vida.
¿Desde cuándo oras?
Desde pequeñito, cuando hice la comunión, la confir-
mación… Después tuve mi etapa de pasar un poco,
de alejarme de la fe y de la Iglesia. Pero, realmente,
mi oración consciente la vivo de once años para acá,
cuando me convertí y descubrí el sentido y el cono-
cimiento de lo que significa la oración. Oro a todas
horas. Al levantarme y al acostarme y durante el día,
en cualquier lugar, ya sea en medio del tráfico, en un
hospital, cuando voy a tocar… siempre es buen mo-
mento para agradecer, para interceder por alguien.

página 44
ERES
SALMO 62: TÚDE
TESTIMONIOS MI DIOS
ESPERANZA
¿Cuándo fuiste consciente de que la oración era ¿Qué aporta la oración a tu persona?
una necesidad para ti?
La oración, en mi persona y en mi vida, me apor-
Como te he dicho, hace once años, cuando yo tuve ta mucha seguridad, mucha estabilidad. Para mí es
mi encuentro personal con Jesús, me di cuenta de fuente de esperanza, de luz y de fuerza. La oración
que mi vida no era nada sin el Señor, entonces descu- lo envuelve todo, pero no me priva del sufrimiento,
brí que la oración es fundamental para todo. Cuando como a cualquiera. Orar significa cargar pilas para ir
uno ora desde el convencimiento, no esperas a tener a la batalla del día a día.
dificultades ni a que salgan bien las cosas para poner- ¿En qué medida crees que tu oración te mejora
te ante el Señor. No, no: lo espontáneo, lo natural, es a ti y a los que encomiendas en ella?
orar y luego ya todo se pone en su sitio.
Gracias a Dios, el Señor me da la oportunidad de ver
¿Con qué motivo oras y cómo lo haces? los frutos en muchos casos. Ya me pasó con mis com-
Con muchos motivos: orar por otros, por los más pañeros músicos con los que me ha tocado trabajar.
necesitados, por los que sufren, por los que están Ellos vivían al margen de la fe y en nuestras actuaciones
en las cárceles, los que están en el hospital, por seguían un ritual antes de subir al escenario que con-
mi familia, por mi misión, para poder llevar a cabo sistía en tomar un chupito y hacer un grito de guerra.
la misión de acercar a más personas a Dios, para Yo, en un momento determinado, les propuse hacer
que la humanidad cambie, para que todo el mundo una pequeña oración antes de la actuación y ellos se
pueda vivir la experiencia de Dios en el corazón. Y quedaron todos sorprendidos. A los dos años nos vol-
oro de una forma natural, coloquial. Cuando rezo vimos a encontrar y me dijeron: "Oye, que sepas que,
lo hago en silencio, meditando… Ahora mismo a partir de aquel momento, siempre que damos un
estoy orando, estoy paseando y estoy orando. A concierto hacemos una oración a nuestra manera". La
veces, con mi mujer, oramos juntos, rezamos el oración me hace mejor y el Señor me permite ver que
rosario o compartimos la oración espontánea que también ayuda a los demás. Yo encomiendo a todos:
pido por la paz; por los jóvenes, pues me importa mu-
nos surge ante la vida o ante las necesidades que
cho que tengan valores cristianos. Ellos, con las nuevas
vemos alrededor.
tecnologías, están conectados entre sí, pero desconec-
¿Tienes alguna oración "preferida"? tados de una vida espiritual que dejan de lado. Creo
que orar los unos por los otros nos mejora a nosotros
Me gusta rezar el rosario, el padrenuestro, el glo-
y a todo el mundo.
ria… Hay muchas oraciones que me acercan a Dios,
pero me gusta mucho la conversación personal con Y Rubén se despide de todos nosotros con un:
Dios, la que hago con mis propias palabras. ¡Gracias y bendiciones, amigo!

página 45
EVANGELIO ORADO
Descubre tu presencia
"La aplicación 'Evangelio orado' es una iniciativa de oración a la luz de los místicos del Carmelo.
La ofrece el CIPE (Centro de Iniciativa Pastoral de Espiritualidad) y el grupo editorial FONTE".

En muy pocos minutos explica el


Evangelio del día y lo acompaña de
reflexiones, textos y canciones.
La plataforma busca facilitar el diálogo
con Dios, y lo consigue ayudando a llevar
el Evangelio en el móvil o en la tablet.
Esta aplicación gratuita quiere dar a la
vida un toque de solidaridad
y espíritu misionero.
Y enseña a reservarse unos
pocos minutos cada día
para un encuentro
con Dios.

Aplicación Aplicación
para Android para iOS

CENTRO DE INICIATIVAS DE PASTORAL DE ESPIRITUALIDAD


www.cipecar.org
BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN
Deseo suscribirme a Revista ORAR por un año (8 números), con renovación automática hasta nuevo aviso.

Nombre 1er Apellido 2º Apellido

Dirección

Código Postal Población Provincia País

NIF Teléfono Correo electrónico

España 25€ Europa 31€ América del Norte 53$ Resto 52$

Talón Nominativo a Transferencia bancaria (Banco Santander)


Domicialiación bancaria
Editorial Monte Carmelo ES92 - 0049 - 6738 - 52 - 2416118521

Fecha
       

Firma del titular

GRACIAS por renovar tu confianza en el equipo que elabora la revista ORAR y compartir con otros lo que
descubres a nuestro lado… por hacer realidad el deseo de Teresa de Jesús…

"Juntos andemos, Señor"


CONTAMOS CON TU AYUDA para que todo el "corazón" que ponemos en la revista ORAR despierte alegría
cada vez en más personas, en más familias.
Si consideras que ORAR es un regalo, INVITA a otros a suscribirse a ORAR.
NOVEDADES
EL PORQUÉ DEL SUFRIMIENTO.
Isabel de la Trinidad
Autor: Juan de Bono
ISBN: 978-84-8353-979-8
268 pp. PVP: 20 €
EL PRISIONERO DE TOLEDO.
Juan de la Cruz poeta de Dios
Autor: Bruno Moriconi
ISBN: 978-84-8353-986-0
278 pp. PVP: 18 €

EL OFICIO DIVINO. CELEBREMOS A MARÍA.


Una celebración festiva y familiar Reflexiones sobre el Leccionario
para todos los cristianos de la Virgen María
Autores: Ernestina y Pedro Álvarez Tejerina Autor: Aurelio Ferrándiz García
ISBN: 978-84-8353-982-8 ISBN: 978-84-8353-978-1
192 pp. PVP: 15 € 230 pp. PVP: 18 €

UNA ESCRITORA MÍSTICA


MONÁSTICA DEL SIGLO XVII.
AHÍ TIENES A TU MADRE. Una sombra de la obra redentora
María, Madre y Patrona de todos de Jesucristo.
los pueblos del mundo María Evangelista Quintero Malfaz
Autor: Pablo Cervera Barranco Autora: María José Pascual
ISBN: 978-84-8353-985-9 ISBN: 978-84-8353-988-0
248 pp. PVP: 18 € 222 pp. PVP: 17 €

LIRA MÍSTICA. EL FULGOR DE LA PALABRA.


Poesías completas de santa Teresa de Jesús Nueva comprensión
y san Juan de la Cruz - 7ª edición de Teresa de Jesús
Autores: Sta. Teresa de Jesús y S. Juan de la Cruz Autor: Secundino Castro
ISBN: 978-84-7068-478-4 ISBN: 978-84-7068-296-4
190 pp. PVP: 9 € 368 pp. PVP: 10 €

Paseo del Empecinado, 1 · 09001 BURGOS


Apartado 19 · 09080 BURGOS · España
T. +34 947 25 60 61 · F. +34 947 25 60 62
www.grupoeditorialfonte.com
www.montecarmelo.com
EDITORIAL EDITORIAL www.editorialdeespiritualidad.com
GRUPO EDITORIAL MONTE CARMELO DE ESPIRITUALIDAD [email protected]

También podría gustarte