Politica Economica
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Politica Economica
Identificar y describir cuales son los factores del conflicto entre pleno empleo y precios.
Objetivos Específicos
Identificar los escenarios en los cuales existió un conflicto entre el pleno empleo,
crecimiento y precios
Plasmar a través de ejemplos los factores que determinan el conflicto entre el pleno
empleo, el crecimiento y los precios.
Mostrar los problemas que se generan en la economía por el conflicto que hay entre el
pleno empleo, crecimiento y precios
CAPITULO 1
CONFLICTO DEL PLENO EMPLEO
John Maynard Keynes fue quien demostró el error de algunos postulados clásicos, y con
él comienza una nueva era en cuanto al tratamiento del objetivo del pleno empleo,
abriendo la puerta a la posibilidad de considerarlo como el objetivo fundamental de la
política gubernamental, tal como recogió de las tesis de Mandeville Tras la crisis de
1929, el problema del paro se convirtió en un problema social extraordinariamente
grave. Baste recordar las imágenes patéticas de las largas colas de parados ante las
oficinas de empleo y a la espera de alguna ayuda alimentaria. La salida a estos altísimos
volúmenes de desempleo, que alcanzaron sus mayores cotas en los Estados Unidos y
Alemania, surge con la militarización de la economía alemana, unos años después de la
llegada de los nazis al poder, y con la entrada de los Estados Unidos en la Segunda
Guerra Mundial. Aunque la pregunta que se hacía la mayor parte de los economistas era
acerca de si cuando se acabara la guerra se volvería otra vez al paro masivo, es en este
período cuando surge una serie de hechos que van a ser trascendentales para el
tratamiento del empleo como objetivo de la política económica.
Las políticas económicas monetarias y fiscales son los medios más poderosos
para influir en la demanda global.
Otra importante cuestión a plantearnos sería la siguiente: ¿tenemos que aceptar por
motivos que posteriormente veremos la existencia de una cierta tasa de desempleo?, y si
es así, ¿dónde se sitúa el límite en el que el nivel de paro es aún compatible con el pleno
empleo? Lord Beveridge, en su histórico, libro Blanco, señaló ese límite en el 3%, pero
hoy día podemos afirmar que si bien una tasa de este tipo, o incluso inferior, resulta
deseable, no cabe asignarle un significado económico claro ni generalizable. El
desempleo de una economía es siempre el resultado (la suma) de una serie de
componentes de diverso origen que conviene examinar.
2.-TIPOS DE DESEMPLEO
Desempleo estacional.
El desempleo estacional tiene su razón de ser en el hecho de que existen ciertas
actividades profesionales que sólo requieren de mano de obra en determinadas épocas
del año. Nos referimos, por ejemplo, a la agricultura, donde hay temporadas altas y
bajas en función del tipo de cultivo; o al turismo, que necesita a muchos trabajadores
sólo durante la época veraniega y a pocos o ninguno durante el resto del año.
La única alternativa para suavizar este tipo de desempleo pasa por la diversificación de
la estructura productiva. El objetivo de dicha diversificación no sería otro que romper la
dependencia excesiva de las actividades estacionales. Sin embargo, para muchas
empresas esta misión es bastante complicada.
Así, una empresa del sector turístico como un hotel, por ejemplo, depende totalmente de
la afluencia de turistas a sus instalaciones. A más turistas, más trabajadores y más
empleo, y ello ocurre principalmente en verano y fechas festivas. Diversificar la
estructura productiva en estos casos se antoja bastante complicado.
Desempleo estructural
El desempleo estructural es un tipo de desempleo muy difícil de combatir, ya que viene
explicado por los desajustes entre la oferta y la demanda de trabajado. Se da, por
ejemplo, cuando los empresarios buscan un perfil profesional que no puede ser cubierto
con la demanda de empleo existente.
Posiblemente se trate del tipo de desempleo más preocupante que existe, ya que tiende a
perdurar en el tiempo debido a la inadecuación técnica de los trabajadores con respecto
a las vacantes o al exceso de solicitantes de un determinado puesto de trabajo en
relación a las vacantes ofertadas.
Para combatir este tipo de desempleo las empresas han de incentivar y fomentar la
polivalencia y la capacidad de reciclaje de sus trabajadores. Para ello, los programas de
formación y reconversión profesionales juegan un papel destacado. La inversión en
nuestros trabajadores es esencial si no queremos que estos se queden obsoletos respecto
a las futuras necesidades que nos puedan surgir.
Desempleo friccional
El desempleo friccional es un tipo de desempleo voluntario que se da principalmente en
épocas de expansión económica. Se refiere a personas que aun pudiendo tener un
trabajo, deciden tomarse un tiempo libre para mejorar su formación, descansar o
encontrar un puesto de trabajo mejor que el que tenían. También englobaría a las
personas que dejan su trabajo para cuidar a sus hijos o a los que buscan su primer
empleo al terminar los estudios.
Para combatirlo, las empresas pueden optar por la contratación indefinida, ya que de
esta forma incitan a los trabajadores a crecer profesionalmente en su organización. Sin
embargo, para que la contratación indefinida resulte eficaz es imprescindible que las
empresas proporcionen una formación continua a sus empleados y les ofrezca unas
condiciones de trabajo que les permita a estos reciclarse profesionalmente.
¿Cómo puede llegar a afectar el desempleo directamente a la persona?
El desempleo conlleva una disminución de los ingresos y, por tanto, produce cambios
en el estilo de vida. Se producen cambios radicales en la forma de vivir, pues se vive
con la incertidumbre de no saber cuánto tiempo durará esa situación. En tales
circunstancias, se tiende a ser precavidos y reducir drásticamente los gastos.
Tiene una gran repercusión en el ámbito familiar, intensificando las relaciones
existentes con anterioridad. Puede producir gran tensión y desestabilizar las relaciones
familiares perjudicándolas o, por el contrario, la familia puede ser el gran apoyo y
encontrar en ella el empuje y ayuda necesaria para buscar otro empleo, transmitiéndole
confianza y seguridad.
La pérdida de empleo también produce una reducción de las relaciones sociales.
Inevitablemente se pierde el contacto con aquellas personas que son imprescindibles
para poder desarrollar nuestro trabajo
El desempleo puede traer consecuencias psicológicas negativas como disminución de la
autoestima, depresión, ansiedad, etc. Produce un empobrecimiento del concepto que se
tiene de uno mismo.
La forma de reaccionar ante el desempleo dependerá entre otros factores de la
personalidad de cada uno. Hay quienes con inmediatez empiezan a movilizarse para
salir de esa situación, actuando de forma positiva y esperanzada, confiando en sus
posibilidades, y otros, por el contrario, se sienten hundidos y sin fuerzas para iniciar la
búsqueda de empleo, pierden la confianza en sí mismo y en sus capacidades.
No obstante, hay una serie de sentimientos comunes que sufren quienes han perdido su
trabajo. Entre ellos destacamos los siguientes:
Sentimiento de vergüenza. La persona desempleada suele sentirse avergonzada por esa
situación, responder a la simple pegunta "¿en qué trabajas?", les produce malestar. Este
sentimiento surge tanto por el hecho de estar desempleado como por tener que buscar un
empleo. La intensidad en que se sufre dependerá de diversos factores como la edad o el
tiempo que lleve desempleado.
Sensación de fracaso. Es frecuente encontrar personas desempleadas con sensación de
fracaso, por no haber logrado permanecer en ese puesto de trabajo, con la sensación de
haber fallado.
El desempleo no afecta por igual a todas las personas, su efecto no es comparable en
una persona joven e independiente que ha perdido su empleo con un padre de familia
que tiene que hacer frente a los gastos familiares.
Los políticos europeos hablan de rebajar las tasas de desempleo de sus altos niveles
actuales. Pero no hace mucho que eso no hubiera bastado, el objetivo indudable era el
"pleno empleo".
El expresidente de EE.UU. Bill Clinton lo puso en terminología moderna: "No creo que
se pueda reparar la esencia de nuestra sociedad hasta que quienes quieran trabajar
tengan un empleo".
Pero la mera idea de que el gobierno deba ser capaz de crear una economía en la que
todos puedan conseguir trabajo podría sonar caducada para muchos.
Las últimas cifras de empleo en las economías muestran lo lejos que está la idea. En
España, la tasa de desempleo es del 21,2%, en Grecia del 16,7%, en EE.UU. del 9,1% y
en el Reino Unido del 8,1%.
Pissarides dice que el problema es que, con Thatcher, la subida del desempleo no fue
algo temporal sino una situación que continuó por muchos años. Pero está de acuerdo en
que algo de desempleo es mejor que nada. "Conviene estar en el 1% o 2% más que en
un cero porque es cierto que una cifra muy baja provoca escasez de mano de obra y
provoca inflación".
Otros no están de acuerdo. James Tobin, cuyas teorías se piensa que están detrás de los
paquetes de estímulo del presidente Barack Obama, no creía que hubiera algo que se
pudiera llamar nivel óptimo de desempleo.
El diputado conservador británico John Redwood coincide en que lo ideal es que todo el
mundo tenga empleo. "No estoy seguro de que haya pasado de moda".
El problema no es el deseo de que todos puedan trabajar, sino de cómo se ha dejado de
hablar del asunto porque se considera algo casi imposible.
Para el historiador David Kynaston es una cuestión más psicológica que económica.
Para el experto hubo un cambio de actitud en los años 80 que llevó a la sociedad a
aceptar que va a haber quien no consiga empleo.
Así, la perspectiva del desempleo cambió para siempre. "En tanto la mayoría de la gente
tuviera trabajo, no importaba si muchos, una minoría, no. Así el desempleo perdió su
categoría de gran problema".
En las últimas dos semanas, hubo sorpresa por las importantes subas de las tasas de
interés y las bajas de las cotizaciones bursátiles en muchos países. En el caso de
Argentina, se generó cierto temor sobre los posibles efectos que estos fenómenos
pueden tener sobre la capacidad de financiamiento del Gobierno y sobre el mercado de
crédito hipotecario.
Lo que los mercados no esperaban era una suba tan rápida, luego de un año de relativa
estabilidad. A esto se le sumó la baja casi inevitable de acciones que sigue al aumento
de tasas, justo cuando el mercado estaba “endulzado” por la suba de los últimos 12
meses (casi 30% en el caso del índice Dow Jones), y cuando había recibido con
optimismo la aprobación de la reducción de impuestos en el Congreso de Estados
Unidos.
¿Por qué se esperaba una suba de tasas y se hablaba de una probable “burbuja” en el
mercado de bonos? Porque las tasas de interés implícitas en los precios de los bonos
estaban (y siguen estando) muy por debajo de sus valores históricos (2,4% en diciembre
del 2017 contra 4,57% histórico).
¿Las tasas eran más bajas por la política expansiva de la FED? Sólo parcialmente; el
principal factor explicativo fue el aumento del ahorro financiero de los particulares que
ocurrió con posterioridad a la crisis de 2008, como reflejo del temor que generó dicha
crisis. Estos temores desaparecieron gradualmente (lo que se reflejó en un incremento
de la demanda de bienes y en la recuperación económica) y en estos momentos ya no
existen excedentes financieros que se canalicen a la compra de bonos y acciones.
¿Cómo se explica la suba de tasas en 2016, y su baja en 2017 cuando en simultáneo la
Fed había dado inicio a su política de aumento de tasa de descuento? Por las variaciones
de las compras de bonos por parte de China. En 2016, este país enfrentó una crisis
cambiaria que lo obligó a vender bonos del Tesoro Norteamericano, mientras que en
2017 revirtió esta situación e incrementó en forma significativa sus tenencias de estos
activos.
La experiencia muestra que las subas de tasas no son graduales porque la propia baja de
los precios de los bonos impulsa su venta, pero en esta oportunidad es importante
recordar que la decisión de la FED de vender sus bonos está supeditada a que se
mantengan las condiciones crediticias, por lo que puede revertir su decisión ante una
suba demasiado pronunciada de las tasas.
Se dio por el shock petrolero en el año 1973 debido a la crisis economica que afecto a
los paises industrializados.
Subida de precios que al mismo tiempo provocoinflacion.
Necesidad de consumir combustible a mayor precio por menor cantidad, lo cual
conlleva a consumir mas y colocar mas dinero en circulacion en la economia.
El shock de la oferta
Con el incremento del petroleo, se aumentaron los precios de la materia prima, lo que provoco
la caida de la produccion, el incremento del desempleo, que conllevo, al aceleramiento de la
inflacion.
La espiral precios-salarios
Las presiones-salariales eran muy fuertes y un proceso en
espiral de continuos crecimientos de los precios y salarios se
estaba desarrollando de manera simultanea. La tendencia de la
economia era encaminada hacia un alto nivel de inflacion.