Politica Economica

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Objetivo general: 

 Identificar y describir cuales son los factores del conflicto entre pleno empleo y precios.

Objetivos Específicos

 Identificar los escenarios en los cuales existió un conflicto entre el pleno empleo,
crecimiento y precios
 Plasmar a través de ejemplos los factores que determinan el conflicto entre el pleno
empleo, el crecimiento y los precios.
 Mostrar los problemas que se generan en la economía por el conflicto que hay entre el
pleno empleo, crecimiento y precios

CAPITULO 1
CONFLICTO DEL PLENO EMPLEO

EL EMPLEO: UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA

La estabilidad económica interna está referida, básicamente, a dos tipos de mercados el


de bienes y servicios, y el de trabajo. En este último caso, y en el contexto de las
profundas peculiaridades que diferencian al mercado de trabajo, el objetivo del pleno
empleo se encuentra determinado por la oferta y la demanda del mercado de trabajo, lo
mismo que la producción lo está por el de bienes y servicios. Hasta hace relativamente
poco tiempo, en los países hoy industrializados y aún en buena parte de los
subdesarrollados, el trabajo estaba ligado a la actividad agrícola y, sólo en menor
medida, a otras actividades, como las artesanales, manufactureras y los servicios más
tradicionales. Esto proporcionó a la humanidad, durante siglos, una situación de
estancamiento económico en la que no inquietaban tanto las fluctuaciones en el empleo
como la aparición de catástrofes que afectaran a los niveles de bienestar de los
individuos. La preocupación se centraba entonces más en analizar el crecimiento
económico para evitar las situaciones de miseria que en el análisis del empleo.

En el mundo precapitalista, el hombre nacía vinculado a algún tipo de actividad


relacionada con la que ejercía su propia familia. Pero con la aparición del capitalismo se
pierde la seguridad en el trabajo. Por primera vez en la historia, la asignación del factor
trabajo no quedaba establecida de forma institucional, sino a través de su propio
mercado. La oferta y la demanda de dicho mercado va a determinar su precio y su
cuantía, es decir, el salario y los niveles de empleo y desempleo. Por tanto, el comienzo
de la era moderna va a marcar la aparición de una demanda de mano de obra por parte
de las empresas y la existencia de cierta cantidad de población que no encuentra un
puesto de trabajo y queda en situación de desempleo. Durante el siglo XIX y primer
tercio del siglo XX, el volumen de empleo normalmente aparece vinculado a las
fluctuaciones cíclicas de la economía. En las épocas de expansión económica se
incrementaba la producción y, por tanto, se demandaba un mayor número de horas
trabajadas, lo cual determinaba un descenso del paro. Por el contrario, en las fases de
recesión de la economía disminuía la producción y aumentaba el paro. En consecuencia,
los conceptos de empleo y desempleo van a estar íntimamente unidos, y el paro, salvo
en algunos períodos históricos limitados y en lugares determinados, va a convertirse en
algo consustancial con el propio sistema capitalista. El problema del desempleo se
convertirá en lo que Alan Blinder lo llamó la mayor debilidad del sistema económico
del mercado. Buena parte de los llamados economistas clásicos pensaron que la
existencia de determinados volúmenes de desempleo era algo natural, contra lo que no
se podía luchar. Por otra parte, la filosofía económico-social que presidía el
planteamiento de la mayoría de los clásicos circunscribía la intervención estatal en
materia económica a supuestos mínimos, pues el incremento del gasto público sería
compensado por una disminución de igual cuantía en el gasto privado, con lo cual la
actividad económica sólo se desplazaría y no se crearía empleo adicional. La única
solución frente al desempleo era esperar fases expansivas del ciclo económico y crear
las condiciones para un mayor crecimiento, dejando que el mercado fuera el responsable
último del ajuste entre la oferta y la demanda de trabajo.

John Maynard Keynes fue quien demostró el error de algunos postulados clásicos, y con
él comienza una nueva era en cuanto al tratamiento del objetivo del pleno empleo,
abriendo la puerta a la posibilidad de considerarlo como el objetivo fundamental de la
política gubernamental, tal como recogió de las tesis de Mandeville Tras la crisis de
1929, el problema del paro se convirtió en un problema social extraordinariamente
grave. Baste recordar las imágenes patéticas de las largas colas de parados ante las
oficinas de empleo y a la espera de alguna ayuda alimentaria. La salida a estos altísimos
volúmenes de desempleo, que alcanzaron sus mayores cotas en los Estados Unidos y
Alemania, surge con la militarización de la economía alemana, unos años después de la
llegada de los nazis al poder, y con la entrada de los Estados Unidos en la Segunda
Guerra Mundial. Aunque la pregunta que se hacía la mayor parte de los economistas era
acerca de si cuando se acabara la guerra se volvería otra vez al paro masivo, es en este
período cuando surge una serie de hechos que van a ser trascendentales para el
tratamiento del empleo como objetivo de la política económica.

La aparición de la teoría general de Keynes, en 1936, contenía un análisis de las causas


de dicha crisis y un tratado de medidas para salir de ella. El eje principal de la obra lo
constituía el intento de demostrar que el paro era un problema macroeconómico y como
tal debería ser considerado. Según James Tobin (Premio Nobel de Economía en 1981),
de esta obra se deriva un conjunto de enseñanzas sobre la Gran Depresión:

 Que cuando millones de personas están en situación de desempleo, no es por sus


características individuales. No es que sean vagos, improductivos o
incapacitados. Lo que ocurre es tan sólo que no existen los suficientes puestos de
trabajo para absorber toda la oferta laboral.

 El paro masivo no significa que exista escasez de capital, de recursos naturales u


otros factores productivos, ya que en las épocas de crisis económica están
subocupados, en términos generales, los factores de la producción.

 Que tanto el desempleo como la subutilización de la capacidad productiva


varían de forma inversamente proporcional a como lo hace la producción total y
la renta real.

 Las fluctuaciones a corto plazo de la producción, la ocupación y la utilización de


la capacidad productiva se corresponden, fundamentalmente, con las
fluctuaciones de la demanda agregada de bienes y servicios. La oferta agregada
varía escasamente de un año a otro.

 La desocupación masiva no tiene su origen en el avance tecnológico. El cambio


tecnológico desplaza a determinados trabajadores de sus antiguas ocupaciones,
pero históricamente no ha cumplido un papel negativo. Por el contrario, ha
posibilitado la mejora de la calidad de vida de la población.

 Las políticas económicas monetarias y fiscales son los medios más poderosos
para influir en la demanda global.

 Si se prescinde de la política económica, una democracia apenas dispone de


medios con los que afrontar el paro

EMPLEO Y DESEMPLEO: CONCEPTOS BÁSICOS Y TIPOLOGÍA


1.-CONCEPTOS BASICOS

En la tradición keynesiana, el concepto de paro va unido al de desempleo involuntario.


En este sentido, cabe afirmar que existirá pleno empleo cuando todos los que quieren
trabajar, a los tipos de remuneración vigentes, encuentran la ocupación deseada. Esto
nos lleva a desechar en el objetivo del pleno empleo al paro voluntario, que se produce
cuando el trabajador cree que el valor del salario que puede obtener trabajando es menor
que el coste de oportunidad de no trabajar, es decir, de dedicarse al ocio

Por otra parte, si aceptamos la heterogeneidad del mercado de trabajo, y no lo


consideramos como un todo, sino como un mercado segmentado, el concepto de rigidez
salarial pierde precisión. Los trabajadores pueden buscar empleo en un tipo de mercado
de trabajo determinado y no en otros.

En función de estas consideraciones, el pleno empleo no es un término preciso, no


significa que todo el mundo trabaje, sino que podríamos aproximarnos a él enfocándolo
como una utilización optima de los recursos humanos y de las capacidades productivas

Otra importante cuestión a plantearnos sería la siguiente: ¿tenemos que aceptar por
motivos que posteriormente veremos la existencia de una cierta tasa de desempleo?, y si
es así, ¿dónde se sitúa el límite en el que el nivel de paro es aún compatible con el pleno
empleo? Lord Beveridge, en su histórico, libro Blanco, señaló ese límite en el 3%, pero
hoy día podemos afirmar que si bien una tasa de este tipo, o incluso inferior, resulta
deseable, no cabe asignarle un significado económico claro ni generalizable. El
desempleo de una economía es siempre el resultado (la suma) de una serie de
componentes de diverso origen que conviene examinar.

2.-TIPOS DE DESEMPLEO

El pleno empleo no puede corresponderse con la ocupación integral de todos los


recursos productivos, precisamente porque existen distintos tipos de paro y las medidas
macroeconómicas no tienen capacidad de incidir simultáneamente sobre todos ellos.
La existencia de diversos tipos de desempleo tampoco significa que tengamos que
catalogar al volumen de desempleados de un país exclusivamente en uno de ellos. Lo
normal es que el desempleo conviva con toda clase de situaciones. En consecuencia, es
interesante diferenciar sus posibles componentes, porque las soluciones habrán de ser
distintas, según las causas que lo determinen.

Desempleo cíclico o coyuntural.


El desempleo cíclico o coyuntural es el que mejor se ajusta a las características del
desempleo actual. A su vez, se trata del tipo de desempleo más nocivo para la economía
ya que está en función del crecimiento o decrecimiento de la iniciativa privada. Como
sabemos, la actividad empresarial está sujeta a fases de expansión y recesión de la
economía, y ello inevitablemente afecta al número de parados.
Cuando la economía va bien, durante las fases de expansión, el desempleo cíclico
disminuye; mientras que en fases de recesión como la actual, este tipo de desempleo se
dispara por las nubes con relativa facilidad.
En este contexto, el papel que juegan las empresas se antoja bastante complicado,
debido a que la mala coyuntura económica también perjudica los resultados
empresariales de estas organizaciones. Si las ventas de las empresas disminuyen, estas
no tendrán más remedio que ajustar márgenes y, para ello, el despido de trabajadores y
la nula contratación se convierten en el camino más fácil para volver a ganar en
competitividad.

Desempleo estacional.
El desempleo estacional tiene su razón de ser en el hecho de que existen ciertas
actividades profesionales que sólo requieren de mano de obra en determinadas épocas
del año. Nos referimos, por ejemplo, a la agricultura, donde hay temporadas altas y
bajas en función del tipo de cultivo; o al turismo, que necesita a muchos trabajadores
sólo durante la época veraniega y a pocos o ninguno durante el resto del año.
La única alternativa para suavizar este tipo de desempleo pasa por la diversificación de
la estructura productiva. El objetivo de dicha diversificación no sería otro que romper la
dependencia excesiva de las actividades estacionales. Sin embargo, para muchas
empresas esta misión es bastante complicada.
Así, una empresa del sector turístico como un hotel, por ejemplo, depende totalmente de
la afluencia de turistas a sus instalaciones. A más turistas, más trabajadores y más
empleo, y ello ocurre principalmente en verano y fechas festivas. Diversificar la
estructura productiva en estos casos se antoja bastante complicado.

Desempleo estructural
El desempleo estructural es un tipo de desempleo muy difícil de combatir, ya que viene
explicado por los desajustes entre la oferta y la demanda de trabajado. Se da, por
ejemplo, cuando los empresarios buscan un perfil profesional que no puede ser cubierto
con la demanda de empleo existente.
Posiblemente se trate del tipo de desempleo más preocupante que existe, ya que tiende a
perdurar en el tiempo debido a la inadecuación técnica de los trabajadores con respecto
a las vacantes o al exceso de solicitantes de un determinado puesto de trabajo en
relación a las vacantes ofertadas.
Para combatir este tipo de desempleo las empresas han de incentivar y fomentar la
polivalencia y la capacidad de reciclaje de sus trabajadores. Para ello, los programas de
formación y reconversión profesionales juegan un papel destacado. La inversión en
nuestros trabajadores es esencial si no queremos que estos se queden obsoletos respecto
a las futuras necesidades que nos puedan surgir.

Desempleo friccional
El desempleo friccional es un tipo de desempleo voluntario que se da principalmente en
épocas de expansión económica. Se refiere a personas que aun pudiendo tener un
trabajo, deciden tomarse un tiempo libre para mejorar su formación, descansar o
encontrar un puesto de trabajo mejor que el que tenían. También englobaría a las
personas que dejan su trabajo para cuidar a sus hijos o a los que buscan su primer
empleo al terminar los estudios.
Para combatirlo, las empresas pueden optar por la contratación indefinida, ya que de
esta forma incitan a los trabajadores a crecer profesionalmente en su organización. Sin
embargo, para que la contratación indefinida resulte eficaz es imprescindible que las
empresas proporcionen una formación continua a sus empleados y les ofrezca unas
condiciones de trabajo que les permita a estos reciclarse profesionalmente.
 
¿Cómo puede llegar a afectar el desempleo directamente a la persona?
El desempleo conlleva una disminución de los ingresos y, por tanto, produce cambios
en el estilo de vida. Se producen cambios radicales en la forma de vivir, pues se vive
con la incertidumbre de no saber cuánto tiempo durará esa situación. En tales
circunstancias, se tiende a ser precavidos y reducir drásticamente los gastos.
Tiene una gran repercusión en el ámbito familiar, intensificando las relaciones
existentes con anterioridad. Puede producir gran tensión y desestabilizar las relaciones
familiares perjudicándolas o, por el contrario, la familia puede ser el gran apoyo y
encontrar en ella el empuje y ayuda necesaria para buscar otro empleo, transmitiéndole
confianza y seguridad.
La pérdida de empleo también produce una reducción de las relaciones sociales.
Inevitablemente se pierde el contacto con aquellas personas que son imprescindibles
para poder desarrollar nuestro trabajo
El desempleo puede traer consecuencias psicológicas negativas como disminución de la
autoestima, depresión, ansiedad, etc. Produce un empobrecimiento del concepto que se
tiene de uno mismo.
La forma de reaccionar ante el desempleo dependerá entre otros factores de la
personalidad de cada uno. Hay quienes con inmediatez empiezan a movilizarse para
salir de esa situación, actuando de forma positiva y esperanzada, confiando en sus
posibilidades, y otros, por el contrario, se sienten hundidos y sin fuerzas para iniciar la
búsqueda de empleo, pierden la confianza en sí mismo y en sus capacidades.
 
No obstante, hay una serie de sentimientos comunes que sufren quienes han perdido su
trabajo. Entre ellos destacamos los siguientes:
Sentimiento de vergüenza. La persona desempleada suele sentirse avergonzada por esa
situación, responder a la simple pegunta "¿en qué trabajas?", les produce malestar. Este
sentimiento surge tanto por el hecho de estar desempleado como por tener que buscar un
empleo. La intensidad en que se sufre dependerá de diversos factores como la edad o el
tiempo que lleve desempleado.
Sensación de fracaso. Es frecuente encontrar personas desempleadas con sensación de
fracaso, por no haber logrado permanecer en ese puesto de trabajo, con la sensación de
haber fallado.
El desempleo no afecta por igual a todas las personas, su efecto no es comparable en
una persona joven e independiente que ha perdido su empleo con un padre de familia
que tiene que hacer frente a los gastos familiares.

3.-ASPECTOS POLÍTICOS DEL PLENO EMPLEO


en un sistema capitalista, el pleno empleo puede alcanzarse mediante un programa de
gastos del gobierno, siempre que haya planta suficiente para emplear toda la fuerza de
trabajo existente y siempre que puedan obtenerse dotaciones adecuadas de las materias
primas extranjeras necesarias a cambio de exportaciones. Si el gobierno realiza
inversión pública (por ejemplo, si construye escuelas, hospitales y carreteras) o subsidia
el consumo masivo (mediante asignaciones familiares, reducción de tributación
indirecta o subsidios para mantener bajos los precios de los artículos de primera
necesidad); si, además, este gasto se financia con préstamos y no con impuestos (que
podrían afectar en forma adversa la inversión privada y el consumo), la demanda
efectiva de bienes y servicios puede aumentarse hasta un punto en que se logre el pleno
empleo. Tal gasto del gobierno aumenta el empleo, hay que advertirlo, no sólo en forma
directa sino también indirecta, ya que los mayores ingresos que genera se traducen en
un aumento secundario de la demanda de bienes de consumo y de inversión

EJEMPLIFICACION DEL CONFLICTO DEL PLENO EMPLEO


Una sociedad sin desempleados, la que llegó a ser la inevitable promesa de los políticos
del mundo, parece una idea prácticamente desaparecida de la arena del debate público.

Los políticos europeos hablan de rebajar las tasas de desempleo de sus altos niveles
actuales. Pero no hace mucho que eso no hubiera bastado, el objetivo indudable era el
"pleno empleo".

El expresidente de EE.UU. Bill Clinton lo puso en terminología moderna: "No creo que
se pueda reparar la esencia de nuestra sociedad hasta que quienes quieran trabajar
tengan un empleo".

Pero la mera idea de que el gobierno deba ser capaz de crear una economía en la que
todos puedan conseguir trabajo podría sonar caducada para muchos.
Las últimas cifras de empleo en las economías muestran lo lejos que está la idea. En
España, la tasa de desempleo es del 21,2%, en Grecia del 16,7%, en EE.UU. del 9,1% y
en el Reino Unido del 8,1%.

Entonces es un mito lo del pleno empleo


Pleno empleo nunca significó una tasa de desempleo del 0%", explica Christopher
Pissarides, profesor de la London School of Economics (LSE).
En cambio, hay lo que el economista liberal Milton Friedman llamó la "tasa natural" de
desempleo, donde nadie permanece sin trabajo demasiado tiempo mientras la cifra
oficial oscila entre el 5% y el 6%.
Para otros economistas esa cifra es demasiado alta. William Beveridge, considerado el
inspirador del estado del bienestar británico de posguerra, dijo que para hablar de "pleno
empleo" se requeriría una cifra de desempleo del 3%.
Pissarides argumenta que el plena empleo fue una realidad en los EE.UU. de Bill
Clinton, y entre 1997 y 2007 en el Reino Unidos, así como en la actual China.

Bueno contra la inflación


Ahora que el desempleo vuelve a crecer, hay políticos que en voz baja admiten que
tiene su lado bueno.
En 1992, el ministro de Economía del Reino Unido, Norman Lamont, dijo que "el
desempleo y la recesión fueron el precio pagado para mantener baja la inflación; y valió
la pena pagarlo".
La teoría es que, con la pérdida de trabajos, la presión de los salarios sobre los precios
disminuye. Aunque los conservadores de hoy discuten que esa fuera la estrategia real de
los gobiernos de Margaret Thatcher, a quien le atribuyen medidas más sensatas.

Pissarides dice que el problema es que, con Thatcher, la subida del desempleo no fue
algo temporal sino una situación que continuó por muchos años. Pero está de acuerdo en
que algo de desempleo es mejor que nada. "Conviene estar en el 1% o 2% más que en
un cero porque es cierto que una cifra muy baja provoca escasez de mano de obra y
provoca inflación".

Otros no están de acuerdo. James Tobin, cuyas teorías se piensa que están detrás de los
paquetes de estímulo del presidente Barack Obama, no creía que hubiera algo que se
pudiera llamar nivel óptimo de desempleo.

"Escribí un artículo en el que analizaba la tasa de desempleo ideal. Tobin se ponía


furioso con el asunto. Para él, la tasa óptima era cero", explicó el Premio Nobel de
Economía Joseph Stiglitz, citado por la agencia Bloomberg.

El diputado conservador británico John Redwood coincide en que lo ideal es que todo el
mundo tenga empleo. "No estoy seguro de que haya pasado de moda".
El problema no es el deseo de que todos puedan trabajar, sino de cómo se ha dejado de
hablar del asunto porque se considera algo casi imposible.

Para el historiador David Kynaston es una cuestión más psicológica que económica.
Para el experto hubo un cambio de actitud en los años 80 que llevó a la sociedad a
aceptar que va a haber quien no consiga empleo.
Así, la perspectiva del desempleo cambió para siempre. "En tanto la mayoría de la gente
tuviera trabajo, no importaba si muchos, una minoría, no. Así el desempleo perdió su
categoría de gran problema".

Y con millones de personas perdiendo su trabajo en el mundo desarrollado, el clima no


es precisamente el más propicio para hablar de pleno empleo.

LOS RIESGOS DEL PLENO EMPLEO


la mayoría de las economías avanzadas estén alcanzando niveles de actividad cercanos a
los de pleno empleo es algo loable y que debe ser celebrado, pero puede ser peligroso si
ceden a las presiones inflacionarias que esto potencialmente genera.
Hasta ahora se observó que las tasas de crecimiento económico en casi todos los países
denominados “avanzados” superaron en los últimos años la tasa de aumento de la
capacidad productiva, y que obviamente en el camino fueron consumiendo la capacidad
ociosa. Ahora que estos países se acercan a sus niveles de máxima producción posible,
la economía debería mostrar signos de desaceleración de crecimiento, para evitar las
presiones inflacionarias: el peligro, justamente, es que tales signos no han aparecido
aún.

Durante 2017 la tasa de crecimiento de la economía mundial se aceleró al 3,7% y la de


los países avanzados al 2,3%. Estas tasas pueden parecer bajas cuando se las compara
con los niveles registrados en el período 2000-2007 (lo que culminó en una burbuja),
pero el mundo hoy es distinto y las tasas naturales de crecimiento se han reducido por
múltiples factores (entre ellos, el envejecimiento). Esto es particularmente cierto en
Estados Unidos, Europa y Japón.
Las estimaciones del FMI (y las propias de los países) muestran que para 2018 el nivel
de actividad puede llegar a superar a la capacidad productiva. La experiencia nos enseña
que cuando esto pasa aparecen presiones salariales e inflacionarias que exigen la
adopción de políticas restrictivas (monetarias y/o fiscales). La más reciente información
sobre la tasa de inflación y de aumento de salarios envió una clara señal a los mercados
sobre la necesidad de atenuar el crecimiento de la demanda.

En las últimas dos semanas, hubo sorpresa por las importantes subas de las tasas de
interés y las bajas de las cotizaciones bursátiles en muchos países. En el caso de
Argentina, se generó cierto temor sobre los posibles efectos que estos fenómenos
pueden tener sobre la capacidad de financiamiento del Gobierno y sobre el mercado de
crédito hipotecario.

La sorpresa no se ocasionó por el incremento de las tasas en sí mismo. Era esperable


que esto ocurriera a la luz de los desarrollos macroeconómicos, y había sido anticipado
por varios analistas (incluyendo al ex presidente de la Reserva Federal, Allan
Greenspan).

Lo que los mercados no esperaban era una suba tan rápida, luego de un año de relativa
estabilidad. A esto se le sumó la baja casi inevitable de acciones que sigue al aumento
de tasas, justo cuando el mercado estaba “endulzado” por la suba de los últimos 12
meses (casi 30% en el caso del índice Dow Jones), y cuando había recibido con
optimismo la aprobación de la reducción de impuestos en el Congreso de Estados
Unidos.

¿Por qué se esperaba una suba de tasas y se hablaba de una probable “burbuja” en el
mercado de bonos? Porque las tasas de interés implícitas en los precios de los bonos
estaban (y siguen estando) muy por debajo de sus valores históricos (2,4% en diciembre
del 2017 contra 4,57% histórico).
¿Las tasas eran más bajas por la política expansiva de la FED? Sólo parcialmente; el
principal factor explicativo fue el aumento del ahorro financiero de los particulares que
ocurrió con posterioridad a la crisis de 2008, como reflejo del temor que generó dicha
crisis. Estos temores desaparecieron gradualmente (lo que se reflejó en un incremento
de la demanda de bienes y en la recuperación económica) y en estos momentos ya no
existen excedentes financieros que se canalicen a la compra de bonos y acciones.
¿Cómo se explica la suba de tasas en 2016, y su baja en 2017 cuando en simultáneo la
Fed había dado inicio a su política de aumento de tasa de descuento? Por las variaciones
de las compras de bonos por parte de China. En 2016, este país enfrentó una crisis
cambiaria que lo obligó a vender bonos del Tesoro Norteamericano, mientras que en
2017 revirtió esta situación e incrementó en forma significativa sus tenencias de estos
activos.

¿Qué cambió entonces en el último trimestre de 2017? Un conjunto de fenómenos


impulsó al alza la tasa de interés: la Reserva Federal anunció que comenzaría a reducir
sus tenencias de bonos del Tesoro de Estados Unidos, China dejó de comprarlos, y se
publicaron cifras de inflación y de salarios que llenaron de temor a los inversionistas,
justo en los meses en que el Tesoro acelera su emisión de bonos por motivos de
estacionalidad fiscal.

La experiencia muestra que las subas de tasas no son graduales porque la propia baja de
los precios de los bonos impulsa su venta, pero en esta oportunidad es importante
recordar que la decisión de la FED de vender sus bonos está supeditada a que se
mantengan las condiciones crediticias, por lo que puede revertir su decisión ante una
suba demasiado pronunciada de las tasas.

¿Cómo afectan estos movimientos a Argentina? Crea incertidumbre; pero tanto la


capacidad de endeudamiento como la tasa a pagar estará determinado por la apreciación
que hagan los acreedores sobre la capacidad de pago de Argentina. Nuestra demanda de
financiamiento es elevada en términos históricos, pero insignificante ante la magnitud
de los flujos financieros mundiales. Gran parte dependerá de la evolución del llamado
“riesgo país”, y estos desarrollos pueden “obligarnos” a reducir nuestro desequilibrio
fiscal. En buena hora.
CAPITULO 2

CONFLICTO DEL CRECIMIENTO ECONOMICO


En la decada de los 60 se consideraba por los economistas “Ingenieria Economica”.
Se denomino en esta epoca la politica “stop and go” que permitia detener y resolver
temporalmente desviaciones de la economia y volver a retomarla.
Se crea la curva de philips, instrumento analitico para hacer de la toma de decisiones de la
Politica Economica una cuestion tecnica.
Conflicto precio-empleo
Aplicación de la primera version de la curva de Philips.
Popularidad por tres razones importantes:

 Se asemeja a la realidad economica de un pais.


 Encajaba en la Macroeconomia Keynseaiana que era la estimulacion de la produccion.
 Aplicación de laingenieria economica de Samuelson, asesoramiento al gobierno, según
su ideologia para la combinacion entre la tasa de inflacion y el desempleo.

Analisis de la curva de Philips (relacion de la tasa de desempleo y salarios reales)


Primera version:

 A alta tasa de desempleo, salario bajo.


 A baja tasa de desempleo, salario alto.
Curva de Philips (relacion tasa de desempleo y la tasa de inflacion)

 Alta tasa de desempleo, baja tasa de


inflacion.
 Baja tasa de desempleo, alta tasa de
inflacion.

La inflacion con estancamiento

 Se dio por el shock petrolero en el año 1973 debido a la crisis economica que afecto a
los paises industrializados.
 Subida de precios que al mismo tiempo provocoinflacion.
 Necesidad de consumir combustible a mayor precio por menor cantidad, lo cual
conlleva a consumir mas y colocar mas dinero en circulacion en la economia.

Los intentos por mantener la explicacion dada por la Curva de Philips


La curva de Philips era sumamente atacada lo que provoco que la curva explicara lo que
pasabasin negar su existencia, esta se transformaba en una relacion que solo parece valida en el
cortoplazo.
Esto dice que se podria delimitar el tiempo hasta descubrir multiples curvas de Philips en el que
el problema radica en explicar por que se han ido desplazando.

El shock de la oferta
Con el incremento del petroleo, se aumentaron los precios de la materia prima, lo que provoco
la caida de la produccion, el incremento del desempleo, que conllevo, al aceleramiento de la
inflacion.
La espiral precios-salarios
Las presiones-salariales eran muy fuertes y un proceso en
espiral de continuos crecimientos de los precios y salarios se
estaba desarrollando de manera simultanea. La tendencia de la
economia era encaminada hacia un alto nivel de inflacion.

La curva de Philips a corto plazo


Esta representa la relacion entre las tasas de inflacion y
desempleo, cuando la inflacion esperada se mantiene constante. Esta curva puede desplazarse
según las expectativas.
La curva de Philips a largo plazo
Describe la relacion entre la inflacion y el desempleo cuanda la tasa de la inflacion efectiva es
igual a la prevista.
A largo plazo, la curva de philips sera la union de cada uno de los puntos de las curvas de
Philips a corto plazo.
La forma de la curva a largo plazo es vertical.
La necesidad de un nuevo enfoque
Algunos mercados mas abiertos y sometidos a la competencial se estan viendo devastados por la
irrupcion de productos de paises que tienen menores costes sde produccion, dado a que las
legislaciones sobre proteccion ambiental y social no estan al mismo nivel que la que exigen los
ciudadanos de pasies occidentales mas desarrollados.
LA OPCION DEL PROTECCIONISMO

 Los paises subdesarrollados tienen derecho a alcnzar mayores niveles de ingresos y


bienestar.
 Por que sera mas facil imponer hoy en dia normas a nivel internacional y que aumente
su grado de cumplimiento que hace un siglo.

Sin embargo en los paises mas protegidos de la competencia internacional, como el de la


agricultura y servicios internacionales la libre competencia es muy dificil y los resultados son:

 Mayores niveles de inflacion.


 Mayores niveles de endeudamiento del sector publico.

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